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Le Corbusier, proyecto para el Plan Director (1950): borrador de la propuesta del sistema de espacios verdes a nivel urbano sobre un plano de Bogot de 1948. FLC 33690-1.

Primera parte

LE CORBUSIER

Le Corbusier: Bogot, vista areaCarles Mart Ars

(A P. Q.) 1 En su papel de leader de la arquitectura moderna, Le Corbusier tuvo que vencer muchas resistencias a lo largo de su carrera para lograr que sus clientes y el pblico en general aceptasen que la legitimidad social de sus propuestas arquitectnicas y urbansticas era indisociable de su valor artstico. Porque una cosa es el valor y otra, bien distinta, es el xito. l saba que la actitud vanguardista era poco compatible con la obtencin inmediata de aplausos y parabienes. Por ello adopt como divisa de su trabajo la clebre frase la recherche paciente. En ella subyace la hiptesis de que el tiempo, aliado con la actitud perseverante del artfice, acabar decantando, tarde o temprano, el valor y el peso especfico de cada una de las aportaciones. Una vez concluido el siglo XX y viendo las cosas con suficiente distancia crtica, quin de nosotros no estara dispuesto a conceder hoy a Le Corbusier un lugar entre los cuatro mayores arquitectos de ese siglo? Ello no significa en absoluto suponer que el itinerario de Le Corbusier fuese un paseo triunfal. Por el contrario, sabemos que fue un camino arduo y salpicado de mltiples derrotas parciales. Y que fue en el mbito urbanstico donde cosech los ms decepcionantes fracasos, hasta el extremo de que, an hoy, les sigue siendo til a muchos la idea de cargar a Le Corbusier la culpa de los mayores abusos cometidos en nombre de la ciudad contempornea, sin concederle a cambio el mrito de ninguno de sus beneficios. La historia oficial ha sido, hasta el momento, incapaz de convertir esas derrotas en victorias, ni siquiera a ttulo pstu-

mo. Resulta todava bastante frecuente or, en muchas conversaciones informales, el desenvuelto comentario de algunos, segn el cual Le Corbusier fue tan notable arquitecto como psimo urbanista. Quienes hemos estudiado con detenimiento su trabajo no podemos dar por buena sin ms esa valoracin, sobre todo cuando se formula en trminos tan esquemticos y desabridos. Ahora bien, si tenemos la intencin de refutarla, estamos obligados a prestarle la atencin que requiere, analizando los significados que se esconden tras ella y los prejuicios de los que se alimenta. Tomemos como ejemplo tpico del modo en que se ha pretendido certificar la demolicin conceptual del urbanismo lecorbusieriano esa argumentacin en que se suele comparar la Unit dHabitation construida por Le Corbusier en el Boulevard Michelet de Marsella (1945-1952), tenida ahora, con rara unanimidad, por una extraordinaria obra de arquitectura, con el proyecto de urbanizacin Marseille-sud (1951) compuesto por 24 units (una de las cuales coincide en posicin y tamao con la construida), a las que se aaden otras 15 torres cilndricas para apartamentos. Esta operacin sigue siendo considerada por muchos como un grave error de escala que por fortuna no se llev a cabo, ya que su realizacin hubiese causado de manera inevitable, dicen, la aniquilacin, desde su propia raz, del tejido urbano preexistente. Cuando argumentos como estos, de base puramente cuantitativa, se utilizan como discriminantes de la calidad de un proyecto, estamos ante un salto lgico difcil de admitir. La Unit del boulevard Michelet est concebida exactamente con los mismos principios y reglas que el conjunto de Marseille-sud. Entonces por qu es tan distinto el juicio que se hace sobre ambos proyectos? Por

Foto de las fachadas norte y oeste de la Unit de Marsella, publicada por Le Corbusier en el tomo V de la uvre Complte. FLC.

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Le Corbusier en Bogot, 1947-1951: Precisiones en torno al Plan Director

qu la Unit es vista como portadora de tantas virtudes y potencialidades, mientras que la extensin de esos criterios a un rea de mayor tamao como el barrio de Marseille-sud amenaza de repente con provocar un desastre urbanstico?

2 La nica explicacin plausible que se me ocurre para comprender el doble rasero con que se suelen juzgar esos dos proyectos estara en el temor que suscitaban las propuestas de Le Corbusier interpretadas como apologa de la actitud totalitaria, es decir, de una visin de los problemas urbanos basada en la uniformizacin mecnica y repetitiva de las soluciones adoptadas. No es esta, desde luego, una objecin menor o desdeable. Tampoco cabe considerarla como una sospecha carente de fundamento, ya que fueron pocos los intelectuales europeos que durante la primera mitad del siglo XX quedaron completamente a salvo de la tentacin totalitaria. Imaginar una eficiente maquinaria lecorbusieriana pasando por encima de todo lo que pudiese encontrar y aplastndolo sin miramientos para alcanzar por la va ms directa sus fines urbanizadores tal vez no planteara demasiados

Imagen de la localizacin de las Units en Marseille-sud, publicada por Le Corbusier en el tomo V de la uvre Complte. FLC.

Xavier Monteys, en su libro La gran mquina, redibuj a escala los 21 proyectos urbanos que Le Corbusier propuso desde 1925, con el Plan Voisin para Parsen 1925, hasta Berln, en 1965. Son los proyectos que tienen un emplazamiento real, en ciudades en cuatro continentes. Monteys.

Le Corbusier: Bogot, vista area | Carles Mart Ars

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Le Corbusier, planta del proyecto de la ciudad para tres millones de habitantes, que presenta por primera vez al pblico en el Saln de Otoo de 1922 y que luego saldr publicada en Urbanisme. FLC 31006a.

escrpulos a los aguerridos y confiados seguidores de Le Corbusier en aquel momento, pero a nosotros, bastante ms desengaados y pusilnimes, no deja de asustarnos, debemos reconocerlo. Aunque tampoco creo que la situacin sea como para echarse a temblar cada vez que creemos atisbar tras la puerta la denostada pezua totalitaria, sobre todo ahora que conocemos bien los resultados de una aplicacin a ultranza del liberalismo descarnado al campo urbanstico. En cualquier caso, en tanto que estudiosos, estamos obligados a distinguir y deslindar las ideas, a emplear los matices y a no confundir las cosas. La obra de Le Corbusier, caracterizada por la extrema radicalidad de los procedimientos, pudiera dar la impresin de que tiende a ser monoltica y exclusivista, o sea totalitaria. Pero basta con analizar uno a uno los proyectos en su particularidad y concrecin, a la vez que se

contemplan a lo largo de su propio proceso evolutivo, para que esta impresin se corrija de inmediato o incluso se desplome. Xavier Monteys, en su esplndido libro La gran mquina: la ciudad en Le Corbusier (Serbal, 1996), redibuja y describe 21 proyectos de diversa escala y grado de elaboracin, que componen la opera omnia del maestro suizo en el mbito del proyecto urbano, y los divide en tres grandes apartados, presididos cada uno por un modelo terico de referencia. La primera etapa comprende las propuestas iniciales para Pars y se basa en el modelo terico de la Ville Contemporaine pour Trois Millions dHabitants (1922-1925). La segunda etapa abarca el ncleo central de su reflexin terica sobre la ciudad y adopta como modelo terico el de La Ville Radieuse (1932-1935). La tercera etapa, que cubre los ltimos quince aos de su carrera profesional, se resuelve en diversos ensayos basados en sistemas abiertos de configuracin, a partir del modelo terico de Les trois tablissements humains (1945), uno de cuyos principales corolarios ser la Regla de las 7 vas (1948), mediante la cual Le Corbusier propone un ajuste de las diversas escalas territoriales que quedan as mutuamente coordinadas. Estos tres modelos o concepciones urbanas se suceden en el tiempo. Los elementos que los definen van, a su vez, evolucionando. Pero lo que los distingue de un modo sustancial es el grado de compatibilidad con que en ellos se combinan y yuxtaponen los elementos en juego. El vocabulario arquitectnico de Le Corbusier, si bien se enriquece y transforma en el curso del tiempo, est en buena medida fijado y establecido desde el principio. No son los nuevos elementos, cuado los hay, los que caracterizan y dotan de contenido a los sucesivos modelos urbanos, sino que este papel lo asumen las relaciones que se establecen entre dichos elementos. Le Corbusier comprendi pronto que para desarrollar de un modo ilimitado las formas de la composicin propias de cualquier disciplina bastaba con dotarse de un alfabeto con un nmero restringido de signos. El punto de inflexin decisivo a lo largo de todo ese proceso es la ruptura que separa el segundo modelo del tercero, es

Le Corbusier, planta de la Ville Radieuse, publicada en la pg. 170 del libro del mismo nombre en 1935. FLC.

Le Corbusier, plano que describe la teora de las 7V, publicada por Le Corbusier en el tomo V de la uvre Complte. FLC.

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Le Corbusier en Bogot, 1947-1951: Precisiones en torno al Plan Director

decir, aquel momento en que Le Corbusier alcanza la plena madurez tcnico-artstica y consigue incorporar a su propio alfabeto, sin ninguna resistencia, otros elementos tales como fragmentos de urbanizacin histricos o categoras geogrficas, que no pertenecen a su obra sino al mbito de los universales, con las que todo artfice debe confrontarse. Cuando eso ocurre, el proyecto urbanstico no solo alcanza a tener la escala que le corresponde sino que, en gran medida, se neutraliza el riesgo o la inclinacin totalitaria que poda suponerse inherente a un discurso transformador y radical como el de Le Corbusier.

3 En ese punto crucial del relato entra en escena, precisamente, uno de los grandes protagonistas de su universo urbanstico: la ciudad de Bogot. El 16 de junio de 1947, Le Corbusier contempla por primera vez la ciudad de Bogot desde la ventanilla del avin que le lleva de visita a Colombia, donde permanecer durante una semana cumpliendo una apretada agenda de reuniones, que incluye dos conferencias y una serie de contactos para establecer las bases de su futura colaboracin con las autoridades del pas. Resulta significativo que sea precisamente el avin el medio que le procura el primer contacto fsico con Bogot. Haca ya algn tiempo que Le Corbusier maduraba la hiptesis que el avin ofreca un punto de vista privilegiado para sentar las bases de la ciudad contempornea. Lo primero que ve Le Corbusier desde el cielo de Bogot en su primera visita es una ciudad situada en el extremo de una gran meseta colocada a unos 2500 metros de altitud y rodeada por un circo de montaas cuyas cumbres alcanzan los 3000 metros. Una ciudad, pues, cuya potencia proviene del escenario geogrfico en que se inserta: la gran cordillera que le sirve de fondo, el valle que se despliega a sus pies, el perfil de la ciudad histrica que se recorta contra la pared de las montaas, los trazados que siguen las principales lneas de la orografa, es decir, ve lo que ven tambin sus habitantes y que Le Corbusier define como un paisaje admirable.

La transformacin de nuestra vida material, en su opinin, slo poda cumplirse desde el reconocimiento de su tridimensionalidad. Para ello era preciso tomar altura y emprender el vuelo. Tal vez la crtica ms severa y demoledora que haba infringido a la arquitectura acadmica era el haberle echado en cara su incapacidad para operar en la realidad desde esa perspectiva. Para Le Corbusier, todos los formalismos, tanto en arquitectura como en urbanstica, provienen en ltimo trmino de esa limitacin. El urbanismo de las tres dimensiones que l proclama deber ser capaz de contrarrestar la desviacin formalista, situando el proyecto de la ciudad contempornea en su justo contexto: el territorio y su base geogrfica. En su segunda conferencia habla de establecer un dilogo interpares entre naturaleza y artificio, un dilogo abierto y sin sumisiones para ninguna de las partes. Habla de hacer entrar todas esas riquezas naturales en los equipamientos humanos. Creo entender que aplicar los principios bsicos de Les trois tablissements humains a esa localizacin especfica significa para Le Corbusier hacer de Bogot una ciudad surgida de la superposicin equilibrada de montaas y edificios, torrentes y parques, valles y viales; una ciudad formada por la coexistencia del tejido histrico y de la emergencia del nuevo centro cvico; una ciudad en que la arquitectura salude con la mano abierta a les joies essentielles de la naturaleza. Una ciudad as puede llamarse Bogot o tambin, Chandigarh o Pars, Barcelona o Mosc, Buenos Aires o Argel. Pero con una precisin: que cada una de ellas posee una identidad que la hace nica con relacin al universo. No me parece que esto tenga nada que ver con una visin totalitaria del escenario humano. A fin de cuentas, cmo no estar de acuerdo con Le Corbusier cuando, al contemplar desde la ltima vuelta del camino la energa y el esfuerzo desplegados desde su pensamiento y su accin, es capaz de resumir los afanes y querencias de una vida intensa como la suya en esta sencilla frase: Trabaj por lo que ms necesitan los hombres de hoy: el silencio y la paz?

Le Corbusier, Carnet 2-182. Dice: 8 1/2 de la maana / Todo se levanta, aspirado por el sol, la tierra visible azul, el ro rosa, el horizonte blanco de las nubes, las montaas azules. Este dibujo fue hecho en el quinto viaje, en mayo de 1951. FLC.

Carles Mart Ars (Barcelona): arquitecto por la ETSAB-UPC en 1972. Subdirector de la revista 2c Construccin de la Ciudad hasta 1985, ao en que dej de editarse. Su vida profesional estuvo entre la prctica del proyecto y la docencia, como catedrtico en el departamento de Proyectos de la ETSAB. Entre sus libros cabe destacar, entre otros: Las variaciones de la identidad: ensayo sobre el tipo en arquitectura (1990), Silencios elocuentes (1999), Las formas de la residencia en la ciudad moderna (1991) y La cimbra y el arco (2005).

Le Corbusier: Bogot, vista area | Carles Mart Ars

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Observar, escuchar y escribir: algunas palabras sobre las conferencias de Le Corbusier en BogotMara Margarita Gonzlez CrdenasUna mesa, seguramente un vaso de agua, un micrfono, una pizarra de papel, todos juntos en un escenario. Es el mircoles 18 de julio de 1947, en el Teatro Coln de Bogot. Eduardo Zuleta ngel, representante de Colombia ante las Naciones Unidas, presenta con una emocin impregnada de discurso poltico a Le Corbusier. En el escenario, la voz del arquitecto es profunda, grave. Esta introduccin tiene por objetivo describir el trabajo de transcripcin y traduccin de, quizs, el nico registro de audio que qued del paso de Le Corbusier por Bogot. No es una tarea fcil. En cada frase hay una emocin propia a la palabra hablada, que es difcil trasmitir al papel. Las entonaciones, los cambios de voz, los silencios, la longitud de los silencios y las vacilaciones son sucesos que haran de la transcripcin un texto casi crptico y de compleja lectura. La tarea de la transcripcin ha sido, literalmente, el paso al papel de las palabras de Le Corbusier. Esta tarea, sin embargo, ha supuesto varios inconvenientes. El primero de ellos ha sido el estado de las cintas, que nos ha impedido en pocos momentos entender a cabalidad lo que dice. El segundo ha sido la simultaneidad de las ideas expresadas oral y grficamente. Al carecer de los documentos grficos, nos hemos tenido que refugiar en sus publicaciones para imaginar las imgenes que acompaan sus palabras. El tercero cmo habramos de dejarlo de lado, la lengua nativa de la transcripcin. La tarea de la traduccin ha sido ms agradable. La familiaridad de las ideas de Le Corbusier nos permite entender su lxico, sus intenciones, el uso reiterativo de ciertas palabras y la ausencia consciente de otras. Pero no podemos negar que esta tarea nos recuerda la idea de la traicin. No podemos negar tampoco que una traduccin es un texto hecho a dos manos, si se quiere: la mano del autor y la mano del traductor. Cada mano, en un espacio y un tiempo diferentes, reunidas en un momento, en simultnea, para dar un texto que se espera, sea claro y coherente a los ojos del lector. Carecemos de los detalles tcnicos de las conferencias, pues no hay registro oficial de las mismas. Algunos se han aventurado a darles un ttulo: la primera, bajo el ya conocido El urbanismo como ordenador social, de la que en realidad, ya lo vern ustedes, Le Corbusier decide cambiar el ttulo al inicio; y la segunda, al parecer se titula Caracteres mundiales y regionales de la arquitectura moderna.1 Otros detalles, como la hora, el nmero y el tipo de asistentes, son ajenos y quizs innecesarios al documento que se presenta ac.

Caricaturas de Le Corbusier en Bogot hechas por Eduardo Angulo y publicadas en el libro: Cincuenta aos de Arquitectura. 1936-1986, Universidad Nacional, Universidad Nacional de Colombia, Bogot 1987, p. 105.

Observar y escuchar La calidad de las cintas no es la mejor. Las grabaciones, al parecer, han desaparecido de los archivos de la que hasta hace no mucho era la Radiodifusora Nacional de Colombia. Contamos, por ejemplo, con la introduccin de la primera conferencia, pero no con la de la segunda. En tres momentos clave se corta la grabacin y queda la sensacin de no haber finalizado una idea. Recomponer el hilo que une las conferencias ha sido un trabajo de alta costura. Al haber nicamente registros sonoros de la conferencia, la transcripcin puede resumirse en dos palabras: observar y escuchar. Observar antes y escuchar despus. Es necesario imaginar a Le Corbusier en el escenario, con las luces sobre l. Y luego, observar la pizarra, el papel sobre el que

dibuja y ubicarse con la imaginacin en ese papel: dnde van las referencias, los ejemplos; dnde va el plano; dnde est dibujando la perspectiva; cules son los colores; cules, los tamaos, las escalas; qu privilegia; qu jerarquiza. No hay respuestas. Durante un par de veces, Le Corbusier reconoce que lo que ha dibujado no es muy claro, que no es muy bonito, pero le pide al pblico un poco de esfuerzo para entender, el mismo que los lectores tendrn que hacer al leer las pginas que siguen esta introduccin. Su conferencia est, como quien habla sobre un papel, llena de adverbios de lugar ac, all y de pronombres demostrativos esto, eso. Las referencias, por supuesto, tienen nombre: el edificio de la ONU en Nueva York, los immeubles redent y el proyecto para el seor Peyrissac, en el norte de frica, entre otros. Pero los proyectos solo le sirven como intenciones: son ejemplos de lo que se puede llegar a hacer, a constituir con el urbanismo moderno. Por ello, en esta publicacin se han empleado imgenes para todos conocidas. No son exclusivamente hechas sobre Bogot, porque de hecho Le Corbusier, durante la conferencia, dibujar muy poco

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Le Corbusier en Bogot, 1947-1951: Precisiones en torno al Plan Director

nuestra ciudad. Los dibujos son, gracias a las descripciones, similares a los que encontramos en la Obra completa. Frente a las imgenes, hemos escuchado con algo de dificultad la reaccin del pblico. Hay momentos clave en los que el pblico se manifiesta, como cuando Le Corbusier se queja de la falta de crayones de color o cuando quiere explicar que habra que demoler una calle del centro de Bogot (la octava?) para tener ms beneficios. El pblico de su conferencia se escucha molesto, quizs abatido por la severidad de sus frases. Estos pequeos detalles son imposibles de transmitir en un texto de esta naturaleza. Tampoco constituyen el centro del contenido. La lectura de la transcripcin ser un poco complicada, pues no se han omitido ni los acentos ni las detenciones de Le Corbusier; tampoco los silencios. Igualmente hubo algunos momentos en los que fue necesario interpretar algunas palabras. En otros, nos sorprendemos por el uso de las mismas. Veamos la traduccin.

Escribir y escribir Traducir a Le Corbusier no es tarea sencilla. Debo hacer uso de una modestia absoluta para explicar que en algn momento, despus de horas y horas de escucha, traducir el texto del francs al espaol result ser una actividad casi natural. Dira que la esperaba con ansias. Y si bien se volvi una labor familiar a mi lengua, lentamente surgieron preguntas al cambiar de idioma, as como cuestiones propias a mi versin del espaol. Para empezar, he empleado el ustedes tpico de los bogotanos. Pienso que usar el vosotros o el os (os digo, os repito, en vez de les digo o les repito, o vosotros a cambio de ustedes) se vera forzado en este discurso. El tono de Le Corbusier es respetuoso, lejano y cercano a la vez. Usar la tercera persona del singular es mi opcin, aunque respetara una traduccin en la que la segunda persona del plural sea la utilizada para referirse a su auditorio. En cuanto al lxico, es necesario tambin explicar algunas palabras. Le Corbusier siempre habla en primera perso-

na y algunas veces empieza sus frases diciendo Yo creo que. Para el que no est familiarizado con el francs de la calle, o incluso el acadmico, el verbo creer, que en nuestro espaol puede ser sinnimo del verbo pensar, tiene connotaciones diferentes en francs. El uso del verbo creer le da un tono dogmtico a la conferencia, un tono que pasar desapercibido en la traduccin, pero que le da un empuje especial en la transcripcin. Es importante aprender del lenguaje que Le Corbusier utiliza para explicar sus ideas. Es frecuente, por ejemplo, el uso de palabras particulares, como caracteristique o caracteris, para expresar un carcter que le permite distinguirse de otros. Le Corbusier no emplea la palabra typique (tpico) y mucho menos singulire (singular). Tampoco se refiere a los problemas que tiene el arquitecto con la palabra contraintes, sino que utiliza la palabra consequences. Las consecuencias parecen ser producto de algo, mientras que los problemas pueden no tener solucin. Igualmente sucede con folclor, que aparece en la segunda conferencia. Folclrico reemplaza en este caso a vernculo (vernaculaire) para mostrar que su inters no es solo lo que pertenece al lugar, eso sera lo vernculo, sino lo que no se ve del lugar, lo que hace parte de la cultura que se traduce en lo folclrico. Para finalizar, como en todas las pocas, hay dejos del lenguaje que Le Corbusier no puede evitar. Si hoy en da el francs hablado tiende a utilizar el quoi como muletilla, en 1947 seguramente se empleaba nest-ce pas? (no es cierto?). Esta muletilla se ha omitido conscientemente en muchas partes de la transcripcin y de la traduccin para no cortar la lectura. Desde hace ya muchos aos tengo en mi poder el par de cintas de audio con la voz de Le Corbusier. Los encontr gracias a un alumno que quera imaginar Bogot transformada por el Plan Piloto. Estuvieron all mucho tiempo, esperando ver la luz pblica. Esta trascripcin se ha hecho sin pretensiones, esperando tan solo ser un archivo escrito de un archivo radial al que muchas personas no tendrn acceso jams. Es una tarea que respeto y de la cual espero no haber traicionado los principios de Le Corbusier, ni sus intenciones. Como las cosas siempre terminan llegando adonde las esperan, es el momento de escuchar a Le Corbusier.

Le Corbusier en la Universidad Nacional, en su primera visita, en 1947. 1 Le Corbusier; 2 Augusto Tobito; Jorge Gaitn Corts; 4 Fernando Martnez Sanabria; 5 Jorge Arango Sann; 6 Emma Villegas de Gaitn; 7 Paul Lester Wiener. IDPC-MdB. Mara Margarita Gonzlez Crdenas: arquitecta de la Universidad de los Andes (1999) en Bogot. Luego de varios aos trabajando como profesora y arquitecta independiente, empez su maestra en investigacin en la Universidad de Pars 8, grado que logr con honores, bajo la direccin de Jean-Louis Cohen. De vuelta a Bogot, trabaj como profesora en las universidades de los Andes y Nacional, y particip en las investigaciones de Bogot, aos 50, coordinada por la Universidad Nacional, y Los recorridos urbanos, coordinada por el grupo de investigacin Construccin de lo Pblico. Regres a Pars en el 2007 para iniciar sus estudios doctorales en la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales, bajo la direccin de Christian Topalov. Es autora de varios artculos y traducciones, todos visibles desde su pgina web: .

1

P. Bannen, Bogot Colombia, cinco viajes y un plan para una ciudad latinoamericana, en F. Prez, Le Corbusier y Sudamrica, Santiago de Chile, ARQ, 1991; citado en Doris Tarchpulos Sierra, Olga Luca Ceballos Ramos, Patrones urbansticos y arquitectnicos en la vivienda dirigida a sectores de bajos ingresos en Bogot, Bogot, Pontificia Universidad Javeriana, 2005.

Observar, escuchar y escribir | Mara Margarita Gonzlez

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El urbanismo como ordenador socialLe Corbusier

1. conferencia en el Teatro Coln de Bogot Mircoles, 18 de junio de 1947 (Palabras del seor ministro de Colombia ante la ONU, doctor Eduardo Zuleta ngel). Seoras y seores: El seor Le Corbusier no necesita presentacin ante un pblico tan selecto como el que llena esta noche la sala del Coln. Todos y cada uno de ustedes saben muy bien que l es el historiador de la arquitectura contempornea. Todos y cada uno de ustedes conocen el trascendental papel que l ha desarrollado en el mundo entero para llevar a la arquitectura un moderno concepto, un concepto esencialmente biolgico. Tuve el placer de conocer al seor Le Corbusier personalmente hace ya bastantes meses en la ciudad de Nueva York, cuando me correspondi el altsimo honor de presidir la comisin de apoyo de las Naciones Unidas. Tuve el altsimo privilegio de trabajar en estrecha colaboracin con l. Y tuve el insigne privilegio tambin de ver de cerca la tarea, probablemente trascendental y maravillosa, que l realiz en todo lo relacionado no solamente con la escogencia del edificio para las Naciones Unidas, sino con la planificacin de los grandes edificios que van a ser construidos a la orilla del Hudson River para que funcione all la gran organizacin mundial. En ese trabajo, que fue para m un motivo diario de admiracin, en esa colaboracin en la cual tuve oportunidad de ver, de palpar, de sentir lo que era el genio de Le Corbusier, me entusiasm de tal modo con su obra que lo compromet a que hiciera

una visita a Colombia. S en [sic] la forma pudorosa, magnnima, desinteresada, extraordinaria en que suele hacer todas sus cosas; atendi sencillsimamente mi invitacin, y sin poner condiciones y sin hacer recateos de ninguna especie, inmediatamente que yo le hice saber cunto se le admiraba en este pas y hasta qu punto los estudiantes de Arquitectura y los profesionales veran con complacencia su presencia entre nosotros, se apresur a dejar tareas urgentes y magnficamente remuneradas que tena, para hacer esta visita que todos le debemos agradecer y de la cual el pas, en general, y la capital de la Repblica, en especial, van a reportar insignes beneficios.

Intervencin de Le Corbusier Tan pronto llegu a la ciudad de Bogot, le promet a mi gran amigo, el doctor Zuleta, hacer una conferencia esta noche, que puede llevar como ttulo El urbanismo: ordenador social por excelencia. Se trata de una conferencia que ya haba hecho una vez, improvisada, adems de todo, hace dos meses en Nueva York y que reutilizo sin cesar. Tena la intencin de retomar ese mismo tema y desarrollarlo delante de ustedes; pero ayer tuve el privilegio de pasar algunas horas con el alcalde en su oficina, en donde nos pusimos a discutir sobre el tipo de urbanizacin a [por] emplear, y del urbanismo de Bogot, a partir de un estudio de mercado. Hemos terminado hablando de nuestros amigos profesionales y, a medida que fuimos avanzando en las descripciones, le he dicho a Zuleta que deba hacerme un favor, porque har mi conferencia sobre un tema diferente.

En su primer viaje a Bogot, son numerosos las reportajes que aparecen de la visita de Le Corbusier. En la imagen, un apartado del reportaje escrito por Hernando Santos, con el ttulo: Bogot es una ciudad sin modelar, opina el gran urbanista Corbussier [sic], publicado el 17 de junio de 1947. FLC X1-15-57.

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Le Corbusier en Bogot, 1947-1951: Precisiones en torno al Plan Director

Son muy pocos los dibujos que se conocen de Le Corbusier durante su visita a Bogot durante junio de 1947. Este es uno de ellos. En l, Le Corbusier dice: 26 de junio del 47 / La Alcalda va a abrir calles y ensanchar / Bogot est en la atrocidad de las bocinas (Ministerio de Educacin Nacional, Ministerio de Petrleos (terribles) Hotel Granada forum) / Al ensanchar las grandes vas se precipitar en ellas el cauce de automviles, exactamente como se produjo cuando fue cubierto el ro y construyeron edificios de oficina. FLC H3-5-37.

El urbanismo como ordenador social | Le Corbusier

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Pues bien, s que tengo la suerte de estar en frente de ustedes en este momento. Lo que quiero es hablarles, entre comillas, de una manera total de tipos de urbanismo como benefactor social, en trminos de una manera de aplicacin directa al caso de Bogot, en cuyo caso esta noche me permito actuar como profeta, puesto que acabo de llegar a su pas y ustedes conocen bien las ventajas que tienen los viajeros sobre los autctonos: desde que llegan a otro lugar, con una madurez total, sienten a veces que descubren las cosas donde los habitantes estn acostumbrados a ver siempre la misma dureza. Hace una pausa, pues siente que la gente no le escucha y pregunta: Me pregunto si me escuchan bien. No me doy cuenta. Me pregunto si la acstica es buena porque no me doy cuenta. Luego contina Bueno! A propsito del sujeto [tema] de esta primera conferencia, El urbanismo como ordenador social, me gustara que vieran la sustancia que me servir y que no habla de hombres, sino simplemente de materias. Las ir desarrollando y [les ir] explicando los detalles. Haba desarrollado ese tema en Nueva York, El urbanismo [como] ordenador social, y haba dicho que es una definicin decisiva, que cambia regularmente la concepcin o la excepcin que se ha tenido, desde ahora excepcionalmente, en la que el urbanismo o el urbanista, si ustedes prefieren era antes que nada un trazador de calles: era un hombre que sobre los planos de los gemetras basaba un realismo, trazaba calles un poco al norte, un poco al sur y luego se tenan los beneficios y los problemas de los futuros habitantes. Este tipo de urbanismo, programador social, es un tipo admirable. Lo he ledo simplemente en la primera lnea de una hoja que me ha dado un miembro de una organizacin, de nuestra organizacin de tipo doctrinario en Pars, y que

haba encontrado esta definicin magnfica para que los especialistas, comenzando por m, pudieran utilizarla. He desarrollado el trmino de urbanismo y de arquitectura unidos como un todo, siendo considerados como un todo. He aqu una definicin como de diccionario: el urbanismo como las artes, es una ciencia, si podemos llamarlo una ciencia; es sobre todo una prctica; una prctica en dos dimensiones. Y aqu no podemos olvidar lo esencial, porque esto no es todo lo que ser aplicado, lo que contendr cosas y personas, pensamientos, bienestar y malestar. Por lo tanto, es una ciencia que ha causado el desorden de las ciudades, porque no hemos considerado la tercera dimensin, que es la altura, pensar en trminos de volmenes. La consecuencia que aparece de esta afirmacin es la siguiente: el urbanismo debe hacer volmenes; los volmenes contienen actividades y en consecuencia, el urbanismo se convierte en la puesta en escena de los volmenes en el espacio y, en ese sentido, segn las condiciones determinantes que contemplan el respeto de las condiciones csmicas y que estn al servicio de la ley del sol, el respeto del viento y el respeto de la vista, la visibilidad, el paisaje; y, para finalizar solamente, estas condiciones se conectan por sucesiones de naturaleza diversa, que son en el sentido moderno o desde hace ms o menos un siglo, y que llevan aun al fin del mundo, puesto que siguen la ley de las comunicaciones, es decir, siguen las calles, los caminos, las rutas, otros espacios, los bulevares. Los volmenes, los apoyos que he evocado ac son en alguna medida la vivienda, el alojamiento de las cosas. Un mecanismo que se llama el alojamiento de las cosas es de una exactitud absoluta, impecable. Es la idea de tener una pieza mecnica que recibe un nombre y que responde exactamente a su funcin. Ese es el derecho. Al tomar, por ejemplo, esta definicin de mecnica, hago una crtica sobre la vivienda tal como es vista hoy en da en el mundo entero, en donde se trata simplemente de ver cmo se adaptan mal que bien a las necesidades domsticas y cmo estn igualmente mal adaptadas a la economa general, puesto que son cosas que siguen otro objetivo. Ms adelante tendr la ocasin de desarrollar este punto de vista.

Las viviendas necesitan o deberan necesitar una ciencia, la instauracin de una ciencia. Una ciencia de la vivienda, por ejemplo, en nuestros pases. La ciencia de las viviendas no ha sido jams establecida, ni en la escuela, ni en los establecimientos superiores que se encargan de ensear, de formar a los arquitectos o a los ingenieros. As que hay que atravesar un vaco inmenso. Creo que la vivienda no ha sido hasta ahora considerada como aquella que puede ser objeto de una ciencia. El mundo, hoy en da, tiene necesidad de resguardarse. Podemos decir que en todos los rincones de la tierra, esta ciencia que trae como problema la difcil puesta en marcha de un lugar es una ciencia que ser bienvenida y que es necesaria, y pienso que poco a poco las necesidades se harn sentir y las personas, las autoridades, incluso los ministros y cuando les hablo de ministros [corte de la cinta] El ministro de Educacin quiere ocuparse de una ciencia de la vivienda. El gran valor de una ciencia de la vivienda ser naturalmente la educacin del usuario; es decir, la nocin de saber habitar es una ciencia y esta nocin permanece an incierta y mal definida.

Le Corbusier, Ciudad para tres millones de habitantes, 1922: A la misma escala y desde el mismo ngulo, vista de la Cit de Nueva York y de la cit de la Ciudad contempornea. El contraste es impresionante. FLC.

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Le Corbusier en Bogot, 1947-1951: Precisiones en torno al Plan Director

Le Corbusier, Poema del ngulo recto, 1955, p. 15: El sol, dueo de nuestras vidas, / indiferente, lejos. / l es el visitante -un seor-, / en nuestra casa. / Al acostarse dice buenas noches / a esos mohos (oh, rboles!), / a esos charcos que estn por todas partes / (oh, mares!) y a nuestras arrugas / altivas (Alpes, Andes y nuestros / Himalayas). Y las lmparas / estn encendidas. / Puntual mquina giratoria, / desde lo inmemorial, / a cada instante de las / veinticuatro horas, hace nacer la gradacin, / el matiz, lo imperceptible, / proporcionndoles casi / una medida. Pero l la rompe, / dos veces, brutalmente, por la / maana y por la noche. / le pertenece, mientras que l / nos impone lo alternativo: / la noche, el da los dos tiempos / que reglan nuestro destino: / Un sol se levanta, / un sol se acuesta, / un sol se levanta de nuevo. FLC. Le Corbusier, La casa de los hombres, 1942, p. 139: La naturaleza, leccin permanente / Arquitectura, urbanismo, determinacin / de las funciones, clasificacin de las funciones, / Jerarqua. // La Arquitectura, el urbanismo = biologa / Impecable. / Armona final, que corona una obra / compleja, una ordenanza perfecta. / Juego sabio, correcto y magnfico de las / formas bajo la luz. FLC.

Para que la vivienda responda a las reglas de la ciencia, debe obedecer a las leyes. Cules son las leyes? Las enumero simplemente: la ley de la gravedad; la ley de la biologa, la misma biologa del cuerpo humano con todas las consecuencias que ustedes deben conocer: la respiracin, el calor, el fro, el movimiento, la circulacin, la altura, la extensin, etc.; las leyes de la naturaleza, es decir, las consecuencias de que la naturaleza opere en el cuerpo humano, en el ser viviente, siendo benvola o maligna. Luego, las leyes csmicas, las leyes del sol, que se ignoran casi por completo. Comenzamos ahora a saber cules son las reacciones del sol en los seres vivos. Las leyes que vienen de una pequea ley personal que he introducido, fruto de mis observaciones durante mis ltimos viajes por Amrica, y que llamar la ley de las alternativas y de los contenidos. Constato que frente a la perturbacin y el desorden del contenido que [sic] son las pruebas de la mquina; la mquina que nunca para y que cuando para es un desorden y que son lo contrario a las leyes vitales relativas a la persona humana. Esas leyes son la alternativa que permite todos los elementos de diversidad. El edificio de bomberos, las caminatas, la respiracin, la palabra son elementos alternativos y les permiten la excitacin de intenciones; tambin la realizacin, la fatiga y el reposo, el da de descanso, etc. Ustedes tienen all todo un fenmeno que produce una diversidad increble y me permito evocarlo slo para hacerles saber que no tenemos el derecho de crear un nuevo Manhattan y que el contenido, el gran contenido, es la maldicin de las cosas en s mismas. Aadir a esas observaciones sobre la necesidad de la diversidad, una pequea y respetuosa consideracin de orden filosfico: las leyes esenciales. Se trata, entre todas las posibilidades que se ofrecen a nuestra inteligencia, a nuestras sensibilidades, a nuestras sensaciones, de elegir. La eleccin de las leyes esenciales pertenece a aquellos que las resaltan, a aquellos que les dan el valor, que han apreciado las condiciones. Las leyes esenciales han de definirse y, en el Congreso de Atenas de 1933, en el CIAM, yo haba dicho esto: las leyes esenciales son el sol, el espacio, el verde y haba dicho, son los mismos materiales del urbanismo y si ustedes adoptan esta manera de pensar es un

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Le Corbusier, dibujo de los cerros de Bogot en la ltima pgina de un documento que el director del Instituto de Crdito Territorial (ICT) le enva, con fecha 23 de junio de 1947, respecto a unos acuerdos verbales a los que han llegado tras un encuentro en el Hotel Granada. En varias ocasiones Le Corbusier har referencia al esplndido marco natural en que se encuentra construida Bogot. FLC H3-4-319.

Le Corbusier, Manera de pensar el urbanismo, 1946, p. 100. Definicin de los equipamientos de la vivienda procedentes de la unidad de habitacin (designacin de los rganos reconocidos como necesarios): parvulario, jardn infantil, escuelas primarias, casas para jvenes, deporte para infantes, adolescentes y adultos, huertos individuales. FLC.

juicio formidable que podrn hacer a las cosas existentes, y que tiene por efecto la reforma urbana que hay que hacer. Y ac, permtanme ustedes una pequea incidencia. Hace tres das que estoy en su hermoso paisaje y veo, alrededor de la ciudad y a veces desde fuera de la ciudad y en la ciudad antigua, veo aparecer las leyes esenciales, es decir, el sol, el espacio, el verde; la belleza y el esplendor de la naturaleza; los conceptos de la poblacin, que, como ms o me-

nos en casi todos los pases del mundo, ha sido privada por sus instituciones urbanas, totalmente privada, es decir, encerrada, atada, en este caso, sin sol, sin espacio y sin verde. Aqu est la noche; la indicacin de las 24 horas solares nos lleva a pensar en un fenmeno o una regla operativa que es la del urbanismo, de la medida del urbanismo, de los proyectos humanos: es la ley de las 24 horas solares. Esta no es otra que, el sol se levanta cada maana, se acuesta cada noche y durante las 24 horas que determinan esta sucesin

formidable, que es incluso la medida de todos nuestros equipamientos; las horas de luz, las horas de noche. La conclusin que resulta de esta constante es la siguiente: si en el curso de la jornada solar de 24 horas las funciones esenciales no son perfectas, no se resuelven de una manera armoniosa y triunfal, y bajo la amenaza de las satisfaccin de las leyes; pero si en el sentido contrario es tan complicado que provoca sufrimiento, los sufrimientos que condenan las cosas y si esas cosas se repiten todos los das de la vida, sucede entonces una gran condena en torno a los proyectos urbanos. La ley de 24 horas solares es el respeto de la vigilancia, debe ser un tesoro en el espritu del urbanismo y del rgimen que preside los trabajos de urbanismo, puesto que para obligarse a mirar no se puede permitir que exista el ms mnimo error en un plano, en su realizacin; porque el menor error se repetir todos los das y esa repeticin de todos los das crea el bienestar o la molestia de las ciudades y de su poblacin. El concepto previsto ha de realizarse en esta corta y cotidiana medida de 24 horas solares. En lo que he llamado las leyes esenciales, es necesario evocar dos cosas: de una parte, el equipamiento de la vivienda; el equipamiento de las viviendas se ha vuelto en nuestra poca particularmente pequeo. El equipamiento de las viviendas en todas las culturas era admirable, estaba hecho a la medida. Era en general, de una sobriedad enorme porque la vida era simple, pasaba tranquilamente y se hacan menos cosas en la vida; se hacan menos y mejor. Pero ahora nos encontramos con necesidades de tiempo en este periplo diario de 24 horas; y son tantas, que las herramientas domsticas son ms que necesarias. Y para vivir consigo mismo y con su familia, para educar a sus hijos, para vivir finalmente todos los das de la vida, es necesario tener equipamientos que estn en el interior de las viviendas. Y por otro lado, hay que tener cosas muy importantes, que son la extensin de la vivienda. Es decir, desde que la vivienda se vea, debe poder ser utilizada. Un equipamiento y todo lo que hay alrededor de la vida cotidiana, como prolongamiento de la vivienda, es lo que el urbanismo debe poder aportar. Me contento con denunciar, pues no hay mucho, el deporte que debe haber cerca de las casas. Los talleres de jvenes cercanos, para los nios

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desde la edad de tres aos hasta la edad de veinte aos, es su medio ldico y mental. Y estas estrellas [refirindose al dibujo] son todas las unidades que harn parte de la vida cotidiana y de la vida familiar; las escuelas maternales, primarias, los talleres de juventud, que forman la unidad completa alrededor del corazn familiar. Ustedes ven que poco a poco, a medida que enuncio los principios, las reglas aparecen, los elementos aparecen, puesto que son ellos los que ayudarn a constituir la clave del urbanismo. En fin, sobre eso se trata esta investigacin, sobre las leyes esenciales. Esta bsqueda de armona que tiene por objeto no solo pasar los das sin problema, sino por el contrario, crear vidas admirables y demostrar que todas las sociedades pueden hacerlo. Esta investigacin conduce a consecuencias gravsimas y obliga a reexaminar la razn de ser de todas las cosas: las razn de ser de las ciudades, la razn de ser de las aldeas, la razn de ser de las granjas, [de] los campos, la razn de ser de los pueblos, de los puertos, etc. Todo el mundo moderno se encuentra actualmente delante de fenmenos de transporte y de movimiento que ha creado la sociedad moderna. Todo el mundo moderno se encuentra en la obligacin de reconsiderar el estado esencial de la ocupacin de suelo. La palabra es grave, pero el hecho es absoluto. Los pases que tienen una historia y que hacen su historia deberan considerar la ocupacin de su suelo, la cual segua unas leyes que precedan las actuales; leyes que han sido pensadas a partir de los grupos, de los individuos y de las sociedades a lo largo de las rutas; y las rutas, que se han probado y completado cada vez ms a medida del impresionante desarrollo, todo para crear una red de ocupacin particular del suelo. Quiero ahora, retomando una conversacin que tuve ayer con el alcalde, evocar la cuestin de las rutas. Me contento con llamar su atencin sobre esto: lo que hay que hacer y lo que tendremos que hacer es reconsiderar la ocupacin del suelo, en virtud de las rutas disponibles. Las rutas disponibles en los pases del mundo son en general: la ruta de tierra, que es la ms vieja, que es la ruta eterna y que ha cambiado, como les he explicado hace poco; la ruta del agua, que tiene

Le Corbusier, Las cuatro rutas, 1941: Europa y Colombia con su centro, Bogot: un espacio susceptible de ser cruzado por las cuatro rutas. La cuarta ruta, la ruta del aire. Las cuatro rutas: tierra, agua, ferrocarril, aire. FLC.

dos espacios, la ruta de agua al interior y la ruta de agua al exterior, como las de las riveras y los ros, el ocano y el mar; la ruta de hierro, que ha sido una introduccin abrupta a lo largo del siglo XIX y que ha tenido consecuencias fantsticas en el destino de los pases y de las sociedades, y para la alegra de las familias; y por ltimo, la ruta de aire, que nos ha parecido un evento accidental. Les confesar algo ahora mismo: desde el fin de la guerra de 1918, la aviacin se detuvo, los bombardeos que podan hacerse sobre Pars eran amenazadores no es el caso de los americanos, que venan

en grupos de ocho en esta ltima oportunidad, y eso es diferente. Pues bien, habamos dejado los aviones en reposo, hasta que un da, en el diario, puede que en 1921, alguien que haba vaciado su depsito dijo: Con esos aviones podramos volver a fabricar algunos ms, podramos transportar correo e incluso personas. Pues bien, diciendo eso, yo he dicho [que] esa gente debe estar completamente loca; es decir, qu nos vamos a subir a unos aviones para rompernos la cara, para morirnos o incluso para arriesgarnos un poco. Y ahora admito que es un milagro. Les digo que delante de las

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proposiciones nuevas podemos arriesgar todo, aunque nos deshagamos de todo, es un momento honorable. Si pensamos en la ruta del aire, no la veamos desarrollarse. En 1913 asist a la primera grabacin de la ruta del aire: los aviones han permanecido tardes enteras en los campos de flores o entre la hierba, sin atravesar las colinas, cuando eran capaces de subir a cualquier altura; y he visto reuniones con cinco mil y hasta trescientas mil personas que no se han dejado seducir por el avin. Y ahora, el sbado pasado estaba en la noche en Nueva York y el lunes en la maana llegue ac. Es un transporte fantstico.

Hablemos ahora de su pas, aunque tendr la ocasin de hacerlo ms adelante. Hablemos de la ruta del aire, porque veo que su pas tiene condiciones extraordinariamente particulares, curiosas y patticas. Y es que frente a la apertura de la ruta del aire, que comienza hoy en da y que continuar maana, ser necesaria toda una serie de elementos de transporte, los trasatlnticos del aire, es decir, los grandes aviones horizontales y, por otra parte, los helicpteros, que unen la vertical. En su pas habr una seduccin por hacer ensayos con esta innovacin, con esta cuarta ruta. Es ah donde reside uno de los problemas eminentes del urbanismo, esenciales para la autoridad, que tiene el deber de cuidar de eso. Es as como termino mi primera conferencia. As que comienzo la segunda ahora mismo. La segunda es una declaracin de guerra con el seor alcalde y quiero volver a comenzar nuestra discusin, porque haba prometido devolverle los papeles despus de esta conferencia, incluso con una pequea dedicatoria. He escrito ac: Entrevista con el seor alcalde de Bogot, martes 17 de junio de 1947, en la Alcalda. Un homenaje amigable al seor alcalde, Le Corbusier. As que voy a poner los problemas sobre el papel. Aqu est mi primer dibujo. Retomo los efectos de un cncer que no presionar ya ms y es el hecho de comer pan y no conocer la geografa. As que voy a hacer la geografa a la francesa, es decir, sin garanta del Gobierno.1 Estos son los hechos. Con toda modestia y sin pretensiones, Colombia: esto es el golfo del mar Caribe, esto es el Pacfico. Y esto sigue siendo Colombia. Tienen un pequeo punto ac que es Bogot. Bogot se convierte ac en un puerto. Ese puerto est ligado con el mundo por una gran radiacin horizontal y es muy importante saber que su objetivo es convertirse en un puerto. Desde ac, l va a irradiar y a aprovechar este estado de cosas para ir ms all de una topografa increble. En fin, aqu estn los Andes, no s en qu sentido van van por ac. Hay rutas por todo lado, no es cierto? Pues bien, tenemos, antes que nada (djenme completar mi dibujo, haciendo ac un avin). Un avin pasa ac, es el gran avin trasatlntico. Y las cosas por hacer, que se ignoran y que se viven, pueden estar en ese punto de recepcin. Lo que hay

Le Corbusier, primer dibujo hecho durante la conferencia en el Teatro Coln en Bogot, publicado en la revista Proa n.o 8 de agosto de 1947. Proa.

Le Corbusier, segundo dibujo hecho en Bogot en el Teatro Coln, donde sintetiza

la realidad nacional: del burro al avin. Proa n.o 8. Proa.

que mirar es la consideracin de su territorio y los planos para las pequeas concepciones, a travs de un avin que dibujo en pequeo as, en forma de helicptero, que puede hacer de avin vertical. Cierto? Pues ah tienen ustedes cosas nuevas. La nica ruta de la que ustedes disponen ahora ser muy clara, por la ausencia que hay de redes de autorrutas en una topografa que es muy difcil. Les faltan redes en planos bien hechos. Un estudio que intente introducir opciones terrestres, puentes, en esta topografa no tiene sentido, porque la ruta pluvial no representa gran cosa. Ustedes tienen y son probablemente el primer pas que deber tomar en consideracin toda la ruta del aire, recientemente descubierta por la civilizacin. Las rutas estn en ese pequeo dibujo que he hecho rpidamente. Pero he tenido en mi bolsillo, del verano pasado, una carta postal en color con la publicidad de los sitios que yo haba visitado entonces tuve que hablar con un viajero sin consenso y que haba encontrado en el bolsillo del asiento en el que viajaba y que representaban bvedas. Estos son. Ac se ven las distancias, adems de una gran carreta. Una gran carreta con no importa qu en su interior, cosas ordinarias. Ac estn las montaas lejanas, ac est el ro, ac ven un verde o una cantidad de rboles y ac se encuentra de golpe un avin que est puesto all y es as como aparece toda la historia de los tiempos modernos. Ah tienen la historia de la nueva Amrica. La nueva, que se descubre ahora por el avin y que puede tener consecuencias fantsticas. Pero estos no son muy bonitos! En fin, ahora aado un poco de color. Este avin, que permite circular a la gente de calidad, permitir a las mercancas de calidad circular y permitir a los observadores de calidad observar. Es as como se hace el reconocimiento decisivo de las riquezas territoriales a la altura de los hombres, es decir un metro sesenta o bien a la altura del caballo, es decir, dos metros de alto. Les aseguro que ser muy difcil para los exploradores medir con exactitud esta diversidad cuando atraviesen el pas. El avin es una cosa prodigiosa, fantstica. Uno puede leer inmediatamente las cosas. As se ve la manera en que los pueblos son ricos o pobres, con esperanza o sin

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Le Corbusier en Bogot, 1947-1951: Precisiones en torno al Plan Director

Le Corbusier, Los tres establecimientos humanos, 1945: plano de la finca radiante que utiliza para explicar las diferentes partes que conforman la Unidad de Explotacin Agrcola. FLC.

Le Corbusier, Los tres establecimientos humanos, 1945: plano de la ciudad lineal industrial 1.er esquema, una unidad de tamao adecuado. 1. Habitar; 2. trabajar; 3. cultivarse; a) ciudad-jardn horizontal; b) ciudad-jardn vertical; c) las prolongaciones de la vivienda. FLC.

Le Corbusier, Los tres establecimientos humanos, 1945: reagrupamiento en torno a los centros cooperativos. FLC.

esperanza. Todo se descubre en avin. Es una cosa absolutamente nueva. El avin se convierte as mismo en un revelador de la economa nacional de cada pas. Entonces, el problema no seguir siendo, por intermedio de un inventor, la determinacin de cules son las fuentes de un pas, cules son sus razones de ser. Se sabe por qu ha nacido a la vida, cmo se ha desarrollado. Se sabe cules son sus felicidades y sus tristezas, cules son sus ciudades. Pero con el avin se podr descubrir de una mejor manera su futuro. Y en consecuencia, las ciudades se transformarn y se harn otras, como se harn eventualmente equipamientos. Todos los equipamientos podrn crearse.

Entonces podremos ocuparnos de los tres establecimientos humanos. Los escribo ac, los tres establecimientos humanos que son la clave del urbanismo ordenador social por excelencia. Las tres establecimientos humanos son 1. la unidad al detalle, en la escuela; 2. la fabricacin y luego es 3. el sentido o la disposicin, como ustedes quieran. Pues bien, ese plan de estas tres grandes funciones, las actividades para ocuparse, necesita unas herramientas en forma de medios rpidos, en forma de medios de comunicacin que reclamen una sabidura en las decisiones y una especificacin en los valores de cada una de esas cosas. Han visto cmo una vez nos encontramos frente a un gran problema en curso

o comn a muchos pases, por ejemplo, en estos tiempos de grandes dificultades, de incertidumbres, las poblaciones reaccionan casi de manera instintiva y vienen a reagruparse en el centro de las ciudades, y pueden verse los campos vacos por completo. Esta es una de las primeras razones de este agrupamiento. Pero igualmente se tienen los nidos de reserva que siguen el mecanismo moderno, las herramientas de civismo moderno, que han puesto a disposicin los ojos y las orejas del mundo. Ustedes tienen el gramfono, la radio, las revistas, el peridico, tendrn la televisin dentro de poco y todos son elementos formidables de ruptura de la tradicin. Esta ruptura de la tradicin tiene por efecto desorganizar los

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campos. El campo, que alguna vez fue un centro humano, digamos, lo juzgamos con un carcter malvado, sin apreciarlo, porque las personas seguan sus vidas de manera natural; esas personas se encuentran hoy en da privadas y condenadas por los efectos de la ciudad. En todos los pases del mundo, frente a los pueblos del campo hay un verdadero y perpetuo problema, pues si todos los campos se vacan, los pueblos no podrn ser alimentados nunca ms. Y tratndose de prever el regreso a la tierra, como se ha llamado pomposamente, no se trata de hacer un regreso a la tierra. Se trata de volver a introducir en la tierra las poblaciones capaces de respetar, con amor y de una sola vez, y no por un efecto de patetismo que no existe. Cmo obtener este estado de espritu? Creando unidades agrcolas, explotaciones agrcolas que sean de tal naturaleza que las personas estn contentas de comenzar, al menos para Francia, por ejemplo, de comenzar por la discusin que podra resumirse por una simple historia del sombrero de paja contra la belleza de la elegancia, porque la belleza de la elegancia choca con el sombrero de paja y este a su vez molesta a las personas, no quieren ms. Para Francia ya hay un primer problema que es la sequedad de las granjas y la supresin de los gustos. Pero en Suiza tambin hay un gusto de una lengua propia, el gusto de una cocina bien hecha, el gusto de unas excelentes decisiones corporales, de toda una educacin y una formacin por hacer, en la cual las herramientas modernas y las propagandas, la educacin, los libros, las revistas, los peridicos, la radio pueden hacerlo fcilmente, de tal manera que se cree un sentido en la escuela que har pblica esas necesidades y esos beneficios morales, considerables y muy considerables! y que se beneficia, de otro lado, por el agrupamiento de las salas donde estn las mquinas, las mquinas disponibles para aligerar el trabajo humano. As ustedes tienen acontecimientos que pueden producir un efecto natural, como el caso del sentido agrcola, que tiene esta forma celular. Tomemos, por ejemplo, una jornada como la hemos tomado antes y se convertir en grupos as, con los silos y la organizacin del trabajo agrcola. Dentro de esta nueva clula agrcola crearemos por completo ciudades nuevas y sostenibles. Pero ustedes tie-

nen problemas de una importancia considerable. Cmo se crearn esas granjas, esos silos, esas actividades mecnicas, etc., en los campos, donde no hay nada, o mejor, donde ya casi no hay campesinos, o incluso donde an hay un poco de muchas cosas?... Esto nos trae el problema de la renovacin de los campos por la industria, cuyo primer programa ser el de construir por completo todos los elementos de la explotacin agrcola. La granja, la estacin y las viviendas por dentro. He ah el problema que provoca la amplitud de preguntas que genera el urbanismo. Ayer estbamos discutiendo estas cosas. Entonces habamos pasado a otro tipo de ideas, a otra divisin, y es saber que cuando se quiere urbanizar a Pars o Bogot, hay que mirar las fronteras del pas en detalle. He dibujado esto: he dibujado el hexgono francs con Pars ac. Pues bien, cuando se hace un estudio de Pars, hay que tener en cuenta el Havra, hay que tener en cuenta Cherbourg y Brest, hay que tener en cuenta Burdeos, hay que tener en cuenta la ruta islmica, la ruta de Espaa, hay que tener en cuenta Marsella, la ruta de Italia, de Ginebra, etc., puesto que todas esas conexiones ntimas de la ruta de hierro que he evocado al principio tienen por objetivo servir de nudos, servir de centro de las ciudades, y esas ciudades son como una calle. Cuando ustedes dibujan una calle tiene el efecto de rayo alrededor de un nudo y en ese caso, los invito a mover un nudo y vern que no se podr desplazar. Pues bien, quiero demostrar ac una de la reglas que se trata de romper y es la ausencia de consistencia en las ideas urbansticas actuales y que conducen a la siguiente consideracin. Cuando una ciudad es as, no queremos meternos con ella y decidimos comenzar una nueva ciudad en otro lugar. Esto es una falta absolutamente enorme, porque va contra la ley de la calle y contra la ley de la calle expresada por la geografa. Esta primera falta es demostrable tranquilamente. La segunda falta es, una vez se ha hecho la ciudad ac, qu se puede hacer con todo eso? Los que estaban ac irn para all y cuando lleguen all, cuando esta gente est all, todo esto no ser ms que polvo, salvo algunos edificios que sobrevivirn. Entonces habr que vaciarla y demolerla por completo. Ese

terreno que haban buscado en un nuevo sitio es el mismo que encuentran en el anterior, no hay mucho por hacer. Lo que hay que hacer es quedarse en la ciudad. Quedarse en la ciudad es una de las reglas que podemos afirmar hoy en da, a favor del espritu; irse de la ciudad es una falta de coraje de los que tienen la responsabilidad y que conducen a las personas, dirigindolas de izquierda a derecha en el mundo entero. Les he mostrado que en Pars, el alcalde y las comunas perifricas han desarrollado fronteras comunes a largo plazo. As, el propio Pars llegar a ser [piensa sobre el dibujo] Aqu esta la curva del Sena, esta es la ciudad, aqu est el Sena, marquemos esto y lo otro. Pues todo ese trabajo que se ha hecho en Pars no podr continuarse si no se consideran las rutas que llegan ac, que llegan por ac y por lo tanto, viendo todo lo que llega, llevarse su ciudad, evadirse; no se puede hacer eso. El problema, por ejemplo, es de una violencia impresionante en Manhattan, en Nueva York, donde ustedes tienen una ciudad: [sobre el dibujo] esta es, que toma esto y que es una red extraordinaria de ciudades panormicas, pero con una red cortada. Este pueblo no es como cualquier otro. Se le reclaman muchas cosas. Yo lo veo como un milagro. Actualmente estn en ese estado, lamentable, porque las dimensiones son realmente pequeas. Aqu est la ciudad, que se ha vuelto imposible de vivir. Los neoyorquinos no se sentan bien, as que se han ido de Manhattan hacia una regin que est a 100 kilmetros alrededor de la ciudad y hacen el viaje cada da. Si los responsables pblicos quisieran comenzar a ver sus tareas, es ah donde est el trabajo, donde tienen que hacer un milagro. Y, segn el dibujo de la primera pgina, los convencer de que es ac que, cuando se trata de una esttica, hay muchas cosas por hacer. Incluso una ciudad verde, como me gustara mostrarles, en la que las condiciones podran ser admirables y en la que hay lugar para seis millones de habitantes. Por lo tanto, hay que saber satisfacerse teniendo seis millones de habitantes en este lugar que hoy en da es accesible y que funciona normalmente, y no evadirse a una centena de kilmetros, all donde actualmente no hay sino colinas. As que el trabajo

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Le Corbusier en Bogot, 1947-1951: Precisiones en torno al Plan Director

Le Corbusier, La casa de los hombres, 1942, p. 55: En Amrica, todo absorbido por el inters de un juego ciego, uno se da cuenta de que el rbol fue plantado al revs: con las races al aire. / Y la vida en Estados Unidos ha tomado formas alucinantes: los rascacielos demasiado pequeos y apretados de Manhattan y las ciudades-jardn extendidas inmensamente en un dimetro de 100 kilmetros alrededor de Nueva York o de Chicago. La jornada solar desarticulada. / La ilusin de las ciudades-jardn. Manifestacin primaria de un maquinismo brbaro y destinado a desaparecer ante una reforma de envergadura. FLC.

Le Corbusier, La casa de los hombres, 1942, p. 93: En plena ciudad de negocios, donde pueden erigirse rascacielos, la ciudad sin embargo permanece verde, los arboles son reyes; los hombres bajo su proteccin viven en la gida de la proporcin; la relacin naturaleza hombre es restablecida. FLC.

Detalle de uno de los dibujos hechos por Le Corbusier durante las conferencias en Bogot, publicados en la revista Proa n.o 8, en el cual aparece un trozo de la planta del centro de la ciudad y algunos otros datos que parecieran coincidir con el momento en el que est explicando cmo hacer que los ncleos antiguos de las ciudades se irriguen con un nuevo sistema de vas. Proa.

de Manhattan es [un trabajo] anlogo al que he evocado: una Manhattan que est hecha de pequeas casas de dos o tres plantas y de golpe unos rascacielos de 40 o 50 plantas, delgaditos, con los castillos de la Loire en el remate. Pero el nmero de rascacielos es muy grande y su ndice de ocupacin es mnimo. Cuando uno ve algunos lugares, uno podra, con edificios bien concebidos, llegar a agrupar las superficies de vivienda y de trabajo de tal manera que se puede crear una ciudad verde. As que actualmente la coyuntura es tal en Manhattan que los trabajos en los cuales me ocupar parcialmente, las Naciones Unidas, podrn, en un sitio dado, crear un punto de partida de todo lo que trato de desarrollar ac y que estoy obligado a dejar regularmente, y dar eventualmente un punto de partida. Ahora la transformacin de la ciudad se har de tal manera que el milagro se pueda cumplir. Podra decir que nuestros planos estn lo suficientemente avanzados para que me sea permitido afirmarles que esas cosas son reales, que son posibles, y que la milagrosa aparicin de una vida urbana puede hacerse sobre el terreno antiguo de las ciudades. La cosa aplicada, por ejemplo, para Pars es la siguiente: delante de esas llegadas se puede tener una entrada rpida de las rutas. Se puede entonces, con inteligencia, crear una red de trfico y de penetracin rpida grandiosa. As, [refirindose al dibujo], ustedes podrn crear en una ciudad antigua una irrigacin nueva que es necesaria para el Estado moderno con sus nuevas velocidades, con su velocidad a treinta kilmetros por hora o ms. As, en una ciudad tan bella como Pars, ustedes podrn conservar todas las bellezas, todas las obras maestras. Se podr conservar todo el pasado parisino, todo ese pasado ac se convertir en un acto magnfico. No hay razn alguna para no preservar a las personas de corazn que aman esas cosas, porque la nueva ciudad reclama el espacio de los tugurios. Actualmente la valorizacin puede hacerse perfectamente dentro de la ciudad y no por una fuga a los alrededores de la ciudad, en las ciudades satlite: son torturas que vuelven la vida de los habitantes imposible e incluso, el reino de la ciudad imposible. Para finalizar, llegamos al final con una palabra esencial que est en la boca de todas las personas que no han reflexionado

El urbanismo como ordenador social | Le Corbusier

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Le Corbusier, Manera de pensar el urbanismo, 1946, p. 74: ruta de vehculos ruta de peatones. FLC.

sobre los problemas del urbanismo. Es el problema de la extensin de las calles, por el cual se quiere resolver todos los problemas del urbanismo. Quiero mostrarles de una manera rpida que la extensin de calles es una cosa completamente errnea. Para finalizar esta presentacin con ustedes, creo que se debe hablar ms de las condiciones constitutivas del urbanismo, as que retomo mi dibujito, ac estoy yo siempre con el alcalde de Bogot. Esta es mi casita. Aqu est la calle; se habl de demoler, de extender la calle. Por lo tanto, se demuele esto. Entonces, qu vamos a hacer? Vamos a hacer sobre esta calle, que extenderemos, una calle de edificios, un vecindario de grandes torres. Hacemos esto con las circulaciones, as que hemos perdido dos calles. Esas calles son [calles] pequeitas, no se vive ya all, aunque muy a me-

nudo, en las grandes ciudades, estas calles son adorables. En Pars tenemos las calles del Barrio Latino, la orilla izquierda y la orilla derecha del Sena. Aqu ustedes tienen algunas calles que no merecen ser demolidas, pueden ser perfectamente conservadas. Ac ustedes las demuelen, demuelen el pasado, todos los desechos del pasado, y las restituyen por una calle ms grande. Luego, una vez han conservado su calle actual, nunca encontrarn tanto encanto. He aqu una caminata cualquiera, hay que conservarla. Y quiero cortar en sentido transversal, no importa dnde, y ah quiero hacer una concesin importante, con las alimentaciones de los andenes, los carros desaparecen, se localizan en altura o en el subsuelo, y los peatones que van al parque esperan ac Y he creado un nuevo estado de vida. Cmo empieza ese fenmeno? En ese caso, ac estn las calles y pongo una calle que era como as, y meto una calle para generalizar el cdigo y la localizo exclusivamente, como esta. Y entonces la destruyo y la restablezco ac, y todo esto permanece en tugurio o una explanada, o sin inters. Pero si mejor corto por ac, por una parte que tiene otros ancestros diferentes a la vieja calle, pero que trata de establecer un gran circuito, podra, segn las leyes que he explicado: csmicas, naturales, sol, etc., poner los edificios, a partir de la actividad de la orientacin, de la forma justa. Y puedo crear ac, como en todas partes, llegar a tener una densidad suficiente y luego conservar ac la belleza de las calles antiguas; los carros pasarn sobre lo que slo un camino de carros puede establecer: una autorruta; y ac los peatones encontrarn un camino de peatones para ir por una calle separada, edificio a edificio y podrn encontrarse incluso en la vieja calle histrica que estar ac. Ustedes ven los beneficios que tengo? He creado realmente un beneficio urbano considerable. He creado, resumido en un dibujo un poco ms especfico que es este y en el que las nuevas condiciones que he evocado a lo largo de esta presentacin, el helicptero, avin, etc., o las rutas de hierro, estos medios nos pueden llevar a decir: necesito una ruta de hierro y una ruta de automviles como esta y otra como esta. Luego, tengo necesidad de las viejas calles espaolas, no las dibujo ac en este corte para no perder la visin directa. Pero esta parte sera como esta otra,

con sus casas conservadas ac. Aqu estn los caminos, los viejos caones, esos son vuelvo a mi primera definicin, el camino de los asnos del cual he hablado, que son tan graciosos, que son, ms all de Nueva York, son la calle SaintJacques en Pars, el Faubourg Saint-Honor, el Faubourg Saint-Antoine; en todas las calles del mundo hay caminos de asnos, un camino predestinado en la topografa de la ciudad. Despus yo podra dibujar lo que constituye la verdadera reforma de la arquitectura moderna: la de los edificios que se orientan bajo el sol, las leyes csmicas, los edificios, sea de esta forma, sea de esta otra, sean como aquellos; as no me preocupo de alinearlos sobre la calle o si no, los pongo en forma de redent,2 como este otro. Los caminos de peatones sern para ir de un lado a otro, para llegar directamente a la puerta de los edificios, en dnde el nico objetivo es la exposicin directa del peatn, y la ciudad se cubre de verde por todas partes. Termino poniendo de acuerdo a todo el mundo y las finanzas, acompaadas por esa palabra, valorizacin, porque que he propuesto un plan para seiscientos habitantes diciendo con esto ah tienen! As es como hago el presupuesto para la ciudad antigua, en donde el tiempo pasa an ms rpido, y trato de mostrarles o de dejarles una trampa, un testigo de las ideas que se han desarrollado en el mundo desde hace mucho tiempo. Pues bien, terminemos con esto: cules son los elementos del urbanismo? Extender las calles? Ustedes han visto que extender las calles no nos conduce a nada. He comenzado por tomar palabras que vienen del pasado. No quiero ser el negador o el deformador del pasado. Mi formacin ha sido hecha a partir de viajes a travs del mundo y de admiracin de las cosas del pasado [] [La cinta se corta]. Y luego, el objetivo cvico... El civismo es la clave de la urbanizacin, de la aglomeracin. El civismo ha de evocarse en la fundacin del grupo constitucional, con la catedral, el Parlamento, el foro, etc. Y vuelvo a decir: esto es lo que todas

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Le Corbusier en Bogot, 1947-1951: Precisiones en torno al Plan Director

las ciudades del mundo necesitan, necesitan un lugar donde estn los centros, las fortalezas civiles; donde estn los centros religiosos, donde estn los centros, los teatros, lo que he llamado los teatros espontneos, porque creo que nuestra civilizacin va a crear con sus fuentes unas posibilidades de vida extremadamente atractivas, manifestaciones que esperan eso, las artes espontneas, que al lado del teatro tradicional sern muy interesantes. Y los talleres de jvenes, que es una de la tareas de las que ms tenemos necesidad en la sociedad actual. Por talleres de jvenes quiero decir los dispositivos que se organizan en medio de esas unidades de habitacin para que tomen los locales, acojan jvenes de 4 aos, de 6 aos, de 10 aos, 14 aos, 16 aos, toda clase de ocupacin magnfica que les dar la cultura necesaria, la fuerza necesaria y les formar el carcter. Esto es un gran programa de educacin bien delimitado y posible de realizar. El tiempo cvico, el civismo aparecer en la ciudad como una de las condiciones esenciales. Luego tendremos los negocios. Los negocios, que tienen el inters de reagrupar para ganar tiempo, para el bienestar. Para dramatizar la situacin: la demostracin se ha hecho en los centros de negocios, de los cuales hay ejemplos formidables, como en Nueva York, en el Rockefeller, donde cuarenta y cinco mil empleados trabajan en condiciones casi perfectas. Tienen problemas por culpa del calor, porque no se ha hecho lo necesario hasta ahora. En fin, hay cuarenta y cinco mil empleados que son o que representan un fenmeno social ms importante que cuando se est en la calle, donde todo brilla por el sol. Pues bien, ustedes tienen en esa calle una especie de orden en la que ninguna persona se parece a la otra. Es impresionante. Es el resultado de una cifra impresionante: hay gente que trabaja en esas condiciones organizadas, modernas y dignas, puesto que el agrupamiento de la organizacin se permite dar y abordar toda clase de cosas, y ustedes ven una poblacin formarse, que espera calificarse, una poblacin hecha por el progreso y el urbanismo llegada de la agencia de los Rockefeller. Luego ustedes tienen los negocios, entre los que se cuenta la administracin de la ciudad, con una capital que es la administracin del gobierno. Luego tienen la adminis-

Le Corbusier, dibujo del centro de Bogot, donde aparecen los cerros y la Catedral, acompaados por edificios lecorbuserianos, a la manera del Centro Cvico de Saint-Di. Proa.

tracin municipal, los hoteles. Los hoteles juegan un papel capital, muy importante ahora sobre todo para una ciudad en la cual he hablado del futuro, gracias a la aviacin. Ustedes saben que yo soy un gran viajero. Yo s lo que es viajar y sobre todo, lo que significa no encontrar hoteles donde se llega. Es estresante porque el hombrecito perdido en el fin del avin, al final del trasatlntico, lejos de la tierra prometida, lejos de todos es un hombre miserable si no encuentra su sombrero.3 Y entonces, para finalizar, la cosa gubernamental para una capital debe manifestarse en ciertos equipamientos, especficamente prcticos y especficamente representativos. Ustedes han visto que estamos lejos de pensar en extender las calles. Estamos creando, sugiriendo organismos eminentes y sin cesar, constitutivos de una ciudad, de una vida urbana. As que esos elementos son identificables, son todos dignos de magnificencia, son todos capaces de aportar, han coordinado la grandeza, la majestuosidad, el esplendor de una ciudad que parece bien ordenada. Aportarn la economa, la eficiencia y luego los problemas de distancia, los pro-

blemas de leyes naturales por respetar, los inconscientes, la biologa por respetar, sern satisfechos. As ustedes tendrn una poblacin que se sentir equipada moralmente y que se convertir en una poblacin de civismo grandioso y que recordar lo que he dicho hace poco, de decirle al mundo o de sobresalir en el mundo. Por qu no Bogot?

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N. del T. Sans garantie du gouvernement (SGDG) es una frase popular francesa que en este caso significa que Le Corbusier no est muy seguro de lo que va a dibujar. N. del T. Redent: n. m. 1611 de re et dent. Arts. Ornement gothique form dune serie de coupures en forme de dents. Ornamento gtico formado de una serie de cortes en forma de dientes. Le Nouveau Petit Robert, Dictionnaire de la langue franaise, 1993. Las traducciones espaolas lo llaman rediente. Son las barras de edificios que se doblan a 90, siguiendo los puntos cardinales. N. del T. Hemos traducido literalmente chapeau por sombrero, aunque la idea es hablar de un abrigo.

El urbanismo como ordenador social | Le Corbusier

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Le Corbusier, proyecto para la sede de las Naciones Unidas en Nueva York (1947): maqueta del conjunto. FLC.

Despus de la primera conferencia que dicta Le Corbusier en el Teatro Coln, un peridico local publica este artculo, titulado Que Bogot se est demoliendo mal, insinu anoche Le Corbusier. Este titular muestra cmo, a pesar de la poca informacin que existe sobre el tema, Le Corbusier efectivamente conoci la situacin en la que qued el centro de Bogot tras los sucesos del 9 de abril de 1948. FLC X1-15-134.

Segunda conferencia Jueves 20 de junio de 1947 [] Ac estn las personas del anfiteatro, donde pueden encontrarse, por ejemplo, aun hoy en da se puede tener hasta catorce mil auditores cubiertos, y eso es poco con respecto a las cantidades que cubre la sala, que ocupa la sala. Estos son unos vitrales, la mayora de ellos de cerca de cuatrocientos aos, todava disponibles en la arquitectura moderna. Estas son parbolas de cemento armado, que nos ofrecen cosas de una cierta calidad. He aqu, por ejemplo, otra forma que es esta: la hemos conseguido en Nueva York para el secretariado de las Naciones Unidas. Con esto, ustedes tienen una armadura de objetivos, que se fuerza sobre las columnas; una plataforma de servicios as. Tienen una armadura que marca otra columna, as lo dispondrn en los inmensos volmenes que pueden rpidamente servir de ventanas y bahas, de tal

manera que se genera esto: una forma de un efecto impredecible, en donde el exterior servir de ventana al aire libre, con los jardines ac, mientras que el sol, que esta por ac, acoge las cosas. Ustedes tienen toda una serie de cosas nuevas. Luego, por la conclusin de esas formas que, como lo vern, vienen de dentro hacia fuera y son especies de organismos que nacen segn las necesidades de las funciones interiores, yo podra terminar mi dibujo, representando una imagen verdaderamente caracterstica de los objetivos de las tcnicas modernas, de los elementos arquitectnicos disponibles para el urbanismo de las ciudades. Pueden explicarse, por ejemplo, as: he aqu el cuerpo de un edificio como el que acabo de dibujar, como ese de abajo, por ejemplo; y aqu otros ms, en ese sentido, por razones de orientacin o de normas en Francia o en cualquier parte. He aqu, por ejemplo, un gran edificio como este, en planta. Aqu tambin tienen otra forma posible de edificio, que est dada

por las condiciones de sol, de insolacin, de resistencia a los vientos, etc. Y luego, aqu finalmente, otra forma capaz de responder a las necesidades, en redent. Esas formas que ustedes ven ac son lo suficientemente fuertes. Actualmente el diccionario de urbanismo y de la arquitectura habla de una nueva arquitectura que, viniendo desde el interior hacia el exterior, tiene por efecto la creacin de organismos, yo los he estudiado en plan, y por ende de seres verdaderamente vivos, de seres biolgicos, los cuales vienen a situarse sobre cualquier terreno para estar rodeados de lo que ustedes quieran, es decir, de verde y de paisajes de este tipo, y permitirn a las comunicaciones de automviles o de transportes rpidos pasar por donde queramos; y a las comunicaciones peatonales, continuar los caminos ms pequeos. Y ustedes entendern el bien que se le ha hecho al urbanismo moderno por los vacos que se han dejado entre las columnas.

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Le Corbusier en Bogot, 1947-1951: Precisiones en torno al Plan Director

Termino este dibujo dando la expresin rpida a esos planos, en los que se pueden permitir edificios como estos, se pueden ver otros grandes edificios como este, y no habr sino eso. Ac y ac desplazamos [durante un largo silencio, Le Corbusier parece concentrado en el dibujo]. Entonces termino mi dibujo y muy rpido ustedes se dan cuenta. Estas son partes finalizadas empleando diversas modalidades de fachadas. Y luego es difcil tener La naturaleza entrando alrededor de todos estos elementos. Mucho ruido [en el dibujo] pero bueno. Lo que les digo es de buena voluntad, con amabilidad. Ustedes vern seguramente alguna cosa. Les pido distancia porque yo no me doy cuenta. Esto no es muy bonito, pero bueno. Ustedes estn enfrente de una arquitectura de volmenes que viene del interior al exterior y que se localiza en la naturaleza y que produce una biologa de las ciudades completamente nueva. Lo que ustedes ven es la evolucin de una construccin antigua: las construcciones nuevas, la consecuencia de las formas, la consecuencia del revestimiento. Estamos ahora delante de unas necesidades de clima, segn en donde estemos, adaptndonos a un sol ms o menos amigable o enemigo. Quiero mostrarles lo que el sol hace y sus consecuencias [cambia de pgina]. Ustedes vieron que la construccin moderna permita, si se quiere nada nos obliga permita realizar los edificios con los muros enteramente abiertos, capaces de dejar entrar los rayos luminosos y de explotar as en el interior todos los beneficios de la luz, sea para los locales de trabajo, sea para los locales de habitacin. Ahora se trata de evitar esta luz que sale del sol, que est presente en invierno y que se vuelve dramtica en verano, incluso en los lugares ms srdidos de Pars. Pues delante de una evidencia tal como la entrada posible de luz, hemos tenido que admitir o las buenas cosas o renunciar a tanto vidrio y tanta luz, y eso es una lstima, es un crimen contra el progreso. O bien podamos permanecer positivos y permitir la entrada de toda la luz favorable en invierno y toda la sombra favorable en verano. Y bien, todo esto, refirindose a las leyes del sol, es fcil hacerlo de una manera simple. El objetivo es este: la cota del sol en invierno y la cota del sol en verano. Esas dos cotas nos darn la solucin que necesitamos. Sol de invierno,

En varias ocasiones, desde cuando Le Corbusier explica los Cinco puntos de la Arquitectura moderna, hace referencia a la serie de dibujos que muestran la ventana en la historia (figs. 1-7). Para explicar el brise-soleil, utiliza una y otra vez las figs. 8-15. Ver uvre Complte, volumen 4, p. 104. FLC.

Segunda conferencia | Le Corbusier

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sol de verano. Al retomar nuestros edificios sobre su esqueleto, lo que tambin nos permite introducir el sol es poner agua delante, con un dispositivo que ustedes tienen y veo que es an ms luminoso, puesto que los rayos horizontales del invierno permitirn al sol entrar hasta lo ms profundo de las piezas, y ver que los rayos casi verticales del verano provocarn sombra Y pongamos los locales al abrigo, con ese brise-soleil,1 metamos los locales al abrigo y en lo ms profundo del armazn. Cul es la consecuencia de esta posibilidad? Puede que desde el punto de vista de la esttica arquitectnica, un elemento enteramente nuevo. De hecho, la gran consecuencia que quiero mostrarles es que los principios de la ventanita, pequea en el muro, pequea en tradicin, no pueden subsistir y creo que los arquitectos han superado este problema desde hace mucho tiempo. Desde hace treinta aos he seguido poco a poco la pista, para saber cmo se podan enfrentar las consecuencias del crecimiento y la simplificacin de las formas dadas por la construccin y las necesidades del urbanismo, y cmo se poda llegar a crear una arquitectura que permitiera la realizacin y la diversidad de formas. Aqu estn dibujadas las consecuencias de lo que acabo de explicar. Dentro de la pieza, ustedes pueden obtener una de las tramas, esos brise-soleils, de la manera ms grande. Ustedes podrn ver desde el exterior la proyeccin de las pantallas horizontales y verticales, sobre las formas ms recientes de una logia, que reencuentra las formas antiguas.2 Y ustedes se darn cuenta rpidamente, cuando termine mi dibujo. He aqu un vitral que viene a meterse delante. Imaginen ahora ac, en el suelo, locales con oficinas y viviendas, cuantas quieran. Para hacer comprender mi dibujo, me gustara dibujar las sombras necesarias: las sombras de los edificios estn aqu abajo, bajo el brise-soleil y nosotros hemos hecho techos y paredes verticales, logias y balcones. Y bueno, para terminar el dibujo no puedo, incluso si esto les gusta pues ese es justamente el problema no hay crayones claros en Bogot! No se tiene el material necesario para hacer una conferencia interesante! Bueno. Supongan que hay un horizonte monta-

oso de mar y se darn cuenta inmediatamente de lo que significa el brise-soleil. Pues ese brise-soleil ha sido objeto de grandes evoluciones en nuestras investigaciones, desde 1933, desde hace 17 aos, no desde 1932, o sea, 15 aos, para llegar al final a una cosa que es el principio mismo de la arquitectura y es cualquier local humano precedido de su logia, y ustedes encontrarn eso en cualquier proyecto de arquitectura; los hay en las rutas de Bogot, hay incluso en las rutas de Asia, a lo largo de las rutas de Europa, a lo largo de las rutas de frica, siempre por todo lado. Y entonces eso nos permitir aplicarlo a ms edificios. Por ejemplo, uno lo suficientemente grande como el de Nueva York, que acabamos de explicar, para las Naciones Unidas, en donde ustedes tienen un edificio de sesenta metros de largo, que ser dividido, que tendr oficinas, que tendr escritorios, y por lo tanto estar hecho de superficies vidriadas. Esas superficies vidriadas se volvern trridas, como lo son actualmente en Nueva York, y en consecuencia, inhabitables. Pero gracias a esos brise-soleils que debern colocarse delante de las superficies vidriadas, podremos adquirir una textura de fachadas que reemplazar el dibujo que les he mostrado al principio y que era el objetivo del contenido de un muro perforado por ventanas y que permitir, por ejemplo ac, instalar una red como esa de antes, una red creada con un sentido [Alguien lo interrumpe Corte de la cinta]. En fin, hay muchos proyectos por hacer y por representar, y poco a poco le he dado una nueva actitud estndar a la arquitectura actual, a los materiales presentes, a los verdaderos factores de la sensacin arquitectnica, los dibujos con esas bsquedas de la luz, del espacio, de las formas que se pueden encontrar. Otra consecuencia que podemos tener de esta naturaleza son los factores tcnicos, los factores de tecnicidad, adems de la carpintera metlica y de las leyes de la madera, digamos que buscamos las soluciones. Hemos fijado una manera de hacer la ciudad y hemos encontrado una nueva expresin, que es al final la misma cosa para el mismo clima, pero bajo la forma moderna.

As es que quiero mostrarles un factor diferente que ha aparecido por una suma de circunstancias o de obligaciones diversas. Esta es una casa que ha sido hecha con todo el recorte de obligaciones que les he contado hace poco. Describir antes que nada la casa y luego la explicaremos [empieza a dibujar en silencio]. Y pongo en el interior lo que representa la mampostera, esto es una estructura de madera, y ahora dibujo el aspecto de esta combinacin. Es cierto que uno hace acrobacias! Se ha concebido as: una superficie de piedra, esta parte de mampostera ordinaria y as como estas otras, del otro lado, todo es abierto gracias a la estructura de madera. La piedra, ac y la madera, ac. La piedra, como esta y los muros en mampostera, a la vista. Vamos a terminar el dibujo y ustedes vern esto. Ac ustedes estaban en la sombra, dibujemos los planos ac, por ac est el mar y el concreto, por ac. Quiero explicarles las reglas de la arquitectura, el porqu de esta esttica que ha nacido de esta manera. He aqu una casa, en principio en hormign, en estado vegetal, con diversas disposiciones. Pero esta casa tena un problema de terreno. Ese problema de terreno era el siguiente: no haba dinero para construirla, o al menos no mucho. Haba tan poco dinero que el propietario no poda permitirle a su arquitecto venir a visitar la obra y supervisar la construccin. En esas condiciones, tenamos que crear en la construccin un seguimiento del terreno que permitiera la realizacin de los trabajos y simplificar la mano de obra de la siguiente manera: que los trabajos no se mezclaran, aunque tuvieran que venir hasta el borde del mar, lejos de todo. As que los trabajadores deban venir los unos despus de los otros, para que cada uno hiciera su trabajo y despus se marchara. As fue como los obreros comenzaron los muros que ustedes ven, los carpinteros venan luego y luego venan los que rellenaban. Tena que disear los detalles. Y ustedes ven que, bajo una estrechez de dinero como esta, es posible encontrar una expresin arquitectnica muy interesante y es posible gracias al hecho de habernos puesto a estudiar cmo funciona la construccin. He aqu uno de los problemas a los que se enfrenta constantemente el arquitecto.

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Les quiero mostrar los problemas que he tenido en ese dominio. He podido crear para Alger una composicin de orden folclrico, que es interesante en un periodo en el que el folclor era honorable y era peligroso hacer otras cosas, y yo he sido acusado de ser incapaz de hacer algo as; de ser incapaz de comprender la belleza de las cosas populares. Ustedes vern cmo, al contrario, cuando hay condiciones incluso desfavorables, se puede llegar a hacer de la arquitectura una cosa con grandes efectos y objetivos. Se trataba de un paisaje al borde del mar, muy lejos de todo sector habitado y durante la guerra, al principio de la guerra loca, de hacer un dominio para un propietario que cultivaba legumbres y frutas frescas en el borde del Mediterrneo, a sesenta kilmetros de Alger. En ese momento solo disponamos de obreros y carpinteros poco calificados. La nica construccin posible era esta. Los pilares de mampostera como estos, y a los pilares debamos atar, con un poco de bricolaje, las planchas de madera y en el suelo con estas piedras portantes y ac la posibilidad de hacer en madera los detalles para rellenar esa parte de la obra como quisiramos y con los detalles que quisiramos. Como vern, tenamos que hacer muy pocas cosas con la posibilidad de hacer muchas combinaciones y ustedes vern cmo la falta de dinero puede conducir, al contrario, a la riqueza arquitectnica. En ese estado de cosas, he hecho cosas extraordinarias. Pero tratemos de ver cules son los resultados a los que este tipo de procedimientos puede llevarnos. Este es el sitio: primero que todo, es una montaa muy conocida, que se llama La Chenoua, en frica del Norte, cerca de una antigua colonia. El terreno estaba sobre una especie de pavimento y con un posible aterrazamiento, y estas preparaciones que ustedes tienen ac pueden expresar las maneras diversas que quiero mostrarles. Podremos Estas son las bvedas, estos los pilares, en piedra o en mampostera aparente, en mampostera ordinaria. Muestro la mampostera aparente ac y luego la misma cosa en el otro sentido, como esta, y estoy explicando combinados la unidad arquitectnica y el paisaje, los dos, debiendo hacer, desde mi punto de vista, una entidad indisoluble. El paisaje es uno de los elementos constitutivos de la arquitectura y puede

generarse as, en descenso, para localizar las cosas. Estos son los elementos arquitectnicos de la bveda. Esto es una bveda y con esto podemos comenzar a componer grandes arquitecturas y miren cmo! Ustedes han notado que he dibujado un pilar estrecho... uno, dos, otro ac. Pues bien, con esta combinacin quiero tratar de mostrarles la propiedad que comienza con un gran muro de cerramiento, puesto que estamos lejos de todo, en medio de las zonas amenazadas por los roedores y los ladrones. Y aqu, all, dibujo, antes que nada, el mar. Quiero dibujar, puede que en rojo quiero adoptar un orden de una simplicid