leonela y lucia

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1 Revelaciones del Vaticano: exorcismo Argentina/Agosto 2014/n°1 INDICE El exorcismo Pag.2 En que se funda- menta Pag.2 Exorcismo Bautis- mal pag.3 Exorcismo de los posesos Pag.3 Ritual del exorcis- mo PAG.4 Oración previa al exorcismo pag.4 Ritos iniciales pag.4 Decreto pag.5

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Revista de exorcismi

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Page 1: Leonela y Lucia

1

Revelaciones del Vaticano: exorcismo

Argentina/Agosto 2014/n°1

INDICE

El exorcismo Pag.2

En que se funda-menta Pag.2

Exorcismo Bautis-mal pag.3

Exorcismo de los posesos Pag.3

Ritual del exorcis-mo PAG.4

Oración previa al exorcismo pag.4

Ritos iniciales pag.4

Decreto pag.5

Page 2: Leonela y Lucia

2

El exorcismo es una

antigua y particular

forma de oración que

hace un ministro orde-

nado de la Iglesia, en

nombre de Jesucristo

y por el poder que Je-

sucristo ha otorgado a

su Iglesia para liberar

del poder de Satanás,

demonio. Por lo tanto

no es oración personal

sino de la Iglesia.

Los exorcismos pue-

den ser simples o so-

lemnes.

El exorcismo simple

se reza en el rito del

bautismo.

El exorcismo solemne

es un sacramental que

sólo puede ser válida-

mente celebrado por

un sacerdote con el

permiso del Ordinario

(obispo) del lugar. El

obispo da permiso al

sacerdote para cada

caso o puede, con el

permiso de la Santa

Sede, formalmente

otorgar a un sacerdo-

te el oficio de exorcis-

ta. En ese caso el sa-

cerdote está facultado

para exorcizar y no

necesita un permiso

particular para cada

caso.

Pie de imagen o grá-fico.

El exorcismo tiene como

punto de partida la fe de

la Iglesia, según la cual

existen Satanás y los

otros espíritus malignos.

La doctrina católica nos

enseña que los demonios

son ángeles caídos a cau-

sa de sus pecados, que

son seres espirituales de

gran inteligencia y po-

der".

06/08/14

Volumen 1, nº 1

Page 3: Leonela y Lucia

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Desde el comienzo de la Iglesia, se ha introdu-cido la práctica de hacer un exorcismo a los catecúmenos como preparación al Sacramento de Bautismo. Esto no quería decir que eran considerados como obsesos o endemoniados, sino que sólo podían haber sido sujetos por la presencia del pecado original y de los pecados personales en los adultos a la influencia del demonio a cuyas maniobras eran invitados a renunciar y de las cuales iban a ser liberados por la gracia del bautismo. El exorcismo en es-te caso es una anticipación simbólica de uno de los efectos principales del sacramento de la regeneración; y además, como era usado en el caso de los niños que no tenían pecados per-sonales, San Agustín podía apelar a él contra los Pelagianos como argumento acerca de la doctrina del pecado original (Ep.CXCIV, n.46. P.L., XXXIII,890; C. Jul.III,8; P.L., XXXIV,705, y otros lugares). San Cirilo de Jerusalén (Procat.,14, col.355) da una descripción deta-llada del rito de exorcismo bautismal. Aparen-temente en Oriente la unción con óleo exorci-zado forma parte del exorcismo a partir de esta descripción. El único testigo temprano en la Iglesia Occidental que trata el tema de la un-ción es le Cánon Arábico de Hipólito. La Exsuf-flatio, o expiración del demonio por parte del catecúmeno, que fue alguna vez parte de la ceremonia, era símbolo de la renuncia a las maniobras del demonio, mientras que la Insuf-flatio, o expiración del Espíritu Santo por los ministros y los asistentes sobre el candidato, simbolizaba la infusión de la gracia santificante del sacremento. La mayoría de estas antiguas ceremonias han sido guardadas por la Iglesia hasta nuestro tiempo en su rito del bautismo solemne.

Lo tenemos de la autoridad de los

escritores de los primeros tiempos

quienes se refieren a este tema. En

los primeros siglos, no sólo el clero

sino también los laicos eran capaci-

tados con el poder de Cristo para

liberar a los endemoniados y ener-

gúmenos, y su éxito era citado por

los apologistas como prueba del

origen divino de la Religion (Justino

Mártir, Apol.,6; P.G., VI, 453; Dial.,

30,85; ibid., 537,676 sq; Minutius

Félix, Octav.,27,P.L.,III; Origen,

Contra Celsum.,I,25; VII,4,67; P.G.,

XI,705,1425,1516; Tertuliano,

Apol.,22,23; P.L., I,404 sq; etc).

Page 4: Leonela y Lucia

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la cruz de la ma-

nera habitual:

En el nombre del Pa-

dre, y del Hijo, y del

Espíritu Santo.

-Todos responden-

Amén.

El ritual del exorcismo católico es algo

que ha despertado un gran interés en

la cultura popular, dando lugar a pelí-

culas como El Rito, El Exorcismo de

Emily Rose o la famosa trilogía de El

Exorcista. Pocos son sin embargo los

que tienen un conocimiento sobre qué

sucede en el mismo más allá de cues-

tiones generales como echar agua

bendita y recitar oraciones. Y es que,

como se podría suponer por sentido

común, el exorcismo es en realidad

un proceso complejo en el que

existen muchos pasos que se

deben dar de forma necesaria y

oraciones que deben disponer-

se en cierta secuencia para lo-

grar los efectos espirituales reque-

ridos para la expulsión de El Ma-

ligno y sus huestes. Además, algo

que no se puede dejar de lado es

que muchas de las oraciones em-

pleadas en el exorcismo católico

son oraciones que la Iglesia no ha

dado a conocer a quienes

no están inmersos en ella,

oraciones que la gente ni

siquiera sabe que existen y

que, a pesar de que se en-

cuentran en internet, a mu-

chos ni se les ocurre bus-

carlas o simplemente no

saben cómo encontrarlas.

vestidura talar, y la

estola morada. He-

cha la debida reveren-

cia al altar o, faltando

éste, a la cruz, se en-

camina a la sede. El

sacerdote y los fieles

hacen la señal de

El sacerdote exor-cista accede al lugar de la celebración, con los ornamentos adecuados que, se-gún la costumbre se-rá el alba, o el sobre-pelliz sobre la

Dios santo,

que al realizar tus milagros

ordenaste: “huyan de los demonios”;

Dios fuerte,

por cuyo poder

Satanás, derrotado,

cayó del cielo como un rayo;

ruego humildemente con temor y tem-

blor

a tu santo nombre

para que fortalecido con tu po-

der, pueda arremeter con seguridad

contra el espíritu maligno

que atormenta a esta criatura tuya.

Tú que vendrás a juzgar al mundo

por el fuego purificador

y en él a los vivos y los muertos.

Amén.

Señor Jesucristo, Verbo

de Dios Padre,

Dios de toda criatura

que diste a tus santos

Apóstoles la potestad

de someter a los demo-

nios en tu nombre

y de aplastar todo poder

del enemigo;

Page 5: Leonela y Lucia

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Dios, que para la salvación del género humano,

hiciste brotar de las aguas el sacramento de la nueva vida,

escucha, con bondad, nuestra oración

e infunde el poder de tu bendición X sobre esta agua,

para que sirviendo a tus misterios,

asuma el efecto de la divina gracia

que espante los demonios y expulse las dolencias

y así, al ser rociados, tus fieles sean liberados de todo daño;

que en el sitio que será aspegido con esta agua,

no resida el espíritu del mal y se alejen todas las insidias del oculto enemi-

go;

haz que tus fieles,

manteniéndose firmes por la invocación de tu santo nombre

sean libres de todas las asechanzas.

Te lo pedimos, por Cristo, nuestro Señor.

-Todos responden-

Amén.

tas en la Iglesia, los que,

imitando la caridad de Cris-

to, pusieran remedio a las

posesiones del maligno,

incluso ordenando en nom-

bre de Dios a los demo-

nios para que se fueran

y no dañaran por cual-

quier razón a los hom-

bres por más tiempo.

La Iglesia obediente a la

oración del Padre Nues-

tro, ya desde tiempos

antiguos proveyó con

misericordia entre los

sacramentales el que

por piadosas oraciones

dirigidas a Dios se bus-

cara que los cristianos

fueran liberados de di-

versos peligros y espe-

cialmente de las ase-

chanzas del demonio.

De una manera muy es-

pecial instituyó exorcis-

Decreto

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