NÚMERO 94 AÑO XVI REVISTADE EMPRESAS

MAYO - JUNIO 2012

MÉRIDAMÉRIDALAS NECRÓPOLIS

QUE HAY QUEVISITAR

LAS NECRÓPOLISQUE HAY QUE

VISITAR

EL GRITO DE MUNCH REFLEXIONES TANATO-ATMOSFÉRICAS

Textos de Carlos Santos y Javier del Hoyo Textos de Carlos Santos y Javier del Hoyo

Escriben José Miguel Viñas y Nieves Concostrina

Adiós

II CONCURSO DE FOTOGRAFÍA TURÍSTICA de cementerios andaluces

3número 93

Número 94Mayo - Junio 2012

EDITA:Funespaña, S.A

DIRECTOR:Jesús Pozo

jepozo@telefonica.netREDACTORA JEFE:

Nieves ConcostrinaCOORDINADOR DE PUBLICIDAD:

Manuel Sanz MulasDISEÑO :

Román SánchezFOTOGRAFÍA:J. Casares

COLABORAN EN ESTE NÚMERO:Carlos Santos, Javier del Hoyo, Javier Gil Martín,

Alicia Misrahi, Ginés García Agüera, Yolanda Cruz y José Miguel Viñas

REDACCIÓN, ADMINISTRACIÓN Y PUBLICIDAD: C/ Castelló, 66. 28001 Madrid.

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Telf: 91 597 05 78.

la delegación la delegación de Turismo del Ayuntamiento de Monturque(Córdoba) ha convocado por segundo año el Concurso de FotografíaTurística de cementerios andaluces incluidos en la Ruta Europea de

Cementerios (San Rafael, de Monturque, y San José, de Granada), y cuyoplazo finaliza el día 6 de julio.

El concurso fotográfico, patrocinado por la Fundación Inquietarte, yarecabó en la convocatoria de 2011 un considerable éxito al recibir 270

imágenes captadas por 53 fotógrafos de distintos puntos de España. Seseleccionaron entonces 25 fotografías finalistas que quedaron expuestas enla sala de Caja Rural de Granada y que después iniciaron un recorrido pordistintas localidades andaluzas.

Los organizadores de este II Concurso de Fotografía Turística tienen previstoentregar un premio de 500 euros a la imagen ganadora y dos accésit de 100euros cada uno.

después de 16 años de publicaciónininterrumpida, la revista “Adiós”consolida también sus lectores en la

recién renovada edición digital www.revis-tadios.es.

En marzo de 2012, tanto las visitas a laweb como el número de visitantes distintosse han triplicado respecto al mismo mesdel año 2010, lo que añade una cifra de4.000 lectores a cada edición en papel,que se distribuye en 128 tanatorios reparti-dos por 21 provincias españolas.

“Adiós” editada por Funespaña desdeprincipios de 2012, ha reforzado en estosúltimos meses su edición digital, lo que haprovocado un notable aumento del tráficode contenidos desde, por ejemplo, EstadosUnidos, Reino Unido, Alemania, Hungría,Panamá e Italia, los países, aparte de

España, que más leen la web. Más de sietemil páginas descargadas en marzo de esteaño, el doble de las registradas en elmismo mes de 2011, y casi 15.300 solici-tudes distintas de información, confirmanla aceptación de los lectores en la Red. Entérminos generales, el tráfico dewww.revistadios.es se ha incrementado enun 140%, lo que ha superado las expectati-vas desde la renovación de la edición digi-tal.

Las modificaciones en la web no hanterminado, ya que se pretende que puedaser más interactiva y actualizable.

Desde la web, se puede leer o descargarla última edición de la revista, númerosanteriores, los tanatocuentos y, tambiéninformación sobre los concursos en vigor(“Tanatocuentos” y “Versos para el Adiós”).

Pági

na 3

“Adiós” DIGITAL (www.revistaadios.es)triplica su número de lectores en el primer trimestre de 2012

Foto: Jesús Pozo

Vista parcial de las magníficas cisternasromanas que se pueden visitar en el subsuelo

del cementerio de Monturque (Córdoba).

tras la victo-ria del ejér-cito romano

en Lancia (cercade Villasabarie-go, provincia deLeón) el año 25a.C. sobre las

poblaciones indígenas rebeldes,Augusto da por finalizada la pacifi-cación de Hispania, y ordena al gene-ral Publio Carisio que licencie a lastropas de dos legiones que estabancontrolando el noroeste de la penín-sula, y que con los soldados vete-ranos (eméritos) funde una coloniade nueva planta en las riberas del ríoAnas (Guadiana). Así es como nacela Colonia Augusta Emérita, nombreque dará en español Mérida.

Lo primero que se construye esel puente, que hoy día es el máslargo de los romanos (60 ojos, 800metros) y el más antiguo de cuan-tos están en activo (21 a.C.). Pocodespués se construirán los abas-tecimientos de agua (embalses deCornalvo y Prosérpina; acueduc-tos); los espacios de representa-ción política (los foros con sus dis-tintos edificios); los edificios deespectáculos (teatro y anfiteatro);la ciudad habitable y habitada…Recién creada una nueva provin-cia, Lusitania, desgajada de la His-pania Citerior, Augusto pensará enMérida como nueva capital, razón porla que no se ahorrarán medios paradotarla generosamente.

Y junto a la capital surgirán muypoco después por exigencias de lavida, o del final de la vida, las necró-polis, esos espacios fuera de la ciu-dad para dar cabida a los difuntos.Mérida, cuyos restos romanos sonde los mejores del mundo, llegó atener cinco necrópolis. La oriental ysudoriental comprende un ampliosector entre la Puerta de la Villa y elcerro de San Albín. Es la primerazona de enterramientos y donde seconcentran algunos de los másimportantes de Mérida. Hasta hoy esla que ha proporcionado más ins-cripciones sepulcrales y restos fune-rarios, muchos de los cuales puedenverse hoy expuestos en el MuseoNacional de Arte Romano de Méri-da. Esta necrópolis se ha abierto

hace muy pocos años al público y hoypuede visitarse libremente. Desta-can en ella una cripta subterránea ala que se accede por una escalera dedoce peldaños, y sobre todo loscolumbarios de los Julios y de losVoconios, en cuyo interior se con-servan aún frescos que representana los difuntos; y algunos bodego-

nes, que no son sino tumbas decámara, construidas con ladrillo oargamasa y cubiertas con bóveda demedio cañón. En el interior las urnasestaban colocadas en nichos y lossarcófagos en arcosolios.

En esta zona hay también nume-rosas cupae, que son bloques graní-ticos tallados en forma de tonel o

LA MUERTE EN LA ANTIGÜEDAD CLÁSICA

Texto y fotos Javier del Hoyo

Las necrópolis

número 944 Adiós

Cupae a la entrada de la cripta del Museo Nacional de Arte Romano de Mérida.

Estela funeraria en forma de templete de L. Julio Amoeno.

Estela rústica.

de cuba, de donde el nombre, quepueden llevar una inscripción en laparte superior -o en el lado menor-con los datos del difunto. El origende este tipo de enterramiento estáen el norte de África, y en concretoen Egipto. Esta debió ser una formade enterramiento típica de Mérida,ya que solo en el muro de la Alcazabase encuentran empotradas más detrescientas cupas, que los árabesaprovecharon como paramentodefensivo en el siglo VIII. Tienen unaforma especial que ha dado lugara las llamadas cupae de tipo eme-ritense.

En esta necrópolis apareció ennoviembre de 1979 el monumentofunerario de Gneo Zósimo, en formade pirámide escalonada. Se tratade un monumento de granito for-mado por cuatro peldaños sucesi-vos rematados por un cipo dondese encuentra encastrada la ins-cripción. Mide 2,5 m de altura por1,65 de base. La tumba se encon-traba detrás del monumento. Erauna sepultura de inhumación, caren-te de ajuar; el esqueleto se hallabaen la tierra sin protección alguna,lo que se denomina fosa. La ins-

Adiós 5número 94

de MÉRIDALA MUERTE EN LA ANTIGÜEDAD CLÁSICA

El periodistamallorquín

Miguel Ferrà quellegó a Mérida por una casualidadprofesional y que -como todoisleño- tiene gran apego a su tie-rra de origen, tardó solo unosdías en sacudirse la nostalgia:

-Aquí vives muy bien… comoun romano –me dice mientrasdisfrutamos del aire y el vino de latierra en una terraza de la Plazade España. Los vecinos son muyacogedores. La ciudad, muy ale-gre. Voy al trabajo andando porcalles comerciales llenas vida opor otras llenas de evocaciones:un templo, un acueducto, unaalcazaba. Paseo con el perro aorillas del Guadiana. Aunque tra-bajes mucho, el tiempo cundemucho más que en una gran ciu-dad y... pocas te darán tanta cali-dad de vida…

…Ni tanto patrimonio históri-co, ni tan grato entorno natural (ladehesa es un sistema ecológicoúnico) ni con tan buenas comuni-caciones: entre el Norte y el Sur,la Autovía de la Plata, ruta roma-na y compostelana llena tambiénde evocaciones; hacia el vecinoPortugal y el resto de España, laAutovía A5, por la que nosotrosllegamos desde Madrid pasandopor Maqueda, con su castillo,Talavera con su cerámica, y, yallevando Gredos como escoltanatural , Oropesa, Lagartera,Navalperal... En Trujillo, un altoen el camino. Una moraga (guisi-llo de cabecero ibérico) en laterracita de El Escudo, frente a laiglesia de Santiago, un tinto en LaTroya, un frite, unas criadillas detierra, unas sopas de tomate yuna finísima gallina trufada enPizarro, el comedor de airesmodernistas que montaron lashermanas Carrasco, Isabel yManuela, en una primera plantasobre la Plaza Mayor. Trujillo teadentra en la Extremadura de la

grandeza y… la de los detalles:en la Torre Julia, de Santa MaríaMayor, está esculpido en piedra elescudo del Athletic Club de Bil-bao, el equipo de Vizcaíno, Valeriay los demás canteros del barrio,que tiene dos devociones: el Ath-letic y el Cristo del Perdón.

Mérida, fundada hace mas dedos mil años como lugar de retirode los soldados emeritus, los quese jubilaban con honores, tam-bién está llena de sorpresas,imposibles de descubrir en unsolo fin de semana. Pero un parde días te permiten asomarte a laMérida esencial, prendarte parasiempre de esta ciudad y prome-terte a ti mismo próximos y fre-cuentes viajes. Basta con caminarel Puente romano, el mas largo–en activo- del mundo; un puenteromano de verdad, no como esospuentes medievales que alegre-mente llamamos romanos. Masromano todavía es, como su nom-bre indica, el Templo de Diana, enel corazón de la ciudad; pormuchos años estuvo embutido enverjas y tapias que le quitaban larespiración. Una reciente remode-lación le ha devuelto el aire, hadespejado el ambiente y te permi-te verlo y tocarlo, como lo veían ytocaban en otros tiempos.

En lo alto de la ciudad uno delas piezas más importantes delpatrimonio histórico español: elTeatro Romano, acompañado porel Anfiteatro y el Peristilo (eljardín). Ese recinto constituye porsi mismo una razón para visitarMérida. No hay emoción compa-rable a la de pasearlo en un silen-cio, solo roto por el canto de lospajarinos, o asistir una noche deverano a la representación de unaobra clásica, como las que ofrecedesde hace 60 años el Festival deMérida. Frente a la puerta princi-pal, la Plaza de Margarita Xirgu,que actuó muchas veces en eseteatro y la calle donde esta el

Museo Nacional de Arte Romano,otra visita obligada. La calle llevael nombre de José Ramón Mélida,uno de los arqueólogos que hacecien años empezaron a levantar latierra y a sacar lo que Miguelllama “el petróleo de Mérida”: susrestos arqueológicos, que nodejan de brotar. Los más recien-tes, unas antiquísimas neveras

Ahí mismo empieza la ruta delsabor emeritense. Bares conterraza muy concurridos, todospropicios para probar la chacinaibérica de la Dehesa de Extrema-dura (asegúrese de que apareceen la etiqueta esa palabra, ibéri-ca, a ser posible acompañada porotra: bellota), las excelentes car-nes de vacuno y de ovino de estacomunidad, que es una autenticapotencia agroalimentaria: laTorta del Casar, las Picotas delJerte, Los quesos de la Serena olos de Ibores, los vinos de la ribe-ra del Guadiana, el aceite de olivavirgen extra.. apunte una marcalocal: el armonioso Mérula, felizcoupage de Hojiblanca, Arbequi-na, Morisca y Picual.

Por la mañana, visite el merca-do, acaso con una cañita en lasvecinas y taurinas sombras deCasa Benito. A la hora de comer,usted decide: desde la alta cocinade Altair hasta la histórica casade comidas El Antillano, pasandopor el escondite preferido deMiguel, El Nano, donde nunca fal-tará en el plato un producto localni un toque de Pimentón de laVera. Si es verano espere a quecaiga la tarde, después de unabuena siesta, para bajar al rio yhacer puentig, como los emeri-tenses: ida por el Puente Romanoy vuelta por el de Calatrava. Entreesos emeritenses estuvieron per-sonajes fantásticos que llegaronlejos como Gladiator y están per-sonajes reales que vienen de lejoscomo Miguel Ferrá. A todos ena-moró Mérida.

Calidad de vida… romana

Carlos Santos

Columbarios de los Julios y de los Voconios

(necrópolis oriental).

LA MUERTE EN LA ANTIGÜEDAD CLÁSICA

número 946 Adiós

bas, abundantes ajuares y restosde inscripciones.

Otra es la necrópolis del norteque se extiende a uno y otro ladode la salida del puente romano sobreel río Albarregas, a lo largo de lacalzada que iba desde Mérida hastaAstorga. Se trata principalmente detumbas de inhumación. La cronologíade los enterramientos parece indi-car que estos comenzaron a reali-zarse aquí cuando la necrópolis delsureste estaba ya saturada.

Finalmente tenemos una necró-polis más a ambos lados de la calzadaque unía Mérida con Hispalis (Sevi-

lla). Era conocida desde 1911, perono se comenzó a excavar hasta 1961.En ella han aparecido tumbas, mau-soleos familiares y algún columba-rio. Estas tumbas, expoliadas desdela antigüedad, habían sido aprove-chadas para reutilizar sus piedrasen material de construcción.

Epitafios en versoDentro de la epigrafía romana eme-ritense encontramos buen númerode inscripciones en verso, tantopaganas como cristianas. Una deellas está dedicada a Julia Anula ydice así: “Julia Anula, hija de Gayo,aquí está sepultada. Arrebatada por

el hado innombrable, a quien lamuerte se llevó en breve lapso detiempo, cuando ya había cumplidoel doble de nueve años. Di al pasar:que la tierra te sea ligera”. Las fór-mulas para indicar la edad son aveces, en los epitafios en verso,cabalísticas, porque si no romperíanel verso.

En otra, dedicada a CandiliaJucunda, liberta de Gayo, de vein-ticuatro años, se insiste hasta por tresveces en que quien vea el epitafiodiga: “que la tierra te sea ligera”, fór-mula típica de las inscripcionespaganas.

Otra, conservada actualmenteen la Palacio de los duques de Ariónen Plasencia, está dedicada a unniño que solo vivió siete meses. Lafamilia debía ser de buena posiciónporque la estela que le dedican tieneimportante decoración escultóricacon la cabeza de un Cupido alado,y debía participar de un buen nivelcultural, ya que está redactada enverso en griego y latín. En la parte lati-na se lee: Nomine Iulianus; men-ses exc[e]dere septem. / Haut lici-tum; multum fleuit uterque parens,que puede traducirse: “Juliano denombre; sobrepasar los siete meses/ no le fue lícito; cada uno de suspadres lloró copiosamente”, dondese hace un juego de palabras entreel séptimo mes (julio) y el nombre quele habían asignado de Juliano. Esmuy interesante la iconografía, quetiene un Cupido con un racimo deuvas. Estos cupidos vendimiadoresno tienen interpretación erótica,como a veces se ha dicho, sino queson la expresión más genuina del“deseo de inmortalidad” en el mundoromano. Turcan los describe muybien y los explica como homenaje alo que vuelve cada año, las esta-ciones, y a aquellos que mueren

cripción es interesante porque deldifunto, un beneficiario de la legiónséptima gémina, itálico de naci-miento, se dice que vivió 37 años, 7meses y 49 días. Sorprende la fór-mula tan atípica. Esperaríamos 8meses y 19 días.

Dentro de esta necrópolis orien-tal merece especial atención la crip-ta del museo. Y es que cuando en1980 se planteó la construcción deun nuevo Museo por no caber en elanterior, el convento de Santa Clara,todas las piezas recogidas en lasdistintas excavaciones, se pensóen un espacio de la ciudad queenglobara in situ restos de la antiguaAugusta Emerita. Por ello en la crip-ta del Museo podemos ver unasepultura de incineración constitui-da por un basamento de bloquesde granito sobre el que se colocabala cupa; un enterramiento colectivoformado por cinco cavidades rec-tangulares de inhumación, que secubría con bóveda rebajada decoradacon estuco, y la inscripción con elnombre de alguno de los difuntos;sarcófagos de mármol lisos y variascupae más. Junto a la conducciónhidráulica de San Lázaro se hareconstruido una tumba de inhu-mación con tejas y vertiente a dosaguas. Rafael Moneo supo armo-nizar en la construcción del Museoel espacio sepulcral y arqueológi-co con los cimientos del Museo,respetando el pasado y combinán-dolo con el presente.

Otra necrópolis es la del nor-deste, que abarca un amplio espa-cio comprendido entre la Puerta dela Villa y el cauce del río Albarre-gas. En esta zona hay que incluir lanecrópolis del Albarregas, excava-da en el solar de los números 39-43de la Avenida Juan Carlos I. En ellase han encontrado variedad de tum-

El autor de esteart. ante elmonumentofunerario en

forma depirámide

escalonada(MNAR Mérida).

Estela de tipo emeritense con los bustos de los difuntos.Estela con hornacina del niño Juliano

(Palacio de los duques de Arión, Plasencia).

Adiós 7número 94

LA MUERTE EN LA ANTIGÜEDAD CLÁSICA

antes de tiempo, los niños, en elsentido de que simbolizan la fuerzaeterna de la naturaleza, que siem-pre vuelve (como la uva), y muestranel deseo de los padres de no olvidarjamás a sus niños muertos. Este

mensaje de periodicidad está rela-cionado con el recuerdo y las cere-monias anuales (así lo recomiendaEpicuro con quien tanto la icono-grafía como el texto tienen relación),que los vivos deben a sus muertos,

sobre todo si son niños que no hanllegado a la madurez de los frutos quela iconografía del monumento mues-tra.

Otra estela de mediados del sigloII, que ahora se encuentra en elalmacén del Museo, nos dice en unlatín con una sintaxis deficiente: Tuqui de contra leges / edae, bibe,lude, uenis: “Tú que lo lees desde ahíenfrente: ¡come, bebe, diviértete…y ven!” Es decir, una invitación porparte del difunto al vivo al carpediem, al disfrute de la vida, antesde que vaya a compartir el mundo delMás Allá.

Dentro de este panorama de epi-tafios poéticos, podríamos señalarigualmente el que una liberta, Cor-nelia Jucunda, dedica a su patro-no, y a dos miembros más de lafamilia Cornelia. “A Marco CornelioPolión, hijo de Marco. A Marco Cor-nelio Urbano. A Marco Cornelio Céler.Cornelia Jucunda, liberta de Marco.¡Ojalá tu suerte no te permita nunca

conocer este dolor! Puedes pasarde largo. Saber cuán piadoso joven,ay, ha sido entregado a las llamasserá motivo de dolor. Ahora él mismote pide: ‘quienquiera que te acer-ques, di: que la tierra te sea ligera’.Aquí están enterrados”.

Dentro de la iconografía funera-ria emeritense, conviene destacar lasllamadas estelas de tipo emeriten-se, con el busto de los esposos, queaparecen representados en la partesuperior, mientras que en la infe-rior aparece una inscripción con laidentidad de los difuntos. A veces esel relieve de una sola persona elrepresentado, de quien se nos deta-lla la profesión, bien en la inscripción,bien en la iconografía, como es latabernera Sentia Amarantis. El sopor-te de la inscripción está en ocasio-nes muy cuidado, como es el casodel templete de Julio Ameno, cuyalabor en el mármol es de extraordi-naria calidad, y del que aquí repro-ducimos una foto.

Cupa con inscripción en la cripta del MNAR.

Tumba de cámara (necrópolis oriental).Inscripción del beneficiario Gneo Zósimo.

las muertes debidas a enferme-dades del sistema nerviosoaumentaron en 2010 un 2,9 por

ciento y se sitúan ya como la cuar-ta causa de defunción, cuando erala octava en el año 2000.

Así se recoge en la estadísticade defunciones según la causa dela muerte, que hizo público el pasa-do 20 de marzo el Instituto Nacio-nal de Estadística (INE) con datoscorrespondientes a 2010

La tasa bruta de mortalidad sesituó en 829,2 fallecidos por cada100.000 habitantes, lo que supo-ne un descenso del 1,1 por cien-to respecto al año anterior. En 2010se produjeron en España 382.047defunciones, 2.866 menos quelas registradas el año anterior. Deellas, 183.926 fueron mujeres (un1 % menos) y 198.121 hombres(0,5 % menos).

Las enfermedades del sistemacirculatorio (responsables de 31,2por cada 100 de defunciones), lostumores (28,1) y las enfermedadesdel sistema respiratorio (10,5)siguen siendo las tres causas prin-cipales de muerte en España.

El suicidio fue, de nuevo, la pri-mera causa externa de defunción,con 3.145 muertes (2.456 hombresy 689 mujeres).

Las muertes por accidente detráfico (2.327 fallecidos) conti-nuaron con su senda descenden-te y disminuyeron un 10,1 % res-pecto a 2009. Continúa la ten-dencia ascendente de falleci-

mientos por tumores (un 2 % más)mientras que disminuyeron loscasos debidos a enfermedadescirculatorias (-0,8 %) y respirato-rias (-7 %).

Dentro de los tumores, los res-ponsables de mayor mortalidadfueron los de bronquios y pulmón,seguidos de los de colon. El cán-cer fue la primera causa de muer-

te en los varones, mientras que enlas mujeres fueron las enferme-dades circulatorias.

Las causas con mayor sobre-mortalidad masculina fueron lasexternas (fundamentalmente, acci-dentes de tráfico y suicidios). Por elcontrario, las defunciones origina-das por enfermedades del sistemanervioso y los trastornos mentalesfueron más elevadas en las muje-res. El número de fallecidos porSida/VIH se redujo un 5,4 % en2010 (813 hombres y 208 mujeres).

Por edad, la principal causa demuerte en los mayores de 79 añosfueron patologías del sistema cir-culatorio, mientras que entre 5 y 14años, fueron los tumores.

Entre los niños de 1 a 4 años ylas personas de 15 a 39, el principalmotivo de mortalidad fue el grupode causas externas.

Por comunidades autónomas,las tasas más elevadas de falleci-dos por cada 100.000 habitantescorrespondieron a Asturias(1.203,7), Galicia (1.087,1) y Cas-tilla y León (1.086,1).

Por su parte, las tasas de mor-talidad más bajas se dieron enCanarias (611,8), Comunidad deMadrid (642,1) y en la ciudad autó-noma de Melilla (551,3).

La principal causa de muerteen todas las autonomías fue lasenfermedades del sistema circu-latorio, excepto en el País Vasco,Canarias, Madrid y Cataluña, quefueron los tumores.

número 948 Adiós

asturias se mantuvoen 2010 como la

comunidad autónomacon la tasa de mortalidadmás alta del país, conmás de 120 fallecidospor cada 10.000 habi-tantes, 37 por encima dela media nacional. Laprincipal causa de muer-

te en Asturias fueron lasenfermedades del siste-ma circulatorio y elcorazón. La tasa brutade mortalidad se situó enel año 2010 en elPrincipado en 1.203,7,1fallecidos por cada100.000 habitantes, muypor encima de los 829,2

de media nacional. TrasAsturias se situaronGalicia (1.087,1) yCastilla y León (1.086,1),mientras que en ladoopuesto lo hicieronCanarias (611,8),Comunidad de Madrid(642,1) y la ciudad autó-noma de Melilla (551,3).

Asturias sigue en cabeza

Según los últimos datos oficiales del INE de 2010

Desciende la MORTALIDAD EN ESPAÑA

El siguiente cuadro recoge las tasas de mortalidad por 100.000 habitantes

por comunidades autónomas, según los datos del INE.CCAA TasaAsturias 1.203,70Galicia 1.087,10Castilla y León 1.086,10Aragón 1.004,80Extremadura 999,30Cantabria 943,90La Rioja 907,10País Vasco 905,70Castilla-La Mancha 855,90Cataluña 815,50

CCAA TasaComunidad Valenciana 804,10Navarra 802,50Andalucía 782,50Baleares 711,30Ceuta 710,70Murcia 680,60Madrid 642,10Canarias 611,80Melilla 551,30Total 829,20

ACTUALIDAD

los municipios pequeños con sin-gulares condiciones de emplaza-miento y dispersión podrán redu-

cir a 25 metros la distancia de pro-tección entre el cementerio y el sueloresidencial previo informe vincu-lante de impacto en salud.

Así se recoge en la modificaciónaprobada el pasado 13 de marzopor el Consejo de Gobierno del Regla-mento de Policía Sanitaria Mortuo-ria, vigente desde de 2001, paraconciliar el crecimiento urbanísticode estas localidades con las garantíasde salud pública.

La reglamentación actual esta-blece que los cementerios debenestar ubicados en terrenos perme-ables, contar con una zona de pro-tección de 50 metros de anchuralibre de toda construcción y, a par-tir de ésta, una segunda con anchu-ra mínima de 200 metros que nopuede destinarse a uso residencial.

La excepción aprobada se limi-ta a los municipios que carezcan deotros suelos para construir viviendasdentro de su término, según informóen rueda de prensa la consejera deSalud, María Jesús Montero.

Junto con esta modificación, el

Consejo también ha cambiado elreglamento para adaptar los tana-torios a los avances tecnológicosgenerados en el sector.

En este sentido, se elimina laobligación de que los edificios enlos que se ubiquen estén aislados,aunque seguirán siendo de usoexclusivo, salvo que sean tanato-rios-crematorios. En este últimocaso, las instalaciones tendrán quereunir todos los requisitos que actual-

mente se fijan para los crematorios.El artículo 33 queda redactado del

siguiente modo: “Artículo 39. Requisitos de

emplazamiento de los cementerios.

1El emplazamiento de cemente-rios de nueva construcción

deberá cumplir los siguientes requi-sitos: a) Los terrenos serán perme-ables. b) Alrededor del suelo desti-nado a la construcción del cemen-terio se establecerá una zona de

protección de 50 metros de anchu-ra, libre de toda construcción, quepodrá ser ajardinada. c) A partir delrecinto de esta primera zona de pro-tección se establecerá una segun-da zona, cuya anchura mínima seráde 200 metros, que no podrá des-tinarse a uso residencial.

2Los cementerios existentesdeberán cumplir con los requi-

sitos establecidos en el apartado 1.No obstante, siempre que quede

número 9410 Adiós

Un ejemplo, elcementerio delpueblo de San

José, en elParque Natural

del Cabo deGata-Níjar(Almería).

Los pequeños municipios andaluces podrán urbanizar cerca de los cementerios

tras un informe favorable de salud

La excepción aprobada se limita a los municipios que carezcan de otros

suelos para construir viviendas

En Andalucía, MÁS CER

ACTUALIDAD

la Junta de Andalucía haaprobado la declaración de

catorce lugares de MemoriaHistórica repartidos entre lasocho provincias andaluzas,entre los que incluyen fosascomunes, cementerios, cár-celes, antiguas trincheras,refugios antiaéreos y camposde concentración.

Los lugares se declaranpara recordar los principales

emplazamientos de larepresión franquista yhomenajear a las víctimas dela Guerra Civil y la Dictadura,según ha dicho en rueda deprensa la portavoz delGobierno andaluz, MarMoreno.

Entre los nuevos lugaresse encuentran la fosa comúndel Cortijo El Marrufo, enJerez de la Frontera (Cádiz);

los Muros de la Memoria enlos cementerios de la Salud yde San Rafael, en Córdoba;las tapias del cementerio deGranada y la carretera entrelos municipios granadinos deVíznar y Alfacar; y la fosacomún del cementerio deNerva (Huelva). También sehan declarado sitios de laMemoria Histórica lacarretera Málaga-Almería y el

cementerio de San Rafael deMálaga.

De acuerdo con el decretoregulador de esta figura, laconsideración de unemplazamiento como Lugarde Memoria Histórica obliga ala administración pública agarantizar su identificación,señalización y preservación.

En el caso de que la zonaexperimente alguna

transformación deimportancia, existe elcompromiso de manteneruna huella o registropermanente que sirva pararecordar los hechosrelacionados con el sitio, ycuando la propiedad seaprivada, la Junta fomentará lafirma de acuerdos con laspersonas y entidadestitulares.

Varios cementerios entre los nuevos lugares de la Memoria Histórica

acreditado que no existe otra posi-bilidad de crecimiento urbanísticodentro del término municipal que lafranja de terreno adyacente alcementerio, las zonas de protec-ción previstas en las letras b) y c)del apartado anterior, podrán redu-cirse hasta un mínimo de 25 metros,permitiéndose a partir de dicha dis-tancia un uso residencial, previoinforme de evaluación de impacto en

salud, preceptivo y vinculante, dela persona titular de la DelegaciónProvincial de la Consejería compe-tente en materia de salud. Dichoinforme, de acuerdo con lo previs-to en el artículo 58.2 de la Ley16/2011, de 23 de diciembre, deSalud Pública de Andalucía, se eva-cuará en el plazo de un mes, enten-diéndose favorable si no se emiteen el plazo señalado. Excepcional-

mente, mediante resolución moti-vada, dicho plazo podrá ser amplia-do hasta un máximo de tres meses.

3La delimitación de la segundazona de protección no conlle-

vará por sí sola la situación de fuerade ordenación de edificaciones resi-denciales existentes legalmenteconstruidas, salvo que así lo preveaexpresamente el correspondienteinstrumento de planeamiento.

CA no pasa nada

4 La ampliación de cementeriosque suponga incremento de su

superficie estará sujeta a los mismosrequisitos de emplazamiento quelos de nueva construcción. A losefectos de este Reglamento seentiende por ampliación toda modi-ficación que suponga incrementode su superficie o aumento delnúmero total de sepulturas previs-tas en el proyecto inicial.”

Adiós 11número 94

en la primera semana de abril decada año, los chinos celebra-ron su solemne día de difuntos.

Es como el español 2 de noviem-bre, pero a ellos les gusta más laprimavera. Se trata del Festival Qing-ming o Día de la Claridad Pura, fies-ta nacional en China para que losdeudos puedan acudir a los cemen-terios a cumplir con el rito de reali-zar ofrendas y “barrer las tumbas”.La costumbre es entregar a los muer-tos objetos terrenales para asegu-rarles una vida cómoda en el másallá. Fajos de billetes falsos, millonesy millones de yuanes, que quemansobre la tumba para que el dinero

llegue a manos del espíritu del difun-to y no le falte de nada. Pero tambiénse queman coches de juguete, casasde cartón, equipos en miniatura parajugar al golf... cualquier cosa que lepudiera gustar al muerto con la inten-ción de que no se aburra en su otravida.

En el Festival Qingming 2012 lasofrendas estrella han sido las table-tas iPad y los teléfonos iPhone deúltima generación. Las reproduc-ciones en papel de estos dispositi-vos han sido los más solicitados enlas tiendas especializadas en ofren-das funerarias. Por si el muerto quie-re llamar a casa.

número 9412 Adiós

Mundo funerario EXCÉNTRICO

iPad y iPhone para loschinos del más allá

ocurre con demasiada fre-cuencia: Twitter se convier-te en el perfecto amplifica-

dor para “matar” a líderes políti-cos mundiales. Varias veces en lostres últimos meses, Fidel Castro,Barack Obama, Hugo Chávez yHosni Mubarak han muerto, vir-

tualmente hablando, en la red socialde los 140 caracteres. Son las trai-ciones de la inmediatez, las mal-dades de un revolucionario mediode comunicación con difusión mun-dial que permite informar al minu-to de cualquier acontecimiento. Laposibilidad de “retwittear” (reen-viar) instantáneamente y sin con-firmación la noticia recibida, provocaque el evento se convierta en “tren-

ding topic” (tema más popular otendencia).

La rapidez con la que la infor-mación se difunde hace cada vezmás difícil contrastar y frenar fal-sedades y, algunas veces, hastalos lectores más avezados tienenproblemas para distinguir la noti-cia real del bulo.

Entre los muertos vivientes másfamosos se encuentra el presi-dente de los Estados Unidos, BarackObama, al que se le dio por muer-to víctima de un atentado. La noti-cia dio la vuelta al mundo de lamano de la cadena de televisiónFox News pese a que fue inmedia-tamente desmentida por la CasaBlanca. Twitter es infinitamentemás rápido que cualquier gabine-te de Prensa. Todo se había gene-rado cuando un hacker había toma-do control del @FoxNews y habíacreado el falso rumor.

A mediados del pasado marzo,Twitter también “mató” al lídercubano Fidel Castro, que fue “tren-ding topic” a nivel mundial. JohnnyDeep, Harrison Ford, Jackie Chany Justin Bieber también han caídobajo el fogueo de 140 caracteres.

LA ELEGANCIA DEL FÉRETRO:Salvo en Ghana (África occidental), donde estánlegalmente aceptados los féretros “customiza-dos”, en Europa sólo se puede fantasear condiseños como el de la imagen. El féretro con formade bailarina fue uno de los mostrados en la expo-sición del Southbank Centre, en Londres, comoparte de las actividades de un festival que exploralas distintas actitudes hacia la muerte. Otrosdiseños eran un plátano, un contenedor de obra ouna guitarra eléctrica. No ayudan a aceptar lamuerte, pero alivian la visión al deudo.

ACTUALIDAD

la funeraria Robert L. Adams deCompton, en el condado de LosÁngeles (California, EEUU) ha dado

un paso más a favor de la ley delmínimo esfuerzo inaugurando ensus instalaciones un servicio develatorio sobre ruedas: amigos yfamiliares pueden dar su últimoadiós al fallecido sin bajarse delcoche. La idea ofrece varias lectu-ras dependiendo de quien la perci-ba. Para unos es el colmo de la des-humanización, una forma de dedi-car el mínimo tiempo posible paradespedir de un difunto. Para los res-ponsables de la funeraria, sin embar-go, es un servicio más que favore-ce a las personas mayores o quetienen dificultad para caminar, yaque no tienen que moverse parapoder acudir al funeral.

Pero hay una tercera lectura,porque la empresa Robert L. AdamsFuneral Home se ha convertido enuna alternativa muy popular entre

los pandilleros después de que sehayan registrado varios tiroteos encementerios y funerarias entre ban-das rivales. Con estos velatoriossobre ruedas se evitan reunionesdurante el velatorio y ser un blan-co fácil para el enemigo. Buenaprueba de ello es que el cristal quesepara al difunto de los visitantes

esté protegido con un blindaje anti-balas.

A finales d marzo, un tiroteo enuna funeraria de Miami dejó unsaldo de dos muertos y una doce-na de heridos por un enfrentamientoentre bandas durante el velatorio deMorvin Andre, un joven de 21 añosmiembro de una pandilla latina.

Velatorios sobre ruedas

Twitter: cementerio de presidentes

milán es famosa, entre otrascosas, por su catedral demarmórea y singular

fachada; por la omnipresencia deLeonardo da Vinci pues allí ha deencontrarse lo que queda del fres-co de La última cena, entre otrasobras, y hasta se le ha dado su nom-bre al Museo Nacional de la Cienciay de la Técnica; por la Piedad Ron-danini de Miguel Ángel; por los Vis-conti y los Sforza y sus agitados últi-mos días; la dominación francesa,la dominación española, la domi-nación austriaca...; por la veneracióna la imagen de cera de María Bam-bina, la Virgen representada como

un bebé del siglo XIX; y la bibliote-ca Ambrosiana o el teatro de la Scala,donde triunfarían María Malibrán yMaría Callas.

Pero además hay dos lugares dereposo eterno muy notables en estaciudad: el Osario y el cementeriomonumental. Su visita no puede fal-tar en ningún recorrido por la ciudad.

El Osario de San Bernardino, oSan Bernardino alle Ossa en la len-gua vernácula, es un lugar sor-prendente, barroco en las postri-merías del barroco, de clara influen-cia española. La primera fecha rela-cionada con el edificio es 1145. Enlo que hoy es la Via Brolo se construyó

un hospital frente a la Basílica deSan Esteban y un cementerio, peroel espacio se reveló pronto insufi-ciente. Se erigió entonces unapequeña sala con el fin de recogerlos huesos exhumados del cemen-terio. En 1268, cerca de este osa-rio se levantó una pequeña iglesia,cuya finalidad última parecía tambiénservir de sepulcro. Hay que teneren cuenta la preeminencia que lamuerte aún tenía en Europa a pesarde que la amenaza de la peste negraya no era centro de la vida, comoen la época medieval, tiempo de laDanza de la Muerte. Esta culturafúnebre seguía estando muy pre-sente en el día a día, así como lareligión (consuelo o explicación delmomento final, del tránsito y escu-do último del hombre).

En 1642 el campanario de la

Basílica se desplomaba sobre elosario y la iglesia adyacente. Ambosedificios tuvieron que ser recons-truidos, y en el caso del osario desdelos mismos cimientos. Las obrasterminaban en 1695. Los frescosde su nueva cúpula, que represen-tan el triunfo de las ánimas benditasen un coro de múltiples ángeles,eran ejecutados por Sebastiano Riccientre 1693 y 1695. La iglesia seríaampliada en 1750 por los arqui-tectos Croci y Merlo. Éste fue elmomento en que empezó a cono-cerse como el Osario de San Ber-nardino.

Tras un largo período de restau-ración, el osario volvió a abrirse alpúblico en 1997. El acceso se hacea través de la iglesia. Antes de tras-pasar su atrio, a mano derecha, trasla segunda puerta se abre el estre-

REPORTAJE

Texto: Guillermo Arróniz LópezFotos: Eduardo Fernández

El Osario y el Cementerio, lugares de arte y conocimiento

número 9414 Adiós

MILÁN monumentalLa magnífica cúpula del osario.

cho pasillo que termina en el sombríoy bello rincón, último lugar de repo-so de numerosos huesos. La salatiene planta rectangular. Sus pare-des están “adornadas” por armariosabiertos en la pared donde se api-lan los huesos, utilizándose los crá-neos para enmarcar los bordes o, ensu amontonamiento, para figurarcruces que destacan sobre el fondode tibias, fémures, peronés, húme-ros, cúbitos, radios... Cubiertos poruna fina red metálica que los man-tiene y los sujeta, su número sor-prende tanto como la altura dellugar. Por lo visto el conjunto arqui-tectónico responde a la idea de SanCarlos Borromeo (también muy pre-sente en la ciudad) de que todacapilla ha de ser ejemplo y demos-tración de fe y que las iglesias hande volverse luminosas porque si el

osario responde a la oscuridad dela muerte, los templos, en cambio,deben representar la luz y la gloria dela Resurrección.

La impresión de Juan V, reyde Portugal

En el altar nos encontramos con unadeliciosa representación de la Vir-gen a la manera de las Soledades oDolorosas de la Castilla españolaque por entonces controlaba Milán.Es decir, tal y como vestían las dueñasviudas de la reina en el siglo XVI: laimagen de rostro dolorido y manosentrecruzadas lleva manto negroorlado de pequeños motivos flora-les, tocas y rostrillo ondulado ambosde blanca tela. La Virgen, en el actode la oración, frente al cuerpo ina-nimado de su Hijo, y con su gran

aureola de importantes rayos seencuentra en una hornacina pre-sentada según la forma de unpequeño teatro con sus cortinajes deterciopelo rojo y su fondo pintadocomo un cielo grandioso en el quelas nubes dejan pasar la luz.

Juan V, rey de Portugal, según noscuentan en la propia iglesia, quedótan impresionado por el lugar quetrató de reproducirlo –o al menossus sensaciones- en la Capela dosOssos de Évora.

Sin un uso tan marcadamenteornamental como en la famosa capi-lla de los franciscanos en Roma, elosario también utiliza los huesos, yespecialmente los cráneos paraesquinas y bordes en el ejercicio deun arte fúnebre cuyo sentir se entien-de con dificultad en la sociedad denuestros días.

Aunque cerrado al público, nosceden fotografías del pudridero enel que se mantenían los cuerpos delos miembros fallecidos de la her-mandad de religiosos, sentadossobre un poyete de piedra hasta quepodían ser “añadidos” al conjunto.

El lugar, donde la luz parecepararse frente a las vacías cuencasde las calaveras, es más que silen-cioso, atemporal. La tenebrosidad noviene de la luz, pues quizá las últimasreformas han dejado que su acce-so dote de claridad especial al recin-to, procede de tantos rostros quenos miran sin mirar. La veneraciónmilanesa no ha cesado: frente anosotros una mujer sencilla reza yenciende un cirio con una economíade gestos que transmite serenidad.Realmente se podría decir que elosario mantiene la fuerza y la capa-cidad para hacernos reflexionar,

para enfrentarnos a la muerte sincaer en la desesperación y nos invi-ta a múltiples viajes al pasado y alfuturo. Sigue cumpliendo sus obje-tivos.

El Cementerio Monumental deMilán es, no sólo un museo a cieloabierto, con magníficas obras artís-ticas tanto de la escultura como dela arquitectura, sino una completaimagen de la evolución del gustoestético y de la historia de la ciudadque no ha dejado de crecer desdefinales del siglo XIX hasta nuestrosdías.

Sus orígenes se remontan a1838, cuando surge el primer bandoque convoca el concurso para elproyecto de un nuevo cementerio. Seperseguía reagrupar en un únicorecinto los varios Campos santosde la periferia milanesa. Sin embar-go es preciso esperar a la unificaciónitaliana para que la idea cobre impul-so y es en 1863 cuando el proyec-to presentado por el arquitecto Carlo

Adiós 15número 94

REPORTAJE

Edificio quealberga el

osario y unavista parcial del

interior.

16 Adiós

Maciachini (1818-1899) resultavencedor. Sería inaugurado tresaños más tarde. Se valoró su distri-bución, con una fachada en formade “corte de honor” que encaraba ala ciudad, así como la división entrela parte católica y la hebrea, a occi-dente y oriente, respectivamente,con respecto al acceso principal.

La asombrosa extensión, unos180.000 metros cuadrados (puedeque hoy más de 250.000) se orga-niza en base a dos ejes principalesy otros secundarios que distribuyenlos espacios por longitudes ytamaños. El cementerio está pensadopara albergar una gran variedad demonumentos funerarios que corres-ponden a una marcada diversidad degustos, modas estéticas y credosreligiosos.

Un extraordinario museoEl lugar, no obstante, es plenamentedecimonónico y el lenguaje arqui-tectónico ha abandonado de formaclara el neoclasicismo para hacerun uso pleno del eclecticismo impe-rante: ecos del románico lombar-do, reclamos bizantinos y reminis-cencias del gótico pisano, que armo-nizan con detalles de otros estilos yépocas. En cualquier caso no siem-pre fue conocido de forma oficialcomo el “Monumental”. Esta deno-minación tardaría casi treinta añosen llegar desde su apertura. Es conla inauguración del cementerio deMusocco cuando se destina la obrade Maciachini a las sepulturas per-petuas y gana su apelativo actual.

Las obras arquitectónicas, y espe-cialmente escultóricas lo convier-ten en un auténtico museo, y así esreconocido entre los propios mila-neses que han tratado de impul-sarlo en esta vía. Cuenta con obrasde altísima calidad, firmadas porimportantes autores italianos bien del

edificio que contiene, a modo decripta, numerosos nichos, se llegaal antiguo crematorio, hoy desven-cijado y roído por el tiempo, con lasmaderas carcomidas y las letraspintadas de su friso ocultas tras elóxido y los desconchones. Además,a mano izquierda, según se entra ala corte de honor que representa lafachada, están las instalaciones ofi-ciales en cuyos patios se puedenobservar antiguos coches fúnebrescon sus plumas negras y sus ricasornamentaciones, a la manera dealgunos conservados (y reciente-mente restaurados) en el cemen-terio de la Almudena de Madrid.

Por desgracia la librería, quedurante un tiempo tuvo horario irre-gular y fantasmal, permanece cerra-da, aunque es posible encontrarobras sobre el cementerio en dife-rentes lugares de la ciudad comoel Castillo Sforcesco, importantenúcleo cultural de Milán.

El prestigio de este cementerio deriqueza no ha cedido un ápice nipara los artistas que trabajan enobras que siguen erigiéndose en él,ni para los numerosos admirado-res de un arte figurativo al serviciodel recuerdo de nuestros seres que-ridos. El gigantesco espacio surca-do de árboles, distribuido como unapequeña ciudad, con sus manza-nas de edificios y sus calles; ador-

nado como nunca habrían soñado losarquitectos del Foro de Roma; mar-cado por la época de su origen, enel límite mismo con el fin del roman-ticismo y figuración artísticas; impre-sionante y bellísimo imprime su ima-gen en nuestras retinas y ésta per-manece cuando, al darle la espalda,regresamos al tráfico milanés, con-temporáneo y aparentemente vivo.

Historicismo y último Eclecticismocomo el propio Carlo Macichini, LucaBeltrami o Gaetano Moretti; bien delLiberty como Giuseppe Sommarugao Ernesto Pirovano; bien del períodoposterior a las dos Guerras Mundia-les que se mueve entre el Novecen-tismo y el Racionalismo como PaoloMezzanotte , Giò Ponti o Luigi Figini.

La variedad de temas y el espec-

tacular tamaño de algunas obras mar-can el lugar: se pueden encontrarefebos broncíneos y desnudos querecuerdan obras del Cementerio de SanLorenzo, en Roma; o Vírgenes quesostienen en sus brazos a Cristosmuertos, también en un bronce deextraños tonos grisáceos; o temasbíblicos en mármol envejecido por eltiempo; o túmulos gigantescos de

blanca roca donde brilla en lo alto unacrucifixión anatómicamente perfecta;o viudas de antiguos y abultados ves-tidos de luto que depositan eterna-mente flores sobre la tumba del amadoesposo; o doncellas con sus lámpa-ras llenas de aceite, tras sinuososvestidos que traen a la memoria obrasinsignes de Klimt; o la propia Muerte,representada como Saturno, un ancia-

no calvo y barbudo, alado y dotadode una gigantesca guadaña, inclina-do, abatido por su oficio sin descan-so; sin olvidar mausoleos que imitanlos tempos clásicos o los egipcioscon columnas dóricas y tímpanosenriquecidos o capiteles en forma delotos y papiros.

Al fondo del largo paseo, por laavenida central, y tras pasar por un alto

Dosmonumentalessepulturas delcementerio.

Las obras arquitectónicas y, especialmente las escultóricas, lo convierten en un auténtico museo

número 94

número 9418 Adiós

el Ayuntamiento de Alicantetrabaja en la elaboración deuna guía con las tumbas de

los personajes más ilustres quereposan en el cementerio municipaly los panteones de mayor interésarquitectónico. Las instalacionesalbergan numerosos conjuntosescultóricos que se encuentran pro-tegidos en el Plan Especial pen-diente de aprobación definitiva. Elcatálogo también protege los cipre-ses y las buganvillas.

El concejal de Atención Urbana,Andrés Llorens, anunció esta inia-tiva a través de los medios de comu-nicación locales el pasado mes.Indicó que dentro del tour se incluiráel Jardín del Silencio, un lugar en el

que estarán los restos de los ali-cantinos ilustres José Guardiola yRodolfo de Salazar. En él reposan yaotros personajes destacados de lahistoria de la ciudad, como el fun-dador de las Hogueras, José MaríaPy; el escritor y arqueólogo Fran-cisco Figueras Pacheco; y el médi-co Antonio Rico.

Pero estos no son los únicos ilus-tres que descansan en el cementerioalicantino. Otros como MiguelHernández, Gastón Castelló o JulioGuillén Tato tienen allí su sepultura.Estos son algunos de los puntos deinterés cultural del camposanto,pero no los únicos. El recinto alber-ga numerosos panteones con ungran valor arquitectónico que se

recogen en el catálogo del PlanEspecial del Cementerio, pendien-te de su aprobación definitiva porparte del Consell.

El catálogo explica que dentrodel cementerio hay una zona conforma de “T” invertida entre lascalles San Antonio, San José, SanPascual y San Isidro en las que selocalizan los elementos funerariosmás representativos a los que seles concede una protección inte-gral. Entre ellos destacan el mausoleode la familia Prytz, una de las máspoderosas, ilustres e influyentes,que data de 1904. También el mau-soleo dedicado a la memoria deltorero Ángel C. Carratalá, que datade 1929.

Además de estos conjuntosescultóricos, el Plan Especial con-templa la protección parcial de laPuerta Principal del cementerio, asícomo el panteón de los Caídos.También se concede una protec-ción ambiental al muro principal delcamposanto, a la sala de vela, a lafosa común, al cementerio del con-sulado británico y a las viviendaspara el párroco y los empleados.

Pero no sólo se protegen los ele-mentos escultóricos, también elarbolado. En concreto los cipresesque datan de la fecha de inicio de laconstrucción del cementerio y lasbuganvillas de más de 80 años ubi-cadas en las proximidades de lafosa común.

Tumba del poeta Miguel Hernández, una de las más visitadas del cementerio de Alicante.

El CEMENTERIO DE ALICANTE, también tendrá ruta turística

CIUDADES

Adiós 19número 94

el 28 Junio se celebra en Bar-celona la cuarta edición delTorneo de Pádel Hygeco

España S.A que ya se ha conver-tido en un tradicional punto deencuentro entre los profesionalesdel sector funerario español.

Este año, el torneo de pádeltiene un matiz especial ya que secelebra también el veinte aniversariode la presencia de Hygeco enEspaña.

Los organizadores esperan queesta edición sea tan concurridacomo la del pasado año que reunióa 32 participantes (16 parejas) enel campeonato y unos 70 asisten-tes durante la jornada.

Durante la última edición, lapareja ganadora fue la compues-ta por Joan Company y Agustí Agui-lar, pertenecientes a la SociedadMunicipal de Servicios Funerariosde Terrassa, y los finalistas fue-ron Xavi Tatxe y José Huertes, deGiem Sports.

HYGECO espera participantes de variospaíses en su cuarto TORNEO DE PÁDEL

Se celebratambién el veinte

aniversario dela presencia de

Hygeco en España

El precio de consolación recayóen manos de Gorka Rueda y Jeró-nimo de Miguel, de Mémora Ser-vicios Funerarios de Donosti. Eldirector de Hygeco España, JuanAntonio Zarco, ha confirmado paraesta cuarta edición la presencia deprofesionales del sector funerariode España, Francia, Holanda, reinoUnido e Italia.

El torneo se celebrara en el DavidLloyd Club Turó de Barcelona.

EMPRESAS

ma r i n aTsvetáieva(Moscú ,

1894-1941) formaparte, junto a autoresa los que admiró yquiso como BorísPasternak o Anna

Ajmátova, de lo que se ha llamado laEdad de Plata de la literatura rusa, ycomo todos ellos sufrió los avatares deuna Rusia convulsa.

La vida de Tsvetáieva hasta laRevolución bolchevique había trans-currido en un ambiente acomodado eintelectualmente estimulante. Hijade un profesor universitario, pudoestudiar fuera de Rusia y publicar suprimer libro a los 20 años. Pero todoeso cambió al poco de estallar la revo-lución de 1917. Su marido SerguéiEfron partió con el ejército blanco(uno de los movimientos de oposi-ción a los bolcheviques) y Tsvetáie-va se quedó en Moscú con sus doshijas, Alia e Irina. Debido al hambre,la joven madre dejó a sus hijas en unorfanato con la esperanza de que allífueran, al menos, bien alimentadas,pero en 1920 Irina, la menor de ellas,murió por las condiciones en las quevivían. A los dos años, Marina y Alia,la hija que le quedaba, partieron deRusia en un exilio que las llevó aBerlín, Praga y finalmente a París.

Durante los años de exilio, vivióen condiciones muy duras, dedicadaen gran medida a sustentar y cuidarde su familia. Su vuelta a Rusia notuvo lugar hasta 1939, y fue por insis-tencia de su familia. Su marido, quehabía abrazado la causa antisoviéti-ca, con los años se fue acercandoideológicamente a ésta hasta llegara espiar para la URSS en París, enparte, suponemos, para poder regre-sar a su añorado país. Su hija Alia, quehabía sido la compañera de fatigas yconfidente de Marina, se había ale-jado de ella, y no sólo en el planopersonal sino también en el ideológico,idealizando los logros de una revolu-ción que apenas conocía en la prác-tica (cuando partió de Rusia con sumadre era solo una niña). Ambos,padre e hija, partieron a la URSS.Esto, junto a la insistencia de su hijopequeño, Mur, motivó que Tsvetáie-va se decidiera a volver, lo que supu-so una miseria tal para ella y su hijoque le llevó al suicidio en 1941. Lavuelta a la URSS también supuso ladesgracia para su hija, recluida duran-te años, y para su marido, fusilado

¡POR EL AÑO NUEVO! (Fragmento)

Pasajes. Detalles. Afanes.El año nuevo va ya a sonar. ¿Para qué?¿Con quién brindar? ¿Con qué? Algodónen vez de espuma. Ya suena. ¿Qué hago yoaquí? ¿Qué hacer en la ruidosa fiesta―amable juego― con esta rima dentro de mí:Rainer ha muerto? Si tú ―ojo― te has apagado,es que no es vida la vida: ni es muerte la muerte.Oscuridad. En nuestra próxima cita,comprenderé. ―Ni vida ni muerte―un estado tercero, nuevo. Y por estonuevo (tras cubrir con paja el lechode ese siete que llega cuando el veintiséis se va,―qué suerte, el año: tenerte al comienzo y tenerteal final), a través de una mesa que mi vista no abarca,¿brindaré contigo ―un brindis suave― cristal con cristal? ¿Cómo en un bar? No: de míen ti, juntos en esa rima: ese estadotercero.

(...)

Envíame una nota para no perdernos. ¡Por el ritmo nuevo, Rainer!

Una escala, en el cielo, con regalos...¡Por tu consagración, Rainer!

―Para que no se moje, protejo con mi manoesta carta―, sobre le Rhône y sobre el Rarogne,sobre la limpia y total separación:a Rainer ― Maria ― Rilke ― en mano.

Marina Tsvetáieva (Moscú, 1894-1941)En El canto y la ceniza [Anna Ajmátova y Marina Tsvetáieva]

Traducción de Olvido García Valdés y Monika Zgustova (Barcelona, Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores, 2006)

VERSOS PARA EL ADIÓS

Sección coordinada por Javier Gil Martín

poco antes de su suicidio.A pesar de todos los avatares de la

historia que signaron su vida y detodas las penurias que pasó, Tsvetáie-va tuvo muchas relaciones amoro-sas en las que volcó una pasión sinfreno. En ellas muchas veces era másimportante su necesidad de amarque la persona destinataria de suamor, a la que amoldaba a sus pro-pias expectativas. “Quién sea la causaque desencadene el huracán ― noimporta. (...) Se inventa una personay comienza el huracán”, así describióSerguéi Efron la forma en que sedaban estas relaciones de su mujer.Y como él mismo dice, “todo terminasiendo transcrito en un libro”. Así,por ejemplo, su relación con Kons-tantín Rodzevich dio como fruto dosde sus más importantes obras,“Poema de la montaña” y “Poemadel fin”.

Mención aparte merece la rela-ción epistolar que la unió con RainerMaria Rilke, que se encontraba enton-ces ya cerca de su muerte. La relacióncomenzó por la mediación de BorísPasternak (otro de sus grandes inter-locutores) y se desarrolló a lo largo delverano de 1926. Por entonces, Rilkese hallaba alejado de todo y de todos,dedicado a su obra y enfermo de leu-cemia, y la pasión que mostró Mari-na Tsvetáieva en sus cartas llegó a inti-midarle. Hay que tener en cuenta queRilke para ella representaba una suer-te de Orfeo alemán: “Pues usted,poesía encarnada, debe saber quesu nombre mismo es ya poesía. (...)Usted es aquello de donde nace lapoesía y que es más que la poesíamisma (que usted)”.

Así, con Rilke no construyó un per-sonaje ideal al que entregar su amor(como hizo tantas veces), antes derecibir su primera carta, el poeta yaestaba en el panteón particular deTsvetáieva, junto a Blok, Hölderlin oGoethe. Pero sí volcó en esa relacióntoda su pasión: “Rainer, quiero estarcontigo (...) adormecerme y dormir.(...) Sencillamente dormir. Nada más.No, algo más: (...) escuchar el soni-do de tu corazón. Y... besarlo”. Dehecho, Marina ansiaba un encuen-tro entre ellos que Rilke recusó: “Sí,sí, y una vez más sí, Marina, a todo loque quieras y a todo lo que eres, ytodos juntos forman un gran SÍ, dichode la vida misma... pero en él seencuentran encerrados diez mil impre-visibles NO”.

Después de esto, Tsvetáieva le

número 9420 Adiós

Un estado tercero,

número 94 21Adiós

escribió planteándole un encuentroreal, físico, pero ya Rilke no respon-dió. A los dos meses le volvió a escri-bir, esta vez una escueta postal: “Que-rido Rilke: Aquí vivo. ¿Todavía meamas? Marina”, pero para entoncesla vida de Rilke llegaba a su fin, murióel 29 de diciembre. Dos días des-pués, cuando el año 1926 terminabay nada más saber la noticia de sumuerte, Tsvetáieva le escribió, peroesta vez sabiendo que se dirigía a undestinatario mudo...

La carta acabaría convertida enun poema, el memorable “¡Por el AñoNuevo!”, en el que la rusa se dirige aun Rilke que supone escuchandodesde la altura y al que habla de unencuentro en un tercer estado, nuevo,ni vida ni muerte; pero a la esperade ese encuentro le pregunta por eselugar desde el que, supone, la obser-va: “Pero dime, ¿y el viaje? (...) ¿Cómoestás, Rainer? ¿Qué hay a tu alrede-dor? (...) ¿Te alegran, Rainer, lasrimas nuevas? / Y la muerte, ¿quées si no una larga hilera / nueva de

rimas?”. La misiva es además unbrindis entre dos personas que no seencontraron nunca a nivel físico, perosí a nivel espiritual: “Largas reso-nancias y sentidos / nuevos. / Adiós.¡Brindo por nuestro primer encuentro!/ No sé si nos veremos ―pero noscomprenderemos”. Como ha obser-vado su biógrafo Simon Karlinsky,este monólogo elegíaco “es tambiénuna meditación metafísica sobre lanaturaleza de la vida, la muerte y eltiempo” y ha quedado como hermo-so testimonio de su relación.

Junto a Marina Tsvetáieva, nosacompaña Rafael Fombellida con“Mors per fenestras”, poema queinvita a no sucumbir al temor, a noencerrarse huyendo de la muerte, aabrir las ventanas de par en par. Porsu parte, Raúl Nieto de la Torre, en“Rituales”, convierte el gesto pormantener viva la memoria de alguien,poner flores en el lugar del acciden-te, en una forma de invocar de con-tinuo a la misma muerte que se queríaconjurar.

VERSOS PARA EL ADIÓS

NUEVO

RITUALES

Alguien ponía floresen el lugar del accidente.Cada semana, de maneraque la muerte seguía floreciendo.

Raúl Nieto de la Torre (Madrid, 1978)De Salir ileso (Madrid, Vitruvio, 2011

MORS PER FENESTRAS

“Quia ascendit mors per fenestras nostras,ingressa est domos nostras.”

JEREMÍAS, 9:21

La muerte no entrará por las ventanas,de modo que ábrelas de par en pary disfruta el chubasco en pleno rostro.La muerte no entrará aunque los postigosestén abiertos al invierno. Guardatu garganta en un velo coloridoy mira los embates del granizosobre el tiñoso muro del garaje de abajo.La muerte no entrará porque aquí estamoshaciendo guardia, juntos, delirantes.Conversa en el dintel sólo conmigoy así la distraeremos de venir.Y si pasa de largo, seguro que se olvidaque debía de entrar en esta casa.Y si pasa de largo seguro que mañanatañerán las campanas por cualquier inocente.La muerte no entrará por las ventanas,no cerrará tus párpados, los míos.No te muevas de aquí.Aunque el sueño te venza.Y no habrá que sufrir ninguna baja.

Rafael Fombellida (Torrelavega, 1959)De Violeta profundo (Sevilla, Renacimiento, 2012

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número 9422 Adiós

Las

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dos

Novemidiales

evítese esta expresión cuando losbrazaletes se lleven en señal de

luto. El uso de la expresión lucir brazale-

tes negros es erróneo cuando estos sellevan en señal de luto. El verbo lucirsignifica 'brillar', 'resplandecer', 'exhi-bir lo que alguien se ha puesto comoadorno'; y un brazalete negro no es unadorno. Por tanto, lo apropiado enestos casos es emplear el verbo llevar.

Así, en frases como: «Los encuen-tros comenzaron con diez minutos deretraso en señal de duelo, en los quejugadores y colegiados lucían brazale-tes negros en recuerdo de la muertedel...» o «En la concentración del per-sonal sanitario, muchos lucían brazale-tes negros por la muerte de...», loadecuado habría sido usar simplemen-te el verbo llevar.

es el período de luto oficial denueve días tras la muerte del

papa.En las novemidiales cada car-

denal debe oficiar una misa dedifuntos durante esos nueve días.Según el Vaticano, a la muerte deun Papa se inicia un período deluto oficial de nueve días, llamado“novemidiales”.

El día de la muerte es conside-rado el primero de tales días. Encada uno de ellos, cada cardenaldebe celebrar una Misa por elPapa según el ritual de difuntos. El misal contiene una misa “Porun Papa difunto” que puede serutilizada por los sacerdotesdurante ese tiempo, si así lo per-mite el tiempo litúrgico.

*(Fundación patrocinada por la Agencia Efe y el BBVA, y asesorada por la RAE,cuyo objetivo es el buen uso del español en los medios de comunicación)

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Alic

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isra

hiEl circo de lafamilia PiloWill ElliottLa Factoría de Ideas

un libro que confirma los temores delos que creen que el circo y los

payasos tienen algo de siniestro. Enclave de thriller psicológico de horror yde humor macabro, Will Elliott narra lahistoria de Jamie, un joven más o menosnormal hasta que está a punto de atro-pellar a un horrendo payaso.

Los payasos se meten en su vida, ensu pensamiento y hasta en su casa parasabotearle y convencerle por el terror deque debe pasar una audición para con-vertirse en uno de ellos.

Asimilado por el circo de los Pilo, Jamiedescubre que el maquillaje le convierte enun alter ego camorrista, cruel, traicione-ro y sin escrúpulos, el payaso J.J., queimpone la ley del terror y que está decididoa acabar con Jamie porque se interponeen sus planes.

El circo, un lugar de mágica pesadilla,atrae cada noche a cientos de “pri-mos” que, sin saberlo, dejan algo másque su precioso dinero. Es un recintocerrado con sus propias normas delque no se puede escapar y que condenaa sus artistas a repetir los números cir-censes una y otra vez y a la tensión desaber que los otros miembros del circoconspiran para matarles. Entre los peorparados están los integrantes de laparada de los monstruos, seres quealgún día fueron humanos pero que elmanipulador de materia ha converti-do en fenómenos. No hay sa l idasalvo la muerte.

El hombre quequiso entrar enAuschwitzDenis AveyTemas de hoy

denis Avey, soldado del ejército britá-nico, fue hecho prisionero en el

norte de África y enviado a un campo deprisioneros de guerra adyacente aAuschwitz III. Compartía trabajos con losinfra-alimentados presos judíos y fuetestigo de la barbarie de los nazis y delas terribles condiciones de vida. Denisera un hombre que estaba educado paraactuar y trazó un plan para enterarse delo que sucedía dentro de Auschwitz ypoder contarlo: intercambió sus ropascon las de un prisionero judío, Hans, y secoló un par de veces en el campo deconcentración.

En su estancia en el campo, Avey cono-ció también a otro joven judío, Ernst???,y escribió a su hermana, que vivía enInglaterra, para que le enviara cigarrillos,moneda de cambio en el campo.

Sesenta años después, cuando porfin pudo hablar de su experiencia y decómo finalmente pudo escapar del campode concentración en una larga y solitariamarcha a pie, Avey se enteró de que eljoven había sobrevivido, en gran partegracias a la suerte y en parte gracias a loscigarrillos que le permitireron comprarunas suelas para sus zapatos con los quepudo superar la larga marcha de eva-cuación del campo, donde perecierondecenas de miles de judíos. Como sen-tenció Primo Levy, la muerte empezaba porlos pies…

No lucir brazaletes negros

número 94 23Adiós

TANATOVERBO

el Antiguo Testamento utilizanada menos que 65 veces

la palabra ‘seol’ para designarel “Reino de los Muertos”. Es,por lo tanto, una denominaciónextraña a nuestra cultura occi-dental, pero para quienes ten-gan cierto contacto con eljudaísmo, e incluso con loslibros bíblicos, el nombre lesserá familiar.

Aunque no tenemos unadescripción uniforme de esterecinto en el Más Allá, a partirde las menciones bíblicaspodemos ir deduciendo cómoes. Por el libro de Job sabemosque es un lugar donde reinadensa oscuridad (Job 38, 17),y en la que el polvo es una desus manifestaciones (17,16).La presencia de los muertos enel seol se caracteriza por unasuspensión de toda actividad, yde todo goce (Eclo 14,12). Los

muertos ignoran lo que pasa enla tierra (Job 14, 21), aunqueen la literatura posterior se per-cibe, sin embargo, la idea deque los justos sí saben lo queocurre en la tierra e inclusopueden rogar por los vivos (2Mac 15, 12-16). El seol es latierra del olvido (Sal 88, 13). Lo

mejor que tiene es el descanso(Job 3, 17-19), por lo que aveces es preferible la muerte ala vida.

Como otros pueblos de laantigüedad, los israelitas seimaginaban que el seol estababajo tierra, bajo el gran océanoo abismo sobre el que flota la

tierra como un disco plano,según la imaginación semítica.Por lo tanto, los muertos habi-tan bajo el agua (Job 26,5).Varias veces aparece la tripledivisión de los seres y de losespacios: arriba en el cielo,abajo en la tierra y en el aguabajo la tierra, es decir, cielo,tierra y seol o reino de losmuertos. Los muertos son losúnicos moradores del seol, nisiquiera Satán es colocadonunca en él.

No hay ninguna referenciaconcreta que nos informe deque la entrada al seol se halleen occidente, como la imagina-ban los babilonios. A veces sehabla de las puertas del seol(Mt 16,18), pero no se concibecomo una ciudad. Tampoco sehabla nunca de un río o de rey.No hay tampoco actividad queprolongue la vida de la tierra.

Seol

Texto elaborado por el profesorJavier del H

oyo

Dicionario funerarioCazadores de cuerposSonia Shah451

en Estados Unidos y en Europa hayleyes que protegen a las personas

que forman parte de experimentos conmedicinas; están tan protegidas quelas industrias farmacéuticas, segúnexplica Sonia Shah, viajan a países envías de desarrollo para realizar impu-nemente programas experimentalesque atentan contra la salud de los par-ticipantes: no se les informa de losriesgos que corren o, incluso, de quese les está administrando un trata-miento. En otras ocasiones, se realizancon ellos experimentos con grupos decontrol para tratar el Sida u otrasenfermedades de forma que una partede las personas que participan estántomando un placebo y pierden un tiem-po precioso sin saberlo que puedenpagar con su vida.

Sonia Shah, licenciada en periodis-mo, filosofía y neurociencia y periodis-ta especializada en denunciar el podercorporativo en temas relacionados conla agricultura, el petróleo y la industriafarmacéutica, desgrana prejuicios delas industrias farmacéuticas y abusos,casos concretos de atropello de losderechos más elementales, ensayosexperimentales fraudulentos y la reali-dad médica de los países en vías dedesarrollo en un libro lleno de argu-mentos y denuncias que se planteacómo se podrían realizar los experi-mentos sin atentar contra los derechosde los participantes.

Memorias de un enterrador

Francisco BelmonteAlfasur

tras veinte años de oficio, el narra-dor de Memorias de un enterrador

tiene muchas historias que contar y porlas páginas de este libro, primero deuna docena de volúmenes sobre suexperiencia como sepulturero, pasande forma evocadora y fragmentariapersonas o personajes que de una uotra forma han traspasado el umbralde sus puertas para quedarse en sustumbas y nichos, para enterrar aalguien, de visita en espera de quedar-se, para permanecer como cadávereso espectros…

Fran Belmonte, hijo y nieto de sepul-tureros, trata la vida y la muerte en uncementerio de Madrid y recoge los dra-mas, alegrías, cuitas, anhelos, miedosy tristezas de un sinfín de personas,todas ellas reales aunque algo maqui-lladas por la imaginación y la literatura,desde mediados del siglo XIX hastanuestros días.

Son historias de diversa índole quese suceden en la voz del narrador yque confieren protagonismo al cemen-terio privado de Madrid en torno al queorbitan. Son relatos de diversas épo-cas que configuran la Historia, conmayúsculas, de ese enclave geográfi-co y de España y ofrecen una visióndiferente de la muerte, a veces máscercana, a veces más misteriosa, aveces temible, a veces injusta, depen-de, sobre todo, de quién se relacionacon ella.

Tierras de sangre.Europa entreHitler y StalinTimothy SnyderGalaxia Gutenberg, Círculo de Lectores

snyder recupera la pequeña historiade los ocho millones de civiles, la

mayoria mujeres, niños y ancianos, quefueron masacrados por las tropas deHitler y Stalin en las “Tierras de sangre”.

Junto con aspectos militares, políti-cos, sociales y económicos, Snyder refle-ja la vida y la muerte de un buen númerode personas con nombres y apellidos quedan dimensión humana a las cifras demuertos.Hitler quería destruir Polonia y laUnión Soviética como Estados, apropiárselaspara conseguir suministros para Alemaniay “limpiarlas” de habitantes para estable-cer sus colonos. Si la guerra de Alemaniacontra la URSS hubiera ido según lo previsto,treinta millones de civiles hubieran muer-to de hambre durante el primer invierno ydecenas de millones hubieran sido expul-sados, asesinados o esclavizados.

Snyder afirma que, puesto que Hitler notenía capacidad militar ni estratégica paracontrolar el territorio, acabó modificandoel objetivo de la guerra y apostó, de caraa la opinión pública, por la aniquilaciónde los judíos.

En cuanto a Stalin, su genocidio demillones de personas fue a causa de unacombinación de inconsciencia, pánico yparanoia, pues el imperio del hambre y dela brutalidad que instauró iba encami-nado a extirpar el enemigo de dentro,una supuesta clase de campesinos pro-pietarios antisistema.

TANATOCUENTOS

siempre soñé que moriría en México.Cuando supe que me moría, compré unbillete sin retorno al aeropuerto Benito

Juárez. No iba triste. No iba alegre. Iba ensilencio. A escuchar todo lo que ellosquisieran contarme, los azares, los signos. Nisiquiera era noviembre, ni siquiera las calacasde Posada desperezaban aún para el Día deMuertos.

Nunca hice nada grande. Sin embargo, estriste descubrir que ya no quedan días quedesperdiciar. Es fastidioso saber que algoinesperado va a pasar, una fastidiosa muerte,rompiendo la rutina. De pronto nos entranganas de aferrarnos al día, sorber su macizarealidad, mirar con extrañeza la grapadora yel perrito electrónico. Apenas sabía nada deMéxico, tan sólo que allí moriría.

Pasé la primera noche en un hotel delZócalo, y amanecí en la estación deautobuses de Poniente. Sentados en las sillasrojas, hombres y mujeres bajitos masticabantacos con dientes de plata. Fui bajando haciael Yucatán. Fui cruzando los llanos deVeracruz, prendidos en sus fuegos. En micuaderno iba apuntando los encuentrostristemente banales. ¿Nadie se daba cuentade que me moría? Todo lo interpretaba mialma, tan negra y humeante como la tierra.Quizás desaparecería en el Golfo de México,tal vez en el Pacífico. Volvería al caldoprimordial, al Océano. O tal vez Ella vendríaen una bala perdida, en una carretera desegunda. La imaginé hermosa y radiantecomo la calavera Catrina. Pero no debíaapresurarla. Debía dejar a la Lenta ahondarpoquito a poquito, hacer tranquilamente susestragos.

En unas lomas divisé el toro de Osborne,inmortal como una esfinge. Nadie hablaba,todos iban mirando las milpas, la hierba rubiay melenuda, las palmeras. Una películagringa, inevitable aquí como allá, devanaba enla pantalla su tonto guión maniqueo. Agradecísecretamente el sabotaje del traductormexicano: "¡Pinche mamacho cuachalote!¡Ahí no más te chingasteee!".

Estuve tres días en San Cristóbal de lasCasas. En la casa de huéspedes LasCarmelitas, un catalán tocaba el ukelele.Llevaba diez años viajando, grabando losruidos del mundo, escribiendo... Güero, pueshay gentes que viven así, era cierto. Todas lascasas e iglesias del pueblo estaban pintadasde colores. En la iglesia de San Antonio dePadua había un niño Jesús cuajado deexvotos, con bata y fonendoscopio. Una mujerdiminuta me llamó desde los bancos: "Es elNiño Doctor, señor. Ándele, pídale". Le

número 9424 Adiós

encendí una vela de diez pesos. Cientos deojos de esmalte me miraban, prendidos en labata blanca. "Pero qué le vas a pedir, viejo, siya te toca. No quieras envejeceregoístamente, cinco o diez años más de losque te han sido concedidos".

Sentado en aquellos bancos, recordé laspalabras de Emilio, mi librero favorito de lacuesta Moyano: "Considere el lado positivodel asunto, señor Mauro. Usted siempre hasido un miedoso, un pequeñoburguésamedrentado, con su moral pueblerina,honrado y trabajador, sin grandes ambiciones.Es viudo, sus hijos ya campean por su cuenta.No haga como tantos españoles viejos yquejumbrosos, siempre compadeciéndose desí mismos. Aproveche esta magníficaoportunidad para lanzarse a la vida. Ustedalguna vez leyó a Jack London, alguna vezcoleccionó las novelas de Conrad, Baroja,Melville. Aferrado a su butaca de oficina,soñaba con ser Zalacaín. ¿Y bien? se hapasado treinta años bregando con ballenas deministerio, ensartando facturas con arponesimaginarios. Si sólo le quedan seis meses,atrévase a disfrutarlos. Si de veras tiene quemorir, muérase sin ganas de morirse.Cómprese un billete, dé la vuelta al mundo,enamórese".

Pero aquí tampoco pasaba nada, era unturista. La muerte se anunciaba tan banalcomo la vida. La imaginé embrutecida comouna funcionaria de correos, estampando entrebostezos el último sello. Cansado del tráficode huipiles y pulseritas de hilo, subí para

Oaxaca.

Es verdad que he vivido con miedo.Estudia hija, ahorra hijo, han salido unasoposiciones, hijo. Es curioso estar aquí, cruzarel Atlántico, solo gracias a la muerte. En elAyuntamiento de Oaxaca, como en tanto

ayuntamiento mexicano, había un mural, unpsicoanálisis visual de la neurosis patria, unexorcismo en brochazos rojos del trauma dela Conquista. Yo lo miraba en silencio desdemi propio grito de Dolores, ensoñando eldiscreto mural de mi vida: los 25 años conTrini, los 3l años de asesoría contable, loshijos, la casa de Alcobendas, el chalet enGuadarrama, las vacaciones en Fuengirola,los jóvenes en la cuesta arriba, los viejos enla cuesta abajo, jubilándose, enfermándose,muriendo poquito a poquito, como Trini, comoPedro, como Ramón, como Lucas... Como yomismo, tras el fatal diagnóstico que daría losprimeros brochazos fortuitos a aquella pintura.

Unas náuseas me obligaron a volver aD.F. Era la estación de lluvias, y el peserosorteaba los canchales recién derramados enla carretera de segunda. Cruzamos montañasllenas de nopales, milpas verticalessalpicadas de burros y campesinos. Sentadosdetrás de mí, hombres y mujeres pequeñitoshablaban en remotas lenguas musicales. Apesar de mis genes ibéricos, yo era el másalto y más blanco. A causa de ellos, el máscalvo. "¿A dónde va señor?". "A México D.F."."¡Ay güerito, pos se agarró la combiequivocada!" Una mujer en huipil blanco mevio retorcerme de dolor y frustración. "Ayseñor, a usté se le ve muy mala cara.Véngase para Huautla, pa' que lo mire MaJuana. La señora sana con honguitos".

Me pregunté si se referiría a los hongosteonanacatl. En mis ya manoseados Cronistasde Indias había leído que la Inquisición intentóerradicarlos en un Decreto de 1620. Alparecer su uso ritual había sobrevivido enalgunas tribus aisladas de la Sierra Madre.Bernardino de Sahagún había escrito queenloquecen. "Se lo agradezco señora, pero notomo estupefacientes".

"Señor, allá va la gente a curarse. Laseñora heredó sus poderes de María Sabina,chota shinee. No coma carne, no toque mujeren los siete días antes y después de laceremonia".

Me imaginé muriendo como un Baudelairedecadente, drogadicto, tumbado sobresarapes mugrientos. ¿Pero qué significabaaquello, una promesa de curación en SierraMadre? Sentí una punzada en el bazo.

"Que otra cosa vienen a hacer los güerosa la sierra, ya me dirá", sentenció elconductor del pesero. "Por acá sólo hayhonguitos. Unos vienen a curarse de vicios,otros a agarrarlos.

Unos vienen enfermos, desahuciados portodos los médicos. Otros quieren ver a Dios".

La noche del

Si sólo le quedan seis meses, atrévase adisfrutarlos. Si de veras tiene que morir,muérase sin ganas de morirse. Cómprese unbillete, dé la vuelta al mundo, enamórese".

número 94 25Adiós

TANATOCUENTOS

Sólo sé que tras ocho horas de baches,nos paramos en un pueblo con tejados deuralita y la mujer me sacó del pesero. Losniños gritaban "vengase pa acá, señor, queen mi casa hay honguitos". En unas horas meencontré tumbado sobre sarapes, ante unaltar con Nazareno sangrante, veladoras de laVirgen de Guadalupe y San Judas Tadeo,ofrendas de copal sobre brasas, cacao y polvode tabaco. Ma Juana me hacía limpias conyerba en la penumbra, mientras canturreabarezos en mazateco. Me alargó 12 hongos"derrumbe", que debí masticar con losdientes delanteros, con barro y raícesincluidos. "Los Niños Santos son Njínle Kristo,la Sangre de Cristo" explicó la señora " hayque masticarlos con respeto, con sus piernasy el barro de sus pies".

Cerré los ojos con aprensión, pero sólo vipuntitos, los pálidos fosfenos que pueblan elrevés de los párpados al empeñarse endormir en un aeropuerto. Tras cuatro horas deceremonia, tuve que reconocerlo: "Señora meva a perdonar pero yo no veo nada, no sientonada, no me pasa nada". "Los españoles sonmuy duros de cabeza", dijo Ma Juana conpreocupación, "los honguitos no les prenden.La última que vino nos llamó estafadores y semarchó pa' Real de Catorce. Esa sí que sealocó. Comió peyote, Pastora, Semilla de laVirgen, todo mezclado. Unas yerbas tienencelos de las otras y lo tarantan a uno. Ustedno quiera".

Tuve que desembolsar 400 pesos. Alemerger de la capilla, topé con unosrosacruces de Tijuana, 4 músicos de NuevaYork y sus novias peluqueras. Ma Juana teníauna clientela internacional. La invitaban asimposios de Terapias Alternativas enLondres, Nueva York y San Francisco. Unchicano de Brooklyn le estaba diseñando unsitio web con servicio PayPal de pagoelectrónico. Me sentí un patético espécimende la vorágine globalizadora, con suschamanes electrónicos y sus tecnócrataschamanizados. La señora, sin embargo, aúnrecordaba las viejas devociones, y me envióal Cerro de la Adoración, ombligo deluniverso mazateco, a congraciarme con elChikón Nindó, Caballero de CabellosPlateados, Señor de los Hongos y los Cerros.Tanto insistió que compré veladoras, cacao eincienso, y así lo hice.

También compré la Vida de María Sabina,del mazateco Alvaro Estrada, para indagar lainocencia prehippy de aquellas ceremonias.Mis 3l años de frígido pragmatismo, deaséptica lógica contable, de pronto reventaronen un interés por las cosas ocultas. Aunque elechador de la tona, al leer su oráculo de

granos de maíz, profetizara tontadas como"Uy señor ahí le veo... unos amores bienchidos por venir".

En especial estudié las creencias en tornoa la Muerte, que encontré al fin emboscadapor aquellos cerros. La Sierra Mazatecaestaba poblada de espectros. La partera deHuautla, asesinada por 80 pesos, aún recorríael camino de Mazatlán. En la Pista deAterrizaje, desfilaban las doce Autoridadesfusiladas por los federales. Cerca de allí, laLlorona acechaba en los barrancos,despeñando a los hombres con su canto. Dospilotos españoles rondaban la ruina de suavión estrellado en el monte Cicitepetl,masacrados por los ladrones. Al Este, unosniños lloraban en las pirámides de San MateoYoloxochitlán, donde les metieron a buscarcerámica azteca, y ya no salieron. Muertespor los caminos, en cajas de pino apenaslijadas, con guirnalda de flores amarillas ypareja de mariachis trompeteando. Cruces enlos arcenes señalando ajustes de cuentas.Cicatrices de intentos de muerte "Ay del xa (elaguardiente), que me sacó por la ventana conel delirium tremens".

Perros negros. Balazos en los parabrisasde los peseros.

Ma Juana, que también atendía apaisanos, oficiaba en los sepelios locales, hoya rezar por unos albañiles defenestrados,mañana por una niñita atropellada. Mi muertese quedaba lenta, burocrática, ante aquellaexuberante mortandad violenta, regocijo de laSanta Muerte que algunos adoraban. Recordémi proyecto juvenil de recoger historias, tantotiempo abandonado. Del deseo de morir asalvo en suelo urbano, del miedo a no sabercuándo sería, pasé al oye viejo, que aúntienes tiempo, porqué no te quedas y lohaces, por qué no conjuras la muerte con

este folklore de muerte. Para calmar losdolores, la botica vegetal de la señora demomento me servía. O tal vez fuera el aire deaquellos cerros. O tal vez haber encontrado,por fin, algo que hacer satisfactorio.

No regresé a México D.F. Septiembreanunció el fin de la estación de lluvias y elsueño anual de los hongos. Los músicosalucinados, las sectas sincréticas y losturistas terminales partieron en busca deanálogos químicos. Los chamanesmercenarios desmontaron sus altares, y yome quedé a solas con los paisanos. "MaJuana, quisiera coleccionar esos cuentos defantasmas". "Ándele pues, platíquele a DoñaAltagracia, la maestra de Santa Cruz, ella sesabe muchos".

"Y qué quiere hacer con ellos" preguntóDoña Altagracia. Pensé sin decirlo que dedejar la propia sombra en aquellos cerros,prefería dejarla en forma de libro. "Siemprequise recoger historias de la tierra, fabulas,mitos... México está lleno de ellas. Ahora queestoy jubilado... tengo tiempo para hacerlo.Tengo un amigo librero que conoceimpresores, sería fácil de publicar. Y el libritoquedaría para el pueblo, para los paisanos".

Los ojos de la maestra se encendieron conun brillo casi juvenil "Ay señor quéinteresante, sí que quisiera colaborar. Por acálos libros son caros, ya les cortaron la beca alos de la revista La Faena, una pena porquepor acá hay substancia para llenarenciclopedias. Pero platiquemos con losmayores, ellos saben, yo le traduzco. Luego leruego que en los créditos refleje la voz y laautoría de todos los que colaboraron".

Así, por hacer feliz a Altagracia, decidícompartir mi capricho terminal. Nuestracolaboración de meses superó todaexpectativa. Sobre todo en la noche queinvestigamos la muerte del mismísimo ChikónNindó, castrado y crucificado por secuestrar ala hija del rey de Tenango. Aquella noche,Altagracia me miró húmedamente y dijo:"¿Sabe güerito que a mí ya hace tiempo queno me secuestran?" Su beso restalló como untrallazo por las colinas de Patió el Viejo. "Allápor Europa no pasa nada de nada, ehgüero?". "Pues la verdad", respondí aturdido,"no mucho". "¡Pos lo que aún le queda porver? compadrito!".

Llevo tres años en México, y sigo soñandoque aquí moriré.

(*) Texto ganador del XII Concurso de Tanatocuentos de laRevista Adiós, patrocinado por Funespaña. “La noche deChikón se presentó bajo el pseudónimo de “Edelawit”.

CHIKÓN (*)

Mi muerte se quedaba lenta, burocrática, ante aquella exuberante mortandad violenta,regocijo de la Santa Muerte que algunos adoraban

MUERTOS DE CINE

la necesidad de prolon-gar la vida más allá de

la muerte, morir dosveces y la necesidad deprolongar una no vidapara ir más allá de lo quese puedo ir en vida sonlos argumentos de tresde los estrenos que esta

primavera han llegado a la cartelera, Alps(Yorgos Lanthimos, 2011), The deep bluesea (Terence Davies, 2011) y Sombras tene-brosas (Tim Burton, 2012).

El joven cineasta griego Yorgos Lanthi-mos (1973) consiguió en el Festival deVenecia el premio al Mejor guion con su ter-cera película, Alps, una historia tan cercanacomo irreal, que se desarrolla en una socie-dad alternativa, opuesta a cualquier ideautópica que pudiéramos tener de ella, lo quese da en llamar distopía. Un grupo de perso-nas se dedica a hacerse sustituir, durante aalgunas semanas, a personas recién falleci-das, de manera que su “presencia” ayude afamiliares, conocidos y amigos a ir asumien-do, de manera gradual, la pérdida de su serquerido.

Se trata de una enfermera que trabaja enun hospital y se encarga de atender lasnecesidades de personas que acaban desufrir una pérdida, un conductor de ambu-lancias, un entrenador y una gimnasta. Laenfermera es la que se encarga de contactarcon los “clientes” que requieren los serviciosde este curioso grupo. Se autodenominanAlps y, para no ser reconocidos, cada uno deellos se relaciona con las personas para lasque trabaja empleando un mote, el nombrede una cordillera de los Alpes.

Como en sus dos trabajos anteriores,sobretodo en la película Canino (2009),Lanthimos acompaña a sus personajesmasculinos de un egocentrismo que provocala necesidad de escapar o de rebelarse,según el caso, de las mujeres que lo rodean.Los protagonistas de Alps escapan cadauno cómo pueden de su realidad, inmis-cuyéndose, e interpretando un papel impor-tante, un papel protagonista en la realidadde los otros, de sus clientes. Alrededor delpersonaje de la enfermera gira toda latrama, mientras el resto de sus compañerossaben que su trabajo en Alps es temporal,ella necesita de la seguridad que le suponeel poder vivir otras vidas distintas a la suya,de la que huye.

A los actores, ya que no son otra cosa losmiembros de Alps, cada uno por motivosdiferentes, les conviene la tranquilidad desaber que todo está escrito, qué han dehacer, qué han de decir, cómo deben reac-cionar antes los que sufren su pérdidas,esos dolientes que precisan de repetir cons-

Dos suicidios, uno premonitorio del otro,que Davis narra apoyado en un Flashbackminutos después de iniciada la película. Condistintos saltos de tiempo, debidamenteencadenados asistiremos a la transforma-ción dolorosa del amor, Hester que decideabandonar a su marido y la tranquilidad y elbienestar que este matrimonio le reportaba,abandona el coche con chofer para despla-zarse en metro por Londres, siente la tenta-ción de arrojarse a esas vías que, en otromomento sirvieron de refugio a los londinen-ses durante los bombarderos de la 2ª GuerraMundial, observa atónita como su galánheroico en tiempos de guerra se convierteen un alcohólico frustrado e incapaz decumplir sus expectativas. Una sucesión demomentos que terminan en la habitación delamor, en el féretro de Hester y en su necesi-dad de desaparecer antes que ha podidoequivocarse y que sus renuncias por amornunca valieron la pena.

Las sombras tenebrosas y el humorgótico de Burton.Sombras tenebrosas (2012) la última pelícu-la de Tim Burton, une de nuevo al tándemJohnny Depp – Tim Burton. Se trata de laversión cinematográfica de la serie de televi-sión que en los años sesenta creó y dirigióDan Curtis. Sombras tenebrosas cuenta lahistoria de Barnabás Collins, un joven liberti-no y mujeriego, perteneciente a una familiainfluyente y de dinero, lleva una vida desen-frenada y disoluta hasta que conquista yrompe el corazón de Angelique Bouchard,interpretada por Eva Green, una bruja que,despechada y celosa se venga de él convir-tiéndolo en un vampiro y enterrándolo vivo.

Barnabás consigue volver, ni como vivo nicomo muerto, doscientos años después.Regresa a su casa, a Collinwood Manor en elaño 1972. Una ubicación temporal que per-mite a Burton contar con una banda sonorachispeante y atractiva que contrasta con elcarácter gótico de los personajes, las locali-zaciones y los decorados.

La convivencia entre Barnabas y sufamilia con la matriarca, Michelle Pfeifferal frente y la psiquiatra de ésta, HelenaBonhan Carter dará lugar a numerosassituaciones de humor, la pasión y el terrorde la mano, los propondrán la nefasta rela-ción entre Barnabas y Angelique, dispuestaa acabar con toda la familia de Barnabas sino consigue que éste se enamore de ellaperdidamente. Una ambientación excep-cional para una historia de vivos que convi-ven con muertos, de seres monstruososque deben medirse con humanos, muchomás animales y peligrosos que los seres dela noche, como viene siendo habitual enBurton.

tantemente un último encuentro, una últimaconversación o discusión, para prolongarmás allá de lo imaginable la vida de los queya no están.

El espectador llega a dudar de que lospersonajes que completan el universo parti-cular de los integrantes de Alps sean reales,llegando a pensar que son clientes, quecualquier personaje que se cruce en la vidade estos cuatro actores de la muerte, es undoliente. De esa manera, los cuatro se pier-den en una maraña de realidades e irreali-dades que se balancean del mundo de losvivos, al de los muertos, hasta acabar con-fundiéndose.

La película de Lanthinos provoca, sindudas, cierta incomodidad al espectadorque asiste a una violencia contenida y en laque reconoce la cercanía del vacío existen-cial, tanto de los dolientes como de los susti-tutos a quienes pagan. Alps es una canto ala fragilidad de la línea que separa la cordurade la locura pueblan la película de Lanthi-nos.

El suicidio como renunciaLa película del director británico TerenceDavis (1945), The deep blue sea abrió lacuarta jornada del Festival de Cine de SanSebastián. Se trata de una adaptación de laobra de teatro homónima del escritorTerence Ratting, estrenada en 1952 que yafue adaptada a cine en 1955 por AnatoleLitvak. En la cinta de Litvak, la actriz VivianLeingh era la responsable de dar vida aHester, una joven londinense de clase alta,casada con un Juez del Tribunal Supremo yenamorada de un joven piloto de la RAF.Davis, para dar vida a la piedra angular deeste triángulo amoroso, ha contado con laoscarizada Rachel Welsz, a quien acom-pañan Tom Hiddleston y Sinmon RusselBeale en los papeles de amante y maridorespectivamente.

La Hester de Davis, contenida e inexpre-siva, sucumbe a sus tendencias suicidasarrastrada por el sufrimiento que le suponeun amor no correspondido como ella anhela.La película comienza con la lectura de unacarta que Hester escribe a un desconocido,una carta de despedida, una confesión queya adelanta los impulsos suicidas que pade-ce la protagonista. Ella se encuentra en unahabitación oscura y fría, la vemos a contra-luz, de espaldas, con el rostro hacia la ven-tana, un plano sobrio y una cuidada y delica-da fotografía que nos permiten ver a la pro-tagonista en un féretro que ella misma cierraal correr las cortinas y ocultar su dolor de lasociedad londinense de los 50, opresiva y, almismo tiempo, decadente, a quien ellamisma había retado al abandonar a su mari-do por el joven piloto.

Yolanda Cruz

número 9326 Adiós

Vivir más allá de la vida y del tiempo,primavera de cine

el Forest LawnMemorial Parkde Glendale,

legendario cemente-rio cercano a Holly-wood, en el estadonorteamericano deCalifornia, cobija losrestos de un buen

número de personajes ilustres del mundocinematográfico. Allí, el visitante puedeencontrar las tumbas de gentes comoSpencer Tracy, Elizabeth Taylor, Humph-rey Bogart, George Cukor, Errol Flynn,Ernst Lubitsch, Clark Gable, Lon Chaneyy una larga lista de grandes mitos delcine de todos los tiempos. En ese cam-posanto ajardinado y brillante de sol, exis-te un bello panteón labrado en mármolrosáceo, propiedad de la familia Selz-nick, apellido que corona la entrada almismo en grandes letras doradas. Den-tro, en el frontal de uno de los nichos,puede leerse en una placa sencilla: “DavidO. Selznick. 1902-1965”. Sin más. Sóloun nombre, y las fechas del nacimiento ymuerte del mítico productor de cine. Seha dicho, y escrito, que existe un epitafioque reza “El hombre que hizo ‘Lo que elviento se llevó’, pero no es cierto. Selznickquiso huir de esa aparente simplificaciónde su vida, porque su poderoso ego ledictaba que su contribución al cine no sepodía limitar a una sola película, por muyfamosa que esta fuera. Lo que desdeluego no consiguió Selznick es que, cuan-do murió de un ataque cardiaco a los 63años de edad, las notas necrológicas delos periódicos de todo el mundo nos recor-daran en grandes titulares que él, y sóloél, fue el creador de una de las películasmás famosas e imperecederas de la his-toria del cine. Así es la historia.

David O. Selznick fue el paradigma deproductor cinematográfico todo podero-so, controlador absoluto de todas y cadauna de las facetas de las películas que creóa lo largo de su extensa carrera profe-sional. Nació en Pittsburg, Pensilvania el10 de mayo de 1902, en el seno de unaacaudalada familia. Su padre fue Lewis J.Selznick, que trabajaba en la distribu-ción de películas. Durante su infancia y pri-mera juventud, David disfrutó de una vidarepleta de lujos y dinero. Su hermanoMarion y él recibían una paga semanal demil dólares de aquella época, hasta que,alrededor de 1923, la empresa familiarquebró.

Selznick empezó a buscarse la vida porsí mismo y en 1926 llega a Hollywood ycomienza a trabajar en los estudios de

la Metro-Goldwin-Mayer. Destaca, yasciende, enseguida. Era un ser inteli-gente, despierto, activo, incansable, quetrabajaba veinte horas al día, y que pre-tendía que todo el mundo a su alrededorhiciera lo mismo. Durante su trayecto-ria profesional agotó hasta la extenua-ción a centenares de secretarias, guio-nistas, directores, actores, colaborado-res de toda índole... Escribía memorán-dum a todas horas, y los dejaba en laspuertas de las alcobas y camerinos decualquiera que estuviera bajo sus órde-nes. Mandaba contratar y despedir a suantojo a cualquier miembro del rodaje deuna película, y le daba igual si se trata-ba de una estrella intocable o del mejorde los directores o guionistas que tuvoen su nómina.

El director Michael Powell, dijo de él:“Para tener una relación con David, hayque actuar de la misma forma en que losjabalíes hacen el amor, con mucho cui-dado”. Y para colmo de acaparamiento de

poder, nuestro productor se enamoró ycontrajo matrimonio, en 1930, nadamenos que con Irene Gladis Mayer, unaguapísima joven, hija del mandamás dela MGM, Louis B. Mayer, con quien tuvodos hijos, Daniel y Jeffrey. Se divorciaronen 1948, y un año después se casa conla actriz Jennifer Jones, protagonista de“Duelo al sol” y “La canción de Berna-dette”, con la que tuvo una hija, MaryJennifer, que se suicidó en 1975.

“Lo que el viento se llevó”David O. Selznick pasó de la Metro-Gold-win-Mayer a la Paramount, y más tardea la RKO. En todas estas grandes pro-ductoras de Hollywood dejó su sello. Fueel artífice de grandes éxitos de principiosde los años treinta, como “Doble sacrifi-cio”, “King Kong”, “Cena a las 8”, “AnaKarennina” o “Historia de dos ciudades”.En 1936 (era algo que tenía que sucedertarde o temprano), fundó “Selznick Inter-nacional Pictures”, su propia fábrica de

sueños, y ahí su poder creció hasta cotasestratosféricas.

Produjo “El jardín de Alá” y “El prisio-nero de Zenda”, y un día cayó en susmanos un proyecto que parecía, sobreel papel, irrealizable: llevar a la pantalla unaexitosa novela de Margaret Mitchel, pre-mio Pulitzer, titulada “Lo que el viento sellevó”, una historia de amor, pasiones yguerra civil, en el profundo, algodonero yracista Sur de Estados Unidos, llena degrandes personajes, complejas localiza-ciones y difícil reparto, con un carísimo pre-supuesto que incluía quemar nada másy nada menos que la ciudad de Atlanta.

La “fabricación” de “Lo que el vientose llevó”, es digna de aparecer con exclu-sivo capítulo aparte en cualquier historiadel cine. David O. Selznick asumió direc-tamente las riendas de todo el proceso deproducción de la película, desde el guión

que adaptaba la novela de Mitchel, hastael más mínimo de los detalles de deco-ración, fotografía, vestuario, efectos espe-ciales o contratación de extras y figuran-tes. Aunque para la posteridad apareceen los títulos de crédito como director delfilme Victor Fleming, dirigieron parte de“Lo que el viento se llevó” cineastas de latalla de Sam Wood, Reeves Eason, WilliamCameron Menzies o George Cukor, queterminaron abandonando el trabajo porenfrentamientos con Selznick. Otro tantoocurrió con el guión, que firma SydneyHoward, aunque en el mismo trabajaronplumas del calibre de Oliver Garret, JohnVan Druten o Ben Hetch. Construyó elproductor la ciudad de Atlanta en un deco-rado gigantesco para luego convertirlaen llamas; fichó a estrellas del calibre deClark Gable, Olivia de Havilland. ThomasMitchel o Leslie Howard, en aquelmomento intérpretes en todo su esplen-dor; dirigió él mismo algunas secuen-cias, el rodaje duró 125 días, y el pre-supuesto se disparó hasta alcanzar los 5millones de dólares de 1939. Menciónaparte merece la elección de la actrizque tenía que encarnar a Scarlett O’Ha-ra, la protagonista absoluta de la obra, yesa fue otra película. Hicieron pruebas parael papel, actrices de todo el mundo, algu-nas de ellas, se afirmaba, hubieran dadola vida por ese trabajo. Se barajaron nom-bres como los de Barbara Stanwyck,Joan Crawford, Paulette Goddard, Luci-lle Ball, Hedy Lamar y hasta KatharineHepburn. Y una mañana, Marion, el her-mano de David, se acercó al productor,le tocó en el hombro, y le dijo: “te presentoa Scarlett O’Hara”. Selznick se volvió,vio los ojos verdes de una bellísima actrizinglesa llamada Vivien Leigh, y comenzóla leyenda.

“Lo que el viento se llevó” es ya unmito de la historia del cine. ConsiguióOscar, éxito, hizo aún más rico a Selz-nick y a sus herederos, y es una piezaimprescindible para entender cómo sehacía el cine en los años dorados de lasproductoras hollywoodienses. Luego,David O. Selznick, contrató a Hitchcock,ganó más Oscars, lanzó la carrera deJennifer Jones, produjo “Duelo al sol”,“El tercer hombre”, “Rebeca”, “Recuer-da” y “Adiós a las armas”. Infinidad decosas, infinidad de éxitos. También, quisoevitar su propia nota necrológica. No lo con-siguió. Cuando murió, el 22 de junio de1965, no hubo noticiario, escrito, habla-do, o televisado que no dijera: “Ha muer-to David O. Seznick, el creador de “Loque el viento se llevó”.

El productor que intentó EVITAR SU PROPIA NECROLÓGICAGinés García Agüera

número 94 27Adiós

MUERTOS DE CINE

Lápida de David O. Selznick, únicamente con su nombre y las fechas,situada en la capilla familiar dentro de

una de las galerías del cementerio ForestLawn, en Glendale

el Panteónde Perso-nas Ilus-

tres del cemen-terio granadinode San José noha podido tenermejor estreno.Aún vacío desde

que se finalizó su construcción enel año 2010, esperaba acoger losrestos del primer difunto célebre yprestigioso, y ese ha sido FedericoOlóriz Aguilera (1855-1912), elcientífico que creó el sistema deidentificación dactilar que España yPortugal utilizaron hasta la irrup-ción de la informática. Olóriz iden-tificó y nombró hasta diez carac-terísticas propias de las huellasdactilares que ayudarían a reducir

el número de comparaciones nece-sarias para la identificación de unindividuo en una base de datos. Enhonor de este investigador y catedrá-tico de Anatomía Humana existe enGranada una avenida con su nom-bre, y varias calles más en locali-dades de la provincia (Huétor Tájar,Ojígares y Chauchina) pero aún fal-taba por llegar él. Aprovechando laocasión del centenario de su falle-cimiento, la Comisión de Honores yDistinciones del Ayuntamiento deGranada acordó el 14 de febrerode 2012, por unanimidad de todoslos grupos municipales y a pro-puesta de la consejera delegadade la Empresa Municipal de Cemen-terios S.A. (Emucesa), MaríaFrancés, conceder a Federico Oló-riz la distinción de ser inhumado (y

de paso estrenar) el Panteón dePersonas Ilustres. Dicho y hecho.

En ese mismo mes, los restosdel científico fueron exhumados enel cementerio de La Almudena deMadrid ante autoridades académi-cas y civiles que se trasladaron desdeGranada para presenciar el acto,en el que también estuvo como tes-tigo la biznieta de Federico Olóriz. Loshuesos fueron trasladados a la Uni-versidad de Granada, donde elcatedrático de Antropología FísicaMiguel Botella los estudió y con-firmó su identidad antes del solem-ne acto en el que, ya convertidosen cenizas, los restos serían denuevo enterrados.

La nueva inhumación se produ-jo a finales de febrero, justo cuandose cumplía el centenario de su falle-

número 9428 Adiós

FEDERICOOLÓRIZdejó huella

MIS QUERIDOS CADÁVERES

El médico e investigador granadino, creador del sistema de identificación dactilar, regresó a su tierra en el centenario de su fallecimientotras ser exhumado en el cementerio madrileño de La Almudena.

Federico OlórizAguilera (1855-1912).

Las cenizas deFederico Olórizestrenaron elPanteón deIlustres granadinoa finales defebrero,aprovechando elcentenario delfallecimiento delcientífico.

Texto: Nieves Concostrina

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el Departamento deAnatomía y Embriología

Humana de la Facultad deMedicina de la UniversidadComplutense de Madridguarda aún parte de lacolección de cráneos queFederico Olóriz recolectó porcementerios y hospitales detoda España con pacienciade santo. Llegó a reunirmás de 2.000 piezas desdeque se trasladó a Madridtras ganar en 1883 laCátedra Primera de

Anatomía. Un año despuéspublicó el trabajo“Recolección de cráneospara estudios antropológi-cos”, en el que señala lasnormas para obtener loscráneos, identificarlos y lostipos de mediciones que sedeben realizar. Así comenzóa crearse el MuseoCraneológico. El catedráticodebió de comenzar susestudios con las testas ensu ciudad natal, antes de sutraslado a Madrid, puesto

que doce de los cráneos lle-van una etiqueta en las quepone Facultad de Medicinade Granada que debieronser obtenidos durante eltiempo que fue ayudante yprofesor de Disección.

El objetivo de FedericoOlóriz era completar unamplio estudio con larecolección de cráneos entodas y cada una de lasprovincias españolas, perono lo consiguió. En supublicación “Índice Cefálico

en España” (1894) dejó versu desengaño por la falta decolaboración para obtenerdatos de ciertas provinciasespañolas. Fue entoncescuando abandonó suempeño craneoencefálico yse dedicó de lleno a ladactiloscopia, laespecialidad que le dio sustriunfos y que ahora le hanpuesto con todomerecimiento en el Panteónde Personas Ilustres deGranada.

Empeño “craneológico”

En junio de 2010, tal y comorecogió el diario “Ideal”, el alcaldede Granada, José Torres Hurtado(PP), sugirió que los primeros res-tos que recibiera el Panteón fueranlos de su homologo Manuel Fernán-dez-Montesinos Lustao, últimoalcalde constitucional republica-no de Granada y fusilado en 1936por los golpistas. Fernández-Mon-tesinos fue el marido de una her-mana de Federico García-Lorca.La iniciativa de Torres Hurtadofinalmente no cuajó, al menos porel momento, y quizás haya sidomás acertado dedicar el estrenodel Panteón de Ilustres a un cientí-fico y estudioso antes que a unpolítico que podría haber levanta-do suspicacias y marcado el futu-ro del recinto.

cimiento. Olóriz tocaba tierra, porfin, en su ciudad natal.

El Panteón de Personas Ilustresdel cementerio de Granada estásituado en el patio de la Virgen de lasAngustias. Es un pequeño edificio demármol, cristal y cobre, tan sobriocomo el gris que predomina. Suinterior cuadriculado alberga 90columbarios que, tras la llegada deFederico Olóriz, espera las cenizasde otros 89 ilustres ciudadanos quehayan destacado vital o profesio-nalmente en la capital granadina.El Ayuntamiento de la ciudad, através de la Comisión de Honoresy Distinciones, es quien ostenta laautoridad para otorgar el reconoci-miento de Persona Ilustre aten-diendo, o no, a las propuestas quese puedan presentar. La califica-ción de Persona Ilustre tendrá queser otorgada a título póstumo, unaespecificación que puede resultarobvia pero que no lo es tanto. Nosería la primera vez que alguien, envida, pretende asegurarse un lugaren un panteón de ilustres.

El Consistorio de Granada haacertado de pleno al aceptar comoprimer inquilino a Federico Olóriz,porque precisamente en la talla inte-lectual del ilustre debe de residirese derecho. Existen pretendidospanteones de celebridades de losque se han apropiado políticos ymilitares difuntos cuyos únicos méri-tos fueron políticas partidistas o el usode las armas; panteones en los quela ilustre intelectualidad brilla porsu ausencia. Federico Olóriz sientaun precedente para que en el recin-to de San José no entre cualquiera.

El Panteón de Personas Ilustres de Granada, en el cementerio de San José y con capacidad paraalbergar 90 urnas cinerarias, esperaba desde 2010 a su primer inquilino.

Momento de la exhumación de Federico Olóriz en el cementerio de La Almudena de Madrid, a mediados de febrero de 2012. Foto: J. Casares

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alo largo de la historia, pocos cuadros hanlogrado transmitir de una forma tan des-garradora la angustia de un ser humano

como “El grito”, que en diferentes versiones inmor-talizó el pintor noruego Edvard Munch (1863-1944). Estamos, sin lugar a dudas, ante una de lasprincipales obras pictóricas del movimiento expre-sionista y un icono de la cultura universal.

En no pocas biografías de Munch y ensayossobre “El grito” se apunta a la vida atormentadadel artista como la principal razón que le llevó a pin-tar esta impactante escena. En el presente artículotrataremos de arrojar algo de luz sobre las causasque probablemente llevaron a Munch a pintar dela manera en que lo hizo al personaje central delcuadro –que representa al propio artista– y alcielo de intensos colores rojos y anaranjados quedomina la escena. Dos cosas de naturaleza tan dis-tintas como unas momias peruanas y la erupción

de un volcán se esconden detrás de esas repre-sentaciones.

Hacia el año 1892, Munch escribió en su dia-rio el siguiente comentario: “Paseaba por un sen-dero con dos amigos –el sol se puso–, de repen-te el cielo se tiño de rojo sangre (...) –sangre ylenguas de fuego acechaban sobre el azul oscu-ro del fiordo y de la ciudad [Oslo]–, mis amigos con-tinuaron y yo me quedé quieto, temblando deansiedad, sentí un grito infinito que atravesaba laNaturaleza.”

El pintor noruego recrea en este pasaje unavivencia que tuvo casi una década antes, siendojustamente ese recuerdo de juventud el princi-pal motivo de inspiración del famoso cuadro. A fina-

número 9430 Adiós

Reflexiones tanato-atmosféricas sobre

“EL GRITO” de Texto: José Miguel Viñas y Nieves Concostrina

les de 2003, unos científicos de la Universidad deTexas publicaron un trabajo que llegaba a unaconclusión sorprendente: los rojizos atardeceresque se vieron en Noruega, en el resto de Europay en otros lugares del mundo, entre noviembre de1883 y febrero de 1884, impresionaron tanto alpor aquel entonces joven Munch, que dicha cir-cunstancia la dejó plasmada en el cielo de “Elgrito”. Una de las mayores y más violentas erup-ciones volcánicas ocurridas sobre la faz de la Tie-rra desde que los seres humanos habitamos el pla-neta, fue la responsable de esos cielos encendi-dos y de un importante enfriamiento a escala pla-netaria.

Antes de la explosión, Krakatoa era una isla

de tres conos volcánicos con un largo historial deerupciones. Dicha isla se situaba en el estrechode Sonda, entre las islas de Java y Sumatra, en Indo-nesia. Tras un par de siglos de aparente inactivi-dad, en marzo de 1883 el volcán comenzó a expul-sar fumarolas por uno de sus cráteres. En mayocomenzaron las explosiones, cada vez más violentasy frecuentes, hasta que finalmente el 26 de agos-to de 1883 a las 10 de la mañana la isla entera saltópor los aires.

Fue tal la violencia de la explosión, que en 40kilómetros a la redonda el ruido rompió los tímpanosde las personas que allí se encontraban, pere-ciendo muchas de ellas. En cientos de kilóme-tros a la redonda se hizo literalmente de noche. La

La GaleríaNacional de Oslo

guarda “Elgrito”, pintadoen 1893 por elnoruego Edvard

Munch (1863-1944).

MomiaChachapoyascon laposturacaracterísticaque tambiénle ha valido elnombre de“momiagritona”.

número 94 31Adiós

ARTE

onda sonora se propagó de tal manera que laexplosión se llegó a oír en Madagascar, a 6.000kilómetros de distancia. Aparte del devastadortsunami que provocó el cataclismo, la nube volcá-nica se elevó hasta cerca de los 80 kilómetrosde altura, incorporándose a la atmósfera unaenorme cantidad de materiales que, rápidamen-te, se dispersaron por todo el globo, dando lugar,en los meses siguientes a la erupción, a unos cie-los turbios, ocres y muy encendidos durante lassalidas y las puestas de sol en muchos lugares delmundo, viéndose por la noche la luna de un colorazulado. Aquella fue la primera erupción volcáni-ca de la que tuvo conocimiento todo el mundo, gra-cias a la prensa, que durante meses cubrió lacatástrofe.

Aunque lo primero que uno piensa cuando ve“El grito” es que se trata de un hombre gritando–presa del pánico–, en realidad lo que está hacien-do es taparse los oídos, supuestamente ante unensordecedor ruido. Las líneas sinuosas que danforma al personaje y que aparecen tras él y en elcielo, estarían representando precisamente eseestruendo. El sonido de la explosión no llegó hastaNoruega, ni por tanto a los oídos de Munch, por loque es lógico pensar que el atormentado pintorconocía dicha circunstancia gracias a las detalladascrónicas periodísticas de la época.

Volviendo a la investigación llevada a cabopor los científicos de la Universidad de Texas, paracomprobar que los cielos rojizos retratados porMunch se correspondían con alguno de loscrepúsculos vespertinos que durante el inviernode 1883-84 debió ver en Kristiania –nombreque por aquel entonces tenía la actual Oslo–,visitaron la capital noruega y, gracias a los datosque pudieron extraer del diario del artista, loca-lizaron el lugar exacto donde Munch vivió suexperiencia. Con ayuda del cuadro, determina-ron que el artista vio esos cielos mirando haciael Sur-Oeste, lo que encajaba con la dirección dela puesta de sol. Caso resuelto.

La momia inspiradoraY una vez expuesta la teoría geo-meteorológica,queda añadir la hipótesis funeraria y preguntar-se qué pudo inspirar a Munch para plasmar esaexpresión cadavérica en el personaje central de“El grito”. La respuesta puede estar en las momiasChachapoyas.

El cómico nombre de Chachapoyas parecerestar importancia a esta cultura pre-inca, loca-lizada en el departamento de Amazonas, al nortede Perú, y que fue descrita hace poco más detres lustros.

Fue un grupo de campesinos el que en 1996

encontró un enterramiento con 200 momias en lascercanías de la Laguna de los Cóndores, conoci-da también ahora como la Laguna de las Momias.Las tumbas estaban en altura, aprovechando lascuevas naturales de un acantilado, por lo que esfácil deducir que los vivos se jugaban la vida esca-lando riscos para dejar a sus muertos aislados yevitar profanaciones. Pero en cuanto aquel grupode campesinos desveló el lugar de los enterra-mientos, los saqueadores de tumbas comenzarona hacer de las suyas.

El Instituto Nacional de Cultura de Perú seplantó de inmediato en la zona y pudo salvarmuchos fardos funerarios y muchos ajuares, perosobre todo pudieron recuperar una serie de momiasque dejaron estupefactos a los arqueólogos. Entrelas más sorprendentes están las de madres a lasque momificaron con sus bebés, y otras con lasmanos en la cara. Los Chachapoyas, también

conocidos como “hombres de las nubes” por ocu-par los bosques brumosos del norte de Perú,embalsamaban muy bien a sus colegas muertoscon hierbas y mejunjes que aún hoy intentan des-cifrar los expertos.

Vestían y calzaban con mucho cuidado a susdifuntos y tensaban sus articulaciones. Es decir,les hacían una especie de ovillo, de manera simi-lar a cuando uno se sienta de culo con las rodillaspegadas al pecho y con las piernas agarradascon las manos.

En esta postura los metían en canastos depaja y luego envolvían mucho y bien al fallecido paraaislarlo del ambiente exterior y facilitar la momi-ficación. Pero a veces, las manos, en vez de aga-rrar las piernas, se colocaban sobre la cara, comotapándola. Con el paso del tiempo, cuando eldifunto adquiría su nueva condición de momia, loque se mostró ante los arqueólogos es una momiacon rostro de terror, porque la boca está abiertadebido a que la mandíbula inferior se ha descol-gado y las manos aparecen tapando la cara. Pre-cisamente por este peculiar gesto se las conocecomo “momias gritonas”.

Hasta no hace mucho, se sospechaba que esegesto desgarrado significaba que la muerte habíasido espantosa, pero ya hay nuevas teorías plan-teadas por especialistas del Instituto Americanode Arqueología. Cuando aparece una momia conese gesto gritón, la culpa es de la articulacióntemporomandibular, la que sujeta la mandíbula alcráneo, y que al dejar de cumplir su función pro-voca que la boca se abra. Si a esta boca exage-radamente abierta añadimos, como en el casode algunas momias Chachapoyas, que las manosestán puestas sobre la cara, el resultado es un ros-tro de espanto.

A principios de 2009, expertos del InstitutoAmericano de Arqueología publicaron en la revis-ta “Archaeology” que Munch no captó la esenciade la angustia existencial en “El grito”, sino que,muy posiblemente, realizó el retrato de una momiaboquiabierta que había contemplado en el Museodel Hombre de París, durante una visita que rea-lizó con Paul Gauguin. Y lo que dibujó Munch,según esta hipótesis, no era un grito, sino unacara desecada con la mandíbula desencajada,inspirada en una momia peruana del Museo.

Aquella momia, con el calificativo generalistade “peruana” a finales del siglo XIX, ya ha sidodescrita en el siglo XXI como propia de la culturaChachapoyas. Lo que vio Munch en París era unamomia gritona, pero, dado que el artista lleva 68años muerto, ya es tarde para confirmar si unamomia Chachapoyas, de similar gesto a su per-sonaje gritón, fue la que inspiró su obra.

Munch

Erupción de2009 del Anak-Krakatoa,el volcán “hijo” quesurgió en unade laspequeñas islasen que quedóconvertida laisla deKrakatoa.

En los riscos que rodean la Laguna de los Cóndores, en el departa-mento de Amazonas (norte de Perú) se descubrieron en 1996 los

fardos funerarios que guardaban a las momias Chachapoyas.

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