la regenta

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LA REGENTA Narradora: Esta tarde la bellísima y muy virtuosa Ana de Ozores" la regenta" estaba esperando al padre Fermín en su confesionario, a doña Ana le decían la regenta porque estaba casada con Don Víctor Quintanar un regente y él era 30 años mayor imagínense (con sarcasmo) Ella está citada hoy para hacer una confesión general: Ana: Debo agradecer a dios por haberme dado un marido tan bueno le debo a él la dignidad y la independencia de mi vida; mi marido merece mi abnegación. (Reza dios te salve maría...) Narradora: Ana no pudo evitar el recuerdo del apuesto Don Álvaro, presidente del casino y el hombre más guapo de la cuidad (reza dios te salve mana...) Ella estaba consiente de que don Álvaro la quería pero como ella tenia fama de virtuosa (con sarcasmo) él le hablaba solo con tos ojos; por el momento claro ya van a ver. Ana: en estas ultimas semanas se ha puesto más atrevido creo, tengo que ponerlo a raya helándolo con una mirada. Narradora: Esta mañana mientras dona Ana la regenta esperaba, Don Alvaro esta conversando con doña Visitación una antigua amante suya y también amiga; claro Amiga de Doña Ana. Entre tanto Doña Visitación a lenta a don Alvaro para que siga enamorando a la regenta y cómo ya iba cayendo poco a poco; hasta le cuenta que Doña Ana empalidece cuando escucha su nombre. Mientras tanto la conversación en el confesionario ha durado más de dos 2 horas, el cura le ha hecho a Doña Ana sentir que ellos dos son almas gemelas de los pecados de Ana se hablo poco. Fermín: La virtud es la belleza del alma; la melancolía de la que usted se queja te ayuda a llegar a la virtud absoluta Narradora: Al salir de la catedral caminado hacia su casa, la Regenta sintió escrúpulos. Ana: No le he dicho nada de mi inclinación hacia Don Álvaro, hable de mis pensamientos pero me pareció indecoroso hablar de mis tentaciones ¿debí haberlo hecho? ¿Podré comulgar mañana? Narradora: En eso el apuesto Don Álvaro se cruza en su camino, Ana empalidece pobrecita, trata de escapar pero no puede don Álvaro se le acerca la saluda Alvaro: debe aburrirse usted mucho en vetusta Ana: sí a veces llueve tanto (tono nervioso) Alvaro: y aunque no llueva usted casi no sale (ambos r íen) Ana: será que usted no se fija en mí salgo bastante, disculpe son cosas mías. Alvaro: Señora usted donde esté llama la atención hasta del mas distraído Ana: será que estoy viendo visiones, este hombre me mira con amor" (c omo pensándolo internamente) Alvaro: Doña Ana! Ana: como dice usted Alvaro: Ira esta noche al teatro dan La vida es sueño Ana: no, no no puedo mañana tengo que comulgar. Narradora: Esa noche don Víctor no puedo convencer a su esposa de ir al teatro Ana se quedo sola en casa pensando Ana: ¿Por qué no he ido esta noche al teatro? ¿Por qué no puedo hacer todo lo que hacen las demás mujeres? Narradora: Salió al balcón a conversar con la luna; pobrecita.

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Es la radio novela de la Regenta, epro nosotras la modificamos un poco en cuanto a los personajes

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Page 1: La regenta

LA REGENTA

Narradora: Esta tarde la bellísima y muy virtuosa Ana de Ozores" la regenta" estaba esperando al padre

Fermín en su confesionario, a doña Ana le decían la regenta porque estaba casada con Don Víctor Quintanar

un regente y él era 30 años mayor imagínense (con sarcasmo)

Ella está citada hoy para hacer una confesión general:

Ana: Debo agradecer a dios por haberme dado un marido tan bueno le debo a él la dignidad y la independencia de mi vida; mi marido merece mi abnegación. (Reza dios te salve maría...)

Narradora: Ana no pudo evitar el recuerdo del apuesto Don Álvaro, presidente del casino y el hombre más guapo de la cuidad (reza dios te salve mana...)

Ella estaba consiente de que don Álvaro la quería pero como ella tenia fama de virtuosa (con sarcasmo) él le hablaba solo con tos ojos; por el momento claro ya van a ver.

Ana: en estas ultimas semanas se ha puesto más atrevido creo, tengo que ponerlo a raya helándolo con una mirada.

Narradora: Esta mañana mientras dona Ana la regenta esperaba, Don Alvaro esta conversando con doña Visitación una antigua amante suya y también amiga; claro Amiga de Doña Ana. Entre tanto Doña Visitación a lenta a don Alvaro para que siga enamorando a la regenta y cómo ya iba cayendo poco a poco; hasta le cuenta que Doña Ana empalidece cuando escucha su nombre.

Mientras tanto la conversación en el confesionario ha durado más de dos 2 horas, el cura le ha hecho a Doña Ana sentir que ellos dos son almas gemelas de los pecados de Ana se hablo poco.

Fermín: La virtud es la belleza del alma; la melancolía de la que usted se queja te ayuda a llegar a la virtud absoluta Narradora: Al salir de la catedral caminado hacia su casa, la Regenta sintió escrúpulos.

Ana: No le he dicho nada de mi inclinación hacia Don Álvaro, hable de mis pensamientos pero me pareció indecoroso hablar de mis tentaciones ¿debí haberlo hecho? ¿Podré comulgar mañana?

Narradora: En eso el apuesto Don Álvaro se cruza en su camino, Ana empalidece pobrecita, trata de escapar pero no puede don Álvaro se le acerca la saluda

Alvaro: debe aburrirse usted mucho en vetusta

Ana: sí a veces llueve tanto (tono nervioso) Alvaro: y aunque no llueva usted casi no sale (ambos ríen) Ana: será que usted no se fija en mí salgo bastante, disculpe son cosas mías.

Alvaro: Señora usted donde esté llama la atención hasta del mas distraído

Ana: será que estoy viendo visiones, este hombre me mira con amor" (como pensándolo internamente)

Alvaro: Doña Ana! Ana: como dice usted Alvaro: Ira esta noche al teatro dan La vida es sueño

Ana: no, no no puedo mañana tengo que comulgar.

Narradora: Esa noche don Víctor no puedo convencer a su esposa de ir al teatro Ana se quedo sola en casa pensando

Ana: ¿Por qué no he ido esta noche al teatro? ¿Por qué no puedo hacer todo lo que hacen las demás mujeres? Narradora: Salió al balcón a conversar con la luna; pobrecita.

Page 2: La regenta

Ana: la luna se burla de esta mujer sin madre sin hijos que ha jurado fidelidad eterna a un hombre que prefiere a una perdiz que a todas las caricias conyugales. Tengo 27 años y no he gozado ni una sola vez de las delicias del amor, que precisamente hablan las comedias

Ana: Es él (como suspiro)

Narradora: Por su puesto que era él don Álvaro se había salido del teatro en el entre acto para ver si por si acaso doña Ana aparecía en el balcón; una corazonada.

Alvaro: Si la encuentro le diré, le diré que sin ella no puedo vivir

N: Pero cuando la vio no pudo hablar Ana estaba tan bella que por primera vez en su vida tubo miedo de una mujer... se armó de valor y grito

Alvaro: Ana!!!

N: Le contesto el silencio; Ana había huido al ver tan cerca la tentación, había corrido. Cuando su esposo regreso del teatro Ana se arrojó a sus brazos y lloró.

Víctor: Alma mía que te pasa, tu estas mal

Ana: (llora) Víctor estoy nerviosa! Víctor estoy muy triste!

Víctor: pero esto no es algo normal Anita el doctor ya a opinado que necesitas ejercicio, distracciones, mira iremos al teatro a la tertulia a las reuniones del casino tu amiga Visitación ha prometido ayudarme; ¡esto se acabó! basta de soñar

Ana: Gracias, gracias! Narradora: A la mañana siguiente el padre Fermín seguía maravillado con la regenta. Fermín: un tesoro como ella yo no lo conocía, yo que soy el amo espiritual de la provincia.

N: Ya mas tranquilo decidió acudir a la casa de los márquese de begayana pasara lo que pasara ellos lo habían invitado a un almuerzo, este cura sabia que la hermosísima doña Ana iba a estar allí por eso decidió ir.

En la casa de los marqueses de begayana Ana tenia miedo de ruborizarse al saludar a don Alvaro; decidió dominarse y tratarlo como a cualquier otro; su amiga visitación le dijo al oído que se podía confesar ya que don Fermín estaba allí.

Doña Ana observo al padre Fermín con una sonrisa y don Alvaro se quedo observando preocupado.

Álvaro : un cura a doña Ana le interesa un cura N: Después de almorzar decidieron ir todos al vivero; don Fermín pensó… Fermín : ya he aceptado por debilidad asistir al almuerzo no voy a permitirme una debilidad más. N: Pero cuando Ana se enteró de que no iba, se acercó a él con la mano extendida sonriendo. Ana: No sea usted así querido padre, acompáñenos Señor Magistral. N: Don Álvaro vio y escucho muy de cerca este ruego, su alma sufrió una quemadura había sentido celos de ese sacerdote.

Don Álvaro: A Ana si le interesa, un cura, un cura!

N: El padre Fermín había sentido un agradecimiento dulcísimo, un calor en las entrañas completamente nuevo, accedió le sonrió a Doña Ana giro y se encontró con la mirada de Don Álvaro, esa mirada se convirtió en un desafío. Nadie lo noto aparte de ellos y la Regenta a ella fe gusto ese desafío por supuesto. Esa noche el Magistral no había podido dormir.

Don Fermín: Que es esto, no es amor eso es cosa de novelas y poetas tampoco es lujuria no me remuerde la conciencia, lo que me pasa es que me falta compañía en el mundo es eso, solo eso.

N: Un invierno a la Regenta le volvió la tristeza, el famoso programa de distracciones planeado por Don Víctor y Visitación apenas se cumplía, Ana había puesto una resistencia que ellos no habían podido vencer.

Page 3: La regenta

Lo que no sabía Don Álvaro era que la regenta soñaba con el casi todas las noches.

Ana: Ahhhhhh de que sirve luchar con la tentación todo el día si la flaca naturaleza se rinde al enemigo durante las noches. Ahí Dios mió que sueños he tenido.

N: Nunca en el confesionario llamó por su nombre a la tentación que la empujaba al adulterio, sin embargo una mañana se animo de hablarle de sus sueños, no dijo el nombre del causante pero Don Fermín creyó comprender, al salir del confesionario el Magistral estaba muy intranquilo.

Don Fermín: Ana sueña con un hombre ah... con quien?

N: Y poniéndose colorado pensó ...

Don Fermín: Seré yo no no caeré en convertir esta dulcísima amistad en un vulgar escándalo de bajas pasiones. Lo que yo quiero es una afición sublime para vencer la ambición del dinero que me corroe, Doña Ana quizás me permita decirle a mi madre que no, impedirle que siga traficando con nuestra santa Religión, yo la salvo a Doña Ana y ella sin saberlo, me salva a mi.

N: Mientras tanto Ana se topo con Don Álvaro en la plaza.

Don Alvaro: Anaaaaa!.

N: Esta vez ella no trato de ocultar el profundo efecto que en ella producía su mirada, conversaron largo rato.

Ana: No que no.

N: Ella estaba locuaz .Sentía que la sangre se le subía cada vez mas a la cabeza y... aunque se daba cuenta del peligro, se dejaba resbalar como si aquel placer fuese su venganza por el estupidez Vetustence que condenaba a toda vida que no fuese buena autora.

Ana : No que no, no no no.

Ana: Si este hombre se arrodillara a mis pies en este instante me vencería.

"No es verdad ángel de amor que esta apartada orilla mas pura la luna brilla".

Esa noche Doña Ana fue con su esposo al teatro. Daban Don Juan Tenorio y La regenta se intereso apasionadamente en la obra, se sintió identificada con Doña Inés por supuesto y pensaba con los ojos llenos de lagrimas...

"No es verdad hermosa mia .... Ana: Siiiiiii. "que esta respirando ... Ana: El amor es eso. "No es verdad ángel de amor Ana: Huir del amor es imposible "que esta apartada orilla mas pura la luna brilla y se respira mejor". Ana: Es absurdo que la vida pase como si fuera una muerte. "La barca del pescador... Ana: Soñare con quien yo quiera "Muy cierto paloma mía que esta respirando" Ana: No pecara mi cuerpo pero mi alma sentirá el placer de lo prohibido

"En mi semblante no había, no es verdad hermosa mía que en tu semblante está respirando amor”

Ana: Si eso haré.

N: A fa mañana siguiente Don Fermín el magistral se presento en la casa de Doña Ana, un esbirro de Don Fermin

Page 4: La regenta

había visto a la Regenta en el teatro, y había ido a contárselo. Petra la doncella de Doña Ana muy respetuosamente lo había hecho pasar a un saloncito privado, peeeeeero se quedo atrás de la puerta escuchándolo todo.

(Se escuchan tacos)

Don Fermín: Ayer como usted sabe fue el día de todos los santos, en Vetusta se ve al teatro como un recreo prohibido para ese sagrado Día sé que lo ha hecho inocentemente Ana, pero… y mi prestigio, se esta diciendo que mi influencia moral a perdido crédito Doña Ana.

Ana: Lo e puesto en ridículo con mi imprudencia, perdón…

Don Fermín: Es preciso seguirme o abandonarme, yo había soñado con un espíritu gemelo que al buscarme, buscara la salvación sin saberlo estaba guiando a la mía.

Ana: No quiero ser desagradecida con usted, yo soy por dentro un montón de arena que se desmorona, necesito que usted me guie, haré lo que usted me diga, necesito curarme

Don Fermin: Debe hacer un esfuerzo y llevar una vida mas virtuosa, y otra cosa aunque en el confesionario yo le hablo como un medico del alma creo que la eficacia sería mayor si a veces conversáramos fuera dé la iglesia he pensado que podemos encontrarnos en casa de Doña Petronila. En el confesionario usted no puede hablar con libertad suficiente, usted necesita que la animen a expresarse.

Ana: Si sobre todo porque estoy en estos días en los que siento tristeza yo necesito una palabra de amistad.

N: Don Fermín satisfecho cogió una mano de la Regenta y la oprimió entre las suyas. Don Fermín: Gracias por su confianza, gracias. N: La Petra había escuchado todo, pero no le dijo nada a Don Víctor sobre Doña Ana. Es que la artera Petra tenía otro plan como veremos mas tarde.

La Regenta no pudo seguir los planes trazados por Don Fermín porque a los pocos días una extraña fiebre la postro en cama, Don Álvaro vino a interesarse por la salud de su amada y... bueno… y que decirlo tuvo la villanía de corresponderle los gestos de amistad de Don Víctor que no sabia ni imaginaba nada de nada de nada. Don Álvaro venia a visitarla a su casa y con esto Ana se acostumbró a su presencia pensado…

Ana: Tal vez se conforma con estar cerca de mí y tenerme solo como amiga

N: Don Álvaro nunca se propasaba, todo era amarla en secreto y para ella era todo sentirse adorada. Días después una tarde gris sola en su cuarto y en su cama presa del más total pesimismo Doña Ana tuvo la siguiente idea:

Ana: Estoy sola en el mundo..

N: Eso era casi cierto, y ella se sintió desolada, en ese momento lo que son las cosas, poso sus ojos sobre unos libros de Santa Teresa, pensó que la coincidencia era un aviso del cielo y se dijo.

Ana: Estar sola noo… y DIOS, ¿Donde esta Dios?.

N: Ana sabía donde estaba Dios o por lo menos donde había estado toda su vida y por eso se puso de rodillas, enceguecida por el llanto con las manos juntas rezando, temblando junto la cabeza. Elevo al cielo su resolución.

Ana: Voy a ser buena Señor y Don Fermín será mí maestro llevare una vida de sacrificios si tu lo permites Señor llegare a ser Santa.

(Se escucha Una música lenta)

N: Y Ana empezó inmediatamente a ser la cristiana perfecta, iba puntualmente a casa de Doña Petronila a dialogar con el Magistral aaa y por ellos el padre Arcediano ese enemigo jurado y perjurado de Don Fermín empezó a atribuirle a Nuestro Magistral un nuevo delito: “Fermín a seducido a la Regenta”

Don Álvaro se sintió demasiado ridículo frente a esta victoria del Magistral y decidió tomarse unas vacaciones y fue a despedirse de la Regenta.

Page 5: La regenta

Don Alvaro: Vengo a despedirme me iré a dar una vuelta por la provincia.

Ana: Nosotros nos quedamos en Vetusta este verano.

Don ALVARO : Si yo me arrojara a sus pies ahora ¿Qué pasaría? Ana: Que se divierta mucho Álvaro en su viaje por la provincia.

N: Él pensó que ella se burlaba de él y de su miedo estúpido de declararle su amor y sintió deseos de ahogarla pero... hizo una venia y salió tropezando con la puerta.

(SUENA LA PUERTA)

N: Entonces la Regenta hizo algo insólito. Saco del seno un pequeño crucifijo de plata y puso en el los labios por un largo momento.

(REGENTA RESA)

Ana: DIOS TE SALVE MARÍA - DIOS TE SALVE MARÍA LLENA ERES - DIOS TE SALVE MARÍA LLENA ERES DE GRACIA.

N: Al día siguiente de la despedida de Don Álvaro, Ana se levanto pensando en el.

Ana: Ya no esta en Vetusta / mejor ya no tendré la tentación de engañar a Dios.

A partir de entonces Ana empezó a ponerse cada vez mas mística, hasta Don Fermín temía que callera en éxtasis y tuviera complicaciones nerviosas, Ana veía a DIOS con Tal evidencia que sentía deseos de levantarse correr a los balcones y predicar al mundo entero..

Ana: Tengo que compartirlo no puedo quedarme con DIOS para mi sola no..

Ana: Tengo que sacrificarme por el prójimo y hacer obras de caridad. Hasta que VISITACIÓN, para probar como andaban las cosas le contó a su amiga Ana que Álvaro en Madrid tenia amores con una mujer muy joven y muy guapa, todos lo sabían y la conquisto pese a que ella era muy virtuosa ... en ese momento Ana sintió que empalidecía y cambio de conversación. Tuvo miedo y se refugió pobrecita en sus conversaciones con el Magistral en casa de Doña Petronila. DON FERMÍN CONMOVIDO PENSABA.

Don Fermín: Ahhhhhhh esta pasión que yo siento puede ir a dar, nose donde tengo que evitar que me genere el amor carnal, pero solo conseguía contra restar la tentación de la carne con actos vergonzosos que le remordían la conciencia.

Don Fermín: Esa Ana me a devuelto las pasiones, la juventud.

(SE ESCUCHA UNA MÚSICA)

Narradora: Cuando Don Álvaro regreso de sus vacaciones encontró a la regenta totalmente en manos del magistral o por lo menos así lo parecía y aliándose con el cura Arcediano y otros enemigos de Don Fermín emprendió la campaña para hundirlo propalaron una grave noticia.

Pueblo:

Yadira- Imagínenseeee que Don Santos Varinaga el rival mercantil de Don Fermín el único que le hace competencia a su Cruz Azul, se está muriendo de hambre. Como lo oyen muriendo de hambre.

Narradora: Bueno muriendo de hambre o no Don Santos se puso grave y el obispo quiso ir a confesarlo, pero Don Fermín le dijo:

Fermín: Don Santos no ha podido explícitamente el sacramento Sr. Obispo ni siquiera sabemos si abriera un sincero propósito de enmienda le aconsejo a que acuda usted a confesarlo en estas circunstancias, espere a que se lo pida Don Santos Sr. Obispo.

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Narradora: Pero Don santos se murió sin recibir la confesión y por eso no pudieron enterrarlo en el cementerio cristiano. Ayy pobrecita su alma en pena; la gente comentaba.

Pueblo:

Yadira -Don Santos ha muerto fuera de la iglesia por culpa del magistral.

Cinthya- Es un escándalo no puede ser

Stefhanie - Lo han enterrado como a un perro

Narradora: Muchas señoras dejaron de confesarse con el y hasta el mismo obispo lo cuestionaba. El magistral comenzó a notar que su poder disminuía mucho.

N: En una de esos días el casino organizo un baile, para conseguir que fueran las señoras más respetadas era necesario que fuera la Regenta. Don Álvaro decidió sobornar a Don Víctor nombrándolo beneficiario del casino si consigue traer a la Regenta al baile y Ana por supuesto le dijo a su marido que sí.

Ana: Porque le dije que si debí negarme.

Narradora: En el baile todo el mundo miraba a Doña Ana. Visitación se le acercó a Doña Ana, la cual solo pretendía inquietarla con Don Álvaro, justo en ese momento lo que son las casualidades, Don Álvaro se acercó y Doña Ana sin saberlo estaba colgada de su brazo, Don Álvaro se decidió a arriesgarse cuando estaban en la mesa uno al lado del otro Doña Ana sintió que un pie de don Álvaro rozaba el suyo. En eso había comenzado un vals y don Víctor grito…

Don Víctor: Ana a bailar, Álvaro llévela usted.

Narradora: Y la Regenta busco valor para negarse pero no lo encontró se dejó llevar y mientras bailaba cada vez más rápido y más cerca el uno del otro. Don Álvaro sentía que aquel cuerpo esbelto, flexible y macizo temblaba en sus brazos.

Pensamientos Alvaro: Es mía, mía, mía.... Ana: Estoy perdida, perdida

Narradora: y de pronto mientras daban vueltas con un vals, Ana se desmayó en sus brazos. Hubo alarma general don Víctor gritaba hasta que por fin, Ana volvió en sí y se llevaron. Al día siguiente uno de los esbirros de Don Fermín le cuenta lo que había sucedido en el baile. El padre Don Fermín furioso ató a Ana en casa de Doña Petronila.

Ana: Me emborracharon, no me diga nada tengo miedo Don Fermín, dios mío. No me mires así con lastima Fermín, por dios te lo ruego. Hoy quiero salvarme hoy quiero confesarme.

Fermín: Ana yo soy de carne y hueso también yo necesito de un alma humana que me sea fiel no traidora. Ese hombre Don Álvaro, que paso con ese hombre.

Ana: Yo no lo amo no. Fermín: ¡Pero anoche que paso! Ana: Bailamos lo mando mi esposo Don Víctor

Fermín: No te disculpes eso no es confesarse. Yo que puedo hacer mi poder es espiritual y tú anoche, anoche no creías en Dios

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Ana: Piedad, piedad

Fermín: Ana esto se acabó me ha puesto usted en ridículo Vetusta se ríe de mí. Su magistral, su padre espiritual, es un pobre diablo.

Narradora: El magistral furioso encargo un puñetazo en el sofá y se fue furioso; pensó que Ana lo seguiría pero de pronto se sintió solo.

Ana: Dios, dios, dios

Narradora: Ella estaba inmóvil sin fuerzas para seguirlo. Se le ocurrió una idea terrible.

Ana: El magistral está enamorado de mí, de mí.

Narrador: sintió asco y Corrió a casa pensando

Ana: Ahora comprendo, comprendo todo, Don Fermín me quería para mí esto es sacrilegio. Qué horror que horror.

Narradora: Ana se distancio de su confesor no podría ser de otra forma, pero pronto empezó a arrepentirse de eso también.

Ana: Que pruebas tengo yo de que él me ame.

Narradora: Entre tanto Don Pompeyo Vivaran el único ateo declarado de toda Vetusta cayó muy enfermo y para sorpresa de toda la ciudad pidió a Don Fermín que fuera a convertirlo en cristiano.

En pocas horas la opinión general se había puesto a favor del magistrado.

Fermín: Un mal entierro hizo queme desprecien un buen entierro haría que se arrodillen a mis pies.

Narradora: La Regenta consideró que había sido casi un milagros y volvió a confesarse con Don Fermín comenzó a ver visiones de cruces sobre piedras filudas. Tuvo miedo de volverse loca, él médico le receto nuevamente distracción aire libre emociones tranquilas. Los marqueses de Vegallana le ofrecieron su casa para que ella pasara unos días y allá se fueron Don Víctor y su mujer. Ana experimento un enorme cambio y escribía en su diario.

Ana: La primavera ha entrado en mi alma todo me parece tan bueno tan poético Don Víctor está feliz él es tan bueno y como me cuida.

Narradora: Un día organizaron un almuerzo y Don Víctor invito a Don Álvaro su amigo, su amigo predilecto a la verdad. Sí pero que descaro el de Don Álvaro, pero en fin. Ana se divirtió mucho por supuesto y se puso a salta muy bulliciosamente por los jardines. Arrastrando consigo a Don Alvaro y a otros invitados.

Más tarde Don Álvaro noto que Ana había desaparecido mientras todas descansaban en el jardín, fue a buscarla por la casa, entro a todos los salones y no la encontró tuvo una corazonada y subió al balcón.

Don Alvaro: Ana

Ana: Jesús, que hace usted aquí. Don Alvaro: La estaba buscando necesito decirle algo muy importante,

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Ana: Quee que es

Don Álvaro: Que, que yo la amo, que yo la amo Ana estoy y estado siempre muy enamorado de usted.

Narradora: Cuando Ana la Regenta y Don Víctor regresaron de sus vacaciones en el campo, pues Ana y Don Álvaro empezaron a verse escondidas en casa de la marquesa amiga y cómplice y la anterior amante de Don Álvaro. Las primeras palabras ya vencidas que se atrevió a murmurar al oído de su vencedor fueron.

Ana: Para siempre Álvaro júramelo, si no es para siempre esto es un crimen infame.

Álvaro: Te lo juró Ana, te lo juró para siempre, Ana para siempre.

Narradora: Y Don Álvaro había jurado, este caballero estaba feliz siguió siendo el mejor amigo de Don Víctor tan amigos que le hizo a Don Álvaro una confesión algo intima.

Víctor: Tengo un problema Álvaro, es petra la doncella.

Álvaro: Pero como ha vuelto a las andadas con esa chica.

Don Víctor: Me amenaza con revelárselo a Doña Ana sabe dios qué pasaría, un desengaño haría regresar a Doña Ana al magistral no sé qué hacer.

Álvaro: Pues eso que vuelva donde el magistral eso no se puede permitir. Yo hablare con petra, déjenlo en mis manos mi querido amigo.

Víctor: Muchas gracias. Narradora: La mejor manera de neutralizar a Petra era seduciéndola y Don Álvaro no tuvo problema para convertirla en su cómplice, él ya estaba harto de tener sus encuentros con Ana en casa de esa marquesa, ahora le apetecía tomarla en su propia habitación y para eso le hacía falta la complicidad de Petra. Petra que tenía el alma muy enconosa y rencorosa aprovecharía el romance clandestino de Don Álvaro y Ana, así podría vénganse de Don Víctor, además de esto Petra recibía dinero de Don Fermín para que esta le cuente todo lo que pase en la casa de Don Víctor. Don Álvaro le revela a la Regenta las aventuras de su marido con la criada.

Ana: Ese señor a quien he sacrificado lo mejor de mi vida no solo es insustancial sino que persigue a las criadas por los pasillos QUE ASCO!!!!!

Narradora: Doña Ana acepto que Don Álvaro subiera a la alcoba todas las noches por su balcón y petra vigilaba que nadie lo viera entrar o salir. Hasta que un día para mal o para mi, Don Víctor decidió cortar sus relaciones con la criada y le dio 2 semanas para que consiguiera un nuevo trabajo. Petra en venganza corrió a contarle con lágrimas en los ojos al magistral los amores de Doña Ana y Don Álvaro. Don Fermín le dijo a petra que no se preocupara que ahora ella trabaja para él y esto era lo que en el fondo petra quería pues ella consideraba que trabajar para el magistral era un ascenso. Don Fermín empezó a planear junto con petra un plan para que Don Víctor se enterara de todo. Al día siguiente a las ocho de la mañana llegaría su amigo Frigilis al parque que esta frente a su casa, iba a salir de caza. En eso suena su despertador y Don Víctor abrió los ojos se sorprendió.

Víctor: Ya son las ocho pero si esta oscuro que extraño

Narradora: Se asomó por a la ventana y en el parque no estaba Frigilis.

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Víctor: No entiendo deben ser recién las seis quien me ha adelantado el reloj y para que?

Narradora: En ese momento oyó un ruido que venia del balcón de Ana se asomó un poco y vio que un nombre saltaba del balcón al suelo

Víctor: Dios es Álvaro

Narradora: Le apunto a la cabeza con la escopeta pero tardo en disparar y Don Álvaro desapareció.

Víctor: Miserable, debí dispararle ahora lo veo perfectamente aquella amistad fingida todo era para estar con mi esposa y Ana debo matarla, a Álvaro le eh perdonado la vida por unas horas puedo empezar por él, pero quien me ha adelantado el reloj, Petra sin duda ha sido su venganza y ha acabado con mi felicidad para siempre.

Narradora: Y el dolor le hincó hasta arrancarle lágrimas, ya no sentía celos el pobre solo una gran tristeza.

Víctor: Yo no quiero matarla. Yo la amo a quién voy a matar es a él.

Narradora: Para vengarse Don Fermín fue en busca de Don Víctor.

Fermín: Yo sé que aquello quiere sangre Don Víctor y está bien que sea así pase lo que pase yo lo absuelvo de antemano y sin condiciones lo absuelvo de esa muerte.... Usted no lo merecía.

Narradora: Don Víctor agradeció la absolución adelantada y al día siguiente mando a desafiar a duelo a Don Álvaro, Don Álvaro acepto con mucho miedo.

Alvaro: Don Víctor es un experto cazador tiene una puntería infalible me va a matar

Narradora: Al día siguiente sin que Doña Ana se enterase Don Víctor fue al duelo... Al ver a su enemigo se le saltaron las lágrimas.

Pensamiento de Don Víctor: Todo esto de matarse es absurdo no lo matare lo dejare cojo le disparare en los pies.

Narradora: Don Víctor se alistó en su puesto y Don Álvaro sin querer pensó en Dios. Se oyó la señal, la bala de Don Víctor solo quemo el pantalón de Don Álvaro y este don juán cobarde como no se le despertó el instinto de conservación. Así que apretó suavemente el gatillo.

DIOS SANTO

Narradora: Don Víctor se encontraba sobre la yerba mordiendo la tierra ¡Como lo oyen! Su amigo Frigilis tenía lágrimas en los ojos y Don Álvaro se dio media vuelta y se fue a tomar un tren para Madrid. Cuando Ana se entera de la muerte de su esposo cae sin sentido, estuvo 8 días entre la vida y la muerte, después de dos días más recibe una carta de Don Álvaro.

VOZ DE ALVARO: Ana de mi adoración partí porque el remordimiento me arrastro lejos de ti, pero el amor me manda volver, crees tú que debo volver o debemos reunimos en otra parte. En Madrid por ejemplo .......................

Narradora: Ana no pudo terminar de leer la carta.

Ana: Es un, es un egoísta, incapaz de amar de verdad, es un espíritu miserable como eh podido caer en sus garras. Narradora: Otra vez tuvo pánico de su propia locura y procuro seguir con las recomendaciones del

Page 10: La regenta

médico, solo Frigilis la acompañaba. Vetusta entera estaba escandalizada por el adulterio, todas las mujeres hablaban mal de la Regenta, sus amigas la habían abandonado. Frigilis opto por mudarse con ella, él dormía en el piso de debajo de esa forma Ana se sentía menos sola. Una mañana Ana despertó pensando.

Ana: Creo que ya puedo ir a misa, pero muy temprano y tapada.

Narradora: Sin pensarlo se acercó al confesionario donde estaba el magistral, donde tantas veces Don Fermín le había hablado del cielo, pero Ana no sabía bien que hacia ahí estaba rezando pero…

Ana: Te pido señor que Don Fermín sea de verdad el hermano que tanto tiempo creí que era, tal vez lo suyo fue afecto puro y yo lo malinterprete.

Narradora: Ana creyó posible volver a la FE a la VIDA. Se acercó al confesionario y se arrodillo donde le correspondía y dijo.

Ana: Ave María purísima

Narrador: El Magistral Don Fermín estaba en su sitio y reconoció la voz al instante a pesar del velo» Ana estaba dispuesta a rogarle perdón, espero durante un largo tiempo, como no lo hizo ella se puso de pie y se atrevió abrir la cortina de terciopelo granate y a espiar dentro del confesionario entonces broto de ahí una figura negra. Ana vio un rostro pálido y unos ojos que quemaban como fuego.

Ana: DIOS MIÓ!!!!!

Narradora: El magistral extendió un brazo y dio un paso asesino hacia Ana que horrorizada retrocedió y tropezó con una banca, quiso gritar pero no pudo cayó sentada con la boca abierta y los ojos espantados. El magistral se paró delante de ella, le temblaba todo el cuerpo dio un paso más hacia Ana y le clavo las uñas en el cuello dio media vuelta y con piernas temblorosas salió de la catedral. Ana cayó sin sentido sobre el pavimento y cuando despertó pensó que quizás había llegado el momento de empezar ahora si una nueva vida.