las revistas literarias de los jovenesactividades y obras definitivas. la literatura es uno de los...

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! . s e e n a r . I o I I cional de que el escepticismo está en boca de un meslas cl!ya tarea es traernos nue- vas jubilosas. Sin duda que nuevas nos trae, mas por ningún concepto alentado- ras, excepto hasta donde conocer la reali- dad sea alentador. Claro, la incertidumbre existencial cam- . por t odo el libro. Es v ieja acompañan- te de LaÍlln Cerda, quien ya la mira con bur- la afectuosa, como a un mal necesario, romo auna amiga impertinente que aguan- ta':;'ospor amor y por costumbre. Después de todo, ¿no somos hijos "del pulveriza- de certezas" ? Parte de esa incertidum- en la dificultad de precisar la rea- lidad y separarla de lo no real. Porque si el hombre entra en contacto con los objetos, " los objetos modifican la vis ión humana me- tal unión, y la vida se vuelve un in- tercambio constante con lo exterio r, cau- sa de un cambio interno en el marco de referencia. En última inst ancia, la vida es . una gran broma, de la que nosotros paga- mos las consecuencias. Entra aquí un elemento de uso frecuen- te por parte del poeta: el sentido del hu- mor expresado en burlas, ironlas y hasta sarcasmos. Las pullas van encaminadas al mundo yLavln Cerda, como parte de éste, no escapa del comentar io sardónico : "Es" cribo libros que nadie lee, pero lo hago con entusiasmo" , o " lees en voz alta y tem- blorosa los versos mlsticos de tavín Cer- da, en lo que podría ser el colmo ecuméni- co de tu sadomasoqu ismo " . Si aún podemos sonreír, hay salvación . Es hones- to apuntar que algunos poemas de tono ex- clusivamente humoristico nos parecen por debajo del buen nivel conseguido en el li- bro. Carecen de la angustia cent ral y sote- rrada que sostiene al universo de este poeta. Aqul confesamos una derrota: no he- mos sino escarbado en la superficie del li- bro. Fuera queda una enorme cantidad de aspectos por abordar. Mencionemos algu- nos: la oposición entre el conceptuar orien- tal y el occidental, la·presencia de Dos- toievski en muchos de los fragmentos, las ideas en torno a la nulidad de la existen- cia, la puesta en duda de la escritura como respuesta, el cuestionamiento de la rut ina, las citas literarias reales y las apócrifas, los poemas a la memoria de amigos muertos. : Ubro de paradojas, ésta es una más de ellas: la pobreza de nuéstro comentario es la riqueza de los futuros lectores, quienes con sólo abrir el texto podrán dedicarse a la rentable actividad de Charlar amablemen· te con Hemán Lavln Cerda, inventor de de- samabilidades. O LAS REVISTAS LITERARIAS DE LOS , JOVENES Por Héctor Orestes Aguilar Cuando comienza a percibirse esa sen- sación de que todo está te rm inando , esa habitual sensación finisexenal de incerti- dumbre y expectativas que permea a nuestra vida civil, y por supuesto a nues- tra vida cultural, repensar lo que estos úl- timos años nos dejan es casi una obliga- ción. No es contradic torio que en un momento significativo de nuestra histo ria polltica reciente celebremos al mismo tiempo una producción cultural en aparien- cia incompatible con la crisis generaliza- da. El impulso que la cultura registra en esta década , muy poco regular e insufi- ciente aún, ha cristalizado en proye ctos, actividades y obras definitivas. La literatura es uno de los termómetros para apreciar tal proliferación . Una hipó- tesis 'central: la cantidad de libros, revis- tas, suplemen tos, talleres, recitales, pre- sentaciones y mesas redondas, y loa programas en radio y televisión acerca de todo ello, exceden torrencialmente la ca- pacidad receptiva del más avezado profe- sional de la literatura o del periodismo. Si la masificación evidentemente no es un slntoma real del ejercicio de la lectura y mucho menos del de la crItica (condición central para la pervivencia de las letras), garantiza al menos una difus ión proporcio- nalmente decorosa de las obras. Hace quince años, cuando se iniciaba con mo- destia la costumbre de presentar libros en los heroicos dlas de la Casa del Lago y de la librerla universitaria Aristos, nadie ima- ginaba los llenos totales en la Iibreria del Sótano o en el University Club para parti- cipar de este nuevo espectáculo intelec- tual. También es evidente que a pesar de estos grandes escaparates no se reduce la ominosa desigualdad frente al poder de los medios masivos de comunicación y su programaci6n común, donde la cultura li- teraria t iene poca f luidez y un acceso es- casamente natural. Aun así, se ha gana- . do atención y espacio para la literatura. Lo que antes llamábamos el mundillo litera- rio es hoy un archipiélago difuminado im- posible de conocer con certeza. Las generaciones jóvenes han origina- 44 do privilegiadamente esta ubicuidad: un número en permanente aument o de auto- res de entre 20 y 35 años es el que sos- tiene la gran mayorla de la producción de los medios trad icionales de expresión lite- raria. En este momento no hay una sola publicación que no cuente, por lo menos como colaboradores asiduos, con escrito- res noveles o que incluso respaldados por un gran oficio no han produc ido aún una obra que les otorgue su mayorfa de edad. Una digresión: si bien el eplteto joven si- gue siendo utilizado con fines pollticos para concentrar generacional o sectorial- mente a los artistas e intelectuales naci- dos entre los medianos años cincuenta y los primeros sesenta, tamb ién la noción tiene un uso que distingue a los creado- res ya consagrados de aquellos que toda- vla están en una etapa de búsqueda. De las grandes revistas que ocupan los polos de nuestra escena cultural, la Gace- ta del Fondo de Cuttur« Económica es el mayor ejemplo de la acti vidad literaria de un grupo de jóvenes escritores. Jaime Gar- cla Terrés pudo reunir. como hace algu- nas décades en la Revist a de lB Universi- dad. un equipo que h conseguido los atribu tos esenciales de una gran revista: coherenc ia editorial, porcept ividad para la oferta de temas culturales. rigor y selec- tividad para la publicación de inéditos, cu- riosidad Infinita para el tratamiento y ex- ploración de las obras y los escritores cl6sicos. Además de presentar autores del Fondo y adelantos de libros en proceso, la Gaceta pub lica un consi derable núme- ro de traduccione s, destacándose sobre todo los materiales poét icos, muchas ve- ces raros y exquisitos. En ocasiones los números cubren la obra de un autor o de

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Page 1: LAS REVISTAS LITERARIAS DE LOS JOVENESactividades y obras definitivas. La literatura es uno de los termómetros para apreciar tal proliferación. Una hipó tesis'central: la cantidad

! . s e e n a r.I o

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cionalde que el escepticismo está en bocade un meslas cl!ya tarea es traernos nue­vas jubilosas. Sin duda que nuevas nostrae, mas por ningún concepto alentado­ras, excepto hasta donde conocer la reali­

dad sea alentador.Claro, la incertidumbre existencial cam-

. p~a por todo el libro. Es vieja acompañan­te de LaÍlln Cerda, quien ya la mira con bur­la afectuosa, como a un mal necesario,romo auna amiga impertinente que aguan­ta':;'ospor amor y por costumbre. Despuésde todo, ¿no somos hijos "del pulveriza-

' d~r de certezas" ? Parte de esa incert idum­bre ~'stá en la dificultad de precisar la rea­lidad y separarla de lo no real. Porque si elhombreentra en contacto con los objetos,

" los objetos modifican la visión humana me­di~nte tal unión, y la vida se vuelve un in­tercambio constante con lo exterio r, cau­sa de un cambio interno en el marco dereferencia. En última inst ancia, la vida es

. una gran broma, de la que nosotros paga­

mos las consecuencias.Entra aquí un elemento de uso frecuen­

te por parte del poeta: el sentido del hu­mor expresado en burlas, ironlas y hastasarcasmos. Las pullas van encaminadas almundo yLavln Cerda, como parte de éste,no escapa del comentar io sardónico : "Es"cribo libros que nadie lee, pero lo hago conentusiasmo" , o " lees en voz alta y tem­blorosa los versos mlsticos de tavín Cer­da, en lo que podría ser el colmo ecuméni­co de tu sadomasoqu ismo" . Si aúnpodemos sonreír, hay salvación . Es hones­to apuntar que algunos poemas de tono ex­clusivamente humorist ico nos parecen pordebajo del buen nivel conseguido en el li­bro. Carecen de la angustia cent ral y sote­rrada que sostiene al universo de estepoeta.

Aqul confesamos una derrota: no he­mos sino escarbado en la superficie del li­bro. Fuera queda una enorme cant idad deaspectos por abordar. Mencionemos algu­nos: la oposición entre el conceptuar orien­tal y el occidenta l, la ·presencia de Dos­toievski en muchos de los fragmentos, lasideas en torno a la nulidad de la existen­cia, la puesta en duda de la escritura comorespuesta, el cuestionamiento de la rut ina,las citas literarias realesy las apócrifas, lospoemas a la memoria de amigos muertos.

: Ubro de paradojas, ésta es una más deellas: la pobreza de nuéstro comentario esla riqueza de los futuros lectores, quienescon sólo abrir el texto podrán dedicarse ala rentable actividad de Charlar amablemen·te con Hemán Lavln Cerda, inventor de de­samabilidades. O

LAS REVISTASLITERARIASDE LOS,JOVENES

Por Héctor Orestes Agu ilar

Cuando comienza a percibirse esa sen­sación de que todo está term inando , esahabitual sensación f inisexenal de incerti ­dumbre y expectativas que permea anuestra vida civil, y por supuesto a nues­tra vida cultural, repensar lo que estos úl­

t imos años nos dejan es casi una obliga­ción. No es contradictorio que en unmomento significativo de nuestra histo riapolltica reciente celebremos al mismotiempo una producción cultural en aparien­cia incompatible con la crisis generaliza­da. El impu lso que la cultura registra enesta década , muy poco regu lar e insuf i­ciente aún, ha cristalizado en proyectos,actividades y obras def initivas.

La literatura es uno de los termómetrospara apreciar tal prol ife ración . Una hipó­tesis 'central: la cant idad de libros, revis­tas, suplementos, talleres, recitales, pre­sentaciones y mesas redondas, y loaprogramas en radio y televisión acerca detodo ello, exceden torrencialmente la ca­pacidad receptiva del más avezado profe­sional de la literatura o del periodismo. Sila masificación evidentemente no es unslntoma real del ejercicio de la lectura ymucho menos del de la crItica (condicióncentral para la pervivencia de las letras),garantiza al menos una difus ión proporcio­nalmente decorosa de las obras . Hacequince años, cuando se inic iaba con mo­destia la costumbre de presentar libros enlos heroicos dlas de la Casa del Lago y dela librerla universitaria Aristos, nadie ima­ginaba los llenos totales en la Iibreria delSótano o en el University Club para parti­cipar de este nuevo espectáculo intelec­tual. También es evidente que a pesar deestos grandes escaparates no se reducela ominosa desigualdad frente al poder delos medios masivos de comunicación y suprogramaci6n común, donde la cultura li­teraria t iene poca f luidez y un acceso es­casamente natural. Aun así, se ha gana-

. do atención y espacio para la literatura. Loque antes llamábamos el mundillo litera ­rio es hoy un archipiélago difuminado im­

posib le de conocer con certeza.Las generaciones jóvenes han origina-

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do privilegiadamente esta ubicuidad: unnúmero en permanente aument o de auto­res de ent re 20 y 35 años es el que sos­t iene la gran mayorla de la producción delos medios trad ic ionales de expresión lite­raria. En este momento no hay una solapubl icac ión que no cuente, por lo menoscomo colaboradores asiduos, con escrito­res noveles o que incluso respaldados por

un gran oficio no han produc ido aún unaobra que les otorgue su mayorfa de edad.Una digresión: si bien el eplteto joven si­gue siendo utilizado con fines pollticospara concentrar generacional o sectorial­mente a los artistas e intelectuales naci­dos entre los medianos años cincuenta ylos primeros sesenta, tamb ién la nocióntiene un uso que dist ingue a los creado­res ya consagrados de aquellos que toda­vla están en una etapa de búsqueda.

De las grandes revistas que ocupan lospolos de nuestra escena cultural, la Gace­ta del Fondo de Cuttur« Económica es elmayor ejemplo de la acti vidad literaria deun grupo de jóvenes escritores. Jaime Gar­cla Terrés pudo reunir. como hace algu­nas décades en la Revist a de lB Universi­dad. un equipo que h conseguido losatribu tos esenciales de una gran revista:coherencia editorial, porcept ividad para laoferta de tema s cultu rales. rigor y selec­tividad para la publicación de inéditos, cu­riosidad Infi nita para el tratamiento y ex­ploración de las obras y los escritorescl6sicos. Además de presentar autores delFondo y adelantos de libros en proceso,la Gaceta pub lica un consi derable núme­ro de traduccione s, destacándose sobretodo los materiales poét icos, muchas ve­ces raros y exqu isitos. En ocasiones losnúmeros cubren la obra de un autor o de

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e r í t.I e o

dici ón en cuanto medio especializado enun solo género lit erario.

Estas tres publicaciones son las mues­t ras radicales de un pensamiento creati­vo en el manejo editorial. Reflejan prQQ(a­mas muy distintos entre sr pero coincidet'en ser productos de pollticas culturales su­mamente consistentes; son, además, es­pacios en los que se actualiza la concep­ción de la cultura como una empresa sinque el nivel competitivo deje de ser coro­lario de la elegancia espiritual.

Es necesario abundar sobre esto últi­mo . Como cualquier otro medio de comu­nicación, las publicaciones culturales bus­can y llegan a formar una clientela precisa,un auditorio o, mejor, unos lectores pr.o­totlpicos. Se ha insistido mucho en ~ue

una buena revista es por tanto una escuelade pensamient o: provee al consumidorcultural de un aparato informat ivo y crltr­ca que acaba guiándolo sucesivamente deuna lectura a otra, de un escritor a unacon telaci6n de autores, de la referenciaal conocimient o profundo. Adiestra a unpúblico y al tiempo es campo de pruebaspara el oficio literario y editorial. Formaopin ión y dictamen sobre las materias quetrata. Uega incluso a generar expectativasy egulmlentos al interior del mercado.

Por todo esto es definitivamente váli­do hablar de que al planear un modelo edi­torl I se está fundando una empresa quepu de hacer uso de los recursos comer­clale e Indu striales para su difusión yv nta .

Al extenderme sobre esta cuestión,pienso en una revista ejemplar y envidia­bl , Informe bibliogrAfico, cuya circulacién

e casi clandesti na. ~i bien se entiende

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una materia cultural. aumentando con elloel atractivo de suyo etes oreble.

El caso de lo rovlst ll LIJ Orqueate esmuy int eresante por que r sulta de un pro­yecto que originalmonl o articulaba la di­

fusión cultural do lo obro de jóvenes crea·dores en diversos eapa croa . Asl se explicaparcialmente 01 hocho d QU en la doce ·na de números QUu ho pubhc do hasts hoyaparezca un s apecno muy amplio de co­laboradores y precrsnm nt I n " te ea­,jcter plural dond u roside su leglb lidad.Que de la revls18 5 11 hoyan generedo unecoIecci6n de libros. ciclo do m ..s redon·das y coediciones. rnuea t re la gll ldad quepuede tener un pr ovect o cultural juvenil.Una cualid ad adiClOnol us ul manejo de la

dlmensi6n gr6fica du lo revi taoen la quelos artistas plásti COSQUO han contribuidodejan de ser moros Ilustrodoros para con­vertirse en ensev istas vis uales. Para veri ­ficarlo puede contronterse. por ejemplo,el número que incluye folograflas de Laur­des Almeida o el número donde aparecenlos montajes de Alberto Blanco .

De las revistos univers itarias. el m6s re­frescante plan de pubficación reciente esel del Periódico de poesie. Quecoeditan laUNAM y la UAM . Con un disel'lo bastan ­te alegre y una búsqueda de contenidosque abarca diversos registros de la poe­sra y de la crIt ica poét ica. el Periódico ha­cra falta en un medio infestado de buenospoetas lim itad os o impedidos para la pu­blicaci6n. Su permanencia debiera ser in­discutible sobre todo si admitimos las re­ticencias de la mayor parte de lossuplementos y revistas hacia la poesfa. ElPeriódico publica esencialmente a jóvenesescritores y traductores y reanuda una tre -

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s e e n a r.I o e r í t .

I e o

Nt7JaI.O 1, .. 1, kbrno de 1915. E.dhOft. : Allrcüo.....,J,., w.ia,...................J..."--~f lUldlco 5eporlI. y Genrdo Torft.. DUeft", : JIIM r _ . Dla&J-1ldó.:~ 1tI.bI, lIMte-A. .. tM..~cM. : 1Matao-Aa DuriD..ConeIpOQlkDda: Ceno. San f ruEilco 12, Col.e-~ a.......-.. U . ..... .......

D.r.l,cptrot.m.• .

Una prlmerl r. IOn d . Ie nerita fue leI­de dur nle I 8 · Eneu ntro Nlelone' de Jóve­n.. eecrllore. celebrado n Sen Lula Potoal enegoato de 1988.

nos como las ediciones Cal y Arena, su­plementos como Graffitti, o edicicomo las del departamento de Iiterde Difusión Cultural de la UNAM . Estostimos casos son asimismo Indice s decelencia de lo alcanzado por nuestrasneraciones dentro de las empresasculturales. Son pruebas, como ya adelan­taba, de una actividad decis iva de las le­t ras nuevas en estos años. Lasociedad li­teraria de los jóvenes tiene una magnitudmuy considerable y en no pocos casos sulabor es card inal.

Como un buen equipo de futbol, unare­vista , un suplemento o una editorial debensalir siempre por los dos puntos; salir por

la victoria y por el espectáculo; a ganar ya golear. Ser lo más abierto a las tenden­cias novedosas del pensamiento y la crea­ción , regist rar los temas dentro de cuyoslindes toma cuerpo la hora actual, buscarpermanentemente la lucidez y el rigor: es­tas son algunas metas ineludibles de cual­quier publicación que quiera sobrevivir alos embates de la Improvisación, la negli­genc ia, la corrupción y la Ineptitud queasedian a la administración de las Institu­ciones que sostlenon Is ladera joven denuestra cultura . O

che, Medio Siglo (en su últ ima etapa I yElBuscón; la época actual de la Gaceta del

.FCE hereda las experiencias de Kaos, Elzaguán, El ciervo herido y Territorios; ElPeriódico de poes(a es retol'io de Cartapa­cios y de Grafito, etcétera. Estoy hablan­do de revistas que tuvieron una vida In­constante, accidentada, pero que sirvieroncomo taller y plataforma para muchos li ­teratos de la actualidad. Subrayo: en rea­lidad la mayor parte de los jóvenes edito­res y jefes de redacc ión de las grandesrevistas mexicanas deben tener por lo me­nos unos ocho años en contacto directocon las cuestiones editoriales y de difusiónde la cultura. No se extra ñan asf fenóme-

Adol lo Cutai'lón,págin4 1Julián Mez.. 'Fabio Morábito, 'Helena Orla Hemán Pupar d i••Fray Manu~1 Antonio de Rivas,.Gcorgn Scheade, 12

Franc isco Segcvia, •Esthe r Scligson. l.Pedro Serrano, ,MarinaTlvctikva. I

la UNAM, dellNBA y de algunas casas decultura nacionales. Todas participan, aun­que en diferente medida , de esa dinámi­ca creativa a la que pueden t razársele an­tecedentes en los proyectos autónomosy marginales de la década pasada, inten ­tos de publicaciones adolescentes e inclu­so escolares que fueron crec iendo y reba­saron el nivel doméstico o expe rimental.Las soberbias ediciones de El equilibristay de Eridanús Press, por ejemplo, tienenun remoto y entrañable origen en Guerni­ca, gacetilla estud iantil que animaronAurelio Asiain, Diego Garcfa Elfo y JuanGarcía Oteyza; La Orquesta tiene sus an­

tepasados directos en Thropos, En la bre-

Universidadde México

REVISTA DE LA UNIVERSIDAD NACIONA L AUTONOMA OE MEXICO

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PUBLICARÁ EN SU NÚMERO DE OCTUBRE:

• Luis Vil/oro • Le6n O/iv' • Ram6n Xirau• Marif/or Agui/ar • Fernando Dane/:

Carlos Pereyra, el filósofoy su sombra

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