la lorita pervertida

11
La lorita pervertida Miguel-A. 181 seg. (Juan Legido)

Upload: zalman

Post on 07-Jan-2016

22 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

Miguel-A. 181 seg. (Juan Legido). La lorita pervertida. - PowerPoint PPT Presentation

TRANSCRIPT

Page 1: La lorita pervertida

La lorita pervertida

Miguel-A.181 seg. (Juan Legido)

Page 2: La lorita pervertida

El dicho evangélico de “ver la paja en el ojo ajeno, y no ver la viga en el propio” está tan extendido, que parece de función vital para el ser humano: Criticar resulta casi tan habitual como comer o dormir. Sin ahorrar críticas para los demás, nadie miramos nuestros propios defectos. Por eso, a la hora de criticar, nadie encontramos barreras para detenernos. Y la única barrera que pudiera existir es ser crítico con uno mismo para poder ser comprensivo con las acciones defectuosas de los demás.

Pero no pretendo dar lecciones de moral, ni tampoco recordar lo que todo el mundo sabemos, pero no practicamos. Ahí va mi chascarrillo:

Page 3: La lorita pervertida

Cuentan... que un matrimonio tenía un loro hembra que era una auténtica barbaridad soltando una retahíla de tacos encadenados:

- Puta... que eres una puta... cabrón... maricón... vete a la mierda maricón... me cago hasta en la madre que te parió... coño con la tía ésta... joder, así no puede ser... esto parece una casa de putas...

Page 4: La lorita pervertida

El matrimonio se avergonzaba del lenguaje del loro, y tenía que tener la precaución de esconderlo cuando había visitas en la casa. Pero, como el loro siempre hablaba a gritos, daba la impresión de tener encerrado al abuelo.

Page 5: La lorita pervertida

- Mira, Luis, yo no aguanto más al loro. Fue un regalo de tu querida madre, y le ha salido una lengua tan envenenada como a ella. Y como ha sido un regalo de tu madre, ahora te toca a ti deshacerte de él. Llévalo al campo y lo sueltas... ya se morirá de hambre. O, si no, llévaselo a tu madre, y que se lo coma guisado... a ver si revienta de una puta vez. Ese cabrón de bicho ya ha agotado mi paciencia.

Page 6: La lorita pervertida

El esposo se fue a hablar con un amigo, que regentaba una tienda de mascotas, para ver si quería quedarse con el loro.

“El Arca de Noé”

Page 7: La lorita pervertida

- Luis -le respondió el amigo-, si es que no sabría qué hacer con tu loro. No puedo quedarme con él para vendérselo a otro cliente: arruinaría la reputación de mi negocio. Podría aconsejarte que te deshagas del loro, para intentar venderte otro animal... los hámsters, que son muy limpios y silenciosos... lo que más vendo son canarios y jilgueros... Pero, en fin, no puedo actuar así. Soy un verdadero enamorado de los animales. Tengo en casa un gato, una tortuga, un hámster, y dos loros machos. Mis loros son una maravilla hablando: se saben de memoria el padrenuestro y el avemaría.

Page 8: La lorita pervertida

- ¿Y por qué no llevamos a mi lora una semana con tus loros? ¡A ver si aprende los buenos modales de los tuyos! -sugirió Luis.

- No sé. No sé, pero antes de soltarla en el campo, como propone tu mujer, podríamos intentar reformar su vocabulario. A la noche la llevas a mi casa... y ya veremos a ver qué pasa...

Page 9: La lorita pervertida

Al llegar la noche, Luis llevó a la lorita a casa de su amigo. Inmediatamente después de poner a la lorita en presencia de los loros machos, un loro dijo al otro:

- ¡Una hembra a la vista! Ésta es una verdadera hembra...¡porque la tortuga...! ¡Qué emocionante!.

Page 10: La lorita pervertida

- Sí, es muy emocionante -respondió el otro loro-. Ya podemos dejar de rezar: Por fin Dios nos ha enviado lo que tantas veces hemos pedido con nuestras oraciones.

- ¡Vaya! -dijo Luis a su amigo-. ¡Bien empezamos! Esta lorita pervierte a tus loros. Te apuesto lo que quieras a que antes de una semana están los tres soltando tacos.

Page 11: La lorita pervertida

- ¡Mentira! ¡Imposible! ¡Eso es imposible! -exclamó la lorita.

- ¿Cómo que eso es imposible? -preguntó Luis.

- ¡Imposible! -respondió la lorita-. Tu esposa y tú no comenzasteis a soltar tacos hasta el año y medio después de casados.