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A En el siglo XVIII, el botánico sueco Karl von Linneo describió 9.000 especies distintas de animales y plantas en su obra Sistema Naturae. Desde entonces han ido añadiéndose especies a la lista hasta alcanzar los aproximadamente millón y medio de espe- cies vivas diferentes que hasta ahora han sido identificadas y catalogadas. De estas, más de 800.000 son insectos, 120.000 artrópodos no insectos (los insectos también son artrópo- dos), 70.000 moluscos, 80.000 de otros invertebrados, 40.000 protozoos, 40.000 algas, 10.000 moneras, 70.000 hongos, 230.000 plantas con flores, 26.000 especies de otras plantas y 50.000 especies de verte- brados. Pero estas cifras son sólo las conocidas y nadie sabe con exactitud cuantas quedan por descu- brir. Y aunque no se conoce la verdadera ampli- tud de la diversidad biológica, el número de animales y plantas sobre la Tierra podría osci- lar entre los 10 y los 30 millones. Algunos cál- culos indican que por cada especie descrita hay casi 40 por descubrir. Es decir, que, según estas estimaciones, habría más de sesenta millo- nes de especies de seres vivos y a una de ellas -el Homo sapiens-, pertenecemos nosotros. Entonces, si somos tantos, si tantas especies se han extinguido antes, ¿por qué preocuparnos si ahora desaparecen algunas? ¿No estaremos exagerando? Si echamos una ojeada a las cifras sobre extin- ciones a lo largo de la historia de nuestro pla- neta desde que existe vida en él, encontramos seis episodios principales. El primero ocurrió al final del periodo Cambriano, hace 488 millo- nes de años. El segundo fue hace 444 millones de años. El tercero ocurrió en el Devónico, hace 360 millones de años y durante el mismo desa- parecieron el 70 por ciento de las especies. Hace 251 millones de años, durante la extin- ción masiva de Pérmico-Triásico, cerca del 95 por ciento de las especies marinas y aproxima- damente el 70% de las especies terrestres se extinguieron y fue la catástrofe más grande que ha conocido la vida en la Tierra. Hace 200 millones de años, durante el Triásico-Jurásico, se perdieron cerca del 20 por ciento de las fami- lias biológicas marinas. Y, en la última, ocurrida La séptima extinción Sacramento Moreno 60 MONOGRÁFICO MEDIO AMBIENTE

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AEn el siglo XVIII, el botánico sueco Karlvon Linneo describió 9.000 especiesdistintas de animales y plantas en su

obra Sistema Naturae. Desde entonces han idoañadiéndose especies a la lista hasta alcanzarlos aproximadamente millón y medio de espe-cies vivas diferentes que hasta ahora han sidoidentificadas y catalogadas. De estas, más de800.000 son insectos, 120.000 artrópodosno insectos (los insectos también son artrópo-dos), 70.000 moluscos, 80.000 de otrosinvertebrados, 40.000 protozoos, 40.000algas, 10.000 moneras, 70.000 hongos,230.000 plantas con flores, 26.000 especiesde otras plantas y 50.000 especies de verte-brados.

Pero estas cifras son sólo las conocidas y nadiesabe con exactitud cuantas quedan por descu-brir. Y aunque no se conoce la verdadera ampli-tud de la diversidad biológica, el número deanimales y plantas sobre la Tierra podría osci-lar entre los 10 y los 30 millones. Algunos cál-culos indican que por cada especie descritahay casi 40 por descubrir. Es decir, que, segúnestas estimaciones, habría más de sesenta millo-

nes de especies de seres vivos y a una de ellas-el Homo sapiens-, pertenecemos nosotros.

Entonces, si somos tantos, si tantas especies sehan extinguido antes, ¿por qué preocuparnos siahora desaparecen algunas? ¿No estaremosexagerando?

Si echamos una ojeada a las cifras sobre extin-ciones a lo largo de la historia de nuestro pla-neta desde que existe vida en él, encontramosseis episodios principales. El primero ocurrió alfinal del periodo Cambriano, hace 488 millo-nes de años. El segundo fue hace 444 millonesde años. El tercero ocurrió en el Devónico, hace360 millones de años y durante el mismo desa-parecieron el 70 por ciento de las especies.Hace 251 millones de años, durante la extin-ción masiva de Pérmico-Triásico, cerca del 95por ciento de las especies marinas y aproxima-damente el 70% de las especies terrestres seextinguieron y fue la catástrofe más grande queha conocido la vida en la Tierra. Hace 200millones de años, durante el Triásico-Jurásico, seperdieron cerca del 20 por ciento de las fami-lias biológicas marinas. Y, en la última, ocurrida

La séptima extinción

Sacramento Moreno

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Pero si ni siquiera sabemos cuantas especiesexisten ¿cómo saber cuantas se han extinguidoo se están extinguiendo?

Muchos científicos han hecho aproximacionesal ritmo de extinción de especies, algunas deellas mencionadas por Miguel Delibes Castroen su libro Vida. Por ejemplo, de las 14.000especies existentes de aves y mamíferos (los gru-pos mejor conocidos), 100 han desaparecidodurante el último siglo (una por año). Si en losdemás grupos animales la tasa de extinciónhubiera sido igual, se habrían extinguido casi60.000 especies al año. Wilson, más optimis-ta, indica que están desapareciendo 27.000especies por año, lo que supone 74 especiespor día y tres especies por hora. Por lo tanto,qué duda cabe estamos inmersos en la séptimaextinción masiva y esta vez la causa somosnosotros. ❖

hace 65 millones de años, desaparecieroncerca del 50 por ciento de todas las especies,incluyendo los dinosaurios.

Las causas más probables de estas extincionesse han atribuido a factores endógenos de lapropia biosfera (sistema formado por el conjun-to de los seres vivos propios del planeta Tierra,junto con el medio físico que les rodea y queellos contribuyen a conformar), a la acción desupervolcanes, al impacto de asteroides o aexplosiones de supernovas cercanas. Las gran-des glaciaciones o las erupciones masivas seconsideran efecto secundarios de un granimpacto meterorítico, por lo que sus efectos sesumarían a los del propio impacto.

Muchos biólogos piensan que estamos a laspuertas de la séptima extinción, la extinciónmasiva del Holoceno, que será causada por elhombre, es decir por su actividad. El cambioclimático (provocado por la emisión de CO2procedente de actividades humanas), la des-trucción de la capa de ozono (provocado porel empleo de clorofluorocarbonos en diversasformulaciones químicas), la desertización, ladesaparición de especies, la contaminación, elcalentamiento progresivo de la tierra, etc., uni-dos a una serie de catástrofes de gran magni-tud, como las acaecidas en Seveso, Alaska,Bhopal y especialmente Chernobil, son las cau-sas que directa e indirectamente se puedenconsiderar responsables del deterioro medio-ambiental y de la perdida de biodiversidad.

En su libro The Future of Life , E.O. Wilson esti-ma que, con el actual ritmo de destrucciónhumana de la biosfera, la mitad de las formasde vida se extinguirán en 100 años. Y aunqueotros científicos piensan que estas estimacionesson exageradas, sus opiniones bajan única-mente los porcentajes de extinción y el periododurante el que se producirán.

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SACRAMENTO MORENO GARRIDO es doctora en Biología ycientífico titular del CSIC. Fue profesora de la Universidad deSevilla y fundadora del Instituto de Investigación en RecursosCinegéticos. Especializada en la conservación de pequeño ymedianos mamíferos, es autora de más de un centenar de artí-culos en revistas científicas, ha participado en unos treinta pro-yectos de investigación y dirigido varias tesis doctorales y comi-tés científicos. Jefa del Departamento de Conservación de laBiodiversidad de la Estación Biológica de Doñana.

Desde la designación de Zaragoza como sede de laExposición Internacional de 2008, el compromisomedioambiental ha sido uno de los principales pila-

res del proyecto. El propio lema de Expo, “Agua y desa-rrollo sostenible”, sitúa al compromiso ético de la sosteni-bilidad como uno de los principios esenciales de laExposición. Un compromiso que, basado en la Declaración deImpacto Ambiental de Expo Zaragoza 2008, exige laaplicación de unas medidas preventivas y correctoras, asícomo un Plan de Vigilancia cuyo objetivo esencial es queel impacto ambiental de la Expo se aproxime lo más posi-ble a cero.Un objetivo que llevado a la práctica se traduce en laaplicación de diferentes principios de sostenibilidad.Principios que en materia de construcción del recintolograrán que el impacto de las obras de urbanizaciónde esta zona de Zaragoza y de la celebración de laExposición sea lo más bajo posible. Asimismo, lasnecesidades energéticas de un evento como Expo2008, también se han cuidado hasta el último detalle.Las altas temperaturas en la ciudad durante la cele-bración del evento exigen unas previsiones energéti-cas que serán cubiertas con la instalación de sistemasde generación de electricidad a partir de fuentes reno-vables. Una planta de generación de frío/calor y elec-tricidad permitirá, además, ahorrar recursos energéti-cos y económicos. Por otro lado, conscientes de las emisiones de CO2 deri-vadas de la celebración de la Exposición Internacional,desde la sociedad estatal nos hemos propuesto minimizarel impacto ambiental y repoblar terrenos aragoneses queno preveían una plantación de árboles. Un objetivo que

comenzó a ser una realidad el pasado mes de marzo yque continuará hasta el año 2010 con la plantación detres millones y medio de árboles. Expo 2008 quiere ser un referente sostenible en todassus dimensiones y aboga también por un cambio enlos hábitos de los ciudadanos. Por ello, la MuestraInternacional ha diseñado un Programa de DesarrolloSostenible que implica ya a más de quinientos comer-cios, hosteleros y grandes empresas de Zaragoza; asícomo a otras ciudades de Aragón. Se trata de un pro-grama que a través de medidas concretas y sencillaslogrará un cambio de conciencia ambiental y, en defi-nitiva, un entorno urbano más sostenible. Sin duda, gracias a la participación de más de 100 paí-ses, numerosas organizaciones no gubernamentales yempresas líderes en el sector de la tecnología hídrica, ExpoZaragoza 2008 será una cita más que obligada en laagenda mundial del agua y el medio ambiente. Un foro dedebate internacional que, a través de la Carta deZaragoza, quiere mantenerse vivo en el tiempo y contribuiral nuevo estado de la cuestión mundial en materia de aguay desarrollo sostenible.

Medio Ambientepara una

Expo sostenible

Roque Gistau

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ROQUE GISTAU, presidente de Expo Zaragoza 2008. Es inge-niero de Caminos Canales y Puertos y licenciado en CienciasEmpresariales. A lo largo de su carrera profesional ha acumula-do una gran experiencia en materia de aguas, desde su puestode director general del Canal de Isabel II. Lo fue también deInteragua y Aquagest y presidente ejecutivo de Aguas Andinas(Chile). Preside la Comisión de Medio Ambiente del Colegio deIngenieros de Caminos, Canales y Puertos de España.

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ALa humanidad se enfrenta a problemasambientales que, a escala planetaria, suponenuna seria amenaza para nuestra propia super-

vivencia. El cambio climático, la pérdida de biodiver-sidad, la explosión demográfica, o la proliferación desustancias químicas altamente contaminantes son algu-nos de estos problemas, bautizados como los jinetesdel apocalipsis ambiental. En la actualidad, y según los cálculos más fiables,cada habitante del planeta dispone, como media, de2,16 hectáreas de suelo productivo. Si a esta canti-dad se le resta el 12 por ciento de territorio no alte-rado e imprescindible para el mantenimiento de labiodiversidad y los equilibrios naturales, la cifra dis-ponible se reduce a 1,76 hectáreas. El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) es unode los organismos que viene calculando esta variablea escala global -publicando los resultados. desde1998, en el conocido Informe Planeta Vivo. La últimaedición de este documento está fechada en 2006,aunque los datos estadísticos que sirvieron para com-ponerla son de 2003. La huella ecológica de la huma-nidad sumó, con los indicadores de hace cuatro años,un total de 14.100 millones de hectáreas, o lo que eslo mismo, se precisaron 2,2 hectáreas por persona,cuando la disponibilidad real, como hemos apuntado,es de 1,8 hectáreas por persona. El desequilibrio, portanto, es notorio. La huella ecológica de la humanidad -precisa eldocumento de WWF-, “inicialmente creció por enci-

ma de la biocapacidad global en la década de los80, y este exceso ha continuado aumentando cadaaño desde entonces, con una demanda que excedióla oferta en un 25 por ciento en 2003. Esto quieredecir que la Tierra necesitó aproximadamente un añoy tres meses para producir los recursos ecológicos queutilizamos en ese año”. O, dicho de otra manera, nosfalta un 25 por ciento más de Tierra para sobreviviren las actuales circunstancias. La huella varia de manera notable cuando se aplicauna escala continental, nacional o regional, de talmanera que los países más desarrollados manifiestanhuellas ecológicas mucho más intensas e insosteniblesque los países menos favorecidos. Un ciudadano deEmiratos Árabes Unidos necesita de 12 hectáreas pro-ductivas para mantener su nivel de vida, y un nortea-mericano devora cerca de 10 hectáreas, mientras queen Afganistán o en Somalia no se alcanza ni siquieramedia hectárea por persona. España se sitúa muy porencima de la media mundial (2,2 hectáreas) ya que seacerca a las 6 hectáreas por persona, cifra que nossitúa en el puesto número 15 entre los países quemayor presión ejercen sobre los recursos naturales. El esfuerzo por corregir esta situación se ve dificultadopor la explosión demográfica. A juicio de NacionesUnidas, el actual ritmo de crecimiento poblacional esclaramente insostenible, “pues la disponibilidad derecursos globales no podrá cubrir las necesidades deun planeta que se nos queda cada vez más pequeño".Otros factores que hacen difícil moderar la huella eco-

Los ‘jinetes del apocalipsis

ambiental’

José María Montero

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te que la desaparición de especies existentes, así con-tinuamente ha ido aumentando la diversidad biológicadel planeta. “Ahora -lamenta Larsen- la evolución seestá quedando atrás”. La lista de amenazas globales se completa con la pro-liferación de sustancia químicas peligrosas que termi-nan por incorporarse al medio ambiente y afectan, demanera decisiva, a la salud de los humanos. SegúnNaciones Unidas, un 23 por ciento de las enferme-dades y un 24 por ciento de los fallecimientos a nivelmundial se relacionan con factores ambientales en losque tienen un gran protagonismo los agentes químicosmás agresivos como aquellos capaces de provocarcáncer o alterar el sistema hormonal. En la Unión Europea, precisa el Observatorio de laSostenibilidad en España (OSE), hay unas 100.000sustancias químicas industriales registradas en el mer-cado, “pero existe un desconocimiento general de suspropiedades y usos”. La producción mundial de estoselementos ha pasado de un millón de toneladas en1930 a cerca de 400 millones de toneladas en laactualidad, y el 31 por ciento de este volumen segenera en territorio europeo.Las repercusiones de esta proliferación en el uso de sus-tancias tóxicas y peligrosas se revela en algunas esta-dísticas publicadas en el último informe del OSE. Así,diversos estudios citados en dicho documento estable-cen que entre el 80 y el 100 por ciento de la poblaciónespañola tiene en sus tejidos concentraciones detecta-bles de contaminantes tóxicos persistentes, como DDE,PCB, DDT, hexaclorobenceno o lindano. ❖

lógica tienen que ver con las perturbaciones ambien-tales que nuestro modelo de desarrollo ha introducidoa escala global, desde el cambio climático hasta lasinvasiones biológicas. Nadie discute a estas alturas la existencia del cam-bio climático ni su origen antrópico. Más compli-cado resulta, por el cúmulo de incertidumbres queaún hay que resolver, precisar los efectos de estefenómeno sobre un determinado territorio, aunqueya han comenzado a manifestarse algunas altera-ciones, y también se juzgan como inevitables otrasque, se pronostica, aparecerán a corto plazo.Inquieta, sobre todo, el impacto económico de esteproblema, ya que, por ejemplo, los fenómenosmeteorológicos extremos (sequía, olas de calor, llu-vias torrenciales, etc.), que pueden hacerse más fre-cuentes en España, afectarían a una de nuestrasprincipales industrias. El turismo estival, lo ha dichohace bien poco la Comisión Europea, buscaráotros destinos, abandonando las costas mediterrá-neas. La agricultura también tendrá que asumir este nuevoescenario. Al acortarse el periodo de crecimiento delos cultivos, aseguran las autoridades de Bruselas, laproductividad agrícola puede llegar a descender másde un 20 por ciento. El cambio climático está directamente vinculado a lospatrones de consumo de energía. La dependencia delos combustibles fósiles sigue siendo extrema. El con-sumo mundial de petróleo ha aumentado un 20 porciento desde 1994 y se estima que la demandaseguirá creciendo a un ritmo del 1,6 por ciento anual. Los expertos en biología de la conservación conside-ran que la humanidad camina de forma inexorablehacia una de esas grandes extinciones que han mar-cado la evolución del planeta, aunque en esta oca-sión la catástrofe sería responsabilidad de una únicaespecie. Janet Larsen, especialista del Earth PolicyInstitute, considera que nos enfrentamos “a la primeraextinción en masa que los seres humanos atestiguaránde primera mano, y no precisamente como simplesobservadores inocentes”. La tasa media de extinciónactual de especies, animales y vegetales, es de1.000 a 10.000 veces más rápida que la tasa queprevaleció durante los últimos 60 millones de años.Durante la mayor parte de la historia geológica, lasnuevas especies se han desarrollado más rápidamen-

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JOSÉ MARÍA MONTERO SANDOVAL (Córdoba: 1963) es licen-ciado en Ciencias de la Información. Desde 1982 ha trabajadoen diferentes medios de comunicación como periodista especiali-zado en información ambiental. Es autor de la serie Crónica enverde (El País). Director de documentales de naturaleza rodadosen España, Iberoamérica, África y Asia. Director del SeminarioInternacional de Periodismo y Medio Ambiente. En la actualidades director de Espacio Protegido, de Canal 2 Andalucía. Entreotros galardones, ha recibido el Premio Nacional de MedioAmbiente, el Premio Andalucía de Medio Ambiente, el PremioFundación BBVA, el Premio Tomás de Aquino de la Universidadde Córdoba y el Premio a la Mejor Película Española en elFestival Internacional de Televisión y Naturaleza.

Antes de hacer referencia al binomio energíay sostenibilidad quiero hacer una breve alu-sión a la situación energética mundial por-

que considero que ayuda a comprender más rápi-damente la gravedad del problema con el que seenfrenta la civilización actual. El consumo mundialde energía se ha multiplicado por 100 desde laera industrial y crece a un ritmo promedio del ordende 2,3 por ciento anual esperándose un creci-miento muy elevado, especialmente en los paísesen vías de desarrollo (alrededor del 80 por cientode los habitantes del planeta). Por otra parte seconstata que las fuentes de energía primaria másimportantes siguen siendo los combustibles fósiles loque implica un aumento considerable de las emi-siones de CO2 y otros G.E.I. con el consecuenterecalentamiento del planeta. De cumplirse las pre-visiones del consumo energético mundial, la situa-ción empeorará y según han señalado los exper-tos, los niveles de CO2 atmosféricos podrían alcan-zar en cincuenta años valores entre dos y tres vecessuperiores al nivel preantropogénico.

Ante esta situación, el gran reto científico-tecnoló-gico de nuestro siglo es, por tanto, el desarrollode nuevos sistemas de producción de energía

medioambientalmente sostenibles que, al menos,logren frenar el progresivo aumento de los nivelesde CO2 en la atmósfera. En el último número dela revista Science, diversos autores relacionadoscon áreas científico-técnicas, claves en la solucióna los problemas de gestión medioambiental de laenergía, analizan los retos a los que se debehacer frente para lograr el cambio de escenarioenergético actual basado en combustibles fósiles,hacia uno futuro basado en energías renovables.El análisis del estado y las perspectivas de mejoraen las áreas científicas más importantes para faci-litar la transición hacia sistemas energéticos reno-vables, concluye que es necesario un gran esfuer-zo en investigación fundamental en las líneas de:ingeniería de materiales, ingeniería genética,catálisis y química del CO2 con el fin de poderalcanzar a medio y largo plazo las soluciones tec-nológicas que permitan superar los retos plantea-dos en la actualidad para el establecimiento desistemas energéticos renovables, eficaces y a granescala, que contribuyan a la sostenibilidad y aminimizar el cambio climático.

Teniendo en cuente la definición tradicional dedesarrollo sostenible, que lo considera como

Energía y sostenibilidad

José Alejandro Pina Barrio

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sos que el hombre emplea, en un gran número deactividades, es la tecnología nuclear. Desde el pri-mer momento del descubrimiento de la radiactivi-dad, a finales del siglo XIX, se desarrollaron aplica-ciones de utilidad para la sociedad, en camposcomo la medicina, la industria, la investigación y laproducción de energía eléctrica por fisión. El desa-rrollo de técnicas y aplicaciones derivadas de ener-gía nuclear movió, a los países que utilizabandichas tecnologías, a establecer fórmulas que garan-tizasen la protección de las personas y del medioambiente, tanto de los riesgos derivados de su utili-zación, como de los residuos que se generasen.

En la actualidad la gestión de los residuos nuclea-res se encuentra en el centro del debate sobre elfuturo de la energía nuclear pero al margen de lasopciones que la sociedad escoja para garantizar elsuministro de energía en el futuro, ésta gestión debellevarse a cabo de la forma que mayor seguridadofrezca para las personas y el medio ambiente. Esees el propósito de ENRESA, la empresa pública enEspaña encargada de dicha gestión. La gestión delos RR realizada por ENRESA garantiza la sosteni-bilidad porque atiende a los tres vectores del con-cepto de desarrollo sostenible: social, económico ymedioambiental.

ENRESA en sus 23 años de funcionamiento, hacontribuido de manera significativa a la sostenibili-dad, garantizando en todo momento la gestión delos RR minimizando el riesgo y procurando eliminarel efecto negativo para nosotros, para las genera-ciones futuras y para el medio ambiente. ❖

aquel que satisface las necesidades de la gene-ración presente sin comprometer la capacidadde las generaciones futuras para satisfacer suspropias necesidades, puede deducirse que estetipo de desarrollo es algo más que un medioambiente limpio.

La noción de sostenibilidad integra aspectosinterdependientes (humanos, ambientales, tecno-lógicos, económicos, sociales, políticos, cultura-les, etc.), lo que obliga a realizar adaptacionesen las formas de gestión y planificación, tantopúblicas como privadas. El desarrollo sostenible,entendido como proceso requiere, por tanto, unaadaptación de muchos sectores productivos y unimpulso y potenciación de la innovación tecno-lógica, los estilos de consumo y, en general, delas pautas de comportamiento del conjunto de lasociedad. El paulatino proceso de agotamientode recursos, cambio climático, crecimiento urba-no, etc. hace imperioso un cambio de los objeti-vos de crecimiento.

Surge así la idea de acuerdo con la Declaraciónde Principios para el Desarrollo Sostenible, de juniode 2005, del Consejo de Europa, de propiciaruna sociedad democrática, que cree igualdad deoportunidades y combata la discriminación, unaeconomía ecoeficiente, una ruptura del vínculoentre el crecimiento y la degradación ambiental yla coordinación internacional para que el procesode desarrollo sostenible sea global. La sostenibili-dad queda así caracterizada por tres componen-tes: social (empleo, salud, educación...), económi-co (crecimiento, energía, transporte...) y ambiental(emisiones, agua, biodiversidad...). Resulta eviden-te que el descubrimiento de la máquina, y el desa-rrollo industrial, han aumentado el impacto delhombre en el entorno que le rodea.

Y no es menos evidente que la energía ha sido, yes, el motor del desarrollo económico y social, a lavez que la principal protagonista en cuanto a la inci-dencia ambiental. Y, en concreto, uno de los recur-

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JOSÉ ALEJANDRO PINA BARRIO (Segovia: 1950). Licenciadoen Ciencias Económicas, con una intensa y diversificada trayec-toria profesional, preside desde 2004 la Empresa Nacional deResiduos Radiactivos (ENRESA) en una segunda etapa, pues yadesempeñó el mismo cargo entre 1994-1996. Ha sido profesorde Economía en varias universidades y ocupado altos cargos enla Comunidad de Madrid, el Instituto Nacional de Industria y enel ministerio de Industria y Energía. También ha integrado losconsejos de Iberia, ECA, ENDESA y HUNOSA.

AEl firmamento, las estrellas y sus miste-rios y mensajes, han atemorizado, ayu-dado y seducido a los humanos, desde

el principio de los tiempos. Vasco da Gama, elprimer europeo que, después de veintitrés díasde navegación, consiguió llegar a buen puertoen la India, lo consiguió gracias a la pericia ylos conocimientos que su piloto árabe, IbnMayid, tenía sobre el sol, las estrellas, la luna,el viento y la cadencia de las olas.Desgraciadamente en los últimos años, la con-taminación lumínica no sólo está impidiendo,como decía Pablo Neruda, que podamos ver«el titilar de las estrellas», sino que está provo-cando un efecto negativo en la mayoría de losseres vivos, obstaculizando la observaciónastronómica del Universo que aún debe revelargrandes misterios útiles para la Humanidad ycontribuyendo de forma sustancial al cambioclimático y a la generación de residuos peli-grosos, como los de las lámparas usadas,sobre todo las de mercurio.

Por todo eso y por mucho más, el pasado mesde abril, con el apoyo de la UNESCO y demúltiples organizaciones internacionales y

nacionales, -Ministerio de Medio Ambiente, deCultura y Ciencia y Gobierno de Canarias, sereunieron en la Isla de la Palma, entorno a laConferencia Internacional en Defensa de laCalidad del Cielo Nocturno (Luz de estrellas2007), científicos y personalidades de mediocentenar de países de los cinco continentes. ElPríncipe de Asturias, don Felipe de Borbón,aceptó la presidencia de honor de este encuen-tro internacional, a cuyo término, quedó apro-bada la “Declaración Universal sobre elDerecho a la Luz de Las Estrellas”, que defien-de la necesidad de mantener los cielos nítidoscomo derecho científico, cultural y medioam-biental de la humanidad; además se redactó lapropuesta de creación de una Red internacio-nal de “Reservas del Cielo” dentro de la “RedMundial de Reservas de la Biosfera”, actual-mente integrada por 507 de 102 países dife-rentes y se lanzó la propuesta para que todoslos 21 de Marzo, sean declarados “DíaMundial en favor del Derecho a laObservación de las Estrellas”.

Por primera vez astrónomos y biólogos hancoincidido plenamente; mientras que: para los

Vivir viendo las estrellas

Karmen Garrido

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ˆ

a la sociedad y contribuir a su avance. Por eso,se solicita la promoción del turismo cultural delas estrellas, salvaguardando la biodiversidadasociada a la noche, que puede abrir posibili-dades insospechadas de cooperación entre losactores turísticos, las comunidades locales y lasinstituciones científicas. Los participantes en“Luz de estrellas 2007” reclaman también lapromoción de una Red Internacional deReservas del Cielo de las Estrellas, de las queen principio en España podrían formar parte LaPalma, Menorca o Sierra Nevada. CiprianoMarín, coordinador de esta iniciativa declara-ba que no se pretende "apagar las luces sinoencender el universo y una ventana a la imagi-nación”. Encendamos pues nuestra imagina-ción y no renunciemos al derecho de vivir vien-do las estrellas. ❖

primeros, la contaminación lumínica emitidapor las grandes ciudades, impide ver las estre-llas y otros muchos objetos celestes de impor-tancia para la investigación, para los segun-dos, las consecuencias adversas son notorias yalertan de que anfibios, reptiles y aves se venenormemente afectados en sus ciclos repro-ductivos y migraciones. Cuatrocientos millonesde aves muertas al año en el mundo, “unacatástrofe ecológica”, afirmaba Paola Deda,miembro de la Convención para laConservación de las Especies Migratorias dela ONU; Sharon Wise, del Departamento deBiología de la Universidad de Utica, en EEUU,afirmaba que “la luz continua disminuye enranas, sapos y salamandras, la producción dela hormona melatonina que se genera con laoscuridad y que afecta directamente al creci-miento, metabolismo y a la reproducción deestos seres”. Las tortugas marinas y los arreci-fes de coral sufren también, entre otras muchasespecies, las consecuencias de este fenómeno.El astrónomo y presidente de la UniónAstronómica Internacional, Malcolm Smith, lan-zaba otro dato: “Los astrónomos no queremosapagar el mundo, sólo pedimos que la luz seuse de forma racional y sin derroche de ener-gía, puesto que la contaminación lumínica estáacabando con el planeta. Adoptando medidasal alcance de todos los gobiernos, energíafotovoltaica o alumbrando sólo lo necesario,se puede ahorrar el 50 por ciento de la ener-gía que actualmente gastamos”. En España elahorro rondaría los 250 millones de euros.

Las conclusiones de “Luz de estrellas 2007”recogen que “el cielo ha sido, y seguirá sien-do, una inspiración para la humanidad” y quesu contemplación “representa, para todas lascivilizaciones, un elemento esencial en el desa-rrollo del pensamiento científico y humanísti-co”. El conocimiento y la educación son pode-rosos vectores que pueden acercar la ciencia

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KARMEN GARRIDO inicia su carrera profesional en TelevisiónEspañola, coordina las Relaciones Internacionales de INPUT yparticipa en el programa España es, del Canal Internacional deTVE. Colaboradora de El Siglo, El Nuevo Lunes y El Dominical,entre otros medios escritos. Como locutora ofrece su voz a cam-pañas publicitarias y documentales nacionales e internacionales.Es colaboradora de la Agencia para el Desarrollo de NacionesUnidas como adaptadora de guiones en francés e inglés. En laactualidad trabaja para la emisión francesa de Radio Exterior deEspaña, de RNE.

ADurante la mayor parte de la historia dela humanidad, el progreso, entendidocomo vivir más y mejor, y el desarrollo, la

aplicación del conocimiento para facilitar lo pri-mero, han marchado mano con mano. Solorecientemente, los efectos coligados del cambioclimático, el aumento de población junto con elaumento de la expectativa de vida, y el uso masi-vo de las tecnologías que la facilitan -grandesconsumidoras de energía y de recursos hídricos-han hecho emerger la necesidad de un desarro-llo sostenible, es decir, un tipo de desarrollo quepermita a las generaciones que vendrán poderseguir viviendo en nuestro planeta.

El agua es el componente mayoritario de todas lasformas de vida y por ello es el recurso más nece-sario y, probablemente, el más afectado por la acti-vidad humana. El Mediterráneo, vínculo líquidoentre Europa y sus vecinos del sur y del este, es unade las grandes víctimas del desarrollo insostenibleque disfrutamos, inconscientes o ignorantes (volun-tarios o no) de sus efectos.

Los muros de cemento de la especulación litoral, laconcentración de población en sus orillas, y el ver-tedero en que se han convertido sus fondos mari-nos, lo han transformado en un mar moribundo a

causa de las pérdidas de biodiversidad y la cre-ciente contaminación de sus aguas. Además, laregión mediterránea se caracteriza por una pluvio-metría baja y mal repartida en el tiempo, con gran-des periodos de sequía y lluvias torrenciales catas-tróficas, por lo que la dualidad escasez de agua ycontaminación progresiva de los recursos hídricos(continentales y marinos) plantea un escenario difí-cil, frente al optimismo de la búsqueda del sol y elchalet en la playa.

La gestión sostenible del agua en esta región es unimperativo necesario si queremos parar los proce-sos de degradación, prever las contingencias delas emergencias (inundaciones, incendios, etc.) eintentar una regeneración del ecosistema. La UniónEuropea, después de un intenso debate que durovarios años, aprobó en el año 2000 la DirectivaMarco del Agua para armonizar las políticas hídri-cas de los países miembros. En esencia, se obligaa que en un plazo de implementación relativamen-te largo (>15 años) todos los países garanticenunos estándares mínimos en la calidad de susaguas continentales, subterráneas y costeras, y pro-muevan la gestión de las aguas a través de orga-nismos de cuenca, como se venía haciendo enEspaña, modelo por una vez. La aplicación de esta

Rafael Rodríguez Clemente

70 • MONOGRÁFICO MEDIO AMBIENTE

La gestión del agua,problema común de los pueblos y países

mediterráneos

del Agua de los Países Mediterráneos, etc. A losque hay que sumar los proyectos y redes de cola-boración de las comunidades científicas y técnicasde los países europeos y mediterráneos, financiadaspor la Comisión Europea, entre las que podemosdestacar el Proyecto Integrado DESURVEY, centradoen los problemas de desertificación, y la Acción deCoordinación MELIA, que trata de coordinar losestudios sobre gestión integrada y sostenible en elárea, ambos coordinados desde el CSIC.

No obstante, todo este esfuerzo corre el riesgo deno aprovecharse debidamente si no se encuadraen un contexto político, ya que, no lo olvidemos, elagua es un sujeto político de primer orden. Comose ha mencionado antes, poner de acuerdo a lospaíses europeos sobre unos criterios comunes paragestionar el agua y garantizar su calidad fue unproceso largo y con numerosos altibajos. Es horade que el conjunto de los países mediterráneos, delnorte, sur y este, inicien un proceso político de con-certación que defina con medidas objetivas lasituación y riesgos de nuestro mar común, y esta-blezca los criterios de control y regeneración deunas masas marinas muy degradadas. Por otrolado, es fundamental que los ciudadanos seanconscientes de los costes de todo tipo que implicala recuperación ecológica del Mediterráneo.Revertir el proceso de degradación, como se estáintentando en el caso del Mar de Aral, no sólonecesita concertación política, sino grandes inver-siones y apoyo ciudadano. El camino que se reco-rrió con la Directiva Europea del Agua, puede serun buen ejemplo a seguir. ❖

Directiva esta transformado profundamente la ges-tión del agua y su uso en diferentes aplicaciones,reconociéndose la necesidad de atender, ademásde las necesidades económicas y sociales, la pre-servación de las aguas subterráneas y los hume-dales naturales, tan necesarios para el manteni-miento de la biodiversidad.

El problema es que la calidad de las aguas litora-les del Mediterráneo no depende sólo de Europa,aunque esta sea responsable de la mayor parte desu contaminación. Por otro lado, el ejercicio deanálisis y toma de decisión que ha tenido lugar enEuropa no ha sido seguido por iniciativas similaresal otro lado del Mediterráneo, donde no se ha pro-ducido el proceso de concertación entre los países,sino que cada uno de ellos ha definido, o está defi-niendo, su propia política del agua. La ComisiónEuropea, a través de las acciones financiadas porel Programa Marco de Investigación, ha realizadoun esfuerzo continuado de apoyo al estudio entoda el área mediterránea de la gestión sostenibledel agua y la optimización de su uso en agricultu-ra (principal consumidor) y en otras aplicacionesemergentes, como el turismo y la industrialización.

La tarea no es fácil, porque el agua es un elemen-to nuclear de cualquier modelo cultural, y cambiarsu percepción, acceso y uso dentro de un conjun-to de valores es una tarea lenta, a pesar de lasurgencias que plantean las causas enunciadas arri-ba. En cualquier caso, es evidente que las accio-nes que se quieran hacer para promover la recu-peración de la calidad de las aguas mediterráne-as deben partir de la concertación entre todos lospaíses ribereños en pie de igualdad.

Existen varios foros abiertos a ese proceso de con-certación, tales como la Conferencia de Ministrosdel Agua de los países ribereños, la EUWI-Med(Iniciativa Europea del Agua-Foro Mediterráneo); elSistema de Información Euro-Mediterráneo sobreGestión del Agua (EWWIS en sus siglas en inglés);la Red de Organismos Gestores de Cuenca en elMediterráneo, gestionada desde la Confederacióndel Júcar en Valencia; la Conferencia de Directores

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RAFAEL RODRÍGUEZ-CLEMENTE (Cantoria, Almería: 1948).Doctor en Ciencias Geológicas, profesor de investigación delCSIC y cientítico de la Estación Biológica de Doñana (Sevilla).Investigador principal en una treintena de proyectos de investi-gación, autor de decenas de contribuciones científicas comoautor de ensayos, obras y artículos, y director de varias memo-rias y tesis doctorales, así como organizador de congresos inter-nacionales y ponente en seminarios y conferencias científicas.Fue delegado del CSIC en la Oficina Española de Ciencia yTecnología de la Comisión Europea.

La deforestación es un problema que afectaa unos trece millones de hectáreas al añocon muy pocos signos de disminución. El

mundo ha perdido la tercera parte de sus bos-ques desde el comienzo de la agricultura hace10.000 años. Aunque la deforestación sigue aun paso alarmante, la pérdida de bosques dis-minuye gracias a los esfuerzos para plantarárboles y a la expansión natural de los bos-ques en varios países o regiones de las másafectadas en el mundo. El balance entre ladeforestación y el incremento de árboles resul-ta en una perdida neta de más de una hectá-rea cada cinco segundos. Si añadimos a estefenómeno la desertificación, la cual afecta a3,5 millones de hectáreas, o sea, la cuartaparte de las tierras emergidas, amenazando aunos 900 millones de personas, el panoramade la gestión del suelo mundial no permite nin-guna satisfacción.

La conversión de bosques en superficies agrí-cola es el primer factor de deforestación en laszonas tropicales. Culturas y pastos son finan-cieramente más interesantes que los bosques,aunque los bosques son indispensables para el

equilibrio de la naturaleza y la noción de pro-ductividad no tiene sentido si no se consideranlos equilibrios ecológicos. Los árboles desem-peñan un papel crucial en casi todos los eco-sistemas terrestres y abastecen las poblacionesrurales y urbanas con una gran variedad deproductos y servicios. La agroforestación per-mite mantener los beneficios que dan los árbo-les, integrándolos en sistemas agrícolas pro-ductivos. A pesar de que Europa, incluyendoRusia, cuenta con la cuarta parte de los bos-ques del mundo, en los países del sur, donde senota la desertificación, se añade el desarrolloexponencial de zonas urbanas y vías de comu-nicaciones, dejando a los ojos zonas costerassofocantes de paisajes interiores desolados porabandono. Los bosques que están en propie-dad privada tienen poco mantenimiento porfalta de rentabilidad económica, volviéndosesujetos a incendios.

La deforestación provoca una modificación delclima a escala mundial como local. Los árbolesabsorben el dióxido de carbono y actúan comosumideros de carbono. Se calcula que el car-bón almacenado por los bosques, madera

Una campaña vital

Ricardo L. Fraile

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ña recibe la mejor acogida, en plan de com-promisos para plantar árboles y de moviliza-ción del gobierno como del público o de lasempresas. Desde el principio de año se haconseguido compromisos por más de 1.200millones de árboles a nivel mundial y unos 15millones en España en poco tiempo. El desa-rrollo de la campaña en España con el apoyodel Gobierno, de las grandes empresas, bajola presidencia de Su Alteza Real, la Princesade Asturias, augura positivamente la concien-ciación medioambiental de todo el país.

El árbol siempre ha sido un símbolo de paz, deprosperidad, de fuerza, de vida. Ahora sabe-mos que sin él la Tierra no nos permitirá vivirigual. ❖

muerta, hojarasca y suelo representan un 50por ciento más que todo el carbono contenidoen la atmósfera. También, los árboles contribu-yen, más que el resto de la flora, a la evapo-ración, siendo una fuente de humedad vitalpara ciertas regiones. Las raíces pueden ir abuscar el agua hasta decenas de metros deprofundidad. Los árboles suavizan los choquestérmicos en las zonas frías y absorben la luzsolar, refrescando el aire. Donde no hay árbo-les, el suelo reenvía la energía solar hacia laatmósfera, calentando y deshidratándola. Latemperatura media puede localmente aumentarmás de 10 grados después de una deforesta-ción en zona tropical. Ese calentamiento modi-fica la presión atmosférica, influyendo en eldesplazamiento de las masas de aire. Losciclos pluviométricos se modifican a escalamundial provocando sequías e inundacionesdonde habitualmente no había. Con la defo-restación se destruye el hábitat de las especiesanimales y vegetales. Tres especies desapare-cen cada hora. Los bosques tropicales húme-dos dan el 70 por ciento de las plantas utili-zadas en el tratamiento del cáncer y más de lacuarta parte de las medicinas recetadas enEstados Unidos están derivadas de plantas tro-picales.

Actuando contra el problema del cambio cli-mático y de las consecuencias de la defores-tación, el Programa de las Naciones Unidasha lanzado la campaña Plantemos para elPlaneta, para movilizar a gobiernos, empre-sas, individuos, colectividades, para plantarárboles. Plantemos para el Planeta es una ini-ciativa sin precedente tanto por la magnitud delos objetivos, plantar mil millones de árbolespor año de campaña -lo que compensa casidos meses de pérdida de bosque-, como porla comunicación, realizada a través de la másmoderna e mundial tecnología, que es Internet.España es el país de Europa donde la campa-

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RICARDO L. FRAILE es doctor en Derecho y coordinador paraEspaña del Programa de Naciones Unidas “Plantemos para elPlaneta”.

Tanto a escala global planetaria como en elmarco español es imposible demostrar quealgún aspecto sustancial del medio ambien-

te experimente mejoría sensible o evolucione conuna tendencia positiva. Y así es coherente quesuceda, ya que el sistema económico es intrínse-ca y fatalmente depredador, necesitando de laerosión permanente del medio natural para cons-tituirse en productivo, exitoso y competitivo.

El triunfo –una vez más hay que anotar que apa-rente, o mejor, falso– del liberalismo en su ex-presión más avanzada, la neoliberal, que es sin-gularmente violenta e inmoral, deja en evidenciasu incompatibilidad con cualquier entendimientocon la naturaleza y, por tanto, su negación de lasupervivencia: su carácter necrófilo, tánico, esdecir, antihumano. El último ciclo, infernal, de laconstrucción urbanística –la llamada, un tanto de-licadamente, “burbuja inmobiliaria”– nos dejapérdidas físicas, en suelos, ecosistemas y paisa-je, sin parangón en la Historia; y ante ella las po-líticas no han podido hacer nada: ha faltado ca-pacidad político-legal y, desde luego, voluntad.

Es trágico que este período desolador en el queel sector de la construcción (por otra parte, siem-pre pujante en el capitalismo español) ha multi-plicado sus beneficios económicos y políticos só-lo nos deje, como evidencia del mal impuesto, unrosario de causas judiciales, generalmente plan-teadas por la sociedad civil, debido al extraordi-nario impulso de la corrupción, en especial la deámbito urbanístico-municipal, que afecta sobre to-do a munícipes, empresarios y funcionario de to-do tipo, incluyendo judiciales.

La actitud institucional persiste en no reconocernada de esto, en la permanente huida hacia de-lante, en la banalización de las políticas y en laafición al espectáculo y los gestos mediáticos.No se reconoce –salvo en discursos vacíos, rei-terativos, claramente faltos de convicción– latrascendencia del problema, la necesidad de ac-tuar en las raíces del mismo, la urgencia de co-rregir seriamente los mecanismos económicosmás lesivos. Un ejemplo característico son las me-didas adoptadas como “Estrategia contra elCambio Climático”, consistentes en multitud de in-

El medio ambiente en

España: pérdidasy desazones

Pedro Costa Morata

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sos por contribuir a “dar alternativas”, por ejem-plo en materia energética, como si esto fuera po-sible en un marco de desarrollo económico eco-lógicamente inviable. Olvidando que su mensaje–y su tradición– es la alternativa socioeconómicaglobal y radical. ❖

dicaciones, obligaciones y restricciones que,prácticamente, en nada afectan al libre funcio-namiento de las empresas más contaminantes yresponsables de esta deriva climática que tandramático nos describe el futuro.

O el anuncio de la adquisición de suelo en el li-toral, utilizando los presupuestos públicos, comomedida de conservación y protección, una vezcomprobada la escasísima incidencia de la Leyde Costas de 1988, la nula protección del es-pacio litoral a partir de las leyes del suelo y laexpresa y generalizada voluntad de la mayoríade nuestros ayuntamientos de liquidar la costaante el mejor postor, es decir, ante la presión depromotores y constructores.

Y el movimiento ecologista, cada vez más impo-tente y despolitizado, incluso opta en muchos ca-

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PEDRO COSTA MORATA (Águilas, Murcia: 1947), es ingenie-ro, periodista y doctor en Ciencias Políticas y Sociología. Formóparte del primer grupo ecologista español, combatiendo el pro-grama nuclear (1973-76). Consultor del Programa de lasNaciones Unidas para el Medio Ambiente (1986-94). PremioNacional de Medio Ambiente (1998). Profesor de laUniversidad Politécnica de Madrid.

Desde el 18 de septiembre los más de 22 millones de clientes móviles de Telefónica pueden acce-der a las mejores tarifas de correo móvil en tiempo real -push email- del mercado español de tele-fonía móvil. Los nuevos precios, 8 euros para los usuarios que contraten la nueva tarifa reducida de‘Mail movistar’ y 10 euros para los que se den de alta en la misma opción de ‘BlackBerry de movis-tar’, rebajan entre un 46 y un 60 por ciento los que ya existen para los usuarios profesionales yautónomos.

El correo electrónico es una de las aplicaciones más demandadas por los clientes de Movistar, yaque permite consultar el correo de una forma sencilla y en tiempo real. Por ello, Telefónica realizacon esta nueva tarifa una apuesta por adaptar el servicio a la demanda de todos los usuarios, enespecial los particulares que tienen cuentas de correo ISP en terminales con sistemas operativosSymbian, Windows Mobile o BlackBerry, y que ahora pueden llevarlas en su móvil habitual a unprecio más económico.

Telefónica fue pionera en 2003 en el mercado español de telefonía móvil al lanzar las primerassoluciones de correo móvil en España. Durante este tiempo Telefónica ha reforzado además las lí-neas de terminales queofrece a sus usuarios con una amplia oferta y los modelos más innovadores y vanguardistas. En la actualidad la Compañí-a ofrece el servicio ‘Mail movistar’ en más de 20 terminales, y ‘BlackBerry de movistar’ en una docena, entre los que seencuentran, por ejemplo, el Nokia N95, Motorola Q9 o BlackBerry Curve.

Las dos tarifas reducidas, Mail movistar y BlackBerry de movistar Tarifa Reducida, permitena los clientes disfrutar de 3MB de correo móvil a un precio de 8 euros mensuales en elcaso de Mail movistar y 10 euros en el caso de BlackBerry de movistar. Estas modali-dades permiten al usuario realizar un uso de correo adecuado a su demanda, así- 3MBpodrí-an equivaler a 1.500 correos electrónicos.

TELEFÓNICA POPULARIZA EL USO DEL CORREOEN EL MÓVIL CON UNA TARIFA BARATA POR SÓLO 8 EUROS AL MES