la latitud, los esclavos, la biblia: un experimento de ... · ... (observaciones sobre la tierra de...

20
1 La latitud, los esclavos, la Biblia: Un experimento de microhistoria CARLO GINZBURG Traducción del italiano de Dulce Ma. Zúñiga 1. Para dar una idea del experimento del que quiero hablar voy a citar la frase del famoso arquitecto Mies van der Roche: “Less is more”, “menos es más”. Me propongo mostrar que, al restringir el ámbito de la investigación, o sea conociendo menos, es posible comprender algo diferente y oculto: y por lo tanto, en cierto sentido, es posible comprender más. Este procedimiento puede ser definido como “miscrohistórica”, pero las etiquetas tienen poca importancia. Mi acercamiento a la microhistoria ha sido fuertemente influenciada por el filólogo románico Eric Auerbach, y en particular por su obra maestra Mimesis. Al final de este libro, que Auerbarch -judío alemán- escribió durante la segunda guerra mundial en Estambul, donde se había refugiado luego de la llegada de Hitler, se lee el siguiente pasaje: “Subyacente a los conflictos, inclusive por su causa, se desarrolla un proceso de nivelación económica y cultural; el camino es aún largo para alcanzar el modo de vida comunitario de los hombres en la tierra, pero la meta ya comienza a entreverse”. 1 Más de medio siglo después, frente al desarrollo de la llamada globalización, hablar de “proceso de nivelación económica” mundial sería imposible. Innegable parece por el contrario la “nivelación cultural”, o sea la cancelación creciente de las particularidades culturales: un proceso que Auerbach miraba con ojo inquieto, intentando comprender su significado. Al inicio de los años 50, en plena guerra fría, Auerbach observó que el concepto goethiano de “literatura mundial” (Weltliteratur) seguía siendo inadecuado para aprehender una realidad cultural en continua expansión como la nuestra. ¿Cómo hace un filólogo, acostumbrado a trabajar con una tradición cultural específica, para acercarse a un mundo en el que interactúan tantas lenguas, tantas tradiciones culturales distintas? Es necesario buscar, sugirió Auerbach los Ansatzpunkte, los “puntos de anclaje” basados en particulares concretos, que permiten reconstruir inductivamente el proceso global. 2 La creciente unificación del mundo, escribió Auerbach en las páginas conclusivas de Mimesis , aparece “más clara y concreta (...) en la representación no intencional, precisa interior y exterior de un instante cualquiera de la vida de los distintos hombres.” 3

Upload: dinhdat

Post on 19-Sep-2018

221 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

1

La latitud, los esclavos, la Biblia: Un experimento de microhistoria

CARLO GINZBURGTraducción del italiano de Dulce Ma. Zúñiga

1.Para dar una idea del experimento del que quiero hablar voy a citar la frase delfamoso arquitecto Mies van der Roche: “Less is more”, “menos es más”. Mepropongo mostrar que, al restringir el ámbito de la investigación, o seaconociendo menos, es posible comprender algo diferente y oculto: y por lotanto, en cierto sentido, es posible comprender más. Este procedimiento puedeser definido como “miscrohistórica”, pero las etiquetas tienen pocaimportancia.

Mi acercamiento a la microhistoria ha sido fuertemente influenciada porel filólogo románico Eric Auerbach, y en particular por su obra maestraMimesis. Al final de este libro, que Auerbarch -judío alemán- escribió durantela segunda guerra mundial en Estambul, donde se había refugiado luego de lallegada de Hitler, se lee el siguiente pasaje: “Subyacente a los conflictos,inclusive por su causa, se desarrolla un proceso de nivelación económica ycultural; el camino es aún largo para alcanzar el modo de vida comunitario delos hombres en la tierra, pero la meta ya comienza a entreverse”.1

Más de medio siglo después, frente al desarrollo de la llamadaglobalización, hablar de “proceso de nivelación económica” mundial seríaimposible. Innegable parece por el contrario la “nivelación cultural”, o sea lacancelación creciente de las particularidades culturales: un proceso queAuerbach miraba con ojo inquieto, intentando comprender su significado. Alinicio de los años 50, en plena guerra fría, Auerbach observó que el conceptogoethiano de “literatura mundial” (Weltliteratur) seguía siendo inadecuadopara aprehender una realidad cultural en continua expansión como la nuestra.¿Cómo hace un filólogo, acostumbrado a trabajar con una tradición culturalespecífica, para acercarse a un mundo en el que interactúan tantas lenguas,tantas tradiciones culturales distintas? Es necesario buscar, sugirió Auerbachlos Ansatzpunkte, los “puntos de anclaje” basados en particulares concretos,que permiten reconstruir inductivamente el proceso global.2 La crecienteunificación del mundo, escribió Auerbach en las páginas conclusivas deMimesis , aparece “más clara y concreta (...) en la representación nointencional, precisa interior y exterior de un instante cualquiera de la vida delos distintos hombres.”3

2

Los “puntos de anclaje” (Ansatzpunkte) en los que se basaba laestrategia interpretativa de Auerbach remitían al modelo cognitivo que élmismo había identificado en la obra de Marcel Proust y de Virginia Wolf.4Más tarde regresaré a este paralelismo.

2.Hace tiempo, mientras estaba trabajando en un proyecto de naturaleza

totalmente distinta, cayó en mis manos un opúsculo titulado Mémoire sur lePais des Cafres, et la Terre de Nuyts, par raport à l’utilité que la Compagniedes Indes Orientales en pourroit retirer pour son Commerce, Amsterdam,1718 (Observaciones sobre la tierra de los Cafres y sobre la tierra de Nuyts,consideradas del punto de vista de su utilidad para el comercio de laCompañía de las Indias Orientales).El ejemplar que consulté en la bibliotecade la UCLA –se trata de una fotocopia de la edición original- vieneacompañado con un Second Mémoire sur le Pais des Cafres, et la Terre deNuyts, aparecido en también en Amsterdam, en 1718. Al final de los dosopúsculos se revela la identidad del autor: Jean-Pierre Purry, un nombre que(cuando lo leí por primera vez) me era perfectamente desconocido. Una rápidaojeada a los dos textos despertó vivamente mi curiosidad. Empezó así unabúsqueda que aún está lejos de concluir. Lo que presentaré esta noche es elresultado de un trabajo aún en elaboración.

3.Jean-Pierre Purry nació en Neuchâtel en 1675 en el seno de una familia

calvinista.5 Su padre, Henry, de oficio calderero, como su padre y su abuelo,murió cuando Jean-Pierre tenía un año. El año siguiente la viuda de Henry,Marie Hersler, se casó con un hombre bastante rico, Louis Quinche. Pocoantes de cumplir veinte años Jean-Pierre fue nombrado recaudador deimpuestos de Boudry, una pequeña ciudad cercana a Neuchâtel; un añodespués renunció al cargo por motivos desconocidos para nosotros.6 El 26 deseptiembre 1695, Jean-Pierre desposó a Lucrèce Chaillet, hija de CahrlesChaillet, pastor de Serrières. Entre 1696 y 1710 la pareja tuvo ocho hijos:cuatro murieron en la primea infancia.7 En 1709 Jean-Pierre fue nombradosíndico de Lignières.8 Dos años después su precoz carrera política seinterrumpió bruscamente. Una serie de desventuras lo obligaron a dimitir: unincendio había dañado su negocio: el comercio de vinos con Inglaterraempezado dos años antes se había concluido de manera desastrosa.

No había nada sorprendente en que Jean-Pierre tomara la decisión dededicarse al comercio de vinos: desde hacía dos mil años las colinas quecircundan el lago de Neuchâtel están cubiertas de viñedos. Era tambiénprevisible el apoyo que recibió Jean-Pierre de su propia familia y de la de sumujer cuando se vio en dificultades: los Purry y los Chaillet estaban ligadosdesde hacía tres generaciones.9 Pero estos sucesos, vistos retrospectivamente,

3

parecen perfilar un destino. La vida de Jean-Pierre Purry se desarrollaría bajouna constelación dominada por el vino, por Inglaterra, y por la tendencia aafrontar grandes riesgos seguidos de errores no menos grandes.

4.Mientras los habitantes de Lignières se enteraban de que su síndico

había dimitido, Purry dejaba su ciudad natal por un mundo infinitamente másvasto.10 El 26 de mayo de 1713 se embarcó como caporal en una nave de laCompañía Holandesa de las Indias Orientales, el instrumento de la expansiónpolítica y económica de los Países Bajos en Asia sur-oriental.11 Purry teníasetenta hombres a su mando; verosímilmente tenía cierta práctica de la lenguaholandesa. La nave se detuvo en Ciudad del Cabo, y llegó a Batavia (actualJakarta) el 2 de febrero de 1714. Purry pasó ahí cuatro años trabajando comoempleado de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales. El 11 dediciembre de 1717 dejó Batavia, embarcándose como contador. El 17 de julio,después de la habitual parada en Ciudad del Cabo, Purry regresó a Holanda.12

Estos datos, de hecho, constituyen un primer contexto de los escritos deJean-Pierre Purry de los que he partido: los dos Mémoires sur le Pais deCafres et la Terre de Nuyts. Examinémoslos de cerca

5.En el primer opúsculo, dedicado a la Asamblea de los Diecisiete, que

dirigía la Compañía Holandesa de las Indias Orientales, Purry intentóconvencer al gobernador de la Compañía de colonizar la tierra de los Cafres(correspondiente a la parte meridional de la actual Sudáfrica) o bien, comoalternativa, las tierra de los Nuyts (correspondiente a la costa occidental deAustralia).13 En el segundo Mémoire, fechado el 1 de septiembre de 1718,tiempo después de su regreso a Europa, Purry contestó a las objeciones que lehabían hecho, desarrollando una serie de argumentos a favor de lacolonización de la tierra de los Nuyts.

Los proyectos de Purry partían de una teoría climática que expuso demanera pormenorizada en el primer Mémoire. Purry rechazaba términos como“templado” o “frío” porque eran demasiado genéricos, y desacreditaba porabsurdo el tradicional elogio de la posición geográfica de Francia, situada enmedio de la zona templada, comprendida entre los 42 y 51 grados de latitud.De las viñas que crecen en los 51 grados de latitud, objetaba Purry, se obtieneun vino atroz: el mejor clima del mundo se encuentra en los 33 grados delatitud.

Los criterios de Purry eran aparentemente los de un hombre nacido enuna región famosa por sus vinos, y él mismo comerciante de vinos. Perodetrás de sus observaciones en apariencia superficiales, se dejan ver elementosmás complejos. Purry enlistó una serie de países ubicados entre los 30 y los 36grados de latitud: Berbería (o sea, África septentrional) Siria, Caldea, Candia,

4

Persia, Mongolia, “la parte mediana de China” y Japón. Pero los países queestán cerca de los 33 grados de latitud, observó Purry:

Tienen una fertilidad en mucho superior a los demás, como podemosver también en la tierra de Canaan, y en una de sus más bellasprovincias, Galilea.14

Esta afirmación lanzada casi de soslayo implicaba una alusión a unpasaje bíblico –Números, 13,17 y siguientes- que Purry citó explícitamente enel segundo Mémoire. Escuchémoslo:

6.“Manda hombres”, dijo el Señor a Moisés, “a explorar el país de

Canaan que estoy por dar a los israelitas”.Moisés obedeció las órdenes del Señor, y mandó un hombre para cada

una de las tribus de Israel“a explorar el país de Canaan y les dijo: ‘Suban por el Negev, luego

subirán hasta las regiones montañosas y observarán qué país será [...] Seanvalientes y traigan frutos de la tierra’. Era el tiempo en que comenzaba lauva.”

Los enviados fueron a Hebrón y enseguida:“llegaron al valle de Escol, donde cortaron un sarmiento con un racimo

de uvas, que llevaron entre dos con un madero.”15

Una vez más, uva y vino. El enorme racimo de uva llevado por doshombre sobre un madero simbolizaba la extraordinaria riqueza de la tierraprometida. La alusión a Canaan hace emerger el núcleo oculto del proyecto dePurry.16 Los Mémoires por él redactados contienen dos grupos de citas. Por unlado, dieciséis citas del Viejo Testamento (más dos alusiones implícitas) y unacita de la primera epístola de Pablo a los Corintios; por otro, quince citas delibros contemporáneos de contenido histórico o geográfico. Pero las citasbíblicas aportan una clave para interpretar los pasajes extraídos de textos noreligiosos. La perfecta latitud era antes que nada la latitud de la TierraPrometida. Los proyectos de Purry se basaban sustancialmente en el libro delÉxodo; pero su modo de leer la Biblia era bastante flexible para permitirle,como veremos, buscar la latitud perfecta de 33 grados tanto en el hemisferioboreal como en el austral.

7.Como se sabe, el relato del Éxodo ha tenido repercusiones profundas y

durables. En un libro, publicado también en italiano hace tiempo, MichelWalzer sostiene que el viaje de los israelitas de la esclavitud a la libertad, deEgipto a la Tierra Prometida, ofreció durante siglos, un modelo revolucionarioprivado de connotaciones mesiánicas. En este modelo se habría inspirado,

5

según Gershom Scholem (ratificado por Walzer) también el movimientosionista.17 Pero Walzer reconoce que estas interpretaciones revolucionariasexponen tácitamente una parte del relato del Éxodo: la que describe la guerracontra los canaanitas, los habitantes de la Tierra Prometida. Walzer rechaza lalectura del libro del Éxodo propuesta por la derecha sionista, identificándoseimplícitamente con el movimiento de los sionistas liberales: “un pueblo sintierra [léase los hebreos] encontró una tierra sin pueblo [Palestina]”. Estainterpretación elimina tácitamente a los canaanitas del relato bíblico, de lamisma forma en que los palestinos han sido borrados de la versión oficial de lahistoria de Israel –la versión que en los últimos años ha sido duramentecuestionada por una nueva generación de historiadores israelíes.18

En este punto se vuelven inevitables dos preguntas: 1) ¿Es lícitoeliminar la conquista de Canaan del relato bíblico simplemente porque no estáconforme con el modo en que esa conquista es utilizada en el plano simbólicoen los debates políticos actuales? 2) ¿Esta remoción es conciliable con elprincipio (también rebatible) que Walzer retoma de Scholem, según el cual elsignificado de la narración bíblica coincidiría en última instancia con el arcode su interpretación?19

Regresemos a Purry. Para él, los canaanitas o la guerra conducida porlos israelíes contra ellos, eran parte sustancial del relato bíblico. En suinterpretación, el viaje hacia la Tierra Prometida se volvió un modelo, a la vezque una justificación, de la conquista del mundo por parte de los europeos.20

8.Purry intentó convencer a la Compañía Holandesa de las Indias

Orientales de que enviara inmigrantes ya fuera a la actual Sudáfrica o a laactual Australia. Pero el número relativamente exiguo de europeos dispuestosa inmigrar a aquellas zonas lo impulsó a examinar otra alternativa:

“... puesto que es imposible encontrar agricultores, se puedetrabajar la tierra con esclavos, tal como hacían los romanos.”21

En este caso Purry no justificó la esclavitud recurriendo, como hacíahabitualmente, a un pasaje del Viejo Testamento. Tal vez se lo impidió lamaldición lanzada por Noé contra los descendientes de Cam, el hijo que lohabía visto desnudo, ya que parecía asociar la esclavitud a un estigma.22 Elprocedimiento de Purry era diferente. Rechazaba la idea de que los esclavostuvieran una capacidad limitada de aprendizaje. En Java había visto esclavoshombres y mujeres que eran sastres, carpinteros o zapateros, y algunos quetocaban instrumentos musicales en las bodas, que sabían bailar. Todo eso,escribió,

6

no es otra cosa que el efecto de la costumbre y de la prácticaininterrumpida. Por lo tanto, no veo por qué los esclavos seríanincapaces de aprender la ciencia de la agricultura.

En este punto un opositor imaginario sugirió la existencia de unobstáculo mucho más serio:

Se objetará que en este caso la justicia y la equidad nos impidanapropiarnos de la tierra de los Nuyts y ejercitar un dominio sobreaquellos que han vivido ahí de padre a hijo por millares de años;además, justicia y equidad nos impiden expulsar de su tierra agente que no nos ha hecho ningún mal.23

Se trata de una objeción sorprendente a la colonización europea en tantotal. La respuesta a la objeción es aún más sorprendente. En todo aquello nohay nada injusto, replica Purry, por dos motivos:

la tierra pertenece a Dios a perpetuidad, y nosotros tenemossolamente el usufructo, así como el padre dispone los platosfrente a sus hijos o a sus siervos: no asigna una porción a cadauno, sino que a cada uno corresponde lo que puede apropiarsesegún la equidad, aún cuando no tuviera mayores derechos quelos demás y aún cuando los demás no le dan permiso de tomaresta o aquella porción.24

Una gran reunión de familia en torno a la mesa, hijos y siervos que seprecipitan alegremente intentado apoderarse de la comida: esta escenapatriarcal es una glosa implícita al Levítico, 25, 23:

Las tierras no se podrán vender para siempre, porque la tierra esmía [dice el Señor] y ustedes son para mí como forasteros oinquilinos.

“Dado que todos los hombres”, prosigue Purry, “poseen por naturalezalos mismos derechos sobre los bienes del mundo, gracias a la intención delcreador, quien le ha concedido este derecho común para que puedanejercitarlo, no parece razonable que la mera propiedad, aun si durara millaresde años, deba favorecer las pretensiones de un individuo sobre los demás sinsu consentimiento, o sea, sin un acuerdo entre ellos en esta materia. Ymientras un individuo tome solo lo que necesita, no estará violando el derechode los otros, que podrían a su vez hacer valer de un modo u otro el privilegiodel primer ocupante.”25

7

La pregunta implícita a la que Purry respondía era esta: ¿la conquistaeuropea del mundo era justificable en el plano del derecho? Formular unapregunta de este género implicaba ya una toma de distancia si no es que unaduda. La respuesta de Purry era formulada en los términos de un derechonatural fundado sobre un pasaje de la Biblia; pero se podría sostener locontrario, y esto es que una idea del derecho natural del todo independientehabía inspirado aquella lectura del pasaje bíblico.26 Frente a Dios no habíajerarquías: cada ser humano tenía el mismo derecho de usar la tierra. Losvínculos locales eran abolidos invocando a Dios, un Dios distante y solitarioporque era único. Cada pretensión radicada en la antigüedad, en tradicionesmilenarias, no tenía validez alguna. Ninguna propiedad podía ser mantenida aperpetuidad: lo que contaba era el presente. La tierra era como un banquete alque, en teoría, todos tenían derecho de participar. Pero no había prevista unadistribución ordenada de antemano, en realidad no había ninguna forma dedistribución prevista.

Sólo recientemente me he dado cuenta de que estas afirmaciones dePurry recreaban literalmente una página famosa de Locke. Dios, escribióLocke en el segundo de sus Treatises of Governement, quiso dar la tierra encomunidad para los hijos de los hombres (un eco de Ps. 115, 16): “al principiotodo el mundo era como América”. Y sin embargo la propiedad privada eslegítima (argumentaba Locke) aún en ausencia de “un contrato específicoentre los miembros de la comunidad”. De hecho “si fuese necesario elconsenso explícito de cada miembro de la comunidad para que se puedaapropiar de algo que es dado en común, los hijos o los siervos no podríanpartir la comida que el padre o el patrón le dio para todos...”27 Purry leyó estasfrases en la traducción francesa del Segundo tratado al cuidado del pastorhugonote David Mazel, publicada en Ámsterdam en 1691, y luego reimpresavarias veces.28 Podemos rastrear el signo profundísimo dejado por las ideas deLocke a través de reelaboraciones originales de uno de sus innumerableslectores: Jean-Pierre Purry, por supuesto.

Al reclamar la propia parte (escribió Purry) los hijos de Dios debían,como es obvio, comportarse “equitativamente” (honnêtement). Pero la alusióna los “derechos de los otros” no implicaba ninguna relación fraternal. Los“derechos de los otros” se refieren a una ley que gobierna a todos: aquí lapalabra bíblica “extranjero” define no sólo las relaciones entre los sereshumanos y Dios, sino las relaciones humanas en general. Todos son,recíprocamente, extranjeros. En la perspectiva global de Purry esta condiciónuniversal no generaba la compasión que había inspirado el Éxodo 23,9: “nooprimirás al extranjero: también ustedes conocen la vida del extranjero,porque fueron extranjeros en tierra de Egipto.” Cuando cualquiera puede“hacer valer en un modo u otro el privilegio del primer ocupante”, cuandocada individuo tiene implícitamente el derecho de “tomar esta o aquellaporción”, la ley natural se transforma (podríamos concluir) en una ley basada

8

en el saqueo recíproco. La fuerza se vuelve ley. En este punto encaja elsegundo axioma de Purry, y entra en escena la moral:

La gente salvaje y rústica prefiere por encima de cualquier cosauna existencia perezosa y (...) mientras una población es másrústica y grosera menos se dedica al trabajo; una vida deabundancia y de placer presupone una gran cantidad de penas yafanes. Además, los países habitados por este tipo de gentesalvaje y perezosa no son nunca muy populosos. Así tenemosmotivos para asegurar que la fundación de una buena coloniaeuropea, lejos de dañar a los habitantes de la Tierra de Nuyts –yno habría ningún motivo para expulsarlos, al contrario- les daríatoda suerte de beneficios y ventajas, ya sea porque podrían viviruna vida civilizada, o bien porque podrían estar en grado deaprender las artes y las ciencias...29

Detrás del discurso de Purry vemos delinearse una serie de oposiciones,presentadas como obvias, que en parte se superponen: a) civilización y vidasalvaje; b) industria y ocio; c) abundancia y escasez. La fundación de “unabuena colonia europea” permitirá a los salvajes sustraerse a la culpable perezaa la que se dedican y les dará la posibilidad de vivir “una vida civilizada”.30 Latransformación operada por los europeos será moral y ventajosa para todos,“si”, escribe Purry, “actuamos con indulgencia y tratamos a esta gente comopobres que, aunque rústicos e ignorantes, son de cualquier forma miembros dela sociedad humana como lo somos nosotros.”31

Los españoles y los portugueses, que trataban a los indios de Américacomo animales, habían sido despreciados, observó Purry, por su crueldad y subarbarie. Los proyectos de colonización de Purry hubieran podido llevarse acabo “sin infligir sufrimientos a los habitantes y sin hacerles ningún daño.Este tipo de ventaja, que no genera remordimientos y que puede ser obtenidosin comprometer en modo alguno la decencia y el espíritu cristiano, sonverdaderamente dignos de nuestra Ilustre Compañía.”32

Liquidar esta clase de argumentos morales como una mentira, como unamáscara detrás de la cual se escondía la ambición, sería una simplificaciónindebida. Los esfuerzos de Purry para eliminar los “remordimientos” eransignificativos. En esta fase, y en algunos ambientes, la colonización europeapodía generar mala conciencia: un sentimiento que debía ser callado ennombre de la moral, de la civilización y del provecho. La argumentación,basada en el derecho natural, según el cual cada ser humano era igual frente aDios e igualmente civilizable, hubiera contribuido, a la larga, a formarmovimientos antiesclavistas y anticoloniales de varios géneros. Pero antes deque eso sucediera, esta misma argumentación podía contribuir a justificar lacivilización europea y la conquista conducidas en su nombre.

9

10.

Jean-Pierre Purry estaba acostumbrado a atravesar los océanos. Habíanacido en Europa, vivido algunos años en Asia, visitado África y (como severá dentro de poco) estaba destinado a terminar su existencia enNorteamérica, después de pelear sin éxito por la colonización de la NuevaHolanda –el continente que hoy llamamos Australia. Purry podía ver la tierracomo un todo. No muchos hombres antes que él habían logrado semejantevisión global; poquísimos habían tenido la posibilidad o la capacidad deexpresar en palabras la propia experiencia y la propia reflexión a esepropósito. ¿Qué habilitó a Purry para estar en grado de hacerlo?

Responder a esta pregunta no es fácil. Pury era sin duda una personabastante culta, pero no sabemos nada de su educación.33 Una cosa salta a losojos: Purry pensaba con la Biblia –una experiencia común a innumerarlesindividuos antes y después de él.34 La Biblia le dotó de palabras, argumentos yrelatos; en la Biblia proyectó palabras, experiencias y acontecimientos. Perolos otros libros le proporcionaron un filtro a través del cual leía la Biblia, yviceversa.

Veamos algunos ejemplos. A la objeción opuesta a su propuesta deadueñarse de una vasta colonia de la Tierra de los Cafres, Purry replicó entono despectivo:

Asegurar que los hombres son incapaces de renunciar a sus lazos,a sus amigos y parientes –son tonterías, fantasías absurdas.35

En este punto Purry mencionó a los franceses emigrados a Canadá, quehablaban con nostalgia “del sabor exquisito de los melones, de las perdices, yde tantas otras cosas que hacen la vida deliciosa”36, y enseguida, a losisraelitas que murmuraban contra Moisés y Aarón:

¡Hubiésemos muerto a manos del Señor en Egipto, sentados juntoa la olla de la carne, comiendo pan hasta saciarnos! En vez deeso, nos hicieron salir a este desierto para que muera de hambretoda esta multitud (Éxodo, 16,3)

Para Purry estas lamentaciones eran fundadas. Su rápida alusión a las“tantas otras cosas que hacen la vida deliciosa” surgía de una profundahostilidad hacia el ascetismo en cualquiera de sus formas. Para él, civilizaciónsignificaba ante todo abundancia. Pero aquí vemos surgir una contradicción.Por un lado, Purry subrayaba que la abundancia se puede conseguirúnicamente gracias a la aplicación y la fatiga. Por otro, reformulaba antiguosmitos adaptándolos a sus propias teorías climáticas. ¿Qué significaba para él la

10

expresión “un buen país”? Esta es la respuesta de Purry: “Para mí, un buenpaís es un país rico no solo de leche y miel, sino de todas las cosas quecontribuyen a nuestro bienestar y llenan la vida de delicias; un país de Cucañadonde se hacen comilonas, un país fértil que, sin fatigas, y con poco gasto,produce todo lo necesario. Esto, dicho brevemente y en base a mi escasacapacidad, es lo que se dice un buen país.”37

Pero el antiascetismo de Purry y su elogio de los bienes materiales noestaban ligados con antiguas utopías campesinas, como podría hacer pensar lareferencia al país de Cucaña. Entre los autores que Purry citó en sus Mémoiresencontramos a Francois Bernier, profesor de medicina en Montpellier, filósofoy viajero, y Wiliam Temple, el diplomático y ensayista que fue protector deJonathan Swift.38 Tanto Temple como Bernier (quienes se conocíanpersonalmente)39 contribuyeron al redescubrimiento de Epicuro: un capítuloimportantísimo de la historia intelectual europea, inaugurado por PierreGassendi a mediados del siglo XVII. En el ensayo “Sobre los jardines deEpicuro” (1685) Temple, inspirándose en el elogio al placer formulado porEpicuro, habló de la civilización como de un tipo de sociedad felizmentegobernada por la ambición y la codicia: una descripción irónica y destacadaque Bernard Mandeville desarrolló en su famosa Fábula de las abejas. Losensayos de Temple ejercieron gran influencia en Purry. Podemos imaginar sureacción ante la página donde Temple declaraba: “el mejor clima más aptopara la producción de los mejores frutos [...] parece ser más o menos elsituado entre los veinticinco y los treinta y cinco grados de latitud”. A travésde la lectura de la Biblia filtrada por el ensayo de Temple y por los escritos delos geógrafos, Purry llegó a formular su teoría de la latitud perfecta, situada enlos 33 grados.

11.

Los administradores de la Compañía Holandesa de las Indias Orientalesexaminaron los proyectos de Purry, el 17 de abril de 1719 los rechazaron.40 Sureacción no sorprende: la Compañía prefería el comercio a la colonización.Mucho más singular es el hecho de que Purry, en circunstancias desconocidaspara nosotros, fuera nombrado inmediatamente después director general de laCompañía Francesa de Indias.41 En 1720 estaba en París, inmerso hasta elcuello en la turbulencia financiera desencadenado por el “sistema” delfinanciero escocés John Law. Purry invirtió el dinero que había ganado enBatavia, con cierto éxito en el inicio.42 Pero sus miras eran más ambiciosas.“Aquí todos hablan de millones”, decía. “Cuando haya reunido algunosmillones, yo también venderé.”43 La burbuja especulativa del Mississipiestalló y Purry perdió todo.

Pero no renunció a sus propias teorías ni propios proyectos. El 6 dejunio de 1724 escribió a Horatio Walpole pidiéndole una presentación para el

11

Duque de Newcastle. Walpole se la envió al día siguiente.44 En un memorandodirigido al Duque, publicado en Londres el mismo año, Purry propuso enviaruna gran cantidad de protestantes suizos a colonizar Carolina del Sur. Losproyectos sobre el hemisferio austral fracasaron. Ahora los proponía de nuevodesplazándolos hacia el norte, pero manteniendo firme la latitud: 33 grados.

La primera expedición a América se concluyó de una maneradesastrosa. Purry, caído en la miseria, regresó a su ciudad natal.45 Susfamiliares lo confinaron a una casa de montaña no lejos de Neuchâtel. Desdeahí, Purry escribió a sus hermanastros cartas respetuosas, pidiendo dinero parapequeños gastos: timbres postales, tabaco. Pero irresistiblemente volvía a susproyectos americanos.46 Purry debe haber pasado algunos años en una especiede limbo, suspendido entre un presente miserable y la esperanza de un futurograndioso. Súbitamente sucedió algo. El apoyo oficial finalmente llegó. El 10de marzo de 1731 Georges II firmó una patente real que autorizaba a Jean-Pierre Purry, coronel del ejército británico, a fundar en Carolina del Sur unaciudad que se llamaría Purrysburg, la ciudad de Purry, y se poblaría con unacolonia de protestantes suizos.47

Para aumentar el número de emigrantes Purry emprendió una especie decampaña publicitaria basada en descripciones pormenorizadas de la Carolinadel Sur, que aparecieron primero en Suiza, en francés, y después en alemán yen inglés.48 Este opúsculo se reimprimió en 1732, con un apéndice tituladoÉclaircissements (Aclaraciones) en donde Purry replicaba a las sordaslamentaciones de los colonos recién instalados en Carolina. Alguno de ellos selamentaba del clima inhóspito de la región. Purry, siempre listo a difundir suspropias teorías sobre la latitud, reaccionó escandalizado:

Decir que la región de Carolina es demasiado cálida para loseuropeos y en particular para los suizos, es un absurdocomparable al de quien se lamentase del clima de Siria –o sea,como era llamada en la antigüedad, de la tierra de Canaan.49

Como Moisés (una metáfora que le hubiera gustado) Jean-Pierre Purryno pudo ver la tierra prometida de la revolución industrial. Murió el 18 deagosto de 1736, en la ciudad que llevaba su nombre. La ciudad decayó, yfinalmente desapareció. El hijo mayor de Jean-Pierre, Charles, murió en 1754,ultimado durante una rebelión de esclavo. Otro hijo, David, quien se habíaquedado en Europa, se volvió inmensamente rico. Murió en 1786, dejando sudinero –ganado en parte gracias a la trata de esclavos con Brasil- a los pobresde Neuchâtel. La estatua de David Purry se ve aún hoy en medio de la plazaprincipal que lleva su nombre en el centro de esta ciudad.50

12.

12

Una existencia pintoresca como la de Jean-Pierre Purry merece serobservada de cerca. Se podría contar una historia sobre él, inclusive una bellahistoria. Pero mi proyecto de investigación era (y es) diferente y másambicioso. Desde el principio he buscado responder a esta pregunta: ¿puedeun caso singular, analizado profundamente, mostrarse relevante de un puntode vista teórico?

Cuando me sumergí por primera vez en los dos Memorias sobre el Paísde los Cafres de Purry pensé inmediatamente en el famoso ensayo de MaxWeber La ética protestante y el espíritu del capitalismo. Según Weber laaparición del comportamiento definido por él como “ascesis intra-mundana”(innerweltliche Askese), inspirado por el calvinismo y las sectas protestantes,comenzando por la puritana, contribuyó de manera decisiva al nacimiento delcapitalismo sujetando la actividad económica a un control racional.51 En elcentro de la tesis de Weber, objeto de innumerables discusiones desde suprimera edición (1904-1905), estaban por un lado los empresarios en tantoagentes de transformación, y por otro las repercusiones psicológicas deconceptos religiosos como “llamado” (Beruf). Mas, como se ha notado, en elensayo de Weber no aparecen figuras concretas de empresarios influenciadospor ideas protestantes. El lector se topa con un gran número de citas de losescritos de Benjamín Franklin: pero el suyo es, como admite el mismo Weber,un caso tardío y secularizado.52 Jean-Pierre Purry, por el contrario, -emprendedor calvinista que se identificaba en pleno con la causa protestantecitaba ampliamente la Biblia para sostener sus proyectos de colonización yhabía modelado su propia existencia sobre una teoría geográfica – me pareciópunto por punto una ejemplificación perfecta de la tesis de Weber. Perocuando comencé realmente a trabajar sobre Purry, el objetivo de miinvestigación resultó obvio.

De inmediato me di cuenta de que no se trataba de ningún modo deprobar o desmentir la tesis de Weber. Por un lado, Weber no presentó nuncasu tesis bajo la forma de una afirmación neta, inmediatamente falsificable, deltipo: “todos los cisnes son negros”. Un cisne blanco, un emprendedor nocalvinista, obviamente no aceptaba la argumentación de Weber. Y no sólo eso.Un emprendedor como Purry no hubiera podido probar una argumentacióncomo la de Weber, formulada en forma abstracta, ideal-típica. Como Webersubrayó repetidas veces, “hablar de los tipos ideales (Ideal-typen)” significaservirse de una “lenguaje conceptual que en cierto sentido violenta la realidadhistórica.”53 No tan distantes de las ideas de Platón, los tipos ideales soninmunes a las contradicciones.54 Según la definición de Weber, “unaindividualidad histórica [es] un complejo de relaciones, que nosotros, delpunto de vista de su importancia para ala historia y la civilización, reunimosen un concepto único.”55 Un ser humano es obviamente una realidad máscasual, por no decir más contradictoria. La distancia entre Jean-Pierre Purry yel emprendedor calvinista ideal-típico forma parte de los postulados de Weber.

13

Sin embargo, Weber mismo subrayó insistentemente que las construccionesideal-típicas deben ser sometidas continuamente a la verificación de labúsqueda empírica. ¿Qué nos dice una verificación basada en el caso dePurry?

Además de las convergencias ya mencionadas surgen áreas dedivergencia igualmente evidentes. 1) El anti-ascetismo de Purry; 2) lajustificación de la conquista europea del mundo (incluida la esclavitud y el usode la fuerza) dada por Purry sobre la base de su lectura de la Biblia y enparticular del libro del Éxodo. El segundo punto arroja una luz inesperada asobre el génesis y el significado de la Etica protestante de Weber. Numerososlectores la han leído como un texto antimarxista, que relacionaría elcapitalismo con una causa religiosa a la vez que económica. Pero ya Weberhabía objetado enérgicamente que su objetivo no era otro que “sustituir a unainterpretación causal de la civilización y de la historia, abstractamentematerialista, otra espiritual, no menos abstracto.”56 La polémica de Weber apropósito de Marx implicaba una relación que era al mismo tiempo más sutil ymás profunda. Entiendo que La ética protestante de Weber fue escrita no solocontra la parte del primer libro del Capital de Marx que comienza con elcapítulo 24, intitulado “La llamada acumulación originaria”, pero también conella, retomando una serie de pasos desde una perspectiva diferente, hastallegar a transformar el significado.57

Poco después del inicio del capítulo 24 Marx declara:

En la economía política esta acumulación originaria es más omenos lo mismo que el pecado original en teología.

Según esta versión “teológica”,

Había una vez, en una época remota, por una parte una élitediligente, inteligente y sobre todo ahorradora, y por la otra habíainfortunados ociosos que despilfarraban lo propio y aún más. [...]En la historia real -continúa Marx- la parte importante estárepresentada, como es notorio, por la conquista, el sometimiento,el asesinato, la rapiña y pronto por la violencia.58

Se puede sostener que Weber haya construido deliberadamente unaserie de sutiles argumentaciones sostenidas por la interpretación “teológica”de la acumulación originaria. Por un lado, él subrayó la parte desarrollada porla frugalidad en la ética capitalista; por otro, trazó un confín muy nítido entre“aventureros capitalistas” y emprendedores capitalistas verdaderos y propios.Los aventureros capitalistas, escribió, “han estado en todo el mundo”, ensociedades de todo tipo: una afirmación del todo curiosa, difícilmenteconciliable con otra que indica que “en la política colonial [ellos habrían

14

actuado] como colonizadores, cultivadores o conductores de concesiones deesclavos o con trabajadores sometidos de diversas formas.”59 El último puntoes decisivo. A los ojos de Weber, los empresarios capitalistas verdaderos ypropios no tenían nada que ver con la fuerza.60

Marx, por el contrario, subrayó la función realizada por el proceso deacumulación originaria en las colonias: “La esclavitud velada de losasalariados europeos reclamaba un pedestal: la esclavitud pura y simple delNuevo Mundo”.61

Luego de recordar el espantoso trato a que eran sometidos los indígenasen las plantaciones coloniales, Marx anotó que: “ni siquiera en las coloniasverdaderas y propias el carácter cristiano de la acumulación originaria sedesmentía”.

Para ilustrar esta afirmación Marx escribió lo siguiente:

Aquellos sobrios virtuosos del protestantismo que son lospuritanos de la Nueva Inglaterra pusieron en 1703, conresoluciones de su assembly, un premio de 40 libras esterlinaspara cada scalp [cuero cabello] de indígena o por cada piel rojaprisionero; en 1720 ofrecieron un premio de 200 libras esterlinaspor scalp”; en 1744 por un cuero cabelludo de macho mayor de12 años, 100 libras nuevas, por un prisionero macho 105 libras,por hembras o niños 55 esterlinas, por cueros cabelludos dehembras o niños, 50!62

La idea de insertar esta feroz necedad bajo la etiqueta de “caráctercristiano de la acumulación originaria” es típica del sarcasmo de Marx. Deforma análoga Marx evocó “el ‘espíritu’ del protestantismo” para describir laintroducción de las meticulosas, despiadadas leyes que se aplicaban a lospobres en la Inglaterra isabelina.63 Pero en las páginas de Weber no se dejaentrever la mínima huella de ironía acerca del “espíritu del capitalismo” (una“expresión un poco pretenciosa”, como él mismo lo admite). La tentativa deWeber de demostrar el carácter cristiano (más específicamente el calvinista)de la acumulación originaria era también muy seria. Weber invirtió lassarcásticas observaciones de Marx y las tomó como punto de partida de supropio ensayo. Pero cuando Weber elogió “el cálculo exacto” comocaracterística de la organización capitalista racional probablemente no pensóen el cálculo puritano de los cueros cabelludos de los piel roja.64

El modelo genético propuesto por Weber en el ensayo sobre la éticaprotestante es de lejos inferior al propuesto por Marx, porque borrasistemáticamente la violencia de la primera fase del capitalismo. Por otro lado,Weber tenía ciertamente razón en subrayar la parte desarrollada en el génesisdel capitalismo por actores influenciados por la religión: un tema fundamental,que Marx no tomó nunca en cuenta.

15

¿Pero cuáles actores? Jean-Pierra Purry, el emprendedor protestante quesubrayó la necesidad de usar la fuerza para llevar a los indígenas perezosos ysalvajes hacia el reino de la abundancia, es incompatible con el tipo idealdiseñado por Weber. Si no me equivoco, el caso de Purry nos obliga apensarlo desde un ángulo inopinado y desde una distancia más cercana, losméritos y desméritos de los dos pensadores sociales más influyentes denuestro tiempo.

13.

En las ciencias sociales, la teoría viene con frecuencia tácitamenteidentificada con procedimientos de largo aliento “a la manera de Max Weber”,y la microhistoria se precisa por sus pretensiones de sacar del olvido las vidasde individuos o de grupos abatidos o marginados. Si se aceptan estasdefiniciones, la microhistoria permanecerá por siempre confinada a unaposición periférica, de la cual las teorías dominantes no tendrán nada quetemer. El caso de Jean-Pierre Purry, profeta precoz de la conquista del mundopor parte de Europa puede contribuir a echar abajo las barreras que a los ojosde muchos separan a la microhistoria de la teoría.65 Una existencia elegida alazar puede volver concretamente visible la tentativa de unificar el mundo, yeso es lo que esta tentativa implica.

Alguien habrá advertido el eco de la página de Auerbach que cité alinicio. Pero Auerbach, a su vez, se había nutrido de Proust. Dejo pues a Proustla última palabra:

Los ingenuos imaginan que las vastas dimensiones de losfenómenos sociales son una ocasión óptima para penetrar más afondo en el alma humana: deberían comprender que sólodescendiendo profundamente en el interior de un individuotenemos alguna posibilidad de comprender la naturaleza de esosfenómenos.66

1 E. Auerbach, Mimesis. The Representation of Reality in Western Literature , tr. by W. R. Trask,Princeton 1953, p. 552 (tr. it. de A. Romagnoli e H. Hinterhäuser, Mimesis, Torino 1970, II, p.337).2 E. Auerbach, “Philology and Weltliteratur,” The Centennial Review , 13 (1969), pp. 1-17(=“Philologie der Weltliteratur”, in Weltliteratur. Festgabe für Fritz Strich, hrsg. von W. Henzen,W. Muschg, E. Staiger, Bern 1952, pp. 39-50).3 E. Auerbach, Mimesis, p. 552 (cito, con una pequña modificación, de la versión italiana: Mimesis,II, p . 337).4 Este paralelismo aparece explicitado en la página 548 de Mimesis.5 L.-E. Roulet, “Jean-Pierre Purry et ses projets de colonies en Afrique du Sud et en Australie”,Musée Neuchâtelois, 1994, pp. 49-63; Id., “Jean-Pierre Purry explorateur (1675-1736)”, in

16

Biographies Neuchâteleoises, I, bajo la dirección de M. Schlup, Neuchâtel-Hauterive 1996, pp. 237-242; A. C. Migliazzo, “A Tarnished Legacy Revisited: Jean Pierre Purry and the Settlement of aSouthern Frontier”, 1718-1736”, South Carolina Historical Magazine, 92 (1991), pp. 232-252. Vertambién H. Jéquier, J. Henriod, M. de Purry, La famille Purry, Neuchâtel 1972. Hay variaciones enla forma de escribir el apellido (Purry, Purry, Puri, Purri): see Recueil de quelques lettres &documents inédits concernant David de Purry et sa famille, Neuchâtel 1893, p. 11 n. 1. Yo elegíPurry, en la versión de Jean-Pierre constantemente usada.6 Ver el Recueil, p. 73.7 Recueil, pp. 74-75.8 Neuchâtel, Archives de l’Etat, archives de la famille de Purry , G. XII; ver también L.-E. Roulet,“Jean-Pierre Purry”, p. 51.9 Recueil, p. 810 D. F. de Merveilleux, La parfaite introduction à la géographie universelle..., II, Neuchâtel 1690,p. 515: “Leur curiosité naturelle les porte [Neuchâtel’s inhabitants] la plûpart à voïager dans lespaïs étrangers...”11 Ver también H. Weber, La compagnie française des Indes 1604-1875, Paris 1904; P. Kaeppelin,La Compagnie des Indes Orientales et François Martin, Paris 1908; Companies and Trade, ed. byL. Blussé and F. Gaastra, Leiden 1981; Ships, Sailors and Spices. East India Companies and TheirShipping…, ed. J. R. Bruijn and F. Gaastra, Amsterdam 1993.12 En este capítulo sigo a L.-E. Roulet, “Jean-Pierre Purry”, basado en una lección de C. C.Macknight en 1993. Agradezco al Profesor Albert de Pury, quien me envió la versióndactilográfica de Macknight’s lecture.13 La tierra recibió su nombre de Pieter Nuyts, extraordinario consejero de Indias, quien la descubrióen1627: ver J. E. Heeres, Het Aandeel der Nederlanders in de Ontdekking van Australie 1606-1765- The Part Borne by the Dutch in the Discovery of Australia 1606-1765, Leiden-London 1899, p.51.14 surpassent de beaucoup la fertilité des autres, ainsi qu’on peut remarquer même au païs deCanaan, dont la Galilée étoit l’une des meilleures provinces” (J.-P. Purry, Mémoire..., I, pp. 17-19).Ver tambi[en C. Delano-Smith and E. Morley Ingram, Maps in Bibles, 1500-1600, An IllustratedCatalogue, Ginebra 1991.15 La Bibbia di Gerusalemme, Bologna 1980, pp. 284-85.16 Ver L.-E, Roulet, “Jean-Pierre Purry”, p. 55.17 M. Walzer, Exodus and Revolution , New York 1985, p. 123 (quien se refiere a D. Biale,Gershom Scholem: Kabbalah and Counter-History, Cambridge, Mass. 1982, p. 100.)18 Ver A. Raz Krakotchin.… E. W. Said, ”Michsel Walzer’s ‘Exodus and Revolution.’ A CanaaniteReading”, Grand Street, 5 (Winter 1986), pp. 86-106.19 M. Walzer, Esodo, pp. 7-8, quien cita a G. Scholem, “Revelation and Tradition as ReligiousCategories in Judaism”, The Messianic Idea in Judaism, New York 1971, pp. 282-303. Lacomparación entre este tema Judío con la tradición hermenéutica cristiana fue brillantementeanalizada por P. C. Bori, L’interpretazione infinita, Bologna 1987, que puede ser consultada.20 F. Fortini, Extrema ratio. Note per un buon uso delle rovine, Milano 1990, p. 67: “ Davanti alMuro capivo perché la leggenda americana, quella della frontiera e dei massacratori di indiani, sifosse nutrita del libro dell’Esodo”.21 “quand même on ne trouveroit point de laboureurs, on pourroit en ce cas là faire cultiver la terrepar des esclaves. Les Romains ne labouroient pas les leurs autrement.”22 R. Blackburn, The Making of New World Slavery. From the Baroque to the Modern (1492-1800),London 1998, pp. 64-76 (en la maldición de Noah, con una extensa bibliografía).23 “ne sont autre chose que des effets de l’habitude et d’une exercice continuel. Ainsi je ne voy paspourquoi des esclaves ne pourroient pas apprendre la science de l’agriculture” (J.-P. Purry,Mémoire..., I, pp. 69-70); “Mais, dira-t-on, quand cela seroit, la justice ni l’equité ne permettentpourtant pas qu’on pût s’aller établir dans la Terre de Nuyts au prejudice de ceux qui y sont déjà depere en fils, depuis, peut-être, quelque milliers d’années, ni qu’on pût chasser de leur païs des gensqui ne nous ont jamais fait aucun mal.” (J.-P. Purry, Mémoire..., I, pp. 70-71).

17

24 “La terre apartient toujours à Dieu en toute proprieté, et nous n’en avons que l’usufruit, à peuprès de même qu’un pere de famille qui fait servir quelque plat à ses enfans ou à ses domestiques,il n’assigne pas a chacun sa portion, mais ce dont chacun se saisit honnêtement est à lui, quoiqu’auparavant il n’y eût pas plus de droit que les autres; et quoi que ceux ci ne lui aient pas donné lapermission de prendre tel ou tel morceau.”25 “Tous les hommes ayant donc naturellement le même droit sur les biens du Monde en vertu del’intention du createur qui ne leur a donné ce droit commun qu’afin qu’ils en fissent usage, on neconçoit pas qu’une simple possession, quoi-que de plusieurs milliers d’anneés, puisse être valableen faveur de quelqu’un à préjudice des autres, sans le consentement de ceux-ci, c’est-à-dire, sansquelque convention faite entr’eux à ce sujet: et tant que chacun ne prend que ce qu’il lui faut, il nedonne aucune atteinte au droit des autres, qui peuvent à leur tour, faire valoir d’une maniere oud’autre, le privilège du premier occupant.” (J.-P. Purry, Mémoire..., I, pp. 70-71).26 Ver Mémoire…, I, p. 71: “Tous les hommes ayant donc naturellement le même droit sur les biensdu Monde en vertu de l’intention du Createur…” (mine italics). The central role played by naturalright in Purry’s argument emerges again in Mémoire,… 2, 52: “Mais je suis très persuadé qu’onpeut presque se promettre d’avance le succès d’une bonne entreprise, lorsqu’elle n’a rien decontraire au droit naturel, et que le Ciel ne manque jamais d’accompagner de ses benédictions desdesseins qui sont fondés sur la Charité envers le prochain, aussi bien que sur l’Amour de Dieu.”Las fuentes e implicaciones de las referencias de Purry al derecho natural requieren futurasaclaraciones.27 J. Locke, Due trattati sul governo , a cura di L. Pareyson, Torino 1948, p. 254 sgg., specialmente258, 272. Ver también J. Locke, Two Treatises of Government, a critical edition by P. Laslett,Cambridge 1960, p. 307: “By making an explicit consent of every Commoner, necessary to anyones appropriating to himself any part of what is given in common, Children or Servants could notcut the Meat which their father or Master had provided for them in common, without assigning toevery one his peculiar part”. Referirse también a Du gouvernement civil, où l’on traitte del‘Origine, des Fondemens, de la Nature, du Pouvoir, et des Fins des Societez Politiques, traduit del’Anglois, à Amsterdam chez Abraham Wolfgang, prés de la Bourse, MDCXCI, p. 33: “S’il estoitnécessaire d’avoir un consentement exprès de tous les membres d’une Société, afin de pouvoirs’approprier quelque partie de ce qui est donné ou laissé en commun, des enfants ou des valets nesçauroient couper rien pour manger de ce que leur Père ou leur Maistre leur auroit fait mettre devanten commun, sans marquer à aucun sa part particulière et précise”.28 Sobre la importancia de esta traducción ver la introducción de P. Laslett a su edición de los TwoTreatises, p. 14.29 “ les gens sauvages et rustiques aiment la vie faineante par dessus toutes choses, et (...) plus unpeuple est simple et grossier moins il est adonné au travail: au lieu qu’une vie d’abondance et dedelices demande beaucoup de soins et de peine. Ajoûtons à cela, que les païs qui sont habités parces sortes de gens sauvages et paresseux ne sont jamais fort peuplés. Ainsi on a tout lieu de croire,que bien loin de causer du dommage aux habitans de la Terre de Nuyts, ni qu’on fût obligé de leschasser chez eux, au contraire, l’établissement d’une bonne Colonie Européenne leur procureroittoutes sortes de biens et d’avantages, tant pour une vie civilisée que par les arts et les sçiences qu’onleur enseigneroit...”30 L. Febvre, “Civiltà: evoluzione di un termine e d’un gruppo di idee” [1930], Problemi di metodostorico, tr. C. Vivanti, Torino 1976, I, pp. 5-45, quotes Furetière’s Dictionnaire (1690): “Laprédication de l’Evangile a civilisé les peuples barbares les plus sauvages”; E. Benveniste,“Civilisation: histoire du mot”, Hommage à Lucien Febvre. Eventail de l’histoire vivante, Paris1953, I, pp. 47-54.31 J.-P. Purry, Mémoire..., I, 72-73.32 “sans aprehender de faire souffrir ses habitans, ni de commettre aucune injustice à leur égard. Detels biens, qui ne donnent jamais aucun remord et qu’on peut acquerir sans donner la moindreatteinte à la qualité d’honnête homme et de Chrétien, sont véritablement dignes de notre IllustreCompagnie...” (I, 73).33 F. Brandt], Notice sur la vie de Mr le baron David de Purry , Neuchâtel 1826, p. 1, ahí se lee: “MrJ. P. Purry avoit fait de bonnes études.” I have been unable to verify this information. The range of

18

Purry’s readings (which I will examine in detail in the excpanded version of this project) is shown,among other things, by his reference to I. Bullart’s extensively illustrated in-folio work, Académiedes sciences et des arts, contenant les vies, et les eloges historiques des hommes illustres, qui ontexcellé en ces Professions depuis environ quatre siècles parmy diverses nations de l’Europe, àBruxelles 1682 (two tomes).34 Para ver un ejemplo acerca de cómo los friulanos del siglo XVI tienen un manejo diferente deltiempo, del espacio y del panorama social, referirse al Genesis (C. Ginzburg, The Cheese and theWorms, Baltimore 1980, pp. 62-65.)35 “Car de dire que les hommes ne peuvent pas se resoudre si facilement à quitter leurs liaisons,leurs amis, leurs parens, tout cela ne sont que de niaiseries et des chimères qu’on se met dansl’esprit.” (II, 19).36 “du bon goût de leurs melons, du fumet de leur perdrixs, et de tant d’autres choses qui rendent lavie delicieuse.”37 “Pour moi j’entends par un bon païs, un païs qui abonde non seulement en laict et en miel, maisgénéralement en toutes les choses capables de flater la volupté et de nous faire vivredelicieusement; un païs de cocagne et de bonne chere, qui est fertile, et qui produict facilement,sans beaucoup de travail et à bon marché, tout ce qui est necessaire à la vie; voilà en peu de paroleset suivant mes petites idées, ce que c’est qu’un bon païs.” (I, 22).38 Ver W. Temple, “Upon the gardens of Epicurus, or, of gardening, in the year 1685” (W. Temple,Five Miscellaneous Essays, ed. by S. Holt Monk, Ann Arbor 1963, pp. 1-36.) Purry quotes fromLes oeuvres mêlées de Monsieur le chevalier Temple, 2 éd., 2 parties, Utrecht 1694. See C.Marburg, Sir William Temple. A Seventeenth Century “Libertin”, New Haven 1932. See also TheWorks of Sir William Temple, in four volumes, London 1814; Sir W. Temple, The Early Essays andRomances, ed. by G. C. Moore Smith, Oxford 1930; K. H. D. Haley, An English Diplomat in theLow Countries. Sir William Temple and John De Witt, 1665-1672, Oxofrd 1986; Dorothy Osborne,Letters to Sir William Temple, ed. by K. Parker, London 1987; P. Marambaud, Sir William Temple,Paris 1968.39 Ver W. Temple, Five Miscellaneous Essays, p. 12 (“Upon the Gardens of Epicurus”): “And ‘tisgreat pity we do not yet see the history of Chasimir, which Mounsieur Bernier assured me he hadtranslated out of Persian, and intended to publish, and of which he has given such a taste in hisexcellent memoirs of the Mogul’s country.”40 Resolution of the ‘Heeren XVII’, October 2, 1718, and March 11, 1719; Resolution of theAmsterdam Chamber, April 17, 1719: see J. E. Heeres, Het Aandeel, p. XVI, note 5.41 Memorial presented to His Grace My Lord the Duke of Newcastle , [1724]: Augusta, Georgia1880, p. [nueva versión en inglés; se ignora la traducción británica publicada en Londres, en1724.]42 L. A. Roulet, “Jean-Pierre Purry”, ...43 [F. Brandt], Notice pp. 1-2 ; F. A. M. Jeanneret et J .-H. Bonhôte, Biographie neuchâteloise, II,Locle 1863, p. 251: “il réalisa la meilleure partie de son bien et courut à Paris, où il spécula avectant de succès, qu’il possédait un jour dans son portefeuille des effets au porteur pour plus de sixcent mille francs. Jean Chambrier, son ami, plus tard ministre de Prusse à Paris, le conjurant de fairecomme lui, et de réaliser au moins deux cent mille francs pour les faire parvenir à sa femme et à sesenfants, Purry lui répondit froidement: “On ne parle ici que de millions, il faut donc aller auxmillions, puis nous réaliserons”.44 Ver V. W. Crane, The Southern Frontier, 1670-1732 , Ann Arbor 1956 (1 st ed. 1929), p. 284, n.8, refers to B. M. Add. MSS. 32,739 (Newcastle Papers, LIV), ff. 39, 41 f. (Purry to Walpole, June6, 1724; Walpole to Newcastle, June 7, 1724).45 A. Migliazzo, “A Tarnished Legacy”, p. 237 ff.46 Recueil, pp. 16-17 (May 11, 1727; ver también January 1st, 1717, p. 13-14). On la Cernia, veribid., pp. 11-12, n. 3.47Neuchâtel, Archives de l’Etat, G XII (Traducción francesa de la versión original en inglés).

19

48 J.-P. Purry, Propuestas... para alentar a los pueblos suizos protestantes a que se unan aacompañarlo a Carolina para fundar una nueva colonia, 1731 (British Library?); Descriptionabregee de l’Etat présent de la Caroline meridionale faite à Charlestoun au mois de septembre de1731 , Neuchâtel 1732; [J.-P. Purry], Description abregee de l’Etat présent de la Carolinemeridionale, nouvelle edition, avec des eclaircissemens, les actes des concessions faites à ce sujet àl’Auteur, tant pour luy que pour ceux qui voudront prendre parti avec luy. Et enfin une Instructionqui contient les conditions, sous lesquelles on pourra l’accompagner, à Neufchatel [1732] pp. 36;Id., A Description of the Province of South Carolina, drawn up at Charles Town, in September1731, traducidas de M. Purry’s Original Treatise, en francés y publicadas en el Gentleman’sMagazine, de agosto, septiembre y octubre, 1732, Washington City, 1837, parcialmente reeditadoen inTracts and Other Papers, Relating Principally to the Origin, Settlement, and Progress of theColonies in North America, from the Discovery of the Country to the Year 1776, edición a cargo dePeter Force, vol. II, repr. Gloucester, Mass. 1963]; Kurtze, iedoch zuverläßige Nachricht von demgegenwärtigen Zustand und Beschaffenheit des Mittägigen Carolina in America oder West-Indien,welche Landschaft Georgien genennet wird, aufgesetzet in Charlestown oder Carlstadt von vierglaubwürdigen Schweitzern, und aus der Französischen Sprache anietzo verdeutscht. Welchem eineNachricht von denen so genannte Bilden, welche in derselben Gegend wohnen, beygefüget ist,Leipzig 1734, pp. 16 (a much shortened version). Ver también J. Butler, The Huguenots inAmerica, Cambridge, Mass. 1983, pp. 217-220, with additional bibliographical references.49 [J.P. Purry], Description abregée, pp. 8, 28.50 H. D. K. Leiding, “ Purrysburg: a Swiss-French Settlement of South Carolina, on the SavannahRiver”, Transactions of the Huguenot Society of South Carolina, 39 (1934), p. 32 (possibly basedon A. H. Hirsch, Huguenots of Colonial South Carolina51 M. Weber, The Protestant Ethic and the Spirit of Capitalism, tr. by T. Parsons, intr. by A.Giddens, London and NewYork 1997 [ “Archiv für Sozialwissenschaft und Sozialpolitik”, 1904-05;rev. ed., Gesammelte Aufsätze zur religionssoziologie, 1920-21]. Parsons translated “innerweltlicheAskese” as “worldly asceticism” (pp.193-94); in his introduction (p. xii) A. Giddens speaks of“this-worldy asceticism.”52 E. Sestan, introduction [1934 ] to M. Weber, L’etica protestante e lo spiritodel capitalismo, tr. B.Burresi, Roma 1945, p. XLV. See however B. Bailyn, “The Apologia of Robert Keayne” [1653],The Colonial Society of Massachusetts, Transactions, vol. 42 (1952-56), pp. 243-341 (whoserelevance has been kindly pointed to me by Robert Brenner); Baumgartner, Max Weber Werk undPerson; A. Mitzman, the Iron Cage: An Historical Interpretation of Max Weber, New York 1970;Protestantism, Capitalism, and Social Science, ed. by R. W. Green, Lexington, Mass. 1973; W.Schluchter, The Rise of Western Rationalism, Berkeley 1981; H. Lehmann, Max Webers‘Protestantische Ethik’, Goettingen 1986.53 M. Weber, The Protestant Ethic, p. 233 n. 68 (= L’etica protestante, p. 125 nota 2); ; Id., Il metododelle scienze storico-sociali, ed. by P. Rossi, Torino 1958.54 Debo esta sugerencia a Alberto Gajano.55 M. Weber, The Protestant Ethic , p. 47.56M. Weber, The Protestant Ethic, p. 183 (=L’etica protestante, p. 226).57 En su Destruction of Reason ( La distruzione della ragione , tr. it. E. Arnaud, Torino 1974) II, p.612 (a much maligned book, in which ideological platitudes and profound passages coexist)György Lukács wrote: “German sociology’s main problem is the primitive accumulation ofcapital, and the workers’s violent separation from the means of production.” Max Weber, Germanforemost sociologist and Lukács former mentor, was of course the main target of this criticalremark. On a more general (and less interesting) level see K. Löwith, “Max Weber und KarlMarx”, Archiv für Sozialwissenschaft und Politik, 67 [1932], pp. 53-99, 175-214; tr. it., Marx,Weber, Schmitt, Roma-Bari 1994. “C’est probablement Marx qui a exercé sur Weber l’influence laplus profonde et la plus durable” writes E. Fleischmann, but without developing the implicationsof his own remark (“De Weber à Nietzsche”, Archives européennes de sociologie, V [1964], pp.190-238, especialmente p. 194)58 K. Marx, Capital, vol. I, tr. by B. Fowkes, New York 1977, p. 873 = Il capitale , I, 1, tr. D.Cantimori, Torino 1975, pp. 979-880).

20

59 K. Marx, Capital, vol. I, tr. by B. Fowkes, New York 1977, p. 873 = Il capitale , I, 1, tr. D.Cantimori, Torino 1975, pp. 979-880).60 Pero cambió de opinión acerca de esto justo antes de morir, como lo muestro en la versiónampliada de este proyecto. Ver M. Weber, Economy and Society, ed. by G. Roth and C. Wittich, I,New York 1968, part 1, chapter 22, paragraph 22: “The Expropriation of Workers from the Meansof Production”, pp. 137-138. After having stressed the rationality of capitalist production Weberremarks: “The fact that the maximum of formal rationality in methods of calculation is possibleonly where the workers are subjected to domination by entrepreneurs, is a further specific elementof substantive irrationality in the modern economic order.” (p. 138) The meaning of this remark isclarified by a further passage: “willingness to work on the part of factory labor has been primarilydetermined by a combination of the transfer of responsibility for maintenance to the workerspersonally and the corresponding powerful indirect compulsion to work, as symbolized in theEnglish workhouse system, and it has permanently remained oriented to the compulsory guaranteeof the property system. This is demonstrated by the marked decline in willingness to work at thepresent time which resulted from the collapse of this coercive power in the [1918] revolution.” (p.153; las cursivas son mías).61 K. Marx, Capital, I, p. 915.62 K. Marx, Capital, I, pp. 917-18 (=Il capitale, I, 1, p. 925).63 K. Marx, Capital, I, p. 882 n. 9.64 M. Weber, The Protestant Ethic , p. 22.65 El caso particular analizado profundamente debe proporcionar las bases para una comparaciónextendida: ver M. Mauss, “Essai sur les variations saisonnières des sociétés eskimo. Etude demorphologie sociale” [1906], Sociologie et anthropologie, Paris 1966, pp. 389-477.66 M. Proust, In Search of Lost Time , vol. 3, The Guermantes Way , transl. by C. K. Scott Moncrieffand T. Kilmartin, rev. by D. J. Enright, New York 1993, p. 450 (Le côté des Guermantes [1921), Ala recherche du temps perdu, II, Paris 1959, ed. P. Clarac-A. Ferré, p. 330) [I Guermantes, tr. M.Bonfantini I, Milano 1970, p. 339] (on Françoise and the Russian-Japanese war): “Les niaiss’imaginent que les grosses dimensions des phénomènes sociaux sont une excellente occasion depénétrer plus avant dans l’âme humaine; ils devraient au contraire comprendre que c’est endescendant en profondeur dans une individualité qu’ils auraient chance de comprendre cesphénomènes” El pasaje fue citado por F. Orlando, en “L’individuo e il caso”, La Rivista dei libri,febbraio 1995, p. 21.