lección 12 - la fe de una mujer pagana

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P.V.G.M. Pgs. 138-139 Leccin, Sbado 17 de Setiembre del 2011



Saliendo Jess de all, se fue a la regin de Tiro y de Sidn, con sus templos paganos, sus magnficos palacios y emporios de comercio, y los puertos llenos de embarcaciones cargadas; los mensajeros del Evangelio iban a llevar las buenas nuevas hasta los centros del gran imperio mundial. Y entrando en una casa, no quiso que nadie lo supiese; pero no pudo esconderse. Al venir a esa regin, esperaba encontrar el retraimiento (retiro) que no haba podido conseguir en Betsaida, Sin embargo, ste no era su nico propsito al hacer el viaje.

Mateo 15:21; Marcos 7:24; D.T.G., pg. 365.



Y he aqu una mujer cananea que haba salido de aquella regin clamaba, dicindole: Seor, Hijo de David, ten misericordia de m! Mi hija es gravemente atormentada por un demonio, y se postr a sus pies. La mujer era griega, y sirofenicia de nacin y era pagana. Los habitantes de esta regin pertenecan a la antigua raza cananea. Eran idlatras, despreciados y odiados por los judos. Esta mujer haba odo hablar del profeta, se deca, sanaba toda clase de enfermedades, la esperanza haba nacido en su corazn. Inspirada por su amor maternal, resolvi presentarle el caso de su hija. Y decidi no perder su nica esperanza.

Mateo 15:22; Marcos 7:25, 26; D.T.G. pg. 365-366



Jess no le respondi palabra. Entonces acercndose sus discpulos, le rogaron, diciendo: Despdela, pues da voces tras nosotros. Cristo conoca la situacin de esta mujer. l saba que ella anhelaba verle, y se coloc en su camino. Ayudndola en su afliccin. l poda dar una representacin viva de la leccin que quera ensear. Para esto haba trado a sus discpulos., ya que no conocan las necesidades de aquellos que le rodeaban. No haca ningn esfuerzo para ayudar a las almas que estaban en tinieblas. El muro de separacin del orgullo judo impeda hasta a los discpulos sentir simpata por el mundo pagano. Pero las barreras deban ser derribadas.

Mateo 15:23; D.T.G. pg. 366.



Les dijo: Id antes a las ovejas perdidas de la casa de Israel, ahora les dice: No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel, esto era una reprensin implcita para los discpulos, quienes la entendieron ms tarde, que haba venido al mundo para salvar a todos los que queran aceptarle. Cristo no respondi inmediatamente a la peticin de la mujer. Recibi a esta representante de una raza despreciada como la habran recibido los judos. Con ello quera que sus discpulos notasen la manera fra y despiadada con que los judos trataran un caso tal y la manera compasiva con que quera que ellos tratasen una angustia tal. Los discpulos pidieron a Jess que la despidiera.

Mateo 10:6, Mateo 15:24; D.T.G. pg. 366,367.



NO. Entonces ella vino y se postr ante l, diciendo: Seor, socrreme! Jess, dijo: No est bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perrillos, es decir no era justo conceder a los extranjeros y enemigos de Israel las bendiciones tradas al pueblo favorecido de Dios. Esta respuesta no desanimo a la mujer, esta vio que haba llegado su oportunidad. Dijo: S, Seor ms los perrillos comen las migajas que caen de la mesa de sus seores. Mientras los hijos de casa comen en la mesa del padre, los perros no quedan sin alimento. Tienen derecho migajas que caen de la mesa abundante y surtida. As que mientras muchas bendiciones se daban a Israel, no haba tambin alguna para ella? Si era considerada como perro, no tena, como tal, derecho a una migaja de su gracia?.

Mateo 15:25, 26; Marcos 7:27; D.T.G. pg. 367



Ella dijo: S, Seor; pero aun los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos. No tiene prejuicio nacional ni religioso, ni orgullo alguno que influya en su conducta, y reconoce inmediatamente a Jess como el Redentor y como capaz de hacer todo lo que ella le pide. Ruega que se le den las migajas que caen de la mesa del Maestro. Si puede tener el privilegio de un perro, est dispuesta a ser considerada como tal. Cristo se encuentra con un miembro de una raza infortunada y despreciada, que no haba sido favorecida por la luz de la Palabra de Dios; y sin embargo esa persona se entrega en seguida a la divina influencia de Cristo y tiene fe implcita en su capacidad de concederle el favor pedido.

Mateo 15:27; Marcos 7:28; D.T.G. pg. 367



Jess, dijo: Oh mujer, grande es tu fe; hgase contigo como quieres. Y su hija fue sanada desde aquella hora. Adems le dice: ve; el demonio ha salido de tu hija. Y cuando lleg ella a su casa, hall que el demonio haba salido, y a la hija acostada en la cama. Por su trato con ella, ha demostrado que aquella que Israel haba considerado como patria, no es ya extranjera sino hija en la familia de Dios. Y como hija, es su privilegio participar de los dones del Padre. Cristo le concede ahora lo que le peda, y concluye la leccin para los discpulos.

Mateo 15:28; Marcos 7:29, 30; Lucas 18:1; D.T.G. pg. 367-368

lección 12 - la fe de una mujer pagana

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