lcde121 - glenn parrish - ejercito secreto

7/17/2019 LCDE121 - Glenn Parrish - Ejercito Secreto

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ULTIMAS OBRAS PUBLICADAS

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EN ESTA COLECCIN

116 - Los hibernados -Adam Surray117 - El buscador de energa -Glenn Parrish118 - Decisin y audacia -J. Chandley119 - Octopus -Curtis Garland120 - El monolito -Marcus Sidreo

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GLENN PARRISH

EJRCITO

SECRETOLA CONQUISTA DEL ESPACIO n. 121

Publicacin semanal.Aparece los VIERNES.

EDITORIAL BRUGUERA, S. A.BARCELONA - BOGOTA - BUENOS AIRES - CARACAS - MEXICO

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Depsito legal: B. 43.611 1972

Impreso en Espaa - Printed in Spain

1. edicin: diciembre, 1972

GLENN PARRISH - 1972texto

ANTONIO BERNAL - 1972cubierta

Concedidos derechos exclusivos a favorde EDITORIAL BRUGUERA, S. A.Mora la Nueva, 2. Barcelona (Espaa)

Impreso en los Talleres Grficos de Editorial Bruguera, S.A. Mora laNueva, 2 - Barcelona 1972

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CAPTULO PRIMERO

El hombre corra que se las pelaba, frase con la que se quiere

indicar la velocidad a la que se movan sus piernas. En s, noresultaba demasiado extrao que corriese, sino el aspecto queofreca.Una pareja de paseantes, un matrimonio ya de media edad, se

cruzaron con el corredor.La mujer se escandaliz:Qu vergenza! Nunca se haba visto una cosa semejante.

Pero, qu hacen las patrullas de polica cuando permiten

espectculos tan inmorales?El esposo sonri comprensivamente. No dijo nada, pero, en su

fuero interno pens en el marido burlado que haba obligado aescapar a aquel joven como naci, aunque, por fortuna, habindoledado tiempo para llevarse las ropas bajo el brazo.Jack Rivn no oy el anterior comentario. Toda su atencinestaba centrada en escapar de sus perseguidores.

De pronto oy sus voces:Por all va!Aprisa, aprisa!Hemos de darle alcance, maldito canalla...Rivn pens que los otros corran ms que l, sin duda porque

la clera era un poderoso estmulo para los msculos de suspiernas. Recordando que haba visto una escopeta en manos de unode sus perseguidores, aceler el paso todava ms, a la vez que

buscaba algn lugar donde refugiarse mientras pasaba el chubascoque, si ahora era slo de voces, amenazaba convertirse en vendavalde antiguos pero todava eficaces perdigones.De repente, vio un frondoso jardn a su alcance. Sin pensrselo

dos veces, salt la pequea valla que lo enmarcaba y corriagachado en busca de algn macizo que le permitiese ocultarse ydespistar as a sus perseguidores.Haba una casa en el jardn, en la que se vean algunas ventanas

encendidas. Rivn se acerc cautelosamente al edificio,

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parecindole que las voces de sus perseguidores se distanciaban,cosa que le satisfizo y calm considerablemente.En la oscuridad se acerc a una de las ventanas y desde all

contempl lo que pareca un fantstico laboratorio de fsica. Habagran cantidad de aparatos de todas clases, algunos de gran tamao,pero todos ellos, o la mayora al menos, le resultaban desconocidos.El espectculo le fascin hasta hacerle olvidar sus problemas.

De repente, cuando ms entretenido se hallaba contemplando elinterior del laboratorio, oy a su izquierda una voz amenazadora:Ser mejor que levante las manos o le pegar un tiro.

* * *Rivn obedeci en el acto. La intimacin le haba asustado,

pero, en cierto modo, no senta demasiado miedo. Aquella voz nocorresponda a ninguno de sus furiosos perseguidores.La luz de una poderosa linterna cay sobre su cara y pecho. El

hombre dijo:Vulvase.

Rivn lo hizo as. La luz de la lmpara le deslumbr,obligndole a parpadear varias veces.De pronto, son una exclamacin:Mil diablos! Pero si es...!Y a continuacin, Rivn oy una atronadora carcajada.Tiene gracia, pero que muchsima gracia... rea el hombre

que le haba amenazado momentos antes. Oh, esto es paradesternillarse de risa... Qu diran algunos si pudieran ver al

notable ingeniero fsico Jack Rivn vestido como nuestro primerpadre Adn?Oiga, es que me conoce usted? pregunt Rivn,

desconcertado por la estruendosa hilaridad del desconocido.Pues claro que te conozco! Y t tambin me conoces a m,

Jack! O ya no te acuerdas de tu profesor, Edmund Warnoz?Rayos! jur el joven. Usted... vive aqu?

As es, muchacho. Pero, dime, qu te pasa? Por qu estsdesnudo? De qu alcoba conyugal has tenido que salir disparado?

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Rivn emiti un gruido de malhumor. La hilaridad de Warnozle sacaba de quicio.No estaba casada, pero su padre y sus hermanos queran

llenarme el cuerpo de perdigones, si no me casaba con ella. Y comovi que se trataba de una trampa que me haban tendido, salcorriendo, eso es todo.Hum! dijo Warnoz. Una familia que quiere vindicar el

honor ofendido. Sicilianos, seguro.Qu sicilianos ni qu...! Lo crea usted o no, y hablen lo que

hablen de la flema escandinava, son noruegos.En el siglo XXII! suspir Warnoz. La verdad es que hay

gente para todo, Jack. Pero vstete o pillars una pulmona. El sudorse te empieza a secar sobre la piel y eso no es bueno a lamedianoche, ni aunque estemos llegando ya al verano.S, profesor.Y entra en mi casa, y nos tomaremos un caf, mientras

charlamos un poco de los viejos tiempos propuso el cientfico conacento bonachn.

* * *El caf, muy caliente y cargado, contena una buena dosis de un

excelente brandy, lo que dej a Rivn como nuevo. Contempl alhombre que tena ante s, un sujeto algo miope, casi calvo, con

barriga y rondando ya los cincuenta aos, y no pudo contener unasonrisa.La verdad es que nunca me pude imaginar encontrarle a

usted en semejantes circunstancias dijo.Hace algn tiempo que me retir de la ctedra para

dedicarme a mis experimentos privados. T, por lo que veo, hasdejado la ingeniera para dedicarte a la... anatoma femenina.Profesor! se sonroj Rivn.Vamos, vamos, estamos entre hombres y adems ya tenas

esa fama en tus tiempos de estudiante. Y si no, recuerda a la

doctora Brucker, que acab en una clnica psiquitrica por tu culpa.Usted exagera, profesor. La doctora Brucker tena algo que

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me obligaba a respetarla muchsimo.No me digas. T no has respetado nunca a las mujeres, Jack.

Qu tena la doctora?Canas!Warnoz solt una atronadora carcajada, a la vez que se

golpeaba los muslos con fuerza.Qu gracioso, pero qu gracioso! deca una y otra vez.Rivn sonri de mala gana. Warnoz tena tanta fama de buen

cientfico como de chistoso y aficionado a las bromas. El jovenpens que lo mejor era desviar la conversacin.Y bien, profesor? Antes ha dicho que dej la ctedra para

trabajar privadamente. En qu consisten sus experimentos? Si esque se puede saber, por supuesto.Se puede, Jack; por lo menos, puedo decrtelo a ti que, pese a

tu fama de mujeriego, sabes ser discreto cuando conviene. Trabajoen una mquina teleportadora y, adems, he conseguido la UTV.UTV? repiti Rivn con cara de tonto.Ultratelevisin.Ah, ya

La UTV quiere decir que es posible ver lo que pasa encualquier parte, reflejado en una pantalla, sin necesidad de fuenteemisora. Lo entiendes, Jack?Atiza! dijo el joven, estupefacto. Quiere decir que con

su invento no se necesitan cmaras ni estudios ni...?Hombre, si se quiere transmitir una obra de teatro o una

competicin deportiva, s, al menos por ahora. Pero con mi receptorpuedo ver lo que sucede en cualquier parte, sea en interior, sea enexterior, en la Tierra, fuera de la Tierra e incluso fuera del SistemaSolar.La botella de brandy estaba al alcance de su mano. Rivn se

tom un buen trago.Lo necesitaba porque conoca al profesor Warnoz lo suficiente

para saber que no bromeaba. Cuando se trataba de la Fsica,Warnoz dejaba siempre las chanzas a un lado.

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* * *

Es decir, usted quiere ver lo que pasa ahora, por ejemplo, en

las antpodas, y conecta el aparato...Rivn habl despus del segundo trago de brandy. Warnozasinti.Primero tengo que estudiar detenidamente las coordenadas

del objeto, lugar, escena o acontecimiento que deseo captar en mipantalla de UTV. Despus he de graduar su potencia, de acuerdocon la distancia del aparato al objeto... Bueno, en sntesis, as es,

Jack.

Comprendo, profesor. Pero, cmo lo ha conseguido? Porqu su receptor UTV puede captar escenas que no han sidotransmitidas?Bueno, todo cuerpo emite radiaciones luminosas, unas por s

mismo, cuando se trata de una lmpara, por ejemplo, y otras sonradiaciones reflejas. En el caso de un ladrillo o de la hoja de unrbol, vemos sus colores rojo o verde. El ladrillo absorbe, de la luz,toda la gama de colores, excepto el rojo, que refleja, y es el que

vemos; y lo mismo pasa con la hoja y su color verde. Pero esto esFsica elemental para ti, muchacho.S, claro. Contine, profesor rog Rivn, muy interesado en

las explicaciones de su interlocutor.Bien, propias o reflejadas, mi aparato capta esas emisiones

luminosas y sus colores e intensidades. Los corpsculos luminososviajan siempre y no te digo la velocidad, porque lo sabes de sobra.

Pero, adems, en mi aparato de UTV he incluido un circuito de altaaceleracin, que multiplica la velocidad de la luz por diez, cien omil veces, segn convenga al observador. Por tanto, si lo deseo,puedo contemplar lo que est sucediendo ahora mismo en Marte oen cualquier otro planeta habitado, sin ms que conectar mireceptor, Lo entiendes?Rivn se peg una palmada en la frente.Santo Dios! Hay que ver lo que algunos hombres son capaces

de hacer con un puado de transistores y cien metros de cable exclam pintorescamente. Warnoz se ech a rer.

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De veras quieres ver mi receptor de UTV, Jack? Rivn saltde su asiento.Le estrangulara si no me lo enseara, profesor contest.

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CAPTULO II

Ese otro aparato que ves junto al receptor de UTV es mimquina de teleportacin seal Warnoz. Incompleta todava,porque me he encallado en un arrecife de clculo que no logrosuperar por ms que me esfuerzo en ello.Rivn se haba olvidado ya de su frustrada aventura amorosa.

No en vano haba sido uno de los mejores discpulos de Warnoz yen la actualidad posea una bien cimentada fama en su profesin.

La teleportadora, sustancialmente, era un gran cajn de vidrio,en forma de paraleleppedo, de dos metros de altura por uno ymedio de anchura y otro tanto de fondo. Haba en el centro unsilln y, a la derecha, se hallaba el pupitre con los aparatos decontrol y mando.El receptor de Ultratelevisin estaba al lado y, en apariencia no

se diferenciaba en nada de uno corriente, salvo, tal vez, en eltamao de la pantalla, que Rivn calcul en cincuenta pulgadas. La

mesa de mando, como en el caso anterior, estaba situada al lado.Warnoz empez a manipular en los controles de UTV. A los

pocos momentos se encendi la pantalla.Fascinado, Rivn contempl una gran sala, en la que haba un

grupo de hombres reunidos en torno a una enorme mesa de formaoval. Los individuos eran, en general, de mediana edad y distintosaspectos fsicos, aunque todos vestan de la misma manera: tnicas

brillantes, largas hasta los pies, con unos extraos collares quecaan sobre su pecho.Los collares, merced al color natural de la pantalla, se apreciaba

eran de oro o algn metal valioso de similar tonalidad. Las tnicaseran de tejidos muy finos y cada una de ellas tena un colordistinto.Parece una reunin de ejecutivos dijo Rivn pasados

algunos momentos. Pero no en Marte; all no visten de esa forma.

Lo siento, pero no tengo la menor idea del lugar en que secelebran esas reuniones contest Warnoz. Las he presenciado

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muchas veces, y me dan la sensacin que se trata de consejos deministros o algo por el estilo, en un lejano planeta, cuyo nombre,hasta ahora, no he podido averiguar.Rivn capt de pronto un detalle:Hablan, pero no se les oye dijo.Estoy con el circuito de sonido, pero tambin me cuesta

resolver el problema confes. Se trata de enganchar, pordecirlo as, las ondas sonoras a las luminosas. Cuando lo consiga,adems de ver, oir.Entiendo. De repente, Rivn lanz una exclamacin: |

Vaya chica guapa!

Una mujer, joven y muy esbelta, acababa de entrar en imagen.Llevaba en las manos lo que pareca ser una libreta de anotacionesy escuchaba atentamente lo que le decan algunos de loscongregados.Rivn observ que la muchacha vesta sobriamente, aunque con

gran elegancia. El peinado, una gran pirmide de cabellos negros ymuy brillantes, resultaba agradable por su exotismo.Tiene un tipo precioso coment Rivn, extasiado.

El profesor se ech a rer.Ya me extraaba que no te pasara algo parecido contest.

En cuanto ves una mujer, pierdes la cabeza.Y por qu otra cosa mejor puede perder la cabeza un

hombre? dijo el joven, lanzando un hondo suspiro.La muchacha sali de la estancia. Rivn observ entonces que

dos de los sujetos cuchicheaban entre s.Uno de ellos toc un timbre o algo por el estilo. A los pocos

momentos entr un hombre, alto y fornido, vestido con una especiede armadura plateada, muy flexible, sin embargo, y armado con untremendo pistoln, pendiente del costado izquierdo.El guerrero tena bigote y barba en punta y se tocaba con un

casco metlico, adornado con una cresta de pas que iban de lafrente a la nuca. Cada pa tena, por lo menos, quince centmetrosde largo.

Uno de los ministros dijo algo, a la vez que sealaba hacia lapuerta. El guerrero asinti, salud, inclinndose, y se retir.

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Un general recibiendo rdenes del consejo de ministros coment Rivn. Y, dgame, profesor, despus de esta interesantedemostracin, por qu no hablamos un poco de su mquina deteleportacin?

* * *

Rivn escuch con un silencio religioso las explicaciones deWarnoz. En su fuero interno pens que las teoras del eminentefsico, posean una audaz ingeniosidad que poda llevarlas aconvertirse en hechos, pero, al igual que Warnoz no atinaba a dar

con el punto clave que impeda el funcionamiento de la mquina.De modo que en sntesis es la descomposicin de un cuerpoen trillones de diminutos fragmentos y su recomposicin posterioren el lugar y distancia deseados.Exactamente corrobor Warnoz. Pero hasta ahora no he

cosechado ms que fracasos, Jack.Rivn se acarici el mentn.La cosa es muy distinta del UTV dijo. En la teleportadora

se trata de partculas corpreas, sea de la clase que sean. En el UTVslo son partculas luminosas que, a fin de cuentas, resultanincorpreas.Pero su mismo infinitesimal tamao las convierte

prcticamente en incorpreas, me refiero a las partculas del cuerpoteleportado aleg Warnoz.Con el debido respeto, profesor, es un sofisma. Una partcula

corprea, aunque sea del tamao de un tomo, siempre es un

objeto que podramos calificar de tangible. No, el problema no esten su mquina... si no en la falta de otra anloga que recompongael objeto teleportado.Tienes razn convino Warnoz con ojos muy brillantes. Es

la idea que me faltaba y t me la has dado, muchacho. Unateleportadora no es un tirachinas o una honda, que lanzan susproyectiles a cierta distancia. Se necesita otra mquina que reciba

las partculas corpreas emitidas, las rena adecuadamente ydevuelva al objeto teleportado, orgnico o no, su forma y composi-

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cin originales.En tal caso, no le falta ms que construir la otra mquina y...Rivn no pudo seguir. Unos gritos se oyeron fuera del

laboratorio.Tiene que estar aqu!No ha podido ir a otro sitio. Aqu, aqu est.El joven se aterr.Los noruegos!En mi casa? se extra Warnoz.Usted no los conoce, profesor. Son capaces de todo.Sonaron fuertes golpes en la puerta.

Abran, abran!Maldicin, si no abren, echaremos la puerta abajo a tiros!El pellejo me huele a plvora dijo Rivn, aterrado, no por la

escopeta, sino por la perspectiva que le aguardaba junto a laardorosa noruega que haba fijado como objetivo convertirse en suesposa a cualquier precio.Warnoz lo empuj de repente hacia la teleportadora.Entra ah indic. Yo los despistar.

Pero es un cajn de cristal... Me vern...Djame a m. Entra y sintate en el silln insisti Warnoz.

Yo me encargar del resto.Rivn obedeci. Al tiempo de cerrar la puerta de vidrio,

Warnoz dijo:Ponte rgido, cierra los ojos y respira muy lentamente.Rivn obedeci. Warnoz cerr la puerta de vidrio, cruz el

laboratorio y abri la otra.Caballeros dijo framente.Un robusto individuo, de pelo rojizo, lo apart a un lado de un

manotazo.Qutese de en medio, imbcil barbot.Detrs de l entraron dos gigantescos mocetones, tan pelirrojos

como su padre, uno de los cuales estaba armado de una antiguaescopeta de dos caones. Warnoz estuvo a punto de caer, pero

recuper el equilibrio satisfactoriamente.De pronto, Ole Hardson lanz un bramido:

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Ah, ah est ese canalla.Le obligaremos a cumplir con su deber, padre dijo el mayor

de los dos hijos, precisamente el que tena la escopeta.Para que luego hablen de la flema y tranquilidad nrdicas

refunfu Warnoz.Los noruegos se acercaban ya a la caja de cristal. Hardson padre

alarg la mano, disponindose a abrirla, pero, en el mismomomento son una orden seca, restallante:Quietos ah!Los tres Hardson se volvieron al mismo tiempo.Qu pasa? pregunt el padre.

El ingeniero Rivn y yo estamos haciendo un interesanteexperimento, que no puede ser interrumpido bajo ningn pretexto.Aprtense de esa caja ahora mismo, me han odo? ordenWarnoz.Hardson lanz una ojeada a Rivn, que segua fielmente las

indicaciones del profesor. Frunci el ceo y dijo:Sus experimentos me importan un rbano, seor. Ese sujeto

ha ultrajado canallescamente el honor de los Hardson...

Ah, se llaman Hardson dijo Warnoz.Yo soy Ole, el padre. Mis hijos Kurt y Haakon.Siento no poder felicitarme de este conocimiento asegur

Warnoz framente. Aparte de que dentro de unos minutos voy allamar a la polica y denunciarles por violacin de domicilio, lesrepito que no pueden abrir esa caja.Nuestro honor es antes que todo insisti Hardson. De

acuerdo, llame a la polica, pero ese sujeto se vendr con nosotros.Muy bien, seor Hardson. Abra la puerta. brala y su

casquivana hija se quedar sin el marido que desea, con tantapasin como falta de pudor.Mi hermana no es...Hardson cort en seco las protestas de su hijo mayor.Cllate, Kurt orden. De modo que si abro la puerta, ese

hombre morir.

Si tiene ganas de convertirse en un asesino, hgalo.Hardson vacil. Por primera vez se sinti inquieto y nervioso.

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Comprenda, doctor... o lo que sea farfull. Este individuoy mi hija Helga...Warnoz solt una risita.No ser que quien ha sido atropellado en su honor es mi

ayudante Rivn? dijo custicamente. Algunas nrdicas sonvolcanes en erupcin...Un sonoro zumbido se oy de repente, a la vez que la estancia

se inundaba de una luz vivsima. Pareci el estallido de una grancarga de magnesio en polvo.Los cuatro hombres quedaron cegados por unos momentos.

Cuando, al fin, recobraron la visin, sus ojos fueron instintivamente

hacia la mquina teleportadora.El cajn de vidrio estaba vaco.Ha desaparecido! grit Warnoz, atnito, sin comprender

muy bien lo que haba sucedido.Se precipit hacia la puerta y la abri. Desolado, comprob que

de Jack Rivn no quedaba el menor rastro.

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CAPTULO III

Un zumbante huracn rugi en sus odos. Jack Rivn crey serlanzado a un pozo de profundidad insondable. Pero el pozo no eratotalmente oscuro.Miradas de puntitos luminosos de todos los colores bailaban

una danza frentica ante sus ojos, entrecruzndose en demencialesespirales de intensidad variable. El zumbido, a veces un truenoprolongado, creca y aumentaba de volumen, con intermitencias de

distinta duracin.Agit brazos y piernas, en un frentico intento de deteneraquella cada que se le antojaba sera mortal. No encontr el menorasidero; slo haba el vaco, un vaco absoluto, glido y ardiente aun mismo tiempo.Empez a perder el conocimiento. Todava segua cayendo,

cayendo...Las luces perdieron brillo. Finalmente, sobrevino la oscuridad,

al mismo tiempo que el silencio.Rivn no se dio cuenta de que estaba tendido en un verde

prado, bajo un sol resplandeciente y rodeado de hombres armados.A lo lejos se divisaba una ciudad de extraas formasarquitectnicas.Uno de los guerreros utiliz un aparato que era a la vez radio y

televisin, porttil y muy compacto:Habla el capitn Hhud dijo. El espa ha llegado.Herido? pregunt alguien.No. Parece en buen estado, si bien se le advierte privado de

conocimiento.Muy bien. Capitn Hhud, lleve al espa a la Unidad de

Inteligencia. Entrguelo al doctor Pohni, con la orden de que losometa a un tratamiento intensivo de aprendizaje de nuestroidioma.

S, seor.Inmediatamente despus, venga a verme. Tengo una misin

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especial para usted, capitn.Muy bien, seor. Algo ms?Eso es todo.Hhud cerr la comunicacin y entreg el transmisor a uno de

sus subordinados.Lleven al espa a nuestra nave decret.

* * *

Rivn abri los ojos y se encontr en una sala, cuyas paredesestaban pintadas de un suave color verde. Durante unos momentos,

permaneci inmvil, tratando de poner en orden sus pensamientos.Estaba tendido en un lecho, rgido, con una delgada colchoneta,al cual se hallaba sujeto por unas fuertes abrazaderas de metal. Unhombre, vestido con un asptico mono de color blanco, muyajustado a su cuerpo, le mir sonriendo.Cmo se encuentra? pregunt.Bien, aunque un poco aturdido, doctor... Supongo que es

usted mdico dijo Rivn.

Supone bien, amigo mo. Y no le extrae su aturdimiento;tambin hay algo de debilidad, aunque eso es algo queremediaremos de inmediato. A propsito, soy el doctor Pohni.Jack Rivn se present el joven. Encantado, doctor.Pohni no dijo nada. Se acerc a una mesita auxiliar, tom un

frasquito y puso unas gotas de su contenido en una especie depipeta de vidrio. Luego volvi junto al paciente.Abra la boca, Jack.

Rivn obedeci. Cinco o seis centmetros de aquel lquidopasaron a su boca primero y luego a su estmago.Dentro de diez minutos estar como nuevo asegur Pohni.Eso es bueno, doctor sonri Rivn. Pero, era necesario

atarme a esta cama?Pohni se encogi de hombros.Ordenes contest escuetamente.

Ordenes repiti el joven, estupefacto. De quin, doctor?Parece mentira que diga usted una cosa as rezong Pohni

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. Pero, en fin, stas son cuestiones de poltica en las que yo noentro ni salgo, aunque, si le he de ser franco, ustedes, los deGlowyr-G, no me han sido nunca simpticos. Pero, por encima detodo, soy mdico, usted ya me comprende.No, no le comprendo en absoluto, doctor dijo Rivn.

Quin es Glowyr-G y dnde vive?Vamos, vamos, muchacho rio Pohni, no venga ahora a

hacerse el ingenuo. A estas alturas, no ir a hacerme creer que nosabe a qu ha venido a Shaddom-S.Le juro, doctor...Rivn se call de pronto, porque acababa de darse cuenta de un

detalle en el que no haba reparado hasta entonces.Lo haca con tanta naturalidad, que resultaba lgico que no lo

hubiese advertido en un principio. Pero estaba hablando en unidioma que no era el suyo. Ni ninguno de los que conoca.Cmo poda ser una cosa semejante?, se pregunt,

terriblemente desconcertado.Doctor llam.Dgame, Jack contest Pohni, muy ocupado junto a una

mesa de laboratorio.Estoy hablando un idioma que no es el mo...Oh, ya lo s. Usted habla ahora la lengua de Shaddom-S.Pero yo no he nacido aqu! grit Rivn sin poder

contenerse.Para decir eso no es necesario que alce tanto la voz, Jack; le

oigo perfectamente. Naturalmente que habla nuestra lengua; eraimperativo que la aprendiese.Por qu?Ordenes repiti Pohni con indiferencia.Doctor, si no me aclara pronto lo que me est pasando,

acabar loco. Cmo puedo hablar una lengua que ayer me eraabsolutamente desconocida? pregunt Rivn.Oh, eso no ha tenido dificultad alguna. Pero no diga ayer,

sino tres das. Su estancia en una unidad de TIAI ha durado ese

tiempo, exactamente. Ha despertado hace unos minutos y lo hahecho ya hablando en nuestro idioma, como esperbamos y deba

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ser.La estupefaccin de Rivn no disminua, sino que aumentaba

por momentos.Qu quiere decir TIAI, doctor? pregunt.Tratamiento Intensivo de Aprendizaje de Idiomas

respondi Pohni, sin dejar sus aparatos. En tres das, el mszoquete puede aprender la lengua de Shaddom-S, y hablarla comoun nativo sin esfuerzo alguno, mxime un hombre inteligente comousted, espa de Glowyr-G.

* * *

La cabeza le daba vueltas a Rivn.Haba demasiados puntos oscuros en lo que le estaba

sucediendo.Pero, le suceda de veras? No se trataba de una pesadilla, de

la cual poda despertar en cualquier momento?En unos segundos record su veloz escapatoria de la casa de

Helga Hardson, la persecucin por parte de sus familiares, su

refugio en casa del profesor Warnoz, la conversacin con ste, susaparatos, la entrada en el cajn de vidrio... y la cada en el pozo sinfin.Era todo lo que recordaba le haba sucedido hasta su prdida de

conocimiento y posterior despertar en aquel laboratorio, sobre lacama a la cual continuaba atado.Y para colmo, le acusaban de ser espa de un pas que no haba

odo nombrar en su vida!

Casi resultaba ms asombroso que el aprendizaje del idiomashaddomiano en tres das, lo que pareca cosa de fbula.Pohni se volvi de pronto frente a l.Cmo se encuentra? pregunt, sonriendo.Creo que bien, doctor respondi Rivn.Tiene usted una constitucin magnfica, muchacho. He visto

a pocos hombres con una musculatura como la suya y, adems, tan

bien proporcionados. Era usted deportista?Bueno, procuraba mantenerme en forma. Ya sabe, gimnasio,

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ejercicio fsico y dems. Pero mi profesin verdadera es la deingeniero.Se comprende, claro dijo Pohni maliciosamente. Su

gobierno no iba a enviar aqu a un analfabeto. Un tipo inteligente,cultivado en lo intelectual y, adems, de gran robustez fsica.Claro dijo Rivn, haciendo una mueca, el espcimen

ideal de un espa.Exacto corrobor el galeno. Quiere levantarse y hacer

algunas flexiones musculares?Con mucho gusto, doctor.Pohni se acerc a la cama y le ense un grueso lpiz.

Es un emisor de ondas paralizantes explic. No intentenada hostil o lo dejar convertido en una estatua instantneamente.Podr volver a la vida cuando yo lo desee, pero si alguien le dieseun empujn y cayese al suelo, se rompera en mil pedazos, como sifuese de frgil vidrio.No estoy en situacin de intentar actos hostiles contest

Rivn.Aprecio su sensatez, amigo mo dijo Pohni. Presion un

resorte y las abrazaderas saltaron automticamente. Puedelevantarse, Jack.Rivn obedeci. Dio unos pasos por la estancia y pudo apreciar

que las piernas le respondan perfectamente.Movi los brazos, hizo unos ejercicios de cuello y luego se

inclin varias veces seguidas, para tocarse los pies con las puntasde los dedos. Finalmente, termin con unos cuantos saltos envertical, de notable altura.Estoy en forma, doctor dijo sonriendo, al terminar.Lo celebro mucho, Jack. Su capacidad de reaccin es

magnfica. No todos logran recuperarse tan pronto, despus de suestancia en una unidad de TIAI.Se pasa mal, doctor?Puesto que el paciente permanece en estado de inconsciencia,

no lo pasa ni bien ni mal. Simplemente, lo pasa, pero algunos

resultan afectados por la aceleracin del tiempo en el interior de lacpsula.

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Aceleracin del tiempo resopl el joven.Claro. En tres das, transcurrieron para usted seis meses

ordinarios, tiempo mnimo para aprender nuestro idioma,mediante grabaciones que se emitan a su cerebro en estadoreceptor. Su cuerpo permaneca insensible, pero no as su cerebro.Ya entiendo.Adems, usted debe suponer que, para aprender

medianamente un idioma, se debe realizar un curso de tres ocuatro horas diarias. Imagnese ahora lo que son seis meses,aprendiendo el shaddomiano durante veinticuatro horas de cadada.

No puede fallar sonri Rivn, admirado al mismo tiempode aquella maravillosa mquina que en tan poco tiempo le habahecho conocer los ms recnditos secretos del idioma hablado enShaddom-S.Pero haba una duda que le corroa.Dnde estaba Shaddom-S?Rivn no tuvo tiempo de formular la pregunta. En aquel

momento llamaron a la puerta del laboratorio.

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CAPTULO IV

Cuatro personas entraron, despus de que Pohni hubiera dadosu permiso para ello. Rivn estuvo a punto de lanzar un grito deasombro.Aquella hermosa muchacha, que apareca flanqueada por dos

guardias armados, no era la misma a quien haba visto a travs dela pantalla del receptor de UTV del profesor Warnoz?La, joven apareca muy plida, salvo en el lado izquierdo de la

cara, en donde alguien haba dejado estampada la huella de sus

cuatro dedos. Ahora vesta una especie de sujetador y unos brevespantalones, con botas de media caa.El pelo caa libre y suelto sobre su espalda. En torno a cada

mueca se advertan dos argollas metlicas, aunque Rivn no pudover la cadena que deba enlazarlas, caso de que fuesen unasesposas.Capitn Hhud salud Pohni.Doctor, le traigo a la prisionera Eldys Rwir manifest el

oficial. De orden del segundo primer ministro, debe ser sometidaa tratamiento especial para interrogatorio.Pohni arque las cejas.Traer usted la orden correspondiente, capitn dijo.No es suficiente que le transmita una orden verbal del

honorable Tiohr? contest Hhud, muy irritado.Capitn, las rdenes verbales me importan un comino

respondi el galeno sin amilanarse. Un tratamiento como el queme piden puede producir graves secuelas en el cerebro del pacientey yo no quiero asumir esa responsabilidad sin una orden escrita.Es una espa de Glowyr-G! grit Hhud, colrico.Me importa un rbano lo que sea, capitn. Delante de m slo

veo a un ser humano. Todo lo dems, me tiene sin cuidado. Si nohay orden escrita, no habr tratamiento para interrogatorio, eso estodo.

Hhud se vio obligado a tascar el freno.

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Est bien cedi finalmente. Ir a buscar la orden. Depronto repar en el joven. Ese es el otro espa a quien yo capturdas atrs aadi.Exacto corrobor Pohni.Veo que lo ha soltado, doctor.Oh, no se preocupe rio Pohni. Lo tengo bajo control.

Simplemente, estudiaba sus reacciones despus de su estancia en launidad de TIAI.Usted es responsable de l gru Hhud. Bien, ir a por

esa orden. Ustedes orden a los guardias, vigilen a la espa.S, seor.

Hhud se march. Hubo a continuacin una leve pausa desilencio.Rivn contemplaba a Eldys. Una espa de Glowyr-G?Pero, no haba sido la secretaria de confianza de los ministros

de Shaddom-S?Pohni se volvi hacia el joven.Lo siento, Jack, pero tendr que volver a la cama, hasta nueva

orden dijo.

S, doctor.Rivn se tendi en el lecho. Pohni se puso el lpiz paralizante

en un bolsillo superior de su mono blanco.Acto seguido se dispuso a presionar el resorte que accionaba las

abrazaderas metlicas. De pronto, la mano de Rivn le arrebat elemisor de rayos paralizantes.Al mismo tiempo, su pie derecho le golpeaba en el estmago.

Pohni lanz un gruido y sali disparado a cinco o seis pasos dedistancia.Los guardias se movieron. Rivn salt de la cama y grit:Quietos! Es un tubo paralizante y lo pondr en accin en

caso necesario!

* * *

Los guardias iban armados, pero al or la voz del joven hicieronun universal gesto de rendicin: levantaron los brazos. Rivn sonri

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satisfecho.Desrmalos, Eldys orden.Ella levant las manos.Estoy esposada aleg.Escucha, pasa por detrs de ellos y sitate a su derecha en

cada caso. Juntando ambas manos, podrs quitarles las pistolas.Entiendo.Eldys desarm a los guardias en pocos instantes. Pohni mene

la cabeza.Le he tratado bien, Jack. Creo que no me mereca lo que ha

hecho conmigo dijo, a la vez que se te frotaba el estmago.

Lo siento, doctor, pero no estoy dispuesto a que me fusilenpor espionaje, cuando no tengo nada que ver con ello. Eldys, notienen esos tipos las llaves de las esposas? pregunt Rivn.Son electromagnticas y el emisor de ondas que activa o

desactiva la unin entre las dos argollas est en poder del capitnHhud contest la muchacha.En tal caso, aguardaremos a que vuelva decidi el joven.

Qu clase de proyectiles disparan las pistolas, Eldys?

Explosivos. Pueden pulverizar a una persona si le alcanzan.Vaya un inventito! rezong Rivn. Doctor, lo siento por

usted, se me haba hecho simptico, pero sospecho que, despus dehaber aprendido su idioma, yo iba a ser sometido a interrogatorioespecial. No es cierto?Pohni guard silencio. Eldys dijo:Seguramente, como tambin pensaban hacer lo mismo

conmigo.T s eres espa de Glowyr-G.Ella se encogi de hombros.Ahora ya no tengo inconveniente en admitirlo contest.Pero yo no lo soy y creo que no estoy en situacin de

demostrarlo dijo Rivn. Por eso, lo mejor que podemos haceres escapamos de aqu en cuanto llegue Hhud.Nos perseguirn vaticin Eldys.

Prefieres quedarte aqu para que te vacen el cerebroprimero y luego te maten?

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Eldys se estremeci.Oh, no, eso no respondi vivamente.Entonces, nos largaremos... Por cierto, dame una de esas

pistolas solicit el joven.Eldys asinti. Rivn hizo una pregunta a continuacin:Sabes t manejar el tubo paralizante?S contest ella.Rivn se lo entreg.salo sin miedo, en caso necesario dijo. Recuerda, es tu

vida la que est en juego.De acuerdo, Jack.

Pasaron algunos minutos. De pronto, llamaron a la puerta.Rivn hizo un gesto con la cabeza. Eldys se situ de nuevo entre

los guardias.El joven abri, echndose a un lado. Hhud entr con un papel

en la mano.La orden, doctor...Algo duro y metlico se apoy en su cuello, bajo la nuca, en la

parte no protegida por el casco.

Un solo movimiento y eres hombre muerto, capitn Hhud dijo Rivn.

* * *

Hhud se qued quieto en el acto. Rivn cerr de un puntapi ymir a la muchacha.Eldys salt a un lado y apunt a los guardias con el tubo emisor

de rayos paralizantes.Capitn, sulteme pidi.Hhud apret los labios.Prefiere que le quite la llave a su cadver? dijo Rivn con

voz hiriente.La culpa es suya, doctor acus Hhud. Si usted no...Rivn le golpe de pronto con el can en el cuello, Hhud lanz

un grito y cay de rodillas.Basta de charla cort, irritado. Suelte a la chica o lo

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pulverizo.Hhud cedi. Las argollas cayeron tintineando al suelo.Ser mejor que nos larguemos, Eldys propuso Rivn.Aguarda un momento solicit ella. Capitn, pngase en

fila con sus hombres.Hhud obedeci torpemente. Entonces, Eldys dispar sendas

descargas y los tres sujetos se convirtieron en estatuas en el acto.Doctor, le agradezco mucho lo que ha hecho por m, pero no

puedo quedarme dijo Rivn. Usted se encargar dedescongelar a estos tipos.Me gustara desearles suerte, pero me es imposible contest

Pohni. Soy de Shaddom-S, no puedo remediarlo.Doctor, si yo vine aqu, fue simplemente para evitar la

destruccin de mi planeta aleg la muchacha. Ustedesquieren...Rivn tir de su mano.Basta, Eldys dijo. Estos argumentos no interesan ahora.

Vmonos.Echaron a correr hacia la puerta. Rivn cerr, sorprendindose

al hallarse en un cubculo cerrado, sin ventanas.Eh, esto no da a ninguna parte protest.Claro, es un ascensor sonri la muchacha.Acerc la mano a la pared y presion en determinado punto.

Un cuadrado de unos diez centmetros de lado se encendi en elacto, al mismo tiempo que el suelo se mova hacia arriba.Cuidado advirti Eldys. En la salida habr soldados.Tengo una pistola contest Rivn.Ellos tambin tienen, no lo olvides.Rivn contempl el arma.Dices que dispara proyectiles explosivos, Eldys.As es. Al impactar, producen unas terribles explosiones...Entonces, no te preocupes, no dispararn sus pistolas. Nadie

dispara un arma a cuatro pasos de distancia, sabiendo que tambinpuede morir.

Eldys pareci desconcertarse un momento, pero, en aquelmomento, el suelo se detuvo y uno de los muros se descorri

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silenciosamente.Haba cuatro guardias, en dos parejas, a ambos lados de la

salida. Agarrando a Eldys por el brazo derecho, Rivn dijo:Deben bajar inmediatamente; el capitn Hhud les est

esperando. Yo me llevo a la prisionera por orden superior.Los guardias obedecieron sin rechistar. Eldys fue a decir algo,

pero la firme presin de la mano de Rivn en su brazo la hizo callaren el acto.La puerta del ascensor se cerr. En voz baja, Rivn se dirigi a

la muchacha:T conoces estos andurriales. Busca la salida, Eldys.

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CAPTULO V

Rivn pudo darse cuenta de que se hallaban en el interior de uninmenso edificio, con largos y espaciosos pasillos y enormes salas.Haba bastante gente, hombres en su mayora.Muchos de ellos eran guardias, que vigilaban determinadas

puertas. Otros, en cambio, parecan burcratas, muy atareados ensus funciones.Dnde estamos? pregunt l.

Esto es la residencia del gobierno de Shaddom-S. Ahora noshallamos en la zona inferior. La parte alta est destinada a oficinasy despachos de los primeros ministros.Entiendo. Pero, la salida...?A la izquierda dijo Eldys de pronto.Apenas se fijaban en ellos. Rivn se dio cuenta bruscamente de

que le faltaban sus ropas terrestres y que estaba vestido con unassimples calzas, con zapatos incorporados, y una blusa corta y

ajustada a la cintura.Las mangas eran tambin cortas. El tejido le pareci trmico:

fresco en verano y caliente en invierno. Blusa y calzas eran de colorazul gris.De pronto asomaron a un gran patio, en el que pululaban

multitud de personas. Haba tambin unos extraos vehculos, quea Rivn le recordaron los antiguos torpedos terrestres, salvo queeran ms gruesos y largos.La mayora de aquellos torpedos eran biplaza, aunque pudo ver

tambin algunos para cuatro o seis personas. Una cpulaencristalada protega a los ocupantes del vehculo cuando ste sehallaba en movimiento.Tenemos que apoderarnos de uno de los torpedos susurr

Eldys.Son difciles de manejar? pregunt Rivn.

No. Una palanca lo hace todo. Pero en la ciudad no puedenvolar a ms de diez metros de altura y ello para evitar posibles

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colisiones con otros vehculos.Rivn asinti.Dnde est el contacto? quiso saber.El botn rojo del cabo superior de la palanca. Basta oprimirlo

para...Suficiente cort l. Vamos.Cerca del lugar en que se hallaban haba un torpedo vaco,

biplaza, con la cpula protectora levantada. Con gesto autoritario,Rivn empuj a la muchacha hacia el vehculo.Yo pilotar. T me guiars dijo.Eldys se sent en el asiento posterior, pues los ocupantes

viajaban en tndem. El torpedo estaba casi enfilado hacia la granpuerta de salida, un tnel en realidad, dadas las enormesdimensiones del edificio. Sin embargo, era de notable anchura ypermita el trnsito sin agobios.Rivn presion el botn rojo de la palanca. El aparato qued

suspendido a unos centmetros del suelo, a la vez que la cpula secerraba sobre ellos automticamente.De pronto, Eldys lanz un grito:

De prisa, Jack! Creo que ya han dado la alarma de nuestrafuga.

* * *

Rivn movi la palanca hacia adelante y el aparato se puso enmarcha. Acentu la inclinacin y la velocidad aument.La gente se apart presurosamente. Algunos blandieron los

puos con gesto colrico.Ms rpido, Jack le apremi Eldys.El torpedo parti disparado, atropellando todo lo que se le

pona por delante. Otro llegaba en aquel momento y su piloto sedesvi con violencia, a fin de evitar la colisin, pero la maniobra lollev a estrellarse contra la pared del tnel. El torpedo rebot, cayal suelo y rod varias veces sobre s mismo, antes de detenerse por

completo.Atravesaron el tnel con velocidad relampagueante. Rivn se

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encontr de pronto ante una enorme avenida, flanqueada poraltsimos edificios, unidos entre s por puentes de bello trazado yarriesgadas lneas. El trnsito era intenssimo.A la izquierda, Jack indic la muchacha.Rivn obedeci. El aparato responda fcilmente a los menores

impulsos del bastn de mando. Su velocidad aumentvertiginosamente, pero el joven se dio cuenta de que, a pesar detodo, seguan a un palmo del suelo.Eldys, qu puedo hacer para ganar ms altura? pregunt,

sin volver la cabeza.La parte superior del bastn es giratoria. A la derecha,

subirs; a la izquierda, perders altura, pero nunca, si no cortaspreviamente el contacto, tocars el suelo.Estupendo.La velocidad del torpedo era ya enorme. De pronto, Eldys dijo:Jack, delante de ti hay una tecla verde. Bjala.Rivn obedeci. Una voz se oy en el acto:El torpedo AA-F-5 ha sido robado por dos espas de Glowyr-

G. Se ordena a todas las patrullas de vigilancia su persecucin y

destruccin por todos los medios a su alcance.Esto se pone feo, Eldys grit Rivn. Qu puedo hacer

para aumentar la velocidad?Tecla amarilla indic ella. Los impulsos a los motores

tendrn un cincuenta por ciento ms de potencia.El torpedo se convirti en un proyectil que surcaba las enormes

calles de la ciudad con velocidad de vrtigo. Los dems vehculosse apartaban a su paso apresuradamente. Rivn apreci que losedificios, dada la marcha a que circulaban, eran apenas unasmanchas blanquecinas.Es que no se va a acabar nunca esta ciudad? pregunt.La capital es muy grande, en efecto convino la muchacha

. Pero en seguida estaremos a salvo.Si no nos localiza antes alguna patrulla de vigilancia. Qu

clase de armas emplearan?

Proyectiles trmicos o explosivos, segn el humor del jefe dela patrulla contest Eldys.

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Rivn se estremeci.Vaya un panorama grit.Tecla azul dijo Eldys de pronto.Rivn baj la tecla sealada. Delante de l se encendi una

pequea pantalla circular, de unos veinte centmetros de dimetro,en uno de cuyos bordes se vea oscilar un puntito de coloranaranjado.Empiezan a detectamos dijo Eldys, que observaba la

pantalla por encima del hombro de Rivn.Debo suponer que, cuando ese punto oscilante est en el

centro de la pantalla, nos hallaremos a tiro de nuestros

perseguidores dijo el joven.S confirm ella escuetamente.La ciudad se acab de pronto. Eldys orden:A veinte metros, Jack. Si disparan proyectiles explosivos y no

nos alcanzan, la onda no nos afectar cuando se produzca elestallido contra el suelo.Rivn gir ligeramente el mango y el aparato, sin perder

velocidad, gan altura. Pronto pudo darse cuenta de que volaban a

travs de campos de gran belleza, abundantes en vegetacin detodas clases.Una lmina azul apareci de pronto ante sus ojos.Un poco a la derecha, Jack dijo Eldys.El joven se desvi. De pronto, vio que haba ya dos puntitos

anaranjados en la pantalla, a mitad de camino entre el borde y elcentro.Nos estn dando alcance inform.Sabes nadar? pregunt ella.S, claro.Entonces, no te preocupes. Haz justamente lo que yo te diga...

cuando te lo diga.De acuerdo.Los ojos de Rivn estaban fijos en la pantalla, en la que se

divisaba la lenta progresin de los puntitos que sealaban los

torpedos perseguidores. Otro apareci de repente en el ladoopuesto, acercndose velozmente hacia el centro.

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Jack, cuando te lo ordene, invierte el vuelo del aparato y cortael contacto. Me has entendido?S, Eldys.Reduce la velocidad. Ya estamos llegando al refugio.Rivn acat puntualmente las indicaciones de la muchacha.

Aquella extensin de agua que haba divisado antes a lo lejos, seacercaba rpidamente. Poda apreciarse claramente que era un granlago, cuya orilla opuesta apenas si se divisaba.Preparado, Jack. Baja a cinco metros.Rivn ejecut puntualmente la maniobra. Los puntos

anaranjados se acercaban peligrosamente al centro de la pantalla.

Al saltar, nos sumergiremos dijo Eldys. Sgueme y notemas.Enterado.Una raya humosa cruz de pronto por delante del aparato. El

proyectil pas lejos y revent con atronador estampido, provocandouna enorme nube de fuego y humo.De pronto, Eldys lanz un grito:Ahora, Jack!

Rivn invirti la posicin del torpedo, ladeando por completo lapalanca, justo cuando acababan de rebasar la orilla del lago. Casi almismo tiempo, cort el contacto.La cpula se abri y los dos jvenes cayeron de cabeza.La natacin no resultaba extraa a Rivn. Entr en el agua

como una bala, dndose cuenta de su extraordinaria transparencia.Eldys nadaba delante de l.El torpedo cay, falto de sustentacin, pero se detuvo a un

palmo de la superficie. De repente, Rivn vio ante si la negra bocade un tnel.El aire empez a faltarle en los pulmones. Brace

desesperadamente, siguiendo a Eldys, que se mova en el agua conla gracia y la ligereza de una sirena.La temperatura del lquido, fra al principio, aument de golpe.

Rivn comprendi que haba sido disparado un proyectil trmico.

Empez a sentir una fuerte opresin en los pulmones. Susmovimientos se hicieron ms torpes.

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De pronto, vio una luz ante s. Eldys ascenda ya en el agua.Rivn hizo un esfuerzo y talone con furia. Su cabeza sali al

exterior y aspir con fuerza el aire puro. Una mano tir de l y loremolc suavemente hacia terreno firme.

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CAPTULO VI

Arrodillada a su lado, Eldys dispar algo con un pulverizadorhacia el rostro del agotado Rivn. El joven sinti mejora casi en elacto.Eldys sonri.No lo has pasado muy bien coment.Bastante mal, sera la frase correcta. Rivn se sent en el

suelo. Dnde estamos? pregunt.

En mi refugio contest Eldys. Ven, necesitas secarte.Rivn se puso en pie, dndose cuenta de que se hallaba en unacueva cuya entrada, ya lo haba apreciado antes, estaba bajo el nivelde las aguas del lago. La oquedad era espaciosa y estaba iluminadapor una batera de lmparas, sujetas al techo, que emitan una luzsuave, ligeramente azulada, que no daaba en absoluto a las retinasEldys lo situ frente a lo que pareca un armario. Presion un

botn y Rivn sinti en el acto el beneficioso influjo de un centenar

de chorros de aire caliente.Ella se situ a su lado.Yo tambin necesito secarme dijo, sonriendo. Luego

comeremos algo.S, ya empiezo a sentir hambre convino Rivn. De modo

que la secretaria del consejo de ministros es espa de Glowyr-G.Lo admito, ya no tengo otro remedio. Me han descubierto y...

Pero, cmo te descubrieron a ti, Jack?Rivn suspir.Ser una historia larga dijo. Prefiero que me cuentes

antes la tuya.Espera un momento rog la muchacha, a la vez que se

separaba de l.Rivn observ que la cueva, adems de espaciosa, estaba bien

acondicionada. La humedad era su nico inconveniente, si bien el

aire caliente paliaba notablemente tal defecto.Eldys volvi a su lado con una pldora y un vaso de agua.

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Tmatela indic.Qu es? pregunt Rivn, receloso.No te har ningn dao, te lo aseguro.Rivn ingiri la pldora. Eldys aguard cosa de un momento.Ya ha hecho efecto dijo de pronto.Qu clase de efecto, Eldys?Si esta fuga ha sido un plan preconcebido para detectar mi

escondite y mi red de auxiliares, lo sabr en seguida, porque thablars a partir de ahora con toda sinceridad. Los efectos de lapldora duran tres o cuatro das, segn la naturaleza, y en esetiempo podr comprobar que no perteneces al contraespionaje

shaddomita.

* * *

No soy espa de Shaddom-S, ni de Glowyr-G, ni de nada quese le parezca contest Rivn malhumoradamente. Soy unsimple terrestre, que ha cado aqu Dios sabe cmo y que no acabade comprender bien lo que le sucede, eso es todo.

Terrestre? Qu significa esa palabra?Sencillamente, que procedo del planeta Tierra, esto en el

supuesto de lo que me sucede no sea un sueo.No es ningn sueo. Y yo jams he odo hablar de ese planeta

declar Eldys.Pues ya te hablar de l en otro momento. Pero primero

quiero que me cuentes lo que te sucede, Eldys.Es sencillo. Estoy aqu para evitar la invasin y destruccin

de Glowyr-G, que es el planeta de donde procedo.Y conseguiste nada menos que colocarte como secretaria de

los ministros.De los primeros ministros, porque secundarios hay muchos

ms. Los once primeros ministros son el gobierno de Shaddom-S yellos son los que han planeado la invasin de mi planeta.Para qu? Con qu motivo, Eldys?

Ella se encogi de hombros.Todava no he podido averiguarlo respondi. Sin

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embargo, s que se est terminando la construccin de unainmensa armada de astronaves, compuesta por varios millares deunidades, cada una de las cuales ser capaz de transportar variosmiles de soldados, equipados con las ms poderosas armas que tepuedas imaginar. Pero no s tampoco dnde estn las naves ni l olos centros de reclutamiento e instruccin de esos soldados.Rivn silb.Cuntas naves? pregunt. Di una cifra aproximada,

Eldys.Yo calculo que alrededor de ocho mil, puede que diez mil. Y

cada una de ellas con espacio suficiente para tres o cuatro mil

soldados.Se me ponen los pelos de punta exclam l. Eso significa

una cifra mnima de veinticuatro millones de invasores.S, Jack.Pero si las naves fuesen diez mil y cada una de ellas pudiera

transportar cuatro mil hombres, la cifra total llegara a los cuarentamillones.Exactamente corrobor Eldys sin pestaear.

Rivn se frot de pronto el estmago.No s por qu ser, pero lo que acabo de escuchar me ha

dado un hambre horrorosa dijo.Eldys sonri.Ven, vamos a comer un poco invit.

* * *

La comida consisti en unas cuantas tabletas, de distintoscolores y sabores, muy agradables, y sendos vasos de un lquidorojo y muy transparente, ligeramente alcohlico.En la Tierra se come mejor, lo cual no me impide apreciar el

valor nutritivo de estas pastillas dijo Rivn al terminar.Cada planeta tiene su propio sistema alimenticio sonri la

muchacha.

Si, es cierto. As que cuando viniste a Shaddom-S a espiar,preparaste este refugio...

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Oh, no, ya estaba dispuesto. Lo hicieron anteriores agentes,en una labor que dur muchos aos, tantos como los que llevagestndose la invasin de Glowyr-G. Pero hace un par de aos meenviaron a m; confiaban en que me infiltrase en un puesto elevado,y as sucedi.A pesar de lo cual, no has podido averiguar lo ms

interesante.Lo admito dijo Eldys, desazonada.Oye, veinticuatro millones de personas no desaparecen as

como as. La gente tiene que hacer comentarios; algunos familiares,tarde o temprano, acaban por hablar... Qu has odo t al respecto?

Nada en absoluto, y eso es lo que ms me intriga. Dirase quelos ciudadanos de Shaddom-S estn despreocupados por completode la invasin.Muy curioso coment Rivn. Pero hay otro dato muy

significativo que, estimo, debe ser tenido en cuenta.A qu te refieres, Jack? pregunt la muchacha.Se usa dinero en Shaddom-S?Claro que s. Todos los intercambios comerciales se realizan

mediante monedas de distintas denominaciones. La moneda deShaddom-S es el shaddmark.Marco shaddomita tradujo el joven. Ahora bien, puesto

que en este planeta se usa el dinero, es obvio suponer que losgastos que acarrea la preparacin de una armada semejante nosern precisamente una fruslera.Supongo que s. No obstante, se es un dato del que jams me

he preocupado, Jack.Rivn levant los brazos al cielo.Y a esta chica la acusan de espa! clam.Hasta ahora he conseguido datos que ninguno de mis

antecesores pudo conseguir dijo Eldys, molesta por aquelcomentario.S, pero tienes mucho que aprender todava. A pesar de que

hayas estado de secretaria del consejo de primeros ministros... Son

once, creo.Efectivamente. Pero no hay primer ministro. Los dems son

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segundo primer ministro, tercer primer ministro y assucesivamente hasta el undcimo.Por qu no hay primer primer ministro? pregunt Rivn,

extraado.Tengo entendido que goza de ciertas preminencias sobre los

dems. Pero hace aos que el puesto est vacante y no se ha elegidoel sustituto del que falleci y que lo ocupaba.Conoces los motivos?S. Ninguno de los actuales primeros ministros quiere que

haya otro ms importante que ellos. El primer primer ministro, aunsiendo igual a sus colegas, tendra categora y honores de jefe de

Estado planetario.Envidia pura se llama a esa figura dijo Rivn.Ellos dicen que es cuestin de poltica de moderacin. De este

modo, no hay peligro de que el primer primer ministro se tomeatribuciones excesivas.Hum! Teniendo una Cmara que controlase sus decisiones y

las rechazase en caso necesario, tal cosa no podra suceder dijoRivn. Pero vayamos a lo inmediato, es decir, a la invasin de

Glowyr-G. Ser para fecha inmediata, Eldys?No puede faltar ya mucho, aunque tampoco la iniciarn

maana. Pero es algo inevitable.No seas pesimista sonri l. Vamos a estudiar un plan

para ver si localizamos esa monstruosa armada y evitamos lainvasin.Eldys hizo un gesto de desaliento.No creo que consigamos nada dijo.Veremos. Nunca he sido espa en mi planeta, pero he ledo

muchas historias de espas de los tiempos antiguos. En primerlugar, dime, hay detectores moleculares?Qu es eso? pregunt Eldys, extraada.Simplemente, unos aparatos con los cuales se puede

averiguar la identidad de una persona, aunque haya cambiado suapariencia fsica. En la Tierra los hay. Una vez se conoce la frmula

molecular de una persona, ya puede vestirse o pintarse odisfrazarse como le d la gana, que acabar indefectiblemente en

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manos de la polica.No, aqu no hay nada de eso. Ni en Glowyr-G tampoco, por

supuesto.Bien, ya tenemos una ventaja. Dime, Eldys, cuando un

ciudadano corriente quiere comer o beber, por ejemplo, y no est ensu casa, qu es lo que hace?Oh, hay locales destinados a ello, lo mismo que hay tiendas

donde se venden ropas, calzado y dems objetos de uso corriente.Venta de armas?No. Est prohibida por el Gobierno.Rivn solt una risita.

No he conocido prohibicin que no se pueda burlar, de unmodo u otro dijo. Claro est que no siempre el fin justifica losmedios, pero si nos hiciera falta, tendramos armas. De todasformas, poseemos una poco menos que invencible.Cul, Jack?Rivn se toc la frente.La inteligencia respondi.Oh, comprendo sonri la muchacha.

Y, por ahora, una ltima pregunta, Eldys.S, Jack.Qu tal el sentido cvico de los habitantes de Shaddom-S?Son respetuosos y obedientes de las leyes, y muy

disciplinados respondi ella.Eso significa que, por ejemplo, los robos son poco menos que

desconocidos en este planeta.Lo mismo que en Glowyr-G. Pero, por qu dices eso, Jack?

inquiri Eldys, llena de extraeza.Sencillamente, porque, tras un pequeo perodo de reposo

ciertamente all veo un par de camas muy confortables, t y yonos vamos a convertir en ladrones, Eldys contest Rivn con lasonrisa en los labios.

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CAPTULO VII

Rivn coloc un espejo delante de la muchacha y pregunt:Qu te parece mi obra, Eldys?Asombroso contest ella. Parezco otra.Tenas el pelo demasiado largo. Lstima que haya tenido que

cortarlo, pero no haba otro remedio. Ahora, teido de rubio, estscompletamente desconocida. Lomismo que yo, que de castaoclaro he pasado a moreno sonri Rivn.Estaban en una tienda donde se vendan artculos de tocador.

Rivn los haba encontrado, en general, de calidad nfima ypsimamente presentados, pero, al menos, cumplan su objeto.Los objetos de metal escaseaban, era otra de las observaciones

que haba hecho el joven. Apenas haba uno o dos frascos contapones metlicos; todos eran de una sustancia plstica, flexible yfcilmente acomodable a la abertura que deban obturar.El metal de las tijeras le pareci tambin de una calidad

desastrosa. Cmo poda ser, se pregunt, que un planeta tanavanzado en ciertos aspectos los vehculos con forma de torpedolo probaban concluyentemente, pudieran fabricarse objetos deuso cotidiano tan mal hechos?Los perfumes, asimismo, no valan gran cosa. Pero tanto l

como Eldys haban variado de aspecto.Y esto es lo que importa resumi as sus reflexiones.Decas? pregunt Eldys.

No, nada. Anda, vmonos.Salieron de la tienda. La ciudad, a altas horas de la noche,

estaba completamente desierta.Minutos ms tarde, Eldys se detuvo ante un almacn de ropas.Aqu, Jack indic.Rivn tante la puerta.Est abierta dijo. Viva la honradez de los shaddomitas!Entraron en la tienda. Los trajes eran tambin de una calidad

poco estimable, si bien el tejido pareca resistente. Pero la

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imaginacin de los fabricantes era de una penuria deprimente.Rivn eligi para la muchacha un traje de dos piezas:

chaquetilla corta, que dejaba el estmago al descubierto, ypantalones ajustados. Ambas prendas eran de color azul plido.Anda, cmbiate indic. Y busca un bolso distinto, en el

que puedas llevar tus cosas.S, Jack.El mono azul gris de Rivn fue sustituido por otro de color

amarillo muy claro, casi blanco. Lament dejar el que tena.Para segn que personas, las telas son mejores refunfu.Eldys sali minutos ms tarde.

Estoy lista dijo. Qu vamos a hacer ahora?En primer lugar, sembrar un poco de cizaa sonri Rivn,

para asombro y perplejidad de la muchacha.

* * *

Pasadas las nueve de la maana, entraron en un local que podallamarse restaurante. No haba mesas, sino largas barras, con platos

de comida y vasos llenos de distintas bebidas. El precio, observRivn, era nico: un marco por la comida y otro tanto por la bebida.Si es que a estas bazofias se les puede llamar comida y bebida

dijo, en voz alta.Algunos individuos le miraron con curiosidad.No estn tan mal dijo uno.Hombre, si slo se trata de llenar la tripa... Tambin se puede

llenar con hierba. Pero no es comida para una persona. Y el precio,

eh? Qu me dice usted del precio?Eso s es cierto intervino otro de los clientes. Hace cosa

de dos aos, una racin completa costaba una tercera parte de loque cuesta actualmente.Claro sonri Rivn. El Gobierno es un vampiro que

necesita dinero, dinero, dinero... Y nosotros, los ciudadanoshonrados y trabajadores, nos dejamos chupar la sangre como

tontos.Hombre dijo uno, la cosa no est tan mal. Tenemos

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muchas cosas gratuitas: luz, sanidad, educacin...S, pero la comida es mala y cara insisti el terrestre.Mi marido tiene razn para hablar as. Es programador de

mezclas alimenticias en la fbrica veintids intervino Eldys, muyseria.Y, amigos, de lo que entraba hace dos aos en la fbrica a lo

que entra ahora, hay una diferencia casi tan grande como de lanoche al da dijo Rivn, no menos serio que la muchacha. Yono hago ms que preguntarme dnde mete el Gobierno todo eldinero que nos saca.Pues no parece que haga gastos extraordinarios dijo un

hombre de unos treinta y tantos aos y aspecto agradable. Pero,s, tenis razn, la comida es cada da peor y no digamos del precio.Dirase que trata de crear un gran ejrcito. Para qu quieren

soldados, si la paz en Shaddom-S es absoluta?Un ejrcito? exclamaron varias voces a la vez.Eso es lo que se dice por ah respondi Rivn, y para m,

debe de ser cierto, porque, si no, no se explica la calidad tan malade los alimentos y el precio tan elevado. Adnde va a parar ese

dinero?Creo que tiene razn, amigo dijo el hombre joven. Algo

deben de esconder esos pillos de primeros ministros.Pillos, sa es la palabra exacta. Y si no, dganme todos, por

qu no cubren el cargo de primer primer ministro?Sonaron algunas voces aprobatorias. La gente empezaba a

discutir los temas propuestos por Rivn y eso era bueno, pens elterrestre.El hombre joven se le acerc.Me llamo Benm Sugt se present. Tendra un gran placer

en comentar contigo algunos aspectos de lo que est sucediendo.En mi casa, por supuesto.Rivn sonri.Ser un placer, amigo Benm dijo. Yo soy Kcaj Navir. Ella

es mi esposa Sydle, Riwr de soltera.

Encantado, amigos. Venid por casa cuando gustis. Vivo en el873-E, undcimo, sptima.

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Iremos cualquier rato de stos, te lo aseguro se despidiRivn.Adis, Benm dijo Eldys.Salieron a la calle. Rivn sonri.Nadie reconocera nuestros nombres, pronuncindolos a la

inversa dijo.Ella rio suavemente.He de reconocer que tienes inventiva, Jack contest.Preciosa, no es por haceros de menos ni por enorgullecerme

de mi origen. Rivn haba contado ya a la muchacha numerososdetalles de la Tierra. Jams fui espa en mi planeta, de modo que

me falta experiencia; pero me da la sensacin de que vosotros soisbastante ingenuos en ese aspecto.

T crees? pregunt ella, dubitativa.Vamos a ver. Aqu estn armando un fenomenal ejrcito,

compuesto, como mnimo, por veintitantos millones de soldados.T crees que tantos soldados pueden esconderse fcilmente? Cienmil, doscientos mil, hasta un milln, podran situarse en algnlugar secreto..., pero no veinticuatro millones.

Adems, ese ejrcito debe ser alimentado y equipado. Dndese fabrican las armas y los vveres y toda suerte de pertrechos quenecesitan tantos millones de soldados? Y las naves? Y las armaspesadas que habrn de utilizar en su invasin?Demasiadas preguntas se quej Eldys, aturdida,Te las has formulado alguna vez a ti misma?Ella se mordi los labios.Eres justo cuando dices que somos unos ingenuos en el arte

de espiar contest, avergonzada.No te preocupes dijo l, agarrndola confianzudamente por

un brazo. En alguna parte deben de saber muchas cosas acercade ese monstruoso ejrcito. En alguna parte deben de existir unosarchivos con infinidad de detalles sobre esa colosal tropa, quehabra hecho las delicias de Gengis-Khan.Bueno, en el palacio de gobierno hay una seccin de personal

o algo parecido...Vamos all decidi Rivn de pronto.

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As, como estamos? recel ella.Las cosas, en caliente, como se dice en mi planeta contest

el joven.Bien, como quieras, pero... dime, quin era Gengis-Khan?Rivn se ech a rer.Un famoso conquistador terrestre, que all tiene fama de

feroz, pero que, comparado con estos primeros ministros, sera unainfeliz avecilla.

* * *

El edificio del gobierno le pareci a Rivn mucho mayor de loque haba credo. Era una construccin de un colosalismofaranico, apreci, incluso con los pisos superiores en forma depirmide. Cada piso era un enorme peldao, que terminaba en unagran cpula semiesfrica, transparente, situada a ciento cincuentametros del suelo.All arriba, en la cpula, tienen lugar las reuniones de los

primeros ministros indic Eldys.

Y sus residencias?Algunos viven en el propio palacio. Otros residen en casas

privadas. Su cargo les da derecho a ello.Interesante murmur Rivn, cuando se adentraban en el

tnel que conduca al gran patio interior.Haba numerosos soldados, pero su ocupacin principal era

charlar, sin importarles en absoluto los visitantes que entraban ysalan.

El paraso de los espas dijo Rivn, cuando salan al patio,en el que haba numerosos vehculos tipo torpedo, como el que yahaban utilizado en una ocasinPasaron al otro lado. Eldys se encamin hacia un ascensor.Subiremos al piso veintiocho dijo. All estn los archivos

militares.Buena idea.

Esperaron unos momentos. Los indicadores sealaban que elascensor estaba en viaje hacia abajo.

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La puerta se abri de pronto. Un hombre sali, al parecer conmucha prisa, y tropez con cierta violencia con Rivn.Cuidado, amigo dijo el joven. Se va a caer.Aprtese, idiota barbot el capitn Hhud.

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CAPTULO VIII

Rivn estuvo a punto de contestar una barbaridad, pero secontuvo a tiempo. Dej pasar al iracundo oficial y luego empuj ala muchacha hacia el ascensor.Hhud dio unos cuantos pasos ms. De repente, se qued

clavado en el suelo.Un segundo despus, giraba sobre s mismo y se precipitaba

hacia Rivn.

Alto! chill. Maldito espa...Eldys lanz un grito de susto. Rivn gir en redondo.Hhud sacaba ya una pistola. El pie de Rivn actu con

fulgurante contundencia y el arma vol por los aires.Deb de haberme puesto un bigote mascull, mientras

golpeaba saudamente la mandbula del shaddomita.Hhud se desplom, fulminado. Un pequeo revuelo se

organiz inmediatamente en aquel vestbulo.

Ya no podemos ir al archivo se lament Eldys.Volveremos otro da gru l, a la vez que corra hacia la

salida, tirando de la mano de la muchacha.La intentona haba fracasado, se dijo, mientras bajaban las

escaleras que conducan al patio.Los soldados empezaban a moverse. Rivn se dio cuenta de que

esta vez no conseguiran escapar.Cerca de l haba un torpedo de seis plazas. Se acerc al

aparato, dio el contacto y movi la palanca a mxima velocidad, ala vez que la situaba en posicin de giro suave a la izquierda.El aparato parti como un blido, atropellando cuanto se le

pona por delante. Sonaron gritos de terror.Un torpedo entraba en aquel momento, tripulado por tres

hombres. El impacto le hizo dar una tremenda voltereta, lanzandoa sus ocupantes por los aires, pero el primer vehculo continu su

marcha devastadora en crculo, chocando con otros torpedos ycausndoles importantes desperfectos.

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El aparato pareca obedecer a un impulso sin fin. De pronto,Rivn se dio cuenta de que empezaban a situarse en aquella rutadestructora.Al suelo grit.Eldys obedeci prestamente. En el mismo momento, Rivn se

dio cuenta de que, a dos pasos, haba una mujer, que parecahaberse quedado petrificada por el terror.Rivn salt de ella y la derrib, apenas un segundo antes de

que el torpedo pasara rugiendo sobre sus cabezas, a menos demedio metro del suelo. De repente, el torpedo lleg a las escaleras yempez a remontarlas, dando espantosos botes, a la vez que emita

unos chillidos aterradores.La confusin era espantosa. El torpedo penetr en el vestbulo y

choc de frente contra un muro. Se oy un tremendo estampido ylos motores del aparato se desconectaron.Rivn se puso en pie. Con el rabillo del ojo vio que Eldys se

incorporaba igualmente. La mujer a la que haba derribadoempezaba a levantarse y l la ayud cortsmente.Gracias, amigo dijo ella. Me ha salvado usted la vida.

Oh, no ha tenido importancia, seora sonri Rivn.Algn descuidado ha dejado el contacto de su vehculo conectadoy...Har que lo castiguen dijo la mujer. Soy Vyea, sptima

primer ministro.Rivn dio su falso nombre y el de la muchacha. Vyea, apreci

Rivn, era una hermosa mujer de unos treinta y cinco aos, rostroseductor y figura escultural.Si un da necesitas algo de m, pdemelo sin vacilar dijo

Vyea.Rivn se inclin.Me conformo con haber salvado la vida de un primer

ministro contest.Varios guardias acudan hacia Vyea. Uno de ellos ostentaba

insignias de oficial.

Rivn juzg que lo ms conveniente era desaparecer de all. Laconfusin no se haba disipado todava.

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Al favor del alboroto, que an duraba, consiguieron ganar lacalle y alejarse del palacio, con el amargo sabor del fracaso en sunimo.

* * *

Sugt se mostr agradablemente sorprendido de ver a la parejaen la puerta de su casa. Sonri y se ech a un lado para dejarlosentrar.Celebro vuestra visita dijo. Mi esposa vendr ahora.La vivienda, observ Rivn, era de una sobriedad casi

espartana, si bien no faltaba en ella lo ms imprescindible. Perotodo tena una tosquedad y una falta de gusto, que heraconsiderablemente el nimo de un hombre amante de la esttica.La esposa de Sugt se llamaba Lyda y era una agradable mujer

de unos treinta aos. No tenan hijos y, segn dijeron, trabajabanjuntos en una tienda de elementos de comunicacin.

Hemos estado discutiendo lo que o esta maana en elrestaurante dijo Sugt. Nos cuesta mucho creer que el Gobierno

est armando un ejrcito en secreto.Yo no lo he asegurado manifest Rivn. Simplemente,

me he limitado a expresar una sospecha. Porque, si no es para eso,por qu cobran tantos impuestos? Por qu, en dos aos, hasubido el Gobierno tanto el precio de los alimentos? Adnde va aparar ese dinero?Podras hacer una cosa, Benm dijo Lyda de pronto.Habla, querida pidi Sugt, volvindose hacia su esposa.

Pasado maana es la emisin semanal de preguntas sobretemas pblicos. Por qu no te inscribes para formular la tuya?Qu emisin es sa? quiso saber Rivn.Una vez a la semana y durante toda una tarde, los

ciudadanos pueden hacer preguntas sobre asuntos pblicos. Cincorepresentantes del Gobierno contestan e informan sobre los temasde los que se desean detalles.

No est mal. Pero, contestan a todo?Si en ese momento se carece de informacin, la respuesta se

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enva ms tarde al solicitante. La pregunta puede hacerse desde elpropio domicilio. Mira, ah tengo mi televisor, con cmara que meconecta directamente con los estudios.Todos los espectadores le vern y oirn, como nosotros

veremos y oiremos a los que hagan preguntas aadi Lyda.Una emisin muy interesante. Prometo asistir sonri Rivn.El televisor estaba funcionando, aunque, a juzgar por lo que se

vea en la pantalla, se trataba de una emisin de vulgarizacincientfica. El programa terminaba en aquel momento.Un locutor anunci se iban a dar noticias. A Rivn le interesaba

conocer cmo funcionaba la televisin en aquel planeta.

Las noticias no tenan inters excesivo. S se inform de loocurrido en el palacio del gobierno, con abundancia de detalles. Ellocutor dijo que un desconocido haba salvado la vida de la sptimoprimer ministro, Vyea de Vybb. La ministro haba prometidootorgarle una recompensa.A lo mejor te nombra su secretario rio Sugt Pero ten

cuidado con ella; es muy atractiva.Aquellas palabras hirieron la mente del terrestre. De momento,

no dijo nada, pero no tom nota mental de las frases pronunciadaspor Sugt.De pronto, el locutor dijo:Cumplimos el triste deber de informar un fracaso cientfico.

El Intramar ha resultado no explotable, debido a la impotabilidadde sus aguas y a los numerosos gases que stas desprenden. Largosaos de trabajos e investigacin se han perdido...Qu es el Intramar? pregunt Rivn, lleno de curiosidad.Hace muchos aos, unos exploradores descubrieron un mar

interior, situado a unos catorce kilmetros de profundidad. Secrey que podra resultar de utilidad para el planeta, pero, por lovisto, no ha sido as explic Sugt.Eldys estaba silenciosa. Rivn se volvi hacia ellaTenemos que irnos dijo.S, como quieras.

Minutos despus, se despedan de Sugt y su esposa,prometiendo asistir a la emisin de preguntas al Gobierno. Una vez

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en la calle, Rivn coment:Te he visto muy pensativa, Eldys. Es que te preocupa algo en

particular?S respondi ella. Se me haba ocurrido una idea, pero no

quise decir nada delante de los Sugt. Sabes?, creo que resultarainteresante una visita a Renoo, tercer primer ministro. Vive fueradel palacio, en una residencia privada, pero, sobre todo, tiene la

buena cualidad de ocuparse de los asuntos de suministros devveres a la poblacin.Civil y militar? pregunt Rivn.Toda la poblacin confirm Eldys, enfticamente.

* * *

La casa estaba solitaria en medio de un jardn formado porplantas de acusado exotismo. Haba luces en algunas de lasventanas y los dos jvenes se acercaron cautelosamente al edificio,hasta situarse al pie de uno de los muros.Un hombre trabajaba en una especie de pupitre alto, como

tablero de dibujante, de gran tamao, trazando rayas y signos sobrelo que pareca un plano que apenas si caba en el tablero. Rivn sefelicit mentalmente de haber sido sometido al aprendizajeintensivo del lenguaje shaddomita, porque ahora poda entenderno slo lo que se hablaba, sino lo que se escriba.El plano tena tambin parte de grfica estadstica. Rivn vio

que estaba dividida en varias partes, de distintos colores. Una deellas permaneca inalterable, en tanto que en las otras se divisaban

diferentes alternativas, que supuso debidas a las oscilacionesdemogrficas del planeta.Eldys le toc de pronto en el hombro. Rivn asinti.La ventana estaba abierta. El joven se col en el interior sin

vacilar.Renoo oy ruido y se volvi en el acto.Eh, oiga, qu hace aqu, en mi casa? exclam, muy

irritado.Rivn conservaba todava el tubo paralizante.

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Si grita, le convertir en una estatua amenaz.El tercer primer ministro se puso rgido. De pronto, vio a la

muchacha.La traidora dijo.No a mi planeta aleg Eldys.Les cre muertos...Informacin defectuosa rio el terrestre. En cambio, usted

nos la va a proporcionar fidedigna y con todo gnero de detalles.Renoo arque las cejas.No entiendo dijo.Trata de hacerse el tonto, pero los tontos no llegan nunca a

primeros ministros exclam Rivn. La informacin quedeseamos se refiere a los alimentos necesarios para veinticuatromillones de personas.Mucha comida es contest Renoo, framente.La que necesita un ejrcito de invasin.Ejrcito de invasin? Nunca he odo hablar de una cosa

semejante. Y a quin vamos a invadir, pueden decrmelo?A mi planeta terci Eldys, hoscamente. Es cosa sabida,

de modo que negarlo sera absurdo.Rivn se acerc al tablero y puso la mano sobre el sector en el

que los signos y las cifras estaban hechos con trazos negros.Es la nica seccin del plano que permanece inalterable

dijo. Precisamente, la destinada a calcular el avituallamiento deveinticuatro millones de soldados.

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CAPTULO IX

Rivn observ una ligera crispacin en la cara del tercer primerministro. Renoo se haba separado un tanto del tablero y tena lamano apoyada sobre una mesa contigua.He dicho la verdad rio el joven. Su expresin le delata,

Renoo.Por qu quieren invadir mi planeta? pregunt la

muchacha, adelantando el pecho agresivamente.

Ellos no les han hecho nada. Qu inters tiene Glowyr-Gpara ustedes? quiso saber Rivn.De pronto, Renoo se ech a rer.Creen que veinticuatro millones de soldados se pueden

esconder tan fcilmente? dijo en tono de burla. En Shaddom-Shay unos doscientos millones de habitantes. De dnde bamos asacar una fuerza tan numerosa, sin que la gente empezase aquejarse?

Acaso ustedes les permiten quejarse?Por lo visto, usted no ha presenciado nunca una emisin de

preguntas pblicas al Gobierno.Rivn se qued un tanto cortado.En alguna parte estn escondidos esos soldados insisti

Eldys. Yo lo o muy claramente en uno de los consejos deministros.Mencionaron claramente la palabra soldados? pregunt

Rivn.Dijeron ejrcito y guerreros, que es lo mismo. Y mencionaron

tambin las naves y comentaron algo sobre los planes de invasin.Rivn mir al ministro.Ya ha odo dijo. Ella no miente.Renoo se encogi de hombros.Aunque fuese cierto, no dira nada contest.

El tubo paralizante apunt a Renoo.Disparar una descarga y usted se quedar inmvil

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amenaz.Y yo le empujar para que caiga al suelo y se quiebre como si

fuese una estatua de vidrio aadi Eldys. Lo peor para ustedes que lo ver y lo sentir, porque los rayos no paralizan la facultadde pensar. Comprende lo que quiero decirle?Renoo estaba muy plido.El terrestre empez a pensar que iba a ceder. Pero, de repente,

se abri la puerta y dos soldados penetraron en la estancia.Llam, seor? pregunt uno de ellos.

* * *

Rivn se dio cuenta inmediata del gravsimo peligro quecorran. Los soldados, sin duda, haban acudido a una llamada deRenoo, efectuada, no caba la menor duda, con absoluta discrecin.El joven pens en la mano que Renoo haba tenido apoyada sobre lamesa.Pero era preciso actuar. Dispar el tubo y los dos soldados se

quedaron instantneamente convertidos en estatuas.

Casi en el mismo instante, Rivn recibi un terrible golpe en lamano. El tubo paralizante salt por los aires.Furioso, se volvi, pero Renoo le asest un terrible empelln,

tirndole encima de la muchacha.Los dos jvenes rodaron por el suelo. Eldys chill.Rivn se puso en pie de un salto. Cuando quiso recobrarse,

Renoo haba desaparecido en el jardn.Vamos, Eldys, tenemos que irnos dijo.

La muchacha no se hizo de rogar. Salieron a travs de laventana y echaron a correr.No lo hemos hecho muy bien se quej ella amargamente.Debamos haber pensado en la escolta mascull Rivn.

Era tonto creer que un primer ministro no tendra guardias decorps.De nuevo les invadi el sentimiento de fracaso. Rivn empez a

pensar en emigrar de aquel planeta al que haba llegado sin ganas yen el que poda dejarse el pellejo en cualquier momento.

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Eldys, en caso de que se te pongan mal las cosas, tienescubierta la retirada? pregunt.Si ella ocurriera, solicitara auxilio a mis jefes, Pero tendra

que aguardar a que vinieran a rescatarme,Rivn se peg una palmada en la frente.Lo que nos faltaba! gimi.

* * *

Las preguntas resultaban interesantes en ocasiones. Otras, sinembargo, eran muy aburridas. Algunas, pens Rivn, mientras

contemplaba la emisin, eran realmente estpidas.Los cinco representantes del Gobierno estaban sentados en unestrado, situado frente a las cmaras de televisin. Las respuestas,por lo general, solan ser correctas y concisas. Algunas veces, sinembargo, quedaban reservadas para informacin directa alinteresado.De pronto, el locutor dijo:Turno del ciudadano Benm Sugt.

Rivn y la muchacha contemplaron la pantalla con renovadointers. Ambos estaban en la cueva del lago, a la que se habanretirado para descansar unas horas, despus de las peripecias delos das anteriores.El rostro de Sugt apareci en la pantalla.Deseo informacin sobre el ejrcito de veinticuatro millones

de soldados que se est alistando sin conocimiento de la poblacinmanifest.

La sorpresa entre los hombres del Gobierno fue evidente. Unode ellos, sin embargo, contest:No sabemos nada acerca de lo que ha dicho el solicitante.Los impuestos han subido, los precios han subido. La calidad

de los alimentos se ha deteriorado considerablemente. Adnde vaa parar el dinero que obtiene el Gobierno de esta forma tan pococonsiderada para con los ciudadanos?

Pregunta denegada contest uno de los funcionarios.No la quieren contestar? dijo Sugt.

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El representante hizo un gesto con la mano.La actitud del ciudadano Sugt es ofensiva para el Gobierno

declar el locutor. Se le retira la lnea de comunicacin con laemisora.La cara de Sugt desapareci de la pantalla en el acto.Rivn torci el gesto.Bonita manera de aclarar dudas mascull.Eldys se senta desolada.No conseguiremos nada dijo.Todava no me doy por vencido. Cmo te encuentras, Eldys?Un poco cansada, a decir verdad.

Rivn sonri.Entonces, qudate. Esprame veinticuatro horas pidi.Adnde vas? pregunt ella, extraada.Lo sabrs a la vuelta contest l.Pero, es que no me puedes decir...?Preciosa, voy a hacer una visita. Lstima no se me haya

ocurrido antes, porque nos habramos ahorrado el mal rato quepasamos en casa de Renoo. Pero esa visita compete a un hombre

solo.Y, sin ms, antes que ella pudiera decir algo, Rivn corri a la

orilla y se zambull de cabeza en las aguas.Momentos ms tarde, nadaba ya en la superficie. Alcanz la

orilla y, despus de sacudirse como un perro, se lanz hacia eltorpedo que les haba llevado hasta su escondite.Unos minutos despus, parta a toda velocidad hacia la capital.

* * *

Ya estaba seco cuando lleg a la casa de Sugt. Llam a la puertay Lyda sali a recibirle.Hola, Kcaj salud, dndole el nombre falso que Rivn

haba decidido usar por el momento. Puedo servirte en algo?S, necesito conocer una direccin. Est Benm en casa?

Aqu me tienes dijo el aludido, de pronto.Hola, Benm salud Rivn. He visto la emisin de

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preguntas al Gobierno.En tal caso, ya conoces las respuestas a las que yo he

formulado dijo Sugt.S. Y ello confirma nuestras sospechas. Estn armando un

poderossimo ejrcito. Pero por alguna razn que desconocemosquieren ocultarlo al pueblo.Es cierto intervino Lyda. Qu es lo que se proponen?Rivn se encogi de hombros.Nada bueno, estoy seguro de ello contest. Pero creo que

puedo averiguarlo con relativa facilidad.Cmo? quiso saber Sugt.

Necesito una direccin, eso es todo sonri el terrestre, conexpresin enigmtica.No es difcil. Dime el nombre de la persona y, a ser posible,

su cargo, empleo o puesto de trabajo solicit el shaddomita.Rivn dijo el nombre y su cargo. Sugt levant las cejas.Picas alto coment.Si se quiere conseguir una cosa de importancia, es preciso

recurrir a una fuente que proporcione sin error la informacin

necesaria.Sugt sonri comprensivamente.Espero que consigas lo que deseas dijo, unos minutos

despus, en el preciso instante en que sonaban unos fuertes golpesen la puerta.Rivn frunci el ceo.Esperas a alguien, Benm? pregunt.No, en absoluto.Los golpes se repitieron. Sonaban fuertes, como si el que

llamaba se sintiese impaciente.Rivn quiso extender la mano. Lyda se dispona ya a abrir.

Trataba de recomendarle prudencia, pero ya era tarde.Una figura conocida apareci en la puerta.Vive aqu el ciudadano Benm Sugt? dijo el capitn Hhud.Yo soy contest el aludido.

Est arrest...Hhud se interrumpi de pronto. Su cara se deform en una

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mueca de clera.El espa! grit. Detenedle!Hhud haba llegado acompaado de varios soldados. Durante

unos instantes, sus hombres permanecieron indecisos.Saban que haban ido a arrestar a determinada persona, pero

no se esperaban un cambio tan sbito de rdenes. Antes de quepudieran poner en ejecucin el mandato de su oficial, Rivn sedispar hacia adelante con todo el impulso de su poderosamusculatura.

* * *

Noventa kilos de peso alcanzaron de lleno el pecho de Hhud,lanzndolo hacia atrs con tremendo golpe. Un par de soldadosrodaron por el suelo, confundidos con el oficial.Dos ms se arrojaron contra Rivn. El joven los rechaz con un

demoledor contrataque de sus puos. Se oyeron chasquidos dehuesos rotos y gruidos de dolor.Una pistola cay al suelo. Rivn se apoder de ella sin vacilar.

La sorpresa le permiti escapar hacia la rampa en espiral quepermita el acceso a los pisos. Haba ascensor, pero juzg quemeterse en l era encerrarse a s mismo en una trampa mortal.La rampa era espaciosa. Rivn descendi a todo correr. Arriba

sonaban gritos de furor.Disparadle! chill Hhud.Una fenomenal explosin son en el tramo superior. Los

cascotes volaron por todas partes. La rampa qued cortada en un

tramo de diez o doce metros.Rivn se detuvo un momento. Elev la mano y dispar un poco

al azar.Parte del rellano del undcimo piso desapareci con la

explosin. Un cuerpo humano descendi volteando por el huecocentral de la espiral. Su alarido son con trmolos horripilantes,hasta el momento del choque final contra el pavimento del

vestbulo.Otro hombre grit, lleno de pnico.

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Era Hhud. El suelo haba fallado bajo sus pies, pero, en elltimo instante, haba conseguido asirse al borde y estaba colgadode las manos, a una altura de casi cuarenta metros.Ayudadme, imbciles grit.Los guardias, desconcertados, no saban a quin acudir. Rivn

dispar de nuevo, ahora en vertical. La explosin se produjo en elltimo piso y los cascotes llovieron sobre Hhud y sus guardias.Hhud se desgaitaba gritando en todos los tonos. Rivn

aprovech la ocasin y lleg al vestbulo.Instantes despus, sala a la calle. Mont en el torpedo y

arranc a toda velocidad.

Atardeca ya. Rivn se dijo que la noche habra llegado cuandol alcanzase su objetivo.Para la visita que pensaba hacer, la noche era lo ms

conveniente.

* * *

La dama vesta con gran elegancia una especie de tnica hecha

de sutiles gasas doradas, que transparentaban casi por completo elesplndido cuerpo que cubran. Vyea se contempl satisfecha en elespejo.Alguien, inesperadamente, pregunt:Vas a alguna fiesta?Vyea se volvi, sorprendida. Sentado en el alfizar de la

ventana haba un hombre, que la contemplaba con la sonrisa en loslabios.

A ti te conozco yo dijo la sptimo primer ministro.Cierto. Me molesta recordar ciertas cosas, pero te salv la

vida.Ah, el audaz y arriesgado individuo que se olvid de mi

condicin de sptimo primer ministro y me tir al suelo sincontemplaciones.Yo pretenda salvar solamente a una persona, mujer y

hermosa por aadidura. Lo hubiera hecho igualmente con otracualquiera, creme.

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Pero salvaste mi vida y eso es lo que importa. Puedo servirteen algo?Antes te he hecho una pregunta. An no me has contestado,

seora.Vyea le mir especulativamente.Me han invitado a una fiesta, en efecto contest.Lstima suspir Rivn.Por qu? se extra ella.Yo haba venido a visitar a una hermosa mujer. Tendr que

irme como he venido.Pero, qu es lo que quieres de m? Todava no me lo has

dicho. Soy agradecida y deseo recompensarte por lo que hiciste enmi favor.Vas a darme dinero? Algn cargo importante? Crees que

he venido slo por esa clase de recompensas?Bien, si no te explicas un poco mejor... Por cierto, no recuerdo

tu nombre. Tengo una memoria psima se disculp Vyea,sonriendo.Kcaj Navir contest el terrestre. Pero puedes llamarme

Dusty aadi, recordando un apodo de sus tiempos deestudiante.Est bien, te llamar Dusty. Dime qu es lo que quieres de m.

Tratar de complac

lcde121 - glenn parrish - ejercito secreto

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