LA SERPIENTE ALADA

Cuenta la leyenda muy antigua que los musulmanes sabían de magia y encantamiento y que eran dueños de innumerables sacas de oro conseguidas en sus múltiples combates.

Para no perder su riqueza, se les ocurrió esconderla en unas cuevas y dejar a cargo a uno de sus soldados, al cual, por arte de encantamiento, convirtieron en un ser monstruoso.

El soldado se transformo en una serpiente alada a la que le llamarón CULEBRE.

La culebre reside en bosques y cuevas y tiene el cuerpo lleno de escamas al igual que un dragón.

Su punto débil es la garganta, donde es posible atacarle atravesándole con una espada o una lanza.

Se alimenta de personas y ganado, sobre todo de aquellos curiosos que se internan en sus cuevas para robarles su tesoro, con los que no muestra piedad.

Sin embargo, y muy

curiosamente, su fiereza queda

menguada ante la belleza femenina.