la sociedad de la ignorancia
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La Sociedad de La IgnoranciaTRANSCRIPT
“AÑO DE LA DIVERSIFICACIÓN PRODUCTIVA Y DEL FORTALECIMIENTO DE LA EDUCACIÓN”
UNIVERSIDAD NACIONAL DE PIURA
La Sociedad de los Ignorancia y otros ensayos
INTEGRANTES:Abad Ordinola Jonathan Paul
PROFESOR:
Sociólogo. Pablo Peña Martínez
CURSO:
Filosofía y Ética
FACULTAD/ESCUELA:
Ingeniería Industrial/Ingeniería Industrial
CICLO:
VIII
2015
1. TITULO: La Sociedad de la Ignorancia
2. AUTOR: Antoni Brey
3. VOCABULARIO: Utopía: Se referirse de modo peyorativo a las teorías o programas
políticos que se consideran irrealizables.
Biunívoca: Que asocia cada elemento de un conjunto con uno y solo
uno de los elementos de otro conjunto, y cada elemento de este último
conjunto con uno y solo uno de los elementos del primero.
Acervo: Conjunto de bienes o valores morales o culturales que
pertenecen a un grupo.
Inaprensible: Que es imposible de comprender o captar por ser
demasiado sutil.
Infoxicación: Es la sobrecarga de información o exceso de información
provocada por la profusión de contenidos en Internet.
Apoteosis: Momento culminante y triunfal de una cosa; en especial,
parte final, brillante y muy impresionante, de un espectáculo u otro acto.
4. PUNTO DE VISTA DEL LECTOR:
Este ensayo rodea la naturaleza del problema pero no la explica de manera
detallada. Las causas del problema son dos: la primera es que somos diversos.
Como en cualquier población, los rasgos diferenciadores se distribuyen de forma
próxima a una curva normal. Regalar libros, bolígrafos, televisores o lo que sea
de forma equitativa no va a cambiar esta distribución por otra más uniforme o
plana. La segunda es que somos cada vez más: la población crece sin control.
Enriquecer el medio, proporcionar a todo el mundo dispositivos de
procesamiento de información, no va a limar diferencias por la sencilla razón de
que todas las máquinas, por su naturaleza, amplifican en su salida la señal de
entrada.
En cuanto a la tecnología de hoy, muchas veces es para mejor y otras veces solo
empeora las cosas, estoy de acuerdo en que las personas prefieren ver 2 horas de
una buena película que estar horas en una conferencia, eso ya depende de la
cultura de cada persona.
5. IDEAS PRINCIPALES:
La elección de los jóvenes no es más que el reflejo de las prioridades de
la sociedad.
En la actualidad la desconexión nos sigue afectando pero su naturaleza ha
cambiado.
Todos somos una mezcla dinámica y cambiante de sabio, experto y masa
El centro de gravedad de la sociedad del conocimiento mercantilizado se
desplaza gradualmente desde el individuo hacia las estructuras colectivas.
6. RESUMEN:
En realidad, la elección de los jóvenes no es más que el reflejo de las prioridades
de la sociedad. Se trata de un buen indicador porque nos muestra tendencias
generales que, en algunos casos, aún no han sido expuestas en forma de
discursos más explícitos. A fin de esquivar las sombras que planean sobre el
futuro, nos hemos mostrado predispuestos a abrazar la idea de que la capacidad
para generar, administrar, difundir y aplicar adecuadamente un factor tan
intangible como el conocimiento puede convertirse en el eje fundamental de los
procesos productivos y de toda una gama de nuevos servicios todavía por
descubrir, con la suficiente eficacia para garantizarnos, sobre todo, crecimiento.
El conocimiento, pues, puede ser inmediato, trivial y derivado de una simple
observación, o puede requerir un esfuerzo considerable si el objeto a aprehender
no es evidente a primera vista. Sin duda, la Biblia, por ejemplo, contiene mucho
saber. Algunos afirman que a partir de él podemos obtener todo el conocimiento
que necesitamos para comprender e interpretar el mundo que nos rodea.
Sin duda, uno de los aspectos más característicos y representativos de nuestro
tiempo es la velocidad. Nos hemos adentrado en una nueva época de dinámicas
desbocadas, de crecimientos acelerados, de obsolescencia inmediata de cualquier
novedad, de desmesura en las proporciones y los formatos. Pero si bien no
existen sabios, ni pueden existir, naturalmente sí existen expertos. Sigue estando
a nuestro alcance adquirir conocimientos profundos en algún campo específico e
incluso acceder temporalmente a la frontera que el saber humano establece. La
suma del conocimiento de los expertos forma el extenso saber de nuestro tiempo,
unos expertos, eso sí, cada vez más especializados. Hiperespecializados.
Todos somos una mezcla dinámica y cambiante de sabio, experto y masa. Quizá
en algún momento hemos aspirado a convertirnos en sabios, probablemente
somos expertos en algo y durante una parte de nuestro tiempo actuamos como
tales, pero cuando abandonamos nuestra especialización pasamos a ser,
necesariamente, masa.
La expectativa de una Sociedad del Conocimiento, surgida del desconcierto
posmoderno gracias al poder de la tecnología, ha resultado ser en la práctica una
Sociedad de la Ignorancia, compuesta por sabios impotentes, expertos
productivos encerrados en sus torres de marfil y masas fascinadas y sumidas en
la inmediatez compulsiva de un consumismo alienante. Las nuevas formas de
comunicación nos permiten ser más eficientes en el dominio de la naturaleza
pero como individuos nos están convirtiendo en seres cada vez más ignorantes y
más encerrados en las pequeñas esferas que surgen como resultado de las nuevas
fuerzas disgregadoras que afectan a toda la sociedad.
Aun aceptando la inutilidad de emitir valoraciones subjetivas, sí que es posible y
conveniente analizar las consecuencias de la situación creada. Ello nos lleva a
percatarnos inmediatamente de la existencia de varios riesgos potenciales. El
primero de ellos es el riesgo social. Cuando apareció en el horizonte la
posibilidad de materializar una verdadera Sociedad de la Información
rápidamente se formuló la teoría de que dicho contexto representaría una gran
oportunidad para superar algunas de las formas vigentes de desigualdad social.
El segundo riesgo deriva de la peligrosidad de ser ignorantes cuando deben
afrontarse retos cruciales cuyo desenlace depende de nuestras acciones.
Finalmente, el tercer riesgo implícito en la Sociedad de la Ignorancia surge de
los interrogantes que plantea acerca del lugar que en ella va a ocupar el
individuo e, incluso, acerca de la concepción misma de individuo.
7. CONCLUSIONES:
El conocimiento reside en nuestro cerebro y es el fruto de los procesos
mentales humanos. Lo que proviene del exterior es, simplemente,
información.
Las mismas tecnologías que hoy articulan nuestro mundo y permiten
acumular saber, nos están convirtiendo en individuos cada vez más
ignorantes.
Vivimos en una sociedad de expertos. Todos lo somos en algún aspecto
o, como mínimo, lo deberíamos ser.
La formación permanente es hoy una realidad, pero se encuentra
inseparablemente ligada a la mercantilización del conocimiento, y en la
inmensa mayoría de casos se da en el contexto laboral.
La ignorancia está plenamente normalizada y es admitida sin ningún
reparo en los modelos de éxito social.