Las motivaciones de la acción

Ya en su obra de 1937 Parsons se propone desentrañar la naturaleza de una entidad compleja: la acción social. Para ello parte de un análisis teórico que va a tender a desmenuzar de un modo minucioso la llamada unidad del acto. La acción social es un compuesto de elementos en los que participa el sistema social en su conjunto, con todo el conjunto de determinaciones que suman complejidad en cada una de sus partes. La acción aparecen entonces como un sistema en el que intervienen distintas instancias, todas ellas también sistemáticas, es decir, susceptibles de una descomposición en elementos, relaciones entre elementos y relaciones entre relaciones. En esa empresa, es sumamente complejo el aporte que las diversas partes le hacen al todo, cada una de ellas a su vez en dependencia e intercambio con todas las demás.

El sistema dinámico

Hay un presupuesto general, tanto interno a la teoría de sistemas, como externo, esperado por sus detractores, según el cual un sistema tiene como requisito para su definición el hecho de reproducirse en estados posteriores idénticos desde el punto de vista informacional. Ese presupuesto suele atentar contra la idea de un sistema dinámico o abierto al cambio en el cual nuevas informaciones, nuevas exigencias o simplemente inputs, conducen a una restructuración de algunos de sus subsistemas, componentes o relaciones, sean internas o entre ambos. El cambio adaptativo, por la semántica misma de esta noción, propone de entrada que la conservación es jerárquicamente superior a la transformación.La idea de un sistema dinámico no debería tener en principio una incoherencia respecto de las relaciones entre innovación y conservación: un sistema que aprende y se readapta es una posibilidad verosímil ante tal panorama.