las máscaras estaban, a su decir divinas, · del inventado vocablo: la de “afilar” con sus...
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Las máscaras estaban, a su decir divinas,
con el rostro cubierto por el negro antifaz,
los palcos encantaban llenos de serpentinas…
¡Las mujeres tan lindas y los hombres de frac!...
Morales, Tomás. Vacaciones sentimentales (poema VIII)
Fuente: LAFORET, Juan José. Carnaval: 525 años de historia:
Fiestas Fundacionales.
En: El arte del Carnaval
“Han desaparecido ya las antiguas tapadas,
que hacen su aparición a finales del siglo
XVIII, damas de la buena sociedad que se
mezclan con el pueblo en el carnaval,
cubriéndose el rostro con máscaras o
rebozos. Su campo de actuación era las horas
del paseo en los días de fiesta en «que había
ventorrillos y cajas de turrón con el objeto de
vigilar al marido, al novio o personas que las
venía a cuento, a los cuales era el chiste
pedirles la feria». Se ha llegado a pensar, y
con cierta razón, que en algunas ocasiones las
tapadas podrían esconder debajo del refajo
dieciochesco de blonda a algún
«representante del género masculino».
Fuente: ALEMÁN DE ARMAS, Gilberto. Carnaval.
En: Una visión de Canarias en el siglo XIX.
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“A mediados del siglo XIX se continuaba celebrando el carnaval en
fechas tempranas. (…) En general, todos los jueves y domingos
anteriores al martes de carnaval se participaba en jolgorios y
mascaradas. Pero dos jueves anteriores eran bastante singulares. Nos
referimos a los de compadres compadres compadres compadres y comadrescomadrescomadrescomadres.
Los ingleses celebraban el día de San Valentín como el patrón de los
enamorados. Los refranes recogen que en estas fechas se acoplan los
pájaros, por lo que se comprende que esté asociado con los mecanismos
que integran dentro de la fiesta invernal a los novios, a los jóvenes
solteros y a los cornudos, a las cofradías de hombres engañados que
pululaban por Europa. En Canarias, como en el conjunto del Estado
español, tal fiesta es sustituida por los jueves de compadres y
comadres, tradición que recuerdan nuestros abuelos, pero que en la
actualidad se ha perdido.
Los jueves de compadres y comadres sirven para realzar las
amistades y ayudarse mutuamente los hombres y las mujeres con el
vínculo del compadrazgo en la permanente oposición y complemento
entre ambos”.
Fuente: HERNÁNDEZ GONZÁLEZ, Manuel. Fiestas y creencias en Canarias en la Edad
Moderna.
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ORDENANZAS MUNICIPALES
Artículo 31 Año 1890
1ª. Durante el día será permitido andar por
las calles con disfraz y careta, siempre
que las máscaras guarden el orden y
compostura debidos”.
2ª. Se prohíbe usar para disfraz los trajes
de los ministros de las religiones, de los
altos funcionarios, de la milicia y del
estado y cualquier otro que simbolice
alguna institución del estado o de la
religión.
3ª. Se prohíbe a las máscaras hacer
parodias que puedan ofender a la
Religión, a la decencia y a las buenas
costumbres, dirigir insultos o bromas de
mal género y usar de palabras o ejecutar
acciones o gestos que sean contrarios a la
moral y al decoro. Queda terminantemente
prohibido que los hombres se disfracen
con traje de mujer.
4ª Se prohíbe a los enmascarados llevar
armas o espadas, aunque lo requiera el
traje que vistan.
5ª En los bailes no se permitirá la entrada
a ninguna persona que lleve armas o
bastón, aunque tengan derecho a usarlas,
excepto a las autoridades.
6ª Sólo la autoridad o sus agentes podrán
obligar a quitarse la careta a la persona
que hubiese cometido alguna falta o
faltase al decoro, o promoviese disgustos
en público.
Fuente: ALEMÁN DE ARMAS, Gilberto. Carnaval.
“La Srta. Onagra Lorenzo Díaz, reina del Carnaval
de Santa Cruz de Tenerife en 1935, en
representación del Recreo. (Foto Adalberto
Benítez).
Fuente: SANTOS PERDOMO, Amparo. Historia del Carnaval de
Santa Cruz de Tenerife.
En: Historia del Carnaval, p.161
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“La simbología de los Diabletes de Teguise, que llevan una de las máscaras más
interesantes de todo el Carnaval canario. Una máscara de claras raíces
americanas, seguramente importada por algún emigrante lanzaroteño, y que
habría que explicar conjugando estos tres elementos: diablo, chivo, pastor,
como certeramente nos explicó el profesor Agustín de la Hoz.”
Fuente: ALONSO QUINTERO, Elfidio. Estudios sobre el folklore canario.
En: www.lavozdelanzarote.com
“En La Palma, las primeras manifestaciones directas de empolvados que
conocemos en el carnaval las encontramos en 1867. El periódico grancanario El
Ómnibus, de 30 de marzo de 1867, publica una crónica fechada en Santa Cruz de
La Palma, el 16 de marzo de ese mismo año, que dice: «Indudablemente hemos
progresado, y vamos ya muy adelantados en la escala de la civilización. Esa brutal
costumbre de jugar los Carnavales derramando cubos de agua sobre los
transeúntes, sin atender el estado de un cuerpo, ni a consideración de ninguna
especie; esa bárbara diversión que tantas víctimas causó, hasta no hace muchos
años, ha desaparecido ya completamente. Todos los juegos se reducen á tirar á las
ventanas huevos llenos de harina ó polvos de olor (especie de bombardeo); entrar
en las casas a empolvar y bailar; máscaras y parrandas por las calles, y otras cosas
por el estilo. No es esto la muerte del Carnaval; sólo es su refinamiento. Difícil
parece que se borren estos tres días de regocijo, del gran código de las leyes
humanas»”.
“El lunes de Carnaval en Santa Cruz de La Palma una batalla de polvos de talco
recibe a los «indianos», que regresan de las Américas portando jaulas con loros,
baúles, gigantescos cigarros puros, esclavos, leontinas y espejuelos, mientras la
música caribeña no cesa”.
Fuente: HERNÁNDEZ PÉREZ, María Victoria. La isla de La Palma: las fiestas y tradiciones.
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En: La Isla de La Palma: las fiestas y tradiciones, p.95
“Durante el carnaval, las calles de Arrecife presentan una animación que no
hubiese sospechado viendo el silencio de muerte que allí reinaba unas
semanas antes. Durante todo el día circulan grupos de mujeres y hombres
disfrazados. El vestuario que se usa en estas mascaradas es el de los
campesinos, que ya solamente llevan unos pocos viejos. (…)
A la cabeza de cada grupo va gente de ambos sexos tocando la guitarra y
cantando. El resto los acompaña también cantando y provistos de unas
vejigas de pescado enormes con las que golpean a todos aquellos que
encuentran. A cada momento entran en las casas y se ponen a bailar hasta
que se les haya servido un vaso de vino o de aguardiente. Desgraciado de
aquel que rehúse aceptar esta costumbre. Enseguida asaltarían su casa.”
Fuente: VERNEAU, René. Cinco años de estancia en las Islas Canarias.
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Desde que venga febrero
los marinos van llegando,
y para los Carnavales
los buches se van inflando.
Mi primo el de Basilisa
con el pellejo arrugao,
pa correr los Carnavales
desde la costa ha llegao
Fuente: ALONSO QUINTERO, Elfidio. Estudios sobre el
folklore canario.
En: www.deiweb.com
En: www.el-nacional.com
“Esta manifestación cultural que centramos en la Isla de El Hierro
se nos presenta cada Domingo y Martes de Carnaval desde
tiempos que se escapan de la memoria de los más viejos del lugar.
En ella un grupo de personas, normalmente algunos jóvenes del
pueblo que suelen ser siempre los mismos, corren por las calles
enfundados en una característica vestimenta realizada
prácticamente al completo con pieles o zaleas de carneros u
ovejas. En esta descripción nos centramos en Los Carneros de
Tigaday.”
Fuente: FAJARDO HERNÁNDEZ, Ricardo. Los carneros de la isla de El Hierro: una
valoración antropológica de los carnavales tradicionales.
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“En 1961 los chicharreros se ven
recompensados por su civismo, humor y
constancia cuando, después de la guerra,
se autoriza el carnaval de Santa Cruz de
Tenerife, disfrazando el nombre por el de
«Fiestas de Invierno».
Fuente: GONZÁLEZ HERNÁNDEZ, Dulce María.
Afilarmónica Ni Fú-Ni Fá a través del tiempo.
En: www.tgtfe.es
“Cuando nuestros vecinos tinerfeños se idearon lo
de trastocar el Carnaval por Fiestas de Invierno,
para de alguna manera dar rienda suelta a sus
sentimientos festeros, Agüimes aprovechó – como
ya hemos reseñado por algún otro sitio de este
libro- para desenmascararse, disfrazándose ya con
mucha más soltura, al encubrirse con este mismo
nombre. Y hasta se declararon “fiestas de interés
turístico” por la correspondiente Delegación
provincial del momento.”
Fuente: HERNÁNDEZ MARTÍN, Orlando. El carnaval de Gran
Canaria: 1574-1988.
En: El carnaval de Gran Canaria, p. 43
“Sin embargo una nueva
gala le ha venido a quitar
buena parte de su
protagonismo a la de la
Elección de la Reina. Se
trata de la Gala de Drag
Queen.”
Fuente: LAFORET, Juan José.
Carnaval: 525 años de historia:
Fiestas Fundacionales.
En: Carnaval, carnaval, p.77 En: www.sobrecanarias.com
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“El mataculebras o el ritual de matar la culebra es uno de los
géneros más curiosos e interesantes del folklore musical de las
Islas Canarias. Forma parte del folklore de emigración.
Constituye una de las aportaciones que, a finales del siglo XIX y
principios del XX, hicieron los emigrantes que regresaron de
Cuba”.
Fuente: UNIVERSIDAD DE LA LAGUNA. Centro Superior de Educación. Grupo Folklórico. El folklore
maldito de las Islas Canarias. Lorenzo Perera, Manuel J. (investigación, estudio y dirección).
En: www.marchaymas.com
Fuente: LORENZO PERERA, Manuel. Matar la
culebra: una tradición canaria de origen afro-
cubano.
“Una de las cosas propias del Carnaval en los Estados andinos
venezolanos es el empleo de las cáscaras de huevos que rellenan
con perfumes, granos de arroz o arenillas. Dichas conchas, en
un descuido de los participantes en tales regocijos populares, las
revientan sobre el cuerpo del adversario y constituyen una
jacarandosa diversión.”
Fuente: DOMÍNGUEZ, Luis Arturo. Fiestas tradicionales de los Estados Andinos Venezolanos
“Que la culebra se murió Calabasón, son, son…”. “La culebra se murió Calabazún, zun, zun, Yo mismito la maté. Mírale los ojos Que parecen candela; Mírale los dientes Que parecen alfiler. …………………………… La culebra se murió Sángala muleque”
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“La torrija, como se sabe, es uno de los manjares en el Carnaval,
sobre todo en la isla de Tenerife, mientras que en la provincia de
Las Palmas predomina la tortilla de leche…”
Fuente: ALONSO QUINTERO, Elfidio. Estudios sobre el folklore canario.
En: Afilarmónica Ni Fú-Ni Fá a través del tiempo, p. 96(2)
En: Afilarmónica Ni Fú-Ni Fá a través del tiempo, p. 42
“En 1954, puesto que la permisión en años anteriores había sido la tónica habitual,
surgió una murga, – génesis de la legendaria murga “Nifú-Nifá”-, a la que sus
componentes “bautizaron” con el nombre de “Los Bigotudos” por los enormes
mostachos que lucían con su disfraz de banda de música circense, y, puesto que
había que omitir la palabra “murga” para denominar genéricamente a su
agrupación carnavalera,– pues el veto de la fiesta, en anteriores años, arropaba
también la prohibición del empleo de cierta terminología o léxico que guardara
estrecha relación con la misma -, buscaron otro vocablo similar y apropiado a la
faceta humorística de estos colectivos, omitiendo otros ya utilizados por otras
murgas como el de “charanga”, “simplifónica” y “mamarrachofónica”, por citar unos
ejemplos, hasta que decidieron la locución “Afilarmónica”, producto de la ingeniosa
y acertada idea humorística de anteponer el prefijo “a”, – como partícula privativa -,
a la voz “filarmónica”, o sea, el entender que una murga es lo contrario de una
filarmónica; conllevando también, de una forma socarrada, la verdadera intención
del inventado vocablo: la de “afilar” con sus canciones, con sus letras y su crítica,
pues en el argot popular “afilar la lengua” es sinónimo de “criticar muy
agudamente”.
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“Los Personajes del Carnaval representan la rebeldía e imaginación popular que no puede ser limitada por lo oficial. Dan vida a la historia del Carnaval y añoran (tal vez sin saberlo), los tiempos de prohibición. Situar a estos personajes en algún colectivo carnavalesco, dentro de la programación institucionalizada, es impensable. Desde su máscara, todos y cada uno de ellos, constituyen la manifestación más pura del embrujo individual de la mascarada en la transformación de la propia identidad.”
Fuente: LEAL MUJICA, Cirilo. Personajes del carnaval: memoria viva del pueblo.
En: Los personajes del Carnaval
“Uno de los desfiles simbólicos por excelencia, en el carnaval canario,
es el “entierro de la sardina”. Los numerosos símbolos fálicos que
aparecen en los carnavales, los juegos y la inversión de estos mismos
roles, las bodas ficticias de jóvenes y viudos, y, en fin, las
manifestaciones de erotismo y sensualidad son aspectos que, en su
conjunto, refuerza el paradigma ya clásico del carnaval como un ritual
de fertilidad y fecundidad que se dramatiza de forma especial en el
entierro.”
Fuente: Los símbolos de la identidad canaria.
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“Curioso es el caso del pueblo de Masca (Buenavista del Norte. Tenerife)
donde la sardina no se le prendía fuego sino que la desriscaban- con la
intención de acabar con el mal- en el tramo conocido como Barranco
Hondo”
Fuente: UNIVERSIDAD DE LA LAGUNA. Centro Superior de Educación. Grupo Folklórico. El folklore maldito de las Islas
Canarias. Lorenzo Perera, Manuel J.
En: www.disfrutatenerife.com