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La vegetación arvense en sistemas de producción campesinos de dos zonas del municipio de San Felipe del Progreso, México 1 Resumen Eufemio Gabino Nava Bernal 2 Carlos Arriaga Jordán 2 María Cristina Chávez Mejfa 2 La producción agropecuaria implica el manejo de los recursos naturales. Esto refleja el conocimiento que el hombre posee sobre la naturaleza para la satisfacción de sus necesidades. En la agricultura, el hombre ha creado los medios que propician el crecimiento y desarrollo de especies (arvenses) en los campos cultivados que, de alguna manera, han recibido un uso y han generado un manejo. El estudio en el manejo de los recursos es de importancia para el entendimiento de cómo se usan, para el rescate del conocimiento tradicional y para la elaboración de planes de desarrollo acordes a condiciones específi- cas. El objetivo del trabajo fue identificar especies arvenses, conocer sus usos y determinar su función e importancia dentro de las estrategias de los sistemas de producción campesinos de una zona de monta- ña (zona alta) y una zona de valle (zona baja) de San Felipe del Progreso, Estado de México. Se identifi- caron 21 especies, de las cuales 13 se presentan en ambas zonas, seis son exclusivas de la zona alta y dos sólo se presentan en la zona baja. Los usos que se dan a las plantas arvenses son similares en las dos zonas; sin embargo, adquieren características específicas acordes al sistema de producción en el que se inser an o El uso de las arvenses está fuertemente determinado por la presencia de gana- do en las unidades de producción. Palabras clave: recursos vegetales, usos tradicionales, altiplano mexicano, agricultura campesina. WEEDS ON PEASANT (CAMPESINO) PRODUCTION SYSTEMS IN TWO ZONES OF THE MUNICIPALlTY OF SAN FELIPE DEL PROGRESO, MEXICO Abstract The relation ship between humans and nature through agricultural production involves the management of natural resources, implying a knowledge of nature for meeting needs. In agriculture, humans have created the means that promote the growth and development of plant species (weeds) in crop fields Recibido: Junio de 1999. Aprobado: Diciembre del 2000. 2 Centro de Investigación en Ciencias Agropecuarias (CICA). Universidad Autónoma del Estado de México. Instituto Literario núm. 100, Col. Centro, 50000 Toluca, Estado de México. Tel.: (729) 6 55 52, Fax: (7) 215 64 89, Correo electrónico: <[email protected]>, <[email protected]> y <[email protected]>. 29

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La vegetación arvense en sistemas de producción campesinos de dos zonas

del municipio de San Felipe del Progreso, México 1

Resumen

Eufemio Gabino Nava Bernal2

Carlos Arriaga Jordán2

María Cristina Chávez Mejfa2

La producción agropecuaria implica el manejo de los recursos naturales. Esto refleja el conocimiento

que el hombre posee sobre la naturaleza para la satisfacción de sus necesidades. En la agricultura, el

hombre ha creado los medios que propician el crecimiento y desarrollo de especies (arvenses) en los

campos cultivados que, de alguna manera, han recibido un uso y han generado un manejo. El estudio en

el manejo de los recursos es de importancia para el entendimiento de cómo se usan, para el rescate del

conocimiento tradicional y para la elaboración de planes de desarrollo acordes a condiciones específi­

cas. El objetivo del trabajo fue identificar especies arvenses, conocer sus usos y determinar su función e

importancia dentro de las estrategias de los sistemas de producción campesinos de una zona de monta­

ña (zona alta) y una zona de valle (zona baja) de San Felipe del Progreso, Estado de México. Se identifi­

caron 21 especies, de las cuales 13 se presentan en ambas zonas, seis son exclusivas de la zona alta y dos sólo se presentan en la zona baja. Los usos que se dan a las plantas arvenses son similares en

las dos zonas; sin embargo, adquieren características específicas acordes al sistema de producción

en el que se inser ano El uso de las arvenses está fuertemente determinado por la presencia de gana­

do en las unidades de producción.

Palabras clave: recursos vegetales, usos tradicionales, altiplano mexicano, agricultura campesina.

WEEDS ON PEASANT (CAMPESINO) PRODUCTION SYSTEMS IN TWO ZONES OF THE MUNICIPALlTY OF SAN FELIPE DEL PROGRESO, MEXICO

Abstract

The relation ship between humans and nature through agricultural production involves the management

of natural resources, implying a knowledge of nature for meeting needs. In agriculture, humans have

created the means that promote the growth and development of plant species (weeds) in crop fields

Recibido: Junio de 1999. Aprobado: Diciembre del 2000.

2 Centro de Investigación en Ciencias Agropecuarias (CICA) . Universidad Autónoma del Estado de México. Instituto Literario núm. 100, Col. Centro, 50000 Toluca, Estado de México. Tel.: (729) 6 55 52, Fax: (7) 215 64 89, Correo electrónico: <[email protected]>, <[email protected]> y <[email protected]>.

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Revista de Geografía Agricola

which have somehow received a management and are used. The study of the management of plant re­

sources is important to understand how resources are used and rnanagement to contribute in the elabo­

ration of development plans for specific circunstances. The objective of this work was to identify species

of associated vegetation (weeds),.to know their use and determine their function and importance within li­

velihoods in smallholder peasant campesino production systems in a mountain zone (high zone) and on a valley zone (Iow zone) in the municipality of San Felipe del Progreso, in the State ofMexico. The identi­

fied uses in order of importance in both zones are as forage, green manure, and as human food. No type

of specific selection for any ofthe two firstly mentioned types was identified, which were strongly determi­

ned by the presence of livestock in the households.

Key words: plant resources, traditional use, Mexican highlands, peasant agriculture.

La producción de bienes para la satisfacción de además, el lugar donde las decisiones se toman

necesidades implica un conocimiento de la naturale- considerando la forma y composición del sistema za para intervenirla y usarla de acuerdo a objetivos ecológico, explorando opciones y diseñando estrate­

específicos. La producción de cultivos es el resulta- gias de acuerdo a sus condiciones (Sage, 1996).

do de una larga historia de interacción entre el hom­

bre y la flora.

La agricultura campesina es una forma de produ-

cir alimentos que se caracteriza por su diversidad biológica orientada a la producción de básicos, se

lleva a cabo con mano de obra familiar, es una activi­

dad complementaria de la unidad familiar y las deci­

siones se toman libremente en cuanto a la pro­

ducción agropecuaria, su consumo, almacenaje y

venta (Ellis, 1993; Francis, 1994).

Una característica de gran importancia de la agri-

cultura campesina, ante el deterioro ambiental, es la

diversidad de especies cultivadas y el uso de espe-

El rezago del medio rural con respecto a otros

sectores de la sociedad y la problemática alimentaria

del país, enmarcados en el contexto de cambios que

se llevan a cabo tanto en el país como en el mundo,

representan grandes retos para el desarrollo futuro de la nación.

Hoy en día, los modelos de desarrollo seguidos

en los países menos industrializados son severa­

mente cuestionados, y existe consenso en la necesi­

dad de generar nuevas alternativas para la satisfacción de las necesidades básicas del ser hu-

mano que estén en armonía con el medio ambiente

(Toledo, 1990).

cies silvestres, ruderales y arvenses. La diversidad Los modelos de desarrollo seguidos han favorecí­

no se manifiesta sólo en la gran cantidad de espe- do el estudio de la realidad de una manera parcial y

cíes manejadas por los productores campesinos, tendiente a encontrar formas de incrementar la pro­sino también en la riqueza cultural del manejo de di- ducción como fin último (Toledo, 1990). La importan­

versos ambientes encontrados en diferentes latitu- cia del estudio y conocimiento del uso y manejo de

des del mundo. Estos dos elementos, diversidad los recursos naturales por comunidades campesinas

cultural y genética, constituyen los ejes donde el radica en el entendimiento de las interacciones com­

proceso de producción agropecuaria campesina se plejas que intervienen en su producción agropecua­lleva a cabo. De esta manera, en el proceso de pro- ria, que aporten elementos para la elaboración de

ducción de bienes se pueden encontrar tanto ele­

mentos tecnológicos como cultura'les (Rappaport,

1985; Sage, 1996).

El sistema ecológico y el socio económico son

sintetizados en la unidad de producción campesina,

la cual es el lugar donde la información proveniente

de los dos sistemas es compilada y analizada. Es

planes de desarrollo congruentes con las condicio­

nes físicas y sociales de las sociedades rurales, que

como se ha mencionado presentan una riqueza cul­

tural de gran valor.

En el presente trabajo se muestra el manejo de

los recursos naturales por una comunidad campesi­

na, específicamente de la flora arvense, y refleja el

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La vegetación arvense en sistemas de producción campesinos

conocimiento que los campesinos tienen de la natu- jera, combustible, medicinal, ornamental, alimenticio

raleza para satisfacer necesidades diarias de la fa- Y otros.

milia. El trabajo contribuye además al rescate del

conocimiento tradicional que las comunidades

campesinas han generado a través del tiempo.

En la historia de domesticación de especies y su

cultivo, el hombre ha propiciado el crecimiento y de­sarrollo de otras conocidas como arvenses o male­

zas, que de alguna u otra manera reciben un

Otro trabajo realizado sobre arvenses -en el centro de México es el de Zavaleta y colaboradores (1991),

quienes describen el uso de arvenses del cultivo del nopal en la delegación de Milpa Alta situada al sures­te de la ciudad de México. Estos autores reportan 28

especies con uso medicinal, mágico, ornamental, fo­

rrajero y alimenticio.

manejo para su uso o para el desarrollo propio del El potencial de las especies arvenses para la sa-cultivo. tisfacción de necesidades es ejemplificado en el tra­

bajo de Basurto et al. (1999), donde se propone el uso De acuerdo con Espinosa y Sarukán (1997), las de semillas subterráneas de Amphicarpaea bracteata

especies que crecen en los campos de cultivo se para consumo humano. A. bracteata es una arvense

denominan arvenses o malezas. El segundo térmi- conocida localmente como talet del agroecosistema

no se utiliza cuando su presencia causa daño al cul- maíz-frijol del norte de Puebla, México, donde los tivo reduciendo su rendimiento. Sin embargo, el término arvense se ha utilizado en trabajos donde

argumentan las bondades de las especies que cre­cen y se desarrollan en las tierras de cultivo (Espi­

nosa y Sarukán, 1997).

El estudio de las especies arvenses ha sido abordado desde dos perspectivas. Por un lado, la

investigación agropecuaria tendiente a aumentar los rendimientos de los cultivos las estudia como malezas competitivas, realizando investigaciones

enfocadas hacia su eliminación. Por otro lado, se encuentran estudios con una visión antropológica y social, representados por la herbolaria medicinal

tradicional y más recientemente a través de contri­

buciones etnobótanicas, con el fin de entender el conocimiento que tienen los habitantes rurales de

una región determinada sobre las especies vege­tales y los usos que les dan (Hernández X. y Azur­

dia, 1985; Hernández X., 1989).

Entre otros.antecedentes sobre el estudio de las

arvenses, Vibrans (1997), en un estudio fitogeográ-

nahuas, totonacos y mestizos aprovechan sus frutos subterráneos como alimento humano.

Con el fin de contribuir al estudio de la vegetación

arvense e ir más allá de un listado florístico, el presen­

te trabajo planteó el estudio de la función e importan­

cia que tienen las diferentes especies arvenses desde un enfoque integral, que reconozca la dualidad de las plantas arvenses como un recurso valioso, así

como competidor perjudicial. Es decir, que contemple a las especies en su carácter dicotómico y dinámico dentro de los sistemas campesinos de producción. Para este trabajo se define y utiliza el término arven­se, exclusivamente, como las especies vegetales que se desarrollan en forma espontánea entre los

cultivos y las áreas agrícolas.

Los objetivos del trabajo fueron identificar espe­cies arvenses, conocer sus usos y determinar su función e importancia en el interior de los sistemas

campesinos de producción en dos zonas del mu­

nicipio de San Felipe del Progreso, Estado de Mé­

xico.

fico de las arvenses del cultivo de maíz en los esta- El trabajo formó parte del proyecto "Generación de

dos de Puebla y Tlaxcala, reporta 317 especies; y la técnicas y tecnologías apropiadas para sistemas

misma autora (Vibrans, 1997) reporta el uso de 396 de producción campesinos de dos zonas del munici­

especies arvenses y ruderales encontradas en una pio de San Felipe del Progreso, Estado de México", superficie de 9 km2 del norte del volcán La Malin- desarrollado por un equipo de investigación multidis­che, municipio de Tzompantepec, situado a 2 500 ciplinario del Centro de Investigación en Ciencias msnm en el estado de Puebla. Se trata de tierras Agropecuarias (CICA) de la Universidad Autónoma del dedicadas al cultivo de maíz, y los usos de las ar- Estado de México. Uno de los objetivos del proyecto,

venses que reporta son para condimentación, forra- y en el cual este trabajo se inserta, fue la caracteriza-

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Revista de Geografía Agrícola

ción de los sistemas campesinos de producción de

dos zonas del municipio de San Felipe del Progreso, en el Estado de México, con el propósito de desa­

rrollar tecnologías apropiadas congruentes con las condiciones agroecológicas, económicas, sociales

y culturales que enfrentan las unidades campesinas de producción de los sistemas en estudio.

METODOLOGíA

El diseño de modelos alternativos de desarrollo

rural, que al mismo tiempo resuelvan las necesida­des de la población y logren una producción sosteni­

ble sin deterioro del ambiente, tienen obliga­damente que generarse en concordancia con las

condiciones enfrentadas por la agricultura campesi­

na, que se desarrolla en un marco de relaciones complejas. Por lo tanto, se requiere un enfoque inte­

gral que permita conocer las diferentes relaciones

entre los elementos naturales, sociales, económi­

cos, técnológicos y culturales que influyen sobre las

unidades campesinas de producción, que incorpore

los conocimientos de los productores, y partiendo de

sus objetivos dé cuenta de la diversidad ambiental

de forma que sean coherentes con las restricciones en las que operan (Linck el al., 1988; Carabias, 1990).

sus metas y necesidades, manteniendo coherencia con el medio social, físico, biológico, económico, cul­tural y político (Ruiz, 1989).

En general, el objetivo primordial de la investiga­

ción en sistemas de producción agropecuarios es

mejorar el bienestar de las unidades de producción, particularmente campesinas, en el contexto de una

gama amplia de metas individuales y colectivas, da­

das las restricciones y potenciales impuestas por los

elementos técnicos y humanos que determinan el sistema de producción existente (Norman y Gilbert, 1981).

El sistema de producción agropecuario consta de varios elementos o subsistemas. La asociación o

complementariedad de los diferentes subsistemas

permite valorizar subproductos que de otra forma se

perderían, e~to hace más importante la producción global del sistema que la de un subsistema en parti­

cular; por lo que la especialización de un sistema de

producción en una organización vertical limita el aprovechamiento de las relaciones sinérgicas entre

los diferentes elementos del sistema (Linck et al., 1988).

Estos enfoques se originan en lo que se conoce

con el término de "investigación de sistemas de pro­

ducción agropecuarios" (Farming Syslems Re­

search). Arriaga et al. (1998) presentan una revi-

A fin de superar las limitaciones del enfoque dis- sión sobre los métodos que se han desarrollado a

ciplinario tradicional de la investigación agropecua- partir de este enfoque.

ria, se encuentran enfoques que se basan en el En este trabajo, los pasos metodológicos segui­

estudio de los sistemas de producción agropecua- dos fueron los elementos del diagnóstico de los siste­rios, donde el estudio no se limita a sus componen- mas de producción propuestos por Galina et al. tes, sea un cultivo o técnica en particular, sino al (1988): proceso de producción en su conjunto. El estudio de

los sistemas de producción permite integrar y jerar­quizar los elementos socioeconómicos, agroecoló­

gicos y tecnológicos que los integran y sus

interrelaciones, a fin de conocer sus condiciones (y limitantes) de reproducción y evoluCión (Linck el al.,

1988).

El concepto de sistema de producción agrope­

cuario se define como una combinación de factores

y procesos que actúan como un todo, que interac­túan entre sí, y que. son administrados por el pro­ductor y su familia para obtener, consistentemente,

uno o más productos viables y consecuentes con

• Integración del equipo multi e interdisciplinario de

investigación específico del proyecto.

• Selección del área de trabajo.

• Elaboración del marco de referencia histórico.

• Elaboración del diagnóstico estático para las zo­

nas seleccionadas del municipio de San Felipe del Progreso, Estado de México.

• Estudio en detalle (diagnóstico dinámico) de los

sistemas de producción de las zonas en estudio.

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La vegetación arvense en sistemas de producción campesinos

De esta forma, el estudio se llevó a cabo de la si­

guiente manera:

1. Se seleccionaron dos zonas del oriente del mu­

nicipio de San Felipe del Progreso, Estado de México caracterizadas por su diversidad en

cuanto a dotación de recursos naturales. Una

zona baja ubicada en el valle de Ixtlahuaca­

Atlacomulco con recursos de buen potencial para la producción agropecuaria y un desarrollo

importante de las fuerzas productivas (riego de

punta proveniente de la presa Tepetitlán, mayor mecanización de la agricultura, mejor infraes­

tructura social); así como una zona alta de lome­

ríos y montaña, con población primordialmente

mazahua, y con recursos productivos de bajo

potencial caracterizados por suelos con pen­

dientes pronunciadas susceptibles a erosión y de baja fertilidad, aunado a escasa infraestruc­

tura social, lo que provoca condiciones socioe­

ca nómicas precarias de las familias campe­

sinas, con condiciones de pobreza extrema en algunas comunidades (Arriaga et al. , 1997).

El área de estudio de donde se seleccionaron

las comunidades, inicialmente definida por

V\bodgate (1992) y ubicada entre las coordena­

das 99° 50' a 100° 00' longitud oeste y 19° 35' a 19° 45' latitud norte, representa un área con su­

perficie aproximada de 22 000 hectáreas

(25.6% de la superficie municipal). La tempera­

tura media anual oscila entre 12 y 18°C, mien­tras que la precipitación media anual es mayor

a 800 mm con lluvias en verano, con mayor in­

tensidad en el mes de julio cuando oscila entre 150 y 160 mm. De diciembre a febrero es el

periodo de sequía, el cual presenta menos de

10 mm de precipitación. El mes más cálido es

mayo, éste presenta temperaturas medias dia­

rias de 14 a 18°C, en tanto que los meses más f.ríos son enero y diciembre, con temperaturas medias que fluctúan entre 8 y 9°C, con heladas

frecuentes.

2. En cada una de las zonas se seleccionaron al azar tres comunidades. En la zona baja: Dolores Hidalgo, Emilio Portes Gil y La Cabecera; mien­

tras en la zona alta: San Jerónimo Boncheté, Guadalupe Cote y San Pablo Tlalchichilpa. Se

real izó el diagnóstico estático de los sistemas

tomando en consideración los elementos agroeco­

lógicos, orientación y organización de los cultivos

y producción animal, así como el grado de desa­

rrollo de las fuerzas productivas, mediante la apli­

cación de entrevistas informales y semiestruc­turadas (Jauberty Galina, 1988). En cada comuni­

dad se entrevistaron por selección arbitraria 40 unidades campesinas de producción (UCP). Cada

comunidad fue dividida nominalmente en cuatro

cuadrantes partiendo del "centro" social de la co­

munidad, se entrevistaron en un trayecto desde el centro hacia la periferia a 10 UCP por cuadrante

que aceptaran responder a las preguntas, procu­

rando seleccionar una gama de unidades repre­sentativas.

3. Para el estudio en detalle (diagnóstico dinámico),

en cada comunidad se seleccionaron, arbitraria­mente a partir del diagnóstico estático, cinco UCP

representativas del sistema de producción preva­leciente.

El diagnóstico dinámico para la caracterización de

los sistemas se llevó a cabo mediante la visita quincenal a las UCP seleccionadas en las comuni­

dades de cada zona, a fin de dar seguimiento

oportuno a todas las actividades y los sucesos que

tienen lugar en el sistema y a las interacciones en­

tre los subsistemas (agrícola y pecuario).

Para este trabajo se dio énfasis al conocimiento de

los integrantes de las UCP sobre la flora agrícola y no agrícola, así como a sus usos. Para esta etapa

del diagnóstico se utiliz.aron diversas técnicas de

investigación social, incluyendo la realización de entrevistas informales y formales y la observa­ción participante. Se elaboró un formato de entre­

vista para el manejo de la tierra para el cultivo de maíz y para el manejo y uso de las arvenses. En el

caso del cultivo de la tierra, se identificaron las la­

bores culturales y quién las realiza. Para el caso de las arvenses se identificó la época del año en que se utilizan, usos y manejos.

4. Se analizó la información recolectada

RESULTADOS Y DISCUSiÓN

Se identificaron un total de 21 especies arvenses utilizadas por las unidades campesinas de produc­

ción (UCP), de las cuales 13 se presentan en ambas

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Revista de Geografía Agrícola

zonas; seis son exclusivas de la zona alta y dos sólo ucP que tienen animales mayores con la aplicación se presentan en la zona baja. Las arvenses se utili- de estiércol en los terrenos. En resumen, 11 .4% de

zan como forraje, abono orgánico o como al imento las UCP utilizan exclusivamente fertilizantes quími­

humano. Los usos que se dan a las plantas arven- cos, mientras que 28.6% utilizan únicamente abonos

ses son similares en las dos zonas, sin embargo ad- orgánicos.

quieren caracterlsticas específicas acordes al En la zona alta, los deshierbes se hacen general-

sistema de producción en el que se insertan. mente en forma manual, sólo 13% de las UCP utilizan

herbicidas (ver cuadro 1), las arvenses se integran A continuación se presenta una descripción ge-

de manera diversa en los procesos de producción y neral de la producción agropecuaria en las zonas de

consumo, complementando y contribuyendo a la pro­estudio, la cual se encuentra más ampliamente de-

ductividad global del sistema. sarrollada en Arriaga et al., (1997), así como de las

arvenses útiles, su uso y manejo.

Zona alta

En esta zona el subsistema pecuario se relaciona

estrechamente con el subsistema agrícola, estable­

ciendo una interdependencia entre ellos sin permitir

que un elemento desaparezca sin que otro se altere desfavorablemente y provoque un desequilibrio en el sistema. Los animales proporcionan fuerza para las

labores de cultivo de la tierra y estiércol para abonar el suelo agrícola, también se alimentan de arvenses

y del rastrojo de marz de la parcela que trabajan.

Los sistemas campesinos de producción de la zona alta se caracterizan por la superficie reducida de las unidades campesinas de producción (UCP)

(1.8 ha/UCP) en condiciones de temporal, cuya acti­vidad agrícola gira en 100% de las unidades en tor­no al cultivo de maíces criollos junto con el uso de

En esta zona existen áreas de pastoreo donde to­

das las UCP las aprovechan para complementar las una gran diversidad de especies, incluyendo la

necesidades de alimentación de sus animales. siembra de otros cultivos alimenticios como las aso-

ciaciones de maíz con haba o trigo, y avena como En cuanto al uso de arvenses se identificaron fo-

forraje, así como un uso intenso de las plantas ar- rraje, abono, alimento humano y medicinal. En la

venses y silvestres, las cuales se utilizan para una zona alta, son utilizadas como forraje 12 especies, diversidad de propósitos. Existe una gran interac- cada una por un rango de 7 a 87% de las ucp. Las

ción entre los subsistemas agrícola y pecuario, una

utilización menor de tecnologías modernas debido a las difíciles condiciones socioeconómicas y a las

restricciones ambientales, así como una alta utiliza­ción de la fuerza de trabajo familiar y de ayuda entre

famil ias para la realización de las actividades agro­

pecuarias.

El cultivo de maíz consiste en un barbecho y ras­

tra (fundamentalmente con tracción animal), siem-bra, resiembra, primera escarda y fertilización;

segunda escarda, deshierbe y cosecha. El pago de

más frecuentes son hierba blanca (Bidens odorata

Cav.) 87%, perita de milpa (Lopezia racemosa Cav.)

87%, flor blanca (Zaluzania augusta Sch.) 87% y

acahual (Simsia amplexicaulis (Cav.) Pers.) 80% de las UCP (cuadro 2).

En el manejo de las arvenses se encontró que las familias campesinas no ejercen una marcada selec­

ción específica para su uso como forraje, utilizan las especies de mayor presencia. Sin embargo, se reali­za una selección en cuanto al estado de maduración

ya que las arvenses antes de su periodo de floración

los trabajos del cultivo de maíz pueden ser en espe- son destinadas para los équidos, mientras que el

cie o en efectivo, se acostumbra también la ayuda

mutua entre familias.

Los insumos externos para la producción de maíz son principalmente los fertilizantes sintéticos, los cuales son utilizados en 71.4% de las UCP de la

zona alta, los cuales son combinados en 60% de las

consumo por los bovinos se da después de la flora-

ción, ya que los campesinos manifiestan haber ob­

servado trastornos digestivos (timpanismo y diarrea)

al alimentar bovinos con las arvenses "tiernas" (en

etapa de crecimiento), por lo que la época en que los bovinos consumen las arvenses es posterior al15 de agosto.

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La vegetación arvense en sistemas de producción campesinos

Cuadro 1. Tipo de deshierbe realizado en dos zonas del municipio servado un buen crecimiento y desarrollo

de San Felipe del Progreso, Estado de México. de los animales alimentados con estas

arvenses.

Comunidad I Químico

Zona baja

Dolores Hidalgo

UCP' Porcentaje

!

I Emilio Portes Gil

UCP Porcentaje I La Cabecera I

I UCP

I Porcentaje

San Antonio Mextepec I

UCP

Porcentaje

Total por zona I UCP

Porcentaje I Alta

Guadalupe Cote ! I

UCP I

Porcentaje ------

San Jerónimo Bonchej-

te I UCP

,¡ Porcentaje I r San Pablo Tlalchichilpa r

li UCP I L~orcentaje I

¡¡ Mayorazgo I

, UCP I

¡ Porcentaje e

Total , UCP

j' Porcentaje

i !

27 75.0

18 45.0

14 45.2

9 26.5

68 48.2

4 10.0

4 11.8

5 12.8

6 18.2

19 13.0

I I I ¡

I

I

I

I

I

I

I I

I I

I :

Tipo de Deshierbe

Manual

5 13.9

12 30.0

7 22.6

14 41.2

38 27.0

30 75.0

20 58.8

29 74.4

8 24.2

87 59.6

, i

I I

I I

i

! I

I

I

Mixto

4 11.1

10 25.0

10 32.3

11 32.4

35 24.8

6 15.0

10 29.4

5 12.8

19 57.6

40 27.4

• Número de Unidades Campesinas de Producción.

I I I

!

I

I

I

I ! , I

I

I

I

En las dos zonas, las arvenses que se encontra­

ron como especies "problema" fueron la calabaci­

lla (Echinosystis lobata) y el cacahuatillo (Sicyos

angulata Linn.), las cuales dificultan la cosecha de

maíz. Los campesinos las combaten en sus prime­

ras etapas de desarrollo por medios mecánicos (es­

cardas) y deshierbes manuales. Estas especies se

utilizan para la alimentación animal, principalmente

para los bovinos, dado que los productores han ob-

Total

36 100

40 100

31 100

34 100

141 100

40 100

34 100

39 100

33 100

146 100

i

En su uso como abono orgánico en la

zona alta, se identificaron 11 especies;

destacaron la calabacilla (Echinosystis

lobata) 40%', hierba blanca (Bidens odo­

rata Cav.) 13%, malva gruesa (Malva

parviflora L.), mostaza (Eruca sativa

MilI.) y nabo (Brassica napa L.) en 13%

de las UCP. Las arvenses se cortan, se

apilan en el terreno y se dejan para incor­

porarlas al suelo en el siguiente ciclo de

cultivo o bien se apilan a las orillas de la

parcela.

En cuanto al uso como alimento hu­

mano, está la pap!3 cimarrona (Solanum

demissum Lindl.), romerito (Suaeda

diffusa Wats.), quelite (Chenopodium al­

bum L.), quintonil (Amaranthus hybridus

L.), carretilla (Medicago polyforma L. varo

vulgaris (Benth) Shinners.), malva (Mal­

va neglecta (L.) Wallr.) y nabo (Brassica

napa L.) Estas plantas representan un re­

curso importante dadas las condiciones

económicas, generalmente precarias., de

las familias, (cuadro 3).

Las arvenses que forman parte de la

alimentación de las UCP cumplen un do­

ble propósito: C0l)10 alimento en sus die­

tas en las primeras etapas de su

desarrollo y como forraje verde para los

animales al inicio de la etapa de flora­

ción; lo que da como resultado una fuerte

interrelación de la arvense con la alimen-

tación humana y animal.

En cuanto al uso medicinal, en esta

zona, se identificaron dos especies: el

agrito (Oxalis albicans H.B.K.), que se utiliza para

el alivio de infecciones en los ojos y problemas esto­

macales, y la malva (Malva neglecta (L.) Wallr.) para

aliviar dolores estomacales. De las UCP 7% utilizan

las dos especies.

Es importante mencionar que la introducción de

herbicidas en los paquetes tecnológicos en sistemas

35

Page 8: La vegetación arvense en sistemas de producción ... · La producción agropecuaria implica el manejo de ... es una activi dad complementaria de la unidad ... desde un enfoque integral,

Revista de Geografía Agrícola

Cuadro 2. Uso de arvenses en la zona alta de San Felipe del Progreso, Estado de México.

estas arvenses realizan los mis­

mos trabajos de cultivo que para el maíz.

~~~~~~~----~~~~~~~~~~~~~~~~~~

1,1 Nombre común 11' Nombre científico Forraje 1 Abono % dse

%deUCP 1 UCP ¡~~~------~-----------------+----------+-------~

El uso que reciben las arven­

ses depende principalmente de dos factores: la cercanía de los terrenos con la casa y la presen­

cia o ausencia de animales (cua­dro 2).

ii Acahual

I I

Simsia amplexicaulis (Cav.) Pers.

67 13 1 Avena I Avena fatua L. 20 7 r IL Cacahuatillo Sicyos angulata Unn.

li Calabacilla Echinosysti$ lobata l' 11 Carretilla I Medicago polyforrna L. varo

i vulgaris (Benth) Shinners.

!I Hierba blanca Bidens odorata Cav.

:1 Hierba del pollo Commelina erecta L. 11

li Malva Malva neglecta (L.) Wallr.

Ir-Mostaza I Eruca sativa MilI.

! Nabo I Brassica napa L. i

! Perita de milpa Lopezia racemosa Cavo i ! Ouelite I Chenopodium album L.

Ouintonil Amaranthus hybridus L.

UCP: Unidad Campesina de Producción.

¡ 1

1 O i

20 1

O

87 1

20 : 7 I 7

67 ¡

80

87

O

7

40

O

13 O

O

13 13 7

O

O

11

I

I 1:

:1

I

I

1 ,

11

I 1

En los terrenos cercanos a la casa, donde las familias ejercen propiedad, se obtiene la mayoría

de las arvenses para autoconsu­

mo, ya que las de los terrenos le­janos pueden ser usados por cualquier miembro de la comuni­

dad. Generalmente las arvenses

de estos terrenos son utilizadas

como forraje complementario

para los animales de pastoreo; los cuales son atados en las ca­beceras de las milpas para que

Cuadro 3. Arvenses utilizadas como alimento huma­

pastoreen, y quienes los cuidan,

generalmente las mujeres y los

no en la zona alta de San Felipe del Progreso, Esta- niños, cortan las arvenses de las milpas cercanas y do de México. ofrecen este "deshierbe" a los animales.

I Alimento

Nombre común I Nombre científico humano % l' 1 de UCP !I~~~~+~~ ",---+-------11

III! Carretilla I Medicago pOlyforrna L. var. I vulgaris (Benth) Shinners. 33 !

!r-~-Iva tMalva neglecta (L.) Wallr. 47 1I

¡[N-ab-o------¡ Brassica napa L. --------1-------9-3-111 !i Papa cimarrona 1 Solanum demissum Undl. 47 1

II-o-u-elit;--!chenoPo-d-iu-m--al-b-um--L-. ---,-----67 11

_________ -+1 __________________ +--___ '~il ' Ouintonil I Amaranthus hybridus L. 80 1,

1I Romerito : Suaeda diffusa Wats 73 !, " ___ ~_~~~~~~ ___ ~~~ __ d

de producción de autoconsumo ha provocado que

especies como el quelite, quintonil, nabo, romerito y

otras, que forman parte fundamental de las dietas

de las familias campesinas, tiendan a desaparecer, de aquí la preocupación de los campesinos por se­

guirlas conservando e incluso se da el caso que en

La presencia de animales, sobre todo yuntas de labor y equinos de carga, determina si las arvenses

son usadas como forraje o como abono verde. En

este último uso, los campesinos reconocen el valor

de reciclar la materia orgánica en los suelos agríco­las. En la zona alta se identificaron cinco especies

exclusivas que no fueron encontradas en la zona baja como se muestra en el cuadro 4.

Zona baja

En la zona baja, el sistema de producción se ca­

racteriza al igual que en la zona alta por girar en tor­

no al cultivo del maíz, que se realiza como principal actividad agrícola en 100% de las UCP. De las unida­

des 40% asocia el maíz con otros cultivos (haba, ca­labaza y frijol), sobre todo en la parcela aledaña a la

casa, la cual se considera como fuente inmediata de

alimento para autoconsumo, por lo que presenta una

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La vegetación arvense en sistemas de producción campesinos

Cuadro 4. Uso de arvenses exclusivas en la zona xima importancia, ya que sólo 27.1 % de las UCP utili­

alta de San Felipe del Progreso, Estado de México. zan tractor en forma exclusiva y el restante combina

r .. I1 Nombre común I Nombre científico

1

1 ¡ L I

Forraje Abono

%de %de

UCP UCP

0 1 7 :

87 7 1, Flor blanca i Zaluzania augusta

1: Sch. Síp. !

1[ Lengua de vaca Rumex~c~n-·s--p~u~S~L~. ~-fl~~~j-~-il

II Papa cimarrona 1 Solanum demissum !

1, .. . . 1 Lindl. I

L~omerito Suaeda diffusa Wats. I

40 O "

O 0 1

~ O O !,

I iI

UCP: Unidad Campesina de Producción.

el uso de tractores para la preparación del terreno

con animales de tiro para las escardas.

De las UCP, 55.1 % emplean herbicidas en el culti­

vo de maíz, cuyo uso está fuertemente influenciado

por los esquemas tecnológicos promovidos por las

agencias de crédito que en la zona baja tuvieron una

importante actividad en el pasado.

A pesar del uso de tecnologías modernas, 97.3% de las UCP utilizan sólo semilla de variedades criollas

seleccionadas por los propios productores. Dada una mayor orientación comercial de la producción,

95.7% de las UCP siembran variedades de maíz blan­

co, el cual tiene un mejor precio en el mercado. En la

zona baja, la siembra de maíz de color se hace ge-

agricultura variada e intensiva en cuidados manua- neralmente en los terrenos cercanos a la casa, par­

les con asociación de diversos cultivos y tipos de cela que desempeña el papel de fuente inmediata de alimentos, o bien se siembra en aquellas parcelas

maíz. que en opinión de los campesinos tienen menor capa-

Dados los mayores rendimientos agrícolas y la cidad productiva para el maíz blanco.

Dada la tendencia hacia una especialización ma­yor en la producción, la presencia del elemento pe-

orientación al mercado del sistema en la zona baja,

se identifican parcelas de "producción", general­

mente alejadas de la casa y dedicadas al cultivo de cuario es menor en la zona baja, donde 12% de las

maíz blanco para la venta, las cuales por su distan-UCP no tienen ninguna especie animal.

cia reciben menor atención manual y es donde se

utilizan agroquímicos intensivamente. Cuadro 5. Arvenses utilizadas como alimento huma-

La zona baja se caracteriza por unidades ligera- no en la zona baja de San Felipe del Progreso, Esta­

mente mayores que en la zona alta, con una super- do de México.

ficie promedio de 1.91 ha/ucp.

Si bien, los suelos de la zona baja tienen conte­

nidos de nutrientes similares o sólo marginalmente mejores a los de la zona alta, el hecho de que

91.8% de las UCP cuenten con riego de punta para

la siembra y mayor utilización de fertilizantes sinté­

ticos (93.5% de las UCP utilizan fertilizantes quími­

cos) tiene como resultado mayor rendimiento de

maíz (4 .0 ton/ha en promedio), lo que permite a las

UCP producir excedentes, de manera que 100% de

las UCP venden maíz en volúmenes importantes.

El mayor potencial productivo de la zona baja y

Nombre

común

Carretilla

Malva

Nabo

Quelite I I

I1 Quintonil

Sanguinaria

%de UCP

Nombre científico que los usan

como quelites

Medicago polymorpha var. 33

vulgaris (Senth) Shinners.

Malva neglecta (L.) Wallr. 33

Brassica napa L. 67

Chenopodium album L. 60

Amaranthus hybridus L. 80

Polygonum aviculare L. 27

su mejor infraestructura ha permitido un mayor de- Los mejores recursos de la zona baja (riego, topo­sarrollo de las fuerzas productivas, de forma que grafía plana y mejor acceso a los centros de comer-

67.2% de las UCP utilizan maquinaria agrícola en la cialización) permiten la producción de excedentes y realización de las labores agrícolas, aunque la trac- su capitalización, la adopción de prácticas agrícolas

ció n animal sigue desempeñando un papel de má- modernas (mecanización y uso de agroquímicos) y

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Page 10: La vegetación arvense en sistemas de producción ... · La producción agropecuaria implica el manejo de ... es una activi dad complementaria de la unidad ... desde un enfoque integral,

Revista de Geografía Agrícola

una capacidad mayor para absorber

los riesgos implícitos. Estas caracte- Cuadro 6. Uso de arvenses como forraje y abono en la zona baja de

rísticas generan un sistema de pro- San Felipe del Progreso, Estado de México.

IíNombre común

I Acahual

Avena

Cacahuatillo

N b . t·ti ! Forraje % I Abono % de 11

om re cien I ICO. I ¡ de ucp* ' ucp *

+---_._----

I Simsia amplexicaulis (Cav.) 1 87 ! 7 1

Pers. .

i Avena fatua L. ¡ 33 1-- 13

1 Sicyos angulata Linn. 60 i 13

ducción caracterizado por una baja

diversidad de especies, así como una

interacción menor entre el elemento

agrícola y el pecuario, que tiende a la

especialización del subsistema o ele­

mento que genera mayores exceden­

tes en su producción (fundamen­

talmente el grano de maíz) (Arriaga

et al., 1997). Ir-C_al_ab_a_Ci_lIa ____ -+_E_ch_m_°_Sy_S_~_I_ob_a_ffi ________ +I,----_8_0-,1 ________ ~

MedicagopolyformaL varo vul- 40 I 7 Carretilla

En la zona baja, no obstante la

mayor especialización de la agricul­

tura hacia el mercado, las arvenses

conservan un papel preponderante

en las estrategias productivas. Doce

especies arvenses son utilizadas

como forraje con un rango de 7 a

87% de las UCP y sólo 10 son utiliza­

das como abono con un rango de 7 a

13% de las UCP. Destacan por su uso

como forraje el acahual (Simsia am­plexicaulis) 87%, la calabacilla (Echi­

nosystis lobata) 80%, la perita de

1 garis (Benth) Shinners. ! Ir-----------r-------------------+--------~---------

Hierba blanca Bidens odorata Cav. i 47 '. 7

Hierba del pollo Commelina erecta L. O I O

Malva Malva neglecta (L.) Wallr. I 13 ¡ 7

Mostaza Eruca sativa MilI. i I

Nabo 20 1=-=iJ1

Brassica napa L. O 1 O Ir-----------r-------------------+-------~

Lopezia racemosa Cavo 73 I 13 Perita de milpa

Quelite Chenopodium album L. 7 I O

Quintonil Amaranthus hybridus L. 7 I O

* UCP: Unidades Campesinas de Producción.

milpa (Lopezia racemosa Cav.) 73%

y el té de milpa (Bidens aurea (Aiton)

Sherff.) con 60% de UCP (cuadro 6) .

En su empleo como abono en la zona baja, las

principales son la avena silvestre (A vena fatua L.)

utilizada por 13% de las UCP, el cacahuatillo (Sycius

angulata) 13%, la perita de milpa (Lopezia racemo­

sa Cav.) 13% y el té de milpa (Bidens aurea (Aiton)

Sherff.) 13%.

Las especies utilizadas como alimento humano

son malva (Malva neglecta (L.) VVallr., quelite (Che­

nopodium album L.), quintonil (Amaranthus hybri­

dus L.), romerito (Suaeda diffusa Watts) , carretilla

(Medicago polymorpha variedad vulgaris (Benth)

Shinners.), nabo (Brassica napa L.) y sanguinaria

(Polygonum aviculare L.). El cuadro 5 muestra el

porcentaje de las UCP que usan estas especies

como quelites (vegetales comestibles). Al igual que

en la zona alta, estas especies presentan un doble

propósito, ya que antes de la floración son compo­

nente importante de la dieta humana y después de

la floración son utilizadas como forraje (cuadro 6).

Los quelites comunes para ambas zonas son ca­

rretilla, malva, nabo, quelite y quintonil. El romerito y

la papa cimarrona se presentan sólo en la zona alta,

y la sanguinaria en la zona baja.

De uso medicinal, sólo se encuentra la especie

hierba del pollo (Comme/ia erecta L.) que se utiliza

para aliviar malestares estomacales.

En la zona baja el porcentaje de campesinos que

utilizan herbicidas para el control de las arvenses es

mayor en relación con la zona alta, ya que 48.2% de

las UCP los utilizan en forma exclusiva y 24.8% lo

hacen en forma combinada con deshierbes manua­

les. Un punto importante en el deshierbe combinado

es que una vez aplicado el herbicida y si es necesario

realizar un nuevo deshierbe manual, las arvenses

obtenidas serán dejadas fuera de los terrenos de cul­

tivo, debido a que el campesino decide ya no utilizar­

las como forraje. El cuadro 1 muestra las diferencias

entre las comunidades de las dos zonas en estudio,

se observa claramente que en la zona alta hay mayor

38

Page 11: La vegetación arvense en sistemas de producción ... · La producción agropecuaria implica el manejo de ... es una activi dad complementaria de la unidad ... desde un enfoque integral,

La vegetación arvense en sistemas de producción campesinos

tendencia al deshierbe manual; en contraste, en la en la zona alta se aprovechan siete especies,

zona baja la tendencia es hacia un deshierbe quí- mientras que en la baja se identificaron seis. La im­mico, sin dejar de ser importantes las arvenses en

los dos sistemas de producción en estudio.

No obstante lo anterior, en la zona baja las ar­

venses también son importantes y desempeñan un

papel fundamental para las uCP, ya que los terrenos

cercanos a la casa (solares) no son tratados con

herbicidas y se aprovechan las arvenses, ya sea

como forraje o para consumo humano.

En la zona baja, su principal uso es como forra­

je, debido a que en esta zona las áreas de pastoreo

son menores que en la zona alta; lo que demuestra

la importancia del elemento pecuario, aún cuando

las mejores condiciones productivas orientan el sis­

tema hacia la producción comercial excedentaria de maíz.

La mayor parte de las UCP que manifiestan utili­

zar arvenses como abono orgánico son aquéllas

que carecen de animales mayores (bovinos o equi­

nos), los que generalmente son alimentados con arvenses durante la época de deshierbe (de mayo a

septiembre), utilizando el estiércol como abono or­

gánico.

CONCLUSIONES

Las zonas alta y baja del oriente del municipio

de San Felipe del Progreso se diferencian por el

destino de la producción agropecuaria. En la zona

alta, con condiciones adversas para la producción

agropecuaria, debido al temporal incierto y pen­dientes pronunciadas, esta producción se destina

principalmente al autoconsurno .

En la zona baja que dispone de riego y las par-

portancia de las arvenses, como el quelite en la zona

alta, radica en un recurso que no representa ningún costo y esto es de gran importancia dadas las condi­

ciones de menor disposición de recursos económi­cos. A este respecto sería importante estudiar la

época de uso de los qúelites en ambas zonas para

determinar su presencia en la dieta diaria de las fami-lias.

Las arvenses que forman parte de la alimentación

de las UCP son muy importantes, ya que cumplen un

doble propósito, las consumen en las primeras etapas

de su desarrollo y una vez que inician su etapa de flo­ración se usan como forraje verde para los animales,

lo que da corno resultado una fuerte interrelación en­tre su uso como forraje y la alimentación humana.

Es importante mencionar que la introducción de

herbicidas en los paquetes tecnológicos, en siste­

mas de producción de autoconsumo, ha provocado

que especies que forman parte fundamental de las dietas de las familias campesinas, como el quelite, quintonil, nabo, romerito y otras, tiendan a desapare­

cer, de aquí la preocupación del campesino por se­guirlas conservando.

Por otro lado, en la zona baja hay una utilización

mayor del elemento arvense corno forraje para las di­

ferentes especies animales, debido a que al disponer

de menores áreas de pastoreo los campesinos perci­

ben a las arvenses como uné! fuente de forraje.

En la zona alta al disponer de mayores áreas de

pastoreo, se presenta aparentemente menor utiliza­ción de las arvenses como forraje, aunque no se des­

carta su uso ya que cuando los animales son

pastoreados en áreas cercanas a los terrenos de cul-

celas agrícolas. son planas y cuenta con mejores tivo, las arvenses se cortan y proporcionan un com-

medios de producción, la actividad agropecuaria se

orienta al mercado principalmente. El uso de herbi­

cidas es utilizado por 48.20%, mientras que en la

zona alta el deshierbe químico se da en sólo 13%

de las unidades campesinas de producción, lo que

refleja la importancia de las arvenses en las zonas

estudiadas explicado por la orientación de la pro­ducción agropecuaria.

plemento a su dieta.

A partir de lo anterior, podemos decir que en las

dos zonas las arvenses son vistas como un recurso

de interés para los sistemas campesinos; sin embar-.

go, de acuerdo a las características de los sistemas, encontramos que tienen diferente peso en cuanto a

su importancia para las estrategias de las UCP. En la Como alimento humano no se encontró diferen- zona baja, cuyo sistema está enfocado a la comercia­

cia significativa en cuanto al número de especies: lización del maíz, las arvenses son vistas como com-

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Page 12: La vegetación arvense en sistemas de producción ... · La producción agropecuaria implica el manejo de ... es una activi dad complementaria de la unidad ... desde un enfoque integral,

Revista de Geografía Agrícola

petidoras en los terrenos dedicados al maíz

comercial, en cambio en los solares son vistas

como un recurso preciado y útil; en contraste con la

zona alta donde la producción se destina al autocon­

sumo y las arvenses se integran de una manera total al sistema se establece una interrelación orgánica

entre el subsistema pecuario y el agrícola.

El uso como abono orgánico, si bien manifestado

por un grupo más reducido de UCP en las zonas es­

tudiadas, demuestra un conocimiento autóctono so­bre las ventajas de reciclar la materia orgánica en el

suelo.

El conocimiento de la gente sobre las arvenses se refleja en el manejo que reciben, por ejemplo como forraje. Antes d.e la floración las arvenses son

utilizadas para alimentar a los équidos y después de

la floración se alimenta a los bovinos. Según los

campesinos este manejo evita enfermedades en

los animales, como son el timpanismo y la diarrea.

El uso de arvenses como alimento humano igual­mente refleja conocimiento local sobre los recursos

que satisfacen necesidades diarias.

De esta manera, el uso de arvenses juega un pa­

pel importante en la dinámica de la agricultura cam­

pesina, ésta se caracteriza por su fuerte relación con la naturaleza. Siendo una agricultura de tempo­ral se aprovechan las arvenses para complementar

la alimentación del ganado, cuando el rastrojo de

maíz del año anterior está por terminarse. Las arven­

ses como alimento y uso en remedios caseros satis­

facen necesidades básicas y reflejan la percepción

de las plantas como elemento benéfico para las fami-1ias; finalmente mediante su incorporación al suelo reciclan nutrientes para el cultivo del nuevo ciclo

agrícola.

AGRADECIMIENTOS

La realización de este trabajo y el proyecto fueron posibles gracias al apoyo de una gran cantidad de

personas e instituciones a quienes expresamos

nuestro agradecimiento.

En primer término, se agradece profundamente a los miembros. de las comunidades de Dolores Hidal­

go, Emilio Portes Gil, La Cabecera, San Jerónimo

Boncheté, Guadalupe Cote y San Pablo Tlalc~ichilpa

del municipio de San Felipe del Progreso por su inte­

rés, hospitalidad y participación en el proyecto.

Igualmente, los autores agradecen a la Universi­dad Autónoma del Estado de México (Convenio UAEM 655/91), a la Dirección General de Investiga­ción Científica y Superación Académica de la Secre­

taría de Educación Pública (convenio C90-01-0614),

y al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (convenio D113-904395), sin cuyo apoyo financiero

este proyecto no hubiese sido posible.

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