lamborghini-el.niño.proletario

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  • 8/17/2019 Lamborghini-El.niño.proletario

    1/5

    1

    1

    1

    1

    Osvaldo Lamborghini

    ovelas

    y cuentos

    l

    fiord • Sebregondi retrocede

    Sebregondi se excede • Relatos

    Las

    hijas de Hegel • a causa justa

    l Pibe Barulo •

    l

    Cloaca Iván

    Prólogo de

    César

    Aira

    Ediciones del Serbal

  • 8/17/2019 Lamborghini-El.niño.proletario

    2/5

    CON

    MANO

    ORTOPÉDICA.

    EL

    MARQUÉS DE

    SEBREGONDI

    YA

    ESCRIBIÓ SU

    POEMA

    «Culeamos

    bien por la noche. pero

    la

    cosa siguió por

    la

    manana.

    La cosa: la cosa.

    era

    el

    c a f ~

    sombrfo

    los restos

    de

    semen

    cayendo.

    cayendo

    como rafdas

    colgaduras

    de las

    compuértas del ano.

    Este

    muchacho me era dulce a

    tecible. este muchacho tenfa sus frutas pudriéndose en su

    corazón:

    ten fa mi

    verga en su boca

    los

    ojos bajos.

    so

    bños. Tcnfa

    unas nalgas infladas. transportables.

    un

    ritmo

    interno en su corazón, frutas podridas

    de

    sabor ácido

    para depositarlas en

    mi

    lengua. que. no

    es

    un depósito del

    sabor en cambio otra compuerta. Este muchacho se.

    arre

    mangó

    las

    nalgas hasta alojar toda

    mi verga,

    en camino

    directo. hacia

    la

    vena más frágil

    de

    su corazón. Mi

    verga

    afuera

    cubierta por

    un limo.

    su.

    mierda

    es

    azul. con gric·

    tas.

    corpúsculos grumos.

    y

    humea hacia mf:

    un

    vaho:

    de

    cocina encendida

    al

    amanecer. su mierda

    de

    mucha·

    cho

    es

    azul .cuando ñe vuelta su cara hácia m mien

    tras

    me lo estoy ·cojiendo-

    mis

    dedos trabajan sus tetillas

    de pezones duros.

    su ano

    es

    tachonado,

    claveteado, pues

    to

    en vereda por mi verga. Yél se ñe con su risa argentina

    completando,

    asr. mi

    goce de furor al

    desfiorarlo

    Mi ver

    ga

    adentro

    cubie-rta

    por un limo. era la verga de. él que me

    penetraba hásta

    los

    lrmites, hasta et rincón donde

    el

    arpa

    ya

    no rfe.

    Hasta

    lps Umites,

    ~ ritmo interno de

    mi

    cora

    zón

    que

    cuelga

    colga de las

    compuertas

    de

    mi ano .Estemuchacho

    me

    calza

    las

    espuelas. intercambia conmigo

    su

    látigo y el

    mfo.

    tiene la virtud

    de

    no entenderme salvo en

    mi goce

    de

    furor

    .

    Estoy .lejano

    .Bebo el café en elJondó.

    de

    sus párpados. Me penetra y

    es

    la rima

    de mi.

    propio cora

    zón engastándose en la rima

    de

    una retórica gastada, som

    brfa. Es

    la

    rima.

    Esa

    rima ..

    Es el.

    muchacho de violencia

    contenida que me penetra desde un paisaje que está de

    trás de m y me

    ri.ma.

    Agolpes

    de

    su

    verga

    lleva la cuenta

    de·mis

    sOabas. Me

    levanta en

    vilo

    con su

    verga

    hasta

    'ha.

    cerme rozar

    la

    cara

    c;pn el techo,

    la

    cara

    goce

    y espanto

    enfrentada

    ~ l c i c l o b l a n c o

    enfrentada por

    fin

    al

    s i l e n c i o : ~

    6

    III.

    EL

    NIÑO PROLETARIO

    Desde

    que

    empieza

    a dar

    sus

    primeros

    pasos en la

    vida.

    el

    nino proletario sufre

    las

    consecuencias

    de

    pertenecer a

    lá cláse

    explotada.

    Nace

    en· una

    pieza

    que se cae a peda

    zos.

    generalmente

    con

    una inmensa

    herencia alcohólica en

    la

    sangre. Mientras

    la

    autora

    de

    sus

    dfas

    lo

    echa al mun

    do.

    asistida por una curandera

    vieja y·reviclosa. el

    padre.

    el

    autor. entre vómitos que apagan

    los

    gemidos

    lfcitos de

    la parturienta.

    se

    emborracha con un vino

    más

    denso que

    la mugre

    de

    su

    miseria·.

    Me· congratulo por eso

    de no

    ser o

    o

    eto,

    de

    no haber

    nacido

    en·

    un hogar proletario.

    El padre borracho y siempre.

    al

    borde

    de

    la desocupa

    ción.

    le

    pega a su nino con una cadena

    de

    pegar. y cuan

    do

    le

    habla

    es sólo

    para inculcarle ideas asesinas

    .Desde

    ni

    no

    el.nino

    proletario·

    trabaja. saltando

    de

    ttanvfa

    entranvfa para vender

    sus

    periódicos.

    Ell lá

    escuela, que nunca

    termina.

    es

    diariamente humillado por sus compafteros

    ri

    cos.

    En su

    hogar.

    ese

    antro ·repulsivo,

    .asiste

    a la

    prostitU

    ción

    de su

    madre. que

    se deja

    trincar por

    los

    comerciantes

    del

    barrio para conservar

    el ·fiado.

    En

    mi

    escuela tenramos a

    uno,

    a

    un

    nii\o proletario.

    Stroppani

    era

    su nombre.

    pero

    la maestra

    de

    inferior

    se lo habfa cambiado por el

    de

    ¡Estropeado A rodillazos

    llevaba ·a lá

    Dirección

    a ¡Estropeado cada

    vez que.

    flltra

    do por el hambre, ¡Estropeado

    no

    acertaba a entender sus

    explicaciones.

    Nosotros nos

    divertfamos

    éfi

    gtartde.Evidentemente.

    la

    sodcdad

    blirgtíesa, se

    complace en

    6J

  • 8/17/2019 Lamborghini-El.niño.proletario

    3/5

    torturar al nifto proletario. esa baba,

    esa

    larva criada en

    medio de la idiotez y

    elel

    terror.

    Con el correr de los anos

    el

    niño proletario

    se convier

    te

    en

    hombre

    prolctarj.o

    y vale me.nos

    que

    úna cosa. Con

    trae sffLlis y. enseguida que

    la

    contrae, siente el irresistible

    impulso de casarse para perpetuar la enfermedad a través

    de

    las

    generaciones.

    Como

    la

    única herencia

    que puede

    de

    jar es la de

    sus

    chancros jamás se abstiene de dejarla. Ha

    ce cuantas veces puede .la bestia de dos espaldas con su

    esposa ilfcita.

    y

    asr.

    gracias a una alquimia que aún

    no pue

    do llegar a entender (o que

    tal

    vez nunca llegaré a enten

    der , su semen se conviene en

    venéreos

    niftos proletarios.

    De

    esa manera se cierra el

    cfrculo,

    exasperadameme se

    completa.

    ¡Estropeado .

    con

    su

    pantaloncito sostenido por

    un solo

    tirador de trapo

    y

    los periódicos bajo el brazo. venfa

    sin

    vernos

    caminando

    hacia

    nosotrQs,

    tres

    nlf\os

    burgueses:

    Es·

    teban. Gustavo.

    yo.

    J,.a

    execración

    de los

    obreros también nosotros

    la

    Ue: \

    vamos en

    la sangre.

    Gustavo adelantó

    la

    rueda

    de

    su

    bicicleta

    azul

    asf

    ocupó toda la yercda. ¡Estropeado hubo de

    parar:

    nos

    miró con

    ojos

    azorados. inquiriendo con la mirada a

    q u ~

    nueva ,humjlladón dcb[a someterse. Nosotros tampoco lo

    sabfamos aún pero ernpezam.os por Incendiarle los perió•.

    dic;os

    y arr.ancCJrle las monedas ganadas del

    foJ1dO

    destro·

    za ;io de sus bolsillos. ¡ E s u : o p ~ a d o l nos miraba inquirien

    do

    con

    la

    cara blanca de terror

    oh

    por

    ese

    color blanco

    de t.crror en las

    caras odiadas.

    en las fachas obreras más odiadas. por verlo aparecer .sin

    desaparición nosotros u b i ~ r m o s d o n d o nuestros pala-·

    dos

    multicolores. la

    atmósfera que nos -envolvfa de dora

    do color.

    A m p u j o n c s patadas zambullimos a ¡Estropeado

    en el fondo ele una zanja

    de

    agua escasa. Chapoteaba de

    b.ruces

    ahf, con la cara manchada de barro. Nuestro d e ~

    lirio iba en a_umento. LSl cara·

    de

    Gustavo aparcera contrar

    da por un espasmo de agónico placer. Esteban alcanzó un

    pedazo

    cortante

    de

    vidrio

    triangular.,

    Los

    tres

    nos zambu·

    Uimos en

    la zanja.

    Gustavó. con el brazo que·te-rerminaba

    en

    un ·vidrio triangular

    en

    alto. se aproximó a ¡Estropea·

    do , lo

    miró. Yo me aferraba a mis tcstfculos por miedo

    a mi propio placer. temeroso de mi

    propio

    ululame. agó

    nico placer. Gustavo le

    tajcó

    la cara al nifto proletario de

    arriba hacia abajo después ahondó lateralmente

    los

    la·

    blos de

    la

    herida.

    Esteban

    y y

    ulUlábamos. Gustavo

    se

    sos·

    tenfa

    el-brazo del vidrio con la otra mano para aumentar

    la

    fuerza

    de

    la incisión.

    No desfallecer,

    Gustavo.

    no desfallecer.

    Nosotros q u i s i ~ r m o s morir asr. cuando

    el

    goce. y la

    venganza se penetran llegan a

    su

    culminación.

    Porque el goce llama al goce. lama a la

    venganza,

    lla

    ma a la culminación.

    Porque. Gustavo parccfa. al sol, exhibir una espada

    pejeante

    con

    destellos

    que también

    a nosotros

    venfan

    a

    he

    rimos en los

    ojos

    en los órganos del goce.

    Porque

    el

    goce

    ya

    estaba decretado

    ahf.

    por decreto.

    en

    ese pantaloncito sostenido por un solo tirador de trapo

    gris.

    mugriento ·

    desflecado.

    Esteban se lo arrancó y quedaron

    al

    aire las nalgas sin

    calzoncillos.

    amargamente desnutridas del nino proletario:

    El

    goce

    estaba ahf, ya decretado. y Esteban. Esteban de

    un

    solo

    manotazo. arrancó el

    sucio

    tirador.

    Pero

    fue Gus

    tavo quien se le echó encima primero. el primero que arre

    metió contra el cuerpifto

    de

    ¡Estropeado .

    Gustavo.

    quien

    nos

    liderarfa

    luego

    en

    la

    edad madura.

    todos estos

    anos

    de

    fratasada, estropeada

    pnsión:

    él

    primero.

    clavó prime

    ro

    el

    Vidrio

    triangular donde

    .empezaba

    la

    raya del

    trasero

    de

    ¡Estropeado

    y

    prolongó el

    tajo

    natural.

    Salió la

    sangre

    esparcida hacia arriba hacia abajo. iluminada por

    el

    sof.

    el agujero del ano quedó húmedo sin esfuerzo como

    pa•

    ra facilitar el

    acto que preparábamos. Y

    fue Gustavo.

    Gus·

    tavo el que Jo traspasó primero con

    su falo.

    enorme para

    su edad. demasiado filoso para

    el amor.

    Esteban

    y

    nos contenfamos ásperamente. con

    las

    gargantas bloqueadas por

    un

    silencio

    de

    ansiedad, dcses·

    peraclón. Esteban yo. Con los falos enardecidos en las

    manos esperábamos y

    esperábamos;

    mientras Gustavo

    da

    ·ba

    brincos que taladraban a

    ¡Estropeado ¡Estropeado

    65

  • 8/17/2019 Lamborghini-El.niño.proletario

    4/5

    no

    podfa gritar ni siquiera gritar porque su boca era fir

    memente hundida

    en el

    barro por

    la

    mano fuerte milita_ri

    de

    Gustavo.

    A Esteban se le contrajo el estómago a r íz de

    la

    an

    siedad luego de

    lá r c ~ d

    desalojó algo

    del

    estómago

    al

    go que cayó a

    mis

    pies.

    Er:a

    un s p l ~ n d i d o conjunto de ob

    jetos brillantes .ricamente ornamentados espejeantes

    al

    sol. Me

    a g a c h ~

    lo incorporé a mi estómago, y Esteban en•

    tendió mi hcrmanación. Se arrojó a

    mis

    brazos yo me

    bajé los pantalones.

    Por el

    ano

    desocupé. Desalojé

    una ma

    sa luminosa que enccguecfa con el sol.

    Esteban

    la comió

    y a

    sus brazos

    hermanados

    me.

    arroje.

    Mientras tanto ¡Estropeado se ahogaba en

    el

    barro

    con

    su

    ano opaco rasgado por el

    falo

    de Gustavo, quien

    por:

    fin

    tuvo su goce

    con

    un

    alarido

    .La

    inocencia

    del

    justi

    ciero placer.

    Esteban

    y

    yo

    nos precipitamos

    sobre el

    inmundo

    cuer

    po

    abandonado. Esteban

    le

    enterró

    el falo,

    recóndito.

    fe

    cal. y yo le horadé un pie con un punzón a través

    d.e la

    suela

    de soga de alpargata.

    Pero

    no

    me

    contentaba triste

    mente con eso. Le corté uno a uno los dedos mugrientos

    de

    los pies.

    malolientes de los

    pies.

    que ya de nada irfan

    a servirle. Nunca

    más correteos.

    correteos y saltos

    de

    tran

    vra

    tranvra. tranvJas amarillos.

    Promediaba

    m

    turno pero yo no queria penetrarlo por

    el ano.

    -Yo quiero succión -crujf.

    Esteban

    se afanaba en

    los

    últimos jadeos. o espera

    ba

    que

    Esteban terminara que

    la

    cara

    de

    ¡Estropeado

    se

    desuniera

    del

    barro para que ¡Estropeado

    me

    lamiera

    el

    falo, pero debfa entretener la espera. armarme en

    la

    tar

    danza. Entonces todas

    las cosas que

    le hice. en la tardé de

    sol

    menguante azul

    con el

    punzón. Le abrf un canal de

    doble

    labio en la

    pierna izquierda hasta que

    el

    hueso des

    preciable y atorrante quedó al desnudo. Era un hueso blan

    co

    como todos

    los demás.

    pero

    sus huesos no eran huesos

    semejantes. Le rebané la man9 y vi otro

    hueso,

    crispados

    los

    nódulos-falanges aferrados. clavados en

    el

    barro.

    mien

    tras

    Esteban

    agonizaba a punto

    de

    gozar.

    Con

    mt corbata

    roja

    hice un ensayo en

    elcoello

    del

    niftQ

    proletario. Cuatro

    66

    tirones rápidos. dolorosos sin

    todavra el

    prfstino argénteo

    fin

    de muerte.

    Thdavfa

    escabullirse literalmente en

    la tar-·

    danza.

    Gustavo pedfa a gritos por su parte un fino paftuelo

    de batista.

    Queria

    limpiarse

    la

    arremolinada materia

    fecal

    conque }Estropeado le ensuciara

    la

    punta rósea hiriente

    de

    su

    falo.

    Parece

    que ¡Estropeado

    se

    cagó.

    'Erá

    enorme

    y agresivo entre parentes.ls el

    falo

    de

    Gustavo. Con

    entera

    independencia y

    solo se.movfa, asr.

    y

    asr.

    cabezadas y em

    bestidas.

    Tensaba

    para colmo los

    labios

    delgados-de su

    bo

    ca

    como

    si ya

    mismo

    y sin tardanza fuera a aullar. Y

    el

    sol se ponfa.

    el

    sol que se ponra. ponfa

    Nos

    iluminaban

    los últimos rayos en la

    rompiente

    tarde azul. Cada cosa que·

    se

    rompe y adentro que

    se

    rompe y afuera

    que se

    rompe.

    adentro y

    afuera.

    adentro y afuera. entra y sale que se

    rom

    pe, lrvldo Gustavo

    miraba

    el

    sol que

    se

    moña y reclamaba

    aquel paftuelo de batista bordado y maternal.

    o

    le di

    pa

    ra

    calmarlo

    mi

    pañuelo de batista donde

    el

    rostro

    de

    mi

    madre augusta estaba bordado. rodeado por una esplen

    dente aureola

    como

    de fingidos rayos.

    en

    tanto -que tantas

    veces

    sequé

    mis

    lágrimas

    en

    ese mismo pañuelo y sobre

    él volqué.

    años

    después. mi

    primera

    )' uémula eyaculación.

    Porque la venganza llama

    al

    goce y el

    goce

    a la ven

    ganza pero no en cualquier vagina y es preferible que en

    ninguna.

    Con mi

    pañuelo de batista

    en la

    mano Gustavo

    se

    limpió

    su punta agresiva

    y· asf

    me lo

    devolvió rojo

    san

    gre

    y marrón.

    Mi

    lengua

    lo

    limpió

    en un

    segundo. has

    ta

    devolverle

    al

    paño

    la

    cara augusta.

    el

    retrato· con un

    collar

    de

    perlas

    en

    el

    cuello.

    eh.

    Con

    un

    collar

    en

    el

    cuello.

    Justo

    ahf.

    Descansaba Esteban

    mirando el

    aire

    después de

    go

    zar y era

    mi

    turno. o

    me

    acerqué a

    la

    forma dc.¡Estropea

    dol

    medio sepultada en

    el

    barro y

    la di

    vuelta

    con

    el pie.

    En la

    cara

    brillaba el tajo obra del vidrio triangular.

    El

    om

    bligo de raquftico luda trvldo azulado. 1Chfa

    los

    brazos y

    las piernas encogidos. como si ahora y

    todavra.

    después

    de

    la derrota. intentara protegerse del asalto .

    Reflejo

    que

    no

    pudo tener en su momento condenado por la clase.

    Con

    el punzón le alargué. el ombligo de

    otro

    tajo. Manó

    la

    san

    gre entre los dedos de sus manos. En

    el

    estilo más feroz

    67

  • 8/17/2019 Lamborghini-El.niño.proletario

    5/5

    el punzón le vació

    los

    ojos

    con

    dos y sólo dos golpes exac

    tos.

    Me

    felicitó Gustavo y Esteban abandonó

    el

    gesto de

    contemplar el vidrio e s f ~ r i c o

    del

    sol para felicitar. Me aga-,

    ché. Conecté

    el

    falo a

    la boca

    respirante de ¡Estropeado

    Con

    los

    cinco dedos de

    .la mano imité

    la forma de

    la

    fusta.

    A fustaz.os le arranqué tiras de la

    piel

    de la cara a ¡EstrO

    peado y

    le

    impartí

    la

    parca

    orden:

    Habrás de

    lamerlo.

    Succión

    ¡EstrOpeadol se puso a lamerlo. Con escasas fuerzas.

    como si temiera hacerme

    dai\o.

    aumentándome

    el

    placer.

    A otra cosa ..La verdad nunca una muene logró

    afec

    tarme.

    Los

    que dije querer y que murieron. y si es que al

    guna vez lo dije.

    incluso camaradas. al

    irse

    me regalaron

    un claro senúmiento

    de

    liberación

    ..

    Era un espacio en blan-

    co

    aquel que se extendra para mi crujir.

    .Era un espacio en blanco

    Era un espacio

    en blanco.

    Era

    un espacio en blanco.

    Pero también vendrá por

    mr. Mi

    muene será otro parto

    solitario del que

    ni

    sé siquiera si conservo memoria.

    Desde

    la

    torre

    frra

    y

    de

    vidrio. Desde donde he con

    templado después

    el

    trabajo de los jornaleros tendiendo

    las vras

    del

    nuevo ferrocarril.

    Desde

    la torre

    erigida como

    si

    yo alguna vez pudiera estar erecto, Los cuerpos se apla-

    naban

    con paciencia sobre las

    labores

    de encargo. La muer

    te plana. aplanada. que

    me

    dejaba vacfo y crispado. Yo

    soy

    aquel

    que ayer

    nomás dccra y eso es

    lo que digo.

    La

    exasperación .no

    me

    abandonó nunca y mi esúlo lo c o n ~

    firma letra por letra.

    Desde

    este ángulo de

    agonfa

    la muerte de

    un

    nino

    pro

    letario

    es

    un

    hecho

    perfectamente

    lógico

    y natural.

    Es

    un

    hecbo

    peJ:fecto.

    Los

    despojos

    de

    ¡Estropeado ya

    no

    daban para

    más.

    M mano Jos palpaba mientras él me lamfa el falo. Con

    los

    ojos entrecerrados y a punto de gozar yo comprobaba. con

    una

    sola

    recorrida

    de

    mi

    mano. que

    todo estaba herido ya

    con exhausúva precisión.

    Se

    ocultaba

    el

    sol.

    le

    negaba sus

    rayos a todo un

    hemisferio

    y la tarde morfa.

    Descargué mi

    puno marullo sobre la cabeza achatada

    de

    animal

    de

    ¡Es

    tropeado : él

    me

    lamfa el

    falo. Impacientes

    Gustavo

    y

    Es-

    68

    teban querfan que aquello culminara para de una buena

    vez

    por todas: Ejecutar

    el

    acto. Empuñé mechones del pe

    lo

    de ¡Estropeado y le sacudf la cabeza para acelerar el

    go

    ce.

    No

    podra salir de ahr para entrar al otro acto. Le metf

    en la boca

    el

    punzón para senúr

    el frfo

    del metal junto a

    la

    punta

    del

    falo.

    Hasta

    que de puro estremecimiento pu

    de gozar. Entonces dejé que se posara sobre el barro la

    ca

    beza achatada

    de

    animal.

    Ahora hay que ahorcarlo rápido dijo

    Gustavo.

    Con un alambre dijo Esteban en

    la

    calle de tie-

    rra donde empieza el barrio precario de

    los

    desocupados.

    Y

    adiós Stroppani

    ¡vamos

    dije

    yo.

    Remontamos el cuerpo

    flojo

    del

    nino

    proletario hasta

    el lugar indicado.

    Nos provcfmos de

    un alambre.

    Gustavo

    lo ahorcó bajo la luna.

    joycsca.

    úrando de los extremos del

    alambre. La

    lengua

    quedó colgante

    de la

    boca

    como en

    to

    do caso de estrangulación.

    69