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LAS CONDICIONES LABORALES EN EL ÁMBITO DEL TRABAJO SOCIAL Estudio preliminar sobre la incidencia en el ejercicio profesional en la provincia de Tucumán - Año 2015 Grupo de estudio e investigación “Estado, Políticas Sociales y Condiciones laborales” Editorial Colegio de Profesionales en Servicio o Trabajo Social de Tucumán

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  • LAS CONDICIONES LABORALES ENEL ÁMBITO DEL TRABAJO SOCIAL

    Estudio preliminar sobre la incidencia en el ejercicioprofesional en la provincia de Tucumán - Año 2015

    Grupo de estudio e investigación “Estado, Políticas Sociales y Condiciones laborales”

    Editorial Colegio de Profesionales en Servicio o Trabajo Social de Tucumán

  • LAS CONDICIONES LABORALES ENEL ÁMBITO DEL TRABAJO SOCIAL

    Estudio preliminar sobre la incidencia en el ejercicioprofesional en la provincia de Tucumán - Año 2015

    AUTORÍA Y REDACCIÓN

    Fiorella Cademartori, Fernanda Erimbaue, Doris Mansilla,Silvana Pereira y Claudia Montoya

    Grupo de estudio e investigación “Estado, Políticas Sociales y Condiciones laborales”

    Editorial Colegio de Profesionales en Servicio o Trabajo Social de Tucumán

  • Autoría y redacción: Fiorella Cademartori, Fernanda Erimbaue, Doris Mansilla, Silvana Pereira y Claudia Montoya.

    Revisión y edición final del estudio: Fiorella Cademartori y Fernanda Erimbaue.

    Fotos: Fiorella Cademartori, Fernanda Erimbaue, Doris Mansilla, Silvana Pereira y Claudia Montoya.Correo electrónico: [email protected]

    El contenido de este informe es de libre circulación. En caso de reproducción total o parcial, citar la fuente.

    Colegio de Profesionales en Servicio o Trabajo Social de TucumánSede (actual): 9 de julio 358 – Of. 1 y 2.Teléfono: (381) 484 - 3601 / Celular: 153-607011Correo Electrónico: [email protected]

    Las condiciones laborales en el ámbito del Trabajo Social : estudio preliminar sobre la incidencia en el ejercicio profesional en la provincia de Tucumán-año 2015 / Fiorella Cademartori ... [et al.] ; editado por Fiorella Cademartori ; Fernanda Erimbaue ; fotografías de Fiorella Cademartori ... [et al.]. - 1a ed . - San Miguel de Tucumán : Colegio de Profesionales en Servicio o Trabajo Social Tucumán, 2019. Libro digital, PDF

    Archivo Digital: descarga y online ISBN 978-987-28640-1-9

    1. Trabajo Social. 2. Condiciones de Trabajo. 3. Derecho al Trabajo. I. Cademartori, Fiorella, ed. II. Erimbaue, Fernanda, ed. CDD 361.32

    mailto:colegiotrabajosocialtucuman%40gmail.com?subject=

  • Órganos de Gobierno del Colegio Profesional: Gestión 2016/2019

    CONSEJO DIRECTIVO

    Presidenta: Lic. Silvia del Carmen Costaz Secretaria: Lic. María Cecilia NacusseTesorera: Lic. Silvia Ester del Valle Suárez Vocal 1era: Dra. Fiorella Cademartori Vocal 2da: Lic. María Eugenia TeránVocal 3era: Lic. María Eugenia MorellVocal 4ta: Lic. Noelia Lorena TapiaVocal 5ta: Lic. Eliana del Valle Gauna Vocal 6ta: Lic. Elba Soledad Roldán

    TRIBUNAL DE ÉTICA Y DISCIPLINA

    Presidenta: Lic. María Fernanda LencinaVocal Titular 1era: AS. Graciela María Lis Lagoria Vocal Titular 2da: Lic. Beatriz de los Angeles Luque Vocal Suplente 1era: Lic. Virginia Eva PakerVocal Suplente 2da: Lic. Nora Mabel Quipildor

    COMISIÓN REVISORA DE CUENTA

    Titular: Lic. Analía ThomasSuplente: Lic. Alfredo Mamaní

    INTEGRANTES DEL GRUPO DE ESTUDIO “ESTADO, POLÍTICAS SOCIALES Y CONDICIONES LABORALES”

    Dra. Fiorella CademartoriLic. Fernanda ErimbaueLic. Doris MansillaLic. Rossana MedinaLic. Claudia MontoyaLic. Paula PazLic. Silvana Pereira

  • Dedicatoria (s)

    A todas y todos las y los trabajadores que con sus labores y actividades cotidianas, de-fienden el acceso y la conquista de derechos, y luchan por aquellas demandas y

    reivindicaciones que aún nos quedan conquistar,

    A nuestra compañera y colega, Laura Iglesias, víctima de femicidio en mayo de 2015, consecuencia de las condiciones de precarización laboral en las que ejercía su trabajo en

    el Patronato de Liberados de la Provincia de Bs. As,

    A quienes (parafraseando a Lohana Berkins) “en un mundo de gusanos capitalis-tas, tienen coraje para ser mariposas”.

  • Índice

    Palabras preliminares del Consejo Directivo 13

    Palabras iniciales del GEI: La necesidad de (re) conocer nuestras condiciones laborales 15

    “Del cuánto, cómo, dónde y cuándo…”. Aclaraciones metodológicas 17

    1era parte

    “Para muestra, basta un botón”. La caracterización del mercado de trabajo a nivel nacional y provincial 19

    “¡Cuánto trabajo, mujer!”. La particularidad del mercado laboral desde la perspectiva de género 25

    2da parte

    La composición de la muestra y las características personales de la fuerza de trabajo: edad, lugar de residencia, trayectos formativos y matriculación 29 Franjas etarias Lugares de residencia

    Instituciones académicas y trayectos formativos

    Evaluación de la formación académica y trayectos formativos

    La valoración de los contenidos curriculares de la formación académica en el desempeño/ejercicio profesional

    Aportes y lecturas de las TS en función de conocimientos teóricos proporcionados y no proporcionados en los diversos trayectos de formación académica

    Matriculación

    “Conseguí un empleo, después otro, y después otro más…”. Cantidad de empleos, incorporación y rotaciones en el mercado laboral 41 Empleos Ingreso al mercado laboral Antigüedad en las instituciones y rotaciones laborales

    “Quiénes nos emplean, cómo y para qué nos contratan”: Organismos empleadores, modalidades contractuales y ámbitos principales de intervención 47 Organismos empleadores Modalidades contractuales Ámbitos y áreas de trabajo Organización del trabajo

  • “No solo con palabras ejercemos nuestra profesión”: Características del medio ambiente laboral y medios y herramientas de trabajo 55 Medio ambiente laboral: condiciones físicas Medios y herramientas de trabajo

    “¿Cuánto vale nuestra fuerza de trabajo?”: Jornadas laborales y salarios 61 Jornadas laborales Salarios y remuneraciones El género, los salarios y las modalidades contractuales

    La continuidad en la calificación y formación profesional ¿incentivo o desaliento? 71

    Los derechos laborales y la defensa en torno a éstos: participación y organización gremial 74 Accesibilidad y garantía de derechos laborales Participación y organización gremial

    3era parte

    A modo de conclusiones 79

    Propuestas / sugerencias de las y los colegas al Colegio Profesional 82

    Bibliografía utilizada y sugerida para profundizar el tema 85

    Posters. Presentación pública realizada en actividades de conmemoración del Día de las y los TS en Argentina (15/12/2017) 87

    Problematizando el tema colectivamente: Propuestas de talleres – debate para realizar en los luga- res y ámbitos de trabajo 93

    Anexos 97

  • Tablas y gráficos

    Tabla N. 1 Tasa y evolución de la Actividad y Empleo -Gran Tucumán- 2004 - 2015Tabla N. 2: Participación por géneroTabla N. 3: Edades según año de nacimiento Tabla N.4: Lugares de residenciaTabla N.5: Institución de formaciónTabla N.6: Instituciones de formación (agrupados)Tabla N. 7: Población de 25 años y más. Máximo nivel de enseñanza alcanzadoTabla N. 8: Valoración de conocimientos obtenidos en la formación académica para el ejercicio profesionalTabla N.9: Año de matriculación de las Trabajadoras Sociales Tabla N. 10: Cantidad de empleosTabla N.11: Formas de ingreso al empleo (por puestos de trabajo)Tabla N. 12: Años de ingreso al mercado laboral y a los actuales empleos (1ro y 2do) Tabla N. 13: Tiempo en la institución (en años)Tabla N.14: Organismo e instituciones empleadoras (1ros y 2do empleos y por puestos de trabajo) Tabla N.15: Modalidad contractual en 1er y 2do empleo y por puestos de trabajoTabla N.16: Duración contratos en TS con modalidades no estables / renovables (en meses)Tabla N.17: Área de trabajo e intervención por puestos de trabajo Tabla N. 18: Principales funciones/tareas/técnicas realizadasTabla N. 19: Existencia de trabajadoras no graduadas en ámbitos laborales de la disciplina Tabla N. 20: Condiciones físicas del lugar de trabajoTabla N. 21: Características descriptivas de los ámbitos laborales Tabla N. 22: Medios y/o Herramientas de trabajo (1ros empleos) Tabla N. 23: Medios y/o Herramientas de trabajo (2dos empleos) Tabla N. 24: Jornadas laborales - Cantidad de horas semanales Tabla N. 25: Composición de los hogaresTabla N. 26: Realización de Horas Extras Tabla N. 27: Cantidad de horas extras Tabla N. 28: Retribución de horas extras Tabla N. 29: SalariosTabla N. 30: Salarios percibidos por áreas de trabajo (1ros empleos) Tabla N. 31: Salarios promedios según modalidad contractualTabla N. 32: Género y promedios salariales (1ros empleos) Tabla N. 33: Género y promedios salariales (2dos empleos)Tabla N. 34: Género por modalidad de contratación (1eros empleos) Tabla N. 35: Medios de actualización y formaciónTabla N. 36: Participación en organizaciones gremialesTabla N. 37: Participación en actividades del Colegio Profesional

    Gráfico N. 1: Tasa de evolución de empleo en Gran Tucumán 2004 – 2015 (meses 6 y 12 de cadaaño)Gráfico N. 2: Tasa de desocupación y tasa de subocupación demandante en Tucumán 2003 – 2015(1er y 4to trimestre) (Conglomerado San Miguel – Tafí Viejo)Gráfico N. 3: Franjas etarias Gráfico N.4: Lugares de residenciaGráfico N. 5: Instituciones de Formación (agrupadas)Gráfico N. 6: Valoración de conocimientos obtenidos en la formación académica para el ejercicioprofesional (n = 184)Gráfico N. 7: Año de Matriculación agrupado (n = 197)

  • Gráfico N. 8: Cantidad de empleos y puestos de trabajo Gráfico N. 9: Formas de ingreso a los empleos (1ros y 2dos)Gráfico N. 10: Años de ingreso al mercado laboral y a los actuales empleos (comparativo) Gráfico N. 11: Rotaciones laborales de las y los TS desde su ingreso al mercado laboral Gráfico N. 12: Organismos empleadores según 1ros y 2dos empleos y por puestos de trabajo Gráfico N. 13: Cambios de modalidad contractual desde el ingreso a los 1ros y 2dos empleos Gráfico N. 14: Principales áreas de intervención por puestos de trabajoGráfico N. 15: Calificación de las características físicas de los ámbitos de trabajo -agrupadas-(1eros y 2dos empleos)Gráfico N. 16: Presencia de factores vinculados a condiciones ambientales en lugares de trabajo(1eros empleos)Gráfico N. 17: Presencia de factores vinculados a condiciones ambientales en lugares de trabajo (1eros empleos)Gráfico N. 18: Escasez de medios y herramientas de trabajo en los espacios laborales Gráfico N. 19: Jornadas laborales semanales en horas agrupadas (1er y 2do empleo) Gráfico N. 20: Horas extras realizadas agrupadas (1er y 2do empleo)Gráfico N. 21: Montos salariales agrupados de TS (1ros empleos)Gráfico N. 22: Cruce entre variables salariales y jornadas laborales (1er empleos)Gráfico N. 23: Salarios percibidos por principales áreas de trabajo de empleabilidad de TS (1erosempleos)Gráfico N. 24: Medios de actualización y acrecentamiento de calificación y formación profesional Gráfico N. 25: Garantía y accesibilidad a los derechos laborales comparativo (1eros y 2dos em- pleos)Gráfico N. 26: Afiliación gremial – sindical de las TS (en 1eros y 2dos empleos)

  • 13

    Palabras preliminares delConsejo Directivo

    Este Estudio avalado y auspiciado por el Consejo Directivo del Colegio de Profesionales en Servicio o Trabajo Social de Tucumán, que tiene como marco el 1° Censo Provincial a Trabajadores/as Sociales en su ejercicio profesional desarrollado durante los meses de agosto a noviembre de 2015, manifiesta la coincidencia con numerosos sectores del colectivo profesional en la vigencia de las luchas en de-fensa de las condiciones laborales de los/s Trabajadoras Sociales y del conjunto de los/as trabajadores.

    La concreción del mismo es la materialización de la línea de trabajo institucional, que reafirma el compromiso que el Colegio asumió históricamente en continuos debates, jornadas de trabajo, talleres, realizados por distintas gestiones, para visibilizar diferentes realidades y continuar promoviendo acciones de mejoras en el ejercicio profesional en la provincia de Tucumán.

    Como Colegio Profesional reconocemos y valoramos el trabajo realizado en el 1er Censo Provincial a Trabajadores/as Sociales en su Ejercicio Profesional, por el Grupo de Estudio e Investigación “Estado, Políticas Sociales y Condiciones Laborales”, con los aportes de los representantes de las Cátedras In-troducción al Trabajo Social, Teoría y Práctica de los Recursos de la Comunidad, Trabajo Social e Investi-gación Social I y II; Centro de Estudio de Redes Sociales (CERESO) del Departamento de Trabajo Social, de la Facultad de Filosofía y Letras, y la Cátedra de Probabilidad y Estadística del Departamento de Ma-temáticas de la Facultad de Ciencias Exactas y Tecnología, todos de la Universidad Nacional Tucumán.

    Se presenta en este documento el Informe Final que sistematiza los resultados cualitativos y cuantita-tivos de la investigación que el Grupo de Estudio e Investigación “Estado, Políticas Sociales y Condi-ciones Laborales” elaboró, como producción colectiva, tanto en su diseño como análisis.

    En este 1° Censo a Trabajadores/as Sociales en su ejercicio profesional de Tucumán se encuestó a 263 profesionales sobre una población total de 838 colegiados/as activos al momento de realización del mismo, por lo tanto es un inicio de relevante significación para recuperar las voces de colegas, y una invitación a seguir profundizando como Colegio en esta perspectiva.

    Entendemos en consecuencia que esta producción es de gran importancia para conocer la realidad laboral y ejercicio profesional, ya que realiza una sistematización amplia de las condiciones laborales del colectivo profesional, y constituye un antecedente fehaciente para futuras investigaciones.

    El Estudio plantea y analiza la precarización de las condiciones laborales y las tensiones/disputas de los /as profesionales en esos procesos, lo cual exige un posicionamiento desde un Trabajo Social críti-co y comprometido con la defensa de los Derechos, y seguir fortaleciendo los espacios de debate y construcción de alternativas de organización y participación colectiva.

    Asimismo está investigación aporta propuestas y sugerencias para afianzar la articulación Colegio Pro-fesional - Carrera de Licenciatura en Trabajo Social a nivel local, a fin de garantizar la jerarquización en la Formación y Ejercicio profesional en un contexto complejo, que desafía a seguir sumando a todos/as los colegas y estudiantes en las iniciativas que se continuarán generando.

  • 14

    Reconociendo que es un tema vigente y que requiere un continuo replanteo y actualización es que tanto la base de datos, producto de las encuestas e información recabada, como la producción colec-tiva que se presenta, se ofrece para ser consultada y utilizada por colegas, así como por organismos e instituciones que lo soliciten formalmente. El dar a conocer y dejar al alcance la lectura y los datos es una acción de democratización de la información y de promoción de la participación.Con esta producción “Las Condiciones Laborales en el Ámbito del Trabajo Social. Estudio preliminar sobre la incidencia en el ejercicio profesional en la provincia de Tucumán –Año 2015”, el Colegio de Profesionales en Servicio o Trabajo Social de Tucumán inicia sus publicaciones digitales como Editorial, lo que representa un paso trascendente para la Historia Institucional. Agradecemos a las Cátedras, equipos de trabajo, colectivo profesional que colaboraron para su concreción, y en especial a las auto-ras por el tiempo, esfuerzo e idoneidad puesto de manifiesto en este estudio. •

  • 15

    Palabras iniciales del GEI: La necesidad de (re)conocer

    nuestras condiciones laborales

    El primer interrogante que circulaba en aquellas reuniones iniciales del equipo de trabajo del Grupo de Estudio (GEI) “Estado, Políticas Sociales y Condiciones Laborales”1 a mediados de abril de 2015 fue ¿por qué y para qué un estudio sobre este tema? Varias y diversas fueron las inquietudes, las expectativas y las ra-zones de quienes inicialmente lo integramos; sin embargo, primaba la idea de mostrar públicamente de qué manera y bajo qué características ejercemos cotidianamente las intervenciones desde nuestro colectivo pro-fesional. Familiarizadas con procesos de precarización, vividos tanto en nuestros propios ámbitos laborales, así como por colegas de diversas dependencias y programas, nos interpelaba reflejar y dar cuenta de estas realidades. Un estudio focalizado en esta problemática, que plasmara de forma científica y rigurosa aquellas lecturas e hipótesis que veníamos compartiendo, nos posibilitaba pensar propuestas y acciones colecti-vas superadoras de esas situaciones ya conocidas. A su vez, proyectábamos visibilizar aquellas condiciones aún desconocidas y por ser reveladas con una investigación de estas características. Por esto, planteamos y decidimos reconocer los ámbitos donde nos desarrollamos profesionalmente, desde una mirada problemati-zadora de sus múltiples determinaciones y mediaciones.

    Fue así que, luego de convocatorias abiertas a colegas para la integración al GEI”2 ; jornadas de intercambio y formación entre quienes iban incorporándose; intensos trabajos internos desde y junto al Consejo Directivo del Colegio; y, articulaciones con diversas cátedras de la carrera de Trabajo Social de la Facultad de Filosofía y Letras3 , fue tomando forma una, quizás la principal, tarea que nos proponíamos desde el GEI. Destacamos en el último punto que, el Colegio Profesional a través del GEI, se convirtió –por primera vez– en Centro de Práctica de Estudiantes de 2do año de la carrera de Trabajo Social4.

    El 1er Censo a Trabajadores Sociales en su Ejercicio Profesional tomó vuelo durante la segunda parte del año 2015 y tuvo distintos hechos destacables: desde el lanzamiento hacia el mes de agosto con una ac-tividad abierta de amplia convocatoria y participación; el registro y relevamiento de datos entre agosto y diciembre con una invalorable colaboración de colegas en distintas instituciones y organismos; una exposición preliminar5 hacia el 10 de diciembre 2015; una presentación pública del informe final hacia diciembre de 2017, y hoy por hoy, una publicación que podríamos calificar de cierre pero que, sin dudas, abre puertas hacia la profundización del tema, nuevos interrogantes y diversas líneas investigativas que alentamos y auguramos se sucedan en un futuro cercano.

    El GEI como tal, profundizó aquella lectura inicial de diciembre de 2015, y presenta a continuación algunos de los posibles análisis, lecturas y conclusiones en relación al gran caudal de información relevada. •

    1Tuvieron participación, en mayor o menor medida, en este grupo más allá de la posterior conformación final: Natalia Trujillo, Tatiana Sosa Verni, Fernanda Erimbaue, Ros-sana Medina, Silvia Suárez, Lourdes Vaca, Cristina Muñoz, Paula Paz, Alfredo Mamani, Fiorella Cademartori, Claudia Montoya, Silvana Pereira, Doris Mansilla y Georgina Ramos.2Ver convocatorias en sección Anexos.3 Nos referimos a las cátedras: Introducción al Trabajo Social, Teoría y Práctica de los Recursos de la Comunidad, Trabajo Social e Investigación Social I y II; Centro de Estudio de Redes Sociales (CERESO) del Departamento de Trabajo Social, de la Facultad de Filosofía y Letras, de la Universidad Nacional de Tucumán.4 El grupo de estudiantes estuvo conformado por: Miguel Ángel Reyes Gómez, Florencia Anahí López; María Lourdes Merino y Gloria Dolores Rivadeneira. Los mismos participaron de los debates al momento de confección de la herramienta – encuesta, así como del relevamiento, registro y compilación de las encuestas realizadas a docentes de TS en el ámbito de la mencionada carrera en FFyL.5 La misma se realizó en el marco de las actividades de conmemoración del 10 de diciembre del 2015. Ver difusión y cronograma en sección Anexo.

  • 17

    “Del cuánto, cómo, dónde y cuándo…”Aclaraciones metodológicas

    El número total de TS que participaron, voluntaria y anónimamente, de este estudio alcanzó a 263 profesionales. Este número se traduce en un 31% del total de profesionales matriculado-sas para diciembre de 2015 que asciende a 838 profesionales. Si bien la cantidad de profesiona-les participantes y la información aquí volcada, resulta de una muestra al azar, las proyecciones brindan una fotografía posible de situación, aunque no generalizables a todos los ámbitos y/o al conjunto de TS de Tucumán.

    Sin embargo, consideramos que como 1er estudio realizado en la provincia, brinda un panorama y/o fotografía de cuáles son las características asumidas y bajo qué condiciones se realiza el ejercicio profesional en 3 de cada 10 profesionales matriculados/as en diversos ámbitos de trabajo consignados más adelante. Este estudio expresa las opiniones y miradas de esta muestra que podrían replicarse (o no) en otros ámbitos de trabajo. Resultará necesario fortalecer esta iniciativa con estudios específicos y abordajes particulares, que ahora, luego de este primer pantallazo se abren como interrogantes y nuevas hipótesis.

    La coordinación del relevamiento de datos, así como la carga manual de los mismos en una extensa base estuvo a cargo del GEI. Los procesamientos y cruces de información fueron procesa-dos con el programa estadístico Stata y estuvo a cargo de un equipo docente de la Facultad de Ciencias Exactas y Tecnología de la UNT6. Presentaremos la información tanto en términos relativos como absolutos, lo que permite al lector/a realizar lecturas propias en torno a la información volcada. Los porcentajes se calcularon a partir de respuestas válidas (contestadas) y no del total de la muestra, considerando respuestas no válidas aquellas que no fueron contestadas (casilleros en blanco) o que no correspondían a la pregunta formulada7.

    Si bien el número total de profesionales que participaron es 263, 7 colegas consignaron estar desocu-padas y/o no ejerciendo la profesión, por lo tanto, a partir de la sección Datos Laborales (pregunta 8) no se toman estas 7 encuestas, yaqueasíestabaplanteadoenel instrumento. Por tanto, muchos de los cruces y lecturas de los datos recabados se realizan sobre el total de 256 profesionales ocupadas. A su vez, destacamos que el 98% de quienes participaron manifestaron estar matriculadas en el Colegio Profesional.

    La encuesta (herramienta de recolección de datos)8 constó de 44 preguntas cerradas, con y sin grada-ción, y 4 preguntas abiertas hacia el final. El instrumento se pensó dividido en dos grandes bloques: el primero cuyo eje fueron los Datos Personales (preguntas 1 a 7); el segundo referido a los Datos Labora-les contó con los siguientes subejes: Ocupación (preguntas 8 a 15); Tipo de Contratación (pregunta 16); Organismo Empleador (preguntas 17 a 20); Espacio de trabajo (preguntas 21 a 23); Jornada Laboral y

    6 Cátedra de Probabilidad y Estadística del Departamento de Matemáticas de la Facultad de Ciencias Exactas y Tecnología, UNT, integrado por las profesoras Dra. Ana María Sfer, Lorena Naidicz e Isabel Giannini.7 En algunos casos, puede aparecer el valor como “caso perdido” y referencias al respecto en situaciones donde amerita su lectura particular.8Se incluye el modelo de la misma en la sección Anexos.

  • 18

    Salarios (preguntas 24 a 29); Áreas de Trabajo e intervención (pregunta 30); Derehos Laborales (pre-guntas 31); Organización del Trabajo (preguntas 32 y 33); Medios y Herramientas de Trabajo (preguntas 34 y 35); Calificación y Formación Profesional (pregunta 36); Institución u organismo contratante (pre-guntas 37 a 41); Organización de las/los trabajadores (preguntas 42 a 44). Los últimos interrogantes, 3 abiertos y 1 con posibilidad de respuesta con gradación, correspondieron al bloque Formación Acadé-mica y Ejercicio Profesional9, así como Propuestas hacia el Colegio.

    Puntualizamos los organismos, instituciones y dependencias donde se encuentran empleadas–os quie-nes si participaron de esta propuesta investigativa. Resulta posible connotar que las lecturas y análisis que se realizan a continuación, expresan en alguna medida, lo que acontece en las siguientes depen-dencias tanto de la órbita nacional, provincial y municipal: Ministerio de Desarrollo Social (MDS) de Tucumán; Instituto Provincial de Vivienda y Urbanismo (IPVU); Comisión Nacional de Pensiones del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación; Dirección de Empleo de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán (SMdeT); Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados (INSSJP - PAMI); Dirección de Familia de la Municipalidad de SMdeT; Patronato de Internos y Liberados del Mi-nisterio de Gobierno, Justicia y Seguridad; Hospital Pediátrico del Niño Jesús del Ministerio de Salud de la provincia; Hospital Regional de Concepción–Chicligasta; Servicio de Asistencia Social Escolar (SASE), ambos del Ministerio de Educación de la Provincia; Oficina de Violencia Doméstica (OVD) del Palacio de Tribunales; Escuelas de Educación Especial de la provincia Tucumán; Instituto “Santa María Goretti”, Instituto Roca; Observatorio de la Mujer y Servicio Social del Hospital Centro de Salud “Zenón Santi-llán”; Hospital “Juan María Obarrio” de Salud Mental; Escuela El Taller; Carrera de Trabajo Social de la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) de la UNT; Centro de Acceso a la Justicia (CAJ) del Ministerio de Justicia de la Nación, Secretaría de Políticas Integrales de Drogas de la Nación (SEDRONAR); Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONICET).

    Previo al desarrollo analítico, quisiéramos aclarar a las y los lectores que, a partir de la sección “La composición de la muestra y las principales características descriptivas de la fuerza de trabajo” en adelante, nos referiremos a las y los Trabajadores Sociales, utilizando sólo el género femenino. Esto se debe a que, en un altísimo porcentaje (94%) estamos frente a profesionales mujeres. De modo de no dificultar la lectura, connotando un y otro género, nos referiremos a las TS. •

    9 Los mismos fueron propuestos por un grupo de docentes de la carrera de TS, integrantes del CE.RE.So, con quienes se articuló inicialmente en esta iniciativa.

  • 19

    1era parte

    “Para muestra, basta un botón”La caracterización del mercado de

    trabajo a nivel nacional y provincial

    En función de una mirada y análisis de totalidad de las características asumidas por la muestra de TS que conformaron el estudio, es menester dar cuenta de las múltiples dimensiones y aristas que componen el mercado de trabajo, no solo a nivel local, sino nacional. Esto permitirá abordar determinaciones generales y así dar cuenta de las mediaciones particulares en las y los TS participantes del 1er Censo. Dichos trabaja-dores/as, de la mano del conjunto de la clase asalariada, vivencian las vaivenes –avances y retrocesos- de la política laboral y salarial. ¿Qué modelo de acumulación primó en el país en los años previos y de qué forma repercutió a nivel local? Es necesario poder referirnos brevemente al contexto socio histórico nacional a partir del cual se leerán algunos resultados que volcó el 1er Censo del año 2015.

    En la década del noventa, la Argentina se embarcó en un proceso de reformas estructurales10 de la econo-mía, entre las cuales se destaca un conjunto de cambios regulatorios en el mercado laboral que se inscribe dentro de la lógica de utilización flexible de la mano de obra. Sin embargo, estas modificaciones sólo sirvie-ron para legalizar parte de las transformaciones que ya venían ocurriendo en la organización del trabajo. De hecho, los empleos estables y por tiempo indeterminado, que en mayor o menor medida, fueron la norma en el país, se circunscribieron dentro de un régimen de acumulación que predominó desde la posguerra hasta fines de los setenta. La reestructuración de las economías, significó profundos cambios en la organización del trabajo, iniciadas a partir de la última dictadura cívico – militar con una matriz neoliberal cuyo apogeo se desplegó en los años ´90. Se destacó lo vinculante al uso de la fuerza de trabajo, donde la pérdida de poder adquisitivo –depreciacion de salarios-, la flexibilización y la precariedad laboral se propagaron tanto en el ámbito público como privado (en términos genéricos una regresión de derechos laborales consagrados cons-titucionalmente). Las rupturas y continuidades en la década del 2000 son aun materia de debate. En la actual coyuntura, el gobierno de turno, hace uso de la desprotección e informalidad que viene consolidándose en el mercado laboral nacional. En consecuencia, la utilización de la mano de obra precaria, en contraste con la protegida, se caracteriza por una mayor flexibilidad, tanto en materia horaria, tareas e intensidad de la misma, y salarial; es decir, posibilidad de uso de esa fuerza de trabajo con cada vez menos restricciones para quien emplea, a la vez que mayor desprotección para quien es empleado. Se suma a esto, la posibilidad de ser “descartada” como fuerza laboral cuando sea necesario ante las fluctuaciones del ciclo económico.

    Los altos niveles de desocupación, la desprotección, la competencia entre los trabajadores por los escasos puestos de trabajo, la re-regulación del Estado en áreas puntuales (históricamente vinculado a favorecer al

    10 Colocamos aquí el debate pertinente en relación a la calificación de reformas /contrareformas sucedidas en el marco del Estado durante los años ´90 y ´00, en tanto potencia reflexiva. Netto, J. P. y Braz, M. (2011: 237) sostienen: “por primera vez en la historia del capitalismo, la palabra reforma perdió su sentido tradicional de un conjunto de cambios para ampliar derechos; a partir de los años ochenta del siglo XX, sobre el rótulo de reforma(s) lo que viene siendo con-ducido por el gran capital es un gigantesco proceso de contra-reforma(s), destinado a la supresión o reducción de derechos y garantías sociales”. A diferencia de esta mirada, Danani, C. (2012) otorga un significado opuesto: la utilización de contrareformas como un dispositivo analítico refiriéndose a las políticas sociales en Argentina en el período 2001 – 2010 bajo los argumentos que “se invirtió la dirección que las políticas de ese mismo sector habían presentado en los años ´90; es decir, en el período inmediatamente anterior al de este estudio; (…) comparten también ciertas bases o fundamentos generales, dicho esto en el sentido de que, atribuyendo contenidos negativos a las políticas del ciclo previo, fundan y disputan su legitimidad en la operación misma de la diferenciación y confrontación con aquel período” (Ibíd.: 62).

  • 20

    agro, industria y finanzas) y la pérdida de protagonismo de los sindicatos contribuyeron a la conformación de este escenario. Así, el riesgo empresarial – financiero se traslada a las y los trabajadores/as, viéndose éstas/os obligadas/os a aceptar las condiciones que les son impuestas.

    Bajo el impacto de la rebelión del 2001 en Argentina, colapsó el modelo de acumulación11 vigente a la fecha y el régimen político quedó severamente cuestionado12. Simultáneamente, el conjunto de las y los asalaria-dos, sufrieron una nueva y brutal caída de sus salarios y nivel de vida con la devaluación dispuesta por quien fuera en aquel entonces presidente, Eduardo Duhalde. Éste debió irse anticipadamente, en el marco de in-controlables manifestaciones en las calles, continuidad de saqueos en diversas ciudades del país, un 54% de la población por debajo de la línea de pobreza y, como corolario el repudio a la Masacre de Avellaneda (en el puente e inmediaciones del Puente Pueyrredón en provincia de Buenos Aires, una de las arterias que conecta conurbano con la Ciudad Autónoma de Buenos Aires). Las adelantadas elecciones presidenciales, instalaron a un presidente que no superaba el 22% de aceptación.

    A partir del 2003, Néstor Kirchner, reconfiguró la gobernabilidad combinando acuerdos con los distintos sectores de la hegemonía en pugna, a la vez que concesiones sociales y democráticas a los sectores pauperi-zados. La crítica “al modelo de los ´90” tuvo correlato con una tasa de crecimiento del país sostenida luego de la peor crisis conocida, con un destacado papel de los “commodities” para dicha recuperación; intentos de diferenciación del rol Estado hacia amplios sectores sociales, alentando un proyecto que algunos llamaron neo-desarrollista; y, un cumulo de políticas y programas sociales que posibilitaron reducción progresiva de las tasas de desocupación y subocupación, relativa recuperación del poder adquisitivo y de salario -en tanto reincorporación al mercado laboral- y; planes sociales que satisficieron necesidades básicas de los sectores más vulnerables. Las líneas de rupturas y continuidades respecto de las políticas del ciclo menemista de los ´90 con el ciclo kirchernista del ’03 – ’15, requiere de desarrollos más profundos y de datos empíricos que sustenten tal o cual afirmación. Esto, excede las intenciones de esta breve exposición contextual13, en la que resaltamos algunos procesos a modo introductorio.

    En ese período, que va entre la primera presidencia de N. Kirchner y la segunda presidencia de Cristina Fernández de K., creció la masa de trabajadores/as ocupados/as, y, también las regulaciones en el ámbito de las negociaciones y convenios colectivos. Sin embargo, la creación de empleo conservó el estigma de la precarización, trabajo no registrado, tercerizaciones, e incluso, oídos sordos a la permanencia del trabajo “esclavo”/ a destajo. En términos de estadísticas nacionales14, los índices resultan muy debatidos en torno a la formalidad/informalidad de quienes reingresaban al mercado de trabajo dada las distintas definiciones sobre quién pertenece a cada grupo. Hacia 2010, por citar un ejemplo, la informalidad afectaba al 34.6% de los asalariados y al 45.5% de la fuerza de trabajo total15. Porcentajes próximos al 30% se verifican entre los que trabajaban en el sector público estatal16, sometidos a diversas variantes y modalidades contractuales (todas en detrimento de los históricos derechos consagrados para el empleo público: estabilidad laboral y accesibilidad a los derechos laborales constitucionales). Las diferencias en la masa de trabajadores, respec-to del nivel salarial –solo por nombrar un aspecto- se fue incrementado y diversificando, al punto que las

    11 Algunos títulos y materiales pertinentes para profundizar sobre este período: Bonnet, A.; Piva, A. (2009) Argentina en pedazos; luchas socialesy conflictos interburgueses en la crisis de la convertibilidad. Buenos Aires: Ediciones Continente; Arceo, N., Monsalvo, A. P., Schorr, M., Wainer, A. (2008). Empleo y salarios en la Argentina: una visión de largo plazo. Buenos Aires: Capital Intelectual. Svampa, M. (2005). La sociedad excluyente; la Argentina bajo el signo del neoliberalismo. Buenos Aires: Taurus.12 “Que se vayan todos, que no quede ni uno solo” fue la síntesis de los reclamos manifestados en movilizaciones a lo largo y ancho del país, en referencia a quienes ocupaban cargos y funciones políticas institucionales.13 Sugerimos la siguiente bibliografía a los fines de ampliar estas temáticas: Piva, Adrián (2015) “Economía y Política en la Argentina Kirchnerista”.Buenos Aires: Editorial Batalla de Ideas. Neffa, J. C, Olivieri, M. L., Persia, J., (2010). Transformaciones del mercado de trabajo en la Argentina: 19742009. En Neffa, J. C., Panigo, D., Pérez, P. Transformaciones del empleo en la Argentina: estructura, dinámica e instituciones. Buenos Aires: CEILPIETTE / CICCUS. Grassi, E.; Danani, C. (coord.) (2009) El mundo del trabajo y los caminos de la vida: trabajar para vivir, vivir para trabajar. Buenos Aires: Espacio editorial. Bonnet, Alberto y Piva, Adrián (2002) “Argentina en pedazos. Luchas sociales y conflictos interburgueses en la crisis de 2001. BUEnos Aires: Ediciones Continente.14 Sugerimos el siguiente artículo: Delfini, Marcelo “Determinantes de la precarización laboral en Argentina entre 2003 – 2013: entre los cambios ylas continuidades. Investigación & Desarrollo [en línea] 2016, 24 (Enero-Junio).Disponible en:

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    estadísticas incorporaron una “nueva categoría” de trabajadores: los pobres por ingreso. Resultan aquellas personas que, aun estando en condición de ocupados/ as con registro formal, el salario percibido no cubre el valor de la canasta básica familiar (CB).

    Asimismo, durante estos años descriptos, se incorporó una masa importante de jóvenes al mundo del traba-jo17. En algunos registros de incorporación de mano de obra a diversos establecimientos, entre el 60% y el 80% fueron nuevas incorporaciones. Se produjo un recambio generacional, con impactos contradictorios en la organización y luchas de los y las trabajadores/as. La mayoría de los jóvenes trabajadores/as ingresó a sus puestos laborales bajo las actuales condiciones de explotación del capital: flexibilización, precariedad, alta rotación, mayores ritmos de trabajo, etc. En gran medida, estas condiciones dadas (no nuevas, claro está) son “naturalizadas”, aunque sin la mochila de derrotas y resignación que pesa sobre generaciones mayores, quienes vivenciaron la desocupación como mecanismo por excelencia de disciplinamiento de la clase traba-jadora.

    Para la reconstrucción del contexto provincial, recuperaremos sintéticamente estadísticas locales respecto de indicadores demográficos y laborales. Según el Instituto de Estadísticas y Censos (INDEC), a partir de Censo 201018, en Tucumán la población total ascendía a 1.489.225 habitantes, siendo su proyección19 para el año 2015 (año en que se relevaron los datos) de 1.529.878 habitantes (51,9% mujeres y 48,1% varones)20. De este número total, un 37,9% reside en Capital, y los tres primeros aglomerados con mayor cantidad de población resultan: Cruz Alta con 12,46%; Tafí Viejo con un 8,39% y Yerba Buena con un 5,18%21.

    Los indicadores laborales permiten enmarcar -a grandes rasgos y sin que resulte generalizable- los datos y valores que se observan en la muestra de TS alcanzada. Haremos una breve referencia a las características referidas a la tasa de actividad22 y de empleo23 y desocupación en la provincia de Tucumán en base a la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del INDEC, porque entendemos que brinda pautas de análisis que luego deberán ser profundizadas y validadas. Se toma a partir del año 2003, ya que son así presentados los datos en los portales de la Dirección de Estadística Provincial (DEP). Tomaremos los 1ros y 4tos trimestres para considerar variabilidad anual.

    17 http://www.ate.org.ar/idep/documentos/87La_precariedad_laboral_de_los_jovenes_en_la_Argentina_actual.pdf18 INDEC. Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2010.19 http://estadistica.tucuman.gov.ar/index.php/2015-03-20-13-19-09/proyecciones20 http://estadistica.tucuman.gov.ar/index.php/2015-03-20-13-19-09/indicadores-demograficos21 INDEC. Cuadro P1-P. Provincia de Tucumán. Población total y variación intercensal absoluta y relativa por departamento. Años 2001-201022 Según materiales bibliográficos del INDEC, la Población Económicamente Activa (PEA) o Fuerza de Trabajo: está compuesta por todas las personas que aportan su trabajo (lo consigan o no) para producir bienes y servicios económicos, definidos según y cómo lo hacen los sistemas de cuentas nacionales durante un período de referencia determinado. Tasa de Actividad: se calcula como porcentaje entre la población económicamente activa y la población total (puede recalcularse según distintos límites de edad).23 Tasa de Empleo: se calcula como porcentaje entre la población ocupada y la población total (puede recalcularse según distintos límites de edad) y Tasa de Desocupación: se calcula como porcentaje entre la población desocupada y la población económicamente activa.

    http://www.ate.org.ar/idep/documentos/87La_precariedad_laboral_de_los_jovenes_en_la_Argentina_actual.pdfhttp://estadistica.tucuman.gov.ar/index.php/2015-03-20-13-19-09/proyeccioneshttp://estadistica.tucuman.gov.ar/index.php/2015-03-20-13-19-09/indicadores-demograficos

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    Tabla N.1 Tasa y evolución de la Actividad y Empleo -Gran Tucumán- 2004 - 2015

    Trimestre Tasa de actividadTasa de empleo Índice base oct. 04=100 Variación anual del empleo

    4 Trim. 2004 41,2 36,5 101,5 -1 Trim. 2005 40,9 35,1 106,5 -4 Trim. 2005 41,9 37,3 113,3 11,70%1 Trim. 2006 40,8 35,3 116,6 9,50%4 Trim. 2006 42,5 38,5 120 5,90%1 Trim. 2007 40,9 36 129,6 11,20%4 Trim. 2007 41,4 38 137,8 14,80%1 Trim. 2008 40,6 35,9 143 10,30%4 Trim. 2008 43,9 39,6 137,7 -0,10%1 Trim. 2009 41,3 36,4 136,8 -4,30%4 Trim. 2009 44,8 41,2 131 -4,80%1 Trim. 2010 44,2 40,3 135,2 -1,20%4 Trim. 2010 42,5 40,2 138,6 5,80%1 Trim. 2011 42,9 40,8 141,7 4,80%4 Trim. 2011 43,6 42,2 144,1 3,90%1 Trim. 2012 44 42 146,4 3,30%4 Trim. 2012 43,3 41,6 142,9 -0,80%1 Trim. 2013 43,4 40,9 139,2 -4,90%4 Trim. 2013 45,2 43 141,3 -1,10%1 Trim. 2014 42,4 40,2 139,2 0,00%4 Trim. 2014 45,5 42,1 141,1 -0,10%1 Trim. 2015 44,8 41,2 140,4 0,90%4 Trim. 2015 Sin datos Sin datos 140,1 -0,70%

    Fuente: EPH – INDEC – DEP. Elaboración propia.

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    En relación a la evolución del empleo, tomando como base diciembre de 2004 (índice base 100) observamos las variaciones entre la población ocupada y la población total. Se reflejan picos de crecimiento en diciembre de 2005 y 2007 con variaciones superiores al 10%. Luego se pasa a un decrecimiento –índices negativos- entre diciembre de 2008 y junio de 2010, que se repite entre diciembre de 2012 y diciembre de 2015 (con valores 0% a picos de -4,9%). Es decir, que la incorporación al mercado laboral resulta muy fluctuante en el Gran Tucumán, entre los meses 6 y 12 de cada año, y año a año.

    Gráfico N. 1Tasa de evolución de empleo en Gran Tucumán 2004 – 2015 (meses 6 y 12 de cada año)

    Fuente: EPH – INDEC – DEP. Elaboración propia.

    Observamos en el gráfico a posterior que la tasa de desempleo tuvo asimismo importante variabilidad en el período consignado. Se pasa de un pico de 21.2% de trabajadores desocupados en el 1er trimestre de 2003, sumado a un 19% subocupado demandante (es decir población ocupada que trabajan menos de 35 horas semanales por causas involuntarias, y están dispuestos a trabajar más horas y están en la búsqueda de otra ocupación), a un mínimo de 3,1% de desocupación para al 4to trimestre de 2011. Allí la subocupación demandante asciende a 5,5%. Para el año 2015, cuando se realizó el 1er Censo la desocupación trepaba al 8%. Es llamativo que en todos los años consignados, la diferencia entre el 1er y 4to trimestre del mismo año, marca un aumento de la desocupación para los meses de enero, febrero y marzo.

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    Gráfico N. 2Tasa de desocupación y tasa de subocupación demandante en Tucumán 2003 – 2015 (1er y 4to trimestre) (Conglomerado San Miguel – Tafí Viejo)

    Fuente: EPH – INDEC – DEP. Elaboración propia.

    Esta recuperación de datos generales de nuestro ámbito laboral local, busca enmarcar el análisis en una realidad mayor, generando miradas totalizantes de procesos colectivos. Es decir, que aquello que le sucede al conjunto de la clase trabajadora de nuestra provincia -que puede o no reportar iguales cambios y alteraciones al interior del TS-, sin dudas, incide e influye en la dinámica societal y en las múltiples formas de manifestarse la vida cotidiana de los integrantes de dicha sociedad.•

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    “¡Cuánto trabajo, mujer!”La particularidad del

    mercado laboral desde la perspectiva de género

    Dado que en el ámbito profesional del TS, las mujeres se constituyen y constituyeron históricamen-te en la amplia mayoría de quienes integran el colectivo, nos resulta pertinente recuperar y dar inicio a debates sobre estas particularidades. Actualmente vienen proliferando los análisis y escritos, así como las denuncias para visibilizar las desigualdades que afectan principalmente a las mujeres. Quisiéramos alentar estas miradas y contribuir a poner el tema en agenda política24.

    Para analizar la participación de la mujer en el mercado laboral, debemos retrotraernos a los años de las guerras mundiales del siglo XX, donde la influencia destructiva de éstas impactó hondamente en las concepciones tradicionales de familia: las mujeres, con el fin de proveer de alimentos al hogar, sale del ámbito doméstico – privado para trabajar en el campo y/o realizar tareas domésticas para las familias de mayor poder adquisitivo, mientras los hombres se alistaban en los ejércitos.

    Así, a lo largo del tiempo y el transcurrir de las décadas de posguerra, el empleo femenino se fue regis-trando y diversificando acorde a los procesos de urbanización, producción y reproducción del capital, con focalización de éstas en el sector de los servicios. Estas transformaciones, en el seno de lo domés-tico, lo político y lo económico (ámbito público – privado), han influenciado en las condiciones de vida y dinámica de “la” familia, mayormente en el rol (las tareas, las funciones, el papel y las expectativas sociales) respecto de la mujer aspirando a una cierta equidad entre géneros. Sin embargo, la igualdad política entre varones y mujeres, así como la igualdad industrial en las fábricas, talleres y sindicatos, y aún más, en el seno de la familia misma, es un problema infinitamente más arduo. En otras palabras, mientras no haya una igualdad real entre varones y mujeres en el seno de las relaciones familiares y sociales, no se puede hablar de igualdades en el ámbito de la reproducción de las relaciones sociales, en el que incluimos el ámbito de lo laboral que aquí se profundiza. Mientras las mujeres estemos en-cargadas mayoritariamente del trabajo doméstico, el cuidado de la familia y el hogar, las posibilidades de participación en la vida política, económica y sindical, como por ejemplo, el diseño y ejecución de políticas públicas, la ocupación de lugares de poder, la ocupación de cargos jerárquicos, la coordina-ción y/o dirección de organizaciones, etc. estarán extremadamente coartadas.

    Históricamente, las mujeres han sido y seguimos siendo doblemente explotadas y oprimidas: tanto por las relaciones de producción dentro de un orden político y económico vigente, como por las relacio-nes de poder desigual entre varones y mujeres. Cabe destacar aquí, la diferencia entre explotación y opresión como categorías distintas. La primera, es económica y da lugar a la existencia de clases, y, la segunda es cultural y social, y da lugar a una situación de discriminación independientemente de la clase social a la que se pertenezca. En el caso de las mujeres, el único punto de unidad que tenemos, más allá de las distintas clases sociales, es la opresión en tanto tales: todas somos oprimidas, pero algunas explotan a las demás. Podría plantearse que, a lo largo del siglo XX hasta la actualidad, las movilizaciones y manifestaciones feministas, se han dado incrementando, alrededor de algunas de-

    24 Sugerimos las siguientes lecturas. Un minuto de reflexión: Al ritmo actual de progreso, no habrá igualdad de sueldos hasta 2069. Disponible en http://www.unwomen.org/es/news/stories/2017/2/take-five-chidi-king-equal-pay. Laterra, Patricia ¿Qué propone la economía feminista? Disponible en: http://economiafeminita.com/que-propone-la-economia-feminista/D´Alessandro, Mercedes (2017) “Economía Feminista: cómo construir una sociedad igualitaria (sin perder el glamour). CABA: Editorial Sudaméricana.

    http://www.unwomen.org/es/news/stories/2017/2/take-five-chidi-king-equal-payhttp://economiafeminita.com/que-propone-la-economia-feminista/

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    mandas particulares como unidad de acción y, según cada región o país, con mayor o menor incidencia en cambios y transformaciones progresivas. Ejemplo de ello, es la lucha de las mujeres contra las vio-lencias -y los femicidios como máxima expresión de dichas situaciones-; la igualdad de oportunidades, salarial, en educación y formación, y, por entrar al mercado laboral de manera formal, así como el reco-nocimiento que conllevan tanto las tareas domésticas no remuneradas, como las tareas propiamente remuneradas25.

    Aparejado a los procesos de industrialización y la relación con la producción y reproducción del capi-tal en la Argentina, el proyecto de “orden y progreso” hacia principios de siglo pasado, evidenció la necesidad de tomar el control de los problemas sociales, preservando a la familia como célula básica de la sociedad para mantener el orden social ¡¿Y quién mejor para atender las problemáticas sociales y preservar la familia?! La mujer.

    Destacamos que, a partir de la década de 1940, se registra un cambio significativo de la participación de las mujeres en el mercado laboral. Si bien ya se encontraban realizando actividades laborales que estaban centradas en el trabajo doméstico, mayormente en la esfera de lo privado. Durante estos años, de proliferación de los llamados Estados de “Bienestar” (hasta esa fecha podría sugerirse que los diversos gobiernos nacionales no habían impulsado grandes políticas de inserción de la mujer en el mercado laboral) se comienza a diferenciar el trabajo femenino asalariado del trabajo doméstico no remunerado (Pautassi, 2007). A su vez, se comienza a manifestar y promover la calificación y for-mación femenina; por ejemplo en mujeres insertas en las Escuelas Normales que luego devendrían en las maestras de las diversas instituciones de formación escolar a lo largo del país. Esto significó un importante ascenso social, acompañado de un incipiente proceso de asalarización femenina.

    Considerando algunos saltos temporales (dado que el objetivo es simplemente presentar ciertas líneas de debate en este apartado), a partir de la década del ´80 hasta la actualidad, se registra un aumento significativo de la mujer en lo económico, motivado por recurrentes crisis, políticas de ajuste y la caí-da del ingreso y poder adquisitivo. Esto repercute en la organización societal, ya que se produce una “ruptura” del modelo patriarcal, donde el varón es visualizado como el principal proveedor del hogar. En muchos casos, el desempleo golpea mayormente a hombres, y, pasamos las mujeres a ser el principal ingreso del hogar (jefatura en términos estadísticos), lo que a su vez trae aparejado la transformación de los roles femenino y masculino.

    Hasta no hace muchos años, los estudios respecto al género o con perspectivas de género en América Latina eran escasos. Esto generaba, entre otras equiparaciones, homologar los conceptos de género y sexo. Sin embargo, la irrupción en el escenario público de las mujeres, en constante aumento hoy por hoy, hace que poco a poco se comience a introducir en distintos ámbitos, los debates, materiales y bibliografía respecto del tema. A partir de allí, comienza un significativo avance acerca de qué se entiende por género, que sintetizamos en “es un modelo de conducta que se construye socialmente y que varía de una sociedad y de un tiempo a otro. Una vez establecido, cada uno se comporta con arreglo a las características que le son atribuidas, en tanto su aprendizaje es temprano y abarcativo” (Grassi, 1989: 36-37).

    Presentamos a continuación, los valores que reafirman la composición de género histórica que ha te-nido la profesión de Trabajo Social. A través de los datos recogidos mediante el 1er Censo, se registró un 94% de Trabajadoras Sociales frente a un 6% de Trabajadores Sociales (en base a 263 profesionales participantes). En adelante, se hará foco en analizar los distintos aspectos relevados, diferenciando qué sucede al interior de ambos géneros y de forma comparativa entre éstos.

    25 Información, denuncias, leyes protectoras, demandas y reivindicaciones son posibles de encontrar en el portal: http://niunamenos.com.ar

    http://niunamenos.com.ar

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    Tabla N.2 Participación por género

    Participación por Género (n=263 Frecuencia absoluta Frecuencia relativa (%)Femenino 245 94%Masculino 17 6%No responde 1 0%Total 263 100%

    Podríamos esbozar algunas explicaciones de estos porcentajes, recuperando los debates en torno a los orígenes de la profesión del Trabajo Social. Siendo “socialmente establecido” el mandato para las mujeres como protagonistas esenciales de preservación de la familia y atendimiento de los problemas sociales (que involucren a los “pobres”, trabajadores y sectores populares, de acuerdo a los valores y a los roles “naturales” preestablecidos para ello), resulta válido como explicación que una alto por-centaje de éstas sujetas sociales, sean quienes vuelquen sus inquietudes a disciplinas relacionada a la protección, el resguardo, el afecto, las humanidades, etc.

    En el marco de la organización societal en la conformación de los Estados Modernos, todo fenómeno social que se manifieste como “inadaptación social”, “desvío de lo normal”, “conductas inadaptadas”, etc., y que ponga en riesgo el orden familiar y las relaciones de acumulación del capital, demandaban la atención por parte del Estado. Por tanto, mediante sus instituciones, se canalizan las políticas en pos de paliar dichas manifestaciones, con el menor costo social y económico, y subyaciendo mediante dichas políticas el control social de estos fenómenos. En este punto, jugaron y juegan un papel funda-mental las Asistentes Sociales (AS) – Trabajadoras Sociales, a quienes se les delega la responsabilidad, bajo determinado modelo económico y político, de transmisión de valores y normas para preservar el orden social y familiar. En este contexto, las AS tenían y tenemos en nuestras manos el poder de cono-cer que sucedía y sucede en el ámbito de lo privado de los trabajadores y los sectores populares, que repercutía y repercute en lo público. Es decir, el poder de controlar “lo cotidiano” y a través de ello, de mantener o preservar un proyecto político coyuntural que da forma a la política social correspondiente al mismo (Ibíd.: 44 – 45).

    Resultaría necesario, evitando una visión parcial y sesgada, recuperar históricamente las determina-ciones propias del trabajo asalariado de las y los trabajadores sociales, y la forma en que como colec-tivo profesional fue mediándose el ejercicio profesional desde sus inicios hasta la actualidad. Como tal empresa, excede los límites de esta propuesta, sintetizamos en palabras de Marilda Iamamoto (2001) las contradicciones internas en las que nuestra laboral profesional se desarrolla,

    “El trabajo del Asistente Social (o Trabajador/a Social) se inserta en una relación de compra – venta de mercancías donde su fuerza de trabajo es mercantilizada. Ahí se establece una de las líneas divisorias entre la actividad asistencial voluntaria y la actividad profesional que se establece mediante una relación contractual que reglamenta las condiciones de obtención de los medios de vida necesarios para la reproducción de ese trabajador especializado… pasa a percibir un salario, precio de su mercancía fuerza de trabajo a cambio de servicios prestados” (2001: 100)

    A su vez, recuperamos una brillante síntesis donde se condensa tanto los límites como la potencia de nuestro ejercicio profesional,

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    “Actividades directamente vinculadas al control político – ideológico y/o represivo y a la modernización del aparato burocrático del Estado… en la medida que se encuentran vinculadas a estructuras de poder, a la creación de condiciones político – ideológicas favorables para la manutención de las relaciones sociales, configurándolas como armónicas, naturales destituidas de las tensiones que le son inherentes… tratan de centrar sus esfuerzos en la búsqueda de un equilibrio tenso entre capital y trabajo, en la ardua tarea de conciliar lo irreconciliable” (Ibíd.: 102)

    Siguiendo el pensamiento de la autora, y en dialogo con la misma, cerramos esta lectura recuperando sus reflexiones, al plantear que la profesión se configura como mediadora de los intereses del capital o del trabajo, ambos presentes, y (permanente contradicción). Sea como actividad auxiliar y subsidiaria en el ejercicio del control social y en la difusión de la ideología de las clases dominantes en relación a las clases dominadas; sea interviniendo en la creación de condiciones favorecedoras de la repro-ducción de la fuerza de trabajo, respuestas a las necesidades legítimas de sobrevivencia de las clases trabajadoras, frente a sus condiciones de vida (Iamamoto, 2001, 2003, 2009). Esto requiere, por parte del profesional “una clara comprensión teórica de las implicancias de su práctica profesional, posibi-litándole mayor control y dirección de la misma, dentro de los límites socialmente establecidos”. •

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    2era parte

    La composición de la muestra y las características personales de la fuerza de

    trabajo: edad, lugar de residencia, trayectos formativos y matriculación

    En adelante, iremos presentando la información volcada en el 1er Censo, en ocasiones a partir de tablas, en otras de gráficos, con las correspondientes lecturas y análisis que se desprenden de di-chos datos. Huelga reiterar, que resulta factible, dado el gran volumen de datos relevados, emprender nuevos cruces, otros análisis y mayores profundizaciones.

    Franjas etarias

    Nos encontramos ante un grupo de encuestadas cuya franjas etarias se encuentran dispersas entre los 25 y 70 años de edad, lo cual brinda un panorama general de TS cuyos ingresos al mercado laboral tanto así como su antigüedad es muy variado. Las principales franjas se encuentran mayoritariamente entre los 30 a 35 años con un 23%, seguido de la franja entre 35 a 40 años con un 21%, y entre los 50 a 55 años alcanza el 15%. Más de la mitad de las profesionales participantes, es decir el 52%, oscilan entre los 25 años y los 40 años. Y el 39% se concentra específicamente entre TS menores a los 35 años.

    Tabla N.3 Edades según año de nacimiento (n = 246)

    Edades Frecuencia absoluta Frecuencia relativa (%) Porcentaje acumulado

    [25, 30) 20 8% 8%

    [30, 35) 56 23% 31%

    [35,40) 52 21% 52%

    [40, 45) 23 9% 61%

    [45,50) 23 9% 70%

    [50, 55) 38 15% 85%

    [55, 60) 18 7% 92%

    [60, 65) 13 5% 97%

    [65, 70) 3 1% 98%

    Total 246 98%

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    Gráfico N.3 Franjas etarias

    Lugares de residencia

    De los lugares de residencia, observamos una concentración mayoritaria en la Capital con el 54%. El resto, 46% distribuidas en 12 departamentos: Burruyacu, Chicligasta, Cruz Alta, Juan Bautista Alberdi, La Cocha, Leales, Lules, Monteros, Rio Chico, Simoca, Tafí Viejo y Yerba Buena; siendo los preponde-rantes –en orden decreciente- Burruyacu con un 12% de colegas residiendo, seguido de Tafí Viejo con un 11%, luego Cruz Alta con un 7%, y por último Yerba Buena con un 6%. No se detecta residencia de TS en los departamentos de Famaillá, Graneros, Tafí del Valle y Trancas.

    Tabla N.4 Lugares de Residencia (n=256)

    Lugares de Residencia Frecuencia absoluta Frecuencia relativa (%)

    Burruyacu 31 12 %

    Capital 138 54 %

    Chicligasta 5 2 %

    Cruz Alta 18 7 %

    Juan Bautista Alberdi 1 0 %

    La Cocha 1 0 %

    Leales 2 1 %

    Lules 6 2 %

    Monteros 1 0 %

    Rio Chico 8 3 %

    Símoca 1 0 %

    Tafí Viejo 28 11 %

    Yerba Buena 16 6 %

    Subtotal 256 100 %

    No responde 7

    Total 263

    56 a 60 años7%

    Más de 61 años 7%

    25 a 30 años8%

    46 a 50 años9%

    41 a 45 años9%

    51 a 55 años 16%

    36 a 40 años21%

    31 a 35 años23%

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    En el caso que, el lugar de residencia coincida con el lugar donde prestar servicios como TS, podemos inferir que los puestos de trabajo y, por tanto, la mayoría de los servicios brindados por el área social se concentran en San Miguel de Tucumán. No es posible plantear que no haya servicios con TS en los 4 departamentos donde no se registraron encuestadas, dado que este dato no se preguntaba espe-cíficamente y porque la muestra es un 30% del total de matriculadas. Si podríamos sugerir, al igual que acontece con los principales dependencias y servicios estatales, que los mismos se centralizan en S. M. de Tucumán, es decir, en el ámbito de la capital. Resulta menester problematizar qué sucede con los-as usuarios–as que precisan acceder a servicios sociales de atención directa, salud, educación, justicia, etc. en otras localidades alejadas de las ciudades más pobladas de la provincia.

    Gráfico N.4 Lugares de Residencia

    Instituciones académicas y trayectos formativos

    En adelante, analizaremos los niveles de formación alcanzados y los períodos temporales en donde las graduaciones se sucedieron. Las TS participantes de este estudio, se formaron en instituciones uni-versitarias en un 74%. Porcentaje que se ve incrementado al considerar que un 16% culminó estudios universitarios habiendo atravesado estudios terciarios. Por tanto, un 90% de quienes ejercen profe-sionalmente en la provincia de Tucumán resultan trabajadoras con estudios superiores universitarios completos. Solo un 10% cuenta únicamente con formación terciaria.

    Tabla N.5 Institución de Formación (n=253)

    Institución de Formación Frecuencia absoluta Frecuencia relativa (%)

    Universitaria 186 74 %

    Terciaria 26 10 %

    Ambas 41 16 %

    Subtotal 253 100 %

    No contesta 3

    Total 256

    Capital54 %

    Burruyacu12 %

    Tafí Viejo11 %

    Cruz Alta7%

    Yerba Buena 6 %

    Resto de la provincia 10%

  • 32

    En función de los resultados arrojados por la tabla que se expone a continuación, donde se diferencia tipos de institución de formación y procesos educativos realizados, observamos la baja presencia de trayectos terciarios u opciones en este nivel. Situación que resulta problemática en varias otras provincias del país, donde la mercantilización de la educación se expresa en la proliferación de ofer-tas terciarias privadas (pagas) que avanzan es desmedro de los trayectos universitarios y de la educación pública superior. Este escenario ha sido problematizado desde el colectivo profesional en la Ley Federal de TS (ver más adelante).

    Tabla N.6 Instituciones de Formación (agrupados)

    Instituciones de Formación (agrupados)

    Institución de Formación Frecuencia absoluta Frecuencia relativa (%)Porcentaje

    acumulado (%)Universidad Pública 169 67% 67%

    Univ. Pub. y Ter. Pub. O Priv. 34 13% 80%

    Universidad Privada 17 7% 87%

    Univ. Priv. y Ter. Pub. O Priv. 7 3% 90%

    Terciario Público/Privado 26 10% 100%

    Subtotal 253 100%

    No contesta 3

    Total 256

    La provincia de Tucumán cuenta actualmente con una única oferta de formación universitaria pública: la carrera de licenciatura en Trabajo Social de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Tucumán. La misma data del año 1989, tiene una duración de cinco años, 33 materias, y, requiere tesina para la obtención del título. Tuvo una única modificación de plan de estudio26 a partir del año 2005.

    26 El plan de estudios puede consultarse en filo.unt.edu.ar/trabajo-social

    http://filo.unt.edu.ar/trabajo-socia

  • 33

    Gráfico N. 5: Instituciones de Formación (agrupadas)

    Resulta interesante recuperar algunos aspectos de la historia de formación profesional. Conforme la investigación realizada por las docentes y autoras Gladys Omill y Ana Carrera (2012), la primera Escuela de Servicio Social en la provincia data de mayo de 1944 dependiente de la Caja Popular de Ahorros y funcionando en las dependencias de la Escuela Normal “Juan B. Alberdi”. Hacia mediados de la década del ´60, el Instituto Superior de TS “Juan XXIII”, es anexado a la Universidad Privada Santo Tomás de Aquino (UNSTA), y comienza a dictarse allí –pioneramente- la formación con nivel universi-tario (inicialmente con plan de estudios de 4 años para el título de Trabajador-a Social y de cinco años para la obtención de la licenciatura). Siguiendo a las autoras, el proceso de la licenciatura en el marco de la UNT se inicia hacia 1982 (Ídem: 6) llegando a implementarse hacia 1989 juntamente a la licen-ciatura de excepción que permitiría a quienes tuviesen formación terciaria, acceder a la licenciatura (posibilidad que perduró hasta principios de la década del 2000). Destacamos que, desde la reciente promulgación de la Ley Federal de Trabajo Social N. 27.072 en diciembre del 2014, según artículos 6 y 7, el título que habilita el ejercicio profesional requiere ser de universidades e institutos universitarios legalmente reconocidos en el país y que integren el siste-ma universitario argentino. Claro que, quienes tengan titulación terciaria adquirida antes de la sanción y regulación de dicha ley, poseen derechos ya adquiridos.

    Frente a las estadísticas arrojadas en este estudio, se considera que nos encontramos ante un grupo profesional cuya fuerza de trabajo resulta altamente calificada, en tanto el 90% de la misma realiza-ron y culminaron estudios superiores. Este segmento profesional pertenece al grupo poblacional con máximo nivel de enseñanza alcanzado. Según registros del Censo Poblacional del INDEC del año 2010, al considerar este ítem en el total del país cuya población es de 22.673.152 habitantes entre varones y mujeres, la media arrojada por quienes completaron estudios terciarios y/o universitarios es de 14,2% (siendo varones: 11,6% y mujeres 16,6%). Para el caso de Tucumán, con una población de 767.373 ha-bitantes, la media es de 12,3% (siendo varones 9,1% y mujeres 15,2%).

    67%13%

    10%

    7%

    3%

    Universidad Pública

    Univ. Pub. y Ter. Pub. O Priv.

    Universidad Privada

    Univ. Priv. y Ter. Pub. O Priv.

    Terciario Público/Privado

  • 34

    Tabla N.7 Población de 25 años y más. Máximo nivel de enseñanza alcanzado

    2010

    Población de 25 años y másMáximo Nivel de enseñanza alcanzado

    Género

    Cantidad de

    población

    Sin instrucción

    Primario incompleto

    Primario completo

    Secundario incompleto

    Secundario completo

    Universitario incompleto

    Terciario/ Universitario

    completo

    Total País 22.673.152 2,3 13,1 27,5 13,9 19,7 9,3 14,2

    Varones 10.691.236 2,2 13,3 28,3 15,5 20 9,2 11,6

    Mujeres 11.981.916 2,3 13 26,7 12,4 19,5 9,4 16,6

    Tucumán 767.373 2,5 15,4 31,7 12,4 16 9,6 12,3

    Varones 364.394 2,7 16,1 32,3 13,7 16,6 9,5 9,1

    Mujeres 402.979 2,4 14,7 31,2 11,2 15,5 9,8 15,2

    *Nota: en el Censo 2010 no está incluida la educación especial.Elaboración propia. Fuente: INDEC, Dirección de Estadísticas Sectoriales en base a los Censos Nacionales de Población, Hogares y Viviendas 2001 y 2010. Fecha de actualización: enero 2017

    Evaluación de la formación académica y trayectos formativos

    Uno de los ejes de la encuesta, ubicado al final de la misma, fue armado por integrantes del CE.RE.So con el objetivo de analizar y evaluar la incidencia en el ejercicio profesional de los contenidos adqui-ridos/aprehendidos por las TS en los trayectos de formación académica. Dicho eje consistió en 3 bloques, dos de éstos con respuestas abiertas y uno con opciones de gradación. Las preguntas abiertas problematizaron acerca de los conocimientos teóricos metodológicos aprendidos en la formación de grado y aplicados en el desempeño profesional, así como aquellos que consideraron que no fueron proporcionados. En el bloque de pregunta con opciones de gradación se buscó interpelar sobre la valoración de los conocimientos obtenidos para el ejercicio profesional, puntuando las respuestas del 1 al 7 siendo el 1 de mayor importancia y el 7 de menor importancia. Análisis con mayor niveles de profundización seguramente podrán ser realizados por las autoras de este bloque. Acercamos, en adelante, una posible lectura.

    La valoración de los contenidos curriculares de la formación académica en el desempeño/ejercicio profesional

    Una primera lectura general de los datos arrojados, resulta que los porcentajes de calificación en cada uno de los ítems se encuentran con considerable dispersión. Es decir, no hay uniformidad en las apreciaciones o niveles muy altos o muy bajos concentrados en los extremos.

  • 35

    Tabla N.8 Valoración de conocimientos obtenidos en la formación para el ejercicio profesional (n = 184)

    CALIFICACION

    Muy Valioso (1) 30 24% 18 15% 22 18% 16 13% 5 4% 19 15% 17 14%Valioso (2) 19 15% 21 17% 26 23% 20 16% 11 9% 14 11% 13 10%Valioso (3) 23 19% 20 16% 19 15% 16 13% 13 10% 16 13% 17 14%Relativamente valioso (4) 19 15% 21 17% 20 16% 18 15% 18 15% 15 12% 13 10%Poco valioso (5) 6 5% 21 17% 14 11% 20 16% 24 19% 17 14% 22 18%Poco valioso (6) 16 13% 15 12% 14 11% 14 11% 25 20% 22 18% 17 14%Muy poco valioso (7) 11 9% 8 6% 9 6% 20 16% 28 23% 21 17% 25 20%

    Relación con grupos y Sujetos Sociales

    Valoracion de Conocimientos obtenidos en la formación académica para el ejercicio profesional (n=184)

    Nivel de Abordaje

    Proceso metodológico

    Objeto de intervención

    Técnicas de investigación, intervención y

    evaluación

    Funciones de Asistencia,

    prevención y promoción

    Objetivos profesionales

    De cara a aproximar interpretaciones de las tendencias que fueron expresando las puntuaciones de las colegas, leeremos los porcentajes a partir de agrupar valores (ver gráfico a continuación). Observaciones pormenorizadas pueden extraerse de la tabla anterior. La valoración de los con-tenidos curriculares de la formación académica en el desempeño/ejercicio profesional.

    Gráfico N. 6: Valoración de conocimientos obtenidos en la formación académica para el ejercicioprofesional (n = 184)

    Se desprende de los datos sistematizados en este gráfico que los conocimientos, herramientas y apren-dizajes vinculados a los niveles de abordaje, proceso metodológico y objeto de intervención, resulta-ron aquellos con valoración más alta por las 183 TS que contestaron este bloque de preguntas: con un 24%, 15% y 18%, respectivamente. Si consideramos a su vez, conjuntamente a quienes calificaron como muy valioso y valioso estos ítems se obtiene –en orden decreciente-: un 58% en relación a ni-veles de abordaje; 56% al objeto de intervención; un 48% en relación a proceso metodológico; un 42% en relación a las técnicas de investigación, intervención y evaluación; un 39% a los objetivos profesionales; 38% en lo vinculado a relación con grupos y sujetos sociales, y por último un 23% en cuanto a funciones de asistencia, prevención y promoción. Entre 5 y 6 colegas de cada 10, considera positivamente la formación académica vinculada a los niveles de abordaje, objeto de intervención y proceso metodológico. Asimismo, 4 de cada 10 TS en cuanto a objetivos profesionales y relación con grupos y sujetos sociales. Solamente 2 de cada 10 TS lo refirió en las funciones de asistencia, preven-ción y promoción.

    Muy Valioso Valioso Relativamente Poco valioso Muy Poco valioso

    24%

    34%33%

    38% 39%

    15% 15% 15% 15% 14%15%13% 12%10%

    18% 19%17% 16% 16% 17%

    29% 29%

    32% 32%

    27%

    22%24% 24%23%

    20%

    9%

    6% 6%4%

    18%

    Nivel de abordaje

    Proceso metodológico

    Objeto de intervención

    Técnicas de investigación, intervención y

    evaluación

    Funciones de Asistencia,

    prevención y promoción

    Objetivosprofesionales

    Relación con grupos y Sujetos

    Sociales

  • 36

    Por otro lado, exponemos los resultados con valoraciones más bajas en estos mismos ítems (contem-plando calificaciones/puntuaciones muy poco valioso y poco valioso). Se presenten en orden ascenden-te: un 27% califica muy poco valioso o poco valioso los conocimientos vinculados a niveles de aborda-je; un 28% al objeto de intervención; un 35% en relación a proceso metodológico; un 43% en relación a las técnicas de investigación, intervención y evaluación; un 49% a los objetivos profesionales; 52% en lo vinculado a relación con grupos y sujetos sociales, y por último un 62% en cuanto a funciones de asistencia, prevención y promoción. Por tanto, se deduce que 3 de cada 10 TS valora negativamente los aprendizajes en torno a niveles de abordaje, objeto de intervención y proceso metodológico. 4 de cada 10 colegas lo refirieron para las técnicas de investigación, intervención y evaluación. Del mismo modo, entre 4 y 5 TS lo expresaron para los objetivos profesionales y la relación con grupos y sujetos sociales. Y como ítem de menor reconocimiento hallamos las funciones de asistencia, prevención y promoción, en 6 de cada 10 colegas.

    Aportes y lecturas de las TS en función de conocimientos teóricos proporcionados y no proporcionados en los diversos trayectos de formación académica

    La cantidad de TS que contestaron las preguntas abiertas fueron 183 colegas. De modo de compartir una aproximación en torno a los múltiples aportes realizados, se tomó una muestra al azar del 10% (todas las encuestas con respuestas válidas fueron numeradas del 1 al 183, se seleccionó la 1era y luego cada 10 hasta llegar las 18).

    ¿Qué conocimientos teórico metodológicos aprendidos en la formación de gradoconsidera le han permitido desempeñarse en su ejercicio profesional?

    • “El marco teórico - metodológico permite tener una visión crítica de la realidad en la que se va a intervenir y nos brinda herramientas para realizar otras tareas. A mi particularmente los niveles de abordaje, procesos metodológicos y objetivos”

    • “Técnicas de investigación, niveles de abordaje individual, entrevistas, elaboración de informes, planificación”

    • “Los diferentes contenidos teóricos que me permiten realizar una lectura crítica de la realidad. He-rramientas técnicas: visitas, entrevistas, elaboración de informes y proyectos (que están presentes en la práctica profesional”

    • “Conceptos epistemológicos, filosóficos, antropológicos de las ciencias sociales. Marcos concep-tuales históricos, políticos de la evolución profesional. Conceptos relacionados con salud pública, salud mental y políticas macrosociales”

    • “Investigación – acción y evaluación. Teórica y práctica. Relacionar problemas y causas a fin de que los grupos avancen en conciencia y organización. Diagnostico – acción”

    • “Planificación sistemática y ética profesional”• “Procesos metodológicos. Organización – administración y gestión de las ss. Distintos niveles de

    abordaje, especialmente el institucional en la actualidad. Formaciones de RRHH, administrativas, técnicas y profesionales del TS. Proyectos de intervención e investigación. Informes sociales e ins-titucionales en sus distintas tipologías según el objeto de intervención entre otros”

    • “La integración del método tradicional y su interrelación y/o correspondencia con el método básico en T. Social. 1. Médico – Social. 2. 5 etapas – proceso. E.C.R.O (esquema conceptual referencial ope-rativo. Esa intervención [no se entiende la letra] y su síntesis contemplan [no se entiende la letra]”

    • “Dinámica familiar. Tipos de abordaje. Técnicas de intervención –evaluación. Diagnóstico”• “En realidad todos los conocimientos teórico – metodológicos son importantes en la formación.• Pero considero que en mi actual desempeño me sirve el método de trabajo social en grupos, pues-

    to que permite el acercamiento a las personas, sujetos de intervención, modifica situaciones, y propicia dinámicas de participación social”

    • “En mi desempeño profesional incluyo una serie de actividades para el logro de objetivos en el ámbito de educación. Para el logro de objetivos, utilizo las dos formas tanto indirecta como directa”

  • 37

    • “Investigación social. Teoría social. Contenido ético”• “Los aprendidos a partir de las prácticas pre profesionales. Objeto de intervención. Cuestión Social”• “Los contenidos dictados en las materias de Familia I y II y Sistemas de Protección Social”• “Considero que todos los conocimientos aprendidos me sirven de base para desempeñarme pro-

    fesionalmente, desde que el objeto de intervención se construye en la práctica hasta los conoci-mientos teóricos – metodológicos”

    • “Niveles de abordaje. Teoría sistémica. Planificación estratégica”• “Armado y evaluación de proyectos. Capacitación y motivación. Dinámicas grupales. Trabajo inter-

    disciplario y Sistemas de Protección Social”• “Abordaje familiar y comunitario. Planificación y ejecución de proy. Organización institucional in-

    tra e inter. Ética profesional y recursos humanos”• “Planificación”• “Escasos contenidos del grado fueron útiles para mi desarrollo profesional. Destaco contenidos

    particulares de algunas materias”

    ¿Qué herramientas teórico – metodológicas que son necesarias para su ejercicio profesional considera que la formación de grado no le ha proporcionado?

    • “En realidad considero que la carrera no prepara para la amplitud de áreas, tareas y funciones en el que el profesional se inserta en el ámbito profesional. Las materias específicas brindar he-rramientas para el ejercicio y las prácticas, coayudan pero en terreno cuestan aplicarlas ya que dependen del área, visión y función del organismo”

    • “La formación de grado no prepara satisfactoriamente a los egresados para ensamblar teoría con práctica profesional. Particularmente lo aprendí con los años (32 años de ejercicio profesional)”

    • “Herramientas para la investigación. Formación teórica sobre Estado y políticas sociales. Teoría social en general para análisis de coyuntura”

    • “Proceso de investigación. Investigación diagnostica. Elaboración y evaluación de proyectos. Análi-sis de políticas sociales. Modelo de intervención familiar. Redes sociales. Estrategias comunitarias”

    • “Herramientas teórica – metodológicas que profundice sobre el área de supervisión (en servicio, desde otra institución, etc.)”

    • “Orientación teórico – política – metodológico que nos permita una participación interdisciplina-ria en la realidad actual”

    • “Técnicas de investigación. Elaboración de proyectos y formación en políticas sociales”• “Supervisión en el ejercicio profesional, actualizada”• “Funciones de asistencia, prevención y promoción”• “Estadística”• “Políticas sociales, políticas educativas más específico del tema. Explicitar todos los planes,• programas y proyectos que están en todos los ministerios”• “Tenas relacionados a las nuevas prácticas profesionales vinculadas al abordaje familiar”• “Psicología evolutiva. Pedagogía”• “Claridad en objeto de intervención y fortalezas para las investigación”• “Abordajes (como violencias, niñez, adultos mayores)”• “Lo referido a jueves en conflicto con la ley penal. Diferencias las perspectivas teórico – metodo-

    lógicas”• “Falta profundizar ética profesional y manejo estadístico”• “El informe social como documento básico donde realiza un esfuerzo para plasmar la situación

    investigada de manera concisa. En él plasmo conocimientos técnicos mediante un estudio pre me-morizado del caso y valoraciones del mismo de acuerdo a las hipótesis formuladas”

    • “Enfoque de género. Técnicas alternativas”• “Conocimientos en materia legal. Elaboración de informes sociales”

  • 38

    Matriculación

    Según versa la Ley de Ejercicio Profesional N° 5721 en su artículo 4 “Para el ejercicio de la profesión de Servicio o Trabajo Social, se requiere estar inscripto en la matrícula cuyo gobierno ejercerá el Colegio de Profesionales en Servicio o Trabajo Social de Tucumán”. A esta obligación profesional se suma, en la misma tónica, el planteo de la Ley Federal de Trabajo Social (sancionada 10/12/2014) al sostener en el artículo 11 inc. a) “Son obligaciones (…) matricularse en el colegio o consejo profesional de la juris-dicción donde ejerza la profesión al mantener al día el pago de la matrícula habilitante respectiva. Esta obligación rige también para quienes ejerzan la profesión de trabajo social en organismos públicos nacionales, binacionales o internacionales con representación en el país”.

    Las diversas gestiones que encabezaron la representación institucional del Colegio Profesional de Tucumán a lo largo de su historia, vienen trabajando en el ordenamiento y la superación del ejercicio ilegal de la profesión, que se genera en tanto las y los TS no tramitan su incorporación en la matrícula de profesionales, asimismo entre quienes no realizan la habilitación anual correspondiente.

    Esta investigación que apeló a la denominación de Censo, buscó incentivar e invitar a la mayor cantidad de TS a participar del mismo, de modo de alcanzar un panorama de situación lo más fiel posible a la realidad, para así reconfigurar posteriores acciones acorde al diagnóstico. Lejos del control y una intencionalidad “punitiva”, se busca encaminar las intervenciones desde el Colegio amparados en la ética y las buenas prácticas profesionales.

    En relación a la matriculación resulta importante destacar que todos/as los trabajadores/as sociales tienen la responsabilidad y obligación de contar con su habilitación anual de matrícula al día según lo previsto por la Ley de Ejercicio Profesional N°5721. Lo interesante resultan los años de matri-culación que tiene a su vez vinculación con el ingreso al mercado laboral y a los empleos actuales que se analiza con detenimiento a partir de los siguientes apartados.

    Tabla N.9 Año de matriculación de las Trabajadoras Sociales

    Año de matriculación Frecuencia absoluta Frecuencia relativa

    (1980,1990) 20 10 %

    (1990,2000) 33 17 %

    (2000,2010) 74 38 %

    (2010,2015) 70 36 %

    Subtotal 197 100 %

    No contesta 59

    Total 256

  • 39

    Los porcentajes más altos se encuentran a partir de la década del 2000, con un 38% durante esos primeros diez años (2000 – 2010), y otro porcentaje similar en los 5 años subsiguientes, alcanzando un 36%. Es decir, que en los cinco años previos a la realización del 1er Censo, entre 2010 y 2015, se matricularon la misma cantidad de profesionales que durante una década entera. No atribuimos esto al aumento exponencial de graduadas/os en el área, sino mayormente a una política de aper-tura y visibilización del Colegio Profesional. •

    Gráfico N. 7: Año de Matriculación agrupado (n = 197)

    0%

    5%

    10%

    15%

    20%

    25%

    30%

    35%

    40%

    10%

    17%

    38%36%

    (1980,1990) (1990,2000) (2000,2010) (2010,2015)

  • 40

    “Conseguí un empleo, después otro, y después otro más…”

    Cantidad de empleos, incorporación y rotaciones en el mercado laboral

    Los interrogantes dirigidos a analizar cómo fue el ingreso de las TS al mercado laboral, apuntaron a detectar si los procesos de flexibilización y precarización a partir de las contrareformas estatales se hacían presentes (o no) en nuestra población objetivo de análisis.

    Empleos

    No incluimos en el análisis aquellas encuestas donde las participantes refirieron estar desempleadas (7 encuestas,solo un 3% del total) dado que la segunda parte de la encuesta analiza justamente todo lo referente alempleo y las intervenciones posibles a partir del desarrollo de las funciones como pro-fesional ocupada.

    Tabla N.10 Cantidad de empleos (n=254)

    Cantidad de empleos Frecuencia absoluta Frecuencia relativa (%) Puestos de trabajo

    1 empleo 154 61 % 154

    2 empleos 94 37 % 188

    3 empleos o más 6 2 % 18

    Subtotal 254 100 % 360

    No contesta 2

    Total 256

    En relación a la cantidad de empleos, observamos que un 61% de las TS tienen un solo empleo, 37% tiene dos y 2% tiene tres o más de tres. Es decir que, un 39% de las colegas, (cuatro de cada diez TS) tienen dos o más empleos y por tanto, se hallan pluriempleadas. Subrayamos en este punto que, dado que algunas TS tienen más de un empleo, el número de puestos laborales se acrecienta, alcanzando los 360. Algunos cruces se realizarán en adelante teniendo en cuenta este valor.

  • 41

    Gráfico N. 8: Cantidad de empleos y puestos de trabajo

    » 254 trabajadoras

    » 100 colegas tienen 2, 3 o más de 3 empleos

    » 360 puestos de trabajo

    » 4 de cada 10 TS están pluriempleadas

    TS con 1, 2 y 3 empleos. % de pluriempleabilidad

    En este ítem resulta necesario analizar, las razones por las que este porcentaje de TS está pluriem-pleada: ¿Resulta consecuencia de trabajos inestables y búsqueda de continuidad en otros ámbitos? ¿Se asocia al interés de desarrollarse en distintas áreas temáticas de trabajo e intervención?¿La cantidad de horas trabajadas está por debajo de las que deserían estar empleadas? ¿Se vincula a bajos salarios en su primer empleo? ¿El salario percibido es principal ingreso de hogar y, por tanto, se requieren ingresos mayores? Es claro que no tenemos respuestas concluyentes en estos aspectos, pero si consideramos que podemos aproximarnos a lecturas y análisis en torno a estas preguntas a partir de los cruces de información de los diversos ejes que incluía la encuesta.

    Vinculado a los aspectos de ocupación, encontramos que un 99% sostiene estar empleada como TS, es decir que su contratación es, en tanto y en cuanto, por su titulación. Es lla-mativo, que 3 de cada 10 profesionales sostuvieran, al momento de completar la encuesta, estar buscando otro empleo como TS (un 9% del total no contestó este ítem).

    05 0 100 150 200

    Puestos de trabajo

    Cantidad de TS

    Pluriempleadas 39%

    4 de cada 10Profesionales

    TS con 3 o más empleos

    TS con 3 o más empleos

    TS con 2 empleos

    TS con 2 empleos

    TS con 1 empleo

    TS con 1 empleo

    18

    6

    188

    94

    154

    154

    61%

    37%

    2%

  • 42

    A su vez, un 22% contestó estar empleada en otra actividad, un 8% no contestó y un 70% esgrimió respuesta negativa. Entre quienes están empleadas en otra actividad, se precisaron tareas ligadas a: docencia, comercio, actividad privada, técnica en gabinete, coordinación, venta cosméticos. De esto, se despren