la primera guerra mundial – el ocaso de la razón
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La primera guerra mundial – El ocaso de la razón
9-20 junio 2014 - (Reseña)
Introducción: un enfoque antropológico sobre la primera guerra mundial
La Facultad de Ciencias de la Educación y Humanidades de la Universidad Católica Sedes
Sapientiae organizó actividades para motivar la reflexión sobre el centenario de la primera
guerra mundial. En el auditorium de la misma universidad se realizó la charla inaugural
sobre este acontecimiento con la participación de los docentes de la Facultad, los
voluntarios italianos que colaboran con la misma universidad y estudiantes de varias
facultades. El tema se desarrolló en una perspectiva especialmente antropológica con el fin
de comprender diversos ámbitos disciplinares, como la historia, la filosofía, la literatura, el
arte y finalmente, tratar de conocer más los aspectos fundamentales del hombre dentro su
actuar histórico. De hecho, el valor de la historia en general, o de un evento en particular
como la primera guerra mundial, se puede relacionar a la posibilidad que la historia tiene de
guardar y al mismo tiempo de revelar los factores de la realidad que en el caso en cuestión
se refieren a la naturaleza del hombre.
Preguntando a la historia, lo que se trató de realizar con el evento fue fijar la atención
principalmente sobre: a) el contexto histórico de la primera guerra mundial (1914-1918),
las causas, el pretexto y las consecuencias que tuvo (Prof. César Cortez Mondragón); b) elcontexto filosófico, las cuestiones antropológicas fundamentales que se presentaron, antes y
también durante de la guerra, juntos a los cambios que causaron en la conciencia del
hombre (Dr. Giancarlo Colacicco); c) el análisis de un poeta contemporáneo al
acontecimiento de la guerra como fue Giuseppe Ungaretti, que vio y al mismo tiempo
escribió paginas muy profundas sobre el tema de la guerra y de los cambios que causó en su
vida y su poética (Prof. Giovanni Paccosi); d) las diferentes maneras de representar el tema
de la guerra en el arte a través dos movimientos artísticos importantes para el siglo XX
(Dra. Elena Secchi Villa).
Un recorrido que se concluyó con la intervención de la decana de la Facultad de Ciencias
de la Educación y Humanidades, Giuliana Contini, la cual propuso un texto1 donde fue
1 L. ZANI, M. SIMONESCHI, Era Santo, Era Uomo, Ed. Mondadori, 2011.
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comentada la relación y la postura que el Santo Juan Pablo II asumió frente al trágico
evento de la primera guerra mundial. Y con este testimonio, no solo se concluyó la
presentación del evento, sino que se dio la ocasión para que se reflexionase y siguiese la
cercanía de ese hombre frente a un hecho tan grande y misterioso, a cien años de su
aniversario.
Las ponencias: la experiencia que el hombre tuvo de sí mismo
La primera ponencia, estuvo a cargo de quién escribe y llevaba el título: A cien años de su
aniversario-Un enfoque humanístico sobre la primera guerra mundial . Se trató de una
reflexión acerca del hombre y de la cultura al comienzo del siglo XX. Los puntos
fundamentales de la intervención se desarrollaron hacia dos perspectivas: la primeraconcerniente al hecho de la primera guerra mundial; la segunda, más enfocada sobre el
hombre que, dentro de aquel hecho, parecía presentarse con características nuevas y, en
cierto sentido, desconocidas para el siglo XX. El análisis entonces, se estructuró en tres
momentos y en particular haciendo referencias: a) a algunos aspectos y datos históricos
para colocar, en el tiempo y en el espacio, el tema del hombre del siglo XX; b) a la lectura
que propuso el gran historiador alemán Oswald Spengler, contemporáneo de la primera
guerra mundial e ilustre estudioso de la cultura occidental; c) a cartas y escritos de autores
que participaron y testimoniaron la situación dramática dentro de aquel evento. Al respecto
de los aspectos históricos se subrayó el cambio que tuvo la guerra en sus primeros años,
inicialmente limitada a la sola Europa y que, después de unos años, se difundió en diversos
frentes hasta comprometer el África, el Oriente Medio, el Extremo Oriente, el Pacífico y los
Estados Unidos. Se subrayaron también las cifras de los beligerantes, de las fuerzas en
combate y de los soldados muertos, que comprometieron casi veintiocho países y causaron
doce millones de víctimas entre soldados heridos, muertos y desaparecidos. Estos datos
históricos fueron bien desarrollados por el Prof. César Cortez Mondragón que se concentrómás sobre los efectos que la primera guerra mundial causó en la historia del Perú.
En primer lugar, él decía cómo las primeras manifestaciones a la noticia de la explosión de
la guerra fueron, para el Perú, de pánico económico y desesperación de los ahorristas y
depositarios. Frente a los bancos se formaron colas interminables de gente que optaba por
retirar su dinero metálico (oro y plata), para evitar ser sorprendidos con moneda de papel
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(se tenía el recuerdo de lo ocurrido después de la guerra con Chile). Luego, el Perú, que fue
neutral desde los inicios de la guerra, se puso de parte de Estados Unidos el 6 de octubre de
1917 porque un submarino alemán hundió la barca ‘Norton’ de bandera peruana en aguas
del mar Cantábrico (norte de España). Al final, el Prof. Cortez subrayó también el aumento
del valor de los productos nacionales de exportación, como minerales y productos de
insumos que eran necesarios en la fabricación de artículos bélicos. Esta exportación mejoró
notablemente a partir de 1915 y pudieron compensar la situación fiscal que desde antes de
la guerra se veía en una crisis de presupuesto deficitario, crecimiento de gastos públicos y
acumulación de una deuda pública2.
Ahora, si esto fue desarrollado en la parte histórica, por la parte filosófica en cambio, se
retomó la tesis de Oswald Spengler que en su obra La decadencia de Occidente 3 colocaba
el gran desastre europeo, causado por la guerra, como parte de un gran proceso mundial prácticamente inevitable y trágico, cuyo ‘símbolo máximo’ o signo característico estaba
representado en la idea dieciochesca del ‘alma fáustica’. Esta idea, desarrollada en la
primera charla y central también para entender la parte literaria y artística de la muestra,
reclamaba la vicisitud de Fausto, el protagonista de la leyenda clásica alemana que
intercambiando su alma por el conocimiento ilimitado y los placeres mundanos,
identificaba bien la cuestión antropológica del tiempo, y también de todos los tiempos, es
decir, la tendencia del hombre hacia lo enorme, el ilimitado. Se configuró así la tesis de que
esta tendencia, como la definía también Nietzsche en el nacimiento de la tragedia4, se
dirigía hacia una ilimitada gana de ser y poseer todo, convicción que radicaba en una fuerte
consideración optimista y positivista de las capacidades del hombre. Esta tesis estaba bien
documentada con la figura de algunos intelectuales5 o poetas que de todas maneras querían
2 Para una visión general de la historia contemporánea del Perú, véase: César Cortez Mondragón, Panoramade la Historia del Perú y del Mundo, Edit. Puerta del Sol , Ediciones – Lima 1977 3 O. Spengler, La decadencia de Occidente, Bosquejo de una Morfología de la Historia Universal , traducidodel alemán por Manuel G. Morente, segunda edición, Calpe, Madrid 1925.4
F. Nietzsche, El nacimiento de la tragedia o Grecia y el pesimismo, Introducción, traducción y notas deAndrés Sánchez Pascual, Alianza Editorial, Madrid 2007.5 Escribía por ejemplo Hans von Eckardt a Gyorgy Lukacs el 22 octubre 1914: sé que anteriormente participode esta elevación de la esencia de los mejores, por esto, porque es el destino de todo el mundo exterior, quieroentrar dentro del mío y quiero ir a la guerra. Debo querer ir a la guerra. No puedo hacer otra cosa que querer ira la guerra (...). Esta guerra es lo único, el unificante destino de personas infinitas, es la avalancha que formanaturalezas, ideas, fe y credos singulares, en una sola gran realización (...) El alemán (y toda persona racional)lucha por la realización de las posibilidades de dedicación del alma de su pueblo (...) ¡Solamente un loco seocupa de la invasión a Bélgica! Solo un loco quiere ser “más fuerte” que el francés – en lugar de conquistar la
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participar en la guerra, aunque se tratase de un hecho tan trágico y doloroso. A lado de esta
consideración optimista, se analizó también la experiencia que ellos mismos tuvieron
durante la guerra donde en cambio se expresaba una exigencia más grande que aquella que
los impulsó. Por eso, fue utilizada – como conclusión de la intervención filosófica – la
imagen de un niño que, con las ropas propia de la guerra, volvía su mirada hacia un
horizonte más grande y más significativo que el contexto bélico donde se encontraba6, casi
para decir que la verdadera positividad estaba y tenía que llegar de afuera. En esta
perspectiva, se desarrollaron también la segunda y la tercera ponencia, a cargo del Prof.
Giovanni Paccosi y de la Dott.ssa Elena Secchi Villa, donde se analizó la poética de
Giuseppe Ungaretti y las pinturas de dos movimientos artísticos del siglo XX: el Futurismo
y el Expresionismo alemán.
A partir de dichos movimientos, se subrayó ante todo el valor y el significado del arte delsiglo XX donde se expresaba el deseo o las ganas del hombre de superarse a sí mismo y de
cambiar la sociedad. De hecho, se comentaba que tanto los artistas como los intelectuales
promovían la guerra como solución a la necesidad de la renovación del orden social y
también como ocasión e instrumento para la purificación de Europa, idea que nacía por la
convicción de que con la guerra se supiese y pudiese modernizar, acelerar y afilar la
inteligencia humana y que animó el nacimiento de los movimientos que hemos mencionado
antes, aunque estos se desarrollaron en dos líneas de pensamiento diversas a causa de la
diferente experiencia de la guerra que los artistas tuvieron y vivieron.
En primer lugar, se propuso la obra futurista de Boccioni, titulada Carga de lanceros de
1915, que exaltaba la guerra a partir de su visión heroica e inspiradora (que Marinetti llamó
victoria: “elevarse”, “potenciarse” hasta lo más grande, hacer más de aquello que se puede, superarse a símismo, hacer estallar las posibilidades humanas, ser héroes, ser dios, esto quiere el pueblo. Citada por L.Dappiano, Filosofi in trincea, Luigi Dappiano & CSSEO, 2002, p. 9.6 Junta a esta imagen se leí una carta escrita por Albert Salomon para Lukacs que en el 1915 decía: aquíafuera no se puede imaginar absolutamente como será de nuevo la vida con la paz. Se espera solamente que
venga de nuevo aunque han habido horas de desesperación en las cuales la guerra parecía nunca acabar hastaque el último europeo no fuese destruido. Pero guerra es una designación engañosa para este desmembrarsede Europa. ¿Es algo más que el ocaso del mundo europeo y de un siniestro destino para todos? Y en todosnosotros que estamos uncidos a la máquina del estado, de todos los estados, ¿no debería en esta comunidad de pena florecer un nuevo sentimiento de fraternidad y amor entre los hombres, que de una buena vez rompa estamáquina? Yo, si estoy en mi puesto, en algún lugar, estoy aquí en el hospital militar, donde tengo que atendera hombres que sufren y puedo comportarme amigablemente con ellos. He visto morir muchos hombres aquíafuera y he debido informar a los parientes, y cada vez, cada muerte, te aferra con la fuerza de un destino.Citada por L. Dappiano, Filosofi in trincea , Luigi Dappiano & CSSEO, 2002, p. 14.
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“la única higiene del mundo”) y donde prevalecían heroísmo, valor y fuerza7. Luego, se
comentó algo sobre el expresionismo alemán que al contrario, aunque considerase
inicialmente la guerra como un instrumento de purificación, cambió radicalmente su idea
por el hecho de que los artistas se dieron cuenta que la realidad no era agradable así como
la habían imaginado y llegaron a rechazar todo: primero, lo que ‘oliera’ a Belleza, a
Armonía, a Ideal; pero también se rehusaron a pintar lo que veían: pasión, sufrimiento,
injusticia, violencia.
En este sentido, se propuso como ejemplo más representativo la pintura de George Grosz,
titulada El funeral de 1917/1918, donde se representaba la alegoría de una humanidad
totalmente cambiada y trasformada pareciendo loca y corrupta. Como confirmación, se
mostraron las figuras que se encontraban en primer plano: un esqueleto borracho sentado
sobre un ataúd, un joven que vomita las ilusiones de su vida y un sacerdote que levanta unacruz contra tres figuras monstruosas, que simbolizan el alcoholismo, la sífilis y la
peste. Análogamente, se explicó la pintura de Otto Dix, que agrega a la locura de la guerra
con sus consecuencias, como en Los jugadores de cartas y Calle Praga de 1920, donde se
representa un hombre con el cuerpo medio humano y medio con piezas de máquina,
dejando la idea de la confusión y la crisis que la guerra provocó en la sociedad y sobre todo
en el mismo hombre. Cerca de esta experiencia de cambio, se coloca, como ya hemos
anticipado antes, la reflexión y el testimonio del poeta Giuseppe Ungaretti, comentados en
la ponencia del Prof. Paccosi titulada: En mi silencio/ he escrito cartas/ llenas de amor» Un
poeta en la primera guerra mundial: Giuseppe Ungaretti (1888-1970) 8.
7 Pintura y comentario: Los lanceros que están al centro del escenario trasmiten la sensación de una fuerzaincontenible que abruma al enemigo. Hay esta sensación también porque las lanzas son líneas de fuerza queguían la mirada del espectador en una dirección insólita: de derecha a izquierda, y esto rompe los esquemas,como también el hecho de que la caballería prevalezca contra un enemigo con armas de fuego.8 Giuseppe Ungaretti nace en 1888 en Alejandría de Egipto, de padres oriundos de Lucca (Florencia); pasa enÁfrica el periodo de la infancia y de la adolescencia. En 1912 viaja a París, y allí se contacta con figurasimportantes de la cultura local y con algunos escritores italianos (Palazzeschi, Savinio, Soffici) que viven en
Francia. Vuelve a Italia en 1914, y vive en Milán enseñando francés. Pronto parte para la guerra, soldado deinfantería: una experiencia, la de la trinchera, destinada a reflejarse con fuerza en sus poemas. En 1917 sale su primera obra poética, "Il porto sepolto", con un limitadísimo tiraje; sigue, en 1919, "Allegria di naufragi".Después de una experiencia como periodista en París, en 1933 publica "Sentimento del tempo", tal vez suobra más conocida. En 1936 si establece en Brasil, como docente universitario, y en 1939, a los nueve años deedad, muere su hijo Antonietto: de esta dolorosa experiencia, nacerán las líricas de "Il dolore" (1947). En1942 se encuentra de nuevo en Italia, y obtiene la cátedra de literatura moderna y contemporánea en laUniversidad de Roma. Más tarde, publica "La terra promessa" (1950), "Un grido e paesaggi" (1952), "Iltaccuino del vecchio" (1960); en el ‘61, aparece el volumen de prosas "Il deserto e dopo". Sucesivamente a su
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En el comienzo de la ponencia, el poeta fue introducido con un pasaje escrito por mano del
mismo Ungaretti y que expresa la situación humana de un joven poeta, todavía en búsqueda
de su identidad, en los meses iniciales de una guerra en la que ve la oportunidad de
reconocerse como italiano, parte de un pueblo, de una historia, de un ideal común9. Iba
voluntario así a la guerra, aquel que fue el primero en mostrar la desgarradora realidad de la
primera guerra mundial, gracias a sus revolucionarios poemas, compuestos de palabras
puras y afiladas como relámpagos. Había frecuentado los movimientos literarios y artísticos
más audaces de su tiempo, en los diálogos parisinos con Apollinaire, Picasso y Braque, los
encuentros con Peguy, Fort, Léger, y en Milán con los italianos Prezzolini, Papini y Soffici,
pero será la guerra, en su realidad dura y tan diferente de lo imaginado, lo que le llevará a
vivir una experiencia humana que transforma su poesía hasta el punto que en 1942 le
pidieron publicar su obra poética completa, con el título “Vida de un hombre”
10
donde se podía encontrar y dar testimonio de esta transformación11. Este simple soldado, que vive el
horror de la violencia multiplicada por la tecnología moderna, descubre en medio de la
muerte, acontecida en Milano en 1970, se publica la obra póstuma "Saggi e interventi" (1974).9 Le digo: «Soy un errante». ¿A qué gente pertenezco, de dónde soy? Estoy siempre sin lugar en el mundo, sin prójimo. Me inclino hacia alguien, y me lastimo. ¿Y cómo poder vivir si continuamente se me cierra encimaalgo como una tumba? Alejandría de Egipto, París, Milán, tres etapas, veintiséis años, y el rincón de tierra para mi descanso no lo puedo encontrar. […] ¿Mi suerte es esta? ¿Y quién debería caer en la cuenta de quesufro? ¿Quién podría escucharme? ¿Quién podría compartir mi sufrimiento? Soy un extraño. Dondequiera.¿Voy a destruirme en el fuego de mi desolación? ¿Y si la guerra me consagrara italiano? El mismoentusiasmo, los mismos riesgos, el mismo heroísmo, la misma victoria. Para mí, para mi caso personal, la bondad de la guerra. Para todos los italianos, finalmente una pasión común, una certeza común, finalmente launidad de Italia. Carta a Giuseppe Prezzolini (posiblemente del noviembre de 1914), publicada por D. DER OBERTIS, Almanacco dello Specchio , IX (1980), p. 27. Cfr. M. ALLEGRI, «Vita di un uomo» di GiuseppeUngaretti, en M. ASOR R OSA (dir.), Letteratura Italiana Einaudi. Le opere, vol. IV.I, Torino 1995, p. 8(traducción a cargo del relator).10 G. U NGARETTI, Vita di un uomo, (Vol. 1: Poesie; Vol. 2: Saggi e interventi; Vol. 3: Viaggi e lezioni; Vol. 4: Album Ungaretti), Milano 2000.11 Mi poesía nació, en realidad, en la trinchera. La guerra de improviso me revela mi lenguaje: pocas palabrascolmadas de significado que expresaran mi situación de ese momento. Este hombre solo, en medio de otroshombres solos, en un país desnudo, terrible, de piedra, y que sentían, todos esos hombres, cada unosingularmente, su propia fragilidad. Y que sentían, en el mismo tiempo, nacer en su corazón algo que eramucho más importante que la guerra, que sentían nacer afecto, amor, el uno para con el otro. Y se sentían tan
pequeños por como estaban delante del peligro, se sentían tan desarmados con todas sus armas, se sentíanhermanos. He aquí: esta es en el fondo la inspiración y el lenguaje de esa poesía mía, el nacimiento, la primera conquista del valor que puede tener una simple palabra cuando se llega a colmarla de su significado.[…] Tenía una mochila donde se encontraban pedacitos de postales con unos garabatos y habían pedazos de papel arrancados a las envolturas de las balas con otros garabatos. Y este buen Ettore Serra agarró esos viejos papeles y los puso en orden y un día fue a Udine buscando una imprenta – y tenía también el gusto, queconserva, de una buena impresión – y allí, en esa imprenta lo hizo imprimir. […] Era tal vez el primer libroque salía de la guerra y que hablaba de la guerra como habría hablado de ella un pobre soldado sin otras ideasque su sufrimiento y el de los demás. Cfr: Ungaretti commenta Ungaretti, en G. U NGARETTI, Vita di un uomo,Vol. 2: Saggi e interventi, Milano 2000, p. 820.
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inhumanidad que parece absoluta, la fuerza de lo humano, la indestructible potencia del
deseo de infinito, clamando desde el fondo de la fragilidad. Es la fuerza de su primer
conjunto de poemas: El puerto sepultado ( Il porto sepolto)12, que se publicó, como describe
Ungaretti en el texto citado, por la solicitud del capitán de su pelotón, Ettore Serra y el
poema Vigilia13. La guerra entonces pierde en Ungaretti el sentido ideológico y la
prosopopeya de las proclamas, para volverse doloroso anonadamiento expiatorio,
sufrimiento necesario que hace recuperar el profundo valor de la vida y la solidaridad con
los hermanos hombres. En esta nada aparente Ungaretti descubre su identidad: no de poeta,
no de italiano, sino de hombre, en su relación con el misterio, hombre sufrido y «pulido»
por la guerra, que se reconoce «dócil fibra del universo», al cual «aquellas ocultas manos»
que le «entretejen», regalan «la rara felicidad».
Las conclusiones: una nueva luz dentro la conciencia del hombre
El evento se concluyó con lo que se puede resumir en dos preguntas, o sea: ¿cuáles fueron
las consecuencias que tuvo la guerra? y además, ¿cuál fue el mensaje que se quiso
comunicar a cien años de la primera guerra mundial? Es cierto que en primer lugar se puso
la atención sobre el aspecto trágico, violento de este acontecimiento y que, como lo definió
Benedicto XV, se caracterizó como una inútil masacre. De hecho, lo confirman las cifras
numéricas que hemos mencionado antes, que fueron aproximadamente 12 millones de
muertos, el desarrollo de los instrumentos y técnicas de guerra (fusiles de repetición,
ametralladores, gases asfixiantes que dieron origen a la guerra biológica y química,
tanques, dirigibles y aviones). Ocurrieron también consecuencias y efectos políticos-
sociales que influyeron en manera significativa para la llegada de la segunda guerra
mundial y que siguen permaneciendo hasta el día de hoy, como por ejemplo nos lo
describió Russell, que con cuarenta años de distancia de la guerra, recordaba:
“Cuando estalló la primera guerra mundial, creía que se trataba de una locura y de un crimen,cometido por todas las potencias, de una parte y de otra (…). A la Primera Guerra Mundial y a sus
12 En G. Ungaretti, L’Allegria (1914-1919) en Vita d’un uomo, o. c. Traducción al castellano: G. U NGARETTI, La alegría, Montblanc (Tarragona) 1997. Las traducciones de los poemas están a cargo del relator.13 Vigilia //Cima Quattro, el 23 de diciembre de 1915/ Una noche entera/echado junto/a uncompañero/masacrado/con su boca/rechinante/vuelta al plenilunio/con la congestión/de susmanos/penetrando/en mi silencio/he escrito/cartas llenas de amor/Nunca me he sentido/tan/aferrado a la vida.
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consecuencias le debemos el comunismo ruso, el fascismo italiano y el nazismo alemán. Tambiénle debemos la creación de un mundo caótico, inestable, en el cual están todas las razones para temerque la Segunda Guerra Mundial no sea la última en la cual esté el inmenso horror del comunismoruso que hay que combatir, en la cual Alemania, Francia y aquello que en un tiempo había sido elImperio Austro-Húngaro, habían caído en lo más bajo de la escala de la civilización (…) Entoncesse decía que era una guerra por la libertad, una guerra por la democracia, una guerra contra el
militarismo. Como consecuencia de esta guerra, la libertad se redujo enormemente y enormementetambién creció el militarismo”.14
En segundo lugar, la atención fue dirigida a la contradicción que se encontró antes y
después de la guerra cuando todo lo que parecía positivo, optimista y nuevo en relación al
sentido que la experiencia de la guerra llevaba dentro de sí para la mayoría de las personas,
sobre todos intelectuales, literatos y filósofos; se convirtió en una nueva conciencia de lo
que antes el hombre consideraba como su fin y su felicidad. A conclusión entonces, todo el
evento o la entera reflexión quisieron dejar como mensaje principal lo que nostestimoniaron algunos de los mismos participantes y en particular retomamos dos testigos.
El primero, Wittgenstein, que escribía:
“Es posible que Inglaterra no haya cambiado desde aquel 1913, pero yo he cambiado. Ni siquierasirve para algo hablar de esto por escrito, porque no podría explicar la naturaleza exacta del cambio(aunque de parte mía, la comprenda perfectamente). Lo verán ustedes mismos cuando llegue ahíabajo”.15
El segundo, Giuseppe Ungaretti, que describía en cambio en un pequeño poema fragmento
( Al sereno)16 la «destrozada belleza» de su experiencia de la guerra como un
descubrimiento de lo que antes parecía solo niebla y que después reveló la realidad debajo
de una nueva luz. Una nueva luz que es lo que la muestra y el entero evento han querido
subrayar y recordar a cien años de la primera guerra mundial.
Giancarlo Colacicco
14 Citada por L. Dappiano, Filosofi in trincea , Luigi Dappiano & CSSEO, 2002, p. 6.15 Citada por L. Dappiano, Filosofi in trincea , Luigi Dappiano & CSSEO, 2002, p. 21.16 Al sereno/ Bosque de Courton, julio de 1918/ Después de tanta/ Niebla/ una/ a una/ se revelan/ las estrellas/Respiro/ el frescor/ que me deja/ el color del cielo/ Me reconozco/ Imagen/ pasajera/ Presa en un giro/Inmortal Sereno// Dopo tanta/ nebbia/ a una/ a una/ si svelano/ le stelle// Respiro/ il fresco/ che mi lascia/ il colore delcielo// Mi riconosco/ immagine/ passeggera// Presa in un giro/ immortale.