la persona y su accion
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Guia Didactica para el aprendizaje a distancia en pre grado universitarioTRANSCRIPT
La Persona y su acción Guía didáctica
1
Índice
Introducción 4
Competencias 5
Programación de Contenidos 6
Bibliografía 7
Orientaciones Generales para el Estudio 10
PRIMERA UNIDAD: 18
Conceptuación del hombre. 19
Complejidad Estructural del ser humano. 30
El fenómeno de la inteligencia y la creatividad. 37
El problema de la autenticidad 46
SEGUNDA UNIDAD: 63
La unidad y la Diversidad 64
Naturaleza y Cultura Humanas 73
Dimensión Social dela Acción 79
¿Cómo humanizar la vida social? 88
Referencias Bibliográficas 102
Solucionario de Autoevaluaciones 103
Glosario de Términos 112
La Persona y su acción Guía didáctica
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Introducción
La persona y su acción es una asignatura de segundo ciclo que corresponde al Área
de Formación General y forma parte del Plan de Estudios de todas las escuelas
profesionales de la Universidad Señor de Sipán
Esta experiencia curricular contribuye a tu formación integral, procurando desarrollar en
ti, una visión humanista y sentido crítico sobre el ser y actuar de las personas, de modo
que te muestres capaz de insertarte de manera eficaz en el mundo laboral y social,
dando así respuesta a los grandes problemas de la humanidad.
Con esta guía didáctica pretendo, estimado alumno, ayudarte a descubrir la necesidad
del ser humano de adecuarse a sí mismo, de manera que nada de lo que él es y nada
de lo que quiere permanezca inaccesible o negado a su ser. Actuar es buscar ese
acuerdo del conocer, del querer y del ser, y contribuir a producirlo o a comprometerlo.
La acción es el doble movimiento que lleva el ser al término al que tiende como a una
nueva perfección. La acción rescata lo relativo, que ella misma abarca y sostiene entre
esos dos términos.
Esta asignatura te ayudara a comprender, que es la persona quien en su diario vivir, va
tomando conciencia que es causa y víctima de los cambios profundos y acelerados que
se dan en ella y por ella. Esta compleja situación humana plantea preguntas acuciantes
sobre el sentido del actuar humano. ¡Son preguntas que esperan una urgente
respuesta!
La asignatura que nos ocupa no trata un solo tema sino una serie de temas
entrelazados, en donde se abordan cuestiones psicológicas, ontológicas,
epistemológicas. Trataremos temas como la Conceptualización del hombre y su
Complejidad estructural, El fenómeno de la inteligencia y la creatividad, el problema de
la Autenticidad y la Unidad y la Diversidad en la Primera Unidad. En la segunda
abordaremos el tema de la Naturaleza y la cultura humanas, la Dimensión social de la
Acción y la cuestión de ¿Cómo humanizar la vida social?.
Deseo, reiterarte que es una gran responsabilidad asumir el estudio a distancia, ya
que tú eres el principal administrador de tu tiempo, esfuerzo y avance; organízate de
una forma responsable, eso te hará el estudio más fácil. La recompensa al esfuerzo
será la satisfacción, al superar los nuevos retos que se te presentan. Recuerda que
tu puedes, solo debes proponértelo.
Eres bienvenido a los estudios a distancia y juntos recorreremos el apasionante mundo
de la Persona y su Acción.
Francisco Silva Peralta
Tu docente - tutor
La Persona y su acción Guía didáctica
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Competencias
Explica su propia concepción del ser humano mediante el desarrollo de
capacidades de análisis crítico de sus propios conocimientos y experiencias, y aborda
una actitud filosófica permanente a lo largo de su formación profesional.
Identifica y expone la fenomenología del dinamismo creador del ser humano a
partir de la investigación y su capacidad de renovación, construyendo un marco teórico
que explique en forma científica los problemas de la conciencia y los postulados de
renovación del ser humano, promoviendo la tolerancia, la creatividad y el trabajo en
equipo.
Organiza y aplica estrategias para la construcción de un juicio crítico a cerca del
valor de la vida humana, y la orienta como respuesta a las exigencias de una sociedad
que aspira a una experiencia social de sólidos principios éticos.
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Programación de Contenidos
I UNIDAD
Contenidos Semanas de
estudio
Tema 01: Conceptuación del hombre Semana 1 y 2
Tema 02: Complejidad Estructural del ser humano Semana 3 y 4
Tema 03: El fenómeno del Inteligencia y la Creatividad Semana 05
Tema 04: El problema de la autenticidad Semana 06
Tema 05: La unidad en la diversidad Semana 07
PRIMERA EVALUACIÓN PARCIAL EN LÍNEA Semana 08
II UNIDAD
Contenidos Semanas de
estudio
Tema 06: Naturaleza y cultura humana
Tema 07: Dimensión social de la Acción
Semana 09, 10 y 11
Semana 12 y 13
Tema 09: ¿Cómo humanizar la vida social?
Semana 14 y 15
SEGUNDA EVALUACIÓN PARCIAL EN LÍNEA Semana 16
EVALUACIÓN DE APLAZADOS Semana 17
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Bibliografía Texto Básico Aguilar Vallejos, R. (2010) ¿Cómo ser otro, sin dejar de ser uno mismo? 1ra edición.
Chiclayo: Grafhicomp S.A.
Este libro ha sido seleccionado por haber sido elaborado específicamente para los
estudiantes de este curso. Presenta la acción humana como un fenómeno: visible e
invisible, racional o instintiva a la vez y en irrupción constante. La persona, por su sola
presencia o el hecho mismo de estar ahí, se expone y nos dice que, posiblemente esta
―llegando‖ o concretando metas propuestas o reiniciándolas, y que, por lógica, esta en
camino entre el cansancio o tensión y el hambre o la necesidad de seguir avanzando.
En todo caso, el autor no ve a la acción o a la sola persona inerte, sino a una persona
―en‖ acción, ve a la persona humana en el manejo de su inteligencia y dinamismo
creador.
Texto Complementario
Yepes Stork, Ricardo (2006). Fundamentos de Antropología. Un ideal de la
excelencia humana. España. Editorial EUNSA.
(Este texto esta disponible en la Biblioteca Digital e-libro)
Trata de cada uno de nosotros. Ofrece una fundamentación inicial acerca del ser
humano, dirigida a todo lector interesado en plantearse preguntas, o encontrar
respuestas, sobre las razones últimas de la vida humana. El lugar que ocupan los
sentimientos en nuestra existencia; la fundamentación de nuestro carácter digno; qué y
cuáles son los valores.
Se trata de aprender a ver al hombre con nuestros propios ojos. Pensar el ser del
hombre desde la perspectiva de lo que puede llegar a ser.
Bibliografía Recomendada
Abbagnano, N. (1998). Diccionario de Filosofía. México: Fondo de cultura
Económica
El autor, ha sido uno de los tratadistas más influyentes en la enseñanza de la filosofía
durante la segunda mitad del siglo XX, sobre todo a través de sus dos obras más
difundidas: la Historia de la filosofía (1950) y el Diccionario de filosofía (1961).
La Persona y su acción Guía didáctica
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Aranguren, José (1999). Ética y Política. Madrid, Biblioteca Nueva.
El profesor Aranguren es el iniciador de la reflexión ética contemporánea en España,
maestro de quienes han desempeñado esta actividad en las últimas décadas y
pensador sobre las relaciones entre la moral y la acción política a propósito de la
construcción del Estado democrático moderno.
Arregui J., Choza, J. (1995). Filosofía del Hombre. Una Antropología de la intimidad.
Madrid: RIALP, S.A.
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Este libro pretende describir un conocimiento reflexivamente fundado acerca de la
identidad y estructura esencial del hombre, que permita guiar su proceso de
autorrealización.
A lo largo de sus páginas, este libro intenta alcanzar una comprensión de qué tipo de
realidad es el hombre, una que permita entender y dilucidar la experiencia de la vida
que cada uno posee.
Se ha intentado, pues, dibujar un mapa del ser y de la existencia humana que contenga
las claves necesarias para comprender la vida en las condiciones que hemos recibido:
psique, corporalidad y sensibilidad, autoconciencia e inconsciente, voluntad, libertad,
etc,
García Cuadrado, J. (2001). Antropología Filosófica. Una Introducción a la
Filosofía del Hombre. Madrid: EUNSA.
Esta obra responde a la necesidad de articular de manera coherente una
concepción unitaria de la persona humana. Se articulan en la primera las facultades
humanas, las comunes (nutrición, deseos e impulsos) y las específicas (conocimiento y
amor). La segunda parte se centra en la noción de persona a partir de su
fundamentación metafísica, para culminar con aquellas manifestaciones propias del ser
personal: libertad, amor, la cultura, el trabajo y la técnica, etc. La pregunta acerca del
origen y destino de la persona humana, con la que se cierran estas páginas. Con un
estilo claro y sistemático la lectura de este libro invita a continuar la reflexión, nunca
agotada, sobre la grandeza y dignidad del hombre.
Melendo, Tomás (1999). Las dimensiones de la Persona. Madrid: Edit. Palabra.
La estructura de este nuevo libro de uno de los mejores pensadores españoles de
la actualidad consta de una breve introducción y once capítulos, que el autor agrupa
bajo el nombre de "Las propiedades de la persona". Concretamente, son once las
propiedades que dan título, sucesivamente, a cada capítulo.
En el capítulo 1 el autor comenta las definiciones más importantes que se han
dado sobre el hombre. En particular, centra su atención en estudiar los aciertos de la
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teoría de Boecio, y señala lo importante que sería en la actualidad que el ser humano,
haciendo uso de su racionalidad, tuviese la capacidad de salir del individualismo propio
de nuestro tiempo para escuchar a los demás.
Wojtyla Karol (1982). Persona y su Acción. Madrid: BAC.
Persona y acción, responde a un doble objetivo: solventar una necesidad de sus
investigaciones éticas, y fundir tomismo y fenomenología en una nueva formulación
antropológica de cuño personalista. Wojtyla afrontó el tema con su característica
radicalidad y profundidad que, por otro lado, era imprescindible pues no pretendía
meramente innovar, sino refundar la arquitectura de la antropología.
Direcciones Electrónicas
Network-press.org. (2010). Antropología Filosófica. Consultada por última vez: 10 de
junio de 2010
http://www.network-press.org/?antropologia_filosofica
El Contenido de la Sección "Antropología" fue apoyado por el Libro "El Hombre Espíritu
Encarnado" de Ramón Lucas L.C. de la Editorial SIGUEME. Toda la información
presentada fue elaborada por estudiantes de Maestría del Instituto Juan Pablo II, sede
Monterrey - Nuevo León. México.
Morín, Edgar. (2008). El Sujeto Humano y la Acción Ética. Consultada por última vez:
10 de junio de 2010
http://www.edgarmorin.com/Portals/0/etica.pdf
El contenido de esta página, nos muestra una visión sobre la acción ética en el ser
humano visto desde la perspectiva de la fenomenológica de la acción.
La Persona y su acción Guía didáctica
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Orientaciones Generales para el Estudio
Amigo estudiante, te brindo a continuación algunas
orientaciones y las principales estrategias de estudio para
que logres tus objetivos como estudiante universitario.
Debo indicarte que el aprendizaje en la Modalidad de
Educación a Distancia se desarrollará teniendo en cuenta
dos elementos principales: el material bibliográfico
constituido por el Texto Básico y la Guía Didáctica, así
como, la comunicación constante con el profesor. En este
sentido, la Guía Didáctica del curso la Persona y su
Acción ha sido elaborada y estructurada en su totalidad
con contenidos contextualizados y utilizando estrategias cognitivas, especialmente
esquemas superiores, así como, de brindarte juicios o criterios para analizar y adquirir
conciencia de la naturaleza de los actos humanos.
Las técnicas que describiré a continuación tiene como finalidad exclusiva facilitar el
proceso de enseñanza aprendizaje en la presente asignatura y estoy seguro que vas a
poner tú potencial cognitivo para comprender los temas propuestos, estás técnicas
tiene relación directa con las técnicas de estudios que debes manejar, así pues,
propongo las siguientes:
¿Cómo estudiar?
Las técnicas de estudio son un conjunto de herramientas,
fundamentalmente lógicas, que ayudan a mejorar el
rendimiento y facilitan el proceso de memorización y
estudio. Las técnicas que debes utilizar a la hora de
estudiar el texto básico y la presente guía tienen una
importancia decisiva ya que los contenidos o materias que
vas a revisar por sí solos no provocan un estudio eficaz, a
no ser que busquemos un buen método que nos facilite
su comprensión, asimilación y puesta en práctica.
Es fundamental el orden. Es vital adquirir unos
conocimientos, de manera firme, sistemática y lógica, ya
que la desorganización de los contenidos impide su fácil
asimilación y se olvidan con facilidad.
Recomendaciones para diseñar un buen método de
estudio:
- Organización del material de trabajo. ―Cada cosa en su
sitio y un sitio para cada cosa‖
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- Distribuir el tiempo de forma flexible, adaptada a cambios y a circunstancias.
- Tener en cuenta las dificultades concretas de cada materia.
- Averiguar el ritmo personal de trabajo.
- Comenzar por los trabajos más difíciles y dejar los más fáciles para el final.
- Memorizar datos, entenderlos y fijarlos.
- No estudiar materias que puedan interferirse. Ejemplo: vocabulario de inglés con el de
alemán.
PRELECTURA
A la hora de enfrentarnos a un texto debemos tener en
cuenta una serie de pasos:
Pre-lectura o lectura exploratoria: que consiste en hacer una
primera lectura rápida para enterarnos de qué se trata.
En este primer paso conseguiremos:
· Un conocimiento rápido del tema.
· Formar el esquema general del texto donde insertaremos los datos más concretos
obtenidos en la segunda lectura.
· Comenzar el estudio de una manera suave de manera que vayamos entrando en
materia con más facilidad.
· Además puede servirte también para dar un vistazo a tus apuntes antes de ir a clase.
· Conectarte al tema antes de la explicación del profesor, costándote menos atender y
enterándote del tema.
· Poner de manifiesto tus dudas que aclararás en clase, y tomar los apuntes con más
facilidad.
La pre lectura es ese primer vistazo que se le da a un tema para saber
de qué trata y sacar así una idea general del mismo. Idea que
frecuentemente viene expresada en el título. Conviene hacerla el día
anterior a la explicación del profesor pues así nos servirá para
comprenderlo mejor y aumentará nuestra atención e interés en el
tema.
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SUBRAYADO
¿Qué es subrayar?
Es destacar mediante un trazo (líneas, rayas u otras
señales) las frases esenciales y palabras claves de
un texto.
¿Por qué es conveniente subrayar?
· Porque llegamos con rapidez a la comprensión de
la estructura y organización de un texto.
· Ayuda a fijar la atención.
· Favorece el estudio activo y el interés por captar lo
esencial de cada párrafo.
· Se incrementa el sentido crítico de la lectura porque destacamos lo esencial de lo
secundario.
· Una vez subrayado podemos repasar el texto en poco tiempo.
· Es condición indispensable para confeccionar esquemas y resúmenes.
· Favorece la asimilación y desarrolla la capacidad de análisis y síntesis.
¿Qué debemos subrayar?
· La idea principal, que puede estar al principio, en medio o al final de un párrafo. Hay
que buscar ideas.
· Palabras técnicas o específicas del tema que estamos estudiando y algún dato
relevante que permita una mejor comprensión.
· Para comprobar que hemos subrayado correctamente podemos hacernos preguntas
sobre el contenido y sí las respuestas están contenidas en las palabras subrayadas
entonces, el subrayado estará bien hecho.
¿Cómo detectamos las ideas más importantes para subrayar?
· Son las que dan coherencia y continuidad a la idea central del texto.
En torno a ellas son las que giran las ideas secundarias.
¿Cómo se debe subrayar?
· Mejor con lápiz que con bolígrafo.
· Utilizar lápices de colores. Un color para destacar las ideas principales y otro distinto
para las ideas secundarias.
· Si utilizamos un lápiz de un único color podemos diferenciar el subrayado con distintos
tipos de líneas.
¿Cuándo se debe subrayar?
Nunca en la primera lectura, porque podríamos subrayar frases o palabras que no
expresen el contenido del tema.
Las personas que están muy entrenadas en lectura comprensiva deberán hacerlo en
la segunda lectura.
· Las personas menos entrenadas en una tercera lectura.
· Cuando no conocemos el significado de todas las palabras en sí mismas y en el
contexto en que se encuentran expresadas.
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ESQUEMA
Trata de expresar gráficamente y debidamente
jerarquizadas las diferentes ideas de un tema.
Es la estructura del mismo. Existen diferentes tipos
de esquemas.
El esquema no es una técnica sencilla ya que
depende directamente de cómo se haya realizado el
subrayado y la lectura.
Un esquema debe:
- Presentar las ideas centrales del texto,
destacadas con claridad.
- Presentar las ideas centrales del texto, destacadas con claridad.
- Presentar de forma sencilla y lógica la estructura del texto.
- Tener una presentación limpia y clara.
- Destacar los puntos principales del texto y los sub- apartados que consideres de
interés.
- Utilizar signos para destacar ideas, subrayado, las mayúsculas y minúsculas, colores
y distintos tipos de letras.
Para trabajar el esquema:
- Parte de la lectura analítica de un texto y de su posterior subrayado.
- Ve separando cada contenido por puntos, rayas y subrayados.
- Mira si lo que has escrito expresa la idea completa del texto sin dejarte datos
fundamentales.
- Puedes utilizar las mayúsculas para señalar los apartados fundamentales y las
minúsculas para los elementos de importancia que hay en ellos.
- El esquema se escribe todo seguido y debe intentarse que ocupe el menos espacio
posible. No existen nexos de unión de ideas sino, en ocasiones, flechas.
- No se deben escribir palabras sin contenido propio del texto que analizamos.
- El esquema es como un resumen pero más esquematizado, sencillo y claro.
Con un solo golpe de vista podemos percatarnos de la información que contiene el
texto estudiado. Por lo tanto a partir de un texto determinado puedes realizar las
siguientes actividades:
- Localizar las ideas centrales del texto.
- Subrayar las palabras o frases que destaquen esas ideas. Subrayar sobre todo las
palabras clave.
- Anotar al margen la idea central del texto y de los distintos párrafos.
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RESUMEN
Es extraer de un texto todo aquello que
nos interesa saber y queremos aprender. Se
escribe lo subrayado añadiendo las palabras
que falten para que el texto escrito tenga
sentido.
El resumen consiste básicamente en la
reducción a términos breves y concisos de
lo esencial de un asunto o materia. La
capacidad de resumir va ligada, por lo tanto,
a la capacidad de comprender con precisión
lo que se considera esencial. Es el paso previo a todo análisis y comentario de texto,
por cuanto nos garantiza que hemos comprendido con exactitud lo esencial de aquello
que no lo es.
1) Lo que no es un resumen
Un resumen no es un esquema, ni un conjunto de notas ordenadas, sino una
abreviación del texto original que debe presentarse con una redacción clara, lógica y
bien encadenada, de esta forma su lectura son más sencillos.
Tampoco es un mosaico, es decir, una colección de fragmentos arrancados del texto:
se trata, más bien, de asumir el pensamiento del autor y expresarlo uno mismo como si
fuera el autor. No obstante, siempre que sea necesario, podrá reproducirse literalmente
cualquier frase o fragmento colocándola entre comillas. (En los textos breves,
lógicamente, puede llegar a ser realmente complicado evitar reproducir literalmente
frases del texto.)
El resumen tampoco es una reducción mecánica proporcional, es decir, un conjunto
de "sub-resúmenes" correspondiendo cada uno de ellos a una de las partes en las que
se puede dividir el texto original. Se trata de destacar lo esencial, por lo que se ha de
evitar colocar al mismo nivel lo que en el texto es accesorio o secundario.
Un resumen tampoco es un comentario, por lo que ha de evitarse expresar en él la
opinión que nos merezca el texto. Se trata de ser fiel al significado del texto, de
someterse completamente, por un tiempo, al pensamiento del autor. Toda objeción o
crítica, así como todo signo de admiración por el autor o el texto, deben ser evitados en
el resumen de un texto.
Un resumen no es un análisis, es decir, una explicación del pensamiento del autor y de
sus afirmaciones, acompañada de introducciones y expresiones explicativas ("El autor
cree...", "según X..."), sino una simple sustitución en cuanto a la extensión del texto. Por
ello, mientras en el análisis hablamos en nombre propio, en el resumen tomamos el
lugar del autor.
El resumen debe ser claro y bien redactado. Puede ocurrir que tengamos que resumir
un texto literariamente defectuoso, aunque plagado de excelentes ideas. En ese caso
debemos evitar contagiarnos de los defectos del texto utilizando un castellano oscuro e
incorrecto.
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2) Cómo resumir - Leer el texto tantas veces como sea necesario. - Repensar el texto y "medirnos" con él, hasta estar
seguros de haberlo comprendido.
- Discernir la importancia de cada elemento.
- Elegir qué elementos debemos sacrificar y cuáles
destacar.
- Expresar, por último, lo que hemos comprendido.
Para hacer un buen resumen has de tener presente
los siguientes puntos:
Debes ser objetivo.
Tener muy claro cuál es la idea general del texto, las ideas principales y las ideas
secundarias.
Has de tener siempre a la vista el esquema.
Es necesario encontrar el hilo conductor que une perfectamente las frases
esenciales.
Cuando resumas no has de seguir necesariamente el orden de exposición que
aparece en el texto. Puedes adoptar otros criterios, como por ejemplo, pasar de lo
particular a lo general o viceversa.
Debe ser breve y presentar un estilo narrativo.
Hasta aquí hemos sólo detallados algunas técnicas de estudio a aplicar en el proceso
de enseñanza aprendizaje, por ello te recomiendo, realices una lectura analítica cuando
estudies la asignatura de Teoría del Estado y Derecho Constitucional General, en tu
texto básico y bajo la dirección de la presente guía.
Actualmente, la presencia del docente es un facilitar del conocimiento, por ello debes
incorporar en tu memoria, que el constructor de tú propio conocimiento, eres tú mismo,
gracias a tu denodado estudio lograras tus metas propuestas.
Si bien es cierto que tu texto básico y la guía didáctica son los documentos básicos
para estudiar los contenidos de este curso, también es verdad que el conocimiento de
la Persona y su acción se encuentra en muchos tratados de Antropología Filosófica
con distintos tratamientos y perspectivas. La que te presenta el Texto básico es la que
originaria y concretamente ha tomado el equipo docente del curso en relación a los
cursos de humanidades que le preceden y que estudiaras posteriormente como
asignaturas de formación general. Por tanto te será útil la bibliografía recomendada
consignada en esta guía didáctica.
Debes dedicar un tiempo prudencial para el estudio, te sugiero que sea adecuado, te
recomiendo uses 06 horas semanas, pudiendo utilizar dos (02) horas diarias, dentro de
los cuales debes realizar lecturas analíticas, resolver tus actividades, autoevaluaciones
y, siempre debes consultar al docente sobre los temas que no comprendas, para ello
puedes utilizar la página www.uss.edu.pe/campusvirtual/cursosasignados/consultas.
La Persona y su acción Guía didáctica
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Ten en cuenta que cuando estudies debes recordar que te esperan evaluaciones a
distancia, así como la participación en foros, que se colocaran en el campus virtual
USS de nuestros alumnos, puesto que estos aspectos, también son parte de la
evaluación de tu proceso enseñanza aprendizaje.
Para resolver cualquier interrogante, consulta o duda que tengas debes ingresar a
http://www.uss.edu.pe/ y luego a tu Campus Virtual, selecciona cursos actuales y
una ves dentro del curso la opción consultas allí encontrarás espacios para enviarme
mensajes.
Te reitero una vez mas que el material didáctico del curso comprende el texto básico de
consulta y la guía didáctica a los que necesariamente debes acudir para profundizar los
temas motivo de aprendizaje, pero además, como comprenderás, estos dos materiales
no agotan las temáticas, y por tanto puedes consultar la bibliografía que tú desees o
utilizar la que propongo en la bibliografía complementaria, en Campus Virtual/ E-libros
(escribir en el recuadro: Yepes Stork).
La Persona y su acción Guía didáctica
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Te reitero mi mejor disposición de acompañarte en esta noble tarea que te has
comprometido a realizar, y te felicito por el espíritu emprendedor y constante que
manifiestas al continuar tus estudios a distancia.
Recuerda que en el Campus virtual USS,
cuentas con una biblioteca virtual, cuyo
icono es , revisa el texto
complementario que allí se encuentra ya
sea para desarrollar actividades o como
material de apoyo o consulta de los temas
trabajados.
Debes ingresar a: www.uss.edu.pe,
Campus Virtual, digitas tu Usuario y
Clave, encontrarás la opción de ingresar
en el menú de inicio.
La Persona y su acción Guía didáctica
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El Ser Humano en sus Dimensiones
Fundamentales
Imagen tomada de “Hombre en llamas” (Denzel Washington y Dakota Fanning)
“La ventaja que sacarás de la filosofía será hacer sin que te lo manden, lo que otros harán por temor a
las leyes” Aristóteles
I UNIDAD
CAPACIDAD Explica la situación del hombre en el mundo de hoy, reconociéndose parte de
el, teniendo en cuenta el recorrido histórico en sus tradiciones culturales.
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Tema 01: Conceptuación del Hombre
"Lo mejor es salir de la vida como de una fiesta, ni sediento ni bebido." Aristóteles
Miguel Ángel Buonarrotti “La Creación de Adán” Capilla Sixtina
Introducción
El género humano se halla en un período nuevo de su historia, caracterizado
por cambios profundos y acelerados, que progresivamente se extienden al universo
entero. Los provoca el hombre con su inteligencia y su dinamismo creador; pero recaen
luego sobre el hombre, sobre sus juicios y deseos individuales y colectivos, sobre sus
modos de pensar y sobre su comportamiento para con las realidades y los hombres
con los que convive. Por ello se podría hablar de una verdadera metamorfosis social y
cultural.
Ubicación del tema en el Texto básico Importante:
El tema Nº1 se ubica en la misma introducción del Texto Básico. Aquí se
presenta una visión aguda de la situación de la persona en su intento de insertarse
mejor en el mundo en el que le ha tocado vivir.
Recuerda trabajar conjuntamente el texto básico y la guía didáctica ya que
ambos se complementan. Los apuntes temáticos que siguen a continuación se proponen organizar y
resumir los contenidos sin que ello signifique agotar la iniciativa de cada
estudiante en buscar otras fuentes, principalmente el Texto Básico.
¿Podrías explicar con claridad el
mundo en el que vivimos?
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La Persona y su acción Guía didáctica
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1. Visiones Antropológicas.
Nos encontramos ante la necesidad de explicar algunos conceptos previos que nos
ayuden a comprender la realidad actual que describe Aguilar (pág. 6 y siguientes) al
expresar que la situación del hombre actual se desenvuelve en la tarea de ser otro sin
dejar de ser uno mismo.
Hagamos un recorrido por el panorama de la historia de la cultura filosófica sin
perder de vista nuestro propósito, que consiste, más que en informarnos de lo que
piensan otros sobre el hombre y sobre uno mismo, en la urgencia de dar una opinión
concreta, sujeta al tiempo y al espacio, de lo que somos y queremos ser.
1.1. Antropologías del siglo XX.
1.1.1. Sigmund Freud.- Es posible que su aporte más valioso haya sido el
descubrimiento de aquellas zonas profundas del psiquismo que llamó inconsciente y
subconsciente. En ellas quedan registrados y en desorden los rastros emocionales y
afectivos de muchas vivencias psicológicas que hemos experimentado y que hemos
olvidado, en las que subyacen muchas impresiones o conflictos no resueltos. El método
psicoanalítico que Freud utilizó, consiste en un intento de penetrar, en cuanto se pueda,
hasta esas zonas profundas, sacar de ellas, al nivel de la conciencia psicológica, lo que
allí está soterrado y racionalizarlo para que donde estuvo el ello esté el yo, que lo
irracional quede clarificado y dominado por lo racional y el hombre quede liberado.
El conjunto de modelos ante la vida y pautas de comportamiento que asimilamos de
nuestros padres, permanecerán ya para siempre, de manera inconsciente, en el ―súper
yo‖ como los paradigmas a los cuales debemos conformar nuestra conducta. Este tiene
también la función de censor. Nos aprobará o nos censurará según conformemos o no
nuestras actuaciones al modelo asimilado. (2)
1.1.2. Martín Heidegger.- En mi propio concepto, su aporte consiste en haber
remitido el problema antropológico al problema ontológico, es decir, la pregunta por el
ser. Su filosofía se interesa directamente por el ser. Pero como sólo el hombre posee la
inteligencia y la comprensión del ser, el sentido de ese ser sólo se puede exponer a
través de un análisis de la existencia humana
Si como el afirma, el hombre está arrojado a este mundo e inmerso en todas las
cosas que forman el mundo, no sólo pensándolas, sino actuando sobre ellas, entonces
esta inmersión puede llevarle a una vida inauténtica, absorbida por lo cotidiano, sin
hacer referencia al ser, arrastrada por la masa y por el "se" impersonal (se piensa, se
dice, se hace, se disfruta) vive sólo el presente. Pero experimenta la nada del tiempo
que huye y la nada de la existencia. De ahí la angustia y la concepción del hombre
como "ser para la muerte" ya que la muerte es el final inevitable el no ser más ya. (3)
La Persona y su acción Guía didáctica
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El hombre auténtico, es consciente de la angustia, no huye de ella, no se deja
absorber por el presente, ni se sumerge en las cosas, vive personalmente y acepta la
muerte como la más cierta posibilidad y como la suprema experiencia de la nada. En
esa actitud encuentra la libertad.
1.1.3. Estructuralismo.- Al disolverse el existencialismo, en la década de los años
setenta, apareció este movimiento que empezó siendo un método específico de
investigación científica y después derivó hacia un cierto programa filosófico y
antropológico. Se presentó como un método de la investigación psicológica con la
teoría de la Gestalt, y sobre todo tuvo aplicación y éxito en la lingüística.
Tienen la convicción de que el hombre no puede actuar libremente sino que está
determinado por fuerzas y estructuras de su mismo ser de las que, sin embargo, no es
consciente. Las estructuras de la Naturaleza hacen al hombre no un sujeto sino un
objeto, un elemento del sistema que no tiene sentido ni valor más que en él.
Para ellos el hombre es un animal simbólico pero; los símbolos en que vive,
lingüísticos, familiares, culturales, artísticos, religiosos, morales etc., ocultan la
verdadera realidad de la naturaleza humana que es un conjunto, un sistema, un código
secreto de relaciones, siempre las mismas, en último término biológico-neurológicas,
que determinan la conducta del hombre, aunque éste tiene la convicción engañosa de
ser libre. La libertad es una ilusión. La historia humana no tiene un sujeto humano, es
un conjunto de movimientos psíquicos que, a su vez, provienen de fenómenos
cerebrales físico-químicos. En resumen, es un profundo pesimismo antropológico.
1.1.4. Posmodernidad.-. Entendemos por modernidad, hablando en términos
generales, el intento de una explicación racional, coherente y sistemática de toda la
realidad, es decir, el mundo, el hombre, Dios y su historia. A esta racionalidad moderna
y optimista se le han hecho críticas incisivas que han acusado a la modernidad, con
fundamento, de haber hecho de la razón un instrumento de la subjetividad con olvido
de la realidad, y de haber identificado la razón verdadera con la racionalidad científico-
técnica para el dominio o voluntad de poder. Tal racionalidad ha fracasado
estrepitosamente ya que ha desembocado en las grandes dictaduras y las grandes
guerras. Nadie espera ya que la ciencia resuelva los problemas humanos. Los
posmodernos niegan la posibilidad de legitimar o fundar racionalmente una
interpretación y un sentido de la vida, una sociedad humana, una moral. No quedan
sino fragmentos, diferencias, palabras y la melancolía de un fracaso. Vivir el presente
sin preocuparse del pasado ni del futuro.
(1) Network – Pres.org (2010). Sitio en Internet dedicado a la localización de fuentes de
información que no dañen la dignidad de la persona.
(2) Chávez Calderón, P. (1998). Historia de las Doctrinas Filosóficas. México: Pearson
(3) Chávez Calderón, P. (1998). Historia de las Doctrinas Filosóficas. México: Pearson
La Persona y su acción Guía didáctica
20
Esquema 01: antropologías del siglo XX
Y vivirlo sin un sentimiento trágico, como hacían los existencialistas. Se pretende
salvar esta situación apelando a la convivencia, a consensos locales, al bienestar para
todos, sin pretender alcanzar normas objetivas universales o verdades definitivas. La
posmodernidad intenta hacer viable el vivir una situación continuamente cambiante, con
una tolerancia fruto del relativismo que acepta las diferencias y las múltiples
perspectivas, y con moderadas y pragmáticas ambiciones.
Como dice hoy Victoria Camps (2008) sólo resulta posible hoy una "micro ética",
pensada desde el escepticismo y la desorientación, o según Miguel Ángel Quintanilla
(2006), por propuestas concretas, formuladas tentativamente y para las que no hay que
reivindicar ninguna garantía definitiva de acierto o de bondad. Este desierto nevado en
el que ha terminado la ilusión racionalista y secularizante que se inició en el S. XIV
constituye una situación particularmente favorable para una oportuna reconstrucción de
una Antropología que devuelva a los hombres la seguridad, el sentido de la vida y el
gusto por ella.
Martín Heidegger: Su filosofía se interesa
directamente por el ser. Pero como sólo el
hombre posee la inteligencia y la comprensión
del ser, el sentido de ese ser sólo se puede
exponer a través de un análisis de la existencia
humana
Estructuralismo: el hombre no puede actuar
libremente sino que está determinado por fuerzas
y estructuras de su mismo ser de las que, sin
embargo, no es consciente.
Sigmund Freud: estructura de la personalidad, el
Ello (inconsciente) el Yo (privado) y el Súper Yo
(lo que nos da a conocer)
Personalismo: la comunicación interpersonal no
se agota en el diálogo verbal. Se inicia allí pero
se completa en el amor.
Post – Modernidad: intento de una explicación
racional, coherente y sistemática de toda la
realidad, es decir, el mundo, el hombre, Dios y
su historia.
Esquema resumen de las
Antropologías del Siglo XX
Antropologías
Del Siglo
XX
N
o
c
i
o
n
e
s
La Persona y su acción Guía didáctica
21
1.1.5. Personalismo.-
El Personalismo es una filosofía que tiene más posibilidades de éxito en el futuro en
orden a crear una sociedad más humana, por su comprensión de la persona, y por la
importancia que da a la dignidad de la persona y a la comunicación interpersonal. Pero
la comunicación interpersonal no se agota en el diálogo verbal. Se inicia allí pero se
completa en el amor. Esta palabra, sin embargo, es tan densa tan compleja y tan
manipulada que necesita antes de nada una clarificación.
Parece que hay tres clases principales de amor entre las personas, que los griegos
expresaban con tres vocablos distintos: en primer lugar (eros) que es el atractivo
instintual que un hombre siente por una mujer o una mujer por un hombre. Este amor
es posesivo y excluyente, el eros es ansioso turbador y al mismo tiempo placentero.
Hay otro modo de amor que los griegos llaman (filia) que viene a identificarse con lo
que nosotros llamamos amistad. La amistad es una intercomunicación cordial y
gratuita, abierta y sin ánimo de posesión, semejanza de puntos de vista, interés del
amigo por el amigo, descanso psicológico. Existe un tercer modo de amor que en
griego se expresaba como ágape y consiste en una actitud oblativa, desinteresada y
gratuita para el servicio y ayuda a los demás. Es la expresión más alta del amor
humano Puede incluir a los anteriores pero no necesariamente. Es el amor más
constructivo de la persona porque, misteriosamente, cuanto más da la persona más es
ella misma.
Es misteriosa porque no cabe duda que esa actitud humana que hace que cuanto
más nos olvidamos de nosotros mismos para ayudar a los demás, nos encontremos
que somos más verdad nosotros mismos. Esto no es una consideración piadosa o
moralizante sino una realidad óntica, una propiedad del ser humano, verificable por la
experiencia.
Martín Buber dedica una parte de su obra al "Tú eterno" porque piensa
acertadamente que la relación yo-tú, no se cierra en sí misma, más aún es el camino
hacia un Tú absoluto y eterno. Un Tú que sea fundamento y término y que por eso dé
un sentido y un valor absolutos a la relación humana yo-tú. Cada tú individual abre una
perspectiva sobre el Tú eterno. En cada tú individual la palabra fundamental invoca al
Tú eterno. Sin un Dios creador, personal y comunicativo del que todos participamos,
difícilmente podríamos comprender y vivir el amor, no existiría la posibilidad de
pronunciar de manera estable la palabra-principio yo-tú. Esa palabra no puede agotarse
en ninguna relación humana. Sólo se realiza perfectamente en su relación con el único
Tú absoluto que por esencia nunca puede convertirse en ello. De esa experiencia nace
algo tan humano como la esperanza de la Plenitud.
2. Un dilema antropológico actual
Hemos visto que a partir del siglo XIX y en lo que va del nuestro asistimos a una
multiplicación de la ciencias que estudian al hombre. La consolidación de las ciencias
humanas y el surgimiento de una serie de antropologías (cultural, física, social, médica,
psicológica, religiosa) lo que pone de manifiesto una interrogante: ¿cómo hablar del
hombre en medio de tantos discursos sobre él? Es más, cuando nos preguntamos por
La Persona y su acción Guía didáctica
22
el ser del hombre ¿qué interrogamos exactamente, la idea de hombre o la existencia
concreta de las personas, el hombre eterno o los sujetos históricos?
La multiplicidad de discursos que hablan acerca del hombre aportó nuevos
conocimientos acerca de éste, a la vez que produjeron su fragmentación conceptual.
Hoy hablamos de antropologías filosófica, cultural, religiosa, médica. El hombre se
vuelve objeto de conocimiento y a la vez se disuelve como sujeto. Lo que queremos
señalar es que poseemos discursos acerca del hombre pero no una idea integrada y
unitaria hombre. Lo que es el hombre se ha tornado oscuro y problemático ¿Por qué ha
ocurrido esto?
3. El hombre en el mundo de hoy.
Presentamos ahora algunos rasgos de la sociedad en la que vivimos. Los rasgos
positivos son muchos: el extraordinario avance de la ciencia, que es quizá la mayor
tarea común de la humanidad; el consiguiente perfeccionamiento del sistema
tecnológico, que trae consigo un gran aumento del bienestar y la calidad de vida
(comunicaciones, viajes, informática, mejora sanitaria, etc.), produciendo el retroceso
de la miseria y un impresionante crecimiento de la esperanza de vida en grandes
masas de población ; la globalización de los mercados, y de la sociedad misma, con un
considerable avance de las libertades y un auténtico aumento de las posibilidades de
multiplicar la riqueza y los proyectos vitales; el aumento de la velocidad, variedad y
riqueza de los cambios sociales, económicos, culturales y políticos; por último, al
haberse prolongado la esperanza de vida y las oportunidades disponibles, la tarea
posible para la vida humana se ha dilatado extraordinariamente: hoy se pueden hacer
más cosas (estudios, viajes, vacaciones, lecturas, cultura, etc.), en menos tiempo y
viviendo de media un mayor número de años. Parece claro, entonces, que el hombre
tiene hoy unas posibilidades mucho mayores que en el pasado. Pero, junto a este
conjunto de rasgos tan atrayente y vivo, se pueden mencionar otros un poco más
inquietantes:
a) Una de las vivencias más frecuentes acerca de nuestra sociedad es que está
profundamente despersonalizada: es un sistema anónimo, formado por
subsistemas igualmente anónimos, frente a los cuales los individuos no son
reconocidos como personas singulares. Somos clientes, pacientes, un D.N.I.,
peatones, números de una estadística, etc. Faltan ámbitos públicos en los que
podamos actuar en nombre propio y ser reconocidos. Esto es una realidad que ha
hecho surgir una línea de pensamiento que sostiene que es la sociedad la que hace
al hombre y no al revés: la persona no sería libre en ella, sino una mera función del
sistema.
En ese sistema las singularidades no tienen posibilidad de modificarlo, y han
de estar despersonalizadas para ser eficaces: lo importante es que alguien
conduzca el autobús, no si lo conduce éste o aquél. El conductor del autobús no es
nadie, es sólo un conductor de autobús. Este modo de explicar la sociedad se
denomina funcionalismo. En él hay poco margen para la libertad de la persona: tú
sólo eres alguien en la medida en que tienes un rol, un papel en la sociedad, y al
La Persona y su acción Guía didáctica
23
tenerlo no eres más que lo que ese rol te impone ser. La persona tendría entonces
una libertad muy escasa, porque estaría condicionada por su función. El
funcionalismo detecta una gran verdad, que es la fuerza autónoma de los sistemas.
Esa fuerza conlleva el peligro de que la sociedad automatice sus mecanismos y
éstos se independicen de la persona. Pero el funcionalismo es pesimista al negar la
posibilidad de una actuación social personalizada que genere bienes comunes.
b) Una sociedad tan sofisticada y tecnológica como la nuestra tiene un elevado grado
de complejidad. La gestión de la complejidad puede resultar abrumadora, y se hace
preciso encontrar fórmulas para simplificar ese sistema. Una sociedad constituida como
un sistema complejo y poli céntrico genera necesariamente una enorme burocracia que
la haga funcionar. Cuando el hombre se ve preso de la lógica interna de ese aparato
administrativo, que no le reconoce como quien es, se produce la vivencia de ese
absurdo que Kafka ha expresado de manera genial en algunas de sus novelas. Es
necesario dotar a la burocracia de rostro humano: ver detrás de la ventanilla a una
persona y no a un papel. Como se puede suponer, esto sólo se consigue desde un
compromiso personal.
Esquema 02: Los caminos del cambio personal
c) La consecuencia de lo anterior es que las personas singulares están muy alejadas
de los centros de poder. De hecho participan muy poco en la elaboración de las
decisiones y en la corrección de éstas: las órdenes se emiten por escrito, de forma
impersonal, sin atender a los casos concretos, y se hacen precisos complejos sistemas
de reclamación. Esto produce la convicción de que, de hecho, la democracia no existe
en nuestra sociedad. En buena medida el ejercicio de la autoridad en nuestra sociedad
Ser Autentico Ser Util
Ser Semejante Ser Diverso
Ser Mejor
¿Como ser otro sin dejar de ser
uno mismo?
Por que y para
qqqueqqqqqque
La Persona y su acción Guía didáctica
24
es despótico, es decir, poco dialogado. Cuando se perdido el hábito de razonar acerca
de las órdenes emitidas, si los subordinados tienen oportunidad de hacer oír su voz, lo
que desean es imponer su cuota de poder. Entonces la democracia se convierte en la
lucha de pequeñas autoridades despóticas, que tratan de conquistar cotas de poder
para imponer sus decisiones. Todo ello plantea la urgente necesidad de una
regeneración comunitaria de las instituciones y la recuperación de verdaderos ideales
políticos.
d) Desde esas circunstancias se produce una ausencia de responsabilidad por los
problemas públicos, manifestada en una pérdida de interés por la intervención en la
política y en los procesos de toma de decisiones: las personas singulares se acaban
contentando con una libertad reducida al ámbito privado. Se acentúa entonces la
escisión entre la esfera pública y la privada.
e) El pluralismo de los valores significa muchas veces la ausencia de valores e ideales,
que son sustituidos por el consumo y los bienes puramente materiales. Nuestra
sociedad es muy materialista: a cambio de un bienestar físico se dejan de lado las
convicciones o los esfuerzos, que siempre aparecen como extraordinarios. Parece que
el ideal más grande al que se debe aspirar es al del bienestar físico: «ser feliz es poder
exclamar hoy no me duele nada». Pero eso es, evidentemente, una idea pobre de
libertad. Se puede ser más ambicioso y —si se tiene una consideración mínimamente
optimista de la condición humana— afirmar que la tarea de mejorar el mundo sigue
estando en las manos de todos, que no cabe desentenderse de un reto tan hermoso.
Pero ese vocablo todos implica que no basta con que lo haga un ente abstracto (el
Estado) o que cada uno realice su parte (individualismo), sino que señala que sólo es
posible alcanzar la excelencia en lo social si realmente todos ponen el hombro en el
esfuerzo por llevar a cabo un avance común, una sinergia de fuerzas que traiga
progreso. A la vez, tal tarea sólo es posible desde la responsabilidad de cada uno. Y es
que la persona es esa realidad tan compleja que unifica una novedad irrepetible por un
lado, y la necesidad del otro: sumar lo que hacen muchos individuos da como resultado
algo mucho menor a lo que es capaz de llevar a cabo un grupo de personas que
formen una comunidad, que tengan una tarea en común que transcienda y mejore los
intereses privados o egoístas de cada uno. El desarrollo del mercado empresarial así lo
demuestra: la calidad laboral y de vida de quien trabaja a gusto, contando como un
valor en su empresa, y no sólo como instrumento, es mucho más alta que la de su
contrario. Quien tiene su empresa, su ciudad, su sociedad como algo propio, pondrá
esfuerzo por renovarla y hacerla crecer, y será atendido pues se sabrá que todos los
hombres pueden aportar puntos de vista sorprendentes. La iniciativa y su fomento es
un signo de humanidad. Por el contrario, el comportamiento paternalista supone la
desconfianza y el desprecio del subordinado, y no ayuda a nadie a crecer. (4)
Yepes Stork, R.; Aranguren Echeverría, J. (2004). Fundamentos de la Antropología. Un ideal de la
excelencia humana. España: EUNSA. p 195 -197.
La Persona y su acción Guía didáctica
25
Esquema 03: La Acción Humana
La Acción Humana según Blondel
Según Aguilar
Acción Humana
Conocer Querer Ser
Concertación
InvisibleVisible
Racional e instintiva a la vez
La Persona y su acción Guía didáctica
26
Elabora Un esquema que resuma el dilema antropológico actual
…………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………
Compara En el siguiente cuadro establece las comparaciones entre los diferentes momentos de la acción humana de Blondel, por sus características
Acciones Principales características
Conocer
1.- 2.- 3.-
Querer
1.- 2.- 3.-
Ser
1.- 2.- 3.-
Sentir
1.- 2.- 3.-
Identifica Las acciones visibles e invisibles que describe Aguilar en la película Hombre en Llamas de Denzel Washington.
Visibles
1.-
2.-
3.-
4.-
Invisibles
1.-
2.-
3.-
4.-
Actividad 01
La Persona y su acción Guía didáctica
27
Marca la respuesta correcta
1. ¿Cuál es el aporte antropológico más valioso de Freud? a. El yo y el súper yo b. El consciente y el subconsciente. c. La realidad y la ficción d. La realidad y la trascendencia e. El fin y los medios
2. ¿Cuál es la experiencia más próxima del hombre en el pensamiento de Heidegger?
a. El ser y el no ser b. La nada del tiempo y la existencia c. El conocimiento sensible. d. El ser y la nada. e. El ello y el yo
3. ¿Qué tipo de amor es el que se da entre padres e hijos? a. eros b. filia c. ágape d. nous e. procesio
4. ¿Qué produce la ausencia de valores e ideales? a. pluralidad de valores b. afirmación de egoísmos. c. alteración del orden moral d. crisis de ideales e. crisis de valores
5. ¿Con qué nos identifica el intento de explicar racionalmente toda la realidad? a. Con la modernidad b. Con el estructuralismo c. Con el personalismo d. Con la postmodernidad e. Con el existencialismo.
Responde verdadero (V) o falso
(F)
6. ( ) El hombre se vuelve objeto de conocimiento y a la vez se disuelve como sujeto
7. ( ) Nuestra sociedad está profundamente despersonalizada
8. ( ) en el estructuralismo el hombre está determinado por fuerzas y estructuras de su mismo ser de las que, sin embargo, no es consciente.
9. ( ) Es necesario dotar a la burocracia de rostro humano
10. ( ) La iniciativa y el fomento son un signo de humanidad.
Autoevaluación 01
La Persona y su acción Guía didáctica
28
Tema 02: Complejidad Estructural del Ser Humano
La naturaleza del hombre es precisamente la condición de posibilidad del despliegue del hombre hacia su bien
final que constituye su perfección. Yepes Stork
Tomado de la película “Inteligencia Artificial”
Introducción al tema:
Durante mucho tiempo ha sido bastante usual la pregunta ¿qué es el hombre?
buscando aquello que todos tenemos en común. A esto le hemos llamado esencia o
naturaleza. El debate acerca de qué es la naturaleza humana, y si realmente existe de
algún modo, ha dado lugar a interpretaciones bastante variadas y a prolongadas
polémicas de modo que antes de estudiar en qué consiste, se hace preciso esclarecer
los conceptos de naturaleza en general, y naturaleza humana en particular.
¿Quién es el hombre?
.........................................
.........................................
.........................................
.........................................
.........................................
........................................
Ubicación del tema en el Texto básico Importante:
El tema Nº 2 se ubica en el Capítulo I del Texto Básico, desde la página 28
hasta la hasta la 53. Aquí se presenta la naturaleza del hombre, bajo el título de
―Lo propio de la persona‖, de un modo dialéctico propio del ensayo, dejando para
la guía didáctica las conclusiones fundamentales.
Recuerda trabajar conjuntamente el texto básico y la guía didáctica ya que
ambos se complementan. Los apuntes temáticos que siguen a continuación se proponen organizar y
resumir los contenidos sin que ello signifique agotar la iniciativa de cada estudiante en buscar otras fuentes, principalmente el Texto Básico.
La Persona y su acción Guía didáctica
29
2.1 Una visión desde los fines naturales del hombre.
Una de las características de los seres vivos es la tendencia a crecer y
desarrollarse hasta alcanzar su fin o perfección. Esta acción corresponde con la noción
de bien: el bien es aquello que es conveniente para cada cosa porque la lleva a su
plenitud. El bien tiene carácter de fin, es decir que significa perfección.
La naturaleza del hombre es precisamente, el tener la posibilidad de
desarrollarse hacia su bien final, que constituye su perfección. Ahora bien, es necesario
prestar atención a lo siguiente: la naturaleza está en el punto de partida, pero a la vez
es la causa del dinamismo biográfico de la persona. Si el hombre busca la perfección,
si en él hay un anhelo, una inquietud de ser más, es precisamente porque por
naturaleza está hecha para ese crecimiento. Por eso, en el mundo clásico, a la
naturaleza se la ha llamado también principio de operaciones. De este modo, la
naturaleza de todos los seres, y especialmente del hombre, tiene carácter de finalidad.
La teleología ha sido muy criticada porque se ha interpretado como una
imposición exterior a los seres que les impide ser espontáneos y libres. Se interpreta en
esas posturas que la teleología es algo extraño a las cosas, impuesto o introducido en
el interior de ellas, violentándolas. Mas no es así. En los seres hay una teleología para
el despliegue y desarrollo de las propias tendencias hasta perfeccionarlas. La teleología
de un ser es su dirección hacia la plenitud de la que es capaz. Parte del hecho de que
existe un orden en el universo. Ese orden es un orden dinámico.
Esto es especialmente claro en el caso de los seres vivos: su plenitud se
alcanza tras el crecimiento. El orden significa armonía y belleza, plenitud y perfección
de las cosas. Por eso se puede decir que lo más importante en el hombre son los fines,
es decir, aquellos objetivos hacia los cuales tiende y se inclina. El hombre, por
naturaleza, ha nacido para lo excelente. Y eso no está dado en el punto de partida más
Facultades humanas
Desarrollo
Perfeccionamiento
Finalidad
Naturaleza
La Persona y su acción Guía didáctica
30
que como inclinación natural. Dar cuenta de esa inclinación es una tarea de la que cada
uno es, en último extremo, el responsable.
2.1.2 Dificultades del concepto naturaleza humana
Para entender correctamente qué es el hombre y qué es la naturaleza humana
es importante evitar, de nuevo, la tentación del dualismo. Sería dualismo, en efecto,
pensar que en el hombre hay una naturaleza abstracta, intemporal, cuando resulta que
somos seres concretos, históricos, en unas determinadas circunstancias que
continuamente están en variación. Pero también sería parcial el modelo historicista o
relativista, según el cual el hombre es relativo a cada época, a cada cultura, etc.: no
habría una naturaleza humana, sino diversidad de seres humanos en relación a los
cuales los bienes del hombre, los fines, la moralidad, etc., variarían, no siendo ningún
sistema mejor o peor que su contrario.
Esquema 4: De donde proceden las dimensiones humanas
Apariencia de contradicción
Tan dualista es el racionalista que pretende hacer una ciencia exacta del
hombre, como el historicista o relativista cultural. Para unos, la naturaleza humana está,
por así decir, por encima del tiempo y del espacio, impertérrita. Para otros, no existe
sino que lo que existe son los individuos concretos. Ambas posturas nos abren al
conflicto entre naturaleza y libertad: ¿es la nuestra una naturaleza libre?, ¿cabe libertad
si resulta que se impone una naturaleza dada?, ¿no supone la libertad que la realidad
humana debe ser creada por cada hombre?, ¿hay un conflicto entre naturaleza y
libertad? Esta discusión se agudiza en Europa en torno a 1800, y ha sido frecuente en
algunas escuelas científicas y filosóficas modernas, para las cuales, el hombre o es
materia evolucionada, o una libertad desarraigada, que se enfrenta a la naturaleza al
tener el deber de construirse su propia esencia. La pregunta ¿qué es el hombre? se
contesta diciendo: su historia. Y de ese modo lo universal pierde su valor. El hombre
Naturaleza
Libertad
Dimensión Temporal
Dimensión Intemporal
El Hombre
La Persona y su acción Guía didáctica
31
tiene una dimensión intemporal y otra temporal, y no podemos prescindir de ninguna de
las dos. Los modelos explicativos anteriores tienden a afirmar uno de los dos polos en
detrimento del otro. Intentaremos exponer el asunto de un modo no dualista, de modo
que se empiece a ver que la naturaleza humana es libre: naturaleza y libertad, en el
hombre, no pueden separarse, como tampoco puede hacerlo el binomio alma y cuerpo.
2.1.3 Los fines de la naturaleza humana
¿Qué es lo natural en el hombre? Lo que le es propio, es decir, ejercer sus
facultades. Lo natural en el hombre es, por tanto, el desarrollo de sus capacidades
específicamente humanas. Ese desarrollo se dirige a conseguir lo que es objeto de
esas facultades. Lo natural y propio del hombre es alcanzar su fin. Y el fin del hombre
es perfeccionar al máximo sus capacidades, en especial las superiores (inteligencia y
voluntad; verdad y bien). La inteligencia busca el conocimiento de la realidad. Cuando
lo logra, alcanza la verdad, que es el bien propio de la inteligencia: abrirse a lo real.
Querer lo verdaderamente bueno es ejercer la voluntad perfeccionándola.
Lo natural en el hombre, como en todos
los demás seres tiene carácter de fin, es algo
hacia lo cual nos dirigimos. Este fin no se puede
entender de un modo cronológico (pues, en ese
caso, sólo tendrían verdadera naturaleza humana
los hombres que alcanzaran una determinada
perfección y edad; los niños, fetos, ancianos,
enfermos mentales, etc., o no habrían alcanzado
esa naturaleza o la habrían perdido). No se dice
fin en sentido cronológico sino de un modo más
delicado al que hemos hecho referencia con anterioridad: el fin del hombre es la verdad
y el bien porque, de hecho, ya desde el inicio de su existencia (y desde que empieza a
ejercer operaciones de un modo más visible) anhela alcanzar la verdad y lograr el bien,
y por eso mismo se mueve hacia ellos desarrollando su historia. Es decir, por
naturaleza se posee desde el principio el fin que a la vez (históricamente, o por razón)
estructura la tensión de esa búsqueda en que consiste nuestra existencia.
La pregunta ¿qué es el hombre? se transforma en esta otra: ¿eres capaz de
llegar a ser aquello a lo que, desde el inicio de tu existir, estás llamado? , ¿Qué hace el
hombre a partir de sí mismo, como ser que actúa librementee, o qué puede y debe
hacer? Y así, descubrimos que la naturaleza se trasciende a sí misma en el hombre, y
que el hombre supera infinitamente al hombre. La naturaleza humana es auto
transcendencia, apertura, actividad y posesión de aquellos fines que le son propios: el
hombre sólo es él mismo cuando va mas allá de lo que es de un modo fáctico, hacia lo
que todavía no es pero que se le presenta como la única posibilidad adecuada a la
riqueza de su apertura, de su proyecto. Renunciar a ello sería renunciar a la grandeza
de la vocación que todo hombre tiene por naturaleza o, desde una visión cristiana,
renunciar a la llamada que Dios ha hecho a cada hombre.
La Persona y su acción Guía didáctica
32
2.1.4 La fenomenología del dinamismo creador.
Hemos escuchado a veces con frecuencia, que toda persona es causa y víctima de
su propio poder, de su querer, de su conocer y de su actuar. Ello significa que al interior
del ser humano luchan entre si muchos elementos. Mientras, por una parte, como
criatura experimenta que es un ser limitado, por otra se siente ilimitado en sus deseos y
llamado a una vida superior. Atraído por múltiples solicitaciones, se ve obligado
constantemente a elegir entre ellas y a renunciar a algunas. Más aún, en su debilidad,
muchas veces hace aquello que no quiere y no hace lo que quería hacer. Por ello, el
ser humano sufre en sí mismo la división de la que surgen tantas y tan numerosas
discordias en la sociedad.
Es indudable que al interior del ser humano se bate él mismo como obra acabada y
proyecto a la vez. Qué agradable sería el elegir aquello menos costoso y exigente. De
ser así, se estaría renunciando a lo propio y natural de toda persona: concebirse con
esperanza y darse a luz con dolor, es decir, comer el pan con el sudor de su frente. En
otras palabras, estamos bordeando aquel espacio misterioso, delicado y complicado de
todo ser humano: su dinamismo creador.
¿Cuáles son entonces los elementos o herramientas propias de tal dinamismo?
¿Qué metodología específica es la más adecuada para labrarse y recogerse a plenitud
en un instante de la vida? Los apuntes temáticos que siguen en los temas que se
desarrollan a continuación se proponen otorgar una pista sin que ello signifique agotar
la iniciativa de cada lector o estudiante.
La Persona y su acción Guía didáctica
33
Elabora Un organizador gráfico sobre los fines de la naturaleza humana
…………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………
Compara En el siguiente cuadro establece las comparaciones entre los diferentes fines naturales del hombre.
Fines PRINCIPALES CARACTERISTICAS
Verdad
1.- 2.- 3.-
Bien
1.- 2.- 3.-
Facultades
1.- 2.- 3.-
Naturaleza
1.- 2.- 3.-
Identifica La secuencia lógica del esquema 2 en lo que se refiere a
Naturaleza
1.-
2.-
3.-
4.-
Libertad
1.-
2.-
3.-
4.-
Actividad 02
La Persona y su acción Guía didáctica
34
Marca la respuesta correcta:
1. ¿Por qué razón el hombre hace
muchas veces aquello que no
quiere y no lo que quería hacer?
a. por error de la inteligencia
b. porque le falta voluntad
c. por debilidad
d. por maldad
e. por alienación
2. ¿Qué cualidad no es específica de
la naturaleza humana?
a. auto trascendencia
b. apertura
c. actividad
d. posesión
e. evolución
3. ¿Qué facultad no debería ser
desarrollada prioritariamente por el
hombre?
a. verdad
b. bien
c. inteligencia
d. voluntad
e. caridad
4. ¿En qué consiste principalmente la
naturaleza del hombre?
a. desarrollarse hacia su bien final
b. perfeccionar sus facultades
c. desarrollar su intelecto
d. progresar socialmente
e. cumplir con su destino
5. ¿Qué pretende el racionalista?
a. Hacer una ciencia exacta del
hombre
b. Un historicismo de la vida humana
c. Un relativismo existencial
d. Una explicación del origen del
hombre
e. Una estructura de la personalidad
Responde verdadero (V) o falso
(F)
¿Cuál de las siguientes afirmaciones
corresponde a los fines naturales del
hombre?
6. ( ) Lo propio del hombre es
ejercer sus facultades.
7. ( ) El hombre debe
desarrollarse hacia su bien final
8. ( ) En su interior el hombre
se debate entre obra acabada y
proyecto a la vez
9. ( ) la naturaleza se trasciende
a sí misma en el hombre.
10. ( ) El hombre tiene una
dimensión intemporal y otra temporal.
Autoevaluación 02
La Persona y su acción Guía didáctica
35
Tema 03: El Fenómeno de la inteligencia y la creatividad.
Dos excesos: excluir la razón, no admitir más que la razón. Blaise Pascal
Robin Williams’s en: Patch Adams
Introducción
El género humano se halla en un período nuevo de su historia, caracterizado por
cambios profundos y acelerados, que progresivamente se extienden al universo entero.
Los provoca el hombre con su inteligencia y su dinamismo creador; pero recaen luego
sobre el hombre, sobre sus juicios y deseos individuales y colectivos, sobre sus modos
de pensar y sobre su comportamiento para con las realidades y los hombres con los
que convive. Por ello se podría hablar de una verdadera metamorfosis social y cultural.
¿ Cómo podemos distinguir entre
el sujeto singular y el universal
que conocemos?-----------------------
--------------------------------------------
--------------------------------------------
--------------------------------------------
--------------------------------------------
--------------------------------------------
--------------------------------------------
--------------------------------------------
------------------
Ubicación del tema en el Texto básico Importante:
El tema Nº 3 se ubica en el Capítulo I del Texto Básico, desde la página
53 hasta la hasta la 59.
Recuerda trabajar conjuntamente el texto básico y la guía didáctica ya
que ambos se complementan.
Los apuntes temáticos que siguen a continuación se proponen organizar y
resumir los contenidos sin que ello signifique agotar la iniciativa de cada
estudiante en buscar otras fuentes, principalmente el Texto Básico.
La Persona y su acción Guía didáctica
36
3.1 El Conocimiento Intelectivo como resultado de una Facultad
Además de los conocimientos puramente sensibles y experimentales, que
vivenciamos cotidianamente, existen en nosotros otros conocimientos denominados
ideas o conceptos universales, juicios y raciocinios.
La existencia en nosotros de esta actividad cognoscitiva superior es un hecho patente
del que no se duda. La diversidad de opiniones surge cuando se trata de precisar la
naturaleza de estos conocimientos.
3.1.1 Fenomenología de la Idea Universal.
La idea universal representa un contenido que se puede encontrar y verificar en
muchos individuos o en un sentido unívoco y múltiple. En esto se distingue de la idea
o conocimiento singular, en que la idea o conocimiento singular representa un objeto o
contenido irrepetible e inmultiplicable en otros como él es.
Los individuos donde se verifica un mismo contenido universal, son entre sí
semejantes. Por consiguiente, individuos semejantes entre sí, de hecho o de derecho,
pueden dar pie a la formación de un concepto o idea universal, cuando la mente
atiende solamente a la relación de conveniencia o semejanza. El individuo, pues, que
de hecho tiene otros semejantes, o puede tenerlos, es fundamento objetivo para la
formación de la idea universal, y se le denomina por lo mismo, universal fundamental.
La operación mental con que se obtienen los conceptos o ideas universales, se llama
abstracción, y consiste en aprender un contenido no atendiendo a su singularidad.
La abstracción, pues, representa contenidos reales, pero de una manera inadecuada
incompleta, por prescindir de la singularidad. Todo el contenido de la idea abstracta o
universal es real, pero el modo como se representa ese contenido, sin la singularidad,
no es real, porque en la realidad el contenido está singularizado.
Las ideas o conceptos universales por estar formados por la abstracción se llaman
también ideas o conceptos abstractos. Un concepto abstracto no significa, hablando
con propiedad, un concepto de un contenido irreal o ficticio; al contrario, su contenido
es real, aunque inadecuado, como hemos dicho
3.1.2 Las ideas universales son irreductibles a las imágenes.
Las ideas universales son irreductibles a las imágenes, de cualquier manera que
éstas se tomen. Pues la imagen, en cuanto tal, no prescinde de la singularidad.
Dejaría de ser imagen. Por consiguiente es imposible que la idea universal, que
prescinde de la singularidad, se pueda reducir a una pura imagen.
Otros indicios pueden ayudar a distinguir fenomenológicamente la idea universal de la
imagen. Por ejemplo, la imagen suele ser distinta y varia para diversas personas y aún
para la misma; y por el contrario la idea universal es siempre idéntica. Por otro lado la
imagen suele presentarse a la mente en forma concreta y fija, y la idea no. Estos
indicios no son de por sí decisivos.
Puede haber imágenes e ideas genéricas y singulares, si prescinden de notas
específicas, pero no de la singularidad.
La Persona y su acción Guía didáctica
37
3.1.3 Clasificación de las ideas universales por su origen
y formación. Una importante clasificación de las ideas universales es en: primitivas o
perceptuales, y derivadas o analógicas.
Idea perceptual o primitiva. Es la que representa un contenido meramente abstraído
de la experiencia sensible, como por ejemplo la idea de color, de extensión de causa,
de fenómeno psíquico, etc.
Las ideas universales son irreductibles a las imágenes,
de cualquier manera que éstas se tomen. Pues la imagen,
en cuanto tal, no prescinde de la singularidad. Dejaría de
ser imagen. Por consiguiente es imposible que la idea
universal, que prescinde de la singularidad, se pueda
reducir a una pura imagen.
Idea perceptual o primitiva. Es la que representa un
contenido meramente abstraído de la experiencia
sensible, como por ejemplo la idea de color, de
extensión de causa, de fenómeno psíquico, etc.
Las ideas y el
conocimiento
Intelectivo
La idea universal representa un contenido que se puede
encontrar y verificar en muchos individuos o en un
sentido unívoco y múltiple. En esto se distingue de la
idea o conocimiento singular, en que la idea o
conocimiento singular representa un objeto o contenido
irrepetible e inmultiplicable en otros como él es.
Idea analógica o derivada. Es la que representa un
contenido formado por síntesis de negaciones y
referencias, o contenidos previamente conocidos; como
por ejemplo la idea de Dios, del alma, y en general de
todo lo meta sensible.
Facu
ltad
Esquema 3:
Sobre el papel de las ideas en
el Conocimiento Intelectivo
La Persona y su acción Guía didáctica
38
Idea analógica o derivada. Es la que representa un contenido formado por síntesis
de negaciones y referencias, o contenidos previamente conocidos; como por ejemplo
la idea de Dios, del alma, y en general de todo lo meta sensible.
3.1.4 Fenomenología del juicio.
El juicio es un acto cognoscitivo con el que asentimos, decimos que sí, que así es,
a la identidad, o no identidad, del Sujeto y Predicado.
Su expresión oral es, en los juicios afirmativos,‖ es‖, y en los juicios negativos, ―no
es‖, con lo que expresa la identidad o no identidad entre el Sujeto y el Predicado,
reconocida por el ato de enjuiciar.
En la elaboración o génesis del juicio fenomenológicamente, se siguen estos pasos:
Primero, la aprehensión o conocimiento de un Sujeto.
En segundo lugar, viene la abstracción del Predicado, que se abstrae del Sujeto por
abstracción espontanea o detectiva, cuando el predicado no se conoce previamente.
Si se conoce previamente, se abstrae del sujeto por abstracción comparativa., que es
lo que suele suceder en la mayoría de los casos.
En tercer lugar, viene la aprensión o conocimiento de la identidad, o no identidad
del sujeto y del predicado, que suele simultáneamente resultar de la abstracción
detectiva o comparativa anterior. Esta aprehensión de la identidad, o no identidad, del
sujeto y el predicado, compara uno con otro y los presenta a la mente como incluidos,
o no incluidos, por identidad del predicado en el sujeto. Esta aprehensión de la
inclusión, o no-inclusión, por identidad del predicado en el sujeto, es formalmente una
abstracción.
Finalmente, al contemplar la mente la identidad del sujeto y predicado, así
aprehendida, prorrumpe inmediatamente en el último acto, en el que está
formalísimamente el juicio, el asentimiento, el reconocimiento de que así es.
3.1.5 Fenomenología de la inferencia.
La inferencia, llamada también concurso o raciocinio, es un acto cognoscitivo por el
que asentimos a la identidad, o no-identidad, de un sujeto y un predicado en conexión
con otros dos juicios o premisas.
No consiste sólo en la afirmación de la conclusión, ni en la visión de la conexión de
esta con las premisas, sino en ambas cosas. Consiste en una afirmación hecha por
esta conexión y a la luz de esa conexión.
Por eso la inferencia se llama discurso, porque es un acto cognoscitivo, por el que
pasamos, conociendo las premisas, y por el conocimiento de las premisas, a conocer
y a afirmar la conclusión. La inferencia es un pasar cognoscitivo, un discurso, es decir,
según su etimología, un paso a través. Su expresión oral es el ergo, por consiguiente,
luego, por lo tanto, etc.
En la génesis del acto discursivo fenomenológicamente, se siguen estos pasos:
Previamente se ha de ver la identidad, o no identidad del sujeto y el predicado de la
conclusión, por comparación de estos dos términos con un tercero llamado término
medio. Esta comparación se establece en dos juicios, aptamente dispuestos, las
premisas, en los que el término medio se repita, y así se pueda comparar con los otros
dos términos o extremos que son el predicado y el sujeto de la conclusión. Si la
La Persona y su acción Guía didáctica
39
comparación se hace bien, se verá entonces la identidad, o no-identidad del sujeto y el
predicado de la conclusión, en conexión y por conexión con las premisas. La visión
afirmada de esta identidad, o no identidad, expresada por el ergo, es el discurso.
3.1.6 Metafísica del conocimiento intelectivo.
La actividad cognoscitiva superior, o sea, la actividad cognoscitiva que comprende las
ideas universales, los juicios y raciocinios y la percepción de relaciones, es una
actividad cognoscitiva no experimental, ni orgánica, sino debida próxima e
inmediatamente a la actividad exclusiva de la mente.
Que esta actividad superior no sea experimental, es decir, que se produzca sin la
intervención causal de ningún estímulo exterior, es evidente. En la formación de las
ideas universales, de los juicios y raciocinios, no interviene ningún estímulo exterior.
Muy lejos de cualquier estímulo exterior, el hombre puede elaborar juicios y raciocinios
acerca de cualquier cosa. La formación de las ideas universales, de los juicios y
raciocinios, se debe, como aparece de su estudio fenomenológico, a la actividad
abstractiva, judicativa e ilativa, que es exclusiva de la mente.
Esta actividad abstractiva, judicativa y discursiva, nones una actividad orgánica. Si
lo fuere intervendría causalmente un órgano, y si interviniera un órgano, este
necesitaría inmediatamente de un estímulo que lo pusiese en marcha, como sucede
en la actividad aprehensiva sensitiva, o imaginativa. Ahora bien, acabamos de ver, y la
experiencia nos lo dice, que para ejercer la actividad abstractiva, judicativa y
discursiva, no interviene de suyo ningún estímulo exterior. Luego esta triple actividad
no es orgánica.
Además si interviniese causalmente un órgano nervioso, el reconocimiento
intelectivo superior de que hablamos, necesariamente presentaría un contenido
singular y sensible, es decir material. Ahora bien, en la actividad abstractiva, el
contenido, sea material y sensible, no es singular. En la judicativa e ilativa, el
contenido no es sensible. Luego en la actividad abstractiva, judicativa e ilativa, no
interviene causalmente ningún órgano nervioso.
En la elaboración de las ideas primitivas, en singular, el cerebro tiene una
intervención causal remota y extrínseca solamente, en cuanto que es el órgano de la
imaginación. Pero en la actividad abstractiva, judicativa e ilativa de que hablamos, no
tiene ninguna intervención causal, a lo más concomitante. Esta triple actividad es
exclusiva de la mente, y de ninguna manera orgánica.
La facultad cognoscitiva que capacita al Yo humano para abstraer, comparar,
enjuiciar y discurrir, se llama Entendimiento o Facultad intelectiva.
La Facultad intelectiva o Entendimiento humano, es una facultad totalmente
irreductible al sentido o Facultad sensitiva. Son facultades cognoscitivas
esencialmente distintas.
Quien tiene la facultad de sentir, no por eso se sigue que haya de tener la facultad
de entender, es decir, de abstraer, enjuiciar y discurrir. Pero no al contrario; quien
tiene la facultad de abstraer, tiene la facultad de sentir, pues de hecho no se abstrae
sino es de contenidos sensibles.
La llamada ―inteligencia animal‖ o ―estimativa‖, es una facultad cognoscitiva
esencialmente distinta del Entendimiento humano, e irreductible a él.
La Persona y su acción Guía didáctica
40
3.1.7 El objeto adecuado del entendimiento humano.
El objeto adecuado del entendimiento humano, o sea, el campo a donde se puede
extender su actividad cognoscitiva, abarca todo el ser. Todo lo que sea Ser, puede ser
conocido por el entendimiento humano inmediatamente, o mediatamente. Es decir,
que de parte de las cosas, basta que sean algo, para que puedan ser objeto de
nuestro entendimiento.
3.1.8 El objeto formal del entendimiento humano.
Es aquel objeto que le es propio y proporcionado a su manera de ser, y por
consiguiente le especifica y distingue de cualquier otro entendimiento, son los
contenidos universales sensibles.
El entendimiento humano, además de tener ideas universales sensibles, puede
tener, y de hecho tiene ideas singulares sensibles, o sea, de un contenido singular
sensible, exactamente como el sentido. Es decir, el entendimiento humano puede
conocer las mismas cosas singulares sensibles que el sentido común, y con la misma
claridad.
Un problema de importantes consecuencias sistemáticas, es el problema de cómo
conoce el entendimiento humano al singular sensible. Dos opiniones célebres han
tratado de dar una solución a este problema. Una es la Tomista, que afirma que el
entendimiento humano conoce las cosas singulares sensibles indirectamente, por
cierta reflexión o conversión sobre la imagen sensible, después de conocer la misma
cosa en universal.
La otra opinión es la del P. Suárez y su escuela, que dice que el entendimiento
humano conoce directamente el singular sensible, y por consiguiente antes que el
universal, el cual lo obtiene del singular por abstracción psicológica.
La diferencia entre la idea singular y la sensación no está, como acabamos de
decir, en el contenido de ambos conocimientos, que es exactamente igual en la idea o
conocimiento intelectivo, que en la sensación o conocimiento sensitivo, por ser ambos
de un objeto singular sensible. La diferencia está en el mismo acto o actividad
cognoscitiva, pues la idea es una actividad inorgánica, y la sensación es una actividad
orgánica.
La actividad característica y específica del entendimiento humano no son las ideas
singulares, sino las ideas universales abstractas, y la actividad judicativa y discursiva
principalmente. Por esta actividad abstractiva, judicativa y discursiva, hemos venido en
conocimiento de su existencia en nosotros, como facultad especificativa e inorgánica.
3.1.9 ¿Qué es creatividad?
La creatividad es una de las cualidades esenciales de la vida, de los seres vivos.
Parece claro que todas las personas son creativas en mayor o menor medida, al
igual que pasa con la inteligencia o la belleza.
Cuando el lenguaje utiliza este concepto como adjetivo se está refiriendo a una
persona que presenta esta cualidad con especial relevancia respecto al resto o al
término medio de la población.
La creatividad es el conjunto de funciones relacionales básicas o elementales,
asociadas a un alto grado de fiabilidad; este último requisito es esencial para la
La Persona y su acción Guía didáctica
41
inteligencia, ya que facilitan la creación, diseño, invención, imaginación, etc. de
nuevos conceptos o ideas. En definitiva, la creatividad esta formada por funciones
de la inteligencia que soportan las capacidades de:
Efectuar extrapolaciones y estimaciones del resultado, dadas las
relaciones existentes.
Comprensión de los límites de los parámetros involucrados en las
relaciones y su efecto sobre las mismas.
Detectar el cambio de relación provocado por un cambio de los
parámetros, dicho de otro modo, implicaciones cualitativas por cambios cuantitativos.
Manejo simultáneo de varias dimensiones.
Realizar cambios de variable, de escala o de modelo, alterar los nuevos
parámetros y volver a la variable, escala o modelo inicial en el punto adecuado a los
cambios correspondientes de los parámetros originales. Es decir, los conceptos
relativos a los diferentes tipos de aplicaciones definidos en las matemáticas de
conjuntos.
Funciones relacionadas con el pensamiento estadístico avanzado tales
como distinción entre valor medio y valor normal, valor diferente y valor raro.
Distinción entre caso particular y valores generales.
Cualquier otra que responda al concepto enunciado.
Lógicamente, para ser creativo en una materia determinada, no es necesario tener
todas las funciones anteriores. Sin embargo, además de algunas de las funciones
comunes anteriores se deberán tener tanto las capacidades elementales de la
inteligencia asociadas a dicha materia como las capacidades específicas de la
misma que no forman parte de la inteligencia; bien sea la música, el fútbol, la
economía. En consecuencia, las personas inteligentes tienen tendencia a ser
creativas, siendo dicha tendencia más acusada cuanto mayor es la inteligencia; a la
inversa, la tendencia también existe pero, de manera poco intensa.
¡Se puede ser muy inteligente y tener el subconjunto de funciones de la
creatividad no muy operativo! ¡Se puede ser bastante creativo y no demasiado
inteligente si fallan otras funciones elementales importantes!
Desde otro punto de vista, podemos ver como el lenguaje popular prácticamente
recoge a la perfección estas acepciones. Un genio sería aquella persona que es muy
inteligente y creativa; ahora bien, si nos estamos refiriendo a un genio de la
inteligencia, entenderemos que además es muy creativo pero si hablamos de un
genio conocido por su creatividad entenderemos que probablemente es bastante
inteligente pero no nos sentiremos tan seguros como en el primer caso.
La Persona y su acción Guía didáctica
42
Elabora Un resumen del tema creatividad y exprésalo con un gráfico.
…………………………………………………………………………………………
………………………………………………………………………………
Compara En el siguiente cuadro establece las comparaciones entre entendimiento humano, creatividad, conocimiento y percepción.
Facultades PRINCIPALES CARACTERISTICAS
Entendimiento humano
1.- 2.- 3.-
Creatividad
1.- 2.- 3.-
Conocimiento
1.- 2.- 3.-
Percepción
1.- 2.- 3.-
Identifica En el libro texto, el papel que le asigna el autor a:
Entendimiento
1.-
2.-
3.-
4.-
Creatividad
1.-
2.-
3.-
4.-
Actividad 03
La Persona y su acción Guía didáctica
43
Marca la respuesta correcta:
1. ¿A qué tienden las personas
inteligentes?
a. a ser tolerantes
b. a ser proactivas
c. a ser egoístas
d. a ser posesivas
e. a ser creativas
2. ¿Qué cualidad efectúa
extrapolaciones y estimaciones del
resultado, dadas las relaciones
existentes?
a. memoria
b. juicio
c. intelecto
d. creatividad
e. percepción
3. ¿Qué tiene el entendimiento
humano además de ideas
universales sensibles?
a. ideas innatas universales
b. ideas originales sensibles
c. ideas abstractas sensibles
d. juicios morales
e. ideas singulares sensibles
4. ¿A qué llamamos funciones
relacionales básicas o elementales,
asociadas a un alto grado de
fiabilidad?
a. voluntad
b. libertad
c. inteligencia
d. creatividad
e. originalidad
5. ¿Cuál es el objeto adecuado del
entendimiento humano?
a. la trascendencia humana
b. la vida religiosa
c. los mitos y leyendas
d. la intimidad del alma.
e. la totalidad del ser
Responde verdadero (V) o falso
(F)
¿Cuál de las siguientes afirmaciones
corresponde a la inferencia humana?
6. ( ) La inferencia, llamada también
concurso o raciocinio, no es un
acto cognoscitivo.
7. ( ) La inferencia no consiste sólo
en la afirmación de la conclusión, ni en
la visión de la conexión de esta con las
premisas, sino en ambas cosas
8. ( ) la inferencia nos lleva por el
conocimiento de las premisas, a
conocer y a afirmar la conclusión.
9. ( ) En la inferencia se da por
supuesta la identidad, o no identidad
del sujeto y el predicado de la
conclusión
10. ( ) En la inferencia, si la
comparación se hace bien, se verá
entonces la identidad, o no-identidad
del sujeto.
Autoevaluación 03
La Persona y su acción Guía didáctica
44
Tema 04: El Problema de la autenticidad
Un amigo es uno que lo sabe todo de
ti y a pesar de ello te quiere.
Elbert Hubbard
Hugh Grant en ―Un lugar llamado Notting Gill‖
Introducción al tema:
Parece ser que la autenticidad es la sencillez. Es lo más sencillo que hay, porque
es lo que surge después de que se ha eliminado lo complejo, lo compuesto, lo adquirido.
La autenticidad es la expresión más genuina de la libertad interior, la misma que
está en oposición a todo condicionamiento, y que es la expresión directa de nuestro ser
más profundo o más primario.
Ubicación del tema en el Texto básico Importante:
El tema Nº 4 se ubica en el Capítulo II del Texto Básico, desde la página 66
hasta la hasta la 71.
Recuerda trabajar conjuntamente el texto básico y la guía didáctica ya que
ambos se complementan.
Los apuntes temáticos que siguen a continuación se proponen organizar y
resumir los contenidos sin que ello signifique agotar la iniciativa de cada
estudiante en buscar otras fuentes, principalmente el Texto Básico.
¿Cualquier respuesta ante un
estímulo es auténtica por ser
inmediata?..................................
.....................................................
.....................................................
.....................................................
.....................................................
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..................
La Persona y su acción Guía didáctica
45
4.1 ¿Qué es la autenticidad?
Para la mayoría de los entendidos en la materia, la autenticidad es una respuesta
inmediata, directa, inteligente, sencilla, ante cada situación. Es una respuesta que se
produce instantáneamente desde lo más profundo del ser, una respuesta que es
completa en sí misma, y que, por lo tanto, no deja residuo, no deja energía por
solucionar, no deja emociones o aspectos por resolver. Es algo que, por el hecho de
ser acción total, una acción en que la persona lo expresa y lo da todo, liquida la
situación en el mismo instante.
Otro aspecto de la autenticidad es que proporciona la evidencia, la certeza, y la
claridad, en cada momento, para valorar toda situación. En realidad, la situación
implica, ya en sí misma, nuestra respuesta, porque la situación y nuestra respuesta
no son dos cosas distintas, sino que constituyen una sola cosa. Esto solamente es
posible verlo cuando la mente no está dividida, cuando la mente no separa al sujeto
del objeto, cuando la mente está abierta y percibe, en una sola mirada, todo lo que
está sucediendo en aquel instante, lo que acontece en uno como sujeto, como
perceptor y reactor, y lo que está ocurriendo en el exterior como estímulo, como
reactivo; todo es y forma un único campo.
Esta libertad interior se traduce en una disponibilidad. Disponibilidad significa que
la persona no está encerrada dentro de una línea, de una estructura prefijada, que no
tiene que hacer un esfuerzo para trasladarse de una estructura a otra. La
autenticidad es ser y estar en el Centro, por lo tanto en el punto óptimo para
encaminarse en cualquier dirección. La autenticidad es, al mismo tiempo, una expe-
riencia constante de satisfacción, de gozo, de felicidad, porque se está viviendo ese
contenido profundo, ese contenido de plenitud.
4.2 Lo que no es autenticidad.
Ante todo, podemos ver que no es autenticidad el automatismo. El automatismo,
sea el que sea, por adornado que esté, está ya por definición en oposición con la
autenticidad. Automatismo quiere decir que algo está actuando en virtud de un
principio de funcionamiento en circuito cerrado, es decir que se trata de algo
adquirido, algo extraño a uno mismo, aunque esté incorporado a nosotros. Por lo
tanto, queda fuera de la noción de autenticidad.
Tampoco es autenticidad, aunque a veces se suele confundir con ella, la
impulsividad. Esas personas que creen que lo auténtico es dar salida a los impulsos
en el momento en que se presentan están en un error. La impulsividad es
simplemente la expresión de algo de lo que hay dentro, pero no de lo que es más
central, más esencial, sino de un aspecto o de una tendencia desordenada. (5)
(5) Aguilar Vallejos, R. (2009). Módulo de la persona y su Acción. Pimentel: Universidad
Señor de Sipán.
La Persona y su acción Guía didáctica
46
El impulso tiene una finalidad propia, pero una finalidad que satisface sólo un
aspecto de la personalidad. Por lo tanto, tampoco cae dentro de este sentido más
amplio, profundo y completo que queremos exponer al hablar de la autenticidad.
Ni siquiera la sinceridad es lo mismo que la autenticidad. Sinceridad significa que
una persona, al expresarse, no engaña, que habla de acuerdo con lo que siente, con
lo que ve. Pero esto no basta para que la persona sea auténtica.
4.3 ¿Cómo vivimos la autenticidad?
Todo esto parece un poco algo así como un sueño, en unos tiempos en que
estamos viviendo en un mundo lleno de reglamentos, lleno de obligaciones. Hoy casi
no se conoce la autenticidad, e incluso sabemos que no es posible o tal vez deseable
esa autenticidad. Desde jóvenes se nos ha educado, no tratando de que nosotros
descubriéramos lo que somos en nosotros mismos, sino valorándonos siempre en
función de nuestras actividades, de nuestro rendimiento, siempre en comparación
con los demás. Tanto es así que prácticamente éste parece, a simple vista, el único
modo de conocernos: yo soy bastante honrado (bastante es un término comparativo);
yo soy muy activo, yo soy más rico, yo soy muy emprendedor. Más, menos, es decir,
siempre en relación con algo. En todo momento nos estamos definiendo respecto a
los demás. Se nos ha dicho que un ser humano vale lo que es capaz de hacer, vale
el valor que se le da, y, como este valor depende de su éxito, de su prestigio, de su
valoración social, esto ha hecho que nosotros, desde pequeñitos, nos apoyemos en
querer que los demás nos juzguen bien, nos valoren, en que estemos siempre
pendientes de estos esquemas de valoración social.
Y, así, organizamos nuestra conducta, nuestros valores, y estimamos a las
personas según que nos valoren, que nos reconozcan más o menos. Estamos
viviendo en virtud de una valoración comparativa constante. Nunca se nos ha valora-
do, nunca se nos ha educado para que nosotros tratemos de descubrir qué somos
nosotros mismos, en nosotros mismos, por nosotros mismos.
De este modo, nos sentimos satisfechos cuando nuestro valor queda afirmado,
confirmado, aceptado o reconocido por los demás, y nos sentimos insatisfechos
cuando no se nos reconoce, cuando se nos critica. Tanto es así que, si unos nos
valoran y otros nos critican, llega un momento en que no sabemos si valemos o no;
estamos a merced de nuestra cotización social. Y esta necesidad de aparecer de un
modo, para merecer unos juicios determinados, nos aleja cada vez más de nuestra
posibilidad de ser. Hemos de cuidar las apariencias ante los demás y ante nosotros
mismos.
Cuando uno hace algo que va en contra de su valoración exterior, uno mismo se
siente indispuesto, uno mismo se siente deprimido. Estamos tan pendientes de esta
valoración que hemos hecho de nosotros mismos, del yo triunfante, del yo victorioso
que, cuando algo de nuestra experiencia contradice esa valoración, nos sentimos
disminuidos; vivimos más en nuestra idea que en la experiencia genuina que
podamos tener de lo que uno realmente es. Hemos trasladado nuestra vida desde un
plano vivencial directo a un plano de interpretación intelectual constante. De este
La Persona y su acción Guía didáctica
47
modo estamos edificando un sistema de valores completamente falso, com-
pletamente artificial, que nos aleja de nosotros mismos.
Se ha llegado a decir que esto es inevitable, que esto es lo normal, lo natural, y
que las cosas son de este modo y hay que seguir el juego y nada más.
4.4 Nuestra verdadera naturaleza.
¿Cuál es la fuente, cuál es el fundamento, para que nosotros tratemos de ser
auténticos, o es que acaso somos la suma de las cosas que han ido entrando en
nosotros, es decir, un producto del ambiente?
Nosotros, en nuestra esencia más profunda, no somos nada de lo que viene del
exterior. En nuestro interior se encuentra esa capacidad de vivir, esa capacidad de
crecer, de existir, y utilizar los datos, los hechos, para desplegar esta capacidad que
hay en nosotros.
Esquema 05: La autenticidad
AUTENTICIDAD
Sencilla
Expresa un contacto con la realidad
Expresa una conducta sincera
Expresa la verdad
Respuesta
Surge de nuestra propia naturaleza
Acción
El modo de surgir es espontáneo
Determinada por los valores
Determinada por la conducta
Directa
Pronta Inteligente
Expresa un deseo de felicidad
La Persona y su acción Guía didáctica
48
Vamos asimilando nuestra capacidad a través del desarrollo de nuestra potencia
interior, a través de unas experiencias y unos hechos, y así transformamos un
compuesto que está constituido de nuestra capacidad y potencialidad real, más una
serie de aspectos formales, de datos, de hechos, de modos de conducta, que hemos
asimilado del exterior. Del interior surge la fuerza, el potencial; del exterior viene la
forma, los datos. Pero no hemos de confundirnos con estos datos, no hemos de
confundirnos con ese compuesto.
Considerando la personalidad de un modo global, sí somos ese compuesto, ese
producto, en tanto que personalidad global. Pero, si tratamos de buscar lo que es
nuestra verdad genuina, lo que nosotros queremos decir cuando decimos ―yo‖,
entonces nos daremos cuenta de que esos compuestos son variables, y que hay una
noción de identidad que no depende de los compuestos, sino que es permanente. En
todo ser humano hay algo genuino detrás de esos procesos de asimilación, detrás de
sus propias operaciones vitales, afectivas y mentales, que le está diciendo que ―es‖
en tanto que sujeto que está viviendo, que está asimilando, que está creciendo, que
se está actualizando.
Este ―yo‖ es la fuente de donde surge toda nuestra capacidad energética, toda
nuestra energía vital, toda nuestra fuerza moral. Nuestra vida es un despliegue
progresivo de esa fuerza que hay dentro, y lo exterior no es otra cosa que un medio
para que esa fuerza se actualice, se ponga en acción, se convierta en experiencia
completa. La vida no es una incorporación de fuera hacia dentro, sino, sobre todo, un
despliegue de dentro hacia fuera. Esto podemos comprobarlo, porque si este
despliegue de dentro hacia fuera fracasa, por más que se produzcan elementos y
situaciones exteriores, no tiene lugar la respuesta del ser vivo. Un ser vivo se
caracteriza por este principio ―centrífugo‖, por este principio de crecimiento que
tiende a extenderse siempre a partir del núcleo.
Nuestro ―yo‖ es la fuente de toda capacidad de conciencia, de conocimiento. Todo
lo que uno es capaz de comprender, de entender, no le viene producido por el
exterior. El exterior nos da los datos, nos presenta los hechos, pero la capacidad de
comprender la verdad que pueda haber allí es siempre un proceso interno que surge
de lo más profundo de uno mismo; y significa una actualización de la inteligencia.
No hemos de confundir la inteligencia con las formas ya complejas, compuestas,
que produce esa inteligencia al asimilar unos datos concretos. El hecho de
comprender, el hecho de entender, viene de una capacidad interior. Por lo tanto, todo
lo que somos capaces de llegar a comprender en condiciones óptimas surge de este
mismo ―yo‖ central. Nuestra inteligencia está dentro y necesita solamente unos
estímulos, unos medios, para irse actualizando. También el ―Yo‖ central es la fuente
de toda nuestra capacidad de goce, de satisfacción, de alegría, de paz, de felicidad.
Todo esto no es algo que nos dé el exterior, aunque nosotros lo creamos así y, en
virtud de esta creencia, luchemos por unos beneficios exteriores y nos sintamos
desgraciados cuando estos beneficios se frustran.
La Persona y su acción Guía didáctica
49
Creemos que la felicidad nos vendrá en consecuencia del éxito, de la
correspondencia en el amor, de la obtención de un cargo determinado, de lo que sea,
siempre del exterior. No obstante, es muy claro que toda nuestra capacidad de goce
surge solamente cuando algo dentro de nosotros contesta a algo externo. Es nuestra
respuesta interior la que produce el goce; el exterior lo provoca, lo despierta, lo
estimula, pero no lo produce.
Los seres humanos acostumbramos confundir esto, porque nos sentimos felices
cuando tenemos una ventaja más; creemos que la felicidad nos la proporciona esta
nueva ventaja. Y no es cierto; no hay un nexo necesario de causa y efecto. La
prueba de ello está en que muchas personas poseen ventajas iguales o muchos
mayores y no son por ello felices. No es la cosa lo que da la felicidad; la cosa sirve
de reactivo para que algo en nuestro interior responda. Siempre es nuestra respuesta
interior lo que produce el estado de felicidad.
Debemos entender que, al hablar de este ―yo‖, no estamos hablando de una
entelequia, de algo sin sustancialidad, sino de algo que es la fuente de todo lo que
estamos valorando en nuestra vida concreta. Se trata de un potencial extraordinario,
fantástico, fabuloso.
La autenticidad no es nada más ni nada menos que el aprender a tomar contacto
con esa Realidad Central, con este ―yo‖ central, con esta fuente de la que estamos
hablando, para poderla expresar en todo momento con inteligencia, de acuerdo a
cada situación. Cuando en un ser humano se produce esta conexión con su centro, y
puede entonces responder directamente desde allí, es el momento en que la res-
puesta es auténtica, es lo suyo, es lo más verdadero que hay en él, lo más completo,
lo más total. En ese momento es cuando uno es realmente auténtico.
4.5 Una expresión total.
La autenticidad lleva a un descubrimiento pleno de la naturaleza de uno mismo.
Pero la persona que vive únicamente vertida hacia un modo corriente de vivir,
difícilmente puede llegar a esto. Solamente puede llegar a realizar esta autenticidad
aquella persona que tiene una absoluta necesidad de ella, aquélla para la que es
absolutamente preciso llegar a vivir su propia Verdad Central, aquella persona para
la que esto es lo más importante, más importante que su personaje social, más
importante que el llegar a triunfar en cualquier circunstancia de la vida. Cuando esta
persona descubre que aquí está la base de toda realidad, que en esto está el
sentido, que esto es lo único que puede dar realmente sentido a nuestra existencia,
entonces puede estar dispuesto a pagar el precio, la entrega, el trabajo necesario
para esta Realización Central.
En segundo lugar, la persona necesita situarse en un ambiente especial, salirse
temporalmente de la vida usual, según la propia necesidad, durante algunos días
―especiales‖, durante horas, durante cuartos de hora, hacer pequeños paréntesis en
su vida habitual, para crecer y desarrollarse en aquellas direcciones en que no se ha
desarrollado interiormente. Nuestra vida corriente nos desarrolla hacia fuera, pero
nosotros tenemos otras dimensiones que desarrollar. Y esto solamente lo podemos
hacer efectuando un pequeño paréntesis, un pequeño alto, en esta constante
La Persona y su acción Guía didáctica
50
proyección hacia fuera, situándonos en ese ambiente ideal en el que se puede
trabajar de un modo ideal, de un modo concreto, bajo una dirección, para desarrollar
todo lo que es nuestro proceso dinámico natural.
Nuestra vida está hecha de acción. Acción significa expresión. En nuestra vida
estamos expresando constantemente, expresamos impulsos, aspiraciones,
necesidades. Nuestra vida está hecha de un intercambio constante; este intercambio
es esencial, es inherente al mismo existir. ¿Por qué, pues, no aprovechar todo esto
como un medio de realización interior?
Lo que nos hace falta es aprender a expresarnos de un modo total. Hemos
aprendido a expresar algo, pero no a expresarnos del todo en cada algo. Es
necesario que aprendamos a expresar aquello que no expresamos, que aprendamos
a convertirnos por completo en expresión, porque cuando todo uno se expresa, todo
uno se objetiva y de este modo queda vacío y dispuesto para descubrir al sujeto.
Mientras uno mantenga contenidos dentro de sí, contenidos con los que uno se
encuentra confundido, mientras uno crea que ―es‖ estos sentimiento íntimos, o esta
historia que le ocurrió, o estas ideas, y todo esto lo guarde constantemente para sí,
como un tesoro o como un peligro, mientras uno esté reteniendo algo dentro de sí,
esto que retiene le impedirá ser él mismo.
Solamente cuando soltemos todo esto -y lo soltamos cuando lo damos, cuando lo
sacamos o lo expresamos- más y más llegamos a ser ―yo‖ de veras. La expresión
disciplinada como técnica, como esfuerzo sistemático, es un medio directo para
acercarnos cada vez más a esta Realidad Central; pero la expresión ha de ser una
expresión que abarque todos nuestros niveles, una expresión a nivel mental, a nivel
afectivo, a nivel corporal y a nivel espiritual.
Todo lo que está viviente en nosotros, todo lo que está dinámico en nosotros,
debemos dinamizarlo, no debemos guardarlo, no debemos mantenerlo; todo lo que
tenemos lo tenemos para darlo, todo lo que existe, existe dinámicamente, existe para
darlo, no para retenerse, no para cristalizarse.
La vida es movimiento, es fluidez. Siempre que estamos reteniendo algo, sea lo
que sea y en nombre de lo que sea, estamos yendo en contra de la verdad de la
existencia, en contra de la verdad de uno mismo. En la medida en que uno es capaz
de entregarse, de desprenderme, de fusionarme dinámicamente con todo, en la
medida en que uno es capaz de darse del todo con inteligencia, con plena
consciencia, con pleno centramiento, en esta medida es cuando uno empiezo a ser
―yo‖.
Cuando me quedo sin nada, es cuando yo soy realmente lo que soy; mientras
creo ser esto o lo otro, no soy ―yo‖. El camino de la autenticidad pasa por un
despojamiento de lo que no es auténtico. Mientras no demos todo lo que ha entrado,
todo lo que se ha elaborado en nosotros, no volveremos a ser ―yo‖, es decir, ser lo
que está detrás de todo lo adquirido, detrás de todo. La entrega total es el encuentro
real con uno mismo. Es aquí donde tienen sentido esas ideas sobre la abnegación,
sobre el sacrificio: es el retornar las cosas a su sitio, devolver lo que no es de uno,
devolver lo que no soy ―yo‖.
La Persona y su acción Guía didáctica
51
Cuando devolvemos toda la vida, cuando lo hacemos circular todo, cuando no
retenemos nada, porque no nos confundimos con nada, entonces es cuando
estamos realizando el Gran Sacrificio, que, en realidad, no es un sacrificio sino una
restitución, un volver las cosas a su sitio, un ordenar nuevamente las cosas. En este
momento es cuando ―yo‖, eso que soy, esa realidad que soy y se expresa en mí,
aparece de nuevo de modo claro.
Este proceso de expresión va inevitablemente acompañado del proceso de
impresión. Impresión quiere decir que uno sea capaz de dejar que la vida entre, es
decir, no solamente que uno la exteriorice, la dé, sino que uno sea capaz de recibir,
de admitir. Debemos abrirnos a las experiencias. No estar siguiendo siempre una
táctica de escamoteo respecto a las situaciones de las cosas. Pero solamente po-
dremos abrirnos si nos sentimos fuertes, y sólo nos sentiremos fuertes cuanto más
seamos ―yo mismo‖, cuanto más nos acerquemos a nuestro fondo. Entonces nos
podremos abrir, y, al hacerlo, las experiencias, los impactos, entrarán hasta el fondo
de mí, y, desde ahí, se producirá una respuesta auténtica, una respuesta total.
Pero, mientras mantengamos un filtrado a través de nuestra mente, a nivel
superficial, estaremos constantemente juzgando, interpretando, en función de
nuestros deseos y de nuestros temores, todas las experiencias, y así no podremos
vivir de un modo completo, total, ninguna experiencia; nos quedaremos en
esquemas, en críticas, pero nunca con la verdad total de la experiencia, con la
verdad total del instante.
Esa impresión es un proceso totalmente necesario. Es lo mismo que ocurre con el
proceso de respiración en determinadas prácticas de respiración: cuando somos
capaces de dejar que todo el impulso vital se exprese sin trabas, entonces la
expresión de este impulso produce una entrada de aire, y esa entrada de aire nos
renueva. Entonces responde todo nuestro ser a esta renovación, es nuestra nueva
respuesta, respuesta creadora en cada instante.
Podemos ver los problemas o el grado de realización de la persona observando la
capacidad que tiene de recepción o dé impresión; una cosa es inseparable de la otra.
Cuando existe miedo en el dar, hay también miedo en el recibir. Cuando uno se
protege, se protege del todo, lo mismo que, cuando uno tiene miedo, no puede
respirar profundamente. En la vida misma, observando nuestra dinámica natural,
tenemos el medio para realizar un trabajo de ahondamiento, de desprendimiento, de
autodescubrimiento constante de nosotros mismos.
Y esos dos movimientos: inspiración/espiración, recibir/expresar, tienen un tiempo
de silencio, momento en que uno ni expresa ni recibe, instante en el que uno no hace
nada, lapso de tiempo en el que parece como si la existencia se suspendiera por un
momento, como si por un instante se detuviera el proceso del devenir. Esto que nor-
malmente pasa inadvertido es la puerta de entrada a una Realidad Superior.
Cuando estamos vertidos en el movimiento de entrar y salir, nos realizando
horizontalmente; pero, cuando aprendemos a estar despiertos, presentes, en el
Silencio, en aquel momento en que no hay acción -pero que no hay acción de un
modo natural, no una falta de acción que uno haya producido forzando y acallando
La Persona y su acción Guía didáctica
52
su mente, sino un silencio que es el producto de haberlo dado todo, de haberlo
entregado todo, de haber vivido del todo el instante-, entonces este silencio que
ocurre es un silencio realizador, un silencio que nos conduce, no a nuevos
conocimientos, sino a la conciencia de lo que es el eje de toda la experiencia, a lo
que es la Persona Profunda, la Persona Central, este ―yo‖ Espiritual del que estamos
hablando.
El ejercitamiento físico, la respiración, todas las prácticas que se hagan, son
ayuda, son medios de trabajo. Pero, cuanto más profundamente lleguemos a
comprender que nuestra realización depende de nuestra entrega total en el instante,
de este abrirnos a la situación de un modo pleno, sea cual sea la situación, tanto si
son en las prácticas, como en los negocios, como en la situación familiar, cuanto más
veamos que el secreto de esta realización está en que todo ―yo‖ me exprese en cada
instante del todo, entonces es cuando convertiremos cada momento de la vida en un
instante de trabajo, en un instante de Realización.
Hasta que llega un momento en que ya no hay que romper resistencias, porque
hemos ido sintonizando con esa dinámica que desarrolla todo cuanto existe, un
momento en que ya podemos vivir dinámicamente, pero en un silencio profundo,
porque hemos descubierto que el Silencio y la Acción Exterior son dos planos
distintos del mismo Ser, un silencio profundo que lo envuelve todo y una expresión
de ese silencio que es lo que llamamos Manifestación.
4.6 El valor de la autenticidad.
Toda obra original es valiosa, sobre todo si pensamos en algunas esculturas y
pinturas, cualquier copia tendrá algunos rasgos que la hacen diferente e imperfecta
de acuerdo al original. Por el hecho de existir y poseer unas características y
cualidades propias, todos somos "originales", pero no quiere decir que somos
personas "de una pieza", íntegros, es decir, auténticos.
El valor de la autenticidad le da a la persona autoridad sobre sí mismo ante sus
gustos y caprichos, iniciativa para proponerse y alcanzar metas altas, carácter
estable y sinceridad a toda prueba, lo que le hace tener una coherencia de vida.
El deseo de superación siempre será bien visto, pero con relativa frecuencia
perdemos tiempo en querer ser precisamente lo que no somos: porque en ocasiones
gastamos más de lo que tenemos para dar la apariencia de un muy buen trabajo o
una mejor posición económica, no se diga en el modo de comportarse o de vestir
según el círculo social al que queremos pertenecer; copiar el estilo de hablar
elocuente o gracioso que utiliza otra persona, o la tendencia a participar activamente
en conversaciones como conocedor y erudito, sin tener el mínimo conocimiento. En
resumidas cuentas, esta manera de ser se debe a la falta de aceptación de sí mismo.
En ocasiones la auto-aceptación se hace más difícil por lamentarnos de lo que no
tenemos. En distintos momentos y circunstancias personas han dicho: "si hubiera
nacido en una familia con mejor posición económica, otra cosa hubiera sido"; "si yo
tuviera las cualidades que (aquel) tiene..."; "si hubiera tenido la posibilidad de una
La Persona y su acción Guía didáctica
53
mejor educación..."; "si se me hubiera presentado esa oportunidad..." ¿No es
también una pérdida de tiempo de la que hablamos al principio?
Pensar y analizar lo que somos, nos lleva a encontrar pequeñas -e incluso
grandes- incongruencias en nuestra persona: si nos dejamos llevar por la opinión
general de las personas que frecuentamos, es posible entrever una conducta
mecánica, y tal vez contraria a nuestros valores. ¿Cuántas veces callamos nuestro
punto de vista por temor a quedar mal y ser relegado? Se ha visto a personas entrar
casi "de incógnitos" a la iglesia, por temor a verse sorprendido por alguno de sus
conocidos que pase en ese momento por ahí. Una persona congruente reacciona,
opina y actúa siempre de acuerdo a sus convicciones y su formación.
Reflexionar sobre lo que queremos ser, debe ir acompañado de propósitos con
metas alcanzables. ¿Qué hace la persona que es excelente conversador?, se da
tiempo para leer, para informarse, para aprender a contar anécdotas. ¿Cómo es que
aquel compañero de trabajo es tan eficiente?, estudió, profundizó y aprendió aquellos
temas que eran de su particular interés, además de una autodisciplina que lo hace
realizar las cosas con orden. ¿Por qué un amigo es capaz de interpretar cualquier
melodía que le piden en una reunión? Seguramente aprendió música y dedica tiempo
suficiente para practicar. Toda persona que posee una serie de características
distintivas, ha puesto empeño y esfuerzo en lograr "lo que quiere ser".
Para ser auténticos hace falta algo más que copiar partes de un modelo, como si
quisiéramos adueñarnos de una personalidad que no nos pertenece, o peor aún,
pasar la vida esperando "la gran oportunidad" para demostrar lo que somos y lo que
podemos lograr. Las experiencias, el conocimiento y la lucha por concretar
propósitos de mejora, hacen que con el tiempo se vaya conformando una
personalidad propia.
4.7 ¿Qué hacer entonces para ser auténticos?
Evitar la mentira y la personalidad múltiple. Ser el mismo siempre,
independientemente de las circunstancias.
Luchar contra la vanidad. Que nos lleva a elevarnos por encima de lo que somos
para cubrir nuestras flaquezas o exaltar nuestras cualidades. Vivir de acuerdo a
nuestras posibilidades, evitando lujos fuera de nuestro alcance.
Prepararnos para adquirir aquellas destrezas o habilidades que nos hacen falta
para el trabajo o para sacar adelante a la familia.
Cooperación y comprensión para evitar el deseo de dominio sobre los demás,
respetando sus derechos y opiniones.
Ser fieles a las promesas que hemos hecho, de esta manera, somos fieles con
nosotros mismos.
Cumplir responsablemente con las obligaciones que hemos adquirido en la familia
o el trabajo.
La Persona y su acción Guía didáctica
54
Hacer a un lado simpatías e intereses propios, para poder juzgar y obrar
justamente.
Esforzarnos por vivir las leyes, normas y costumbres de nuestra sociedad.
No tener miedo a que "me vean como soy". De cualquier manera, mientras no
hagamos algo para cambiar, no podemos ser otra cosa.
La autenticidad da a la persona una natural confianza, pues con el paso del
tiempo ha sabido cumplir con los deberes que le son propios en el estudio, la familia
y el trabajo, procurando perfeccionar el ejercicio de estas labores superando la
apatía y la superficialidad, sin quejas ni lamentaciones. Por la integridad que da el
cultivo de este valor, nos convertimos en personas dignas de confianza y honorables,
poniendo nuestras cualidades y aptitudes al servicio de los demás, pues nuestras
miras van más allá de nuestra persona e intereses.
La autenticidad es un valor que universalmente cautiva, sobre todo, en un mundo
donde abunda tanto la falsificación y donde se han refinado sobremanera las
técnicas de la manipulación de la sociedad y de los individuos.
La educación en la autenticidad va tan ligada a la propia realización, que de ella
dependen en parte los resultados de una vida integrada o identificada con el propio
fin y con la propia vocación. Por otra parte, es un compromiso muy serio e
insoslayable, que no se resuelve con cualquier receta, y por eso, las soluciones
equivocadas, los engaños y las falsificaciones abundan.
Ante este panorama brota del interior la pregunta tan antigua y siempre actual:
¿Quién es el hombre auténtico? Es aquel en el que la expresión de sus sentimientos,
tendencias, voliciones y pensamientos procede directamente y en conformidad con
su identidad íntima y esencial. La pregunta de quién es la persona auténtica se
transforma de inmediato en esta otra: ¿qué es el hombre?
No faltan las respuestas: la mayoría quedan muy cortas; no hacen honor al
hombre, lo degradan a la condición de animal. Otras, lo deprimen en una atmósfera
de nihilismo existencialista. Esto sugiere que todo intento del hombre de
autodefinirse a sí mismo y con las fuerzas de la sola razón y su ciencia no produce
resultado. Hay en el hombre un misterio que se siente, pero que la razón no alcanza
a dar razón. Se hace necesaria la iluminación de arriba: la luz de la revelación y de la
fe; sólo bajo su luz se descubriría la identidad plena del hombre. Hay personas no
creyentes que ostentan un elevado grado de moralidad y de coherencia, pero debido
a la ausencia de fe, ulteriores dimensiones ínsitas de su dinamismo espiritual se han
quedado frustradas o falseadas.
Teniendo en cuenta este punto de vista hay dos modos opuestos de pensar la
autenticidad. Dos jóvenes que se preguntan por la autenticidad de lo que sienten
dentro, ellos que son un volcán de sensaciones; dos pedagogos que intercambian
puntos de vista sobre la autenticidad del comportamiento humano; dos psicólogos
que escriben los resultados de sus investigaciones… dejan la impresión de que no
todos están de acuerdo sobre en qué consista la autenticidad.
La Persona y su acción Guía didáctica
55
Un primer modo de entender la autenticidad es en sentido vitalista, la expresión
absolutamente espontánea del mundo interior, la liberación de cualquier represión.
Hay hoy escuelas psicológicas y educativas que sostienen tal idea de autenticidad: el
dar curso libre a todos los impulsos instintivos para liberar a la persona y que sea ella
misma. Lo contrario, es sinónimo de falseamiento y frustración según estas escuelas.
El otro modo de entender la autenticidad es siempre con referencia a la esencia
espiritual del hombre. Sus días no son una yuxtaposición de instantes sino una
historia y una trama que busca un sentido; sus tendencias y aspiraciones están
destinadas a someterse al escrutinio de la conciencia que aprueba o rechaza. En
este sentido, la autenticidad no puede ser expresar un contenido interior sin
represiones, sino un ideal a conquistar de acuerdo con la imagen del hombre integral
que la razón y la fe dibujan en la conciencia.
Entendida en este último sentido, la autenticidad no puede menos de comprender
las tres dimensiones fundamentales de la expresión humana: voluntad, pensamiento
y sentimiento. Autenticidad de la voluntad mediante la identificación con el propio fin;
del pensamiento, mediante la convicción y del sentimiento mediante los conceptos de
jerarquía, compatibilidad y resonancia interior.
Autenticidad del pensamiento: significa estar convencidos. No se trata aquí de
correlación entre lo que se vive y se piensa, sino entre lo que se dice y se piensa. El
pensamiento inauténtico es el que, por no estar convencido de lo que se piensa o
juzga, su hablar se convierte en charlatanería. La autenticidad, por tanto, del
pensamiento depende de la convicción vital acerca de lo que pensamos o juzgamos.
De aquí se deduce la importancia de la misma para toda alma que responde al
llamamiento de Cristo, cuya vida se apoya toda ella sobre ideales y principios tan
característicos. Esta necesidad de estar convencidos para ser auténticos no es algo
que se pueda suplir o paliar con otra cosa, pues no existe alternativa posible. No es
fácil lograr una convicción profunda del pensamiento, ese reconocernos a nosotros
mismos en lo que pensamos, pues muchas veces se vive de impresiones y a la
ligera; otras veces se busca más la propia conveniencia del momento y siempre
existe una tendencia a rehuir el cargar con la responsabilidad del compromiso. Así es
posible vivir sin desposarnos con ninguna convicción vital, aunque de palabra
sepamos elaborar hermosos discursos.
Autenticidad del sentimiento: Hay diversas clases de sentimientos: están los
corporales (hambre, sed, cansancio), están los de índole psíquica, como la tristeza
que oprime, la alegría que exalta, la gratitud que conmueve, el amor que enternece; y
finalmente los sentimientos espirituales, aquéllos que corresponden a una simpatía
afectiva o empatía con el bien y la virtud: suscitados en el alma pro la presencia o
ausencia del bien moral: gratitud, amistad, sinceridad, caridad, pureza, piedad…
Es evidente que dentro de este cuadro de sentimientos debe existir una jerarquía
y compatibilidad. Jerarquía para que la vida del espíritu y en general del hombre, no
sea caótica. Cuando se deja curso anárquico a los sentimientos, la vida de la
persona se hace caprichosa e imprevisible. Cuando los sentimientos corporales
acaparan a la persona, el centro de su personalidad se traslada a la piel o al
estómago y no hay lugar para otros sentimientos. Y lo mismo podemos decir de los
La Persona y su acción Guía didáctica
56
sentimientos meramente psíquicos: en cuanto son puramente sensitivos carecen de
razón y mesura: no buscan sino desahogarse; pero en este desahogo puede llevar a
remolque toda la vida de la persona.
Ahora bien, hay que tener por auténticos aquellos sentimientos que sean
compatibles con la propia vida. Debemos evitar siempre la simulación de los
sentimientos, es decir, aparentar sentimientos que no se llevan dentro. Cuando la
expresión externa de un sentimiento no está fundada en su resonancia interior, el
sentimiento es inauténtico. Esta simulación está muy extendida, debido a los
convencionalismos sociales.
Los Principales escollos de la autenticidad podrían ser los siguientes:
a. El respeto humano y la adaptación a lo que se espera de uno:
Vivimos en un mundo donde las relaciones interpersonales están regidas en gran
parte por el convencionalismo. Así a veces, a un favor, se responde con un ―gracias‖,
o a la confianza depositada en nosotros con un comportamiento que llene las
expectativas de la otra persona. Ello no quiere decir que tales comportamientos no
tengan una razón de ser. Es honesto el que entre las posibles razones que tenga,
para hacer una cosa, sea el agradar o no defraudar a una persona a quien estimo o
quiero.
El peligro está en absorber o incorporar comportamientos puramente desde
afuera, como si tratara de ponernos una capa para representar un papel. Más grave
todavía es el caso de aquellos que viven durante años una vocación, no por
convicción interna, sino por miedo a no defraudar a personas queridas, o por miedo a
la inseguridad que puede encontrar en el mundo, etc. Otra forma de inautenticidad es
la de trabajar por rendir mucho en lo que se me confía, movido por el sólo estímulo
de ganarme la estima de mis superiores. La inautenticidad de este comportamiento
se revela cuando este súbdito, al recibir la corrección de un superior, se aleja
resentido de él. Otro caso es la de quien trabaja sólo para no ser menos que el otro,
motivado por un sentimiento de envidia o el caso de aquel que le domina la vanidad
en ciertas cosas y las hace por el gusto de sentir que lo hace bien, sobre todo si hay
alguien que le observe.
El respeto humano es una de las formas más comunes de inautenticidad: El valor
y la convicción personal es tan deficiente que se quiebra ante la presencia de los
demás. El comportamiento ya no sale de la convicción profunda, sino que es juguete
del miedo al qué dirán o pensarán los demás.
Lo anterior nos lleva a ver que un método de formación basado en la auto
convicción, e interiorización de la conducta, ya sea en el trato social o en el
cumplimiento del propio deber, es el recomendable.
b. La inautenticidad por conformismo.
Es contrario a la autenticidad el tipo de individuo que es producto del medio
ambiente. El conformismo se produce cuando, al margen de las exigencias de la
La Persona y su acción Guía didáctica
57
propia vocación, el individuo se conforma con valores, actitudes y comportamientos
del mundo y del medio ambiente.
Entre las posibles clases de conformismo podemos distinguir el conformismo de
las costumbres y el de las ideas: un ejemplo del primero es el de las personas que
siguen la moda, sin otra razón que la misma moda, o en el caso de una persona
entregada a Dios, la adopción de una conducta inspirada en modelos mundanos: olor
al mundo por el vocabulario, por su modo de ver las cosas y hasta por el género de
actividades que desarrolla. El conformismo ideológico es más elegante, más sutil,
más insidiosos que el anterior. Se da mucho entre jóvenes y aún en adultos
inmaduros. El joven en el afán de autoafirmarse, quisiera inventar todo nuevo. Ahora
bien, este anticonformismo suele estar en ellos programado por intereses y fuerzas
ajenas a él mismo, convirtiéndose así en un conformista ideológico. Esto sucede, por
ejemplo, cuando son ganados por causas subversivas y revolucionarias de signo
totalitario que ostentan los slogans de justicia, libertad, democracia…
En la vida religiosa se pueden encontrar situaciones análogas. Las ideas nuevas,
bizarras, diferentes, son especialmente sugestivas para temperamentos orgullosos,
vanidosos, hambrientos de notoriedad. Además parece lógico que toda persona
sueñe con llegar a ser alguien: un gran filósofo, literato, investigador… El
conformismo radica aquí en que sintiéndose todavía vacíos y como inéditos,
fácilmente se rinden ante todo lo novedoso y diferente, aunque vaya en contra de
actitudes previamente y solemnemente abrazadas de acuerdo con su fe y estado de
vida.
Hay un conformismo leve que es fruto de ciertas salpicaduras del mundo y del
medio ambiente, y otro grave, consecuencia de la falta de identificación con la propia
vocación. Ahora bien, es necesario hacer la observación de que por evitar el
conformismo no hay que caer en la rigidez. ¿Cómo impedirlo? La mejor garantía es
poseer en nuestro interior la substancia profunda y convencida de todo nuestro vivir y
comportarnos, y eso nos dará aquella fuerza plástica para en todo momento
influenciar nosotros el ambiente y no viceversa.
c. La inautenticidad por busca de notoriedad:
Esta tendencia a la notoriedad puede expresarse de diversas maneras:
generalmente, se caracteriza por la adopción de una postura ficticia en contradicción
con el credo íntimo, en nuestro caso con los principios de una vida entregada que
aspira a la imitación de Jesucristo y a la difusión de su Reino. La búsqueda de la
notoriedad es siempre obra del yo que busca afirmarse y ser tenido en cuenta por los
demás. Los caminos para llamar la atención son innumerables: tendencias
sistemática a opinar diversamente de los demás; el arreglo personal, los gustos
artísticos, los modos de hablar o gesticular, la ubicación dentro de un grupo de
personas… un comportamiento social muy obsequioso, laudatorio, servicial o duro y
severo…
La Persona y su acción Guía didáctica
58
d. Adoptar un papel falso:
Hay personas que dentro de su vida consagrada no se identifican plenamente con
lo que son y con lo que profesan. En este caso, la necesidad y ansia de vivir les
conduce a adoptar papeles falsos en cierta medida compensatorios de esta carencia
de identidad. Así podemos encontrar el tipo literato, el tipo musical, el tipo filósofo, el
tipo práctico, el tipo social, el tipo incomprendido, el tipo piadoso, el tipo víctima.
Quede claro, sin embargo, que así como se dan estos tipos falsos, también se
pueden dar los mismos tipos, pero verdaderos, es decir, como característica de un
tipo fundamentalmente bien identificado con su vocación.
La tendencia a adoptar un papel falso puede compensar inmediatamente, pero a
la larga se paga caro en términos de realización personal: el sentimiento de fracaso,
de vacío es su saldo.
Frente a este panorama, ser auténtico se entiende como un ideal de ser uno
mismo y no otro, ser tú mismo y no una máscara. Y este compromiso es el mayor
que nos puede corresponder: él resume todos los demás. Y puesto que no sólo
poseemos una naturaleza humana, sino que también somos portadores de una
naturaleza divina, de ahí que nuestro compromiso de ser auténtico se desdobla en
dos: a saber, el de identificarnos plenamente con nuestra racionalidad y el de
coincidir vitalmente con nuestra fe y vocación sobrenatural.
En torno a esta doble identificación, se desarrolla ulteriormente el trabajo por
llenar de autenticidad nuestra voluntad, nuestro pensamiento y el mundo de nuestros
sentimientos. Tarea ésta que no se puede llevar a cabo sin estar muy alertas a las
tentaciones, maniobras y posibilidades de inautenticidad. Las actitudes de sinceridad
vital, de congruencia lógica del comportamiento, de examen profundo, de continua
conversión, de identificación plena con la vocación, son normales y necesarias para
el cultivo de actitudes, posturas de vida auténtica: ―La verdad os hará libres‖.
La Persona y su acción Guía didáctica
59
Elabora Un mapa conceptual sobre los escollos de la autenticidad.
…………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………
…
Compara En el siguiente cuadro establece las comparaciones entre los diferentes escollos de la autenticidad
Escollos PRINCIPALES CARACTERISTICAS
Adoptar un papel falso
1.- 2.- 3.-
Búsqueda de notoriedad
1.- 2.- 3.-
Conformismo
1.- 2.- 3.-
Respeto humano
1.- 2.- 3.-
Identifica En el Texto básico algunos caminos que se nos recomienda para ser auténticos.
1.-
2.-
3.-
4.-
1.-
2.-
3.-
4.-
Actividad 04
La Persona y su acción Guía didáctica
60
Marca la respuesta correcta:
1. ¿Cuál de las afirmaciones
siguientes no pertenece a la
autenticidad?
a. inmediata
b. inteligente
c. sencilla
d. diligente
e. irreflexiva
2. ¿Cuál de las siguientes acciones
no es propia de la autenticidad?
a. deliberación
b. valoración
c. evidencia
d. claridad
e. a y b
3. ¿Cuál de las opciones no resulta
de un comportamiento auténtico?
a. satisfacción
b. placer
c. gozo
d. felicidad
e. plenitud
4. ¿Qué cosa no es autenticidad?
a. honradez
b. prontitud
c. automatismo
d. claridad
e. evidencia
5. ¿Qué se obtiene por el cultivo de la
autenticidad?
a. rechazo
b. confiabilidad
c. antipatía
d. amistad
e. confianza
Responde verdadero (V) o falso
(F)
¿Cuál de las siguientes afirmaciones
corresponde a la autenticidad?
6. ( ) ser auténtico se entiende
como un deber de ser uno mismo y
no otro, ser tú mismo y no una
máscara.
7. ( ) la necesidad y ansia de vivir
conduce a algunas personas a adoptar
papeles en cierta medida
compensatorios de su carencia de
identidad.
8. ( ) nos sentimos insatisfechos
cuando nuestro valor queda afirmado,
confirmado, aceptado o reconocido por
los demás
9. ( ) El otro modo de entender la
autenticidad es siempre con referencia
a la esencia espiritual del hombre.
10. ( ) El conformismo ideológico se
da mucho entre jóvenes y aún en
adultos inmaduros.
Autoevaluación 04
La Persona y su acción Guía didáctica
61
II UNIDAD
NATURALEZA Y CULTURA
HUMANA
Fuente: Galán Salazar, Y. (2007) Identidad y diversidad cultural.
“La ventaja que sacarás de la filosofía será hacer sin que te lo manden, lo que otros harán por temor a
las leyes” Aristóteles
CAPACIDAD Analiza el misterio y la complejidad de la naturaleza del ser humano,
adquiriendo nuevas ideas para explicar su propia existencia humana.
La Persona y su acción Guía didáctica
62
Tema 05: Unidad y diversidad
Déjame sólo un poco de mí mismo
para que pueda llamarte mi todo.
Rabindranath Tagore
Fuente: Galán Salazar, Y. (2007) Identidad y diversidad cultural.
Introducción al Tema:
La noción de persona implica las notas de unidad, totalidad y subsistencia. Decir
que un hombre es persona, es decir que la profundidad de su ser es un ser en sí, un ser
por si, con una modo propio de tener naturaleza ―queremos decir, tal como la
designamos, que la persona es un absoluto respeto de cualquier otra realidad personal o
social y de cualquier otra persona humana. Jamás puede ser considerada como parte de
un todo: familia, clase, estado, nación, humanidad
¿Son la unidad y diversidad
realidades opuestas por
principios?
……………………………………
……………………………………
……………………………………
……………………………………
……………………………………
……………………………………
……………………………………
……………………………………
……………………………………
……………………………………
Ubicación del tema en el Texto básico Importante:
El tema Nº 5 se ubica en el Capítulo II del Texto Básico, desde la página 101
hasta la hasta la 117.
Recuerda trabajar conjuntamente el texto básico y la guía didáctica ya que
ambos se complementan.
Los apuntes temáticos que siguen a continuación se proponen organizar y
resumir los contenidos sin que ello signifique agotar la iniciativa de cada
estudiante en buscar otras fuentes, principalmente el Texto Básico.
La Persona y su acción Guía didáctica
63
5.1 Comunidad de naturaleza y dignidad.
Toda persona humana por el hecho de ser persona tiene cualidades que la
identifican como tal; lo es la singularidad, la autonomía, la apertura. La singularidad es
aquella cualidad de la persona humana que implica no sólo separación real y
diferenciación numérica. Sino distinción cualitativa, en virtud de la cual cada hombre es
quien es, diferente de los demás. Desde este punto de vista la singularidad personal hace
ser al sujeto consiente de sus propias posibilidades y de sus propias limitaciones, facilitan
el cultivo de su intimidad.
En virtud de su autonomía el hombre es de algún modo principio de sus propias
acciones. La máxima expresión de su autonomía, es la capacidad de gobierno de sí
mismo, es decir, la posesión y el uso efectivo de la libertad. El camino de la verdadera
perfección del hombre puede ser considerado como un despliegue sucesivo de las
posibilidades de obrar libremente. En la persona humana se realiza la paradoja de una
incomunidad absoluta en el ser y al mismo tiempo una necesidad existencial de apertura.
En tres niveles se desarrolla la capacidad de apertura. El objetivo, el social y el
trascendental.
- Nivel objetivo es la apertura del hombre a las cosas que le rodean, al mundo objetivo
del cual recibe los primeros estímulos necesarios para su vida cognoscitiva.
- El nivel social es determinado por la existencia de otros sujetos con los que
necesariamente tiene el hombre que vivir para desarrollar eficazmente su
personalidad.
- El nivel trascendental, es decir, la posibilidad que el hombre tiene por preguntarse
por la existencia de algo que trasciende a la realidad que le circunda y la posibilidad
de entablar relación con él. En definitiva, la posibilidad de vida religiosa.
La noción de persona implica las notas de unidad, totalidad y subsistencia. Decir que un
hombre es persona, es decir que la profundidad de su ser es un ser en sí, un ser por si,
con una modo propio de tener naturaleza, equivale a decir, que la persona es un absoluto
respeto de cualquier otra realidad personal o social y de cualquier otra persona humana.
Jamás puede ser considerada como parte de un todo: familia, clase, estado, nación,
humanidad. Ninguna otra persona, y con mayor razón, ninguna colectividad, ningún
organismo puede utilizarla legítimamente como medio. Como la persona es un valor en sí
misma, toda doctrina que disminuya o destruya su valor óntico, como reducirla a uno más
de entre los seres de la naturaleza es completamente opuesta. Esa primacía óntica de la
persona se despliega en un abanico, de posibilidades étnicas, sociopolíticas y
pedagógicas.
La actividad de la persona no puede cifrarse en un repliegue absoluto sobre sí misma, ni
en una apertura total hacia los demás que destruya su intimidad1. La noción de existencia
1 En el lenguaje filosófico medieval y en su concepto de persona, recordemos que en Santo Tomás de
Aquino, la persona significa “lo que es máximamente perfecto en toda naturaleza a saber. Lo subsistente de
naturaleza racional”. Y en Boecio “substancia individual, de naturaleza racional”. Podemos ver que la visión
correcta se halla en considerar que el hombre es persona esencialmente y que la persona es una realidad
subsistente, principio de actividad que se despliega en una doble dirección o movimiento: de interiorización y
La Persona y su acción Guía didáctica
64
personal delimita a la persona como una síntesis dialéctica de naturaleza y
trascendencia, objetividad y subjetividad, mediación y libertad. Naturaleza y
trascendencia son principios dialécticos y no términos de la persona. Sólo en el orden
personal se superan tales disyuntivas por el requerimiento reciproco de aquellas dos
dimensiones. Si por su naturaleza (existencia incorporada) el hombre posee una
individualidad en cuanto que es un ser individual. Un fragmento de una especie, una
parcela del universo físico a cuyas leyes vive sometido, por su forma espiritual. Abierta a
la trascendencia, a través del conocimiento y el amor, el hombre actúa como persona.
Merced al conocimiento abarca el Universo en toda su extensión merced al amor puede
darse libremente a otros seres, realidades subjetivas recíprocas, en cuya relación se
planifica su personalidad.
La individualización y socialización no son dos elementos o estratos que compongan al
hombre, sino dos dimensiones descomponibles, solo conceptualmente, dos extremos de
un basculante movimiento cuya conjunción posibilita la antropogénesis personal, es decir,
el desarrollo del ser humano como un microcosmos en plenitud y totalidad.
Uno de los caracteres constitutivos de la ausencia de la persona humana, también mas
conocidos en la tradición filosófica es el de su relacionabilidad. Si por el acto de ser la
persona subsiste como una unidad y totalidad ontológica, por ese mismo acto de ser la
persona es capaz de relacionarse o abrirse al universo del ser. La persona es. Por su
misma naturaleza, principio agente, actor y creador de sus propios actos; pero no loes de
un modo absoluto, sino relativo, abierto y comunicativo. Con razón la filosofía clásica se
refiera a esa nota característica de la capacidad relacional de la persona al definir a esta
como ―la substancia de un ser individual abierto por su naturaleza racional a la amplitud
infinita‖.
Mas la persona, como es sabido, no solo es capaz de establecer relación con las cosas,
con el mundo natural transformado en los tres pilares fundamentales de la cultura (la
ciencia, la técnica y el arte), sino que va a depender esencialmente de la relación que
establezca ―con el otro‖ y ― con los otros‖. El ser con no es una disposición que la
persona adquiera en el transcurso de su desarrollo existencial sino que es un rasgo
absolutamente connatural y necesario que posibilita desde la misma esencia de la
persona, el que esta llegue a ser lo que es.
Por lo que la persona por naturaleza y por su misma indigencia natural es un ser
relacionable, comunicable, esa relación con el otro puede tener distinta significación. En
le latín hay dos palabras referidas al otro (alius, alter) que expresan bien esa diversidad
de situaciones y que de forma traslaticia pueden servirnos en este caso. El otro en cuanto
indeterminado (alius) y el otro en cuanto ser personal, determinado y concreto (alter). La
relación de alienidad es aquella en la que existe otro individual como elemento de
relación, pero sin que ese otro tenga relevancia y sea en sí centro de la relación; y la
de exteriorización. En las filosofías contemporáneas de la persona, especialmente en las que han subrayado
los aspectos metafísicos y éticos de la personalidad se puede advertir esa oscilación entre la insistencia en la
trascendencia y en la apertura, por un lado, y en la insistencia en la autenticidad y en el ser sí mismo por otro.
Por aquel movimiento de interiorización, la persona en su proceso de desenvolvimiento y construcción, es
una moción interrogativa que va cuestionándose los conocimientos y los niveles de valorización alcanzados
con respeto a sus modelos anteriores superados.
La Persona y su acción Guía didáctica
65
conducta de alteridad, en la que el otro no es solo elemento individual de la relación sino
fin y sujeto agente de una relación en la que se tiene en cuenta la vida personal y la
situación real del otro.
Las dos direcciones fundamentales a las que esta abierta la persona humana que se
exigen y complementan son la dirección hacia si misma y hacia fuera; por la primera, la
persona busca la comprensión de si misma la reflexión, el autoconocimiento, la intimidad,
el silencio, la creatividad, son algunas de las manifestaciones de esa vía ad extra de la
persona. Individualidad y exterioridad (alteridad) se implementan y exigen en la
constitución del ser personal2.
En efecto, el valor de la existencia del yo (como salida de sí mismo) del encuentro y de la
comunicación interpersonal y social, puede considerarse una cuestión nuclear de la
reflexión filosófica, antropológica y pedagógica de nuestro tiempo.
5.2 Diversidad personal y diversidad de acción
Cuando actuamos, nuestra conducta afecta a los demás y a nosotros mismos: el uso de
la libertad y la acción humana modifican las situaciones. El uso de la libertad tiene
siempre unas consecuencias. Es muy corriente hablar de libertad, pero no siempre se
insiste lo suficiente en que uno es responsable de sus actos, y de las modificaciones que
conlleven sus actos. Vamos a considerar la relación entre la libertad social y la
responsabilidad y autoridad. El exceso de libertad social, y el consiguiente defecto de
responsabilidad y autoridad, puede ser llamado permisivismo. Es un modo de pensar y
actuar que hoy ha llegado a ser predominante en muchos países desarrollados, en
especial a partir de 1968. El permisivismo asume una tesis digna de apoyo: el pluralismo,
la diversidad y la tolerancia son valores irrenunciables, que adoptan la forma de un ideal
al que aspirar, a partir del hecho evidente de que somos distintos, y hemos de
respetarnos como somos. El proceso cultural de los tres últimos siglos nos ha enseñado
que esa pluralidad no es una pérdida, sino una ganancia. De todos modos no ha sido, ni
es actualmente, un proceso carente de traumas: basta pensar en el trato que reciben los
emigrantes de países pobres en los distintos estados occidentales.
El Esquema 5 nos muestra los elementos que se organizan alrededor de la unidad y
diversidad del ser humano:
2 Los psicólogos y los filósofos que han intentado profundizar en el misterio que entraña a cada persona por
sí mismo lo sitúan y lo descubren en un doble movimiento; de referencia unificadora en misma (la persona
marca con su sello. Con su singularidad, todo lo que asimila y crea; es una potencia asimiladora de
unificación) y de dinamismo por libre adhesión que obliga incansablemente a la persona a salir de si misma,
a proyectar su propio ser hacia otro, a hacerse aceptar y reconocerse por el, a dar libremente algo de si y a
darse. El amor es la realización y explicitación de este acto.”
La Persona y su acción Guía didáctica
66
El respeto al pluralismo es un valor que transciende con mucho a la tolerancia del
permisivismo. La ideología tolerante es el desarrollo lógico de la visión liberal del hombre,
arraigada principalmente en el mundo anglosajón y germánico. Según esa visión, la
libertad consiste sobre todo en emancipación, es decir, independencia, autonomía
respecto de cualquier autoridad: se considera que cada uno es la única autoridad
legisladora sobre sí mismo y la autoridad civil no pasa de ser un simple árbitro, que
organiza los intereses de individuos que eligen libremente lo que quieren. A esto le
añaden la idea de que, mi libertad termina donde empieza la de los demás, pero ambas
se relacionan poco: yo puedo hacer lo que quiera mientras no perjudique a nadie. Éste
sería el único criterio para decidir lo que se puede o no se puede hacer: mientras no se
lesionen los derechos de los demás, cada uno puede actuar como le plazca. El problema
de ese principio está en que en realidad no hay ninguna acción que no tenga influencia
en los otros, pues cada uno al elegir, se elige, forma un carácter, una historia que influirá
de un modo u otro sobre los hombres que le rodeen. O, lo que es lo mismo, en la medida
en que el hombre es persona, su realización no es independiente del resto de los
hombres, sino que tiene una dimensión relacional. La idea de ser un, individuo aislado, no
es más que una abstracción racionalista que no quiere enfrentarse con la realidad de la
vida. El principio de no hacer daño a otros es un criterio necesario, pero no es el único.
Encerrar a la gente en ese egoísmo constitutivo es empobrecerla. La tolerancia entendida
como permisivismo pretende excluir cualquier forma de reproche hacia conductas
distintas a las que nosotros practicamos. Esto se llama, corrección política. Consiste en
no reprochar a nadie su conducta y evitar cualquier signo que pueda ser interpretado
como discriminatorio. Es un mundo en el que el lenguaje adquiere un poder tremendo: se
interrumpe el embarazo, se produce una muerte dulce, se adopta una estrategia de
Esquema: 05
UNIDAD Y DIVERSIDAD
DIVERSIDAD DE ACCIÓN
Diversidad
Personal
COMUNIDAD
DE
NATURALEZA
Dignidad
Personal
Apertura
aperturaAcción
Autonomía Singularidad
Nivel Objetivo Nivel Social N. Trascendental
La Persona y su acción Guía didáctica
67
plantilla, se usa la @ como pretendido símbolo de neutralidad sexual, se habla de nuevos
modelos de familia, de avances hacia la democratización de la institución familiar o de
familias homosexuales, etc. Sobre todo, se predica un mundo en el que todo (palabras,
contenidos de las palabras, la realidad, etc.) sea evitar un grado de compromiso elevado.
La verdad se trastoca por opinión: lo importante es tener algo que decir, no saber lo que
son las cosas. Así, el paradigma de la sabiduría es el talk-show televisivo, siempre a
condición de que no se llegue a acuerdo, de que haya un polémico y estéril debate de
posturas necesariamente enfrentadas. La afirmación de la verdad es considerada como
fundamentalismo; el respeto a una moral se reduce a una convicción subjetiva e
incomunicable. (6)
Una cosa es respetar el pluralismo y otra imponer una tolerancia al precio de la
pérdida de todo contenido, al precio de la anulación de la actitud benevolente: si las
cosas son como son, ¿por qué no puedo exigir que se respeten? Se confunde la libertad
con un encontrarse solo, que niega que se pueda saber nada acerca de la realidad y que,
por tanto, encierra al sujeto en sus propias convicciones. Ahora bien, si ningún tipo de
convicción tiene más entidad que su contraria, ¿por qué voy a tener que incluir de un
modo dogmático la obligación a ser tolerante o a respetar la libertad del otro? Si nos
olvidamos del valor de lo real y de nuestro posible acceso a ello nos encontramos
también sin motivos para ser tolerantes.
Los límites de la ideología tolerante aparecen de un modo especial cuando se
quiere excluir del juego al que no es tolerante. Desde la absolutización de la tolerancia,
¿hay algún motivo para no aceptar la intolerancia como opción?, ¿y si la quiere la
mayoría de un pueblo?, ¿y si quieren algo que va contra el propio ser humano? De
nuevo, son preguntas que sólo se pueden responder desde una consideración de la
naturaleza humana: o hay una legalidad que pertenece a todo ser humano o, ante los
argumentos de la fuerza, sólo nos cabe unirnos a ellos o huir. Si el hombre debe ser
tolerante es porque en él hay una verdad que defender: el carácter situado de su libertad.
Es decir, la existencia de esa combinación entre libertad y respeto a lo que ya es.
El defecto contrario a la tolerancia absoluta está en decir que la libertad es menos
importante que asegurar que ésta se use bien y que, por tanto, se necesita una autoridad
fuerte encargada de decidir por todos lo que hay que hacer. El autoritarismo es una
institucionalización de la actitud paternalista, y lleva consigo un desprecio a la persona ya
que la considera incapaz de ser responsable de sí misma. El autoritarismo trata a sus
hombres como a niños, como a imbéciles. El autoritarismo considera que no se puede
correr el riesgo de que la gente sea libre, porque actuarían mal, porque no sabrían serlo.
Hoy en día, el autoritarismo más temido se conoce con el término de fundamentalismo,
un amor radicalizado a la tradición y de inspiración religiosa. El fundamentalismo suele
apoyarse en una doctrina moral muy estricta y puede tener ramificaciones políticas,
puesto que su intención es reorganizar moral y religiosamente la sociedad. El justo medio
de la libertad social no puede prescindir ni de la libertad ni de la autoridad: ambas son
necesarias. Para ello pone el acento en la responsabilidad social de las personas.
(6) Yepes Stork, R. (2004). Fundamentos de Antropología. Madrid: EUNSA (pág. 325-328)
La Persona y su acción Guía didáctica
68
Conseguir un uso responsable de la libertad obliga a preocuparse de que el
sistema educativo transmita valores morales, y no sólo contenidos neutros. El hombre es
un ser abierto: por lo tanto, hay una responsabilidad de enseñar a ser libre por parte de
los estratos sociales dedicados a la educación, en especial las familias, pero también las
escuelas, universidades, medios de comunicación, etc. pues el hecho de ser libre no
garantiza que cada sujeto optimice las posibilidades de su libertad. Por otra parte, es
cierta la afirmación de muchos convencidos liberales, de que la libertad es el motor de la
historia y de la sociedad entera. La creatividad humana no se despliega si no es en un
clima de libertad que la permita y aliente.
Por ejemplo, un Estado que no estimule a los empresarios a invertir creará
pobreza, no riqueza. La libertad es especialmente necesaria en el terreno económico y
social: es preciso un clima de confianza y de apoyo a la iniciativa privada. Ésta es la
mayor riqueza de una sociedad. Sólo los pueblos libres son capaces de progresar.
Cuando no hay libertad, la vida social se paraliza, decae la búsqueda de la verdad,
desaparece la responsabilidad y la iniciativa, sobrevienen nuevas formas de miseria.
Para que todo esto se dé, es preciso que la autoridad no sea despótica, sino
política, que respete el ser propio de las personas, que tenga una actitud benevolente
hacia ellas. La autoridad política es aquella que trata a los inferiores como a seres libres,
capaces de ejercer la inteligencia: las órdenes de la autoridad política se dan mediante el
lenguaje, y se espera que el receptor las entienda y ejecute, poniendo en ellas su propia
personalidad, ideas e iniciativa. La autoridad política es la única verdaderamente
adecuada para mandar sobre las personas humanas. Quizá un niño necesite un mando
sin opción, como por ejemplo: no metas los dedos en el enchufe, o no juegues con fuego,
pero es evidente que esto es porque se encuentra forjando su carácter: una educación, y
un gobierno— es buena cuando sabe incentivar a los hombres a comportarse libremente,
y más todavía cuando aún así sabe coordinarlos en una sinergia cara a la acción común.
Ahora que hemos llegado hasta aquí, además
de felicitarte, te animo a autoevaluarte y
comunicarte conmigo para cualquier duda
La Persona y su acción Guía didáctica
69
Elabora Un mapa conceptual sobre la diversidad personal y diversidad de acción
…………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………
…
Compara En el siguiente cuadro establece las comparaciones entre la diversidad personal y la diversidad de acción.
Diversidad PRINCIPALES CARACTERISTICAS
Diversidad personal
1.- 2.- 3.-
Diversidad de acción
1.- 2.- 3.-
Identifica En el Texto básico la posibilidades que brinda la unidad y la diversidad.
Unidad
1.-
2.-
3.-
4.-
Diversidad
1.-
2.-
3.-
4.-
Actividad 05
La Persona y su acción Guía didáctica
70
Marca la respuesta correcta:
1. ¿Qué manifiesta la persona por
naturaleza y por su misma
indigencia natural?
a. ser un sencillo
b. ser un ser comunicable
c. ser un ser diligente
d. ser un ser primario
e. ser un ser secundario
2. ¿Qué sucede con el hombre en
virtud de su autonomía?
a. es contingente y necesario
b. es inteligente y libre
c. es libre y racional en sus acciones
d. es principio de sus propias acciones
e. es un fin en si mismo.
3. ¿Qué notas no implica la noción de
persona?
a. sólo d
b. c, d y e
c. unidad
d. totalidad
e. subsistencia
4. ¿Qué sucede en el uso de la
libertad y la acción humana?
a.se altera la realidad
b.se crean expectativas
c. se involucra a la sociedad
d.se modifican situaciones
e. se altera la intimidad
5. ¿Qué valor trasciende el ejercicio
del pluralismo?
a. la virtud
b. la empatía
c. la constancia
d. la tolerancia
e. la fortaleza
Responde verdadero (V) o falso
(F)
¿Cuál de las siguientes afirmaciones
corresponde a la autenticidad?
6. ( ) no hay ninguna acción que no
tenga influencia en los otros.
7. ( ) el autoritarismo es una
institucionalización de la actitud
maternalista.
8. ( ) La idea de ser un, individuo
aislado, no es más que una
abstracción idealista.
9. ( ) el uso responsable de la
libertad obliga a preocuparse de que el
sistema educativo transmita valores
morales, y no sólo contenidos neutros.
10. ( ) el respeto a una moral se
reduce a una convicción subjetiva e
incomunicable.
Autoevaluación 05
La Persona y su acción Guía didáctica
71
Tema 06: Naturaleza y Cultura Humana Nosotros no recibimos de la naturaleza ninguna de las virtudes morales;
llegamos a ser buenos y justos del mismo modo que uno aprende
a ser buen arquitecto o buen músico. Aristóteles
¿Qué es lo natural en el Hombre?
Introducción al tema:
Actualmente manejamos una noción comúnmente aceptada, según la cual cultura
es la distinta forma de ser, sentir, pensar y actuar de los seres humanos, por lo que se
deduce que la cultura es la interacción entre personas y entre éstas y su entorno. Se trata
del comportamiento de los seres humanos consigo mismos y de la forma como su
actividad afecta el territorio que ocupan. Todo esto está asociado con las pautas de
convivencia de realización plena de los pueblos y su búsqueda del bienestar colectivo e
individual, lo que históricamente se traduce en las condiciones en que se asientan sus
posibilidades de desarrollo.
Ubicación del tema en el Texto básico Importante:
El tema Nº 6 se ubica en el Capítulo II del Texto Básico, desde la página 145
hasta la hasta la 172.
Recuerda trabajar conjuntamente el texto básico y la guía didáctica ya que
ambos se complementan.
Los apuntes temáticos que siguen a continuación se proponen organizar y
resumir los contenidos sin que ello signifique agotar la iniciativa de cada
estudiante en buscar otras fuentes, principalmente el Texto Básico.
La Persona y su acción Guía didáctica
72
6.1 Aspectos preliminares
A partir de los siglos XVII y XVIII se entiende por cultura, aquello que el hombre
añade a la naturaleza, sea en sí mismo, en relación al cultivo de su espíritu, sea en otros
objetos, tales como utensilios, herramientas, procesos técnicos, etc., (de donde surge la
idea de bienes culturales, o de cultura material, de manera que la cultura se entiende
como la intervención consciente del hombre frente a la naturaleza.
A ello se añadió la dimensión social de la cultura, que se ve cristalizada en la
noción de bienes culturales o de cultura material, y que presupone una acción colectiva,
es decir, la colaboración de muchos en la comunidad humana
Tal como podemos analizar llegar a una concepción única de lo que significa
cultura es complejo; ya que las concepciones de lo que significa cultura son diversas,
desde aquella que la define como un conjunto de valores materiales y espirituales
creados por la humanidad en el proceso de la práctica histórico social, en la que se
asume la cultura como un fenómeno histórico que se desarrolla en dependencia del
cambio de las formaciones económicas y sociales.
También suele hablarse de cultura material y espiritual; la primera responde a lo
que es creado a través del proceso de producción la tecnología, la segunda referida los
valores espirituales.
Actualmente manejamos una noción comúnmente aceptada, según la cual cultura
es la distinta forma de ser, sentir, pensar y actuar de los seres humanos, por lo que se
deduce que la cultura es la interacción entre personas y entre éstas y su entorno. Se trata
del comportamiento de los seres humanos consigo mismos y de la forma como su
actividad afecta el territorio que ocupan. Todo esto está asociado con las pautas de
convivencia de realización plena de los pueblos y su búsqueda del bienestar colectivo e
individual, lo que históricamente se traduce en las condiciones en que se asientan sus
posibilidades de desarrollo.
En cuanto a la naturaleza el ser humano siempre a demostrado interés y
preocupación por comprender el medio natural con el que se relaciona.
En sus dos acepciones básicas, naturaleza es el conjunto de las cosas que
constituyen el universo o la esencia de una cosa que, a modo de principio activo, hace
que ésta manifieste un determinado conjunto de propiedades características.
Etimológicamente, tanto en griego (phýsis) como en latín (natura), el término se refiere al
nacimiento o a la producción de las cosas.
Es posible entonces, proponer una definición de hombre siguiendo el camino de su
naturaleza, empezando por la pregunta ¿qué es lo natural en el hombre? A la cual
respondemos, lo que le es propio es decir, ejercer sus facultades. Lo natural en el
hombre es por tanto el desarrollo de sus capacidades, ese desarrollo se dirige a
conseguir lo que es el objeto de esas facultades, es decir su fin. Y el fin del hombre es
perfeccionar al máximo sus capacidades, en especial las superiores (inteligencia y
voluntad; verdad y bien). La inteligencia busca el conocimiento de la verdad. Cuando lo
logra, alcanza la verdad, que es el bien propio de la inteligencia abriéndose a lo real.
Querer lo verdaderamente bueno es ejercer la voluntad perfeccionándola.
La Persona y su acción Guía didáctica
73
Así es posible descubrir que la naturaleza humana es auto trascendencia, apertura,
actividad y posesión de aquellos fines que le son propios. El hombre sólo es él mismo,
cuando va más allá de lo que es de un modo fáctico, hacia lo que todavía no es, pero
que se le presenta como la única posibilidad adecuada a la riqueza de su apertura, de su
proyecto. Después de todo esto se puede definir al hombre como un ser intrínsecamente
perfectible, pues se perfecciona a sí mismo desde dentro, desde la libertad; o se
perfecciona él mismo, o no se puede perfeccionar de ninguna manera.
Esquema: 06 Naturaleza y Cultura Humana
6.2 Elementos de la Cultura
Ahora podemos afirmar que cultura es cualquier manifestación humana. La capacidad de
manifestar fue señalada como nota definitoria de la persona: es la expresión externa de la
interioridad. La cultura está constituida por todas aquellas acciones mediante las cuales
la persona se manifiesta. La expresión humana se sirve siempre de una materia a la que
añade una forma, que no estaba antes, y que lleva consigo un significado que procede de
la inteligencia, y que manifiesta intenciones, deseos, etc. Lo que define al hombre como
ser cultural es esta capacidad de revestir lo material, mediante una forma añadida, de un
significado que procede del mundo interior y que ordena la obra humana a otra cosa
distinta de ella misma.
Por la cultura la mano es algo más que un miembro para coger: expresa saludo,
acogida, fraternidad, cariño, o por el contrario violencia, hosquedad, etc. Por la cultura
aparecen también las obras humanas, los objetos que los hombres producen. Un martillo,
las ventanas, la ordenación de una calle o de un campo, los caminos, las casas...
Aparecen los útiles, los adornos, los objetos artísticos, la literatura, las cuentas corrientes,
los abogados con sus leyes, aparatos médicos, el hormigón y las estructuras, etc. Todas
éstas son formas añadidas a las realidades naturales. Lo decisivo de la manifestación
Naturaleza Humana
Significado
Materia
Forma
Expresión Humana Realidad natural
CULTURA
.
Esquema 6: Red semántica de la naturaleza humana y la cultura
La Persona y su acción Guía didáctica
74
humana es que mediante ella el hombre da forma a las cosas e incrementa así el mundo
natural, aumenta el número de realidades. El mundo en que habitamos está lleno de
cosas que serían inexplicables sin la existencia del hombre. Un libro, sin lectores, sería
un objeto sin finalidad; una clínica sin enfermos tampoco tendría sentido.
Los seres humanos dotamos de significado a las nuevas realidades,
enriquecemos el mundo, lo hacemos pasar de ser Tierra a ser el hábitat, la casa, el lugar
donde se desarrolla nuestro carácter mundano. A este conjunto de objetos culturales lo
denominamos cultura en sentido objetivo. No son algo separado de la naturaleza, sino
una continuación de ella. Nacen como modificaciones de seres naturales (una silla, por
ejemplo), y se guardan junto a ella (dentro de la casa, o debajo de un árbol). La cultura en
sentido objetivo es una continuación de la naturaleza: el hombre es más que naturaleza,
y por eso la continúa; esa continuación señala que el hombre es espíritu. Si el hombre
resulta que es capaz de enriquecer lo que estaba dado biológicamente, es señal de que
es capaz de superar la mera biología, lo natural: el carácter creador del ser humano en la
cultura es una razón muy importante para señalar que el hombre no se circunscribe al
tiempo de lo biológico, que lo transciende. Además, la forma de los objetos culturales
remite a algo distinto de ella misma. El ejemplo más claro es el lenguaje: se trata de
voces articuladas o signos escritos, que portan en sí mismos un significado. Es decir, su
carácter de signos implica la capacidad de superar su carácter físico (un ruido, unas
rayas en el papel) para abrirse al mundo de los significados (entender el mensaje al que
esos ruidos o rayas se refieren). El carácter simbólico de las obras humanas es algo
convencional, es decir, libre y modificable: se fija el significado de una palabra, pero
puede variar; el gesto de la amistad no es siempre el mismo (besarse, darse la mano,
rozar la nariz, compartir sal). La cultura es libre, y por tanto, convencional, variable,
histórica. Así pues, se pueden distinguir en la cultura humana las dimensiones expresiva
y comunicativa, productiva, simbólica e histórica que en la realidad se dan siempre
unidas.
6.3 Acciones expresivas y comunicativas
No siempre se considera de modo suficiente la función expresiva de la cultura. En
realidad, la expresión del espíritu humano es la cultura misma. El científico tiene la
tentación de objetivar la creatividad humana en sus obras, para así medirla y sacar del
análisis leyes generales. Sin embargo, para entender cabalmente la cultura, es preciso no
separarla de su autor, pues éste la crea inspirándose en las verdades, valores y fines que
contempla desde su mundo interior. La cultura, antes de ser obra, es tarea creadora. Esto
ha sido percibido con toda exactitud por la escuela hermenéutica, que busca comprender
al hombre e interpretar sus obras «desde dentro», sacando a la luz la inspiración y la
imagen del mundo que las anima. La hermenéutica se convierte así en un método de
comprensión e interpretación de culturas y épocas distintas a la nuestra, puesto que se
pregunta por el espíritu que las hizo nacer y busca interpretar su sentido. En realidad
cuando el hombre «lee» un libro, o contempla una catedral gótica lo que hace es
interpretar y comprender su sentido para entenderlo es útil preguntarse quién los
«escribió», qué inspiración tenía y qué verdad pretendía expresar al hacerlo. Es
importante notar que la cultura no es sólo expresión de una subjetividad, sino expresión
de la verdad vista por una subjetividad. Al interpretar una obra cultural hemos de buscar
la verdad expresada, y a eso nos ayuda el comprender a la persona que la expresó. Pero
si nos quedamos en esto último, la lectura de las obras culturales se convierte en pura
La Persona y su acción Guía didáctica
75
erudición. No es así, sino que toda obra cultural lleva dentro una verdad que podemos
llegar a comprender.
Elabora Un mapa conceptual sobre los elementos de la cultura.
…………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………
…
Compara En el siguiente cuadro establece las comparaciones entre los diferentes elementos de la cultura.
Elementos de la cultura PRINCIPALES CARACTERISTICAS
Expresiva
1.- 2.- 3.-
Comunicativa
1.- 2.- 3.-
Simbólica
1.- 2.- 3.-
Productiva
1.- 2.- 3.-
Identifica En el Texto básico el proceso de formación de cultura y explica dos de sus características.
1.-
2.-
3.-
4.-
1.-
2.-
3.-
4.-
Actividad 06
La Persona y su acción Guía didáctica
76
Marca la respuesta correcta:
1. ¿En qué noción se ve cristalizada
la dimensión social de la cultura?
a. procesos de producción
b. desarrollo de las artes
c. formulación de normas éticas
d. bienes culturales
e. auge económico
2. ¿A qué llamamos cultura
espiritual?
a. a los valores espirituales que se
omiten
b. a la espiritualidad que se manifiesta
c. a la espiritualidad espontánea.
d. a la referida a los valores
espirituales
e. a la espiritualidad que se hace
cultura
3. ¿Qué es naturaleza?
a. las características de una cosa
b. los principios de una cosa
c. los accidentes de una cosa
d. la esencia de una cosa
e. la materia de una cosa
4. ¿Cuál es el bien propio de la
inteligencia?
a. la bondad
b. el bien
c. la verdad
d. el conocimiento
e. el raciocinio
5. ¿Desde donde se perfecciona el
hombre a sí mismo?
a. desde su voluntad
b. desde su estructura personal
c. desde la inteligencia
d. desde la libertad
e. desde la norma social
Responde verdadero (V) o falso
(F)
¿Cuál de las siguientes afirmaciones
corresponde a la autenticidad?
6. ( ) La expresión humana se sirve
siempre de una materia a la que
añade un espíritu.
7. ( ) El mundo en que habitamos
está lleno de cosas que serían
inexplicables sin la existencia del
hombre.
8. ( ) Los seres humanos dotamos
de significado a las nuevas
realidades.
9. ( ) El carácter simbólico de las
obras humanas no es algo
convencional, es decir, libre y
modificable
10. ( ) para entender cabalmente la
cultura, es preciso no separarla de su
autor, pues éste la crea inspirándose
en las verdades, valores y fines que
contempla desde su mundo exterior.
Autoevaluación 06
La Persona y su acción Guía didáctica
77
Tema 07: Dimensión Social de la Acción
La corrupción de una cosa corresponde
necesariamente a la generación de otra
Aristóteles
Introducción al tema: ¿Cuáles son los elementos de la vida social? Primeramente, la acción humana: la
sociedad surge de los intercambios de los hombres, de las relaciones que inventan entre
ellos. Después, es el lenguaje, pues sin él no existiría sociedad, ya que no podríamos
manifestarnos, ni compartir el conocimiento, ni ponernos de acuerdo con los demás.
¿Con que finalidad se asocian los
hombres?
……………………………………
……………………………………
……………………………………
……………………………………
……………………………………
……………………………………
……………………………………
……………………………………
……………………………………
…………………………
Ubicación del tema en el Texto básico Importante:
El tema Nº 7 se ubica en el Capítulo III del Texto Básico, desde la página
177 hasta la hasta la 214.
Recuerda trabajar conjuntamente el texto básico y la guía didáctica ya que
ambos se complementan.
Los apuntes temáticos que siguen a continuación se proponen organizar y
resumir los contenidos sin que ello signifique agotar la iniciativa de cada
estudiante en buscar otras fuentes, principalmente el Texto Básico.
La Persona y su acción Guía didáctica
78
7.1 El fin de la sociedad y sus elementos
El vivir bien supone la convivencia con otros, y ésta es obra de la amistad. Los
hombres se asocian no sólo para sobrevivir y satisfacer sus necesidades materiales más
perentorias, sino sobre todo para alcanzar los bienes que forman parte de la vida buena.
En consecuencia, mantiene Aristóteles, la justicia, el respeto a la ley, la seguridad, la
educación y los valores son los bienes que constituyen el fin de la vida social, pues sólo
en ella se pueden alcanzar. Según la visión aristotélica el fin de la vida social es la
felicidad de la persona. En consecuencia, la sociedad y sus instituciones deben ayudar a
los hombres a ser felices y plenamente humanos, es decir, deben ayudarles a ser
virtuosos. El fin de la sociedad es lograr lo que conviene para una vida buena: si la vida
social es el conjunto de las relaciones interpersonales, cuando éstas se ejercen en su
forma más alta, el hombre alcanza su realización en y con los demás, en la dinámica del
coexistir.
De aquí se deriva que la vida social tenga mucho que ver con la ética.
Dependiendo de cómo esté constituida una sociedad, ésta puede favorecer o impedir la
libertad y la felicidad, el desarrollo de los que viven en ella. Por otro lado, no podemos
considerar la vida social separadamente de su fin. Éste es dar al hombre los bienes que
le permiten llevar una vida buena, y, en consecuencia, ser feliz. Corresponde al conjunto
de la sociedad, y no sólo a cada individuo aislado, conseguir los bienes que constituyen
la vida buena para aquellos que están dentro de ella.
¿Cuáles son los elementos de la vida social? Primeramente, la acción humana: la
sociedad surge de los intercambios de los hombres, de las relaciones que inventan entre
ellos. Después, es el lenguaje, pues sin él no existiría sociedad, ya que no podríamos
manifestarnos, ni compartir el conocimiento, ni ponernos de acuerdo con los demás.
Aristóteles lo expresó de una manera que se ha hecho proverbial:
―La razón por la cual el hombre es un animal político, más que cualquier abeja y
que cualquier animal gregario, es evidente: la naturaleza, como decimos, no hace nada
en vano, y el hombre es el único animal que tiene palabra. Pues la voz es signo del dolor
y del placer, y por eso la poseen también los demás animales, porque su naturaleza llega
hasta tener sensación de dolor y de placer e indicársela unos a otros. Pero la palabra es
para mostrar lo conveniente y lo perjudicial, así como lo justo y lo injusto. Y esto es lo
propio del hombre frente a los demás animales: poseer el sólo, el sentido del bien y del
mal, de lo justo y lo injusto, y de los demás valores, y la participación comunitaria
(koinonía) de estas cosas es lo que constituye la casa y la ciudad‖. (1)
_____________________________________________________________
i. Aristóteles. Política. 1253ª 7-18
La Persona y su acción Guía didáctica
79
El lenguaje es el vehículo para compartir el conocimiento, los sentimientos, los
proyectos, los valores, para distribuir las tareas, para expresar, en suma, todo lo que hay
en mi pensamiento y en mi intimidad, de modo que pueda articularse con el pensamiento
y la conducta de los demás. El lenguaje tiene dos funciones: manifestarse y comunicarse.
Sin comunicación no hay sociedad, como no existe la amistad o el amor sin diálogo. La
sociedad puede definirse como un sistema de intercambio.
Para realizar este intercambio el hombre ha inventado un medio que mide los
bienes repartibles, para igualarlos y regular su trueque: el dinero. La sociedad no se
forma sin el intercambio de los bienes necesarios, los cuales necesitan ser comparados
entre sí según un criterio que los mida a todos: ésa es la función del dinero. Es una
convención, pero una convención universal, que todos aceptan, porque tiene un valor de
cambio que él mismo fija: el dinero es el elemento básico y el término del cambio. La
organización de la acción común, que conlleva la división del trabajo, y la autoridad, que
es la que lleva a cabo esa organización, son también elementos constitutivos de lo social.
Es decir, resulta necesario que alguien haya emitido las órdenes para coordinar
una acción conjunta de los hombres. Además, la división del trabajo, nace de la
capacidad humana de producir mediante la técnica más bienes de una determinada clase
de los que el sujeto productor necesita. El trabajo humano plantea enseguida el problema
del intercambio, distribución y reparto de los bienes producidos.
La autoridad aparece como la encargada de vigilar ese reparto y distribución que,
en buena parte, ella misma ha encargado. La autoridad destaca enseguida, aún más que
el dinero, el problema de la igualdad del reparto, de la distribución adecuada de bienes y
tareas. Esa distribución necesita una regulación adecuada, unos criterios que permitan
mantener la igualdad, la armonía, la comunicación y la acción concertada, y que no se
destruya la vida social por la discordia y la violencia. Estamos ante la justicia y el
derecho, elementos fundamentales de la vida social.
7.2 Los fines del hombre: tipos de instituciones
Ya hemos hablado muchas veces de la vigencia del fin en la vida humana y de
cómo el fin general del hombre es la felicidad. Pero a ésta se accede de diversos modos.
En parte ha de estar presente en todas las etapas de la vida: la felicidad no puede
entenderse como algo externo a la realidad de nuestro vivir, sino que este mismo vivir
debe ser tal que se pueda decir de él: eso es una vida lograda. Por lo tanto, aunque el fin
en general sea uno (ser feliz), éste se concreta de muy diversos modos. Se trata ahora
de señalar las instituciones que la sociedad humana ha arbitrado para ayudar al hombre
a alcanzar esos fines, de modo que se pueda ver que la sociedad es un sistema de
auxilios a la perfectibilidad humana. Podemos distinguir hasta cinco tipos de fines
humanos y sus instituciones correspondientes:
La Persona y su acción Guía didáctica
80
1) El hombre no se da la existencia a sí mismo: nace como hijo. Por eso debe ser criado.
Más tarde, necesita alimentarse él y los suyos, siendo «los suyos» aquellas personas que
tienen con él una comunidad de origen y de vida mediante la que se perpetúa. La familia
constituye el hogar, verdadero centro de la existencia humana, de creación de la propia
biografía. La familia es la institución humana más básica .
2) La producción, el allegamiento de medios para satisfacer necesidades mediante la
técnica y el trabajo, permite al hombre vivir bien administrando los medios de que
dispone. El conjunto organizativo del plexo instrumental, en cuanto está orientado a la
subsistencia humana, forma la vida económica. Su expresión más importante hoy en día
es el mercado, y dentro de él, la empresa.
3) La autoridad debe instaurar y defender un sistema que atienda al mantenimiento de la
justicia: son las instituciones jurídicas y el conjunto del aparato legislativo, formado por
quienes generan esas regulaciones (poder legislativo), las aplican (poder administrativo)
y velan por su cumplimiento (poder judicial). Pero la autoridad necesita también una
institución que mande sobre esos poderes del Estado: es el poder ejecutivo, el gobierno,
que implica un conjunto de organismos destinados a otorgar, dar uso y controlar (o retirar
en su caso) el poder a quienes lo detentan. Toda esta maquinaria son las instituciones
políticas, que en principio están al servicio de la organización de la sociedad y de la
promoción de las instituciones comunitarias. Su tamaño es tan grande que se puede
hacer difícil ver la relación que tienen con la vida buena.
4) El hombre necesita aprender durante su minoría de edad el uso del plexo instrumental
en el que va a vivir, y esto implica un proceso largo y complejo. Las instituciones
educativas capacitan al hombre para desempeñar su función en el desarrollo social. Esta
capacitación consiste en dotar al hombre de una profesión. Sin embargo, la persona
puede sufrir formas de miseria diferentes a la ignorancia, como la falta de salud. Se
necesitan por ello instituciones que cuiden al hombre débil, que le asistan y le ayuden a
salir de esas situaciones. Son las entidades asistenciales y las sanitarias, que velan por
los seres humanos que no se valen por sí mismos.
5) Pero esta diversidad de instituciones, al final, será lo que sea la cultura de una
sociedad, es decir, lo que sean el conjunto de saberes y obras humanas, lo que
determine los valores y los fines de una sociedad determinada. Por ejemplo: si la
atención de una sociedad se vuelca completamente en el éxito económico, a) lo
asistencial perderá fuerza (a no ser que se entienda como negocio), b) la educación
buscará fundamentalmente lo útil, c) la economía será liberal y probablemente poco
solidaria y d) la familia puede verse limitada a esos criterios de éxito y, por lo tanto, ser
una institución débil. Si, en cambio, se trata de una sociedad de corte marcadamente
tradicional, o gremial, todo tendrá otro patrón: la familia será el núcleo fuerte, la
inmovilidad sustituirá al éxito en lo económico, las leyes serán distintas según el estrato
social al que se pertenezca, etc. Las instituciones culturales más importantes son
aquellas que difunden en la sociedad unos criterios de conducta referidos al conjunto de
la vida humana y a su sentido. Éstas son especialmente la moral y la religión. La moral,
como tal, puede ser enseñada por una comunidad con fines culturales o artísticos, o
como objeto de estudio de una universidad, etc. Sin embargo, siempre ha solido ser
La Persona y su acción Guía didáctica
81
enseñada dentro de la religión, la respuesta última del hombre acerca del sentido de su
vida. Los dos tipos de instituciones más adecuados para enseñar la moral son la familia y
las instituciones religiosas. La religión habla de la vida humana como una tarea que nos
es común a todos, y nos da criterios para orientarla hacia su destino. En la familia, de un
modo similar y quizá más íntimo, más dirigido al quien que cada hombre es, se nos
enseña a vivir.
7.3 El planteamiento individualista de la vida social
Es propio de la época moderna la tendencia a considerar la sociedad como un conjunto
de individuos autónomos, a los que no les queda más remedio que convivir, aunque haya
que recortar un poco la libertad de cada uno, puesto que así se obtiene una seguridad
que de otro modo se vería amenazada. Esta visión, expuesta por Thomas Hobbes en su
obra Leviatán, es el origen del individualismo liberal moderno. Éste se puede caracterizar
en dos ideas:
1) la libertad de cada individuo es un poder de elección que se extiende hasta donde
empieza la del vecino;
2) lo que el hombre busca, ante todo, es su propio interés: el hombre es incapaz de
acciones desinteresadas.
Esta visión del hombre eleva a nivel teórico ideas bastante diversas. Por un lado,
un pensamiento tan loable como que la libertad individual es un bien radical de la
persona, y que debe ser desarrollada según el modo de ser de cada uno. Por otro lado,
tiene dos supuestos que determinan una visión muy concreta y pesimista del ser humano:
decide afirmar que el hombre es naturalmente egoísta y que su capacidad de convivir
siempre es interesada, que se reduce a un medio para combatir el miedo a una muerte
violenta. Si bien individualismo y egoísmo no son lo mismo, sus características se
aproximan enormemente.
El egoísmo es un amor apasionado y exagerado hacia la propia persona que
induce al hombre a no referir nada sino a uno mismo y a preferirse en todo. El
individualismo es un sentimiento reflexivo y apacible que induce a cada ciudadano a
aislarse de la masa de sus semejantes y a mantenerse aparte con su familia y amigos; de
suerte que después de formar una pequeña sociedad para su uso particular, abandona a
sí misma a la grande. El egoísmo es un vicio tan viejo como el mundo, y pertenece a
cualquier forma de sociedad. El individualismo es propio de las democracias, y amenaza
con desarrollarse a medida que las condiciones se igualan.
Si por egoísmo entendemos la actitud de no dar cuando se puede dar, el
individualismo es una conducta que no comparte, que no dialoga ni acepta ayudar o
realizar tareas comunes, porque considera que el hombre es autosuficiente y no necesita
de los demás. Ambas cosas no son exactamente lo mismo, pero en las dos el resultado
es que cada quien tiene que arreglárselas por sí mismo, en un mundo en el que nadie
ayuda a nadie, en el que todos están solos. ¿Cómo quedará una sociedad constituida
sobre principios individualistas?
La Persona y su acción Guía didáctica
82
En primer lugar, el individualismo establece una excesiva separación entre lo público y lo
privado, entre lo íntimo y lo compartible, entre lo personal y lo genérico. Habría dos
esferas en la sociedad: aquella donde el individuo actúa en su intimidad disfrutando de su
propio bienestar y aquella donde todos interactúan y en la que son árbitros el Estado y las
instituciones. Aparece así una dualidad muy característica en nuestros días: la vida
verdadera de cada hombre se daría en ese ámbito privado (el hogar, las aficiones, la
familia, el fin de semana), mientras que la vida en lo público sería aquella donde el
hombre debe enfrentarse con lo serio, a la vez que con lo alienante. Lo público
constituiría ese mal menor inevitable causado por la necesidad de sobrevivir.
Allí está el trabajo, las obligaciones, la masa y el ser parte de la masa, los lunes a
viernes y su rutina, el Estado y sus amenazas, etc. La esfera privada estaría
completamente separada de la pública. El individualismo no acepta la idea de que lo
común y los valores puedan ser públicos: la vida social es un conjunto de reglas
organizativas que regulan a individuos autónomos, pero no hay tareas comunes más allá
de las leyes, de lo obligatorio, de los deberes que nos impone el Estado.
De este modo, esa separación radical tiende a dejar en la penumbra el papel de
muchas instituciones y su modo propio de articular la vida social. Y es que lo común sólo
se daría en la esfera privada: la pública estaría presidida por el interés y la utilidad. En la
época en la que estas doctrinas fueron formuladas se concibió la sociedad como un gran
mercado en el que un individuo queda frente a los demás, y sobre todos ellos vigila un
Estado que poco a poco va creciendo, y los dos (mercado y control estatal) bastarían
para coordinar a los individuos.
Además, los individuos se relacionarían entre sí sólo mediante contratos
libremente asumidos y rescindidos: no hay un compromiso más allá de la letra escrita. Lo
determinante es el acuerdo alcanzado por derecho (y por lo tanto vivido también por
miedo a la pena al incumplirlo), pero la sociedad ya no es lugar para cosas como el
honor, cumplir la palabra dada, la acción solidaria desinteresada, etc. Parece que el
hombre ya no es capaz de plantearse algo más allá de su propia utilidad, que incluso lo
más generoso, en el fondo se hace, por el placer que produce, porque uno se siente a
gusto con ello. Las relaciones se reducen a acuerdos. Así se está manejando una
interpretación de la libertad el la que la buena elección fuese aquella que se elige por
acuerdo. (2)
Por tanto, se puede de igual modo establecer una promesa o romperla, con tal de
que se elija así. Desde este punto de vista la sociedad no tiene más fijeza que la que el
hombre quiera darle. La realidad tampoco. Toda relación humana, incluido el matrimonio,
el amor y el sexo, es contractual, y sólo está en vigor mientras dure la libre elección del
individuo sobre ella. Es un mero pacto. Las insuficiencias que presenta el individualismo
han sido criticadas desde hace tiempo. Primeramente, este modelo de relaciones
________________________________________________________________
(2) Yepes Stork, Ricardo; Aranguren Echeverría, Javier. Fundamentos de la Antropología. Un ideal
de la excelencia humana. España: EUNSA, 2004. p 193.
http://site.ebrary.com/lib/bibsipansp/Doc?id=10058427&ppg=193
La Persona y su acción Guía didáctica
83
Interpersonales tiende a reflejar una lógica capitalista del mercado y de la mentalidad
burguesa y empresarial. El modelo nace como una determinada interpretación de la vida
económica, acostumbrada a manejar bienes útiles. Aplicarlo al resto de las esferas de la
vida social no se puede hacer sin instrumentalizar los bienes ajenos a la lógica
puramente económica.
Las instituciones educativas, asistenciales, culturales y religiosas don aquellas en
las que crece con más propiedad ese tipo de bienes, y el modo de funcionar de estas
exigen una lógica solidaria. Si se reducen a la búsqueda de beneficio se degradan, se
corrompen (basta con ver la elevada cantidad de fraudes que se llevan a cabo desde
organismos supuestamente asistenciales: dinero que no llega al Tercer Mundo, pobres
que acaban esclavizados de mafias nacionales, engaños a los más indefensos, etc.).
El individualismo tiende a desentenderse de las consecuencias que a largo plazo
producen las opciones del individuo. Confía en que, debido a que la naturaleza es por sí
misma buena, esa espontaneidad producirá por sí misma una armonía social. Pero este
supuesto ha resultado ser falso: las cosas humanas nunca son mecánicas. La armonía
social no es espontánea, sino que para que el bien triunfe es necesario el constante
esfuerzo y la rectificación en todos los miembros de esa sociedad. Quien piense que se
puede tener una vida buena sin asumir responsabilidades acabará bajando el listón de su
ideal hasta identificarlo con su propia falta de carácter.
Pero esto, a fin de cuentas, es engañarse y poner los presupuestos para que en la
vida social y personal reine el desengaño. Precisamente por ello este modelo obligó
enseguida a una rápida intervención del Estado que subsanara los desarreglos causados
por las acciones de los individuos. El individualismo, además, tiende a abandonar a los
débiles a su suerte, como si la necesidad de asistir no aportara nada al hombre sano.
Esto es claramente un valor que; al menos en el nivel epidérmico; está siendo
revisado: la sensibilización hacia la ayuda al desarrollo ha sido especialmente fuerte en
los últimos años. La solidaridad nace de la conciencia espontánea de que todos los
hombres somos iguales; por tanto, no se puede abandonar a quien tiene un problema
que le impide un desarrollo proporcionado de sus capacidades humanas. Si un hombre
no puede estudiar porque está buscando diariamente medios para subsistir, ¿no habrá
que ayudarle a salir de esa situación? Si una mujer no ha aprendido a leer porque le han
robado la infancia, ¿no es un problema digno de solucionarse? El hombre que afirma el
individualismo acaba encerrado en una cápsula egoísta.
El problema es que cuando le llegue a él la necesidad de ser ayudado (a todos
nos acaba ocurriendo), no tendrá más que argumentos para reconocer que su postura
estaba totalmente equivocada. Cooperar es realizar tareas comunes. No hacerlo es ser
insolidario. Cooperar es no tirar papeles en el pasillo, avisar de una avería, aceptar y
hacer propias las reglas del juego social, permitir que surjan las condiciones para poder
trabajar y vivir juntos, no comportarse como un extraño en un terreno que a uno le
pertenece.
La Persona y su acción Guía didáctica
84
El sentido cívico va en la misma dirección: no rompo las papeleras de mi calle
porque no son sólo mías, los demás se merecen un ambiente agradable, debo cooperar
para que así sea. En cambio, el individualismo tiende a cooperar sólo hasta donde su
propio interés le dice que compensa hacerlo para no verse perjudicado. Pero ésta es una
forma débil de cooperación, lejana al amor. El individualismo, a la larga, deshace lo
común, y con ello la realidad de una vida social.
Elabora Un mapa conceptual respecto al planteamiento individualista de la vida social.
…………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………
Compara En el siguiente cuadro establece las comparaciones entre los tipos de instituciones que aparecen en la sociedad.
Instituciones PRINCIPALES CARACTERISTICAS
Educativas
1.- 2.- 3.-
Jurídicas
1.- 2.- 3.-
La empresa
1.- 2.- 3.-
La familia
1.- 2.- 3.-
Identifica En el Texto básico el rol que desempeñan las instituciones sociales
Jurídicas
1.-
2.-
3.-
4.-
Familiares
1.-
2.-
3.-
4.-
Actividad 07
La Persona y su acción Guía didáctica
85
Marca la respuesta correcta:
1. ¿Cuáles de los siguientes bienes no
constituye el fin de la vida social,
para Aristóteles?
a. la justicia
b. el respeto a la ley
c. la seguridad
d. la educación
e. la democracia
2. ¿Cuáles de los siguientes
elementos pertenecen a la vida
social?
a. la acción humana
b. la percepción
c. los sentimientos
d. las tendencias
e. las necesidades
3. ¿Qué elemento nos permite
manifestarnos socialmente?
a. pensamiento
b. lenguaje
c. la memoria
d. las tendencias
e. las metas personales
4. ¿Porqué razón el hombre es un
animal político?
a. porque se proyecta al futuro
b. porque critica el presente
c. porque tiene palabra
d. porque es consciente del pasado
e. porque se orienta a un fin
5. ¿Qué es el egoísmo?
a. el temor de perder lo que se ha
logrado
b. subordinar cualquier fin al propio
c. no involucrar a los demás en las
metas que se diseñan
d. un amor exagerado a la propia
persona
e. quererse a si mismo
Autoevaluación 07
La Persona y su acción Guía didáctica
86
Tema 08: ¿Cómo humanizar la vida Social?
Esta es una historia sencilla, pero no es fácil contarla
Como en una fábula, hay dolor, y como una fábula,
esta llena de maravillas y de felicidad. Roberto Begnini: La vida es bella
Introducción al tema:
En este tema se pretende ofrecer una formulación ética del valor de la vida
humana. Para conseguir esto abordamos diversas teorías éticas que intentan responder
a cuestiones prácticas fundamentales de la ética: ¿qué debo hacer? ¿Cómo debo vivir?
Lo que se busca en este apartado es enfocar una ética relativa a la orientación de la
conducta. Seguidamente enfocamos la ética fundamental de la vida humana, remarcando
una ética coherente. Al final soltamos unas reflexiones sobre el sentido de la vida, es
decir, se pregunta a la experiencia de casos concretos sobre el peso y significado de la
vida humana.
¿Cómo humanizar la vida
social?
…………………………………
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…………………………………
…………………………………
…
Ubicación del tema en el Texto básico Importante:
El tema Nº 8 se ubica en el Capítulo III del Texto Básico, desde la página
219 hasta la hasta la 231. Aquí se presenta la naturaleza del hombre, bajo el título
de ―Lo propio de la persona‖, de un modo dialéctico propio del ensayo, dejando para
la guía didáctica las conclusiones fundamentales.
Recuerda trabajar conjuntamente el texto básico y la guía didáctica ya que
ambos se complementan.
Los apuntes temáticos que siguen a continuación se proponen organizar y
resumir los contenidos sin que ello signifique agotar la iniciativa de cada
estudiante en buscar otras fuentes, principalmente el Texto Básico.
La Persona y su acción Guía didáctica
87
8.1 El valor de la vida humana.
En la actualidad se afirma el valor de la vida; pero, por otra, de hecho la vida
humana no es inviolable. Estamos ante una ambigüedad cultural. ¿A qué se debe esta
ambivalencia? Índice de tal ambigüedad es la constatación de la diversa reacción moral,
y hasta jurídica, de las mismas personas ante el aborto y la pena de muerte, o ante el
homicidio de un pretendido luchador por la causa de la libertad. La ambigüedad sólo
podrá ser resuelta mediante la coherencia. Para salir de la situación ambigua en que se
encuentra la estimación y la presentación del valor de la vida humana es necesario hacer
una propuesta coherente de la ética de la vida humana.
En este tema se pretende ofrecer una formulación ética del valor de la vida
humana que tenga en cuenta y que realice las dos exigencias anotadas. Para conseguir
esto abordamos diversas teorías éticas que intentan responder a cuestiones prácticas
fundamentales de la ética: ¿qué debo hacer? ¿Cómo debo vivir? Lo que se busca en este
apartado es enfocar una ética relativa a la orientación de la conducta. Seguidamente
enfocamos la ética fundamental de la vida humana, remarcando una ética coherente. Al
final soltamos unas reflexiones sobre el sentido de la vida, es decir, se pregunta a la
experiencia de casos concretos sobre el peso y significado de la vida humana.
8.1.1. ¿Cómo debo vivir?
Lo que a continuación abordamos buscan de examinar las teorías éticas que intentan
responder a cuestiones prácticas fundamentales de la ética: ¿qué debo hacer?; ¿cómo
debo vivir? Estas teorías constituyen la parte más abstracta de lo que se conoce como
ética normativa, es decir, la parte de la ética relativa a la orientación de la conducta.
8.1.2. El derecho natural.
Una respuesta antigua a la pregunta ―¿cómo debo vivir?‖ es: ―de acuerdo con la
naturaleza humana‖. Este ensayo al rastrear los cambios de significado de esta respuesta
desde las épocas griega y romana, proporciona la base de muchas teorías éticas
posteriores. Al mismo tiempo, indica algunos problemas de los intentos posteriores por
apelar al derecho natural para argumentar que son incorrectos determinados tipos de
conducta (por ejemplo el uso de medidas anticonceptivas).
8.1.3. La ética kantiana.
Muchos teóricos éticos modernos apelan a ideas que tienen su origen en los escritos
éticos de Kant. La tesis de Kant de que todos los seres racionales deben obedecer un
imperativo categórico derivado de una ley universal de razón ha tenido mucha
aceptación, pero también ha sido muy criticada. Aquí se explica la posición de Kant,
considerándose también las críticas más comunes a esta.
8.1.4. La tradición del contrato social.
La Persona y su acción Guía didáctica
88
¿Puede considerarse la moralidad como un acuerdo implícito con nuestros congéneres
para conseguir los beneficios de la cooperación social? Esta tesis, que inicialmente
parece atractiva debe hacer frente a varias objeciones: los intentos para afrontar esas
objeciones se han plasmado en las modernas variantes diferenciadas de la idea de
contrato social formulada en los s. XVII y XVIII.
8.1.5. El egoísmo.
El egoísmo nos invita a vivir de manera que procuremos siempre el interés propio. Los
egoístas psicológicos piensan que apenas hay que propugnar esta actitud, pues de
cualquier manera la seguimos. Otros egoístas por razones filosóficas defienden el logro
del propio interés como una forma de vida racional e incluso ética. A pesar de las dudas
sobre si es correcto calificar de teoría ética el egoísmo, éste constituye un desafío a la
cuestión práctica fundamental de cómo hemos de vivir.
8.1.6 La deontología contemporánea.
Las teorías éticas deontológicas nos dicen que los aspectos más importantes de cómo
hemos de vivir están regidos por reglas morales que no hay que infringir, aún cuando su
incumplimiento pueda tener mejoras consecuencias. Para valorar esta perspectiva hemos
de comprender cómo enmarcar las normas y qué actos se consideran una violación de
éstas. La indagación de estas cuestiones hace necesario distinguir entre intención y
previsión, y plantea dudas sobre la coherencia de la noción común de obediencia a una
norma.
8.1.7. Una ética de los deberes prima facie.
Una ética de los deberes prima facie se basa en la idea característica de lo que significa
tener un deber. En circunstancias particulares, los deberes prima facie generan otros
deberes. Así evitan algunas de las consecuencias más severas de una ética deontológica
más rígida; pero encuentran otras objeciones.
8.1.8. El consecuencialismo.
El utilitarismo es una muestra de teoría consecuencialista: nos dice que debemos hacer
siempre aquello que tenga mejores consecuencias. En el caso del utilitarismo clásico, se
entiende por ―mejores consecuencias‖ el mayor aumento posible del placer sobre el dolor;
pero otras teorías pueden compartir la tesis de que debemos hacer lo que tenga mejores
consecuencias disintiendo de la tesis utilitarista clásica de que el placer es el único bien
intrínseco, y el dolor el único mal intrínseco.
8.1.9. La utilidad y el bien.
¿Qué cosa son buenas en sí? Obviamente, las teorías consecuencialistas tienen que
responder a esta cuestión, pero también cualquier ética que defienda hacer el bien en
determinadas condiciones. El utilitarismo clásico sugiere que sólo el placer es bueno en
La Persona y su acción Guía didáctica
89
sí; pero las versiones posteriores del utilitarismo han sugerido respuestas diferentes,
quizás más convincentes.
8.1.10. La teoría de la virtud.
Quizás ―¿qué debo hacer?‖ no es la pregunta correcta. En su lugar podríamos
preguntarnos: ―¿qué tipo de persona debo ser?‖. La teoría de la virtud se centra en esta
última pregunta, y en las virtudes que configuran el buen carácter. Sin embargo, ¿puede
una teoría de la virtud sustituir a los enfoques éticos alternativos?
8.1.11. Los derechos.
Algunos afirman que la moralidad puede basarse en derechos; otros lo consideran algo
derivado de un principio o principios morales más fundamentales. Sea cual sea la
posición que se adopte respecto a esta cuestión, muchos piensan que el imperativote
respetar los derechos de los demás ofrece al menos una respuesta parcial a la cuestión
de cómo hemos de vivir.
8.2. Ética fundamental de la vida humana.
8.2.1. Planteamiento de la cuestión.
Como todos los temas históricos, y de modo particular los que se refieren a la historia de
la moral cristiana, la referencia histórica sobre el valor de la vida humana en la
mentalidad tradicional tiene una amplitud y una complejidad tales que nos hace ponernos
en guardia frente a todo intento de simplificación. Las afirmaciones rotundas y poco
matizadas no tienen garantía de verdad histórica.
La complejidad histórica del tema es tanto diacrónica como sincrónica. Por ejemplo, la
tradición cristiana sobre el valor de la vida humana se prolonga durante veinte siglos: su
diacronía es tan intensa que admite múltiples variaciones dentro de la unidad substancial.
No se puede recoger en un solo y único juicio cuanto ha sido vivido y valorado durante
tantos siglos. Por otra parte, en cada momento histórico concreto entran en juego tantos
factores que impiden una consideración sincrónica simplista. En la valoración que le
concede la Iglesia católica a la vida intervienen: tanto el discurso como la vida; tanto la
cúspide o jerarquía como la base o el pueblo; tanto las élites más alertadas como los
grupos más masificados.
Por razón de esta complejidad y amplitud del tema, delimitaremos el principio: ―el valor
moral de la vida humana‖.
- La vida humana es un bien personal.
- La vida humana es un bien de la comunidad.
- La vida humana es un don recibido de Dios y que a Dios pertenece.
8.2.2. Anotaciones críticas.
La Persona y su acción Guía didáctica
90
Señalemos en seguida un conjunto de anotaciones críticas, sin que ello suponga dejar de
reconocer las valiosas contribuciones que la moral tradicional católica ha ejercido en
defensa del valor ético de la vida humana. La finalidad es descubrir las raíces históricas
de la ambigüedad ética que subyace al planteamiento y a la vivencia morales de los
cristianos de hoy ante el valor de la vida humana. De ahí que la valoración tenga que
poner de manifiesto los aspectos negativos de la doctrina tradicional.
No nos fijamos en la vulnerabilidad de determinadas afirmaciones y de razonamientos
concretos de la moral tradicional en torno al principio y a las excepciones del valor ético
de la vida. Juzgamos de mayor interés constatar el tipo de discernimiento moral que
utiliza para descubrir en él las fuentes históricas de la ambigüedad actual.
He aquí las anotaciones críticas:
- ―Sacralización‖ e ―ideologización‖.
- ―Formalismo‖ e ―insensibilidad‖ en la argumentación.
- Excesiva ―confianza‖ en la autoridad pública.
- Incoherencia en la lógica moral
8.2.3. Propuesta sistemática: de la ambigüedad histórica a la coherencia actual.
Descubierta la ambigüedad en la presentación histórica del valor ético de la vida
surge la necesidad de encontrar la coherencia adecuada en el éthos vivido y formulado
de los creyentes en relación con ese valor tan decisivo para la historia humana.
Creemos que, para conseguir el suficiente nivel de coherencia, el discernimiento
moral (cristiano) sobre la inviolabilidad de la vida humana debe profundizar dos aspectos
del tema: el valor objetivo de la realidad y la formulación normativa de la dimensión ética.
Se trata con ello de alcanzar las dos vertientes de la coherencia global: la coherencia
objetiva y la coherencia hermenéutica.
La búsqueda de la coherencia hermenéutica se concreta en las siguientes
preguntas: la inviolabilidad de la vida humana ¿es un principio moral absoluto? ¿es de
carácter deontológico o teleológico? ¿admite excepciones? Los nuevos planteamientos
de la hermenéutica moral obligan a replantear la formulación normativa de la
inviolabilidad de la vida humana.
La coherencia objetiva se consigue descubriendo en su exacto sentido y en su
debida funcionalidad la dimensión ética de la vida humana. Prescindiendo aquí de las
concreciones del valor de la vida en las diversas situaciones conflictivas (aborto,
eutanasia, pena de muerte, etc.) y limitando la consideración a los aspectos globales de
la vida humana, nos preguntamos: ¿cómo formular, para el hombre de hoy y en el
momento actual, el valor ético de la vida?
Por el momento, acertamos dos propuestas:
- Nivel óntico y nivel ético.
La Persona y su acción Guía didáctica
91
- Dimensión ética del valor de la vida humana.
- Horizonte cristiano.
- Anotación complementaria
8.2.5 La ética de la vida humana en la actualidad.
Entendemos que el planteamiento ético actual sobre la vida humana ha de realizarse
teniendo en cuenta dos aspectos fundamentales que configuran la situación actual de la
biomedicina y que constituyen el encuadre adecuado para el discurso moral sobre los
temas de la vida. La bioética no puede ser formulada de espaldas a la realidad. La
repetición cuasi-mecánica de fórmulas y soluciones de otros tiempos no es la postura
adecuada ante los nuevos planteamientos de los problemas.
Simplificando al máximo la nueva situación biomédica, juzgamos conveniente tener en
cuenta estos dos factores:
- Los progresos de la ciencia en el campo biológico.
- Los cambios operados en el concepto de la salud y de la práctica médica.
Por otro lado, es urgente considerar la disciplina inter facultativa de la bioética racional.
En efecto, durante las últimas décadas se ha ido configurando una disciplina llamada
Bioética o Ética biomédica que estudia de modo sistemático los problemas morales que
plantean las ciencias y técnicas de la vida y la atención de la salud. La Bioética se
presenta como un saber orgánico en relación estrecha con la ética fundamental y con los
datos de la ciencia y de la atención médica. Aunque no niega la referencia religiosa en los
discernimientos morales, la Bioética se sitúa en el horizonte de la ética racional y
pretende ofrecer una orientación válida para la sociedad secular y pluralista. La reflexión
moral (incluso teológico) ha de tener en cuenta los planteamientos y soluciones de la
Bioética, al mismo tiempo que se mantiene en coherencia con la cosmovisión humanista
y propia de la dignidad humana.
A continuación ofrecemos un conjunto de perspectivas a fin de describir el significado y la
función de la disciplina de la Bioética racional.
- Novedad terminológica y conceptual.
- Desconfesionalización y desdeontologización de la ética.
- El paradigma de racionalidad en bioética.
- Los criterios referenciales de la bioética.
- Signos de vitalidad de la bioética.
8.3 El Sentido de la Vida.
8.3.1 Fenomenología del dolor
Se suelen clasificar los sufrimientos en físicos y morales. Los dolores físicos, por lo
general, no dependen de nuestra libertad. Sobrevienen como consecuencia de la
La Persona y su acción Guía didáctica
92
fragilidad del ser material. Unas veces en forma de catástrofes de la Naturaleza, como
terremotos, inundaciones, huracanes, sequías, rayos, incendios.
Estas realidades como las enfermedades en ocasiones terriblemente largas y dolorosas
demuestran la insuficiencia de la materia en cuanto ser. Pero es lo cierto que crean para
el hombre situaciones realmente dramáticas e interrogantes angustiosos. Son estas
situaciones del dolor físico irremediable las que con más frecuencia le dan al hombre la
convicción de su limitación y de su impotencia. Contra un terremoto, contra un
mongolismo, contra la decadencia del envejecimiento no se puede nada. Es preciso
rendirse. El hombre experimenta ansia de plenitud y de totalidad pero he aquí que se
encuentra con la frustración.
Hay otras experiencias que provienen de la conflictiva simbiosis de lo corporal y lo
espiritual. Los desequilibrios neuróticos, las obsesiones, la angustia, la depresión, la
anorexia etc. Con más frecuencia, sin embargo, el dolor humano proviene del mal uso
que hacemos de la propia libertad, y así nos hacemos sufrir indeciblemente unos a otros.
Es el mal moral propiamente dicho. Cuando uno piensa en la opulencia con que viven
algunas personas, en el lujo, la ostentación y el derroche innecesario y despreocupado.
Es innegable también que el sufrimiento no desaparecerá nunca de la Tierra. Se podrá y
se deberá mitigar, pero es una realidad intrínseca a la frágil y pobre constitución de la
materia y del hombre.
El sufrimiento corporal y aún el psíquico nos dan la persuasión de que ni el cuerpo ni el
psiquismo son objetos más aún nos dan la persuasión de que es la persona entera la que
se queda afectada por cualquier sufrimiento. Uno puede comunicar a otros lo que sufre, y
eso es un gran alivio por el humanismo que se produce en toda la comunión con los
demás, pero, en fin de cuentas, el dolor es algo tan personal que también nos convence
de que cada uno tiene que vivir responsablemente su singularidad y que, en el fondo
último de su ser, cada uno está a solas con el Ser que es Dios.
8.3.2 En busca de un sentido
La pregunta por el sentido o la significación del dolor y los intentos de interpretación son
de todos los tiempos desde que el hombre ha sido capaz de reflexión. ¿Por qué
sufrimos? ¿Por qué sufren los inocentes? ¿Cómo se compagina la existencia de Dios con
la realidad del dolor y del mal.
Generalmente se ha identificado el dolor con el mal, aunque no es tan claro que puedan
identificarse, porque no todo en el dolor es negativo. Porque; a pesar de todo, creemos
que es humano amar la realidad y confiar en ella. Huir de la realidad como es, equivale a
refugiarse en un mundo de fantasía que ni ha existido, ni existe, ni va a existir. Los
accidentes de la Naturaleza, el paso del tiempo, las enfermedades, las contradicciones
de la vida, las violencias, las injusticias, todo el cúmulo del dolor real que hay en la vida
pueden ser elevados y colaborar a una más perfecta realización de cada persona.
―No existe ninguna situación que no pueda ser ennoblecida por el servicio o
paciencia‖ escribía Goethe. El sufrimiento, sea cual fuere, nos obliga a vivir en una
La Persona y su acción Guía didáctica
93
tensión continua de superación de nosotros mismos. Nos proporciona la ocasión de
ejercitar innumerables virtualidades que duermen en nuestro psiquismo y de liberar
poderosas energías subyacentes que, sin él, permanecerían inertes. La fortaleza, la
constancia, el valor, la paciencia, el sacrificio, la superación, el amor desinteresado, el
recurso a Dios, y tantas otras posibilidades humanas, nunca se ejercitarían, al menos en
grado eminente, si no nos afectaran los sufrimientos, si toda la vida fuera un perpetuo y
seguro bienestar.
El dolor para que sea fecundo tiene que estar movido por el amor. Sin el amor el
dolor permanece estéril.
Los sufrimientos de las personas posibilitan a los demás el ejercicio de la
comprensión, de la tolerancia, de la ayuda, del sacrificio, de la gratuidad y, sobre todo, el
amor que es el factor más personalizante. Ayudar y amar lo que es gratificante no
requiere vigor ni esfuerzo, ayudar y amar con sacrificio perseverante y fiel, he ahí lo más
humano. La persona que sufre es sagrada y nos da una ocasión única e insustituible de
ejercitar nuestra generosidad y nuestro amor para con ella y así de alcanzar niveles
mejores de humanismo. La atención y la ayuda al sufrimiento de los hombres es un
excelente vínculo de solidaridad. ―Quien da al hombre una esperanza es padre espiritual
de aquel‖. El egoísta, el que no se interesa más que por sí mismo, el que permanece
indiferente ante el sufrimiento de los demás, se encierra en su propio yo y se
autodestruye como persona.
El haber sufrido capacita al hombre para comprender a los demás. Si hay alguien
que no haya sufrido ¿Qué sabe de la vida? ¿Cómo se hará cargo de las vivencias
amargas de los hombres? ¿Cómo podrá tenderles una mano comprensiva?
Efectivamente; cuando se sufre con fortaleza, el dolor confiere a la persona una madurez
psicológica, una integridad, una altura, una capacidad de comprensión que sin él no
existirían ―Sólo aquel que sumido en el fondo último del propio dolor, sin prescindir de
nada de él, se pone en comunión dentro de su espíritu con el dolor del mundo, será
capaz de conocer la esencia del dolor. Pero para que sea capaz de esto, es menester
una condición previa, a saber, que este hombre haya experimentado ya la hondura del
dolor de otro ser realmente, es decir, no la ―compasión‖ que no penetra hasta el ser sino
con una amor grande; entonces es cuando se le hace transparente el propio dolor, en su
fondo ―último, dentro del dolor del mundo‖. El sufrimiento, si se lleva con fortaleza, es
fuente de sabiduría. Una civilización que no sabe sufrir tampoco sabe vivir y esa
incapacidad tiene efectos antropológicos y sociales peligrosísimos. Puede generar la
indiferencia, la incapacidad de solidaridad, de reconocer al otro como semejante a mí
precisamente porque sufre.
Pero; éstas consideraciones sobre los valores positivos del dolor no tienen nada
que ver con el masoquismo que es una perversión del sufrimiento ya que lo convierte en
una intensificación del dolor por el dolor. No se trata de propugnar la voluntad de dolor
sino la aceptación y su sublimación cuando se hace inevitable. El masoquismo hace del
sufrimiento un fin en lugar de un medio.
La Persona y su acción Guía didáctica
94
8.3.3. La muerte y su significado.
La muerte es el acontecimiento más dramático y más decisivo de la vida de una
persona. Es una realidad absolutamente ineludible y desconcertante que no puede
menos de hacernos filosofar ¿Qué es morir? ¿Por qué morimos? ¿Qué significa morir
para el vivir? cuando morimos ¿Nos morimos del todo? ¿Qué nos espera después de la
muerte? ¿Una reencarnación? ¿Una aniquilación? ¿Una supervivencia? ¿Una
resurrección? si permanece algo ¿qué y cómo permanece? He ahí preguntas que los
hombres reflexivos se han hecho y se hacen porque no pueden menos de hacérselas.
El hombre es el único ser que sabe que va a morir y por eso es el único que
puede preguntarse por el sentido de su vida. El hombre no puede tener experiencia de su
propia muerte porque ella llega cuando nosotros fenecemos, pero todos tenemos
conciencia de que vamos a morir; tenemos un conocimiento nocional de la muerte, no
podemos tener un conocimiento existencial. Sin embargo, eso basta para que nos
interroguemos filosóficamente sobre ella. Fisiológicamente hablando la muerte es
anunciada de manera irreversible no por la paralización del corazón, que puede ser
reanimado, sino por la paralización del cerebro. Las enfermedades, el paso de los años y
el envejecimiento distan muchos de ser la muerte. Pueden ser una preparación pero
nunca una experiencia de la muerte. Ante el hecho de la muerte caben dos actitudes
fundamentales: Pesimismo absoluto y optimismo absoluto. O la muerte es el final de todo
y entonces la vida es un no-sentido, una injusticia, un absurdo y un vacío total, o la
muerte es abertura dolorosa pero necesaria para la inmortalidad y la plenitud. Se puede
optar por uno de los dos términos, pero la razón nos obliga a un sereno optimismo.
Desde ese optimismo razonable toda la vida humana se ilumina y nuestra acción
cobra un valor absoluto. La muerte con su dramatismo y su dolor, es el cumplimiento y
plenitud de la vida. La muerte fisiológica que es un elemento fundamental en el
mecanismo evolutivo, no significa por sí mismo, una destrucción total de la persona.
Parece inevitable rechazar poder absoluto y radical de la muerte por ser incompatible con
la evolución y con el amor. La consideración de la muerte como una conclusión total
banaliza la vida, la vacía de todo valor. Por el contrario, la consideración de una vida
ulterior, en la que sea restituida toda justicia, despierta el gusto por la vida, potencia la
acción humana y suscita la esperanza. Sin esperanza no hay vida humana, ni gusto de
vivir.
A este pensamiento se le ha acusado de ser un consuelo ficticio con el que nos
tranquilizamos para seguir viviendo y luchando pero; tenemos serios motivos racionales
para poder afirmar que la vida humana no termina con la muerte. Se ha dicho también
que nos proponemos demostrar lo que previamente ya creemos. Es verdad que los
cristianos conocemos la pervivencia post morten por la revelación de Jesucristo. Pero
esto no obstaculiza para que, con independencia de la afirmación cristiana,
investiguemos si el hecho de la supervivencia es o no conforme q lo que la razón puede
alcanzar. Hay una Filosofía de la muerte, como de otras realidades humanas.
La Persona y su acción Guía didáctica
95
La Filosofía escolástica tradicional definía la muerte como la separación del alma
y del cuerpo. La formulación proviene de los pitagóricos, platónicos y neoplatónicos. La
aceptaron los cristianos. La doctrina de santo Tomás ya ve en la esencia del alma una
relación trascendental a la materia. Durante esta vida, esa relación se efectúa a través
del cuerpo; la persona, el yo está en relación con todo el mundo material mediante el
cuerpo. Esa relación ¿desaparece de manera absoluta con la muerte? Con la muerte el
alma humana entra precisamente en una mayor cercanía y relación interna respecto del
fundamento de la unidad del mundo en el cual todas las cosas del mundo se comunican
entre sí, previamente a su influjo mutuo; y esto es posible precisamente porque el alma
ya no mantiene su forma corporal particular. El alma, despojándose en la muerte de su
forma limitada del mundo y precisamente en cuanto éste es fundamento de la vida
personal de los otros como seres corpóreos-espirituales. Después de la muerte se haría
más actualizada y más amplia.
El alma, pues, en la muerte, queda destruida como forma del cuerpo pero
simultáneamente entra en las raíces del mundo y vive la plenitud de su relación cósmica
con el Ser. Alcanza un nuevo y más alto grado de ser, porque aunque quede en relación
con lo espacio-temporal queda también substancialmente independiente de ello. La
certeza de morir y la ignorancia del día y de la hora, da a la existencia, supuesta la
inmortalidad, una seriedad y una responsabilidad que de otra manera no tendría. La
pregunta ¿ qué me espera después de esa muerte que ignoro cuándo puede llegar?, es
lo suficientemente seria como para inducirnos a una vida éticamente correcta y para que
nos preocupe el encuentro con el Infinito. Tanto más que se muere en completa soledad,
y en la muerte uno asume a solas la responsabilidad de toda su vida. En la muerte
concluye todo el ―tener‖. Queda sólo el ―ser‖ El yo coincide plenamente consigo mismo
sin ninguna alineación en lo externo. Está, más que nunca, presente a sí, mismo.
El envejecimiento tiene mucho de kènosis, pero es en la muerte donde se alcanza
la desposesión total. Ahora bien, esa desposesión total ofrece la posibilidad de la perfecta
posesión. Es el poder transformador de la muerte. Hace que la vida pueda verse como
una peregrinación hacia un encuentro con la Plenitud que sólo la propia libertad humana
puede frustrar, si se niega a aceptar el Amor.
Es también interrogante la tendencia incoercible que todos tenemos a vivir, a vivir
siempre, no a una vida sin término en la Tierra que carecería de motivaciones y sentido,
sino una vida distinta en la que alcancemos una plenitud y con ella una felicidad. Nuestro
espíritu es extraño. Tiene un sitio propio aquí en el mundo pero su esencia está hecha de
aspiraciones a la trascendencia, de esfuerzos hacia un destino desconocido, de
esperanza y atractivo por una realidad que presiente. Ese hecho lleva consigo el terror de
dejar de ser, y ello nos está indicando que el ser es mejor que el no ser. La muerte nos
pone así ante el misterio del bien y del mal. La muerte no convierte la vida en nada, sino;
como acto supremo del hombre y su libertad convierte la vida en la posibilidad de
alcanzar la plenitud del ser a la que siempre aspiramos, aunque se atisba también la
posibilidad de una frustración total, no en la aniquilación del no-ser sino en la alineación
total o pérdida total de sí mismo por una mala opción de la libertad.
Supuesto que no se da la reencarnación, cada uno vive una sola vez y la misma
Historia de la Humanidad por larga que sea, camina hacia un final definitivo en la Tierra.
La Persona y su acción Guía didáctica
96
El cosmos camina hacia un equilibrio energético o muerte térmica. Antes de llegar a ese
extremo, la vida humana sobre la Tierra se habrá hecho imposible, La aventura humana
habrá concluido. Imposible pensar que para nada, que todo fue una mala comedia sin
sentido.
Precisamente porque aceptamos que la vida tiene un sentido trascendente y que
se consuma en la inmortal plenitud de la Verdad, del Bien y del Amor, entendemos que
aquí en la Tierra hemos de comprometernos seriamente por realizar cada vez más y
mejor la verdad, el bien y el amor.
Nunca se realizará la persona humana si no es en el amor a los demás porque
tanto somos cuanto nos damos. La muerte nos muestra con elocuencia irrefutable, la
igualdad de todos los hombres. Ya Horacio escribía ―la pálida muerte, llama lo mismo a
las chozas de los pobres que a los palacios de los reyes‖ Nos despoja de todo a todos y
nos pone de cara a la Trascendencia a solas con nuestra responsabilidad personal. A
todos por igual. Por todos estos motivos se ha dicho que la muerte es maestra de la vida.
8.3.4 La experiencia final.
La vida de una persona, está llena de ricos valores. Sus rendimientos son
auténticamente duraderos porque interviene cuando debe, actúa en los contextos
oportunos y es independiente de los éxitos momentáneos. Del mismo modo, como
personalidad, gracias a esa determinación de sus sentimientos y a esa cercanía con la
realidad, se crece por encima de sus propios condicionamientos. Por todo ello la vida se
hace cada vez más densa y preciosa. Pero al mismo tiempo aparecen nuevas vivencias,
relacionadas con la curva descendente del arco de la vida, con la conciencia del final.
El final está operando siempre: el hecho de que el arco de la vida declinará y
acabará alguna vez, de que todo acontecer camina hacia una conclusión (la conclusión
que hoy llamamos muerte). Antes que nada se percibe la caducidad. Se tiene una visión
de conjunto de las posibilidades: de la medida del propio ser, y también de la medida de
lo que puede deparar la vida.
Pero el sentimiento de caducidad o la aceptación del final de acceso a algo
positivo en sí mismo: una conciencia cada vez más clara de lo que no pasa y, por
consiguiente, no puede terminar. En este contexto sólo podemos decir brevemente qué
es eso. Según la visión de la vida que tenga cada cual, tendrá un carácter diferente. Su
grado inferior es la idea que se expresa así: seguiré viviendo en mis hijos o en mi pueblo.
Lo eterno no significa que el entramado biológico continúe, sino que se refiere, más bien,
a aquello que está más allá de todos los entramados y que a mí me afecta como persona.
Otra forma: seguiré viviendo en mi obra, en la memoria, en la fama...Tampoco
esto cumple el sentido a que nos referimos...Apariencia... Ese sentido no puede serlo
más que la ―vida eterna‖, y ésta sólo se da en la relación con la realidad de Dios. Todo lo
demás son vaguedades y retórica. El hombre no puede definirse por sí mismo, sólo es
definible ―desde Dios‖ y ―en relación con Dios‖. Es decir, que sólo alcanza su sentido por
esta relación. Esto se ve especialmente claro en la vejez; y no se trata de mera debilidad
o de filosofía de la resignación.
La Persona y su acción Guía didáctica
97
La conciencia de esto perdurable aumenta en la medida en que se acepta la
caducidad; quien huye de ésta, la oculta o la ignora, no llega a aquella. En cuanto se
experimenta y se admite la provisionalidad de las cosas, se aviva la conciencia de lo
auténtico, que se muestra en todo lo que es absoluto, lleno de sentido, y que colma
infinitamente, porque a la vez da fuerza para vivirlo... Gracias a estas vivencias se
distingue entre lo importante y lo no importante, entre lo auténtico y lo inauténtico, entre lo
genuino y lo no genuino. Son expresiones de lo que se llama sabiduría. La sabiduría es
algo distinto de la inteligencia aguda, la acción coherente o la discreción práctica. Ella es
lo que resulta cuando lo eterno y absoluto empapa la conciencia finita y caduca, y desde
aquí ilumina la vida.
La Persona y su acción Guía didáctica
98
Elabora Un mapa conceptual sobre la experiencia final de nuestra vida.
…………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………
…
Compara En el siguiente cuadro establece las comparaciones entre la fenomenología del dolor y la búsqueda de sentido
El sentido de la vida PRINCIPALES CARACTERISTICAS
El sentido de la vida
1.- 2.- 3.-
Fenomenología del dolor
1.- 2.- 3.-
El Conformismo
1.- 2.- 3.-
1.- 2.- 3.-
Identifica En el Texto básico algunos caminos que nos ayuden a encontrar el sentido de la vida.
1.-
2.-
3.-
4.-
1.-
2.-
3.-
4.-
Actividad 08
La Persona y su acción Guía didáctica
99
Marca la respuesta correcta:
1. ¿Cómo debo vivir?
a. según la conciencia personal
b. según la conciencia colectiva
c. de acuerdo a la naturaleza humana
d. de acuerdo a consenso social
e. conforme a la tradición
2. ¿Cómo ayuda al hombre el
sufrimiento?
a. aumenta su fortaleza
b. fomenta su solidaridad
c. descubre nuevos valores
d. mejora su capacidad de adaptación
e. ayuda a comprender a los demás
3. ¿A qué nos invita el egoísmo?
a. a tener espíritu crítico
b. a dificultar la convivencia social
c. a lesionar el derecho ajeno
d. a procurar nuestro propio interés
e. a fomentar el propio intelecto.
4. ¿Qué persigue el
consecuencialismo?
a. resultados con mejores
consecuencias
b. evitar consecuencias no deseadas
c. provocar siempre resultados
planificados
d. una filosofía del éxito.
e. una moral de circunstancia
5. ¿Cuándo el sufrimiento es fuente
de sabiduría?
a. cuando se lleva con fortaleza
b. cuando tiene afán vindicativo
c. cuando no busca revancha
d. cuando asimila los errores
e. cuando se sufre con paciencia.
Responde verdadero (V) o falso
(F)
¿Cuál de las siguientes afirmaciones
corresponde a la búsqueda de
sentido?
6. ( ) Generalmente se ha
identificado el dolor con el mal.
7. ( ) Es humano amar la realidad
y confiar en ella
8. ( ) El sufrimiento, sea cual fuere,
nos obliga a vivir en una tensión
continua.
9. ( ) El dolor para que sea fecundo
tiene que estar movido por el temor.
10. ( ) La atención y la ayuda al
sufrimiento de los hombres es un
excelente vínculo de solidaridad
Autoevaluación 08
La Persona y su acción Guía didáctica
100
Referencias Bibliográficas
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ALISON WADELEY – TOMAS BLASCO, La ética en la investigación y la práctica
psicológicas, Ariel Psicología, Barcelona, 1995.
CHAVEZ CALDERON, Pedro, Historia de las doctrinas filosóficas, Pearson, México
1998.
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Cuando la globalización se ha instalado en la empresa, Pearson Educación, Madrid,
2001.
EZCURDA HIJAR – CHAVEZ CALDERON, Diccionario Filosófico, Limusa, Méjico,
2000.
HERMES, Hans, Introducción a la teoría de la computabilidad. Algoritmos y máquinas,
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M. GARCIA, Marcos, Historia de la Filosofía, Pearson, Méjico 1993.
MEJIA HUAMAN, Mario, Introducción a la Historia de la Filosofía, Editorial
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MOST, Jacob, El poder del péndulo. Descubriendo lo que está oculto, Didáctica M,
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MOST, Jacob, La Parapsicología. La otra cara del misterio, Ediciones Didáctica, 2001.
NEWTON C.A. DA COSTA, Lógica inductiva y probabilidad, Fondo de Cultura
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PISCOYA H. Luis, Filosofía, Ministerio de Educación del Perú, Guía para el profesor,
1998.
REGAL A., Bernardo, Etica general, Fondo de Desarrollo Editorial, Universidad de
Lima, 1996.
RUSS, Jacqueline, Los métodos en filosofía, Editorial Síntesis, España, 2001.
RUSSELL, Bertrand, Análisis filosófico, Paidos, México, 1999.
SOBREVILLA, David, Introducción a la filosofía de la cultura, Biblioteca Filosófica
Cuadernos de Filosofía, Fondo editorial, Lima, 1996.
SOBREVILLA, David, La filosofía sontemporánea en el Perú. Estudios, reseñas y notas
sobre su desarrollo y situación actual, Carlos Matta Editor, Lima, 1996.
La Persona y su acción Guía didáctica
101
Glosario de términos A
ABSTRACCION: Operación de la mente por la que se capta un aspecto de
cualquier objeto sensible o inteligible aislándolo de otros que forman parte del
mismo o se hallan con él en alguna relación...
ACCIDENTE: Lo que no es en sí, sino en otro. Es decir, que para existir necesita
un sujeto de inhesión (un color, un tamaño, una virtud, que existen, pero en algo o
alguien que es azul, que mide tanto, que es prudente, etcétera.
ACCIÓN: Cualquier operación, considerada desde el sujeto de que parte o se
inicia.
ACTO: Acción cumplida. La existencia en cuanto perfección o realización de la
potencia...
AFORISMO: Proposición breve y sentenciosa, de uso común, que expresa una
verdad o una regla práctica.
AGIBLE: Lo que puede hacerse en el orden del espíritu (un proyecto, un
propósito, etcétera). Se relaciona con lo FACTIBLE (vid.).
AGNOSTICISMO: Actitud que niega la posibilidad de un determinado
conocimiento (agnosticismo metafísico, valoral, etcétera). Se dice eminentemente
en lo que se refiere al conocimiento de la existencia de Dios.
ALMA: Principio de vida de los seres vivos. Aquello de que resulta la condición de
viviente. Es el objeto de la psicología, llamada originariamente De Anima (sobre el
alma).
ANALISIS: Método de estudio o investigación consistente en descomponer un
todo en sus elementos más simples y estudiarlo en éstos o a partir de éstos.
ANAMNESIS: Término griego que significa recordación. Lo empleó
particularmente Platón para explicar el conocimiento en este mundo de los
universales, interpretándolos como fruto de una recordación de las IDEAS
arquetípicas que en una vida anterior contempló el alma.
ANTINOMIA: Razonamiento insoluble o retorsible que se basa generalmente en la
admisión de unos supuestos contradictorios.
ANTITESIS: En el sentido que le otorgaba Aristóteles: contraposición. Para Hegel:
el segundo momento del proceso dialéctico (tesis, antítesis, síntesis).
APETITO: Tendencia que impulsa a la acción a un ser viviente partiendo de
antecedentes cognoscitivos sensibles. Es común al animal y al hombre. Se divide
en apetito CONCUPISCIBLE e IRASCIBLE.
APODICTICO: Aristóteles aplicaba este calificativo a los juicios o a los
razonamientos demostrativos o demostrables. Kano le da el significado de
necesario. Juicio apodíctico será aquel cuya no admisión entraña contradicción.
APREHENSION: Captación intelectual de un objeto (concepto, juicio o raciocinio).
A PRIORI - A POSTERIORI: Antes-después. A priori se aplica a juicios y
raciocinios cuya validez no depende de la experiencia o comprobación sensible o
La Persona y su acción Guía didáctica
102
empírica. A posteriori se dice, en cambio, de aquellos que se apoyan en esta
experiencia.
ARQUETIPO: Modelo original o ejemplar de un tipo u orden de seres. Las Ideas
en la teoría platónica tenían el carácter de arquetipo o modelo de las cosas del
mundo material.
ARTE: Conjunto de reglas que dirigen una actividad humana. Santo Tomás dividió
las artes (como técnicas de lo FACTIBLE, vid.) en artes liberales y artes serviles.
Se dividen más comúnmente en bellas artes y artes mecánicas.
ASOCIACIONISMO (vid. ASOCIACION).
AUTODETERMINACION: Poder de determinarse a sí mismo, propio del ser
dotado de voluntad (apetito racional) y, por lo mismo, libre.
AUTONOMIA (moral): Característica de la moral kantiana que supone al obrar
moral independiente (o autónomo) de cualquier norma o fin exterior al hombre
mismo. Se le opone (según Kant) la heteronomía de los demás sistemas éticos.
AXIOLOGIA: Teoría de los VALORES. Según la escuela axiológica de Max
Scheler, el valor es algo distinto del ser, que se capta por una intuición valoral y no
por vía sensible ni intelectual.
AXIOMA: Proposición primera de la que parte la demostración. La lógica clásica le
otorga el carácter de proposición evidente por sí misma. La lógica matemática
reduce los axiomas a primeras premisas convencionalmente elegidas.
B
BEHAVIORISMO: Teoría psicológica moderna (J. B. Watson), según la cual sólo
la conducta exterior o comportamiento (behaviour) y el método extrospectivo son
válidos científicamente en psicología, excluyendo por subjetivo y no comprobable
a la introspección o descripción de los fenómenos anímicos propios.
BONDAD: En su sentido más inmediato dícese de la acción humana (voluntaria)
cuando se ajusta a las normas de su rectitud o moralidad. Derivadamente de este
sentido se aplica a las personas que realizan habitualmente el bien (que son
buenas o poseen bondad).
C
CATEGORIAS o géneros supremos del ser. En la teoría hilemorfista se atribuye a
la materia prima la raíz de la cantidad.
CARACTER: Conjunto de condiciones que distinguen a un objeto y lo diferencian
de los demás. Entre los signos diferenciales de un hombre concreto, además de
los puramente individuales, se consideran y clasifican los más generales que
dimanan del temperamento y del carácter. El primero se refiere más bien a las
determinaciones psicosomáticas, al paso que el segundo (el carácter) se refiere a
las condiciones más propiamente anímicas y espirituales en su aspecto
permanente y común, asimismo clasificables...
CARTESIANISMO: Lo referente al sistema filosófico de Descartes. En sentido
amplio: lo que hace relación a la corriente filosófica que admite el planteamiento
cartesiano de las tres sustancias (Malebranche, Espinosa, Leibniz, Wolff).
CATEGORIA: En un sentido general: noción que sirve para la dirección del
pensamiento o de su expresión (tal pueblo, por ejemplo, no posee las mismas
categorías mentales que nosotros). Platón y Aristóteles le dieron el sentido de
géneros supremos de la realidad o división última de cuanto hay en grandes
grupos lógicamente deducidos.
La Persona y su acción Guía didáctica
103
CIENCIA: Conocimiento de las cosas por sus causas. O, más limitadamente,
saber que incluye alguna garantía de su validez. Se diferencia del saber vulgar o
saber de hechos, y también del saber por la fe. En su origen, ciencia y filosofía
eran una misma cosa. Sólo a partir del siglo XIV comienzan a separarse del tronco
de la filosofía las ciencias particulares o ciencias de la Naturaleza.
CIENTIFICISMO: Tendencia a considerar como único saber válido el de las
ciencias particulares o ciencias fisicomatemáticas.
CONCEPTO: Representación intelectual (abstracta) de un objeto. Acto o producto
de la concepción intelectual o intelección. Se llama también universal, y, en su
sentido objetivo, idea. La filosofía medieval se desarrolló en gran parte en torno al
llamado "problema o cuestión de los universales". Se trataba en él de qué genero
de realidad poseen los géneros y las especies (los universales) -el hombre, el oro-
: si una realidad extramental (realismo absoluto) o sólo mental (conceptualismo), o
si se trata de meras palabras (nominalismo).
CONCIENCIA: En su sentido general, una luz interior por la que vivimos en
nuestra mente de forma intencional la realidad de lo que nos rodea, y a nosotros
mismos como sujetos de ella. Perder la consciencia o estar inconsciente es la
privación de esa luz interior. En su sentido moral, se llama conciencia a la parte de
esa conciencia psicológica general que nos hace conocer la bondad o la malicia
de nuestros actos e intenciones. Los moralistas la estiman norma subjetiva de
moralidad.
CONOCIMIENTO: Facultad o efecto de conocer. Poseen conocimiento aquellos
seres capaces de traer a su conciencia el mundo que les rodea o su propia
realidad. Por el conocimiento, el sujeto entra con las cosas conocidas en la
relación sujeto-objeto. Existen grados distintos de conocimiento (de "luces"),
desde el conocimiento animal hasta la visión beatifica.
CONTINGENCIA: Condición de los seres creados, cuya esencia (aquello que son)
no entraña su existencia; es decir, que igualmente podrían no existir. Se
diferencian en esto del único Ser Necesario -Dios-, cuya esencia es existir.
COSA EN SI: Lo que es la cosa o la realidad del mundo exterior, con
independencia de su relación con el conocimiento. Empleó Kant este término para
designar uno de los factores que integran la síntesis del conocimiento fenoménico:
la cosa en sí (noúmeno), ese algo misterioso e incognoscible de donde se supone
proceden las sensaciones que, en estado caótico o informe, se integrarán en las
formas a priori de la razón pura y en las categorías del entendimiento.
CUALIDAD: Cualquier determinación de un objeto (su color, su virtualidad,
etcétera). Aristóteles incluía la cualidad entre los nueve accidentes que, con la
sustancia, forman las CATEGORIAS o géneros supremos del ser.
CULTURA: En un sentido, cultivo de las virtualidades y personalidad de un
hombre (tener cultura, hombre cultivado). En otro, el conjunto de características
más elevadas de un pueblo, época o civilización. Modernamente se ha querido ver
en la cultura un principio civilizador y social primario y superior a la religión, y, en
cierto modo, contrapuesto a ella, por lo que debe sustituirla. Así, el movimiento
enciclopedista, la teoría de Fichte, el Kulturkampj; etc.
La Persona y su acción Guía didáctica
104
D
DEDUCCION: Nexo lógico por el que una conclusión resulta de la comparación de
dos o más premisas. La deducción procede de lo universal a lo particular o menos
general. Su expresión se llama SILOGISMO.
DEMIURGO: Consideración greco-latina (pagana) de Dios como artífice del
mundo.
DEVENIR: Cambio o MOVIMIENTO.
DEVOCION: Disposición de ánimo que abre el alma a Dios Afecto o sentimiento
concomitante a esta apertura a lo sobrenatural.
DIALECTICA: En el sentido que le otorgaban Platón y Aristóteles, es el arte de la
discusión o búsqueda de la verdad en el diálogo a través de diversas divisiones y
precisiones conceptuales. Para los estoicos, la dialéctica se identificaba con la
lógica, distinguiéndose de la retórica, que es el arte de hacer bello el discurso.
Para Hegel y su escuela, dialéctica es la síntesis de los opuestos o el ritmo del
pensamiento en su marcha constante (y creadora) a través de la tesis, la antítesis
y la síntesis.
DUDA: Estado de incertidumbre de la mente en la que ésta oscila entre opiniones
u opciones diversas. Los escépticos apoyaban en motivos de duda hacia todo su
ideal de SUSPENSION de juicio o epojé, que suponían origen de la libertad
interior y de la felicidad. Descartes utilizó una "duda universal metódica" en su
búsqueda de una primera verdad evidente e inconmovible.
E
ECLECTICISMO: Condición de un sistema filosófico que se forma de aspectos
diversos de otros sistemas, sin lograr con ellos una armonización coherente u
original.
EMPIRISMO: Escuela filosófica que no admite otro criterio de verdad que la
experiencia sensible. Rechaza la suposición de ideas innatas, y también la
intelección como penetración en las cosas sensibles hasta obtener de ellas su
concepto o esencia. Reduce así los conceptos, de forma parecida al
NOMINALISMO, a meros nombres o términos designativos de colectividades
agrupadas mentalmente. Forman esta corriente, principalmente, los ingleses del
siglo XVII Locke, Berkeley, Hume.
EPISTEMOLOGIA: Parte de la filosofía que estudia el conocimiento en los
fundamentos de su verdad. Es decir, los criterios por los que podemos admitir la
objetividad de los fenómenos cognoscitivos.
ESTIMULO: Objeto capaz de excitar un sentido o facultad superior o de provocar
una respuesta en el ser vivo.
ESTOICISMO: Escuela de tendencia moral fundada por Zenón de Citio en el siglo
III a. J. C. Su nombre procede de la puerta (stoa) de la ciudad donde se reunía
con sus discípulos.
F
FACULTAD: Potencia o poder del alma para la realización de alguna de sus
funciones. Los sentidos corporales son facultades o potencias, al igual que los
sentidos internos y las facultades superiores de conocimiento y de apetición
(entendimiento y voluntad).
FENOMENISMO: Teoría conexa con el EMPIRISMO -Hume especialmente-, que
admite sólo como justificable empíricamente los puros FENOMENOS o
La Persona y su acción Guía didáctica
105
manifestaciones sensoriales inconexas, rechazando por incomprobables
sensorialmente la sustancialidad y la causalidad.
FENOMENO: Lo que aparece o se manifiesta a la conciencia espontánea.
Algunos autores, como Schopenhauer, identifican el término con mera apariencia
(engañosa) por oposición a la verdadera y oculta realidad. Para Kant, el fenómeno
o el conocimiento fenoménico es el único posible, y resulta de una síntesis entre el
contenido caótico sensorial y un factor formal-categorial.
FENOMENOLOGIA: Método de investigación descriptiva de lo que la experiencia
ofrece, penetrando (sin abstracción) en los distintos aspectos e implicaciones en
profundidad del objeto, o, más bien, de su ausencia. Su gran expositor fue E.
Husserl en sus Investigaciones lógicas. FIDEISMO: Teoría filosófico-religiosa que
reconoce en la fe el único fundamento para el conocimiento religioso (incluso
sobre la misma existencia de Dios), y, por supuesto, una fuente de saber superior
a la razón, y necesaria para la fecundidad de ésta.
FILOSOFIA: Etimológicamente, amor a la sabiduría. Originariamente, sinónimo de
ciencia (conocimiento por causas). En su sentido actual puede definirse como
"saber de la totalidad de las cosas por sus causas últimas adquirido a la luz de la
razón".
G
GNOSTICISMO: Teoría filosófico-religiosa de la época helenística que suponía a
la gnosis o razón una superioridad sobre la fe (o pistis), de modo tal, que el
contenido de ésta sería sólo una popularización de ese saber más alto, fruto de la
gnosis.
H
HEDONISMO: Teoría moral que constituye al placer (hedoné) en bien último o
supremo fin de la vida humana. Se dice también de la tendencia a buscar el
placer.
HERMENEUTICA: Técnica de interpretación. Sistema interpretativo.
HEURISTICA: Arte o técnica de la búsqueda o investigación. Método heurístico,
por oposición al didáctico o de enseñanza.
HIPOTESIS: Antecedente de una proposición condicional o hipotética. Enunciado
que sólo se puede probar por sus consecuencias.
I
IDEALISMO: En sentido gnoseológico: la teoría que afirma que todo lo real es
ideal o puro pensamiento (fenómeno psíquico). Según Berkeley, esse está percipi
(ser es "ser percibido"). Hay un idealismo psicológico (individual) y otro lógico
(referente a las condiciones generales del pensar). En otro sentido, se llama
idealista a quien se mueve por grandes ideas o fines desinteresados.
ILUSTRACION: Movimiento filosófico del siglo XVIII, especialmente de Francia,
que afirmaba el poder ilimitado de la Razón para gobernar el mundo de los
hombres y dirigir sus vidas, abjurando del pensamiento histórico. Fue origen de la
Enciclopedia (de aquí su otro nombre de "enciclopedismo"), y fue antecedente
inmediato de la Revolución francesa.
IMAGINACION: Facultad sensible o sentido interno capaz de reproducir
sensaciones o percepciones en ausencia de sus estímulos. De las tres funciones
que se le atribuyen (conservadora, reproductora, combinadora) se da vulgarmente
La Persona y su acción Guía didáctica
106
el nombre de imaginación (o FANTASIA, vid.) a la última, combinadora o
creadora.
INDUCCION: Razonamiento o procedimiento científico que de lo particular o
menos general conduce a lo universal, según definición de Aristóteles. Por partir
de lo más inmediato sensible, la inducción es previa a la DEDUCCION,
procedimiento inverso. Cabe distinguir la inducción completa, que parte de la
anunciación de todos los casos que abarcará la conclusión, y la incompleta, que
se apoya solamente en algunos, metódicamente seleccionados.
INMANENCIA (lat. manere in): Lo que está implicado o permanece dentro de los
términos de algo, sin sobrepasarlos. Se opone a trascendencia (vid.). Se aplica
muy particularmente al conocimiento, según se estime puro fenómeno psíquico
(inmanente al sujeto) o representación de una realidad exterior (trascendente).
INTELECTUALISMO: Teoría aristotélico-escolástica sobre la captación de
universales o conceptos, según la cual se realiza por una especie de penetración
en el objeto sensible mediante la ABSTRACCION.
INTROSPECCION: Método psicológico por el que el sujeto observa y describe sus
fenómenos psíquicos como vivencias propias. La escuela behaviorista niega valor
científico al método introspectivo por considerarlo incomprobable.
J
JUICIO: En su sentido lógico: forma del pensamiento por la que un concepto es
atribuido (afirmado o negado) de un sujeto. En sentido psicológico: facultad de
juzgar. En un sentido moral: rectitud o prudencia en el juzgar (tener juicio o ser
juicioso).
L
LENGUAJE: Conjunto, sistema (o el uso) de signos de expresión intersubjetiva.
Puede ser oral, escrito, mímico, etcétera.
LOGICA: Ciencia del pensamiento en sí mismo considerado, en sus formas y en
sus leyes. Aristóteles le dio el nombre de Organon por considerarla instrumento
previo a todo saber. La moderna lógica matemática aspira, mediante una
formalización del pensamiento, a un metalenguaje universal.
LOGOS: La razón, considerada como orden explicativo del Universo, o como el
saber que Dios tiene de sí mismo (Verbo).
M
MARXISMO: Teoría económica, política y filosófica de K. Marx que aplica la
dialéctica hegeliana a un materialismo económico. Fundamento teórico del
régimen socialista extremo o comunismo.
MATERIALISMO: Teoría que atribuye sólo causalidad a la materia, o que
cons1dera a ésta como la sustancia única de todo cuanto es. Es notorio en la
modernidad el materialismo histórico o dialéctico, que es la filosofía del
MARXISMO (vid.).
MAYEUTICA: Arte de "ayudar a dar a luz" u oficio de la partera. Sócrates llamó así
metafóricamente a la segunda parte de su método, consistente en incitar a
razonar a sus interlocutores facilitándoles el camino para obtener por sí mismos la
verdad.
MEMORIA: Facultad de conocimiento por la que reproducimos sensaciones,
percepciones o contenidos ideales pasados en tanto que pasados (es decir, con
referencia a un tiempo o experiencia pretérita). La memoria es una facultad
La Persona y su acción Guía didáctica
107
sensitiva de conocimiento, común al hombre y al animal; pero en el hombre se da
también la memoria intelectiva, en la que aquélla actúa bajo el imperio de la
voluntad. Se trata no meramente de reconocer cosas o situaciones pasadas, sino
de recordar voluntaria o intencionadamente.
METALENGUAJE: Lenguaje universal formalizado al que aspira la moderna lógica
matemática.
N
NATURALEZA: Término empleado en varios sentidos: la esencia o la sustancia de
un ser considerada en cuanto principio u origen de operaciones (en la naturaleza
del hombre está crecer, hablar, etc., no asó volar); el conjunto de cosas exteriores
como opuesto a la interioridad del sujeto; el mundo mismo como todo ordenado y
"naturado" por Dios.
O
ONTOLOGISMO: Teoría según la cual el conocimiento de lo real no comienza en
el saber humano de las cosas, sino que desciende de un saber superior o
iluminación sobrenatural.
ORGANON: Nombre dado al conjunto de tratados aristotélicos sobre Lógica.
Significa instrumento (del saber).
ORTOGENESIS: Teoría que supone la evolución de la vida en una línea recta de
desarrollo. Se opone a la poligénesis, que admite líneas diversas de evolución.
P
PENSAMIENTO: En general, la actividad mental o espiritual. En particular, la
actividad racional o discursiva.
PERCEPCION: Captación sensible del objeto como tal. Según la escolástica,
constituye una actividad sintética o unificadora de datos sensibles diversos que
realiza un sentido interno llamado sentido o sensorio común, cuyo acto es la
percepción.
PERFECCION: En un sentido, el conjunto de potencialidades y cualidades que
residen en la forma sustancial de un ser. En otro, el fin de una operación como
cumplimiento de ésta.
PERSONA: Etimológicamente, máscara que en la tragedia griega expresaba el
carácter o personalidad del actor. Según la definición clásica de Boecio:
"Sustancia individual de naturaleza racional".
POSIBLE: Aquello que puede ser. Habitualmente se dice de lo que posee una
concreta posibilidad de ser, aunque no sea la mayor, caso en que se trataría de
PROBABILIDAD.
POSITIVISMO: Teoría fundada por A. Comte, según la cual el único saber posible
es el de las ciencias experimentales o físico-matemáticas (por él llamadas
positivas), con exclusión de la metafísica y la teología.
POTENCIA: En general, principio de movimiento o cambio. En el aristotelismo,
principio metafísico (capacidad de ser) que, unido al ACTO (vid.), explica la
realidad del
PRAGMATISMO: Sistema filosófico que establece como criterio de verdad la
utilidad en orden a la acción (pragma). Cosas o proposiciones son verdaderas en
la medida en que sirven o muestran su eficacia práctica.
La Persona y su acción Guía didáctica
108
PSICOLOGISMO: Tendencia a considerar a toda la filosofía como descripción de
fenómenos psíquicos. Consideración psicológica de la lógica.
R
RACIONALISMO: Tendencia a creer racional la esencia o estructura de todo lo
real, o a la razón el instrumento adecuado para penetrar toda realidad. Hay que
distinguir un racionalismo antiguo (grecolatino) que destaca simplemente la
inteligibilidad de las leyes naturales contra el irracionalismo mítico, y un
racionalismo moderno que pretende reducir la existencialidad y la contingencia del
mundo a la necesidad racional.
RAZON (lat. ratio): Facultad distintiva del hombre (animal racional) que le permite
llegar a la esencia o verdad de las cosas a partir de la intelección y por medios
discursivos. Dícese también razón a la prueba o demostración de algo.
RELATIVIDAD: Teoría física y cosmológica formulada por Einstein, que mostró la
insuficiencia de la llamada mecánica clásica sistematizada por Newton.
RELATIVISMO: Teoría que sostiene el carácter relativo o condicionado de la
moral o del conocimiento (de la verdad) respecto del hombre -o de su tiempo-
como cognoscente o como sujeto de actividad.
S
SEMIOTICA: Teoría de los signos, en la doctrina tradicional. Según Galeno,
sintomatología o ciencia de los síntomas en medicina.
SENSACION: Acto de las facultades sensitivas de conocimiento externo o sentido
externo (sensación visual, auditiva, etcétera). En otro sentido, impresión vaga de
algo que acontece o se avecina.
SER: Aquello que todos los seres, existentes o posibles, tienen en común, y a lo
que compete existir de alguna manera "Id cui competit esse". Es el objeto de la
Ontología general o ciencia del ser en cuanto tal, y del tercer grado de
ABSTRACCION (vid.) o abstracción metafísica.
SILOGISMO: Expresión del razonamiento deductivo categórico. Aristóteles hizo
de su estudio la parte principal de su lógica.
SINTESIS: Unificación, coordinación o superación de elementos dispares en una
unidad superior. Método científico opuesto al análisis que va desde lo particular a
lo general
SUBJETIVISMO: Tendencia a enfocar toda cuestión o conocimiento según las
condiciones o los estados del sujeto.
T
TELEOLOGICO: Lo que está dirigido a un fin o posee un sentido. Teoría de los
fines.
TENDENCIA: Todo impulso vital hacia la acción. Cuando responde a
antecedentes cognoscitivos se llama APETICION.
TEORIA: Actividad especulativa o contemplativa por contraposición a la práctica.
Opinión o sistema de pensamiento.
TRASCENDENCIA: Lo que va más allá del asunto u objeto de que se trata. Se
opone a INMANENCIA.
TRASCENDENTALES: Nociones tan universales como el ser (y convertibles con
él) que trascienden (o van más allá) de los géneros supremos o CATEGORIAS.
Destacan en el ser alguno de sus aspectos o relaciones. Son: cosa, algo, uno,
verdadero y bueno.
La Persona y su acción Guía didáctica
109
U
UNIDAD: Lo que es en sí uno e indivisible. El ser vivo, que es individuo, la posee,
y eminentemente Dios, cuya pluralidad sería contradictoria con su esencia. En
general, se dice de todo cuanto posee una identidad consigo mismo; de aquí que
se considere a esta noción como TRASCENDENTAL.
UNIVERSAL: Cualquier determinación que puede aplicarse a una pluralidad o
realizarse en ella. Se da también este nombre a los conceptos en razón de su
carácter abstracto y predicable.
UNO: Elemento de un grupo o clase cualquiera. Lo que es único, como al decir
"Dios es uno". Lo mismo que UNIDAD. Nombre dado por Plotino a Dios en cuanto
principio por emanación y superación de los contrarios.
UTIL: Lo que es medio para otra cosa o sirve para su consecución o realización.
UTOPIA: Lo que está fuera del espacio, o, por su carácter imaginario, no se
refiere a ningún sitio concreto.
V
VIRTUD: Hábito del bien. Se dividen las virtudes en cardinales y teologales; y
aquéllas en éticas y DIANOETICAS: En otro sentido: potencia, capacidad o
virtualidad para hacer algo o llegar a algún término.
VITALISMO: Teoría que coloca la vida (o los valores vitales) por encima de
cualquier otra realidad o valor, suponiendo lo demás subordinado a los intereses
de la vida.
VOLUNTAD: Apetición intelectiva. Tendencia desencadenada por antecedentes
cognoscitivos racionales. Es propia del hombre, y por su misma naturaleza, posee
el atributo de la libertad o libre ALBEDRIO.
VOLUNTARISMO: Teoría metafísica que hace depender las leyes naturales no de
su carácter racional, sino de la pura voluntad divina.
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110
Solucionario Autoevaluación Nº 1
1. b 2. b 3. b 4. a 5. d 6. v 7. v 8. v 9. f 10. f
Autoevaluación Nº 2 1. c 2. e 3. e 4. b 5. a 6. v 7. v 8. v 9. v 10. v
Autoevaluación Nº 3 1. e 2. d 3. c 4. d 5. e 6. f 7. v 8. v 9. f 10. v
Autoevaluación Nº 4
1. d 2. a 3. b 4. c 5. b 6. f 7. v 8. v 9. f 10. v
Autoevaluación Nº 5
1. b 2. d 3. a 4. d 5. d 6. v 7. f 8. f 9. v 10. v
Autoevaluación Nº 6
1. d 2. d 3. d 4. c 5. d 6. v 7. v 8. v 9. f 10. v
Autoevaluación Nº 7 1. e 2. a 3. b 4. c 5. d 6. 7. 8. 9. 10.
Autoevaluación Nº 8 1. c 2. e 3. d 4. a 5. a 6. f 7. v 8. f 9. f 10. v
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