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Semana del 3 al 9 de Junio
[E. Libro] [E.M.T] [R. Servicio] [Atalaya]
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[Cantico Nº 68 ][E. Libro] [Inicio]
[8][9][10][11][12][13]
jr cap. 10 párrs. 8-13
8. ¿En qué circunstancias oró Jeremías a Dios?
[8] [] Durante los años que sirvió de vocero ante la
nación de Judá, Jeremías buscó a Jehová con
oraciones sentidas. Recurrió a él por apoyo cuando tuvo
que proclamar mensajes impopulares, cuando creyó que
no podía seguir más y cuando no entendió las razones
por las cuales ocurrían ciertas cosas. Jehová le
respondió y le dio instrucciones sobre cómo proceder.
Estudiemos algunos ejemplos.
9. a) ¿Cómo se expresó el profeta en Jeremías
15:15, 16, y cómo respondió Jehová? b) ¿Por qué es
importante expresarle a Dios cómo nos sentimos?
[9] [Textos] En una ocasión, cuando Jeremías tuvo
que proclamar un mensaje de denunciación, sintió que
todo el mundo lo estaba maldiciendo. De modo que le
pidió a Dios que se acordase de él. En su oración,
recogida en Jeremías 15:15, 16, nos dice qué
sentimientos despertó en él la respuesta divina (léase).
Jeremías expresó su angustia; sin embargo, cuando
halló las palabras de Dios y las puso en su boca, por así
decirlo, se llenó de gozo. Jehová lo ayudó a valorar el
privilegio de portar su nombre y proclamar su mensaje.
Así, Jeremías vio claramente dónde estaba Jehová en
esta situación. ¿Qué aprendemos nosotros?
10. ¿Cómo respondió Jehová cuando Jeremías dijo
que no volvería a hablar más en su nombre?
[10] [Textos] En otra ocasión, después que lo golpeó
el sacerdote Pasjur, hijo de Imer, Jeremías dijo que ya
no volvería a hablar en el nombre de Jehová. ¿De qué
manera respondió Dios a la vehemente expresión de
Jeremías? (Léase Jeremías 20:8, 9.) La Biblia no nos
dice que Dios habló con el profeta desde el cielo. Pero
su palabra llegó a ser como un fuego encerrado en los
huesos de Jeremías, y este no pudo más que
proclamarla. En realidad, lo que lo impulsó a seguir con
la comisión divina fue expresarse con toda sinceridad
ante Dios y dejarse llevar por lo que sabía que era
Su voluntad.
11, 12. ¿Cómo se le contestó a Jeremías la cuestión
que planteó sobre la aparente prosperidad de los
inicuos?
[11] [Textos] A Jeremías lo desconcertaba ver la
prosperidad de los inicuos, y se lo hizo saber a Jehová
(léase Jeremías 12:1, 3). Aunque no pretendía
cuestionar en absoluto la justicia divina, buscaba una
respuesta a su queja. Su franqueza dejó ver el estrecho
lazo que los unía, muy parecido al que une a un niño
con su amado padre. Lo que pasaba era que Jeremías
no entendía por qué muchos judíos triunfaban a pesar
de su maldad. ¿Obtuvo una respuesta satisfactoria? Sí,
Jehová le aseguró que desarraigaría a los malvados
(Jer. 12:14). Ver cómo Jehová se encargaba de los
asuntos que le planteaba en oración tuvo que afianzar la
confianza de Jeremías en la justicia divina.
En consecuencia, es muy probable que las oraciones a
su Dios y Padre fueran cada vez más frecuentes y
francas.
[12] [Textos] En el ocaso del reinado de Sedequías,
cuando los babilonios sitiaron Jerusalén, Jeremías dijo
que Jehová es Aquel ―cuyos ojos están abiertos sobre
todos los caminos de los hijos de los hombres, a fin de
dar a cada uno conforme a sus caminos y conforme al
fruto de sus tratos‖ (Jer. 32:19). Estas palabras indican
que el profeta entendió cuál es la postura de Jehová en
materia de justicia: el Altísimo observa lo que hace cada
uno de sus siervos y escucha sus sinceras súplicas, y, a
su vez, sus siervos ven más y más testimonios de que
Él da ―a cada uno conforme a sus caminos y conforme
al fruto de sus tratos‖.
13. ¿Por qué confiamos en que Dios llevará a cabo su voluntad?
[13] [Textos] Probablemente no tengamos ninguna duda sobre la justicia de Dios y el sabio modo como él lleva y llevará a cabo su voluntad. Aun así, podemos beneficiarnos mucho si reflexionamos en las experiencias de Jeremías y le contamos a Jehová nuestros temores o preocupaciones. Expresarnos con la
misma franqueza que el profeta nos ayudará a reforzar nuestra confianza en Dios y en que su voluntad sin falta se realizará. Incluso si de momento no entendemos completamente el desenvolvimiento de algunos sucesos o la razón por la que el propósito de Dios se desarrolla a cierto ritmo, podemos expresarle en oración nuestra total confianza en que nada escapa a su control. Jehová hará su voluntad a la manera y al ritmo que él considere convenientes. Eso está garantizado, y no tenemos ningún motivo para dudarlo. Continuaremos preguntando ―dónde está Jehová‖, pues no dejaremos de orar para comprender su voluntad y ver testimonios del cumplimiento de su propósito (Job 36:5-7, 26).
A la hora de buscar a Jehová en oración, ¿qué nos garantizan las experiencias de Jeremías?
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[P.S] [Nº1] [Nº2] [Nº3]
[P.S] Lectura de la Biblia: Juan 17 a 21
Respuestas a preguntas bíblicas:
19:11. Al hablarle a Pilato del hombre que lo había entregado, ¿se refería Jesús a Judas Iscariote? En lugar de pensar en Judas o en alguna otra persona específica, parece que Jesús estaba incluyendo a todos los que compartían la culpa de su asesinato. Entre ellos estaban Judas, ―los sacerdotes principales y todo el Sanedrín‖ y hasta ―las muchedumbres‖ que se dejaron convencer y pidieron a Barrabás (Mat. 26:59-65; 27:1, 2, 20-22).
20:17. ¿Por qué le dijo Jesús a María Magdalena que dejara de colgarse de él? Parece que María se colgó de Jesús porque pensaba que él estaba a punto de ascender al cielo y no lo volvería a ver. Por eso, para tranquilizarla, Jesús le dijo que dejara de colgarse de él y que fuera, más bien, a darles la noticia de su resurrección a los demás discípulos.
Lecciones para nosotros:
21:15, 19. Jesús le preguntó a Pedro si lo amaba más que a ―estos‖, es decir, a los peces que tenían ante ellos. Con esta pregunta, Jesús le remarcó a Pedro la importancia de que, en lugar de dedicarse a la pesca, se dedicara a seguirlo todo el tiempo. ¿Qué hay de nosotros? A medida que analicemos los Evangelios, procuremos fortalecer nuestra resolución de amar a Jesús por encima de cualquier otra cosa que pudiera parecernos atractiva. Sí, continuemos siguiéndolo con todo el corazón.
[Nº1] Núm. 1: Juan 21:15-25
15 Pues bien, cuando se hubieron desayunado, Jesús
dijo a Simón Pedro: ―Simón hijo de Juan, ¿me amas más que a estos?‖. Él le dijo: ―Sí, Señor, tú sabes que te tengo cariño‖. Le dijo: ―Apacienta mis corderos‖.
16 De
nuevo le dijo, por segunda vez: ―Simón hijo de Juan, ¿me amas?‖. Él le dijo: ―Sí, Señor, tú sabes que te tengo cariño‖. Le dijo: ―Pastorea mis ovejitas‖.
17 Le dijo por
tercera vez: ―Simón hijo de Juan, ¿me tienes cariño?‖. Pedro se contristó de que por tercera vez le dijera: ―¿Me tienes cariño?‖. De modo que le dijo: ―Señor, tú sabes todas las cosas; tú bien sabes que te tengo cariño‖. Le dijo Jesús: ―Apacienta mis ovejitas.
18 Muy
verdaderamente te digo: Cuando eras más joven, tú mismo te ceñías y andabas por donde querías. Pero cuando envejezcas extenderás las manos y otro te ceñirá y te cargará a donde no desees‖.
19 Esto lo dijo
para significar con qué clase de muerte glorificaría a Dios. Entonces, cuando hubo dicho esto, le dijo: ―Continúa siguiéndome‖.
20 Volviéndose, Pedro vio al discípulo a quien Jesús
amaba, que venía siguiendo, el que en la cena también se había recostado sobre su pecho y dicho: ―Señor, ¿quién es el que te traiciona?‖.
21 Por eso, cuando
alcanzó a verlo, Pedro dijo a Jesús: ―Señor, ¿qué [hará] este?‖.
22 Jesús le dijo: ―Si es mi voluntad que él
permanezca hasta que yo venga, ¿en qué te incumbe eso? Tú continúa siguiéndome‖.
23 Por consiguiente,
entre los hermanos salió este dicho: que aquel discípulo no moriría. Sin embargo, Jesús no le dijo que no moriría, sino: ―Si es mi voluntad que él permanezca hasta que yo venga, ¿en qué te incumbe eso?‖.
24 Este es el discípulo que da testimonio acerca de
estas cosas y que escribió estas cosas, y sabemos que el testimonio que él da es verdadero.
25 Hay, de hecho, muchas otras cosas también que
Jesús hizo, que, si se escribieran alguna vez en todo detalle, supongo que el mundo mismo no podría contener los rollos que se escribieran.
[Nº2] Núm. 2: ¿Por qué no deberíamos ―seguir tras la
muchedumbre‖? (Éx. 23:2; Prov. 1:10)
(Éxodo 23:2) No debes seguir tras la muchedumbre para fines malos; y no debes testificar en cuanto a una controversia para desviarte con la muchedumbre a fin de pervertir la justicia.
(Proverbios 1:10) Hijo mío, si los pecadores tratan de seducirte, no consientas.
[Nº3] Núm. 3: ¿Quiénes, aparte de los ungidos,
experimentan los beneficios del sacrificio de Jesús? (rs
pág. 323 párr. 2–pág. 324 párr. 1)
¿Quiénes más, en nuestro día, experimentan los beneficios del sacrificio de Jesús?
1 Juan 2:2: ―Él [Jesucristo] es un sacrificio propiciatorio por nuestros pecados [los del apóstol Juan y otros cristianos ungidos con espíritu], empero no solo por los nuestros, sino también por los de todo el mundo [otras personas de la humanidad, aquellas para quienes se ha hecho posible de esta manera la perspectiva de disfrutar de vida eterna en la Tierra].‖
Juan 10:16: ―Tengo otras ovejas, que no son de este redil; a ésas también tengo que traer, y escucharán mi voz, y llegarán a ser un solo rebaño, un solo pastor.‖ (Estas ―otras ovejas‖ llegan a estar bajo el cuidado amoroso de Jesucristo mientras el resto del ―rebaño pequeño‖ de herederos del Reino todavía está en la Tierra; por tanto, se puede asociar a estas ―otras ovejas‖ con los herederos del Reino como parte del ―un solo rebaño‖. Todas estas personas disfrutan de muchos de los mismos beneficios del sacrificio de Jesús, pero no exactamente del mismo modo, porque tienen destinos diferentes.)
Rev. 7:9, 14: ―Después de estas cosas vi, y, ¡miren! una grande muchedumbre, que ningún hombre podía contar, de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas, [...] ‗Estos son los que salen de la grande tribulación, y han lavado sus ropas largas y las han emblanquecido en la sangre del Cordero.‘‖ (Por tanto, los miembros de esta gran muchedumbre estarán vivos cuando comience la gran tribulación, y tienen una posición limpia ante Dios porque ejercen fe en el rescate. Basta con la justicia que se cuenta a favor de ellos como resultado de esto para que sean conservados con vida en la Tierra a través de la gran tribulación.)
[R. Servicio] [Inicio]
Cántico 16
10 min: Ideas para ofrecer las revistas en junio.
Análisis con el auditorio. En treinta o sesenta
segundos explique por qué las revistas le
interesarán a la gente del territorio. A
continuación, pida a los presentes que digan qué
preguntas y qué textos podrían usarse al presentar
el tema de portada de La Atalaya. Haga lo mismo
con el tema de portada de ¡Despertad! y, si hay
tiempo, hágalo también con otro artículo de
cualquiera de las dos revistas. Incluya una
demostración para cada revista.
LA ATALAYA de junio “Hoy nos gustaría hablarle
brevemente sobre un problema muy común. La
mayoría de nosotros hemos sido alguna vez víctimas
del prejuicio. ¿Cree que haya algún lugar en el mundo
en el que ese problema no exista? [Permita que la
persona responda.] Es bueno saber que Dios no tiene
prejuicios, fíjese en lo que dice aquí [lea Hechos
10:34]. Esta revista explica lo que él hará para acabar
con el prejuicio de una vez por todas.”
¡Despertad! Junio “¿Verdad que todos anhelamos una
mejor calidad de vida? Pero permítame preguntarle:
¿cree que la manera de lograrlo sea comprando más y
más cosas? [Permita que la persona responda.] Estas
palabras de Jesús deberían hacernos pensar [lea
Lucas 12:15]. Esta revista nos ofrece un punto de
vista más equilibrado sobre las cosas materiales y
nos da sugerencias para controlar los gastos.”
10 min: ¿Por qué hacemos un informe del servicio
del campo? Discurso a cargo del secretario
basado en el libro Organizados, página 88,
párrafo 1, a página 90, párrafo 1.
CAPÍTULO 8 [...] ¿POR QUÉ INFORMAMOS EL SERVICIO DEL CAMPO? ¿Se olvida a veces de llenar y entregar su informe? Seguramente, a todos se nos ha tenido que recordar en alguna ocasión que lo hagamos. Pero si cultivamos la actitud adecuada respecto a informar nuestro ministerio del campo y si entendemos por qué es importante hacerlo, tal vez nos resulte más fácil acordarnos. Algunos han preguntado: “¿Por qué tengo que entregar un informe a la congregación si Jehová sabe lo que yo hago en Su servicio?”. Es cierto que Jehová lo sabe, y además, él puede discernir si le servimos de todo corazón o si solo hacemos lo mínimo para salvar las
apariencias. Recuerde, sin embargo, que Jehová hizo que constara en su Palabra la cantidad de días que Noé pasó en el arca y la cantidad de años que los israelitas vagaron por el desierto. También llevó un registro de las personas que le obedecieron y de las que le desobedecieron, así como de la conquista progresiva de la tierra de Canaán y las hazañas de los fieles jueces de Israel. En efecto, él se encargó de que [89] quedara constancia de muchos pormenores de las acciones de sus siervos. Al inspirar a quienes los pusieron por escrito, nos demostró claramente lo que piensa sobre llevar registros precisos. Los sucesos históricos narrados en la Biblia ponen de manifiesto la exactitud de los informes y registros escritos del pueblo que llevaba el nombre de Jehová. En numerosos casos, el relato bíblico perdería mucho significado si se omitieran ciertas cantidades. Repase los siguientes ejemplos: Génesis 46:27 y Éxodo 12:37; Jueces 7:7; 2 Reyes 19:35; 2 Crónicas 14:9-13; Juan 6:10; 21:11; Hechos 2:41; 19:19. (Génesis 46:27) Y los hijos de José que le nacieron en Egipto
fueron dos almas. Todas las almas de la casa de Jacob que entraron en Egipto fueron setenta.
(Éxodo 12:37) Y los hijos de Israel procedieron a partir de
Ramesés para Sucot, en número de seiscientos mil hombres físicamente capacitados a pie, además de pequeñuelos.
(Jueces 7:7) Jehová ahora dijo a Gedeón: ―Por los trescientos
hombres que lamieron [el agua] los salvaré, y daré a Madián en tu mano. En cuanto a toda la otra gente, que se vaya cada uno a su lugar‖.
(2 Reyes 19:35) Y aconteció que en aquella noche el ángel de
Jehová procedió a salir y a derribar a ciento ochenta y cinco mil [hombres] en el campamento de los asirios. Cuando unas personas se levantaron muy de mañana, pues, allí todos eran cadáveres muertos.
(2 Crónicas 14:9-13) Más tarde Zérah el etíope salió contra
ellos con una fuerza militar de un millón de hombres y trescientos carros, y vino hasta Maresah.
10 Entonces Asá salió
contra él, y se dispusieron en orden de batalla en el valle de Zefata junto a Maresah.
11 Y Asá empezó a clamar a Jehová
su Dios y a decir: ―Oh Jehová, en cuanto a ayudar, para ti no importa si hay muchos o [los de] ningún poder. Ayúdanos, oh Jehová nuestro Dios, porque de veras nos apoyamos en ti, y en tu nombre hemos venido contra esta muchedumbre. Oh Jehová, tú eres nuestro Dios. No permitas que el hombre mortal retenga fuerza contra ti‖.
12 Ante aquello, Jehová
derrotó a los etíopes delante de Asá y delante de Judá, y los etíopes se dieron a la fuga.
13 Y Asá y la gente que con él
estaba siguieron persiguiéndolos hasta Guerar, y los de los etíopes continuaron cayendo hasta que no hubo ninguno de ellos vivo; porque fueron hechos pedazos delante de Jehová y delante de su campamento. Después ellos se llevaron una grandísima cantidad de despojo.
(Juan 6:10) Jesús dijo: ―Hagan que los varones se reclinen
como en una comida‖. Bueno, había mucha hierba en el lugar. Entonces los hombres se reclinaron, en número de unos cinco mil.
(Juan 21:11) Simón Pedro, por lo tanto, subió a bordo, y sacó
a tierra la red llena de peces grandes, ciento cincuenta y tres. Pero aunque había tantos, la red no se reventó.
(Hechos 2:41) Por lo tanto, los que abrazaron su palabra de
buena gana fueron bautizados, y en aquel día unas tres mil almas fueron añadidas.
(Hechos 19:19) De hecho, buen número de los que habían
practicado artes mágicas juntaron sus libros y los quemaron delante de todos. Y calcularon en conjunto los precios de ellos y hallaron que valían cincuenta mil piezas de plata.
Hay varias razones por las que informamos nuestro servicio del campo hoy en día. Aunque tales informes no abarcan, obviamente, todo lo que hacemos en el servicio de Jehová, resultan muy útiles para todos los que componemos Su organización, como por ejemplo para los ancianos de las congregaciones. A veces, los informes indican que hay que dedicar más atención a determinadas facetas de nuestro ministerio. Las cifras quizás revelen que se ha avanzado en algunos aspectos, pero en otros, como en la cantidad de publicadores, el crecimiento se ha reducido. Tal vez haya que estimular a los hermanos o se tengan que resolver ciertos problemas. Los superintendentes se fijarán en los informes y tratarán de corregir cualquier situación que esté frenando el progreso de algunos hermanos o de toda la congregación. Los informes también ayudan a la organización a determinar dónde se precisan más obreros. ¿Qué zonas son más productivas? ¿En cuáles hay poco progreso? ¿Qué publicaciones se requieren para que la gente conozca la verdad? Los informes le indican a la organización las publicaciones que se necesitan en cada región del planeta y le permiten prepararse a fin de que siempre haya suficientes biblias y publicaciones bíblicas para distribuir en la predicación. A la mayoría de nosotros nos estimulan mucho los informes. ¿No nos entusiasmamos al enterarnos de los resultados de la predicación mundial de las buenas nuevas? Las noticias de aumentos en la cantidad de publicadores nos permiten tener una visión general del crecimiento de la organización de Jehová. Las experiencias nos animan y nos infunden celo, lo que nos impulsa a participar más de lleno en el ministerio (Hech. 15:3). Por consiguiente, cuando somos cooperadores y entregamos los informes del servicio del campo, cumplimos un papel importante y además demostramos nuestro interés por la hermandad mundial. De esa forma tan sencilla manifestamos sumisión a la organización de Jehová (Mat. 24:45-47).
(Hechos 15:3) Por consiguiente, habiendo sido acompañados
parte del camino por la congregación, estos hombres continuaron su camino a través de Fenicia y también de Samaria, contando en detalle la conversión de gente de las naciones, y ocasionaban gran gozo a todos los hermanos.
(Mateo 24:45-47) ‖¿Quién es, verdaderamente, el esclavo fiel
y discreto a quien su amo nombró sobre sus domésticos, para darles su alimento al tiempo apropiado?
46 ¡Feliz es aquel
esclavo si su amo, al llegar, lo hallara haciéndolo así! 47
En
verdad les digo: Lo nombrará sobre todos sus bienes.
10 min: Necesidades de la congregación.
Cántico 107 y oración
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Benefíciese al máximo de su lectura de la Biblia
“Verdaderamente me deleito en la ley de Dios.”
(ROM. 7:22)
Cántico 113
BUSQUE LAS RESPUESTAS * ¿Cómo lo beneficiará leer la Biblia “en voz baja”? * ¿Cómo puede acumular un caudal de textos bíblicos para ayudar a otras personas? * ¿Cómo lo protege leer la Biblia? 1-3. ¿Qué beneficios obtenemos al leer la Biblia y
seguir sus enseñanzas?
[1] [Textos] “CADA mañana le doy gracias a Jehová
por ayudarme a entender la Biblia.” La cristiana de
edad avanzada que se expresó así ha leído la Biblia de
principio a fin más de cuarenta veces y piensa seguir
haciéndolo. Una hermana joven escribió que gracias a
la lectura de la Palabra de Dios, ahora Jehová es real
para ella. Como resultado, se ha acercado más a él.
“Nunca me he sentido tan feliz”, afirma.
[2] [] El apóstol Pedro nos animó a desarrollar “el
anhelo por la leche no adulterada que pertenece a la
palabra” (1 Ped. 2:2). Quienes satisfacen ese anhelo
estudiando la Biblia y siguiendo sus enseñanzas
tienen la conciencia tranquila y un propósito en la
vida. Además, cultivan amistades permanentes con
personas que también aman y sirven al Dios
verdadero. Tienen buenas razones para sentirse
como el apóstol Pablo, quien dijo: “Me deleito en la
ley de Dios” (Rom. 7:22). Pero usted puede obtener
aún más beneficios. Veamos algunos.
[3] [] Cuanto más aprenda de Jehová y su Hijo, más
los amará a ellos y a su prójimo. Por su conocimiento
exacto de la Biblia, usted sabe que Dios pronto
salvará de este sistema moribundo a los seres
humanos fieles a él. Tiene un mensaje alegre que
llevar a la gente en el ministerio. Y Jehová bendecirá
sus esfuerzos por enseñar las cosas que ha aprendido
en la Palabra de Dios.
LEA Y REFLEXIONE
4. ¿Qué significa leer la Biblia “en voz baja”?
[4] [Textos] Jehová no desea que sus siervos lean su
Palabra apresuradamente. Hace mucho tiempo le dijo
a Josué: “Este libro de la ley no debe apartarse de tu
boca, y día y noche tienes que leer en él en voz baja”
(Jos. 1:8; Sal. 1:2). Esto no quiere decir que de verdad
usted deba pronunciar en voz baja cada palabra de
Génesis a Revelación. Lo que significa, más bien, es
que debe leer la Biblia a un ritmo que le permita
meditar. Si lo hace “en voz baja”, podrá centrar su
atención en pasajes que en ese momento sean para
usted especialmente útiles y animadores. Lea
despacio tales frases, versículos o relatos, quizás
musitando, es decir, moviendo la lengua y los labios
como si fuera a pronunciar las palabras. Así el pasaje
bíblico le llegará con toda su fuerza y calará hondo en
usted. ¿Por qué es esto importante? Porque captar el
sentido de los consejos de Dios le dará una fuerte
motivación para ponerlos en práctica.
5-7. Ponga un ejemplo de cómo la lectura “en voz
baja” de la Palabra de Dios puede ayudarle en los
siguientes aspectos: a) obedecer las normas
morales de Dios; b)?tratar a los demás con
paciencia y bondad; c)?confiar en Jehová en los
momentos difíciles.
[5] [Textos] Esta manera de leer le será muy
provechosa cuando estudie libros bíblicos que no
conozca bien. Ilustrémoslo con tres ejemplos. En
primer lugar, piense en un cristiano joven que en su
programa de lectura personal llega a las profecías de
Oseas. Tras leer “en voz baja” los versículos 11 a 13
del capítulo 4, se detiene (lea Oseas 4:11-13). ¿Por
qué? Esos versículos le llaman la atención porque los
muchachos de la escuela lo presionan para que tenga
relaciones sexuales. Reflexiona sobre ese pasaje y se
dice: “Jehová ve los pecados que uno comete a solas.
Yo no quiero herirlo”. Teniendo esto presente, se
resuelve a obedecer las normas morales de Dios.
[6] [Textos] En un segundo caso, una cristiana que
lee el libro de Joel llega al capítulo 2, versículo 13 (lea
Joel 2:13). Al leerlo “en voz baja”, medita en cómo
puede imitar a Jehová, que es “benévolo y
misericordioso, tardo para la cólera y abundante en
bondad amorosa”. Como resultado, se propone no
recurrir más a las burlas y palabras hirientes que a
veces usa al hablar con su esposo y otras personas.
[7] [Textos] Y en tercer lugar, imagine a un padre
cristiano que se ha quedado sin empleo y le preocupa
el bienestar de su familia. En Nahúm 1:7 lee “en voz
baja” que Jehová “sabe de los que buscan refugio en
él” y los protege como “una plaza fuerte en el día de la
angustia”. Este pensamiento lo consuela. Al percibir
la ternura con que Jehová nos cuida, deja de
preocuparse en exceso. Luego lee del mismo modo el
versículo 15 (lea Nahúm 1:15). Nuestro hermano
comprende que predicar las buenas nuevas en
momentos difíciles es una forma de demostrar que de
veras considera a Jehová su plaza fuerte. Aunque
sigue buscando trabajo, también se siente impulsado
a apoyar la predicación entre semana.
8. Mencione brevemente alguna joya que haya
descubierto en su lectura de la Biblia.
[8] [] Los provechosos puntos mencionados están
tomados de libros bíblicos que pueden parecer
difíciles de entender. Pero al examinar los libros de
Oseas, Joel y Nahúm para extraer de ellos
pensamientos alentadores, sin duda querrá leer otros
versículos “en voz baja”. Imagínese cuánta sabiduría
y consuelo podrá hallar en los escritos de esos
profetas. ¿Y qué hay del resto de la Biblia? La Palabra
de Dios es como una productiva mina de diamantes.
¡Trabájela bien! Sí, lea toda la Biblia con el objetivo de
hallar joyas que lo guíen en la vida y fortalezcan su fe.
BUSQUE EL ENTENDIMIENTO
9. ¿Cómo podemos entender mejor la voluntad de
Dios?
[9] [] Aunque es importante que todos los días lea
una porción de la Biblia, también lo es que adquiera
entendimiento y perspicacia. Con ese propósito,
aproveche bien las publicaciones de la organización
de Jehová para buscar información sobre las
personas, los lugares o los sucesos que encuentre en
su lectura. O si se pregunta qué efecto debería tener
en su vida cierta enseñanza bíblica, puede pedirle
ayuda a un anciano de congregación o a otro cristiano
maduro. A fin de apreciar la importancia de aumentar
nuestro entendimiento, veamos el ejemplo de Apolos,
un cristiano del siglo primero que se esforzó por
hacer justamente eso.
10, 11. a)?¿Qué ayuda recibió Apolos para ser
mejor ministro de las buenas nuevas? b)?¿Qué
nos enseña la historia de Apolos? (Vea el
recuadro “¿Está su enseñanza al día?”.)
[10] [Textos] Apolos era un cristiano de origen judío
que estaba “bien versado en las Escrituras” y
“fulgurante con el espíritu”. El libro de Hechos nos
dice que “iba hablando y enseñando con exactitud las
cosas acerca de Jesús, pero conocía solamente el
bautismo de Juan”. Por esa razón, sin saberlo
enseñaba el significado del bautismo de una manera
que no estaba actualizada. Al oírle enseñar en Éfeso,
un matrimonio de cristianos llamados Priscila y
Áquila “le expusieron con mayor exactitud el camino
de Dios” (Hech. 18:24-26). ¿Cómo le benefició
aquello?
[11] [Textos] Tras predicar en Éfeso, Apolos fue a
Acaya. El relato prosigue: “Cuando llegó allá, ayudó
mucho a los que habían creído a causa de la bondad
inmerecida de Dios; porque con intensidad probó
cabalmente en público que los judíos estaban
equivocados, mientras demostraba por las Escrituras
que Jesús era el Cristo” (Hech. 18:27, 28). Ahora ya
podía explicar con exactitud en qué consistía el
bautismo cristiano, de modo que “ayudó mucho” a los
nuevos discípulos a progresar en la adoración
verdadera. ¿Qué nos enseña la historia de Apolos? Al
igual que él nos esforzamos por entender lo que
leemos en la Biblia. Pero si un hermano de
experiencia nos da alguna sugerencia para mejorar
en nuestra enseñanza, hacemos bien en aceptarla con
humildad y gratitud. Así mejoraremos la calidad de
nuestro servicio sagrado.
¿ESTÁ SU ENSEÑANZA AL DÍA?
Apolos recibió ayuda para mejorar su ministerio
Debemos estar al día con el entendimiento de la verdad bíblica para que podamos transmitir conocimiento exacto. Con eso presente, ¿cómo respondería a las siguientes preguntas? * ¿A quiénes se refirió Jesús cuando habló de “esta generación” en Mateo 24:34? (La Atalaya del 15 de abril de 2010, páginas 10 y 11.) * ¿Cuándo tiene lugar la separación de “las ovejas de las cabras” mencionada en Mateo 25:32? (La Atalaya del 15 de octubre de 1995, páginas 21 a 23.) * ¿Cuándo se cumplirán estas palabras de Lucas 21:26: “Los hombres desmayan por el temor y la expectación de las cosas que vienen sobre la tierra habitada”? (La Atalaya del 15 de febrero de 1994, páginas 19 y 20.)
Al combinar la lectura diaria de la Biblia con un cuidadoso estudio personal, estaremos preparados para ayudar a otras personas a andar en la luz cada vez más brillante que Jehová arroja sobre su Palabra escrita (Prov. 4:18).
USE LO QUE APRENDA PARA AYUDAR AL
PRÓJIMO
12, 13. Ponga ejemplos de cómo podemos usar
con tacto las Escrituras para ayudar a los
estudiantes de la Biblia a progresar.
[12] [] A semejanza de Priscila, Áquila y Apolos,
nosotros también podemos beneficiar a nuestro
prójimo. ¿Cómo se siente usted cuando sus palabras
de aliento ayudan a una persona que muestra interés
en la Biblia a superar algún obstáculo en su progreso
espiritual? O si es anciano cristiano, ¿cómo se siente
cuando algún hermano en la fe le da las gracias
porque sus consejos basados en la Biblia lo ayudaron
en momentos difíciles? Sin duda, emplear la Palabra
de Dios para ayudar a los demás y ver que sus vidas
mejoran produce satisfacción y gozo. * Fíjese en cómo
usted podría lograr esa meta.
_ Por supuesto, no empleamos los consejos bıblicos para presionar ni
condenar a nadie. Debemos ser tan pacientes y amables con los
estudiantes de la Biblia como Jehova lo es con nosotros (Sal. 103:8).
[13] [Textos] Muchos israelitas del tiempo de Elías
dudaban entre abrazar la religión verdadera y
abrazar la falsa. Los consejos que aquel profeta les
dio podrían ayudar a un estudiante de la Biblia
indeciso que no progresa espiritualmente (lea 1
Reyes 18:21). O piense en esta otra situación: si una
persona interesada en la verdad le teme a la reacción
de sus amigos o familiares, usted podría reforzar su
decisión de servir a Jehová ayudándole a razonar
sobre el pasaje de Isaías 51:12, 13 (léalo).
14. ¿Qué le ayudará a recordar pasajes bíblicos
cuando los necesite para ayudar a otras
personas?
[14] [Textos] Está claro que en la Biblia hay muchas
palabras que animan, corrigen o fortalecen al que las
lee. Pero usted quizás se pregunte: “¿Cómo puedo
tener listos los textos cuando los necesite?”. Pues
bien, lea la Biblia y medite diariamente en los
pensamientos de Dios. Así acumulará todo un caudal
de expresiones divinas, y el espíritu de Jehová le
ayudará a recordarlas en el momento oportuno (Mar.
13:11; lea Juan 14:26). *
¿Y si usted recuerda las palabras clave de un pasaje pero no el libro,
capıtulo y versıculo? Probablemente hallar a el textob ´ ıblico
buscando esas palabras clave en el ındice que se halla al final de
nuestra Biblia, en la Watchtower Library o en la obra Gran
Concordancia de la Traducci on del Nuevo Mundo de las Santas
Escrituras.
15. ¿Qué le ayudará a entender mejor la Palabra
de Dios?
[15] [Textos] Imite a Salomón y pídale a Jehová
sabiduría para cumplir con sus deberes teocráticos (2
Crón. 1:7-10). Como los profetas de la antigüedad,
lleve a cabo “una indagación diligente y una búsqueda
cuidadosa” en la Palabra de Dios para adquirir
conocimiento exacto de Jehová y su voluntad (1 Ped.
1:10-12). El apóstol Pablo animó a Timoteo a
alimentarse “con las palabras de la fe y de la
excelente enseñanza” (1 Tim. 4:6). Si usted sigue ese
consejo, estará bien equipado para ayudar
espiritualmente a su semejante y, al mismo tiempo,
fortalecerá su propia fe.
LA PALABRA DE DIOS NOS PROTEGE
16. a)?¿Cómo se beneficiaron los bereanos debido
a que “examinaban con cuidado las Escrituras
diariamente”? b)?¿Por qué es tan importante en
estos tiempos que leamos la Biblia todos los días?
[16] [Textos] Los judíos de la ciudad macedonia de
Berea “examinaban con cuidado las Escrituras
diariamente”. Cuando Pablo les predicó las buenas
nuevas, compararon lo que oían con su conocimiento
previo de la Biblia, y muchos se convencieron de que
el apóstol enseñaba la verdad y “se hicieron
creyentes” (Hech. 17:10-12). Su ejemplo nos enseña
que la lectura diaria de la Biblia fortalece nuestra fe
en Jehová. Y esa fe, que es “la expectativa segura de
las cosas que se esperan”, es esencial para pasar con
vida al nuevo mundo de Dios (Heb. 11:1).
17, 18. a)?¿Cómo protegen el corazón simbólico
del cristiano la fe firme y el amor? b)?¿Cómo nos
protege la esperanza?
[17] [Textos] Pablo tuvo buenas razones para
escribir: “En cuanto a nosotros los que pertenecemos
al día, mantengamos nuestro juicio y llevemos puesta
la coraza de la fe y el amor, y como yelmo la
esperanza de la salvación” (1 Tes. 5:8). Tal como el
soldado necesita protegerse el corazón de los ataques
del enemigo, el cristiano debe proteger su corazón
simbólico del poder del pecado. ¿Qué ocurre cuando
un siervo de Jehová tiene fe firme en las promesas
divinas y, además, ama a Dios y a su prójimo? Pues
que lleva puesta una coraza espiritual de la mejor
calidad. Protegido así su corazón, es difícil que haga
algo que lo lleve a perder el favor de Jehová.
[18] [Textos] Pablo también mencionó un yelmo: “la
esperanza de la salvación”. Sin protección en la
cabeza, el soldado de tiempos bíblicos podía morir
fácilmente en combate. Pero con un buen yelmo, los
golpes que recibiera en la cabeza no le provocarían
heridas graves. Pues bien, nosotros fortalecemos
nuestra esperanza en los actos de salvación de Jehová
estudiando su Palabra. Una esperanza sólida nos
permite rechazar a los apóstatas y sus “vanas
palabrerías” semejantes a gangrena (2 Tim. 2:16-19).
La esperanza también nos dará fuerzas para no ceder
a la influencia de quienes desearían que hiciéramos
algo que Jehová condena.
UNA CLAVE PARA SOBREVIVIR
19, 20. ¿Por qué estimamos tanto la Palabra de
Dios, y cómo lo demostramos? (Vea el recuadro
“Jehová me da exactamente lo que necesito”.)
[19] [] Cuanto más nos acercamos al fin de este
sistema, más necesitamos confiar en la Palabra de
Jehová. Sus consejos nos ayudan a vencer malas
costumbres y a dominar la inclinación al pecado. Con
el ánimo y consuelo que nos da la Biblia superaremos
las pruebas que Satanás y su mundo nos pongan por
delante. Y con la guía que Jehová nos proporciona en
su Palabra permaneceremos en el camino que lleva a
la vida.
[20] [Textos] Recuerde que la voluntad de Dios es
que “hombres de toda clase se salven”. Los siervos de
Jehová nos hallamos entre esos “hombres de toda
clase”, y también las personas a las que podemos
ayudar con nuestra predicación y enseñanza. Pero
todos los que desean salvarse deben obtener
“conocimiento exacto de la verdad” (1 Tim. 2:4). Por
eso, para sobrevivir a estos últimos días tenemos que
leer las Santas Escrituras y seguir sus instrucciones.
En efecto, nuestra lectura diaria de la Biblia revela lo
mucho que estimamos la valiosa Palabra de la verdad
(Juan 17:17).
“JEHOVÁ ME DA EXACTAMENTE LO QUE
NECESITO”
Una cristiana joven escribió: “De todos los
recordatorios que nos da Jehová, los que han
tenido más influencia en mi vida son los que nos
animan a leer la Biblia a diario. Comencé a leerla
en mi último año de secundaria y me tomó dos
años acabarla. En ese tiempo encontré en la
Palabra de Jehová todo lo que necesitaba para
decidir qué iba a hacer con mi vida. Ahora estoy
leyéndola por segunda vez, pero me parece hallar
cosas que nunca había visto. Leer la Biblia es tan
emocionante ahora como lo fue la primera vez, o
incluso más. Me asombra ver cómo Jehová me da
exactamente lo que necesito”.
Textos del Libro
Párrafo 9
(Jeremías 15:15, 16) Tú mismo has sabido. Oh Jehová,
acuérdate de mí y dirígeme tu atención y véngame de
mis perseguidores. En tu tardanza para la cólera, no me
quites. Nota que he soportado oprobio por causa de ti
mismo. 16
Fueron halladas tus palabras, y procedí a
comerlas; y tu palabra llega a ser para mí el alborozo y
el regocijo de mi corazón; porque tu nombre ha sido
llamado sobre mí, oh Jehová Dios de los ejércitos.
Párrafo 10
(Jeremías 20:8, 9) Porque cuantas veces grito, clamo.
Violencia y expoliación son lo que clamo. Porque la
palabra de Jehová vino a ser para mí causa de oprobio
y de mofa todo el día. 9 Y dije: ―No voy a hacer mención
de él, y no hablaré más en su nombre‖. Y en mi corazón
resultó ser como un fuego ardiente, encerrado en mis
huesos; y me cansé de contener, y no pude
[aguantarlo].
Párrafo 11
(Jeremías 12:1) Tú eres justo, oh Jehová, cuando me dirijo a ti con mi queja, realmente cuando hablo contigo hasta de asuntos de juicio. ¿Por qué será que el camino de los inicuos ha tenido éxito, que todos los que están cometiendo traición son los despreocupados?
(Jeremías 12:3) Y tú mismo, oh Jehová, me conoces bien; me ves, y has examinado mi corazón en unión contigo mismo. Apártalos como ovejas para la degollación, y ponlos a un lado para el día de matanza.
(Jeremías 12:14) Esto es lo que ha dicho Jehová contra todos mis malos vecinos, que están tocando la posesión hereditaria que yo hice que mi pueblo, aun Israel, poseyera: ―Aquí voy a desarraigarlos de sobre su suelo; y a la casa de Judá desarraigaré de en medio de ellos.
Párrafo 12
(Jeremías 32:19) grande en consejo y abundante en
actos, tú cuyos ojos están abiertos sobre todos los
caminos de los hijos de los hombres, a fin de dar a cada
uno conforme a sus caminos y conforme al fruto de sus
tratos;
Párrafo 13
(Job 36:5-7) ¡Mira! Dios es potente, y no rechazará; [es] potente en poder de corazón;
6 no conservará vivo a
ningún inicuo, pero dará el juicio de los afligidos. 7 No
apartará sus ojos de ningún justo; aun a reyes sobre el trono... también a ellos los sentará para siempre, y serán ensalzados.
(Job 36:26) ¡He aquí! Dios es más sublime de lo que podemos saber; en número, sus años son inescrutables.
Textos Atalaya
Párrafo 1
(1 Pedro 2:2)[y,] como criaturas recién
nacidas, desarrollen el anhelo por la leche no
adulterada que pertenece a la palabra, para
que mediante ella crezcan a la salvación,
(Romanos 7:22)Verdaderamente me deleito
en la ley de Dios conforme al hombre que soy
por dentro,
Párrafo 4
(Josué 1:8)Este libro de la ley no debe
apartarse de tu boca, y día y noche tienes que
leer en él en voz baja, a fin de que cuides de
hacer conforme a todo lo que está escrito en
él; porque entonces tendrás éxito en tu camino
y entonces actuarás sabiamente.
(Salmo 1:2)Antes bien, su deleite está en la
ley de Jehová, y día y noche lee en su ley en
voz baja.
Párrafo 5
(Oseas 4:11-13)Fornicación y vino y vino
dulce son lo que quitan el buen motivo. 12 De
su [ídolo] de madera mi propio pueblo sigue
inquiriendo, y su propio bastón [de mano]
sigue informándoles; debido a que el espíritu
mismo de fornicación ha hecho que se vayan
vagando, y por fornicación salen de debajo de
su Dios. 13 En las cimas de las montañas
sacrifican, y en las colinas hacen humo de
sacrificio, debajo de árbol macizo y de
estoraque y árbol grande, porque su sombra es
buena. Por eso las hijas de ustedes cometen
fornicación, y las propias nueras de ustedes
cometen adulterio.
Párrafo 6
(Joel 2:13)Y rasguen su corazón, y no sus
prendas de vestir; y vuelvan a Jehová su Dios,
porque él es benévolo y misericordioso, tardo
para la cólera y abundante en bondad
amorosa, y ciertamente sentirá pesar debido a
la calamidad.
Párrafo 7
(Nahúm 1:7)Jehová es bueno, una plaza
fuerte en el día de la angustia. Y sabe de los
que buscan refugio en él.
(Nahúm 1:15)”¡Mira! Sobre las montañas los
pies de uno que trae buenas nuevas, uno que
publica la paz. Oh Judá, celebra tus fiestas.
Paga tus votos; porque ya no volverá a pasar
por ti ninguna persona que no sirve para nada.
Enteramente será por cierto cortada”.
Párrafo 10
(Hechos 18:24-26)Ahora bien, cierto judío de
nombre Apolos, natural de Alejandría, varón
elocuente, llegó a Éfeso; y estaba bien versado
en las Escrituras. 25 Este había sido instruido
oralmente en el camino de Jehová y, puesto
que estaba fulgurante con el espíritu, iba
hablando y enseñando con exactitud las cosas
acerca de Jesús, pero conocía solamente el
bautismo de Juan. 26 Y comenzó a hablar con
denuedo en la sinagoga. Cuando lo oyeron
Priscila y Áquila, lo tomaron consigo y le
expusieron con mayor exactitud el camino de
Dios.
Párrafo 11
(Hechos 18:27, 28)Además, porque deseaba
pasar a Acaya, los hermanos escribieron a los
discípulos, exhortándolos a recibirlo
amablemente. De modo que, cuando llegó allá,
ayudó mucho a los que habían creído a causa
de la bondad inmerecida [de Dios]; 28 porque
con intensidad probó cabalmente en público
que los judíos estaban equivocados, mientras
demostraba por las Escrituras que Jesús era el
Cristo.
Párrafo 13
(1 Reyes 18:21)Entonces Elías se acercó a
todo el pueblo y dijo: “¿Hasta cuándo irán
cojeando sobre dos opiniones diferentes? Si
Jehová es el Dios [verdadero], vayan
siguiéndolo; pero si Baal lo es, vayan
siguiéndolo a él”. Y el pueblo no dijo una
palabra en respuesta a él.
(Isaías 51:12, 13)“Yo... yo mismo soy Aquel
que está consolándolos. ”¿Quién eres tú para
que tengas miedo a un hombre mortal que ha
de morir, y a un hijo de la humanidad que
quedará como simple hierba verde? 13 ¿Y para
que te olvidaras de Jehová tu Hacedor, Aquel
que extendió los cielos y colocó el fundamento
de la tierra, de modo que estuviste en pavor
constantemente durante todo el día a causa de
la furia del que [te] cercaba, como si él
estuviera listo para arruinar[te]? ¿Y dónde está
la furia del que [te] cercaba? Párrafo 14
(Marcos 13:11)Pero cuando vayan
conduciéndolos para entregarlos, no se
inquieten de antemano acerca de qué hablar;
más bien, lo que se les dé en aquella hora, eso
hablen, porque no son ustedes los que hablan,
sino el espíritu santo.
(Juan 14:26)Mas el ayudante, el espíritu
santo, que el Padre enviará en mi nombre, ese
les enseñará todas las cosas y les hará
recordar todas las cosas que les he dicho. Párrafo 15
(2 Crónicas 1:7-10)Durante aquella noche
Dios se apareció a Salomón y entonces le dijo:
“¡Pide! ¿Qué quieres que te dé?”. 8 Ante esto,
Salomón dijo a Dios: “Tú eres Aquel que
ejerciste gran bondad amorosa para con David
mi padre, y que me has hecho rey en lugar de
él. 9 Ahora, oh Jehová Dios, resulte fiel tu
promesa con David mi padre, porque tú mismo
me has hecho rey sobre un pueblo tan
numeroso como las partículas de polvo de la
tierra. 10 Dame ahora sabiduría y conocimiento
para que pueda salir delante de este pueblo y
para que pueda entrar, porque ¿quién podría
juzgar a este gran pueblo tuyo?”.
(1 Pedro 1:10-12)Respecto a esta misma
salvación, los profetas que profetizaron acerca
de la bondad inmerecida que había de ser para
ustedes hicieron una indagación diligente y una
búsqueda cuidadosa.11 Siguieron investigando
qué época en particular, o qué suerte de
[época], indicaba respecto a Cristo el espíritu
que había en ellos cuando este de antemano
daba testimonio acerca de los sufrimientos
para Cristo y acerca de las glorias que habían
de seguir a estos. 12 A ellos les fue revelado
que, no para sí mismos, sino para ustedes,
ministraban las cosas que ahora han sido
anunciadas a ustedes mediante los que les han
declarado las buenas nuevas con espíritu santo
enviado desde el cielo. En estas mismas cosas
los ángeles desean mirar con cuidado.
(1 Timoteo 4:6)Al dar estos consejos a los
hermanos serás excelente ministro de Cristo
Jesús, uno nutrido con las palabras de la fe y
de la excelente enseñanza que has seguido con
sumo cuidado y atención. Párrafo 16
(Hechos 17:10-12)Inmediatamente, de
noche, los hermanos enviaron a Pablo, así
como a Silas, hacia Berea, y estos, al llegar,
entraron en la sinagoga de los judíos. 11 Ahora
bien, estos eran de disposición más noble que
los de Tesalónica, porque recibieron la palabra
con suma prontitud de ánimo, y examinaban
con cuidado las Escrituras diariamente en
cuanto a si estas cosas eran así. 12 Por lo
tanto, muchos de ellos se hicieron creyentes, y
también no pocas de las mujeres griegas
estimables, y no pocos de los varones.
(Hebreos 11:1)Fe es la expectativa segura de
las cosas que se esperan, la demostración
evidente de realidades aunque no se
contemplen. Párrafo 17
(1 Tesalonicenses 5:8)Pero en cuanto a
nosotros los que pertenecemos al día,
mantengamos nuestro juicio y llevemos puesta
la coraza de la fe y el amor, y como yelmo la
esperanza de la salvación;
Párrafo 18
(2 Timoteo 2:16-19)Mas evita las vanas
palabrerías que violan lo que es santo; porque
ellos avanzarán a más y más impiedad, 17 y su
palabra se esparcirá como gangrena. Himeneo
y Fileto son de ese grupo. 18 Estos mismos se
han desviado de la verdad, diciendo que la
resurrección ya ha sucedido; y están
subvirtiendo la fe de algunos. 19 Con todo, el
fundamento sólido de Dios queda en pie, y
tiene este sello: “Jehová conoce a los que le
pertenecen”, y: “Que renuncie a la injusticia
todo el que nombra el nombre de Jehová”.
Párrafo 20
(1 Timoteo 2:4)cuya voluntad es que
hombres de toda clase se salven y lleguen a un
conocimiento exacto de la verdad.
(Juan 17:17)Santifícalos por medio de la
verdad; tu palabra es la verdad.
Cántico 68
Oración del abatido (Salmo 4:1)
1. Jehová, te lo suplico,
no rechaces mi oración.
Mis cargas pesan tanto,
me consumo de dolor.
Angustias y gemidos
han plagado mi existir,
por eso humilde vierto
mis lamentos ante ti.
(ESTRIBILLO)
Susténtame en mi penar.
Ayúdame a ser leal.
Acudo a ti en mi aflicción.
Confírmame tu aprobación.
2. Ha sido tu Palabra
mi consuelo y mi luz,
mis propios sentimientos
plasma con exactitud.
La fe que infunden tus promesas,
dámela, Señor;
enséñame que tu amor
supera al corazón.
(ESTRIBILLO)
Susténtame en mi penar.
Ayúdame a ser leal.
Acudo a ti en mi aflicción.
Confírmame tu aprobación.
(Véanse también Sal. 42:6; 119:28; 2 Cor. 4:16; 1 Juan
3:20.) Volver
Cántico 16
¡Huyan al Reino de Dios! (Sofonías 2:3)
1. Oh mansos, busquen al Dios verdadero,
busquen justicia y sincera humildad;
tal vez así quedarán al abrigo
de la destrucción que vendrá.
(ESTRIBILLO)
Huyan al Reino, refúgiense en él,
denle su fiel adhesión.
Recibirán protección y cuidado,
no verán más aflicción.
2. Si tienen sed de verdad y justicia,
no hay por qué continuar en dolor;
sigan la senda que Dios ha trazado,
sométanse a Cristo, el Señor.
(ESTRIBILLO)
Huyan al Reino, refúgiense en él,
denle su fiel adhesión.
Recibirán protección y cuidado,
no verán más aflicción.
3. Alcen al fin la cabeza gozosos,
todo demuestra que el Reino nació;
busquen la luz procedente del cielo
y sirvan a Dios con fervor.
(ESTRIBILLO)
Huyan al Reino, refúgiense en él,
denle su fiel adhesión.
Recibirán protección y cuidado,
no verán más aflicción.
(Véanse también Sal. 59:16; Pro. 18:10; 1 Cor. 16:13.)
Volver
Cántico 107
Subamos a la montaña de Jehová (Isaías 2:2-4)
1. ¡Miren qué alta es
la montaña de Jehová!
¡Vean! Se eleva
sobre todas las cumbres hoy.
Pueblos van hacia allá
animando a los demás:
“¡Vengan, subamos
a la casa de nuestro Dios!”.
El Señor prometió
que el pequeño sería un millar.
Grande es la nación
que a su tiempo ha formado Jehová.
Miles y miles van
por las sendas de la paz.
Fieles, prometen
acatar su dominación.
2. Cristo nos ordenó
la palabra predicar.
¡Vamos! Hay que llegar
al más remoto confín.
Reina nuestro Señor
en su trono celestial.
¡Oigan!, él nos ofrece
bendiciones sin fin.
¡Qué emoción contemplar
el aumento del pueblo de Dios!
Tu labor fruto da,
sigue fiel con tu noble misión.
A los mansos harás
esta alegre invitación:
“¡Vamos, a la montaña
de Jehová hay que subir!”.
(Véanse también Sal. 43:3; 99:9; Isa. 60:22; Hech.
16:5.) Volver
Cántico 114
El libro de Dios es un tesoro (Proverbios 2:1)
1. Existe un libro que supera a todos:
nos llena el alma de esperanza y paz,
los ojos abre a quienes andan “ciegos”
y a los “muertos” nueva vida da.
Se trata, sí, de la Sagrada Biblia,
preciosa gema que Jehová nos dio.
Si bien usó la pluma de los hombres,
él es su Autor, pues fue quien la inspiró.
2. La Biblia cuenta que Dios hizo el cielo,
la fértil tierra y el inmenso mar,
y que al principio el hombre fue perfecto,
pero el pecado no tardó en entrar.
También nos habla sobre cierto ángel
que, por soberbia, contra Dios se alzó.
Su rebelión hundió al mundo en desgracia,
mas el Creador traerá liberación.
3. Vivimos hoy en tiempos tan dichosos:
¡nació por fin el Reino celestial!
La salvación ofrece Dios al hombre
que quiera obedecer Su voluntad.
Las buenas nuevas de este libro vivo
son un deleite para el corazón.
Feliz aquel que beba de sus aguas:
tendrá gran paz y eterna bendición.
(Véanse también 2 Tim. 3:16; 2 Ped. 1:21.) Volver
Cántico 113
Agradecidos por la Palabra de Dios (Filipenses 2:16)
1. Te damos las gracias, bendito Jehová,
por dar tu Palabra de luz y verdad.
Tus siervos escribieron, por santa inspiración,
tus sabios consejos, tu recta instrucción.
2. Los fieles profetas de la antigüedad
son un buen modelo de fe y humildad.
Aunque eran imperfectos, vencieron el temor;
su historia nos llena de aliento y valor.
3. La Biblia es viva y tiene poder;
penetra en lo más hondo de nuestro ser;
ve nuestras intenciones y juzga al corazón;
nos sirve de guía, nos da protección.
(Véanse también Sal. 119:16, 162; 2 Tim. 3:16; Sant.
5:17; 2 Ped. 1:21.) Volver
Juan 17 a 21
17 Jesús habló estas cosas, y, alzando los ojos al
cielo, dijo: ―Padre, la hora ha llegado; glorifica a tu hijo, para que tu hijo te glorifique a ti,
2 como le has dado
autoridad sobre toda carne, para que, en cuanto a todo [el número de los] que le has dado, les dé vida eterna. 3 Esto significa vida eterna, el que estén adquiriendo
conocimiento de ti, el único Dios verdadero, y de aquel a quien tú enviaste, Jesucristo.
4 Yo te he glorificado sobre
la tierra, y he terminado la obra que me has dado que hiciera.
5 Así que ahora, Padre, glorifícame al lado de ti
mismo con la gloria que tenía al lado de ti antes que el mundo fuera.
6 ‖He puesto tu nombre de manifiesto a los hombres
que me diste del mundo. Tuyos eran, y me los diste, y han observado tu palabra.
7 Ahora han llegado a
conocer que todas las cosas que me diste vienen de ti; 8 porque los dichos que me diste se los he dado, y ellos
los han recibido y ciertamente han llegado a conocer que yo salí como representante tuyo, y han creído que tú me enviaste.
9 Hago petición respecto a ellos; no
hago petición respecto al mundo, sino respecto a los que me has dado; porque tuyos son,
10 y todas las cosas
mías son tuyas y las tuyas son mías, y yo he sido glorificado entre ellos.
11 ‖Además, yo ya no estoy en el mundo, pero ellos
están en el mundo y yo voy a ti. Padre santo, vigílalos por causa de tu propio nombre que me has dado, para que sean uno así como lo somos nosotros.
12 Cuando
estaba con ellos yo los vigilaba por causa de tu propio nombre que me has dado; y los he guardado, y ninguno de ellos es destruido sino el hijo de destrucción, para que la escritura se cumpla.
13 Mas ahora voy a ti, y hablo
estas cosas en el mundo para que ellos tengan mi gozo en sí mismos en plenitud.
14 Yo les he dado tu palabra,
pero el mundo los ha odiado, porque ellos no son parte del mundo, así como yo no soy parte del mundo.
15 ‖Te solicito, no que los saques del mundo, sino
que los vigiles a causa del inicuo. 16
Ellos no son parte del mundo, así como yo no soy parte del mundo. 17
Santifícalos por medio de la verdad; tu palabra es la verdad.
18 Así como tú me has enviado al mundo, yo
también los he enviado al mundo. 19
Y me santifico a favor de ellos, para que ellos también sean santificados mediante la verdad.
20 ‖Hago petición, no respecto a estos solamente,
sino también respecto a los que pongan fe en mí mediante la palabra de ellos;
21 para que todos ellos
sean uno, así como tú, Padre, estás en unión conmigo y yo estoy en unión contigo, que ellos también estén en unión con nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste.
22 Además, les he dado la gloria que me diste,
para que ellos sean uno así como nosotros somos uno. 23
Yo en unión con ellos y tú en unión conmigo, para que ellos sean perfeccionados en uno, para que el mundo tenga el conocimiento de que tú me enviaste y de que tú los amaste a ellos así como me amaste a mí.
24 Padre,
en cuanto a lo que me has dado, deseo que, donde yo esté, ellos también estén conmigo, para que contemplen mi gloria que me has dado, porque me amaste antes de la fundación del mundo.
25 Padre justo, el mundo, por
cierto, no ha llegado a conocerte; pero yo he llegado a conocerte, y estos han llegado a conocer que tú me enviaste.
26 Y yo les he dado a conocer tu nombre, y lo
daré a conocer, para que el amor con que me amaste esté en ellos, y yo en unión con ellos.‖
18 Habiendo dicho estas cosas, Jesús salió con sus
discípulos al otro lado del torrente invernal de Cedrón a
donde había un huerto, y él y sus discípulos entraron en él.
2 Pues bien, Judas, el que lo traicionaba, también
conocía el lugar, porque Jesús se había reunido allí muchas veces con sus discípulos.
3 Por lo tanto, Judas
tomó a la banda de soldados y a los oficiales de los sacerdotes principales y de los fariseos y llegó allí con antorchas y lámparas y armas.
4 Jesús, pues, sabiendo
todas las cosas que iban a sobrevenirle, salió y les dijo: ―¿A quién buscan?‖.
5 Le contestaron: ―A Jesús el
Nazareno‖. Les dijo: ―Soy yo‖. Y Judas, el que lo traicionaba, también estaba con ellos.
6 Sin embargo, cuando él les dijo: ―Soy yo‖,
retrocedieron y cayeron en tierra. 7 Por eso les preguntó
otra vez: ―¿A quién buscan?‖. Dijeron: ―A Jesús el Nazareno‖.
8 Jesús contestó: ―Les dije que soy yo. Por lo
tanto, si es a mí a quien buscan, dejen ir a estos‖; 9 para
que se cumpliera la palabra que él dijo: ―De los que me has dado no he perdido ni uno solo‖.
10 Entonces Simón Pedro, dado que tenía una
espada, la desenvainó e hirió al esclavo del sumo sacerdote, y le cortó la oreja derecha. El nombre del esclavo era Malco.
11 Jesús, sin embargo, dijo a Pedro:
―Mete la espada en [su] vaina. La copa que el Padre me ha dado, ¿no la he de beber?‖.
12 Entonces la banda de soldados y el comandante
militar y los oficiales de los judíos prendieron a Jesús y lo ataron,
13 y lo condujeron primero a Anás; porque era
suegro de Caifás, que era sumo sacerdote aquel año. 14
Caifás, de hecho, era el que había aconsejado a los judíos que era en provecho de ellos el que un hombre muriera en el interés del pueblo.
15 Ahora bien, Simón Pedro —y lo mismo otro
discípulo— iba siguiendo a Jesús. Aquel discípulo era conocido del sumo sacerdote, y entró junto con Jesús en el patio del sumo sacerdote,
16 pero Pedro se quedó
de pie, fuera, a la puerta. Por lo tanto salió el otro discípulo, que era conocido del sumo sacerdote, y habló a la portera y trajo dentro a Pedro.
17 La sirvienta, la
portera, entonces dijo a Pedro: ―Tú no eres también uno de los discípulos de este hombre, ¿verdad?‖. Él dijo: ―No lo soy‖.
18 Pues bien, los esclavos y los oficiales estaban
allí de pie, y habían hecho un fuego de carbón, porque hacía frío, y se calentaban. Pedro también estaba de pie con ellos y se calentaba.
19 Y el sacerdote principal interrogó a Jesús acerca
de sus discípulos y acerca de su enseñanza. 20
Jesús le contestó: ―Yo he hablado públicamente al mundo. Siempre enseñé en una sinagoga y en el templo, donde concurren todos los judíos; y no hablé nada en secreto. 21
¿Por qué me interrogas? Interroga a los que han oído lo que les hablé. ¡Mira! Estos saben lo que dije‖. 22
Después que hubo dicho estas cosas, uno de los oficiales que estaba de pie allí cerca le dio a Jesús una bofetada y dijo: ―¿Así contestas al sacerdote principal?‖. 23
Jesús le contestó: ―Si hablé mal, da testimonio respecto al mal; pero si bien, ¿por qué me pegas?‖. 24
Entonces Anás lo envió atado a Caifás el sumo sacerdote.
25 Pues bien, Simón Pedro estaba de pie
calentándose. Entonces le dijeron: ―Tú no eres también uno de sus discípulos, ¿verdad?‖. Lo negó, y dijo: ―No lo soy‖.
26 Uno de los esclavos del sumo sacerdote, porque
era pariente del hombre a quien Pedro había cortado la oreja, dijo: ―Yo te vi en el huerto con él, ¿no es verdad?‖. 27
Sin embargo, Pedro lo negó otra vez; y al instante un gallo cantó.
28 Entonces condujeron a Jesús desde Caifás al
palacio del gobernador. Era temprano en el día ahora. Pero ellos mismos no entraron en el palacio del gobernador, para no contaminarse, sino poder comer la pascua.
29 Por lo tanto, Pilato salió fuera a ellos y dijo:
―¿Qué acusación traen contra este hombre?‖. 30
En respuesta, le dijeron: ―Si este hombre no fuera delincuente, no te lo habríamos entregado‖.
31 Así que
Pilato les dijo: ―Tómenlo ustedes mismos y júzguenlo según su ley‖. Los judíos le dijeron: ―A nosotros no nos es lícito matar a nadie‖.
32 Esto, para que se cumpliera la
palabra de Jesús que él había dicho para significar qué clase de muerte estaba destinado a morir.
33 De modo que Pilato entró otra vez en el palacio del
gobernador y llamó a Jesús y le dijo: ―¿Eres tú el rey de los judíos?‖.
34 Jesús contestó: ―¿Es por ti mismo que
dices esto, o te hablaron otros acerca de mí?‖. 35
Pilato contestó: ―Yo no soy judío, ¿verdad? Tu propia nación y los sacerdotes principales te entregaron a mí. ¿Qué hiciste?‖.
36 Jesús contestó: ―Mi reino no es parte de
este mundo. Si mi reino fuera parte de este mundo, mis servidores habrían peleado para que yo no fuera entregado a los judíos. Pero, como es el caso, mi reino no es de esta fuente‖.
37 Por lo tanto le dijo Pilato:
―Bueno, pues, ¿eres tú rey?‖. Jesús contestó: ―Tú mismo dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio acerca de la verdad. Todo el que está de parte de la verdad escucha mi voz‖.
38 Le dijo Pilato: ―¿Qué es la
verdad?‖.
Y después de decir esto, de nuevo salió a los judíos y les dijo: ―Yo no hallo en él ninguna falta.
39 Además,
ustedes tienen por costumbre que les ponga en libertad a un hombre en la pascua. ¿Desean, pues, que les ponga en libertad al rey de los judíos?‖.
40 Entonces
ellos gritaron de nuevo, y dijeron: ―¡No a este hombre, sino a Barrabás!‖. Y Barrabás era salteador.
19 Por lo tanto, en aquel momento Pilato tomó a
Jesús y lo azotó. 2 Y los soldados entretejieron una
corona de espinas y se la pusieron sobre la cabeza y lo vistieron con una prenda de vestir exterior de púrpura; 3 y empezaron a acercarse a él y decir: ―¡Buenos días,
rey de los judíos!‖. También, le daban bofetadas. 4 Y
Pilato salió fuera otra vez y les dijo: ―¡Vean! Se lo traigo fuera para que sepan que no hallo en él ninguna falta‖. 5 Por consiguiente, Jesús salió fuera, llevando la corona
espinosa y la prenda de vestir exterior de púrpura. Y [Pilato] les dijo: ―¡Miren! ¡El hombre!‖.
6 Sin embargo,
cuando los sacerdotes principales y los oficiales lo vieron, gritaron, y dijeron: ―¡Al madero [con él]! ¡Al madero [con él]!‖. Pilato les dijo: ―Tómenlo ustedes mismos y fíjenlo en el madero, porque yo no hallo en él
falta alguna‖. 7 Los judíos le contestaron: ―Nosotros
tenemos una ley, y según la ley debe morir, porque se hizo hijo de Dios‖.
8 Por eso, cuando Pilato oyó este dicho, tuvo mayor
temor; 9 y entró otra vez en el palacio del gobernador y
dijo a Jesús: ―¿De dónde eres tú?‖. Pero Jesús no le dio respuesta.
10 Así que Pilato le dijo: ―¿A mí no me
hablas? ¿No sabes que tengo autoridad para ponerte en libertad y tengo autoridad para fijarte en un madero?‖. 11
Jesús le contestó: ―No tendrías autoridad alguna contra mí a menos que te hubiera sido concedida de arriba. Por eso, el hombre que me entregó a ti tiene mayor pecado‖.
12 Por esta razón Pilato siguió buscando cómo
ponerlo en libertad. Pero los judíos gritaron, diciendo: ―Si pones en libertad a este, no eres amigo de César. Todo el que se hace rey habla contra César‖.
13 Por eso
Pilato, después de oír estas palabras, sacó fuera a Jesús, y se sentó en el tribunal en un lugar llamado El Empedrado, pero, en hebreo, Gáb·ba·tha.
14 Era, pues,
la preparación de la pascua; era como la hora sexta. Y dijo a los judíos: ―¡Miren! ¡Su rey!‖.
15 Sin embargo, ellos
gritaron: ―¡Quíta[lo]! ¡Quíta[lo]! ¡Al madero con él!‖. Pilato les dijo: ―¿A su rey fijo en un madero?‖. Los sacerdotes principales contestaron: ―No tenemos más rey que César‖.
16 Por lo tanto, en aquel momento él se lo
entregó a ellos para que fuera fijado en un madero.
Entonces se encargaron de Jesús. 17
Y, cargando el madero de tormento para sí mismo, él salió al llamado Lugar del Cráneo, que en hebreo se llama Gólgota;
18 y
allí lo fijaron en el madero, y con él a otros dos [hombres], uno de este lado y uno de aquel, pero a Jesús en medio.
19 Pilato escribió un título también y lo
puso sobre el madero de tormento. Estaba escrito: ―Jesús el Nazareno el rey de los judíos‖.
20 Muchos de
los judíos, pues, leyeron este título, porque el lugar donde Jesús fue fijado en el madero estaba cerca de la ciudad; y estaba escrito en hebreo, en latín, en griego. 21
Pero los sacerdotes principales de los judíos empezaron a decir a Pilato: ―No escribas: ‗El rey de los judíos‘, sino que él dijo: ‗Soy rey de los judíos‘‖.
22 Pilato
contestó: ―Lo que he escrito, he escrito‖.
23 Entonces, cuando los soldados hubieron fijado a
Jesús en el madero, tomaron sus prendas de vestir exteriores e hicieron cuatro partes, para cada soldado una parte, y la prenda de vestir interior. Pero la prenda de vestir interior era sin costura, pues era tejida desde arriba toda ella.
24 Por eso se dijeron unos a otros: ―No
la rasguemos, sino que por suertes sobre ella decidamos de quién será‖. Esto fue para que se cumpliera la escritura: ―Repartieron entre sí mis prendas de vestir exteriores, y sobre mi vestidura echaron suertes‖. Y así los soldados realmente hicieron estas cosas.
25 Junto al madero de tormento de Jesús, pues,
estaban de pie su madre y la hermana de su madre; María la esposa de Clopas, y María Magdalena. 26
Entonces Jesús, al ver a su madre y al discípulo a quien él amaba, de pie allí cerca, dijo a su madre: ―Mujer, ¡ahí está tu hijo!‖.
27 Entonces dijo al discípulo:
―¡Ahí está tu madre!‖. Y desde aquella hora el discípulo la llevó consigo a su propio hogar.
28 Después de esto, cuando Jesús supo que ya todas
las cosas se habían realizado, para que se realizara la escritura, dijo: ―Tengo sed‖.
29 Había allí un vaso lleno
de vino agrio. Por tanto, pusieron una esponja llena de vino agrio sobre [una caña de] hisopo y se la acercaron a la boca.
30 Pues bien, cuando hubo recibido el vino
agrio, Jesús dijo: ―¡Se ha realizado!‖, e, inclinando la cabeza, entregó [su] espíritu.
31 Entonces los judíos, puesto que era la
Preparación, a fin de que los cuerpos no permanecieran en los maderos de tormento en el sábado (porque era grande el día de aquel sábado), solicitaron de Pilato que se les quebraran las piernas y fueran quitados los [cuerpos].
32 Vinieron, pues, los soldados y quebraron
las piernas del primer [hombre], y las del otro que había sido fijado en un madero con él.
33 Pero al venir a Jesús,
como vieron que ya estaba muerto, no le quebraron las piernas.
34 No obstante, uno de los soldados le punzó el
costado con una lanza, y al instante salió sangre y agua. 35
Y el que [lo] ha visto ha dado testimonio, y su testimonio es verdadero, y ese hombre sabe que dice cosas verdaderas, para que ustedes también crean. 36
De hecho, estas cosas sucedieron para que se cumpliera la escritura: ―Ni un hueso de él será quebrantado‖.
37 Y, de nuevo, una escritura diferente
dice: ―Mirarán a Aquel a quien traspasaron‖.
38 Entonces, después de estas cosas, José de
Arimatea, que era discípulo de Jesús, pero secreto por [su] temor a los judíos, solicitó de Pilato que le permitiera llevarse el cuerpo de Jesús; y Pilato le dio permiso. Por lo tanto vino y se llevó el cuerpo. 39
También Nicodemo, el hombre que la primera vez vino a él de noche, vino trayendo un rollo de mirra y áloes, como cien libras [de ello].
40 De modo que ellos
tomaron el cuerpo de Jesús y lo envolvieron con las vendas con especias, así como tienen costumbre los judíos de preparar para el entierro.
41 A propósito, había
un huerto en el lugar donde él había sido fijado en el madero, y en el huerto una tumba conmemorativa nueva, en la cual nadie todavía había sido puesto. 42
Allí, pues, a causa de la preparación de los judíos, pusieron a Jesús, porque la tumba conmemorativa estaba cerca.
20 El primer día de la semana, María Magdalena
vino a la tumba conmemorativa temprano, mientras todavía había oscuridad, y contempló la piedra ya quitada de la tumba conmemorativa.
2 De modo que
corrió y vino a Simón Pedro y al otro discípulo, a quien le tenía cariño Jesús, y les dijo: ―Han quitado al Señor de la tumba conmemorativa, y no sabemos dónde lo han puesto‖.
3 Entonces Pedro y el otro discípulo salieron y se
dirigieron hacia la tumba conmemorativa. 4 Sí, los dos
juntos echaron a correr; pero el otro discípulo corrió delante de Pedro, más aprisa, y llegó primero a la tumba conmemorativa.
5 Y, agachándose, contempló las
vendas echadas, sin embargo no entró. 6 Entonces llegó
también Simón Pedro, que le seguía, y entró en la tumba conmemorativa. Y vio las vendas echadas, 7 también el paño que había estado sobre la cabeza de
él, no echado con las vendas, sino aparte, arrollado en un lugar.
8 En aquel momento, pues, el otro discípulo
que había llegado primero a la tumba conmemorativa también entró, y vio y creyó.
9 Porque todavía no
discernían la escritura de que él tenía que levantarse de entre los muertos.
10 De modo que los discípulos se
volvieron a casa.
11 María, sin embargo, se quedó de pie fuera, junto a
la tumba conmemorativa, llorando. Entonces, mientras lloraba, se agachó para mirar dentro de la tumba conmemorativa
12 y vio a dos ángeles vestidos de
blanco, sentados uno a la cabeza y uno a los pies donde había yacido el cuerpo de Jesús.
13 Y le dijeron: ―Mujer,
¿por qué lloras?‖. Les dijo: ―Han quitado a mi Señor, y no sé dónde lo han puesto‖.
14 Después de decir estas
cosas, ella se volvió atrás y vio a Jesús de pie, pero no discernió que era Jesús.
15 Jesús le dijo: ―Mujer, ¿por
qué lloras? ¿A quién buscas?‖. Ella, imaginándose que era el hortelano, le dijo: ―Señor, si tú te lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo lo quitaré‖.
16 Jesús le
dijo: ―¡María!‖. Al volverse, le dijo ella en hebreo: “¡Rabboni!” (que significa: ―¡Maestro!‖).
17 Jesús le dijo:
―Deja de colgarte de mí. Porque todavía no he ascendido al Padre. Pero ponte en camino a mis hermanos y diles: ‗Asciendo a mi Padre y Padre de ustedes y a mi Dios y Dios de ustedes‘‖.
18 María
Magdalena fue y llevó las nuevas a los discípulos: ―¡He visto al Señor!‖, y que él le había dicho estas cosas.
19 Entonces, cuando se hizo tarde aquel día, el
primero de la semana, y, aunque las puertas donde estaban los discípulos estaban aseguradas con cerradura por temor a los judíos, Jesús vino y estuvo de pie en medio de ellos, y les dijo: ―Tengan paz‖.
20 Y
después de decir esto, les mostró las manos y también el costado. Entonces los discípulos se regocijaron al ver al Señor.
21 Jesús, por eso, les dijo otra vez: ―Tengan
paz. Así como el Padre me ha enviado, yo también los envío‖.
22 Y después de decir esto, sopló sobre ellos y
les dijo: ―Reciban espíritu santo. 23
Si ustedes perdonan los pecados de cualesquiera personas, les quedan perdonados; si retienen los de cualesquiera personas, quedan retenidos‖.
24 Pero Tomás, uno de los doce, que se llamaba El
Gemelo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. 25
Por consiguiente, los otros discípulos le decían: ―¡Hemos visto al Señor!‖. Pero él les dijo: ―A menos que vea en sus manos la impresión de los clavos y meta mi dedo en la impresión de los clavos y meta mi mano en su costado, de ninguna manera creeré‖.
26 Ahora bien, ocho días después, sus discípulos
estaban dentro otra vez, y Tomás con ellos. Jesús vino, aunque las puertas estaban aseguradas con cerradura, y estuvo de pie en medio de ellos y dijo: ―Tengan paz‖. 27
Dijo entonces a Tomás: ―Pon tu dedo aquí, y ve mis manos, y toma tu mano y métela en mi costado, y deja de ser incrédulo, y hazte creyente‖.
28 En contestación,
Tomás le dijo: ―¡Mi Señor y mi Dios!‖. 29
Jesús le dijo:
―¿Porque me has visto has creído? Felices son los que no ven y sin embargo creen‖.
30 Por supuesto, Jesús también ejecutó muchas otras
señales delante de los discípulos, que no están escritas en este rollo.
31 Pero estas han sido escritas para que
ustedes crean que Jesús es el Cristo el Hijo de Dios, y que, a causa de creer, tengan vida por medio de su nombre.
21 Después de estas cosas Jesús se manifestó otra
vez a los discípulos junto al mar de Tiberíades; pero hizo la manifestación de esta manera.
2 Estaban juntos
Simón Pedro y Tomás, que se llamaba El Gemelo, y Natanael de Caná de Galilea y los hijos de Zebedeo y otros dos de sus discípulos.
3 Simón Pedro les dijo: ―Voy
a pescar‖. Ellos le dijeron: ―Vamos también nosotros contigo‖. Salieron y subieron a la barca, mas durante aquella noche no pescaron nada.
4 Sin embargo, justamente cuando estaba
amaneciendo, Jesús estuvo de pie en la playa, pero los discípulos, por supuesto, no discernieron que era Jesús. 5 Entonces Jesús les dijo: ―Niñitos, no tienen nada de
comer, ¿verdad?‖. Le contestaron: ―¡No!‖. 6 Él les dijo:
―Echen la red al lado derecho de la barca, y hallarán‖. Entonces la echaron, pero ya no podían sacarla a causa de la multitud de peces.
7 Por lo tanto, aquel discípulo a
quien Jesús amaba dijo a Pedro: ―¡Es el Señor!‖. Entonces Simón Pedro, al oír que era el Señor, se ciñó su prenda de vestir de encima, porque estaba desnudo, y se lanzó al mar.
8 Pero los otros discípulos vinieron en
la barquilla, pues no estaban lejos de tierra, solamente a unos noventa metros de ella, arrastrando la red de peces.
9 Sin embargo, cuando salieron de la barca a tierra,
contemplaron un fuego de carbón puesto allí, y pescado puesto encima, y pan.
10 Jesús les dijo: ―Traigan de los
peces que acaban de pescar‖. 11
Simón Pedro, por lo tanto, subió a bordo, y sacó a tierra la red llena de peces grandes, ciento cincuenta y tres. Pero aunque había tantos, la red no se reventó.
12 Jesús les dijo: ―Vengan,
desayúnense‖. Ni uno de los discípulos tuvo el ánimo de inquirir de él: ―Tú, ¿quién eres?‖, porque sabían que era el Señor.
13 Jesús se acercó y tomó el pan y se lo dio, y
así mismo el pescado. 14
Esta fue ya la tercera vez que Jesús se apareció a los discípulos después de haber sido levantado de entre los muertos.
15 Pues bien, cuando se hubieron desayunado, Jesús
dijo a Simón Pedro: ―Simón hijo de Juan, ¿me amas más que a estos?‖. Él le dijo: ―Sí, Señor, tú sabes que te tengo cariño‖. Le dijo: ―Apacienta mis corderos‖.
16 De
nuevo le dijo, por segunda vez: ―Simón hijo de Juan, ¿me amas?‖. Él le dijo: ―Sí, Señor, tú sabes que te tengo cariño‖. Le dijo: ―Pastorea mis ovejitas‖.
17 Le dijo por
tercera vez: ―Simón hijo de Juan, ¿me tienes cariño?‖. Pedro se contristó de que por tercera vez le dijera: ―¿Me tienes cariño?‖. De modo que le dijo: ―Señor, tú sabes todas las cosas; tú bien sabes que te tengo cariño‖. Le dijo Jesús: ―Apacienta mis ovejitas.
18 Muy
verdaderamente te digo: Cuando eras más joven, tú mismo te ceñías y andabas por donde querías. Pero
cuando envejezcas extenderás las manos y otro te ceñirá y te cargará a donde no desees‖.
19 Esto lo dijo
para significar con qué clase de muerte glorificaría a Dios. Entonces, cuando hubo dicho esto, le dijo: ―Continúa siguiéndome‖.
20 Volviéndose, Pedro vio al discípulo a quien Jesús
amaba, que venía siguiendo, el que en la cena también se había recostado sobre su pecho y dicho: ―Señor, ¿quién es el que te traiciona?‖.
21 Por eso, cuando
alcanzó a verlo, Pedro dijo a Jesús: ―Señor, ¿qué [hará] este?‖.
22 Jesús le dijo: ―Si es mi voluntad que él
permanezca hasta que yo venga, ¿en qué te incumbe eso? Tú continúa siguiéndome‖.
23 Por consiguiente,
entre los hermanos salió este dicho: que aquel discípulo no moriría. Sin embargo, Jesús no le dijo que no moriría, sino: ―Si es mi voluntad que él permanezca hasta que yo venga, ¿en qué te incumbe eso?‖.
24 Este es el discípulo que da testimonio acerca de
estas cosas y que escribió estas cosas, y sabemos que el testimonio que él da es verdadero.
25 Hay, de hecho, muchas otras cosas también que
Jesús hizo, que, si se escribieran alguna vez en todo detalle, supongo que el mundo mismo no podría contener los rollos que se escribieran.
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