la televisión © zardoyas · cambios en la programación de la tv, no he visto esos cambios, todo...

16
elige tú, critico yo EDITORIAL ESTIMADOS LECTORES: Con este núme- ro, LA CALLE DEL MEDIO cumple cuatro años de vida. Ha pasado veloz el tiempo, como sucede con los hijos, que crecen sin que apenas nos percatemos. Pero aun con las muchas insatisfacciones, prevalece en nosotros el sentimiento de que hemos construido una familia de lectores partí- cipes. Muchos han colaborado con certe- ras opiniones en estas páginas, algunos han pasado incluso a integrar el staff de articulistas. La Ubre ha consolidado la presencia de una nueva generación de humoristas gráficos. A todos pues, nues- tras felicitaciones y el agradecimiento de quienes tenemos la responsabilidad de poner en sus manos, cada mes, un nuevo número. Este que les presentamos, trae a debate el nunca agotado tema de las letras en la música popular cubana y, entre otros materiales, nuestra lista de los diez mejo- res bateadores de la 51 Serie Nacional de Béisbol. Gracias. CM serie nacional 51 jruschov, el arte abstracto y la cia 14 pág. 12-13 NÚMERO • MAYO 2012 • • ISSN: 1999-8090 • $1.00 • 49 pág. 10-11 © zardoyas la televisión ¿cambia...? música «soy lo que ves» deporte fotorreportaje la polémica acerca de la vulgaridad de las letras de la música popular © zardoyas 6-7 pág. © gabriel dávalos elogio de la impuntualidad 2 pág. opinión 3 los bateadores más integrales propósitos y realidades © archivo

Upload: others

Post on 30-Apr-2020

11 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: La televisión © zardoyas · cambios en la programación de la TV, no he visto esos cambios, todo sigue igual». La lectora realizó este comentario debajo de la entrevista al joven

elig

e tú,

criti

co yo

edit

oria

l estimados lectores: Con este núme-ro, LA CALLE DEL MEDIO cumple cuatro años de vida. Ha pasado veloz el tiempo, como sucede con los hijos, que crecen sin que apenas nos percatemos. Pero aun con las muchas insatisfacciones, prevalece en nosotros el sentimiento de que hemos construido una familia de lectores partí-cipes. Muchos han colaborado con certe-ras opiniones en estas páginas, algunos han pasado incluso a integrar el staff de articulistas. La Ubre ha consolidado la presencia de una nueva generación de humoristas gráficos. A todos pues, nues-tras felicitaciones y el agradecimiento de quienes tenemos la responsabilidad de poner en sus manos, cada mes, un nuevo número. Este que les presentamos, trae a debate el nunca agotado tema de las letras en la música popular cubana y, entre otros materiales, nuestra lista de los diez mejo-res bateadores de la 51 Serie Nacional de Béisbol. Gracias. CM

seri

e nac

iona

l 51

jruschov, el arte abstracto y la cia

14pág.

12-13

NÚMero

• MAYO 2012 •

• ISSN: 1999-8090 • $1.00 •

49pág.

10-11

© z

ard

oyas

la te

levi

sión

¿cam

bia.

..?

mús

ica

«soy

lo q

ue ve

depo

rte

foto

rrep

orta

je

la polémica acerca de la vulgaridad de las letras de la música popular

© z

ard

oyas

6-7pág.

© g

abri

el d

ával

os

elogio de la impuntualidad

2pág.

opin

ión

3

los bateadoresmásintegrales

propósitosy realidades

© a

rch

ivo

Page 2: La televisión © zardoyas · cambios en la programación de la TV, no he visto esos cambios, todo sigue igual». La lectora realizó este comentario debajo de la entrevista al joven

Kcho: «sin la Bienal de La Habana no seríamos lo mismo»

LA CALLEDEL MEDIOMAYO 2012

2

geNte

PAQUITA ARMAS FONSECA

Los pocos recursos de una televisión como la nuestra no se pueden emplear en progra-mas en los que reine el facilis-mo para que guste al público. Así lo demuestra la reciente sa-lida al aire de la propuesta hu-morística Salir por el techo...

Una lectora del sitio Cubade-bate, con el nombre de usuario Amada, escribió el 4 de mayo: «hace algún tiempo publicaron cambios en la programación de la TV, no he visto esos cambios, todo sigue igual». La lectora realizó este comentario debajo de la entrevista al joven realiza-dor Pedro Luis Rodríguez («La televisión pudiera proponerse metas mayores») tomada de la revista El Caimán Barbudo.

Creo que el reclamo no está muy relacionado con el tema general de la entrevista, pero Amada demostró su desespera-ción por ver una TV renovada y repitió varias veces su comen-tario (por lo menos de una for-ma u otra aparece en cuatro oportunidades).

Le digo a Amada que sí, que está cambiando…

No recuerdo en cuántas oportunidades llamé a mi ami-go Julio Acanda para felicitarlo por sus excelentes crónicas y recriminarlo por permanecer en La Descarga, una suerte de remedo de Poné a Franchela, sin Franchela. El espacio saba-tino ya no daba para más, pero ¡lo prefiero! a la propuesta ba-nal de Salir por el techo.

Pienso que si no fuera por-que vivo en un edificio de vein-te plantas, yo hubiera salido por el techo por la indignación que me embargó ante un es-pectáculo promocionado has-ta el cansancio y que dejó tan-to que desear; sacarlo del aire sería la única solución. No bas-ta con tener a Los Van Van pa-ra lograr un buen programa humorístico-musical.

El guionista Otto Ortiz, en una entrevista que concedió antes de que apareciera Salir por el techo afirmó que era otro Sabadazo. Me parece que el también actor y conductor tiene muy mala memoria. En-tonces sí Julio Pulido, un buen realizador de la televisión, colo-

có en el aire una excelente pro-puesta.

En esta la conducción fue un verdadero desastre y desco-nozco para qué público eran los chistes. Tantos piticos para quitar malas palabras en la te-lenovela anterior, Bajo el mis-mo sol, y ahora en horario más temprano con un doble sentido que tiene poco de doble, se ha-bla de tamaños de pene y locu-ras en la cama, además de un alquiler cobrado en divisas co-mo casa de cita, ¿en la ley de los cuentapropistas están los posa-deros? Yo creo que no, aunque no estoy segura. ¿Eso no es da-ñino para los niños y niñas? Porque quienes critican temas actuales y fuertes en telenove-las y series aducen que los me-nores ven esos espacios. Yo es-toy en contra, esa es hora de dormir para los pequeñines, pero repito: ¿no son dañinos esos chistes para niños y niñas? La verdad, no entiendo nada.

Este programa es un cam-bio hacia atrás, igual que suce-de con la serie Con palabras propias en la que todas las ca-sas son lindas y la del coopera-tivista parece crecer infinita-mente. ¿Cuántos cuartos tiene? Porque cada vez que llega al-guien lo invitan a quedarse. ¿Dónde están los conflictos? y… ¿¿¿dónde está la dirección de actores??? Es una puesta de ca-ritas y más caritas. Dicen que estaba concebida para los jóve-nes, ¡qué poco se respeta a la ju-ventud! ¿Alguien cree que los jóvenes que se desvivieron por ver Blanco y negro, no y Doble juego son distintos a los de aho-ra? Aún está fresca en la memo-ria la excelente historia de Mu-cho ruido, en la que los conflic-tos no eran como los de Bajo el mismo sol, pero que sí refleja-ban problemáticas de los ado-lescentes, con personajes bien defendidos por muchachos y muchachas que crecieron en la actuación.

Otro cambio que imita al cangrejo: uno de los mejores programas de información y crítica cultural en la televisión de los últimos años es Sitio del Arte. Tanto por su hechura no-vedosa, con una posproducción trabajada y el abordaje de te-máticas importantes para la so-

ciedad cubana actual, este es-pacio se ha ganado el respeto no solo de los artistas, sino de cualquier persona que desee estar informada acerca del arte en Cuba. No salgo aún de mi asombro por lo que me dijo su directora Julia Mirabal: en bre-ve, o reduce de 27 minutos a 12, o se va para otro canal que no sea Cubavisión. ¿Por qué adop-tar esta medida con un espacio que demuestra su valía en cada trasmisión? ¿Con qué lo van a sustituir? ¿Cuánto tiempo de-morará la TV en tener un pro-grama adonde los artistas acu-dan con placer porque saben que serán respetados y jerar-quizados?

Sigo con algunos ejemplos (hay más), El triángulo de la confianza, del Canal Habana, es una muestra de cómo con la asistencia de especialistas, un guión y conducción inteligen-tes, se puede debatir sobre te-mas peliagudos e importantes para la sociedad. ¿Por qué no se ha retrasmitido por un canal nacional?

Lo contrario sucede con Ecos de mujer, de una salida al aire bastante reciente, en hora-rio estelar y por Cubavisión, que no logra adentrarse en los temas que sugiere. Hasta ahora no he visto uno donde todo no quede en la superficie y la risa a veces forzada de invitados que hablan de sus experiencias personales en el tema, pero no son expertos.

El 20 de marzo del 2012 en El Caimán Barbudo (luego reprodu-cido en Cubadebate y en el portal de la Televisión Cubana) publi-qué mi comentario «Cuidado con propuestas rosadas en los dramatizados». Creo que aquella inquietud hoy es más que eso. Los pocos recursos de una televi-sión como la nuestra no se pue-den emplear en programas en los que reine el facilismo para que guste al público. En varias oportunidades le escuché decir a Fabio Fernández, entonces direc-tor del Centro de Estudios Socia-les del ICRT (y ahora director de Programación del mismo ICRT) que el reto de la televisión era sa-tisfacer a los diversos públicos, pero teniendo en cuenta pro-puestas que al enriquecerlos los respeten. ¿Se piensa así actual-mente? Parece que no.

Mi opinión sobre Salir por el techo la constaté en el ba-rrio de San Martín, en El Ce-rro, con amas de casa, secreta-rias, constructores, bodegue-ros y algún delincuente (por lo menos eso dicen) y todos ex-presaron lo mismo: ¡qué lásti-ma con Los Van Van! Amigas y amigos periodistas, teleastas, médicos, abogados, vecinos, me dieron opiniones que no puedo publicar. Confieso que me autocensuro.

Y sí, lectora Amada, usted tiene razón a la hora de pregun-tarse dónde están los cambios en la TV. ¡Ojalá que pronto yo tenga que escribir todo lo con-trario sobre mi querida televi-sión, pero a este paso…! CM

ELIZABETH LÓPEZ CORZO

Alexis leyvA MAchAdo (Kcho) es uno de los artistas más prolíferos de la plástica contempo-ránea cubana. No solo en los even-tos realizados en Cuba, sino en grandes galerías y plazas del mun-do, su obra se hace notar.

Quienes lo conocen, saben que cuando uno se acerca a él, además de amabilidad y disposición, siem-pre encuentra en su rápido hablar, ideas esenciales que resumen el fe-nómeno sobre el cual lo interroga-mos.

Para un creador que ha hecho de las Bienales de La Habana su propia casa y a ellas ha invitado a relevantes exponentes de las artes visuales de distintas latitudes, se imponía la pregunta:

Kcho, ¿qué ha sido para ti la Bienal de La Habana?

Sin ella todo sería diferente y no existiera, de la manera en que es hoy, el arte cubano. Es como un teorema de la física o la matemática, una fórmula y un resultado, porque una cosa ha llevado a la otra. A mí como artista me ha ayudado a crecer.

Este es un evento que busca la polémica y ya lleva casi 30 años.

A la Bienal le han vaticina-do su destrucción infinidad de veces, al igual que a la Revolu-ción Cubana, pero como es un fenómeno fundado y hecho por cubanos, no hay manera de neutralizarlo.

Eso es algo que no hay ni que cuestionarlo, está en su esencia. El solo hecho de no te-ner todos los recursos nos hace más creativos, por eso debemos aprovechar cada cosa. Ahí está la clave.

La Bienal ha atravesado por momentos muy difíciles de la economía cubana, pero siem-pre ha encontrado la manera de salir a flote renovándose, buscando algo diferente a los

otros eventos que existen de su tipo en el mundo.

¿Por ejemplo?Cuando no había dinero pa-

ra hospedar a todos los artistas extranjeros que venían a expo-ner aquí y estos se quedaron en casas de vecinos de La Habana. Eso no hubiera sucedido en otro lugar del mundo. Solo pu-do haber pasado aquí porque es un evento que tiene detrás a gente como los cubanos, que somos únicos.

La Bienal de La Habana, a pesar de que fue silenciada por medios extranjeros, ha lo-grado en todos estos años ha-cerse conocer y ocupar un lu-gar en el arte contemporáneo en el mundo.

Lo mejor que tiene es que no se guía por el mercado co-mo las demás. Se ha ocupado de buscar el talento en cada rin-cón, no precisamente en las ga-lerías, y es gracias a ese trabajo de campo que el evento ha lle-gado a donde lo vemos hoy.

Cuando Llilian Llanes, funda-dora de la Bienal, dice que los ar-tistas de hoy tienen que mirar al pasado, ¿a qué se refiere?

Hay que soñar mucho. Hay mucha gente buena ahora pero también la hubo en años pasa-dos. Hay que observar a los de-más y trabajar con conciencia. Nosotros no vamos a inventar nada sino que debemos apro-vechar la historia que nos pre-cede. Un escritor me dijo una vez que las letras estaban todas ahí, y que solo había que saber colocarlas. Creo que se trata de un concepto de respeto a la his-toria.

¿Qué nos propones en esta Bie-nal?

El David, parte de la obra Sacrificio en la encrucijada, está expuesto en el teatro «García Lorca». También tengo una obra en La Cabaña, invito a to-dos a que vayan a verla. CM

La televisión cambia…

© z

ard

oyas

© l

a ji

ribi

lla

Page 3: La televisión © zardoyas · cambios en la programación de la TV, no he visto esos cambios, todo sigue igual». La lectora realizó este comentario debajo de la entrevista al joven

LA CALLEDEL MEDIOMAYO 2012

lecturas

3

SANTIAGO ALBA RICOEspecial para LA CALLE DEL MEDIO

Todos Los iTaLianos, de de-rechas o de izquierdas, recono-cen por igual el gran logro de Mussolini: la puntualidad de los trenes en Italia. Y Adolf Eich-mann, el gestor nazi de las de-portaciones a los lager, siempre se vanaglorió de que sus trenes cargados de judíos eran los más puntuales de Alemania.

Pues bien, hace unos días leía una noticia en torno a las medidas de las compañías fe-rroviarias en España para redu-cir los a veces inevitables retra-sos que se producen durante los recorridos. El esfuerzo por la puntualidad es un esfuerzo por eliminar o al menos reducir la «contingencia», por combatir desde la razón contable todos los factores inesperados que no se someten a ella: el esfuerzo, por tanto, para lograr que los fe-rrocarriles se desplacen en un espacio vacío, sin resistencias, casi sin atmósfera o al menos sin naturaleza. Ferrocarrils, la empresa de la Generalitat de Ca-talunya, se muestra muy orgu-llosa de su gestión, pues registra una puntualidad del 99,59%. Al azar o al error no le dejan ya, por tanto, sino un estrechísimo margen del 0,41%, contra el que, en todo caso, la dirección de la compañía ha decidido interve-nir con energía.

¿Cuáles son las contingen-cias que se ocultan bajo este mí-nimo porcentaje estadístico del 0,41%? Entre otros, el suicidio.

En los últimos cinco años, en efecto, 20 personas han decidi-do poner fin a su vida utilizando para este propósito las vías de los ferrocarriles catalanes. Na-turalmente la voluntad de los suicidas no es la de provocar re-trasos, y naturalmente Ferroca-rrils no puede –o no puede to-davía– impedir este uso irregu-lar, abusivo y gratuito de sus ser-vicios, ni reclamar ninguna in-demnización a los infractores. Pero puede acelerar los trámites administrativos, hasta ahora lentos y exigentes, para retirar los cadáveres y abreviar los tiempos de espera y, en conse-cuencia, la extensión del incum-plimiento horario. Con este obje-tivo, el presidente de Ferrocarrils acaba de alcanzar un acuerdo con el gobierno de Catalunya y el Tribunal Superior de Justicia pa-ra que la policía local pueda reti-rar el obstáculo sin necesidad de una autorización judicial: de esta manera, los 40 minutos de media que hasta ahora requería la ope-ración se verán reducidos a po-quísimos minutos, como el cam-bio de ruedas en el box de un cir-cuito de Fórmula-1. «Nosotros nos tenemos que preocupar de los vivos», ha declarado tajante y responsable Puig y Ticó, el presi-dente de la empresa.

RENFE, la compañía estatal, celosa de su homóloga catalana, está tratando de alcanzar un acuerdo semejante a nivel nacio-nal. En toda España, el número de atropellos en los últimos cin-co años se eleva a 264, con un

balance de 214 muertos y 50 he-ridos. El caso de RENFE es ade-más particularmente trágico, pues la operación de levanta-miento de los cadáveres en sus líneas consume más de 2 horas de media, con el consiguiente perjuicio económico y de presti-gio para la empresa. La búsque-da responsable de la máxima puntualidad exige, por tanto, una lucha permanente, si no contra los suicidas, sí contra sus cadáveres, concebidos como pu-ros obstáculos en un espacio que debería estar vacío. Hasta ahora los jueces, «poco sensi-bles» (según la lógica empresa-rial), se empeñaban en conside-rar estos cuerpos diferentes de las piedras o los perros; a partir de estos acuerdos, ninguna con-sideración filosófica podrá in-troducir distinciones que entor-pezcan o retrasen la normal marcha de los trenes hacia su destino final.

Así concebida, como puro cálculo contable en un espacio vacío, la puntualidad adquiere, sí, una dimensión muy mussoli-niana. Por un lado, la pretensión fáustica de que es posible admi-nistrar la «contingencia», condi-ción misma de la actividad ra-cional, se convierte en lo que los griegos llamaban hybris (el exce-so sacrílego mediante el cual un hombre se mide con los dioses) cuando se propone reducir a ce-ro la intervención contaminante del azar en un mundo que, no lo olvidemos, es él mismo fruto del azar. Pero al mismo tiempo, esta

pretensión sacrílega de eliminar toda contingencia obliga preci-samente a considerar a la huma-nidad misma como una pura contingencia cuya potencial im-puntualidad, siempre imprevi-sible, habría que vigilar y repri-mir. No es verdad que la com-pañía ferroviaria «tenga que preocuparse solo de los vivos»; si se preocupara de verdad de los vivos, se preocuparía de los padres, los novios o los herma-nos del suicida. Lo que a Ferro-carrils le preocupa son los clien-tes, y el hecho de que esos clien-tes estén vivos y además viajen en el tren es un dato tan irrele-vante para la gestión empresa-rial como el dolor que lleva al suicida a arrojarse al paso de una locomotora. Cuando la pun-tualidad acaba por convertirse en una lucha abstracta contra el tiempo –que pretende robarnos dinero–, tan indiferente es lo que transporten los trenes (pa-sajeros, ganado o judíos) como indiferente es lo que obstaculice su camino: se trate de lo que se trate, hay que retirarlo de la vía.

A una compañía ferroviaria hay que exigirle puntualidad y los ciudadanos deben poder re-clamar además en caso de de-mora. Pero cuando una compa-ñía ferroviaria considera que su misión no es satisfacer las nece-sidades humanas de desplaza-miento en el espacio, sino la de «luchar contra la contingencia» y vencer al tiempo con todos sus obstáculos, incluidos esos coá-gulos vivos que llamamos cuer-

pos, esa compañía ferroviaria, en su impulso y espíritu, se dis-tingue muy poco de una ideolo-gía totalitaria. El capitalismo es una ideología totalitaria. Como Jerjes, como Che-Huan-Ti, como Hitler, pasa por encima de todo aquello –montañas, dioses, hom-bres– que no sirve de manera directa al despliegue de su plan imperial.

Tenemos necesidad de que los trenes lleguen puntuales. Pe-ro tenemos mucha más necesi-dad de que los trenes no se mue-van en un espacio vacío; de que todas las instituciones –incluso las que implican una mayor in-versión de cálculo contable o de racionalidad tecnológica– reco-nozcan la existencia y preceden-cia de un mundo impuntual en el que la contingencia es inevitable y no siempre es un mal. Me he pasado todo el año –como todos los años– esperando el floreci-miento de las jacarandás; este año ha llegado con retraso y mi impaciencia, que no ha dejado de hervir en todas direcciones, se ha visto recompensada de pronto por una sorpresa morada y fron-dosa. Hay tres cosas que segui-rán siendo siempre impuntuales: las flores, los enamorados y la muerte. Un tren que pase por en-cima de esas tres cosas es un tren que no solo no debemos tomar, sino que debemos a toda costa hacer descarrilar.

Que habrá que descarrilar, co-mo dice Silvio, «por un manotazo del pueblo» para que «un hom-bre se vea con una mujer». CM

Elogio de la impuntualidad

© z

ard

oyas

Page 4: La televisión © zardoyas · cambios en la programación de la TV, no he visto esos cambios, todo sigue igual». La lectora realizó este comentario debajo de la entrevista al joven

LA CALLEDEL MEDIOMAYO 2012

4

lecturas

Ese otro que también me habita, acaso propietario, invasor quizás o exiliado en este cuerpo ajeno o de ambos, ese otro a quien temo e ignoro, felino o ángel, ese otro que está solo siempre que estoy solo, ave o demonio esa sombra de piedra que ha crecido en mi adentro y en mi afuera, eco o palabra, esa voz que responde cuando me preguntan algo, el dueño de mi embrollo, el pesimista y el melancólico y el

inmotivadamente alegre,ese otro, también te ama.

Yo huelo a ti.Me persigue tu olor, me persigue y me posee. No es este olor un perfume sobrepuesto sobre ti, no es el aroma que llevas como una prenda más: es tu olor más esencial, tu halo único. Y cuando, ausente, mi vacío te convoca, una ráfaga de ese aliento me llega del lugar más tierno de la noche. Yo huelo a ti y tu olor me impregna después de estar juntos en el lecho, y ese fino aroma me alimenta, y ese aliento esencial me sustituye. Yo huelo a ti.

Tu lengua, tu sabia lengua que inventa mi piel, tu lengua de fuego que me incendia, tu lengua que crea el instante de demencia, el delirio del cuerpo enamorado, tu lengua, látigo sagrado, brasa dulce, invocación de los incendios que me saca de mí, que me transforma, tu lengua de carne sin pudores, tu lengua de entrega que me demanda todo, tu muy mía lengua, tu bella lengua que electriza mis labios, que vuelve tuyo mi cuerpo por ti purificado, tu lengua que me explora y me descubre, tu hermosa lengua que también sabe decir que me ama.

Un amor imposible es el más feliz de los amores. O puede serlo. Basta que creas que es posible un amor imposible y esto hará la felicidad del amor imposible. Puede que seas el amor imposible de tu amor imposible. Pero esto es un milagro.Todos los amores imposibles son eternos, el tiempo no los toca y no existen traiciones entre los amores imposibles. Amo con toda intensidad, amo sin límites a cada uno de mis amores imposibles. A veces el olor del café trastoca el orden de los años y voy a dar a la madrugada de un resplandor que a mí me alumbra o de pronto la voz de Janis Joplin me ensarta en una noche cítrica, de alambre, la noche del hechizo, puede ser una forma precisa de mecerse el viento entre los árboles y la danza del cuerpo, la eterna danza de un cuerpo eterno entre la eterna danza de la brisa. Los eternos amores imposibles no se tocan, no se cruzan, no pueden verse entre sí, no existen los celos entre los amores imposibles, son perfectos los amores imposibles. CM

A. A. G.

La recienTe visiTa a cuba del poeta colombiano Darío Jaramillo Agudelo re-sultó determinante para que en esta oca-sión pudiéramos presentarles en nuestra sección un manojo de poemas de este im-portante autor latinoamericano. Nacido en Santa Rosa de Osos (Antioquia) en 1947, Jaramillo Agudelo es así mismo reconoci-do por su labor narrativa y ensayística. Entre sus libros de poesía publicados se encuentran: Historias (1974), Tratado de retó-rica (Premio Nacional de Poesía, 1978), Poemas de amor (1986), Del ojo a la lengua

INCLUYE POEMAS DE...Dulce María Loynaz

(Ilustraciones para diez grabados de Juan Antonio Roda, 1995), Cantar por cantar (Pre-Textos, 2001), Gatos (Pre-Textos, 2005) y Cuadernos de música (Pre-textos, 2008). Es autor de cinco novelas y de varios ensayos, género este último en el que sobresale su vo-luminoso estudio Poesía en la canción popular latinoamericana (Pre-Textos, 2008). La sencillez y vitalidad de su pa-labra poética conectan su obra con la gran tradición lírica de nuestro conti-nente. A juicio de la crítica, la poesía amatoria colombiana encontró en él a uno de sus renovadores. Las múltiples reediciones de sus libros (tanto sus poe-marios como sus novelas) prueban la conexión profunda de su literatura con la sensibilidad del lector contemporá-neo y lo señalan (en particular) como uno de los más notables exponentes de la creación poética en su país.

Darío Jaramillo Agudelo

YULIAT DANAY ACOSTA

Me sorprendió aquel espectáculo en plena calle. Hombres y mujeres en poses ex-trañas, a plena luz del día: delgados, sus piernas con músculos definidos, con el don cultivado de la elasticidad. Todo el que lo veía se asombraba. No es normal encontrar un espectáculo semejante en la vía pública. «Esta idea loca se le ocurrió a Gabriel Dáva-los», me dijo alguien que observaba junto a mí. «¡Es arte!», voceó algún fanático de la imagen. Me detuve llena de curiosidad. Ha-bía muchas mujeres, todas hermosas, posan-do para él. ¡Alguna bailarina lo sedujo!, pen-sé, y a modo de aclaración saltó a la vista su «Epitafio para algún fotógrafo»: Si decís que alguna vez perdí la cabeza por una bailarina; decís mal, me enamoré de to-das las bailarinas.

Gabriel Dávalos, a sus 31 años, es más que un niño con un juguete en la mano: ¡Es un fotógrafo! Y aunque se graduó de Perio-dismo en la Universidad de la Habana; tra-bajó en el periódico Granma, la revista En Vivo, y actualmente labora en Canal Haba-na y es creativo del grupo musical Buena Fe, pareciera que se ha obsesionado con las «mu-ñecas» de Cascanueces.

Has seleccionado un título muy sugestivo pa-ra tus fotos de bailarinas y bailarines: «Soy lo que ves», como la canción del grupo musical Buena Fe. ¿Cómo surge este proyecto?

Hace aproximadamente nueve años fui por primera vez al ballet. En mi épo-ca universitaria casi todos los varones teníamos una educación machista y al-gunos prejuicios. Una compañera de au-la me invitó y fui, pero a ver jevitas. Me senté al lado de Martica, mi amiga, y fue explicándome lo que estaba sucediendo: el argumento y lo que significaba cada movimiento. Cuando terminó, solo supe que quería ir de nuevo.

Para colmo, yo que soy tan espíritu burlón, esa primera vez –si mal no re-cuerdo– se le rajó el pantalón en un sal-to a Víctor Gilí; en la segunda ocasión, se trabó el telón; y en la tercera, una baila-rina cayó de cara al piso. Confieso que, con cruel inmadurez, me reí mucho en aquellas primeras funciones.

Me propuse frecuentar el ballet. Y la je-vita –por aquellos años– nunca la encontré, ni la busqué, porque el ballet se convirtió en un motivo en sí mismo, y completamen-te desprejuiciado de todo estereotipo.

No tenía cámara, ni sabía cuándo po-dría tener una, porque son muy caras. Pasaba las funciones enteras pensando dónde podría haber una buena foto y ha-cía un pestañazo para marcarla.

Pedí a las bailarinas y bailarines que me explicaran sobre los estilos. Comenza-mos a salir juntos. Descubrí sus improntas y tristezas. Pensaba: coño, estas mujeres que son el mito de la bailarina sensual y gla-murosa, capaces de sacarle el alma a cual-quier hombre, son muchachas comunes que de lunes a sábado no pueden hacer mucho, porque trabajan desde temprano hasta la tarde y al llegar a casa tienen que ponerse hielo para los dolores; no pueden comer lo que les dé la gana por la dieta. Y lo mismo con los muchachos.

Mi «primera vez» fotográfica fue con Viengsay. Pedimos una cámara de 3.2 mega píxeles a un personaje de cuyo nombre no «debo» acordarme y fuimos para el Morro. Luego pasaron años con aquella misma rutina de ver ballet e imaginar las fotos.

Hasta que, para mi sorpresa, un fo-tógrafo italiano amigo de la familia me regaló una cámara de medio palo. Me fui al ballet. Sin pedir permiso a la com-pañía, eufórico, tiré cerca de trescientas fotos. ¿Y adivina? ¡Ninguna sirvió! Supe que hacer fotos en el ballet no era cosa fácil. Entonces estuve un año entero es-tudiando en la casa.

Luego, me llamó el tenor italiano Da-río Balzanelli, discípulo de Luciano Pava-rotti. Me comentó que iba a interpretar una ópera en Cuba y me invitó –o se arries-gó– a que le hiciera la cobertura fotográfi-ca de su presentación. Por esos días, ya yo sabía de lo que estaba hablando.

Al día siguiente amanecí nervioso, llamé a dos amigas bailarinas. «¡Vamos al Malecón», un lugar gastado para esto, pero era la primera sesión de fotos ya con dominio técnico. Ellas saltaron en el muro. Al llegar a casa estaba seguro: «¡quiero seguir haciendo esto!»

Así surgió la idea. En poco tiempo las fotos se habían pasado de máquina en máquina y muchos me pedían nue-vas propuestas.

Para tus instantáneas has escogido como actores a figuras del ballet; sin embargo, te ale-jas de la clásica fotografía de la danza, porque sacas a los bailarines de su entorno habitual. ¿Podríamos decir que haces una fotografía de ballet? ¿Cómo autodefinirías tu trabajo?

Page 5: La televisión © zardoyas · cambios en la programación de la TV, no he visto esos cambios, todo sigue igual». La lectora realizó este comentario debajo de la entrevista al joven

LA CALLEDEL MEDIOMAYO 2012

5

geNte

Creo que sí es una fotografía de ba-llet, desde mi punto de vista. Es como re-contextualizar la obra, hacerle tu propia versión en esta ciudad, bailando en el es-cenario de la vida real. Romper el mito, sacarla de donde ella es fuerte; sacar a la bailarina y al bailarín de su castillo, el teatro, y captarlos como lo que son: parte de la historia que escribimos todos.

La sociedad necesita hoy contar con la belleza del ballet y no solo dentro del teatro. La danza podría brindarle a la sociedad muchísimo más que un entre-tenimiento artístico: educación, sensibi-lidad, amor, más en una como la cuba-na, herida tras no pocos años de resis-tencia extrema. La danza puede aportar muchísimo para cambiar el estado de ánimo de la gente.

Si uno conceptualiza y le pone razo-namiento a la obra y no solo el ojo a la cámara, es muy probable que encuen-tres más de lo que estás buscando. Por-que cuando no sabes lo que buscas, no encontrarás nada.

En mi caso, pudiera contarte por dónde voy: ando buscando, a través de la danza, ese enfrentamiento que tiene cada persona, cada ciudad, cada país, entre su cisne blanco y el negro; esa re-lación que hay entre el bien y el mal en un mismo ser; todo es relativo.

Gabriel, tú eres periodista de formación profesional. ¿Por qué te inclinas ahora hacia la fotografía artística y no precisamente ha-cia una fotografía de prensa o documental?

Me gustaría hacer fotografía de pren-sa en algún momento. Las fotos artísticas vienen por mi gusto a la danza. Aunque de cierta manera, muy personal, también puedo decir que hago fotografía docu-mental, porque capto lo que está pasando en La Habana en un momento determina-do; hay una bailarina como pretexto, pero hay una ciudad viviendo tras ese instante, una realidad intacta, no construida.

Mis fotos no son en los derrumbes, ni en las zonas más sucias y más viejas. No hace falta. Para acompañar alguna de ellas escribí: «La Habana no es mágica; ni perfectamente bella. La Habana no siem-pre huele bien; no siempre está de buen humor. Pero La Habana es madre de to-dos los cubanos y para hallarse a sí mis-mo siempre habrá que regresar a ella». Represento a La Habana como es.

Muchos de los que conocen tu obra han llegado a ella a través de Internet. ¿Qué pa-

pel han tenido las plataformas digitales en tu debut como artista?

Apenas tengo contacto con galerías ni con productores. Tan importantes han sido las plataformas digitales que hace menos de un año yo hacía lo mis-mo y nadie se enteraba.

Entonces me atreví a abrirme una página que se llamara «Gabriel Dávalos, fotógrafo». En unos meses la página ha tenido un buen desarrollo; ha generado un movimiento de decenas de miles de impactos mensuales y un crecimiento promedio de seguidores.

Comparten mis imágenes sitios digita-les temáticos de ballet, revistas de danza de varios lugares del mundo, agencias de prensa, proyectos culturales y blogs perso-nales que con frecuencia reconocen en ellas su inspiración y las reproducen.

Gracias al trabajo constante en esa pla-taforma digital, ya expuse por primera vez en el Salón Pombo, del Florida Park; en el Retiro, de Madrid, y en la ciudad de Hol-guín, en sus Romerías de Mayo.

El sitio es como mi manager, mi pro-ductor y mi exposición permanente. Suelo decir que soy un «ciberfotógrafo» de la nueva generación, porque no he dependido de los medios tradicionales: hasta hoy no había salido en ningún pe-riódico.

Tus fotografías casi siempre están acom-pañadas de algún texto tuyo. ¿Utilizas la es-

critura como un elemento para reforzar un mensaje o es para ti otra forma de expresión?

Son dos cosas diferentes que se re-fuerzan, se complementan. Las fuentes de inspiración son diferentes pero cuando se juntan, parecen que son la misma cosa. La gente agradece y co-menta tanto la foto como el texto. Son dos tipos de necesidades de expresión diferentes: uno provocado por la parte creativa visual, y otro por la literaria o periodística.

A veces, cuando publico los textos en Internet, sucede algo cómico: como tra-bajo con Buena Fe, algunos preguntan si yo hago las fotos e Israel Rojas escri-be; y aunque son muy míos, la verdad es que me agrada porque Israel es una de las personas más inteligentes y talento-sas que conozco; a él le agradezco el im-pulso para salir de algún pesimismo ge-neracional –coyuntural– que padecí.

Las poses que utilizas en las fotos son de-safiantes, atípicas, atrevidas, ¿tomas la foto-grafía como un desafío a la imaginación?

Creativamente, cómo lograr la ins-tantánea que tú quieres, es un reto a la imaginación, por lo menos la mía. Las poses me permiten ver qué hay en esas personas que las hace diferentes al res-to, que luzcan un imposible, que mues-tren el movimiento de la vida. Psicológi-camente, busco el extremo que te sacu-da. Y para lograrlo, tiene que estreme-cerme a mí primero. Cuando tienes en-frente a una bailarina realizando una pose o un movimiento extremo, difícil, sientes que ella está sufriéndolo, arries-gándose: ese sacrificio extra es el que yo busco en cada foto.

Algunas personas cuando ven tus fotos piensan que son montajes. ¿Cómo logras combinar las piruetas del ballet con ambien-tes peligrosos como el tránsito, por ejemplo?

Es una mezcla: estudiar al detalle lo que quiero, y escoger bien el lugar don-de lo haré, para conocer los riesgos. No pensar en la foto, sino en la bailarina. Después, tengo que hablar mucho con la persona para ver si lo quiere hacer; por lo general quieren más. Lo último es va-lentía, coraje. Los bailarines son temera-rios y yo también, aunque un poco me-nos que ellos. Así me sucedió en la del Maine, a la altura de un primer piso; o como la del Habana Libre, colgada de la baranda.

¿Aspiraciones de Gabriel Dávalos con es-tas fotografías?

Exponer, compartir mis fotos. Me encanta que las vean; no por vanidad, si-no porque me alegra ver cómo reaccio-nan ante ellas. En realidad me siento el último que llegué. Cada vez que veo la obra de algún fotógrafo consagrado me siento alumno de él y lo respeto profun-damente.

La gente disfruta ver esas fotos por la paz que trasmiten, o por las sensaciones que provocan. Será porque el cubano es muy arriesgado y temerario, y quizás le guste imaginarse en esa situación y saber que somos capaces de hacerlo. También porque el cubano es muy sensual y le gusta disfrutar del erotismo, no burdo, sino a través de la sensualidad que viene del cuerpo en función de un arte.

Me encantaría exponer en las 14 pro-vincias y si es posible en todos los muni-cipios. El ballet no siempre llega a todo el mundo, a veces es muy elitista. Si a través de estas fotos logro motivar a ver ballet y la danza toda en Cuba, sentiría que he hecho algo por la sociedad.

¿Seguirás tratando la temática del ba-llet? ¿Próximos proyectos?

Quisiera seguir contando la historia de la ciudad, del país, de los cubanos en

otros lugares, o de la sensibilidad huma-na en cualquier lugar del mundo, siem-pre a través de los movimientos de la danza. La danza es también un lenguaje para mí, no como bailarín, sino como fotógrafo. Mi primer y mayor proyecto es ese. Hablar perfectamente ese len-guaje y que con los años esta idea sea una gran historia que narre lo que fui-mos: humildes, talentosos, diferentes, valientes, tristes o felices, impetuosos…

Quiero exponer en La Habana. Aun-que comencé por Madrid y Holguín, ne-cesito exponer en esta ciudad. Es un mo-mento inevitable para crecer, la bendi-ción de una madre.

¿Cómo valorarías el trabajo que reali-zan los jóvenes artistas cubanos que empie-zan ahora como tú?

Hay una fiebre de gente que quiere ser fotógrafo, y muchas con buenas cá-maras. El riesgo es que tener una cáma-ra fotográfica buena o cara no hace la diferencia; y lo positivo es que mientras más gente haya, más posibilidades de que surjan grandes fotógrafos. Otro riesgo es que la gente crea o piense que ser fotógrafo es apretar el «gatillo» sin pensar, y no sepa que el fotógrafo es también un intelectual y que el pensa-miento tiene que estar antes, durante y después de cada fotografía. Yo le digo el «gatillo» al obturador, porque pienso que la cámara es un arma. Pienso que lo primero es entender que la fotografía no es el conocimiento técnico, ni siquie-ra el talento, ni solo creatividad estudia-da y perfeccionada, sino que es un acto de pensamiento.

Generalmente esta tierra real y ma-ravillosa (no la gente ni el gobierno) cas-tiga con la miseria creativa a quien trai-ciona su esencia. No sé por qué ni cómo, pero la patria de Martí castiga a quien trueca o negocia con su libertad.

Has mencionado varias veces a Martí, ¿te consideras martiano?

Completamente. Ahora me estoy le-yendo sus Obras Completas. Todo el mun-do me dice: estás loco. Me estoy leyendo carta por carta, pedacito por pedacito. ¿Sabes cuándo empecé? Cuando vi El ojo del canario. Al otro día, empecé a leerlas. He aprendido más sobre esa parte de la Historia de Cuba, y sobre Martí, que en todos mis años de estudiante. Ha sido revelador, extraordinario. Todos los cu-banos deberíamos leerlo. En Martí he encontrado razones, argumentos, ideas, optimismo.

Mientras lo escuchaba decir esto, recor-dé un texto de Gabriel Dávalos, lleno de la aguda profundidad de un joven que anda, quizás, tras la luz del apóstol. Recordé su foto del joven saltando con ímpetu en la Plaza de la Revolución con José Martí detrás. ¿Quién dijo que la juventud cubana está perdida? Lo veía lleno de pretensiones, colmado de sue-ños para su patria:

Somos gente común, el alma de una idea mayor. Pero estamos terriblemente rodeados de personas que se conforman con lo común: escritores de «pocas pala-bras»; abogados de «quizás lo consiga-mos»; zapateros de «dame lo que pue-das»; choferes de «a ver si llego»; profeso-res de «no sé si me entiendes»; niños de «me da la gana»; adolescentes «emergen-tes»; jóvenes de «no me importa nada»; ancianos de «con esto hasta la muerte»; felicidad «entrecomillada»; pasiones «efí-meras»; éxitos «maquillados», y amores «de poco a poco». Cómo hacer un país extraordinario con personas que no se atrevan a serlo. En algún periódico, pron-to, un clasificado dirá: «Se busca gente co-mún que quiera pagar el precio de ser di-ferente (cueste lo que cueste)». CM

gabriel dávalos“La fotografía es un acto de pensamiento”

viaje a la semilla...

La sociedad necesita hoy contar con la belleza del ballet y no solo dentro del teatro. La danza podría brindarle a la sociedad muchísimo más que un entretenimiento artístico: educación, sensibilidad, amor.

© c

orte

sía

del

entr

evis

tad

o

Page 6: La televisión © zardoyas · cambios en la programación de la TV, no he visto esos cambios, todo sigue igual». La lectora realizó este comentario debajo de la entrevista al joven

6

LA CALLEDEL MEDIOMAYO 2012

fotorreportaje «Soy lo que ves»

texto: YULIAT DANAY ACOSTAfotos: GABRIEL DávALOS

Soy lo que ves:Entre equilibrios de caer y de seguirVoy donde sé,A quien me quiera presentir.

inspirado en La esencia de estos versos de la canción del dúo Buena Fe, Gabriel Dávalos tituló su muestra de fotografías alegóri-cas al ballet, «Soy lo que ves». LA CA-LLE DEL MEDIO comparte hoy con sus lectores las instantáneas de es-te joven fotógrafo habanero. CM

grettel morejón

arianni martín y edward gonzález

grettel morejón y amaya rodríguez

marizé fumero

daniela cabrera

claudia garcía

Page 7: La televisión © zardoyas · cambios en la programación de la TV, no he visto esos cambios, todo sigue igual». La lectora realizó este comentario debajo de la entrevista al joven

7

LA CALLEDEL MEDIOMAYO 2012

fotorreportaje«Soy lo que ves»

lisset santander

serafín castro

osiel gounod

wendy cardoso

grettel morejón

amaya rodríguez

dayessi torriente

daniela cabrera

arianni martín

claudia garcía

marizé fumero

daniela cabrera

edward gonzález

Page 8: La televisión © zardoyas · cambios en la programación de la TV, no he visto esos cambios, todo sigue igual». La lectora realizó este comentario debajo de la entrevista al joven

LA CALLEDEL MEDIOMAYO 2012

8

huM

or

EN EL MEDIO DE LA CALLE

a Ca

RGO

DE a

RES

Y za

RDOY

aS

Page 9: La televisión © zardoyas · cambios en la programación de la TV, no he visto esos cambios, todo sigue igual». La lectora realizó este comentario debajo de la entrevista al joven

LA CALLEDEL MEDIOMAYO 2012

huM

or

9

NúME

RO 49,

Mayo

2012

EN EL MEDIODE LA CALLE

Page 10: La televisión © zardoyas · cambios en la programación de la TV, no he visto esos cambios, todo sigue igual». La lectora realizó este comentario debajo de la entrevista al joven

LA CALLEDEL MEDIOMAYO 2012

10

MÚsic

aLILIANA CASANELLACentro de Investigación y Desarrollo de la Música Cubana (CIDMUC)

piensan Los menos conocedores que la actual controversia sobre la cali-dad de las letras de la música popular actual supone un fenómeno nuevo, pro-pio de la contemporaneidad cubana, dis-curso asumido por una «juventud que está perdida» y tantos otros criterios a tenor del género devenido manzana de la discordia en los últimos años: el re-guetón. Sin embargo, este hecho –que por su impacto social no puede ser des-conocido– no es nada simple. Tras él se enmascaran complejas situaciones so-ciales que en Cuba, también, resultan un indicador de carencias y expectativas en cuanto a comportamientos, códigos y significaciones se refiere.

La polémica acerca de la vulgaridad o no de las letras de la música popular se remonta a fechas tan lejanas como el siglo XVIII. El cronista Buenaventura Ferrer dedicó espacio al tema de las le-tras de la música popular en las páginas de El Regañón de La Havana, en este caso, sobre las músicas que se adueñaban de la ciudad durante la celebración de las Pascuas:

«lo que me ha incomodado más […] ha si-do la libertad con que se entonan por esas ca-lles y en muchas casas una porción de canta-res donde se ultraja la inocencia, se ofen-

de la moral y se violan las leyes religio-sas y civiles por muchos individuos no solo de la más baja extracción sino también por algunos en quienes se debía suponer una buena crianza. La poesía pues que se emplea en las canciones de esta especie, acompaña-da de un tono fastidioso, a pesar de ser la más soez, insolente y sin gracia alguna sirve de diversión a muchos y muchas aun las muy honradas que las oyen con indecible gusto y sin el menor escrúpulo de conciencia. Es in-calculable lo que cunden estos cantares que no tienen más mérito ni aliciente que el de las indecencias en que van envueltos y este ja-más podrá serlo sino para las almas entera-mente corrompidas y entregadas al vicio y al abandono de todo pudor.

»¿Cómo es posible que haya quien guste de oír cantar La morena que es la canción menos mala quizás de cuantas corren por ahí en la boca del vulgo? Ni a la más baja ple-be puede causar placer el contenido de sus versos que es una insulsa y chabacana pro-ducción, ni menos la música que es una grandísima friolera sin estilo ni gracia algu-na. ¿Qué diré pues de un desgraciadísimo Cachirulo donde se oyen unas coplas del Padre Pando de la Beata y otras llenas de las mayores obscenidades? ¿Qué diré de La guavina que en boca de los que la cantan sa-be a cuantas cosas puercas, indecentes y majaderas se pueda pensar? ¿Qué diré de La matraca, del Cuando, de La cucaracha y últimamente del Que toquen la zaram-bundia donde en nombre de Fr. Juan de la gorda manzana se refieren y pintan las co-sas más deshonestas y escandalosas del mun-do? No se necesita más que oír todas estas to-nadas y sus versos para encontrar en ellas la obscenidad más torpe y la invención más propia para provocar al desenfreno y la prostitución de las pasiones que, bien re-gidas, harían la dicha de la sociedad.1

Este extenso fragmento parece ha-cerse eco de las actuales protestas y es que, en todas las épocas, la preocupa-ción por la incidencia de la música po-pular en el comportamiento social ha si-do una constante y así ha quedado re-gistrada en la prensa y otras publicacio-nes. Sin embargo, deben tenerse en cuenta muchos elementos antes de em-prender una cruzada al respecto, y si bien pudiera parecer elemental, aquel refrán que asevera que «en materia de gustos no hay nada escrito» refrenda una verdad irrefutable. Cada tipo de música tiene un público específico que la consume y que ve significadas en ellas sus particulares experiencias de vida, que pueden ser compartidas por un nú-mero más o menos amplio de grupos humanos.

Se argumenta que las letras de hoy son peores que las de ayer…, de igual modo se opinaba en la década de 1920, y en la de 1940, y en la de 1980… Siempre se ha cuestionado el elemento trasgre-sor de los cánones construidos y decons-truidos históricamente en las manifes-taciones populares. Reitero que una mi-

rada a épocas pasadas permite confir-mar que lo que sucede no es nuevo en modo alguno. Para ello léanse los jui-cios del compositor Eduardo Sánchez de Fuentes cuando, en 1937, plantea en su conferencia dictada en la Academia Na-cional de Artes y Letras, dedicada ex-presamente a «La letra en nuestras can-ciones».

«En un principio, según el historiador La Torre, la letra de las canciones era del peor gusto, alcanzando una libertad censurable. En nuestra última disertación sobre la música cubana, nos lamentábamos de que en la hora de ahora diésemos de im-proviso ese salto atrás, escribiendo letrillas chocarreras, nacidas en el arroyo y que empequeñecen nuestro acervo vernácu-lo, tales como las de algunos sones que se oyen cantar por la radio y cuya difusión el Gobierno debiera impedir. Lo que quiere de-cir que en todos los tiempos hemos pade-cido del mismo mal.2»

Sirvan también como ejemplo los si-guientes fragmentos tomados del libro Hablar sobre el hablar, publicado en 1979 y que recoge criterios de especialistas y gente común acerca del habla popular cubana por esos años. Observe el lector cómo el tema de la difusión en los me-dios, la proyección escénica y la preocu-pación por el impacto social están pre-sentes en los fragmentos aquí citados:

Elige tú, critico yo

© zardoyas

Page 11: La televisión © zardoyas · cambios en la programación de la TV, no he visto esos cambios, todo sigue igual». La lectora realizó este comentario debajo de la entrevista al joven

LA CALLEDEL MEDIOMAYO 2012

11

MÚsic

a

Para bien o para mal, la televisión crea «héroes», y debemos ser más exigentes a la hora de que alguien lo sea por medio de la pe-queña pantalla. Ese poder no se le puede en-tregar a los «aseres». ¿Quiere algo más cha-bacano y contrario a la moral socialista que aquella cancioncita titulada Ese atre-vimiento? ¡Ahí no hacen falta encuestas pe-riodísticas para determinar que la letra es machista al ciento por ciento. Sin embargo, los Irakere la gritaron hasta desgañitarse por radio y televisión. Otro caso similar es Ti-burón.3 Utiliza sombreros de importación y no se los quita ni cuando el público lo aplau-de [...] Claro que la cosa no se circunscribe al sombrero de los «aseres»; los cantantes de esa «onda» llevan también sus camisas abiertas y, de paso, muestran en sus «cuellitos» cade-nitas de oro (made in...) o «monos» deporti-vos de la marca... (¿Les pagarán por la propaganda?).4

[...]«No solamente son esas canciones y algu-

nos programas de radio y televisión; no solo hay en ellas chabacanería y mal gusto; también hay un segundo sentido, un doble sentido, que hace más vulgar la canción y es, precisamente la frase que más se repite, en la que más el cantante hace énfasis y propaga a toda voz: sandungueraaa, que te vas por encima del nivel. ¿Qué gusto satisfacen esas canciones? ¿A quién van dirigidas?5»

Una década más tarde, con el boom de la timba, muchas publicaciones, de gran circulación y aceptación en el gran público, coadyuvaron en mucho a cano-nizar las letras de este género como vul-gares y chabacanas, hecho que si bien tuvo exponentes con esas característi-cas, resulta coherente con la tradición, y también se impugnó la elección de de-terminados conflictos temáticos condi-cionados –obviamente– por la realidad en que vivían creadores y audiencias. Con ello se desconocía la función social protagónica que asumió este tipo de música durante esa década, devenida instrumento de catarsis para el público que asistía a los bailables populares y, a la vez, portavoz de los más urgentes con-flictos de la Cuba finisecular.

La visión del entorno que aparece en las letras de estas músicas no es privati-va de un estilo específico, sino que se hace extensiva a toda una filosofía po-pular, muestra y resultado de todo un proceso de trasformaciones gestadas en el orden social como consecuencia de la ruptura o aceptación de determinados patrones establecidos para la conviven-cia humana y asimilados por el cubano promedio. A mi juicio, estos textos (en su sentido más amplio) constituyen una alerta acerca de los entresijos cada vez más complejos de la sociedad actual, donde el mercado impone muchos pará-metros de consumo, pero también de crítica, y se realizan arbitrarias califica-ciones acerca de lo «bueno» o lo «malo» de aquellas manifestaciones de la cultu-ra o contracultura de ámbitos de consu-mo más restringidos. ¿Bueno o malo pa-ra quién? ¿Por qué debe existir un con-senso en cuanto al gusto musical? No se puede ejercer una crítica excluyente y pedir que el consumo musical sea ciento por ciento inclusivo.

En todo momento histórico han pre-valecido determinados códigos éticos y estéticos y a ellos responde la creación y la crítica que se emite sobre el arte que activamente los refleja. Los límites entre lo vulgar y lo popular se hacen cada vez más borrosos, y como dijera el musicó-logo chileno Juan Pablo González: «cual-quier juicio valorativo generalmente nos di-

ce más de quien opina y los conceptos y el lugar desde donde ofrece su discurso, que sobre lo que nos quiso decir respecto de la música».6

Por eso quiero aprovechar este es-pacio para recordar también las pala-bras del sabio humanista cubano don Fernando Ortiz, quien en la década de 1950 alertaba sobre la necesidad de ob-servar estos fenómenos de manera in-tegradora, premisa que de haber sido atendida mucho hubiera contribuido a modificar determinados criterios acer-ca del fenómeno que aquí se trata.

«El estudio de la música […] como el de todo hecho social, exige la consideración detenida y en su integridad del ambiente humano en que se forma y de los elementos culturales que en ella se refunden. Olvi-darlos ha llevado casi siempre a inacepta-bles simplismos, a disparatados criterios y a concebir la historia de la música popular de Cuba como una relación biográfica de músicos y un catálogo cronológico de sus composiciones, sin referencia a los muy complejos factores humanos que la hicie-ron germinar, crecer y dar frutos diversos según los tiempos, las sustancias que ali-mentaron sus raíces y las brisas o ráfagas que movieron su follaje.»7

¿Existen términos vulgares en las letras de la música popular? Sí. ¿Exis-ten prácticas musicales no canónicas? Sí. ¿Tienen los medios de difusión la prerrogativa de promover aquellas músicas que responden a los precep-tos de su política cultural? Sí. Pero también al ser humano le asiste el de-recho de consumir aquello que, en ma-teria cultural, satisface sus necesida-des, esté de acuerdo o no con la regla general, siempre que no afecte las ele-mentales normas de convivencia que se pueden hacer cumplir de los modos más variados.

Ahora bien, las causas de malesta-res e indignaciones más o menos sus-tentadas en las diversas tribunas tienen como detonante conductas que hoy for-man parte habitual de una indisciplina social creciente, la cual tampoco es pri-vativa de la Cuba contemporánea, sino que se refleja de disímiles maneras en los más diversos entornos. De esto dan fe noticias del ciberespacio relaciona-das con lo que se considera música vul-gar y hasta la toma de medidas en algu-nos países para tratar de frenar un pro-ceso que para su criterio resulta alta-mente pernicioso. Léanse como ejem-plos la presión en Cartagena por hacer cumplir una ley para «evitar la incita-ción a comportamientos groseros e in-tolerantes, la drogadicción o la divulga-ción de mensajes sin miramientos algu-nos, atentando contra el pudor o nor-mas de buen comportamiento en la so-ciedad, en particular, referidas a la drogadicción y al sexo. Los extremos a los que han llegado las letras de mu-chas de las canciones populares, moti-va una acción de cumplimiento a la ley como freno al desbordado uso de tér-minos ofensivos»;8 y el hecho de que en China se haya establecido una comisión censora encargada de dar el visto bue-no a todo lo que se difunde en los me-dios masivos en materia de música po-pular, ya sea nacional o de otras áreas geográficas.9

Estos artículos, como en los que sis-temáticamente han aparecido en la es-cena cubana provocados en la contem-poraneidad por el reguetón –y anterior-mente por la timba, el son, la guaracha y hasta el danzón– se preocupan por la

repercusión de estos mensajes en el pú-blico que los consume, en especial el más joven, pero olvidan preguntar cuá-les son las causas que propician tales gustos y preferencias. Al menos en el en-torno cubano, el consumo de estas mú-sicas no se homologa a determinados grupos sociales ni tampoco es indicati-vo de conductas marginales en su acep-ción canónica. Tampoco se establecen las necesarias diferenciaciones entre va-rios tipos de reguetón –solo por ejempli-ficar con el género que protagoniza el espacio sonoro del momento– pues no todas las piezas adscritas a esta especie musical tributan a un lenguaje conside-rado soez y descarnado, cuyo tema fun-damental se constriñe al hecho sexual. De hecho, existen muchos modos de acercarse a un mismo género en depen-dencia del talento y las expectativas de creadores, intérpretes y consumidores que no pueden ser desconocidas por quienes tienen la responsabilidad histó-rica de plasmar en blanco y negro sus juicios de valor acerca de estos temas.

Cada ser humano tiene el derecho de escuchar la música que prefiere, pero eso sí, existen códigos de comporta-miento que involucran a sus semejantes y les convierten en receptores involunta-rios de una manifestación artística de un alcance social mucho mayor que la literatura o las artes plásticas, en el sen-tido de que se escoge por decisión pro-pia la lectura de un libro, la compra de un cuadro o la asistencia a una instala-ción, pero en el caso de la música, exis-ten prácticas sociales que inundan sin previo acuerdo el espacio sonoro y se convierten en un acto agresivo sea cual fuere el género musical que se imponga, pues el mismo efecto lo produce el re-guetón que la música académica o de concierto fuera de un entorno convenia-do y apto para su consumo. Cada cosa en su momento y lugar.

Los medios de difusión permanecen en el punto de mira de fanáticos y detrac-tores. Unos exigen que se ofrezca un es-pacio a todas las expresiones musicales; otros, que esa posibilidad se limite a las que no resulten ofensivas desde el punto de vista ético. Lo cierto es que como polí-tica cultural, las instituciones se reservan el derecho de difundir lo que consideran pertinente; de hecho, no creo que en el país se radien o televisen temas con un lenguaje que trasgreda las normas lin-güísticas estandarizadas, salvo alguna que otra excepción fustigada hasta la sa-ciedad. Entonces, el consumo de este tipo de música se realiza de forma voluntaria por aquellos que deciden invertir su di-nero en la compra de fonogramas comer-cializados en las redes alternativas de co-mercio –ya legalizadas en Cuba. Algunos no encuentran objetable utilizar estas músicas para amenizar fiestas infantiles o actividades escolares, y las imponen desde sus propios espacios (casas, trans-portes privados, etc.) ¿Molestan a quie-nes no comparten sus preferencias? Cier-to, también lo hacen quienes utilizan hoy céntricas calles de la ciudad como baños públicos en cualquier horario; quienes las convierten en vertederos; los que in-vaden espacios privados con sus comer-cios, aquellos que consideran particula-res, áreas comunes de edificios multifa-miliares… y así sucesivamente hasta en-grosar una larga lista de contravenciones que no existirían de hacerse cumplir las legislaciones existentes.

La creación musical popular, como constructo activo del acontecer social, y

con una función de divertimento, baila-ble y de crónica muy bien definida, no puede existir al margen de la evolución sociolingüística. El lenguaje se libera en los contextos más populares, en los bai-les de barrio, se nutre de términos calle-jeros, de doble sentido, picantes, sensua-les, lo cual da pie a la existencia de obras musicales de índole diversa, cuyo léxico y modo de aproximación al acontecer cotidiano ha sido cuestionado por diver-sos motivos, y sufrido una censura me-diática que, en algunos momentos histó-ricos, ha servido para invisibilizar, ani-quilar y poner fuera del lugar de escucha determinados conflictos sociales, aun-que lógicamente, estos no han desapare-cido y hayan encontrado otras formas de manifestarse.

La respuesta no está en prohibir el reguetón o el género musical de turno, pues nunca la censura a ultranza obtuvo buenos resultados, más bien, exacerbó el consumo underground de lo prohibido que, en la mayoría de los casos, terminó por ser legitimado en momentos poste-riores. Las causas de estos comporta-mientos hay que buscarlas con el im-prescindible entrecruce de las herra-mientas que ofrecen las disciplinas de las ciencias sociales. La sociología debe indagar por qué un segmento social pre-fiere crear/escuchar este tipo de texto, o ignorarlo en pos de un mero disfrute musical, en vez de atender a otros con diferente grado de elaboración; a los musicólogos les corresponde analizar cómo la música los canaliza, significa y construye; a los lingüistas, visibilizar las diferencias entre lo vulgar y lo popular; a los periodistas, acceder a la informa-ción especializada de manera integral para no establecer falsos paradigmas y juicios de valor que creen estados de opinión que silencien o aniquilen mani-festaciones culturales, sean o no las de nuestra preferencia, pero que existen y deben ser observadas y estudiadas para dar respuesta a los conflictos que impo-ne la cotidianidad. CM

1 El regañón de La Havana y El nuevo Regañón de La Havana, martes, 20 de enero de 1801, pp. 117-120.

2 Viejos ritmos cubanos; la letra en nuestras canciones. Academia Nacional de Artes y Letras, La Habana, 1937, p. 8.

3 Se refiere al cantante sonero Tiburón Mo-rales, voz líder del conjunto santiaguero Son 14.

4 Alexis Schlachter (periodista): «Cosqui-llas a los aseres», en Mirta Rodríguez Cal-derón: Hablar sobre el hablar. Ed. Ciencias Sociales, La Habana, 1985, pp. 143-145.

5 «Un segundo sentido» (opinión de Alber-to Rodríguez Poyato, de Lawton, Ciudad de La Habana). Ibídem, pp. 150-151. Se re-fiere al tema de Los Van Van, Por encima del nivel, conocido popularmente como Sandunguera.

6 Liliana González Moreno: «Cartografía de enfoques de la música popular en la América Latina y Cuba desde la proble-mática de los juicios estéticos», en Boletín Música (La Habana), No. 25, julio-diciem-bre de 2009, p. 53.

7 Africanía de la música folklórica de Cuba, Editora Universitaria, La Habana, 1965, p. XVII.

8 «Ley para música vulgar», en http://www.vamosaandar.com/2011/04/13/ley-para-musica-vulgar/on line.

9 «China quiere eliminar música ‘vulgar’», en www.eluniversal.com.mx/notas/625819.html. EFE, El Universal, Pekín, China, vier-nes 11 de septiembre de 2009, on line.

Page 12: La televisión © zardoyas · cambios en la programación de la TV, no he visto esos cambios, todo sigue igual». La lectora realizó este comentario debajo de la entrevista al joven

1 2 3 4 5

Los bateadores más

LA CALLEDEL MEDIOMAYO 2012

deporte

12

yA sAbeMos –si bien es asignatura pendiente para va-rios directores empecinados en triunfar mediante estaca-zos descomunales de sus bateadores y velocidad supersó-nica de los serpentineros– que el béisbol es una manifesta-ción atlética en la que cada pieza del conjunto comple-menta al resto del engranaje. Su esencia, no lo dude nadie, radica en la sincronización de los integrantes de la escua-dra en los diferentes aspectos de juego. Para obtener la vic-

toria en él, más que el estrellato parcelado en algún pilar de este deporte –nunca he respaldado que el pitcheo sea el 75% del choque, aunque tal área constituya piedra angu-lar del rompecabezas–, es imprescindible alcanzar corre-laciones cimeras entre cada faceta dentro del diamante. La pelota posee tal belleza que no puede reducirse exclusi-vamente a conexiones por encima de las cercas o a actua-ciones impecables desde la colina de los martirios.

Dicho esto les proponemos contemplar a los pelo-teros más útiles con el madero para sus elencos, em-pleando para la selección el coeficiente del Bateo In-tegral y Oportuno para el Equipo (BIOPE), igualmen-te conocido por sus siglas en inglés de OIP. La mayo-ría de estos hombres aparecerán en el Todos Estrellas que se elija cuando la contienda haya llegado a su epílogo.

José Dariel Abreu Correa no. 79

edad: 25 añosbatea: derechatira: derechaseries nacionales: 9peso: 115 kgtalla: 1.90 mmunicipio: cruceshits: 111 ave: 394 oip: 888

Algunos escépticos pensaron que los dígitos galácticos conse-guidos en el 2011 por Pito eran obra de la Mizuno 150. Estuvo tan desbordado el sureño en la Serie 50 que implantó marca planetaria para cualquier cir-cuito –con más de 200 turnos oficiales– en cuanto a frecuen-cia de cuadrangulares, al conec-tar 33 vuelacercas en 212 visitas al plato. De esa manera envió una pelota a la calle cada 6,42 VB, con lo que supera la periodi-cidad obtenida por Barry Bonds en el 2001 con los Gigantes de San Francisco de la Liga Nacio-nal, de 6,52 debido a sus 73 esta-cazos en 476 turnos. La repre-sentación presente confirma que el inicialista de los Elefantes es uno de los tres sluggers más temidos del último cuatrienio, al que todavía le falta abrir, con toda la potencia de sus muñecas, las turbinas a nivel internacio-nal. Ausentarse del último cho-que del calendario regular le im-pidió convertirse en el cuarto hombre con más de 100 impulsa-das en una temporada (finalizó con 99), escoltando las 111 de Bell en la 47, las 105 de Yulieski en la 49, y las de Despaigne este año. Tuvo un porcentaje de embasado estratosférico de 542.

Alfredo Despaigne Rodríguez no. 54

edad: 25 añosbatea: derechatira: derechaseries nacionales: 8peso: 92 kgtalla: 1.74 mmunicipio: contramaestre hits: 112 ave: 326 oip: 819

El performance del Alazán Ma-yor desde la Serie 48 resulta sim-plemente fenomenal. Creo que los parciales santiagueros que abarrotan cada mañana la em-blemática Plaza de Marte, ja-más se resignarán –como no lo hicieron nunca los fanáticos de Boston cuando Babe Ruth fue traspasado, con posterioridad a la temporada de 1919, a los ar-chirrivales Bombarderos del Bronx neoyorquino– al hecho de que Alfredo no vista la fra-nela roja y blanca. Por fortuna para el béisbol cubano, la Ciu-dad Monumento acogió como hijo adoptivo al joven de Con-tramaestre, marginado en las categorías menores en su terru-ño natal, supuestamente por su baja estatura. Estoy seguro que aquellos técnicos apreciaron su error con especial nitidez, al ob-servar a Despaigne establecer en el 2009, a sus 23 abriles, la imborrable plusmarca para Co-pas del Mundo de 11 bambina-zos. Su cota de 36 cuadrangula-res está en peligro (si se mantie-ne el formato actual de la Serie), entre otras razones por su cons-tante capacidad de superar la frecuencia de despachar bolas por encima de las bardas. Los cinco macanazos que consiguió frente a Villa Clara y Ciego de Ávila en los play off elevaron su producción de jonrones a 41. De esta forma se erigió en el quinto bateador con más de cuatro de-cenas de estacazos supremos en un año beisbolero, ya que antes lo alcanzaron Orestes Kinde-lán, Romelio Martínez, Pedro José Rodríguez y Joan Carlos Pedroso.

Alexei Bell Quintero no. 88

edad: 28batea: derechatira: derechaseries nacionales: 11peso: 81 kgtalla: 1. 73 m municipio: santiago de cubahits: 91 ave: 327 oip: 751

En lo personal no albergo dudas de que Bell ha sido, durante las últimas contiendas, uno de los cinco peloteros más completos de la pelota cubana. Portador de to-das las herramientas que buscan los entrenadores en los jóvenes para convertirlos en estrellas, ha conquistado guarismos de exce-lencia en cada faceta de juego. Al-gunos escépticos creyeron que su récord de 31 bambinazos en la 47 Serie, unido al de impulsadas an-tes mencionado, fueron aconteci-mientos fortuitos. El muchacho del Caney se ha encargado de acallar tales predicciones con su desempeño en los diamantes. Sus 18 jonrones y 16 bases robadas lo consolidan como uno de los de mayor habilidad en ambos casi-lleros. Tengo expectación por el duelo planteado en ese sentido con Yulieski –apenas divulgado por otros colegas– de ver quién arriba primero al club de los 200 cuadrangulares y 200 almohadi-llas estafadas. El santiaguero acu-mula, en 11 Series, 140 HR y 120 BR; mientras el espirituano ate-sora, en igual cantidad de eventos que el oriental, 233 HR y 119 BR. A tan selecta asociación solo per-tenecen en nuestros predios Víc-tor Mesa y Omar Linares.

Yulieski Gourriel Castillono. 10

edad: 27batea: derechatira: derechaseries nacionales: 11peso: 86 kgtalla: 1.83 mmunicipio: sancti spíritus hits: 104 ave: 324 oip: 732

Los guarismos del Fenómeno Gourriel, año por año, son in-discutiblemente los más relu-cientes de la pelota antillana. Como demostramos hace unos meses en estas páginas es, junto al Niño Linares, el que mejor pri-mera década consiguió en la his-toria del béisbol de casa. Si co-mo esperamos se mantiene sa-no en las próximas diez contien-das, quebrará prácticamente to-dos los récords del archipiélago, poniéndole de paso la tarea difí-cil a Despaigne, que es el otro con similar proyección. Haber recuperado el embullo por el ro-bo de bases, como manera diná-mica de ayudar a su elenco, fue una de sus grandes conquistas de estos meses. Tiene tal facili-dad para arribar safe al próximo cojín mediante la velocidad de sus piernas, que ancla quieto el 76,28% de las veces que lo inten-ta, por mucho el de mayor efec-tividad de todos los tiempos en los torneos domésticos. Con 85 impulsadas y 22 jonrones se co-locó tercero en los dos departa-mentos, a continuación de Des-paigne y José Dariel.

Yurisbel Gracial García No. 47

edad: 26batea: derechatira: derechaseries nacionales: 3peso: 82 kgtalla: 1.73 mmunicipio: limonarhits: 115 ave: 328 oip: 654

El antesalista yumurino se con-virtió en uno de los pilares de la armada comandada por el Ma-go Víctor Mesa. Quizás a una parte del público le llame la atención el escaño que ganó dentro de este ranking (especial-mente teniendo en cuenta que los peloteros matanceros eran prácticamente desconocidos pa-ra la inmensa mayoría de la afi-ción), pero los que seguimos es-te deporte comprendimos desde la Serie 50, apenas su segunda incursión, que nos encontrába-mos ante un portento beisbole-ro. Baste decir que en la cam-paña pasada despachó 20 cua-drangulares. En la presente ano-tó 84 carreras, tercero entre to-dos los concursantes, impulsó 68, conectó 15 palos de vuelta completa, recibió 49 pasaportes, estafó 12 bases, remolcó al 30,82% de los corredores que en-contró en posición anotadora –subtitular en el rubro dentro de esta relación de vanguardia por delante de Abreu, Despaig-ne, Malleta, Rusney y otros mu-chos que no llegaron al 27,5%–, y por si fuera poco bateó solo en seis ocasiones para doble play en 410 comparecencias al plato. La etapa más reciente de su forma-ción como atleta no la realizó dentro de la denominada pirá-mide de alto rendimiento, ya que se graduó de uno de nues-tros prestigiosos centros de en-señanza militar de nivel supe-rior. Debe ser llamado a uno de los equipos que nos represente en los diversos torneos interna-cionales convocados.

H. ROMO SIGLER

© a

rch

ivo

Page 13: La televisión © zardoyas · cambios en la programación de la TV, no he visto esos cambios, todo sigue igual». La lectora realizó este comentario debajo de la entrevista al joven

96 7integrales de la Serie 51Yasiel Santoya Zulueta No. 24

edad: 25 añosbatea: derechatira: derechaseries nacionales: 8peso: 81 kgtalla: 1.85 mmunicipio: cabaiguánhits: 57 ave: 331 oip: 650

El espirituano devenido matan-cero no acumuló las compare-cencias exigidas para optar por los lideratos ofensivos, no obs-tante decidimos incluirlo debido a que tuvo la nada despreciable cifra de 200 presentaciones en el home, y porque su cierre arrolla-dor resultó vital para que la no-vena que lo acogió clasificara por primera vez en 20 años a la pos-temporada. Víctor confió siem-pre en sus potencialidades, de las que solo exhibió destellos en su terruño natal al verse imposibili-tado de desempeñarse como ti-tular en la formación de los yaya-beros, cuajados de figuras esta-blecidas. Con la mitad de los tur-nos acopiados por la mayor parte de los peloteros, Santoya impul-só 49 carreras y anotó 29, debido sobre todo a los 24 extrabases co-nectados, nueve de ellos cuadran-gulares. Remolcó a sus compañe-ros con efectividad incompara-ble, al extremo de que el 33,73% de ellos lo agasajaron al retornar al dogaut. Su biangular en el sép-timo partido frente a su coterrá-neo Ismel Jiménez (envuelto en una campaña de ensueño en la que consiguió 19 victorias), a la postre significó el paso de los de la Atenas de Cuba a la semifinal ante Industriales. Su bambinazo de tres carreras en el cierre del primer episodio del sexto cho-que con los azules, descifrando un envío del zurdo de La Lisa Ian Rendón, prendió la llama para que los inquilinos del Victoria de Girón sintieran que la porfía an-te los capitalinos se extendía al último capítulo, la noche siguien-te. Convertido ahora en inicialis-ta (en la nómina de procedencia actuaba como guardabosque), parece destinado a establecerse como cuarto bate de los Cocodri-los. En siete campañas con los Gallos apenas tuvo pálido avera-ge de 241, resultado de 122 inatra-pables en 506 veces al bate. En to-do ese tiempo solo pudo conec-tar 30 extrabases; 11 de ellos cua-drangulares.

LA CALLEDEL MEDIOMAYO 2012

13

deporte

Merecen asimismo agasajo por las extraordinarias contri-buciones con el madero para sus respectivas camisetas, el tunero Danel Castro (619), el granmense Yordanis Samón (595), el matancero Yadiel Hernández (595), el holguinero Yordan Manduley (594), el inicialista de los Leñadores Joan Carlos Pedroso (581), el también tunero Alexander Guerrero (564), el yumurino Ariel Sánchez (560), el haba-nero Irait Chirino (560), el villaclareño Ramón Lunar (556), el industrialista Rudy Reyes (542), el santiaguero Luis Yander Lao (538) y el capitalino Yasmani Tomás (538).

nota: El average incluido es el de la campaña regular recién concluida. De igual manera, la temporada que todavía no conoce un campeón está recogida en el número de Series jugadas.

Héctor Olivera AmaroNo. 12.

edad: 26 batea: derechatira: derechaseries nacionales: 9 peso: 88 kgtalla: 1.87 mmunicipio: santiago de cubahits: 73 ave: 341 oip: 645

Desde que debutó, todos supi-mos que teníamos delante a un extraclase. Contradictoriamen-te la lesión que lo aquejó duran-te sus últimas incursiones inter-nacionales, lo llevó en la prime-ra mitad de la porfía a aumentar su bateo de largo alcance, a par-tir de brindarle mayor atención al trabajo con las pesas. Desa-fortunadamente una lesión lo alejó de la justa cuando aún su elenco no tenía seguro el boleto a la fiesta conclusiva del campeo-nato. Con Olivera a plenitud, uni-do claro está al aporte de Reuti-lio y Navas, igualmente con do-lencias físicas impostergables (Hurtado fue llevado incluso al quirófano por una fractura en una de sus manos), de seguro las Avispas santiagueras habrí-an picado en la espectacular rec-ta final que estamos disfrutan-do. Al espigado camarero lo ne-cesitamos totalmente restableci-do de cara al III Clásico Mun-dial, a efectuarse el venidero mes de marzo. Es un felino en el corrido de las bases, a pesar de que históricamente no explota esa velocidad en el robo de al-mohadillas.

Rusney Castillo PerazaNo. 38

edad: 24 añosbatea: derechatira: derechaseries nacionales: 4peso: 80 kgtalla: 1.78 mmunicipio: ciego de ávila hits: 125 ave: 332 oip: 643

El de la tierra de la piña demos-tró que su descollante actua-ción en la Copa del Mundo de Panamá, en octubre pasado, nada tuvo que ver con el azar. A fuerza de una explosividad a la que desafortunadamente no hemos estado acostumbrados desde hace varios años, Rusney es ahora mismo uno de los pe-loteros más versátiles del país. A la altura de su cuarta incur-sión en el principal evento ho-gareño se le aprecian poquísi-mas lagunas en su desenvolvi-miento dentro de las dos líneas de cal. La más llamativa de ellas es que se poncha más que las transferencias que recibe (32 BB x 42 K). En todos los demás aspectos brilló con luz propia, expresión de las 205 bases que recorrió con sus batazos, 46 de ellos extrabases, incluidas 16 películas de largo metraje. Sus conexiones propiciaron en 21 oportunidades que su equipo empatara el cotejo o tomara la delantera en el marcador. Fue el único de esta decena de lujo con porcentaje de embasado in-ferior a 400, pues su OBP que-dó en 395. Ojalá que el incre-mento de pelotas que dispare por encima de las cercas no lo haga abandonar el juego alegre que lo ha transformado en es-telar.

Guillermo Heredia Molina No. 54

edad: 21 añosbatea: derechatira: zurdaseries nacionales: 3peso: 73 kgtalla: 1.77 mmunicipio: matanzashits: 125 ave: 343 oip: 636

Quizás muchos consideren que es muy temprano para estable-cer analogías de esa enverga-dura (otros dirán que estoy ba-jo el influjo de la Explosión Na-ranja-Roja), pero lo cierto es que Guillermo Heredia repre-senta uno de los más cercanos émulos de don Víctor Mesa Martínez que hemos tenido desde que el incomparable cen-ter field dejara de calzar sus spikes. Al inicio de la prepara-ción no estaba claro que juga-ría como regular, sin embargo, el Ídolo de Sitiecito le otorgó toda su confianza al colocarlo como patrullero central y hombre proa. El ex integrante de nues-tra escuadra nacional juvenil no lo defraudó con su desenvol-vimiento compacto de princi-pio a fin del certamen. Sus 91 carreras anotadas lo situaron en la cúspide de este importan-tísimo renglón. Consiguió 38 extrabases, 10 de ellos jonro-nes. Quizás solo Víctor vaticinó que el movimiento de Heredia, y la ubicación de Ariel Sánchez en el segundo puesto del line up –defendiendo el hijo de Arturo la pradera izquierda–, transfi-gurarían al dúo en el mejor one-two de la presente Serie. A los que piensen que exagero otor-gándoles tal distinción por de-lante de Irait Chirino y Juan Carlos Torriente, les diré que los matanceros aventajan a los capitalinos, entre otros dígitos, en anotadas (158 x 124); impul-sadas (112 x 78); extrabases (74 x 55); cuadrangulares (20 x 8); veces en que impulsaron el em-pate o la ventaja (22 x 18); bases recorridas (363 x 298); bases por bolas (94 x 77) y corredores im-pulsados en posición anotado-ra (74 x 59). El imberbe mucha-cho de la Ciudad de los Puentes tiene, sin embargo, que pulir varias asperezas, una de ellas la poca efectividad en el robo de bases. Al igual que sucede con Liván Monteagudo, repre-sentan una rareza en ese senti-do, batea a la derecha, aunque su mano de lanzar es la izquier-da. Está llamado a custodiar una de las praderas en la selec-ción que defienda nuestros colo-res en el IV Clásico Mundial, a efectuarse en el 2017.

Alexander Malleta Kerr No. 55

edad: 35 añosbatea: zurdatira: zurdaseries nacionales: 15peso: 98 kgtalla: 1.86 mmunicipio: playahits: 91 ave: 288 oip: 625

El fornido defensor del primer cojín cumplió el lunes 20 de fe-brero (coincidentemente la fecha de inauguración del Victoria de Girón), igual número de onomás-ticos que el Palacio de los Coco-drilos: 35 años de edad. En parti-cular, lo que me llama la aten-ción de Malleta es el desenfado con que está saliendo al terreno, dispuesto no solo a impresionar con la fortaleza de sus conexio-nes. Una prueba de ello es que solo 14 de sus 34 extrabases fue-ron cuadrangulares. Tuvo desde la arrancada vista de águila en el rectángulo ofensivo, lo que le permitió negociar 90 boletos de libre tránsito encabezando con comodidad esta faceta. Trajo ha-cia el plato 74 carreras y tocó el home en 70 ocasiones. No mu-chos receptores rivales sospe-charon que les saldría al robo, lo que de alguna manera le hizo adoptar esa decisión en 12 mo-mentos diferentes. Demostran-do que desplaza su robusta ana-tomía con velocidad nada des-preciable, llegó a salvo en 8 de ellos. Su probada fama de batea-dor oportuno la refrendó al em-patar el partido, o facilitar la ven-taja, en 21 ocasiones. Lázaro Var-gas comenzó el torneo asignán-dole el tercer turno de la batería, pero más tarde lo colocó como cuarto bate, que es en realidad su posición natural en la alinea-ción. En uno de los momentos de mayor entusiasmo de la Serie, Malleta declaró en el Latino que estaba consciente, al igual que sus compañeros de equipo, de la alta responsabilidad que debía asumir especialmente ante las más jóvenes generaciones de afi-cionados que abarrotaban el Co-loso del Cerro. El Ídolo de Playa se propuso, y lo consiguió con cre-ces, no dejar dudas con respecto a su incorporación al elenco de las cuatro letras, luego de que fuera inexplicablemente desechado de la convocatoria a Panamá y Gua-dalajara.

8 10

© 1

0k

Page 14: La televisión © zardoyas · cambios en la programación de la TV, no he visto esos cambios, todo sigue igual». La lectora realizó este comentario debajo de la entrevista al joven

LA CALLEDEL MEDIOMAYO 2012

14

lecturas

JORGE WEJEBE COBO

en diciembre de 1962 se inauguró en Moscú una primera exposición de arte abstracto; posiblemente, la de más corta duración en la historia del arte moder-no. Bastó que Nikita Jruschov, jefe del Estado soviético en la época y principal invitado, viera la primera obra y dijera irritado: «Obras como estas son comple-tamente ajenas al espíritu de nuestro pueblo. Deberían reflexionar sobre ello los individuos que se dicen pintores, pe-ro hacen cuadros que no se sabe si han sido realizados por la mano del hombre o por la cola de un asno».

Los organizadores, nerviosos, clau-suraron la exposición ese mismo día y los artistas abstractos no pudieron cele-brar con champaña ni posar para los fo-tógrafos. Fueron excluidos de la vida cultural del país.

En la URSS, durante esos años, el ar-te y la literatura que no se rigieran por los cánones del realismo socialista y no sirvieran de ilustración y propaganda, eran considerados expresión de la «cul-tura burguesa decadente de occidente», y en ese concepto fue encasillado el arte abstracto y sus diferentes tendencias.

Del otro lado del Atlántico, en los Es-tados Unidos, el jefe de la CIA, Allen Du-lles, en su recién estrenada sede de Lan-gley, Virginia, seguramente leyó con de-leite los informes provenientes de su centro de inteligencia en Moscú sobre el conflicto entre los artistas y las autori-dades soviéticas, y debió sentirse satis-fecho porque era el único ganador de esas contradicciones.

Pero la CIA no era una pasiva ob-servadora de las deterioradas relacio-nes de los artistas abstractos con el po-der soviético. Había hecho todo lo posi-ble por estimular esos conflictos du-rante más de 10 años desde la época de Joseph Stalin, y tuvo éxito. Aunque sus jefes debieron esforzase en su propio país para llevar adelante una de las más sofisticadas operaciones de guerra cultural, no comprendida tampoco por muchos en Washington.

El propio presidente Harry Truman compartía con su homólogo soviético las críticas a los pintores abstractos nor-teamericanos desde posiciones opues-tas, y en 1948 los llamó «vagos, chiflados modernos». Opinaba que comparar las nuevas obras con la de clásicos como Rubens y Rembrandt, era equiparar a «Cristo con Lenin».

Las razones de DonderoDurante el macarthismo el congre-

sista George Dondero había declarado «que el arte de vanguardia formaba par-te, sencillamente, de una conspiración mundial para debilitar la moral ameri-cana. Todo el arte moderno es comunis-toide», decía.

Los ataques de Dondero influyeron en medios políticos, culturales y de la prensa. En el Congreso se llegó a afir-mar que los artistas ultramodernos eran «armas del Kremlin» y se aseveró que, en ciertos casos, las pinturas abstractas servían para trasladar información de espionaje sobre los puntos débiles de las defensas norteamericanas.

Dondero justificaba sus aprehensio-nes en el hecho de que el arte abstracto había nacido en Rusia, en la época de Lenin, cuando Moscú, además de ser centro mundial del socialismo triunfan-te, era referente de todo lo nuevo. Pinto-res como Cazimir Malaevich, Marc Cha-gall, Vasili Kandinski y Vladimir Tatlin, entre otros, defendían el vanguardismo frente a las normas estéticas caducas y convenciones del «arte burgués». Sin embargo, a partir de finales de la década de 1920 y principios de la siguiente, ya en época de Stalin, cuando el realismo socialista se estableció como tendencia única en la cultura, esas corrientes fue-ron rechazadas por las autoridades so-viéticas. De esa forma se fue apagando la coincidencia del arte moderno con la vanguardia revolucionaria.

Tatlin legaría posiblemente la prue-ba más emblemática del compromiso de la vanguardia artística con el nuevo ré-gimen, al diseñar una torre inclinada, más alta que la parisina Eiffel, que de-nominó III Internacional, la que alberga-ría a la organización que encabezaba Lenin, quien dirigiría –en la imagina-ción del artista–, desde una oficina futu-rista, la revolución mundial que parecía inminente. Sin embargo, la mayoría de esos pintores emigraba con posteriori-dad al exterior por la incomprensión de su arte en la URSS.

En los Estados Unidos, hasta el oca-so del macarthismo a finales de la déca-da de 1950, el arte abstracto fue elimina-do del apoyo oficial para su promoción en el exterior por el Departamento de Estado, y además escritores, artistas y directores de cine fueron perseguidos por ser considerados de izquierda o sim-patizantes del comunismo.

A pesar de ese desfavorable contex-to, la CIA organizó de forma secreta el apoyo y promoción del arte abstracto para oponerlo a la cerrada política cul-tural soviética, dentro de un concepto más amplio de guerra cultural que abar-caba a todas las disciplinas del arte y la literatura.

Allen Dulles era experto en acciones encubiertas y cruentos golpes de Estado a gobiernos considerados como enemi-gos de los Estados Unidos, pero también era un sofisticado contrincante en la guerra psicológica y cultural que produ-cía sus frutos a largo plazo. Apoyaba las observaciones de intelectuales y acadé-micos que en la CIA tenían otras consi-deraciones interesantes sobre la utilidad del arte abstracto en la lucha contra el comunismo.

Donald Jameson, miembro de la CIA, explicó la estrategia de forma prác-tica en relación con el nuevo arte: «Nos habíamos dado cuenta de que era el tipo de arte que menos tenía que ver con el realismo socialista y lo hacía parecer aún más amanerado y rígido y limitado de lo que en realidad era», y agregó que Moscú reaccionaba con violencia con to-do lo que no se adaptara a su política ofi-cial en la cultura, por lo que todo lo que fuera criticado por los soviéticos debía ser apoyado de una forma u otra.

Un arte para el mundo libreLa CIA aplicó el principio de influir

de forma directa, principalmente en los sectores de la cultura norteamericana y europea, con supuestas o reales posicio-nes de izquierda, para implicarlos en sus proyectos y eventos de propaganda antisoviética y estimular la desilusión por la política cultural del campo socia-lista, explotando al máximo sus errores y desviaciones.

Con ese fin fundaron o promovieron una red de instituciones pantalla para sus operaciones, promovieron congre-sos internacionales y sufragaron la ca-rrera o compraron a periodistas, medios e intelectuales, aunque algunos de ellos no fueron conscientes de que estaban siendo utilizados.

A diferencia del espionaje (el espía es consciente de para qué y a quién roba información), en la guerra cultural un intelectual, un artista, o especialista, del que generalmente no se requieren apor-tes secretos, puede llegar a reflejar en sus obras opiniones de impacto social favorables a intereses políticos ajenos, sin saber que es objetivo de sofisticadas formas de influencia, tan diferentes co-mo son los valores, las debilidades o ca-racterísticas psicológicas de cada perso-na, por las que puede ser manipulada. En esa estrategia los estadounidenses fueron muy exitosos.

En una documentada investigación sobre la actividad de la CIA en el medio cultural,1la escritora inglesa Frances Stonor Saunders demuestra que en el Museo de Arte Moderno (MOMA), des-de Nelson Rockefeller hasta importan-tes ejecutivos, galeristas, críticos y fun-cionarios de esa institución y de otras como el Museo Whitney y diversas fun-

daciones en todo el mundo, colaboraron de forma entusiasta, conscientes o no, con los servicios especiales estadouni-denses en la promoción del arte abstrac-to, con el objetivo de ser utilizado en sus acciones de guerra cultural contra la URSS.

Los artistas modernos estadouni-denses como Jackson Pollock, Ashile Gorky y David Smith, considerados por Truman también «como desertores de los pintores de brocha gorda», se colo-can en la cresta de la fama, por derecho propio, pero también impulsados por la fuerte brisa de los intereses de Dulles y sus asesores artísticos.

Los estrategas de la CIA concibieron que además del poder económico y polí-tico, los Estados Unidos requerían de un arte apropiado que reflejase el modo de vida norteamericano y la pujanza de los ideales democráticos para anteponerlos al realismo socialista, y fue la pintura abstracta y sus tendencias modernas el ariete empleado con éxito en la guerra cultural contra el socialismo europeo.

La simple exportación de catálogos de arte moderno y su promoción por cualquier vía hacia la URSS y los países socialistas, se convirtió en un pasatiem-po rutinario de las instituciones cultu-rales vinculadas o no con la CIA, mien-tras las autoridades en esos países se desgastaban en defenderse de la intro-misión de ese supuesto arte decadente capitalista que cada día les interesaba más a los jóvenes creadores del patio.

Otra parte de la tarea la hizo la ma-gia del mercado. Después de la guerra, el comercio del arte –que tenía sus ma-yores circuitos en las ciudades de Euro-pa Occidental, ahora destruidas o para-lizadas por la crisis– se trasladó definiti-vamente a New York, centro de la econo-mía capitalista mundial, lo cual terminó por consolidar la hegemonía norteame-ricana también en el mercado de las obras artísticas.

Durante decenios, hasta finales de los años 80 con el inicio de la perestroika, preludio de la desaparición de la URSS, el arte abstracto se mantuvo fuera de la política oficial en ese país. Sus cultivado-res tenían que conformarse con exponer-los en la semiclandestinidad, en buhardi-llas y casas particulares, y cuando inten-taban hacerlo en público, todo terminaba en escándalos que amplificaba la prensa internacional. De esta forma, además de empobrecer el panorama cultural en esos países, la persecución del arte mo-derno soviético puso también su grano de arena en las graves contradicciones in-ternas y desviaciones que acabaron con el socialismo en el país y en el campo so-cialista.

Las imágenes de la caída del muro de Berlín en 1989 eran acompañadas por las acciones de jóvenes pintores que decoraban los restos de la tapia utiliza-dos además como escenarios o motivos para intervenciones plásticas que cele-braban el acontecimiento. Probable-mente, más de un veterano de la CIA se sintió satisfecho.

Veinte años después, algo similar pe-ro de muy diferente sentido puede verse en las marchas y protestas contra la gue-rra, la tortura en Irak, en los indignados de Europa o de los propios Estados Uni-dos, donde ya no son tan seguros y absolu-tos los controles y manipulaciones del arte establecidos por los servicios norteameri-canos y sus aliados, desde la etapa de la llamada Guerra Fría. CM

1 La CIA y la guerra fría cultural. Ed. Ciencias Sociales, La Habana, 2003.

Jruschov, el arte abstracto y la CIA

© z

ard

oyas

Page 15: La televisión © zardoyas · cambios en la programación de la TV, no he visto esos cambios, todo sigue igual». La lectora realizó este comentario debajo de la entrevista al joven

LA CALLEDEL MEDIOMAYO 2012

Hace unos días mientras almorzaba, un compañero de trabajo me preguntó

cuál era, en mi opinión, el aconteci-miento cultural más importante que se realiza en Cuba. Automática e irreflexivamente le respondí que era la Feria Internacional del Libro, que se hace en todas las provincias del país y a ella asisten miles de cu-banos de todas las edades, a lo que ripostó que él consideraba que era la Serie Nacional de Béisbol.

Meditando al respecto, busqué en Encarta el concepto de cultura y viendo lo ocurrido en la recién fi-nalizada Serie Nacional de Béisbol, en la que brillantemente se coronó el equipo de Ciego de Ávila, tengo que reconocer que mi compañero de trabajo tiene toda la razón. La cultura forma todo lo que implica transformación y seguir un mode-lo de vida.

Recuerdo haber escuchado en una ocasión al Primer Secretario del Parti-do en una provincia afirmar que él atendía directamente al equipo provincial de béis-bol, porque cada vez que ganaban, los ma-cheteros cortaban más caña y se producía más. Esa provincia llegó a producir un mi-llón de toneladas de azúcar, cifra muy aleja-da de lo que hoy produce todo el país.

De ahí que, en medio de todas las transformaciones que emprende Cuba y con las limitaciones económicas que exis-ten, no se puede comprender que la direc-ción del INDER se haya demorado tanto en perfeccionar nuestra Serie Nacional, buscando mantener el espectáculo, a la vez que se eleve el nivel del béisbol con otra serie que concentre la calidad, varian-do incluso la fecha del calendario actual de forma tal que se facilite la participación de uno o más equipos en eventos y topes internacionales.

Por eso, para perfeccionar la calidad del béisbol en Cuba, me atrevo a sugerirle al INDER lo siguiente:

Regresar a la estructura de 16 equipos. Eliminar a Metropolitanos de la Serie Na-cional.

Rectificar la frontera de las zonas, per-mutando a Sancti Spíritus para la zona oriental y a Villa Clara para la zona occi-dental, toda vez que las razones que lleva-ron a tomar esa decisión han desapareci-do. De esta forma, cada zona contaría con 4 equipos fuertes (Ote: Santiago de Cuba, Granma, Ciego de Ávila y Sancti Spíritus; Occ: Villa Clara, Cienfuegos, Industriales y Pinar del Río); 2 equipos que pueden dar batalla e incluso todos ellos han clasifica-do (Ote: Guantánamo y Las Tunas; Occ: Matanzas e Isla de la Juventud); y 2 equi-pos débiles (Ote: Holguín y Camagüey; Occ: Artemisa y Mayabeque).

Disminuir el número de juegos por equipos, de 96 a 75, a razón de subseries de 5 juegos contra cada equipo. Se ahorra-rían todos los gastos en que se incurre en 432 juegos, en comparación con la 51 Serie Nacional (de 1 632 a 1 200 juegos).

Se podría jugar:Subseries de 3 juegos los martes, miér-

coles y jueves, y subseries de 2 juegos los sábados y domingos, con traslado los lu-nes y viernes;

Jugar corrido entre miércoles y domin-go con subseries de 3 juegos los miércoles, jueves y viernes, con traslado entre pro-vincias cercanas los sábados en la mañana

para efectuar subseries de 2 juegos los sá-bados por la noche y domingos en la tar-de. Traslado entre provincias más lejanas los lunes y descanso los martes. De esta forma todos los peloteros jugarían un día a la semana por la noche y se acostumbra-rían al alumbrado.

Mantener los play off de cuartos de fi-nal, semifinal y final, tal y como se juegan actualmente.

Cambiar de fecha la temporada de béisbol. Actualmente se juega entre no-viembre y mayo. Sugiero que se juegue en-tre septiembre y febrero, e iniciar el segun-do domingo de septiembre, se haría el jue-go de las estrellas el fin de semana des-pués del juego 43 para que se tenga en cuenta para las votaciones de las encues-tas los primeros 40 juegos, algo más de la mitad del campeonato. Los cuartos de fi-nal se iniciarían después de las vacaciones de fin de año (en esa semana podrían efec-tuarse juegos que estén pendientes y deci-dan algún clasificado) y la final concluiría en la segunda semana de febrero.

Esta modificación respondería a la po-sibilidad real de que el Campeón Nacional pueda participar en la Serie del Caribe que se realiza en el mes de febrero y para que el equipo nacional se prepare mejor los años que hay Clásico Mundial, los que se efectúan en marzo como todos sabe-mos. Así mismo, se dedicaría un tiempo, entre marzo, abril y principios de mayo, para realizar otro campeonato más corto y de más nivel en el país.

Al concluir la Serie del Caribe o el Clá-sico, el año en el que haya, aprovechando el ahorro de dinero proveniente de los 432 juegos eliminados de la Serie Nacional, más el que se dejó de invertir en los recur-sos (trajes, guantes, gastos en hoteles, transporte, etc.) del equipo 17 que se eli-minó, se puede organizar una serie selec-tiva con 6 equipos, 35 juegos por cada uno (7 contra cada contrario), para un total de 231 juegos (210 del torneo, 14 de semifinal y 7 de final), y se jugaría los mismos días que los acordados para la Serie Nacional (martes, miércoles, jueves, sábados y do-mingos, o miércoles, jueves, viernes, sába-dos por la noche y domingos en la tarde).

Cada equipo tendría 35 integrantes (25 peloteros: 3 receptores, 7 jugadores de cua-dro, 5 jardineros y 10 pitchers, de ellos 5 abridores, 3 relevos intermedios y 2 cerra-dores; 1 director, 2 asistentes, 2 entrenado-res, 1 cargabate, 1 médico, 1 masajista, 1 psicólogo y 1 delegado), que concentre la calidad de nuestro béisbol.

Los equipos para esta serie selectiva podrían ser:Zona oriental:Serranos: Conformado por los mejores pe-

loteros de Guantánamo y Santiago de Cuba.

Mineros: Conformado por los mejores peloteros de Granma, Holguín y Las Tunas.

Granjeros: Conformado por los mejores peloteros de Camagüey, Ciego de Ávila y Sancti Spíritus.

Zona Occidental:Azucareros: Conformado por los mejo-

res peloteros de Villa Clara, Cienfue-gos y Matanzas.

Vegueros: Conformado por los mejores peloteros de Mayabeque, Artemisa y Pinar del Río.

Metropolitanos: Conformado por los mejores peloteros de Industriales e Is-la de la Juventud.

15

LA

ESQ

UIN

Acalie

Nte

El a

COnt

ECim

iEnt

O Cu

ltuR

al m

áS im

pORt

antE

DE

Cuba

Los LecTores opinanescríbanos a: Calle 21 no. 406, Vedado, La Habana, Cuba. cp 10400. email: [email protected]

absoluta. Solo aspiro a generar una polé-mica sobre la cual se propongan ideas que puedan ser utilizadas por los decisores pa-ra hacer cada día más atractivo el mayor acontecimiento cultural de Cuba. De ante-mano les agradezco sus comentarios.

FESAN PÉREZ PÉREZ

Karla y Randy son pareja hace tres años. Desde el ini-cio de su relación iban al ci-

ne, a conciertos, se sentaban en el Malecón a conversar, a compartir con sus amigos, caminaban juntos por las arterias habaneras; llevaban su vida con un matiz romántico pro-pio de los amantes jóvenes, pero a la vez constructivo e interesante.

Sin embargo, hace unos meses a las manos de ambos llegaron unos pequeños artefactos que con solo observarlos producían placer. Hoy, ya no van al cine o al teatro; se sientan en el Malecón, pero no se miran, no hablan; nada más existe ese ingenio que les habla al oído y los posee.

Actualmente, he observado cierta colonización mental por par-te de las tecnologías. Lo común es

ver a muchos jóvenes ir por las calles aje-nos a todo, pendientes solamente a la mú-sica que reproducen sus equipos, viviendo una realidad interior, falsa; sin reparar en el mundo habitual, humano.

Pero no es únicamente esta la tenden-cia vigente, el grado de enajenación es tal, que la mayoría vive solo por ello, atendien-do al último modelo de celulares o compu-tadoras, gastando su vida y juventud en vi-deojuegos de pacotilla, en las mercancías cursis que venden los medios.

¿Sus causas? El desarrollo vertiginoso de las tecnologías, sobre todo de la indus-tria cultural, esa que globaliza estereoti-pos, que alimenta el culto al hombre de éxito, que crea etiquetas en una sociedad de consumo y destierra la realidad a un plano virtual. Las propias crisis cíclicas del capitalismo hacen de estas actitudes un método de respuesta de las personas.

Los días de cine, teatros, conciertos y parrandas con los amigos se han visto des-plazados por ese camarada infiel que arre-bata la experiencia y degrada las relacio-nes interpersonales, el derecho de ser par-te de este y no de ese otro mundo utópico; la capacidad para hacer amigos verdade-ros, no camuflados por la realidad virtual.

Una cosa es cierta, nadie imaginó que un día podríamos comunicarnos con todo el orbe al instante, solo con Internet o la te-lefonía, o que los «polillosos» y enormes archivos se resumieran en una simple PC o que pudiéramos visualizar un hecho de-terminado, ocurrido en cualquier rincón del planeta desde nuestro TV.

Nadie nunca pensó que la inteligencia humana llegaría al punto en que cada día se juegue con los destinos o sencillamente se idee un componente tecnológico más avanzado e inimaginable, pero… ¿su desti-no, finalidad, uso, serán los idóneos? Pue-de el mundo incluso, este terrenal, pender de un hilo «si las manos que lo mueven» no son las indicadas.

Es cierto que el avance es inevitable y estamos obligados a ir a la par de este; pe-ro debemos adaptar las técnicas según nuestras necesidades, no hacer de ello un vicio, algo indispensable para vivir.

La realidad no es la que vemos por la TV o la que venden los medios, sino la que uno experimenta, disfruta o analiza. La vi-da no se resume en una computadora, un buen celular, Tabs, Ipods… La vida es la que aún se está por descubrir.

CAMILA ACOSTA RODRÍGUEZ

1

Los dos primeros de cada zona defi-nen en una semifinal de 7 juegos el que pasa a la final, (también de 7 juegos) para definir el campeón de la serie selectiva, cu-yo equipo podría ser el representante de Cuba en algún torneo internacional como el de Holanda, que se realiza todos los años en Rotterdam o en Haarlem.

Se jugaría en todos los estadios de las cabeceras provinciales, y la sede principal (o sea donde se jueguen más subseries) se-ría la provincia cuyo equipo haya queda-do mejor ubicado en la recién concluida Serie Nacional, de entre las que lo confor-man. Por ejemplo, la sede del equipo Gran-jeros este año sería Ciego de Ávila, aunque se jugarían también subseries en Cama-güey y Sancti Spíritus.

Hay otros asuntos que, en mi opinión, el INDER debe analizar y resolver para seguir mejorando el béisbol y el interés por él. Por ejemplo:

El salario de peloteros, entrenadores, directores de equipos y árbitros no debe seguir siendo el de una plaza laboral en la que, en muchos casos, nunca han ejercido pero están emplantillados allí para cum-plir el principio del deporte amateur.

Considero que en Cuba se debe hablar de masividad en el deporte, como aparece en los Lineamientos de la Política Econó-mica y Social del Partido y la Revolución, lo cual es correcto y apoyo; pero también hay que hablar y priorizar el deporte de alto rendimiento (quizás no tan masivo como lo es ahora), organizándolo y estruc-turándolo con códigos más cercanos a los que rigen el deporte mundial, y en este sentido opino que el salario de peloteros, entrenadores, directores de equipos y ár-bitros debe combinar su nivel escolar (obrero, técnico medio o universitario) con el nivel en que se juega (serie provincial, nacional, selectiva y equipo nacional), con plus adicionales para los equipos que que-den en los primeros lugares en cada uno de ellos (diferenciando los lugares) y para los atletas que queden de líderes en los distintos departamentos del juego o en el equipo todos estrellas de cada campeona-to (esto no incluye el pago del estímulo en CUC que el país hace a los campeones olímpicos y mundiales, lo cual se debe mantener).

Para no violar el principio del amateu-rismo y siguiendo lo indicado en dichos Lineamientos, el INDER podría planificar en su presupuesto de un año para otro es-te dinero y contratar a los atletas por el pe-ríodo que duren los torneos en los cuales participen durante todo el año. Es decir, en ese período los peloteros serían traba-jadores del INDER.

La posibilidad de que al cumplir su participación en al menos 10 Series Nacio-nales, el propio país lo pueda contratar, si el atleta lo desea, en ligas profesionales de Europa, Asia o el Caribe, con el compro-miso de que el 30% de sus ingresos sea pa-ra el país y que si el equipo nacional lo convoca pueda participar con él. Con esto, se le daría salida al Lineamiento 143, en lo referido a generar nuevas fuentes de in-greso en el sector del deporte.

Divulgar por la televisión nacional (preferiblemente en un canal que se carac-terice para la transmisión de deportes), las finales de las ligas profesionales de Euro-pa, Asia y el Caribe, tal y como se hace con el fútbol, tenis de campo, voleibol, básquet, etc. El día que Estados Unidos tenga rela-ciones normales con Cuba, entonces se po-drá incluir en estas propuestas sus distin-tas ligas.

Otras que se consideren convenientes.Finalmente, quiero dejar claro que no

pretendo que estas ideas se apliquen exac-tamente así, no creo que tenga la verdad

COlO

niza

Ción

mEn

tal:

DE

lO R

Eal

a lO

viR

tual

1

Page 16: La televisión © zardoyas · cambios en la programación de la TV, no he visto esos cambios, todo sigue igual». La lectora realizó este comentario debajo de la entrevista al joven

· i n g r e d i e n t e s ·p a r a c u a t r o c o m e n s a l e s

picadillohuevo

pan ralladosal

pimentónpimiento

cebollaajo

aceitesalsa de tomateazúcar moreno

vino secoespaguetis

queso blanco

1 taza1 unidad3 cucharadas2 cucharaditas½ cucharadita1 unidad grande1 unidad mediana4 dientes2 cucharadas1 taza1 cucharadita¼ taza1 paquete1 taza

··············

ESPAGUETIS CON ALBONDIGUILLAS

16

LA CALLEDEL MEDIOMAYO 2012

49MAYO2012

NÚMero directorenrique ubieta gómez

diseño10kzardoyas

correcciónana r. gort wong

fotografíasgabriel dávalosalejandro montesinos10karchivo

rnps: 0583

colaboradoresa.a.g.yuliat danay acostasantiago alba ricopaquita armas fonsecaliliana casanella cuéelizabeth lópez corzoalejandro montesinos larrosa

ijorki moralesailer pérezh. romo siglercarmen souto anidomadelaine vázquez vázquezjorge wejebe cobo

direccióncalle 21 no. 406, vedado, la habana, cuba. cp 10400.

[email protected]

impresiónimprenta federico engels

varia

dos

CD Mis 22 añosintérprete: JOSÉ LUIS CORTÉS y NG LA BANDAEGREM, 2010

propuesTasmusicaLes

A cargo de AILER PÉREZ, IJORkI MORALESy CARMEN SOUTO

MEMORIAS DE UN ABUELOautor: ALDO LÓPEZ-GAvILáN JUNCOintérprete: ALDO LÓPEZ-GAvILáNCD Más allá del OcasoProducciones Colibrí, 2011

AMANECES Túautores: GERSOM L. PINEDA/ REBELD’ MALCOMSintérprete: LA FINACD La emancipación. Antología femenina de música urbana y hip hop cubanoRebeld’ Malcoms/ 18A16 Producciones, 2011

CÓMO LE DIGO A MI CORAZÓNautor: JOEL DOMÍNGUEZintérprete: MÓNIkA MESACD Al finEGREM, 2011

HOMENAJE A RICARDO ABREU PAPÍNautor: WILMER FERRáN JIMÉNEZintérprete: RUMBATáCD La rumba del sigloBis Music, 2011

CANTO PARA DOSautores: MARÍA LAURA RIBA y RAúL HERRERA (RULY)intérpretes: ADIANÉ (feat RAúL HERRERA (RULY)CD Del viento soyProducción Independiente, 2012

teM

as

SALTE DEL SARTÉNintérprete: GENTE DE ZONADir.: ALEJANDRO PÉREZ

VIDEO CLIP

dis

co

espacio

COMER EN CASA MADELAINE váZQUEZ GáLvEZ y ALEJANDRO MONTESINOS LARROSA

eL sofriTo se significa como el ele-mento que en buena medida define el yantar criollo. Esta preparación, for-mada por ajo, cebolla, tomate y ají, constituye la base de muchos platos tradicionales, como arroces, sopas, po-tajes y diversos guisos a base de car-nes, pescados y legumbres.

¿Cómo pudieron cuatro ingre-dientes aislados llegar a confor-mar este sabor inigualable de la sazón cubana? Vale destacar que el tomate y el ají son alimentos del continente americano; mien-tras que la cebolla y el ajo provie-nen de otras latitudes. La integra-ción de estas plantas aromáticas solo fue posible como resultado del palpitante proceso de trans-culturación en el archipiélago ca-ribeño.

El ajo, originario de Asia Cen-tral, contiene carbohidratos, fós-foro, potasio y vitamina C, aun-que su verdadera fuerza radica en sus fitonutrientes, aceites esencia-les y sustancias activas; y se usa fresco o seco, bajo las más diver-sas formas: crudo, cocido, en acei-te, en polvo, en pasta o como sal de ajo. La cebolla, también asiáti-ca, es una hortaliza muy versátil y bajísima en calorías, muy rica en selenio, fitonutrientes y otras sus-tancias activas azufradas; e inter-viene en salsas y aliños, se cocina rebosada, a la crema y se utiliza como saborizante de arroces, pes-cados y carnes, y en ensaladas y sopas. Por su parte, el ají, trascen-dental en los pueblos prehispáni-cos, contiene considerables canti-dades de betacarotenos o provita-mina A, potasio y magnesio; y sus más de 150 especies aportan sabo-res desde los excesivamente pi-cantes hasta los dulzones. Por úl-timo, el antillano y peruano toma-te, es una buena fuente de betaca-rotenos y potasio, así como vita-minas C y E; y su versatilidad culinaria se expresa en sopas, en-saladas, salsas, jugos, postres e in-cluso helados.

Esa cuarteta es la base del so-frito criollo hacia la conformación del sabor básico en las prepara-ciones culinarias cubanas. De su equilibrio gustativo proviene la magia de la sazón que nos acom-paña, siempre que sus ingredien-tes se salteen en grasa, a pesar de que presentan, por separado, acentuadas cualidades aromáticas y de sabor.

Para la elaboración del sofrito, se debe tomar en cuenta lo siguiente:1. Picar finamente las plantas aro-

máticas.2. Se pueden utilizar tomates fres-

cos o en puré.3. Se sofríen en grasa. En algunos

platos se agrega, junto con la gra-

sa, tocino picado en dados pe-queños.

4. El ajo interviene en menor pro-porción dentro de la composi-ción del sofrito, seguido por el ají. El tomate y la cebolla se usan en igual proporción.

5. En ocasiones se agregan vino y especias secas.

6. Los ingredientes se adicionan por separado y a intervalos, ge-neralmente en el orden siguien-te: ajo, cebolla, ají y tomate. Algu-nos cocineros prefieren añadir el ají primero.

7. Se sofríen con baja intensidad de calor, hasta que se evapore el

agua que contienen y despidan el aroma característico.

8. No tapar durante su cocción.El uso del sofrito en la cocina

cubana es una muestra de gran sabiduría popular, no solo por su aporte de sabores especiales, sino por la presencia de vitaminas, mi-nerales, fitonutrientes, enzimas y aceites esenciales en los ingre-dientes que contiene. Esta pro-puesta culinaria es un ejemplo de cómo lo tradicional puede ser compatible con los conceptos de sabor y salud, y lograr un acerca-miento a una alimentación más natural. CM

· i n g r e d i e n t e s ·p a r a c u a t r o c o m e n s a l e s

garbanzosají chaycebolla

cebollinoajo

aceitepimentónorégano

puré de tomatevinagre

vino secopapas doradas

salhuevo duro

1 taza4 unidades1 unidad grande½ taza4 dientes3 cucharadas½ cucharadita¼ cucharadita ½ taza1 cucharada¼ taza1 taza1 cucharadita2 unidades

EL SOFRITOCUBANO

··············

© a

.m.l

.

GARBANZOSGUISADOS

· e l a b o r a c i ó n ·Seleccionar los garbanzos ¶ Cocinarlos en agua hasta que ablanden ¶ Reservar un cuarto de taza del agua de cocción ¶ Cortar el ají y la cebolla en dados media-nos, y el cebollino y el ajo bien finos ¶ So-freír en aceite el ají, la cebolla y el ajo ¶ Agregar el pimentón, el orégano y los gar-banzos colados ¶ Revolver ¶ Añadir el puré de tomate, el vinagre, el vino seco y el líquido reservado; dejar cocinar durante diez minutos, hasta que la salsa espese ¶ Adicionar las papas y el cebollino, revolver, rectificar el punto de sal, cocinar durante dos minutos más y retirar del calor ¶ Ser-vir decorados con los huevos duros corta-dos a la mitad, o en rodajas.nota: En lugar de puré de tomate se pueden

agregar tomates frescos. Puede añadir al-gún producto cárnico y también acelgas co-cidas.

· e l a b o r a c i ó n ·Formar las albondiguillas con el picadillo, el huevo y el pan rallado ¶ Sazonar con la mitad de una cucharadita de sal y el pi-mentón ¶ Cortar el pimiento y la cebolla en dados pequeños, y el ajo bien fino ¶ Saltearlos en el aceite, incorporar la salsa de tomate y el azúcar, y dejar hervir ¶ Co-locar las albondiguillas en la salsa, tapar y cocinar durante veinte minutos, con baja intensidad de calor ¶ Perfumar con el vi-no seco, rectificar el punto de sal y retirar del calor ¶ Poner a hervir el agua con el resto de la sal en una cazuela grandevCo-cer las pastas al dente y colarlas ¶ Servir-las inmediatamente con la salsa de las al-bondiguillas en el centro y el queso ralla-do en forma de corona. nota: Se puede decorar con cebollino o perejil pi-

cados finamente.

© a

.m.l

.

PEÑA DE LA ORQUESTA ESTRELLAS CUBANAS Todos los segundos miércoles de cada mes, 5:00 p.m. Museo Nacional de la Música (Obrapía No. 509 e/ Bernaza y villegas, Habana vieja)