INTRODUCCION

LA VIRGEN DEL TRANSITO motiva nuestro sentimiento a la reflexión de nuestra frágil conducción humana que es fugaz su trascendencia para dar paso a la constante renovación y perfeccionamiento interior que sincroniza los valores que caracteriza al ser humano superior que dirige su meta a cristalizar la inmortalidad promesa del Creador .

Es compromiso del ser humano la búsqueda constante del perfeccionamiento interior y la aplicación de los valores que nos brindan la felicidad.

LA VIRGEN DEL

TRANSITO

Erase, es y será todo un conjunto de ternura, de confianza, de seguridad, de comprensión, de honestidad, de modestia, de estima, de bondad, de

solidaridad, de amparo, de dignidad, de libertad y de amor.

En un poblado remoto del Callejón Interandino, más concretamente en la provincia de Cotopaxi, Cantón Pujili se vivió la magia de la mística fe.

Los pobladores aborígenes de la zona veneraban, saliendo desde los más recónditos poblados, caseríos, viajando desde las frías cumbres y parajes desolados de los andes, cruzando riachuelos, maleza y largos chaquiñanes, algunas veces caminaban días enteros con toda su familia; venían desde otras provincias con largas procesiones cargados de fe y anhelos para pedirle a la Virgen del Transito todos sus deseos e inquietudes, llevaban consigo grandes ramos de rosas y adornos, golosinas y regalos para la ofrenda, consigo traían suficiente potaje para resistir la romería en los caminos fríos y gélidos de los valles y montañas que pasaban, para acampar y tomarse un merecido descanso prendían fogatas con pequeñas ramas y troncos que recogían de la vegetación autóctona de la zona; llenos sus vacios estómagos, se abrigaban con ponchos

y pieles de animales, permutando toda la madrugada.

Al amanecer emprendían la peregrinación con rumbo a su anhelado destino religioso, que era a una hacienda de Don Jesús Fernando Miño Caicedo denominada “La Monarca”, en donde se encontraba la escultura de la Virgen, regalo de sus ancestros la misma que permanecía majestuosa sentada con los brazos abiertos a recibir a sus feligreses con su benignidad los visitantes siempre llegaban con abnegada disposición.

Comentan que la escultura fue obra de Caspicara gran artista y escultor de la época, los rasgos de la Virgen son muy particulares; está sentada con una posición llena de nobleza, amor y ternura, sus cabellos son ondulados y largos color castaño oro, su mirada irradia la dulzura y comprensión de una madre abnegada y llena de las

mejores aspiraciones para con sus retoños.

Cuentan muchos hechos y experiencias de los milagros concedidos por la Patrona de los choferes, de los enfermos de la piel, de un sin número de fervientes devotos.

Es memorable la historia de un loable milagro concedido a sus propietarios los esposos Fernando y Griselda Miño Caicedo pareja llena de virtudes y valores que tuvieron su primera hija llamada María Colombia a la que cuidaban con mucho esmero, convirtiéndose en la felicidad y razón de esforzarse de esta pareja. El amor ejemplar reflejaban los jóvenes esposos; Jesús Fernando era hombre de negocios, comerciante de artículos novedosos culturales, joyas, propiedades en general artículos de utilidad a la humanidad; conocedor de

las ciencias, la naturaleza y su producción gustaba mucho cultivar sus tierras; participando de la vida social y política de la época. Su esposa María Griselda era una destacada maestra oriunda de Mulaló que desempeñaba su docencia en los sectores rurales de la provincia de Cotopaxi, dama muy distinguida y apreciada de su comunidad; se dice que su primogénita María Colombia enfermó gravemente con tosferina causa por la que falleció a los dos años de edad, destrozando el corazón de sus padres. Concurrieron a la velación de la preciosa niña sus familiares y todos los allegados de la ciudad de Latacunga muy acongojado y herido en lo más profundo por su irreparable pérdida, ordeno a sus colaboradores ir a Quito para que adquieran la mejor corte fúnebre y una caja de la mejor calidad pero en ese momento justo había una

inclemente tempestad, como no se había suscitado hace mucho tiempo, la electricidad colapso por la caída de los postes de conexión, los caminos estaban inundados, lodosos e inaccesibles para el transporte automotor, tomaron la decisión de viajar a caballo por la inhóspita ruta anegada, las acémilas estaban asustadas por el poder del viento y su susurro estremecedor y terrorífico; los arboles se caían a su paso a si como se dieron grandes deslizamientos de tierra; los emisarios tuvieron que acampar en una cueva sombría e inhóspita hasta que pase la tormenta ya que era imposible seguir la travesía iracunda y perversa impidiendo sus nobles propósitos.

Esperaron toda la noche acongojados por el escarnecedor frio y el viento implacable de la tormenta infalible casi diluvial. Eran las cinco de la mañana cuando se calmo el temporal,

ensillaron los caballos y continuaron la a travesía rumbo a la Capital con todo el coraje y decisión de cumplir la misión encomendada por su patrón, luego de veinte y dos horas llegaron a Quito cansados y acalambrados; compraron la corte fúnebre y salieron de inmediato de retorno a la hacienda, eran casi las once de la noche cuando arribaron con su encomienda. Don Fernando los recibió triste pero muy agradecido. La velaron por espacio de tres días, llegaron amistades y personas de todas las comunas así como la familia de diferentes sectores del país con grandes ofrendas exequiales para dar su apoyo moral a la dolida familia por tan irreparable pérdida. Jesús Fernando su padre inconforme de verle vestida de celeste insiste que la vistan de blanco; como el vestido de bautizo de la niña estaba puesta la Virgen del Transito el acudió presuroso a retirar a la

escultura y reclamándole que por que se la lleva a su hija. Muy dolido le suplico a la Virgen ¡Ayúdame madre mía! , ¡Madre de Dios!, ¡Devuélveme a mi hija!

Salió al patio principal y se sentó a lado de una gran pileta de piedra que destellaba grandes chorros de agua se quedo como inmutado por por espacio de tres horas, cuando de pronto replico con voz enérgica y lleno de dolor ¡Carajo! porque me pasa esto a mí, ¡Dios mío¡ ¡Virgen del Transito! –“Dame tu clemencia a tu humilde siervo te lo pido por favor”. Arrodillado, demacrado y en un mar de lágrimas se quedo mirando al infinito del firmamento que en ese momento resplandecía con un sol majestuoso y acogedor. Procediendo inmediatamente a cambiar de vestido a la angelita. ¡Cual indescifrable sorpresa! cuando la niña ya vestida de blanco abre sus ojitos y pide juguetes

levantándose sana y buena; desde entonces se recuerda este hecho divino que despertó mayor fe en la provincia de Cotopaxi. Don Fernando y su esposa Griselda llenos de alegría y gratitud le ofrecieron una gran misa a su amada benefactora; asistieron cientos de personas a la ceremonia admirados y regocijados por el milagro otorgado por nuestro Señor Jesucristo y la Virgen del Transito.

La multitud era apremiante y sofocante, hasta el comercio tuvo su oportunidad de aprovechar la ocasión; estaba el heladero, las vendedoras de refrescos, golosinas, ropa, se establecieron carpas de venta de comida y las personas salieron para ofrecer recuerdos, fotos y escapularios de la Santísima Virgen del Transito. La vida prosiguió normalmente, esta pareja tuvieron dos hijos más; Argentina del Rosario y Fernando Ecuador vivieron en una

gran casa de hacienda con grandes patios y hermosos jardines perfumados de claveles, rosas, tulipanes y los tradicionales geranios que llenaban de armonía el ambiente y sus alrededores. La casa tenía dos majestuosos patios, en uno de ellos al fondo del pacillo le construyeron un bellísimo altar con grandes vitrales de diferentes colores a la protagonista de su felicidad la Virgen del Transito. Su estructura era de mármol blanco incrustado en adornos de pan de oro al estilo barroco, con una gran alfombra roja de terciopelo importado de Arabia invitaba a la entrada.

Muchas aves de toda especie sobrevolaban y pasaban sobre el altar cantando sus mejores melodías como queriendo alegrar a la reina del lugar, en especial venían las golondrinas y colibríes dándole al lugar la imagen de un paraíso lleno de colorido y resplandor.

Fernando Miño esporádicamente salía a las provincias y a Quito por motivo de negocios y visitar familiares; comerciaba ganado ovino y vacuno asistiendo a las grandes ferias agropecuarias de la zona también comerciaba con productos lácteos que el mismo procesaba también comerciaba la panela y el aguardiente denominado las puntas productos de la hacienda La Monarca de su propiedad; traía: queso, leche, motillo, yogures de excelente calidad era apreciado mucho por los consumidores de estas zonas del país, la patente de sus productos era Virgen del Transito alimenta al pueblo. Comerciaba con los productos agrícolas que cosechaba en gran cantidad: como hortalizas, verduras y frutas entre ellas papas, col, habas, acelga, cebolla, nabo, zanahorias, en frutas duraznos, reina glaudias, peras, manzanas, taxos, frutillas, capulí, tomate de árbol,

fresas, cerezas, uvas que eran su especialidad; viajaba el Oriente y Costa a comercializar sus productos llevando grandes camiones abarrotados de frutas frescas para su comercialización en los pueblos, cantones y los grandes mercados de provincias como: Guayaquil y Portoviejo. El traía en cambio productos del litoral y amazonia para entregarlos en los mercados serranos de gran concurrencia de compradores con el transcurso del tiempo las misas y procesiones se daban todos los años para beneficio de los devotos y comerciantes de la zona como de otros lugares. Por motivos de salud y negocios Don Fernando Miño tuvo que tomar una dura decisión que no le era fácil aplicarla. Tenía que trasladarse a Quito con toda su familia para radicarse. La nostalgia lo invadía por tener que dejar su terruño, su querido Pujili, gestora y testigo de toda su

vida; de tristezas, alegrías, caídas, levantadas de su progreso económico, social y espiritual; sobre todo del milagro que recibió de nuestro Señor Jesucristo y la Virgen, la resurrección de su hija María Colombia.

Vendió todas sus propiedades, la hacienda La Monarca y recogió todas sus pertenencias personales, a su familia y a su entrañable amiga la Virgen, emprendiendo el éxodo hacia la Capital. Ese día llegaron personas de todas las ciudades y razas: el pobre, el rico, el indio, el blanco, el cholo, familiares y amigos con gran tristeza para despedir a Don Fernando, a Doña Griselda a sus hijos: Argentina, Ecuador y en especial a María Colombia y la Santísima Virgen del Transito.

Emprendieron su viaje en ferrocarril divisando el paisaje natural diverso de nuestra patria con valles cultivados,

montañas variedad de plantas y animales que daban armonía y su prueba de vida en la diversidad ecológica. Con nuevas esperanzas y espíritu de prosperidad llevando enraizado quinta en los Dos Puentes entre San Diego y la Magdalena con los recursos obtenidos de sus negocios y un porcentaje del seguro social obtenido al jubilarse su esposa en el magisterio. Continuo su vida productiva aplicando el conocimiento comercial que siempre le otorgo su vida fructífera, educando a sus hijos alcanzando las mujeres la profesión de maestras y su hijo de abogado.

María Colombia siempre se caracterizo por ser una niña activa, inteligente y muy capaz en su juventud fue el baluarte de sus padres y de adulta muy valiente permaneciendo siempre con sus padres; contrajo matrimonio del cual tiene dos hijas: Mariana la cual ejerce la misma carrera de su

abuela y madre profesora y Susana que emigro a España y a prosperado. Don Fernando y Doña Griselda se sintieron muy felices y realizados al ver prosperar a sus hijos que con tesón les lego con su esfuerzo, educación, seguridad económica otorgando a cada uno propiedades para vivir y especialmente los principios morales fundamentales que humanizan al individuo, dejando ejemplo de dignidad y férrea personalidad a la multitud de nietos, biznietos y posteriores generaciones.

Partieron al infinito, dejando la luz de su personalidad y dejando entristecidos los corazones de los que les apreciaban y querían.

Hasta el momento Mariana comparte la vida con su madre, asistiéndole igual como asistió a los protagonistas de esta historia. Vive con sus nueve hijos los cuales la mayoría ya son

independientes y los que están en el hogar cuidan de la protagonista de esta historia que frisa a los ochenta años de edad lucida y saludable.

Comparto otro incidente, tan real y que trascurre en la actualidad, la vida activa y productiva de David Alejandro, nieto de María Colombia que fue diagnosticado con una enfermedad catastrófica de la cual está siendo tratado eficientemente, ya que esta es curable a largo plazo; esta cumplido casi un año del tratamiento y en su proceso hace dos meses enfrento una trombosis de vena profunda en la pierna izquierda y salió avante logrando superar la gravedad de forma milagrosa; esta casi recuperado totalmente ya que no lo imposibilito y sigue adelante en camino de recuperación trabajando tenazmente en la tecnología de la informática.

Creo que la Virgen del Transito le sostiene su vida y en forma productiva.

En Italia vive Mariana Griselda nieta de la protagonista de esta historia que nos apoyado hace diez años, está enferma con una hernia cervical y subsiste con sus molestias confiando en que va a mejorar. Gracias a ella hay una señora misionera que le ayuda económicamente a David, conmovida de la circunstancia que atraviesa, realmente se puede catalogar como un milagro esta ayuda con la que se ha podido afrontar los gastos continuos que implica este tratamiento.

La vida bendecida de Ana Lucia, Marjorie Mabel, Jessica Elizabeth, Gabriel Fernando, Jesús Miguel, Víctor Hugo.

Vivimos amparados de la gracia suprema que permite día a día superar las pruebas, para levantar la fe que

concretiza nuestros anhelos, vivimos en el centro histórico de Quito con la tierna compañía de la Virgen del Transito que guarda nuestro hogar confiamos en su intercesión ya que ha dado pruebas ciertas de su intervención en la vida de María Colombia, en el proceso de recuperación de David Alejandro, en la fortaleza otorgada a Mariana Griselda, en el milagro de vida a Mariana Jesús que enfrenta el mundo en forma independiente a su familia con el reducido presupuesto de su profesión de maestra rural.

Sugiero a las personas que quieren alcanzar victoria que confíen en la energía divina de Jesús y su santa madre que como su nombre nos transita de la oscuridad a la claridad o luz de vida en su infinita gracia.

El 15 de Agosto se celebra el día de LA VIRGEN DEL TRANCITO, patrona de los choferes, del hospital dermatológico “Gonzalo Gonzales” y de todos sus devotos.

AGRADECIMIENTO

Esta es una historia personal de vivencias reales y comprobables y doy gracias a mis padres Hugo Gabriel Mendoza y Mariana de Jesús Miño, a Dios y la santísima Virgen del Tránsito por el apoyo ayuda y bendiciones que me otorgado para salir adelante en las metas y objetivos que me he propuesto junto con el apoyo de mi familia mi esposa Rosa, mi hijo Ítalo mis hijas, las princesas de mi corazón Micaela y Anayeli; motores que impulsaron mi progreso y desarrollo personal.

REFLEXION

La fe materializa los pensamientos y deseos del ser humano.

¨ LA FE MUEVE MONTAÑAS ¨

Autor. Víctor Hugo Mendoza Miño

Primero “A” Informática.