laclau, foucault, ranciere_entre la política y la policía

Upload: sammanod

Post on 05-Apr-2018

215 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • 7/31/2019 Laclau, Foucault, Ranciere_Entre la Poltica y la Polica

    1/19

    PRESENTACINPRESENTACINPRESENTACINPRESENTACINPRESENTACIN

    179ARGUMENTOS UAM-X MXICO

    LALALALALACLACLACLACLACLAUUUUU, FOUC, FOUC, FOUC, FOUC, FOUCAAAAAULULULULULTTTTT, RANCIRE:, RANCIRE:, RANCIRE:, RANCIRE:, RANCIRE:

    entre la poltica y la polica

    Matas Landau

    EEEEEn este artculo se analizan las diferentes concepciones sobre las relaciones de poder en MichelFoucault, Ernesto Laclau y Jacques Rancire, apelando fundamentalmente al lugar que ocupanen sus planteamientos los conceptos depoltica ypolica. Se parte de algunas reflexiones tericaspropuestas por Ernesto Laclau, interesndose particularmente en mostrar cmo su concepcinsobre lapoltica se relaciona muy estrechamente con su concepto de hegemona. Se incorporanalgunos aportes de Michel Foucault. En este caso, interesa describir que, a diferencia de Laclau,

    en Foucault la poltica o, ms precisamente laspolticas, aparecen vinculadas a su desarrollo sobreel arte de gobierno y las prcticas de polica. Finalmente se analizan los puntos de encuentro ydesencuentro entre esas dos perspectivas y se muestra cmo los aportes de Jacques Rancirepermiten construir un dilogo entre la articulacin laclausiana y la dispersin foucaultiana apartir del anlisis que este autor propone para pensar la relacin entre poltica y polica.

    Palabras clave: Laclau, Foucault, Rancire, poder, poltica.

    LACLAU, FOUCAULT, RANCIRE : BETWEEN THE POLITICS AND THE POLICE

    In this essay on analyses the different conceptions of power in the contributions of MichelFoucault, Ernesto Laclau and Jacques Rancire, and we describe the place that have in theirtheories the concepts of politics and police. The article starts with some theoretical reflectionsby Ernesto Laclau. We show his conception of politics as a concept very closely with hisconcept of hegemony. After that, we incorporate to the discussion some contributionsprovided by the work of Michel Foucault, particularly the art of government and thepractices of police. We finalize the article showing the contributions of Jacques Rancireallow a dialogue between them.

    LACLAU, FOUCAULT, RANCIRE : ENTRE LA POLITIQUE ET LA POLICE

    Cet article montre les diffrentes conceptions sur les rapports de pouvoir chez MichelFoucault, Ernesto Laclau et Jacques Rancire. On analyse en particulier les concepts depolitiqueetpolice. On montre que la conception du politique de Laclau doit tre pense parrapport au concept dhgmonie. On analyse, dautre part, les approches de Foucault,surtout ce qui concerne lart de gouvernement et la police. Finalement, on construit undialogue entre Laclau et Foucault en reprenant la pense de Jacques Rancire.

  • 7/31/2019 Laclau, Foucault, Ranciere_Entre la Poltica y la Polica

    2/19

    M. LANDAUM. LANDAUM. LANDAUM. LANDAUM. LANDAU LACLAU, FOUCAULT, RANCIRE: ENTRE LA POLTICA Y LA POLICA

    180 NUEVA POCA AO 19 NM. 52 SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2006

    Este artculo est pensado como un recorrido por la problemtica del poder a travs dela forma en que Ernesto Laclau, Michel Foucault y Jacques Rancire conciben la relacinentre la poltica y la polica. No hace falta decir que no nos proponemos en absoluto

    dar cuenta de la complejidad presente en cada una de las obras de estos autores.Simplemente, le proponemos al lector un ejercicio tendiente a contribuir a la reflexiny a la discusin terica que gira en torno a la construccin de una analtica del poder.

    LACLAULACLAULACLAULACLAULACLAU

    La poltica es posible porque la imposibilidad constitutivade la sociedad slo puede representarse a s misma a travs de

    la produccin de significantes vacos.ERNESTO LACLAU1

    Comenzaremos nuestro recorrido partiendo de algunas reflexiones tericas propuestaspor Ernesto Laclau. Nos interesa particularmente mostrar cmo su concepcin sobrelapoltica se relaciona muy estrechamente con el lugar que ocupa en su planteamientoterico el concepto de hegemona, en tanto cierre provisorio de la universalidad.

    Para comprender la relacin poltica-hegemona en el pensamiento de Laclau, esmenester comenzar por su anlisis respecto de la tensin universal-particular. El terico

    argentino bucea en la historia las diferentes formas en que fueron pensadas la articulacinentre estos dos polos. En la filosofa antigua, el particular slo puede corromper louniversal. En el cristianismo, el punto de vista universal slo es conocido por Dios, ylos hombres slo accedemos a l a travs de la revelacin. Cmo saber entonces quehay una correspondencia entre el universal y el particular, si el primero es inaccesible?Laclau nos dice que esto se da por la relacin de encarnacin, cuyo rasgo distintivoconsiste en que entre lo universal y el cuerpo que lo encarna no hay ningn tipo deconexin racional.2 En la modernidad, Dios es reemplazado por la Razn y, con ello,se abre el camino para pensar una relacin entre el universal y el particular que prescindade la lgica de la encarnacin. Si todo es accesible a la razn, y sta es el universal, lainconmensurabilidad entre el universal y el cuerpo que lo encarna debe ser eliminada.Se postula un cuerpo que es, en s y por s, lo universal.

    Sin embargo, esta postulacin que la modernidad hace de la eliminacin de lalgica de la encarnacin se encontr con dificultades tericas e histricas. Por un

    1 Ernesto Laclau,Emancipacin y diferencia, Ariel, Buenos Aires, 1996, p. 84.2Ibid., p. 48.

  • 7/31/2019 Laclau, Foucault, Ranciere_Entre la Poltica y la Polica

    3/19

    181ARGUMENTOS UAM-X MXICO

    LGICAS DEL PODER. MIRADAS CRTICAS

    lado, la universalidad a la que aludan los autores modernos remitan an a uncuerpo particular: el de la cultura europea del siglo XIX. Europa deba motorizar eldesarrollo a partir de la universalizacin de la razn, lo que llev, como se sabe, a un

    proceso imperialista que fue eufemsticamente presentado como desarrollo y evolucin.De esta forma, la lgica de la encarnacin fue reintroducida ya que Europa tena queencarnar los intereses humanos universales por cierto periodo.3 En el caso particulardel marxismo ocurri algo similar:

    Entre el carcter universal de las tareas de la clase obrera y las particularidades de susreivindicaciones concretas se haba abierto un hiato creciente que deba ser llenado por elpartido como representante de los intereses histricos del proletariado.4

    Esta imposibilidad de prescindir de la lgica de la encarnacin nos muestra que launiversalidad pura es imposible, puesto que siempre reaparece el particular. Complemen-tariamente, lo mismo debe decirse de la postura absolutamente particularista, queniega su relacin al universal. sta es inviable no slo terica sino polticamente. Laclauplantea que cualquier identidad particular se afirma a partir de una diferencia con lasotras particularidades. Pero esta operacin no se hace sobre el vaco sino que se hace enun determinado contexto. Por lo tanto, para afirmarse como particular hay queindefectiblemente reconocer el contexto general al que remiten todas las particulari-dades, es decir, el universal. Como plantea Laclau:

    [las] reivindicaciones (particulares) no pueden ser formuladas en trminos de diferencia, sino deciertos principios universales que la minora comparte con el resto de la comunidad [...] Esto significaque lo universal es parte constitutiva de mi identidad [...] Lo universal emerge a partir de lo particular,no como un principio subyacente que explicara lo particular, sino como un horizonte incompletoque sutura una identidad particular dislocada.5

    Lo dicho hasta aqu nos permite percibir que para Laclau la separacin entre lo universaly lo particular es infranqueable,6 pero que a la vez es imposible prescindir de algunode ellos, puesto que son dos dimensiones inescindibles. Ahora bien, a diferencia de la

    encarnacin cristiana, en que lo universal trasciende a los seres humanos, en esta vueltade la encarnacin moderna el universal no es externo sino interno al mundo. Por lo

    3Ibid., p. 51.4Idem.5Ibid., p. 56.6Ibid., p. 53.

  • 7/31/2019 Laclau, Foucault, Ranciere_Entre la Poltica y la Polica

    4/19

    M. LANDAUM. LANDAUM. LANDAUM. LANDAUM. LANDAU LACLAU, FOUCAULT, RANCIRE: ENTRE LA POLTICA Y LA POLICA

    182 NUEVA POCA AO 19 NM. 52 SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2006

    tanto el universal slo puede manifestarse a travs de una esencial desigualdad entrelas posiciones objetivas de los agentes sociales.7

    Es justamente esta tensin permanente entre particular y universal, o en otras palabras,

    la lucha por imposicin de un universal lo que instituye la luchapoltica moderna entrminos de hegemona. Para Laclau, el problema de lo poltico es el problema de lainstitucin de lo social.8 Y la hegemona ser simplemente, un tipo de relacin poltica,9

    es decir una forma especfica a travs de la cual se establecer esa institucin de lo social.Lahegemona supone un determinado cierre de la universalidad, lo que tiene comocorrelato una determinada construccin de identidades particulares que tienen comocontexto esa universalidad. Para modificar las relaciones de poder no basta con cambiarel lugar que ocupa cada particularidad, puesto que de esta forma sigue vigente elmismo cierre hegemnico. Por el contrario, hay que poner en cuestionamiento el

    mismo universal que opera como cierre. Pero para hacer esto, hay que reconocer (yaceptar) el contexto universal en que se desarrolla la lucha por la hegemona. Si no,se corre el riesgo de generar un autoapartheid, donde los particulares se encierranen s mismos, se separan entre s, y dejan intactos la articulacin hegemnica que lospone en esa posicin subordinada.

    Ahora bien, cmo se expresa esta vinculacin entre particulares y universales?Responder esta cuestin nos conducir a percibir la importancia que ocupan lasdimensiones de la articulacin y de la representacin en la obra de Laclau. steplantea, siguiendo las enseanzas de Saussure, que dentro de un sistema social las

    particularidades slo existen por su diferencia respecto de las dems. Sin embargo,tambin sabemos que cada particular remite a un contexto universal, que es el smbolode una plenitud ausente. La articulacin hegemnica surge en la medida en que losparticulares dejan de lado las diferencias en tanto se vinculan del mismo modo enreferencia a un universal. Como plantea Laclau:

    Lo universal [...] no tiene un contenido concreto propio (lo que lo cerrara en s mismo) sino que esel horizonte siempre ms lejano que resulta de la expansin de una cadena indefinida dereivindicaciones equivalentes.10

    La pregunta obvia es cmo se construye el horizonte de la universalidad, si no tiene uncontenido predeterminado. Laclau plantea que la sociedad genera significantes vacos,

    7Ibid., p. 52.8 Ernesto Laclau y Chantal Mouffe,Hegemona y estrategia socialista, FCE, Buenos Aires, 2004

    (1984), p. 171.9Ibid., p. 160.10 Ernesto Laclau,Emancipacin y diferencia, op. cit., p. 67.

  • 7/31/2019 Laclau, Foucault, Ranciere_Entre la Poltica y la Polica

    5/19

    183ARGUMENTOS UAM-X MXICO

    LGICAS DEL PODER. MIRADAS CRTICAS

    es decir, significantes que no pueden ser directamente asimilados a ningn significadopreciso.11 Los mismos tienen la capacidad de aglutinar particularidades construyendouna cadena equivalencial. La posibilidad de determinar el significado del significante

    vaco y de aglutinar a las particularidades diferenciales en torno a l es lo que constituyela lucha poltica y la hegemona. La lucha poltica, de esta forma, supone necesariamenteuna dimensin de representacin, en tanto que la hegemona supone justamente queun elemento particular pasa a representar al universal. Como expresa Laclau: elsignificante vaco puede operar como punto de identificacin slo porque representauna cadena equivalencial.12

    Una manera complementaria, para Laclau, tanto de hablar de la tensin universal-particular como de referirse a las luchas polticas y a la construccin de hegemona, esdiferenciar entre lo tico y lo normativo. Lo primero refiere a los principios que en cada

    momento histrico nombran a la plenitud ausente de la sociedad: unidad, libertad,igualdad, son algunos ejemplos posibles. Ellos son significantes vacos en los que launiversalidad habla por s misma. Lo segundo se vincula con las formas concretas enque estos principios universales se encarnan en una particularidad. Apropiarse delsentido de lo tico y recodificarlo en un marco normativo es lo que constituye a lahegemona. Y esto es as porque, en tanto no puede eliminarse la inconmensurabilidaddel universal respecto del particular, no hay ninguna transicin lgica de un momentotico a un orden normativo. Como nos recuerda Laclau: Hegemona es, en este sentido,el nombre para esa relacin inestable entre lo tico y lo normativo.13

    Los principios ticos slo pueden expresarse a travs de su inversin en un marconormativo particular. En este sentido, todo orden normativo no es ms que la formasedimentada de un hecho tico inicial.14 Hay que tener en cuenta que este hecho

    11 Es comn la confusin entre significantes flotantes y significantes vacos. Laclau deja en claroestas diferencias y nos muestra cmo ambos estn vinculados. En el caso del significante flotantetendramos aparentemente un exceso de sentido, mientras que el significante vaco sera, por elcontrario, un significante sin significado. Pero si analizamos el problema con ms detenimientoveremos que el carcter flotante de un significante es la nica forma fenomnica de su vacuidad [...]De tal modo, el flotamiento de un trmino y su vaciamiento son las dos caras de la misma operacin

    discursiva (Laclau, 2002:26-27). En este sentido, el carcter flotante de algunos significantes (comodemocracia, libertad, igualdad) es lo que permite que se constituyan como significantes vacos.

    12 Ernesto Laclau, La razn populista, FCE, Buenos Aires, 2005, p. 204, las cursivas son deloriginal.

    13 Ernesto laclau, Identidad y hegemona: el rol de la universidad en la constitucin deidentidades polticas, en Butler, Judith, Laclau, Ernesto y iek, Slavoj, Contingencia, hegemona,universalidad, FCE, Buenos Aires, 2003, p. 88.

    14Ibid., p. 89.

  • 7/31/2019 Laclau, Foucault, Ranciere_Entre la Poltica y la Polica

    6/19

    M. LANDAUM. LANDAUM. LANDAUM. LANDAUM. LANDAU LACLAU, FOUCAULT, RANCIRE: ENTRE LA POLTICA Y LA POLICA

    184 NUEVA POCA AO 19 NM. 52 SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2006

    tico inicial no obedece a ninguna racionalidad ni significado a priori sino que surgede la lucha poltica y, por lo tanto, puede ser cambiado. Sin embargo, hay queobservar dos cuestiones fundamentales: por un lado, que es imposible cambiar el

    marco tico sino es mediante la modificacin del marco normativo. Por el otro, quemodificar el marco normativo sin modificar el principio tico slo conduce a uncambio aparente que no se traduce en rearticulacin hegemnica. Como vemos, lotico y lo normativo estn absolutamente ligados entre s.

    Esto quiere decir que la construccin de un escenario normativo comunitario (que es unaoperacin normativa y de ninguna manera simplemente tica) se lleva a cabo a travs de lalimitacin de lo tico por lo normativo y la subversin de lo normativo por lo tico. no es estootra forma ms de explicar de qu se trata la hegemona?15

    Muy esquemticamente: 1) Para Laclau, en la lucha poltica se juega la articulacincontingente entre losuniversales ticosy losparticulares normativosque rigen a una sociedaden determinado momento histrico. 2) El anlisis de las relaciones polticas en trminosde construccin de hegemona debe enfocarse tanto en unos como en otros, o msprecisamente, en la relacin que se establece entre ambas dimensiones, es decir, en elproceso mediante el cual un particular pasa a representaral universal. 3) En relacin conlos universales ticos hay que tener en cuenta que los mismos son significantes vacos, y,por lo tanto, estn en permanente resignificacin. Libertad, igualdad, seguridad,participacin, inclusin y unidad nacional son algunos de los significantes que han guiadoy siguen guiando las luchas hegemnicas. Los mismos, aun cuando han mantenido sunombre a lo largo del tiempo, no remiten a ideas acabadas. 4) En relacin a losparticulares,stos se constituyen como tales tanto por diferencia respecto de los otros particularescomo por la referencia comn al contexto del universal tico que los engloba. 5) Pero estafijacin del significado no puede hacerse en el plano de lo tico, sino que requiere unainversin normativa.

    15Ibid., p. 90.

  • 7/31/2019 Laclau, Foucault, Ranciere_Entre la Poltica y la Polica

    7/19

    185ARGUMENTOS UAM-X MXICO

    LGICAS DEL PODER. MIRADAS CRTICAS

    FOUCAULTFOUCAULTFOUCAULTFOUCAULTFOUCAULT

    Por oposicin al problema jurdico-teolgico del fundamento

    de la soberana, las polticas, sern las que tratarn de pensarpor ellas mismas la forma de la racionalidad de gobierno.

    MICHEL FOUCAULT16

    Luego de los planteos de Laclau, nos parece til incorporar a la discusin algunosaportes provistos por la obra de Michel Foucault. En este caso, nos interesa describirque, a diferencia de Laclau, para quien la poltica se vinculaba con la hegemona, enFoucault la poltica (o, ms precisamente laspolticas) aparece vinculada a su desarrollosobre el arte de gobierno y las prcticas de polica.

    El debate en torno al significado y el accionar del gobierno se remonta al siglo XVIy XVII. Esto queda claro en el anlisis que sobre esta cuestin realiz Foucault.17 Lacuestin central estar dada por la forma de concebir el poder. Mientras que el esquemade soberana se basaba en una concepcin trascendente del poder, los principios delgobierno, tal como eran concebidos entonces, sustentaban una visin inmanente delpoder. Este debate Foucault lo describe a travs de las diversas crticas que le hicieranen ese momento diversos autores preocupados por el desarrollo de la Razn de Estado,a los dichos que volcara Maquiavelo enEl Prncipe. En lneas generales, todo el anlisisde Maquiavelo consiste en definir aquello que mantiene y refuerza los lazos de unin

    entre el Prncipe y el Estado, mientras que el problema planteado por la Razn deEstado es el de la existencia y el de la naturaleza misma del Estado.18

    El autor florentino conceba, segn los diversos autores que interpelan su obra,una lgica de poder que se relacionaba con un esquema basado en la trascendenciadel soberano respecto de los sbditos. Para poder entender las crticas, comencemospor resumir el planteamiento del florentino en tres puntos que aluden al lugar queocupa el soberano en relacin al sbdito, al objetode su poder y alobjetivo y racionalidad

    16 Michel Foucault, Scurit, territoire, population. Cours au Collge de France. 1977-1978,

    Gallimard-Le Seuil, Pars, 2004, p 251. En todas las citas de este libro la traduccin es nuestra.17 Cf. sobre este punto Michel Fopucault, Scurit, territoire, population... op. cit.; Michel

    Foucault, La gubernamentalidad, en Foucault Michel y otros, Espacios de poder, La Piqueta,Madrid, 1991 (1978); Michel Foucault, Omnes et singulatim: hacia una crtica de la raznpoltica, en Tecnologas del yo y otros textos, Paids, Barcelona, 1990 (1981); Michel Foucault, Elsujeto y el poder, en H. Dreyfus y P. Rabinow,Michel Foucault, ms all de la hermenutica y elestructuralismo, UNAM, Mxico, 1988.

    18 Michel Foucault, Omnes et singulatim: hacia una crtica de la razn poltica, op. cit., p. 196.

  • 7/31/2019 Laclau, Foucault, Ranciere_Entre la Poltica y la Polica

    8/19

    M. LANDAUM. LANDAUM. LANDAUM. LANDAUM. LANDAU LACLAU, FOUCAULT, RANCIRE: ENTRE LA POLTICA Y LA POLICA

    186 NUEVA POCA AO 19 NM. 52 SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2006

    implicada en su ejercicio. En relacin al lugar, Maquiavelo consideraba que el Prncipese encuentra en una relacin de singularidad y exterioridad respecto de su principado.De all su sentimiento de fragilidad y permanente amenaza. De esta exterioridad se

    deriva que el objeto del poder poltico est dado por el territorio y todo lo que all seencuentre. Maquiavelo consideraba que el nico objetivo y principio de racionalidadera el de mantener el poder sobre ese territorio, asegurando el inters del prncipe.

    Al primer punto, los crticos plantean que una verdadera relacin de gobierno nuncase realiza desde una posicin de trascendencia sino de inmanencia. El gobernante noest por fuera del gobernado sino junto a l. El objeto de gobierno, entonces, no es unterritorio sino el complejo relacional entre hombres y cosas que se encuentran dentrodel mismo. El cambio no es menor. Si lo primero alude a un lugar, lo segundo sevincula con una relacin. Para lograr esto, el objetivo no ser establecido slo en relacin

    al inters del gobernante sino tambin del gobernado. Lo que se busca es el bien decada una de las cosas que hay que gobernar. De all que el gobierno sea definido comouna conduccin de la conducta que busca no el fin del prncipe ni el de la voluntadgeneral sino el bien de cada uno de los sujetos que son gobernados.

    Soberana y gobierno, como vemos, constituyen dos formas de concebir el ejerciciodel poder muy diferentes. Para la soberana el fin era implcito, y se deduca de susprincipios y el cumplimiento de la ley; mientras que el fin del gobierno est en lascosas que dirige, en buscar la perfeccin. Y los instrumentos que utilizan son diferentes

    tambin: el poder de soberana cree en la

    fuerza de la ley; el poder de gobierno sebasa en la persuasin ejercida por tcnicasy tcticas multiformes.

    Los autores que se interesaban por elnuevo arte de gobierno intentaron esta-blecer un puente entre una y otra forma degobierno. Para graficar esta cuestin,Foucault recurre a un texto de La Mothe.En el mismo, este autor describe al poderdel Estado desde un esquema de soberana.

    El tipo de poder del Estado es llamado poltica , y se diferencia, segn La Mothe, dela forma de ejercicio del poder que se desarrolla en el mbito de la familia, al que le dael nombre de economa; o al de la forma de poder que uno ejerce sobre s mismo, alque denomina moral. Estos ltimos s van a vincularse con los principios de gobierno.

    El problema de estos tericos incipientes del arte de gobierno era el de estableceruna conexin entre esquemas aparentemente incompatibles, es decir, el de incorporarla economa al gobierno del Estado. Pues, si la administracin del Estado (la poltica)

    El nacimiento del problema de la poblacin

    permite que el arte de gobierno trascienda

    el marco de la familia y que, poco a poco, los

    programas estatales vayan incorporando la

    lgica de gobierno.

  • 7/31/2019 Laclau, Foucault, Ranciere_Entre la Poltica y la Polica

    9/19

    187ARGUMENTOS UAM-X MXICO

    LGICAS DEL PODER. MIRADAS CRTICAS

    se rige con un esquema de soberana, cmo es posible que se vincule, por ejemplo,con el gobierno de s mismo (la moral) o el gobierno de la familia (la economa), quese rigen por los principios de gobierno? La respuesta que dan es que esto es posible

    porque entre unos y otros se puede establecer una continuidad esencial que se expresaen una relacin ascendente y descendente. Ascendente en el sentido de que parapoder gobernar al Estado, primero hay que saber gobernarse a s mismo y a la familia;y descendente en el sentido de que si el Estado est bien gobernado, tambin lo estarla familia y cada uno de sus integrantes. Sin embargo, esta respuesta es an insuficiente,puesto que no conduce a establecer para la economa y la poltica un principio unificadode gobierno. Para lograr esto haba que superar las distancias entre los principios de lateora de la soberana y del nuevo arte de gobierno.

    Hasta el siglo XVIII, el desarrollo del gobierno estaba bloqueado, atrapado entre dos

    polos. El marco de la soberana era demasiado rgido para incorporar los principios delgobierno. Cmo se ha desbloqueado, entonces, este nuevo arte de gobierno? Foucaultencuentra la respuesta en el surgimiento del problema de la poblacin a partir delsbito aumento demogrfico que permite que las cuestiones de la economa superen elmbito de lo familiar para vincularse con un problema de la sociedad en su conjunto.La economa deja de ser familiar para constituirse como economa poltica, es decir,el estudio de las formas a travs de las cuales una sociedad produce sus riquezas, susalud, la duracin de sus vidas. En este sentido, la familia deja de ser un modelo degobierno especfico para constituirse como un instrumento privilegiado para el gobierno

    de la poblacin.El nacimiento del problema de la poblacin permite que el arte de gobiernotrascienda el marco de la familia y que, poco a poco, los programas estatales vayanincorporando la lgica de gobierno. Este proceso es el que Foucault denominagubernamentalizacin del Estado, que se vincula con la progresiva incorporacinde la lgica del gobierno a las prcticas estatales, desde el siglo XVIII en adelante,luego del desbloqueo del arte de gobierno que se opera entonces.

    Una de las tecnologas centrales de este nuevo arte de gobierno es lo que, en lossiglos XVII y XVIII se denominpolica. Como nos recuerda Foucault:

    A partir del sigloXVII, va a comenzarse a llamar polica al conjunto de los medios por los cualesse puede hacer crecer las fuerzas del Estado manteniendo al mismo tiempo el buen orden de esteEstado. Es decir la polica, va a ser el clculo y la tcnica que va a permitir establecer una relacinmvil, pero a pesar de todo estable y controlable, entre el orden interior del Estado y el crecimientode sus fuerzas.19

    19 Michel Foucault, Scurit, territoire, population. Cours auCollge de France. 1977-1978, op. cit.,p. 321.

  • 7/31/2019 Laclau, Foucault, Ranciere_Entre la Poltica y la Polica

    10/19

  • 7/31/2019 Laclau, Foucault, Ranciere_Entre la Poltica y la Polica

    11/19

    189ARGUMENTOS UAM-X MXICO

    LGICAS DEL PODER. MIRADAS CRTICAS

    prcticos del gobierno se plasma, en la obra de Foucault, en el concepto de racionalidadpoltica. Es menester aclarar de qu habla Foucault cuando habla de racionalidad.Esta perspectiva prescinde de ver en la racionalidad un proceso de creciente racionali-

    zacin o el de una racionalidad a priori que es activada en el momento de su ejercicio.Por el contrario, el concepto de racionalidad poltica, en este marco, alude a unaracionalidad especfica.24 No hay una racionalidad poltica uniforme, sino que cadainstancia de gobierno moviliza sus racionalidades.

    Quienes se ocuparon de especificar el concepto de racionalidad poltica desde unaptica foucaultiana son Rose y Miller.25 Estos autores definen a las racionalidadespolticas como campos discursivos de configuracin cambiante en cuyo marco seproduce una conceptualizacin del ejercicio del poder. Las mismas tienen, en primerlugar, una forma moral en tanto que se fundan en ideas o principios que guan la

    accin de gobierno (sentido comn,eficiencia econmica, libertad, justicia,etctera). En segundo lugar, tienen uncarcter epistemolgico, puesto que searticulan en relacin a cierta concepcinsobre los objetos de gobierno (sociedad,nacin, niez, etctera). En tercer lugar,estn articuladas en un idioma distintivo.En esta perspectiva, el discurso poltico

    es ms que una simple retrica ya que separte de una nocin performativa del lenguaje en tanto que permite hacer las cosaspensables. Como expresan Rose y Miller: Political rationalities, that is to say, are morallycolored, grounded upon knowledge, and made thinkable through language.26

    Ahora bien, si bien en Foucault la dispersin gana terreno ampliamente sobre laarticulacin, sta no est completamente ausente, puesto que si as fuera no existiraforma alguna de explicar la vinculacin de las distintas prcticas de gobierno entres. En realidad, el planteamiento foucaultiano se mueve entre un anlisis local y unoglobal, entre las tcnicas como unidades mnimas de conduccin de la conducta entrminos de gobierno y las estrategias entendidas como efectos de conjunto. Veamos.

    24 Como plantea Foucault: Pienso que la palabra racionalizacin es peligrosa. Lo que tenemosque hacer es analizar las racionalidades especficas, en lugar de invocar siempre el proceso de laracionalizacin en general (1988:229)

    25 Nikolas Rose y Peter Miller, Political power beyond the state. Problematics of government,British Journal of Sociology, nm. 43, Londres, 1991.

    26Ibid., p. 8.

    El planteamiento foucaultiano se mueve entre un

    anlisis local y uno global, entre las tcnicas como

    unidades mnimas de conduccin de la conducta

    en trminos de gobierno y las estrategias

    entendidas como efectos de conjunto.

  • 7/31/2019 Laclau, Foucault, Ranciere_Entre la Poltica y la Polica

    12/19

    M. LANDAUM. LANDAUM. LANDAUM. LANDAUM. LANDAU LACLAU, FOUCAULT, RANCIRE: ENTRE LA POLTICA Y LA POLICA

    190 NUEVA POCA AO 19 NM. 52 SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2006

    Los diversos mecanismos que posibilitan la conduccin de la conducta, son, enpalabras de Foucault, tcnicas y tcticas. Las primeras aluden a mecanismos precisos,sustentados en un saber especfico, que permiten el ejercicio de una forma de poder

    sobre los cuerpos. Las segundas, se vinculan con los objetivos que se pretende lograra travs de la vinculacin de los sujetos entre s. La puesta en funcionamiento de unapluralidad de tcnicas y tcticas de gobierno sobre un objeto determinado construyeun dispositivoespecfico. La direccin que se desprende de la relacin de diversosdispositivos entre s es lo que Foucault entiende por el nombre de estrategia. Estadireccin, como vemos, no puede determinarse por un slo sujeto o grupo de sujetossino que se relaciona con un efecto de conjunto y, por lo tanto, annimo. Ejemplifi-quemos: durante el siglo XIX se lleva a cabo una estrategia de moralizacin de losnios. Esta estrategia se estableci a partir de una multiplicidad de dispositivos,

    entre los que pueden mencionarse los dispositivos familiar, escolar o mdico. Cadauno de estos dispositivos se desarroll a partir de una multiplicidad de tcnicas ytcticas. Por ejemplo, dentro del dispositivo escolar se desarroll la tctica del control

    de los nios en la escuela a travs de diversastcnicas especficas: separacin entre niosy nias, implementacin de actividadesespecficas, etctera.

    En resumen: 1) Para Foucault, se estableceen los siglos XVI y XVII una primera

    diferenciacin entre el arte de gobierno y elejercicio del poder soberano. 2) Hasta el sigloXVIII, y el surgimiento del problema de la poblacin, el arte de gobierno se encuentrabloqueado. 3) Con el desbloqueo del arte de gobierno se desarrollan diversas tcnicasde polica, cuyo fin es regular las relaciones entre los hombre. 4) En este marco, laspolticas se constituirn como nuevas instancias de pensar por ellas mismas la racionalidadde gobierno. 5) En este sentido, puede establecerse una vinculacin entre las polticasy las diferentes prcticas de polica que se desarrollan al interior de las fuerzas delEstado. 6) En esta concepcin, se recorta claramente una primaca de la dispersin porsobre la articulacin, aunque esta ltima no est absolutamente ausente.

    La puesta en funcionamiento de una

    pluralidad de tcnicas y tcticas de

    gobierno sobre un objeto determinado

    construye undispositivoespecfico.

  • 7/31/2019 Laclau, Foucault, Ranciere_Entre la Poltica y la Polica

    13/19

    191ARGUMENTOS UAM-X MXICO

    LGICAS DEL PODER. MIRADAS CRTICAS

    LACLAU Y FOUCAULTLACLAU Y FOUCAULTLACLAU Y FOUCAULTLACLAU Y FOUCAULTLACLAU Y FOUCAULT

    Si podemos afirmar, con Foucault, que en todo lugar donde

    hay poder hay resistencia, es preciso tambin reconocer quelas formas de resistencia pueden ser extremadamente variadas.Es solamente en ciertos casos que las resistencias adoptan uncarcter poltico y pasan a constituir en luchas encaminadas aponer fin a las relaciones de subordinacin en cuanto tales.

    LACLAUYMOUFFE27

    Las dos perspectivas analizadas tienen algunos puntos de encuentro. En efecto, ambaspropuestas parten de desacreditar cualquier intento de pensar a la razn en tantouniversal. Ms que hablar de una Razn, ambos preferirn referirse a procesos deracionalizacin, contingentes y variables. Esto les permite abrir las luchas de poder alas contingencias y a los cambios histricos. Las formas cambiantes que adquiere laracionalizacin supondrn modificaciones en las relaciones de poder. As ambos evitancaer en la tentacin de ver un centro nico desde donde se irradia el poder y encuentranuna multiplicidad de instancias de poder que atraviesan el cuerpo social. En el caso deFoucault, las estrategias de poder sern mltiples. En el caso de Laclau, las articulacioneshegemnicas son tan variables como los puntos nodales de antagonismo sobre loscuales se constituye una lucha.28

    Del intento que cada uno hace por desustancializar los procesos de racionalizacin

    puede derivarse una interpretacin de la forma en que en ambos casos conciben latensin universal-particular. Laclau planteaba que el universal tico slo poda funcionarinvertido en un particular normativo. Esto puede pensarse tambin para Foucault,pero multiplicado al infinito puesto que se hace presente en cada foco local de poder.Cada actualizacin del ejercicio del gobierno incorpora la tensin universal-particular.Tomemos por caso una racionalidad cuya forma moral est marcada por la cuestin dela igualdad, su carcter epistemolgico est dado por el objeto niez y su idiomadistintivo marcado por una serie de conceptos que refieran a la pedagoga, la medicina,las ciencias sociales. Pero, adems, imaginemos que esta racionalidad se expresa en un

    27 Ernesto Laclau y Chantal Mouffe,Hegemona y estrategia socialista, op. cit., p. 171.28 En una formacin social puede haber una variedad de puntos nodales hegemnicos.

    Evidentemente algunos de ellos pueden estar altamente sobredeterminados; pueden constituir puntosde condensacin de una variedad de relaciones sociales y, en tal medida, ser el centro de irradiacinde una variedad de efectos totalizantes; pero, en la medida en que lo social es una infinitud irreductiblea ningn principio unitario subyacente, la mera idea de un centro de lo social carece de sentido. E.Laclau y Ch. Mouffe, op. cit., p. 183.

  • 7/31/2019 Laclau, Foucault, Ranciere_Entre la Poltica y la Polica

    14/19

    M. LANDAUM. LANDAUM. LANDAUM. LANDAUM. LANDAU LACLAU, FOUCAULT, RANCIRE: ENTRE LA POLTICA Y LA POLICA

    192 NUEVA POCA AO 19 NM. 52 SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2006

    programa especfico, que traduce estas ideas en aplicaciones prcticas que se aplican atravs de procedimientos especficos: exmenes mdicos, encuestas, entrevistaspsicolgicas que se le aplican a los nios, etctera. En este marco sigue siendo pertinente

    pensar en la tensin universal-particular.De hecho, en el ejemplo se percibe que mientras la racionalidad poltica parte de

    ciertos principios ticos que se expresan en la forma moral (en este caso, la igualdad),sta slo puede expresarse a travs de su particularizacin en un objeto definido (laniez) y a travs de tcnicas y procedimientos que desarrollan un idioma distintivo.La riqueza de esta perspectiva radica en abrir una multiplicidad de puntos de ejercicio,de desfases, de oposiciones, que posibilitan una mirada minuciosa y precisa sobre lasformas de ejercicio del poder. Esto es as porque permite un anlisis de las luchas yde los procedimientos que en cada una de las instancias van delimitando los universales

    ticos y los esquemas normativos. Pero adems, porque facilita una mirada queprescinde del objetivo de construir unidades o totalidades de sentido (articulacin,en el planteamiento de Laclau) para prestar atencin a las diferenciaciones, lasoposiciones, las contradicciones.

    Como vemos, la cuestin central no pasa por la imposibilidad de pensar la relacinparticular-universal a partir de una idea de racionalidad similar. Ms bien, lo que lodistancia de Laclau es que en Foucault no aparece muy claramente un espacio dearticulacin que permita salir de una lgica de la inmanencia. Es por ello que estacoincidencia bsica se vuelve problemtica cuando ambos se plantean la forma

    especfica en que se materializan las relaciones de poder y se vinculan con los procesosde racionalizacin.En el caso de Foucault, lo que prima es la dispersin de los elementos, la multiplicidad

    de instancias de gobierno que pueden tener, incluso, racionalidades diferentes. Elefecto de conjunto siempre parece tener algo de azaroso, en tanto no hay nada, a priorique se constituya en un referente comn. La estrategia va a ser pensada como unproceso annimo, que no puede ser manejado por nadie en particular. En el caso deLaclau, el nfasis est puesto en la articulacin de los elementos. El efecto de conjunto,si bien seguir siendo contingente, ser menos azaroso, puesto que tendr una referenciacomn. Este es el lugar de los significantes vacos que guan y determinan la luchapor la hegemona.

    Esta diferencia de enfoque, primaca en uno de los aspectos vinculados con laarticulacin y en otro con la dispersin, se materializa en una diferencia sustancial enla forma de concebir el poder. Ambos comparten la mirada respecto a la ausencia deun centro del poder. Sin embargo, aqu parece terminar el acuerdo puesto que entanto que para Foucault, las relaciones de poder atraviesan el campo social, para Laclaues incorrecto plantear [...] la difusin total del poder en el seno de lo social, ya que

  • 7/31/2019 Laclau, Foucault, Ranciere_Entre la Poltica y la Polica

    15/19

    193ARGUMENTOS UAM-X MXICO

    LGICAS DEL PODER. MIRADAS CRTICAS

    esto tornara el anlisis ciego a la presencia de puntos nodales y a las concentracionesparciales de poder existentes en toda formacin social concreta.29

    Para Foucault, en tanto que las relaciones de poder (que, como hemos visto se

    hacen presentes fundamentalmente en trminos de gobierno) atraviesan el espaciosocial, y siempre el poder supone resistencia,sta ltima puede hacerse presente encualquier momento y lugar. Y, en tanto queno existen prcticas articulatorias, en esteplanteamiento sera intil distinguir entreresistencias polticas y resistencias que nolo sean. Es por ello que, en un momentonos dice explcitamente que su nico

    imperativo es no hacer nunca poltica.30Por qu nos dice esto? Porque polticaremitira a articulacin, mientras que para l toda forma de ejercicio del poder, y porende tambin de resistencia, privilegia la dispersin.

    Laclau critica esta postura y nos dice:

    Si podemos afirmar, con Foucault, que en todo lugar donde hay poder hay resistencia, es precisotambin reconocer que las formas de resistencia pueden ser extremadamente variadas. Es solamenteen ciertos casos que las resistencias adoptan un carcter poltico y pasan a constituirse en luchasencaminadas a poner fin a las relaciones de subordi-nacin en cuanto tales.31

    Cundo adoptaran un carcter poltico? Cuando se establece algn tipo de prcticaarticulatoria que permita pasar de una resistencia aislada a un movimiento que hagaposible la reivindicacin de una transformacin de la relacin social que construye aun sujeto en relacin de subordinacin.

    En resumen, por un lado, en Laclau la poltica se vincula con la hegemona y laarticulacin. Por el otro, en Foucault, la poltica se relaciona con el arte de gobierno,la polica y la dispersin. La pregunta que surge es: es posible establecer algnpuente entre ambas perspectivas?

    29Ibid., p. 164.30 Michel Foucault, Scurit, territoire, population..., op. cit., p. 6.31 Ernesto Laclau y Chantal Mouffe, op. cit., p. 171.

    Para Foucault, en tanto que las relaciones

    de poder atraviesan el espacio social, y

    siempre el poder supone resistencia, sta

    ltima puede hacerse presente en cualquier

    momento y lugar.

  • 7/31/2019 Laclau, Foucault, Ranciere_Entre la Poltica y la Polica

    16/19

    M. LANDAUM. LANDAUM. LANDAUM. LANDAUM. LANDAU LACLAU, FOUCAULT, RANCIRE: ENTRE LA POLTICA Y LA POLICA

    194 NUEVA POCA AO 19 NM. 52 SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2006

    LACLAU, FOUCAULT, RANCIRELACLAU, FOUCAULT, RANCIRELACLAU, FOUCAULT, RANCIRELACLAU, FOUCAULT, RANCIRELACLAU, FOUCAULT, RANCIRE

    Para que una cosa sea poltica, es preciso que d lugar al

    encuentro de la lgica policial y la lgica igualitaria, el cualnunca est preconstituido.

    JACQUES RANCIRE32

    Quiz uno de los autores que ms claramente nos permite construir un dilogo entrela articulacin laclausiana y la dispersin foucaultiana sea Jacques Rancire a partir dela distincin que establece entre lo que denomina poltica y lo que denomina polica.La poltica es la actividad que tiene como principio la igualdad y el principio deigualdad se transforma en distribucin de las partes de la comunidad en el modo

    de un aprieto: de qu cosas hay y no hay igualdad entre cules y cules? Qu son esasqu, quines son esas cules?.33 La poltica surge cuando el orden de la dominacin esinterrumpido por una parte de los que no tienen parte. En este sentido, la polticasupone la irrupcin de lo que Rancire denomina el desacuerdo. ste no es ni eldesconocimiento ni el malentendido. Ms bien, es una situacin en la que est enpugna la misma significacin. Como expresa Rancire, el desacuerdo no es entre quiendice blanco y quien dice negro, sino entre dos formas distintas de entender el significadode la blancura. En este sentido, no hay poltica sino por la interrupcin, la torcinprimera que instituye a la poltica como el despliegue de distorsin o un litigio

    fundamental.34

    La interrupcin es un dato fundante de la poltica. La misma supone la emergenciade una parte que hasta entonces no era contada, no tena existencia. La poltica, en estesentido, es algo muy distinto a la lgica que cuenta y reparte las partes ya existentes.Rancire lo deja en claro cuando plantea:

    [...] generalmente se denomina poltica al conjunto de los procesos mediante los cuales se efectan laagregacin y el consentimiento de las colectividades, la organizacin de los poderes, la distribucinde los lugares y funciones y los sistemas de legitimacin de esta distribucin. Propongo dar otronombre a esta distribucin y al sistema de estas legitimaciones. Propongo llamarlopolica.35

    Poltica y polica constituyen dos lgicas de accin completamente heterogneas. Lapolica, a la que por supuesto Rancire toma haciendo referencia a los anlisis

    32 Jacques Rancire,El desacuerdo. Poltica y filosofa, Nueva Visin, Buenos Aires, 1996, p. 48.33Ibid., pp. 7-8.34Ibid., p. 27, las cursivas son del original.35Ibid., p. 43.

  • 7/31/2019 Laclau, Foucault, Ranciere_Entre la Poltica y la Polica

    17/19

    195ARGUMENTOS UAM-X MXICO

    LGICAS DEL PODER. MIRADAS CRTICAS

    foucaultianos, separa el discurso del ruido. La poltica hace escuchar como discurso loque no era escuchado ms que como ruido.36 La poltica es la nica actividad quepuede deshacer el orden de lo policial. Para ello es necesario que aparezca el desacuerdo,

    y que a partir de un acto litigioso se lleve a cabo una ruptura que conduzca a una nuevarepresentacin del espacio donde se definen y reparten las partes.

    Esta mirada sobre la poltica y la polica tiene muchos puntos de contacto con laforma en que Laclau piensa la articulacin de los particulares y los universales. Enambos casos, esta emergencia se presenta a partir de la figura del pueblo.37 En tornoa la obra de Rancire, Laclau comenta:

    [...] mientras que lapoliceimplica el intento de reducir todas las diferencias a parcialidades dentro deltodo comunitario es decir, concebir toda diferencia como mera particularidad y referir el momento

    de la universalidad a una instancia pura, no contaminada [...] lapoliticsimplica una distorsin noerradicable: una parte que funciona, al mismo tiempo, como el todo.38

    Esta distincin se hace mucho ms clara respecto de Rancire. Este ltimo plantea queaunque la poltica se tope en todos lados con la polica, el encuentro de ambas lgicases el encuentro de los heterogneos. Y, por ello, hay que renunciar a los conceptos quetratan de generar un pasaje entre los dos dominios. Para Rancire, esto es lo que haceFoucault a partir de su concepto de poder, que establece que como en todos lados hayrelaciones de poder, todo es poltico.39

    El concepto de poder permite concluir desde un todo es policial a un todo es poltico. Ahorabien, la consecuencia no es buena. Si todo es poltico, nada lo es. Si, por lo tanto, es importante

    36Ibid., p. 45.37 El lugar que ocupa la nocin de pueblo tanto en Laclau como en Rancire no ser abordado

    aqu. Laclau dedic su ltimo libro,La razn populista (2005), a inscribir el concepto de pueblodentro del desarrollo de sus preocupaciones tericas previas. All, dedica las ltimas pginas (303-308) a establecer sus puntos de encuentro y desencuentro terico con Rancire. Si bien, en lneasgenerales, comenta que se siente muy cercano al anlisis de Rancire, tambin plantea que ste tiendea percibir a la poltica desde una mirada exclusivamente emancipatoria, desconociendo la posibilidadde que los incontados construyan su incontabilidad en formas que son ideolgicamente incompatiblescon aquello que Rancire o yo podramos defender polticamente. Para Laclau, Rancire cae en estatrampa por no explorar cules son las formas de representacin a las que puede dar lugar laincontabilidad. E. Laclau,La razn populista, FCE, Buenos Aires, 2005, p. 306.

    38Ibid., p. 305.39 Tambin podramos decir que nada es poltico, lo que conducira a una idea similar en tanto

    que no se concibe una distintiva de la dimensin poltica en relacin con el resto de las relaciones queatraviesan el campo social.

  • 7/31/2019 Laclau, Foucault, Ranciere_Entre la Poltica y la Polica

    18/19

    M. LANDAUM. LANDAUM. LANDAUM. LANDAUM. LANDAU LACLAU, FOUCAULT, RANCIRE: ENTRE LA POLTICA Y LA POLICA

    196 NUEVA POCA AO 19 NM. 52 SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2006

    mostrar, como lo hizo magistralmente Michel Foucault, que el orden policial se extiende mucho msall de sus instituciones y sus tcnicas especializadas, es igualmente importante decir que nada es ens mismo poltico, por el solo hecho de que en l se ejerzan relaciones de poder. Para que una cosa sea

    poltica, es preciso que d lugar al encuentro de la lgica policial y la lgica igualitaria, el cual nuncaest preconstituido.40

    Como vemos, introducir a la discusin a Rancire y con l a su distincin entre polticay polica, nos conduce a percibir ms claramente las diferencias de posturas existentes.Sin embargo, no es nuestra intencin forzar un encuentro donde no lo hay. A nuestrocriterio, los tres autores tienen sus virtudes y sus limitaciones. Laclau nos permiteestudiar los procesos sociales como una forma de articulacin hegemnica. Pero no nosbrinda las herramientas para estudiar los mecanismos prcticos, concretos, nimios,

    mediante los cuales se regulan las relaciones entre los hombres en trminos de gobierno.Foucault nos brinda las herramientas para hacer esto ltimo, pero no nos da loselementos conceptuales para pensar una articulacin discursiva en trminos de luchahegemnica. Al compartir supuestos bsicos como los del descentramiento del sujetoy de lo social, la relativizacin de la razn, y la materialidad del discurso, es que sepuede intentar complementar los diversos aportes.

    De Laclau resulta sumamente til el concepto de significante vaco, puesto quepermite analizar las relaciones de poder identificando un punto nodal sobre el que serealiza la articulacin hegemnica. De Foucault es posible tomar todos aquellos conceptos(como los de tcnicas, tcticas, estrategias, etctera) que brindan herramientas paradesagregar las luchas en una multiplicidad de instancias microsociales. Rancire, porltimo, nos permite hacer el puente entre el planteo de Laclau y de Foucault. A partirde su concepto de poltica, se puede posar la mirada sobre el proceso de articulacinhegemnica, propuesto por Laclau. Y, a partir del de polica, se abre la puerta deentrada para analizar los procedimientos de gobierno mediante los que se lleva a caboel ordenamiento policial.

    Estas palabras nos permiten esbozar unas reflexiones finales: 1) Las relaciones depoder pueden ser pensadas como un espacio de tensin entre universales ticos yparticulares normativos. 2) En la medida en que las cuestiones se resuelvan dentro de

    un marco normativo comunitario, sin poner en cuestin los universales ticos, nosmantenemos en un proceso de regulacin en el que se desenvuelve la lgica de lapolica. 3) Por el contrario, en la medida en que se ponen en cuestin los universalesticos comienza el momento poltico, que se cierra cuando nuevos universales ticosson fijados en un nuevo marco normativo comunitario.

    40 Jacques Rancire,El desacuerdo. Poltica y filosofa, op. cit., p. 48.

  • 7/31/2019 Laclau, Foucault, Ranciere_Entre la Poltica y la Polica

    19/19

    197ARGUMENTOS UAM-X MXICO

    LGICAS DEL PODER. MIRADAS CRTICAS

    BIBLIOGRAFABIBLIOGRAFABIBLIOGRAFABIBLIOGRAFABIBLIOGRAFA

    Foucault, Michel. Scurit, territoire, population. Cours au Collge de France. 1977-1978, Gallimard/

    Le Seuil, Pars, 2004. (1978). La gubernamentalidad, en Foucault, Michel y otros,Espacios de poder, La Piqueta,

    Madrid, 1991. (1981). Omnes et singulatim: hacia una crtica de la razn poltica, enTecnologas del yo y otros

    textos, Paids, Barcelona, 1990.. El sujeto y el poder, en H. Dreyfus y P. Rabinow,Michel Foucault, ms all del estructuralismo

    y la hermenutica, UNAM, Mxico, 1988.Laclau, Ernesto.La razn populista, FCE, Buenos Aires, 2005.. Identidad y hegemona: el rol de la universalidad en la constitucin de identidades polticas, en

    Butler, Judith, Laclau, Ernesto, y Zizek, Slavoj,Contingencia, hegemona, universalidad, FCE, 2003.

    .Misticismo, retrica y poltica, FCE, 2002..Emancipacin y diferencia, Ariel, Buenos Aires, 1996. y Mouffe, Chantal (1984).Hegemona y estrategia socialista, FCE, Buenos Aires, 2004.Rancire, Jacques.El desacuerdo. Poltica y filosofa, Nueva Visin, Buenos Aires, 1996.Rose, Nikolas y Miller Peter. Political power beyond the state. Problematic of government, en

    British Journal of Sociology, nm. 43, Londres, 1991.