latinarab4
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Pez dorado Revista de Cine inaugura una sección de Festivales. Iremos actualizando con más notas este número dedicado a LatinArab4 que se desarrolla en estos momentos en la Ciudad de Buenos Aires, Argentina.TRANSCRIPT
REVISTA DE CINE | FESTIVALES | LATINARAB4 | NOVIEMBRE | 2014
LatinArab430 de octubre al 10 de noviembre
Buenos Aires Argentina
2014
2 Pez dorado noviembre 2014 | Festivales
PEZDORADO
Editor responsable
Francisco Abelenda
Directores
Soledad Bianchi
Germán González Sosa
Secretaria de redacción
Rosario Salinas
Redactores
Constanza Borge
Silvia Italiano
John Lake
Jorge Montanari
Rosario Salinas
ISSUU
http://issuu.com/pez_dorado/docs
El pez dorado está de regreso, se escapó de la
pecera y nuevamente va nadando entre aguas
turbulentas. Muchos cambios en esta nueva etapa.
En primer lugar cambian los capitanes de nuestra
embarcación. Ingresa la dupla Soledad Bianchi y
Germán González Sosa con el cargo de directo-
res. Dos redactores que se han destacado desde
la máquina de escribir, pero también desde sus
ideas, su empuje y entusiasmo. Por eso acá están,
manejando el timón de este nuevo Pequod que
busca, no sólo a Moby Dick, sino también al elusi-
vo pececito.
Y para comenzar con los cambios, nada mejor
que una novedad. A partir de ahora Pez dorado
cubrirá los festivales de cine con ediciones ad hoc,
con redactores especialmente enviados y con los
textos publicados de manera casi inmediata. Para
poder disfrutarlo mientras la alfombra roja todavía
esté tendida.
En este número especial, el primero de Pez dora-
do Festivales, nuestros enviados especiales, Silvia
Italiano y Jorge Montanari, nos deslumbran con
sus análisis de las películas del Festival LatinA-
rab4, el Festival Latinoamericano de Cine Árabe,
organizado por la organización Cine Fértil, que
este año tiene como país invitado Marruecos y su
extraordinaria cinematografía.
Este formato nos permite reunir en un solo lugar
las críticas, evitando que queden desperdigadas
en diversos post, al mismo tiempo que brindar
una cobertura del Festival en tiempo real, así que
iremos actualizando el archivo en tanto se vayan
incorporando nuevas críticas.
El pez dorado sigue nadando y nosotros tras él.
Francisco Abelenda
Festivales | noviembre 2014 Pez dorado 3
Contenido
LatinArab4 5 LatinArab4 por Jorge Montanari
7 Rock the Casbah por Jorge Montanari
9 Rock the Casbah por Silvia Italiano
11 Equinoccio, el jardín de las rosas por Rosario Salinas
12 Infiltratrators por Jorge Montanari
14 Hasin, el niño iraquí por Jorge Montanari
15 Birds of September por Rosario Salinas
16 Birds of September por Silvia Italiano
18 El objeto de mi amor por Silvia Italiano
21 Return to Homs por Silvia Italiano
24 Adiós Carmen por Silvia Italiano
26 Adiós Carmen por Rosario Salinas
4 Pez dorado noviembre 2014 | Festivales
27 Arij, Scent of Revolution por Silvia Italiano
30 Solei-man por Rosario Salinas
32 Traitors por Silvia Italiano
35 WWW What a Wonderful World por Jorge Montanari
36 Death for Sale por Rosario Salinas
38 Frontieras por Silvia Italiano
40 In the Sands of Babylon por Silvia Italiano
41 Bastardo por Jorge Montanari
43 Two at the border por Rosario Salinas
45 Bashar por Rosario Salinas
47 My love awaits me by the Sea por Constanza Borge
50 Palestina al Sur por Silvia Italiano
52 C’est euz les chiens por John Lake
54 Despedida por Jorge Montanari
Festivales | noviembre 2014 Pez dorado 5
Comienza el
LatinArab4, cuarto
Festival de Cine
Árabe en Argentina.
Pez Dorado asistió a la
conferencia de prensa
inaugural que brindó la
gente de Cine Fértil para
presentar la nueva edición
de este festival que, año
tras año, viene creciendo
y afincándose en la esce-
na cultural porteña.
Edgardo Bechara El
Khoury, director del fes-
tival, presentó una vez
más esta muestra cuya
finalidad, en sus propias
palabras, es la de conocer
mejor a «esos otros que
no son tan otros, sino no-
sotros en otro lugar». El
país invitado en esta oca-
sión será Marruecos, por
lo que, como una sección
dentro del festival que va
del 30 de octubre al 12
de noviembre en varias
sedes, la Alianza Francesa
de Av. Córdoba albergará
del 3 al 8 de noviembre la
Semana del Cine Marro-
quí. Durante esta semana
se incluirá una retrospec-
tiva de Faouzi Bensaïdi,
director y actor marroquí
que cosechó varios pre-
mios incluso en Cannes y
en Berlín desde su Mil me-ses de 2003.
Luego de la muestra,
durante varios meses el
Festival que supo traernos
joyas en ediciones ante-
riores como la libanesa
OK, enough, goodbye
o la tunecina Buried se-crets, girará por los Espa-
cios INCAA del país, tal
como lo estuvo haciendo
LatinArab4
30 de octubre - 10 de noviembreEspacio INCAA KM 0 - Cine GaumontAlianza FrancesaBajo Plaza CCGSM Sala 1
»Jorge Montanari«
6 Pez dorado noviembre 2014 | Festivales
ya este año el Festival de
Cine Turco. También está
prevista una extensión de
la muestra a otros países
de la región, a la vez que
debutará una sección
dedicada al público infan-
til, en esta oportunidad
compuesta de la muestra
de cortos Made in Qatar, que se llevará por varias
escuelas porteñas.
Entre otras novedades,
aprovechando los acuer-
dos institucionales sobre
producción de cine entre
Marruecos y la Argentina,
se desarrollará durante
el festival una colabora-
ción abierta con el fin de
co-producir un cortome-
traje que sería estrenado
en la edición del 2015. Se
mantienen las secciones
competitivas de largos y
cortos (con 9 largometra-
jes y 7 cortos producidos
en el mundo árabe en
competencia), y duran-
te la sección Panorama,
que incluye las miradas
al mundo árabe hechas
desde otras latitudes, se
estrena La revolución del año, producción brasileña
que ganó el año pasado el
premio Work in progress
del festival, con el que se
financió su postproduc-
ción. La otra joya de la
sección promete ser Ham-
dan, del argentino Martín
Solá, documental sobre
un preso palestino.
Entre las películas a des-
tacar, de lo que se conoce
hasta ahora de la progra-
mación del festival, está
el documental libanés que
marca el debut de Sarah
Francis, Birds of Septem-ber, y, como una muestra
del cine mainstream ára-
be, algo que celebramos
mucho que esté presente
en este tipo de festivales
que frecuentemente están
demasiado sesgados por
el cine de autor (perdien-
do la oportunidad de que
nos enteremos qué pelí-
culas nacionales llenan los
cines por allí), llega la ta-
quillera Rock the Casbah,
en la cual actúan nada
menos que Omar Sharif,
Hiam Abbass (la de Le-montree), Nadine Labaki
(Caramel), Lubna Azabal
(Paradise now), y la bellí-
sima Morjana Alaoui.
Vuelven directores abona-
dos a este festival, como
Hisham Lasri (con Son ellos los perros), o Moha-
med Al Daradji, de quien
vimos luego de la confe-
rencia de prensa su nueva
In the sands of Babylon,
que no nos dejó mucho
desde lo cinematográfi-
co ni desde la mezcla de
documental de denuncia
combinado con ficción
demasiad cruda, cliché,
y una mirada quizás algo
incompleta de la revolu-
ción fallida de Irak en 1991.
Rescatando algo, nos que-
damos con una sensación
empática que refuerza las
palabras del director del
festival cuando dijo aque-
llo de “nosotros en otro
lugar”, al ver a la madre
del detenido desapare-
cido pidiendo por su hijo
con un pañuelo blanco en
la cabeza. Esperamos en-
contrar muchos lazos de
identificación más a lo lar-
go de estas dos semanas
que se vienen, tal como
dijo el también presen-
te Embajador del Reino
de Marruecos, que señaló
las influencias árabes en
nuestra cultura latinoa-
mericana, en Borges, y no
dejó de hacer hincapié en
la oportunidad de borrar
prejuicios acerca del mun-
do árabe a través del cine,
propiciando una llegada al
público que no circunscri-
ba la discusión a una élite
particular.
Festivales | noviembre 2014 Pez dorado 7
Omar Sharif –ya
octogenario–
hace de Moulay
Hassan, un pater familiae que acaba de morir pero
aparece como testigo de
sus propios funerales, en
un acuerdo de complici-
dad con el espectador (y
con un nieto que también
puede o imagina verlo).
Moulay Hassan podría
ser también el Esteban
Trueba que Isabel Allende
pergeñó en La casa de los espíritus: poderoso, señor
de su mansión, forjador
de su imperio familiar y
laboral, temido y alabado
por todos, pero odiado
sotto voce.
En el funeral confluye
toda su familia, y la his-
toria se centra principal-
mente en sus mujeres: una
esposa, y dos hijas que
viven allí más una tercera,
actriz de Hollywood que
acaba de llegar para la
ocasión.
Un pater familiae
poderoso, señor de su
mansión, forjador de su
imperio familiar y laboral,
temido y alabado por
todos, pero odiado sotto voce.
Las locales son muje-
res descontentas con sus
matrimonios, pero que
jamás osarían cuestionar-
los, porque su misión en
la vida parece limitada a
la defensa del estatus y
del mandato social. Pero
también habita la casa un
ama de llaves que escon-
de algún misterio, y pron-
Rock The CasbahDirector: Laïla MarrakchiIntérpretes:Morjana AlaouiNadine LabakiLubna AzabalHiam AbbassAdel BencherifFatima Harrandi Omar SharifPaís de origen:Marruecos | FranciaDuración: 100’Año: 2013
La casbah de los espíritus»Jorge Montanari«
8 Pez dorado noviembre 2014 | Festivales
to sabremos que todos allí
guardan con celo más de
lo que muestran, y que los
secretos están listos para
escapar de la caja de Pan-
dora en la que descansan.
El placer y el amor no se
pueden poner en una ba-
lanza en la que el equili-
brio lo aportan elementos
como el poder, la osten-
tación, y sobre todo, el
dictado no escrito de ser
parte de una familia per-
fecta, para que el castillo
de naipes se pegue con
cemento de contacto y no
haya golpe sobre la mesa
ni pateadura de tablero
que pueda con él.
El placer y el amor no
se pueden poner en
una balanza en la que
el equilibrio lo aportan
elementos como el poder
y la ostentación.
¿Todo esto es inherente a
una sociedad regida por
preceptos musulmanes
que cosifican a la mujer
situándola en desventaja
permanente, y donde la
mujer oprimida le teme
al qué dirán? ¿es todo el
reflejo de una cultura de-
nigrante donde el temor
a manchar las apariencias
puede hacer ocultar el
peor de los secretos? No,
definitivamente no. Todo
lo que pasa, es lo mismo
que puede pasar acá en
Occidente. Historias que
rondan, poco más cerca
o lejos, los entornos de
cualquier espectador que
en cualquier cine esté mi-
rando esta película. Una
vez más, los otros son no-sotros en otro lugar.Con buen ritmo, el film
crece hacia el final, sobre
todo gracias a las actua-
ciones de las grandes
figuras árabes aquí reuni-
das, que no sorprenden
tanto cuando encaran el
costado melodramático
del guión como cuando
entrelazan varias charlas
familiares donde lo ges-
tual, lo que no se dice, o
lo que se deja fluir con
sutilezas, enriquece nues-
tra experiencia desde la
butaca. Una fotografía de
primer nivel y una técnica
muy cuidada terminan de
servir con delicadeza este
buen plato de apertura.
Festivales | noviembre 2014 Pez dorado 9
«Nosotros en otra parte»»Silvia Italiano«
Rock the Casbah es
la segunda entrega
de Laïla Marrakchi.
Su debut tuvo lugar nueve
años atrás con una pelícu-
la sobre un amor prohibi-
do entre una musulmana
y un judío, que fue selec-
cionada en el festival de
Cannes y provocó un esta-
llido de críticas en su país
para luego convertirse en
el mayor éxito de taquilla
del 2006. La directora
marroquí de 37 años, que
parece haber adoptado el
rock como símbolo de Oc-
cidente y modernización
(su primera película se
llamaba Marock, deforma-
ción del nombre del país
en francés: Maroc), vuelve
ahora con una saga fami-
liar que se desarrolla en el
curso de los tres días de la
gnaza, ceremonia funeral
musulmana. En este caso
se trata de una gnaza VIP,
pues el muerto es Moulay
Hassan (Omar Sharif), un
acaudalado magnate, que
deja en herencia cuantio-
sos millones, una mansión
en las afueras de Tánger,
una colección de coches
cuya pieza más banal es
un jaguar y, por supuesto,
un variado florilegio de
resentimientos, frustra-
ciones, amores, odios, re-
proches y engaños. Como
cabe esperar, la caja de
Pandora cuya tapa mante-
nía cerrada con su autori-
dad patriarcal se destapa
apenas desaparece y los
demonios alzan vuelo.
Sus cuatro hijas –una
maestra con los infaltables
anteojos propios del rol,
que siempre fue la nena
de papá y buscó su apro-
bación, el ama de casa
bella y aburrida que trata
de matar el tedio y dar un
sentido a su vida con un
sin fin de cirugías estéti-
cas, la rebelde que se fue
a los Estados Unidos y se
convirtió en actriz cuyos
papeles de terrorista de Al
Qaeda le han dado fama,
y la trágicamente ausente
para siempre– constituyen,
junto con la madre amante
incondicional, desdichada
y tenaz, y la criada que ha
compartido íntimamente
la vida familiar y ha juga-
do un papel decisivo en
sus avatares, las protago-
nistas de esta dramedia a
través de la cual Marrakchi
se propone una denuncia
de la situación opresiva de
10 Pez dorado noviembre 2014 | Festivales
su sexo en el mundo ára-
be, sin lograr realmente su
objetivo.
Los personajes demasiado
estereotipados, la conti-
nua sensación de déjà vu
a medida que se desen-
vuelve la trama y la ex-
traordinaria opulencia de
la familia cuyos miembros
hablan perfecto francés
y no padecen ninguna de
las privaciones propias de
la mayoría en los países
del norte de África,
Marrakchi se propone una
denuncia de la situación
opresiva de su sexo en el
mundo árabe, sin lograr
realmente su objetivo.
hacen que los problemas
planteados en la pantalla
parezcan más bien per-
sonales y psicológicos,
el posible resultado de la
vida en familia en cual-
quier parte del mundo,
que la consecuencia de
haber nacido en una so-
ciedad tradicional, ma-
chista y represiva.
La película no está pues a
la altura de sus ambicio-
nes, esencialmente porque
si sacamos las djellabas y
el cuscús poco nos queda
de árabe, resultando así
una perfecta ilustración
de las palabras del em-
bajador de Marruecos en
la ceremonia de apertura
del festival: «esos otros
[…] no son tan otros, sino
nosotros en otro lugar».
Y sí, es cierto, todos los
humanos compartimos las
características esenciales
de nuestra especie. No
cabe duda de que, como
dice Shylock, el mercader
de Venecia, en su famoso
monólogo en defensa de
la igualdad de los judíos,
todos tenemos manos,
órganos, afectos, pasio-
nes, alegrías, dolores, nos
alimentamos de comida,
sufrimos enfermedades,
sentimos calor en verano
y frío en invierno, sangra-
mos cuando nos pinchan,
reímos cuando nos hacen
cosquillas, y morimos si
nos envenenan… Sí, somos
iguales… Pero no comple-
tamente. Las diferencias
existen, y solo conocién-
dolas podremos algún día
llegar a respetar las que
enriquecen, convirtiendo
el choque de civilizaciones
en una alianza de civiliza-
ciones, y eliminar las que
oprimen, poniendo fin a
la sumisión de la mujer, el
racismo, la discriminación,
la xenofobia. Ojalá que las
demás películas del fes-
tival hagan un aporte en
ese sentido.
Señalemos, sin embargo,
algunos innegables méri-
tos de Rock the Casbah,
empezando por su repar-
to, que sí es ampliamente
representativo del mundo
árabe: Morjana Alaoui
(marroquí y prima de la
Festivales | noviembre 2014 Pez dorado 11
directora), Hiam Abbass
(israelí de origen palesti-
no), Lubna Azabal (bel-
ga de origen marroquí),
Nadine Labaki (libanesa),
Adel Bencherif (francés de
origen tunesino) y Omar
Sharif (egipcio).
La fotografía de Pierric
Gantelmi d’Ille (Mesrine parte I, Instinto de Muerte
– Mesrine parte II, Enemi-go Público Nº 1) es magní-
fica desde la primera toma
de la higuera iluminada
por la luz del trópico y va-
loriza en todo momento el
impecable diseño de pro-
ducción de Benoît Barouh
(Madame Bovary, Renoir).
Por último, la narración
tiene un buen ritmo, con
pinceladas de humor y
puntuada de notas su-
rrealistas de una poesía
simple pero eficaz a cargo
de Omar Shariff, que hace,
como bien se nos aclara,
«una actuación excepcio-
nal».
Ocus podasPor Rosario Salinas
Equinoccio, el jardín de las rosas (1991) de
Pablo César –primera par-te de su trilogía seguida de Unicornio, el jardín de las frutas (1996) y Afrodi-ta, el jardín de los perfu-mes (1998)– transcurre a lo largo de cinco «estacio-nes»: El canto del ángel, El sueño de Ahmed y Saída, La flauta, El tiempo deteni-do y Apocalipsis.El jardín de las rosas es un lugar que no necesita de palabras pero sí de sensa-ciones y sentimientos. De-trás de esas playas y esos edificios casi desiertos se esconden los deseos, el amor, el robo, el asesinato, la muerte, la fantasía. La noción del tiempo atra-viesa la película de la mano de un ángel-demonio que cuando aparece nos anun-cia que ahí está el futuro y que por lo tanto el tiempo
se detiene. Pero, como bien nos decía Eliot, ese momento en el jardín de las rosas solo puede ser recordado en el tiempo y como parece decirnos Pa-blo César detener el Futuro tal vez no sea detener la muerte sino avanzar hacia ella. «Apocalipsis» es mi esta-ción preferida, aunque tal vez lo sea porque yo tam-bién fui una niña que am-bicionaba unos pies alados para alcanzar a mi padre muerto. Pablo César, el de los pies ligeros, revelándonos su secreto de los zapatos vo-ladores nos muestra que desde el barro podemos impulsarnos hacia el cielo, mientras nos asegura que con un pétalo de rosa nos alcanzará, que la flor mue-re pronto pero que el jar-dín se mantiene vivo.
Equinoccio,el jardín de las rosas
Director: Pablo CésarIntérpretes:
Mohamed GouiderSaída Nasri
Ahmed HmaiedPaís de origen:
Argentina | TúnezDuración: 75’
Año: 1991
Festivales | noviembre 2014 Pez dorado 11
12 Pez dorado noviembre 2014 | Festivales
InfiltratorsDirector: Khaled JarrarPaís de origen:Palestina | EmiratosArabes Unidos | LibanoDuración: 70’Año: 2012
Infiltrators es un do-
cumental –literal-
mente– difícil de ver.
Filmado en gran parte
con celulares de la era
pre-smartphone, nos so-
mete a una tortura ocular
durante decenas y dece-
nas de segundos en uno
y otro momento de la
película, el celular enfoca
el piso mientras su dueño
corre ocultándose en la
oscuridad de la noche, o
trata de enfocar algo sin
lograrlo (y sin hacer pasar
la toma a mejor vida en
la moviola). Pero no sólo
la calidad de filmación es
mala, sino también lo que
se intenta mostrar es con-
fuso. Quedan bastantes
zonas nebulosas que no
se pueden reconstruir a
partir de lo que el director
decidió mostrarnos.
Como probablemente
sepan, el Estado de Israel
construyó un muro –simi-
lar al Muro de Berlín– en
sus fronteras con Pales-
tina, en una decisión glo-
balmente muy criticada.
Infiltrators nos muestra a
un grupo de personas que
se encargan de facilitar el
paso furtivo al otro lado
del muro, necesidad de
muchos palestinos que
precisan hacer el mango
con alguna changa del
lado israelí, ya sabiendo
que por los lugares permi-
tidos, los controles son tan
severos, burocráticos, iló-
gicos e impredecibles, que
en la práctica hacen que el
muro siga existiendo hasta
donde hay puertas.
Esta gente, entonces,
Parados sobre la muralla que divide
»Jorge Montanari«
Festivales | noviembre 2014 Pez dorado 13
proporciona escaleras y
sogas para trepar y pasar
al otro lado, pero también
proporciona tipos hacien-
do de campana del lado
israelí para garantizar que
no haya patrullas cerca
(no podemos decir que
no haya moros en la costa,
porque en este caso los
moros son los vigilados
en lugar de los vigilantes
del dicho). En otros casos,
se aprovechan túneles de
desagüe que pasan bajo el
muro para lograr cruzar la
frontera. Así vemos cómo
una veintena de personas,
incluyendo ancianas, ni-
ños, y hasta un bebé en
brazos de su padre reco-
rren este túnel pisando el
horrendo fango del fondo
del desagüe,
arrastrándose luego para
trepar por un pasadizo
mínimo al salir del otro
lado. Conocemos también
a familias divididas, que
por debajo de una puerta
se pasan fotos de un nue-
vo integrante de la familia
para que su abuela pueda
verlo, mientras todo inten-
to de abrazo se ve redu-
cido al contacto entre ye-
mas de los dedos, que se
hacen las caricias mutuas
más desoladoras de la
Tierra. No falta en el muro
algún agujero secreto por
el que se contrabandean
mercancías tan absurdas
como simples panes arte-
sanales.
Tampoco faltará la filma-
ción de alguna misión fa-
llida, en la que un aviso en
el momento justo permite
huir en otra dirección, ni
otra en la que alguno de
los que quería cruzar ter-
mina en manos del ejérci-
to israelí.
Preferimos otros docu-
mentales sobre el sufri-
miento palestino, como
los increibles Still alive in Gaza, o To shoot an elephant, pese a ser pro-
ducciones extranjeras, por
sobre este acercamiento
al dogma, independiente,
y filmado desde aden-
tro y por los de adentro.
Y si vamos más espe-
cíficamente al género
«documental sobre las
dificultades de cruzar del
lado palestino al israelí»,
nos quedaremos siempre
con la joya Checkpoint, de Yoav Shamir, un israelí
totalmente crítico de la
política del Estado de Is-
rael y que realizó además
una obra maestra como
Defamation.
Infiltrators nos deja con
la sensación de ser un
collage mal armado de
documentos valiosos, en
el que además falta que
las cosas estén contadas
de un modo un poco más
claro o cohesivo. Sin em-
bargo, queda expuesto
otro ángulo de vista sobre
la lucha diaria del pueblo
palestino.
14 Pez dorado noviembre 2014 | Festivales
El documental de
Andrés Aros Gon-
zález se proyectó
en yunta con otra produc-
ción chilena (Palestina al sur), integrantes ambas
de la sección Panorama
del LatinArab4. Hasin es
un púber que vive junto
con casi toda su familia en
Chile –«casi toda» porque
un divorcio ha dejado la
casa sin padre– luego de
emigrar desde Bagdad en
el peor momento de la se-
gunda crisis del Golfo Pér-
sico. Completan la familia
una hermana que sufre una
gran discapacidad motriz
pero que tiene plena luci-
dez, otros dos hermanos –
uno mayor que Hasin– y su
madre. A través de los cin-
cuenta minutos de metraje
vemos cómo se han inte-
grado al día a día chileno
(por cierto, no es menor el
dato, para entender ambos
documentales, que Chile
alberga desde la primera
oleada migratoria del siglo
XX a una diáspora pales-
tina gigante, que entre
otras cosas es responsable
de que el club Palestino
dispute el campeonato de
primera división de fútbol
chileno). Vemos entonces
a estos iraquíes hablando
de su escape de la guerra,
en un castellano bastante
bueno. El hermano de Ha-
sin relata cuánto extraña
las calles de su Bagdad
natal, según él unas tres
veces más grande que
Santiago. Todos anhelan
volver algún día, aunque
más no sea para visitar a
algunos familiares a los
que dejaron atrás, pero
idealmente para que se
Hasin, el niño iraquíDirector: Andrés Aros GonzálezPaís de origen:ChileDuración: 50’Año: 2010
Cuando pa Chile me voy»Jorge Montanari«
reencuentren sus cuerpos
con los pedazos de alma
que cada uno no pudo
traerse del país por el que
sienten una mezcla de me-
lancolía y enamoramiento.
Pero, por supuesto, saben
que se fueron porque sus
vidas corrían peligro, y que
la violencia todavía no ha
cesado en Irak. Y entonces,
mientras tanto, esperan
noticias que creían que lle-
garían mucho antes, pero,
a diferencia de un Aurelia-
no Buendía –dejando ve-
nirse todo abajo mientras
aguarda a que alguien le
escriba– Hasin y los suyos
se han sabido mover para
ser cada día un poco me-
nos extranjeros en este
país tan diferente en el que
han decidido continuar su
historia de vida.
Hasin descubre que le
gusta correr, y se suma a
un equipo de atletismo. Su
entrenador nos cuenta que
la genética no lo hizo ve-
loz, pero que la seriedad y
el empeño que Hasín pone
apasionadamente en su ta-
rea son un seguro de éxito.
Así, empieza a entrenarlo
en carreras de resistencia,
hasta que al final asistimos
a la gran prueba en la que
Hasin compite regional-
mente para clasificar a los
Juegos del Bicentenario
(de la independencia chile-
na). La carrera otorga dos
plazas para la competen-
cia soñada. Hasin llega en
un honroso tercer lugar,
afuera solamente por unas
centésimas, por una cabe-
za, si corrieran encima de
caballos... Y así nos vamos
de su vida, viendo cómo
se puede ganar y perder al
mismo tiempo, del mismo
modo que el migrante, que
sigue adelante pero deja
algo atrás.
Sobre The birds of September
una búsqueda de la esencia
Por Rosario Salinas
Movimiento en eterno movimiento, la ciudad
como un espacio de sen-tido en unión con sus ha-bitantes. Dentro de ella un móvil con una cabina que es una burbuja de cristal deambula por una Beirut de posguerra para capturar un instante de ese movi-miento, para traerlo a la luz buscando «las palabras que expresen todas las pa-labras, los verbos que con-tengan todas las acciones», esa burbuja como una lupa gigante nos expone un rostro, unos movimientos, unos gestos, una postura, fragmentos de vida, pa-labras que resuenan en nuestra mente. Pero mien-tras esto sucede la ciudad no está ausente, pasa a un segundo plano, se hace más difusa, su cadencia se atempera, sus luces se hacen más nebulosas, sus ruidos se convierten en ecos más lejanos.Planos secuencia, un viaje ininterrumpido a través de la ciudad y sus laberintos, sus luces, su gente, el pavi-mento mojado, la maraña de cables en el cielo. Nues-tro ojo se hace cómplice de la cámara y después de escuchar los testimonios de esos habitantes sigue explorando sin descanso las calles en busca de otro punto luminoso para atra-parlo, para encerrarlo en la burbuja y escuchar su testimonio.
Festivales | noviembre 2014 Pez dorado 15
16 Pez dorado noviembre 2014 | Festivales
El título del docu-
mental de Sarah
Francis hace pensar
en las aves que al comien-
zo del otoño –en el he-
misferio norte– migran en
busca de tierras más cáli-
das. De hecho, es también
el título de una novela de
Emily Nasrallah que cuenta
la dolorosa separación de
las familias de un pueblo
del sur del Líbano cuando
algunos de sus miembros
se ven obligados a emi-
grar a otros países. Sarah
Francis no puede ignorar
la existencia de esa nove-
la que ha ganado varios
premios y es un best seller
con doce ediciones en su
haber. Sin embargo, los
personajes de su película
son sedentarios, habitantes
de Beirut que no parecen
tener la intención de le-
vantar vuelo. ¿Por qué ese
título? Tal vez haga alusión
al hecho de que las perso-
nas que invita a subir a su
“jaula de cristal”, pasan allí
apenas un momento y tras
aligerar lastre hablando de
sus miedos, angustias, ilu-
siones y sinsabores parten
para perderse de nuevo en
el caos de la urbe.
Siempre dentro de la ca-
mioneta acristalada, la cá-
mara recorre la ciudad, el
paseo marítimo, las calles,
acaricia paredes descon-
chadas, se vuelve más lenta
delante de la fachada de
un negocio, nos muestra
persianas bajas, ventanas
enrejadas, carteles rotos, los
coches, las motos, sorpren-
de a los transeúntes en ges-
tos cotidianos, de día y de
noche, bajo el sol que en-
candila y bajo la lluvia que
La ciudad y los pájaros»Silvia Italiano«
Birds of SeptemberDirector: Sarah FrancisPaís de origen:Líbano | QatarDuración: 99’Año: 2013
Festivales | noviembre 2014 Pez dorado 17
transforma el pavimento
en espejo. Vemos una ciu-
dad que parece al mismo
tiempo agonizante y llena
de vida, cada vez durante
algunos minutos tan solo,
hasta que hace su aparición
un nuevo personaje en el
interior de la camioneta y la
cámara se centra en él.
Son diez las personas que
Francis dice haber cono-
cido accidentalmente e
invitado a hacer algo muy
parecido a un ejercicio del
método del Actor’s Stu-
dio denominado “private
moment” que consiste
en evocar sensaciones o
vivencias propias delante
de los demás como si uno
estuviera solo. Estas con-
fidencias de desconocidos
elegidos al azar han sido
grabadas fuera de cámara.
Las personas instaladas
delante de nosotros, que
vemos “flotando” en esa
burbuja de vidrio que las
trasporta por la ciudad
convertida ahora en mero
telón de fondo, están en
silencio, o hablan pero
nosotros vemos solo el
movimiento de los labios,
no escuchamos lo que di-
cen, sonríen o permanecen
serias, tienen una mirada a
veces triste a veces alegre,
están quietas, se mueven,
gesticulan, fuman, encien-
den velas, abren una carta,
mientras su voz en off dice
lo que temen o no temen,
lo que aman o detestan, lo
que esperan de la vida, lo
que las hace sufrir o lo que
les ha dado alegrías. Cuer-
po por un lado, voz por el
otro, la persona aparece di-
sociada, pero las palabras,
las expresiones, los gestos,
nos llegan de una manera
directa, íntima, verdadera.
Cada relato está cargado
de una emoción sincera
que se transmite intacta.
La “desincronización” en-
tre lo que se ve y lo que se
escucha es permanente en
toda la película. Cuando
oímos los ruidos de la ciu-
dad, las bocinas, los autos,
el tráfico, la banda sonora
tampoco se corresponde
con la escena callejera que
tenemos delante de los
ojos. Este recurso, junto
con los súbitos silencios o
la irrupción de una música
electrónica que sin llegar a
cobrar protagonismo im-
pone su peculiar cadencia,
crean una sensación de
distanciamiento que con-
trabalancea la intimidad de
los relatos.
Una narrativa sólida y poé-
tica, un excelente trabajo
de cámara que aprovecha
todas las oportunidades
que brinda la ciudad (des-
de el pavimento mojado y
los reflejos en las vidrieras
hasta los focos de los vehí-
culos) para crear una ima-
gen rica y polisémica, un
elaboradísimo diseño de
sonido y una música nota-
blemente expresiva y su-
gestiva hacen de Birds of September un documental
original y de alta calidad.
18 Pez dorado noviembre 2014 | Festivales
La codirectora, Eloísa
Tarruella, confiesa al
comienzo de la pe-
lícula haberla hecho para
responder a la pregunta
que viene persiguiéndola
desde hace años: «¿qué
es el amor?». Menuda
empresa, que comparte,
entre otros, con Platón,
Stendhal y Fromm, y de
la que, por cierto, no sale
tan airosa como sus céle-
bres antecesores.
La película se centra en
las historias de tres pa-
rejas de felices enamora-
dos que intentan algunas
respuestas: el amor es un
salto al vacío, el amor es
trabajo, el amor es vida
porque sin él no se puede
vivir… Hasta ahí, el amor.
El resto es una indagación
sobre la forma en que se
Amores que matan»Silvia Italiano«
El objeto de mi amorDirector: Eloísa TarruellaAndrés Martínez CantóPaís de origen:Argentina Duración: 85’Año: 2014
dan los encuentros, se
constituyen las parejas y
se lleva adelante la convi-
vencia.
La primera pareja está
integrada por Ariadna y
Georges, un libanés cris-
tiano ex miembro de la
policía que vino por amor
a la Argentina, donde se
siente como en casa. Se
conocieron por Internet y
terminaron juntos desa-
fiando la distancia, crisis
políticas y diferencias cul-
turales. Silvina y Andrea,
dos mujeres lésbicas y ac-
tivistas que lucharon para
conseguir la aprobación
de la ley que les permi-
tiera oficializar su vínculo,
están ahora casadas y son
madres de trillizos. Laura
y Juan, jóvenes trotamun-
dos unidos gracias a un
Festivales | noviembre 2014 Pez dorado 19
libro de viajes publicado
por él (Vagabundeo por el eje del mal), recorren
el planeta a dedo con
sus respectivas mochilas
al hombro. Cada historia
tiene peculiaridades sim-
páticas y anécdotas inte-
resantes. Nos enteramos,
por ejemplo, de que en
el Líbano renunciar a las
fuerzas del orden es delito
y que para dejar la poli-
cía y venir a reunirse con
Ariadna, Georges ha teni-
do que cumplir una pena
de prisión que inicialmen-
te era de dos años, pero
se conmutó a un mes.
Silvina y Andrea, que se
conocieron veinte años
atrás, cuando la homo-
sexualidad no era lo que
es, viajaban interminable-
mente en colectivo por la
capital y el Gran Buenos
Aires para poder pasar
largos momentos juntas
sin suscitar el escándalo.
Cuando se iban de viaje
no se atrevían a pedir una
cama matrimonial y si
juntaban las dos de una
plaza, a la mañana si-
guiente la mucama volvía
a separarlas. Laura, que
alternaba su vida de ofici-
nista con viajes exóticos,
leyó en el libro de Juan un
párrafo, escrito después
de la obligada ruptura de
una breve relación amoro-
sa para continuar viaje, en
el cuál él se preguntaba si
estaría condenado a una
vida de amores efímeros
o si alguna vez conocería
al alma gemela con quien
compartir su pasión por
el nomadismo. Después
de algunas vacilaciones,
Laura le escribe una carta
en la que, si bien no se
anuncia como la ansiada
alma gemela, manifiesta
su empatía y suscita el en-
cuentro.
Aunque nada de lo que
se dice es extraordinario,
aunque no hay ninguna
reflexión memorable por
lo interesante, poética o
profunda, los relatos nos
atrapan por su espon-
taneidad y sinceridad y
porque todos los entre-
vistados parecen creer
honestamente en el amor
que los une, libres del ci-
nismo característico de
nuestra época. Su frescura
y entusiasmo terminan
convenciéndonos de que
se puede apostar por el
amor y salir ganando.
Y la nave habría llegado a
buen puerto si estas seis
personas hubieran sido
los únicos personajes de
la película y ésta un ver-
dadero documental. Por
desgracia, la decisión de
los directores de hacer un
docuficción produce el
naufragio.
Entre los relatos de los
entrevistados se inter-
calan escenas de ficción
protagonizadas por Eloísa
Tarruella. La vemos en-
20 Pez dorado noviembre 2014 | Festivales
carnando a una lánguida
heroína romántica que
con un reloj de arena en
la mano contempla un
teléfono rojo anterior a
la época del inalámbrico
por el que le llegará la
dulce voz del amado. En
otras escenas la vemos
paseando frente al bal-
cón de Julieta en Verona,
deambulando por las
calles de París tras los
pasos de los personajes
de Rayuela, cruzando el
Pont des Arts donde los
enamorados, después de
hacer un juramento de
amor eterno prenden un
candado en el parapeto.
La vemos dejando ella
misma un candado con
la inscripción «La Maga y
Oliveira» sobre la tumba
de Cortázar en el cemen-
terio de Montparnasse
(no lo deja, en realidad,
porque al final el candado
luce muy orondo en un
estante de su biblioteca)…
Aparece leyendo pasajes
de Rayuela y cartas de
Heloísa a Abelardo, visi-
tando la tumba de estos
dos amantes desdichados
en el cementerio del Père
Lachaise… Su solemnidad
y anacronismo contrastan
con la naturalidad y ac-
tualidad de las parejas en-
trevistadas. En cada caso
se trata de pasajes cursis,
ingenuos, torpes, que lle-
gan al súmmun cuando
la vemos circular por las
calles de París moviendo
los labios en sincronía con
el playback del leit motiv
musical de la película,
como si se tratara del clip
de una cantante pop.
El resultado es una pelí-
cula fallida… tal vez, por la
falta de autocrítica..
PEZDORADOPez dorado es una revista con grandes
pretensiones, queremos descifrar ese gran
enigma que es el Cine y mostrar nuestro
amor por él con ese objetivo escribimos
manifiestos, nos agazapamos en las som-
bras dispuestos a saltar sobre el lector
para que comparta con nosotros nuestras
esperanzas, nuestras pesadillas y nuestros
deseos.
Festivales | noviembre 2014 Pez dorado 21
El camino sin retorno de Abdul Basset al-Sarout
»Silvia Italiano«
Return To HomsDirector: Talal DerkiPaís de origen:Siria | AlemaniaDuración: 87’Año: 2013
El documental escrito
y dirigido por Talal
Derki –galardonado
en el Sundance Film Festival
y el San Francisco Inter-
national Film Festival– co-
mienza a principios de 2011,
cuando la primavera árabe
llega a Siria provocando en
todo el país masivas mani-
festaciones pacíficas para
pedir el fin del gobierno dic-
tatorial de Bashar al-Assad.
En las escenas iniciales,
Homs aparece como una
ciudad próspera en la cual
sus habitantes, mujeres y
niños incluidos, se reúnen
festivamente para cantar al
son de tambores canciones
de protesta. El sueño de
que el cambio es posible
sin violencia acaba pronto.
La brutal represión del ré-
gimen, que causa miles de
muertos, torturados y des-
aparecidos, desencadena
una guerra civil, y en poco
tiempo Homs se convierte
en una ciudad fantasma, en
ruinas, devastada por los
bombardeos, escenario de
una cruenta guerra civil.
Derki sigue durante dos
años a Abdul Basset al-Sa-
rout, arquero del equipo
de fútbol nacional de die-
cinueve años, que desde el
comienzo se convierte en
el líder del alzamiento. Con
evidente capacidad de con-
vocatoria, sin duda por su
popularidad como jugador
de fútbol, pero también por
su inherente calidad de cau-
dillo y su innegable carisma,
Basset, a quien vemos por
primera vez micrófono en
mano cantando en medio
de la multitud aglomerada
22 Pez dorado noviembre 2014 | Festivales
en una plaza, opta por la
violencia después de que
sus cuatro hermanos, su tío
y varios amigos son asesi-
nados por el ejército, y se
convierte delante de nues-
tros ojos en un aguerrido
combatiente por la causa.
Aunque la película está for-
mada por episodios aislados
que constituyen piezas de
un rompecabezas difícil de
armar si no se conoce bien
el contexto, nos enteramos
de que muchos soldados
integrantes del ejército re-
gular enviado a reprimir el
levantamiento desertaron
y se pasaron a las filas de
los rebeldes, aportándoles
así las primeras armas… De
donde vienen las demás ar-
mas, cada vez más sofistica-
das, no se nos dice nunca.
Derki logra un testimonio
auténtico y visceral sin re-
godearse en la violencia
–de hecho vemos a Basset
casi con más frecuencia
cantando que con un arma
en la mano– y a pesar de las
evidentes dificultades logís-
ticas de filmar en esas con-
diciones, consigue escenas
inolvidables de gran inten-
sidad dramática. Un tanque
explota y se convierte en
una bola de fuego en medio
de la calle, un niño muerto
con la cabeza ensangrenta-
da yace en el suelo en me-
dio de sus desconsolados
familiares, una muñeca rota
corona una pila de escom-
bros, un combatiente corre
a refugiarse y es alcanzado
por un proyectil que lo hace
volar por los aires.
En otra escena memorable,
la cámara sigue durante
varios minutos a un grupo
de hombres que para evitar
las calles plagadas de fran-
cotiradores avanzan por
el interior de los edificios,
pasan de uno al siguiente
por brechas abiertas en las
paredes, y circulando entre
escombros y los restos des-
quiciados de lo que alguna
vez fueron casas de fami-
lias, llegan a la habitación
donde Basset ha pasado la
noche. Otra escena que se
graba en la memoria está
filmada en el pasillo de una
casa semidestruida. Bas-
set aparece sentado en el
suelo con la espalda contra
una pared perforada por
un obús y los pies contra la
pared opuesta. Un rayo de
sol penetra por el orificio e
ilumina el polvo y la tierra
que levantan los bombar-
deos aportando una at-
mósfera onírica a la escena
de encierro claustrofóbico.
Basset pasea la mirada en-
tre la cámara y el fusil, sus
ojos expresan un profundo
desaliento, y al cabo de
unos instantes confiesa no
poder más, sentirse venci-
do y desanimado.
El pesimismo, sin embar-
go, dura poco y la lucha
continua cada vez con más
vehemencia y convicción,
a pesar de que otro de sus
Festivales | noviembre 2014 Pez dorado 23
amigos, Ossama al Homsi,
activista, fotógrafo y pe-
riodista que lo acompaña
desde el comienzo, resulta
primero herido y luego es
apresado y desaparece
para siempre. El propio
Basset es herido en el pie
por esquirlas que le desga-
rran los tendones. En la ca-
milla improvisada, después
de una intervención y una
sutura, probablemente sin
anestesia, rompe en llanto
y en una especie de trance
inducido sin duda por el
intenso dolor y la desespe-
ración, implora a sus com-
pañeros que hagan lo nece-
sario para que la sangre de
los mártires no se derrame
en vano y expresa su pro-
pio deseo de martirio.
El sitio de Homs duró tres
años, desde mayo de 2011
hasta mayo de 2014. En
2013, cuando la película ter-
mina, Basset y sus hombres
creen aún en las posibilida-
des de ganar la batalla. Sin
embargo, tras una serie de
vicisitudes durante las cua-
les el equilibrio de fuerzas
oscila entre el ejército y los
rebeldes, estos se ven obli-
gados a firmar un acuerdo
con el gobierno y evacuan
la ciudad, dejándola en ma-
nos del régimen.
Inmediatamente después,
en un video divulgado por
internet, el joven que co-
nocimos como adalid de la
democracia, transmitió al
mundo su intención de lu-
char hasta el martirio por el
establecimiento de un esta-
do islámico, como el Frente
Al-Nusra e ISIS.
Duro camino sin retorno de
activista pacífico a comba-
tiente armado por la liber-
tad a extremista islámico,
nos invita a la reflexión.
PEZDORADOISSUU
http://issuu.com/pez_dorado/docs
https://www.facebook.com/pez.dorado.58
24 Pez dorado noviembre 2014 | Festivales
La semana de cine
marroquí en la
Alianza Francesa
se inauguró con Adiós Carmen, primer largome-
traje de Mohamed Amin
Banamraoui, marroquí
instalado en Bélgica des-
de mediados de los 80,
que fue premiado recien-
temente en el Festival
Ecrans Noirs de Yaoundé
(Camerún).
La película transcurre en
Nador, ciudad portuaria
del norte de Marruecos,
a finales de 1975: Franco
agoniza y Hasam II pide a
sus súbditos que inicien la
Marcha Verde para ocupar
el Sahara Occidental y po-
ner fin al protectorado es-
pañol. Este es el contexto
físico e histórico en que se
produce el encuentro de
Amar, niño de diez años,
tímido y vulnerable, y Car-
men, refugiada española
del franquismo que traba-
ja en la boletería del cine
local, donde su hermano
Juan hace las veces de
proyeccionista.
Amar ha perdido a su pa-
dre y vive con su tío y su
madre, quien para eludir el
triste destino de las viudas
en una sociedad patriarcal
y tradicionalista, se ve obli-
gada a casarse de nuevo
y partir a Bélgica por un
tiempo, dejando a su hijo
con su tío. Durante los me-
ses de ausencia de la ma-
dre, Amar quedará librado
al maltrato del tío alcohó-
lico, que pasa los días en
el bar y por la noche trae
mujeres a la casa. Viendo
su indefensión, los demás
chicos de la calle lo con-
vierten también en objeto
Momentos (agridulces)de una infancia
»Silvia Italiano«
Adiós CarmenDirector: Mohamed Amin BenamraouiIntérpretes: Amanallah BenjilaliPaulina GalvezSaid MarssiJuan EstelrichPaís de origen:Bélgica | Emiratos Árabes Unidos Duración: 103’Año: 2013
Festivales | noviembre 2014 Pez dorado 25
de sus provocaciones y
agresiones. Por suerte está
Carmen, hermosa, sonrien-
te, sensual, el hada madri-
na protectora que viene
a salvarlo de los ogros,
tomándolo bajo su ala y
llevándolo con ella diaria-
mente al cine, donde Amar
descubre las películas de
bollywood y un mundo de
fantasía que lo encanta y
le hace olvidar por un mo-
mento sus cuitas.
Uno de los méritos de esta
película, en gran parte au-
tobiográfica, a juzgar por
la dedicatoria del director
a Carmen y su madre, es
mostrarnos la violencia
generalizada característica
de las sociedades patriar-
cales donde las mujeres
están condenadas a la
vida doméstica y los hom-
bres recurren a insultos,
golpes, intimidación, gri-
tos y latigazos como len-
guaje privilegiado para las
relaciones interpersonales.
Parece regir siempre la ley
del más fuerte. Los niños,
que no van a la escuela y
trabajan al servicio de un
patrón explotador o va-
gabundean por las calles,
desarrollan temprano esa
forma de relación abusiva
que los acompañará toda
la vida.
Queda bien ilustrada asi-
mismo la relación entre
marroquíes y españoles: la
clara hostilidad de los pri-
meros hacia el colonizador
y el escaso interés de los
segundos en integrarse,
pues después de media
vida en el lugar no hablan
ni una palabra del idioma
local y son los marroquíes
quienes deben recurrir al
castellano si quieren co-
municarse con ellos.
La recreación de la época
es buena, aunque cuando
los noticiosos del 75 nos
muestran el Marruecos y
los marroquíes de aquel
entonces, nos damos
cuenta de sus deficien-
cias. Unos cuantos autos
viejos, los pantalones pata
de elefante y la introduc-
ción de un hippie entre la
población local no bastan
para transportarnos cua-
renta años en el tiempo.
Amar, sus frecuentes aflic-
ciones y sus esporádicas
alegrías, no nos dejan
nunca indiferentes. La na-
rración tiene un buen rit-
mo. Y las proyecciones de
las películas de bollywood,
que producen lágrimas,
explosiones de aplausos
y gritos de alborozo entre
los espectadores de Na-
dor –todos hombres sin
excepción alguna–, arran-
can risas y hasta carcaja-
das en los espectadores
que están del otro lado de
las dos pantallas.
Los actores marroquíes,
habitantes de Nador con
poca o ninguna experien-
cia en el cine, son plena-
mente convincentes del
principio al fin, en particu-
lar Benjalil Amanallah en
el papel de Amar. Paulina
Gálvez (la Carmen del
título), única actriz profe-
sional del grupo, hace un
buen acompañamiento,
aunque tiene momentos
flojos, sobre todo cuando
interactúa con Juan Es-
telrich, su hermano, que
ha trabajado también en
Soleil-Man, película que
se proyectará en el marco
del festival, y que aporta
la única nota disonante,
recitando el texto como
un alumno de secundaria
en una representación es-
colar. Este detalle tal vez
refleje la dificultad de un
director para dirigir acto-
res en una lengua que no
es la propia.
Una peculiaridad de esta
película es el idioma en
que ha sido rodada. Si al-
guien percibió que lo que
hablaban los personajes
sonaba raro a sus oídos
y no era precisamente el
árabe al que está acos-
tumbrado, no se equivo-
có. La película ha sido
filmada en amazigh (o ri-
feño), un dialecto beréber
que perdura en el norte
de África.
Con más virtudes que de-
fectos, Adiós Carmen es
una primera película pro-
metedora.
Un cinema paradiso moroPor Rosario Salinas
Adiós Carmen está
ambientada a fines
de 1975 en el Rif, norte de
Marruecos.
En la sociedad retratada
en ese poblado cabe todo
un universo, en él están
los hombres violentos,
las mujeres sometidas,
los niños explotados, los
extranjeros desclasados,
los lugareños expoliados,
los abusadores de niños,
los amores imposibles, los
prejuicios, las cobardías,
la solidaridad, un mundo
donde los débiles son el
eslabón por el que la ca-
dena se corta.
Hay un niño, Amar, aban-
donado por una madre
que debe partir por con-
venciones sociales hacía
Bélgica, un tío que recibe
el dinero que ella envía y
lo usa en provecho propio,
una pequeña sala: Cine-ma Rif, donde el cine es
un espectáculo popular
alejado de la solemnidad,
también hay una española
en el exilio, Carmen, que
justamente trabaja en la
boletería. Y ese es el espa-
cio que le permite a Amar
construir lazos con ella.
El cine es ese punto de
fuga que le permite a este
niño atravesar el espejo
para vivir otras vidas, es
una evasión, una catarsis.
Es lo que le permite huir
de la brutalidad, lo que le
da un punto de equilibrio,
porque el cine, como la
literatura o la música, nos
sana y nos salva seamos
cristianos o moros.
26 Pez dorado noviembre 2014 | Festivales
Festivales | noviembre 2014 Pez dorado 27
En su documental
sobre la historia del
cine norteamerica-
no, Scorsese evoca el cru-
cial momento en que D.W.
Griffith, en Maratón de la Muerte, decide romper con
la continuidad espacial del
teatro y mostrar alternati-
vamente acciones simultá-
neas que están ocurriendo
en lugares distintos. Los
distribuidores se resistie-
ron. Es muy confuso, el
público no entenderá nada,
decían. Pero el público en-
tendió, y en los cien años
siguientes ha demostrado
que es capaz de entender,
e incluso disfrutar y admi-
rar, todas las contorsiones
del tiempo y el espacio
posibles gracias al milagro
del montaje… Siempre que
estén encaminadas a con-
tar una historia congruente,
por supuesto. Poner orden
en el caos, dar sentido
y coherencia es y será
siempre la ineludible fun-
ción demiúrgica de todo
cineasta. Más aún los que
optan por el documental
y se enfrentan a los límites
y caprichos de la realidad.
Por desgracia, Arij, Scent of Revolution, de Viola Shafik,
cineasta de padre egipcio
y madre alemana, no cum-
ple este requisito.
Durante la filmación de su
película Viaje de una reina,
que denuncia el saqueo de
piezas arqueológicas por
las potencias coloniales,
Shafik conoció la obra de
Atta Gaddis, uno de los pri-
meros fotógrafos que tra-
bajaron en Luxor. Le llamó
la atención de inmediato
Fragancia de flores mustias»Silvia Italiano«
Arij, Scent of RevolutionDirector: Viola ShafikPaís de origen:Egipto | Alemania Duración: 90’Año: 2014
28 Pez dorado noviembre 2014 | Festivales
la diferencia entre el Luxor
actual y el de las fotogra-
fías de Gaddis, tomadas a
mediados del siglo XIX. Se
propuso entonces hacer un
documental para indagar
la historia de ese cambio y
llegó así hasta las víctimas
de los desalojos forzados
que hizo el Estado con el
pretexto de excavaciones
arqueológicas, pero en
realidad para llenar los
bolsillos de promotores
inmobiliarios y políticos co-
rruptos. Transcurría el 2010,
Mubarak estaba aún en el
poder, y en medio del ro-
daje, a principios del 2011,
estalla la revolución en la
plaza Tahrir, obligándola a
cambiar el rumbo.
Según nos dice, en el mo-
mento mismo de la revolu-
ción permaneció inactiva.
Los acontecimientos eran
demasiado cruentos para
trasladarlos a la pantalla.
Pero varios meses después,
cuando la contrarrevolu-
ción iba ganando terreno
día a día y la esperanza
inicial se convertía en de-
cepción, sintió la necesidad
de poner en palabras e
imágenes ese camino de la
ilusión al desasosiego.
El resultado es Arij –tér-
mino árabe que significa
fragancia, algo que flota
en el aire pero aún no ha
cobrado forma–, un docu-
mental con cuatro histo-
rias, cuatro protagonistas,
cuatro maneras de vivir
la realidad del país. El in-
vestigador y coleccionista
Francisco Amin Mohareb,
dueño del mayor archivo
histórico de Egipto, que
dedica su vida a aumen-
tar su colección de fotos
y recuperar restos de los
monumentos destruidos,
nos habla con pesar de la
paulatina devastación de
la ciudad de Luxor. Safwat
Samaan, un activista copto
que lucha por los derechos
de su pueblo, nos relata el
sufrimiento de los habitan-
tes pobres de la región, en
su mayoría coptos, cuando
fueron desalojados de sus
casas en forma brutal con
el falso pretexto de exca-
vaciones arqueológicas. El
escritor de izquierda Alaa
El-Dib, autor de la novela
Flores de limonero, am-
bientada en los años pos-
teriores a la revolución de
Nasser de 1952, nos cuenta
su propio desencanto con
una revolución que em-
pezó liberadora y terminó
aplastada por la corrup-
ción y el ejercicio abusivo
del poder. La diseñadora
gráfica Awafet Mahmoud
trabaja en el –escalofrian-
te– programa informático
“Segunda vida”, que crea
avatares para la realización
de sueños en un mundo
virtual. Gracias a él, ella
misma, por ejemplo, puede
habitar una isla tropical
rodeada de palmeras y su
amiga salafista, a quien no
Festivales | noviembre 2014 Pez dorado 29
le está permitido participar
en las manifestaciones en
la plaza Tahrir, puede ha-
cerlo vicariamente a través
de su avatar.
Estos cuatro relatos con-
tienen separadamente
un caudal de información
interesante y material de
reflexión, pero no llegan a
cuajar para formar un todo
coherente, pese a los es-
fuerzos de la directora por
darles un hilo conductor.
La película termina siendo
una amalgama, una colcha
de retazos que no combi-
nan bien y, por momentos,
difícil de seguir para quien
no tenga muy presentes
los últimos sesenta años de
la historia de Egipto.
La propia directora dice en
un momento «esta no es
la película que yo quería
hacer», admitiendo de al-
gún modo su insatisfacción
con el fruto de su proceso
creativo. Lamentablemen-
te el espectador tampoco
queda satisfecho, aunque
abandona su butaca feliz
de haber conocido las fo-
tos de Gaddis, apesadum-
brado por las injusticias
que sufren los coptos, y
perplejo por el hecho de
que jóvenes musulmanas
ultrarreligiosas hagan rea-
lidad «The Matrix» y se
permitan la transgresión en
una vida virtual.
Los premiados
Competencia de largometrajes árabes
Premio LatinArab – AFAC a Mejor largometraje árabe:
My love awaits me by the sea de Mais Darwazah (2013).
Premio INCAA TV:
Bastardo de Nejib Belkadhi (2013).
Premio del Público:
Return to Homs de Talal Derki (2013).
Mención especial del jurado - AFSCA:
Coming forth by day de Hala Lotfy (2012)
Mención especial a la Interpretación actoral:
Hassan Badida por They are the dogs de Hicham Lasri.
Competencia Panorama LatinArab-largometrajes
Premio Cine Fértil al Mejor largometraje Panorama LatinArab:
The revolution of the year de Diogo Faggiano (2014).
Premio Canal Encuentro:
Palestina al Sur de Ana María Hurtado (2012).
Mención especial del jurado - Televisión de América Latina:
Hamdan de Martín Solá (2013).
Premio Nínawa Daher
El objeto de mi amor de E. Tarruela y A. Martínez Cantó (2014).
Competencia de Cortometrajes árabes
Premio LatinArab a Mejor cortometraje árabe:
Les Jours D’avant de Karim Moussaoui (2013).
Premio INCAA TV:
Les Jours D’avant de Karim Moussaoui (2013).
Mención especial del jurado:
Dos en la frontera de Tuna Kaptan y Felicitas Sonvilla (2013).
Competencia Panorama LatinArab – Cortometrajes
Premio Cine Fértil al Mejor cortometraje Panorama LatinArab:
Bashar de Diogo Faggiano (2014).
Mención especial del jurado:
Doña Rosa de Lucas Mandaru y Mathias Mangin (2013).
Competencia de Works in Progress
Premio Lahaye Post a Mejor Work in Progress:
¡Yallah! ¡Yallah! de Cristian Pirovano y Fernando Romanazzo
Premios especiales
Premio Cine Fértil a la Diversidad cultural:
Pedro Brieger
30 Pez dorado noviembre 2014 | Festivales
Y sí… tiran más que una yunta de bueyes…
»Rosario Salinas«
Solei-manDirector: Mohamed El BadaouiIntèrpretes: Mohamed El BadaouiAnisa IkarriOmar BouamarNina IkonenJuan EstelrichRoberto HoyasPaís de origen:España Duración: 96’Año: 2012
La historia es sim-
ple y vieja como el
mundo: Soleiman
es un pescador que vive
feliz con Aicha e Ismael, su
mujer y su pequeño hijo,
hasta que llega a su vida
una mujer fatal, Eva, quien
sufre «una obsesión a pri-
mera vista» por Soleiman
y él se deja arrastrar por
la pasión y va cayendo en
este amor irracional que
lo aleja de su familia sin
permitirle evaluar las con-
secuencias de sus actos
hasta que el devenir de los
sucesos le deje espacio
solo para la desesperación.
La aparición de Eva
coincide con otra más
dolorosa porque a Ismael
después de una hemo-
rragia se le diagnóstica
un cáncer de pulmón en
estado terminal.
La narración está atra-
vesada por sentimientos
universales como el amor,
el desamor, la decepción,
los celos, la muerte, la
desesperación y la ex-
piación. Pero el modo de
enunciarlos no siempre se
cristaliza en determinadas
escenas, algunas veces
los podemos deducir por
cómo se desencadenan
los hechos o aparecen
sugeridos en pequeños
detalles, pequeños deta-
lles que hacen de So-lei-man una gran película.
Estos conceptos muchas
veces están contenidos
en una tibia sonrisa, en la
tristeza de unos ojos o en
la preocupación puesta en
cosas cotidianas.
El rostro de Anisa Ikarri en
el papel de Aicha denota
su amor por Ismael, su
Festivales | noviembre 2014 Pez dorado 31
amor y su decepción por
su marido, pero en So-lei-man no solo los ros-
tros y los paisajes hablan
por sí mismos, también
nos hablan las manos de
Aicha, sus movimientos
están acompañados por
una resonancia afectiva,
verla cocinando es encon-
trarnos con un despliegue
visual y auditivo que nos
hace imaginar placeres
olfativos y táctiles. Y
el alimento aquí es una
metáfora de otra cosa,
se cocina no solo con
cuidado, se cocina con
amor y este alimento es
un mundo que nutre a sus
personajes.
La relación que establece
Eva con Soleiman está
cargada de silencios y pri-
ma en ella la sensualidad
de los cuerpos, Eva es un
personaje intangible, ade-
más de su obsesión amo-
rosa por Soleiman poco
es lo que conocemos de
ella, está en ese pobla-
do de vacaciones con su
novio Eric, quien cansado
de sus actitudes para con
Soleiman la abandona en
el hotel llevándose consi-
go el pasaporte y toda la
ropa de Eva.
Ismael es un niño que
dibuja constantemente
peces, con peceras o sin
ellas, tal vez, porque en
un pueblo de pescadores
los peces son un signo
indudable de vida, que es
lo que Ismael siente que
se le va. Dibuja hermosos
peces, pero les coloca un
punto negro para grafi-
car lo que le sucede a él
porque dentro suyo hay
algo anómalo que crece,
un punto negro que lo
devora y que los llevará a
la muerte.
Mohamed El Badaoui,
además de desempeñar-
se de modo convincente
en el papel protagónico,
dirige, produce, edita y
escribe el guión de su
opera prima.
También podriamos leer
entrelíneas una denuncia
social sobre la innumera-
ble cantidad de casos de
cáncer que se producen
en la zona del Rif, repre-
sentada en estos dibujos
que cubren las paredes,
dibujos de peces con
sus puntos negros que
crecen hasta devorarlos,
enfermedad que tendría
su origen en en los bom-
bardeos con agentes
químicos que los españo-
les lanzaron sistemática-
mente sobre ríos y zonas
densamente pobladas en
El Rif entre 1923 y 1927.
O ver un homenaje a su
ciudad natal, Al Hoceima,
al filmar sus paradísiacos
paisajes y rodar la película
en tarifit, una variedad del
bereber. Pero todo esto
solo se adivina detrás de
una película humana, de-
masiado humana.
32 Pez dorado noviembre 2014 | Festivales
De clavos y martillos»Silvia Italiano«
TraitorsDirector: Sean GulletteIntérpretes: Chaimae Ben AchaSoufia IssamiNadia NiazaDriss RoukheMourade ZeguendiMorjana AlaouiPaís de origen:Marruecos | EE.UU. Duración: 86’Año: 2013
Traitors es una ex-
cepción en el fes-
tival Latinarab: su
director no es árabe ni
latino, como en los demás
casos, sino norteamerica-
no. Se trata de Sean Gulle-
te, nacido en Boston, con
una carrera de guionista
y actor (Pi y Requiem por un sueño de Darren Aro-
nofsky), que también ha
dirigido algunos cortos y
con esta película se inicia
en el largometraje. Gullete
vive entre Tánger y Nue-
va York y parece haber
encontrado una verdade-
ra fuente de inspiración
en Marruecos, pues su
próxima película se llama
justamente Tánger (y los
protagonistas son nada
menos que Kristin Scott
Thomas y Jeremy Irons).
Traitors es el nombre de
una banda de rock punk
íntegramente formada por
chicas, que en las primeras
escenas vemos ensayando
una canción cuyo estribillo
dice «Estoy tan aburrida
en Marruecos, pero ¿qué
puedo hacer?» Su líder
es Malika, encarnada por
la bella, talentosa y ca-
rismática Chaimae Ben
Acha, que se encuentra de
pronto en una encrucijada
cuando se entera que su
familia está en la ruina y
ella necesita dinero para
financiar un disco que
puede llevar al éxito a su
banda. Siendo Tánger uno
de los mayores centros
de tráfico de drogas del
planeta, poco tarda Malika
en comprender que puede
salir del brete financiero
–y de paso poner fin al
aburrimiento– si acepta
Festivales | noviembre 2014 Pez dorado 33
ser «camello» para un gru-
po de narcotraficantes. Su
compañera de «trabajo»,
la chica que atraviesa con
ella las montañas del Rif
en un auto cuyas puertas
han sido desmontadas
para rellenarlas de paque-
tes de hashish, es Amal
(Soufia Issami, también
excelente en el papel), se-
midestruida por la droga,
explotada y esclavizada
por los narcos y encima
embarazada. La situación
de su compañera conmue-
ve a Malika, quien ponien-
do en práctica todos sus
recursos en materia de as-
tucia, sagacidad e instinto
de supervivencia, pasa
rápidamente de cantante
punk a heroína de película
de acción, logra liberar a
Amal, burlar a sus opre-
sores y salir triunfante del
atolladero con una bolsa
de dirham bajo el brazo.
Película bien intencionada,
con el mérito de mostrar-
nos otra cara de la era
post primavera árabe en
Marruecos e introducirnos
en la subcultura de Tán-
ger, Traitors, sin embargo,
no convence del todo. Su
final es al mismo tiempo
previsible y nada vero-
símil. La transformación
de Malika en temerario
paladín de la justicia para
salvar a una desconocida,
capaz de zafar al mismo
tiempo de la policía y de
los narcos, es demasiado
precipitada, y su proeza,
tal como se muestra, casi
imposible. Para poder
llegar al final deseado,
los narcos se representan
como seres «moderados»,
fácilmente manipulables.
Cuando descubren que
Amal transporta droga en
su bolso para su propio
uso, lo cual puede poner
en peligro la operación de
contrabando, el castigo
son unos cuantos man-
guerazos de agua fría.
Cuando Malika les dice
que Amal ha desaparecido
con el coche, apenas le
dan unas cuantas zama-
rreadas. En la vida real
sabemos que las dos ha-
brían terminado muertas o
por lo menos seriamente
maltratadas o torturadas.
Además de las magníficas
actuaciones de las dos
protagonistas, a quienes
seguramente volveremos
a ver pronto en la pantalla,
cabe señalar un muy buen
trabajo de cámara de Niko
Tavernise (Cisne negro, El luchador, Moonrise King-dom) y Benoit Peverelli,
que da a esta película
de bajo presupuesto la
calidad visual de una pro-
ducción de mayor enver-
gadura.
Nota al pie: en un mo-
mento de Traitors, nos
enteramos de la existencia
de un proverbio árabe: «si
eres un clavo, aguanta el
golpe; si eres un martillo,
golpea». Está claro de qué
lado se ubica Malika. Y re-
sulta alentador ver la apa-
rición, en el mundo árabe,
de personajes femeninos
audaces y fuertes capaces
de desafiar la autoridad
masculina y salirse con la
suya. Por otro lado, invita
a la reflexión el hecho de
que después de la pri-
mavera árabe la juventud
haya tomado dos cami-
nos: radicalizarse en un
islamismo propio del me-
dioevo (como Basset, el
protagonista de Return to Homs), o seguir modelos
del capitalismo occidental
(como Malika)… No hemos
visto hasta ahora (ni en la
pantalla ni en la realidad)
una propuesta original
y distinta que repudie el
modelo occidental y se
inspire en la rica tradición
de la cultura árabe sin
caer en el conservaduris-
mo religioso. Asignatura
pendiente…
Festivales | noviembre 2014 Pez dorado 35
Tócala de nuevo, Louis»Jorge Montanari«
WWW What a Wonderful WorldDirector: Faouzi Bensaïdi Intérpretes: Faouzi Bensaïdi Nezha Rahil Fatima AttifHajar MasdoukiPaís de origen:Francia | Marruecos | AlemaniaDuración: 99’Año: 2006
Faouzi Bensaïdi fue
el director elegido
para la retrospec-
tiva dentro de la Semana
de Cine Marroquí del Lati-
nArab4, y como cierre de
la misma, nos brindó su
felizmente inclasificable
WWW What a Wonderful World.
Si Lucy in the Sky with Diamonds era una refe-
rencia al LSD, ¿por qué el
hit de Louis Armstrong
no podría ser un mensaje
en clave acerca del uni-
verso de internet que se
vendría? ¿Cómo? ¿Senci-
llamente porque cuando
lo compuso, internet no
estaba ni en pañales? ¿Y
la magia, qué lugar ocu-
pa entonces en su vida?
WWW es una película
mágica, una pequeña
sinfonía del absurdo en
la que lo cómico se arma
con piezas de encastre
esencialmente bellas y de
cuestionable sentido.
Bensaïdi no sólo dirige la
película, sino que también
la protagoniza, encarnan-
do a un sicario inexpresi-
vo que, de algún modo,
comprendemos que se
ha enamorado. Por cier-
to, a lo Buster Keaton, su
[falta de] expresión sigue
siendo la misma en todo
momento, con una mirada
bucólica que desopilan-
temente no encaja para
nada con la Casablanca
cosmopolita y ajada que
camina sin cesar. Su con-
trafigura es Kenza, una
mujer policía de un barrio
bajo que dirige el tránsito
en una rotonda del Centro
y que también se enamora
–sin conocerlo- del sica-
rio. Pero la historia, pese
a fluir de manera brillante
y cuidada y tener una tra-
ma que se va intrincando
y entrelazando de modo
perfecto, quizás sea lo
de menos en esta joyita
estética de Bensaïdi. Con
toques de Jeunet & Caro,
donde los verdes y los ro-
jos bellos se cambian por
el marrón rockero arcilloso
de la ciudad sucia, WWW
avanza con la lógica ridí-
cula del mejor Kaurismaki,
y, luego de desconcertar-
nos durante los primeros
minutos, apenas acepta-
mos lo que propone Ben-
saïdi podemos entregar-
nos por completo a ese
disfrute, dejando de lado
la pretensión de que la
lógica rija algo, superada
por esta propuesta que es
sin lugar a dudas mucho
mejor para todos nuestros
sentidos. Una comedia su-
rrealista del 2006 que no
se puede pasar por alto si
se quiere encontrar algo
de lo más original que ha
dado el cine marroquí.
36 Pez dorado noviembre 2014 | Festivales
Festivales | noviembre 2014 Pez dorado 37
Una de villanos»Rosario Salinas«
Death for saleDirector: Faouzi Bensaïdi Intérpretes: Fehd BenchemsiFouad LabiadMouhcine MalziImane ElmecharfiFaouzi BensaïdiPaís de origen:Bélgica | Francia | MarruecosDuración: 99’Año: 2011
Death for sale es un poli-
cial muy oscuro ambienta-
do en Tetuán, una ciudad
del norte de Marruecos,
cerca del Mediterráneo.
Nos narra con buen ritmo
y una estética muy cuida-
da una historia de amor,
traiciones y muerte, don-
de tres amigos insepara-
bles: Malik, perdidamente
enamorado de Dounia
–una prostituta–, Soufia-
ne devenido en fanático
religioso y Allal un ex con-
victo tratan de escapar
de un presente sin futuro
cometiendo pequeños ro-
bos, rompiendo todas las
reglas, consumiendo be-
bidas alcohólicas disfra-
zadas en botellas de Coca
Cola, pero unidos por un
tipo de amistad que pare-
ce indestructible.
No falta el policia, el Ins-
pector Daggat, un perso-
naje siniestro interpretado
por el mismo Bensaïdi.
Cuando deciden robar la
joyería más importante
de la ciudad, sus vidas,
que hasta entonces com-
partían un camino en
común, van a tomar rutas
diferentes, Allal quiere el
dinero para meterse en el
negocio de la droga, Malik
para rescatar a Dounia
de la prostitución y huir
al mismo tiempo de Dag-
gat que pretende que se
convierta en su soplón y
Soufiane tiene sus propios
y oscuros objetivos, pero
la fatalidad y la traición
entran en escena trasto-
cando todo, literalmente
poniendo todo cabeza
abajo como bien lo expre-
sa Malik en el último foto-
grama.
38 Pez dorado noviembre 2014 | Festivales
De eso no se habla»Silvia Italiano«
FrontierasDirector: Farida BenlyazidIntérpretes: Romania SanchezIsmail Abou Al KanatirMohamed MarouaziAmal Bouftah,My Ahmed AlaouIPaís de origen:MarruecosDuración: 110’Año: 2012
Coloridos zocos,
música y danzas
embriagadoras,
bellos hombres ataviados
en espléndidos bubús,
comidas exóticas en in-
mensas playas solitarias,
cielos de un azul impolu-
to, ciudades centenarias
con muros de adobe rosa-
do, pinturas rupestres que
han atravesado milenios,
dunas doradas a la luz
del crepúsculo, seducción
irresistible del desierto…
Gracias a esas experien-
cias cautivantes –y apenas
un puñado de entrevistas
a académicos y activis-
tas–, Maité, la española
que llega a El Aaiún para
filmar un documental so-
bre la cuestión del Sahara
Occidental convencida
de antemano de que la
razón está del lado de los
separatistas saharauis,
concluye que ha vivido en
el error: Marruecos tiene
legítimos derechos sobre
las provincias del sur y las
reivindicaciones separa-
tistas son una falsificación
de la verdad.
¿No sabe acaso Maité
que el desierto produce
espejismos? ¿No sería en
otra dirección que una
periodista en busca de la
verdad sobre un conflicto
territorial debería dirigir
cámara y micrófono?
Frontieras, docuficción
producido en colabora-
ción con la Sociedad Na-
cional de Radiodifusión y
Televisión de Marruecos
y promovido por el Minis-
terio de Comunicación de
ese país, pretende arrojar
luz sobre un conflicto
que desde hace más de
Festivales | noviembre 2014 Pez dorado 39
cuarenta años enfrenta a
Marruecos y los saharauis,
representados por el
Frente Polisario, y ocupa
a las Naciones Unidas. El
resultado, sin embargo,
es una visión parcial, ten-
denciosa, simplificada y
superficial del problema.
Se expone únicamente
la posición de una parte:
la marroquí. De la otra,
solo sabemos que para
Maité, al principio eran los
buenos y al final son los
malos.
En 1976, después de la
partida del ocupante
español y antes de la lle-
gada de la famosa Mar-
cha Verde ordenada por
Hasan II, el ejército ma-
rroquí invadió el Sahara
Occidental, produciendo
el éxodo masivo de la po-
blación saharaui local. De
eso no habla.
Tinduf sale a relucir, pero
no se dice que es la ciu-
dad argelina donde están
desde entonces los cam-
pamentos de refugiados
saharauis que viven en
condiciones lamentables
sin beneficiarse en abso-
luto de los millones de dó-
lares resultantes de la ex-
plotación de los recursos
naturales de su territorio
de origen.
El Sahara Occidental es
una de las regiones más
ricas del planeta, con
los mayores yacimientos
de fosfato del mundo y
recursos pesqueros de
incalculable valor. Cada
barco que zarpa del puer-
to de El Aaiún cargado
de fosfatos (varios por
semana) aporta una mi-
llonada a las empresas del
Reino de Marruecos que
los explotan. De eso no se
habla.
Tampoco se dice que para
impedir el acceso de los
saharauis a los yacimien-
tos, los marroquíes han
construido de norte a sur
un muro de 2.700 kms,
custodiado por el ejército
en permanencia y rodea-
do de miles de minas te-
rrestres.
Apenas terminó la pelí-
cula, el público estalló en
aplausos. Cuando se inició
el debate con la partici-
pación del embajador de
Marruecos, sin embargo,
se puso de manifiesto que
casi nadie en la sala había
oído hablar del conflicto
del Sahara Occidental,
cosa perfectamente natu-
ral y lógica si se tiene en
cuenta la gran distancia
que separa Marruecos de
la Argentina y los pocos
vínculos históricos entre
ambos países. Sin duda,
la mayoría de los marro-
quíes tampoco habrá oído
hablar nunca del litigio
por las Malvinas. Lo que
no está tan claro es cómo
habría reaccionado el pú-
blico en una sala de Rabat
o Casablanca después de
la proyección de una pe-
lícula sobre las Malvinas
producida por el Reino
Unido, que expusiera uni-
lateralmente la posición
de Gran Bretaña, ensalza-
ra la acción bienhechora
de los ingleses en las in-
hóspitas islas, distrajera la
atención del espectador
con las bellezas naturales
del lugar, no mencionara
los argumentos de la Ar-
gentina ni siquiera de for-
ma tergiversada y falaz, y
concluyera que los britá-
nicos tienen legítimos de-
rechos sobre el territorio.
¿Estallarían en aplausos?
Enigma. Qué pensaría un
argentino si la respuesta
fuera afirmativa es más
fácil de adivinar.
40 Pez dorado noviembre 2014 | Festivales
Estamos en 1991. Bush lanza contra el Iraq
la operación Escudo del Desierto, pidiendo al mis-mo tiempo a los iraquíes que se levanten contra el tirano y prometiéndoles su ayuda. El levantamiento se produce. Bush –a nadie le sorprende– no cumple su promesa y deja a los ira-quíes librados a su suerte. Los insurgentes –y muchos que no lo eran– terminan apresados, torturados, ma-sacrados, desaparecidos. Cien mil víctimas fatales. Tres sobrevivientes de la tragedia.In the Sands of Babylon, un docuficción de Moha-med Al-Daradji sobre ese tristísimo episodio de la historia del país, combina conversaciones con los sobrevivientes gravemen-te traumatizados por la experiencia con escenas
de ficción en las que trata de recrear lo que pudo haberle ocurrido a Ibrahim, un soldado del ejército regular iraquí que luchó en Kuwait y, en su camino de regreso a través del desier-to después de la derrota cargando a un camarada herido, es detenido por otros miembros del ejérci-to que pese a sus protes-tas lo confunden con un rebelde y nunca más se supo de él. Sin duda es una buena idea cumplir el deber de memoria y recordarnos esa cruenta realidad. Sin embargo, la ficción no contribuye en este caso a pasar el mensaje, y el pro-fundo dramatismo de los testimonios de las víctimas reales (Abdul Raheem Al-Fatlawi, Bassim Moha-med y Jabar Al Ghalibi) pierde intensidad por efec-
to de las escenas teatrales, torpes y poco convincen-tes que se intercalan. Mien-tras los personajes reales se filman discretamente, en sombras o de perfil, como protegiéndolos del entrometimiento de la cámara y el ojo del espec-tador, las secuencias de ficción se caracterizan por una actuación poco con-vincente, una bestialidad que sin duda existió pero que tal como se representa resulta de serie de televi-sión mala, un tono melifluo acentuado por la continua e incansable invocación de la madre, e incómodos ma-ridajes, como las escenas de tortura con fondo de música de Motzart. Una película bien inten-cionada sobre un aciago suceso de la historia con-temporánea que no pasará a la historia.
Arenas movedizasPor Silvia Italiano
In the Sands of Babylon | Director: Mohamed Al-Daradji | Intérpretes: Samer Qahtan, Ameer Jabarah,Hasan Bkheet, Hayder Jumaa | País de origen: Irak | Reino Unido | Holanda | Emiratos Arabes Uni-dos | Duración: 93’ | Año: 2013
Festivales | noviembre 2014 Pez dorado 41
Reconocido y legítimo»Jorge Montanari«
BastardoDirector: Nejib BelkadhiIntérpretes: Abdel Moneem ChouayatChedly ArfaouiLobna NoomeneTaoufik El BahriLassad Ben AbdallahPaís de origen:Tunéz | Francia | QatarDuración: 106’Año: 2013
Bastardo, la película
hija del tunecino
Néjib Belkadhi,
se alzó con el Premio IN-
CAATV en la ceremonia
de cierre del LatinArab4.
Bastardo es una come-
dia oscura, con un sabor
peculiar que no remite a
los clichés habituales del
género. Su ritmo, su am-
biente, y su desarrollo im-
pactan desde la aparente
sencillez de sus distintas
capas que, translúcidas
como las de una cebolla,
conforman una imagen
más compleja que se
percibe al superponerlas
en conjunto. Bastardo es
provocadora y mordaz, y
hasta intencionadamente
disgustante por momen-
tos, sin precisar abrevar en
la escatología barata. Muy
por el contrario, lo que se
cuela entre los personajes
que habitan en una suerte
de gueto urbano repug-
nante, es la magia, o mejor
dicho, unas bellas pincela-
das de realismo mágico.
Mohsen, a quien todos lla-
man Bastardo –y quien fue-
ra abandonado al nacer en
un tacho de basura– es un
antihéroe muy real; con va-
lores nobles, vive una vida
en la que nada le sobra y
sin quejarse de que le falte
nada. En la misma vecin-
dad, su antítesis, Larnouba,
es el amo y señor de todos,
y a él hay que pagarle un
impuesto de protección,
para que proteja a los ve-
cinos de nada más ni nada
menos que de él mismo.
En medio de ambos está
la que completara un trío
42 Pez dorado noviembre 2014 | Festivales
de amigos en la infancia
junto con Bastardo y Lar-
nouba: Bent Essengra, la
mujer que atrae insectos.
Sí, una chica a la que, sin
causa aparente alguna, le
basta apoyar una mano
en la pared para que las
hormigas y las moscas
se acerquen y cambien la
tierra por su piel.
Un buen día, todo cam-
bia: se instala una antena
de telefonía celular en la
terraza de la casa de Bas-
tardo, quien pasa a cobrar
una renta de la noche a la
mañana y por medio de la
cual parece dejar de ser
un paria. Larnouba pier-
de terreno y parece que
todos van a ser felices ha-
blando por celular gracias
a Mohsen, a quien nadie
ya quiere llamar Bastardo.
Pero el poder corrompe
muy rápido, y el micropo-
der ni les cuento. Cuando
Mohsen se da cuenta de
que puede vigilar a todos
desde su terraza como en
un panóptico, y castigar-
los apagando la antena, su
carácter muta a la vez que
ese resentimiento que pa-
recía ser el sentir más dé-
bil de sus emociones pasa
a ser su alma máter.
Pero Mohsen, a quien aho-
ra ya nadie llama Bastardo
ya no por cariño sino por
mero miedo, no sólo su-
frirá del endurecimiento
de su alma: su cuerpo
empieza a estar cada vez
más entumecido, le cues-
ta respirar, se pone casi
ciego… y si bien jamás se
explica nada al respecto,
el motivo resulta claro: la
antena bajo la que vive
noche y día, de a poco lo
está matando. Si hasta la
chica de los insectos ya
no quiere visitarlo porque
se le mueren las hormigas
de su cara cuando va a su
casa. Si hasta el gato ya
no prueba la comida.
Con muertos que hablan
en versión fantasma; con
muertos que reviven; con
una carnicera que, como
las reposteras de la tele
cuando se chupan los
dedos preparando una
torta, va probando carne
picada cruda de cabezas
de carneros a medida que
las corta. Con un Larnou-
ba aterrorizante que tiene
una obsesión con… ¡cone-
jos! (hasta mira sus docu-
mentales mientras mastica
zanahorias), y que se pone
insecticida en lugar de
desodorante para intimar
con la mujer de los insec-
tos. Bastardo está lleno
de toques magistrales de
acupuntura que pinchan
en el lugar exacto para
dejar salir una risa que
no teníamos en cuenta. Y
acusando en la balanza
el peso adecuado para
convertirse en comedia de
culto entre los que tengan
la suerte de encontrarla en
la pantalla.
Festivales | noviembre 2014 Pez dorado 43
El mundo no ha evo-
lucionado, es dispar,
asimétrico, autodes-
tructivo. Nuestra actitud
para con el «extraño» no
es la simpatía sino la ex-
clusión, el preámbulo de
la Constitución argentina
que dice «[…] asegurar los
beneficios de la libertad
para nosotros, para nues-
tra posteridad y para to-
dos los hombres del mun-
do que quieran habitar en
el suelo argentino» suena
a un sueño romántico. De
esto y mucho más, porque
se trata de «refugiados»,
habla Two at the border el cortometraje de Tuna
Kaptan y Felicitas Sonvilla
merecidamente galardo-
nado en LatinArab4.
Un spot nos advierte que
estamos en Erdine, Tur-
quía, en la frontera con
Grecia, en el verano de
2012 y que esta frontera
ha sido por años para los
refugiados el puente de
entrada a Europa, pero
que desde 2011 Grecia está
reforzando los controles.
Observamos una gran
disparidad de fuerzas, por
un lado, la precariedad de
un grupo de «intrusos»
hablando en la oscuridad,
se escuchan instrucciones,
advertencias y esperan-
zas, hacia donde ir, a
quienes evitar, por otro,
sistemas de vigilancia de
tecnología de última ge-
neración como las imáge-
nes que observamos pro-
venientes de una cámara
termográfica que muestra
el desplazamiento de seis
personas, dato que apare-
Refugiados:un mundo que se cierra
»Rosario Salinas«
Two at the borderDirector: Tuna KaptanFelicitas SonvillaPaís de origen:AlemaniaDuración: 30’Año: 2013
44 Pez dorado noviembre 2014 | Festivales
ce consignado en panta-
lla junto a otro bastante
perturbador «distance to
target»… mientras pode-
mos ver con precisión la
coordenada marcada en
pantalla, solo falta apretar
el gatillo.
La cámara sigue los pa-
sos de dos jóvenes Alí y
Naser uno sirio y el otro
palestino que ayudan a
refugiados a cruzar la
frontera desde Turquía
hacía Grecia. Son algo así
como «contrabandistas de
personas». Nos introduce
en su intimidad, en sus
charlas, en sus historias
personales, en sus con-
versaciones con quienes
quieren cruzar la frontera.
Las tomas cenitales nos
hacen sentir como los ojos
de esas cámaras termo-
gráficas, con la sensación
de que podemos escudri-
ñarlo todo.
Acompañamos a estos
personajes incluso hasta
«los bordes», nunca ese
término ha tenido un sig-
nificado tan exacto como
en este film, los bordes,
donde se dirime la vida y
la muerte, el presente y el
futuro. Donde se pasa a
un lugar de esperanza o
se es regresado al horror
de donde se parte o en su
defecto encarcelado solo
por el delito de pretender
sobrevivir. Se detiene a
personas que huyen de
conflictos armados, a per-
sonas cuyas vidas están
en peligro en sus lugares
de origen, esto es, a quie-
nes merecen el estatus de
«refugiados».
Pero el mundo se ha
vuelto este lugar cerrado,
donde no cabe la solida-
ridad, donde se traban las
puertas y las ventanas.
Así los europeos extre-
man las medidas de segu-
ridad, para evitar a toda
costa que los inmigrantes
alcancen sus costas, esto
hace que nuestros «con-
trabandistas de perso-
nas» estén inactivos o
busquen otros caminos
alternativos, como cruzar
el Mediterráneo.
En pantalla vemos la
magia de la naturaleza en
sus noches estrelladas y
la miseria de la humani-
dad en su exclusión del
diferente, del pobre.
Al final se nos advierte
que Alí ha sido atrapado
tratando de ingresar a
Alemania con un pasa-
porte falso, mientras que
Naser está desapareci-
do después de intentar
cruzar el Egeo. Nuestros
traficantes corriendo el
mismo destino posible
para tantos otros que
mientras existan las gue-
rras seguirán huyendo.
Festivales | noviembre 2014 Pez dorado 45
Los que amamos la vida»Rosario Salinas«
BasharDirector: Diogo FoggianoIntérpretes: Rami JarahSaleh FerkyPaís de origen:Brasil | EgiptoDuración: 19’Año: 2014
Bashar comienza
reproduciendo las
imágenes de una
entrevista televisiva, el
entrevistado, vistiendo un
traje impecable, hace de-
claraciones en un elegan-
te inglés, pero su rostro
está fuera de cuadro. La
pregunta «¿Es posible una
transición pacífica en Siria
sin usted en el poder?»
nos da pistas de que se
trata de Bashar Al-Assad.
Música electrónica y una
toma subjetiva –la cámara
apunta a unos pies– nos
conducen fuera de un
aeropuerto, estamos tras
los pasos de un cronista
que nos dice que es co-
rresponsal de la televisión
Siria y que su misión es
mostrarnos las verdades y
las mentiras detrás de los
medios. Realiza un repor-
taje ficticio a un supuesto
defensor del régimen de
Bashar que funciona a
modo de presentación de
este documental donde se
van alternando imágenes
de la guerra tomadas de
la televisión, entrevistas a
los rebeldes, al activista
Rami Jarah, a Abu Furat
(un soldado desertor),
imágenes de ciudades
destruidas, imágenes de
los rebeldes planificando
sus operaciones, partes
de la misma entrevista
televisiva que veíamos al
principio con los rostros
de sus participantes siem-
pre fuera de encuadre,
audio de disparos, voces
que susurran o gritan,
voces que invocan «Allahu
Akbar».
46 Pez dorado noviembre 2014 | Festivales
Bashar nos muestran
lo que sucede y lo que
sucede es una realidad
en la que hay muchas
contradicciones, fanáticos
religiosos mezclados con
desertores del ejército. Un
presidente sirio diciendo
que ningún Estado ase-
sina a su pueblo, que los
que matan son los terro-
ristas, los rebeldes…
Soldados que reaccionan
ante la matanza indiscri-
minada de civiles por par-
te de ese mismo ejército.
La entrevista a Rami Jarah
atraviesa distintos mo-
mentos del documental, él
denuncia la manipulación
de los medios por parte
del gobierno y nos dice
que Al-Assad está destru-
yendo el ejército de Siria y
su cultura.
Particularmente impresio-
nante es la entrevista a un
miembro del ejército de
Bashar que desertó y se
unió a los rebeldes: Abu
Furat.
Mientras Furat nos dice
que no soportó la ma-
tanza de civiles, que no
quiere ver morir a nadie,
ni de un lado ni del otro,
«no somos terroristas»
le dice a la cámara, su
discurso es interrumpido
por las palabras de uno
de sus compañeros que
dice «vamos a llegar con
los que amamos la muer-
te como ustedes aman la
vida»…
Expresión indudable de la
presencia de fundamenta-
listas religiosos.
Fuimos tras esos pasos
que se iniciaron en el
aeropuerto, nuestro ojo
apretado al lente de la
cámara, pero si es cierto,
como dicen, que la belleza
está en el ojo del especta-
dor, el horror no, el horror
se introduce por la fuerza
en el lente de la cáma-
ra de Faggiano, golpea
nuestro ojo para hacernos
sentir que no hay distan-
cia, que no hay mediación
que nos salve.
Las imágenes y las pala-
bras nos traen en primera
persona la más desgarra-
dora visión de la guerra y
su irracionalidad, que está
condensada en la escena
de un hospital de campo
en la ciudad de Aleppo,
en el fotograma de un
niño sufriendo, su cuerpo
atravesado por balas, la
cámara nos muestra sus
expresiones de dolor, su
dificultad para respirar
mientras una voz en off
–posiblemente la de su
padre– nos dice que un
tiro en «la gloriosa ciudad
de Aleppo» le perforó el
intestino y en estas pala-
bras hay una mezcla de
orgullo y horror.
Festivales | noviembre 2014 Pez dorado 47
Una realidadllena de sueños
»Constanza Borge«
My love awaits me by the SeaDirector: Mais DarwazahPaís de origen:Jordania | Alemania | Palestina | QatarDuración: 80’Año: 2013
He was a bird in love with a fish, sepa-rating them was
the thin line of the water, which they broke together for just one kiss... con esta
frase de Hasan Hourani
comienza este maravillo-
so documental de Mais
Darwazah ganador a me-
jor largometraje árabe en
el festival LatinArab.
La línea divisoria, los lí-
mites, las barreras son
palabras e imágenes re-
currentes en el film. Como
así también la libertad.
Escuchamos el sonido del
mar y del viento, un plano
subjetivo en movimiento
nos muestra un par de
pies que se desnudan en
la arena, como si nosotros
mismos estuviéramos
a punto de meternos al
agua. Una grabación se
superpone y escuchamos
a dos mujeres hablan-
do; una, la más joven, le
pregunta a la otra sobre
el mar; la otra, la madre,
se lo describe como un
lugar único. La hija le
pregunta –¿qué se siente
en él? –muy libre. El mar
para Mai, y para todos
los Palestinos, solo es co-
nocido a través de fotos.
El sonido del océano se
sigue escuchando ensam-
blando con el siguiente
plano cerrado de una
pared y una pequeña
foto del mar; la voz de la
hija se escucha, se sabe
que ya no es parte de
esa grabación, sino una
reflexión posterior ante la
ausencia. Una mano que
pega fotografías, el plano
48 Pez dorado noviembre 2014 | Festivales
Festivales | noviembre 2014 Pez dorado 49
se cierra hacia una foto
de una mujer, y la voz la
relata como una soñadora
sin límites, sin fronteras.
El silencio momentáneo
hace eco en las palabras
y la música hace su apa-
rición brindando profun-
didad a los vocablos. El
espacio en donde están
las fotografías es cerrado,
la aparición de un brazo
corta esa falsa idea de
escenario que engaña.
Desde el comienzo del
film, la construcción se
evidencia, desde la cáma-
ra en mano, hasta el plano
cerrado y la mano y la voz
que construyen un relato
a partir de la ausencia;
de íconos que montan un
ensamblaje que se mue-
ve entre las limitaciones
y la libertad de alzarse
a través de los sueños.
El esbozo de un dibujo
mientras la tinta azul cae
lentamente por el vaso y
el sonido de las olas se
escucha en primer plano.
El dibujo de unas gaviotas
entretanto se oyen a los
pájaros graznar, ¿Cómo
evidenciar el relato de
una construcción? me-
diante la exposición del
mismo acto creativo, de la
multiplicación de ese acto
-poesía, dibujo, fotografía,
música, teatro, filmación-.
en una puesta en abismo.
«Mi historia cambió cuan-
do conocí a Hasan y oí sus
susurros a través de las
voces...»; Hasan Hourani,
poeta e ilustrador falle-
cido quien la acompaña,
a modo simbólico, en la
travesía de vuelta a su
país de origen. A través
del viaje Mais buscará en
todos los personajes que
se cruce, restos de Hasan
en cada uno, interlocuto-
res que no se ajustan con
las realidades imperantes.
«Su nombre es Hasan.
Pero él tenía todos los
nombres y el tuyo tam-
bién...» De este modo,
ambos mundos, el de los
sueños y el de la realidad
provocan un tercero, el
suyo. Relatos e imágenes
que crean un universo
personal. Asimismo, a par-
tir de pequeños reportajes
el espectador crea desde
los fragmentos cómo los
palestinos, a pesar del
dolor y la situación sofo-
cante y angustiante que
sienten día a día, a nunca
abandonar la esperanza,
no renunciando jamás a
los sueños. «¿Cómo se
realizan los sueños?» pre-
gunta Mai a un grupo de
jóvenes, ellos le respon-
den; primero, no olvidán-
dolo. Realmente creyendo
en él. Mientras duermes,
mientras estés muerto.
La directora se detiene en
todas las texturas de las
superficies; palomas, rue-
das de bicicletas, antenas,
desierto de árboles,
techos; fotos imbricadas
con imágenes de video
armando un collage de
una Palestina vista con
ojos llenos de asombro,
como si fuera vista por
primera vez.
Hacia el final, vislumbra-
mos la contraposición y
la complejidad del film.
En su encuentro con su
amante; el mar, como re-
presentación de la liber-
tad. Esa libertad tan difícil
de conseguir rodeado de
barreras.
«Yo llegué a Palestina en
búsqueda de un sueño, y
me hicieron ver que sue-
ños y fantasías son reali-
dad.»
50 Pez dorado noviembre 2014 | Festivales
Entre cuecas y danzas del vientre
»Silvia Italiano«
Palestina al SurDirector: Ana María Hurtado País de origen:ChileDuración: 52’Año: 2011
El documental de
Hurtado sobre la
diáspora de un
grupo de palestinos del
Iraq que llegan a La Ca-
lera, ciudad chilena de la
región de Valparaíso, tras
la segunda invasión de los
EE.UU., tiene momentos
conmovedores y resulta
especialmente interesante
por la poca frecuencia con
que se trata el tema de los
refugiados palestinos.
Seguimos en particular
el camino de Bassem,
panadero de profesión,
y su familia, a lo largo de
casi tres años, guiados de
la mano de Mónica, una
joven chilena nieta de pa-
lestinos de una diáspora
anterior, encargada de
recibir a los refugiados y
ayudarlos a adaptarse a su
nueva vida.
Admirable y emocionante
la extraordinaria solida-
ridad y hospitalidad de
estos chilenos de La Calera
de ascendencia árabe, el
entusiasmo, la considera-
ción y el cuidado con que
se preparan para recibir a
las víctimas de la persecu-
ción y planean formas de
facilitarles el futuro. Todo
parece perfecto. Nada
puede ir mal. Sin embar-
go, la ley de Murphy no
perdona. La sensación de
paraíso terrenal se desva-
nece pronto. Sentimos en-
seguida el malestar de los
recién llegados, lo vemos
en sus ojos, en su imposi-
bilidad de descifrar los có-
digos locales, más allá de
los gestos de alegría y las
manifestaciones de afecto.
Vienen del otro lado del
mundo, de carpas en el de-
Festivales | noviembre 2014 Pez dorado 51
sierto. Tuvieron que huir de
su país, dejando atrás fa-
milia y bienes, para salvar
sus vidas. ¿Qué es esto?,
se preguntan. Y a pesar de
tan generosa y calurosa
recepción, en la que par-
ticipa la propia presidenta
Bachelet, y de la ayuda
económica que reciben, no
tardan en expresar el des-
contento. Hay demasiada
inflación, el dinero que nos
dan no alcanza para pagar
el alquiler y mantener a
la familia, si nos hubieran
dicho que sería así no
hubiéramos venido, dice
Bassem. La respuesta del
otro lado es: ¿Se olvidaron
de los dos años de campa-
mentos en el desierto?
Así, la historia se repite:
decepción de la víctima,
que por ser víctima se
siente con derecho a todo;
decepción del que tendió
la mano, por no recibir el
esperado agradecimiento.
Pero el final es feliz. Li-
berándose de la protec-
ción de una colectividad
que termina resultándole
opresiva, Bassem deja La
Calera para instalarse en
Santiago, y en la gran urbe
logra abrirse paso –monta
una panadería árabe– y
sueña con reencontrar al
resto de su familia en este
mundo o en el otro.
Hay momentos del do-
cumental que nos dejan
cavilando. La maestra de
la escuela palestina de
La Calera les anuncia a
los alumnos la llegada de
niños nuevos que han su-
frido mucho, y para trans-
formar ese sufrimiento en
amor, les propone confec-
cionar banderas palesti-
nas. ¿Banderas? ¿En serio?
Aunque han sido perse-
guidos por palestinos y
recibirlos con la bandera
puede transmitir el men-
saje de que son aceptados
como tales, a la luz de
tantos enfrentamientos
étnicos de los últimos
tiempos, ese claro signo
de llegada a un enclave
étnico produce cierta in-
comodidad. Allá odian a
los palestinos y acá los
queremos, es un buen
mensaje. Mejor aún: allá
les importa a qué etnia o
raza o nación perteneces
y lo usan para perseguirte,
acá no nos importa, so-
mos todos iguales…
Mónica dice en puro chile-
no: «si me ponís una cueca
o una danza árabe, me
quedo con la danza ára-
be… Soy más palestina que
chilena y no porque me lo
hayan inculcado sino por-
que lo siento así»… ¿Qué
debemos entender? ¿Que
el sentimiento nacionalista
se transmite en los genes
y no es producto de la
educación?
Palestina al Sur son cin-
cuenta y dos minutos para
reflexionar durante mucho
más tiempo.r.
52 Pez dorado noviembre 2014 | Festivales
Marruecos:un país en trance
»John Lake«
C’est eux les chiensDirector: Hicham LasriIntérpretes: Hassan Ben BadidaYahya El FouandiImad FijjajPaís de origen:Marruecos Duración: 85’Año: 2013
Marruecos obtuvo
su independencia
en 1956 gracias
a los esfuerzos del sultán
Mohamed V. No mucho
tiempo después de librarse
de sus colonos españoles
y franceses, Hasaan II, un
rey poco afecto a la de-
mocracia y los parlamen-
tos, tomó las riendas del
poder por casi cuarenta
años hasta fines de 1999.
Tras la primera explosión
social en 1965 se decretó
un estado de excepción
marcados por la represión
política y cultural que die-
ron cuenta de 325 vidas
humanas en las revueltas
urbanas de 1965, 1981, 1984
y 1990. El cine marroquí,
inexistente hasta principios
de la década del sesenta,
poco a poco asomó de
manera tímida su voz crí-
tica a la falta de respeto
de los derechos humanos.
Souheil Ben Barka reali-
zador de Les mille et une mains (1972) fue el primer
portavoz de la explota-
ción de los pobres y sus
miserias. En menor medi-
da le siguieron Ahmed El
Maanouni con Ô les jours! (1978) y Jilali Ferhati con
su obra Une brèche dans le mur (1978). Pero recién
a partir del nuevo siglo los
cineastas redescubrieron el
agitado pasado de la histo-
ria del reinado magrebí en
sus facetas más oscuras.
En Soif (2002) de Saad
Chraibi, la censurada Une minute de soleil en moins
(2002) de Nabil Ayouch y
en la controvertida Marock
(2005) de Laila Marrakchi
aparecen sin tapujos la crí-
tica política y la opresión
Festivales | noviembre 2014 Pez dorado 53
del reinado del heredero
de la dinastía alauí.
Hicham Lasri, en su se-
gundo largometraje,
recurre como fuente de
inspiración a la filmogra-
fía de Ferhati, en especial
en Mémoire en détention
(2004) que ponía en el
centro del relato a un pre-
so amnésico que salía de
la cárcel para emprender
una búsqueda en su me-
moria reprimida. C’est eux les chiens gira en torno de
Majhoul, rehén de la rebe-
lión del pan de 1981, que
es liberado treinta años
después en plena «prima-
vera árabe». Un equipo de
la televisión que realiza
reportajes a los manifes-
tantes de los movimientos
sociales que replicaron
en Marruecos, luego del
estallido en Túnez que se
propagó por varios terri-
torios musulmanes, decide
seguir al desmemoriado
ex presidiario con el fin de
entrevistarlo y ayudarlo a
encontrar a sus seres que-
ridos. Con una propuesta
en que la ficción se ve
irrigada por una estética
documental, el director se
sumerge por los espacios
urbanos de Casablanca
con sus calles estrechas,
bazares, barrios carencia-
dos y edificios embande-
rados sin afán turístico,
en búsqueda del efecto
y del exceso a través del
recurso de la cámara en
mano y sus sacudidas,
los defectos de sonido,
las agresiones en primer
plano y el consiguiente
desbande de los técnicos
y periodistas encargados
de la filmación.
Nada ha cambiado, parece
afirmar Lasri, los anhelos
y frustraciones de ambas
generaciones se asemejan.
Las noticias que llegan del
exterior alientan las de-
mostraciones en el ámbito
local pero en el fondo cul-
minan en el mantenimiento
del statu quo, como los
viejos amigos revoluciona-
rios del protagonista que
en la actualidad adhieren
al régimen monárquico.
Majhoul, es un incom-
prendido, incluso para sus
familiares que rechazan
sus luchas pretéritas como
reflejo de una sociedad
bloqueada incapaz de re-
flexionar sobre su pasado.
Tan solo su sobrino, que
viene de participar en las
revueltas del 2011 lo abraza
y lo contiene tendiendo un
puente esperanzador entre
el antes y el ahora. El cine
marroquí a través de una
nueva camada de directo-
res muestra el verdadero
camino hacia las libertades
individuales.
54 Pez dorado noviembre 2014 | Festivales
Se fue el cuarto
LatinArab, pero no
sin hacer ruido. Que-
da la muestra firme de un
evento que se ha consoli-
dado en la escena cultural
porteña y que ha crecido
hasta el punto de comenzar
su expansión, tanto al resto
del país como de la región,
así como también confir-
mar el punto de partida de
la otra parte de este acer-
camiento de mundos que
propone: desde el año que
viene, girar por el mundo
árabe llevando películas
argentinas.
En un mundo donde toda-
vía hay quien descree del
poder transformador del
arte, y donde las banderas
del dinero parecen ser la
fuerza legitimadora que
tiene el poder final de veto
sobre todo aquello que se
haga o se deje de hacer,
la batalla no es leve ni
sencilla. Pero aquí dije-
ron “presente”, entonces,
organizadores, público y
artistas. Cada uno de ellos
desde su existencia necesa-
ria para sostener esta mesa
de tres patas que sustenta
este grito de paz que busca
derribar odios y fronteras.
En la ceremonia de cierre,
todas las voces fueron una;
se aplaudió en contra de la
mentira del romanticismo
de la guerra, se aplaudió el
internacionalismo, la multi-
culturalidad bien entendida
(y no aquella de doble filo
que se convierte en el “ten-
go un amigo judío” con-
temporáneo). Y se aplaudió
a favor de algo tan maravi-
lloso como simple: el amor.
No fue casualidad tener en
el cierre a una figura de la
magnitud de Pedro Brieger.
No fue casualidad tampoco
la presencia de una Ma-
dre de Plaza de Mayo. Se
recordó al recientemente
desaparecido y muy caro
a todos los presentes, Ale-
jandro Haddad, y a Ninawa
Daher, quién condujera el
programa televisivo de la
comunidad árabe por la
televisión pública acercan-
do pueblos y cuya obra
continúa a través de la
Fundación que hoy lleva su
nombre.
En una charla completa-
mente informal a la salida
de una película de ficción
del LatinArab3, el año pasa-
do, cruzamos unas palabras
con Edgardo Bechara El
Khoury acerca de la impor-
tancia de ver cine. ¿Cómo
va a ser un acto pasivo el
sentarse a ver una película
que muestra el sufrimiento
de un pueblo, si el espec-
tador al salir del cine ya no
es el mismo que se sentó
en la butaca al principio?
¿Cómo quitarle mérito a un
elemento transformador de
la realidad como este? ¿Y
cómo creer que se puede
elegir estar aparte, neutral,
cuando los constructores
de la realidad dominante,
permean en la cultura día
tras día imponiendo sus
estereotipos, levantando
las noticias en las que los
grandes interesados defor-
man la realidad a su gusto y
conveniencia?
Faouzi Bensaïdi dice en
WWW What a Wonderful
World, que un dia una chica
despertó con una belleza
tal que el sol, al verla, sintió
que no era tan magnífico
y, avergonzado, retrasó su
salida unos minutos. Hoy, el
ritmo que la vida nos pide
retomar, se queda un rato
agazapado, con vergüenza,
pidiéndonos perdón porque
esta semana que nos pro-
pone no puede en modo
alguno traer tanta belleza
como nos trajo el festival.
Despedida
por Jorge Montanari