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UNIVERSIDAD MARIANO GALVEZ DE GUATEMALA
FACULTAD: CIENCIAS DE LA ADMINISTRACIÓN
ESCUELA: ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS
PLAN: FIN DE SEMANA
JORNADA: SÁBADO MATUTINO
CURSO: SEMINARIO DE ADMINISTRACIÓN
CATEDRÁTICA: LICDA. NANCY ORTIZ
CATEDRATICOS AUXILIARES: LICDA. LIGIA NÁJERA
LIC. KEVIN RODAS
IRENE CAMACHO DAVID DE GONZÁLEZ
0221-10-9728
Guatemala, 28 febrero 2015
LA MICROEMPRESA
EN GUATEMALA
INTRODUCCIÓN
La microempresa o micro negocio consiste en un negocio muy pequeño que le
genera ingresos a una persona o a una familia. Incluso una sola persona puede
administrar una microempresa. Algunas microempresas son tan pequeñas que sus
propietarios ni siquiera se dan cuenta de que tienen un negocio; sin embargo,
cualquier tipo de producción o de prestación de servicios a baja escala que genere
ingresos, por lo general, se puede considerar una microempresa. A pesar de su
tamaño, las microempresas influyen de manera notable en la economía global. En
algunos países, la mayoría de la población percibe al menos parte de sus ingresos
por medio de una microempresa. Por su naturaleza, las microempresas poseen un
gran potencial para generar ingresos y empleos. Las familias pueden mantenerse o
percibir ingresos adicionales mediante ellas.
Al principio de la historia, los bienes para satisfacer las necesidades humanas se
producían en el seno de cada familia en régimen de autoconsumo. Todos sus
miembros colaboraban en la fabricación de todo lo necesario para subsistir. La
familia era una unidad de producción y de consumo autosuficiente. Dentro de cada
grupo familiar los individuos más capacitados para realizar una determinada tarea o
actividad se fueron especializando paulatinamente en la obtención de un producto
útil para los demás. Así apareció una primera división del trabajo. Poco a poco el
nivel de producción fue aumentando y se producía más de lo que se necesitaba
para sobrevivir en el seno familiar, los excedentes obtenidos dentro de una familia
se dedicaban al intercambio, para cubrir otras demandas no satisfechas, se
intercambiaban por los de otras unidades familiares.
Esta situación forzó la aparición del comerciante que compraba los bienes que
sobraban a unas familias para intercambiarlas por la de otras y esto dio pauta para
que se establecieran los primeros pequeños negocios familiares (microempresas) y
estos han ido ganando terreno en la economía actual ya que las microempresas son
importantes para el desarrollo del país tanto interno como externo, ya que son
generadoras de empleos, y apoyan muchas veces la economía del exterior.
LA MICROEMPRESA EN GUATEMALA
Es la mínima unidad económica constituida por una persona natural o jurídica, bajo
cualquier forma de organización o gestión empresarial contemplada en la
legislación vigente. Su objetivo es desarrollar actividades de extracción,
transformación, producción, comercialización o prestación de servicios. La creación
de una pequeña empresa puede ser el primer paso de un emprendedor a la hora de
organizar un proyecto y llevarlo adelante. Al formalizar su actividad a través de
una empresa, el emprendedor cuenta con la posibilidad de acceder al crédito,
contar con aportes jubilatorios y disponer de una obra social.
Es importante resaltar el hecho que dentro del sector de la microempresa nos
encontramos con lo que se da en llamar micro emprendimiento que no es más que
la puesta en marcha de un negocio de aquella tipología donde el propio
emprendedor es el dueño y administrador del mismo y en el que, además de haber
llevado a cabo una baja inversión, no tiene empleados. El propietario e incluso sus
familiares son los que ponen en pie y desarrollan aquella empresa. En este sentido,
bajo dicha denominación se encontrarían a su vez tres tipos diferentes de micro
emprendimiento: el de expansión, el de transformación y el de supervivencia.
La micro empresa puede enmarcarse dentro de las pequeñas y medianas empresas
(Pymes). Se trata de compañías que no tienen una incidencia significativa en el
mercado (no venden grandes volúmenes) y cuyas actividades no requieren de
grandes sumas de capital (en cambio, predomina la mano de obra). A la hora de
poder determinar las principales ventajas que tiene una microempresa, sin duda
alguna, habría que resaltar su flexibilidad. Y es que esta permite que no sólo cuente
con una estructura rígida que impida el acometer decisiones y acciones rápidamente
sino también que se adapte perfectamente al mercado y a las tendencias del mismo.
No obstante tiene sus inconvenientes. En concreto, entre las más destacables se
encuentra el hecho de que esté limitada a un mercado muy reducido ya que no
cuenta con los recursos, humanos y materiales, para poder llevar a cabo una gran
producción. De la misma forma, también hay que subrayar que la falta de
financiación es otra de sus desventajas lo que trae consigo que no pueda invertir
demasiado en tecnología ni desarrollarse ampliamente para poder llegar a unos
objetivos mucho más altos. Más allá que la característica principal de las micro
empresas es su tamaño acotado, este tipo de empresas tiene una gran importancia
en la vida económica de Guatemala, en especial para los sectores más vulnerables
desde el punto de vista económico.
Muchas veces se desconoce el significado de MIPYMES y a nivel internacional
resulta difícil conceptualizar y clasificar el concepto dada la diversidad y
heterogeneidad de las empresas que componen este sector. El criterio de
clasificación más utilizado en países desarrollados y en desarrollo ha sido el número
de trabajadores que emplean las MIPYMES. En muchos países el número de
empleados, el valor de activos y volumen de ventas son utilizados. En nuestro país
existen varias definiciones con respecto a este concepto. Según el Ministerio de
Economía, categoriza las MIPYMES usando el número de empleados, la Cámara de
Industria usa dos tipos de definiciones: una para clasificar a beneficiarios de
programas de apoyo y la segunda para clasificar empresas industriales y la
AGEXPORT utiliza el tamaño de los activos.
En Guatemala se estima que casi el 40% del PIB y el 85% de empleados son
generados por la MIPYMES. Por lo que la mejora en el desempeño de MIPYMES y
el incremento en la participación de mercados locales, regionales e internacionales,
es positivo y de alto impacto en la economía en su conjunto. En las empresas
guatemaltecas, un 90% aproximadamente están organizadas bajo la figura de
propietario individual y el 8% bajo una sociedad anónima. El alto porcentaje de
empresas organizadas bajo la figura de propietarios individuales indica restricción a
atraer mayores inversiones, e incluso señala potenciales problemas para que las
empresas puedan llevar la contabilidad de su negocio de manera ordenada ante la
información financiera del hogar del empresario.
ENTORNO ECONÓMICO
El período comprendido entre los años 1950 a 1978 se distinguió por una relativa
estabilidad económica. El crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) alcanzó una
tasa acumulada anual del 5% y el ingreso real por habitante pasó de US$217 a
US$360 por año. Durante estos años se mantuvo la paridad del quetzal frente al
dólar. El período de crisis, que abarca los años 1979 a 1985, es recordado por la
marcada inestabilidad de los precios y el tipo de cambio. Los signos críticos se
profundizaron en el año 1982, cuando el PIB registro una contracción del 3.5%
revirtiéndose la tendencia positiva histórica. Esta situación se prolongó, aunque en
menor grado, hasta el año 1985.
Los efectos se hicieron evidentes en el incremento del desempleo, el deterioro del
ingreso per-cápita y el galopante incremento de precios como consecuencia de la
inflación. Tal comportamiento de la economía estuvo muy vinculado a la
coyuntura internacional, ya que la recesión económica mundial y la crisis del
Mercado Común Centroamericano, incidieron en el debilitamiento de las
exportaciones, con sus consecuentes efectos sobre la balanza de pagos y las reservas
internacionales. Además, el resurgimiento de los conflictos armados como producto
de las tensiones políticas y sociales de la región, propició la fuga de capital,
desestimulando la inversión.
El período de retorno a la estabilización y búsqueda de la reactivación económica,
se extiende desde finales de 1985 a 1995, con el apoyo político propio del proceso
democrático que vivió el país y que cambia desde 1986, iniciando una etapa de
estabilización económica, enmarcada en la corrección de los desequilibrios
macroeconómicos y financieros. Se logró un incremento sostenido del PIB desde
0.1% en 1986, a una tasa de alrededor 3.5% para el resto de años del período. En
esta etapa se introduce una serie de medidas cambiarias, fiscales y monetarias de
precios y manejo de deuda externa, las que ofrecen resultados, al detener la caída
del PIB, desacelerar la inflación y disminuir el saldo de la deuda externa.
En el período de una economía de mercado, el cual se extiende desde 1995 a la
fecha, Guatemala ha iniciado un proceso de cambios para insertarse al nuevo orden
mundial, el que busca modernizar su economía, sustentado en cuatro pilares
básicos: a) estabilización; b) liberalización del comercio; c) desregularización y d)
modernización de la administración pública, con miras a alcanzar la competitividad
del país. Sin embargo, se advierte que la actividad económica estuvo influida
principalmente por factores de origen externo, como la débil recuperación de la
economía de los Estados Unidos, por la persistencia de bajos precios de algunos de
los principales productos de exportación, especialmente el café y una tendencia al
alza en el precio internacional del petróleo, con el consiguiente efecto desfavorable
en los costos de producción.
INVERSIÓN Y EMPLEO
El factor fundamental para el crecimiento económico es la inversión, tanto en
capital físico (plantas de producción e infraestructura pública) como en capital
humano. En el caso de la inversión productiva, corresponde al Estado crear las
condiciones para que el sector privado asigne recursos que incrementen las
posibilidades de producción de bienes y servicios. La estabilidad macroeconómica,
reflejada en bajos niveles de inflación y déficit fiscal, es necesaria más no suficiente.
Se requieren también resultados positivos en las otras áreas. Es más, en Guatemala
deben hacerse los esfuerzos para que la estabilidad esté fundamentada en la
disciplina fiscal y no, como hasta ahora, en el control de la oferta monetaria.
Esto ha tenido consecuencias negativas en la inversión productiva. La calidad de las
instituciones está directamente relacionada a la vigencia efectiva del Estado de
Derecho, que garantice la certeza jurídica y la seguridad ciudadana. En efecto, el
papel fundamental del Estado para que funcione una economía de mercado es
garantizar la certeza jurídica. Cuando ésta no existe, los derechos de propiedad son
inciertos, tanto por la dificultad de hacerlos valer en el sistema judicial, como por la
existencia de criminalidad y corrupción, lo cual puede significar la pérdida total o
parcial de esos derechos. Asimismo, la falta de garantías a la integridad física de las
personas también influye negativamente en la inversión y, por esta vía, en el
crecimiento económico.
Una de las soluciones más inmediatas y claras para bajar este grado tan alto de
pobreza, es el desarrollo de miles de microempresarios. Considerando la situación
de pobreza mundial en distintos países, los analistas opinan que una de las
soluciones más inmediatas y claras para bajar este grado tan alto de pobreza, es el
desarrollo de miles de microempresarios. Estos microempresarios además de
contribuir con sus propias familias, contribuyen dando trabajo de buena calidad,
buena remuneración, buen ambiente, buen trato, con posibilidades de promover
nuevos empresarios. Se desarrolla una relación prácticamente familiar con los
empleados, lo que contribuye a la paz social de la comunidad donde viven.
EL SECTOR INFORMAL EN GUATEMALA
El sector informal en Guatemala está caracterizado por las microempresas, pequeñas
empresas y trabajadores por cuenta propia, que contribuyen a la sobrevivencia de
la mayoría de la población ante los crecientes niveles de desempleo, resultado no
sólo de la falta de dinamismo de la actividad económica y la desaceleración
económica de los últimos años, sino de la existencia de un excedente permanente y
estructural de fuerza de trabajo. Este excedente es generado por el rápido
crecimiento demográfico y la falta de capacidad del sector formal para generar
nuevas formas de empleo. Anualmente se incorporan al mercado laboral alrededor
de 100,000 personas y sólo 24,000 son contratadas.
El bajo crecimiento económico y la política actual, sumados a las condiciones de
inseguridad ciudadana y la falta de certeza jurídica, han afectado las diferentes
actividades económicas, produciendo un gran impacto en las operaciones de todas
las empresas, y como consecuencia en las micro y pequeñas empresas. Por tanto, no
se ha modificado y difícilmente se modificará a corto plazo, el proceso de
empobrecimiento de la mayoría de la población del país. El sector informal en
Guatemala, se compone por un grupo de pequeñas unidades económicas
concentradas fundamentalmente en áreas urbanas, pero también localizadas en
áreas rurales y pertenecen a personas que las explotan por cuenta propia de forma
individual o con familiares, o con trabajadores asalariados ocasionales.
Sus procedimientos de producción, ventas y servicio son rudimentarios y muy
intensivos en fuerza de trabajo; se realiza con la participación directa del
propietario del negocio y un alto componente de trabajo familiar. Basadas en una
mínima o aún inexistente estructura financiera y administrativa, estas unidades
requieren de poca inversión y absorben un alto porcentaje de las materias primas
locales; tienen acceso limitado a las líneas de crédito formales, especialmente al
crédito bancario; están insertas en mercados altamente competitivos en los cuales
hacen sus transacciones individualmente y en pequeñas cantidades. A lo anterior se
puede añadir el hecho de que tienen montos de ventas muy bajos y también muy
pequeñas cantidades para ahorrar y reinvertir, de manera que su proceso de
crecimiento es muy lento.
La mayoría de estas unidades económicas no están legalmente registradas; su
producción es en pequeña escala; sus productos son variados en calidad y precio y
acostumbran formas tradicionales de producción y financiamiento. Desarrollan sus
actividades en diversos mercados compuestos por compradores de bajos e
inestables recursos y con altos riesgos y costos de operación. Este tipo de
procedimientos son rechazados por el sector formal, no obstante, representan un
importante complemento para cubrir las necesidades de la población, sobre todo
en aquellas áreas en las que el sector moderno y formal no es competitivo, no está
interesado en participar o simplemente encuentra limitaciones técnicas, legales o
administrativas. En algunos casos, el sector informal introduce actividades que
durante su crecimiento son absorbidas por el sector formal, pero en otras ocasiones
hay algunas rechazadas por su obsolescencia u otros factores similares que son
aprovechadas por el sector informal.
En el sector informal de Guatemala existe una gran cantidad de unidades
económicas que operan como microempresas, organizadas en por lo menos treinta
actividades diferentes de producción, de servicios y comercio, entre las que
encontramos: talleres mecánicos, sastrerías, carpinterías, zapaterías, vestuario,
artesanías de todo tipo, panaderías, tapicerías, salones de belleza, modistas,
imprentas, sitios de taxis, vendedores ambulantes y de mercados, propietarios de
una pequeña tienda en el mercado u otros. De acuerdo con algunos estudios,
alrededor del 58% de estos negocios están localizados en las viviendas de los
empresarios, bajo condiciones rudimentarias de salud, espacio y organización.
Un estudio (Trejos, 2000) permitió establecer que en Guatemala existen 1,022,000
negocios que emplean a 1,639,000 trabajadores, los cuales representan el 44% de
la población económicamente activa. De estas unidades, se determinó que 997,000
eran microempresas que daban trabajo a 1,469,000 trabajadores lo que representa
el 40% del empleo total del país. El impacto de la micro y pequeña empresa en la
economía del país es de consideración, ya que se estima que representa alrededor
del 39% del Producto Interno Bruto de Guatemala. No obstante la importancia y
continuo crecimiento de este sector (alrededor de 10% anual durante la última
década), se ha realizado en forma espontánea y de manera relativamente
autónoma, sin ningún apoyo formal de carácter institucional, técnico,
administrativo o financiero.
Esta situación tiene algunas repercusiones negativas dentro de las empresas del
sector informal y, por supuesto, en miles de guatemaltecos que necesitan de alguna
de estas formas de empleo para sobrevivir. Una de las principales causas de los
bajos niveles de productividad de las empresas mencionadas, se debe a la falta de
acceso a los mercados regulares de crédito y asistencia técnica. Esa es la razón por la
que tienen que autofinanciar su expansión y comprar activos de capital o buscar
algún financiamiento en condiciones de usura, que aún persiste en algunos
mercados, aún cuando ello ha estado cambiando en los últimos diez años. Es por
eso que generalmente, solo pueden crecer con su propia capacidad de ahorros y
trabajar con tecnología obsoleta y bajos niveles de productividad.
Aun cuando existen varios oferentes de servicios financieros y no financieros en el
mercado para apoyar a este sector, aún persisten barreras que limitan el acceso de
estas empresas a los mercados de capital, tales como: falta de garantías, ausencia de
sistemas de contabilidad y administración; algunas limitaciones referentes a la
evaluación técnica y económica de los proyectos; falta de interés en operaciones de
bajo monto para el sector financiero formal; ello aun cuando recientemente fueron
abiertos algunos programas de Micro finanzas en Bancos Privados; y existen
disposiciones bancarias y financieras y aún tributarias que no incluyen operaciones
adecuadas a las necesidades y posibilidades de éstas unidades económicas.
Lo más relevante a la fecha, es que se ha tomado conciencia de la importancia que
tiene la plena inserción de la microempresa y de la pequeña empresa tanto urbano
como rural en la transformación productiva de nuestra nación, por razones
ocupacionales por su carácter intensivo en el empleo y bajo nivel de inversión.
Además, porque la velocidad del desarrollo de la tecnología, requiere de una base
empresarial amplia y dinámica que permita la producción de diversos productos y
servicios para incrementar la oferta interna y atender la creciente demanda y, en
general, incrementar el ingreso de la población guatemalteca, permitir mejores
niveles de vida e impulsar el desarrollo del país.
LAS MICROFINANZAS
Las microfinanzas cubren todo una gama de servicios financieros a micro escala. En
términos generales la Intermediación Financiera es la provisión de productos y
servicios financieros, tales como ahorros, crédito, seguros, tarjetas de crédito y
sistemas de pago. Las Instituciones de Micro finanzas (IMF’s) tienen como rol
principal proveer esta intermediación. Aunque prácticamente todas las IMF’s
proveen servicios crediticios, algunas también proveen otros productos financieros
incluyendo ahorros, seguros y pagos de servicios. La decisión sobre qué tipo de
servicios financieros proveer y el método para ofrecerlos depende de los objetivos
de la IMF, las exigencias de su mercado objetivo y su estructura institucional. Los
servicios predominantes son los crediticios, respondiendo a la necesidad de capital
de la MYPE y a las ventajas de prestar el servicio, ya que a través de ellos y de la
tecnología adecuada ha sido posible la sostenibilidad de las instituciones oferentes.
PARTICIPACIÓN DEL SISTEMA FINANCIERO REGULADO EN LAS
MICROFINANZAS
El sistema financiero formal en Guatemala está constituido por instituciones cuya
autorización y supervisión es de orden estatal y está formado por un sistema
bancario y un sistema no bancario. El sistema bancario está formado por una Junta
Monetaria como la autoridad máxima, El Banco de Guatemala como responsable
de ejecutar la política monetaria, cambiaria y crediticia. La Superintendencia de
Bancos para supervisar y controlar los Bancos Comerciales e Hipotecarios y las
Sociedades Financieras, éstas últimas, especializadas en operaciones bancarias de
inversión pero que no trabajan con depósitos y sus operaciones activas son deuda
de largo plazo. El Sistema no bancario formal trabaja con reglas específicas y está
formado por Almacenes Generales de Depósito, Compañías de Fianzas,
Aseguradoras, Casas de Cambio, Instituto de Fomento de Hipotecas Aseguradas
(FHA) y el Instituto de Fomento Municipal (INFOM).
La participación del sistema financiero formal en el proceso de financiamiento a las
microempresas ha sido prácticamente nula, pues hasta recientemente (los últimos
tres años) cuatro bancos privados iniciaron programas de micro finanzas. En la
actualidad, el 97% de la suma total de los préstamos otorgados por Bancos
Privados y Sociedades Financieras está destinado para el 10% de los prestatarios
anuales (hay aproximadamente noventa mil prestatarios anuales). Ellos reciben
préstamos de más de US$12,500 (100 mil Quetzales) cada uno. Ello significa que
sólo el 3% de la cantidad total de los préstamos dados por los Bancos Privados y
las Sociedades Financieras se recibe por el 90% de los prestatarios anuales. Estos
prestatarios recibieron préstamos menores a US$12,500 (100 mil Quetzales) cada
uno.
En el caso específico de préstamos otorgados por los Bancos Privados, se puede
observar que sólo cerca del 5%, equivalente a US$60 millones del total de créditos,
fue concentrado en préstamos iguales o menores a US$2,500 y sólo un poco de
estos recursos fueron tomados para financiar las microempresas, porque alrededor
del 92% fue otorgado para el consumo y la construcción, lo que dejó sólo el 8%
aproximado a las microempresas de los sectores del comercio, servicios, industria
manufacturera y actividades agropecuarias. En relación a las 19 Sociedades
Financieras que son supervisadas por la Superintendencia de Bancos, debe señalarse
que casi todos sus préstamos son mayores a US$12,500, porque casi todos sus
recursos son asignados para grandes proyectos y deuda de largo plazo; es por ello
que las micro y pequeñas empresas no tienen algún acceso a estos recursos.
Los Bancos Privados dan algunos créditos a microempresas pero éstas tienen acceso
limitado debido a que los bancos piden garantías colaterales tales como hipotecas,
promesas de pago o instrumentos fiduciarios, de acuerdo a las regulaciones internas
de los bancos (Decreto 135 del Congreso de la República de Guatemala). La
mayoría de estas empresas no cuentan con ninguna de estas garantías. BANRURAL
trabaja de manera distinta ya que tiene una ley especial, Decreto del Congreso de la
República No, 57-97, que establece que el banco puede aceptar garantías no
convencionales tales como: activos familiares, maquinaria, instrumentos y otros
similares para tener acceso a líneas de crédito en pequeñas cantidades.
Adicionalmente BANRURAL participa en el mercado conocido como Banca de
Segundo Piso otorgando préstamos a Organizaciones Privadas de Desarrollo y
Cooperativas que realizan micro finanzas y administra varios fideicomisos para las
microempresas. La poca contribución de los Bancos Privados en el financiamiento
de las microempresas también es explicada por los altos costos de transacción que
representan para los mismos bancos y los empresarios, por los pequeños montos de
los préstamos. En relación con las condiciones y características de los pequeños
créditos, casi todas las instituciones bancarias requieren los mismos documentos de
los solicitantes de un crédito de monto mediano y alto, que generalmente son:
manejo de una cuenta en el mismo banco (que otorga el crédito); un porcentaje
pequeño del crédito debe ser dejado en una cuenta de ahorros; el ingreso mensual
del solicitante debe ser revisado; se deben presentar estados patrimoniales o estados
financieros; presentar documentos legales del negocio y un deudor solidario con los
mismos requisitos y el mismo nivel de ingresos del solicitante.
Casi todos los empresarios en este sector no usan tarjetas de crédito debido a
requisitos bancarios que no pueden cumplir. El crecimiento observado de muchas
agencias bancarias en todos los departamentos de Guatemala sugiere que muchos
propietarios de microempresas están próximos o ya tienen fácil acceso a los
recursos financieros del sistema bancario crediticio. No obstante, como se explicó
anteriormente, los Bancos Privados contribuyen poco en el financiamiento del
sector informal. Los expertos dicen que este crecimiento está más enfocado a captar
depósitos a la vista y ahorros cuyos rendimientos en términos reales tienden a ser
negativos, que al interés de otorgar créditos.
MARCO POLÍTICO DE LOS ACUERDOS DE PAZ EN APOYO AL DESARROLLO DE
LA MICROEMPRESA Y LA GENERACIÓN DE INGRESOS
Como parte sustantiva de los compromisos suscritos entre el Estado de Guatemala
y la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca, URNG, respecto a los
Acuerdos que viabilizarían la paz en Guatemala, se firmó en México, el 6 de mayo
de 1996, el “ACUERDO SOBRE ASPECTOS SOCIOECONÓMICOS Y SITUACIÓN
AGRARIA”, el cual dentro de sus aspectos medulares invoca que para que exista
una paz firme y duradera, ésta se deberá cimentar en un desarrollo
socioeconómico, orientado al bien común, respondiendo a las necesidades de toda
la población. En este sentido, todas aquellas acciones que directa o indirectamente
giren alrededor de alcanzar ese desarrollo, serán directamente vinculadas al
cumplimiento de éste acuerdo, que dicho sea de paso, no solo involucra a los
principales sectores que lo signaron, sino también a la sociedad civil, la que en su
conjunto está representada entre otros por el sector productivo del país y el sector
de las Organizaciones Privadas de Desarrollo, OPD´s.
MICRO EMPRESA QUE HA TENIDO ÉXITO EN GUATEMALA
FINCA EL INJERTO
Esta es la finca más competitiva de Guatemala en la producción y comercialización
de café, obteniendo reconocimientos a nivel mundial, por su calidad ecológica del
producto que distingue y enorgullece a sus propietarios, trabajadores, gremio y país
por producir con esmero. Jesús Aguirre Panamá fue el primer propietario de la finca
que adquirió en 1874. Empezó cultivando caña de azúcar para producir azúcar
cristalizada conocida como “panela”; maíz, frijol y tabaco. En 1900 inició el cultivo
y producción de CAFÉ y a la finca la llamó EL INJERTO, por el nombre de una
fruta nativa de esta región.
Actualmente, la finca es administrada por la tercera y cuarta generación de la
familia Aguirre, quienes la han trabajado desde 1956 cuando la producción era
aproximadamente de trescientos (300) quintales de café pergamino. Continúan
trabajando con la misma misión de producir un café de especialidad, manteniendo
prácticas agrícolas amigables con el ambiente y enfocándose en el tema
responsabilidad social empresarial para lograr una nueva forma de administración
que sea económicamente viable para todos los involucrados. En El Injerto se
especializan en producir café de alta calidad, para ello han invertido en
investigación tanto en campo como en beneficiado y proceso del café. Esto con el
fin de obtener las mejores características de las variedades producidas y así llenar o
sobrepasar las expectativas de los clientes.
La finca está ubicada en La Libertad, Huehuetenango, Guatemala con coordenadas
N15 33.895 W91 56.493. Tiene una extensión total de 720 ha; de las cuales 470
son bosques nubosos naturales que rodean la plantación de café, formando un
microclima ideal para el cultivo. La plantación de café está situada a una altura
desde 4,800 a 6,500 pies sobre el nivel del mar con una temperatura promedio de
18° a 22°C, una precipitación pluvial de 1,500 a 2,000 mm anuales y una humedad
relativa de 55 a 80%.
La finca El Injerto ubicada en Huehuetenango (productora de café Saúl) logró
romper record y vender por $550.50 una libra de café , uno de los precios más
altos pagados en la historia del café. El lote vendido fué de la variedad Mocca, una
especie de café de Yemen que se caracteriza por el tamaño y forma del grano, la
3ra. parte de un grano normal que se asemeja a una lenteja, una de las especies más
raras, inusuales y exóticas del café cultivadas en Guatemala. El lote llegó a pesar
solamente 8 libras y se vendió por $4,004. Sin duda, este logro de Finca El
Injerto logra posicionar el café guatemalteco en el mapa mundial.
CONCLUSIONES
-Las microempresas motivan el micro emprendimiento lo que combate la pobreza,
crea empleos para los trabajadores guatemaltecos y aumenta la competitividad.
- El enfoque territorial a nivel local es propicio para trabajar en intervenciones
intersectoriales de apoyo a microempresas.
- Los mecanismos de concertación y generación de redes a nivel local pueden servir
para definir estrategias territoriales para la creación y el fomento de microempresas.
Estas pueden incluir el desarrollo de conglomerados de producción (clusters) y la
incorporación de las micro en cadenas de valor.
RECOMENDACIONES
-Crear programas que motiven el emprendimiento de microempresas en Guatemala
que contribuirá al desarrollo económico local.
- Para una efectiva estrategia territorial, es preciso que se potencie y difunda
información sobre la oferta local de servicios para microempresas.
-Fomentar la creación de microempresas a través de la segmentación de acuerdo a
su localización, sectores de producción, género, si es rural o urbana para dar mayor
oportunidad de crecimiento y financiamiento.
BIBLIOGRAFÍA
Raquel Saco, Maga Mazza, APRENDER A CREAR UNA MICROEMPRESA
2004 Editorial Paidós Ibérica
Barcelona
EGRAFÍA
https://www.ldsjobs.org/ers/ct/articles/microenterprise-basics?lang=spa
http://www.buenastareas.com/ensayos/Antecedentes-De-Las-Microempresas/1456130.html
http://www.redcamif.org/uploads/tx_rtgfiles/La_Microempresa_en_guatemala-A_o2004.pdf