la politica fiscal contraciclica en mexico

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POR UNA POLÍTICA FISCAL CONTRACÍCLICA Eduardo Ramírez Cedillo* Fecha de recepción: 12 de enero de 2006. Fecha de aceptación: 5 de septiembre de 2006. Resumen La postura fiscal de las economías latinoamericanas y de muchas en desarrollo ha mantenido un carácter procíclico que ha jugado un papel importante en la inestabili- dad que observan éstas, a diferencia de lo que sucede en los países desarrollados, que utilizan su política fiscal para atenuar las presiones del ciclo económico. A este respec- to, en este trabajo se vierten algunas explicaciones, como: la exposición a la volatilidad de los capitales financieros y el uso inadecuado de la política de gasto en tiempos de auge, que impide que en momentos de recesión se pueda incrementar y manejarse con- tracíclicamente. En este documento, mediante la utilización del filtro Hodrick y Prescott (1997), se demuestra la prociclidad de la política fiscal en el periodo 1980-2004 para México, y se asume que mientras se siga manteniendo una política de finanzas públi- cas sanas ésta se sostendrá en el mismo sentido. Adicionalmente, se propone una alter- nativa mediante la cual se lograría una política fiscal de postura contracíclica. Palabras clave: política fiscal, ciclo económico, finanzas públicas, volatilidad, em- pleo público. Abstract The fiscal stance of the Latin American economies and many developing economies has maintained a pro-cyclical character which has played an important role in the instability they experience, unlike what happens in the developed countries, which utilize their fiscal policy to limit the pressures from the economic cycle. In this respect, the study enunciates some explanations, such as exposure to the volatility of financial capital and the inadequate use of spending policy in times of economic boom, impeding its increase in periods of recession and its counter-cyclical management. In the present study, using the Hodrick-Prescott filter (1997), the pro-cyclicality of fiscal policy in the period 1980-2004 is demonstrated for Mexico, and it is assumed that while a healthy public finance policy was maintained, it was oriented in the same direction. In addition, an alternative is proposed in which a counter-cyclical fiscal policy is operated. Key words: fiscal policy, economic cycle, public finances, volatility, public employment. * Doctorante de Economía, Facultad de Economía- UNAM. Correos electrónicos: [email protected] y [email protected]

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  • Vol. 37, nm. 147, octubre-diciembre / 2006

    81 POR UNA POLTICA FISCAL CONTRACCLICA

    POR UNA POLTICA FISCAL CONTRACCLICA

    Eduardo Ramrez Cedillo*

    Fecha de recepcin: 12 de enero de 2006. Fecha de aceptacin: 5 de septiembre de 2006.

    Resumen

    La postura fiscal de las economas latinoamericanas y de muchas en desarrollo hamantenido un carcter procclico que ha jugado un papel importante en la inestabili-dad que observan stas, a diferencia de lo que sucede en los pases desarrollados, queutilizan su poltica fiscal para atenuar las presiones del ciclo econmico. A este respec-to, en este trabajo se vierten algunas explicaciones, como: la exposicin a la volatilidadde los capitales financieros y el uso inadecuado de la poltica de gasto en tiempos deauge, que impide que en momentos de recesin se pueda incrementar y manejarse con-tracclicamente. En este documento, mediante la utilizacin del filtro Hodrick y Prescott(1997), se demuestra la prociclidad de la poltica fiscal en el periodo 1980-2004 paraMxico, y se asume que mientras se siga manteniendo una poltica de finanzas pbli-cas sanas sta se sostendr en el mismo sentido. Adicionalmente, se propone una alter-nativa mediante la cual se lograra una poltica fiscal de postura contracclica.

    Palabras clave: poltica fiscal, ciclo econmico, finanzas pblicas, volatilidad, em-pleo pblico.

    Abstract

    The fiscal stance of the Latin American economies and many developing economieshas maintained a pro-cyclical character which has played an important role in theinstability they experience, unlike what happens in the developed countries, whichutilize their fiscal policy to limit the pressures from the economic cycle. In this respect,the study enunciates some explanations, such as exposure to the volatility of financialcapital and the inadequate use of spending policy in times of economic boom, impedingits increase in periods of recession and its counter-cyclical management. In the presentstudy, using the Hodrick-Prescott filter (1997), the pro-cyclicality of fiscal policy in theperiod 1980-2004 is demonstrated for Mexico, and it is assumed that while a healthypublic finance policy was maintained, it was oriented in the same direction. In addition,an alternative is proposed in which a counter-cyclical fiscal policy is operated.

    Key words: fiscal policy, economic cycle, public finances, volatility, public employment.

    * Doctorante de Economa, Facultad de Economa-UNAM. Correos electrnicos:[email protected] y [email protected]

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    82 EDUARDO RAMREZ CEDILLO

    Rsum

    La posture fiscale des conomies latino-amricaines, et de beaucoup dautres endveloppement, a conserv un caractre pro-cyclique qui a jou un rle importantdans leur instabilit, la diffrence de ce qui se passe dans les pays industrialiss quiutilisent leur politique fiscale pour attnuer les pressions du cycle conomique. Cetravail en fournit quelques explications comme lexposition la volatilit des capitauxfinanciers et ladoption durant les priodes dapoge dune politique de dpense, quiempche quelle puisse tre augmente et gre de manire contre-cyclique en cas dercession. Dans ce document, il est fait recours au filtre dHodrick et Prescott (1997)pour dmontrer le caractre pro-cyclique de la politique fiscale mexicaine entre 1980et 2004, et il est considr que celui-ci se perptuera tant que se poursuivra unepolitique de finances publiques saines. Par ailleurs, une alternative est propose, quipermettrait une politique fiscale caractre contre-cyclique.

    Mots-clfs: politique fiscale, cycle conomique, volatilit, emploi public.

    Resumo

    A postura fiscal das economias latino-americanas y de muitas em desenvolvimentomantm um carter procclico que tem jogado um papel importante na instabilidadeque estas observam, diferente do que sucede nos pases desenvolvidos que utilizam asua poltica fiscal para atenuar as presses do ciclo econmico. A esse respeito, nestetrabalho vertem-se algumas explicaes, como: a exposio volatilidade dos capitaisfinanceiros e o uso inadequado da poltica de gasto em tempos de auge, que impedeque em momentos de recesso possa se incrementar e manejar contracclicamente.Neste documento, com a utilizao do filtro Hodrick y Prescott (1997), se demonstra aprociclicidade da poltica fiscal no perodo 1980-2004 para o Mxico, e se assume queenquanto se mantiver uma poltica de finanas pblicas saudveis esta se sustentarno mesmo sentido. Adicionalmente, prope-se uma alternativa com a qual se lograriauna poltica fiscal de postura contracclica.

    Palavras chave: poltica fiscal, ciclo econmico, finanas pblicas, volatilidade,emprego pblico.

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    83 POR UNA POLTICA FISCAL CONTRACCLICA

    Introduccin

    A raz del fracaso de las polticas de estabilizacin en materia de crecimien-to y desarrollo econmico en pases emergentes (Davidson, 2003; Ffrench-Davis, 2003), se ha empezado a mencionar la necesidad de instrumentarpolticas econmicas de corte contracclico (Ocampo, 2001 y 2005; Budnevich,

    2002; Lora y Panizza, 2002; Snchez, 2003; Stiglitz, 2003; Braun y Di Gresia,

    2003; Weeks y Roy, 2004) para disminuir la inestabilidad del sistema de produc-

    cin capitalista. En los pases desarrollados, de acuerdo con Stiglitz (2003), se ha

    observado que los periodos de recesin se han acortado mientras que los de expan-

    sin se han alargado, a diferencia de lo que pasa en las naciones subdesarrolladas.

    La razn es que, mientras en los primeros se llevan a cabo polticas contracclicas,

    en las otras tal parece que han operado polticas procclicas que incrementan los

    periodos de recesin e impiden salir de los mismos.1

    Aun cuando el reconocimiento de la funcin contracclica de la poltica econ-

    mica es un buen avance, no es suficiente. De nada sirve saber que se tiene que ir en

    determinado sentido si se sigue operando con los mismos paradigmas de disciplina

    fiscal, autonoma de los bancos centrales, liberalizacin econmica y financiera,

    entre otros. En ese contexto, la prdida de una poltica soberana impide que los

    gobiernos de los estados nacionales puedan actuar en la satisfaccin de las necesida-

    des de sus habitantes.2 Resulta paradjico seguir manteniendo la estabilidad de pre-

    cios con las propuestas de las instituciones financieras internacionales y, al mismo

    tiempo, intentar la estabilizacin de la economa real a la Keynes, como lo apunta

    Willianson (2004a),3 ya que el control de la inflacin se ha logrado con el uso de

    1 En el caso de la poltica fiscal procclica instrumentada por Amrica Latina, sta esdocumentada por Gavin y Perotti (1997) de manera profunda. Los autores destacan cmolas naciones en desarrollo han operado con polticas contracclicas a diferencia de loacontecido en los pases latinoamericanos.

    2 Por lo que se asume que el incremento en la democracia es un elemento clave para mejorarla condicin de los individuos. Considerando la democracia como un amplio conjunto queno se limite a la eleccin de los representantes sino que, adicionalmente, se pueda tenerinjerencia en materia de acciones econmicas (Ocampo, 2001). Panizza y Yez (2005)presentan un estudio donde concluyen que una de las principales razones que tienen loslatinoamericanos para estar en desacuerdo con las reformas consiste en la situacineconmica que se ha derivado de ellas, opinin tambin sustentada por estudios como el deLora et al. (2004).

    3 Willianson (2004b) menciona que sin dejar la disciplina fiscal es necesario usar la polticafiscal como herramienta contra los vaivenes del ciclo econmico, pero argumenta que tan

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    84 EDUARDO RAMREZ CEDILLO

    polticas econmicas restrictivas que son contrarias al pensamiento keynesiano: no

    se puede seguir exigiendo la disciplina fiscal4 y querer que la poltica fiscal sea

    contracclica.

    De acuerdo con Keynes (2003:353-354), es necesario hacer una diferencia entre

    el dficit corriente y el de capital, dejar que este ltimo funcione en forma contra-

    cclica (Cmara Neto y Vernengo, 2004) sin que su financiamiento se cia nica-

    mente a la captacin de ingresos porque, a diferencia del planteamiento presentado

    por Seccareccia (2004), en el cual establece que la cuenta corriente debe arrojar el

    supervit que permita el dficit de capital, se asume que ste no tiene que ser

    compensado con la disminucin del gasto corriente. Es decir, que el gobierno no

    necesita disminuir aquel para poder incrementar su gasto de capital; aceptar lo con-

    trario es volver a situarse en el paradigma de finanzas pblicas sanas.

    La perspectiva desde la cual se considera conveniente transferir los ahorros de la

    cuenta corriente a la de capital consiste en considerar los rendimientos que genera

    la segunda. Sin embargo, en el caso de Mxico, desde la dcada de los ochenta, se

    dio en mayor medida la reduccin del gasto de capital y los ahorros generados

    se destinaron al pago de la deuda externa, misma que posteriormente sera amortizada

    con buena parte de los recursos generados por el proceso de privatizacin de em-

    presas del Estado. El problema es que, a la fecha, se sigue incitando a la disminu-

    cin del gasto corriente y a la venta de empresas pblicas, sin que ello se pueda

    interpretar como un incremento en el gasto de capital.

    Si la poltica fiscal en Amrica Latina, y en especial Mxico, dej de funcionar

    como herramienta o alternativa de crecimiento, fue por supeditarla a los objetivos

    de estabilizacin monetaria. sta exige trabajar con disciplina fiscal, para lo cual se

    precisa que el gobierno trabaje con finanzas pblicas en equilibrio, bsicamente

    disminuyendo el gasto presupuestal ante la imposibilidad de incrementar los ingre-

    sos tributarios. La capacidad de la poltica fiscal para funcionar como estabilizador

    del ciclo econmico se ve as reducida e incluso tiende a funcionar de manera

    procclica. A decir de Clavijo (2000), la dbil carga fiscal y la falta de instrumentos

    monetarios impidieron intentar una poltica econmica aunque fuera tmidamente

    contracclica, y he aqu de nuevo un problema de concepcin: no se puede

    instrumentar una poltica contracclica sin incurrir en dficit; en ese sentido, no es

    slo es posible hacerlo con estabilizadores automticos y al inicio de un boom econmico. Endesacuerdo con Willianson, se piensa que es poco probable que un pas pueda salir de unperiodo recesivo de manera endgena manteniendo la disciplina fiscal, y dado que no sepretende abandonarla se antepone que los estabilizadores automticos tan slo podranservir en el auge, ya que su aplicacin en la parte descendente del ciclo conduce a dficit.

    4 La disciplina fiscal, a diferencia de lo que piensan los economistas ortodoxos, no evita las crisisen la cuenta corriente ni produce pleno empleo en el sistema econmico (Davidson, 2003).Por tanto, seguir el dogma no garantiza el equilibrio externo ni condiciones de crecimiento.

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    85 POR UNA POLTICA FISCAL CONTRACCLICA

    necesario argumentar la debilidad de ingresos, los tributarios en una recesin sern

    bajos porque tienden a un comportamiento procclico, y ante esa eventualidad el

    dficit presupuestal tendr que aparecer.

    El dficit fiscal que violenta la disciplina y el equilibrio se asocia con el incre-

    mento de la inflacin y de la tasa de inters, por la monetizacin del dficit o la

    emisin de grandes volmenes de bonos gubernamentales sucesivos que afectan

    principalmente a los pobres y a las pequeas empresas (Birdsall, 2001). Pero, nue-

    vamente, pensar que cualquier tipo o magnitud de dficit presupuestal elevar la

    inflacin e incrementar la tasa de inters puede ser un error. Dicho dficit pre-

    supuestal genera depsitos disponibles en el sistema bancario, conduciendo a la tasa

    de inters de corto plazo a la baja, y la emisin de bonos drena la cantidad de

    depsitos adicionales para colocar la tasa en algn punto deseado por la autoridad

    monetaria.5 Pero, aun concediendo sin aceptar que el gasto deficitario tuviera un

    efecto negativo sobre la tasa de inters, su efecto sobre las pequeas empresas debe

    ser valorado en funcin de la afectacin que sufren por la contraccin del mercado

    que, de acuerdo con Keynes, juega un papel preponderante.6

    Mientras se siga manteniendo una postura econmica ortodoxa (de disciplina

    fiscal) es improbable que se pueda estabilizar la economa real, pues se impide que

    el gobierno pueda participar en la economa ante el temor inflacionario, situacin

    que, argumentada en trminos de la heterodoxia, no resulta cierta por s misma.

    Existe la idea, fuertemente arraigada al respecto, de que la inflacin y el desempleo

    son objetivos encontrados,7 en los cuales se tiene que mantener una tasa de desem-

    pleo natural para no generar presiones sobre los precios. Pero como han discutido

    ampliamente algunos economistas (Lerner, 1957; Wray, 2003; Forstater, 1999;

    Mitchell, 1998), ello no es cierto en todos los casos y, adems, se estima que tener

    una mano de obra desocupada abundante significa un costo muy alto por mantener es-

    table el nivel de precios (Forstater, 1999), sobre todo en economas donde el

    5 El tema del manejo de reservas y su relacin con las tasas de inters ha sido ampliamenteabordado por economistas de corte poskeynesiano, quienes aseguran que la venta de bonosen una economa moderna no tienen por objeto financiar el gasto de gobierno sino evitarque la tasa de corto plazo caiga a cero (Wray, 2004; Bell, 1998; Mosler y Forstater, 2005).

    6 Keynes (2003, 300-301), al referirse a las etapas de auge y al comienzo de las crisis,argumentaba que la explicacin ms tpica, y con frecuencia la predominante de la crisis,no es principalmente un alza en la tasa de inters, sino un colapso repentino de la eficienciamarginal del capital. La tasa de inters para las empresas tiende a ser relativa, si es alta obaja depender del rendimiento de las empresas. As, en una economa con un mercadointerno contrado por polticas fiscales y monetarias restrictivas, una tasa de intersconsiderada baja puede estar por encima del rendimiento de las empresas, eliminando suposibilidad de acceso al crdito o llevndolas a condiciones de sobreendeudamiento.

    7 Seccareccia (2004) menciona que asumir la incompatibilidad entre la inflacin y el desempleoes el centro de la perspectiva poltica neoclsica.

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    bienestar de la poblacin se ha deteriorado con el tiempo. Pero de manera adicional

    se pierde la oportunidad de que el gobierno, mediante una poltica de gasto dirigida

    al empleo, pueda estabilizar la economa al establecer a aquel como un estabiliza-

    dor automtico de la poltica fiscal.

    Lo que resta de este documento se compone de los siguientes apartados: en la

    segunda parte se aborda de manera rpida la relacin de la poltica fiscal y el ciclo

    econmico, para posteriormente describir lo que se entiende como poltica fiscal

    contracclica. A continuacin se argumentan las explicaciones dadas sobre la pro-

    ciclidad de la poltica fiscal en los pases en desarrollo. Despus se discute si la

    disciplina fiscal tiene que anteceder a la postura contracclica. Por ltimo, se apor-

    tan evidencias al respecto de la postura fiscal de Mxico en relacin con el ciclo

    econmico. Para concluir, se ofrece una opcin para que la poltica fiscal pueda ser

    contracclica.

    La poltica fiscal y el ciclo econmico

    Sin intentar ahondar en el tema de los ciclos econmicos ms all de lo necesario

    para establecer su relacin con la poltica fiscal, es importante establecer algunas

    consideraciones rpidas sobre el ciclo econmico.

    Para Keynes (2003:299), el ciclo podra ser entendido de la siguiente manera:

    al progresar el sistema en direccin ascendente, las fuerzas que lo empujan haciaarriba al principio toman impulso y producen efectos acumulativos unas sobre otras,pero pierden gradualmente su potencia hasta que, en cierto momento, tienden a serreemplazadas por la operacin en sentido opuesto; las cuales, a su vez, toman im-pulso por cierto tiempo y se fortalecen mutuamente hasta que ellas tambin, habien-do alcanzado su desarrollo mximo, decaen y dejan su sitio a sus contrarias.8

    En Keynes, la tendencia ascendente o descendente puede persistir indefinidamen-

    te en la misma direccin una vez iniciada, pero en algn momento terminar por

    reinvertirse, teniendo cierta regularidad en la secuencia de las variaciones. Argumen-

    ta que estas ltimas se deben a cambios cclicos en la eficiencia marginal del capital,

    sin dejar de lado otras variables importantes de periodo corto del sistema econmico.

    Por su parte, en 1946, Burns y Mitchell9 definan al ciclo econmico como:

    un tipo de fluctuaciones encontradas en la actividad econmica agregada de lasnaciones que organizan su funcionamiento en empresas comerciales. Un ciclo con-

    8 En ese sentido, Hansen (1966:16) menciona que el anlisis del ciclo tiende a reforzar laopinin de que una vez que un movimiento ha comenzado en una direccin, tiende aacumularse y fortalecerse hasta un punto determinado ms all del cual las fuerzasgeneradoras se debilitan hasta que se inicia un movimiento en direccin opuesta.

    9 Citados por Diebold y Rudebusch (1996).

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    87 POR UNA POLTICA FISCAL CONTRACCLICA

    siste en expansiones que ocurren aproximadamente al mismo tiempo en muchasactividades econmicas, seguidas generalmente de recesiones, contracciones yreactivaciones que se conectan con la fase de expansin del ciclo siguiente.

    En el largo plazo se asume que la economa crece a un ritmo tendencial, que

    puede estar sujeta a cambios de corto plazo en los cuales se puede estar por arriba o

    por debajo de la tendencia. La interpretacin que hace Kalecki (1984:19-24) sobre

    el ciclo econmico se relaciona con la demanda por bienes de inversin, cuando se

    incrementan los pedidos por stos se da un incremento en la actividad inversora,

    hasta el momento en que la demanda de inversin supera el nivel de necesidades de

    reposicin, originando una disminucin en dichos pedidos. Kalecki divide el ciclo

    econmico en cuatro etapas: recuperacin, auge, recesin y depresin.10

    En la fase de recuperacin se asume que los pedidos de bienes de inversin

    superan el nivel de las necesidades de reposicin sin que el equipo de capital se haya

    expandido an; en el auge las entregas de nuevo equipo superan las necesidades de

    reposicin y como consecuencia, el equipo de capital empieza a expandirse11 (en

    esta etapa comienza una disminucin en los pedidos y posteriormente su cada);

    en la recesin los pedidos de bienes de inversin estn por debajo de las necesidades

    de reposicin, pero el equipo de capital sigue creciendo por el retraso en las entregas;

    por ltimo, en la depresin, las entregas de nuevo equipo estn por debajo del nivel

    de las necesidades de reposicin y con ello se reduce el volumen de equipo de ca-

    pital, que en algn momento incidir en un nuevo incremento en los pedidos de

    bienes de capital, comenzando nuevamente el ciclo.

    Continuando a Kalecki (1984:43), el componente de auge para una economa

    consiste en la creacin de poder adquisitivo adicional, que tendr la gran virtud

    de poner en movimiento el mecanismo a la alza, papel que puede jugar el gobierno.

    Cuando ste emite bonos y son colocados en el sistema bancario, los bancos recu-

    rren a sus reservas para comprar la emisin; una vez que aquel comienza a invertir

    en infraestructura, genera dos tipos de efecto: en la industria de los bienes de inver-

    sin y tambin en la de bienes de consumo. La cantidad adicional introducida a la

    economa por el gobierno llega a los capitalistas como beneficios y regresa a los

    bancos como depsitos listos para adquirir la nueva emisin de bonos que seguirn

    financiando el gasto en infraestructura pblica. Para que esta estrategia de auge

    pueda tener xito, es absolutamente necesario que se propicie la creacin de nuevo

    10 Dornbusch y Fischer (1994:16), enuncian las etapas del ciclo como: recuperacin, cima,recesin y fondo.

    11 Parafraseando a Kalecki (1984:42), la expansin del equipo pone fin al auge e inicia la fasea la baja, mientras que su contraccin es el germen de la fase al alza, entre otras cosas porel incremento en el grado de utilizacin que tienen las unidades econmicas que siguensatisfaciendo la misma cantidad de demanda.

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    88 EDUARDO RAMREZ CEDILLO

    poder adquisitivo, y para ello es indispensable que el banco central adopte una

    poltica acomodaticia que no incida en el incremento de la tasa de inters hasta

    algn nivel en que pueda desincentivar la inversin de los agentes privados; si esto

    sucede tan slo se estar dando un crowding-out.

    El gobierno, mediante el manejo de una poltica de gasto deficitario, puede

    conducir una estrategia de auge destinando recursos para la formacin de capital

    humano o, bien, como se propone en las conclusiones, llevando a cabo un progra-

    ma pblico de empleo que permitira que la poltica fuera contracclica, sin dejar de

    mencionar que sta, de manera automtica, debera de serlo.12 Sin embargo, no

    ocurre as como se ver a continuacin, no sin antes especificar qu se entiende por

    una poltica fiscal contracclica.

    Poltica fiscal contracclica

    Una postura fiscal contracclica debera conllevar la ejecucin de un dficit fiscal

    considerable cuando las condiciones econmicas son malas, y dficit fiscal pequeo

    o supervit en tiempos de bonanza. Pero el comportamiento del presupuesto fiscal

    puede estar determinado por dos causas diferentes: el reflejo del entorno econmi-

    co o, bien, el resultado de decisiones polticas discrecionales:

    Sistemticamente, uno puede pensar que cambios en las variables fiscales son lasuma de dos componentes: El primero refleja el ajuste automtico de las variablesfiscales al ambiente econmico subyacente; mientras que el segundo son los cam-bios discrecionales implementados por los responsables de la poltica fiscal (Gaviny Perotti, 1997).

    Ante una postura de poltica fiscal discrecional que se mantiene acclica, el

    entorno econmico conducira al presupuesto fiscal a un comportamiento contra-

    cclico, es decir, se incrementara el dficit en recesin y disminuira conforme se

    recuperara la economa: Si se mantiene la tasa impositiva y el gasto pblico dis-

    crecional constantes durante el ciclo econmico, deber de observarse un compor-

    tamiento contracclico de la poltica fiscal (Alesina y Tabellini, 2005).

    12 Mediante el uso de estabilizadores automticos, por los cuales se entiende cualquier elementopresupuestal que compensa las fluctuaciones de la demanda ya sea con ingresos o gastos delgobierno, sin que se requiera un proceso legislativo para su aprobacin. Para Auerbach yFeenberg (2000), stos deben incluso operar sin que ello implique una accin explcita delgobierno. Ejemplos pueden ser: por el lado de los ingresos, los impuestos sobre la renta queregulan la cantidad de gasto privado, mientras que por el lado del gasto puedencontabilizarse los programas de desempleo y seguridad social. Para ampliar la discusin alrespecto de los estabilizadores automticos, pueden revisarse los casos de Nueva Zelanda yEstonia en Tam y Kirkham (2001) y Kattai et al. (2003), as como Cohen y Follette (2000).

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    89 POR UNA POLTICA FISCAL CONTRACCLICA

    Por el lado de los tributos, en una postura fiscal acclica, los impuestos tienden

    a disminuir cuando se reduce el ingreso nacional,13 si la disminucin de los ingresos

    por impuestos ocurre, se podra argumentar que la poltica fiscal es contracclica.

    Pero a decir de Emre y Kuman (2005), los ingresos tributarios ofrecen mensajes

    ambiguos, ya que como proporcin del PIB pueden incrementarse, decrecer o per-

    manecer constantes, dependiendo de la magnitud de la variacin del PIB. Otro pro-

    blema de los ingresos tributarios que sirven como indicador cclico consiste en su

    forma de integracin; stos pueden incrementarse por un aumento en la tasa en la

    base o, incluso, cuando se den disminuciones en la tasa, se puede registrar mayor

    ingreso como resultado de la ampliacin de la base.14

    Mientras que por el lado del gasto, una postura poltica acclica debera verse

    como un incremento en la proporcin del gasto respecto del PIB bajo un declive en

    el nivel de actividad econmica; si los gastos se mantienen constantes, la parte

    proporcional de stos respecto del PIB se incrementarn. Es probable que cuando la

    debilidad de la economa se prolongue el gasto del gobierno no permanezca constan-

    te y tienda a incrementarse por diversas presiones sociales. La postura de poltica

    contracclica va ms all de tan slo solventar las apremiantes necesidades sociales,

    ya que sta buscar por varios medios de aplicacin del gasto pblico incrementar

    la rentabilidad de los agentes privados para que su actividad siga siendo rentable.

    En resumen y desde el planteamiento keynesiano, la poltica fiscal, al tener una

    postura contracclica, propiamente lo que hace es regular la cantidad de demanda

    agregada en la economa y, en ese sentido, a diferencia de la visin neoclsica, es

    completamente vlido que el gobierno participe tanto como sea necesario (Budnevich,

    2002). Siempre que la economa se encuentre en el pleno empleo, el gobierno

    deber ejecutar supervit, mientras que el dficit se hace necesario en la recesin.

    Desde esa perspectiva y dado que el pleno empleo en el mejor de los casos es una

    construccin hipottica del mainstream, se puede argumentar, como lo hace Wray

    (1999 y 2002), que mantener dficit presupuestal es el estado normal de cualquier

    economa capitalista.

    13 Como resultado de una menor actividad econmica.14 Braconier y Forsflt (2004), considerando ese inconveniente, mencionan que los ingresos

    por concepto de impuestos dependen de tres variables: la tasa implcita del impuesto, la basecomo proporcin del PIB y el PIB.

    Ti=(T

    i/B

    i)*(B

    i/Y)*Y

    en la cual: T i= es el ingreso por cierto impuesto. (T

    i/B

    i) = Tasa implcita del impuesto. (B

    i/

    Y) = La base del impuesto como proporcin del PIB. Y = PIB. Los ingresos se modificarn comoresultado en un cambio en alguno de los tres componentes del lado derecho de la ecuaciny dicho cambio puede ser considerado de poltica.

  • Vol. 37, nm. 147, octubre-diciembre / 2006

    90 EDUARDO RAMREZ CEDILLO

    Una poltica fiscal procclica, por tanto, es opuesta a lo mencionado anterior-

    mente, disminuye el gasto e incrementa recaudacin en los malos tiempos y vice-

    versa en los buenos. La pregunta es: por qu ocurre esto?, y por qu principal-

    mente lo resienten economas en vas de desarrollo?

    Causas de la prociclidad de la poltica fiscal

    Como se haba comentado, en los pases desarrollados la poltica fiscal ha presenta-

    do un comportamiento contracclico, a diferencia de lo que ocurre en los pases en

    desarrollo. Parte de la discusin se plasma a continuacin.

    Los flujos de capital

    Una de las principales causas que se encuentran presentes en la explicacin que se

    hace de la postura procclica de la poltica fiscal, es su relacin con la volatilidad de

    la produccin agregada. A medida que los pases incrementan la volatilidad de su

    producto tienden a tener una postura fiscal procclica. Para Emre y Kumar (2005),

    la exposicin de los pases al comercio exterior puede ser una variable proxy para la

    volatilidad del producto, pero su relacin es mayor con el ciclo de los flujos de

    capital, que es altamente procclico.

    Muchos economistas (Stiglitz, 2003) han documentado que los mercados de

    capital conllevan un comportamiento procclico en los pases en desarrollo, ya que,

    al igual que los impuestos, los flujos de entrada disminuyen en tiempos de baja

    actividad, exacerbando as la contraccin econmica. Pero no slo eso, ante la posi-

    bilidad de incumplimiento, los flujos de salida de capital tienden a incrementarse,

    con lo cual se dar una contraccin del gasto de gobierno o, bien, un incremento de

    los impuestos con la finalidad de pagar la deuda contrada en los periodos ascen-

    dentes del ciclo, cuando los flujos de ingreso de capital llegaron a los pases en

    busca de los rendimientos que pudieran generarse.

    Para Gavin y Perotti (1997), la restriccin de las lneas de crdito ayudan a

    comprender la incapacidad de los gobiernos para mantener una postura contracclica

    en periodos de disminucin del ingreso nacional:

    En Latinoamrica, los responsables de las polticas fiscales tpicamente han encara-do una prdida de confianza que ha incrementado su restriccin para la obtencinde prstamos durante los malos tiempos. La prdida del acceso a los mercados haceimposible que puedan ejecutar poltica fiscal contracclica, al menos en los malostiempos [...] La idea que la restriccin en la obtencin de prstamos tiende a serreforzada en los malos tiempos aporta una explicacin del porqu la poltica fiscales particularmente procclica durante tales tiempos; las autoridades deseanimplementar ms poltica fiscal contracclica, pero estn imposibilitadas de hacerlopor su incapacidad para financiar el dficit fiscal que ello implica.

  • Vol. 37, nm. 147, octubre-diciembre / 2006

    91 POR UNA POLTICA FISCAL CONTRACCLICA

    Los autores argumentan que la restriccin al crdito ms la incapacidad de acce-

    so a financiamiento no inflacionario ayuda a explicar el porqu el dficit es menos

    persistente en Amrica Latina que en pases desarrollados.

    As, la postura procclica de los flujos de capital configura la postura procclica

    de la poltica fiscal, en otras palabras, se puede decir que la disponibilidad del

    dinero de acuerdo con el momento del ciclo econmico es una variable importante

    para determinar la relacin de la poltica fiscal con el ciclo econmico. La abun-

    dancia de capital lleva a los pases en desarrollo a trabajar con dficit presupuestal

    en tiempos de auge, que los limita en tiempos de recesin cuando hay que pagar la

    factura.

    Aun cuando la explicacin y el comportamiento de la economa pudieran estar

    debidamente respaldados por la restriccin que impone la menor entrada de flujos de

    capital al pas, el problema consiste en la autoflagelacin del gobierno respecto

    de sus propias restricciones para financiar su gasto. La limitacin financiera real de

    un gobierno, de acuerdo con Wray (2000), consiste en el empeo de los gobiernos

    por mantener un tipo de cambio fijo, que limita su margen de maniobra para utilizar

    su verdadera capacidad de financiamiento. Pero incluso la emisin de dinero de alta

    potencia, potestad que los estados nacionales modernos declinaron, no tendra nece-

    sariamente que ser inflacionario, todo depende del uso que se le d a los recursos.15

    El papel del gasto

    A decir de algunos autores de pases latinoamericanos, el gasto pblico ha jugado

    un papel procclico al manejar polticas de subsidio y empleo en momentos en que

    la economa est creciendo por su propia dinmica. La explicacin que se da al

    respecto es que ante la abundancia de recursos los grupos al mando de la direccin

    y toma de decisiones estn interesados en conservar su coto de poder y, por lo tanto,

    instrumentan medidas de corte populista con el afn de mantener la aceptacin de

    los votantes. A medida que las condiciones en un pas mejoran, los votantes exigen

    impuestos menores y mejores servicios pblicos, con lo cual se incrementa el gasto

    de gobierno durante los tiempos de prosperidad y se cae en un excesivo endeuda-

    miento que limitar el gasto en la recesin. Las demandas de los votantes y la

    miopa de la poltica fiscal, a decir de Alesina y Tabellini (2005), constituyen un

    medio que conduce a la prociclidad de la poltica fiscal, que en la mayora de los

    casos se da por el lado del gasto, pero que no necesariamente son los elementos

    15 Para el caso especfico de Mxico, Romero (1999) explicaba una modalidad en la cual laemisin primaria de circulante no tendra que estar asociada a la generacin de inflacin.

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    92 EDUARDO RAMREZ CEDILLO

    principales, para ellos la corrupcin que impera en los pases en desarrollo se con-

    figura como el principal factor, aun por encima de la restriccin crediticia:

    Los votantes encaran gobiernos corruptos que pueden apropiarse parte de los ingresostributarios para consumo pblico improductivo, por ejemplo, rentas polticas. Lasrentas pueden ser a travs de apropiacin directa (robo) de ingresos tributarios por partede funcionarios pblicos o bien por el pago de favores por intereses especiales, talescomo el empleo de amigos del gobierno identificados frecuentemente entre etnias,lneas religiosas, etctera.

    Las presiones polticas para incrementar el gasto de gobierno en momentos de

    auge, de acuerdo con Talvi y Vgh (2000), impiden que el gobierno pueda acumu-lar supervit fiscal que se asume necesario para poder llevar a cabo una poltica

    contracclica. En ese sentido, se piensa que el gobierno debera reducir las tasasimpositivas para aminorar sus ingresos y con ello contener el sobregasto derivado

    de las presiones polticas (Braun y Di Gresia, 2003). De acuerdo con esa percep-cin, si se controlan los ingresos a la baja, se puede controlar el gasto, con la

    intensin de generar suficiente ahorro y utilizarlo en los tiempos malos. En esencia,el argumento intenta regular la poltica fiscal para evitar las presiones polticas y,

    sobre todo, permitir que en tiempos difciles se pueda ampliar el gasto sin que setengan limitaciones por la carencia de crditos.

    El punto por discutir consistira en establecer la necesidad de que el gobiernogenere ahorros para estar en condiciones de ampliar su gasto, y s, sa es una con-

    dicin necesaria para que lo pueda hacer, como se discute a continuacin.

    La disciplina fiscal tiene que antecederal uso de la poltica contracclica?

    De acuerdo con Willianson (2004b), el uso de una poltica fiscal dirigida a dismi-nuir las fluctuaciones econmicas cclicas debe ser iniciada en los periodos de auge

    econmico. En los tiempos buenos la poltica fiscal debe ser mesurada y, en esesentido, debe mantenerse una estricta disciplina fiscal que le permita al gobierno

    mantener su habilidad de intervenir en eventos o sucesos adversos. En esta mismalnea, Budnevich (2002) pone como condicin para la postura fiscal contracclica

    dos aspectos: que las cuentas fiscales deben ser solventes y sustentables, adems deuna reingeniera de las instituciones correspondientes que incremente la oportuni-

    dad y flexibilidad de la poltica fiscal.En el contexto actual se podra pensar en la necesidad de que el Estado ahorre en

    tiempos de auge para estar en condiciones de gastar en momentos de recesin, peroello sera como pensar que el Estado es similar a una empresa o a los individuos,

    cuando el smil es de suyo errneo. El Estado tiene facultades que no son inherentes

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    93 POR UNA POLTICA FISCAL CONTRACCLICA

    a los individuos ni a las empresas,16 tales como: su capacidad de imponer contribu-

    ciones, el poder de declarar la aceptacin pblica, el poder de crear y destruir

    dinero y la capacidad de comprar y vender deuda y, en ese sentido, su capacidad

    para realizar pagos monetarios no debe ser restricta,17 por lo tanto, no necesita

    nunca reunir supervit en algn momento para realizar pagos monetarios en el

    futuro (Bell y Wray, 2000).

    Si el gobierno empieza a generar ahorros, es decir, a gastar menos de lo que

    recauda por concepto de impuesto, est generando supervit presupuestal. Pero

    para lograrlo, lo que hace es disminuir la riqueza nominal del sector no guberna-

    mental, o sea, cuando el gobierno retira ms obligaciones de las que coloca en el

    mercado lo hace al reducir de sus obligaciones en propiedad de los agentes privados

    bajando sus tenencias. El conflicto que se da es que la generacin del supervit

    presupuestal no se ahorra para el futuro ni puede ser usado para financiar mayor

    gasto o la disminucin de los impuestos; un supervit existe slo como una reduc-

    cin del ingreso del sector privado,18 el supervit reduce los ahorros del mismo y no

    puede hacerlo para el futuro y, lo que es ms, no puede ser duradero: una economa

    no puede crecer permanentemente mientras el gobierno extrae el ingreso disponible

    y la riqueza del sector privado, cuando la economa empieza a tener menos impues-

    tos y la demanda por mayor gasto social pondrn de manifiesto la incapacidad de

    sostenerlo (Wray, 2002).

    16 Sawyer (1997) describe al menos tres elementos de distincin entre el gobierno y losindividuos: en principio, mientras los individuos actan en su propio beneficio, el gobiernoacta de acuerdo con el inters del grueso de la sociedad, cuando el gobierno ejecuta dficito supervit presupuestal lo hace pensando en el impacto sobre la economa, adems de quepor su tamao, a diferencia de algunas organizaciones, sus decisiones s tienen impactosobre la macroeconoma; el gobierno puede obtener prstamos a menores tasas de intersque los individuos, facultad que le deviene de su capacidad para respaldarlos con la imposicintributaria; el gobierno puede endeudarse continuamente sin que ello pueda ocasionar unaposicin de endeudamiento siempre y cuando su tasa de crecimiento sea mayor a la tasa deinters real pagada por el servicio de su deuda, condicin que aplica a los individuos, con ladiferencia de que ellos no pueden incidir en la tasa de inters; y, por ltimo, el grueso de losbienes y servicios que proporciona el gobierno son de los denominados de no-mercado, porlo cual no recibe ingresos directos, aun cuando de forma indirecta recibe impuestos.

    17 A decir de Mosler y Forstater (2004), la distincin clave entre el gobierno y el sector nogubernamental estriba en el hecho de que el primero es el emisor de la moneda, mientrasque el segundo tan slo es usuario de la misma. Operacionalmente, el gasto pblico consisteen abonar en la cuenta de un banco miembro del banco central o pagando en efectivo. Porlo tanto, a diferencia de los usuarios de la moneda, y en direccin opuesta a la concepcinpopular, el emisor de la moneda no debera restringir su gasto a sus ingresos.

    18 Wray (1999) menciona que en este sentido debera ser abolida la palabra de supervit, yque cuando nos estuviramos refiriendo a la situacin en la que el ingreso tributario excedeel gasto lo hagamos de la siguiente manera governments net drain on private sectorincome, o mejor an, el great sucking sound as private wealth is destroyed by government.

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    94 EDUARDO RAMREZ CEDILLO

    En Mxico, incluso cuando se han realizado serios esfuerzos por lograr super-

    vit en el sector pblico, no se ha llegado a esa situacin, pero hubo repetidos anun-

    cios por parte de la Presidencia de la Repblica que en 2006 se estara en condiciones

    de ejercer un supervit del sector pblico de alrededor de 0.2% del PIB. Con lo cual,

    despus del desarrollo anterior, se pensara en un deterioro del ahorro del sector

    privado, que a decir verdad no empezar en 2006, en el mejor de los casos se ha

    venido arrastrando desde 2000 (Cuadro 1), en virtud de que el dficit de comercio

    exterior tiene un efecto similar al del supervit presupuestal para los agentes privados,

    cuando ste no es compensado por el dficit presupuestal.

    Si se toma a la economa en su conjunto, cuando un sector gasta ms de lo que

    genera por sus ingresos, otro sector tendr que gastar menos, razn por la cual en el

    agregado la suma del total de ingresos es igual a la totalidad del gasto. Partiendo de

    la ecuacin de ganancias propuesta por Kalecki:

    (S- I ) = ( G - T ) + ( X - M) (1)

    Y de acuerdo con Wray (2002), resulta claro que si el gobierno gasta menos de

    su ingreso (manteniendo el sector externo en equilibrio) el sector privado gastar

    ms, incurriendo en dficit. No obstante que el dficit del sector pblico es peque-

    o, el sector privado es deficitario por lo que se tiene en el sector externo y sola-

    mente podr dejar de serlo con dos alternativas: un incremento del dficit presupuestal

    que compense el comportamiento negativo del sector externo o bien una disminu-

    cin del dficit exterior. La disminucin del dficit de comercio exterior se torna

    sumamente complicada por las condiciones de apertura comercial y financiera a las

    que se enfrenta el pas, mientras que el incremento del dficit no se consolidara de

    seguirse manteniendo la estabilidad cambiaria, ya que sta exige trabajar con disci-

    plina fiscal, como se haba comentado en lneas anteriores.

    El argumento sobre el que descansaba la explicacin de que un incremento en el

    dficit presupuestal incidira en mayor importacin de bienes y, por lo tanto, en

    mayor dficit comercial no es aplicable para la economa de Mxico, al menos para

    Cuadro 1Balance externo, pblico y privado

    1999 2000 2001 2002 2003 2004

    Balance comercial -0.9% -2.5% -3.3% -3.2% -2.5% -2.3%Dficit pblico 1.10% 1.10% 0.70% 1.10% 0.60% 0.20%

    Balance del sector privado 0.2% -1.4% -2.6% -2.1% -1.9% -2.1%

    Fuente: elaboracin propia con datos del BANXICO y la SHCP.

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    95 POR UNA POLTICA FISCAL CONTRACCLICA

    los ltimos seis aos (Cuadro 1), en los cuales el dficit comercial ha tenido su

    propia dinmica. Pero la disciplina fiscal s ha presionado al sector externo, el

    mecanismo de transmisin se da porque esta poltica manda seales de menor pre-

    sin sobre los precios que al ir acompaada de la expectativa de un nuevo proceso

    de privatizacin, contribuye a la entrada de capitales que aprecia el tipo de cambio

    y permite un incremento en las importaciones mayor al de las exportaciones.19 La

    disminucin del gasto para lograr la disciplina fiscal tambin incide en la esfera

    productiva, lo cual incrementa los rezagos del sector, beneficiando nuevamente el

    incremento de las importaciones (Huerta, 2004b).

    Es justo mencionar que en una economa abierta se debe tener una poltica de

    gasto deficitario cuidadosamente planeada para evitar que se fuguen los efectos

    multiplicadores al exterior, de lo contrario el argumento vertido en el prrafo ante-

    rior no tendr validez.20

    Mxico, el ciclo econmico y su respuesta fiscal

    En Mxico, el ciclo econmico no es amortiguado por la poltica fiscal, ya que sta

    responde de manera procclica, como se apunta en el Apndice. Tomando cuatro

    variables fiscales, dos de ingreso y dos de gasto, que corresponden a los ingresos

    totales y tributarios, por una parte, y a los gastos totales y de no pago de intereses,

    por otra, en un periodo que va de 1980 a 2004, se comprob que tres de las cuatro

    variables han tenido un comportamiento procclico.

    En el caso del ingreso, no es una sorpresa que su comportamiento, como se ha

    dicho, tienda a ser ms procclico que contracclico o que en algunos casos no

    juegue un papel relevante. La explicacin que puede argumentarse para la prociclidad

    del gasto es la carencia de programas de desempleo y de proteccin social que

    impiden generar mecanismos de estabilizacin automtica (Mohanty y Scatigna,

    2003). Para solventar esta situacin, en el siguiente apartado, a manera de propues-

    ta, se menciona como una alternativa, para lograr una poltica fiscal contracclica,

    la instauracin de un programa pblico de empleo.

    El argumento de la falta de gasto social como elemento que incide en la postura

    fiscal puede ser coherente en el caso de Mxico, ya que durante los ltimos aos se

    19 Situacin similar a lo ocurrido a inicios de la dcada de los noventa.20 Abundando un poco ms en el comentario, se sabe que en una economa abierta la ampliacin

    de la demanda agregada puede tener una repercusin importante en la cantidad de bienes deimportacin. La clave a este respecto radica en que la ampliacin de la demanda sea dirigidaa aquellos sectores con un alto componente nacional para que los efectos multiplicadoresresultantes se queden en el pas. Si ello sucede, no se tendra que temer que una ampliacinen la demanda agregada originada por un aumento en el gasto de gobierno resulte en laampliacin del dficit comercial.

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    96 EDUARDO RAMREZ CEDILLO

    ha incrementado el gasto social y la postura fiscal ha pasado de ser altamente procclica

    (0.78 en el periodo de 1995 a 1999) a una acclica (0.06 en el periodo de 2000 a

    2004, como se puede observar en el Cuadro 1 del Apndice) en lo concerniente al

    gasto de no-pago de intereses. Desde luego que el resultado an es poco satisfacto-

    rio y lo es en esencia por el deseo, a toda costa, de mantener en equilibrio las

    finanzas pblicas.21

    A manera de conclusin y propuesta

    Se tiene evidencia para constatar la procclidad de la poltica fiscal, misma que ha

    llevado al deterioro de las condiciones de bienestar del pas al no poder mantener

    un ritmo de crecimiento sostenido, que se ve continuamente sometido a altibajos

    que tienen un costo importante para la sociedad, al disminuir la cantidad de em-

    pleos formales y, con ello, la oportunidad de contar con servicios de seguridad

    social. Ante tal eventualidad, se esperara que las demandas sociales obligaran a un

    gasto pblico mayor que rompiera con la disciplina fiscal, sin que hasta el momen-

    to se haya dado, no por que no se incremente el gasto social, sino por que el mismo

    es objeto de una disminucin en otros sectores que tambin son importantes.

    El mantenimiento de la estabilidad monetaria que facilita la entrada de capita-

    les, impide que la poltica fiscal tenga margen de maniobra para trabajar de forma

    contracclica, porque ante la seal del uso de gasto deficitario los inversionistas

    extranjeros advierten peligros de no cumplimiento que obligaran al gobierno a

    ofrecer tasas de inters mayores para mantener los flujos de capital o, bien, ofrecer

    oportunidades de inversin en sectores productivos altamente rentables para que

    sigan llegando, y los que ya se encuentran en el pas no salgan. El uso de polticas

    restrictivas para lograr la entrada de capitales juega en contra de los sectores pro-

    ductivos privados al generar el incremento de la tasa de inters y la apreciacin del

    tipo de cambio que atentan contra la productividad y competitividad del sector, en

    detrimento del empleo y, por ende, del propio crecimiento econmico.22

    Una posible alternativa para incentivar una postura contracclica de la poltica

    fiscal puede ser la instrumentacin de un programa pblico de empleo, ya que ste

    21 En los periodos referidos de 1995-1999 y 2000-2004, el gasto en desarrollo social fue, enpromedio, de 8.73 y 9.98% en relacin con el PIB, respectivamente, el problema consisteen que ste no es un incremento neto, es decir, se disminuye la participacin en otros rubrospara que pueda ser incrementado el gasto en desarrollo social, como se puede constatarrevisando las cifras del gasto asignado a actividades productivas, que fue en promedio de5.36 y 4.84% del PIB, respectivamente.

    22 En materia de competitividad en el nivel global, el pas ha cado de la posicin 31 a la 55 de1999 a 2005, de acuerdo con The Global Competitiveness Report, presentado por TheWorld Economic Forum.

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    97 POR UNA POLTICA FISCAL CONTRACCLICA

    puede servir como estabilizador automtico. La generacin de empleos podra ac-

    tuar desde los dos lados de la moneda incentivando el gasto y subvencionando el

    ingreso. En el primer caso, el gobierno, mediante un programa pblico ad hoc

    puede generar empleos por su propia cuenta o bien podra estimular a los agentes

    privados mediante mecanismos fiscales para que stos estn en condiciones de ge-

    nerar una parte de esos espacios. En los dos casos se cumple el objetivo, pero el

    mecanismo ms confiable para la creacin de stos ser el gasto de gobierno.23

    El programa pblico de empleo por parte del gobierno no debe tener la expectati-

    va de crear empleos permanentes, los empleos generados deben tener carcter tempo-

    ral, siendo la reactivacin econmica la que determine la duracin de los mismos.24

    La movilidad de la fuerza laboral se ir dando mediante la bsqueda de mejores

    salarios en comparacin con los que pague el gobierno, as las empresas, ante mayo-

    res expectativas de realizacin de sus bienes y servicios en el mercado, estarn en

    condiciones de ofrecer empleos con mejores salarios a los ofrecidos por el sector

    pblico y con ello se dar una disminucin de trabajadores al servicio del Estado.

    La lgica en la que se sustenta la suposicin de la movilidad de los trabajadores del

    sector pblico al privado consiste en el establecimiento de un salario mnimo para las

    personas que sean objeto del programa pblico de empleo.25 La propuesta tiene la

    ventaja de que la movilidad de los trabajadores se dara del sector pblico al privado en

    lugar de darse del desempleo al empleo o incluso de la informalidad a la formalidad.

    An cuando ya existe un Programa de Empleo Temporal (PET),26 operado por el

    gobierno federal, la diferencia estriba en que la propuesta no tiene una poblacin

    objetivo ni una duracin especfica en la contratacin de la mano de obra, la nica

    salvedad consiste en que las actividades sean altamente rentables para las comunida-

    des, la sociedad y el pas y su duracin estar dada por la recuperacin econmica,

    como se coment. Es importante mencionar que el financiamiento de tal programa

    23 Una valoracin respecto de tres propuestas para disminuir el desempleo consisten en: a) elincremento de la inversin pblica para alentar la inversin privada, b) la disminucin dela tasa de inters para incentivar la inversin privada, y c) el incremento de incentivosde trabajar de empresas y trabajadores. Bell (2000) concluye que la opcin de la creacindirecta de empleos por parte del gobierno es quiz la mejor, por los efectos que sta tendr enel incremento de la demanda del mercado y, con ello, de las expectativas del sector privado.

    24 Forstater (2005) menciona que un programa pblico de empleo acta como un fuerteestabilizador automtico, en virtud de que el dficit crece cuando la economa se contrae ydiminuye cuando la economa se expande.

    25 La funcin de los salarios es inducir a los trabajadores a laborar y hacerles realizar la clasede trabajo que mejor satisfaga las necesidades de los consumidores. Ofrecer salarios msaltos es el medio de atraer a los trabajadores a donde ms se les necesita, asimismo, ofrecersalarios ms bajos es el medio de persuadirlos para que se vayan de donde menos se lesnecesita (Lerner, 1957:184).

    26 El PET est dirigido a la poblacin rural en pobreza extrema mayor de 16 aos que estedispuesta a participar en el mismo, pudiendo ser productores rurales, jornaleros con y sin

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    98 EDUARDO RAMREZ CEDILLO

    no debera estar sujeto a la disciplina fiscal en la medida en la cual se pretende que

    funcione como un estabilizador automtico, en contrapartida con lo que ocurre con

    el PET, que se comporta seriamente restrictivo con el equilibrio presupuestal.

    Lamentablemente, por razones de espacio no se aborda a profundidad las carac-

    tersticas del programa, pero un desarrollo ms acabado del mismo puede ser revi-

    sado en Ramrez (2006), no obstante se puede mencionar que un programa pblico

    de empleo, cualesquiera que sean sus caractersticas, debe ser permanente (no as la

    cantidad de empleos que se generen), cambiando la intensidad del mismo de acuer-

    do con el ciclo econmico, por lo que se podra argumentar, sin problema alguno,

    que en ese sentido el programa se puede visualizar como contracclico, es decir, que

    en los momentos de recesin econmica deber ser ms intenso y a medida que la

    economa incremente su crecimiento la intensidad de los recursos dedicados al pro-

    grama tendrn que disminuir.

    Si bien la instrumentacin del programa puede implicar el incremento del dfi-

    cit (que como se haba anotado, la incursin en ste es parte de una poltica fiscal

    contracclica), esto debe ser valorado tan slo como un medio para alcanzar un fin.

    Teniendo en cuenta que si el dficit tiene la intensin de acabar con el desempleo de

    manera directa, siempre se tendr una buena referencia para valorar hasta dnde el

    dficit puede resultar excesivo. Es decir, en que punto, de acuerdo con el desem-

    pleo, se tiene que dejar de crear vacantes laborales e inyectar recursos deficitarios.

    La incursin del gobierno en un programa pblico de empleos resultara susten-

    table para las finanzas pblicas, ya que al incrementarse la actividad econmica

    ante la ampliacin del dficit gubernamental se incrementara la demanda agregada

    y se generaran nuevas oportunidades de inversin con un mercado interno mayor,

    generando una captacin tributaria ms elevada. Asimismo, la implantacin del

    programa, aun cuando se hiciera con cargo adicional al dficit presupuestal, no

    incidira en mayores niveles de endeudamiento si se mantuviera una tasa de inters

    real, con la participacin de la poltica monetaria, por debajo de la tasa de creci-

    miento (Arestis y Sawyer, 2003), en la cual los ingresos del gobierno deberan de

    crecer a un ritmo mayor que el servicio de la deuda que se genere como resultado

    de las erogaciones deficitarias para financiar el programa.

    Para concluir, Mxico es capaz de establecer un programa pblico de empleo y

    con ello ejecutar una poltica fiscal de postura contracclica si logra disminuir su

    requerimiento de divisas que lo obligan a trabajar con un tipo de cambio fijo.27 Para

    ello, debera de renegociar la deuda externa, regular los flujos de capitales y revisar

    tierra, y hombres y mujeres que habiten las reas rurales de ciertas regiones, dicho progra-ma tiene una duracin mxima de 88 jornales.

    27 Al hablar de un tipo de cambio fijo, se hace referencia a un tipo de cambio determinado porla participacin o intervencin del Banco Central. El tipo de cambio no es fijo en el estricto

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    99 POR UNA POLTICA FISCAL CONTRACCLICA

    su apertura comercial para estar en condiciones de dejar flotar su moneda y retomar su

    poltica econmica soberana.28 Si ello se consigue, la economa podr disminuir sus

    fluctuaciones y mantener periodos de crecimiento sostenido, mismos que en los

    ltimos aos han estado ausentes.

    Apndice

    Se pretende establecer el ciclo econmico de Mxico y su relacin con la postura

    fiscal. Por tal motivo se requiere separar de los datos del producto la tendencia del

    ciclo. Un mtodo para realizar esta operacin consiste en la utilizacin del filtro de

    Hodrick y Prescott (1997).29

    El filtro de Hodrick y Prescott consiste en minimizar la variacin de una serie y

    alrededor de su tendencia s, sujeta a una penalizacin que restringe las segundas

    diferencias de s.

    La eleccin del coeficiente de penalizacin , de acuerdo con Hodrick y Prescott,depende de la periodicidad de la informacin; para datos trimestrales, como los

    usados en este caso, se aconseja que el coeficiente sea de 1 600.

    sentido de mantener una paridad sin cambios, no obstante, el mismo no est determinadopor el poder de la paridad de compra (PPP). En este sentido el concepto tipo de cambio fijo nohace alusin al mantenido por Mxico durante 22 aos y que tuvo su fin en 1976.

    28 El manejo de poltica econmica soberana por parte del Estado es un punto de sumaimportancia si se considera necesaria la ejecucin de dficit presupuestal para la estabilizacindel ciclo econmico. Por tal motivo, su mencin obliga la realizacin de futuras investigacionesen las cuales el punto sea tratado de manera central.

    29 Millar (2003) clasifica los diferentes mtodos para estimar el PIB potencial, que es la tendenciadel PIB real, en cuatro: mtodos directos, mtodos no estructurados y mtodos multivariados.El mtodo utilizado en este documento es del tipo no estructurado.

    Se inicia el trabajo con la serie del PIB para el periodo de 1980 a 2004, usando

    datos trimestrales desestacionalizados. Para la desestacionalizacin de la serie se

    us el mtodo de promedios mviles, que consiste en lo siguiente:

    Se calcula el promedio mvil de la variable yt como:

    Tomando el cociente tt = y

    t /x

    t . Una vez que se tiene el cociente se calcula el

    ndice estacional s y se desestacionaliza la serie.

  • Vol. 37, nm. 147, octubre-diciembre / 2006

    100 EDUARDO RAMREZ CEDILLO

    En la Grfica 1 se puede observar el comportamiento del PIB real desestacionalizado

    (lnea continua), adems de la tendencia (lnea punteada). En la Grfica 2 se pre-

    senta la parte cclica de la serie, que es la diferencia entre el valor de la serie en un

    punto y el valor de la tendencia en ese punto.

    Grfica 1.

    Grfica 2.

  • Vol. 37, nm. 147, octubre-diciembre / 2006

    101 POR UNA POLTICA FISCAL CONTRACCLICA

    En la Grfica 2, de manera adicional, con bloques verticales de color verde

    tenue se denotan los periodos de recesin por los que ha pasado el pas; dichos

    momentos se establecieron usando el criterio que determina que una variacin ne-

    gativa del PIB trimestral de un ao con respecto de otro que se prolonga por ms de

    tres trimestres puede ser considerado un periodo de recesin econmica.

    En los cuatro casos se puede apreciar que el ciclo econmico coincide con los

    periodos recesivos. Ya que se tienen las fluctuaciones cclicas del producto se puede

    proceder a determinar la postura de la poltica fiscal ante tales fluctuaciones.

    Las series de datos fiscales que se utilizarn para determinar el comportamiento de

    la poltica fiscal ante el ciclo econmico son dos por el lado del ingreso y dos ms por

    el lado del gasto. En el primer caso se usaron los ingresos totales del sector pblico y

    los ingresos totales tributarios, mientras que por el lado del gasto se emplearon los

    gastos totales del sector pblico y los gastos totales primarios. Todas las series se dan

    en trminos reales, es decir, deflactadas,30 en logaritmos, desestacionalizadas y, al

    igual que para el PIB, se utiliz el filtro de Hodrick y Prescott para determinar su

    comportamiento cclico y los resultados se pueden apreciar en las grficas 3, 4, 5 y 6.

    Con las series obtenidas de los ciclos de todas las variables y siguiendo a Fiorito

    y Kollintzas (1993), podemos determinar si la postura fiscal durante el periodo fue

    procclica o contracclica, atendiendo las siguientes consideraciones.

    Si Acclica

    Si Procclica

    Si Contracclica

    en las cuales (t-1) es el coeficiente de correlacin. Y adicionalmente:

    Si La correlacin se considera fuerte

    o Si La correlacin se considera dbila

    a Para autores como Alper (2000), el coeficiente de correlacin se toma como fuerte si|p(t)|> 0.65, como dbil cuando se ubica 0.30

  • Vol. 37, nm. 147, octubre-diciembre / 2006

    102 EDUARDO RAMREZ CEDILLO

    con los movimientos del producto. Por su parte, los ingresos totales se presentan

    ligeramente acclicos.31

    Se detecta en el Cuadro 1 que los ingresos tributarios en dos de los cinco perio-

    dos han sido contracclicos (1985-1989, 2000-2004), incluso cuando su correlacin

    tiende a ser dbil.

    Tambin es destacable que los ingresos del sector pblico en la dcada de los

    aos ochenta en su conjunto tuvieron un comportamiento acclico.

    Lo anterior aun cuando se trata de un anlisis rudimental consistente en una

    serie de cuestionamientos que se hacen al respecto de la postura fiscal en pases

    latinoamericanos o en desarrollo, y en el caso especfico de Mxico a la descripcin

    que hace Huerta (2004a:140), quien argumenta que el carcter procclico de la

    poltica fiscal conduce a un callejn sin salida al no generar opciones de crecimien-

    to econmico.

    Cuadro 1

    P e r i o d o1980-1984 1985-1989 1990-1994 1995-1999 2000-2004

    Ingresos totales -0.34 0.42 0.26 0.41 0.29Ingresos tributarios 0.14 -0.34 0.40 0.86 -0.31Gasto total 0.60 -0.18 0.24 0.49 0.38Gasto de no pagode intereses 0.78 0.22 0.39 0.78 0.06

    Cuadro 2

    P e r i o d o1980-1989 1990-1999 2000-2004 1980-2004

    Ingresos totales -0.05 0.37 0.29 0.19Ingresos tributarios -0.01 0.80 -0.31 0.36Gasto total 0.29 0.28 0.38 0.28Gasto de no pago de intereses 0.54 0.68 0.06 0.53

    31 Ante las posibles alteraciones que pudieran tener los resultados por la existencia de valoresatpicos, se hicieron diferentes estimaciones excluyendo, corrigiendo o reexpresando dichosvalores, sin obtener cambios significativos en los resultados, derivado de ello y por cuestionesde espacio no se presentan las estimaciones mencionadas.

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    103 POR UNA POLTICA FISCAL CONTRACCLICA

    Grfica 3.

    Grfica 4.

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    104 EDUARDO RAMREZ CEDILLO

    Grfica 5.

    Grfica 6.

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    105 POR UNA POLTICA FISCAL CONTRACCLICA

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