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i CORLÍIAPOILADA I

Con Permis

Sadismo científico

Hay ocasiones en que la noticia te puede. Por más que te parezca que

ya has visto u oído de todo, la realidad cotidiana te supera. So­bre todo, aunque sé que el sen­timiento no es racional, cuando el hecho se produce aquí al lado, cuando te privan del dis-tanciamiento que provoca lo exótico del lugar de origen del suceso. Y es que lo que te voy a contar pasó en Adeje, en Te­nerife, vamos, casi en casa.

Te decía que sucedió en Te­nerife, en Adeje. Fue allí donde la Policía Nacional detuvo a un hombre, si es que esa denomi­nación se le puede aplicar, de cuarenta y tres años, por pre­suntos, odiosa palabra, malos tratos a su esposa, que fue en­contrada inconsciente en su ha­bitación del hotel, tras una pali­za que incluyó un botellazo en la cabeza.

Desgraciadamente, con ser grave lo que te cuento, no llega­ría ni siquiera a la categoría de novedad, puesto que siguen produciéndose, día a día, casos de machismo criminal.

En este caso, sin embargo, concurren una serie de circuns­tancias que te llevan a aguantar la náusea, la repugnancia, ante la obscena brutalidad del salva­je maltratador.

Y es que esta auténtica bes­tia disponía de un libro, un ma­nual, en el que consultaba la manera más adecuada de gol­pear a su víctima sin dejar mar­cas, sin dejar rastro alguno de la ordalía a la que sometía a la mu-

CARLOS ESPINO

jer objeto de su violencia. Sin necesidad de un sesudo

análisis jurídico, no cabe la me­nor duda del grado de premedi­tación con que acometía este auténtico sádico su tarea de tor­turar, puesto que incluía la pre­paración teórica necesaria para minimizar los efectos visibles de las servicias a que sometía a su pareja.

No cabe, por tanto, ni siquie­ra el atenuante de la pérdida de control momentánea, si es que de atenuantes cabe hablar toda­vía, vistos los efectos que ha producido la lasitud con que se ha abordado, hasta la última re­forma, el problema de la violen-cía de género.

En honor a la verdad, he de reconocer, sin embargo, que no me cabe otra explicación que la

de un trastorno mental grave, para justificar un comportamien­to de estas características. No cabe en mi cabeza entender que un ser humano pueda causar daño a otro de manera plena­mente consciente y con la frial­dad que denota el comporta­miento del detenido.

No obstante, no cabe dudar. Enfermo o, simplemente, crimi­nal, su comportamiento lleva a desear, a exigir, que sea recluido bien en una institución de salud mental, bien en una cárcel, sin que pueda salir, en ningún caso, hasta que se pueda garantizar, con las debidas cautelas, que ha dejado de ser un peligro para sus semejantes.

Difícil es, sin embargo, afrontar este tipo de situaciones cuando la propia víctima, como en este caso, se niega a aceptar medidas de protección, después de reconocer que lleva tres años soportando este tipo de palizas, y reconociendo que no es ésta la más grave.

Te lo decía. Este tipo de noti­cias me desborda. Quiero ser ca­paz de racionalizarlas, de enten­der que tipo de fenómenos se hayan en la génesis de estos comportamientos criminales, pero no puedo. Lo único que me pide el cuerpo es que el agresor, una auténtica bestia, sea casti­gado con todo rigor.

Temo a la legislación ad-hoc, a la realizada bajo la pre­sión de las circunstancias, de las noticias. Pero a la violen­cia criminal hay que ponerle freno.

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El ALpargatazo Algunos empiezan por aquí...

• UN GAFE A LA INVERSA

Mucha gente acusó a José Luis Rodríguez ZapaW de ser un auténtico gafe. De hecho, se empezó a crear u especie de leyenda negra que tenía que ver con su fluencia en la sucesión de extraños acontecimientos. Esta

claro que esta teoría está equivocada, confundida, al ^ nos en cuanto a lo climatológico se refiere. No nos oivi ^ mos de que unos días antes de que el presidente de' biemo viniera a Lanzarote a descansar hacía un t'̂ "̂ P malísimo, especialmente en Costa Teguise, donde el vie to no paraba de soplar y soplar. Durante sus peque" vacaciones, el sol ha sido el auténtico rey del cielo. molestias extemas de ningún tipo. Unos días después ^ su marcha, nos ha caído un chaparrón veraniego que recordaban ni los más viejos del lugar. Así, se han ^ . trado dos cosas: primero, que el señor Rodríguez Zap ro no es tan gafe como algunos pensaban, no al meno las vacaciones; segundo, que el tiempo está más loco <J las maracas de Machín. Por cierto, que tienen razón muchos vecinos que nos llamaban ayer para quejarse vez más -¿cuánto tiempo llevamos así?- de los numero problemas que se producen en cuanto caen dos gotas-cantarillas saltando por los aires, ratas del tamaño de S tos flotando, charcos en los que se podría realizar competición de natación... Una maravilla. Mientras, ^ políticos que lo tienen que arreglar, al menos la mayor' ' lo suyo.

DON LARRY ACABA HUNDIÉNDOLOS 4

No son ni uno ni dos ni tres los políticos del Partido " pular (PP) en Lanzarote que se tiran de los pelos cada ve que leen en la prensa un comunicado o unas declaración de su nuevo ideólogo regional, el señor Larry Álvarez. que se supone que es la mano derecha de José Manuel J° ría, lleva todo el verano diciendo disparate tras disparate, último, ya lo saben si leyeron la información del día, tie que ver con su surrealista forma de concebir el problema la inmigración irregular. Según sus cuentas, que nadie sa de dónde saca, en lo que va de año ha aumentado un por ciento la llegada de inmigrantes irregulares a nuestr costas. Claro está, cuando se refiere a "nuestras costas debe referir a las de Gran Canaria, no incluye al resto de i las, y mucho menos a Lanzarote y Fuerteventura. Solo » J que echar un repaso a los ocho años de mandato del sen Aznar para saber lo que sucedió con la inmigración irreg lar en Canarias para desmontar cualquier argumento en es sentido. Lo malo para el PP es que don Larry no parece 1"

se conforme con soltar uno, dos o tres disparates, porque

se ha metido en una frenética campaña en la que está inC'U do el que "hablen de él aunque sea bien", puesto que "̂ deja pasar un día en el que no opine de algo. Parece, segu nos cuentan algunos políticos del PP, que la gente se em­pieza a cansar de sus boberías. Sin embargo, mientras a i» ría le siga haciendo gracia, difícilmente parará la máquina producir titulares de prensa.

• REPERCUSIONES TURÍSTICAS

Tienen mucha razón todos aquellos que se ding ^ ayer a este diario para expresar su indignación con |j sucede en tomo a algunas constmcciones turísticas Isla. Es verdad que resulta curioso y llamativo que ^^ tras a un pobre agricultor que se le ocurre hacer un c ^̂^ de aperos se le precinta, se le multa y si se puede se va a Tahíche, con las construcciones de los más po ¿ sos no sucede nada. También es cierto, y así lo r̂ (á ayer Manuel Fajardo, que el Cabildo parece que no . por la labor de que aquellos que vulneran la norma s ^̂ gan con la suya. Hace falta, eso sí, que la Consejer . Turismo del Gobiemo de Canarias que precisamente j. ge un conejero, Manuel Fajardo Feo, se ponga

que sU de una vez por todas en este asunto. Por cierto, -i yj primo, Manuel Fajardo Palarca, ya ha dejado claro Í] ^^^, a haber más noticias en tomo a este hotel. Nos ap mos algo a que tienen que ver con un demoledor m de Costas.

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