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Issue #0 Urbanos/Mayo 2014

FREEMAG

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Revista La TintaIssue 0: #Urbanos

Free Magazine

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La tinta magazine/Abril 2014Publicación alternativa para mentes emergentes. PorAlan Herrera

En portada: Fotografía de un Stencil de Dr. Feis

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Una pequeña editorial: Escribo esta pequeña carta editorial para presentar LA TINTA como una salvación paraa el arte en una ciudad que en verdad lo necesita. Una ciudad llamada Culiacán, que gracias al auge del internet y de las cosas que realmente importan, se empapa de nuevas ideas y poco a poco abren su mentes al camino del arte y de la cultura. Pero, ¿en rea-lidad hay cultura? ¿será cierto tambien esa cansina palabra de “TODO es cultura? Realmente, no lo sabemos.

¿Por qué la tinta? por que toda la humanidad ha plasmado en tinta su conocimiento, han pintado, han tatuado con tinta, y así seguira hasta que la mente nos lo permita...

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#MentesEmergentes

Alan Herrera

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Una ciudad MásSi te sabes gobernar, ¿Por qué dejas que te gobiernen?

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Solangel Mendez Ruiz/Estudiante de Periodismo/México, D.F.

<<Qué le pasa hoy en día a la gente>>Morodo.

Quisiera empezar diciendo que en estos días, sin embargo me engañaría a mi misma, y de pasada a los lecto-res.

Los pasados día he tenido encuen-tros muy cercanos con la sociedad, escuchado las quejas, las palabras, oraciones y pensamientos de las per-sonas de la Ciudad de México.

La Ciudad de los palacios.¿Cuáles?.La ciudad con más oportunidades¿Más?Muchas cosas maravillosas que se

escucha de esta ciudad pero la verdad es que no es así; está ciudad tiene su defecto como todas, sólo que aquí se potencializan, la violencia, la corrup-ción, la desigualdad, la discrimina-ción, todas esas perdidas de valores que se supone uno aprende en casa, lo refuerza en la escuela, lo práctica en la sociedad.

MENTIRA.TODO ES MENTIRA.El sistema se ha encargado de

decirnos que todo está bien, a “infor-marnos” y decirnos que las cosas son como ellos las venden en las novelas, en películas hollywoodenses.

Días anteriores, fui cordialmen-te invita por La Matatena, a verlos tocar.

De camino a casa tomé el metro (me encanta porque puedes encon-trar diversidad de cosas, mundos, gente).

Entre por camarones, hice mi transbordo como cualquier transbor-do normal. La ruta del metro con-

tinuo, pasaba estación tras estación, y la gente a dos comboys del metro donde me situaba yo se amontonaba hacia atras (parecía que hacían una especie de círculo como el que hace-mos en danza prehispánica).

Pino Suárez, el metro duró al rededor de 5 minutos en avanzar, todos nos mirábamos las caras, todos ellos evitaban miradas, el metro arrancó y dio un frenon (lo cual no es nada anormal ya que los encar-gados de conducirlos parece que no saben que llevan seres humanos); supimos que algo andaba mal cuan-do un chico ( dentro del comboy) le decía a su novia que se alejara y ella sólo lloraba desesperaba que hicieran algo, en mi mente paso algo como “un imbécil se tiro porque ya no aguantaba la realidad de las cosas y de cobarde ni se ha de haber tirado bien...” y empecé a sacar conclu-siones, pero todo empeoró cuando el mismo chofer salió de la cabina y corrió desesperado hacia la gente que formaban esa especie de barrera.

Nadie sabía que hacer, un chico tomo su dispositivo móvil y puso una pista, nos pidió tres palabras y comenzó a rappear, nadie podía evi-tar voltear a ver que pasaba, viendo a los polícias correr de un extremo a otro en los andenes, la chica estaba en shock, el muchacho pidió que le ayudaran a abrir las puertas, pero como ya sabemos Nadie hacia Nada.

Pasaron los segundo, parecían no poder transformarse en minutos, las puertas del metro se abrieron, toda la gente gritando obscenidades, un seño agarrado por los polícias, la gente sólo lo señalaba, una chica dentro del metro era sostenida por dos polícias, ella lloraba y ellas la calmaban.

El presunto señalado al voltearlo todos asombrados de la porquería que había hecho ante una chica de al rededor de 16 o 17 años, su miem-bro masculino por fuera, el señor

sólo se reía, el chofer del metro nos pidió una disculpa, y en silencio unos se pusieron sus audifonos, otros se besaron, unos más durmieron; otros nos quedamos en shock.

En repitas ocaciones tengo que cargar con muchas cosas, mi com-putadora portatil (que no es nada ligera, pareciera que cargo con un computador de escritorio), mi cáma-ra, mis libros, antologías, cuadernos, mi flojera de haberme despertado en un lugar como tal.

Cierto día caminaba hacia Cha-bacano, y mi tarjeta del metro se me calló, al no poder recogerla y malde-cir lo suficiente para irme al infierno, un señor se acercó a mí, tomó mi tarjeta y pensé “ya me la bajo este güey”.

Me la devolvió.Con una cálida sonrisa, me dijo

que si gustaba de su atole caliente, puesto que en esta ciudad los labios y los ojos se resecan y arden por la gran contaminación.

Al contestarle que no, me deseo buen día, y me fuí, obviamente con una sonrisa en la cara.

Seguí mi camino, recargue mi tarjeta, caminé hacia los tornique-tes, sentí un olor penetrable, acto siguiente alzo la cabeza y era ese mis-mo individuo, me sonrió, hizo esa cortesía de dejarme pasar, y por qué no; pase mi tarjeta dos veces, lo vio.

Estuvo a punto de girar ese torni-quete cuando un policía que estaba en la zona lo detuvo, no sólo a él, también a mí.

Preguntándome la razón por la cual permitía que esta persona entrara en el metro, así como tam-bien menciono que no lo dejarían pasar y ese acceso se había perdido, entonces les pregunte que si por qué, su contestación como la de todos los policías es “por que así es la ley”

Y la verdad es que la ley no es así, la ley se hizo para protegernos, para

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ampararnos para que seamos iguales y tengamos una convivencia armo-niosa, o algo así nos enseñan en las instituciones educativas, cuando la realidad es que hay casos, donde el respeto por las demás personas y el de uno mismo ya se perdió, cuando la verdad es que no sabemos respetar, no sabemos nada de valores, pero tampoco se nos puede tocar porque hacemos mil y un maldiciones para que esa persona reciba castigo.

Cuando discriminamos a la gente por su físico, por como se ve, como huele, como luce, estamos dejando de lado la educación que se nos vino a brindar desde pequeños.

¿Que pasa con la gente que ha perdido valores y conciencia, que esta frente pero al televisor, está al pendiente de la vida de los famosos solo para anhelar tener una vida que nunca podrá tener por el hecho de perder tiempo soñando y no actuan-do, para que esas cabezas registren la envidia, cuando el salir adelante no sólo está en trabajar duro y horas extras para tener esa vida, sino, tam-bién el prepararse día a día.

Mexico no puede avanzar, no mientras tenga gente corrupta, que da su brazo y sus mordidas a los policias pero también policias que reciben ese dinero.

Mexico podría ser mejor si esto, si aquello, no es sólo del país, no es el problema los diputados, los senado-res o el presidente, el problema es:

EL PUEBLO.Y no el pueblo de las cabezas, No-

sotros, nosotros tenemos el poder de levantarnos, de leer, de saber si toma-mos solo ese cacho de la información que sale en el televisor, o buscar más, tenemos la opción de si leemos a los columnistas, si sólo nos las pasamos en las redes sociales “haciendonos famosos”.

Dejemos de estar al pendiente de la gente que ni le importa que pasa

con el país, de ser como ellas, empe-cemos por despertar, por la casa, por organizarnos, por comprender que es necesario una planeación y llevar todo esto a una revolución, tumbar al gobierno, pero no me refiero a bombas, piedras, violencia, NO; me refiero a pensamientos, actitudes críticas, poder saber que esta bien y que no esta bien, por tomar un libro equis o ye tema, solo lee, comprende, sigue leyendo y analiza tu entorno, por último, comparte tu sabiduría, no te la quedes.<<Si te sabes gobernar, ¿Por qué dejas que te gobiernen?>>

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Nos gusta la tinta

#MeGustaLa Tinta Magazine

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Vida en una realidad inventada escrita en un cielo de azulejos color bermellón contando en cada noche 23 razones para olvidarte y recordando en el aire el aroma amargo de un perfume sabor chocolate, perdiendo la esperanza en cada palabra no dicha, en cada promesa no cumplida, dudando de saber quién soy y de donde vengo, tomando siempre la dirección equivocada, porque sin importar que camino elijas, siempre seguirás pensando como fuera el otro destino, deja que mi soledad y yo tomemos un café, fumando los sentimientos que alguna vez creí que no tenia y encontrémonos aquí después de que el tiempo baile su canción, volvamos al principio a saludarnos cordialmente y empezar el fin de esta historia, de las mil y una historias de amor jamás contadas.

Realidad inventada

Priscila Corrales

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Una vez, vino a nuestro monasterio un hombre que sufría de parálisis en su mano derecha. El Maestro le preguntó qué era lo que solía hacer con ella. Guardó un instante de silencio y

luego dijo:

– Durante muchos años usé mi mano dercha para matar ovejas y toros.– Cuántos mataste? -le preguntó el maestro

– Miles…

No escuché el resto de la conversación porque, de repente, sonó la campana para la cena. Después, le pregunté al Maestro cómo la matanza de animales podía paralizar la mano de

alguien, y me contestó:

– Cada vez que este hombre sentía el dolor y el sufrimiento de los animales, disminuía la vitalidad de su mano hasta que, con el tiempo, esa vitalidad desapareció por completo. La falta

de alegría causa parálisis.”

En esta época tecnológica, tal vez, la gente se ría de lo que decimos y lo considere una su-perstición. Pero mi Maestro curó en seis meses la parálisis de ese hombre, haciéndole practicar

diariamente durante cuatro horas el ejercicio de la alegría.

Una vez, yo copié unos de sus ejercicios:

– Crea mentalmente la imagen de tu brazo derecho, y con él saca del río a un hombre que se está ahogando… Escribe con tu mano una carta alegre… Da con ella dinero y joyas a los

pobres… Sirve con ella comida a centenares de personas…

El hombre de quien hablo solía seguir diariamente… los ejercicios que mi Maestro le enseña-ba. Al cabo de seis meses, empleó esa mano para dar agua a un ciervo de la montaña que estaba

de visita en nuestro huerto…”

Torkom Saraydarian

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Paul Valdéz: Lienzo vivoEmergiendo como uno de los mejores tatuadores de la regíon.

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Entrevista por: Alan Herrera

Paul Valdéz/Mty-ClnTatuador

A este morro lo conocí mientras daba una conferencia en la univer-sidad San Sebastián, me interesó la manera en que explicaba su profe-sion y el brillo en sus ojos al explicar los estilos de tatuaje me hizo darme cuenta que era autentico. Decidi titubeante mandar un whatsapp con algunas preguntas para incluirlas en esta revista, y aunque fue algo para nada planeado y espontaneo, el resul-tado fue pura calidad.

Cuéntame, que fue lo que te motivó a iniciarte en este oficio?

Quiero agradecer a la tinta por el interés sobre el tatuaje y el apoyo que están dando a la cultura en Culiacán

Realmente yo no imagine jamás que sería tatuador, veía los videos de MTV y siempre quise ser cantante de rock o Skater pro, pero nunca llegue a hacerlo. Siempre me gustó dibujar y hacer grafitis con mis ami-gos en una pandilla que teníamos, nos hacíamos llamar ABC de Villa española, en nuevo león. Estudié Ciencias de la comunicación y seguía haciendo grafiti ilegal. Después de estar en todo ese ambiente, me dio la cosquillita de tatuarme, ahí empezó todo. Conocí a mi amigo y maestro Lucio Ramírez quien me ha enseña-do todo lo que sé. Es una sensación muy extraña el tatuar. Es como dar a alguien el deseo de tatuarse y al mismo tiempo el dolor. Es algo muy personal entre artista y quien se tatúa, algo intimo que se celebra con sangre y tinta.

Cómo fueron cambiando las ten-dencias a traves de los años? Cual es la tendencia actual?

Sobre tendencias estos últimos años fueron las menos creativas: Triángulos, infinitos, silueta de avez y letras árabes, cosas que no veo muy creativas. La persona que se tatúa de buscar algo personal, algo propio y no copiar pendejadas. El tatuaje habla de tu personalidad y de tu creatividad como persona.

solo los chavos se tatuan o tam-bién le caen viejoness?

Realmente las personas grandes son quienes tienen las mejores ideas, mejores que los jóvenes mecos. Tatuó a gente entre 26 a 50 años. Una vez me tocó un ingeniero agropecuario que tenía 67 años y se hizo su tercer tatuaje. Fue algo emocionante ver cómo la gente mayor está aceptando el tatuaje. Me imagino a esa edad (Si es que llego) Estaría perrísimo. Creo que andaría en mi moto y todo tatuado, ¡genial!

¿Cual es el tatuaje que nunca harías?

El tatuaje que mejor dicho, no volveré a hacer es un infinito. Aun-que dicen por ahí que me tengo que aburrir cuando lo haga perfecto, yo no pienso hacerlo.

¿Que tal la escena cultural en Cu-liacán?se compara a la de Monte-rrey?

La escena de Culiacán está cre-ciendo demasiado, aunque MTY es una ciudad muy grande, Culiacán está haciendo lo suyo y con muchas ganas. Hay personas con mucho talento pero son muy cerrados en el aspecto de querer aprender de otros, necesita artistas invitados de otras

ciudades y aprender estilos diferen-tes y sobre todo normas de higiene (en el tatuaje) porque no todos los tienen.

Para terminar, que le dirías al público de Culiacán para cambiar la visión negativa de tatuarse?

Yo no quiero cambiar la visión de nadie, que ellos cambien si quieren. A veces creemos que cierto grupo o persona esta mal, sólo por que no piensan como nosotros o porque no hacen las cosas que nosotros creemos correctas, eso es estresante y no dejan crecer a la persona creativamemnte.. Debemos tener mas respeto hacia los demas y a sus creencias, aunque sean tontas o ridiculas. Espero que la gente de culiacan siga evolucio-nando cultutalmente por que esto (el tatuaje) es algo intimo, emocionante y exótico. Para mi es increible vivir de algo que te divierte hacer.

“La persona que se tatúa de buscar algo personal, algo propio y no copiar”

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¿Donde van los calcetines sin par?

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Solangel Mendez Ruiz/Estudiante de Periodismo/México, D.F.

Un día exhausto, llegué a casa cansada de mis clases, de mis compa-ñeros, de mis maestros, de no tener que escribir, decidí llamarle a mi familia, en Culiacán; hablando con mi hermana menor me hizo reflexio-nar algunas cosas, puesto que ella me pregunto:

¿A dónde van los calcetines cuan-do se pierden Sol?

¿A dónde van los calcetines? ¿A qué se refiere con eso? ¿Será cierto que hay un lugar? ¿Qué pasa? ¿Es como no encontrar tu otra esencia que forma parte de tu vida, no? Pero… ¿A dónde van?

Pensé yo, pensé y pensé durante toda la noche.

Mi mamá me contó que los calce-tines nunca llegas a viejos en pares, antes de que se caiga el resorte, se les arrugue la boca siempre abierta, alguno de los dos se pierde.

Yo también siento que nacieron para fundirse en la bola de abrazos sobrepuestos, allí ellos encuentran un beso, un apretón de días cansados. Luego viene alguien con el dictamen de elegir cuál es el derecho y cuál es el izquierdo, los separamos, y a veces abrimos una ventana por nuestros pantalones y les regalamos una mi-rada del mundo y ellos lo descubren, la primera vez juntos, y esa ocasión para ellos no vuelve a suceder.

¿Por qué se separan? Uno siempre es el abandonado y el otro el abando-nador.

Quien no se va es quien se conde-na a perder una parte de sí mismo, una parte igual, una parte esencial, se pierde en la inmensidad de cajones de calcetines Sin Pareja sin saber un verdadero ¿Por qué?. Hay calcetines que terminan abrazados en una orgía

de calcetines al igual abandonados, esperando que algún día, cuando entre la luz de la habitación a ese cajón, vea a una mano depositando a su complemento para llegar a ser sin resorte juntos, porque saben que los pasos que vienen de la vida no serán igual sin su pareja.

Y es así como las analogías en mi empezaron a surgir y empecé a comprender que en la vida uno pierde demasiados sueños, y es como los calcetines, o más bien, se van y marchan dentro de los calcetines per-didos, se meten ahí nuestros sueños como una forma de poderse refugiar de la vergüenza, del fracaso a no poder llevar a realizarse como lo que ese sueño quiso y no pudo.

Se van lejos, en un transporte por lo menos en la comodidad del algodón, del colchón, el confort, y vuelan, se van, y protegen a nuestros sueños rotos.

De los calcetines debemos apren-der que en esta vida poco a poco nos vamos quedando solos, que nuestros seres queridos se van yendo uno por uno, poco a poco, y con eso se van llevando una parte de nuestros sueños y un calcetín cada vez, que en esta vida es imposible llegar a viejo en par porque a uno siempre lo están abandonando, porque en ideales y las locuras se van perdiendo las com-pañías, porque a nadie le interesa nadie; porque la vida es un constante dejar ir.

Por eso ese día pensé en no avergonzarme en usar calcetines distintos, calcetines sin par, porque no hace falta tener un par para servir, porque ser único no es un impedi-mento.

Dignifico el abandono, me iden-tifico y honro la lucha de ser yo mis-ma, siempre nos están abandonando, y terminamos por ser dejados en el cajón, abandonados, en una orgía

de abrazos de más calcetines sin par, todos entre tantas soledades juntas en un mundo de calcetines que a final de cuentas se quedan solas, todos deberíamos aprender a juntos estar y poder vivir solos, dejemos de buscar pares, atrevámonos a vivir solos, a enfundar nuestros sueños y esos mismos no dejarlos ir, a caminar por la vida siendo únicos, buscando pero solo vida, nada más que eso, y acompañarnos en las soledades.

“Quien no se va es quien se condena a per-der una parte de sí mis-mo, una parte igual, una parte esencial, se pierde en la inmensidad de cajones de calcetines”

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#DNVR2014

DNVR FEST 2014 /31 MAYO 2014/ @ CELEBRITY BEACH CLUB

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Regla numero uno de la vida

Por: Priscila Corrales

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-Regla número uno de la vida, dijo al jalar la vieja silla de madera hacia atrás, “nunca dejes a alguien que te necesita”.

+¿Y qué pasa cuando dos personas te necesitan al mismo tiempo? Su cara proyectaba una gran historia de melancolía.

-Nunca dos personas te necesita-ran al mismo tiempo y de la misma manera, solo es necesario saber diferenciarlas.

+ ¿Diferenciarlas? O sea, ¿saber cuál es mejor?

-No, no cual es mejor, si no quien realmente te piensa.

+o quien me desea, dije con cierta risa de lujuria.

-el deseo y el pensamiento son placeres diferentes.

Nos sentamos en la mesa del fren-te donde pegaban justo los rayos pei-nados del sol y después de pedir un café de la casa, prendió un cigarrillo para continuar su explicación.

-Mira, hay personas en este mun-do que podrían jurar necesitarte por el resto de la vida, pero cuando por alguna razón no estás, las personas se olvidan de ti, continúan con su vida y a veces eres un recuerdo por casualidad.

Hay otra clase de personas que sin importar lo que hagan, se preguntan cada día que pasaría si estuvieras ahí.

+ ¿Pero, como podre saber yo quien es quién?

-¿Deberías de preguntarte quien eres tú, no crees? Qué clase de perso-na eres.

+ ¿Y tú lo sabes, que clase de per-sona eres?

-Tu dímelo, ¿qué clase de per-sona crees que soy? Dijo, en forma de acertijo mientras se recargaba en el respaldo de la silla y golpeaba su cigarro para botar la ceniza.

+Eres de las personas que conti-núan y siguen adelante, asegure con certeza.

Se rio ligeramente mientras hacia una seña con la mano apuntándome directamente.

-Es tu segunda equivocación de día. Traer sombrilla con este sol tan bermellado, ¡ja! boberías.

+Llevo 42 años conociéndote y nunca has dejado de hacer las cosas que más amas, sin importar quien este o no. Conozco tus historias y tus pasados.

Hice una pausa para mirarlo a los ojos para asegúrame que el entendía de lo que hablaba.

Una sobria sonrisa se reflejó en su café, y después de alar con fuerza de cigarro, volvió la mirada hacia mí y dijo

-Tienes toda la razón querido amigo cada mañana me levanto a la misma hora, salgo de mi casa para venir a este café sin antes comprar el periódico en la esquina de siem-pre y sentarme en esta misma mesa al frente, pedir el café de la casa y justo después fumarme un cigarrillo, me conoces mejor que nadie, pero deberías de saber que llevo más de 20 largas lunas de esos 48 que dices conocerme, en los que en ningún momento eh dejado de preguntarme donde estará ella.

No sabía que decirle, pude sentir su dolor en ese sorbo de café que tomo después de terminar de hablar.

+ ¿Y por qué no la buscas? Pre-gunte instintivamente. ¿Crees que te odia?

-ella jamás podrá odiarme. Suspiro profundamente mientras no dejaba de sonreír. Jamás ha dejado de amar-me tanto como yo a ella.

+ ¿Por qué no le pides perdón? ¿Tu orgullo es acaso demasiado fuerte?

-le he suplicado tantas veces como

rosas en el jardín más grande. Y me ha perdonado cada vez que se lo he dicho, sin dudarlo una sola vez.

+entonces por qué no estás con ella, en este momento.

-quisiera correr a abrazarla de nuevo por primera vez, quisiera oler su cabello de nuevo, quisiera volver a escuchar su risa provocada por la parte más simple de mi mismo, pero…

Hizo una pequeña pausa, que fueron como largos años.

-nunca podre perdonarme haberla dejado, después de escuchar en sus labios, “te necesito”.

Y entonces sigo aquí, exclamo con fuerza, cumpliendo el castigo de la soledad por el dolor que eh provoca-do en el amor más grande alguna vez sentido.

+ ¿Y cómo es que no te veo tan mal, a como me estás dando a entender?, pregunte con miedo por no querer abrir más la herida. Yo te veo muy bien, tan seguro de lo que haces.

-porque cada día…miro hacia el techo sonriendo, tratando de no de-jar caer la lagrima que se le formo en los ojos, vengo a este café, donde la conocí. La recuerdo tan claramente. Me pidió cordialmente el periódico para ver una presentación de arte que se había expuesto, y después de perderme en sus ojos, le invite a que-darse conmigo, y acepto, pidió un café tan amargo como el color rojo de sus labios, ese rojo que quedaba marcado en su cigarrillo y justo aquí en esta mesa, en la de enfrente para poder ver el sol escondiéndose donde ella perdía su mirada, vivo cada día enamora de ella, de un dulce dolor, de ese placer que causa un dolor causado por un amor, vivo del placer de una agonía, vivo del dolor de una herida que jamás sanara, y para que lo entiendas mejor, soy una persona de esas que continúan, que siguen adelante viviendo enamorado del do-lor de una historia que jamás tendrá fin.

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Ya cási el final...El proyecto la tinta nace de la idea principal de tener en las manos del joven culichi promedio una buena publicación cultural, que sea parte del acervo del arquitecto, del diseñador, del artista y del irreverente que se atreva a leer y expandir su mente hacia nuevas e impresionantes horizontes.

Este objetivo es inamovible, lamentablemente, poner en tus manos material impreso cuesta (y mucho) por lo que buscamos patrocinadores y que la revista sea impresa, que la Tinta, sea de tinta real.

Mientras estamos en esta incansable busqueda, proporcionaremos esta revista de manera digital. Puedes ver el blog en este cuadrito extraño

Y si te gustaría apoyarnos, mandanos un correo ainfolatinta@gmail.com

Colabora para nosotros, apoya el proyecto.

Grácias infinitas.

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