las cárceles y población reclusa en venezuela

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5/19/2018 LascrcelesypoblacinreclusaenVenezuela-slidepdf.com http://slidepdf.com/reader/full/las-carceles-y-poblacion-reclusa-en-venezuela 1/6 INTRODUCCIÓN El sistema penitenciario en Venezuela confronta innumerables problemas, tales como el retardo pro- cesal, el hacinamiento, el precario estado de los pena- les, la ausencia de una clasificación de presos, la ca- rencia de servicios básicos indispensables y la presen- cia de armas y drogas, todo lo cual contribuye a la excesiva violencia que caracteriza a las instituciones penitenciarias en Venezuela. A esto se suma el esca- so numero de funcionarios penitenciarios, con esca- sa o ninguna formación en el área 1,2,3 . Todas estas ca- racterísticas, ponen en tela de juicio la función de “re- habilitación y reinserción social” que en teoría debe- rían lograr estas instituciones 4 , receptoras de la pobla- ción delictiva del país y que resultan ser el reflejo agravado de los males que afectan a nuestra sociedad, encontrándose que la permanencia en estos centros de Las cárceles y población reclusa en Venezuela A Posada 1 , M Díaz-Tremarias 2 1 Licenciado en Bioanálisis, Coordinadora de Programas y Proyectos de la Dirección Central de Extensión, Universidad Central de Venezuela. 2 Magíster en Educación, Licenciado en Bioanálisis, Profesor Asociado, Jefe de la Cátedra de Toxicología, Escuela de Bioanálisis, Universidad Central de Venezuela. RESUMEN A pesar de la importancia de los asuntos penitenciarios, en América Latina existen pocos estudios comprensivos y reco- mendaciones regionales con relación a este contexto . En este trabajo se describen las características de las cárceles y los re- clusos en Venezuela, información recopilada a través de revisión documental y en visitas realizadas desde 1998-2006 a dife- rentes penales venezolanos, en el marco de las Jornadas de Salud insertas en el Programa Penitenciario de la Universidad Cen- tral de Venezuela, con el propósito de realizar un aporte que sirva como antecedente nacional y regional para la investigación en el ámbito penitenciario, que permita avanzar en el estudio de sus problemas y en la promoción e implementación de po- sibles soluciones. Palabras clave: Prisión, Instalaciones para Atención de Salud, Recursos Humanos y Servicios, Salud Pública, Prisión. PRISONS AND INMATES POPULATION IN VENEZUELA ABSTRACT Despite the importance of prison issues in Latin America, there is little in the way of detailed local studies or recom- mendations on the subject. This article sets out to describe the situation concerning prisons and inmates in Venezuela. Data for this study was compiled from documentary sources and visits to a number of Venezuelan prisons from 1998 to 2006 as part of the Health Conference of the Programa Penitenciario de la Universidad Central de Venezuela, (Central University of Venezuela Prison Program). The program’s aim was to make contributions towards research on the prison environment at national and regional levels that might serve as a precedent for further study of the problems and issues that exist, and pro- mote and implement possible solutions. Key words: Prison, Health Care Facilities, Manpower and Services, Public Health, Prison. Texto recibido: enero 2008 Texto aceptado: febrero 2008 30 Rev Esp Sanid Penit 2008; 10: 22-27 A Posada, M Díaz-Tremarias. Las cárceles y población reclusa en Venezuela  — 22 —

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A pesar de la importancia de los asuntos penitenciarios, en América Latina existen pocos estudios comprensivos y recomendacionesregionales con relación a este contexto. En este trabajo se describen las características de las cárceles y los reclusosen Venezuela, información recopilada a través de revisión documental y en visitas realizadas desde 1998-2006 a diferentespenales venezolanos, en el marco de las Jornadas de Salud insertas en el Programa Penitenciario de la Universidad Centralde Venezuela, con el propósito de realizar un aporte que sirva como antecedente nacional y regional para la investigaciónen el ámbito penitenciario, que permita avanzar en el estudio de sus problemas y en la promoción e implementación de posiblessoluciones.

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  • 5/19/2018 Las c rceles y poblaci n reclusa en Venezuela

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    INTRODUCCIN

    El sistema penitenciario en Venezuela confrontainnumerables problemas, tales como el retardo pro-cesal, el hacinamiento, el precario estado de los pena-les, la ausencia de una clasificacin de presos, la ca-rencia de servicios bsicos indispensables y la presen-cia de armas y drogas, todo lo cual contribuye a la

    excesiva violencia que caracteriza a las instituciones

    penitenciarias en Venezuela. A esto se suma el esca-so numero de funcionarios penitenciarios, con esca-sa o ninguna formacin en el rea1,2,3. Todas estas ca-ractersticas, ponen en tela de juicio la funcin de re-habilitacin y reinsercin social que en teora debe-ran lograr estas instituciones4, receptoras de la pobla-cin delictiva del pas y que resultan ser el reflejoagravado de los males que afectan a nuestra sociedad,

    encontrndose que la permanencia en estos centros de

    Las crceles y poblacin reclusa en Venezuela

    A Posada1, M Daz-Tremarias2

    1Licenciado en Bioanlisis, Coordinadora de Programas y Proyectos de la Direccin Central de Extensin,Universidad Central de Venezuela.

    2Magster en Educacin, Licenciado en Bioanlisis, Profesor Asociado, Jefe de la Ctedra de Toxicologa,Escuela de Bioanlisis, Universidad Central de Venezuela.

    RESUMEN

    A pesar de la importancia de los asuntos penitenciarios, en Amrica Latina existen pocos estudios comprensivos y reco-mendaciones regionales con relacin a este contexto. En este trabajo se describen las caractersticas de las crceles y los re-clusos en Venezuela, informacin recopilada a travs de revisin documental y en visitas realizadas desde 1998-2006 a dife-rentes penales venezolanos, en el marco de las Jornadas de Salud insertas en el Programa Penitenciario de la Universidad Cen-tral de Venezuela, con el propsito de realizar un aporte que sirva como antecedente nacional y regional para la investigacinen el mbito penitenciario, que permita avanzar en el estudio de sus problemas y en la promocin e implementacin de po-sibles soluciones.

    Palabras clave: Prisin, Instalaciones para Atencin de Salud, Recursos Humanos y Servicios, Salud Pblica, Prisin.

    PRISONS AND INMATES POPULATION IN VENEZUELA

    ABSTRACT

    Despite the importance of prison issues in Latin America, there is little in the way of detailed local studies or recom-mendations on the subject. This article sets out to describe the situation concerning prisons and inmates in Venezuela. Datafor this study was compiled from documentary sources and visits to a number of Venezuelan prisons from 1998 to 2006 aspart of the Health Conference of the Programa Penitenciario de la Universidad Central de Venezuela, (Central Universityof Venezuela Prison Program). The programs aim was to make contributions towards research on the prison environmentat national and regional levels that might serve as a precedent for further study of the problems and issues that exist, and pro-mote and implement possible solutions.

    Key words: Prison, Health Care Facilities, Manpower and Services, Public Health, Prison.

    Texto recibido: enero 2008 Texto aceptado: febrero 2008

    30 Rev Esp Sanid Penit 2008; 10: 22-27A Posada, M Daz-Tremarias.

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    reclusin, lejos de rehabilitar, propicia vicios y mayo-res problemas a un sistema penitenciario ya desgas-tado y obsoleto.

    En tal sentido, es necesaria su reforma para la exi-tosa ejecucin de acciones educativas y teraputicasa largo plazo. Tales acciones deben propiciarse tenien-do como eje la salud del interno, en la conviccin deque es un ser humano, miembro de una comunidad,que proviene de ella y vuelve a ella cuando recuperasu libertad. Se considera que el xito de estas estrate-gias contribuira al bienestar de la sociedad en su con-junto, razn por la cual se presenta una descripcinde este contexto, como un aporte que sirva como an-tecedente nacional y regional del contexto penitencia-rio a fin de avanzar en el estudio de sus problemas yen la promocin e implementacin de posibles solu-ciones.

    LOS CENTROS PENITENCIARIOS ENVENEZUELA

    En Venezuela existen treinta crceles nacionales,adscritas al Ministerio del Poder Popular para Rela-ciones Interiores y Justicia (MPPRIJ), ubicadas en di-ferentes regiones, sin embargo siete de ellas estn si-tuadas en el rea metropolitana y en conjunto alber-gan, aproximadamente, una cuarta parte de toda la

    poblacin penal del pas4.Del total de crceles, solo una es un centro de re-

    clusin exclusivamente femenino, los veintinuevecentros restantes son para reclusos del gnero mascu-lino aunque en quince de ellos se encuentran anexosfemeninos con un bajo nmero de reclusas (general-mente entre 20-30).

    Las leyes venezolanas5 distinguen entre los cen-tros diseados para internos penados o condenadosy los destinados a detenidos preventivos o procesa-dos, es decir aquellos que estn a la espera del juicio.Se exige que los penados cumplan su condena en una

    penitenciaria, en una crcel nacional, local o en unacolonia penitenciaria en funcin del tipo pena que seles haya impuesto5,6. Otros centros, denominados in-ternados judiciales o retenes, se destinan principal-mente a procesados. Sin embargo, suele haber esca-sa relacin entre la designacin oficial de un centroy el tipo de internos que ste alberga, pues cualquie-ra que sea su denominacin, en nuestras prisionesconviven tanto condenados como procesados, enproporciones aparentemente aleatorias; siendo esteaspecto un rasgo crnico en nuestro pas, incum-pliendo as las normas internacionales que exigen la

    separacin de procesados y penados. En la mayora

    de estas crceles conviven en un mismo espacio, in-dividuos que han cometido delitos muy diferentes,sin atender a las diferencias de tratamiento que exi-

    ge cada caso4

    .En cuanto a la infraestructura de los centros peni-tenciarios, la poblacin reclusa creci rpidamente du-rante los aos 80 y 90, pero no sucedi as con el es-pacio penitenciario disponible. Desde 1988 hasta 1996no se construyeron nuevas prisiones y fue a finales deese ao que se abrieron nuevos centros, como anexosde otras prisiones ya existentes. Esta capacidad adicio-nal, se vio desbordada por la prdida de espacio, enenero de 1997, con el cierre y demolicin de una de lasprincipales prisiones del rea metropolitana7.

    El deterioro crnico de la infraestructura peni-tenciaria, la sobrepoblacin y la carencia de presu-puesto, atentan contra las condiciones mnimas pa-ra una vida adecuada. En la mayora de estos centrosse evidencian problemas en las tuberas de aguasblancas y negras, acumulacin de basura y deterio-ro de los sanitarios y celdas, adems de graves fallasen el suministro elctrico y de agua potable8. El de-plorable estado de las edificaciones penitenciariasobedece a su antigedad (una media de 37 aos), eluso intensivo y la falta de inversiones para su man-tenimiento.

    La capacidad de estas instituciones permite alo-jar a 15.000 prisioneros, sin embargo la poblacin pe-

    nal del pas alcanzaba, para marzo de 2006, a 19.257internos9, cifra que es variable, bien por deceso del in-terno, cumplimiento de la pena, traslados y los quehan sido absueltos10.

    Una consecuencia evidente de esta sobrepobla-cin es el hacinamiento. Mientras el nmero de pla-zas penitenciarias y recursos disponibles se mantieneconstante para atender a un mayor nmero de reclu-sos, las condiciones de vida, dentro de las prisiones,tienden a desmejorar al facilitarse la insalubridad, elcolapso de los servicios bsicos y la violencia8.

    Se registra un dficit del nmero de plazas para

    un ndice de hacinamiento (porcentaje de la poblacinque excede la capacidad instalada del sistema) equi-valente al 14%9. Sin embargo hay que observar conprecaucin este parmetro, pues si bien como dato ge-neral no supera el nivel considerado alarmante segncriterios internacionales11 (20% de hacinamiento), alanalizar cada penal por separado, la situacin puederesultar muy diferente. Por ejemplo, para diciembre2006, en el Centro Penitenciario de Occidente (San-ta Ana) se registraron 2.000 reclusos en un espacio di-seado para 600 personas9.

    Respecto a la alimentacin, se puede sealar que

    este es un aspecto que genera mayor nmero de abu-

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    sos ya sea por distraccin de fondos y/o apropiacinindebida de los artculos relacionados, lo cual origi-na una precaria alimentacin del recluso en cantidad

    y calidad, una deficiente preparacin de los mismosy una distribucin en condiciones indignas. As,muchos internos dependen de sus familias y de la so-lidaridad entre ellos para su suministro y comple-mento12.

    Por otra parte se puede mencionar que la violen-cia carcelaria nacional tiene sus orgenes en dos gru-pos de factores causales. El primero de ellos, atribui-dos a la propia institucin: infraestructura precaria,hacinamiento, falta de clasificacin de los reclusos, eltrato dado a los visitantes, el retardo procesal, trasla-do a los tribunales, corrupcin, excesos y abusos decustodios y guardias, impunidad, sostenimiento delocio, entre otros. El segundo, originado por los pro-pios actores: trfico y consumo de drogas, conflictospor control territorial y el trfico de armas13.

    En la Tabla I se presentan las cifras de muertesviolentas y heridos en las crceles del pas para el pe-rodo comprendido entre los aos 2003 al 2007.

    En este sentido, expertos opinan que en Venezue-la parece existir la pena de muerte en las penitencia-ras; refieren que en Estados Unidos mueren ms pre-sos por pena de muerte que por rencillas, y tienen unapoblacin de 2.700.000 presos; en Brasil, existen400.000 presos y mueren 1,5 internos por cada mil; y

    Venezuela, que tiene 20.000 presos, mueren 20 por ca-da mil9.

    Al igual que la violencia, el consumo de drogas esuna realidad en los penales venezolanos, hecho de-mostrado de manera indirecta a travs de decomisosrealizados por las autoridades competentes y de ma-nera directa a travs de la deteccin de metabolitosurinarios de drogas. Es as como en investigacin rea-lizada en cinco penales entre los aos 2000 y 2003,con un total de 570 muestras, 280 (49,1%) resultaronpositivas para cocana y marihuana. De estos sujetos,29,3% niega en la entrevista todo consumo de dro-

    gas. Aunado a esto y dada la falta de diagnstico cl-nico y psicolgico se desconoce si se trata de consu-

    midores ocasionales o de verdaderos drogodepen-dientes14.

    Los sujetos que afirman consumir drogas estan-

    do recluidos, mencionan el consumo de marihuana,cocana y sus derivados (crack y basuko), alcohol iso-proplico (agua loca), condicin que se repite en to-dos los penales estudiados y que lleva a pensar que elconsumo de drogas por va intravenosa es muy esca-so en nuestras crceles. Esto probablemente respon-da a razones culturales (temor a las agujas), a la difi-cultad para conseguir las inyectadoras y/o al mayorcosto monetario de estas sustancias14,15.

    CARACTERSTICAS DE LOS RECLUSOS

    El nmero de personas recluidas en los diferen-tes establecimientos penales en el mbito nacional, semantuvo relativamente estable durante los ltimosaos, registrndose para el ao 2006 una tasa de en-carcelamiento de 71,24 por cien mil habitantes9.

    Para marzo de 2006, de la poblacin total de re-clusos del pas, 55,3% se encontraban en condicinde procesados y 44,7% ya haban recibido condena.Si bien la proporcin ha mejorado, con relacin aaos anteriores, persiste un nmero elevado de pro-cesados dentro del sistema penitenciario venezolano,lo cual se debe en buena parte al retardo procesal. En

    la Tabla II se presentan las cifras totales de la pobla-cin reclusa existente en nuestras crceles entre losaos 1999 al 2006 y discriminadas segn su condicinjurdica.

    Es importante resaltar que la poblacin recluidaen los establecimientos penitenciarios es predominan-temente masculina, en tanto que prevalecen los hom-bres con el 93,5% (18.002) frente a un 6,5% de mu-jeres (1.255)9.

    Los internos de los establecimientos penitencia-rios venezolanos son hombres y mujeres jvenes ensu inmensa mayora. Segn datos del ao 2005, entre

    la poblacin masculina recluida predominan las per-sonas entre 22 a 30 aos (45,6%), frente a las perso-

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    2003 2004 2005 2006 2007(ene-ago) (ene-ago) (ene-ago) (ene-dic) (ene-jul)

    Muertes violentas 274 172 234 412 292

    Heridos 974 599 630 992 634

    Fuente: Datos 2003, 2004, 2005: MPPRIJ. Datos 2006: Observatorio Venezolano de Prisiones.

    Tabla I. Violencia Carcelaria en Venezuela.

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    nas mayores de 30 aos (38,4%) y jvenes entre 18 y21 aos (14,5%), con una edad promedio que oscilaentre los 19 y 25 aos. Pertenecen casi unnimemen-te a los estratos ms humildes de la poblacin, puesdel total de personas recluidas, 61,3% tenan como lu-gar de residencia barrios o zonas marginales, dondeocupan viviendas precarias, con escasez de serviciosbsicos y de espacios personales9.

    Igualmente, en su mayora, proceden de familias

    con procesos de desvinculacin, donde se aprecian ca-rencias de afectividad, por lo general con ausencia defigura paterna y la autoridad familiar no ha sido ejer-cida satisfactoriamente provocando situaciones con-flictivas. Son familias sin trabajo y con pocas aspira-ciones, que luchan por la supervivencia diaria4.

    En relacin a la ocupacin profesional, la mayo-ra est constituida por obreros de diferentes discipli-nas: construccin, plstico, manufacturero, conduc-tores de medios de transporte y personas de ocupa-ciones afines; artesanos, operadores y electricistas. Alobservar las condiciones laborales que presentaban a

    su ingreso en prisin, la inmensa mayora no tenaempleo fijo o realizaban trabajos eventuales o relacio-nados con la economa informal16.

    Si bien en algunos establecimientos penitenciariosse han hecho esfuerzos para proporcionar capacita-cin laboral a los internos, no se puede considerar unapoltica sostenida y extendida hacia todos los centrospenitenciarios9.

    Para el segundo semestre de 2005 se determinque un 21,8% de la poblacin penal, se encontraba in-corporada a programas educativos (misiones) delactual gobierno (15%) y a otras formas de ensean-

    za (6,3%). Para este mismo perodo, se registra que

    aproximadamente un 30% tiene estudios de primaria,50% estudios de secundaria y solo 3% nivel superior,lo cual significa que un 83% de la poblacin reclusa,para esa fecha, estaba escolarizada frente a un 8% deanalfabetismo9.

    En cuanto a las diferentes nacionalidades presen-tes, la poblacin reclusa es mayoritariamente venezo-lana17.

    En relacin al gnero y estado civil, del total de

    la poblacin masculina, 70% son solteros, 12,4% ca-sados y 8,6% unidos. La mayora de la poblacin re-clusa femenina son mujeres con edades que oscilanentre 20 a 30 aos y que poseen las siguientes carac-tersticas: 45% solteras, 90% con hijos, ms del 50%son procesadas y 17% extranjeras. El 64% se encuen-tra recluido por delitos relacionados con drogas9.

    Generalmente presentan menores problemas dehacinamiento y mejores condiciones de reclusin quelos hombres; sin embargo, dado su bajo nmero, enalgunos estados del pas se encuentran recluidas en es-tablecimientos inapropiados. Presentan serios proble-

    mas en cuanto a su libertad sexual, el beneficio de vi-sitas conyugales para las internas fue reconocido porla legislacin venezolana en 1992, pero slo a partirde 1999 se incorpor como lnea de trabajo la dota-cin de la infraestructura para garantizarlo8. Aunqueactualmente las reciben, son limitadas; situacin quese convierte en una diferencia en el trato de las mu-jeres y que contrasta llamativamente con la de loshombres4. Hasta finales del ao 2006, no se habanevidenciado acciones tendentes a mejorar esta situa-cin, a pesar de la evidente necesidad de incorporaren las polticas penitenciarias una perspectiva de g-

    nero

    9

    .

    Aos/Poblacin reclusa Poblacin reclusa Procesados % Penados %

    1999 22.914 13.074 57 9.840 43

    2000 14.196 6.638 44,65 7.858 55,532001 16.751 7.058 42,13 9.693 57,87

    2002 19.368 9.348 48,3 1.020 51,7

    2003 19.368 9.348 48,26 10.020 51,73

    2004 19.951 9.932 49,78 10.019 50,21

    2005 19.853 9.633 48,52 10.220 51,48

    2006 19.257 10.651 55,3 8.606 44,7

    Fuente: Programa Venezolano de Educacin-Accin en Derechos Humanos (PROVEA) Informe anual 2005-2006.

    Tabla II. Poblacin Penitenciaria (Aos 1999-2006).

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    Las condiciones generales de vida al interior denuestras prisiones, repercuten en una mayor inciden-cia de enfermedades propias de ambientes hacinados

    e insalubres. En investigaciones realizadas en 8.232internos, entre los aos 2001 a 2003 se mencionan co-mo principales causas de consulta las siguientes pa-tologas: enfermedades de la piel (53%) tales comomicosis, dermatitis, y escabiosis, entre otras; gastro-enterolgicas (12%); quirrgicas (10%); enfermeda-des respiratorias (9%) e infecciones de transmisinsexual (8%), cuadros que en general, suelen ser masfrecuentes entre los reclusos que en el resto de la po-blacin8,10. Las infecciones de transmisin sexual ysus factores de riesgo, merecen mencin aparte, raznpor la cual sern presentadas ms ampliamente en en-tregas posteriores. En la situacin de salud de las mu-jeres se registra la existencia de enfermedades crni-cas relacionadas con hipertensin, problemas respira-torios y problemas renales, entre otros9, 18.

    Aunado a esto, en el interior de los penales se es-tablece una marginalidad dentro de la marginalidad,segn el nivel de recursos y medios, que poseen estaspersonas, por esta razn es posible entender que seagrupen entre s, en base a cierto patrn comn. Es-tas formas de pertenencia generan mecanismos de au-tosostenimiento que refuerzan actitudes y comporta-mientos19 y en muchas ocasiones, contribuyen a laviolencia.

    Existen reglamentos, criterios y normas que rigenla conducta de los reclusos y del personal que all la-bora y que forman parte de la cultura dominante, pa-ralelamente se mantienen acuerdos sociales implcitosbasados en intereses compartidos, en un compromi-so grupal que cohesiona, pasando a ser una estrategiaadaptativa al medio carcelario que conforman la sub-cultura carcelaria, la cual posee sus propias reglas yse expresa como conciencia grupal, al reproducir ele-mentos culturales de identidad colectiva pues se es-tablecen cdigos propios de honor, de apoyo, de cas-tigo, de censura, de defensa de la territorialidad, en-

    tre otros. Ambos tipos de reglas coexisten y regulanla interaccin de los reclusos19.

    HACIA DNDE VAMOS

    Hasta ahora, se ha demostrado una total incom-petencia para abordar y resolver la situacin peniten-ciaria en nuestro pas. Sin embargo, el actual gobier-no reconoce los problemas de este contexto y ha co-menzado a implementar el proyecto denominadoHumanizacin Penitenciaria, caracterizado por un

    sistema que apunte a la rehabilitacin del interno; con

    procedimientos que aseguren sus derechos humanos;con atencin integral al recluso: salud, trabajo, depor-te y recreacin; dirigido por penitenciaristas profesio-

    nales; bajo administracin descentralizada; con pre-ferencia al rgimen abierto y colonias agropecuarias;que incluya la atencin postpenitenciaria (reinser-cin) y previendo la creacin de un ente penitencia-rio autnomo20.

    Sin dejar de reconocer el mrito para el inicio deestas acciones, sigue evidencindose cierta debilidaden la voluntad poltica, la ausencia de un diagnsticoindividualizado, sistemtico y permanente de esta po-blacin, no solo desde el punto de vista mdico, sinodesde el punto de vista de sus habilidades y destre-zas, por lo tanto, podra manifestarse cierto escepti-

    cismo acerca de la ejecucin y estabilidad en el tiem-po de estas acciones, dado que en nuestro pas se handiseado nuevas polticas y estrategias, se han suscri-to nuevos acuerdos, pero escasean los recursos mate-riales y humanos necesarios para su aplicacin, puesse pierden en el entramado burocrtico, el cambio deautoridades y la corrupcin.

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    CORRESPONDENCIA

    Universidad Central de Venezuela.Facultad de Medicina.Escuela de Bioanlisis, Piso 3.Ctedra de Toxicologa.Caracas 1051, Venezuela.