la represiÓn franquista en canarias durante la …

42
Facultad de Humanidades. Grado en Historia Curso Académico 2019/2020 ______________________________________________________________________ LA REPRESIÓN FRANQUISTA EN CANARIAS DURANTE LA GUERRA CIVIL (1936-1939): UN ESTADO DE LA CUESTIÓN. ______________________________________________________________________ Trabajo realizado por Néstor Rodríguez Morales. Dirigido por Miguel Ángel Cabrera Acosta.

Upload: others

Post on 31-Jul-2022

4 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: LA REPRESIÓN FRANQUISTA EN CANARIAS DURANTE LA …

Facultad de Humanidades. Grado en Historia

Curso Académico 2019/2020

______________________________________________________________________

LA REPRESIÓN FRANQUISTA EN CANARIASDURANTE LA GUERRA CIVIL (1936-1939):

UN ESTADO DE LA CUESTIÓN.______________________________________________________________________

Trabajo realizado por Néstor Rodríguez Morales.

Dirigido por Miguel Ángel Cabrera Acosta.

Page 2: LA REPRESIÓN FRANQUISTA EN CANARIAS DURANTE LA …

2

Resumen

El objetivo de este trabajo es ofrecer una visión de conjunto de lo que supuso la

represión franquista en las islas Canarias durante el periodo de duración de la Guerra

Civil a través del análisis de la bibliografía que se ha publicado a lo largo de los últimos

años en torno a este fenómeno. Con esta bibliografía como base trataremos de mostrar

cómo la autoridad sublevada comienza a asegurar inmediatamente lo que será un

territorio de retaguardia durante toda la duración de la guerra y los métodos que utilizó

para esto, así como los ámbitos y grupos sociales que sufrieron dicha represión en

mayor medida o que participaron en ella. Trataremos también de mostrar algunas

diferencias entre las islas en cuanto al volumen, severidad y aplicación de esta política

de control a través del miedo, así como los motivos de estas diferencias.

Palabras clave: franquismo, represión franquista, Canarias, Guerra Civil Española,

sociedad canaria.

Abstract

The aim of this paper is to offer a broad perspective of what the francoist

repression meant for the Canary Islands throughout the duration of the Spanish Civil

War through the analysis of the bibliography that has been published in the last years

around this phenomenon. With this bibliography as a starting point, we will try to show

how the revolted authorities immediately started to secure what would be a rear-guard

territory for all the duration of the war and the methods it used for this purpose, as well

as the social spheres and groups that suffered the most under these measures or that

collaborated with them. We will also try to show some of the differences in volume,

severity and enforcement of these policies of public control through fear between the

different islands and the reasons behind this difference.

Key words: Francoism, francoist repression, the Canaries, Spanish Civil War, canary

society.

Page 3: LA REPRESIÓN FRANQUISTA EN CANARIAS DURANTE LA …

3

Résumé

L’objectif de ce travail est offre une ample perspective de la répression

franquiste et ce qu’elle a signifié pour les îles Canaries pendant la duration de la Guerre

Civile Espagnole à travers de l’analyse de la bibliographie publiée dans les derniers

années autour de ce phénomène. Avec cette bibliographie comme point de départ nous

verrons comment l’autorité des soulevées commence à sécuriser un territoire qui sera à

l’arrière pendant la duration de toute la guerre et les différentes méthodes utilisés à ce

propos, aussi comme les différentes milieux sociaux et groupes qui ont souffrit le plus

sous ces mesures ou qui ont collaboré avec elles En plus, on essayera de montrer

quelques différences dans le volume, la sévérité et l’application de ces politiques de

control de la population par le peur entre les différentes îles et les raisons de ces

différences.

Mots clé : Franquisme, répression franquiste, les Canaries, Guerre Civile Espagnole,

société canarienne.

Page 4: LA REPRESIÓN FRANQUISTA EN CANARIAS DURANTE LA …

4

Índice

1. Introducción 5

2. Análisis de contenido 8

2.1. La represión en Canarias 9

2.2. La represión política 13

A) Las detenciones 14

B) Los fusilamientos 17

C) Las desapariciones 18

D) El trabajo forzado 20

2.3. La represión en la enseñanza 21

A) La educación primaria 23

B) La educación secundaria 25

2.4. La represión económica 26

2.5. La represión contra las mujeres 29

2.6. El papel de la Iglesia en la represión 31

2.7 Los que huyeron 33

3. Conclusiones 35

4. Bibliografía 37

Page 5: LA REPRESIÓN FRANQUISTA EN CANARIAS DURANTE LA …

5

1. Introducción

La Guerra Civil supone el desenlace final de una crisis sociopolítica que se venía

arrastrando a través de las décadas anteriores. Es el resultado de la creciente

conflictividad social e inadecuación del sistema político de la Restauración, que va

aumentando lentamente durante el fin del s. XIX y comienzos del s. XX, y que da lugar

a la aparición de la República como un intento de estabilización del país mediante una

renovación institucional. Este intento, como se puede ver hoy en retrospectiva, tropezó

con la oposición por parte de las clases privilegiadas tradicionales, que desde un primer

momento mostraron su desagrado con el régimen republicano, como muestra el masivo

apoyo de las clases dominantes, la clase económica dirigente y amplios sectores de la

Iglesia y el ejército al golpe del 18 de julio de 1936, frente a la mayoritaria indiferencia

que habían mostrado ante la intentona de Sanjurjo en 1932. La resistencia por parte del

gobierno de la República al golpe degenera finalmente en lo que hoy conocemos como

la Guerra Civil (Cabrera Acosta, 2000a, págs. 9-10). En el caso de Canarias, la Guerra

Civil en tanto que enfrentamiento armado entre el gobierno de la República y los

sublevados no existe. Es por esto que Agustín Millares Cantero (1983, pág. 54) dice que

“en el archipiélago no hubo guerra civil, pero sí asesinatos azules”. Por otro lado,

tenemos autores como Ramiro Rivas García (2007, pág. 27), que defiende que sí hubo

guerra en Canarias, y que la represión es la manifestación de la misma en el

archipiélago. Lo que es innegable es que durante el periodo de la Guerra Civil se

desarrolla en el archipiélago una política planificada, metódica y considerada como

necesaria para la pacificación de una retaguardia indispensable, donde los episodios de

venganza y exceso individual fueron ocasionales (Cabrera Acosta, 2000a, pág. 13). La

represión en Canarias sigue claramente la tendencia desarrollada en la Península, donde

la enorme conflictividad social que se había desarrollado durante la República, con el

surgimiento o fortalecimiento del movimiento obrero a lo largo del territorio nacional e

insular llevo a un enfrentamiento frontal con la clase dominante hasta el momento.

Además, la posición geográfica y el papel que va a desarrollar el archipiélago canario

para el bando sublevado, como base y lugar de aprovisionamiento, hacen que el

mantenimiento del orden durante la guerra sea indispensable. Esto significará, unido a

la muy extendida sensación entre la población canaria de que la guerra no se decidiría

allí y que una resistencia fuerte no influiría en el discurrir de la Guerra, que la represión

Page 6: LA REPRESIÓN FRANQUISTA EN CANARIAS DURANTE LA …

6

será un arma indispensable y ampliamente utilizada durante este periodo en el territorio

canario.

Los objetivos del presente trabajo se centran pues en llevar a cabo un

acercamiento comprensivo a la literatura académica que se ha desarrollado a lo largo de

los últimos años en torno a la represión franquista en Canarias durante el periodo de la

Guerra Civil Española, esto es, aproximadamente entre el 18 de julio de 1936 y el 1 de

abril de 1939. En este sentido, el trabajo intenta aportar inicialmente una aproximación

al régimen franquista, y particularmente al desarrollo del fenómeno de la represión en

sus diversas dimensiones, durante su periodo de nacimiento y más temprana

consolidación. Lo haremos a través del análisis las últimas investigaciones sobre esta

materia. De esta manera, realizaremos un análisis pormenorizado de este proceso por

ámbitos de ejercicio de la represión, esto es, dedicaremos diversos aparatados a la

represión política, la represión en la enseñanza, en el ámbito económico y contra las

mujeres. Además, trataremos el papel de otro agente, externo al régimen, pero cómplice

de este aparato represor, es decir, el papel de la Iglesia. Finalmente, haremos mención al

caso de los huidos, entre los que se encuentran los conocidos como “alzados”, que

intentaron escapar de esta maquinaria del régimen que amenazaba sus vidas y la de sus

familias.

Esta guerra es uno de los conflictos por excelencia del s. XX, en tanto que a

veces se ha considerado como preludio de lo que vendría en la Segunda Guerra

Mundial. En cualquier caso, de manera concreta supone el comienzo de una dictadura

que gobernará España por casi cuarenta años. Es por esto que la bibliografía sobre este

conflicto y todos sus aspectos es de una magnitud monumental. Incluso en el caso de

Canarias, a pesar de ser una zona que estuvo bajo el control de la rebelión desde el

principio de la contienda y que prácticamente no vio ningún episodio de resistencia, la

bibliografía sobre la Guerra Civil es, a día de hoy, bastante considerable y se ocupa de

muy diferentes ámbitos del desarrollo de la represión por parte del nuevo régimen

contra la población (Rivas García, 2007, pág. 28). Por tanto, para la realización de este

trabajo me he apoyado en una amplia bibliografía que, sin ser en modo alguno

exhaustiva, creo que recoge lo esencial del panorama de la producción historiográfica

en Canarias para el periodo de la Guerra Civil española, particularmente en el ámbito de

la represión por parte del régimen franquista en el Archipiélago, en el que este trabajo

se centra. Para ello he tenido en cuenta los valiosos trabajos de recopilación

Page 7: LA REPRESIÓN FRANQUISTA EN CANARIAS DURANTE LA …

7

bibliográfica sobre la represión franquista en Canarias realizado por Aarón León

Álvarez (León Álvarez, 2015b) y de modo más general, sobre el franquismo en

Canarias por el mismo autor, en colaboración con Blanca Divassón Mendivil (León

Álvarez & Divassón Mendivil, 2014b). Apoyados en esta base, se ha realizado una

búsqueda de material digital a través de los recursos de la ULPGC (Memoria Digital de

Canarias) y de la ULL, así como en los diferentes sitios de difusión de la investigación

en línea, tales como academia.edu, Researchgate o Dialnet. El uso de estos últimos ha

sido crucial, ya que debido a las circunstancias ocasionadas por la irrupción del

coronavirus, el acceso a recursos físicos ha estado restringido enormemente, por lo que

me ha sido prácticamente imposible acceder a estos recursos, circunstancia que sin duda

ha dificultado la realización de este trabajo.

Page 8: LA REPRESIÓN FRANQUISTA EN CANARIAS DURANTE LA …

8

2. Análisis de contenido

La investigación sobre el régimen franquista y su sistema represivo cuenta ya

con una destacada trayectoria, sobre todo desde la apertura en los años 80 de los

archivos confidenciales sellados. Esta apertura proporcionó en su momento una nueva y

enorme cantidad de documentos, con nuevos datos que permitían mejorar la

comprensión que poseíamos de este periodo y de las actividades llevadas a cabo por las

instituciones represivas del franquismo. En este sentido, toda una serie de obras de

investigación que profundiza en este aspecto de la vida bajo el régimen de Franco ha

sido desarrollada en las últimas décadas. Canarias no ha sido una excepción con

numerosas trabajos tanto de carácter más generalista en torno al régimen como de

carácter especializado en la represión. Ejemplos notables y bastante recientes de un

acercamiento generalista al franquismo en Canarias y a la Guerra Civil, son las obras

colectivas El Franquismo en Canarias (León Álvarez, 2014a), coordinada por Aarón

León Álvarez, y el trabajo dirigido por Miguel Ángel Cabrera Acosta, La Guerra Civil

en Canarias (Cabrera Acosta, 2000a), si bien ambas son recopilaciones de estudios de

diferentes especialistas en la materia que abordan de manera individualizada para cada

isla la aparición y desarrollo de la Guerra. A ellas cabe sumar las diferentes Historias de

Canarias donde se incluyen capítulos o apartados sobre la experiencia del franquismo en

el archipiélago. Ejemplos notables de ello son los dos capítulos sobre el tema que nos

ocupa presentes en la Historia Contemporánea de Canarias a cargo de Sergio Millares

Cantero (Millares Cantero, 2011b) (Millares Cantero, 2011a). En lo que a nosotros nos

interesa La Represión franquista en Canarias (León Álvarez, 2015a) nos da una visión

con mayor profundidad al desarrollo del fenómeno represivo en Canarias. En ella se

abordan los objetos de represión, las diferentes modalidades en las que se ejercía y los

ejecutores de la misma, y nos aporta una breve síntesis histórica sobre la represión en

Canarias durante la Guerra Civil. Pese a todo, cabe destacar la notable ausencia de una

obra de carácter monográfico destinada a profundizar en el análisis de este fenómeno

para el conjunto del archipiélago.

Como ya hemos señalado, de lo que este trabajo se ocupará es del fenómeno

represivo en Canarias y, particularmente, de la represión franquista durante el periodo

de la Guerra Civil en el Archipiélago. En este sentido, lo que en adelante trataremos de

hacer es un examen o balance de la bibliografía existente a este respecto. Para ello

Page 9: LA REPRESIÓN FRANQUISTA EN CANARIAS DURANTE LA …

9

dividimos esta segunda parte de trabajo según las modalidades o ámbitos de la

represión.

2.1. La represión en Canarias

La represión constituye uno de los aspectos más destacados de la acción del

régimen franquista en las Islas Canarias, y fue el instrumento usado por la clase

dominante para frenar el auge del movimiento obrero y la lucha contra los opositores al

nuevo régimen, renunciando de este modo al control político y a la acción legal en favor

de métodos violentos. La represión es, por tanto y como señala Cabrera Acosta (2000a,

pág. 13), una decisión política planificada, metódica y necesaria para desarticular la

oposición al Golpe y pacificar la retaguardia, lo que debía hacerse de manera fulminante

y ejemplar según las instrucciones del propio Franco a las fuerzas bajo su mando

(González Vázquez, 2015a, pág. 67). Sin duda, esta represión no sólo se llevó a cabo a

través de un aparato represivo bien estructurado (Millares Cantero, 2011b, pág. 405)

sino que la participación de algunos sectores de la sociedad fue clave. En este sentido,

cabe partir de las dos afirmaciones anteriores y realizar una serie de preguntas de gran

relevancia para la investigación que este trabajo intenta, de alguna manera, reseñar.

En primer lugar, ¿cuáles fueron las causas de esta represión? Y, también, ¿cuál

fue el objetivo real de la represión? Evidentemente, se puede argumentar que los

procesos represivos desarrollados en el archipiélago canario durante la Guerra Civil,

que continuarían tras su finalización, estaban motivados por un afán de pacificación de

una retaguardia clave para la victoria. Pero esta explicación deja de lado algunos

factores que pueden modificar esta perspectiva. Por ejemplo, vemos que la represión no

está repartida de manera homogénea durante toda la duración del conflicto (Millares

Cantero S. , 2011b, págs. 419-422). La información transmitida por los diferentes

autores muestra que la primera oleada represiva se produce con el comienzo del

conflicto y se ejerce debido a la necesidad de controlar los focos insumisos en la

retaguardia a través del miedo. Este es el caso, sin ir más lejos, de la represión ejercida

en los primeros instantes contra los funcionarios y cargos electos del Gobierno Civil de

Las Palmas que se mantuvieron leales a la República tras los primeros instantes del

Golpe o contra las manifestaciones obreras del Puerto de la Cruz en Tenerife (Millares

Cantero S. , 2011a, pág. 394). Este primer golpe sobre la mesa responde claramente a

una necesidad de demostrar el control sobre el territorio y reducir lo máximo posible la

Page 10: LA REPRESIÓN FRANQUISTA EN CANARIAS DURANTE LA …

10

probabilidad de que se formara una resistencia más organizada. Sin embargo, con el

paso de los meses y la transformación del Golpe en una guerra civil de pleno derecho,

las autoridades franquistas se ven en la necesidad de profundizar esta represión, de

transformarla en un proceso de eliminación de la conflictividad social (Millares Cantero

S. , 2011b, pág. 421) que había caracterizado a los años de la República (Cabrera

Acosta, 2000a, pág. 9) y que alcanza su plenitud en el primer trimestre de 1937,

espoleada probablemente por la fuga de alrededor de un centenar de prisioneros de la

colonia de Villa Cisneros en marzo de 1937 (Millares Cantero S. , 2011b, pág. 422).

Esto nos lleva a un segundo punto de gran interés: el papel real de la venganza.

Mucho se ha debatido en torno a esta cuestión durante la guerra civil y, si bien

numerosos autores se muestran de acuerdo en el carácter político dominante en el

ejercicio de la represión (Cabrera Acosta, 2000a, pág. 13), es innegable el espacio que

hubo para la venganza tanto como causa de la represión propiamente dicha o del

ensañamiento con los ya represaliados de manera oficial, hecho particular con el que

especula Millares Cantero (Millares Cantero S. , 2011b, pág. 421). En todo caso la

dimensión de la venganza dentro del proceso represivo franquista sigue siendo objeto de

debate entre los historiadores. Por esto, cuando tratamos este tema, cabe interrogarse lo

siguiente, ¿venganza de quién y sobre quién?

Si volvemos a los datos, vemos cómo el proceso represivo se vio aplicado de

manera amplia a los sectores de la Izquierda (González Vázquez, 2015b, pág. 178). Es

decir, se buscó eliminar a los sectores más conflictivos y menos proclives a aceptar el

nuevo régimen, esto es, una parte muy escasa de la élite y a la clase obrera militante en

partidos de izquierdas y, sobre todo, la clase obrera más politizada, que planteaba

mayores problemas a la oligarquía local (González Vázquez, 2015b, pág. 208). Este

hecho nos ayuda a comprender la distribución geográfica de la represión, tanto a nivel

insular como provincial y regional. Por ejemplo, La Gomera sufre una fuerte represión a

pesar de su reducido componente poblacional. Por el contrario, Lanzarote y

Fuerteventura vieron que su proceso de depuración de la población fue mucho más tibio

que en otras partes de Canarias. Esto se debe a las enormes diferencias de movilización

obrera y de conflictividad social entre estas islas. En La Gomera se produjeron en 1933

los sucesos de Hermigua, que tuvieron un saldo de varios muertos, incluyendo 2

pertenecientes a la Guardia Civil (García Luis & Torres Vera, 2000, pág. 119). Por el

contrario, ningún acontecimiento de este calado tuvo lugar en las dos islas orientales

Page 11: LA REPRESIÓN FRANQUISTA EN CANARIAS DURANTE LA …

11

(Cabrera Acosta, 2000a, págs. 133-135 y 141-143). De la misma manera esto explica las

diferencias en el número de represaliados entre distintas zonas de las islas capitalinas.

Por ejemplo, la mayor intensidad represiva desarrollada en las zonas metropolitanas y

del Norte frente a la del Sur. En definitiva, las islas y zonas más politizadas y con mayor

influencia de partidos políticos y sindicatos fueron las más afectadas por la represión

(Millares Cantero S. , 2011a, págs. 390-396).

Por último, es necesario prestar atención también a aquellos grupos que se

vieron beneficiados, e incluso colaboraron con la represión. Los sectores dominantes de

la sociedad canaria, desde los antiguos caciques de la Restauración a los miembros de la

Iglesia, habían sido atacados durante la República por los grupos más movilizados de la

clase obrera. De hecho, su autoridad había sido, cuando menos, cuestionada (Cabrera

Acosta, 2000a, pág. 12). De esta manera, cuando vieron en el alzamiento la oportunidad

de restaurar el statu quo previo a la guerra se adhirieron de manera firme a este, e

incluso se vieron implicados a través de diferentes métodos en este proceso. Se

formaron numerosas comisiones por todo el archipiélago que estaban encargadas de

dirigir la represión contra la población, estando compuestas normalmente por miembros

del clero, de las élites locales y de los grupos de apoyo civil al régimen, esto es, Falange

y Acción Ciudadana (Millares Cantero S. , 2011b, pág. 405). Estas dos organizaciones

de carácter paramilitar, formadas por civiles voluntarios, fueron un apoyo clave para la

represión (Millares Cantero S. , La cara más sórdida del nuevo régimen: la represión

política y social, 2011b, pág. 405), y estuvieron encargadas de apoyar a las autoridades

sublevadas en las tareas de represión y control de la sociedad.

Para acercarnos a los objetivos, los procedimientos y los instrumentos de

represión durante la Guerra Civil disponemos de la síntesis histórica que aporta

Salvador González Vázquez (2015b) o el capítulo de Millares Cantero dedicado a “la

cara más sórdida” del régimen franquista durante la Guerra Civil en Historia

Contemporánea de Canarias (Millares Cantero, 2011b). Respecto a los colectivos

contamos, por ejemplo, con los trabajos de Ramiro Rivas para Tenerife (Rivas García,

2015) y de Millares Cantero y otros para Gran Canaria (Millares Cantero, Anaya

Hernández, Alcaraz Abellán, Orihuela Suárez, & Suárez Bosa, 2015). Sobre la dureza

de tal represión no queda sino observar los comentarios y las directrices del Alto Mando

sublevado para Canarias en los días posteriores al primer alzamiento. Así, la

“proporción a la magnitud de resistencia” era la política que el bando de guerra

Page 12: LA REPRESIÓN FRANQUISTA EN CANARIAS DURANTE LA …

12

sublevado defendía a la hora de aplicar estos procedimientos. ¿Pero de qué tipo de

proporción hablamos? Así, por ejemplo, tras un tiroteo en el que mueren dos soldados

en el puerto de Las Palmas, el general Luis Orgaz afirmaría en la radio que “toda

crueldad es poca” para su “venganza” (González Vázquez, 2015b, pág. 168), lo cual nos

recuerda las palabras del general Mola del mismo 19 de julio, que afirma: “Hay que

sembrar el terror…, hay que dejar sensación de dominio eliminando sin escrúpulos ni

vacilaciones a todos quienes no piensen como nosotros” (Juliá, 1999, pág. 59).

De esta manera se despliegan múltiples métodos para controlar a la población a

través del terror. Con el comienzo de la Guerra, aparecen las detenciones y los

fusilamientos tras consejo de guerra a los principales líderes políticos y resistentes, y

también a figuras de menor relevancia política como maestros o intelectuales, llegando

a contarse en los primeros 10 meses de conflictos más de 75 ejecuciones y entre 3.500 y

5.000 prisioneros en las diferentes prisiones del archipiélago, dependiendo esta cifra de

los autores y sus fuentes. Pocos meses después del comienzo del alzamiento se

incorpora otra variante de la represión, las desapariciones.

En todo caso, en general, hay tres obras que nos acercan al panorama general de

la investigación en torno a la represión en Canarias. Una de ellas es la obra coordinada

por Aarón León Álvarez, El Franquismo en Canarias (León Álvarez, 2014a), donde se

nos ofrece una visión general de lo que supuso el franquismo en Canarias así como

diversos trabajos sobre la represión durante sus primeros años, como en el caso de la

represión contra las mujeres en el primer franquismo (Navarro Marchante, 2014), sobre

la represión en el ámbito educativo (Negrín Fajardo, 2014) o la presencia de canarios en

el campo de concentración nazi de Mauthausen (Millares Cantero, 2014). En segundo

lugar, otra obra de obligada referencia es el libro del mismo coordinador La Represión

franquista en Canarias (León Álvarez, 2015a), que trata con mucha mayor profundidad

las especificidades de la represión en el caso canario y sus principales métodos y

motivos. A estas obras de carácter general se le añaden diferentes artículos y coloquios

de carácter más especializado que iré mencionando en su debido momento.

Page 13: LA REPRESIÓN FRANQUISTA EN CANARIAS DURANTE LA …

13

2.2. La represión política

Tal y como señala Millares Cantero, “aparte de los aspectos sociales,

económicos e institucionales, probablemente es la represión que se ejerce contra los

disidentes políticos el rasgo más destacado de lo ocurrido durante la Guerra Civil en las

Islas Canarias” (2011b, pág. 405). Entendemos esta represión como la que se aplica

sobre los “elementos” designados como hostiles u opositores al régimen, adoptando

diferentes formas de castigo. Fue aplicada sobre de modo selectivo, especialmente

sobre los miembros del Frente Popular (republicanos de izquierda, socialistas y

comunistas) y los cuadros anarcosindicalistas. Otro grupo que también se vio afectado

en gran medida por la represión fue el de los masones, que desde el mismo comienzo

del alzamiento en Canarias fueron perseguidos. Se les hacía responsables de la

bolchevización de España y la destrucción del espíritu católico de la nación (de Paz

Sánchez & Felipe González, 1984), y fueron una de las obsesiones del franquismo

durante toda la duración de la Guerra Civil y de la Dictadura. En este apartado

distinguiremos, tal y como suele hacer la investigación al respecto, entre detenidos,

fusilados y desaparecidos. Haremos mención también a aquellos prisioneros que,

durante el cumplimiento de sus condenas, se vieron obligados a trabajar como mano de

obra forzada en los batallones de trabajadores. Una aproximación general a los tres

primeros casos puede encontrarse en el trabajo de Millares Cantero (2011b, págs. 406-

415).

El aparato represor establecido por los sublevados tuvo un eje vertebrador claro

para su parte visible, esto es, para las detenciones, los trabajos forzados y los

fusilamientos realizados dentro del marco legal usado por los sublevados: los consejos

de guerra. Según Alcaraz et alii (2000a, pág. 31) estos consejos de guerra fueron un

instrumento de legitimación de las condenas impuestas y de la represión a los opositores

o activistas políticos durante la República, lo que los convertiría en parte fundamental

de la maquinaria represiva, siendo ignorada la justicia civil, y convirtiéndose el Ejército

en único juez de este proceso ejemplarizante (Millares Cantero, Anaya Hernández,

Alcaraz Abellán, Orihuela Suárez, & Suárez Bosa, 2015, pág. 139). Estos consejos

generaron numerosas condenas de prisión mayor o condenas a muerte, si bien muchas

de ellas serían conmutadas. Del hecho de que en diciembre de 1936 se instruyera el caso

número 625 para la provincia de Las Palmas, los autores deducen que el volumen de

trabajo de estos debía ser enorme, con una clara intención punitiva, tal y como

Page 14: LA REPRESIÓN FRANQUISTA EN CANARIAS DURANTE LA …

14

atestiguan las declaraciones del fiscal Rafael Díaz Llanos, entre septiembre y octubre de

1936 en el consejo de Guerra al Gobernador Civil de Tenerife y otros 28 prisioneros.

“Es preciso que la ley hiera a los culpables y que la sentencia sea un ejemplo saludable

para cuantos aún no se han incorporado al movimiento restaurador” (Millares

Cantero, 2011b). Esta enorme actividad era alimentada no solo por el ejército sublevado

o por la policía y la Guardia Civil, sino también por patrullas de voluntarios falangistas

y de Acción Ciudadana desde el mismo día del Golpe de Estado hasta después del fin de

la Guerra Civil (Alcaraz Abellán, Anaya Hernández, Millares Cantero, & Suárez Bosa,

La Guerra Civil en Gran Canaria, 2000a, pág. 32). Es necesario mencionar también el

papel de los bandos de guerra, que tenían como objetivo dar una apariencia de legalidad

a las numerosas ejecuciones sumarísimas que se llevaron a cabo durante la Guerra Civil.

A pesar de esto, llama la atención el elevado número de víctimas mortales de la

represión no inscritas en ningún registro, los conocidos como desaparecidos (Espinosa

Maestre, 2009, pág. 438).

A) Las detenciones

En primer lugar, las detenciones fueron estructuradas en torno a listas de

“agitadores y activistas de partidos y sindicatos y todos aquellos individuos

considerados como peligrosos” que fueron remitidas por parte de la Guardia Civil a la

Comandancia Militar (Rivas García, 2012, pág. 446). En el mismo sentido se pronuncia

López Felipe (2001, pág. 15), señalando que la Comandancia de la Guardia Civil pide a

los ayuntamientos listas de estilo similar. Estas son las famosas listas negras utilizadas

por los golpistas para dar inicio a la represión y sobre las cuales parece que no se ha

profundizado en su investigación, en especial en ayuntamientos pequeños. Los trabajos

publicados hasta la actualidad señalan que la escala masiva en la que se realizaron causó

un colapso de la estructura penitenciaria de ambas provincias, compuesta por las

Prisiones Provinciales, creando la necesidad de nuevos campos de detención. Es así

como surge en Gran Canaria el campo de concentración de la Isleta, luego sustituido por

el de Gando y, en Tenerife, aparecen los barcos prisión, que luego pierden

protagonismo frente al Campo de Concentración de Fyffes. Sin embargo, siguiendo a

Millares Cantero (2011b, pág. 407), cabe mencionar la dificultad para determinar cifras

exactas de detenidos, dado que la actividad de entradas y salidas de estos campos fue en

Page 15: LA REPRESIÓN FRANQUISTA EN CANARIAS DURANTE LA …

15

extremo abultada, lo que aún hoy en día nos imposibilita esta labor. De manera

aproximativa Millares Cantero establece la cifra de unos 5.000 presos para todo el

Archipiélago en el punto álgido de la represión, en torno a febrero de 1937. Sin

embargo estos datos se refieren al número de personas encarceladas al mismo tiempo en

un momento dado. Cuando alude al número total de individuos que en algún momento

estuvieron encarcelados sus estimaciones se disparan a más de 10.000. Por su parte,

González Vázquez (2015b, pág. 174) estima que para febrero de 1937, el número de

encarcelados en prisiones y campos de concentración era de unos 3.500. Para el caso de

Gran Canaria, la investigación de Alcaraz et alii (2000a, pág. 31) señala los problemas

que existen para dar una cifra exacta de detenidos, estimando en unos 3.300 los

detenidos totales a lo largo del conflicto a partir de las fichas existentes, pero sugiere

que podrían llegar a los 5.000, siendo realizadas la mayoría de estas detenciones en los

municipios de mayor peso poblacional, como Las Palmas de Gran Canaria, Telde,

Arucas, Guía o Moya.

Para el caso de Tenerife, Ramiro Rivas (2000, pág. 66 y s.) señala como en los

días se producen miles de detenciones que colmaron la Prisión Provincial, lo que obligó

a habilitar otros espacios para la reclusión, como es el caso de los barcos usados como

prisiones flotantes, a lo que se añadiría el uso de los almacenes de la compañía platanera

Fyffes como prisión. Por su parte, Millares Cantero (2011b, pág. 407) señala que en la

provincia de Santa Cruz de Tenerife se estiman en unos 2.000 los encarcelados en

Fyffes, además de otros 500 en la prisión Prisión Provincial, provenientes de toda la

provincia. En el caso de La Palma nos encontramos con alrededor de 500 represaliados,

la mayoría de ellos obreros y jornaleros pertenecientes a sindicatos y partidos como la

Federación de Trabajadores o el Partido Comunista entre otros (González Vázquez,

2004, pág. 103). Muchos de ellos fueron detenidos, y entre estos se encontraban

numerosos líderes políticos de izquierda, como los alcaldes y líderes sindicales de San

Andrés y Sauces, Tazacorte, los Llanos de Aridane o Garafía y el presidente del Cabildo

en el momento del alzamiento, que fueron condenados a penas de 15 años o más de

prisión, a muerte o, simplemente, desaparecieron (González Vázquez, 2000, págs. 106-

107). De manera parecida, en La Gomera se procedió a un barrido sistemático de las

diferentes localidades por la gran conflictividad vivida en años anteriores, comenzando

por el municipio Hermigua el 30 de junio de 1936 y siendo la represión más extensa la

desarrollada en el municipio de Vallehermoso, donde fueron especialmente marcados

Page 16: LA REPRESIÓN FRANQUISTA EN CANARIAS DURANTE LA …

16

aquellos que habían participado en los Sucesos de Hermigua en 1933. (García Luis &

Torres Vera, 2000, pág. 122). Es por estos hechos que en La Gomera se desarrolla

bastante la represión, y posteriormente el estudio de sus consecuencias, a pesar de su

bajo número de habitantes. Estos detenidos, en principio encarcelados en la propia isla,

fueron trasladados a campos de prisioneros más grandes, primero a Fyffes y Gando y

luego, en algunos casos, a campos en la Península como el de Rota, en Cádiz.

Para el resto de islas la investigación desarrollada no ha alcanzado la

exhaustividad que podemos encontrar en las islas capitalinas, en La Gomera y en La

Palma. Se sugiere que esto es debido a la baja conflictividad social y al control político

de la derecha en el caso de Lanzarote y Fuerteventura y por la escasa población de El

Hierro incluso dentro del ámbito insular. Pero aun así la represión se deja notar en ellas.

En Lanzarote se contabilizan tan sólo 81 detenidos, trasladados a Gran Canaria, donde

estaba localizada toda la estructura represiva de la provincia (Alcaraz Abellán, Anaya

Hernández, Millares Cantero, & Suárez Bosa, 2000b, pág. 135). Posteriormente, Anaya

Hernández (2011, pág. 33) rebaja aún más esta cifra hasta los 75. En Fuerteventura el

número es aún menor, con 25 detenidos. Finalmente, para el caso de El Hierro tenemos

constancia de unos 20 detenidos, trasladados a Tenerife, procedentes sobre todo de las

zonas de El Pinar e Isora, trasladados a la prisión de Fyffes (Cabrera Acosta, 2000b,

pág. 136).

Como nota final de este apartado cabe mencionar que las detenciones no sólo

implican la simple restricción de la libertad. Implican también el uso generalizado de la

tortura, vejaciones, castigos físicos, acoso indiscriminado, amenazas o castigos

adicionales contra sus familiares y su patrimonio por parte de los sublevados. A lo largo

de toda la bibliografía consultada se dan numerosos ejemplos de cómo los detenidos son

sometidos a estas prácticas abusivas. Por ejemplo, tal y como expone Ramiro Rivas

(2000, pág. 74), la tortura es utilizada en Tenerife para la obtención de confesiones e

incriminaciones por parte de miembros de la CNT contra sus dirigentes. En todo caso,

la detención podía ser un preámbulo para otra de las medidas represivas recogidas en

este trabajo. Incluso la “puesta en libertad”, en algunos casos, no era sino una maniobra

previa a que se produjera una de las conocidas desapariciones, de las que hablaremos

más adelante.

Page 17: LA REPRESIÓN FRANQUISTA EN CANARIAS DURANTE LA …

17

B) Los fusilamientos

En segundo lugar, en el caso de los fusilados, contabilizar el número real de

ejecuciones dentro de la legalidad sublevada resulta más sencillo, ya que hay un rastro

documental que nos permite llevar la cuenta de manera mucho más precisa. Como

señala Salvador González Vázquez (2015b, pág. 169) estos fusilamientos se realizan

siguiendo las condenas dictadas por consejos de guerra, que constituyen el arma más

contundente de los sublevados para luchar contra la resistencia al golpe, con 75

condenas solo hasta marzo de 1937. Según Millares Cantero (2011b, pág. 408), entre

1936 y 1940 hay 122 ejecuciones en Canarias, de las cuales 50 de los ejecutados

proceden de Tenerife, 29 de Gran Canaria, 6 de La Palma, 6 de La Gomera y 31 de las

colonias españolas en África. Los primeros procedimientos se desatan contra los

primeros resistentes al golpe, como es el caso de los resistentes del Gobierno Civil de

Tenerife, los participantes en “el Fogueo” de Vallehermoso o la “Semana Roja” en La

Palma. Tras esto, en las dos islas mayores, la represión continúa contra sindicalistas de

la considerada como peligrosa CNT, y a los resistentes de la parte Norte de Gran

Canaria.

Para el caso de Gran Canaria, aunque pudiera ser extensible a otras islas

(especialmente a Tenerife y La Palma), las investigaciones muestran que podríamos

hablar de dos periodos en el proceso represivo: un primero entre julio y septiembre de

1936, “actuándose de forma selectiva con fusilamientos y desapariciones de los

dirigentes políticos o resistentes destacados” y un segundo momento entre diciembre de

1936 y junio de 1937 en que la represión “se hace más brutal a base de sacas y

desapariciones” (Alcaraz Abellán, Anaya Hernández, Millares Cantero, & Suárez Bosa,

2000a), estas sí de carácter extraoficial y de las que hablaremos en el siguiente apartado.

En las islas de Fuerteventura y Lanzarote, la represión no se dejó sentir de esta

manera, ya que previo al comienzo de la guerra, el control de las islas estaba en manos

de las derechas con alrededor de un 75 o un 80% del voto en ambas (Anaya Hernández

L. A., 2011). A pesar de que se produjeron varias decenas de detenciones hubo tan solo

dos condenas a muerte que se llegaran a aplicar entre los represaliados de estas islas,

ambas a habitantes de Fuerteventura, que se llevaron a cabo en la isla de Gran Canaria.

El Hierro, por otro lado, no vio a ninguno de sus represaliados ejecutado.

Page 18: LA REPRESIÓN FRANQUISTA EN CANARIAS DURANTE LA …

18

C) Las desapariciones

El mismo propósito represor tuvieron las desapariciones. Este método consistía

en la eliminación “extrajudicial”, es decir, clandestinamente, por la fuerza y sin juicio

previo, de individuos de características similares a los detenidos y fusilados. Las

desapariciones propiamente dichas se llevaban a cabo de diferentes maneras. Una de

ellas era mediante patrullas que entraban en los campos de concentración con listas

previamente redactadas por estamentos colaboradores del Golpe. Una segunda manera

era llevada a cabo por las tristemente célebres patrullas del amanecer, que hacían

desaparecer a algunos de los presos “liberados” de las prisiones. Y una última fueron

ejecuciones arbitrarias y extrajudiciales por parte de falangistas y militares. En esto

consistía la denominada eufemísticamente “Justicia oculta”. A día de hoy, tras un largo

proceso de depuración y análisis de datos, son varios los investigadores que señalan que

podemos alcanzar unas cifras aproximadas más o menos consensuadas de unos 900

desaparecidos (González Vázquez, 2015b, pág. 184) (Millares Cantero, 2011b, pág.

412). El modus operandi generalizado es el traslado de las víctimas a lugares

recónditos, alejados. Una vez allí, donde en ocasiones eran torturados, los prisioneros

eran ejecutados de diversas maneras.

En La Gomera, las desapariciones alcanzan un total de 20 personas. La mayoría

de estas se asocian con los sucesos de previos en Hermigua, esto es, a las consecuencias

de la manifestación de trabajadores de marzo de 1933 en protesta por el paro. Doce de

los protagonistas de aquellas manifestaciones fueron desaparecidos, acompañándoles

luego seis de sus vecinos. Para finalizar el computo de desaparecidos de La Gomera

cabe mencionar el caso de Juan Rendón San Francisco, trasladado a Fyffes y

desaparecido allí, y el de Eleuterio Plasencia Herrera, salvado por unos soldados

compañeros, que lo anotaron como desaparecido (García Luis & Torres Vera, 2000,

pág. 123 y s.).

Para el caso de La Palma, Salvador González Vázquez (2000, pág. 106 y s.)

señala que el objetivo de las desapariciones era “limpiar absolutamente de desafectos

una retaguardia vital para suministrar hombres, dinero y provisiones” a los sublevados.

Esto afectaría sobremanera a los conocidos como “alzados”, aquellos republicanos que

se echaron al monte tras el alzamiento, y sus colaboradores. La consigna era clara. Tal y

como transmitió el general Dolla en su visita a La Palma: no debía haber prisioneros.

Page 19: LA REPRESIÓN FRANQUISTA EN CANARIAS DURANTE LA …

19

Así mismo, como señala Millares Cantero (2011b, pág. 412), “los desaparecidos se

producen en un periodo de varios meses, entre noviembre de 1936 y febrero de 1937”.

Estos mismos autores coinciden en señalar que de los desaparecidos, 47 en total, 27

eran alzados, que fueron ejecutados y enterrados en los pinares de Fuencaliente, y 15

colaboradores, familiares, amigos… (Millares Cantero, 2011b, pág. 413).

Respecto a Tenerife, la investigación es aún incompleta y debe continuar siendo

desarrollada. Ramiro Rivas señala a principios del s. XXI que los desaparecidos

ascendían a alrededor de 1.000 para febrero de 1937 (2000, pág. 70). Sin embargo,

Millares Cantero (2011b, pág. 413) afirma que “estas estimaciones no se apoyan en

estudios pormenorizados”. En todo caso, él mismo sostiene que las sacas comenzaron

hacia octubre de 1936, y se practicaron hasta abril de 1937, “fecha en la que termina el

ciclo represivo más intenso en las islas”, y sitúa el número de desaparecidos en Tenerife

en torno a los 400, aunque reconoce que es la estimación menos fiable por el atraso de

la investigación en la isla. Aun así se conoce la existencia de una junta basada en San

Cristóbal de La Laguna que a través de una serie de listas elaboradas para este

propósito, decidía los destinos de los presos republicanos, considerados enemigos del

régimen. Aunque diferentes puntos de la costa parecen haber sido utilizados para

disponer de los cuerpos, también hay testimonios del uso de los montes de La Esperanza

y de las Cañadas del Teide para la ocultación de los cuerpos (Millares Cantero, 2011b,

pág. 413).

En Gran Canaria este fenómeno ha sido estudiado en mayor profundidad.

Conocemos el primer gran episodio de desaparecidos en la Isla, cuando diez dirigentes

republicanos fueron trasladados junto con voluntarios de Falange al frente de Toledo,

donde serían asesinados y tirados al río Tajo, tal y como atestigua la carta de uno de

estos voluntarios (Millares Cantero, 2011b, págs. 413-414). Asimismo se conocen otros

episodios, como los enfermeros del Hospital Militar fusilados en el campo de La Isleta y

tirados al agua en la zona de Mar Fea, los dos sindicalistas cuyos cuerpos fueron

abandonados en el Paseo de Chil, las numerosas víctimas arrojadas en la Sima de

Jinámar y en diversos pozos de la zona de Arucas o los desaparecidos del barrio de la

Vecindad de Enfrente del municipio de Agaete, que posteriormente sería conocido

como Barrio de las Viudas (Alcaraz Abellán, Anaya Hernández, Millares Cantero, &

Suárez Bosa, 2000a, pág. 34). Estos tres últimos eventos suponen el punto álgido de la

represión en Gran Canaria, con un total de 103 asesinados (Millares Cantero, 2011b,

Page 20: LA REPRESIÓN FRANQUISTA EN CANARIAS DURANTE LA …

20

pág. 414). De estas 103 personas víctimas de la represión, al menos 17 habían sido

liberadas de los campos de concentración (Alcaraz Abellán, Anaya Hernández, Millares

Cantero, & Suárez Bosa, 2000a, pág. 34), concretando este número en 44 Millares

Cantero (Millares Cantero, 2011b, pág. 415). Ambos trabajos coinciden en que estos

hechos prueban la premeditación de estas “desapariciones” por parte de las autoridades

militares. Del cómputo restante de desaparecidos se conoce más bien poco, aunque el

testimonio oral deja claro que la intensa actividad de las conocidas como “patrullas del

amanecer” no cesó. De los 348 liberados en marzo de 1937, 44 de ellos fueron

asesinados pero, de los restantes 304 poco o nada se sabe, con lo cual cabe preguntarse

si corrieron la misma suerte (Millares Cantero, 2011b, pág. 415).

No es hasta pasado marzo de 1937, tras el episodio más sanguinario de represión

que se produjo en Gran Canaria y un mes después de que el comandante general Ángel

Dolla Lahoz fuera relevado de su cargo por el general Carlos Guerra Zagala, cuando las

desapariciones comenzarían a remitir. Esta fue una medida tomada por el gobierno

militar para que el Ejército retomara el control de la intensidad y el ritmo de la represión

en el archipiélago tras un periodo de medidas de carácter “extraordinario y excepcional”

(González Vázquez, 2015b, pág. 185).

D) El trabajo forzado

A partir de 1937 aparece una nueva forma de castigo para aquellos individuos

que fueran objeto de la represión por parte del régimen, y estos fueron los batallones de

trabajadores. Estaban compuesto por prisioneros de guerra, que a pesar de no tener

cargos concretos, eran castigados por su condición de vencidos (Studer Villazán, León

Álvarez, Ramos Pérez, & Heredero Gascueña, 2015, pág. 295). Estos batallones

existirían hasta 1943, año en que serían reintegrados en el ejército regular, a excepción

de los batallones de penados, entre los que se encontraba el nº 91, con base en Las

Palmas, estando sus tres compañías desplegadas en Tenerife, Fuerteventura y la misma

isla de Gran Canaria respectivamente, hasta ese mismo año. Estos batallones serían

utilizados para la construcción de nueva infraestructura tras el fin de la Guerra Civil,

aunque también fueron cedidos a diferentes empresas como mano de obra gratuita por

parte del Estado, lo que permitió un enorme enriquecimiento de las mismas. Otra

manera por la cual hubo enriquecimiento a costa de estos trabajadores fue la corrupción

Page 21: LA REPRESIÓN FRANQUISTA EN CANARIAS DURANTE LA …

21

mediante el tráfico de alimentos destinados a los prisioneros en el mercado negro

(Studer Villazán, León Álvarez, Ramos Pérez, & Heredero Gascueña, 2015, pág. 297).

En Canarias, la utilización de esta mano de obra forzada estuvo ligada

principalmente a la construcción de la infraestructura aeroportuaria de la región, que

tendría un peso económico cada vez más relevante a través del turismo (Studer

Villazán, León Álvarez, Ramos Pérez, & Heredero Gascueña, 2015, pág. 298). Estos

reos fueron utilizados para la construcción de los aeropuertos de Gando, en Gran

Canaria, de Fuerteventura y de los Rodeos, en Tenerife. En este último, aparte de ser un

lugar donde se sospecha se ocultaron restos de presos fusilados de La Laguna, se ve la

participación de prisioneros republicanos desde finales de 1936, meses antes de la

formación de los batallones de trabajo. Testimonios describen cómo, a pesar de la

dureza de la situación en estos batallones, las condiciones de supervivencia eran

mejores que en la prisión de Fyffes y se estaba a salvo de las anteriormente

mencionadas “rondas” realizadas por las “patrullas del amanecer”. Los presos canarios

de los batallones no estuvieron limitados al Archipiélago en su ámbito de acción. En

múltiples ocasiones a partir de 1939 fueron enviados a Marruecos para integrarse en el

Batallón de Trabajadores 180, por un total de al menos 300 prisioneros, todos ellos

procedentes de la prisión de Fyffes (Studer Villazán, León Álvarez, Ramos Pérez, &

Heredero Gascueña, 2015, pág. 300).

2.3. La represión en la enseñanza

En este apartado vamos a tratar la represión en el ámbito de la enseñanza a

través del proceso de depuración que sufrió el personal docente de todos los niveles

educativos que había ejercido durante la República y que, al pasar Canarias a ser zona

de control sublevado, se convirtieron en un símbolo del régimen que los rebeldes tenían

por objetivo destruir. Este fue un mecanismo concebido no sólo como punitivo, sino

como preventivo también. Fue un intento por parte del “nuevo régimen” para controlar

la labor del nuevo profesorado y dirigirla hacia la imposición de los valores nacional-

católicos que se querían implantar tras el Golpe. El rechazo de los nuevos

planteamientos pedagógicos desarrollados durante la República, que tenía por objetivo

colocar a España en el mismo nivel de desarrollo educativo que el resto del mundo

occidental, en virtud de reavivar el “glorioso” pasado imperial español, supuso un grave

Page 22: LA REPRESIÓN FRANQUISTA EN CANARIAS DURANTE LA …

22

retroceso para la imagen de una España moderna que se había buscado anteriormente

(Negrín Fajardo, 2008). En definitiva este proceso supuso un grave retroceso en la

calidad y modernidad de la enseñanza en el ámbito provincial, regional y nacional, así

como de devolución del control de la Educación a la Iglesia católica.

Para el estudio de este tipo de represión ejercida en Canarias durante el

transcurso de la Guerra Civil y en los años inmediatamente posteriores nos basamos

principalmente en la obra de dos autores, Olegario Negrín Fajardo, que se manifiesta en

sus múltiples ponencias para el Coloquio de Historia Canario-Americana, y varios

artículos de Manuel Ferraz Lorenzo (2019) a propósito de la represión ejercida contra el

magisterio en la provincia de Santa Cruz de Tenerife y la posterior praxis educativa

desarrollada por el régimen en Canarias en general (Ferraz Lorenzo, 2019). De esta

manera tendremos una visión relativamente completa de lo que supuso esta campaña

punitiva contra un posible grupo de oposición y generador de opinión contra el

Régimen. La represión a la que se vio sometido el mundo educativo en Canarias podría

organizarse en dos ámbitos, que se identifican con los niveles educativos, el del

magisterio o enseñanza primaria y el de los institutos o enseñanza secundaria. Esto es

así por dos motivos: la diferencia de volumen de profesorado “depurado” y la

distribución de género, siendo el porcentaje de mujeres afectadas mucho mayor en la

primaria al haber un mayor número de ellas en este nivel, que se daba entre las plantillas

de los dos niveles.

La represión en este sector tuvo un objetivo primordial: cohesionar a la sociedad

española a través de la introducción de consignas dogmáticas diseñadas para adoctrinar

a la juventud en la formación del “Espíritu Nacional”. Se buscó en ese momento

enraizar el sentimiento de hispanidad, de moral católica y de patriotismo, en definitiva,

el ideario de los vencedores (Ferraz Lorenzo, 1998, págs. 53-60). De esta manera, esta

preparación de la dictadura para la reformulación de la educación supuso la destrucción

de la escuela pública tal y como la habían concebido los republicanos (Ferraz Lorenzo,

1998, págs. 67-68). Los maestros y maestras, profesores y profesoras de Canarias,

vivieron bajo la amenaza de ser depurados y sancionados, o sufrieron estas sanciones,

por sus ideales políticos y su filosofía pedagógica. La represión que se abatió sobre ellos

fue grave, y en algunos casos doble. La afiliación a partidos políticos o sindicatos, ya de

por sí perseguida, les hacía recibir un castigo doble, primero con la pérdida de sus

empleos o cargos, y luego con las penas aplicadas a cualquier disidente político del

Page 23: LA REPRESIÓN FRANQUISTA EN CANARIAS DURANTE LA …

23

régimen, lo que hizo al colectivo docente especialmente perseguido por un régimen que

renegaba de ellos en virtud del acercamiento a la doctrina católica (Negrín Fajardo,

2015, pág. 270).

A) La educación primaria

La represión del magisterio comenzó de manera relativamente anodina, en la

forma de la suspensión del pago de sus salarios a los profesores que se encontraban

detenidos por, tal y como las llama el Jefe de la sección administrativa de primera

enseñanza de la provincia de Santa cruz de Tenerife, “suponerles encontrarse

complicados en el movimiento político actual” según recoge Manuel Ferraz (2019, pág.

8). La contundencia de las medidas no tardaría en aumentar. Es a través de las

depuraciones que la parte más pesada del proceso represivo comenzaría a expandirse en

Canarias. Listas de profesores a depurar, con centenares de nombres cada una de ellas,

aparecieron en ese momento, y junto a los nombres de los diferentes docentes constaban

los lugares o escuelas donde habían ejercido su función y las diferentes sanciones que

cada uno de ellos había recibido. Estas sanciones iban desde la inhabilitación de por

vida y la expulsión del escalafón del funcionariado y perdida del título a la retención de

parte un 50% del salario por entre dos y nueve meses, pasando por inhabilitaciones

temporales, la pérdida de la propiedad de la escuela o traslados de destino a modo de

“destierro” (Ferraz Lorenzo, 2019, pág. 9), aunque también hubo varios maestros

implicados políticamente que fueron ejecutados o desaparecieron como consecuencia de

la represión. A pesar de la continua aplicación de sanciones a este profesorado

depurado, esto no fue suficiente para el Comandante Militar de Canarias, que pedía más

contundencia en las sentencias. Esto le llevo a crear el 30 de octubre de 1936 el cargo

de “Delegado de la Autoridad militar de la Enseñanza primaria, pública y privada y de

Escuelas Normales del Archipiélago” (Ferraz Lorenzo, 2019, pág. 11). Esto supuso la

militarización de la Educación y el recrudecimiento de las condenas contra este

colectivo, tanto en intensidad como en número. En este sentido, la represión no

discriminó a nadie, hombres y mujeres sufrieron por igual.

Los procesos de depuración fueron muy extensos y dejaron a numerosas

escuelas desprovistas de personal docente que pudiera continuar con las clases. Esta

escasez llevó a que en numerosos casos se dieran quejas, protestas, reclamaciones y

Page 24: LA REPRESIÓN FRANQUISTA EN CANARIAS DURANTE LA …

24

alegatos en pos de la revocación de las sanciones, lo que llevaba a que se generaran

enormes expedientes donde se registraban testimonios de vecinos y autoridades locales

de cada reclamante para dilucidar su culpabilidad o inocencia. Además, la renovación

de todos estos docentes dejó más de 150 escuelas con vacantes o en paro forzoso sólo

en la provincia de Tenerife. Además de los maestros de la escuela pública, hay que tener

también en cuenta a aquellos de la privada, o que poseían sus propias academias o

daban clases en sus propias casas. En tanto que ajenos a la administración pública, sus

nombres no se encuentran en las listas, aunque fueron represaliados tanto o más

ferozmente (Ferraz Lorenzo, 2019, pág. 22). Ante esta exhaustiva depuración es

comprensible que sólo el 57% de los niños de la escuela pública de Tenerife pudiera

recibir clases.

En la provincia occidental, de los 674 maestros, 221 fueron represaliados al

menos una vez, sin tener en cuenta varias decenas de profesores que ejercían en sus

casas o en academias particulares también represaliados, lo que supone alrededor de un

35% de los docentes. Esta cifra es desigual, y en islas como La Palma se dispara hasta

40%. Numerosas denuncias, que desembocaron en segundas sanciones para muchos

profesores, fueron cursadas, con múltiples casos en Tenerife, La Gomera y La Palma.

De todo este profesorado, alrededor de un cuarto eran mujeres. Para el profesorado de

magisterio de la provincia de Santa Cruz de Tenerife se carece de una distribución

precisa isla por isla de los individuos depurados

En la provincia oriental, a pesar de que las mujeres componían más del 50% de

la plantilla, de las 271 personas depuradas menos de la mitad (115) eran mujeres, lo que

está ligado probablemente a los roles de sexo, donde los hombres estaban más ligados a

un rol activo y decisivo, lo que en este caso, pasó a perjudicarles (Negrín Fajardo, 2008,

pág. 2053). Además, hay que tener aquí las mismas precauciones que en Tenerife con

respecto a los profesores ajenos a la administración pública que pudieron ser

represaliados. En el caso de la provincia de Las Palmas, Olegario Negrín Fajardo (2008,

pág. 2060) aporta tablas con la distribución precisa, llegando al nivel municipal, de los

diferentes depurados, así como las condenas que se les impusieron. Cabe mencionar

como de estos 271 depurados, tan solo 150 llegaron a ser condenados, mientras que los

121 restantes fueron confirmados y rehabilitados en sus puestos.

Page 25: LA REPRESIÓN FRANQUISTA EN CANARIAS DURANTE LA …

25

La resistencia al golpe que se produjo en la zona norte de Gran Canaria hizo que

fuera allí donde se concentre la mayor cantidad de depurados, y por tanto que sea esta la

isla, no solo por volumen poblacional sino también por mayor grado de conflictividad,

con más depurados. En total, las tablas nos muestran como contaríamos 172 depurados

en Gran Canaria, 21 en Lanzarote y 16 en Fuerteventura y los restantes no han

desaparecido de los registros (Negrín Fajardo, 2008, pág. 2059 y 2060). Finalmente, hay

una comparación con las tasas de depurados en otras provincias, que nos muestra como

la de Las Palmas cuenta con uno de los porcentajes más bajos.

B) La educación secundaria

De la depuración del profesorado de educación secundaria se encargó la

Comisión de depuración de los profesores de secundaria, también conocida como

Comisión C, que tuvo carácter provincial. Esta comisión, que era presidida por el

Gobernador Civil de turno, se encargaba de juzgar una por una a todas las solicitudes de

readmisión tras el comienzo de la Guerra, y decidía en ese momento si abrir expediente

a aquellos considerados sospechosos de no ser afines al “Movimiento Nacional” y ser

simpatizantes republicanos. Este expediente podía ser abierto por la más mínima

sospecha, lo que hacía constar ya desde un inicio con el nombre, categoría académica,

los cargos de los que se acusaba, un escrito de defensa, propuesta de sanción, y

resolución sancionadora, que se dejaba a cargo de la autoridad ministerial. A esta larga

lista se le podía añadir además una petición de revisión y su resolución. Esta enorme

maquinaria burocrática, al mismo tiempo que acabó con el sistema educativo

republicano para reemplazarlo por el ideal nacional-católico, ha dejado un enorme rastro

de papel por el cual seguir este proceso (Negrín Fajardo, 2015, pág. 259 y 260).

Al comienzo de la guerra, el conjunto del Archipiélago contaba con 78

profesores, de los cuales tan sólo 18 fueron depurados y sancionados por sus

“actividades” anteriores al alzamiento del 18 de julio. En total casi el 77% del

profesorado de los institutos canarios fue confirmado en su puesto, aunque la gran

mayoría se vio advertida. En el caso de la educación secundaria, este proceso represivo

fue utilizado no solo como aparato de represión ideológica, sino también como una

maniobra de intimidación para someter al profesorado a la voluntad del nuevo régimen,

así como acabar con la idea liberal burguesa de la Institución de Libre enseñanza en

Page 26: LA REPRESIÓN FRANQUISTA EN CANARIAS DURANTE LA …

26

virtud de la nueva doctrina nacional-católica (Negrín Fajardo, 2004, pág. 1084 y 1085).

Las sanciones no se limitaron al ámbito económico, sino que de manera indirecta

afectaron también al social. Los profesores de instituto sancionados, que en tanto que

representantes del mundo de la academia y la cultura tenían una posición de prestigio en

la sociedad, pasaron a ser señalados y objeto de escarnio por parte de la población

general, en tanto que representaban a los perdedores de la guerra y los enemigos del

régimen. Esta situación no afectaba sólo a los profesores, sino también a sus familias y

entorno cercano, que sufrieron una marginación y pobreza derivadas de ella (Negrín

Fajardo, 2015, pág. 268).

Entre toda la plantilla docente de la provincia de Santa Cruz de Tenerife, con un

total de 47 profesores, tan solo se contabilizan tres mujeres, siendo estas dos interinas

que impartían en el Instituto de Santa Cruz y una sola catedrática del instituto de La

Laguna. Para los tres institutos de la provincia hubo un total de once profesores

sancionados, que implicaron dos bajas en el escalafón del funcionariado, nueve

inhabilitaciones permanentes para el ejercicio de la docencia y otro fue trasladado fuera

de las islas. De estos once, seis pertenecían al Instituto de La Laguna, otros tres al de

Santa Cruz de Tenerife y dos al de La Palma, y todos ellos eran varones (Negrín

Fajardo, 2004, págs. 1076-1080) (Negrín Fajardo, 2015, pág. 268).

Para el caso de la provincia de Las Palmas tenemos un total de 31 docentes,

todos ellos varones en este caso. Entre los profesores de la provincia oriental se

sancionaron a siete de ellos nada más, seis procedentes del instituto de Las Palmas y

uno del instituto de Arrecife (Negrín Fajardo, 2015, pág. 268). A ellos, según la

“gravedad” de los actos cometidos, se les condenó a diferentes sentencias. Dos fueron

suspendidos de empleo y sueldo, otro quedó separado del servicio, a dos más se les

inhabilitó para acceder a cargos de dirección, uno fue dado de baja del escalafón y en el

caso más grave, un profesor de Las Palmas cumplió años de cárcel, pero por ser masón

y haber “auxilio a la rebelión” (Negrín Fajardo, 2006, pág. 924).

2.4. Represión económica

Desde el comienzo de la guerra se desarrolló otro tipo de represión, ajena en

gran medida a los aspectos más físicos del aparato represor, como fueran las

Page 27: LA REPRESIÓN FRANQUISTA EN CANARIAS DURANTE LA …

27

detenciones y ejecuciones. Esta fue la represión económica. Desde el comienzo del

alzamiento el 18 de julio de 1936, el ejército sublevado se vio necesitado de una gran

cantidad de fondos para funcionar. Estos se consiguieron de muchas y muy variadas

maneras, pero se puede observar desde el principio de la guerra como se va a recurrir

por parte de las autoridades sublevadas a la expropiación, bajo el amparo del Decreto

108 firmado por el general Miguel Cabanellas (Alvaro Dueñas, 1994, pág. 345), de las

posesiones de aquellos republicanos conocidos en su zona y que estaban siendo o serían

represaliados. Para Canarias, este decreto se vio reforzado por el bando de guerra

publicado por el comandante general de Canarias, Ángel Dolla Lahoz, que establecía la

responsabilidad de la reconstrucción económica del país de los simpatizantes del Frente

Popular (Hermida Martín, 2012, pág. 305 y 306). La imposición de recargos, los

trabajos “voluntarios”, multas y destierros serían algunos de los métodos utilizados, tal

y como comenta Ramiro Rivas (2000, pág. 76). El 10 de enero de 1937 firma Franco un

Decreto-Ley que complementa al anteriormente firmado por Cabanellas, que da lugar a

la creación de la Comisión Central Administradora de Bienes Incautados por el Estado

(Heredero Gascueña & León Álvarez, 2014, pág. 1156). Esta queda encargada de

gestionar los bienes de los que no apoyaban al régimen que iban cayendo en territorio

controlado por el mismo con el trascurso de la Guerra Civil. Como todas las capitales de

provincia, tanto Las Palmas de Gran Canaria como Santa Cruz de Tenerife actuaron

sendas Comisiones Provinciales de Incautación de Bienes, presididas a su vez por sus

respectivos gobernadores civiles (Alvaro Dueñas, 1994, pág. 346), y estas cuentan a su

vez con varios Tribunales de Instrucción dedicados (Alcaraz Abellán, 1990, pág. 1107).

Este primer paso se vio magnificado a su máximo exponente con la Ley de

Responsabilidades Políticas el 9 de febrero de 1939. Esta ley va a tener un carácter

retroactivo hasta octubre de 1934 y va a perseguir a todos los grupos de carácter político

relacionados con el Frente Popular en lo más mínimo y por tanto a sus afiliados y

simpatizantes (Alcaraz Abellán, 1990, pág. 1104). En esta ley se prevén tres tipos de

sanción: la inhabilitación para cualquier cargo o empleo público, limitaciones de la

libertad de residencia (como confinamiento, destierro o relegación de posesiones de

ultramar) y las sanciones económicas. Estas últimas podían ir desde la pérdida total de

bienes muebles o inmuebles a la imposición de sanciones económicas de cierta

cantidad. Refuerzan el carácter economicista de estas sanciones la ponderación no según

la gravedad de la ofensa sino por el capital de cada condenado y la imprescriptibilidad,

incluso tras la muerte, de estas sanciones (Alcaraz Abellán, 1990, pág. 1105). Esto

Page 28: LA REPRESIÓN FRANQUISTA EN CANARIAS DURANTE LA …

28

supone que el pago de costas, la incautación de bienes y la aplicación de

responsabilidades civiles pasa a formar parte del arsenal represivo del régimen (Rivas

García, 2000, pág. 76).

La represión económica directa, por medio de las sanciones o incautaciones no

fue la única aplicada. Como comentaba antes, la Ley de Responsabilidades Políticas

contemplaba entre sus penas la inhabilitación para ejercer cargos públicos, tanto de

manera total como de manera temporal o parcial. Este modelo particular de represión

económica afectaría sobremanera a un enorme número de funcionarios en todo el

Archipiélago, y condena a la pobreza y la marginación social a centenares si no miles de

personas en Canarias de una manera mucho más sutil que la directa incautación de

bienes o capital. De manera anecdótica menciona Rivas García (2000, pág. 77) como

desde el 20 de julio de 1936 los funcionarios públicos van a consagrar al menos un día

de su salario mensual a la campaña de manera “voluntaria”, lo que supone otro claro

ejemplo de represión económica. Salvador González (2000, pág. 98 y 99) indica para el

caso de La Palma como se fijaron cuotas de recaudación de “donativos”, cuyas cuantías

estuvieron controladas por los caciques tradicionales.

En la provincia de Santa Cruz de Tenerife hemos podido obtener pocos datos

rigurosos, que a continuación presentamos. Para la isla de Tenerife, Ramiro Rivas

estima que alrededor de 10.000 personas pudieron ser víctimas de uno de los impuestos

aplicados a modo de correctivo a aquellos que no colaboraron con el Movimiento

Nacional o cualquier otro tipo de pago coaccionado (Rivas García, 2000, pág. 76). Para

La Palma, sabemos que en 1936 se recaudaron en torno a 70.000 pesetas para la causa,

de las cuales unas 40.000 fueron aportadas por la burguesía conservadora de la isla. Sin

embargo, las prácticas que atestigua un falangista presente en una de las reuniones para

la organización de la recaudación organizada en San Andrés y Sauces (recogido por

Salvador González (2000, pág. 99) como los caciques aprovechaban su poder para

imponer cuotas al resto de habitantes, con lo que cabe suponer que hubo un gran

componente de coacción en estos pagos. Además, con la disolución de todas las

asociaciones políticas de la isla, todos sus fondos fueron incautados, y sus propiedades,

enajenadas. Para La Gomera vemos la aplicación de trabajo forzado a la población,

como mano de obra gratuita para los señores, o la incautación de cualquier joya visible,

incluyendo todo metal precioso presente en las iglesias (García Luis & Torres Vera,

Page 29: LA REPRESIÓN FRANQUISTA EN CANARIAS DURANTE LA …

29

2000, pág. 124 y 125). Finalmente, en El Hierro, habría medidas en la misma línea que

en resto de islas (Cabrera Acosta, 2000b, pág. 138).

Para la provincia de Las Palmas Alcaraz comenta que de los más de 2.600

individuos encausados por el Tribunal de Responsabilidades Políticas sólo se ha podido

identificar la procedencia de alrededor de la mitad, pero que esta identificación muestra

como el 90% de esto encausados procedía de Gran Canaria, por lo que queda

meridianamente claro que fue esta isla la que soportó la enorme mayoría de las

condenas. El que la población de Gran Canaria para 1940 fuera alrededor de seis veces

la de Lanzarote y Fuerteventura combinadas, unido al hecho de que fue la única de las

tres que se resistió a la sublevación explican esta diferencia. Sin embargo, si es

sorprendente que casi el doble de majoreros que de conejeros fueran juzgados (Alcaraz

Abellán, 1990, pág. 1109). Las mujeres también fueron juzgadas por estos tribunales,

aunque de manera muy minoritaria, siendo tan solo un 2% de los casos registrados. La

distribución profesional muestra también como la clase obrera fue la más perjudicada

por estos juicios, con el colectivo del funcionariado dentro del grupo de profesionales

liberales y clase media siendo el más afectado. Con penas entre 25 y 25.000 pesetas, la

mayoría de las condenas fueron por cantidades entre 100 y 500 pesetas, lo que equivalía

a entre la mitad y el doble del salario de un trabajador de la época (Alcaraz Abellán,

1990, págs. 1116-1119). La mayoría de estas condenas se darían en 1940, un año

después del final de la Guerra Civil, pero las bases para este proceso se habían sentado a

comienzos del año anterior.

2.5. La represión contra las mujeres

A lo largo de toda la Guerra Civil y a través de los diferentes procesos represivos

que se desarrollaron durante este periodo, las mujeres, aunque en menor proporción,

fueron juzgadas y sufrieron penas en todos los otros ámbitos represivos que hemos

tratado con anterioridad, como las ejecutadas por la “Conspiración de Los Campitos”

(Hermida Martín, 2012). Sin embargo, las mujeres se vieron sometidas también a una

represión específica por su condición de mujer. Ejemplo de esto es que cuando un

familiar cercano era detenido o condenado no era solo el condenado el que sufría por

esto, sino también su familia, y más particularmente las mujeres de estas, que podían ser

tomadas como rehenes, condenadas por simple parentesco o sufrir violencia física y

Page 30: LA REPRESIÓN FRANQUISTA EN CANARIAS DURANTE LA …

30

sexual como castigo por “roja” aunque jamás hubiera militado. Desde el propio régimen

se incentivaba esto, como con las palabras de Queipo de Llano animando a los soldados

sublevados a ejercer le violencia sexual contra las mujeres (Hermida Martín, 2012, pág.

306). La llegada de los preceptos nacional-católicos integristas de los sublevados,

profundamente impregnados de antifeminismo y misoginia proveniente de la Edad

Media no hizo sino reforzar la desigualdad de género y la separación de roles

preexistente. La familia giraba en torno al matrimonio y la procreación, subordinada a la

voluntad del hombre (González Pérez, 2002, pág. 1766 y 1767).

En Canarias no hubo una movilización por parte de las mujeres para la lucha

contra los fascistas de manera colectiva, al contrario que en la Península, sino que

afrontaron de forma aislada la represión. La cárcel provincial de la calle San Miguel en

Santa Cruz de Tenerife fue reconvertida en una prisión para mujeres. El volumen de

detenidas hizo que fuera necesario montar nuevas cárceles improvisadas en salones,

locales e instancias de diferentes edificios cedidos o incautados por los sublevados. Las

mujeres republicanas sufrieron grandes castigos por su activismo político, siendo

sometidas a torturas, violaciones y humillaciones públicas, como la ingesta de ricino

(Rivas García, 2000, pág. 76) o el rapado del cabello, así como obligándolas a trabajar

de manera gratuita para los señores de sus respectivos pueblo o barriendo la calle

(García Luis & Torres Vera, 2000, pág. 124). A las maestras se las castigaba no solo por

su propia pertenencia a sindicatos o partidos políticas, sino también por la de sus

maridos, fuera con la inhabilitación o con la pérdida de partes importantes de su sueldo.

Muchas otras mujeres fueron detenidas o asesinados, algunos tuvieron que esconderse,

y otras consiguieron escapar a Venezuela (González Pérez, 2002, pág. 1768).

Muchas mujeres tuvieron que convertirse en el único soporte de sus familias,

después de que los hombres huyeran, fueran detenidos o enviados al frente. En el caso

de las mujeres de represaliados, sufrían del abuso de poder y del acoso sexual de

muchos de sus patronos. Todas las familiares de los denominados “rojos” eran

marginadas y solo podían acceder a los trabajos peor pagados, a veces solo se les

remuneraba con la comida, y se vieron obligadas a sufrir todo tipo de vejaciones y

humillaciones, para poder sobrevivir en la miseria (González Pérez, 2002, pág. 1771).

Hay testimonios de hijas de fusilados que cuentan como sus madres fueron obligadas a

presenciar la ejecución de sus padres. Es notable el caso de las hijas de los afiliados de

la CNT de Santa Cruz de Tenerife con mujeres embarazadas en el momento de su

Page 31: LA REPRESIÓN FRANQUISTA EN CANARIAS DURANTE LA …

31

ejecución, donde las madres se pusieron de acuerdo para llamarlas Libertad, pero sus

nombres fueron cambiados en el Registro Civil por otros, como Tomasa o Victoria.

Muchas mujeres se vieron obligadas a cambiar de domicilio, cambiando de pueblo o

incluso islas, para poder pasar desapercibidas y llevar una vida “normal” (González

Pérez, 2002, pág. 1773).

En Tenerife tenemos la prisión provincial donde un buen número de

presas fueron retenidas a lo largo de toda la guerra, no solo canarias pero de todo el

territorio nacional. Las mujeres que eran represaliadas y condenadas a cárcel en otras

islas eran trasladadas a la prisión de Tenerife para pasar allí su encierro.

2.6. El papel de la Iglesia en la represión

La Iglesia católica jugó un papel fundamental como soporte ideológico del

régimen a lo largo de toda su existencia. Temeroso del laicismo republicano que

lentamente le iba restando importancia, unido al fuerte sentimiento anti-clerical de las

clases obreras españolas que defendían la legalidad republicana, el episcopado español

va a apoyar en masa lo que ellos mismos denominaran, en una carta colectiva hecha

pública el 1 de julio de 1937, “un plebiscito armado para salvar a España del

comunismo y como unza cruzada contra los infieles” (Millares Cantero S. , 2011b, pág.

415). En todo el territorio controlado por los sublevados la Iglesia va a colaborar de

manera mayoritaria con el proceso represivo, actuando como pilar moral desde los

púlpitos e interviniendo en los procesos represivos como jueces tanto como

denunciantes, y el clero canario no fue una excepción. La actuación del sacerdocio

católico en Arucas, Agaete o La Laguna son claros ejemplos de esto.

Ante esta masiva connivencia por parte de la institución eclesiástica con la

represión, llama la atención de algunas actuaciones del obispo Pildain, que exhibió en

numerosas ocasiones una gran receptividad a los ruegos por parte de familiares de

represaliados. Pildain era un sacerdote que había representado en el parlamento en 1931

a los sectores más recalcitrantes del clero español, obteniendo su escaño de la minoría

vasco-navarra. Esto llevó a que su nombramiento, confirmado por la Iglesia desde

marzo de 1936, fuera impedido o retrasado, más bien, tanto por el gobierno republicano

como por los sublevados. En realidad, el obispo de Las Palmas no disentía de la

Page 32: LA REPRESIÓN FRANQUISTA EN CANARIAS DURANTE LA …

32

concepción de la Guerra Civil como cruzada, ya que había firmado la anteriormente

nombrada carta, sino más bien de algunos de los métodos utilizados en ella (Millares

Cantero S. , 2011b, pág. 416). Pildain ordenó además que se expidieran todos los

certificados de buena conducta posible, con la intención de evitar las muertes, muy al

contrario de lo que haría el prelado tinerfeño. En numerosas ocasiones intercedió el

obispo de la diócesis grancanaria para intentar evitar las ejecuciones, aunque muchas de

esas ocasiones fueran infructuosas, siendo su intento de intermediación más célebre tal

vez el que realizó en favor de Juan García Suárez, el fugitivo conocido como “El

Corredera” (Millares Cantero S. , Anaya Hernández, Orihuela Suárez, & Suárez Bosa,

1988, págs. 161-163). En todo caso, las diferencias entre Pildain y el régimen no fueron

sino agrandándose con los años, a pesar de compartir el mismo objetivo

“cristianizador”.

Como ya comentaba brevemente antes, el caso del obispo de Tenerife, Fray

Albino González y Menéndez-Reigada, que fue un gran defensor de la dureza de los

castigos es diametralmente opuesto. A la vera del obispo de la diócesis nivariense,

amigo personal del dictador, el clero de toda la provincia apoyó de manera conjunta

tanto los objetivos de las medidas como los medios, incluyendo los más crueles y

sangrientos, e incluso colaborando con ellos (Millares Cantero S. , 2011b, pág. 417).

A pesar de todo esto, el papel más importante del clero fue el de desmontaje de

la del sistema educativo desarrollado durante la República, acabando con los avances

que se habían producido siguiendo y aplicando los más férreos y conservadores valores

morales eclesiásticos. La manera más importante en la que hicieron esto fue a través de

la depuración del profesorado del magisterio y la educación secundaria. Este es el caso

del sacerdote Manuel Socorro Pérez, que fue nombrado director del Instituto de Las

Palmas por su inquina contra el profesorado republicano (Millares Cantero S. , 2011b,

pág. 418), aunque hay ejemplos sobrados de ataques por parte del clero contra el

profesorado, algunos de los cuales recoge Olegario Negrín Fajardo en una de sus

múltiples intervenciones en los Coloquios Canario-Americanos. Hubo también, en

contadas ocasiones, intervenciones directas de algunos párrocos en defensa de

profesores, pero estas fueron con mucho las menos (Negrín Fajardo, 2008, pág. 361).

Los sacerdotes católicos constituyeron la parte del aparato represor más cercana

a la sociedad civil, y contribuyeron en gran medida a alimentarlo. Sus informes, que

Page 33: LA REPRESIÓN FRANQUISTA EN CANARIAS DURANTE LA …

33

mezclaban acusaciones de tipo moral, profesional e ideológico de cualquier manera y

que podían ser completamente falsas, fruto de rencillas típicas de pueblos pequeños, o

basadas por completo en rumores, fabricados a “mayor gloria de Dios”. Finalmente, es

necesario mencionar como la enorme participación del clero como jueces tanto como

informantes ha pasado enormemente desapercibida y nunca ha sido emitida ningún tipo

de disculpa, ni por los acusadores en particular, ni por la institución eclesiástica en

general (Negrín Fajardo, 2008, págs. 369-371).

2.7. Los que huyeron

La represión no se dejó sentir solamente sobre aquellos que fueron objeto directo

de la misma, sino también sobre los que se vieron obligados a escapar, huir o evadirse

para escapar de ella. Numerosos canarios se exiliaron u ocultaron durante años para no

ser represaliados, temática que se aborda de modo general en el trabajo de Alberto

Anaya et alii (1989). En primer lugar nos referimos al caso de “los huidos” que Miguel

Ángel Cabrera en su obra sobre la represión franquista en El Hierro define de la

siguiente manera: “Designamos con el término huidos, o escondidos, a aquellas

personas que, tras el levantamiento militar del 18 de julio de 1936, se ocultan con el fin

de evitar su detención por parte de las fuerzas policiales, militares o paramilitares y

permanecen durante bastante tiempo en dicha situación de fugitivo” (Cabrera Acosta,

2015, pág. 61). Los huidos son un fenómeno generalizado en casi todas las islas, al igual

que en otras zonas del estado español.

En la provincia de Las Palmas todos los casos que conocemos son procedentes

de la isla de Gran Canaria. Este fue debido probablemente a dos factores: la baja

conflictividad que se había desarrollado y la carencia de grandes accidentes geográficos

de los cuales beneficiarse a la hora de esconderse. Lo único que parece relacionar a

estas islas con el fenómeno de los huidos es el hecho de que algunos grancanarios se

desplazaron hacia ellas intentando huir de la represión (Anaya Hernández, Alcaraz

Abellán, Orihuela Suárez, & Millares Cantero, 1989, pág. 331). De Gran Canaria

sorprende como, a pesar de ser el Norte de la islas la zona donde mayor resistencia al

Golpe hubo, la mayoría de los huidos de la isla no provienen de allí, sino de Telde y Las

Palmas de Gran Canaria, al Este, aunque no faltaron norteños que lo intentaran, como el

alcalde de Arucas Juan Doreste Casanova. Deduce el autor que esto se debió

Page 34: LA REPRESIÓN FRANQUISTA EN CANARIAS DURANTE LA …

34

probablemente a que en el Norte, en tanto que zona más reprimida, era más difícil

echarse al monte. De los huidos de Telde, tres conseguirían permanecer escondidos,

siendo uno de ellos Juan García Suárez, “Corredera”, que no sería capturado hasta 1959,

cuando se convirtió en un ejemplo de la brutalidad del régimen al ser ejecutado por el

método del garrote vil. Para los de Las Palmas, dos permanecerían escondidos durante 6

años, mientras que un tercero, llamado Pedro Nolasco Perdomo, merecería la

denominación de lo que hoy conocemos como topo, al haber pasado 30 años escondido

de las autoridades hasta la publicación del Decreto de Extinción de Responsabilidades

Políticas de 1966 (Anaya Hernández, Alcaraz Abellán, Orihuela Suárez, & Millares

Cantero, 1989, pág. 333).

Entre los herreños, únicos de los que hemos podido encontrar información en la

provincia de Santa Cruz de Tenerife, podemos contar seis huidos, que presentan casos

particularmente llamativos debido a la duración de su permanencia en la clandestinidad,

alrededor de ocho años (Cabrera Acosta, 2015, pág. 61).

Aparte de los huidos, muchos otros canarios se exiliaron huyendo de la represión

franquista. Sus orígenes y destinos fueron más que diversos. Algunos, habiendo sido

reclutados para servir en el bando alzado al comienzo de la guerra, consiguieron escapar

de la zona sublevada y unirse a las tropas republicanas. Otros no tendrían tanta suerte y

serían capturados y, probablemente, ejecutados por deserción. Muchos de los casos que

consiguieron cambiar de bando acabarían exiliándose a otros países como Francia o

Méjico. Tenemos casos como el del grancanario Antonio Medina Vega, que acabaría

integrado en las fuerzas de la Francia Libre del general Leclerc que liberarían el Norte

de África y Francia, o el tinerfeño Miguel Campos, que encabezaría también con

Leclerc la liberación de París. Algunos acabarían incluso en la URSS, luchando también

contra los nazis, como el grancanario José Falcón Rivero (Anaya Hernández, Alcaraz

Abellán, Orihuela Suárez, & Millares Cantero, 1989, págs. 344-346). Otros canarios

exiliados en Francia con peor suerte acabarían siendo deportados a campos de

concentración como el de Mauthausen, como fue el caso de al menos ocho palmeros, tal

y como relata Alfredo Mederos (2005, pág. 197).

Page 35: LA REPRESIÓN FRANQUISTA EN CANARIAS DURANTE LA …

35

3. Conclusión

En conclusión, a lo largo de este Trabajo de Fin de Grado, hemos intentado dar

una visión general sobre el fenómeno de la represión franquista en Canarias en sus

diferentes aspectos a través de la información que la bibliografía actual nos presenta, no

sólo sobre sus formas de aplicación, sino también sobre la distribución geográfica de la

misma.

Para esto, contextualizamos este fenómeno en el momento en que comenzó a

aplicarse a partir de 1936, así como los factores que propiciaron la aparición del mismo.

Esto nos permite exponer brevemente como concibe actualmente la academia la

escalada de conflictividad hasta el estallido que supone el comienzo de la guerra. Así

pues, procedemos a explicar las razones que justificaron la aplicación de estas medidas

represivas por parte de las autoridades sublevadas, para pasar a detallar finalmente en

qué consistía cada tipo de represión, quienes fueron los que la sufrieron, como se

distribuyó a lo largo del archipiélago y quienes colaboraron con esta. El énfasis en este

trabajo ha estado en caracterizar a esta maquinaria represiva, mostrando su función de

control social e ideológico y su funcionamiento, y no tanto en desarrollar una

cronología simple de su desarrollo. La base sobre la que se ha establecido todo este

desarrollo ha sido, como ya he mencionado antes, la bibliografía académica a la que se

puede acceder hoy en día para tratar este tema.

Durante la realización de este trabajo, tres aspectos que atañen al conocimiento

que tenemos sobre este periodo, relacionado con la bibliografía disponible, parecen

dignos de reseñar:

- En primer lugar el enorme desarrollo de la bibliografía desde finales de los años 80

hasta la actualidad. En este periodo de tiempo hemos visto cómo la cantidad de

artículos, conferencias, coloquios, libros y trabajos en general a cerca de este

periodo ha aumentado de manera más que notable. La apertura de cada vez más

archivos ha permitido a los investigadores acceder a datos nunca antes analizados y

desarrollar un trabajo historiográfico de enorme valor que ha ampliado nuestra

comprensión del periodo en gran medida.

- En segundo lugar, cómo a pesar del enorme desarrollo que hemos contemplado en el

trabajo sobre la represión franquista, algunas áreas aún se mantienen relativamente

inéditas en lo que respecta a la investigación histórica. Aspectos tan importantes

Page 36: LA REPRESIÓN FRANQUISTA EN CANARIAS DURANTE LA …

36

como la historia de las mujeres, aunque en desarrollo hoy en día y con obras que

tratan las circunstancias de la mujer durante el periodo, carecen de obras de

referencia para el análisis de este proceso concreto que es la represión. De la misma

manera, el trabajo de investigación sobre el papel de la Iglesia en la represión y

sobre el fenómeno los huidos carece de una bibliografía específica de gran

profundidad, a pesar del trabajo diseminado a lo largo de la bibliografía que

hayamos podido encontrar y que completa de manera relativa los conocimientos

sobre la materia.

- En tercer y último lugar cabe mencionar que hay una notable ausencia: la de una

gran obra de carácter monográfico para toda la región. Toda la bibliografía a la que

hemos podido acceder, aunque muy amplia y completa, se centra en diferentes

aspectos de la represión, sea un análisis general de la represión para una isla o

provincia en concreto, un análisis de un ámbito específico de la represión que se

estudia para todo el archipiélago o para alguna de las provincia. Esto excluye la

posibilidad una mayor contextualización de la investigación en el ámbito canario.

Lo más cercano a esto son obras de carácter conjunto y recopilatorio que, aunque

muy completas, pueden sufrir de cierto desequilibrio en el tratamiento de los temas

entre los diferentes autores, problemas de contextualización general o incluso de

ausencia de temas significativos.

Tras esos apuntes finales solo nos queda esperar que este trabajo haya

contribuido en alguna medida al desarrollo de nuevas líneas de investigación o a la

profundización de otras ya existentes, permitiendo esto a su vez mejorar nuestro

conocimiento sobre un periodo decisivo de la Historia de Canarias.

Page 37: LA REPRESIÓN FRANQUISTA EN CANARIAS DURANTE LA …

37

4. Bibliografía

Alcaraz Abellán, J. (1990). La aplicación de la Ley de Responsabilidades Políticas en

las Canarias Orientales (1939-1942). IX Coloquio de Historia Canario-

Americana (1990) (págs. 1102-1126). Las Palmas de Gran Canaria: Cabildo

Insular de Gran Canaria.

Alcaraz Abellán, J., Anaya Hernández, L. A., Millares Cantero, S., & Suárez Bosa, M.

(2000a). La Guerra Civil en Gran Canaria. En La Guerra Civil en Canarias

(págs. 19-46). San Cristóbal de La Laguna: Francisco Lemus Editor.

Alcaraz Abellán, J., Anaya Hernández, L. A., Millares Cantero, S., & Suárez Bosa, M.

(2000b). La Guerra Civil en Lanzarote. En M. Á. Cabrera Acosta (Ed.), La

Guerra Civil en Canarias (págs. 133-135). San Cristóbal de La Laguna:

Francisco Lemus Editor.

Alvaro Dueñas, M. (1994). La palanca de papel. La intervención de créditos: un

mecanismo de represión económica durante la guerra civil española. Revista de

Estudios Políticos, 345-385.

Anaya Hernández, L. A. (2011). La Guerra Civil en Lanzarote y Fuerteventura. XV

Jornadas de Estudios sobre Fuerteventura y Lanzarote. III, págs. 13-52. Puerto

del Rosario: Imprenta Maxorata.

Anaya Hernández, L. A., Alcaraz Abellán, J., Orihuela Suárez, A., & Millares Cantero,

S. (1989). Huidos, evadidos, desertores y canjeados. Los canarios republicanos

en la guerra civil española y la segunda guerra mundial.1936-1945. III Jornadas

de estudios sobre Fuerteventura y Lanzarote. Tomo I, págs. 329-358. Puerto del

Rosario: Cabildo Insular de Fuerteventura.

Cabrera Acosta, M. Á. (Ed.). (2000). La Guerra Civil en Canarias. San Cristóbal de La

Laguna: Francisco Lemus Editor.

Cabrera Acosta, M. Á. (2000). La Guerra Civil en El Hierro. En M. Á. Cabrera Acosta

(Ed.), La Guerra Civil en Canarias (págs. 137-140). San Cristóbal de La

Laguna: Francisco Lemus Editor.

Page 38: LA REPRESIÓN FRANQUISTA EN CANARIAS DURANTE LA …

38

Cabrera Acosta, M. Á. (2015). La represión franquista en El Hierro (2ª ed.). Santa Cruz

de Tenerife: LeCanarien.

de Paz Sánchez, M., & Felipe González, R. (1984). Sobre el 18 de julio y la represión

de la masonería en Canarias: informes y denuncias (1936-1939). VI Coloquio de

Historia Canario-Americana (1984) (págs. 1038-1061). Las Palmas de Gran

Canaria: Cabildo Isular de Gran Canaria.

Espinosa Maestre, F. (2009). Informe sobre la represión franquista: Estado de la

cuestión. En M. Núñez Díaz-Balart (Ed.), La gran represión (págs. 433-444).

Barcelona: Flor del Viento.

Ferraz Lorenzo, M. (1998). Teoría y praxis educativas del franquismo en Canarias

(1936-1975). Boletín Millares Carlo, 39-68.

Ferraz Lorenzo, M. (2019). El proceso depurador en la enseñanza primaria durante la

España Franquista: Un estudio de caso en la provincia de Santa Cruz de

Tenerife. Historia da Educacao(23).

García Luis, R. (1994). La justicia de los rebeldes. Los fusilados en Santa Cruz de

Tenerife. Islas Canarias: Vacaguaré.

García Luis, R., & Torres Vera, J. M. (2000). La Guerra Civil en La Gomera. En M. Á.

Cabrera Acosta (Ed.), La Guerra Civil en Canarias. San Cristóbal de La

Laguna: Francisco Lemus Editor.

González Pérez, T. (2002). Mujeres republicanas y represión en Canarias (1936-1939).

XIV Coloquio de Historia Canario-Americana (2000) (págs. 1763-1778). Las

Palmas de Gran Canaria: Cabildo Insular de Gran Canaria.

González Vázquez, S. (2000). La Guerra Civil en la isla de La Palma. En M. Á. Cabrera

Acosta (Ed.), La Guerra Civil en Canarias (págs. 79-114). San Cristóbal de La

Laguna: Francisco Lemus Editor.

González Vázquez, S. (2004). Historia Contemporánea de La Palma (1766-2000).

Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma(0), 65-122.

González Vázquez, S. (2015a). Del "accidentalismo" a la conspiración: las raíces

republicanas de la represión franquista en Canarias. En A. León Álvarez (Ed.),

Page 39: LA REPRESIÓN FRANQUISTA EN CANARIAS DURANTE LA …

39

La Represión franquista en Canarias (págs. 25-68). Santa Cruz de Tenerife:

LeCanarien.

González Vázquez, S. (2015b). La represión franquista en Canarias durante la Guerra

Civil: una síntesís histórica. En A. León Álvarez (Ed.), La Represión Franquista

en Canarias (págs. 167-211). Santa Cruz de Tenerife: LeCanarien.

Heredero Gascueña, V., & León Álvarez, A. (2014). Fuentes y metodología para el

estudio de la represión franquista en Tenerife. XX Coloquio de Historia

Canario-Americana (2012) (págs. 1150-1160). Las Palmas de Gran Canaria:

Cabildo Insular de Gran Canaria.

Hermida Martín, Y. (2012). Mujeres y cambios sociales en la provincia de Santa Cruz

de Tenerife. 1931-1975. Amas de casa, camaradas y marginadas. Universitat de

Barcelona, Historia Contemporanea. Barcelona: Universitat de Barcelona.

Juliá, S. (1999). Víctimas de la Guerra Civil. Temas de Hoy, 59.

León Álvarez, A. (Ed.). (2014a). El Franquismo en Canarias. Santa Cruz de Tenerife:

LeCanarien.

León Álvarez, A. (Ed.). (2015a). La Represión franquista en Canarias. Santa Cruz de

Tenerife: LeCanarien.

León Álvarez, A. (2015b). Bibliografía general sobre la Represión Franquista en

Canarias. En A. León Álvarez (Ed.), La Represión Franquista en Canarias

(págs. 367-378). Santa Cruz de Tenerife: LeCanarien.

León Álvarez, A., & Divassón Mendivil, B. (2014b). Bibliografía sobre el franquismo

en Canarias. En A. L. Álvarez (Ed.), El Franquismo en Canarias (págs. 621-

671). Santa Cruz de Tenerife: LeCanarien.

López Felipe, J. F. (2001). El golpe de Estado de 18 de julio de 1936 en las Islas

Canarias. Tenerife: Benchomo.

Mederos, A. (2005). República y represión franquista en La Palma. Santa Cruz de

Tenerife: cabildo Insular de La Palma.

Page 40: LA REPRESIÓN FRANQUISTA EN CANARIAS DURANTE LA …

40

Millares Cantero, A. (1983). La política en Canarias en el Siglo XX. En V. AA.,

Canarias, Siglo XX. Las Palmas de Gran Canaria: Edirca.

Millares Cantero, S. (2011a). La implantación de la Dictadura: apoyos sociales y

resistencias. En A. Millares Cantero, S. Millares Cantero, F. Quintana Navarro,

& M. Suárez Bosa (Edits.), Historia Contemporánea de Canarias (págs. 387-

404). Las Palmas de Gran Canaria: Obra Social La Caja de Canarias.

Millares Cantero, S. (2011b). La cara más sórdida del nuevo régimen: la represión

política y social. En A. Millares Cantero, S. Millares Cantero, F. Quintana

Navarro, & M. Suárez Bosa (Edits.), Historia Contemporámea de Canarias

(págs. 405-422). Las Palmas de Gran Canaria: Obra Social La Caja de Canarias.

Millares Cantero, S. (2014). El camino al infierno: canarios en el campo de

concentración nazi de Mauthausen (1936-1945). En A. León Álvarez (Ed.), El

Franquismo en Canarias (págs. 287-320). Santa Cruz de Tenerife: LeCanarien.

Millares Cantero, S., Anaya Hernández, L. A., Orihuela Suárez, A., & Suárez Bosa, M.

(1988). Algunos aspectos de la actuación del Obispo Pildain durante la guerra

civil y el Franquismo. Almogaren, 153-164.

Millares Cantero, S., Anaya Hernández, L., Alcaraz Abellán, J., Orihuela Suárez, A., &

Suárez Bosa, M. (2015). Movimiento obrero, resistencia y represión en la

provinciande Las Palmas (1931-1939). En A. León Álvarez (Ed.), La Represión

Franquista en Canarias (págs. 69-166). Santa Cruz de Tenerife: LeCanarien.

Navarro Marchante, I. (2014). La represión y la persecución de las mujeres en el primer

franquismo. En A. León Álvarez (Ed.), El Franquismo en Canarias (págs. 267-

286). Santa Cruz de Tenerife: LeCanarien.

Negrín Fajardo, O. (2004). La depuración franquista del profesorado de los institutos de

segunda enseñanza de la provincia de Santa Cruz de Tenerife (1936-1943). XV

Coloquio de Historia Canario-Americana (2002) (págs. 1067-1087). Las Palmas

de Gran Canaria: Cabildo Insular de Gran Canaria.

Negrín Fajardo, O. (2006). La depuración del profesorado de los institutos de segunda

enseñanza de la provincia de Las Palmas (1936-1943). XVI Coloquio de Historia

Page 41: LA REPRESIÓN FRANQUISTA EN CANARIAS DURANTE LA …

41

Canario-Americana (2004) (págs. 923-941). Las Palmas de Gran Canaria:

Cabildo Insular de Gran Canaria.

Negrín Fajardo, O. (2008). La depuración del magisterio en la provincia de Las Palmas

(1936-1942). Estado de la cuestión y valoración cuantitativa. XVII Coloquio de

Historia Canario-Americana (2006) (págs. 2053-2064). Las Palmas de Gran

Canaria: Cabildo Insular de Gran Canaria.

Negrín Fajardo, O. (2008). La posición del clero de la provincia de Las Palmas ante la

represión del magisterio durante la Guerra Civil y la primera etapa del

franquismo. XVIII Coloquio de Historia Canario-Americana (págs. 361-376).

Las Palmas de Gran Canaria: Cabildo Insular de Gran Canaria.

Negrín Fajardo, O. (2014). Educación y depuración franquista en Canarias. El caso de

Edgar Agostini Banús, director y profesor de matemáticas del instituto "Pérez

Galdós". En A. León Álvarez (Ed.), El Franquismo en Canarias (págs. 245-

266). Santa Cruz de Tenerife: LeCanarien.

Negrín Fajardo, O. (2015). Educación y franquismo en Canarias. La depuración del

profesorado de los institutos de segunda enseñanza (1936-1942). En La

Represión franquista en Canarias (págs. 251-270). Santa Cruz de Tenerife:

LeCanarien.

Rivas García, R. (2000). La Guerra Civil en Tenerife. En M. Á. Cabrera Acosta (Ed.),

La Guerra Civil en Canarias (págs. 47-78). San Cristóbal de La Laguna:

Francisco Lemus Editor.

Rivas García, R. (2007). ¿Hubo guerra civil en Canarias? La resistencia de los

tinerfeños contra Franco durante la Guerra Civil 1936-1939. Cuadernos del

Ateneo(23), 27-40.

Rivas García, R. (2012). El final de la Segunda República en Tenerife: el Frente Popular

(16 de febrero-18 de julio de 1936). En A. León Álvarez (Ed.), La Segunda

República en Canarias, Actas del Encuentro de Historia sobre la Segunda

República en Canarias. Santa Cruz de Tenerife: LeCanarien.

Page 42: LA REPRESIÓN FRANQUISTA EN CANARIAS DURANTE LA …

42

Rivas García, R. (2015). La represión franquista contra los sindicatos FETE-UGT y

CNT en Tenerife. En A. León Rivas (Ed.), La Represión Franquista en

Canarias (págs. 271-292). Santa Cruz de Tenerife: LeCanarien.

Studer Villazán, L., León Álvarez, A., Ramos Pérez, G., & Heredero Gascueña, V.

(2015). Esclavos de Franco en Canarias. El Batallón Disciplinario de Soldaos

Trabajadores Penados 91. En A. León Álvarez (Ed.), La Represión franquista en

Canarias (págs. 293-322). Santa Cruz de Tenerife: LeCanarien.