las preguntas re corte siedem erie u

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Textos para inspirar el diseño del taller Siede, I: “Preguntas y problemas en la enseñanza de las Ciencias Sociales”. En Siede. I. comp. (2012).Ciencias Sociales en la escuela. Criterios y propuestas para la enseñanza, Buenos Aires: Aique “…Enseñar ciencias sociales ha sido frecuentemente ofrecer respuestas a preguntas que nadie se ha formulado, acumular datos que no ofrecer solución a ningún problema, ofrecer un conocimiento masticado por dientes ajenos y poco útil para saciar el apetito que no han manifestado los alumnos. En el reino de las respuestas a las preguntas no dichas, a estas solo les queda la función de indagar lo que no se escuchó desde el fondo, pedir la repetición de una explicación o averiguar la fecha de la próxima prueba. Las preguntas curiosas, las que generan ansiedad por la respuesta, las que fruncen el ceño de quien está razonando, las que provocan aleteos de opiniones dispares y tomas de posición discordante, esas son poco frecuentes….” “… Preguntar simplemente “¿Qué saben ustedes sobre la Revolución de Mayo?” en los primeros minutos de la clase puede servir para relevar alguna información y traer el recuerdo de lo estudiado el año anterior. Pero los conocimientos previos son bastante más que información y recuerdo. Que los alumnos repitan fechas, nombres y acontecimientos, que recuerden algún acto escolar o alguna imagen del libro no necesariamente nos muestra qué entienden por revolución, las explicaciones que dan a un proceso largo y complejo como fue la emancipación americana. Nuestra preocupación didáctica a través de las preguntas es entrar en diálogo con una trama de pensamientos, valores y representaciones que no son directamente observables. La información que ofrezcamos es un ingrediente que será procesado de modo diverso según las categorías de análisis que se utilicen, los afectos que se conmuevan y las lógicas que predominen: con la misma harina se cuecen distintos panes. De este modo, la información cobra sentido en la relación que se establece con las preguntas y los problemas para la cual es utilizada…. Ahora bien, ¿qué clase de preguntas permite eso?... La función de la pregunta no es solo abrir sino también orientar, no es averiguar lo que cada uno sabe, sino desafiar lo que podemos pensar a partir de lo que sabemos…” “…Una pregunta es significativa para el proceso de conocer cuando indica una dirección y delimita un territorio mental. Al mismo tiempo abre un enigma a resolver, su enunciado postula el espacio dentro del cual será posible construir la respuesta. Este es el sentido de preguntar y esas son preguntas con sentido tanto en la producción de conocimiento como en la enseñanza….” “… La pregunta suele ser una puerta de entrada al tema, un problema que los estudiantes pueden encarar con los conocimientos que ya tienen pero que, al hacerlo, reconocen insuficientes y contradictorios. Los alumnos recibirán en las primeras clases el desafío en forma de pregunta problematizadora, pero esta es una decisión que el docente habrá tomado tras recorrer un camino bastante complejo y preciso de decisiones. Ese

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Page 1: Las Preguntas Re Corte Siedem Erie u

Textos para inspirar el diseño del taller  Siede, I: “Preguntas y problemas en la enseñanza de las Ciencias Sociales”. En Siede. I. comp. (2012).Ciencias Sociales en la escuela. Criterios y propuestas para la enseñanza, Buenos Aires: Aique  “…Enseñar ciencias sociales ha sido frecuentemente ofrecer respuestas a preguntas que nadie se ha formulado, acumular datos que no ofrecer solución a ningún problema, ofrecer un conocimiento masticado por dientes ajenos y poco útil para saciar el apetito que no han manifestado los alumnos. En el reino de las respuestas a las preguntas no dichas, a estas solo les queda la función de indagar lo que no se escuchó desde el fondo, pedir la repetición de una explicación o averiguar la fecha de la próxima prueba. Las preguntas curiosas, las que generan ansiedad por la respuesta, las que fruncen el ceño de quien está razonando, las que provocan aleteos de opiniones dispares y tomas de posición discordante, esas son poco frecuentes….”  “… Preguntar simplemente “¿Qué saben ustedes sobre la Revolución de Mayo?” en los primeros minutos de la clase puede servir para relevar alguna información y traer el recuerdo de lo estudiado el año anterior. Pero los conocimientos previos son bastante más que información y recuerdo. Que los alumnos repitan fechas, nombres y acontecimientos, que recuerden algún acto escolar o alguna imagen del libro no necesariamente nos muestra qué entienden por revolución, las explicaciones que dan a un proceso largo y complejo como fue la emancipación americana. Nuestra preocupación didáctica a través de las preguntas es entrar en diálogo con una trama de pensamientos, valores y representaciones que no son directamente observables. La información que ofrezcamos es un ingrediente que será procesado de modo diverso según las categorías de análisis que se utilicen, los afectos que se conmuevan y las lógicas que predominen: con la misma harina se cuecen distintos panes. De este modo, la información cobra sentido en la relación que se establece con las preguntas y los problemas para la cual es utilizada…. Ahora bien, ¿qué clase de preguntas permite eso?... La función de la pregunta no es solo abrir sino también orientar, no es averiguar lo que cada uno sabe, sino desafiar lo que podemos pensar a partir de lo que sabemos…”  “…Una pregunta es significativa para el proceso de conocer cuando indica una dirección y delimita un territorio mental. Al mismo tiempo abre un enigma a resolver, su enunciado postula el espacio dentro del cual será posible construir la respuesta. Este es el sentido de preguntar y esas son preguntas con sentido tanto en la producción de conocimiento como en la enseñanza….”  “… La pregunta suele ser una puerta de entrada al tema, un problema que los estudiantes pueden encarar con los conocimientos que ya tienen pero que, al hacerlo, reconocen insuficientes y contradictorios. Los alumnos recibirán en las primeras clases el desafío en forma de pregunta problematizadora, pero esta es una decisión que el docente habrá tomado tras recorrer un camino bastante complejo y preciso de decisiones. Ese

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camino lo condujo a la definición de un recorte en la enseñanza, que se expresa en la pregunta, pero tiene un sustento bastante más extenso de lo que se enuncia en ella…”  “Establecer una pregunta o problema que permanezca abierta durante todo el recorrido de la enseñanza y alcance algún grado de conclusión al finalizarlo, una pregunta que movilice y organice el recorrido, que sea susceptible de apropiación por parte de los alumnos, es una invitación a pensar un fragmento de la realidad social y buscar en las ciencias todas aquellas herramientas conceptuales y procedimentales que ayuden en este proceso…. ¿Por qué la sociedad argentina acompañó y celebró la campaña al desierto? Qué condiciones había en la sociedad para que la matanza de población indígena se hubiera considerado conveniente, necesaria indispensable? ¿Por qué la gente migra? ¿Por qué se va de su lugar de origen, deja todo y migra? ¿Por qué llega a donde llega? ¿Por qué se inunda mi ciudad? ¿Por qué se inunda el barrio en el que vivo? ¿Por qué un terremoto de la misma magnitud destruye una ciudad y apenas tiene efectos en otra?”   “Preguntar es movilizar no solo los intereses que los chicos manifiestan, sino advertir sobre aquello que puede llegar a despertar nuevos intereses. Porque una escuela que solo enseña lo que le interesa a sus alumnos corre el riesgo de convalidar y perpetuar las formas discursivas de la segmentación social y cultural, dándole a cada uno lo mismo que recibe de su entorno. Por el contrario, enseñar ciencias sociales debe incluir siempre algún tipo de provocación intelectual que conduzca a desnaturalizar lo cotidiano, a cuestionar lo obvio, a justificar las propias creencias con el riesgo de tener que abandonarlas si la justificación no encuentra sustento. Transitar juntos un recorrido de pregunta permite que alumnos y docentes compartan sus ignorancias, pues estas no son iguales, sino complementarias. La criticidad del docente radica en tener conciencia de que no sabe todo, en reconocer la insuficiencia de sus conocimientos, y en tener la posibilidad de recurrir a algunas herramientas con las cuales avanzar desde lo que sabe; la fuerza del estudiante está en su capacidad de asombro, de formular preguntas que, a veces, los adultos hemos dejado de lado…”   Entrevista a Philippe Meirieu “Es responsabilidad del educador provocar el deseo de aprender”  “No hay aprendizaje sin deseo. Pero el deseo no es espontáneo. El deseo no viene solo, el deseo hay que hacerlo nacer. Es responsabilidad del educador hacer emerger el deseo de aprender. Es el educador quien debe crear situaciones que favorezcan la emergencia de este deseo”.  “El enseñante no puede desear en lugar del alumno, pero puede crear situaciones favorables para que emerja el deseo. Estas situaciones serán más favorables si son diversificadas, variadas, estimulantes intelectualmente y activas, es decir, que pondrán al alumno en la posición de actuar y no simplemente en la posición de recibir. No nos podemos contentar con dar de

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beber a quienes ya tienen sed. También hay que dar sed a quienes no quieren beber. Y dar sed a quienes no quieren beber es crear situaciones favorables… situaciones en las que hay un proyecto, una dificultad, lo que yo llamo un obstáculo, un misterio por resolver…”  “Imaginemos que propongo a alumnos de doce o trece años realizar un proyecto que consiste en construir una maqueta de una ciudad romana. Nos encontraremos con un cierto número de problemas: hay que ir a ver el plano de una ciudad romana, encontrar textos que la describan, trabajar la proporcionalidad, trabajar los materiales y decidir con qué la haremos y cómo la haremos… van apareciendo una multitud de problemas. Y el papel del enseñante es encontrar el proyecto que hará emerger problemas que permitirán construir conocimiento”.  “De modo que para generar el deseo hace falta generar antes problemas. La trilogía fuerte con la que trabajo con los enseñantes es proyecto-problema-recursos. Es decir, hay un proyecto, se descubren dificultades, problemas, y a partir de ahí se van a buscar los recursos. Porque, en el fondo, lo que da sentido a lo que se hace es la respuesta a una pregunta. Y el alumno sólo aprende si esta respuesta corresponde realmente a un problema que él ha descubierto y a una pregunta que él ha podido formularse. Si le damos respuestas sin ayudarlo nunca a ver a qué responde, el alumno no puede tener deseo de aprender”.