AÑO I

No. 4

LA MUJE R

PANAMEN AREVISTA SEMANAL, CONSAGRADA A LA DEFENSA

DE LOS INTERESES DE LA MUJER PANAMEÑA .

OCTUBRE 23 DE 1919.

TIPOGRAFIA MODERN APANAMA

CORAZONE SNovela escrita especialmente para "La Mujer Panameña '

PorLuisdeLis

porvenir de su hija, y todo cuanto tiene es para ella. Si no aho-

rrara ya estaría en las latas . Elahorro hijo mío es el más sabi oproceder del hombre .

-De más fuera : es muy bonito e lagio, y según parece, en este nego-cio don Jerónimo no se anda porlas ramas .—Hijo mío "business is business"

como dicen en la tierra en que t eeducaste . Cualquier negocio qu esea, siempre que redunde e

n provecho, debe hacerse.--Según eso, padre, tu conside-

ras que el agio no es una estafa ?—Lo que tu quieras, per

o mientras sea permitido, adelante! Todos los negocios tienen sus "zizigañas. "

-Pero eso es horrible, y valerse d ela necesidad para esplotarla, un de-lito, tanto mas grande cuanto quese hace a la luz del sol, a los ojosde la sociedad . Es decir, un asal-to descarado e inícuo premedita-damente ; porque como tú com-prenderás, entre nosotros la pag aes tardía . Si es el gobierno d equien se devenga, al Gobierno co nfrecuencia tiene tisis en las ar-cas, si es de los almacenes o deotros establecimientos, la paga e sde mes a mes, y naturalmente, elempleado o artesano tiene que co-mer diariamente, se ve precisado avender su salario por la terceraparte de su valor, muchas vecespor la mitad .

—No discutamos, pues yo no po-dría hacerlo contigo que tienes lacabeza llena de ideas y tendenciaspropias para tu Londres, pero ex-

trañas a nuestro ambiente ; y entre-mos en materia . ¿No te gustaManonga ?

—Ni "pizca . "—Pues eso hemos hablado don

Jerónimo y yo ; a fin de ver cóm ote uno a ella .

—¡A ella !—Sí, :Manuel, es una buen

a muchacha, y muy particularmente tie-ne "mergollina" ; la que, unida atu fortuna que no baja de cien mi lpesos, ya verás si es un bell o porvenir

.—En una palabra, padre, me

propones un negocio como el agi ode don Jerónimo : que empeñe mi silusiones por una rata que se ven-cerá a la muerte del padre de Ma-nonga . !Bonita proposición par aun positivista, nunca para quie ncomo yo no quiere uncirse al carr ode la desgracia ; y digo desgraci aporque yo no vendo mi corazón porun puñado de moved. s . Soy bas-tante joven, y lo bastante educad opara despreciar esa proposición .

—Calla tontuelo que me encolerizas, agregó don Gumercindo apre-

tando las manos y mirando a Ma-nuel con los ojos abiertos .—Simplemente te digo la verdad .—¡Pues te casarás con Manong a

quieras o no ; ¡yo lo mando!— ¡Imposible!—Aquí no hay imposible que

valga . La unión con Manonga ote desheredo !

Por el cerebro del joven cruzó co -mo un relámpago la imagen de Car-melita que parecía decirle "no meolvides" . Detuvo su vista en el des-(Pasa a la penúltima pág. de la cubierta)

].A MUJER PANAMEÑAREVISTA SEMANAL, CONSAGRADA A LA DEFENSADE LOS INTERESES DE LA MUJER PANAMEÑA .

Directora : CLOTILDE RIOS

Administrador : JUAN D . MAITIN G .

AÑO I .

PANAMá, R . de P., OCTUBRE 23 DE 1919Nº 4,

No Hay Triunfo sip Cooperación)COS este el cuarto número de

nuestra revista y poca ha si -do la colaboración que nos

han enviado nuestras amigas la smujeres, con todo y que en tono sdistintos se la hemos solicitado .Parece que la mujer está tambié ntocada del mismo mal que afectahondamente los organismos so-ciales; parece que poco nos impor-ta el progreso, y que la inercia seapodera, como un pulpo, de nues-tras esperanzas, para sumirlas enla más triste decepción .

¡Amarga realidad, pero es cier-to! . . . .

Sin embargo, vemos con fre-cuencia a nuestras damas, asisti ra las tertulias, a los bailes y a lo steatros con un entusiasmo tal ,que en veces pensamos que muypronto Panamá tendrá maestrasen el arte de Talía y de Chopin !

Estas circunstancias nos ha ninducido muchas veces a abando-nar la tarea que nos hemos im-puesto ; pero, como hemos dich oque quien no espera vencer estávencido, no queremos ser vícti -mas nosotras del terrible y rígid oaxioma; y de aquí que persevere-mos en el afán que se ha hecholey para nosotras, hasta llegar acoronar el supremo esfuerzo dereforma en provecho de la mu-jer .

Nos decepciona ciertamente e lindiferentismo, pero nos alientala esperanza de que muy pronto,tal vez al primer albor de unamañana, veamos acompañarnos atoda una legión de mujeres abne-gadas y altruistas que defina nterminantemente su porvenir ysu gloria.

Hemos oído decir a algunas se-ñoritas, que nuestra revista e smuy pequeña, que ellas está nsuscritas en otras revistas másgrandes etc . ; más estamos segu-ros de que las señoritas que as íse expresan, no han leído siquie-ra nuestra producción, porque d ehaberla leído, ya estarían connosotras .

No se puede exigir que en unpaís donde cuesta tan cara la im-presión y escasea la cooperació nindividual, pueda darse a la pu-blicidad una revista de grande sdimensiones . Si es esto último loque se desea, deben comenzaresas señoritas por contribuír co nsu óbolo para que nosotras poda-mos satisfacer sus ambiciones .

«Hay que sembrar para cose-chan), queridas amiguitas. Sinechar en el surco la semilla no po -drá el labrador vender sus frutosen el mercado. Cuando reciba-mos colaboración y nuestra revis -ta tenga mayor circulación que

26Revista para el bello sexo

la que tiene actualmente, enton-ces otra será la cuestión .

En confiar y esperar, dice Ale-jandro Dramas, está toda la filos

ofía de la vidas. Nosotras confia-mos y espera: es que las mujeres

de Panamá seguirán el recto camino que. les toca seguir con mo-

tivo de esta publicación, hija d ela sinceridad y del cariño que porellas tenemos ; de lo contrario ,¿de qué valdrán nues tras buenasintenciones y esfuerzos ?

Así Somos . . . .

Estamos en la época de los tra-jes lujosísimos, de los sombrerosencintados ; a la última moda deParis! `Y qué tenemos con todoeso ganado en el campo del saber,de la -virtud de las buenas costum-bres? usada !

Si queremos sobresalir, llevarno sla palma al lado del hombre, sea-mos amazonas, seamos inglesas,

ocupemonos de nuestra casa ; nopor que nos agrada la Literatura yen ella hagamos portentos, vaya-mos a olvidar nuestros deberes ,¡no?, debemos llenar del todo elcometido de la Mujer Aprendamo sa manear la ploma, tan bien com o

la escoba, tan bien como el almi-rez

Pero, nosotras nonos preocupamo ssino de las películas cinematográ-ficas, de los pasees, de los Clubs . .para bailes, de los saraos, en fin ,nos encontramos rodeados de unaatmósfera de alegria, alejándonosconstantemente, más y más, de l aMujer .

Esta Revista tan simpática, quedebe ser el exponente más caracte-rizado en toda la Repúbl i ca de l aCultura Femenina si acaso ha t

enido acogida. " ¡Quién va a gastar

tiempo leyendo LA MUJE RPANAMEÑA cuando nos preocupa el en-contarnos y empolvarnos para ir alParque , cuando estamos apresur

adas en acabar una muy bonita "novela de Carolina Invernizio, o d eCarlota Braemé? ¿Cuándo, la v

ida es una y hay que pasarla lo másfeliz posible !

Amiguitas queridas, esas lectu-ras, esas son lad culpables de todosnuestros extravíos, de casi todo snuestros fracasos .

Cuando ardamos en deseos d eleer, tomemos el "El Quijote", e l"Gil Blas", y muchas otras obrita sque lejos de atiborrarnos la cabez ade crímenes y de escenas muy trá-gicas, deleitan nuestro espíritu, ins-truyan nuestra imaginación .

Espero, llena de entusiasmo, quevosotras, todas, vengan gustosas acobijarse bajo el manto de L AMUJER PANAMEÑA, que así re

sguardadas, podremos hacernos oir,defender nuestros intereses, presta rnuestro apoyo, aunqu

e insignificante, al resurgimiento moral eintelectu al de nuestra republiquit aquerida . . . .

ARMIDA.

La Mujer Panameña

Maria Luisa Remón Leonidas Bernal

2 7

Señores : permitidme que os pre-sente a María Luisa Remón, no l ade los salones aristocráticos d enuestra sociedad, sino la que y oconozco, la damita culta y hermos aque—libre de rancios prejuicios ,como cumple a una real mujer mo-derna—se presenta diariamente alas aulas escolares a hacerse admi-rar por su hermosura y franca mo-destia, a hacerse querer ingenua -mente por esa juventud risueña ,por esas almas tiernas—almáciga ssublimes—en las que pone—jardi-nera abnegada—la simiente excelsadel saber Esto quiere decir qu eel necio orgullo no cabe en su a

lmadelicada y noble ; que entreesas lindas muchachas que a diarionos presenta Ruiz Vernacci comofinas muñecas de fantasía, llena sde encanto y de frivolidad, haymujeres reales que merecen, másque el elogio barato y fugaz, e

l homenaje -sincero de los que piensa nalto, sienten muy hondo y vivenconvencidos de que en los actualestiempos lo que necesitamos es unaaristoc racia de mujeres bellas, in-teligentes y buenas, que tenga nconciencia de su misión social y lacumplan con bastante dósis de bue-na voluntad y de acierto . . . .

Yo presento a María Luisa Re-món, esta damita inteligente y lle-na de gracia y de bondad, como u nparadigma apreciable . Le ofrendom¡ aplauso y m¡ admiración obse-cuente, aunque sé que no los nece-sita para seguir siendo, como es ,hermosa y buena, inteligente y ab -negada . . . .

ABEL HIDALGO .

Yo he visto desfilar por el "pros-cenio de mi vida" a mucha

s mujeres hermosas de una perfección fí-sica que no igualaría la de la Venasde Milo, y de un encanto moral co-mo el de la madre de Jesús . Lashe visto de ojos soberbios que a-brasan como ascuas; de labios v

oluptuosos, provocadores, rojos e in-sinuantes ; de cuerpos regios, divi-nos y rítmicos como los versos d eun poema de Baudeliere ; he. sondeado cual minero psicólogo, sus almassentimentales, exquisitas y puras ,y soñado he con ellas paraísos deventura y pasión : pero en mis la

rgas, tristes y amargas peregrinacio-nes, nunca he encontrado otra mu-jer como Leonidas que encierre e nsí tanta originalidad y bellezas ni¡¡ -das; y es porque ella tiene esosojos soberbios que abrasan comoascuas ; esos labios voluptuosas ,provocadores, rojos e insinuantes ;ese cuerpo regio, divino y rítmicocomo los versos de un poema d aBaudelaire y ese sentimentalism oexquisito y puro que me ha "hechosoñar horas felices" . . En un

a palabra: Leoni es una diosa humanaen cuyos dones Dios ha puesto tod oel ingenio de su sabiduría infinita ,y todo el amor de su alma inmor-tal, que la semeja a la madre deJesús . . . .

!Oh soberbia y divina Leen¡ :tienen razón los. poetas para rendir -se a tus pies ; y los que no somosmás que decepcionados mortales ,ser tus sumisos vasallos !

M . C. A. P.

28 Revista para el bello sex o

matutinalA María del Carmen Aguil a

¡Cuán dulcemente tiende el alb asu gasa argéntea sobre la

s montañas húmedas de rocío! Es que l acalma de la mañana se transforma alos acordes de una dulce armonía .Sentémonos en este madero

, Fulvia. Mira cómo en la profunda bóveda celeste, el viejo padre sol es-

parce sus barbas de oro con carici aarrobadora !

A ese globo incendiado que contemplarás más tarde, no hay un só -

lo mortal que no le salude y le cante con voz angélica en perenne co

ncierto con los querubes de ojos ful-gentes .

Esa armonía del despertar de laNaturaraleza, también existe dentrode nuestras almas inmortales ; pero mientras la arcilla perecedera la senvuelva y las cubra con su tosc aveste, jamás escucharla podremos .

GAVINO GUTIÉRREZ.

A UnaMariposaMariposa! tú que en raudo vuelo

Puedes lanzarte al espacio ,Recorriendo con anheloOtra campiña, otro suelo ,En que refleje otro cieloEl arrebol de la tarde ;Mirando eti el firmamentoLos astros cada moment oVacilando sus fulgores ;Resplandecer en las floresEn que libas la ambrosí aQue han de darle cada díaMás bríos a tu vuelo ignoto

Ven . . . .! pósate en mi pechoA mitigar los ardoresDe esta vida contristada ,Tan dura! tan desolada !Y lleva, en tu vuelo hermos oMi tristeza simulada !

CARMEN H. DE MORALES .

Panamá, Octubre 15 de 1919 .

29La Mujer Panameña

Una Bella e interesante Carta

Panamá, Octubre 22 de 1919 .

Señorita Directora de

"LA MUJER PANAMEÑA . "

Presente .

Distinguida señorita :

He leído el último editorial d esu interesante revista en el cual s etrata de la fundación de un ClubFeminista, y sinceramente debomanifestarle que simpatizo con l aidea porque de llegarse a establece rel deseado club, las mujeres de Pa-namá que sí nos desvivimos por e ladelanto de nuestro sexo, consegui-remos amplias reformas para nues-tro porvenir .

Aunque yo no pertenezco ala sdamas ilustradas del país, a quiene sUd. solicitó sus opiniones al respec-to, no he vacilado en hacerlo por -que, como mujer al fin, veo en di-

chos propósitos las más bellas pers-pectivas .

Si hasta la fecha se nos ha tenidorelegadas por nuestra condició nmisma ele mujeres, hora es ya d eque, al igual de nuestras hermanasde otros países, hagamos tremolarla bandera de nuestras aspiracioneslegítimas .

Cordialmente felicito a la autoradel mencionado editorial y confíoen que las damas nombradas en é lpiensen conmigo . Ojalá que esaaspiración no muera en su cun acomo muere todo esfuerzo en Pa-namá, y que usted siga alentándo-la con la palabra escrita, que e sfuerza de gran magnitud par

a formar en el conjunto un mismo cri-terio.

Soy su servidora,

D . M .

La Oración de Don A nselmo

Villa Violeta, enclavado en lasvertientes del cerro de nopuede ofrecer perspectivas más pin-torescas . La casita con blancurade vivienda pueblerina, está ador-nada de lilas y violetas que envuel-ven al viajero en su perfume deli-cioso y señorial . Las mariposasbaten la tibia quietud del aire c onla seda de sus alas temblorosas ; e nel fondo patios que abren sus arco sbajo el palio de la granadilla ; ha-cia la derecha, prados cristalinos

entre juncales ; a la izquierda, va-lles miríficos envueltos en los tulesde la distancia . La ocre llanurase matiza con los intensos coloresde una tarde crepuscular .

Don Anselmo, propietario de Vi-lla Violeta, hundido en cómoda b utaca de cuero claveteado, decíasea sí mismo :

—En qué consistirá el predomi-nio ele la lengua inglesa en mi pa-tria? Días pasados llamáronmela atención unosgrandes cartelones,

30 Revista para el bello sexo

exhibidos en el plantel de un tea-tro ; me acerqué y solicité un pro-grama y, a. verlo, e quedé com odicen, en bab'.a : estaba escrito eninglés . Continué mi camino y o íui-a disensión entre jóvenes imber-bes cinco de los cuales úescoiioeía npor completo a Cervantos Calde-r6a de laLarca, ,opeúe Vega, etc . ,en carsbio :rabian leído a 3y ron yShairespeare . Y así por tocias par -tos .

Fasta que las campanadas delrolo:, que -.carca cinco minutos pa-ra las seis, sacan de sus divagacio-nes a nuestro protagonistz: . Seacerca ?a hora solemne de religión ,do misterio y de poesía . El cla-ngor de la campana anuncia en susnota-- mii promesas al corazón qu esazre ; su sonido traspasará el espa-eío, y Íos ángeles entre fulgores yarmonías anunciarán la hora deldescanso, de la oración y de lapaz .

En el cielo, se desvanece una. nu -be dorada en la púrpura del sol, e lblanco de las paredes toma un co-lor azul en las soiribras úel crepús-culo ; como un adiós su canción di-ce con sentida ; en mar bajo la lum-bre del sol dormido tiene promesa sy refleja arreboles en polierómica

hermosura caprichosa . El verde in-tenso de la floresta se ennegrece altrascnontar el sol . El agua correfrenética y va a estrellarse contrala orilla, dejando temblorosa ungirón de paz .

¡Tan! Tan! Tan!, las seis . Elángelus tiembla en el espacio, ellabriego suspende sus faenas en elcampo, deja de labrar la tierra ge-nerosa regada con sudor ylágrimas ,savia con que la fertilizan los su-blimes esclavos de la Gleba .

Don ~ nsehno, al toque de ora-ción dobla una rodilla . en tierra yeleva al co'.o es'cas frases : " Señor,ruego por el alma nacional, paraque no sea combatida por el ex-tranjerismo que, con todas nuestra scaraci .eristicas-amenaza hacer des -aparecer hasta nuestra lengua, quees fuente de vida y grandeza . "

w .

A guisa de apoteosis se vió u npunto que clareó las nubes—era l areina ole la novena que se anuncia-ba . Los aldeanos recogieron el úl -timo rayo de luz solar, Jebo se su -sentó por completo, y quedó dor-mida la aldea .

EMMA DE LAURENZA .

Amontdades y C uilosidadesConsejos a una Nin a

—No alee ; nunca los ojos sin opura mina al cielo . No cierre snunca tu corazón a tu madre, dé—jala leer en él como en un libro a-bierto .

—No des enterada al orgullo en

tu alma, porque el orgullo pierd econ más seguridad a la mujer queal hombre, y al hombre lo pier dsiempre .

—Sé dócil a tus padres a tal ex-tremo, que ellos no tengan la pen ade decirte con los labios lo que bas-taría que dijesen con los ojos .

32La Mujer Paname4Ta

—Ponté todos los días ante la~.~~•esenciu de Dios, so pena de olvi -dar que vives en ella .

—No des, entrada a la primera' ;uralta, peros en ella ina~,rres, no la,.,cultes a la persona de quien de -,endes, y conÍiésala .

—Sé caritativa con todos los po-ares, con todas las miserias . Sillegas a ponerte nn tra.jc de seda ,m olvides que la seda es tan pesa -da, que es menester poner un pa nen el otro plato de la balanza, paramantener el equilibrio ante Dios .

—Todo prendedor de piedraspreciosas vale más que la mejor(¡no lo ]leva ; pero toda mujer valemás que un lazo de cinta .

—Mira que si va!es mucho po rel pein•tdo, podría valuarte cual-quier peluquero .

—Si tienes la deo¿?racia de se rbella, Iras rive la en r_d'a no habl ede tu belleza por consideración atus virtudes .

Cómo deber) calzar los mujeres

El calzado ha ejercido sient pr egran influenciaen labeheza femeni ly sabido es que un pie diminuto,

impecable y elegante constituye unadorno valioso para la dama que localza, y ahora :mas eue r°taza . porla nueva mcda de fiadas "certr. ",,con las _ttetoato lucen !os aap_tos .

Se ha dicho que presumir de piesbonitos es la coquetería de las feas .

En efecto : el encarte de un piecalzttdg airesc, elegante, es tanto,por n9 decir más, como el de unacara bonita .

Desde las pri rerás sandal ias delas egipcias y las rrie~ae hastanuestras botinas actuales, !e, modaha sufrido una sere de transfo^ma-cienes alrandes . Por fortuna., lala`or ds los l i egieni.stas ao va re-sultando estérii y bcy ya re, selleva el .;aparo retorcido pesante ,ni los tacones óne pasaber. de unpalmo c-o alto ; y esos tacones altosque, echan el únerpe hacia adelan-te, causan desviaciones de la vérte-bra .

Se debe, pues, elegir dentro de lamoda una forma vracicsa,, ;ai cal-zado ligero, que siente bien el pi.e yno le per '.adque. Per acere : ta.un pie de unas t.as lineas m .,nos, rosa que no advierte radie, s e8e somete con frecuencia orza mwjer a las más atroces torturas .

MOWS s u eftasELE MnO el martes su cumpleafios ,nuestra amiguita, la señorita Ma -ría Donado, por cuyo mo ti vo fué

muy lelicitada y ohseyuiad~, per susnumerosas rela3ionsdas . Nos es grat9felicitarla y desearle áue como el Stade su natalicio, fostejo muchos más e nel porvenir .

LO enferma se encuentra don aMartina A. de Diez . Dona Mar --Altina es una dama r. !n9

ea, querida y esti nada en todos io sórenlos sceiales de esta capital . t_a_vemos votos por su pronta mejoría .

32 Revista para el bello sexo

EL lunes siguió para la simpática is -la de Chepillo, doña Adriana Blan-co vda . de Callejas, con el objeto

de restablecer su salud un poco que-brantada. Deseamos que el agrada-ble clima de, Chepillo le, sea muy pro-vechoso y que cuanto antes mejore d elos malos que la aquejan .

LA espiritual y culta señorita Elen aGallardo celebró el lunes últim osus esponsalos con el culto raba-

lloro Horacio Alemán . A la liestccit aorganizada con tal motivo, pudimo snosotras unotar los nombres de lasencantadoras señoritas Odcray Gallar-do, b:ster daría Orozco . FranciscaMagrini y Emilia Edilma Belucho . Quepronto realicen su bello ideal, so nnuestros deseos ,

1l~ESDF el domingo se encuent r anentro nosotras, procedentes de 1 o -lón, las señoritas Georgira y Ma -

ría Rangel . Qua gocen mmcho en est aciudad, son nuestros deseos .

AMBIÉN tuvimos el placer de ve ren ésta procedente del mismo ]u-gar, a la bella señorita Carme n

Rincón, miembro distinguido del Ma-gisterio Nacional, a quien tuvimos e lplacer de saludar.

1¿°L domingo hubo una animada fies- tecita en casa de de`^ Havdel G .

vda . de Dubarry, con motivo dela celebración de su cumpleaños . Suhija doña Evclina de Villalaz tuvo de-rroche de atenciones para todos susinvitados . Nos es sumamente gratofelicitar a doña Haydel, por tan faus-to suceso .

AMBIlkN celebró su cumpleaño sel domingo, la encantadora ami -guita Manuelita Perigault . Une

Manuelita a su belleza una educaciónrefinada y una cultura exquisita qu ela hacen una criatura ideal para Lo -dos los que como nosotras, tenemos e lgusto de tratarla . Vayan para ella

todas nuestras felicitaciones muy sin -ceras .

H)O11A Sosefna D . de Tarté cumpli óel ]unos años, por lo que nos esplacentero felicitarla .

LAS s 11 u e t a s que apareceránL en el próximo minero, correspon-derán a las se-,oritas Adrianit a

Orillac y Sarita Figueroa .

11 OS hechos que se han sucedido conmotivo de la huelga de maestros ymaestras, éstas últimas han de-

mostrado de manera recomendable, te -ner dignidad y acierto en sus actos .Aunque desde un principio no com -partíamos en todo con la huelga, des -de luego que nos parecía impropia po rlas circunstancias que la rodeaban, nopor esto dejamos de aplaudir la acti-tud de algunas maestras y directora sdo Escuelas . Si hubiera en Panamála solidaridad qee debe haber entre e lsexo débil, n esta hora esa solidari -dad le serviría de mucho a la mujer .

Que tomen nota nuestras amigas, e sel consejo mejor que podemos darles .

P,_ .17 ACEMOS nuestros7os comentario sH ue hace nuestro colega La 34 e-1a de Panun,Ci, con motivo de l a

renuncia que ha presentado la dignaseñorita Berenice Ruiz, del cargo deDirectora de la Escuela de Calidonia .Hacemos nuestros esos comentarios ,porque se, les merece justamente lamencionada señorita .

FELICITAMOS a la señorita María!!SS'' Luisa Monteverde, con motivo d e

sus natales, y deseamos que l aDiosa Felicidad le sonría siempre .

j¡ A señorita Camila Gutzmer, eum-L Alió años . Vayan para ella quees tan virtuosa, nuestras felicita.

ciones .

CORAZONES - Cor tinuac ion

compuesto rostro de su padre, ycomo si no temiera a sus amena -zas, le respondió firmemente :

—Yo he dicho que imposible! .„ so no puede ser, Manonga no e si mujer que despierta en mí e l

_imor que deseo, ni menos la queuede unirse a mí ante Dios y ante)s hombres !—Pues perderás mi cariño y todo

canto posees en esta casa deja d eer tuyo desde ahora, así es que

;licnsa la resolución que debes te -mar, mur muró entre clientes do nt }umercindo abandonando la sala .

Manuel lanzó nn suspiro y le de-)6 partir. Había tornado la reno .loción de mantenerse firme, y noagregó una sola palabra .

Lo que su padre acababa de de-cir, marcaba nuevos derroteros asu vida. Era preciso proceder, yManuel resolvió aquella misma no -che absnr!oivar el hogar paterno .

Ya que mi padre se empeña—s edecía—en que satisfaga un capri-cho que solo determina el provech ode agrandar su fortuna a costa d euna intriga que repugna mi con-ciencia, me iré ; sí, me iré a ganar-me el pan con el "sudor de mifrente", y lucharé para vivir, y aque "luchar es vivir . "

A lit mañana siguiente, antes deque don Gumcrcindo despertara, eljoven abandonóel hogar, y se ech óen brazos del mundo para correr l asuerte que el destino le deparaba."Escrito estaba", y nada podía de-tenerle ,

La entereza de su carácter, le

serviría de broquel impenetrable a lhuracán de las desiluciones .

Lleno de vigor, con un bagaje d eesperanzas en el espíritu y de co-nocimiento en su cerebro, esperab atriunfar. ¿Qué podía impedirlo ?¿Cuántos como él, sin menos cre-denciales no vivían felices ?

—No temas Manuel Martínez—murmuraba hablando consig omismo—"no solo de pan vive elhombre, "

Y así pensando, se perdió po runa de las innumerables calles d ela ciudad, seguido por la sombr ade su cuerpo que semejaba la som-bría interrogación del fantasma d esus desgracias, El reloj de la Ca-tedral dió las doce, y el sol vibra-ba en los tejados de las casas, la-miéndolos con sus inimitables len-guas de fuego .

IvEn el mismo momento que suce-

día a Manuel tan triste aventura ,en la recámara de una de las casa sque dan la espalda a la bahía, lle-na siempre de ' cara caballos ”, ga-viotas y pelícanos, dos jóvenes ,una de rostro macilento, ojos gran -des y rayados, de bien torneadaspiernas y espesa cabellera, y otrapequeña, retostada por el sol de lo strópicos, conversaban íntimamen-te sentadas las dos—una frente aotra—en la cama ajada todavíacomo señal de que alguien habíadormido en ella . Deciale en esosmomentos la más hermosa a s ucompañera :

(Continuará)

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"La Mujer Panameña "FACILMENTE fJEnviando una tarjeta el Administrador, Sr . JUAN D. MAITIN G .

Oficina: Ave. " A" y Calle 4a .

Apartado No. 54

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" La Miner Panameña "

A partir de este número abrimos el siguienteCONCURSO, en el cual pueden tomlr parte toda slas señoras y señoritas que lo deseen, tanto d eesta capital como de provincias .

BASES :1l? Uq escrito sobre La Muje r

2° Ug-cuento

39 Uh Soneto

El tema "La Mujer" será premiado con u nlibro que la agraciada escogerá en cualgnier libre -ría local .

El mejor cuento será premiado con diez bal-boas (B,i10 .00) .

El Soneto más perfecto merecerá como premi oun elegante sombrero a la moda .

Los trabajos deben dirigirse al Aáministrador ,Sr . JUAN D . MAITíN G ., Avenicla «An No . 16 y Call e4a., o al Apartado No . 54, bajo sobre con la ins-cripcion "Concurso" y con seuelónimo .

Este concurso quedará cerrado el día 31 d eDiciembre . Próximamente se nombrará a las per-sonns que formarán el jurado Calificador .

LA ADMINISTRACIÓN .

Panamá, Octubre V de 1919.