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MÓDULO II: DISEÑO DE MATERIALES DE ESTUDIO UNIDAD II: LA UNIDAD DIDÁCTICA Mgs. Piter Henry Escobar Callejas

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Page 1: La Unidad Didáctica

MÓDULO II: DISEÑO DE MATERIALES DE ESTUDIO

UNIDAD II: LA UNIDAD DIDÁCTICA Mgs. Piter Henry Escobar Callejas

Page 2: La Unidad Didáctica

ÍNDICE

1. El índice ................................................................................................................................................... 2

2. Introducción y orientaciones para el estudio ........................................................................................... 3

2.1. Utilidad de la Unidad Didáctica. ............................................................................................................ 3

2.2. Credibilidad de la información. ............................................................................................................... 4

2.3. Contextualización temática. ................................................................................................................... 4

2.4. Ayudas externas. ..................................................................................................................................... 5

2.5. Estructura de los contenidos. .................................................................................................................. 5

3. Competencias u Objetivos ....................................................................................................................... 6

4. Esquema .................................................................................................................................................. 7

5. Contenidos ............................................................................................................................................... 8

5.1. Lenguaje.................................................................................................................................................. 9

5.2. Estructura y orden de los contenidos .................................................................................................... 11

5.3. Ayudas de Aprendizaje .......................................................................................................................... 12

5. 4. Epígrafes .............................................................................................................................................. 13

5.5. Densidad y estilo ................................................................................................................................... 14

5.6. Interrogaciones, ejercicios y aplicaciones ............................................................................................. 16

5.7. Refuerzos y ejemplos ............................................................................................................................ 17

5.8. Tipografía y realces ............................................................................................................................... 18

5.9. Ilustraciones .......................................................................................................................................... 19

6. Resumen ................................................................................................................................................ 23

7. Actividades ............................................................................................................................................ 24

8. Ejercicios de autocomprobación o autoevaluación ................................................................................ 25

8.1. Soluciones a los ejercicios de autocomprobación ................................................................................. 26

9. Bibliografía............................................................................................................................................. 27

10. Glosario................................................................................................................................................ 27

11. Anexos ................................................................................................................................................. 28

12. Índice temático .................................................................................................................................... 28

Page 3: La Unidad Didáctica

La Unidad Didáctica

Introducción

A la hora de redactar una unidad didáctica o tema, lo primero que habrá de cuidarse es la

elección del título con el que la vamos a denominar. Debe ser claro, preciso y breve, con

las menos palabras posibles pero que sean significativas y llenas de contenido Un título

que invite a leer, que incite la curiosidad del estudiante, y que suponga la primera llamada

a la motivación. El título de la unidad didáctica debe corresponderse necesariamente con

el contenido de la misma en cuanto al tema específico que desarrolla, teniendo presente

el título del módulo en el que se incluye y el resto de las unidades didácticas que lo

componen y con las cuales se relaciona. Una vez establecido el título, éstos serían los

apartados de la estructura que proponemos:

1. El índice

Aunque normalmente es el último apartado en redactarse, sin embargo debe ser el

primero en la estructura definitiva de una unidad didáctica. Sirve al estudiante de guía y

de información inicial sobre el estudio que posteriormente debe realizar. Con una visión

rápida del índice el estudiante observa la estructura básica de la unidad didáctica en su

conjunto, y aprecia la organización de los contenidos específicos que aborda en su

interior. En el índice se deben reflejar, al menos, los siguientes apartados que constituyen

la estructura básica de una unidad didáctica con la correspondiente referencia a página

donde se encuentra cada uno:

I. II. III. IV. V. VI. VII. VIII IX

Introducción Objetivos Esquema previo Contenidos, con los correspondientes epígrafes o apartados y sub-apartados Resumen Actividades de recapitulación o de auto evaluación Bibliografía Glosario Anexo

Page 4: La Unidad Didáctica

2. Introducción y orientaciones para el estudio

Es un apartado importante por cuanto tiene de motivador y esclarecedor para el

estudiante antes de iniciar su estudio. Es la presentación o el menú de la unidad didáctica

con el objeto de que el estudiante tome conciencia de lo que le ofrece y de las

recomendaciones más adecuadas para su estudio y aprovechamiento, de tal modo que ya

se sienta implicado desde el principio. Necesariamente esta introducción ha de ser clara,

concisa y directa poniendo en conocimiento del estudiante cuestiones como las

siguientes:

2.1. Utilidad de la Unidad Didáctica.

Resaltar el provecho e importancia de la unidad didáctica en el conjunto de la materia y su

relación con el mundo real, el trabajo futuro o de su contribución a su desarrollo

profesional. El estudiante debe quedar convencido de que el contenido de la unidad hará

su actividad y estudio presente o futuro más fácil e interesante, de mayor calidad y más

INDICE

Presentación --- Hoja de Instrucción --- Introducción ---

Competencias u Objetivos ---

I. LA TUTORÍA 1 1. Aspectos Generales 3 2. Concepto general de tutoría 6 3. La tutoría como proceso de orientación-aprendizaje 9

4. La tutoría como uno de los elementos básicos de un sistema de educación a distancia 12

5. La tutoría orientada hacia un enfoque andragógico 20

6. Condiciones esenciales de la tutoría 24

Auto Evaluación 30

II. DEFINICIÓ CARACTERISTICAS Y FUNCIONES DEL TUTOR 33 1. Quién es el Tutor 34

2. Aclaración del Término “Tutor” 36

3. Desarrollo paralelo entre el Profesor Presencial y el Tutor 39

4. El Perfil del Tutor 45 5. Funciones del Tutor 49 5.1 Definición del Tutor Según William Mejia Botero 52

5.2 Definición del Tutor Según José Joaquin Villegas G 55 5.3 Definición del Tutor Según Lorenzo García Aretio 59

5.3.1. Función orientadora (COUSELLING) 61

5.3.1.1. Integralidad 63

5.3.1.2. Universalidad 65

5.3.1.3. Continuidad 67

5.3.1.4. Oportunidad. 69

5.3.1.5. Participación. 71

5.3.2. Función académica (CONSULTING) 75

5.3.3. Función institución y de nexo 78 5.4 Definición del Tutor Según UNISUR 84 6. Tipos de Tutores 88 Autoevaluación 102 Para recordad 105 Actividades 108 Bibliografía 111 Glosario 125 Anexos 128

Page 5: La Unidad Didáctica

eficaz. Si son conscientes de estos beneficios, la motivación estará asegurada y

consecuentemente el logro de los aprendizajes.

2.2. Credibilidad de la información.

Es fundamental, que la información que se vaya a facilitar al estudiante esté contrastada y

sea de actualidad, para lo que hay que establecer las credenciales del autor o citar las

investigaciones, trabajos o publicaciones realizados en esta línea. De este modo, al

enfrentarse con los materiales, los estudiantes descubren que éstos les ofrecen una

información fiable, actualizada y autorizada que es superior a la que ellos ya poseen,

aunque los conceptos y terminología utilizados les sean familiares.

2.3. Contextualización temática.

Es muy útil señalar la concatenación de la unidad didáctica con otras unidades de la

asignatura o el curso y con otros aprendizajes anteriores. Se trata de resaltar los

aspectos didácticos que interrelacionan sus contenidos con otras unidades del programa.

Se trata de explicar la relación o enlace de esta unidad con aquellos conocimientos que

previsiblemente los estudiantes ya tienen, como garantía de un aprendizaje significativo.

De este modo, se facilitan organizadores previos para que hagan el papel de puente entre

la información ya poseída y la que se prepara en la unidad que se trata de abordar. Hay

que tener presente que la mente intentará buscar esos enlaces de todas formas, por lo

que será bueno facilitárselos para ahorrar energía cognitiva. Ausubel (1978: 252) se

refiere al organizador previo como: “Material introductorio de ideas organizadas con un

nivel de abstracción y generalidad superior al texto al que hace referencia y que servirán

al estudiante de marco de referencia del mismo y de punto de conexión con otros

conocimientos ya adquiridos”.

Estas conexiones entre lo ya conocido y lo nuevo podrían lograrse mediante preguntas

introductorias, que hagan mención a cuestiones de la vida diaria, relacionadas con el

contenido de la asignatura y referida a los previsibles intereses y experiencias del grupo

destinatario; etc. También se pueden enumerar una serie de principios fundamentales a

los que habrá de someterse el material nuevo que se va a ofrecer, o señalar las

semejanzas y diferencias entre lo que se supone que ya saben los estudiantes y lo que se

pretende que aprendan.

Page 6: La Unidad Didáctica

Un problema que puede plantearse es cuando no disponemos de información sobre

cuáles sean los dominios cognoscitivos de los estudiantes con respecto contenido

concreto de una unidad didáctica determinada. Ello puede paliarse especificando con

claridad qué contenidos sirven de base para el desarrollo del tema. De esta manera, los

que conozcan esos contenidos o habilidades estarán en condiciones de acometer el

estudio de la unidad, en tanto que los que no posean esos contenidos deberán recuperar

previamente los conocimientos exigidos. En todo caso, los estudiantes pueden hacer una

composición del grado de dificultad de los contenidos y del esfuerzo que deben realizar.

Para ayudar a los estudiantes a conocer cuál es su situación respecto al material de

estudio que se les presenta, se les puede plantear algunas preguntas breves, como

evaluación diagnóstica o inicial, dando instrucciones pertinentes según el número o tipo

de cuestiones respondidas correcta o incorrectamente. En el caso de que la unidad

didáctica actual esté plenamente relacionada con la precedente, o que sus contenidos

mantengan pleno grado de subordinación con ella, será conveniente recomendar al

estudiante que no inicie su estudio mientras no realice con suficiente dominio los

ejercicios de autocomprobación o de auto evaluación de la anterior.

2.4. Ayudas externas.

Aunque los módulos de estudio suelen ser autosuficientes y cada unidad didáctica aborda

un tema de forma completa, sin embargo, en muchas ocasiones es necesario hacer

referencia a apoyos externos que pueden ayudar a comprender mejor sus contenidos o

ampliarlos. De esta manera no es necesario elaborar unidades didácticas excesivamente

voluminosas. Esto apoyos se pueden materializar recomendando lecturas, analizando

mapas, visionando audiovisuales, búsquedas en internet, trabajo en biblioteca, visitas

reales o virtuales, etc.

2.5. Estructura de los contenidos.

Es muy útil explicar al estudiante brevemente el diseño y estructura que van a seguir los

contenidos de estudio que se presentan en la unidad didáctica. Es el momento de hacer

alguna llamada de atención respecto a algún tema o enfoque que se considere necesario

Page 7: La Unidad Didáctica

destacar con el objeto de conseguir un mejor aprovechamiento del estudio y aprendizaje

de los contenidos.

3. Competencias u Objetivos

Las competencias u objetivos de una unidad didáctica son la formulación explícita del

propósito o compromiso que describe con claridad lo que el estudiante podrá lograr en su

aprendizaje después de realizar el estudio correspondiente del contenido de una unidad

didáctica. Son la anticipación de los conocimientos y destrezas que se espera alcance el

estudiante, y que se supone que anteriormente no poseía. Conociendo las competencias

u objetivos, los estudiantes centrarán su atención en el logro de los mismos, utilizando

inteligentemente la información complementaria que se les ofrece para la consecución

esencial de éstos. Una acertada formulación de competencias u objetivos incrementa el

aprendizaje de toda aquella información relacionada con su logro. También para el propio

profesor suponen una guía de cómo ha de orientar el desarrollo de los contenidos y

actividades evitando desviaciones respecto a las líneas pretendidas. Los objetivos

también marcan el criterio de referencia para la evaluación de los aprendizajes.

Las competencias u objetivos son la previsión inicial, las

propuestas o metas útiles que entendemos deseables para que

los alcancen de los estudiantes. Éstos estudiarán más motivados

si conocen desde el principio lo que van a aprender y los

conocimientos y destrezas que alcanzarán una vez asimilados los

contenidos que se les proporciona en la unidad didáctica.

Es muy importante que se formulen competencias u objetivos que contemplen ámbitos,

destrezas y habilidades mentales diferentes ya que no es lo mismo reconocer el tema de

estudio que comprenderlo, explicarlo, aplicarlo, probarlo, etc. Por ello convendrá, por

ejemplo, siguiendo la taxonomía de Bloom o cualquier otra, redactar, en función de las

características del curso, objetivos de: conocimientos, comprensión, aplicación, análisis,

síntesis y evaluación. O, más sencillamente, objetivos de conocimientos, de competencias

y de actitudes.

Page 8: La Unidad Didáctica

En esta propuesta de competencia u objetivos, además de ser muy previsores en cuidar

la coherencia que su formulación, habrá de tener en cuenta las restantes fases de la

elaboración de la unidad didáctica. Sobre todo debemos considerar la cantidad de

objetivos, en función de la extensión y amplitud de los contenidos a desarrollar y del grado

de dedicación requerido al estudiante para su estudio y aprendizaje.

4. Esquema

Al igual que antes, señalábamos con respecto del índice de la unidad didáctica, el

esquema previo, es otra forma de presentar el menú del contenido que se ha de estudiar.

Se pude presentar como esquema convencional, mapa conceptual, diagrama, o cualquier

otra técnica de síntesis adecuada a la especificidad del contenido que se quiere sintetizar.

El esquema previo es la estructura conceptual básica sobre la

que, posteriormente, se irá añadiendo la restante información, ya

mucho más completa y detallada, que conforma el grueso de los

contenidos desarrollados en la unidad didáctica.

(Mayer, 1982: 275) propone en el esquema previo se recogen las ideas principales de los

contenidos de la unidad didáctica para que el estudiante no se pierda entre la posterior

abundante información que se le va a facilitar. Este esquema posibilitará una visión

sinóptica estructurada, jerarquizada y secuenciada del conjunto del contenido, antes de

entrar en el detalle de cada apartado, concentrando el interés de los estudiantes sobre lo

que interesa, y desechando lo no pertinente. Lo importante es recordar el núcleo

conceptual de un contenido más que su redacción literal; la información fundamental más

que la irrelevante.

Toda la organización del contenido, en sus aspectos más relevantes, debe quedar

reflejada en el esquema previo de manera que la posterior información la irá encajando el

estudiante en los apartados y sub apartados correspondientes del mismo. El esquema es

un medio de visualización de los conceptos y de las relaciones entre ellos; y, en este

Page 9: La Unidad Didáctica

sentido, se puede considerar al esquema como un organizador previo de los contenidos

fundamentales.

Puede presentarse el esquema en la forma más adecuada según del contenido de que se

trate mediante la enumeración sucinta de los conceptos fundamentales, principios o

procesos; considerando la relación lógica entre los conceptos o la interdependencia de los

diversos contenidos, por ejemplo: mediante cuadros sinópticos; sistema de numeración o

división decimal; diagrama de flujo; mapa conceptual; red lógica o jerárquica, etc.

5. Contenidos

El apartado de los contenidos es el elemento nuclear y el más extenso de una unidad

didáctica. De modo similar a como un profesor prepara la exposición de un tema o de una

lección en el aula de clase, debe preparar esa exposición del tema o de la lección cuando

necesita dejarla a sus estudiantes por escrito: con lenguaje claro y adecuado a sus

hipotéticos estudiantes o lectores introduce y justifica el tema, presenta una

argumentación seria, fundada y organizada, resalta las ideas relevantes, propone

ejemplos y actividades prácticas para la mejor compresión de las ideas, y concluye con el

refuerzo de las ideas determinantes o las propuestas concretas que se deriven del tema.

Se trata de exponer las ideas de carácter teórico-práctico de un tema con la suficiente

explicación, sin rebajar por ello el nivel científico en el tratamiento del tema, pero

procurando facilitar en los estudiantes su lectura y comprensión.

Hay que tener presente a la hora de redactar la exposición-explicación de los contenidos

de una unidad didáctica que, normalmente, va destinada a estudiantes que realizan su

estudio de forma autónoma e independiente, y que, por tanto, no pueden recurrir a un

profesor en el momento de su lectura de estudio.

Consecuentemente, no es de extrañar que las unidades didácticas escritas desde esta

intencionalidad sean más rigurosas, extensas y con más riqueza de detalles aclaratorios o

explicativos que las exposiciones orales de aula.

Page 10: La Unidad Didáctica

Entre los aspectos más importantes a destacar con relación a

la presentación escrita de los contenidos, cabe señalar:

La estructura interna coherencia en las ideas y

coherencia externa estilo correcto y culto del texto.

El leguaje conversado, claro y directo (coloquial).

Ayudas o elementos facilitadores como los epígrafes,

señales de atención, organizadores internos, ejemplos.

Los recursos de realce, como el subrayado, las

ilustraciones, los recuadros, la variedad tipográfica, etc.

En definitiva, el especialista profesor-autor al redactar una unidad didáctica habrá de

esforzarse por elaborar un texto que dé respuesta a las competencias u objetivos del

curso y pueda ser leído por el estudiante sin complicaciones para comprenderlo y

memorizarlo. Con ese fin vamos a analizar, a continuación, algunos de esos aspectos.

5.1. Lenguaje

Considerando que el material didáctico escrito con un lenguaje coloquial, como es el caso

de la unidad didáctica, debe hacer las funciones del libro convencional, más las de el

profesor, que explica, aclara, motiva, etc., su estudio debe seguirse con cierta facilidad

por el estudiante.

El tipo de lenguaje que se utilice en su redacción resulta determinante.

Un vocabulario familiar, adecuado, de palabras y frases breves, directo,

fluido, alejado de extranjerismos y de palabras incomprensibles, apropiado

al nivel del curso, a los conocimientos poseídos y a los hábitos de lectura

del previsible destinatario, permite leer más rápido, comprender y recordar

mayor información.

No debe olvidarse, de todas formas, que el lenguaje ha de ser preciso y

exacto, huyendo de vocablos inútiles que nada añaden al concepto que se

desea transmitir.

Se debe dar preferencia a las palabras cortas, concretas, llenas de sentido, familiares,

utilizadas en su acepción habitual, indicadoras de acción, con significado constante – no

Page 11: La Unidad Didáctica

polisémicas – y frases cortas, bien estructuradas y conectadas entre sí, portadoras de

verbos de acciones, voz activa y preferentemente en presente. Un concepto o término

desconocido o mal interpretado puede hacer peligrar todos los subsiguientes

aprendizajes.

Normalmente existen apartados del texto en los que se requiere, ampliar el léxico,

introducir vocabulario o conceptos más novedosos o menos familiares para los

estudiantes, propios de la jerga científica o técnica de la materia en cuestión. Cuando sea

preciso incluir nuevos términos previsiblemente poco conocidos por los destinatarios y

cuya comprensión sea objetivo de aprendizaje, por ejemplo, el vocabulario técnico,

hágase siempre de manera progresiva mediante sinónimos, antónimos, ejemplos o

ejercicios prácticos y aportando la pertinente definición de los mismos en su primera

aparición.

En sucesivos usos de ese nuevo término, se podría identificar mediante un signo que

remitiría al previsible glosario donde aparecería una completa definición del mismo. No

debe dudarse en definir nuevos términos que, aunque familiares para los autores del texto

y para determinados estudiantes, pueden no serlo para otros.

No debemos olvidar recomendaciones elementales para el uso

correcto del lenguaje, que, si no se atienden, pueden

desvirtuar el esfuerzo de elaborar un buen material didáctico, y

reducir su posibilidad de comprensión. Nos referimos a la

exigencia de cuidar la correspondencia entre los accidentes

gramaticales y partes de la oración (género, número, sujeto,

verbo, tiempo y persona, adjetivo, artículo, pronombre, etc.).

Se deben respetar las reglas de concordancia y la normativa

en cuanto a ortografía, signos de puntuación y acentuación

gráfica.

Page 12: La Unidad Didáctica

5.2. Estructura y orden de los contenidos

La estructura o disposición de las ideas, así como el orden en que son presentadas y

relaciones entre ellas, debe presentarse con las necesarias divisiones y subdivisiones del

contenido en cuantos apartados sean convenientes, con sus correspondientes títulos o

epígrafes. Se ha de tener presente que los estudiantes no pueden asimilar de una sola

vez gran cantidad de información. La estructura lógica, ordenada, con alto grado de

continuidad y consistencia facilita al estudiante un aprendizaje eficaz.

La organización estructurada del contenido en las páginas también ayuda a reconocer con

facilidad aquello que forma parte de un conglomerado de oraciones que, aunque

sintácticamente correctas y secuenciadas, se alejan de la consideración del texto como

unidad lingüística. Unidad lingüística que se puede lograr con una estructura lineal o en

forma de red en la que los nuevos conceptos se engarzan en la estructura de los

conocimientos ya adquiridos.

La redacción del texto ha de facilitar la identificación de las ideas o proposiciones

primarias más relevantes, así como su conexión con de las secundarias y demás ideas

explicativas. Estas ideas fundamentales deben ser también destacadas en otras partes

del material: en la introducción, a través de la formulación de los objetivos, en los

esquemas en los resúmenes, o en los glosarios. Por tanto, siempre que sea posible

deberá evitarse al estudiante el esfuerzo cognitivo de tener que descubrir la idea principal

de un párrafo porque no está suficientemente reflejada en el texto. Esta idea debe estar

explícita y claramente definida e identificable.

Los principios fundamentales del contenido que se desarrolla

deben ser destacados claramente por encima de otros detalles

secundarios o particulares. Estos detalles secundarios, no

esenciales aunque interesantes, pueden distraer la atención que

conviene dirigirla a lo importante y esencial aunque sea menos

interesante y no al contrario. Aunque la realidad es que una vez

estudiado el texto, permanece muy poco de su estructura

superficial en la mente (Johnston, 1989).

Page 13: La Unidad Didáctica

No conviene olvidar que en los textos de nivel universitario es frecuente que se presenten

los temas desde diversos enfoques o planteamientos. De esta forma, además de ofrecer

una mayor riqueza de información, se orienta a los estudiantes a la interpretación, a

estimular su facultad de reflexión, y a proporcionarles los elementos necesarios para

construir su criterio y posición personal ante los temas que va estudiando.

5.3. Ayudas de Aprendizaje

En la exposición de los contenidos de una unidad didáctica es muy conveniente hacer uso

de una serie de ayudas que refuercen la claridad del texto y concentren la atención del

estudiante sobre las ideas del mismo. Ayudas didácticas del aprendizaje que en forma de

señales, epígrafes, tipografías diversas, interrogaciones, ilustraciones, etc., contribuyen a

llamar la atención, orientan y animan al estudiante a seguir en la tarea de estudio,

influyendo positivamente en su motivación y concentración, y mejorando

significativamente su aprendizaje.

Especificamos, a continuación, una serie de ejemplos de señales, alertas, toques de

atención o facilitadores verbales o gráficos en el texto de aprendizaje:

Los iconos e imágenes dentro del texto pueden indicar si el estudiante debe

realizar una determinada acción (dibujar, resumir, escuchar, ver, atender

especialmente, o dirigirse a alguna otra parte del texto).

Cuando al estudiante puede costarle identificar las ideas fundamentales, podría

ayudársele a través de llamadas o señales tales como: “Conviene destacar…”,

“Es muy importante…”, “Recordemos especialmente…”, “El problemas es…”,

“La solución a esta cuestión…”, “En resumen…”.

Realces tipográficos (cuerpo de letra, negrita, cursiva, subrayado, etcétera.).

La presencia de ciertos elementos que homogeneizan los contenidos puede

clarificar la lectura, comprensión de texto y localización de estos elementos.

Page 14: La Unidad Didáctica

Por ejemplo: presentar en cursiva las definiciones, con letra más pequeña los

ejemplos, etc.

Las señales que numeran u ordenan espacialmente las ideas ayudan a fijarlas

y relacionarlas lógicamente; “En primer lugar…”1°…”, “a)…”, “A

“Consecuentemente…”, “Por otra parte…”, “Después…”, “Finalmente...”.

Las partículas o conectivas causales, que llamando la atención sobre lo que ya

se ha explicado, inducen a una consecuencia lógica, tales como: “porque”, “en

consecuencia“, “por tanto”, “entonces”, “luego”, “debido a”, “ya que”.

Las conectivas adversativas que rompen las expectativas de solución creadas

en el discurso anterior. Se trata de preparar al estudiante sobre lo inesperado.

Por ejemplo: “pero”, “por otro lado”, “a pesar de ello”, “en cambio”, “más...”, “sin

embargo”.

Estas conexiones entre frases facilitan el procesamiento de la

información al reducir el tiempo de la incertidumbre o el

esfuerzo que se precisaría para inferir relaciones coherentes

entre las sentencias u ordenamientos lógicos de las ideas.

5. 4. Epígrafes

El texto ha de estar cuidadosamente secuenciado y distribuido, dejando claro cuándo

comienza un tema o asunto mediante la especificación de sus límites a través de

epígrafes, encabezamientos, títulos, jerarquizaciones, etc., siempre coincidentes con el

índice y con el esquema previo presentados al principio de la unidad didáctica. Con estas

distribuciones se orienta la capacidad cognitiva requerida para la localización de

determinados contenidos y se ayuda a clarificar el texto que se presenta a continuación.

Según las correspondientes investigaciones.

Los títulos, además de la facilitación para comprender los textos, ofrecen pistas para el

recuerdo y la localización en la memoria de los contenidos relevantes. Los títulos o

encabezamientos dividen la materia en unidades de aprendizaje estableciendo relaciones

Page 15: La Unidad Didáctica

entre los elementos enunciativos de superior rango, título o epígrafe, y los contenidos

subordinados a ellos en el texto.

Igualmente, con el fin de guiar el estudio a través de la unidad didáctica, sobre todo si

ésta es excesivamente amplia y, con el objeto de que el estudiante no se “pierda” entre

tanta información, es oportuno incluir una serie de organizadores internos, como:

encabezamientos, recuadros, frases cortas que se ubican en el contexto del tema; tablas

que relacionen unos apartados con otros; diagramas del tema donde se resalta lo que se

estudió o lo que se va a cometer; resúmenes que proporcionen una síntesis conceptual de

lo expuesto con el fin de facilitar la recopilación de los contenidos fundamentales, sin

perjuicio del que se aconseja como final de la unidad didáctica. También es útil presentar

al principio del texto o apartado una serie de enunciados como síntesis de lo que se va

exponer a continuación. Los textos electrónicos, basados en hipertexto, tienen todas estas

estrategias son muy fácil a través de los respectivos hiperenlaces.

5.5. Densidad y estilo

El tamaño de la letra impresa tiene una importancia decisiva a la hora de la lectura y el

estudio. Los caracteres muy pequeños no son recomendables. Igualmente se debe

atender al adecuado interlineado o distancia entre líneas y párrafos. Han de ser obviados

los párrafos, al igual que las frases, excesivamente largos, complicados, monolíticos y

abstractos que llevan al desaliento. Una frase, por ejemplo, no debería estar compuesta

por más de 20 palabras.

Por otra parte, un párrafo bien elaborado debería satisfacer expectativas parciales de los

estudiantes y motivar para la lectura de los siguientes, a no ser que se trate de un párrafo

concluyente que, en este caso, deberá cubrir las últimas expectativas porque ya nada

vendrá después. Se deberá tender a mantener una moderada densidad en el texto. Aliviar

la excesiva densidad del contenido no es difícil para el autor. Es recomendable que en

cada párrafo no se incluya más de una idea principal o dos si estas últimas están muy

relacionadas entre sí.

Repeticiones, metáforas, analogías, ejemplos, comparaciones, imágenes, ayudan a

presentar las mismas ideas de forma diferente, y permiten conectar mejor con la

Page 16: La Unidad Didáctica

preparación y experiencias previas del estudiante ante un texto denso o monótono. Pero,

incluso en estos textos poco densos, si están mal cohesionados entre sus partes, se

crearán serias dificultades de lectura, comprensión y memorización. Esta cohesión debe

mantenerse entre palabras, oraciones, párrafos, epígrafes, etc.

Cuando se trata de medir los índices de lecturabilidad de un

texto (Fernández Huerta, 1983: 412.412) se tienen en cuenta:

a. La facilidad lectora que considera la longitud de las

palabras (número de sílabas por palabra) y la longitud

de las frases (número de palabras por frase).

b. El interés humano que se fija en el número de

palabras y frases interrogativas, admirativas, etc.).

c. El nivel de concreción que estima el número de

palabras definidas o concretas.

d. La densidad de ideas que valora el porcentaje de

nombres y verbos y el de oraciones subordinadas.

Habrá de tenderse a un estilo alentador, personal y conversacional con el estudiante

alejándose del aire habitualmente frío y distante de los textos convencionales. Es más

motivador utilizar, a ser posible, verbos en forma activa que los de voz pasiva.

Igualmente, los verbos de acción fijan mejor los contenidos a aprender, así como las

referencias personales. Pero llamamos la atención sobre el peligro de vulgarizar los

contenidos y sacarlos de contexto riguroso y científico con la finalidad de hacerlos más

asequibles.

La claridad en la expresión, el hacerse entender, no está reñida

con el irrenunciable nivel científico y técnico que debe tener en

todo momento la enseñanza universitaria. Ni el esfuerzo del

profesor y autor de la redacción de una unidad didáctica por

facilitar a los estudiantes-lectores la comprensión de las ideas

de su contenido, debe suponer renunciar a la calidad de los

mismos, a las exigencias de los aprendizajes y a su adquisición

Page 17: La Unidad Didáctica

cognitiva plena. “La claridad es la cortesía del intelectual”, decía

el filósofo Ortega y Gasset.

Las informaciones nuevas o relevantes podrían situarse al final de las frases, sin

embargo, conviene usar frases claves sobre el tema al principio del texto, e incluso en el

inicio de cada párrafo, porque son muchos los lectores experimentados que acuden a

esas ubicaciones para descubrir de qué va el tema y cuáles son sus fundamentales

unidades de información.

Se puede correr el peligro de que en ciertos niveles, la perfección absoluta de los textos

pueda ahogar todo intento de actividad pensante y de confrontación intelectual del

estudiante universitario que no sea la de comprender, memorizar y recordar. Este peligro

real puede reducirse, si se aplican adecuadamente las recomendaciones que se sugieren

seguidamente.

5.6. Interrogaciones, ejercicios y aplicaciones

El peligro de los textos que pudieran considerarse como “perfectamente acabados” y

excesivamente pulidos al que aludíamos antes queda subsanado mediante frecuentes

preguntas que crearán expectativas o que exigirán dar respuesta a la información

ofrecida y poner en práctica las destrezas que se enseñan. De esta manera el estudiante

será más protagonista de su aprendizaje al verse obligado a procesar activamente y de

manera organizada la información, que es la mejor forma de aprenderla. Ideas

presentadas en el texto sin acabar pueden exigir al estudiante un esfuerzo de respuesta

que redondea el aprendizaje del concepto completo en cuestión.

Es esta la base de los textos interactivos que piden al estudiante una respuesta que

suponga: analizar, resumir, anticipar, relacionar, inferir, revisar, tomar notas, visualizar,

elaborar tablas o resúmenes, etc., en definitiva, contribuir a la consecución de sus

saberes.

Las preguntas, además, pueden versar sobre las ideas subordinadas y no sólo sobre las

principales, porque cuantas más cuestiones se plantean sobre estas ideas secundarias,

mayor es el recuerdo de las fundamentales. De una fórmula matemática, por ejemplo, no

Page 18: La Unidad Didáctica

nos interesa sólo cómo se ha extraído, sino también y sobre todo cómo se aplica a la

realidad y en qué circunstancias, y cómo los datos que la realidad proporciona pueden

sustituir a las variables contempladas en la fórmula.

De contenidos dentro de las ciencias humanas, interesará que el estudiante extraiga

conclusiones y adopte decisiones en torno a casos reales presentados en el material.

Todos estos ejercicios que facilitan la interacción texto-estudiante, sobre los que

volveremos, al referirnos a las actividades, deben contar con las soluciones o

aclaraciones pertinentes en el propio material, sea de forma contigua o al final de la

unidad didáctica.

Las interrogaciones, los ejemplos , las aplicaciones, practicas, y

demás cuestiones que fomenten interacción y el dialogo entre

estudiante y el contenido del texto didáctico reclaman del

estudiante ser el protagonista de su propio aprendizaje de una

forma activa y decidida.

5.7. Refuerzos y ejemplos

Junto a los contenidos informativos ha de cuidarse de intercalar refuerzos motivadores a

lo largo del texto con el fin de mantener vivo el interés del estudiante, sobre todo en las

partes más densas y complejas de la explicación, con el objeto de alentar el esfuerzo que

le lleve a la satisfacción personal por el logro de su aprendizaje.

Es muy alentador formular preguntas de fácil respuesta sobre las ideas que el estudiante

está estudiando, platearle alguna actividad o ejercicio que le permita poner en práctica

alguna habilidad, o plantearle resolver algún problema relacionado con la materia. En otro

lugar del texto se le puede proporcionar la adecuada solución o respuesta a los ejercicios

y preguntas formuladas para que compruebe su grado de conocimiento o dominio

adquirido.

Los ejemplos son referencias obligadas a objetos, citaciones o descripciones reales que

clarifican las ideas y conceptos que tratan de explicarse y facilitan la transferencia de los

aprendizajes.

Page 19: La Unidad Didáctica

En muchos casos sólo se asimila esa idea, si se hace a través del

ejemplo o de la demostración práctica. La selección de estos

ejemplos ha de ser muy cuidadosa, de manera que sean

interesantes y estimuladores de la imaginación y, obviamente,

aclaratorios de la idea en cuestión, que tengan que ver con el

contexto del estudiante, con la vida real, o con situaciones laborales

cercanas. Aquí podemos incluir: referencias a hechos o cosas

conocidas; analogías entre lo conocido y lo que se estudia;

anécdotas que ilustran las ideas expuestas; historias de interés

humano; estudios de casos y simulaciones; imágenes, dibujos,

gráficos, tablas; materiales de audio y vídeo; objetos reales; etc.

5.8. Tipografía y realces

Los elementos tipográficos son fundamentales en la presentación de un material didáctico

impreso. Deberán realzarse y distinguirse de manera adecuada los títulos, las ideas clave

y los términos más importantes (tamaño y grosor de letra, mayúsculas, negrilla, cursiva,

subrayado, color, recuadros, sombreados o tramas, sangrados, etc.), con el fin de guiar y

fijar la atención del estudiante. La letra menuda dificulta la fijación en ella, al igual que el

interlineado reducido, que junta en exceso las líneas apelmazando el texto. Téngase en

cuenta que la letra de cuerpo más grande, aunque no sea precisa para leer en textos

narrativos, sí es recomendable para estudiarse en papel o en formato electrónico.

Las notas al margen o en recuadros son beneficiosas para destacar determinados

aspectos. Se debe dejar suficiente espacio en blanco en cada hoja para romper la

densidad del texto. Un formato de texto cuidado conforma un elemento básico de este tipo

de material. Los símbolos que acompañan al texto pueden ayudar a identificar elementos

o a destacar contenidos. Estas sugerencias simbólicas (interrogaciones, manos, dianas,

lapiceros, flechas, etc.) u otras provocan una gran variedad de reacciones ante el texto

que inciden positivamente en un aprendizaje activo.

Page 20: La Unidad Didáctica

La tipografía es uno de los recursos de realce más útiles para la

presentación de un texto didáctico impreso. Permite destacar los títulos o

epígrafes, las ideas clave, los términos más significativos, las definiciones

o expresiones importantes, etc.

El tamaño y grosor de la letra, el uso de mayúsculas o minúsculas, de

negrita o cursiva; la incorporación de recuadros, sombreados; así como la

colocación estratégica de símbolos e iconos: manos, flechas, viñetas,

etc., son algunos de los muchos recursos de realce con los que la

moderna tipografía ayuda a guiar y mantener la atención del estudiante a

lo largo de un texto de estudio

5.9. Ilustraciones

Las ilustraciones tienen la ventaja de añadir a la presentación de los contenidos una

expresión de las ideas fundamentales más visual y de forma más global por medio de

gráficos, esquemas anatómicos, lógicos o topológicos, cuadros estadísticos, redes,

organigramas, mapas, dibujos, fotografías, etc. a los que debe acompañar su

correspondiente pie explicativo o identificativo. Las ilustraciones han de ser claras,

atractivas, llamativas, estéticas y fáciles de entender. Como su mismo nombre indica

ilustran y enriquecen el contenido. Sirven para romper la monotonía, estimular al lector y

para añadir información valiosa. Pero deben formar una estrecha unidad con el texto y

evitar las que tengan un aire meramente decorativo. No se debe olvidar el dicho de que

una imagen vale más que mil palabras.

Los esquemas y los gráficos son quizás las ilustraciones más utilizadas en los materiales

didácticos impresos. Igualmente son bastante utilizados los diagramas mixtos que

combinan texto y representaciones gráficas. Los autores coinciden en que las

ilustraciones atraen la atención de los estudiantes y despiertan la motivación para

aprender, facilitan la comprensión y mejoran la memorización del contenido.

Page 21: La Unidad Didáctica

Mediante las ilustraciones podemos:

☺ Explicar abstracciones, ideas complejas, procesos, funcionamiento

de mecanismos, recorridos que se muestran difícilmente con

palabras, mejor mediante gráficos o esquemas.

☺ Dar idea visual de cómo es aquello a lo que nos estamos refiriendo

mediante la fotografía o el dibujo.

☺ Llevar a conceptos espaciales, posición, tamaño relativo, etc. o a

ideas que deben considerarse simultáneamente.

☺ Mostrar interdependencias entre ideas y conceptos que pueden

mostrarse unidos a través de la ilustración

☺ Hacer los contenidos más compresibles y su aprendizaje más

agradable.

Estas ilustraciones, que han de ser explicativas, deben guardar relación con las ideas

fuerza del texto, con el fin de dirigir la atención a los aspectos relevantes. En el texto debe

guiarse al lector para que capte la totalidad de la información que proporciona la

ilustración, no sólo en su globalidad sino en los detalles de importancia, sobre todo

cuando se trata de gráficos complejos o complicados que si no se explican pierden su

virtualidad.

La ubicación de las ilustraciones que pretenden destacar una idea principal debe ser la

inmediata a la primera aparición en el texto de aquella idea a la que la ilustración haga

referencia. También es recomendable numerarlas con el fin de que la referencia a ellas no

lleve a equívocos y faciliten su localización. En los hipertextos bastará con establecer

cuantas veces haga falta el correspondiente enlace.

Las ilustraciones superan a la información verbal o escrita al poder

presentar simultáneamente muchos elementos o aspectos mientras que la

información verbal o escrita ha de ser necesariamente secuencial. El texto y

la imagen han de ser complementarias aportando cada cual su modo

específico de presentar la información. En todo caso, las ilustraciones

siempre están en función del contenido al que ilustran y esclarecen..

Page 22: La Unidad Didáctica

SÍNTESIS DE CRITERIOS PARA LA ELABORACIÓN DE TEXTOS DIDÁCTICOS

IMPRESOS

1. Respecto al lenguaje

☺ Cuidar extremadamente las reglas y normas ortográficas y sintácticas de la

lengua correspondiente.

☺ Utilizar el vocabulario más apropiado para los destinatarios y los temas que

tienen que aprender.

☺ Utilizar palabras cortas, concretas, llenas de sentido, familiares, utilizadas en

su acepción habitual, indicadoras de acción, con significado constante.

☺ Evitar las palabras innecesarias y difíciles de entender.

☺ Definir los nuevos términos y enviar al estudiante al glosario en sus futuras

apariciones.

☺ Proponer siempre frases cortas, bien estructuradas y conectadas entre sí.

☺ No abusar de excesiva información en una sola frase. Parcializar los

contenidos.

☺ Escribir verbos de acción, en voz activa y preferentemente en presente.

☺ Cuidar la correspondencia entre los accidentes gramaticales (género,

número, tiempo, etc.).

☺ Se aconseja usar pronombres personales.

☺ Evitar el uso de verbos sustantivados.

☺ No ahorrar conectivas entre palabras y frases.

☺ Realizar frecuentes enumeraciones de condiciones, rasgos, prescripciones,

etc., escritas separadamente.

☺ Evitar las dobles negaciones.

2. Respecto a la estructura interna del texto

☺ Fragmentar el texto en cuantos apartados, secciones o ideas fundamentales

sean necesarios.

☺ Guardar el mayor orden lógico y relación entre las diferentes frases y

párrafos.

☺ Cuidar la unidad lingüística del texto.

☺ Engarzar los nuevos conceptos con otros anteriormente adquiridos.

☺ Destacar claramente cuáles son las ideas principales

3. Respecto a la tipografía, realces y señales

☺ Un buen texto debe ayudar al lector a identificar las ideas

fundamentales expuestas.

Page 23: La Unidad Didáctica

☺ Sin abusar de ellas, utilizar técnicas de realce de lo importante (tamaño y

grosor de letra, mayúsculas, negra, cursiva, subrayado, color, sombreados,

etc.)

☺ Mediante iconos e imágenes puede indicarse qué debe hacer el estudiante

en un momento determinado de su estudio: escribir, leer, responder, visionar

un vídeo, consultar Internet, etc.

☺ Llamar la atención sobre la importancia del texto posterior.

☺ Recurrir a señales o indicativos que numeran u ordenan espacialmente las

ideas.

☺ Llamar la atención sobre lo ya explicado mediante las partículas o

conectivas causales. Las conectivas adversativas preparan al estudiante

sobre lo inesperado.

☺ Utilizar caracteres de cuerpo no inferiores a los ocho puntos.

☺ Evitar el interlineado muy reducido que apelmaza el texto.

☺ Redactar líneas de texto que no sean demasiado largas ni excesivamente

cortas.

☺ Insertar numerosos espacios en blanco en los márgenes y entre los

diferentes epígrafes y títulos, para facilitar a los estudiantes que intercalen

sus propias notas.

4. Respecto a los epígrafes y organizadores

☺ Utilizar epígrafes, encabezamientos, separadores de temas o asuntos.

☺ Jerarquizar los apartados mediante la correspondiente ordenación.

☺ Ofrecer en los títulos ideas significativas.

☺ Recurrir a organizadores internos: encabezamientos, recuadros, tablas,

diagramas, resúmenes, notas al margen, etc.

5. Respecto a la densidad del texto y estilo literario

☺ Al igual que las frases, no usar párrafos excesivamente largos, complicados,

monolíticos y abstractos.

☺ Utilizar equilibradamente metáforas, analogías, repeticiones y comparaciones.

☺ Escribir con un estilo alentador, personal y conversacional con el estudiante, sin

llegar a vulgarizar los contenidos

☺ Solicitar respuestas a los estudiantes mediante preguntas, ejercicios y

aplicaciones prácticas intercalados en el texto.

☺ Intercalar refuerzos motivadores a lo largo del texto.

☺ Seleccionar cuidadosamente ejemplos y ejercicios que estimulen la

imaginación y aclaren las ideas.

Page 24: La Unidad Didáctica

6. Resumen

En el resumen se exponen y vinculan de un modo global los contenidos sustanciales

expuestos en la unidad didáctica, con la intención de facilitar la comprensión global de los

mismos y de consolidar las uniones cognitivas que favorecen su recuerdo.

Los resúmenes facilitan la comprensión del texto y ofrecen pistas a la memoria para el

recuerdo de los esquemas cognitivos que conforman el material relevante de una

información. Con el resumen se pretende unificar sintéticamente todo lo estudiado, pero

redactándolo, preferentemente, de otra forma y reduciéndolo a las afirmaciones

esenciales, sustantivas o puntos clave de la unidad didáctica estudiada.

6. Respecto a las ilustraciones gráficas

☺ Las ilustraciones bien utilizadas son mejores que las palabras.

☺ Complementar el texto con ilustraciones, tablas, gráficos, esquemas,

cuadros, organigramas, mapas, dibujos y fotografías.

☺ Recordar que estas ilustraciones han de ser claras, atractivas, llamativas,

estéticas y fáciles de entender.

☺ Acompañar todas las ilustraciones del correspondiente pie explicativo.

☺ Mediante ellas explicar y aclarar lo complejo y añadir información valiosa.

☺ Cuidar que formen estrecha unidad con el texto correspondiente y

aparezcan ligadas al mismo.

☺ Evitar el aire meramente decorativo

☺ No olvidar insertarlas con una determinada numeración que las identifique

claramente.

☺ Guiar y organizar el aprendizaje.

☺ Ejercitar, afianzar y consolidar lo aprendido.

☺ Repasar los aspectos destacados de la unidad, controlando el propio

aprender.

☺ Asimilar nuevas ideas integrándolas con lo ya aprendido.

☺ Favorecer la síntesis interdisciplinar.

☺ Aplicar los conocimientos a la realidad.

☺ Generalizar y transferir lo aprendido a otras situaciones.

☺ Sintetizar, analizar o comparar los componentes de la unidad.

☺ Leer la realidad y entenderla en profundidad, críticamente.

☺ Buscar creativamente nuevas respuestas interpretativas, etc.

☺ Reforzar y motivar el aprendizaje.

Page 25: La Unidad Didáctica

Se prescinde de las ideas sin importancia, de las redundancias, o de otros elementos

explicativos. Se trata de hacer posible que los estudiantes no olviden las ideas

fundamentales teóricas y prácticas que han estudiado, pero enlazándolas y articulándolas

unas con otras a través de oraciones subordinadas, y no como conglomerado inconexo de

datos o elementos.

Se debe organizar este resumen teniendo en cuenta el esquema u organizador previo

ofrecido al principio de la unidad didáctica. Es como si se redactaran de forma coherente

los titulares y subtítulos de los distintos apartados de la presentación de los contenidos.

Se trata de relacionar toda la información fundamental prescindiendo de aspectos

secundarios.

Puede resultar de interés dejar estos resúmenes abiertos, con el fin de que los

estudiantes los completen con sus propias formulaciones según sus experiencias,

intereses y necesidades. Existen investigaciones que confirman que a través del estudio

de sólo los resúmenes de los distintos temas el estudiante puede llegar a recordar mejor

las ideas fundamentales que estudiando los propios temas sin resúmenes.

7. Actividades

Las actividades son ejercicios o supuestos prácticos que pretenden que el estudiante no

se limite sólo a recordar lo estudiado y memorizado; sino que se ejercite también en

aplicar los conocimientos adquiridos en algo operativo y dinámico que le ayude a

fortalecer el dominio de dichos conocimientos.

Mediante las actividades se puede:

☺ Guiar y organizar el aprendizaje.

☺ Ejercitar, afianzar y consolidar lo aprendido.

☺ Repasar los aspectos destacados de la unidad didáctica, controlando el propio

aprendizaje.

☺ Asimilar nuevas ideas integrándolas con lo ya aprendido.

☺ Favorecer la síntesis interdisciplinar.

☺ Aplicar los conocimientos a la realidad.

Page 26: La Unidad Didáctica

☺ Generalizar y transferir lo aprendido a otras situaciones.

☺ Sintetizar, analizar o comparar los contenidos de la unidad didáctica.

☺ Contrastar con la realidad y analizarla críticamente.

☺ Buscar creativamente nuevas respuestas interpretativas.

☺ Motivar y reforzar el esfuerzo realizado en el aprendizaje.

Las actividades o ejercicios pueden ir intercalados dentro del texto como ya se ha

indicado en apartados anteriores; o bien, se agrupan en este apartado. Las actividades

intercaladas dentro del texto, necesariamente breves, suponen una auto evaluación

constante del aprendizaje. Resultan interesantes las intercaladas que exigen del

estudiante que desarrolle conclusiones, diagramas o mapas conceptuales de la

estructura de lo que va estudiando. En este caso, las actividades contribuyen eficazmente

a que el estudiante realice un aprendizaje más participativo, activo y dinámico.

Estos trabajos, al ejercer la función de organizador dinámico y participativo del

aprendizaje, pueden solicitar del estudiante la relación, semejanzas o contrastes, entre lo

nuevo y los conocimientos anteriores. Las actividades finales pueden, y en algunos casos

deben, hacer referencia a más de un contenido o tema con el fin de fomentar la siempre

necesaria interrelación de los contenidos.

8. Ejercicios de autocomprobación o autoevaluación

Mediante los ejercicios de autocomprobación o auto evaluación se trata de facilitar al

estudiante la posibilidad de comprobar por sí mismo el dominio de la unidad didáctica y la

calidad de su aprendizaje. En algunos casos, puede ser conveniente agregar a esta

estructura de unidad didáctica un pretest ubicado materialmente a continuación del

esquema previo de la misma, con el fin de que el estudiante se cerciore de lo que sabe, o

desconoce, de ese tema.

Si se hubieran redactado estas cuestiones previas al estudio, ahora, con los ejercicios de

autocomprobación, el estudiante podría valorar mejor la adquisición que ha logrado con

su estudio respecto de lo que no sabía al principio.

Estos ejercicios de autocomprobación y auto evaluación ayudan al

Page 27: La Unidad Didáctica

estudiante a comprobar por sí mismo el dominio logrado en el estudio de la

unidad didáctica, el progreso y la calidad de su aprendizaje, los fallos que ha

de superar, las lagunas que habrá de cubrir, etc. La retroalimentación y el

refuerzo que ello supone se hacen más precisos cuanto más alejado está el

estudiante del profesor. El estudiante, con la auto evaluación positiva de su

actividad académica, puede lograr la confianza y seguridad en sí mismo al

comprobar que con el estudio de la unidad didáctica ha conseguido asimilar

plenamente los nuevos conocimientos que le ha proporcionado.

En la realización con seriedad de los ejercicios de autocomprobación o de

auto evaluación tiene el estudiante la garantía de superar con éxito las

pruebas o exámenes a los que le pueda someter el profesor desde la hetero-

evaluación.

Los ejercicios de autocomprobación y auto evaluación ayudan a fijar la atención del

estudiante sobre las cuestiones que se recogen en ellas, por lo que es aconsejable

formular ejercicios que le conduzca a lograr los objetivos propuestos e le inviten a

focalizar la atención y a localizar los contenidos respectivos en las partes del texto. Se ha

de cuidar la formulación de estos ejercicios procurando incluir instrucciones claras sobre

lo que se pide hacer y orientaciones concretas para su ejecución. En definitiva, estos

ejercicios deben despertar el interés por realizar una lectura activa de la unidad didáctica,

buscando la compresión y no la mera memorización del texto.

Como ya se ha indicado anteriormente, estos ejercicios de autocomprobación pueden

ubicarse también lo largo de la unidad didáctica, cada cinco o seis páginas de texto, con

el objeto de facilitar al estudiante controles breves y frecuentes para que él mismo se vaya

cerciorando de los avances que va logrando. Las cuestiones que se planteen deben estar

centradas en aspectos significativos de los contenidos. El tipo de prueba será el que

mejor se adecue a la materia, aunque son aconsejables preguntas de respuesta breve, o

una pequeña prueba objetiva de alternativa múltiple, por una parte; y actividades que

requieran poner en práctica algún tipo de procedimiento o la resolución de algún problema

práctico.

8.1. Soluciones a los ejercicios de autocomprobación

Con el objeto de que el estudiante pueda comprobar por sí mismo, y con inmediatez, las

respuestas que ha dado a los ejercicios de autocomprobación, se le proporciona en este

Page 28: La Unidad Didáctica

apartado las soluciones correctas a los ejercicios de autocomprobación que le permitan

comprobar los aciertos y los errores. Conviene aprovechar este apartado para explicar por

qué era, en su caso, correcta la respuesta, con el fin de fijar firmemente esos contenidos.

Igualmente se pueden describir aquellas previsibles respuestas incorrectas con una breve

explicación de por que son incorrectas. En este caso se debe sugerir a los estudiantes

que vuelvan a repasar la parte correspondiente en el desarrollo de los contenidos.

9. Bibliografía

Con el apartado de la bibliografía normalmente se cierra la estructura de la unidad

didáctica. Además de las referencias bibliográficas que hayan aparecido en el desarrollo

del tema, se debe ofrecer una bibliografía relacionada con el tema para ensanchar el

horizonte de aprendizaje del estudiante. Hay que tener presente que en el ámbito

universitario la riqueza de pluralidad bibliográfica es siempre deseable.

Si los contenidos presentados en la unidad didáctica tienen un desarrollo suficiente y

completo, el estudiante no necesita acudir a otros libros o fuentes de información. En caso

contrario los libros que se seleccionen tienen que estar muy relacionados con el tema

nuclear de la unidad didáctica. La bibliografía, como la biblioteca, se tiene que ver como

fuentes de información complementaria a la que tiene que acudir siempre que lo necesite.

En la bibliografía se deben recoger, al menos, todos los autores que han figurado en el

texto; y en el resto se deben incorporar, a ser posible, aquellos autores cuyos libros sean

accesibles a los estudiantes. Sirve de poco incluir libros de difícil localización.

10. Glosario

Con el fin de facilitar la compresión lectora y de ayudar a la asimilación de los contenidos,

se trata de definir los términos fundamentales y nuevos que han aparecido a lo largo de la

unidad. Se recomienda identificar con un símbolo (una flecha, por ejemplo) dentro del

texto, aquellos vocablos o conceptos que son motivo de definición en el glosario. En los

hipertextos, bastará con establecer el correspondiente enlace tantas veces como

aparezca el vocablo o concepto.

Hay diversos criterios sobre la ubicación del glosario. Lo habitual es que se sitúe en su

apartado correspondiente en cada unidad didáctica para que cumpla mejor su función de

Page 29: La Unidad Didáctica

ayuda a la compresión del estudio que se está realizando. En otros casos, puede optarse

por ubicar este apartado, reuniendo los términos de los glosarios de cada unidad

didáctica por orden alfabético, en las páginas finales del módulo de estudio como glosario

general. También cabe la posibilidad de poner un glosario en cada unidad didáctica, y otro

general con la suma de los anteriores, al final del módulo correspondiente.

El glosario recoge la definición conceptual de los términos fundamentales o

específicos que han contribuido a exponer los contenidos más significativos de la

unidad didáctica. También incluye el significado de todos aquellos términos, o

expresiones, que se prevea pueden ser nuevos o novedosos para determinados

estudiantes; aunque no lo sean, previsiblemente, para otros estudiantes con mayor

preparación sobre el tema. Es muy aconsejable que cada estudiante confeccione

su personal glosario o vocabulario específico de las palabras, términos y demás

expresiones significativas de la materia, que por una u otra razón, son de especial

interés para él.

11. Anexos

Los anexos tienen como objetivo complementar o actualizar algunos de los aspectos

tratados en el texto. Se deben incluir sólo aquellos que sean imprescindibles, pertinentes

y consistentes con respecto a los objetivos , contenidos y actividades propuestas, con el

fin de facilitar la comprensión y complementación de la unidad didáctica. Pueden incluirse

en estos anexos: listas de comprobación, tablas, cuadros, documentos de referencia,

diagramas, textos legales, lecturas complementarias, etc.

En numerosas materias puede venir bien introducir en

este apartado textos relevantes de autores clásicos en el

ámbito de la materia, relacionados con la unidad didáctica

correspondiente, con el fin de que los estudiantes tengan

la posibilidad de realizar algún comentario sobre ellos o,

simplemente, leerlos y reflexionar sobre su contenido.

12. Índice temático

Page 30: La Unidad Didáctica

Puede resultar de sumo interés que al final de la unidad didáctica, pero preferiblemente al

final del módulo en el que se inscriban las unidades didácticas, se incluya un índice

temático de palabras y conceptos, clasificadas por orden alfabético, en el que se remita a

la correspondiente página del texto impreso. Es un recurso didáctico más al servicio de

los estudiantes para la mejor comprensión de los temas de estudio.

Ejemplo

Estructura de una unidad didáctica (García Aretio, 1993 y 1994)

Introducción.

Instrucciones

para el estudio

(qué habrá de

considerar...)

Utilidad de la unidad: provecho e importancia de relaciones,

motivar para un estudio posterior más fácil.

Credibilidad de la información: contrastada y de actualidad.

Conocimiento y habilidades previos: prerrequisitos para

abordar el estudio de la unidad.

Detalles que convengan para suscitar controversias,

curiosidad, asombro...

Concatenación de la unidad con otras unidades de la materia y

con otros aprendizajes anteriores.

Ayudas externas, que se precisarán para el estudio de la

unidad.

Estructura de los contenidos: breve diseño y estructura que

van a seguir los contenidos.

Objetivos o

competencias

En este punto se plantean los objetivos generales y/o

específicos que se espera alcanzar con la unidad didáctica del

curso o materia.

De la misma manera se plantean las competencias a alcanzar

con las unidades didácticas ya sean competencias

conceptuales, procedimentales y actitudinales.

El tutor, redactor o especialista deberá decidir si utiliza

objetivos, competencias o ambos. De manera específica,

comprensible, asequible y motivadora, que contemplen

ámbitos, destrezas y habilidades mentales diferentes; no

olvidar la carga de trabajo exigida al participante.

Esquema Contenidos e ideas clave de la unidad, posibilitará una visión

de conjunto, contextualizadora e integradora de toda la unidad.

Carga lectiva exigida: la extensión y dificultad del texto ha

de considerarse.

Page 31: La Unidad Didáctica

Desarrollo (habrá de

cuidarse...)

Lenguaje claro “de tipo coloquial” e introduciendo la nueva

terminología progresivamente.

Estructura ordenada, división y subdivisión de cada unidad en

apartados.

Densidad y estilo: obviar párrafos y frases excesivamente

largos. Tender al estilo conversacional con el estudiante.

Interrogaciones: intercalar interrogaciones y ejercicios en el

texto.

Refuerzos: intercalar refuerzos motivadores a lo largo del

texto.

Ejemplos: incluir referencias a objetos, situaciones o

descripciones reales.

Organizadores internos: encabezamientos, recuadros, tablas.

diagramas...

Resumen Tipografía y realces: en títulos, ideas clave y términos

importantes, notas al margen, recuadros...

Ilustraciones: gráficos, esquemas, cuadros, mapas, dibujos,

fotos... con su correspondiente pie.

Unificar sintéticamente todo lo estudiado, considerando el

esquema u organizador previo.

Bibliografía de la

unidad

Es recomendable incluir alguna bibliografía comentada.

Actividades Para que el alumno aplique y transfiera constantemente los

conocimientos.

Pueden ir intercaladas dentro del texto, o en este lugar.

Glosario Definir los términos fundamentales y nuevos que han

aparecido a lo largo de la unidad. Mejor que aquí, incluir un

glosario conjunto al final del manual de estudio.

Ejercicios de

autocomprobación

Centrados en aspectos sustanciales de la unidad. Pueden

intercalarse en el texto.

Soluciones a los

ejercicios

Claves correctas. Conviene aprovechar este apartado para

explicar por qué era, en su caso, correcta la respuesta.

Anexos y textos Incluir aquellos que sean imprescindibles para la comprensión

y complementación de la unidad. En algunas materias

interesará introducir textos relevantes para el comentario y la

reflexión.

Adaptado de (García Aretio, 1993 y 1994)