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8/17/2019 Lamborghini-El.niño.proletario
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Osvaldo Lamborghini
ovelas
y cuentos
l
fiord • Sebregondi retrocede
Sebregondi se excede • Relatos
Las
hijas de Hegel • a causa justa
l Pibe Barulo •
l
Cloaca Iván
Prólogo de
César
Aira
Ediciones del Serbal
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8/17/2019 Lamborghini-El.niño.proletario
2/5
CON
MANO
ORTOPÉDICA.
EL
MARQUÉS DE
SEBREGONDI
YA
ESCRIBIÓ SU
POEMA
«Culeamos
bien por la noche. pero
la
cosa siguió por
la
manana.
La cosa: la cosa.
era
el
c a f ~
sombrfo
los restos
de
semen
cayendo.
cayendo
como rafdas
colgaduras
de las
compuértas del ano.
Este
muchacho me era dulce a
tecible. este muchacho tenfa sus frutas pudriéndose en su
corazón:
ten fa mi
verga en su boca
los
ojos bajos.
so
bños. Tcnfa
unas nalgas infladas. transportables.
un
ritmo
interno en su corazón, frutas podridas
de
sabor ácido
para depositarlas en
mi
lengua. que. no
es
un depósito del
sabor en cambio otra compuerta. Este muchacho se.
arre
mangó
las
nalgas hasta alojar toda
mi verga,
en camino
directo. hacia
la
vena más frágil
de
su corazón. Mi
verga
afuera
cubierta por
un limo.
su.
mierda
es
azul. con gric·
tas.
corpúsculos grumos.
y
humea hacia mf:
un
vaho:
de
cocina encendida
al
amanecer. su mierda
de
mucha·
cho
es
azul .cuando ñe vuelta su cara hácia m mien
tras
me lo estoy ·cojiendo-
mis
dedos trabajan sus tetillas
de pezones duros.
su ano
es
tachonado,
claveteado, pues
to
en vereda por mi verga. Yél se ñe con su risa argentina
completando,
asr. mi
goce de furor al
desfiorarlo
Mi ver
ga
adentro
cubie-rta
por un limo. era la verga de. él que me
penetraba hásta
los
lrmites, hasta et rincón donde
el
arpa
ya
no rfe.
Hasta
lps Umites,
~ ritmo interno de
mi
cora
zón
que
cuelga
colga de las
compuertas
de
mi ano .Estemuchacho
me
calza
las
espuelas. intercambia conmigo
su
látigo y el
mfo.
tiene la virtud
de
no entenderme salvo en
mi goce
de
furor
.
Estoy .lejano
.Bebo el café en elJondó.
de
sus párpados. Me penetra y
es
la rima
de mi.
propio cora
zón engastándose en la rima
de
una retórica gastada, som
brfa. Es
la
rima.
Esa
rima ..
Es el.
muchacho de violencia
contenida que me penetra desde un paisaje que está de
trás de m y me
ri.ma.
Agolpes
de
su
verga
lleva la cuenta
de·mis
sOabas. Me
levanta en
vilo
con su
verga
hasta
'ha.
cerme rozar
la
cara
c;pn el techo,
la
cara
goce
y espanto
enfrentada
~ l c i c l o b l a n c o
enfrentada por
fin
al
s i l e n c i o : ~
6
III.
EL
NIÑO PROLETARIO
Desde
que
empieza
a dar
sus
primeros
pasos en la
vida.
el
nino proletario sufre
las
consecuencias
de
pertenecer a
lá cláse
explotada.
Nace
en· una
pieza
que se cae a peda
zos.
generalmente
con
una inmensa
herencia alcohólica en
la
sangre. Mientras
la
autora
de
sus
dfas
lo
echa al mun
do.
asistida por una curandera
vieja y·reviclosa. el
padre.
el
autor. entre vómitos que apagan
los
gemidos
lfcitos de
la parturienta.
se
emborracha con un vino
más
denso que
la mugre
de
su
miseria·.
Me· congratulo por eso
de no
ser o
o
eto,
de
no haber
nacido
en·
un hogar proletario.
El padre borracho y siempre.
al
borde
de
la desocupa
ción.
le
pega a su nino con una cadena
de
pegar. y cuan
do
le
habla
es sólo
para inculcarle ideas asesinas
.Desde
ni
no
el.nino
proletario·
trabaja. saltando
de
ttanvfa
entranvfa para vender
sus
periódicos.
Ell lá
escuela, que nunca
termina.
es
diariamente humillado por sus compafteros
ri
cos.
En su
hogar.
ese
antro ·repulsivo,
.asiste
a la
prostitU
ción
de su
madre. que
se deja
trincar por
los
comerciantes
del
barrio para conservar
el ·fiado.
En
mi
escuela tenramos a
uno,
a
un
nii\o proletario.
Stroppani
era
su nombre.
pero
la maestra
de
inferior
se lo habfa cambiado por el
de
¡Estropeado A rodillazos
llevaba ·a lá
Dirección
a ¡Estropeado cada
vez que.
flltra
do por el hambre, ¡Estropeado
no
acertaba a entender sus
explicaciones.
Nosotros nos
divertfamos
éfi
gtartde.Evidentemente.
la
sodcdad
blirgtíesa, se
complace en
6J
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3/5
torturar al nifto proletario. esa baba,
esa
larva criada en
medio de la idiotez y
elel
terror.
Con el correr de los anos
el
niño proletario
se convier
te
en
hombre
prolctarj.o
y vale me.nos
que
úna cosa. Con
trae sffLlis y. enseguida que
la
contrae, siente el irresistible
impulso de casarse para perpetuar la enfermedad a través
de
las
generaciones.
Como
la
única herencia
que puede
de
jar es la de
sus
chancros jamás se abstiene de dejarla. Ha
ce cuantas veces puede .la bestia de dos espaldas con su
esposa ilfcita.
y
asr.
gracias a una alquimia que aún
no pue
do llegar a entender (o que
tal
vez nunca llegaré a enten
der , su semen se conviene en
venéreos
niftos proletarios.
De
esa manera se cierra el
cfrculo,
exasperadameme se
completa.
¡Estropeado .
con
su
pantaloncito sostenido por
un solo
tirador de trapo
y
los periódicos bajo el brazo. venfa
sin
vernos
caminando
hacia
nosotrQs,
tres
nlf\os
burgueses:
Es·
teban. Gustavo.
yo.
J,.a
execración
de los
obreros también nosotros
la
Ue: \
vamos en
la sangre.
Gustavo adelantó
la
rueda
de
su
bicicleta
azul
asf
ocupó toda la yercda. ¡Estropeado hubo de
parar:
nos
miró con
ojos
azorados. inquiriendo con la mirada a
q u ~
nueva ,humjlladón dcb[a someterse. Nosotros tampoco lo
sabfamos aún pero ernpezam.os por Incendiarle los perió•.
dic;os
y arr.ancCJrle las monedas ganadas del
foJ1dO
destro·
za ;io de sus bolsillos. ¡ E s u : o p ~ a d o l nos miraba inquirien
do
con
la
cara blanca de terror
oh
por
ese
color blanco
de t.crror en las
caras odiadas.
en las fachas obreras más odiadas. por verlo aparecer .sin
desaparición nosotros u b i ~ r m o s d o n d o nuestros pala-·
dos
multicolores. la
atmósfera que nos -envolvfa de dora
do color.
A m p u j o n c s patadas zambullimos a ¡Estropeado
en el fondo ele una zanja
de
agua escasa. Chapoteaba de
b.ruces
ahf, con la cara manchada de barro. Nuestro d e ~
lirio iba en a_umento. LSl cara·
de
Gustavo aparcera contrar
da por un espasmo de agónico placer. Esteban alcanzó un
pedazo
cortante
de
vidrio
triangular.,
Los
tres
nos zambu·
Uimos en
la zanja.
Gustavó. con el brazo que·te-rerminaba
en
un ·vidrio triangular
en
alto. se aproximó a ¡Estropea·
do , lo
miró. Yo me aferraba a mis tcstfculos por miedo
a mi propio placer. temeroso de mi
propio
ululame. agó
nico placer. Gustavo le
tajcó
la cara al nifto proletario de
arriba hacia abajo después ahondó lateralmente
los
la·
blos de
la
herida.
Esteban
y y
ulUlábamos. Gustavo
se
sos·
tenfa
el-brazo del vidrio con la otra mano para aumentar
la
fuerza
de
la incisión.
No desfallecer,
Gustavo.
no desfallecer.
Nosotros q u i s i ~ r m o s morir asr. cuando
el
goce. y la
venganza se penetran llegan a
su
culminación.
Porque el goce llama al goce. lama a la
venganza,
lla
ma a la culminación.
Porque. Gustavo parccfa. al sol, exhibir una espada
pejeante
con
destellos
que también
a nosotros
venfan
a
he
rimos en los
ojos
en los órganos del goce.
Porque
el
goce
ya
estaba decretado
ahf.
por decreto.
en
ese pantaloncito sostenido por un solo tirador de trapo
gris.
mugriento ·
desflecado.
Esteban se lo arrancó y quedaron
al
aire las nalgas sin
calzoncillos.
amargamente desnutridas del nino proletario:
El
goce
estaba ahf, ya decretado. y Esteban. Esteban de
un
solo
manotazo. arrancó el
sucio
tirador.
Pero
fue Gus
tavo quien se le echó encima primero. el primero que arre
metió contra el cuerpifto
de
¡Estropeado .
Gustavo.
quien
nos
liderarfa
luego
en
la
edad madura.
todos estos
anos
de
fratasada, estropeada
pnsión:
él
primero.
clavó prime
ro
el
Vidrio
triangular donde
.empezaba
la
raya del
trasero
de
¡Estropeado
y
prolongó el
tajo
natural.
Salió la
sangre
esparcida hacia arriba hacia abajo. iluminada por
el
sof.
el agujero del ano quedó húmedo sin esfuerzo como
pa•
ra facilitar el
acto que preparábamos. Y
fue Gustavo.
Gus·
tavo el que Jo traspasó primero con
su falo.
enorme para
su edad. demasiado filoso para
el amor.
Esteban
y
nos contenfamos ásperamente. con
las
gargantas bloqueadas por
un
silencio
de
ansiedad, dcses·
peraclón. Esteban yo. Con los falos enardecidos en las
manos esperábamos y
esperábamos;
mientras Gustavo
da
·ba
brincos que taladraban a
¡Estropeado ¡Estropeado
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no
podfa gritar ni siquiera gritar porque su boca era fir
memente hundida
en el
barro por
la
mano fuerte milita_ri
de
Gustavo.
A Esteban se le contrajo el estómago a r íz de
la
an
siedad luego de
lá r c ~ d
desalojó algo
del
estómago
al
go que cayó a
mis
pies.
Er:a
un s p l ~ n d i d o conjunto de ob
jetos brillantes .ricamente ornamentados espejeantes
al
sol. Me
a g a c h ~
lo incorporé a mi estómago, y Esteban en•
tendió mi hcrmanación. Se arrojó a
mis
brazos yo me
bajé los pantalones.
Por el
ano
desocupé. Desalojé
una ma
sa luminosa que enccguecfa con el sol.
Esteban
la comió
y a
sus brazos
hermanados
me.
arroje.
Mientras tanto ¡Estropeado se ahogaba en
el
barro
con
su
ano opaco rasgado por el
falo
de Gustavo, quien
por:
fin
tuvo su goce
con
un
alarido
.La
inocencia
del
justi
ciero placer.
Esteban
y
yo
nos precipitamos
sobre el
inmundo
cuer
po
abandonado. Esteban
le
enterró
el falo,
recóndito.
fe
cal. y yo le horadé un pie con un punzón a través
d.e la
suela
de soga de alpargata.
Pero
no
me
contentaba triste
mente con eso. Le corté uno a uno los dedos mugrientos
de
los pies.
malolientes de los
pies.
que ya de nada irfan
a servirle. Nunca
más correteos.
correteos y saltos
de
tran
vra
tranvra. tranvJas amarillos.
Promediaba
m
turno pero yo no queria penetrarlo por
el ano.
-Yo quiero succión -crujf.
Esteban
se afanaba en
los
últimos jadeos. o espera
ba
que
Esteban terminara que
la
cara
de
¡Estropeado
se
desuniera
del
barro para que ¡Estropeado
me
lamiera
el
falo, pero debfa entretener la espera. armarme en
la
tar
danza. Entonces todas
las cosas que
le hice. en la tardé de
sol
menguante azul
con el
punzón. Le abrf un canal de
doble
labio en la
pierna izquierda hasta que
el
hueso des
preciable y atorrante quedó al desnudo. Era un hueso blan
co
como todos
los demás.
pero
sus huesos no eran huesos
semejantes. Le rebané la man9 y vi otro
hueso,
crispados
los
nódulos-falanges aferrados. clavados en
el
barro.
mien
tras
Esteban
agonizaba a punto
de
gozar.
Con
mt corbata
roja
hice un ensayo en
elcoello
del
niftQ
proletario. Cuatro
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tirones rápidos. dolorosos sin
todavra el
prfstino argénteo
fin
de muerte.
Thdavfa
escabullirse literalmente en
la tar-·
danza.
Gustavo pedfa a gritos por su parte un fino paftuelo
de batista.
Queria
limpiarse
la
arremolinada materia
fecal
conque }Estropeado le ensuciara
la
punta rósea hiriente
de
su
falo.
Parece
que ¡Estropeado
se
cagó.
'Erá
enorme
y agresivo entre parentes.ls el
falo
de
Gustavo. Con
entera
independencia y
solo se.movfa, asr.
y
asr.
cabezadas y em
bestidas.
Tensaba
para colmo los
labios
delgados-de su
bo
ca
como
si ya
mismo
y sin tardanza fuera a aullar. Y
el
sol se ponfa.
el
sol que se ponra. ponfa
Nos
iluminaban
los últimos rayos en la
rompiente
tarde azul. Cada cosa que·
se
rompe y adentro que
se
rompe y afuera
que se
rompe.
adentro y
afuera.
adentro y afuera. entra y sale que se
rom
pe, lrvldo Gustavo
miraba
el
sol que
se
moña y reclamaba
aquel paftuelo de batista bordado y maternal.
o
le di
pa
ra
calmarlo
mi
pañuelo de batista donde
el
rostro
de
mi
madre augusta estaba bordado. rodeado por una esplen
dente aureola
como
de fingidos rayos.
en
tanto -que tantas
veces
sequé
mis
lágrimas
en
ese mismo pañuelo y sobre
él volqué.
años
después. mi
primera
)' uémula eyaculación.
Porque la venganza llama
al
goce y el
goce
a la ven
ganza pero no en cualquier vagina y es preferible que en
ninguna.
Con mi
pañuelo de batista
en la
mano Gustavo
se
limpió
su punta agresiva
y· asf
me lo
devolvió rojo
san
gre
y marrón.
Mi
lengua
lo
limpió
en un
segundo. has
ta
devolverle
al
paño
la
cara augusta.
el
retrato· con un
collar
de
perlas
en
el
cuello.
eh.
Con
un
collar
en
el
cuello.
Justo
ahf.
Descansaba Esteban
mirando el
aire
después de
go
zar y era
mi
turno. o
me
acerqué a
la
forma dc.¡Estropea
dol
medio sepultada en
el
barro y
la di
vuelta
con
el pie.
En la
cara
brillaba el tajo obra del vidrio triangular.
El
om
bligo de raquftico luda trvldo azulado. 1Chfa
los
brazos y
las piernas encogidos. como si ahora y
todavra.
después
de
la derrota. intentara protegerse del asalto .
Reflejo
que
no
pudo tener en su momento condenado por la clase.
Con
el punzón le alargué. el ombligo de
otro
tajo. Manó
la
san
gre entre los dedos de sus manos. En
el
estilo más feroz
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5/5
el punzón le vació
los
ojos
con
dos y sólo dos golpes exac
tos.
Me
felicitó Gustavo y Esteban abandonó
el
gesto de
contemplar el vidrio e s f ~ r i c o
del
sol para felicitar. Me aga-,
ché. Conecté
el
falo a
la boca
respirante de ¡Estropeado
Con
los
cinco dedos de
.la mano imité
la forma de
la
fusta.
A fustaz.os le arranqué tiras de la
piel
de la cara a ¡EstrO
peado y
le
impartí
la
parca
orden:
Habrás de
lamerlo.
Succión
¡EstrOpeadol se puso a lamerlo. Con escasas fuerzas.
como si temiera hacerme
dai\o.
aumentándome
el
placer.
A otra cosa ..La verdad nunca una muene logró
afec
tarme.
Los
que dije querer y que murieron. y si es que al
guna vez lo dije.
incluso camaradas. al
irse
me regalaron
un claro senúmiento
de
liberación
..
Era un espacio en blan-
co
aquel que se extendra para mi crujir.
.Era un espacio en blanco
Era un espacio
en blanco.
Era
un espacio en blanco.
Pero también vendrá por
mr. Mi
muene será otro parto
solitario del que
ni
sé siquiera si conservo memoria.
Desde
la
torre
frra
y
de
vidrio. Desde donde he con
templado después
el
trabajo de los jornaleros tendiendo
las vras
del
nuevo ferrocarril.
Desde
la torre
erigida como
si
yo alguna vez pudiera estar erecto, Los cuerpos se apla-
naban
con paciencia sobre las
labores
de encargo. La muer
te plana. aplanada. que
me
dejaba vacfo y crispado. Yo
soy
aquel
que ayer
nomás dccra y eso es
lo que digo.
La
exasperación .no
me
abandonó nunca y mi esúlo lo c o n ~
firma letra por letra.
Desde
este ángulo de
agonfa
la muerte de
un
nino
pro
letario
es
un
hecho
perfectamente
lógico
y natural.
Es
un
hecbo
peJ:fecto.
Los
despojos
de
¡Estropeado ya
no
daban para
más.
M mano Jos palpaba mientras él me lamfa el falo. Con
los
ojos entrecerrados y a punto de gozar yo comprobaba. con
una
sola
recorrida
de
mi
mano. que
todo estaba herido ya
con exhausúva precisión.
Se
ocultaba
el
sol.
le
negaba sus
rayos a todo un
hemisferio
y la tarde morfa.
Descargué mi
puno marullo sobre la cabeza achatada
de
animal
de
¡Es
tropeado : él
me
lamfa el
falo. Impacientes
Gustavo
y
Es-
68
teban querfan que aquello culminara para de una buena
vez
por todas: Ejecutar
el
acto. Empuñé mechones del pe
lo
de ¡Estropeado y le sacudf la cabeza para acelerar el
go
ce.
No
podra salir de ahr para entrar al otro acto. Le metf
en la boca
el
punzón para senúr
el frfo
del metal junto a
la
punta
del
falo.
Hasta
que de puro estremecimiento pu
de gozar. Entonces dejé que se posara sobre el barro la
ca
beza achatada
de
animal.
Ahora hay que ahorcarlo rápido dijo
Gustavo.
Con un alambre dijo Esteban en
la
calle de tie-
rra donde empieza el barrio precario de
los
desocupados.
Y
adiós Stroppani
¡vamos
dije
yo.
Remontamos el cuerpo
flojo
del
nino
proletario hasta
el lugar indicado.
Nos provcfmos de
un alambre.
Gustavo
lo ahorcó bajo la luna.
joycsca.
úrando de los extremos del
alambre. La
lengua
quedó colgante
de la
boca
como en
to
do caso de estrangulación.
69