la intervención estatal en los campos científico ... · en el tercer trabajo, lis rolandi y...

109
1 La intervención estatal en los campos científico-tecnológico y educativo Ignacio De Angelis – Emiliano Fernández Compiladores

Upload: trinhmien

Post on 05-Oct-2018

214 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

1

La intervención estatal en los campos científico-tecnológico

y educativo

Ignacio De Angelis – Emiliano Fernández

Compiladores

2

De Angelis, Ignacio La intervención estatal en los campos científico-tecnológico y educativo / Ignacio De Angelis y Emiliano Fernández. - 1a ed. - La Plata: Dynamis, 2015. E-Book. ISBN 978-987-45825-5-3 1. Estado. 2. Ciencia. 3. Educación. I. Fernández, Emiliano II. Título CDD 370.1 Fecha de catalogación: 13/04/2015

3

INDICE

Prólogo……………………………………………………………………………………………………………………………….5

Parte 1

Capítulo I

Sistema de Innovación y Política Científica -Tecnológica como pautas para el desarrollo económico argentino: reflexiones sobre su dimensión sistémica internacional. De Angelis, Ignacio………………………………………………………………………………………………………………8

Capítulo II

Políticas públicas en ciencia y tecnología: la situación energética argentina de 2003 a 2013. Rolandi, María Lis y Sabatini, Franco…………………………………………………………………………….….27

Capítulo III

Estado, Políticas Públicas y su vinculación con el Capital Intelectual Rolandi, Lis y Colacci, Rocío………………………………………………………………………………………….……46

Parte 2

Capítulo I

A educação profissionalizante como mecanismo de preenchimento do mercado de trabalho: táticas da educação para a manutenção do status quo. Meirelles Sant’Anna y Sebastião Cesar………………………………………………………………………………71

Capítulo II

Análisis comparativo: Desigualdad Educativa desde los aportes de Guillermina Tiramonti y Carina Kaplan. Una aproximación a la lectura del campo de la Sociología de la Educativa Lafuente, Patricio y Marcela Leivas……………………………………………………………………….………….96

4

El presente libro nace en el marco del I Encuentro Interdisciplinario sobre Cuestión Social y

Políticas Públicas organizado en mayo de 2014 por el Centro de Estudios Interdisciplinarios

en Problemáticas Internacionales y Locales de la Universidad Nacional del Centro de la

Provincia de Buenos Aires. Esta compilación contribuye al análisis de los fundamentos y

expresiones de la cuestión social en la sociedad contemporánea, haciendo especial énfasis

en las relaciones y mediaciones existentes entre las intervenciones desarrolladas por las

distintas instancias estatales y las diferentes formas de expresión de la Sociedad Civil, como

así también se destaca una puesta a punto de los principales debates actuales en Trabajo

Social.

5

Prólogo

El nuevo escenario político y económico emergente en América Latina y el Caribe en

la última década y media se conforma a partir de una serie de cambios impulsados en torno

a la política estatal. La estrategia de intervención pública en los procesos de acumulación

de capital y en la constitución de los modelos de desarrollo adquiere una nueva fisonomía

en función de las alianzas políticas y sociales que se cristalizan en los estados

latinoamericanos.

Como parte de este proceso general el campo de la ciencia y tecnología a nivel de

políticas públicas también se convierte en un espacio de nuevas configuraciones a tono con

decisiones gubernamentales, necesidades de la dinámica coyuntural de la acumulación y

las demandas de la sociedad civil.

A esta temática general aportan los artículos incluidos en la primera parte de esta

compilación, los cuales tienen a la Argentina como caso de estudio.

En el primer artículo, Ignacio de Angelis, analiza el proceso de cambio tecnológico

como factor de desarrollo a partir de la caracterización dinámica de la economía mundial

desde la categoría de paradigma tecnoeconómico. El artículo busca aportar elementos para

pensar el posicionamiento de Argentina en cada paradigma tecnoeconómico vigente en los

distintos períodos desde la primera revolución industrial hasta la actualidad, repasando la

caracterización de la estructura productiva y sus capacidades científicas y tecnológicas en

cada etapa.

En el segundo trabajo, Lis Rolandi y Franco Sabatini, realizan un análisis de la

situación energética argentina desde una perspectiva científica y tecnológica. Retomando

los postulados del Triángulo de Sábato como herramienta para avanzar en la

transformación de un modelo energético en crisis, plantean un escenario de articulación

virtuosa entre el Estado, la Universidad y la estructura productiva. El trabajo se centra en el

análisis de las políticas públicas instrumentadas en Argentina durante los últimos años,

tomando como estudio la recuperación del control estatal sobre YPF y su puesta en valor

dentro del complejo científico y tecnológico nacional.

6

En el tercer trabajo, Lis Rolandi y Rocío Colacci, retoman el debate en torno al rol

del capital intelectual para el desarrollo de los países dentro del actual paradigma

tecnológico de la información y la comunicación. En particular, analiza el rol de las políticas

públicas como expresión concreta de la capacidad de los estados en la planificación y

ordenamiento del sistema nacional de ciencia, tecnología e innovación. Las autoras realizan

un repaso por las principales iniciativas implementadas en Argentina durante el período

2003-2013, prestando particular atención al lugar de las universidades y las instituciones de

educación superior, entendidas como los actores fundamentales del sistema.

Como se planteo más arriba, el nuevo escenario surgido a partir de las crisis

neoliberales en la región se expreso en cambios en las formas y contenidos de las políticas

públicas. Este es el caso también de las políticas educativas, donde un proceso de rupturas

y continuidades determina una nueva fisonomía del campo educativo en general que

habilita nuevos debates científicos para su comprensión. La segunda parte de esta

compilación recoge artículos que aportan en este sentido, basándose en la realidad

brasilera y argentina respectivamente.

En el primer trabajo, Meirelles Sant’Anna y Sebastião Cesar, plantean la

problemática de la educación brasilera en perspectiva histórica. Los autores analizan la

emergencia del sistema educativo formal en el marco de las necesidades de acumulación

del capitalismo brasileño y de construcción de normas y valores que tiendan a reproducir el

orden social hegemónico. Para ello, centran su análisis en el papel de los métodos clásicos

de enseñanza escolar en la modelación de conductas, recuperando los aportes clásicos de

Althusser y Foucault.

En el último trabajo, Marcela Leivas y Patricio Lafuente, desarrollan un análisis

comparativo de dos obras actuales (la de Guillermina Tiramonti y la de Carina Viviana

Kaplan) que entienden como fundamentales para comprender la desigualdad educativa.

Leivas y Lafuente, que sitúan su análisis en el campo de la sociología educativa, establecen

una comparación de las dos obras en base a diversos parámetros para plantear los rasgos

fundamentales de los abordajes de ambas. Estos abordajes, son interpretados por los

7

autores en relación al contexto socio-político abierto en la Argentina pos 2001 y al debate

disciplinar actual en el que se enmarcan.

8

Sistema de Innovación y Política Científica - Tecnológica como pautas para el

desarrollo económico argentino: reflexiones sobre su dimensión sistémica

internacional.

De Angelis Ignacio1 I.- Introducción

El presente trabajo aborda la problemática en torno a la construcción de

herramientas para la planificación del desarrollo económico y social. En particular, se

propone el estudio de las dinámicas científicas y tecnológicas como elementos pulsantes

del crecimiento económico y el desarrollo social. En el estudio de estas dinámicas surgen

precipitadamente una serie de elementos y conceptos que es necesario abordar para una

comprensión consistente del fenómeno. En primer lugar los estudios económicos señalan

el cambio tecnológico como una variable fundamental para comprender los procesos de

transformación institucional y de crecimiento económico. Por su parte desde los estudios

sociales y políticos surge el concepto de Sistema Nacional de Innovación para estudiar las

relaciones complejas que se dan forma al sistema científico de los distintos países.

Las distintas teorías económicas del cambio tecnológico y el crecimiento económico,

desde los neoclásicos hasta los keynesianos, consideren la especificidad del cambio técnico

por la complejidad de su sistematización como objeto de estudio. A partir de allí,

evoluciones disciplinares más recientes, concretamente dentro del campo de los estudios

sociales de la ciencia y la tecnología, recogen esa especificidad en el desafío de

construcción de un marco conceptual interdisciplinario para abordar dicha complejidad y

sistematizar su estudio.

Desde la perspectiva propuesta en este trabajo dentro del campo Ciencia, Tecnología

y Sociedad (CTS), el proceso de cambio técnico se expresa en los ciclos de la actividad

económica pero también en la transformación social e institucional que se pronuncia en un

1 CEIPIL/UNICEN/CONICET

9

modo de regulación concreto sobre el proceso amplio de desarrollo científico tecnológico.

En esta presentación, y como expresión del modo de regulación científico tecnológico, se

aborda un marco de aproximación en la discusión en torno a la categoría de Sistema

Nacional de Innovación para el estudio del cambio técnico en el contexto de sostenido

crecimiento de la economía argentina en los últimos años.

La ponencia busca reflexionar sobre estos aspectos desde la propuesta de una

perspectiva particular: la caracterización dinámica de la economía mundial desde la

categoría de paradigma tecnoeconómico (Pérez y Freeman, 2003 y Pérez, 2009) y el

posicionamiento de la economía argentina frente a los distintos paradigmas que se pueden

identificar en la historia mundial contemporánea. Repensando a partir de allí la necesidad

de estudiar el Sistema Nacional de Innovación entendido como marco para fijar una

estrategia de largo plazo ante la dinámica científica y tecnológica global.

Tomando este marco analítico, Pérez y Freeman (2003) sostienen que los cambios en

el paradigma tecnoeconómico tienen consecuencias en toda la economía y su difusión

marca una gran crisis estructural y un ajuste que requiere como respuesta un cambio social

e institucional de adaptación (modo de regulación). Una vez que se produce la selección de

las nuevas tecnologías y adecuación social se producen períodos de estabilidad de la

inversión en el largo plazo por dos o tres décadas dando lugar a la fase ascendente de la

actividad económico.

Para los autores, los cambios en el paradigma tecnoeconómico representan la

expresión de profundos efectos sobre el rumbo de la economía en su conjunto. Estos

cambios se producen como resultado de superposiciones de innovaciones radicales,

incrementales y nuevos sistemas tecnológicos. Los mismos afectan la estructura de costos

de insumos y condiciones de producción de todo el sistema. Una vez interiorizados como

dominantes se convierte en un nuevo “régimen tecnológico” por varias décadas hasta que

surge un nuevo paradigma.

Los ciclos entonces del desarrollo económico se encuentran intervenidos por el

surgimiento de las nuevas tecnologías, el surgimiento y declive de sectores industriales

10

enteros, las grandes inversiones en infraestructura, los efectos sobre la mano de obra y la

estructura comercial de las empresas, los cambios que se producen en el sistema

internacional a partir del surgimiento de nuevos países líderes y las formas de regulación

nacional que adoptan los distintos países (Freeman y Pérez, 2003:219).

Sobre este último punto se centra la atención de esta ponencia para discutir sobre el

posicionamiento de argentina, la caracterización de su estructura productiva y sus

capacidades científicas y tecnológicas en torno a cada paradigma tecnoeconómico vigente

en los distintos períodos desde la primera revolución industrial hasta la actualidad.

En este sentido, se señala en primer lugar la incorporación tardía y accesoria de la

estructura productiva argentina respecto a los paradigmas vigentes a nivel internacional; y

en segundo lugar, la escisión respecto a los paradigmas posteriores producto de la

debilidad tecnológica del modelo agroexportador interno primero y el interrumpido

modelo de sustitución de importaciones después, donde se observa la falta de

correspondencia entre el paradigma tecnoeconómico impulsado desde los países

industrializados y las condiciones nacionales de incorporación a la estructura productiva

local.

El enfoque del cambio tecnológico propuesto entiende la innovación no como un

hecho aislado sino como un proceso social, interactivo y acumulativo, es decir, que se

sustenta en un proceso de aprendizaje, desarrollo de competencias y acumulación del

conocimiento generado endógenamente y de adaptación al paradigma tecnoéconmico

vigente.

Se propone la categoría de sistema de innovación -como sistema complejo- para

definir las relaciones entre las distintas organizaciones, instituciones, actores y estructuras

sociales, que en su interacción dentro del proceso productivo demandan infraestructura,

institucionalidad y coordinación política para orientar la estrategia hacia la generación de

nuevas capacidades del modelo de desarrollo (Edquist, 2001; Lundvall, 1992). La idea que

se encuentra tras este concepto y categoría de análisis es que no se pude entender la

dinámica de la ciencia, la tecnología y la innovación descontextualizada del sistema

11

productivo y la estructura institucional que lo contiene (Johnson y Lundvall, 1994). Se

adopta de esta manera un enfoque que permite articular y conectar las dimensiones

económicas, políticas y sociales del desarrollo con los elementos científicos y tecnológicos.

Por lo tanto, adoptar el enfoque significa la valorización de la tecnología como

conocimiento no sólo en su representación como información científica sino

fundamentalmente desde su aplicación al proceso productivo y al desarrollo del conjunto

de la sociedad. Esto permite comprender la relación entre el crecimiento económico y el

cambio tecnológico vinculados a partir de los distintos tipos de innovaciones: radicales,

incrementales y de proceso. A su vez, ofrece una explicación de cómo países con menor

desarrollo de capacidades tecnológicas logran mejorar la productividad y un impacto social

diferenciador.

Con todo, un enfoque que adopte estas características se inscribe en la tradición de

las teorías neo shumpeterianas- en tanto leen el cambio tecnológico en función de la

competencia y la productividad- pero pone énfasis en las características institucionales que

determinan los antagonismos más amplios dentro de la relación entre el capital y la

innovación como elementos del desarrollo económico y social. Asimismo, este enfoque -a

partir de la importancia que otorga a las formas institucionales de regulación social -

permite incorporar la política como una variable fundamental en la orientación del

desarrollo y por lo tanto del Sistema Nacional de Innovación. Con todo, el enfoque

propuesto se acerca a una visión neoestructuralista del cambio tecnológico, incorporando

elementos de la escuela de la regulación.

Por último, las conclusiones del trabajo se basan en la complementariedad de las dos

partes del artículo, donde la conformación de un sólido y dinámico Sistema Nacional de

Innovación responde a una construcción guiada por políticas públicas tendientes a la

consolidación y el desarrollo de capacidades tecnológicas entendidas - desde la óptica

interdisciplinar que postula este trabajo- como una expresión amplia de un determinado

modelo de desarrollo económico y social. Es decir, que una estrategia de desarrollo

nacional consistente en el largo plazo debe considerar el Sistema de Innovación como una

12

herramienta capaz de acompañar las transformaciones sociales y económicas que propone

el ritmo del cambio tecnológico a nivel mundial

II.- Surgimiento de nuevos Paradigmas Tecnoeconómicos

La tecnología puede entenderse como “una forma de hacer las cosas”, más allá de la

técnica y las formas de organización hace referencia al contexto en el cual la producción de

bienes y servicios tiene lugar.

Los cambios en el paradigma tecnoeconómico tienen consecuencias en toda la

economía y su difusión marca una gran crisis estructural y un ajuste que requiere como

respuesta un cambio social e institucional de adaptación (modo de regulación).

Estos cambios se producen como resultado de superposiciones de cambios

tecnológicos menores a partir de innovaciones incrementales, radicales, y de nuevos

sistemas tecnológicos completos.

El surgimiento de las nuevas tecnologías y las dinámicas de transformación que estas

generan en la formación de los paradigmas; entre las cuales se destacan el surgimiento y

declive de sectores industriales enteros, grandes corrientes de inversiones en

infraestructura, los efectos sobre la composición de la mano de obra y la estructura

comercial y organizacional de las empresas, nuevas fuentes de energía o nuevas formas de

acceso a la energía, los cambios que se producen en el sistema internacional a partir del

surgimiento de nuevos países líderes y las formas de regulación nacional que adoptan los

distintos países (Freeman y Pérez, 2003:219 y Pérez, 2009:14).

En efecto, los paradigmas afectan la estructura de costos, insumos y las condiciones

de producción de todo el sistema.

III.- Industrialización y cambio tecnológico en los países en desarrollo

Existen dos dinámicas centrales que se repiten como pauta universal de desarrollo y

que trascienden las numerosas diferencias entre países: la industria desplazó a la

agricultura en cuanto a la participación en el producto total; y conjuntamente, dentro del

sector manufacturero, la participación en el total de los bienes de producción (bienes de

13

capital) se impuso sobre los bienes de consumo a partir de un diferencial en los ritmos de

expansión sectorial (Chudnovsky, Nagao y Jacobsson, 1987).

En efecto, la industria de bienes de capital constituyó el eje central en la formación

del capital de los países desarrollados. Asimismo, el aumento de la productividad desde las

inversiones en el sector de bienes de capital constituyó el principal impulsor del cambio

tecnológico dentro de la estructura productiva y extendiendo sus efectos hacia el conjunto

de la sociedad, transformando las formas de regulación y el régimen de acumulación como

pauta de producción y consumo.

Posteriormente, durante el período de entreguerras, este debate se instaló en los

países en desarrollo: industria pesada (planificación centralizada – países socialistas) vs

industria liviana (consumo interno – América Latina). La estrategia de industrialización de

los países en desarrollo suele ser impulsada desde la importación de bienes de capital

enfrentando los desafíos de la restricción externa para financiar el proceso sustitutivo.

Este concepto es fundamental para avanzar en la consideración del caso Argentino en

tanto las recurrentes crisis de balanza de pago en la historia del desarrollo del país

constituyeron el principal desafío en los ciclos de stop and go que caracterizaron los

procesos de industrialización.

Marcelo Diamand (1973) identificó detrás de este problema la configuración de una

estructura productiva desequilibrada (EPD), característica en aquellos países que basaron

tempranamente sus modelos de desarrollo en la exportación de productos agrícolas con

insuficiente impulso hacia diversificación productiva. En estos países, la industria debe

financiar su desarrollo e incorporar tecnología mediante divisas generadas por el sector

primario.

Estructura Productiva Diversificada de Diamand (1973) Agro - exportador Industria

Sector competitivo en los mercados internacionales (fija tipo de cambio)

Productividad inferior a los competidores externos y al sector primario

Sector generador de divisas Dependiente de insumos importados

14

y no genera divisas

Poca generación de empleo y empleo de menor calificación

Sector generador dinámico de empleo calificado

Oferta limitada por la dotación de recursos naturales y los paquetes tecnológicos existentes

Dinamizador del cambio tecnológico, crecimiento potencial acelerado y posibilidades de incrementar oferta vía innovación

Fuente: Diamand, 1973.

IV.- La inserción Argentina en los paradigmas tecnoeconómicos del sistema

internacional.

Frente a la conceptualización de la categoría de paradigma tecnoeconómico resulta

interesante reflexionar sobre el posicionamiento de Argentina en cada una de estas fases e

intentar acercarnos a alguna explicación de las causas y condiciones estructurales de la

inserción de la economía argentina en el sistema internacional.

A continuación, en base al trabajo elaborado por Freeman y Pérez (2003) y Pérez

(2009) se ofrece una síntesis de cada paradigma útil para su distinción y el señalamiento

sobre el posicionamiento argentino en cada fase.

I Paradigma

I Paradigma 1770/80 - 1830/40: Mecanización Temprana

Ramas

Líderes

Textil (química textil, la maquinaría textil), los trabajos y fundición del hierro,

y la energía hidráulica.

Industrias

Clave

Determinadas por el suministro abundante de materias primas asociadas a las

ramas líderes: algodón y el hierro.

Sector en

Crecimiento

Motores a vapor y aparición paulatina de maquinaría diversa.

Limitación

del

paradigma

Límites en la escala, control y mecanización de la producción: las herramientas

manuales y la maquinaria rudimentaria. La respuesta del nuevo paradigma

surge desde la organización de la fábrica y su mecanización.

15

anterior

Países

líderes

Gran Bretaña, Francia y Bélgica.

Regímenes

de

regulación

nacionales

Crisis y disolución de los monopolios y privilegios feudales que marcan el

comienzo del sistema capitalista, la competencia y el inicio del laissez faire con

un fuerte control y represión de los obreros.

SNI Estímulo a las ciencias y el auge de las academias nacionales. Ingeniería

comienza a crecer en protagonismo. Empresarios innovadores.

Argentina Inmadurez del sistema económico y la no organización del Estado ubican a

nuestro país en una posición naturalmente marginal dentro de la economía

mundial.

Fuente: Elaboración propia en base a Freeman y Pérez (2003) Pérez (2004) y Vitelli

(2012)

II Paradigma

II Paradigma 1830/40 - 1880/90: Vapor y Ferrocarriles

Ramas

Líderes

Motores a vapor, la maquinaría, el hierro, y sus aplicaciones el desarrollo del

transporte: los ferrocarriles y transporte marítimo.

Industrias

Clave

El carbón y el transporte se constituyeron como los sectores e industrias

líderes del período.

Sector en

Crecimiento

Acero, electricidad, gas, materiales sintéticos e ingeniería pesada.

Limitación

del

paradigma

anterior

Este nuevo paradigma permitió el desarrollo y la mecanización a partir del

motor de vapor, su incorporación a las fábricas y las nuevas posibilidades de

transporte (ferrocarriles y barcos a vapor).

Países Además de Gran Bretaña (“Pax Británica”), Francia y Bélgica, comienzan a

16

líderes adquirir protagonismo Estados Unidos y Alemania.

Regímenes

de

regulación

nacionales

Auge del laissez faire y la reducción de la acción del Estado frente a la libertad

de los agentes privados. Estado garante de la propiedad, la seguridad y del

marco legal para la producción y el comercio. Aceptación sindicatos -

legislación social.

SNI Institucionalización de la actividad científica y tecnológica y la regulación de

las patentes de propiedad. Ingeniería y trabajadores calificados.

Argentina Ingreso de argentina impulsado por la organización estatal (Constitución

Nacional en 1853, fin de las guerras civiles, Guerra de la triple alianza y la

organización del ejército, Conquista del Desierto, entre otros acontecimientos)

y la explotación de la pampa húmeda a partir de las posibilidades de negocios.

Fuente: Elaboración propia en base a Freeman y Pérez (2003) Pérez (2004) y Vitelli

(2012)

III Paradigma

III

Paradigma

1880/90 - 1930/40: Acero, electricidad e ingeniería pesada

Ramas

Líderes

Desarrollo industrial de maquinaria eléctrica y el cableado para su distribución

transformando la capacidad productiva de las fábricas. Ingeniería pesada y el

desarrollo de los barcos de acero. Durante el período alcanza gran desarrollo

el armamento pesado que acompañó los impulsos imperialistas que

desencadenaron en las grandes guerras.

Industrias

Clave

Acero. Industria química pesada y el desarrollo de materiales sintéticos

potenciaron las escalas de producción trazando nuevos horizontes al

capitalismo moderno.

Sector en

Crecimiento

Durante esta fase comienzan a desarrollarse los automóviles, los aeroplanos,

las telecomunicaciones, y fundamentalmente la radio. Los materiales en

crecimiento son el petróleo, el aluminio y plástico.

Limitación La reducida capacidad del uso del acero en cuanto a durabilidad, fuerza y

17

del

paradigma

anterior

precisión, como también a las limitaciones del motor a vapor fueron

superados por la difusión de la maquinaría eléctrica, las nuevas grúas que

permitieron su desplazamiento y la estandarización mundial de la producción.

Países

líderes

En esta fase se produce el ascenso de Estados Unidos y Alemania cómo países

líderes, desplazando a un segundo lugar a Gran Bretaña, Francia, Bélgica y

luego los Países Bajos y Suiza.

Regímenes

de

regulación

nacionales

Regulación estatal nacionalista e imperialista. Servicios públicos, la legislación

social, empresas de propiedad estatal. El sistema internacional resultante del

auge nacionalista derivó en la carrea armamentista entre los principales

países, las guerras y la desestabilización del orden, regímenes comercial y

financiero internacional

SNI Impulso a los departamentos de Investigación y Desarrollo (I+D) dentro de las

industrial, potenciado por los ingenieros y los científicos graduados de

universidades e institutos de tecnología

Argentina A lo largo de este período Argentina se posiciona como país consumidor de los

productos del paradigma tecnoeconómico desarrollado en los países

centrales. Argentina no desarrolla sectores calves, sino que a partir de la

disponibilidad de divisas que le brinda la pampa húmeda adquiere un rol

pasivo como consumidor de tecnología y productos industriales.

Fuente: Elaboración propia en base a Freeman y Pérez (2003) Pérez (2004) y Vitelli

(2012)

IV Paradigma

IV

Paradigma

1930- 1970/90: Petróleo y Automóvil (Edad de oro)

Ramas

Líderes

Automóviles, tractores, armamento pesado, aviones, bienes de consumo

durable, grandes plantas de proceso, petroquímicas y materiales sintéticos,

entre otros.

Industrias El factor clave de este paradigma es la energía derivada principalmente del

18

Clave petróleo.

Sector en

Crecimiento

Computadores, radares, nuevas maquinarías de producción, industria

farmacéutica, armas nucleares, desarrollo de software y microelectrónica.

Limitación

del

paradigma

anterior

El desarrollo de las nuevas formas de producción fordista permitió superar los

límites del paradigma anterior, ofreciendo soluciones de escala y la

estandarización de la producción. Las nuevas posibilidades del transporte

derivaron en la trasformación de la localización de la producción a lo largo y

ancho de todo el sistema. Esto permitió la explosión del consumo masivo

como clave del crecimiento del régimen de acumulación capitalista.

Países

líderes

Estados Unidos y Alemania. Difusión hacia Europa.

Regímenes

de

regulación

nacionales

Fordismo. Estado de bienestar y auge keynesiano. Asociación de los sindicatos

con el Estado. Crisis del régimen de acumulación capitalista y desarticulación

del “Estado de bienestar”, corrimiento del Estado, desregularización y

privatización de los espacios económicos.

SNI Gran expansión de los departamentos de I+D en la mayoría de las industrias.

Los Estados implementan fuertes impulsos a la I+D en el campo militar y los

desarrollos de ciencia y tecnología civil dando forma a la big science. Madurez

sistemas educativos.

Revolución científico tecnológica en la década del 70 - coincide con el inicio de

la transición del paradigma y la fase de caída del ciclo económico

internacional.

Argentina Inicio del debate y los esfuerzos industrializadores. Agotamiento de la frontera

productiva vía incorporación de tierras y tardía aplicación de la revolución

tecnológica en los campos argentinos (subestimación).

Recién hacia los 70´ incorporación del paquete tecnológico al agro,

transformando y potenciando la estructura productiva.

ISI entre 1930 y 1970: desarrollo de la gran infraestructura. Stop and go,

19

restricción externa y EPD.

Fuente: Elaboración propia en base a Freeman y Pérez (2003) Pérez (2004) y Vitelli

(2012)

V Paradigma

V Paradigma 1970/90 – 2014: Tecnologías Información y Comunicación

Ramas

Líderes

Las ramas líderes son los computadores, los bienes electrónicos de capital,

equipos de telecomunicaciones, software, fibra óptica, robótica, satélites,

comunicación digital, entre otros..

Industrias

Clave

Conocimiento como factor central de producción y como la más dinámica

fuente de ventajas competitivas.

Sector en

Crecimiento

Comienzan a difundirse las ramas biotecnología, nanotecnología e ingeniería

robótica.

Limitación

del

paradigma

anterior

El nuevo paradigma ofrece solución de flexibilidad a las grandes líneas de

ensamblado y de precisión y control desde el desarrollo de componentes y

sistemas electrónicos. Nuevas capacidades de diseño y marketing. La

relocalización de la producción a partir de las diferencias internacionales y la

mano de obra barata.

Países

líderes

Estados Unidos y Alemania. Difundiéndose hacia Europa y Asia.

Regímenes

de

regulación

nacionales

Estado desarrollan infraestructura y servicios básicos (y de seguridad).

Desregulación de los servicios y el auge de los actores privados. Régimen de

acumulación flexible y de producción deslocalizada. Finacierización e

inestabilidad del sistema II.

SNI SNI modernos (articulación virtuosa público – privada). Auge de la innovación

en la búsqueda de generación de ventajas competitivas dinámicas.

Mundialización de los regímenes de propiedad intelectual. Legislación

Internacional sobre software y biotecnología.

20

Argentina Abandono ISI. Introducción de nuevos cultivos y la extensión de tierras más

allá de la pampa húmeda. Este proceso se profundizó en la década del

noventa con la incorporación paquete soja.

Visión ortodoxa cambio tecnológico. Fin esfuerzos domésticos: virtual

abandono presupuestario de la política científica y la profundización de la

desindustrialización de la estructura productiva. Crisis y recesión.

A partir del 2003 nueva Política Científica – Tecnológica, viejos problemas.

Fuente: Elaboración propia en base a Freeman y Pérez (2003) Pérez (2004) y Vitelli

(2012)

V.- Algunos datos del modelo de desarrollo actual

En los años posteriores a la salida de la convertibilidad y el cambio de régimen

macroeconómico la industria creció a una tasa mayor que el conjunto de la economía.

Hasta el 2007 el sector productor de bienes industriales fue superavitario, a partir de allí las

importaciones, principalmente de insumos y bienes de capital, superaron las

exportaciones.

El largo proceso de desindustrialización derivó en la incapacidad de la estructura

productiva local frente a las demandas de reactivación industrial, cuya expresión es la

dependencia de las importaciones de bienes con mayor contenido tecnológico, entre los

cuales se encuentran los sectores metalmecánica, química, automotriz - importa

contenidos de mediana alta tecnología como motores, tableros eléctricos, sistema de

inyección, entre otros (Schorr y Waimer, 2013)

Clasificación de los bienes según contenido tecnológico MINCyT

Alta Tecnología Media Alta

Tecnología

Media Baja

Tecnología

Baja Tecnología

Instrumentos

científicos

(medición y

Maquinaria

eléctrica

Maquinaria no

Coke, productos

refinados del

petróleo y

Alimentos,

bebidas y tabaco

Madera, pulpa,

21

precisión)

Computadoras y

máquinas de

oficina

Electrónica y

comunicaciones

Farmacéutica

Aeroespacial

eléctrica

Otros equipos de

transporte

Químicos (no

farmacéuticos)

Vehículos a motor

combustible

nuclear

Construcción de

barcos

Metales básicos

Productos de

goma y plástico

Productos

fabricados en

metal

Productos

minerales no

metálicos

producción de

papel, impresión

y publicidad

Manufactura y

reciclaje

Textil y prendas

de vestir

Fuente: MINCyT

Crecimiento promedio anual de las exportaciones según contenido tecnológico de los

bienes

Crecimiento

Convertibilidad

Crecimiento Pos Convertibilidad

Participación Convertibilidad

Participación Pos

Convertibilidad

Alta 14% 13.8% 3.3% 3.3%

Media Alta 11% 13.5% 13% 13%

Media Baja 11% 14% 24% 33%

Baja 5% 4.9% 54% 50%

Fuente: Elaboración propia en base a informe de Indicadores de Ciencia y Tecnología MINCyT y Waimer y Schorr, 2013

Superávit

Déficit

22

Crecimiento de las exportaciones de productos industriales pos convertibilidad

13.5% frente 7.9% durante la convertibilidad: no tuvo un impacto diferencial en la escala

de contenido tecnológico de los productos.

En tanto el análisis de las exportaciones arrojan claridad sobre el grado de

diversificación de la estructura productiva y su competitividad internacional, el análisis de

las importaciones permite realizar consideraciones sobre el grado de integración de la

estructura productiva local y el nivel de dependencia de la misma respecto a los insumos

importados (Schorr y Waimer, 2013).

Crecimiento promedio anual de las importaciones según contenido tecnológico de los

bienes

Crecimiento

Convertibilidad

Crecimiento Pos Convertibilidad

Participación Convertibilidad

Participación Pos

Convertibilidad

Alta 10.7% 25.2% 19% 18%

Media Alta 14% 22% 51% 54%

Media Baja 13% 25% 16% 18%

Baja 10.3% 16% 13% 9%

Fuente: Elaboración propia en base a Waimer y Schorr, 2013

Las importaciones crecieron a ritmo del 22% anual. Como resultado, el crecimiento

fue mayor al de las exportaciones y un 60% mayor al crecimiento del producto total

(coeficiente elasticidad del doble de la convertibilidad).

Los sectores más dinámicos en la importación respecto al coeficiente de elasticidad

sobre el producto fueron los insumos y los bienes de capital.

Superávit

Déficit

23

VI.- Reflexiones finales

I.- El conocimiento como factor calve.

A diferencia de los paradigmas anteriores donde los recursos claves fueron el

algodón, hierro, carbón, acero y petróleo, el paradigma actual presenta como recurso

fundamental al conocimiento, el cual puede ser desarrollado a partir de capacidades

tecnológicas y científicas propias, y su disponibilidad depende en gran medida de Políticas

Publicas de desarrollo de que apuntalen la consolidación del SNI. Es decir, que el paradigma

actual ofrece una oportunidad para reducir la brecha del desarrollo tecnológico a nivel

mundial o al menos para modificar el actual escenario.

II.- La inserción rezagada al paradigma tecnoeconómico.

El gran crecimiento de la superficie y del producto agropecuario tuvo lugar a partir

de la década del sesenta mediante incorporación de paquete tecnológicos externos, lo que

sirvió como razón de los sectores que apostaron por el abandono del modelo ISI.

De lo anterior se desprende la hipótesis de que la tardía incorporación al paradigma

tecnológico debilitó la fuente de divisas para desarrollar la industria dando lugar a la

formación estructural de los ciclos de stop and go.

III.- Financiación y negación de la trasformación de la estructura productiva.

Con todo, los sectores asociados al a producción de productos primarios deben

financiar el SNI y la trasformación de la estructura productiva pero no encuentra razones

económicas para hacerlo.

Por otro lado, al pensar la financiación desde el modelo sojero como generador de

divisas, más allá del apuntalamiento de la EPD, y de los riesgos ambientales que constituye

uno de los más sustanciales argumentos para repensar el modelo productivo primarizado,

existen algunos datos que iluminan el alcance de este negocio sobre la matriz tecnológica

local: seis empresas multinacionales —Monsanto, DuPont, Syngenta, Bayer, Dow, y BASF—

24

controlan 60% del mercado de semillas comerciales, el 76% de las ventas de agroquímicos

a nivel mundial y el 100% del mercado de semillas transgénicas.

IV.- El rol de los monopolios no innovadores

Notcheff destaca la Insuficiente demanda de innovaciones de los principales

agentes económicos con mayar capacidad de influir en el las decisiones políticas. Estos

agentes obtuvieron beneficios extraordinarios durante el modelo de desarrollo previo a

partir de un conjunto de “ventajas monopólicas no basadas en la innovación” (Notcheff,

2002:558), es decir que no necesitaron del desarrollo de un SNI ni de la formación de

recursos humanos calificados, sino, por el contrario, que basaron su obtención de

beneficios sobre la disponibilidad de recursos naturales y en ventajas artificiales otorgadas

a partir de subsidios, esquemas preferenciales, protecciones, concentración de mercados y

libertades para fijar precios.

La principal reflexión es que si el régimen de acumulación no se motoriza en

actividades asociadas a la innovación, estos agentes dinámicos no demandaran al Estado

políticas activas en este sentido, sino aquellas que aseguren la extensión de las ventajas

monopólicas, impidiendo el surgimiento de competidores en base a ventajas comparativas

dinámicas.

Es decir, que el régimen de acumulación rentista basado en beneficios monopólicos

u oligopólicos no puede motorizar el cambio tecnológico.

V.- SNI para la transformación estructural

La necesidad de afianzar un SNI para la transformación estructural. El enfoque de

SNI apuesta a la articulación en torno a la oferta y la demanda y la interacción público

privado. Es decir, que el Estado deberá además generar los incentivos para que los

empresarios busquen obtener beneficios (no rentísticos o innovadores) a partir de la oferta

científica y tecnológica y la adaptación a los distintos programas y financiamientos que se

ofrecen desde el sector público.

25

Es importante sostener un equilibrio para no caer en la subutilización de los

recursos científico y tecnológicos, pues esto derivará en las presiones políticas para la

reasignación de los recursos y el consecuente debilitamiento de una de las bases de cambio

tecnológico.

En este sentido la reasignación de recursos desde aquellos sectores que gozan de

beneficios de los monopolios no innovadores hacia los sectores con posibilidad de generar

ventajas comparativas dinámicas basadas en innovaciones y con posibilidades de insertarse

en el mercado interno y en la estructura exportadora será fundamental para el diseño de

una estrategia que apunte a la reforma estructural necesaria para consolidar un modelo de

desarrollo inclusivo.

Bibliografía

Chudnovsky, D.; Nagao, M. y Jacobson, S. (1987): Bienes de Capital y Tecnología en el

Tercer Mundo. Centro Editor de América Latina, Bibliotecas Universitarias, Buenos Aires

Diamand, M. (1973). Doctrinas económicas, desarrollo e independencia. Paidós,

Buenos Aires.

Edquist, C. (2001). Systems of innovation for development. Background paper for

chapter 1: “Competitiveness, innovation and learning: Analytical framework” for the

UNIDO World Industrial Development Report (WIDR). Sweden: Linköping University.

Freeman, C., & Pérez, C. (2003). Crisis estructurales de ajuste, ciclos económicos y

comportamiento de la inversión. Francois Chesnais y Julio Neffa,(comp), Ciencia, tecnología

y crecimiento económico, Buenos Aires, CEIL-PIETTE CONICET, 211-243.

Lundvall, B. (1992). National systems of innovation. Towards a theory of innovation

and interactive learning. Londres: Pinter.

Lundvall, B. A. y Johnson, B. (1994). Sistemas nacionales de innovación y aprendizaje

institucional. Comercio exterior, 44 (8), 695-704.

Nochteff, H. (2002). ¿Existe una política de ciencia y tecnología en la Argentina? Un

enfoque desde la economía política. Desarrollo Económico, 41, 555-578.

26

Schorr, M. y Wainer, A. (2013): Inserción de la industria argentina en el mercado

mundial: perfil de especialización según densidad tecnológica de los productos. Schorr, M.

(coord.) Argentina en la posconvertibilidad: ¿desarrollo o crecimiento industrial? Estudios

de economía política. Miño y Dávila editores. Buenos Aires. 117-144.

Vitelli G. (2012). Las incidencias de los paradigmas tecnológicos mundiales sobre la

pampa húmeda argentina desde el siglo XIX. Voces del Fénix. Revista del Plan Fénix. Año 3.

Nº 12. Marzo, 2012. Buenos Aires.

Vitelli, G. (2012). Los dos siglos de la Argentina. Historia económica comparada.

Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini y Universidad Nacional de Quilmes,

Buenos Aires.

Schorr, M. y Wainer, A. (2013): Inserción de la industria argentina en el mercado

mundial: perfil de especialización según densidad tecnológica de los productos. Schorr, M.

(coord.) Argentina en la posconvertibilidad: ¿desarrollo o crecimiento industrial? Estudios

de economía política. Miño y Dávila editores. Buenos Aires. 117-144.

27

Políticas públicas en ciencia y tecnología: la situación energética argentina

de 2003-2013

Rolandi, María Lis

Sabatini, Franco

Esta investigación parte de considerar a los recursos renovables y no renovables en

términos energéticos como insumos vitales para el desarrollo económico y social. Además

considera de vital importancia la articulación entre Estado, Universidades y, Estructura

productiva. Lo anterior, se relaciona directamente con el desarrollo de una red de

instituciones que se complementan entre sí para poder desarrollar políticas en ciencia y

tecnología con la meta global de mejorar la inserción internacional de Argentina y el

bienestar de la sociedad.

En el 2001 se da fin a la convertibilidad y será a partir del 2003 que, se ha erigido un

Estado que ha impulsado un nuevo modelo económico y político. Sobre él se han

estructurado un conjunto de políticas que han permitido un crecimiento constante en

términos económicos y una revalorización de la política y de la diplomacia que provocaron

una nueva forma de inserción internacional. Todos estos cambios se vieron de alguna

forma incompletos al registrase las primeras limitaciones del sistema energético argentino.

Un sistema que se fue erosionando durante la década del 90 bajo un modelo de

privatización y desregulación. Finalmente luego de la crisis energética de 2004 se volverá a

repensar el modelo energético, para entender que el desarrollo social y económico de una

sociedad necesita contar con fuentes renovables y no renovables de combustibles para

poder proyectar un país a largo plazo.

Docente e Investigadora del Centro de Estudios Interdisciplinarios en Problemas Internacionales y Locales (CEIPIL), Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires, Argentina. Geógrafa. Magíster en Relaciones Internacionales (FCH). Estudiante de Licenciatura en Relaciones Internacionales Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (FCH).

28

Objetivos:

Analizar la importancia de los recursos energéticos como vectores del desarrollo

económico y social a través de la descripción de las Políticas Públicas en Ciencia y

Tecnología entre 2003 y 2013 en Argentina.

Metodología:

Los problemas energéticos que ha sufrido la Argentina, específicamente en los

últimos 10 años, son el punto de partida de esta investigación, ya que se considera a la

escasez de energía como un problema social y nacional, que involucra a múltiples sectores

y a diversos actores. Por eso se considera que la dificultad para poder dar solución a los

temas referidos puede ser abordada desde la implementación de ciertas políticas públicas

de carácter científico tecnológico.

Examinar temas como la energía requiere del análisis multidisciplinario. El enfoque

de esta investigación de carácter descriptivo se centrará en la investigación de las políticas

públicas en ciencia y tecnología y en la dinámica de los actores en las estrategias de

desarrollo, principalmente el rol de YPF y el de las Universidades. Para ello, se analizará

fuentes primarias en lo referente a marcos jurídicos, discursos oficiales e, indicadores de la

Actividad Científica Tecnológica (ACyT). También se tendrán en cuenta fuentes secundarias

a la hora de desarrollar el cambio de modelo energético y las políticas instrumentadas a

partir de la expropiación de YPF.

En cuanto al análisis de los indicadores en ACyT se tomará como punto de partida el

2007 ya que es considerado a nivel nacional, como el año de institucionalización del

Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva y será el encargado de nuclear al

resto de las entidades encargadas de promocionar el conocimiento científico. Por otro

lado, la descripción de indicadores se indicará hasta 2011 ya que aún no hay información al

respecto.

Hechos como la crisis energética de 2004, el desabastecimiento, la falta de

combustibles y los cortes de luz hacia fines de 2013, resultan ser problemas que afectan y

vulneran directamente a la sociedad. Lo expuesto anteriormente forma parte de las

29

consecuencias que tuvo la implementación de un modelo energético apoyado en la

privatización y la desregulación.

Según Ortiz1 el modelo económico-político de la década del 90 específicamente, tuvo

la particularidad de considerar a los combustibles, a la energía eléctrica y todos los insumos

relacionados directa e indirectamente con la energía, como simples comodities, es decir,

sin valor estratégico relevante. Esta situación estuvo acompañada de una estrategia de

inserción donde el rol del capital privado reinaba por sobre el nacional. A nivel “sector

energético” se tradujo en la privatización de las empresas del sector, entre ellas YPF y en la

disolución de los entes encargados de la regulación y planificación técnico profesional,

dejando a las empresas del servicio eléctrico al descubierto (Comisión Nacional de Energía

Atómica, 2003).

Según Barrera, Sabbatella y Serrani, la privatización de YPF se ubica en un contexto

de transformación sobre la concepción de los hidrocarburos como vectores fundamentales

del desarrollo. El discurso pasa a girar en torno a la eficiencia y la competitividad, es decir el

petróleo y el gas como un comoditie más. “La meta era el incremento del ritmo de

extracción en detrimento de la protección de las reservas, para facilitar la libre apropiación

y comercialización por parte de las petroleras privadas” (Barrera, Sabbatella y Serrani,

2012: 69).

Siguiendo el análisis de los autores, a partir de 2002 se registra un fuerte descenso de

las exportaciones y de la extracción de hidrocarburos. Debido por un lado al incremento del

consumo local como consecuencia de la reactivación económica y por otro a la aplicación

de los derechos de exportación producto de la crisis de 2001 que habilitó a través de la ley

25.5612 el cobró de derecho de exportación a los hidrocarburos; de esta forma, se

desalentó las ventas al exterior y la caída de los volúmenes de extracción y los stocks de

reservas.

1 Carlos Andrés Ortiz: Docente de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Misiones, Investigador Universitario de la Temática Energética y Especialista en Gestión de la Producción y Ambiente. 2 Ley de Emergencia Pública y Reforma del Régimen Cambiario, de enero de 2002.

30

La imposibilidad a aumentar los niveles de productividad para amortiguar los efectos

expansionistas del consumo nacional se debieron a la falta de inversiones de riesgo luego

de la transformación del mercado primario de los hidrocarburos.

Se marca como punto de inflexión la ley 26.741 sancionada el 3 de marzo de 2012, la

cual declara de interés público nacional el logro del autoabastecimiento de hidrocarburos,

se crea el Consejo Federal de Hidrocarburos y se enuncia de utilidad pública y sujeto a

expropiación el 51% del patrimonio de YPF S.A. y Repsol YPF Gas S.A.

Ante esta situación es que resulta pertinente analizar y describir el vínculo de

asociación estratégica por un lado entre YPF y CONICET y por otro entre YPF y ciertas

universidades estatales.

El contexto bajo el cual se crea ésta asociación, esta vinculado directamente con la

ley 25.467 de “Ley de Ciencia, Tecnología e Innovación”, la cual en su Artículo 1 describe:

“El objeto de la presente ley es establecer un marco general que estructure, impulse y

promueva las actividades de ciencia, tecnología e innovación, a fin de contribuir a

incrementar el patrimonio cultural, educativo, social y económico de la Nación,

propendiendo al bien común, al fortalecimiento de la identidad nacional, a la generación de

trabajos y a la sustentabilidad del medio ambiente”. Además, hay que tener presente que

luego de la crisis de 2001 el Estado tendrá un rol fundamental como agente de desarrollo,

con capacidad para regular el escenario económico interno y para reparar las

desigualdades sociales.

La administración de Néstor Kirchner, luego de las elecciones en 2003, se propuso

reconstruir un capitalismo nacional a través de políticas que permitan el desarrollo del país,

la mejor distribución del ingreso y la generación de nuevos puestos de trabajo. Las medidas

se dirigen a cimentar un capitalismo productivo con un Estado activo que pone como eje el

desarrollo y la soberanía. La soberanía entendida como superávit fiscal, impuesto a las

exportaciones de materias primas, acumulación de reservas y un tipo de cambio devaluado

en relación al dólar.

En efecto, según Araya y Taborga “el capitalismo productivista se implementó

mediante una política de expansión del mercado y consumos internos y de reactivación de

31

las industrias locales (construcción, metalúrgica, automotrices y textiles), que dio lugar al

comienzo de una transferencia de ingresos a los trabajadores. Al modelo político y

económico se le sumó la estatización de las empresas de correos, la principal compañía de

agua y la aerolínea de bandera. Además se registraron tasas de crecimiento de la economía

argentina de un 8,5% entre 2003-2007 y la recuperación de las pequeñas y medianas

empresas ligadas al mercado interno” (Araya y Taborga, 2010: 96).

Otros autores opinan que, “la explotación y la dinámica de producción de

combustibles, es decir la refinación, no acompañó el crecimiento de la demanda del sector

industrial, agropecuario, eléctrico y automotor del período de la pos-convertibilidad”

(Barrera, Sabbatela y Serrani, 2012: 96).

En el año 2007, la Presidente Cristina Fernández de Kirchner creó el “Ministerio de

Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva (MINCYT), el primero en Latinoamérica en

asociar la innovación productiva a la Ciencia y la Tecnología. El objetivo del Ministerio es:

“orientar la ciencia, la tecnología y la innovación al fortalecimiento de un nuevo modelo

productivo que genere mayor inclusión social y mejore la competitividad de la economía

Argentina, bajo el paradigma del conocimiento como eje del desarrollo”.

A partir de la lectura y análisis de los autores Araya y Taborga, se destaca la Ley

26.338 que dio fundamento jurídico al MINCYT con el objetivo de “promover la

investigación, aplicación, financiamiento y transferencia de los conocimientos científicos

tecnológicos al conjunto social”. Lo que se buscaba con dicha ley era otorgarle mayor

jerarquía institucional. Por último, “sobresalen tres iniciativas por parte de dicho Ministerio

para lograr una mayor interacción entre los distintos actores del sistema científico-

tecnológico y el sector privado: 1) la creación de la Secretaría de Articulación Científico

Tecnológica, cuya función es impulsar la vinculación de los organismos académicos,

universidades e instituciones de I + D para lograr mayor coordinación en las actividades de

investigación; 2) el acuerdo de cooperación suscripto entre la Unión Industrial Argentina

con el Consejo Interuniversitario Nacional, organismo que agrupa a todas las universidades

públicas nacionales, que tiene como finalidad generar espacios de cooperación entre el

sector productivo, las universidades y el resto del sistema científico-tecnológico educativo;

32

3) el desarrollo de la Red de Vinculación Tecnológica de la Universidad Pública cuyo

propósito es coordinar los esfuerzos de vinculación tecnológica y cooperación de las

universidades con los sectores sociales, productivos y gubernamentales (Araya y Taborga,

2010: 97-98).

Según el Plan Estratégico Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, 2006-2010, el

objetivo del mismo es “pasar a un modelo de desarrollo en donde la capacidad de agregar

valor a partir del trabajo calificado de nuestra gente y de la capacidad de innovar y crear

ciencia y tecnologías propias se conviertan en el factor principal de nuestro crecimiento. Por

otra parte, en una sociedad caracterizada por la creciente importancia que adquiere el

conocimiento, la democratización de su creación y distribución y la función social de su

aplicación se transforman en estrategias claves para favorecer la participación igualitaria

de todos sus integrantes” (Filmus, 2006).

A partir del Plan Argentina Innovadora 20203, del año 2011, en palabras de la

Presidente Fernández de Kirchner: “El conocimiento ocupa en nuestro gobierno y en

nuestro proyecto un lugar fundamental. No se trata de un conocimiento aislado, que no

interactúa con la sociedad; al contrario, es un conocimiento, una ciencia y una tecnología

que interactúan con la comunidad, con la economía, con la salud, para precisamente a

través de la innovación tecnológica lograr agregar valor y conocimiento a nuestra

economía” (Fernández de Kirchner, 2011).

En relación a la temática, el Dr. José Lino Barañao, actual Ministro de Ciencia,

Tecnología e Innovación productiva, afirma: “El presente Plan Argentina Innovadora 2020

es la herramienta con la que el Gobierno Nacional, a través de este Ministerio, aspira a

profundizar este accionar en los próximos años y crear las condiciones para que la ciencia,

la tecnología y la innovación sean las impulsoras de un salto cualitativo en materia de

desarrollo social y económico e inclusión social. De esta manera, el Plan es un instrumento

al servicio de todos los argentinos para responder a los desafíos del presente y hacer

3 El objetivo general del plan es impulsar la innovación productiva inclusiva y sustentable sobre las bases de la expansión, el avance y el aprovechamiento pleno de las capacidades científico-tecnológicas nacionales, incrementando así la competitividad de la economía, mejorando la calida de vida de la población, en un marco de desarrollo sustentable.

33

realidad las oportunidades que brinda el conocimiento hacia la construcción de un país más

justo y pujante” (Barañao, 2011).

Para la Dra. Ruth Ladenheim, Secretaria de Planeamiento y Políticas en Ciencia,

Tecnología e Innovación Productiva, la energía “es un recurso estratégico para el desarrollo

socio-productivo de un país. Argentina puede aprovechar las ventajas de la amplia matriz

de fuentes renovables y no renovables, así como de los avances tecnológicos que permitan

un consumo cada vez más eficiente. La rica tradición nacional en este campo, con ejemplos

como los ex Laboratorios de Investigaciones de Activos Tecnológicos de YPF y la Comisión

Nacional de Energía Atómica, constituyen una base de apoyo e inspiración para impulsar

nuevos avances”(Ladenheim, 2011).

A partir del análisis de la Ley 26.741 sancionada el 3 de mayo del año 2012, teniendo

presente el marco estratégico de las políticas públicas- 2003-2012-Soberanía económica4,

Soberanía Fiscal y Financiera5 y Soberanía Energética6- se enmarca la ley de la Soberanía

Hidrocarburíferas de la República Argentina, la cual en su Artículo 1, pregona por el “logro

del autoabastecimiento de hidrocarburos, a fin de garantizar el desarrollo económico con

equidad social, la creación de empleo, el incremento de la competitividad de los diversos

sectores económicos y el crecimiento equitativo y sustentable de las provincias y regiones”

(Ley 26.741, 2012, Art. 1).

Las motivaciones que llevaron al proyecto de Ley se relacionan directamente con:

1) la crisis del modelo energético de desregulación y privatización.

2) La descapitalización de YPF.

3) El desabastecimiento.

Conjuntamente se relaciona en forma indirecta con aquellas políticas económicas que

a partir de 2003 permitieron reducir la deuda a gran escala y apuntalar medidas de apoyo

al desarrollo del mercado interno. Pero la condición para sostener el crecimiento sostenido

que se vivió a partir de 2003 en un promedio del 7 % anual requiere de la disponibilidad de 4 Soberanía Económica: Potestad del Estado para determinar su propia política económica. 5 Soberanía Fiscal y Financiera: El Estado buscará alcanzar superávit comercial a través de una balanza de pagos positiva y mediante la recaudación impositiva. 6 Soberanía Energética: Lograr el autoabastecimiento en términos de energía para no depender de la importación de combustibles.

34

recursos estratégicos, entre ellos cabe mencionar el petróleo y el gas (Proyecto de Ley,

2012).

Según expertos en la temática “el éxito de la nueva YPF estará dado por la re-

inversión de las utilidades en el mercado local, la realización de inversiones que permitan

posicionar a la empresa como la principal operadora del sector, y la explotación acorde a

las necesidades sociales y bajo estrictos controles ambientales. De esto modo, YPF se

convertirá en la principal herramienta de planificación estratégica del sector energético,

cuyos pilares sean la promoción de fuentes de energía, la inclusión social, la explotación

racional y el desarrollo local” (Barrera, Sabbatela y Serrani, 2012: 102).

La fundación YPF7 tiene un rumbo estratégico definido: “educar para la energía”. El

cambio de paradigma energético en el país necesita de una nueva generación de

profesionales y el desarrollo de ciudadanía sustentable en las comunidades productivas.

Precisamente, las prioridades de su nueva orientación son el impulso a la formación

profesional en disciplinas vinculadas a la industria del petróleo y la promoción del

desarrollo sustentable en las comunidades petroleras.

En materia de políticas universitarias se ha decidido otorgar un rol fundamental a la

Universidad a la hora de trasmitir su conocimiento a los problemas de la sociedad. Por eso

la función de reconstruir un Estado Nacional que articule el conocimiento con la innovación

productiva se han vuelto ejes del modelo implementado a partir de 2003. Como parte de

este proceso se decidió crear a partir, de la nacionalización de YPF en 2012, la asociación

estratégica entre la Empresa e Instituciones tales como, el CONICET y las Universidades

Argentinas.

Desde 2012 la fundación YPF trabaja en coordinación con instituciones

gubernamentales en acciones que busquen ampliar el horizonte energético, pero la energía

7 Fundación YPF: La Asamblea General Ordinaria y Extraordinaria del 30 de abril de 1996 aprobó la constitución de la Fundación YPF, una organización donante y sin fines de lucro. A partir de 1999 la Fundación Repsol YPF de España y la Fundación YPF de Argentina trabajan en forma conjunta con el objetivo común de mejorar la calidad educativa y promover la investigación y desarrollo en los sectores energéticos y petroquímicos. El objetivo estimular e intervenir en iniciativas de carácter educacional, cultural, y en especial, en la promoción de la investigación científica y la preparación profesional y técnica de las jóvenes generaciones.

35

entendida en su conjunto y no como la producción de energías renovables y no renovables.

Esto quiere decir, promocionar las carreras vinculadas a mejorar la eficiencia del

transporte, de las comunicaciones, de las infraestructuras sociales, las relacionadas al

ambiente, entre otras (Fundación YPF, 2012).

A partir del año 2013 la Fundación otorgó 100 becas para aquellas personas que

iniciarán sus estudios de grado ese año o que hayan terminado sus bachilleratos entre 2010

y 2012 en escuelas técnicas con promedios superiores a 8 y que estudien carreras

relacionadas a ingenierías de petróleo, perforaciones, eléctrica/electricista, electrónica,

electromecánica, mecánica, mecatrónica, química, energía, materiales, ambiental; y las

siguientes licenciaturas: geología, geofísica, geoquímica, geodesia, medio ambiente,

energética, física. La beca consiste en un aporte de 12 cuotas mensuales de $1.300, y la

posibilidad de ser renovada hasta cumplir un máximo de 5 años, de acuerdo al desempeño

y rendimiento académico demostrado por cada estudiante (Fundación YPF, 2012).

Este Programa forma parte de las acciones que la Fundación YPF ha puesto en

marcha desde el 2012 junto al Ministerio de Educación de la Nación y Universidades

Nacionales para impulsar la formación de una nueva generación de profesionales del sector

energético. Por otro lado, la fundación también se vincula junto con el proyecto BEC.AR8.

Dicho Proyecto proviene de la jefatura de Ministros de la Nación que impulsa acuerdos en

materia de cooperación científica, técnica y académica; busca apoyar la formación en el

exterior durante los próximos cuatro años de 1.000 profesionales argentinos vinculados a

la ciencia, tecnología e innovación productiva. Este proyecto contempla el otorgamiento de

20 becas para estadías doctorales, 30 becas para estadías cortas y hasta 50 becas para la

realización de maestrías. En los meses de octubre y diciembre de 2013 se abrió la primera

convocatoria para el otorgamiento de las primeras 20 becas doctorales vinculadas a la

formación profesional en las siguientes áreas: hidrocarburos, energías renovables y medio

ambiente (Fundación YPF, 2013).

8 BEC.ar: Becas de formación en el exterior de ciencia y tecnología. Persiguen el objetivo de contribuir al desarrollo científico–tecnológico argentino a través de la formación en el exterior de profesionales argentinos en áreas de relevancia estratégica para el desarrollo sustentable del país.

36

Como se mencionó anteriormente, uno de los instrumentos seleccionados fue Y-TEC

(YPF + CONICET) la cual busca convertirse en una compañía de desarrollo tecnológico

orientada a contribuir al desarrollo energético nacional. Una de las principales razones por

las que se creó fue para convertirse en un referente de la industria del petróleo y gas no

convencional, que según numerosos estudios preliminares sobre las reservas probables de

recursos de esta característica Argentina se encontraría en el tercer lugar del ranking

mundial.

En este sentido, Y-TEC tiene la misión de investigar, desarrollar, y producir

tecnologías, conocimientos, bienes y servicios en el área de petróleo, gas y energías

alternativas como biogás, biocombustibles o geotermia, entre otras.

Según Santiago Sacerdote (2013), Vicepresidente de asuntos tecnológicos del

CONICET y miembro del directorio general de YPF tecnología, la Argentina “tiene la

oportunidad de desarrollar sus yacimientos con tecnología propia, es decir, la oportunidad

no es solamente extraer y aprovechar los recursos energéticos, sino también generar una

empresa de tecnología referente en el rubro”. Además, agrega: “un objetivo no menor de Y-

TEC será impulsar la cadena de valor nacional, transfiriendo conocimientos y apoyando el

desarrollo de un entramado PYME tecnológico en el sector”.

Las instalaciones de Y-TEC se edificarán en la ciudad de Berisso en acuerdo con la

Universidad Nacional de La Plata, dicha infraestructura física estará terminada para fines de

2014 y ampliará su capacidad operativa para poder albergar a más de 200 científicos. En

palabras de Gustavo Bianchi, actual Director General de Y-TEC: “el hecho de que Y-TEC esté

inserto en un predio universitario potenciará enormemente su capacidad tecnológica, y

además permitirá alcanzar un valioso intercambio de equipamiento y de recursos humanos

para la investigación” (Bianchi, 2013).

En este escenario, El CONICET y la FUNDACIÓN YPF (FYPF) ofrecen desde 2012 el

cofinanciamiento de becas de doctorado y de postdoctorado, con el objeto de favorecer el

mejor cumplimiento de la formación de recursos humanos de alta calidad, con énfasis en

áreas temáticas estratégicas propuestas por la FYPF. Las becas otorgadas en 2013 que

tienen como fecha de inicio marzo de 2014 presentan las características de ser “becas

37

postdoctorales” y “becas de posgrado”: Las primeras se caracterizan por agrupar a seis

personas de diferentes lugares del país en los siguientes temas: energía renovables,

biorremediación, calidad de suelos, almacenamiento y distribución de la energía, entre

otras. En cuanto al segundo grupo de becas fueron trece las otorgadas, también

provenientes de diversos lugares y se concentraban en los siguientes temas: Energías

renovables, temas socio-económicos, biodiversidad del desarrollo productivo, ciencias

aplicadas a la mecánica de fluidos, energía eléctrica, entre otros (CONICET, 2013).

Las Becas Internas de Postgrado Tipo I (3 años): Se encuentran destinadas a

egresados de universidades argentinas o extranjeras que deseen realizar tareas de

investigación, con vistas a obtener un diploma de Doctorado.

Por otro lado, las Becas Internas Postdoctorales están destinadas a candidatos que

hayan aprobado sus tesis doctorales, con el objeto de perfeccionar su formación académica

o especialidad y desarrollar tareas de investigación científica y tecnológica en concordancia

con los temas prioritarios establecidos por la Fundación YPF.

Los temas priorizados por la FYPF y el CONICET se dividen en el orden de tres áreas:

Temas socio-económicos

Energía renovables

Ambiente

Por otro lado, el otro instrumento seleccionado fue la asociación estratégica entre

YPF y algunas universidades nacionales. Ésta asociación se llevó acabo el 29 de octubre de

2012 bajo la coordinación de la Subsecretaría de Gestión y Coordinación de Políticas

Universitarias, la cual elaboró un programa integral denominado “La Universidad con YPF”.

Según el MINCYT, la Argentina cuenta con una matriz energética muy amplia en

términos de recursos renovables y no renovables. Además afirma “que la energía es un

recurso estratégico para el desarrollo socio productivo de un país”; las políticas focalizadas

al sector se orientan hacia los siguientes núcleos socio productivos: energía solar,

generación de electricidad a través de redes inteligentes, biocombustibles de segunda

generación, uso racional y eficiente de la energía (MINCYT, 2012).

38

La Subsecretaria de Gestión y Coordinación de Políticas Universitarias es una

institución dependiente del Ministerio de Educación que se creó por el decreto numero

2084 del año 2011 y tiene como objetivo primero: “Proponer, diseñar, evaluar y coordinar

planes, programas y proyectos para el desarrollo y mejoramiento de la eficacia y eficiencia

del sistema de educación superior universitaria, así como para la asignación y empleo de los

recursos económico-financieros en las universidades nacionales”; además coordina las

áreas de promoción de la Universidad, Extensión Universitaria, bienestar universitario y el

programa nacional de becas universitarias (Decreto 2084, 2011).

La Subsecretaría de Gestión y Coordinación de Políticas Universitarias llevó acabo el

20 de septiembre de 2012, bajo la participación del Ministro de Educación Alberto Sileoni,

el Oficial Ejecutivo en Jefe de YPF Miguel Angel Galuccio y, el Ministro de Ciencia,

Tecnología e Innovación Productiva de la Nación, Dr. Lino Barañao, el lanzamiento del

Programa “La Universidad con YPF.”

Dicho Programa tiene como objetivo global, construir una alianza estratégica entre el

sistema universitario nacional y el sistema productivo a partir de la trascendente decisión

de que YPF vuelva a estar en función del desarrollo nacional. Con la creación de este

programa se busca que la Universidad acompañe y se comprometa con los desafíos de

consolidación de un modelo de país que aspira a la soberanía económica y energética como

pilares del desarrollo.

A partir de la Resolución 142 de la Secretaria de Políticas Universitarias dependiente

del Ministerio de Educación se dio vida jurídica a la iniciativa la Universidad con YPF. Dicha

resolución tiene entre sus objetivos principales:

Promover el desenvolvimiento de experiencias de vinculación

tecnológica y extensión de las universidades nacionales con YPF y el sector

petroquímico.

Promover la producción científica orientada a resolver las

vulnerabilidades del sector y la sociedad en un compromiso de crecimiento

económico e inclusión social.

39

Promoción de estrategias y de carreras orientadas al desarrollo de

políticas que construyan en soberanía energética.

Dicha resolución se relaciona directamente con la ley 26.741 de expropiación del

51% de YPF ya que busca complementar la iniciativa otorgando le participación a otros

actores de la sociedad y de esa forma impulsar un desarrollo integral (Ministerio de

Educación, 2012: Res. 142).

También se apunta a promover en las universidades nacionales la investigación y la

producción de conocimiento científico relacionado con las temáticas que se definan como

prioritarias en materia energética e hidrocarburífera y promover el desarrollo de

experiencias de vinculación tecnológica y extensión con YPF y el sector petroquímico.

La Secretaria de Políticas Universitarias de la Nación, afirmó que ha crecido el monto

de financiamiento y la cantidad de proyectos presentados de 2012 a 2013 en el área de

extensión y vinculación tecnológica. Los principales ejes de trabajos sobre los que se rige la

convocatoria son la inclusión social, los desarrollos socio-productivos, las políticas públicas,

entre otros. Estas convocatorias tienen como objetivo general revalorizar la extensión

universitaria articulando la universidad con su entorno social, multiplicando los vínculos

con los diferentes actores y dar respuestas concretas a las problemáticas socio-productivas.

Según la Universidad Nacional de la Patagonia Austral la iniciativa incluye también la

sensibilización de la comunidad académica sobre la trascendencia estratégica que tiene

para el desarrollo nacional sustentable la renacionalización de YPF, el diseño de estrategias

de promoción de las carreras universitarias vinculas al desarrollo energético e

hidrocarburífero y la implementación de estrategias de inserción de profesionales en la

industria petroquímica.

Por último dicha asociación, la “Universidad con YPF”, se estructura sobre ocho ejes o

líneas de trabajo:

1. Constitución de un banco de investigaciones: Se convocará a

todas las Universidades que componen el Sistema Universitario

Argentino, a efectos de articular y orientar el relevamiento de las

investigaciones realizadas sobre la cuestión energética, hidrocarburíferas

40

y petroquímica. La información relevada será difundida a través del portal

Argentina Investiga y puesta a disposición del Consejo Federal de

Hidrocarburos. El consejo federal de hidrocarburos fue creado a partir de

la sanción de la ley 26.741 sobre soberanía hidrocarburíferas y tiene

como objetivo articular e integrar las líneas de planeamiento y acción

entre el estado nacional y las provincias.

2. Convocatoria de Vinculación Tecnológica y Extensión de las

Universidades con YPF: Dirigida a docentes, investigadores, estudiantes y

graduados universitarios, las convocatorias estarán destinadas a

promover la realización de actividades de Vinculación Tecnológica y

Extensión en YPF.

3. Promoción de la investigación científica universitaria al

servicio de YPF: Se financiarán proyectos de investigación relacionados

con el desarrollo y crecimiento sustentable de la empresa YPF y de la

industria petroquímica nacional.

4. Ciclos de Conferencias dirigidos a la comunidad: Se llevarán a

cabo conferencias en las Universidades Nacionales con la participación de

expertos en materia de soberanía energética e industria petroquímica,

orientadas a explicitar la importancia política, económica y social de la

nacionalización de la empresa, tanto desde la perspectiva local, como

desde la visión de la integración latinoamericana.

5. Elaboración y difusión de material gráfico con información

sobre la historia de YPF.

6. Muestra de fotos y proyección de material audiovisual sobre

la historia de YPF.

7. Promoción de las carreras vinculadas al estudio de energía,

hidrocarburos y petroquímica: Se diseñarán e implementarán estrategias

tendientes a promover el interés de los jóvenes por el estudio de las

carreras afines a la cuestión energética, hidrocarburífera y petroquímica,

41

y de todas aquellas que demande el funcionamiento profesionalizado,

competitivo y moderno de YPF como empresa motor del desarrollo

nacional.

8. Inserción de recursos humanos altamente calificados en YPF y

la industria petroquímica nacional: Se diseñará e implementará un

programa de inserción de profesionales altamente calificados en YPF e

industrias petroquímicas nacionales, para impulsar la innovación

productiva en el sector de los hidrocarburos (UNPA, 2012).

Actualmente las Universidades que integran la asociación con YPF son: Universidad

Nacional de Florencio Varela (Arturo Jauretche), Buenos Aires, Catamarca, Comahue, Cuyo,

Jujuy, La Plata, Patagonia Austral, Patagonia San Juan Bosco, Rosario, Salta, San Juan, UTN y

el Instituto Tecnológico de Buenos Aires. En función de todas ellas se creó la Red Nacional

de Universidades Petroleras, dicha institución busca fortalecer el desarrollo de la industria

hidrocarburífera nacional con aportes académicos, de investigaciones científicas y con la

formación de profesionales para el sector (Ministerio de Educación, 2012).

A mediados del año 2013, la Subsecretaria de Gestión y Coordinación Universitaria

abrió la décima octava convocatoria de proyectos de vinculación tecnológica “Ingeniero

Enrique Mosconi”. La idea es financiar proyectos y propuestas que aporten al desarrollo de

la matriz energética argentina. Es decir de la mano de YPF como el referente del sistema

productivo en cuanto a la temática energética se busca ampliar las capacidades científico-

tecnológicas universitarias para el desarrollo energético (Ministerio de Educación, 2013).

Según la Resolución 1636 de la Secretaria de Políticas Universitarias dependiente del

Ministerio de Educación se considera que las acciones previstas dentro del área de

extensión y vinculación tecnológica son las siguientes: “apoyar fuertemente el desarrollo de

la industria energética, petrolera, gasífera, de la industria petroquímica, de los

combustibles y la promoción de energías alternativas aportando asimismo al desarrollo de

sustitución de importaciones y mejoramiento de capacidades exportables como medidas

que coadyuven al equilibrio de la balanza comercial” (Ministerio de Educación, 2013: Res.

1636).

42

Dicha Resolución forma parte de la base jurídica para la décima octava convocatoria

de vinculación y transferencia tecnológica para las universidades nacionales. La

convocatoria tendrá tres líneas de acción:

Reactivación de la capacidad de producción y gestión de la industria

hidrocarburíferas y su entorno socio productivo.

Desarrollos dirigidos al superávit de la balanza energética.

Promoción del desarrollo regional de las industrias energéticas en

articulación con la inclusión social.

El Secretario de Políticas Universitarias Martín Rodrigo Gil resuelve a partir de la

Resolución 1636 que los proyectos aprobados contarán con una partida presupuestaria de

siete millones de pesos y un financiamiento por proyecto de hasta ochenta mil pesos por

proyecto.

Los proyectos aprobados se caracterizan por proceder de diversas Universidades

Nacionales, entre ellas destacamos la Universidad Nacional de Buenos Aires, la Universidad

Nacional de Cuyo, la Universidad Nacional de la Patagonia Austral, Universidad Nacional de

Tres de Febrero, entre otras. El propósito de las investigaciones busca alentar el desarrollo

y la investigación en múltiples sectores del área energética. Los distintos sectores son:

producción de biogas, mejoras industriales para el sector de hidrocarburos, eficiencia

eléctrica, investigación en recursos no convencionales, eficiencia energética en parques

eólicos, etc.

Por último, la financiación de los proyectos provenientes de diversas Universidades

Nacionales, se encuentra directamente relacionado con el fortalecimiento de un paradigma

energético que busca la inclusión social a través de la innovación y la productividad. Así de

esta forma alentar el desarrollo de recursos humanos propios, los sectores PYMES

medianos y pequeños y, la articulación público privada en el desarrollo económico de la

Argentina (Ministerio de Educación, 2013).

Como parte del mismo proceso de vinculación tecnológica entre YPF y las

Universidades y otros organismos de Ciencia y Tecnología articulados por el Estado

Nacional se subraya los gastos en Actividades de Ciencia y Tecnología (ACyT) sobre los

43

cuales se observa una curva de crecimiento constante entre 2007 y 2011. Dicho

crecimiento se ve reflejado a partir del análisis de los gastos en ACyT en relación al PBI,

dónde se destaca una inversión del 0,61% para el año 2007 y un 0,73% para el año 2011.

Esto permite suponer una continuidad en los últimos años con respecto a las inversiones en

ciencia y tecnología, y dar cuenta que el proceso de nacionalización de YPF, sumado a la

instrumentación de otras políticas públicas, como la vinculación tecnológica entre la

empresa pública nacional de Hidrocarburos y organismos tales como el CONICET y

posteriormente, las universidades nacionales, dan cuenta de la formación de un mismo

paradigma que intenta alejarse del modelo neoliberal.

A modo de consideraciones finales se subraya que la nacionalización de YPF responde

a un conjunto más amplio de directrices políticas que se están implementando desde 2003

y que buscan potenciar los espacios de autonomía a nivel nacional e internacional. Entre las

políticas públicas más sobresalientes se encuentra la revaloración de la política como

factor para reparar las desigualdades sociales, el des-endeudamiento y el enfrentamiento

contra los grandes lobbys internacionales, la recuperación de los servicios públicos, la

potenciación de los vínculos intrarregionales y el desarrollo científico-tecnológico. En

síntesis todas estas políticas buscan recuperar la soberanía fiscal, económica, y energética.

Vincular la estructura productiva, los recursos renovables y no renovables, el Estado y

las Universidades ha sido el gran desafío de esta investigación. Se demostró que el Estado

ha jugado un rol como articulador e impulsor de políticas públicas en ciencia y tecnología

con el objetivo de dar solución a los problemas energéticos apostando a la formación de

recursos humanos propios en el sector, mediando e interconectando a través de convenios

de Vinculación Tecnológica entre las Universidades, YPF, organismos estatales y centros de

investigación como el CONICET.

Propuestas claras desde el Estado comenzaron a forjarse a partir de la

nacionalización de YPF, la cual tuvo como hito pasar a considerar a los hidrocarburos como

pilares del desarrollo económico autónomo, desde una concepción estratégica. Las

principales políticas públicas en ciencia y tecnología que se llevaron acabo fueron las

44

asociaciones estratégicas entre la Empresa de bandera y el CONICET y por otro lado, entre

YPF y las Universidades Nacionales.

La inversión en ACyT demostraron ser muy optimistas ya que se han incrementado

constantemente, lo que demuestra el valor que adquiere el conocimiento en los nuevos

ejes de desarrollo científico-tecnológico volcados a la estructura productiva.

Bibliografía

Araya, María José y Taborga, Ana, (2010). “Modelos económicos, políticas públicas,

y sistema científico tecnológico en la Argentina” en “Transformaciones recientes de las

Universidades Latinoamericanas, Agendas y actores en la producción del conocimiento”.

Libro electrónico, Argentina, 79-100.

Argentina Innovadora 2020, (2013). “Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e

Innovación productiva”.

Barrera. M, Sabbatela I, Serrani E, (2012). “Historia de una Privatización: cómo y

porqué se perdió YPF”. Ed. Capital Intelectual, 69-96.

Barrera. M, Sabbatela I, Serrani E, (2012). “Historia de una Privatización: cómo y

porqué se perdió YPF”. Ed. Capital Intelectual, 102.

Discurso de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, (2012). “En el acto de

anuncio del envío al congreso del proyecto de ley de expropiación de YPF”.

Indicadores en Ciencia y Tecnología, Argentina (2011), “Informe del Ministerio de

Ciencia, Tecnología e Innovación productiva”.

Ley 25.467, (2001). “LEY DE CIENCIA, TECNOLOGIA E INNOVACION”.

Ministerio de Educación, (2012): Resolución 142.

Ministerio de Educación, (2013): Resolución 1636.

Ortiz Carlos Andrés, (2003). “La crisis energética aspectos coyunturales y problemas

estructurales”. Comisión Nacional de Energía Atómica. Boletín N°12, Informe Energético.

Plan Estratégico Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, (2006).

“Bicentenario” (2006-2010).

Programa de Becas Cofinanciadas CONICET/ FUNDACION YPF.

45

Proyecto de Ley YPF, (2012). “expediente PE-27/12). “Honorable Congreso de la

Nación”.

Sitios Web consultados

http://db.ricyt.org/query/AR/1990,2011/calculados

http://portales.educacion.gov.ar/spu/noticias/galuccio-y-sileoni-lanzan-la-red-

nacional-de-universidades-petroleras/

http://web.conicet.gov.ar/documents/16279/2216344/BECA+PG+TI+YPF+13+APROB

ADOS+Ok.pdf

http://web.conicet.gov.ar/documents/16279/2216344/BECA+POSDOC+13+YPF+APR

OBADOS+Ok.pdf

http://web.conicet.gov.ar/web/conicet.convocatorias.orientadas/becas-fypf

http://www.ceads.org.ar/casos/2001/Repsol%20YPF%20-%20Fundacion.PDF

http://www.conicet.gov.ar/y-tec-es-un-ejemplo-de-como-el-conicet-puede-

organizarse-y-contribuir-al-impulso-de-sectores-estrategicos-para-el-pais/

http://www.fundacionypf.org/Educacion/becas-becar.aspx

http://www.infoleg.gov.ar/infolegInternet/anexos/190000-

194999/191054/norma.htm

http://www.investigadordelanacion.mincyt.gob.ar/documentos/Ley_25467.htm

http://www.mincyt.gob.ar/ministerio-presentacion

http://www.unlp.edu.ar/articulo/2013/10/24/ytec_convenio_oct_2013

http://www.unpa.edu.ar/noticia/la-universidad-con-ypf-un-programa-estrategico-

para-la-region-y-el-pais

http://www.ypf.com/LaCompania/Sustentabilidad/Documents/YPF%20COP%202012.

pdf

http://www.ypf.com/ypfylaindustria/YPFTecnologia/Paginas/YPF-Tecnologia-S-A.aspx

46

Estado, Políticas Publicas y su vinculación con el Capital Intelectual

Rolandi, Lis

Colacci, Rocío

El presente trabajo tiene por objetivo articular la relación que existe entre el

Estado y el desarrollo de Políticas Públicas tendientes a la promoción y valoración del

Capital Intelectual, en un contexto en donde el conocimiento y la tecnología son dos

de los elementos centrales del crecimiento y fuente de desarrollo económico y social.

Los ejes principales del trabajo son: El Estado, Universidades y las Políticas

Públicas, el Capital Intelectual, el nuevo paradigma económico y el escenario

latinoamericano.

El enfoque del trabajo se centrará en la investigación de las Políticas Públicas

tendientes a la valoración del Capital Intelectual para el desarrollo económico y

social. Para ello, se analizarán fuentes primarias; que abarcan todo lo referente a

programas, discursos oficiales e indicadores, y fuentes secundarias; que son

aquellas que se utilizarán para desarrollar el cambio de paradigma económico y las

características del escenario latinoamericano.

La importancia del Capital Intelectual (CI) como fuente principal de riqueza y

crecimiento futuro de los países, resulta ser una perspectiva importante a

considerar. En las últimas décadas ha habido un cambio de paradigma económico,

donde la sociedad está basada en el conocimiento y los factores intangibles como el

Capital Intelectual y el conocimiento poseen un valor relevante.

La convergencia tecnológica de los contenidos, la informática y la

comunicación, ha creado un nuevo escenario tecnológico mundial en el cual la

sociedad experimenta un proceso de evolución muy acelerado que va de la

infraestructura de la información hasta la sociedad del conocimiento. Como

consecuencia de ambas realidades; aparece el concepto del conocimiento como

recurso intangible1, es decir, como un recurso que produce valor pero no puede

Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires – FCH – Centro de Estudios Interdisciplinario de Problemáticas Internacionales y Locales (CEIPIL FCH - Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires. 1 En el lenguaje contable el término intangible se emplea con un sentido restringido para aquellos activos que producen beneficios parecidos a los que producen los bienes de uso o de renta y que no

47

materializarse físicamente y constituye una de las fuentes principales de creación de

ventaja competitiva sostenible de la empresa y de generación de valor.

El creciente interés del Capital Intelectual para los territorios está dado

porque este tipo de recurso es uno de los factores más importantes para el

desarrollo económico y social. En esta perspectiva, Amidon (Amidon, 2001: 54)

sostiene que la preocupación acerca de los intangibles en las agendas políticas

nacionales está justificada, no solamente desde un punto de vista relacionado

con la adaptación a las nuevas condiciones del entorno y las necesidades de los

nuevos modelos de gobierno, sino también desde la importancia estratégica del

largo plazo, la sostenibilidad y el futuro desarrollo de las naciones.

Los activos basados en el conocimiento son los protagonistas en esta nueva

etapa. La aplicación de la tecnología y la innovación, aparecen como elementos

fundamentales y ello se traduce en el peso y la importancia, tanto en lo social como

económico. En este escenario, el Capital Humano aparece como un componente clave

de valor ya que, en todas sus instancias, es el generador del conocimiento.

La sociedad de la Información también ha tenido su impacto en la región de

América Latina. En este sentido, la Comisión Económica para América Latina y el

Caribe (CEPAL), a partir del año 1995 ha establecido una serie de políticas sobre las

Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs), en donde a partir de

diversas publicaciones y documentos, establece ciertas líneas a seguir con el objeto

de acompañar y propulsar la evolución tecnológica e informática en la que los

países miembros de la misma, se encuentran inversas.

Siguiendo las líneas de la CEPAL, en la Tercera Conferencia Ministerial sobre

la Sociedad de la Información de América Latina y el Caribe (2010), en el

documento denominado “Las TIC para el crecimiento y la igualdad: renovando las

estrategias de la sociedad de la información”,

(http://www.eclac.org/ddpe/publicaciones/xml/5/41725/LCG2464.pdf) se hace

referencia a que el desarrollo de los países de América Latina y el Caribe

dependerá cada vez más de su capacidad para generar el conocimiento y las

competencias necesarias para impulsar la innovación económica y social, así pueden materializarse físicamente. Visitado en http://intangible.org /Activo_intangible, el 03/03/2013

48

como para aumentar sus efectos sobre el crecimiento económico, la inclusión

social y la sostenibilidad ambiental.

El conocimiento siempre ha sido un factor clave en la sociedad. La capacidad

de utilizar dicho conocimiento en un proceso permanente de construcción de la

sociedad, a través del desarrollo, transformación permanente y consolidación de sus

principales instituciones sociales. Esto genera la necesidad de fortalecimiento

institucional a través del Estado y sus Políticas Públicas para la administración de la

generación de conocimiento nuevo en los procesos de trabajo.

En efecto, los principales actores para llevar a cabo dichas estrategias

son fundamentalmente: el sector público, las organizaciones de educación superior,

las instituciones de formación de técnicos y trabajadores calificados, los centros de

investigación, el sector productivo, las organizaciones no gubernamentales y

principalmente los ciudadanos.

Dentro de este contexto tienen un rol fundamental las Políticas Públicas, por su

importancia en la dirección hacia una sociedad basada en el conocimiento y el

aprendizaje, y por su influencia en la formación del capital intelectual social. Como

consecuencia, los conceptos de empleabilidad, generación del

conocimiento, calidad de vida y la importancia de las personas, se

configuran como ejes fundamentales para el desarrollo de Políticas Públicas

que conduzcan a la construcción y el fortalecimiento de Sociedad del

Conocimiento.

En este contexto, es importante destacar el rol de la educación, la cultura y

la Identidad Nacional, como fuentes principales para obtener los beneficios de

“la sociedad del conocimiento". Estos desafíos requieren de diferentes actores;

como las Universidades, las instituciones de educación superior, los centros de

investigación, entre otros, por su rol estratégico en el escenario internacional y en la

sociedad.

Siguiendo a Alberto Boveris, Decano de la Facultad de Farmacia y Bioquímica

de la Universidad de Buenos Aires, “Así, la Universidad retorna a la sociedad,

mediante la transferencia de tecnología, la riqueza de su conocimiento para el

desarrollo social y económico (…)” (http://www.ffyb.uba.ar). En este contexto, la

Universidad tiene un rol central por su papel en la actualización y generación de

49

conocimiento. Asimismo, la investigación, aparece como otro de los factores

generadores de dinamismo para la creación de conocimiento.

Siguiendo palabras del Decano; “El factor más efectivo para acompañar al

dinamismo de la creación del conocimiento humano contemporáneo y la demanda

de calidad académica es la investigación en sede universitaria. La investigación es una

necesidad que abarca todas las áreas de la enseñanza de la Universidad de Buenos

Aires: las Ciencias de la Salud, Biológicas, Exactas, Tecnológicas, de la Administración

y del Derecho, las Humanidades y las Ciencias Sociales. La adecuada capacitación de

los docentes universitarios se logra mediante cursos de actualización en la disciplina y

la generación de monografías y trabajos de investigación. Las dos modalidades

son necesarias y deben profundizarse en la universidad actual. Hoy parece adecuado

destinar el 7% del presupuesto nacional otorgado a la UBA para financiar acciones

científicas y tecnológicas. Una característica importante es que las

investigaciones aprobadas y financiadas deben ser tributarias del proceso de

desarrollo social. Así, la universidad retorna a la sociedad, mediante la transferencia

de tecnología, la riqueza de su conocimiento para el desarrollo social y económico (…)

El conocimiento es la verdadera riqueza de las naciones: La UBA tiene todo el

potencial para volver a ser uno de los elementos diferenciadores del desarrollo

argentino.”

Los desafíos que plantea la Sociedad del Conocimiento hacen necesario el rol

de las universidades como uno de sus actores principales, así como de las

instituciones de educación superior, ya que ambas están llamadas a ocupar un rol

estratégico, no sólo en lo que se refiere a la formación de nuevos profesionales sino

también en las actividades de investigación y extensión, siendo centrales en una

sociedad cuyo desarrollo económico y social depende en gran parte de la

investigación básica y de sus aplicaciones productivas.

Como consecuencia, la integración de las universidades a la nueva

sociedad, requiere del uso de las nuevas tecnologías de la información y

comunicación (TICs) para aprovechar sus potencialidades, y asimismo, necesitan de

políticas que le den coherencia y continuidad en el tiempo, satisfaciendo las

necesidades cada vez más exigentes de este nuevo contexto internacional. Por lo

tanto la educación superior y la tecnología de la información y comunicación,

50

están estrechamente relacionadas, y dependen en gran medida de la formulación de

políticas a corto, mediano y largo plazo.

El desafío de insertarse y desarrollar la sociedad del conocimiento, es aún

mayor para los países en desarrollo, ya que necesita generar profesionales

preparados para la globalización desde un país con una considerable brecha

tecnológica. Desde este punto, surge la interrogante que se intentará analizar y

desarrollar en el presente trabajo, de:

¿Cómo responde Argentina al desafío de insertarse a la Nueva Economía del

Conocimiento, siendo el mismo una condición irrefutable para insertarse al nuevo

contexto económico y social internacional y a su vez generador de ventaja

competitiva?

Para responder al interrogante planteado, se analizaran dos ejes centrales: el

primero de ellos será el rol de las educación superior, principalmente las

Universidades, en Argentina y como responden las mismas a la demanda de la

Sociedad del Conocimiento; y el segundo eje será el rol de las nuevas tecnologías de la

información y comunicación. En ambos casos, se estudiaran las políticas públicas

universitarias y para el fomento de las TICs, su coherencia, y si responden a la

creación y profundización del modelo que propone la sociedad del conocimiento.

Para desarrollar el interrogante planteado, se analizara si existe una vinculación

entre el estado y sus políticas públicas, en relación a los procesos educativos

universitarios y la ciencia y tecnología, abarcando para la presente investigación, el

periodo comprendido entre el año 2003 – 2013.

Es importante destacar que el periodo elegido para desarrollar, coincide con

las Cumbres Mundiales de la Sociedad de la Información

(http://www.itu.int/wsis/index- es.html), desarrolladas en Ginebra (2003) y Túnez

(2005), organizadas por la ONU con el objetivo de analizar el impacto de las nuevas

tecnologías de la información en la sociedad y destinada a los estados miembros de

la ONU, las empresas del sector y la sociedad civil. Por lo tanto, las políticas que

surjan a nivel nacional, estarán enmarcadas dentro de un contexto internacional que

pretende fomentar la inserción en este nuevo modelo económico.

La Sociedad del Conocimiento, como se viene explicando en los párrafos

anteriores, se mide por la acumulación de conocimientos y por sobre todo, por

51

la capacidad de producirlos. En este sentido, Gore (Gore, 1996: 329), señala: “Los

bienes que constituyen la riqueza de un país se vuelven cada vez más intangibles. Los

conflictos por patentes ocupan el lugar que antes ocupaban las guerras por materias

primas: Bill Gates reemplaza a Henry Ford como arquetipo del nuevo productor”.

La Universidad se configura como uno de los actores centrales en el desarrollo

de conocimiento y formación de profesionales idóneos y competentes, que sean

capaces de aportar valor agregado para la construcción de la Sociedad del

Conocimiento. Juan Carlos Pugliese (Pugliese J., 2003: 11), Secretario de Políticas

Universitarias, afirma que: “La Universidad Argentina hoy no solo debe proveernos

de profesionales idóneos y de conocimientos científicos y tecnológicos, sino que

básicamente tiene que aportar criterios y valores que contribuyan a reconstruir los

vínculos entre los argentinos en un mundo gobernado por el valor del

conocimiento”. La Universidad tiene la misión de aportar a la sociedad sus

conocimientos y las herramientas para resolver problemas complejos, así como

las demás demandas de la sociedad. Este nuevo tipo de sociedad requiere de la

Universidad, no solo conocimiento avanzado, como lo son la ciencia y la tecnología,

sino también valores relacionados con la gestión del mismo, que determinan la

gestión del conocimiento.

Según Scott Peter (Scott P., 2011: 6), “será imposible comprender la Sociedad

del Conocimiento del modo correcto, si se la trata simplemente como una formación

tecnológica. Sin dudas, si se parte de esta perspectiva, será difícil apreciar su sutil

articulación con los nuevos sistemas masivos de educación superior que han surgido

en el mundo y han trascendido las tradiciones de la vieja Universidad. Entender a la

primera como un nuevo paradigma de poder (la prueba culminante del

viejo adagio: “conocimiento es poder”) y las universidades como productoras de

materias primas necesarias para el avance tecnológico (tanto en términos de

información científica como de capacidades humanas) no es solo engañoso

sino, en un sentido importante, reduccionista e incluso degradante. El

“conocimiento” de la “sociedad del conocimiento”, como el conocimiento académico

de las Universidades, trasciende lo meramente funcional, es simbólico y hasta

espiritual.”

52

En Argentina, durante la última década, se han consolidado políticas en el

ámbito de educación superior, con el objetivo de darle a la Universidad y demás

actores en relación, el peso y la importancia que tienen en la sociedad como

principales generadoras de conocimiento. Dichas políticas de estado, estuvieron

centradas en la evaluación y la acreditación de la calidad, como base para una

planificación de mejoramiento institucional.

La agenda confeccionada en lo que respecta a políticas Universitarias, a

partir del año 2003, estuvo vinculada al impulso de líneas de acción que avanzaran

en los siguientes lineamientos2:

1- La preservación del carácter público y la calidad de las Universidades

estatales y privadas.

2- Avanzar en la asignación de fondos conforme a pautas y tendiendo a la

formulación de planes cuatri anuales de desarrollo institucional.

3- Incrementar el presupuesto a partir de 2003, luego de haberse mantenido

sin modificaciones desde 1997.

4- El mejoramiento de la calidad de la formación universitaria mediante la

acreditación de carreras de grado, comprendidas en el Art. 43 de las

Ley de Educación Superior (LES)3.

5- La reforma del funcionamiento de las Dirección de Gestión Universitaria

(DNGU) a fin de incrementar su eficiencia y transparencia. 6- El incremento de programas de becas a fin de asegurar el acceso y

la permanencia de los estudiantes de bajos recursos y orientados a

fortalecer áreas críticas del conocimiento.

2 http://informacionpresupuestaria.siu.edu.ar/DocumentosSPU/publicaciones/SPU_politica_de_estado.pdf 3 Artículo 43 de la Ley de Educación Superior: Cuando se trate de títulos correspondientes a profesiones reguladas por el Estado, cuyo ejercicio pudiera comprometer el interés público poniendo en riesgo de modo directo la salud, la seguridad, los derechos, los bienes o la formación de los habitantes, se requerirá que se respeten, además de la carga horaria a la que hace referencia el artículo anterior, los siguientes requisitos: a) Los planes de estudio deberán tener en cuenta los contenidos curriculares básicos y los criterios sobre intensidad de la formación práctica que establezca el Ministerio de Cultura y Educación, en acuerdo con el Consejo de Universidades; b) Las carreras respectivas deberán ser acreditadas periódicamente por la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria o por entidades privadas constituidas con ese fin debidamente reconocidas. Fuente: http://www.fadu.uba.ar/institucional/leg_index_sup.pdf, visitada el 30/03/2014.

53

7- El diseño de líneas de cooperación a nivel de posgrado con los países del

Mercosur.

8- Programa de incentivos al docente-investigador junto con una revisión de

la normativa para mejorar su operatividad.

9- Impulso para la creación de un Instituto para el Desarrollo de Calidad

Universitaria que garantice la continuidad de fuentes de financiamiento de

los planes de mejoramiento académico y fortalecimiento institucional.

Según datos extraídos de la CONEAU (http://www.coneau.gov.ar/) , en la

actualidad, Argentina cuenta con 117 instituciones de educación superior

universitaria: 56 son de gestión estatal y 59 de gestión privada. Existe también una

institución internacional y una sede de universidad extranjera en nuestro país.

Otro dato relevante es que desde el año 2003, ha habido un importante

avance en la creación de Universidades, ya que se crearon 9 Universidades

Nacionales. El proceso de consolidación y perfeccionamiento de las Universidades es

un proyecto a largo plazo que se inicia con la ampliación de los centros de

educación superior, que facilitan la promoción del conocimiento y por

consiguiente, del capital intelectual a lo largo del territorio Nacional.

Las Universidades creadas en el período analizado, se detallan a continuación: Universidad Nacional Arturo Jauretche, creada en el año 2009, con sede en

la localidad de Florencio Varela, Provincia de Buenos Aires.

Universidad Nacional del Oeste, creada en el año 2009, con sede en la

localidad de San Antonio de Padua, Partido de Merlo, Provincia de Buenos

Aires.

Universidad Nacional de Chilecito, creada en el año 2002, con sede en la

localidad de Chilecito, provincia de La Rioja.

Universidad Nacional de Río Negro, creada en el año 2007, con sede en la

ciudad de Viedma, provincia de Río Negro.

Universidad Nacional de Avellaneda, creada en el año 2009, con sede en la

localidad de Avellaneda, provincia de Buenos Aires,

54

Universidad Nacional de Tierra del Fuego e Islas del Atlántico Sur, creada

en el año 2010, con sede en la localidad de Ushuaia, provincia de Tierra del

Fuego.

Universidad Nacional de Moreno, creada en el año 2009, con sede en la

localidad de Moreno, Provincia de Buenos Aires.

Universidad Nacional del Chaco Austral, creada en el año 2007, con sede en

la localidad de Sáenz Peña, provincia de Chaco.

Universidad Nacional de Villa Mercedes, creada en el año 2009, en la

localidad de Villa Mercedes, provincia de San Luis.

Tal y como indica Araya J. (Araya J., 2012: 36); la distribución de las

Universidades ha tenido un carácter marcadamente federal al crearse

universidades en el Sur del país (Provincias de Tierra del Fuego y Rio Negro), en

el Norte (Provincias del Chaco y La Rioja), y el centro (Provincia de San Luis), como

asimismo en el interior de la Provincia de Buenos Aires, tal el caso de la emplazada en

la ciudad de Junín.

Como consecuencia a lo citado de José M. Araya, se vislumbra una política de

ampliación y diversificación del acceso a la educación, a través de la inclusión a la

misma, de Provincias más alejadas que con anterioridad no tenían acceso a

la educación universitaria si no se desplazaban a grandes centros urbanos. Dicho

proceso de ampliación y diversificación del sistema universitario, creció un 25% en

casi una década, representa un factor clave para la expansión y proyección futura del

sistema científico tecnológico argentino, por su estrecha vinculación con los recursos

humanos provenientes de la universidad pública. En este sentido, según datos de la

OCDE, en el año 2001 la tasa bruta universitaria en Argentina, es decir la cantidad de

estudiantes universitarios sobre la población de 18 a 24 años, era del 25 %. Esa tasa

ascendió al 35,2 % en el año 2009 de estudiantes universitarios.

Por otra parte, según datos obtenidos de discursos oficiales del año 2013, la

matrícula universitaria creció un 80% en las Universidades Publicas Nacionales,

siendo en el año 2001 de 1.412.000 estudiantes universitarios y aumentando a

1.808.000 en la actualidad. En lo referente a los egresos profesionales, han

55

aumentado de 65.000 egresados, en el año 2001, a 109.000 egresados en el 2011; 68

% más de egresos.

Por su parte, la Secretaria de Políticas Universitarias, a través de la

Subsecretaria de Gestión y Coordinación de Políticas Universitarias, cuentan con una

serie de Programas, destinados a fomentar y profundizar la Investigación y el

conocimiento en diferentes áreas temáticas. Los programas son los siguientes

(http://portales.educacion.gov.ar/spu/objetivos/):

1- Argentina Investiga:

Periódico digital para la divulgación de proyectos de investigación científica y

académica que se elaboran en las Universidades Nacionales. Este medio de

comunicación busca constituirse en un espacio de divulgación de noticias

científicas, académicas y de extensión de las universidades nacionales argentinas,

así como formar parte de la agenda de los medios masivos de comunicación, con

una mirada opcional que representa el accionar diario de los investigadores,

científicos y de las unidades académicas en su conjunto. También se propone

vincular a cada una de las unidades académicas que conforman el ámbito

universitario con el resto de la comunidad.

2- Programa Nacional de Becas Universitarias:

A - PNBU: El Programa Nacional de Becas Universitarias (PNBU)

promueve la igualdad de oportunidades en el ámbito de la Educación Superior, a

través de la implementación de un sistema de becas que facilite el acceso y/o

permanencia de alumnos de escasos recursos económicos y buen desempeño

académico en los estudios de grado en universidades nacionales o institutos

universitarios.

B - Becas Bicentenario: El Programa Nacional de Becas Bicentenario para

carreras científicas y técnicas otorga becas de estudio a alumnos de bajos recursos

que ingresen al sistema educativo superior en carreras vinculadas a las ciencias

aplicadas, ciencias naturales, ciencias exactas y a las ciencias básicas (carreras de

grado y tecnicaturas universitarias y no universitarias).

C- Programa de Apoyo a Políticas de Bienestar Universitario: Apoyando a las

universidades en su objetivo de lograr las mejores y mayores condiciones de estudio

y permanencia a quienes desean emprender una carrera universitaria, el Programa

56

promueve la articulación en red y la cooperación entre las oficinas de Bienestar o

Asuntos Estudiantiles de las Universidades Nacionales. Para ello, coopera con la

agenda de demandas e iniciativas que surgen de esa red universitaria con apoyo

económico y/o facilitando la vinculación con otras áreas del Gobierno Nacional.

También promueve temas de interés de este Ministerio en la agenda de la red de

bienestar, como por ejemplo: promoción de la salud (nutrición, actividad física y

universidades libres de humo, salud sexual, etc.), discapacidad, turismo, entre

otras.

3- Programa de Calidad Universitaria:

La universidad cumple un rol central en la generación de condiciones que

permitan un desarrollo económico sostenido y de mayor equidad distributiva, y en

el fortalecimiento de las instituciones y valores democráticos. Para ello, resultan

necesarias políticas activas que actúen como complemento de la evaluación de la

calidad e implementación de proyectos de cambio y reforma en el marco de la

función social que cada universidad cumple en su contexto regional. Para responder a

esta demanda, la Secretaría de Políticas Universitarias se propuso diseñar e

implementar una política de calidad para las universidades.

4- Programa de Cooperación Internacional Universitaria

El Programa de Internacionalización de la Educación Superior y

Cooperación Internacional, en el ámbito de la Secretaría de Políticas Universitarias,

coordina todas las acciones relacionadas con la internacionalización de la educación

superior y la cooperación internacional universitaria. Impulsa la inserción de las

instituciones de educación superior argentinas en los procesos de vinculación

internacional, integración, desarrollo local y regional, además de funcionar como área

de vinculación al interior del Ministerio de Educación, aprovechando las posibilidades

que brinda la cooperación internacional para el apoyo y desarrollo de las políticas

universitarias.

5- Consejos Regionales de Planificación de la Educación Superior –

CPRES

El sistema de Educación Superior de Argentina está organizado regionalmente,

a efectos de su planificación y articulación entre el subsistema universitario -de

jurisdicción nacional- y el subsistema de educación superior - instituciones de

57

educación superior no universitaria- en jurisdicción de las provincias y la Ciudad

Autónoma de Buenos Aires. Las regiones son siete y cada una está coordinada por

un Consejo Regional, integrado por los ministros de educación de las provincias

comprendidas en la región y los rectores de las universidades, públicas y privadas. La

Secretaría Ejecutiva apoya y coordina la actividad de estos Consejos.

6- Programa de Incentivos a docentes – investigadores

Programa destinado a la promoción de la investigación en el ámbito

académico, fomentando una mayor dedicación a la actividad universitaria y la

creación de grupos de investigación. El pago del incentivo a los docentes

investigadores categorizados está sujeto al cumplimiento de las tareas docentes y de

investigación que establece la normativa del Programa, avaladas por la autoridad

universitaria correspondiente, así como por el resultado de la evaluación periódica

de las actividades de investigación y de los currículos de los participantes.

7- Programa de Promoción de la Universidad Argentina

Su objetivo es promover las actividades de las universidades argentinas en el

ámbito internacional. Con este fin, fomenta la creación de redes y consorcios con

universidades extranjeras; organiza misiones a otros países para lograr asociaciones y

desarrollo de la investigación, intercambio de estudiantes y profesores, diseño de

desarrollos tecnológicos conjuntos, difusión de las producciones culturales del país y

otras actividades pertinentes que realiza en coordinación con el Ministerio de

Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, y con las eventuales

actividades de promoción de las embajadas nacionales.

8- Programa de Voluntariado Universitario

El Programa se propone desarrollar y fortalecer la vinculación de las

universidades públicas e institutos universitarios nacionales con la comunidad y, a

su vez, incentivar el compromiso social de los estudiantes universitarios, promoviendo

su participación voluntaria en proyectos sociales, orientados a mejorar la calidad de

vida de la población y estimular el desarrollo local. A través de esta práctica

solidaria, los alumnos profundizan su compromiso con la sociedad y, al mismo

tiempo, atraviesan una experiencia de aprendizaje orientada a abordar

profesionalmente problemáticas sociales concretas.

9- Programa de Infraestructura Universitaria

58

Esta área coordina el “Programa de Seguridad” y el “Programa de

Accesibilidad en Universidades Nacionales”, con el objetivo de lograr que los edificios

universitarios se encuentren en condiciones seguras, a efectos de lograr una

evacuación correcta ante una emergencia y sean accesibles a todos sus usuarios,

independientemente de sus condiciones físicas.

En cuanto al financiamiento para los diferentes programas que lleva a

cabo el gobierno a través de la Secretaria de Políticas Universitarias, están a cargo de

la Coordinación General Económico Financiera (http://www.mcye.gov.ar/). En este

sentido, según cifras obtenidas del discurso oficial de la Presidente en 2009

(http://www.promoterritoriales.org.ar ), para esa fecha se llegaron a otorgar 30.000

becas universitarias (Becas Bicentenario). Dichas becas, para el año 2013, se

incrementaron a 47.296.

La evolución en cuanto a la inversión en el sistema educativo Universitario, ha

ido aumentando principalmente en los últimos años, por la importancia estratégica

que le ha asignado el Gobierno Nacional, siendo el mismo el responsable de

establecer la política universitaria y la asignación de recursos económicos, y no los

gobiernos provinciales.

Los recursos financieros destinados a la educación superior, se designan a

través de la ley de presupuesto que sanciona el Congreso Nacional, y se destina a las

Universidades Nacionales (UUNN). El mismo, está compuesto por un crédito global

clasificado por institución y por finalidad y función; y por recursos con asignación

específica para programas de cada universidad. El crédito presupuestario se destina a

Ciencia y Técnica, Educación y Cultura y Salud.

La Asignación Presupuestaria a la Universidades, ha crecido un 372% respecto

del año 2003. Estas cifras incluyen solamente el gasto realizado por el

Ministerio de Educación de la Nación, a través de la Secretaría de Políticas

Universitarias. Estos fondos, se transfieren a las Universidades Nacionales, en base a

criterios objetivos de reparto, establecidos por el Consejo Interuniversitario Nacional4

quienes lo administran en base a su carácter autárquico. Existen otros fondos que se

4 Fuente: Oficina Nacional de Presupuesto. Gastos Devengados de cada Ejercicio correspondientes al Programa 26: “Desarrollo de la Educación Superior”

59

transfieren a las Universidades por fuera del Ministerio de Educación, como es el

caso de obras de infraestructura que se realizan con partidas del Ministerio de

Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios.4 En este sentido, según datos del

discurso oficial emitido por la Presidenta Cristina F. Kirchner, en Septiembre de 2009

(http://www.promoterritoriales.org.ar ), para ese periodo “(se llegó a…)

quintuplicar el presupuesto universitario, financiamiento para la educación pública,

columna vertebral de este proyecto político, la educación pública”. Por otro lado, la

Ley N° 26.422, establece la ejecución de las transferencias realizadas a las

Universidades Nacionales y muestra el monto acumulado de órdenes de pago

emitidas a favor de cada Universidad Nacional.

El logro más importante en materia de financiamiento educativo se concretó

en diciembre de 2005 con la sanción de la Ley Nacional de Financiamiento

Educativo Nº 26.075 que estableció incrementos paulatinos en los fondos destinados

a la educación hasta alcanzar en el año 2010 el 6% del producto bruto interno

(PBI). La normativa acordada entre la Nación y las Provincias, fija la distribución del

gasto educativo consolidado en un 60% para las provincias y 40% para la Nación.

Además determina un índice de recursos coparticipables afectados entre las distintas

provincias. Por otro lado, un año más tarde, en Diciembre del año 2006 se

sancionó la Ley Nacional de Educación Nº 20.206, que reformuló por completo

el sistema educativo. En ella se concibe a la educación y el conocimiento como

un bien público y un derecho personal y social, garantizados por el Estado.

A partir del año 2006, el Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y

Servicios, incluyó una partida especial para realizar obras en instituciones

universitarias, a cargo de la Subsecretaría de Obras Públicas. La ejecución

presupuestaria fue ascendiendo de $45.190.558,16.- en el año 2006 para un total de

16 Universidades, a $ 99.537.334,17.- en el año 2011 con un total de 17 Universidades

asistidas.

Otro de los datos que es importante resaltar, son el aumento de los cargos

docentes. En 2005 existían en todas las Universidades Nacionales 143.804 cargos

docentes, mientras que para el año 2010, los mismos habían ascendido a 179.941.

Uno de los motivos principales de ésta ampliación, fue la regularización de miles

de docentes que se encontraban dictando clases de manera gratuita, como

60

consecuencia del impedimento para que las Universidades Nacionales pudiesen

designar nuevos profesores a raíz de la crisis sufrida en el año 2001. Esta situación se

revierte a partir de 2005, en donde comienzan las acciones tendientes a regularizar

esta situación. De esta manera, se pasó de 74.071 cargos docentes con dedicación

simple en el año 2004 a 102.097 cargos docentes para el año 2010, lo que

implicó un aumento del 37%.

En cuanto a las actividades de Extensión Universitaria, las mismas

responden a actividades conducentes a identificar los problemas y demandas de la

sociedad y su medio, coordinar las correspondientes acciones de transferencia y

reorientar y recrear actividades de docencia e investigación a partir de la

interacción con ese contexto. La interrelación entre ambas, está dada porque la

extensión universitaria cumple un rol de formación continua de la propia comunidad

universitaria en su conjunto total y de profesionales, dirigentes y empresarios; un rol

en la divulgación científica y de la diversidad cultural; un rol en la transformación

social y el desarrollo comunitario y un rol en la transferencia tecnológica, con visión

estratégica del desarrollo. En otras palabras, se define como la presencia e

interacción académica mediante la cual la Universidad aporta a la sociedad -en forma

crítica y creadora- los resultados y logros de su investigación y docencia, y por

medio de la cual, al conocer la realidad nacional, enriquece y redimensiona

toda su actividad académica conjunta.

Siguiendo a Alberto Boveris, “El factor más efectivo para acompañar al

dinamismo de la creación del conocimiento humano contemporáneo y la demanda de

calidad académica es la investigación en sede universitaria. La investigación es una

necesidad que abarca todas las áreas de la enseñanza (…) La adecuada capacitación

de los docentes universitarios se logra mediante cursos de actualización en la

disciplina y la generación de monografías y trabajos de investigación. Las dos

modalidades son necesarias y deben profundizarse en la universidad actual. Hoy

parece adecuado destinar el 7% del presupuesto nacional otorgado a la UBA

para financiar acciones científicas y tecnológicas. Una característica importante

es que las investigaciones aprobadas y financiadas deben ser tributarias del proceso

de desarrollo social. Así, la universidad retorna a la sociedad, mediante la

61

transferencia de tecnología, la riqueza de su conocimiento para el desarrollo social y

económico (…) El conocimiento es la verdadera riqueza de las naciones: La UBA tiene

todo el potencial para volver a ser uno de los elementos diferenciadores del desarrollo

argentino.”

Dentro de los principales conceptos en materia de ciencia y técnica se

destacan las actividades de formación de recursos humanos y promoción científica y

tecnológica desarrolladas por el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y

Técnicas (CONICET), así como las acciones del Ministerio de Ciencia, Tecnología e

Innovación Productiva, en particular las de promoción y financiamiento de

actividades científicas y tecnológicas. Asimismo, resultan significativas las

asignaciones para la investigación aplicada, la innovación y la transferencia de

tecnologías agropecuarias, a cargo del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria

(INTA); las actividades de desarrollo, suministro, aplicación de tecnología y

seguridad y protección ambiental vinculadas a la energía nuclear, llevadas a

cabo por la Comisión Nacional de Energía Atómica (CONEA); y aquellas

relacionadas con la generación de ciclos de información espacial completos, a

cargo de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE). Finalmente, cabe

resaltar las acciones de investigación, ciencia y tecnología que se desarrollan en el

ámbito de las fuerzas armadas, en particular explicado por el sostén logístico

antártico y el desarrollo tecnológico para la defensa, como así también se destacan

los fondos destinados a las acciones en materia de desarrollo y competitividad

industrial del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI); las acciones de

prevención, control e investigación de patologías en salud a cargo de la

Administración Nacional de Laboratorios de Institutos de Salud (ANLIS) “Dr. Carlos G.

Malbrán”, así como las actividades en ciencia y técnica de las universidades

nacionales financiadas desde el Ministerio de Educación.

Los Recursos Humanos dedicados a Investigación y Desarrollo (I+D) también

han sufrido un importante incremento en la última década, siendo el mismo del 59%

(tomando los años del 2001 al 2009). En este sentido, hacia el año 2001el personal

total dedicado a I+D era de 52.243 personas, de las cuales 19.993 eran

Investigadores jornada Completa y 4.459 Becarios. La cifra se incrementa a partir del

año 2003 y hasta el 2009, sufriendo un aumento del 159%, pasando a ser 83.211

62

personas, de las cuales 26.612 y 11.393 corresponden a las categorías antes

indicadas (MINCyT, 2010). Es necesario destacar que el incremento de los

investigadores en formación (Becarios) alcanzó una cifra record en Argentina

contemporánea de un 156%, esto nos indica la priorización en la formación y

capacitación de alto nivel en recursos humanos jóvenes (Araya J., 2012).

Diferentes organismos dedicados a la promoción de la Ciencia y Tecnología,

han implementado en los últimos años diferentes políticos para favorecer a las

actividades científico tecnológico. En este sentido, el Programa de Incentivos,

dependiente de la SPU, promueve la investigación integrada a la docencia en las

universidades nacionales, a fin de contribuir a la excelencia en la formación de los

egresados. El pago del incentivo a los docentes investigadores categorizados está

condicionado por el cumplimiento de las tareas docentes y de investigación que

establece la normativa del Programa, avaladas por la autoridad universitaria

correspondiente así como por el resultado de la evaluación periódica de las

actividades de investigación y de los currículos de los participantes (

http://incentivos-spu.me.gov.ar/i15/index.php).

El programa del PIDI es un instrumento importante a considerar durante el

periodo, ya que busca promover la investigación integrada a la docencia en las UUNN,

con el objetivo de contribuir a la mejor formación académica de los egresados

universitarios.

Por su parte, la Secretaria de Políticas Universitarias, a través de la

Subsecretaría de Gestión y Coordinación de Políticas Universitarias, que depende del

Ministerio de Educación de la Nación, lanzó un plan de Becas para Docentes

Universitarios (PROFITE). Las becas están orientadas a docentes de universidades

nacionales, para la finalización de Tesis de Posgrado. El presupuesto total para la

nueva línea de becas asciende a $1.800.000. En este sentido, el Ministro de

Educación, Alberto Sileoni, destacó que las becas “tienen la tarea de jerarquizar las

plantas docentes”, mejorando sus condiciones de ejercicio.

Otros de los puntos a analizar, son las políticas de acceso a la Ciencia,

Tecnología e Innovación. En este punto, se buscará desarrollar aquellas políticas

tendientes a incrementar y fortalecer el acceso a la Tecnología, por su estrecha

vinculación tanto con las gestiones y políticas universitarias como con la sociedad

63

del conocimiento. Se analizara el periodo 2003-2013, en articulación con las

políticas universitarias, ambas como columnas vertebrales de la Sociedad del

Conocimiento. La transformación del modelo de desarrollo Argentino, fue uno de los

principales desafíos políticos de la gestión gubernamental de la última década, en

donde la capacidad de agregar valor agregado se convirtió en el factor principal de

crecimiento. Ley N 25.467 de Ciencia, Tecnología e Innovación y el Plan Estratégico

Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación “Bicentenario” 2006-2010, se

constituyeron como normativas estratégicas en el ámbito de acceso a la tecnología.

Con esta ley, se busca la reformulación del sistema científico y tecnológico,

estableciendo un marco general para estructurar, impulsar y promover las

actividades de ciencia e innovación, definiendo una política científica y tecnológica

nacional.

La normativa, contempla la estructura del Sistema Nacional de Ciencia,

Tecnología e Innovación (SNCTI) y, como parte de la misma, incluye el conjunto de

organismos, entidades e instituciones del sector publico provincial, que realizan

actividades sustantivas vinculadas al desarrollo científico, tecnológico, innovador, de

vinculación, financiamiento, formación y perfeccionamiento de los Recursos

Humanos (Art,. 4 Cap.1), resaltando, además, la necesaria articulación entre los

distintos organismos y unidades del SNCTI.

Asimismo, según se prevé en el Articulo 5, Capitulo 2, queda como

responsabilidad intransferible del Estado, el establecimiento de prioridades en áreas

estratégicas que sirvan al desarrollo integral del país y de las regiones que lo

componen, así como también el fomento de la radicación de científicos y

tecnológicos en las distintas regiones del país. En este sentido, la Ley incluye a las

Provincias como concurrentes al financiamiento del SNCTI, invitándolas a establecer

niveles presupuestarios similares al Estado Nacional.

En este sentido, es necesario que el Estado lidere la articulación entre

Universidad y Ciencia y Tecnología, con el fin de satisfacer la demanda de

modernización tecnológica de los procesos, que genera un valor diferenciado en

tecnología para la inserción internacional en este nuevo contexto económico y social.

La relación entre el ámbito universitario y en materia científico tecnológica deberían

mostrar una cierta correlación y coherencia, que darían como resultado la

64

implementación de un nuevo escenario político económico, que busca insertarse en la

sociedad del conocimiento.

La creación del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva,

en el año 2007, vislumbra los pasos dados en el sentido de la profundización del

modelo científico-tecnológico. En Argentina, hasta 2007, el área administrativa

dedicada a la ciencia y la tecnología estuvo incluida dentro del Ministerio de

Educación, con la jerarquía de una secretaría ministerial, del que a su vez depende el

Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET). Entre 1999 y

2001 funcionó una Secretaría de Estado, con rango de ministerio, llamada Secretaría

para la Ciencia, la Tecnología y la Innovación Productiva. Finalmente, en el año 2007,

la presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunció la creación del Ministerio de

Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, que desde su creación y hasta la

actualidad es dirigido por el Dr. José Lino Barañao.

Según palabras del Ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de

la Nación, Dr. Lino Barañao, “El Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación

Productiva fue creado con el fin de incorporar la ciencia y la tecnología al servicio del

desarrollo económico y social del país. Este objetivo ha exigido una serie de

innovaciones con respecto a la estructura organizacional y los instrumentos de

financiamiento de forma tal de poder implementar políticas a través de acciones

deliberadas. Respecto de la postura de financiamiento ecléctico que caracterizó a la

ciencia argentina durante muchísimos años, esto significó un cambio importante,

porque a partir de la creación del Ministerio al financiamiento de todas las disciplinas

se sumaron acciones tendientes a diversificar la matriz productiva del país y solucionar

los problemas sociales” (http://www.mincyt.gob.ar/ministerio-presentacion).

Las líneas centrales del MINCyT son promover el crecimiento del Sistema

Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación a través del aumento de los salarios de

investigadores y la provisión de infraestructura. Otro de los principales desafíos del

mismo, es incrementar las acciones tendientes a vincular los sistemas académico

y productivo para generar consorcios público – privados y buscar soluciones a la

brecha de las grandes ciudades y el interior del país a través de líneas de

financiamiento del Consejo Federal de Ciencia y Tecnología (COFECYT).

65

En cuanto al financiamiento, se realiza a través del Plan Nacional de

Ciencia, Tecnología e Innovación: Argentina Innovadora 2020, que contó para su

conformación con la participación de los distintos actores involucrados a través de

una metodología de trabajo de carácter participativa. El objetivo del Plan es poder

dar continuidad al crecimiento y la consolidación de estas áreas consideradas

puntales estratégicos del desarrollo nacional, basadas en la tecnología

principalmente. Entre sus principales objetivos, se encuentran el fortalecimiento del

Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, para poder seguir

formando recursos humanos de alta calidad, aumentar los conocimientos disponibles

y despertar vocaciones científicas en los niños y jóvenes a fin de proyectar un futuro

en el que el conocimiento sea un factor central de la inclusión y el crecimiento

económico del país. Otro de sus objetivos es impulsar el desarrollo de la cultura

emprendedora y la innovación, a fin de generar bienes y servicios de alto valor

agregado, que sirvan para aumentar la competitividad a las empresas y dar respuesta

a problemáticas sociales. (http://www.mincyt.gob.ar/publicaciones#anc_8063)

El objetivo final es lograr un mejor posicionamiento del país en un

escenario mundial cada vez más exigente de capacidades relacionadas al

conocimiento, la ciencia y la tecnología, y para responder a una demanda sofisticada

en bienes y servicios, que incluyen desde la industria alimentaria hasta áreas de punta

como los desarrollos en biotecnología, nuevos materiales y tecnologías de la

información y las comunicaciones, para citar algunos ejemplos.

Por otro lado, las políticas del Ministerio, tienen como objetivo alinearse a las

del Plan Argentina Innovadora 2020, con el fin de ayudar al cumplimiento de los

objetivos a largo plazo. Entre sus principales políticas a corto y mediano plazo, están

las siguientes:

1- Innovación tecnológica e inclusiva

El Ministerio de Ciencia concibe las políticas de innovación no solo como

instrumento para favorecer la competitividad empresarial sino también como

herramienta para definir las directrices para que el Sistema Nacional de Ciencia,

Tecnología e Innovación (SNCTI) provea soluciones a los problemas sociales

prioritarios del país, con el objetivo de promover un marco institucional apropiado y

66

profundizar el ambiente de incentivos existentes, para crear un entorno propicio que

motive a empresas y emprendedores a generar cada vez más innovaciones.

2- Articulación del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (SNCTI)

El Ministerio de Ciencia asume funciones efectivas de coordinación entre los

organismos del SNCTI, optimizando el empleo de los recursos existentes con una

mayor eficacia entre los programas y proyectos de las instituciones. Como parte de

una política de articulación activa, resulta necesario incentivar la cooperación entre

los distintos actores del SNCTI y promover la estructuración en forma de red,

posibilitando el funcionamiento interactivo, coordinado y flexible.

3- Ciencia y tecnología en el mundo

Las relaciones internacionales son un instrumento fundamental para

fortalecer las capacidades nacionales científico-tecnológicas, de investigación y

desarrollo (I+D), y generar procesos de cooperación que contribuyan al crecimiento

económico y social de los países.

4- Fortalecimiento del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (SNCTI)

En este sentido, resulta fundamental brindar facilidades que permitan mejorar

la infraestructura y el equipamiento de los organismos integrantes del SNCTI.

Además, debe fomentar oportunidades para la vinculación con investigadores

argentinos residentes en el exterior, generar acciones destinadas a promover la

permanencia de los investigadores en el país y facilitar el retorno de aquellos

interesados en desarrollar sus actividades científicas en Argentina.

5- Federalización

Es necesario identificar las demandas vinculadas a problemas sociales y

productivos concretos en cada punto del país, para aportar soluciones a partir

de la generación y transferencia del conocimiento desde los centros regionales más

desarrollados hacia los periféricos. El Ministerio de Ciencia debe coordinar acciones

que den respuesta a necesidades propias de cada provincia, para disminuir la brecha

tecnológica y promover la vinculación entre el sector de investigación provincial y el

sector productivo.

6- Divulgación de la ciencia y la tecnología

67

El rol que ocupan la ciencia y la tecnología en el avance de la sociedad

requiere un esfuerzo constante de divulgación. Esta tarea permite acercar a la

población los conocimientos producidos por el quehacer científico-tecnológico y sus

aplicaciones. El Ministerio de Ciencia debe instalar el valor de la cultura científica

como camino para el desarrollo social. Es fundamental, en ese sentido, colaborar

en la formación de la ciudadanía, incentivando la participación y la apropiación

social del conocimiento.

Tanto las políticas a mediano y largo plazo del Ministerio de Ciencia y

Tecnología, como las acciones a llevar por el Plan Argentina Innovadora 2020,

responden a un determinado modelo basado en el conocimiento y la tecnología, a

donde apunta el crecimiento desde hace una década a partir de la ciencia, la

tecnología y la innovación productiva al desarrollo económico, social y cultural de la

nación y mejorar la competitividad de la Argentina en el contexto internacional que se

viene analizando. Asimismo, es importante destacar que en Latinoamérica, Argentina

es el único país que cuenta con un Ministerio que contempla la Innovación Productiva

asociada a la ciencia y la tecnología.

El Plan diseñado con la creación del MINCyT, constituye el punto de partida de

una política de Estado a largo plazo, con énfasis en construir un verdadero Sistema

Nacional de Ciencia y Tecnología, proponiendo no solo una recomposición a través de

la asignación de un mayor porcentaje del PBI, sino también una mejor distribución de

los recursos a escala regional; sentando las bases para la investigación científica, el

desarrollo tecnológico, y la formación de investigadores, científicos y tecnólogos, a fin

de fortalecer la generación y el acervo de los conocimientos locales (Bidonde.L, Lopez

M. y Rolandi L, 2012: 198)

Dentro de la coordinación realizada por el MINCYT, es importante resaltar el

papel fundamental que la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica

tiene en este ámbito a partir de los denominados Proyectos Integrados de

Aglomerados Productivos (PI- TEC), ya que constituyen una línea de financiamiento

que permite integrar distintos instrumentos de promoción del Fondo Tecnológico

Argentino (FONTAR) y el Fondo para la Investigación Científica y Tecnológica

(FONCYT) destinados para actividades de investigación, desarrollo e innovación en

las que intervengan grupos de empresas, centros de investigación y formación,

68

vinculados a las concentraciones territoriales de empresas con cierta

especialización productiva en una cadena de valor común o Aglomerado Productivo

(AP). (http://www.agencia.mincyt.gob.ar/frontend/agencia/instrumento/12)

Consideraciones finales:

Del análisis del presente trabajo, se puede afirmar que la inminente

llegada de la “sociedad del conocimiento” se apoya sobre aquellos sectores

económicos que han incorporado a sus procesos innovaciones tecnológicas

provenientes del desarrollo de conocimiento. En la actualidad, el capital

intelectual, el conocimiento y la tecnología, aparecen como los nuevos

factores que producen ventaja competitiva en los países.

En este contexto, aparece el fundamental rol Estado, la Universidad y

las Políticas Públicas como pilares donde se sustenta este nuevo tipo de

sociedad, ya que genera y gestiona el conocimiento a través de la investigación y

provee de nuevos servicios de valor añadido a empresas y agentes sociales.

Asimismo, la investigación y el desarrollo (I+D) han pasado de ser objetivos

académicos a ser recursos estratégicos y competitivos y es por esto que su

reconocimiento y valor social se traducen en la inclusión de la Universidad a

una proyección económica y social.

Como resultado, se puede afirmar que Argentina, ha hecho sus

esfuerzos durante la última década, para alcanzar los niveles de competitividad en

materia de capital intelectual. Los resultados alcanzados por los equipos de

investigadores son producto de las Universidades, que actúan como motor de

cambio y se constituyen como agentes centrales en los procesos de

modernización social y desarrollo económico.

La Universidad pública se configura como uno de los actores principales,

dinamizando los procesos de aprendizaje, modernización y desarrollo económico

en un contexto transparente, sostenible y coherente con los intereses de la

sociedad. Las acciones de vinculación deben ser una estrategia colectiva,

69

liderada institucionalmente, capaz de desarrollar la estructura de servicios y

gestión que esos procesos requieren. Hay que valorar la investigación como

generadora de intangibles mediante la regulación institucional, con estrategias

claras y responsables.

Se puede afirmar que las políticas del Estado en la década analizada,

2003- 2013, han tenido una fuerte impronta para mejorar el acceso a la educación

superior, fomentando el acceso a través de la creación de nuevas universidades,

nuevas carreras de grado y particularmente mediante el acceso a programas

que permitan a la población de bajos recursos, ingresar al sistema educativo a

través de distintas propuestas de Becas Universitarias.

En lo que respecta al acceso a la tecnología, también se visualiza un impulso

político por mejorar dicho acceso. La Agenda Digital da claras muestras de cómo

Argentina, prevé insertarse en materia de acceso a las diferentes tecnologías, para

disminuir de esta forma la brecha digital.

La asignación presupuestaria juega un rol fundamental tanto en lo que

respecta a políticas universitarias como de acceso a la tecnología, y se puede

decir que en ambos casos, se ha incrementado. Dicho incremento responde a la

hipótesis planteada en el presente trabajo, que es la creación y profundización de

la Sociedad del Conocimiento para lograr una mejor inserción y posicionamiento

en el Sistema Internacional.

A modo de conclusión, se puede afirmar que el Estado le ha dado una

importancia estratégica a aquellos activos basados en el conocimiento;

materializándose los mismos a través de la aplicación de la educación, la

tecnología y la innovación. Siendo el eje se los mismos, el Capital Humano, como

un componente clave de valor ya que, en todas sus instancias, es el generador

del conocimiento.

Bibliografía: - AMIDON, D. (2001), “The Intellectual Capital of Nations”. Disponible en

http://www.entovation.com/whatsnew/ic-nations.htm

- ARAYA J.M. y PIÑERO F.J. compiladores, (2012) “Ciencia y Tecnología en la

70

Argentina Contemporánea, Dimensiones para su análisis”, Grafikart, Tandil.

- CASTELLS, M (1995), “La ciudad informacional. Tecnologías de la información,

eestructuración económica y el proceso urbano –regional”, Ed.

Alianza, Madrid.

- GORE E. (2004), “La Educación En La Empresa”, Ed. Granica, Barcelona.

- STEWART, T. (1998), “La Nueva Riqueza de las Organizaciones: Capital

Intelectual”, Ed. Granica, Barcelona.

- SCOTT P. (2011), “El rol cambiante de la Universidad en la producción de nuevo

conocimiento”, en

http://sociologiadelauniversidad.files.wordpress.com/2011/09/scotte.

pdf

- PUGLIESSE J. (2003), “Políticas de Estado para la Universidad Argentina”, en

http://www.frcu.utn.edu.ar/archivos/institucional/planEstrategico/

Pugliese- Politicas_de_estado_para_la_universidad_argentina.pdf

Sitios Web consultados:

- http://www.cepal.org/ddpe/publicaciones/xml/5/41725/LCG2464.pdf,

- http://www.entovation.com/whatsnew/ic-nations.htm

- www.cordis.lu/innovation-policy/studies/published.htm - http://umie.flacso.edu.mx/index.php/indice-seminario/kam-knowledge- assessment-methodology - http://informacionpresupuestaria.siu.edu.ar/DocumentosSPU/publicas/SPU_politicas_de_estado.pdf

- http://portales.educacion.gov.ar/spu/objetivos/

- http://www.coneau.gov.ar/

- http://www.eclac.org/ddpe/publicaciones/xml/5/41725/LCG2464.pdf

- http://www.ffyb.uba.ar

- http://www.itu.int/wsis/index-es.html

- http://www.mcye.gov.ar/

- http://www.promoterritoriales.org.ar

- http://incentivos-spu.me.gov.ar/i15/index.php

- http://www.agencia.mincyt.gob.ar/frontend/agencia/instrumento/12

71

Educação profissionalizante, Trabalho e Memória: a escolarização como mecanismo de disseminação ideológica.

Sebastião Cesar Meirelles Sant’Anna5

RESUMO A educação brasileira de modo geral sempre manteve um caráter dualista. Iniciada no

período colonial pela Companhia dos Jesuítas, durante séculos o modelo de educação

esteve centrado na memorização, com caráter confessional. As mudanças que

ocorreram no país a partir da década de 30, destacando-se dentre elas a chamada

Revolução e o crescimento e afirmação do modelo industrial capitalista, podem ser

entendidas como as principais causas para o início de uma mudança do quadro

educacional que se mantinha até então. Com a necessidade de formar uma população

para sua inserção e melhor desempenho no mercado do trabalho, num quadro onde

grande parte dessa em idade produtiva era analfabeta, a educação começa a ser

pensada em vieses diferentes, entre eles fortalecendo-se o pensamento acerca da

educação profissionalizante. O presente trabalho visa discutir os mecanismos

utilizados pela educação no sentido de formação de um discurso que preconiza o

sujeito trabalhador e seu respectivo papel na edificação nacionalista e crescimento

econômico e social do país. A imagem do sujeito trabalhador permeará a construção

das normas sociais, engendrando um quadro que se manifesta em uma memória

social. Assim, a inserção no mercado de trabalho, teve sua construção numa memória

coletiva, levando o sujeito a procurar a escolarização com vistas à sua preparação e

qualificação numa tentativa de ascensão social. Discutimos aqui a educação como

preparadora de mão-de-obra para o mercado e suas respectivas diferenças enquanto

formação de classes, de maneira análoga, procuramos também discutir como a

educação formal tem contribuído para a efetivação dos valores e normas sociais, numa

concepção ideológica burguesa que visa a manutenção do status quo.

PALAVRAS-CHAVE: Educação Profissional, Educação, Trabalho, Memória.

5 Universidade Federal do Estado do Rio de Janeiro - Departamento de Pós-Graduação em Memória Social - Avenida Pasteur, nº 458, Urca, Rio de Janeiro, Brasil.

72

RESUMEN

La educación brasileña en general ha mantenido siempre un carácter dualista. Iniciado

durante el período colonial por la compañía de los jesuitas, durante siglos que el

modelo de educación se ha centrado en la memorización, con carácter confesional. Los

cambios que han ocurrido en el país de los años 30 finales, en particular entre ellos la

llamada revolución y crecimiento y la afirmación del modelo industrial capitalista,

puede entenderse como las causas principales para el comienzo de un cambio del

marco educativo que permanecía hasta entonces. Con la necesidad de formar una

población para su inserción y un mejor rendimiento en el mercado laboral, en un

contexto donde una gran parte de la población en edad productiva era analfabeta, la

educación comienza a ser pensado en diferentes sesgos, incluyendo fortalecer el

pensamiento acerca de la educación vocacional. El presente trabajo pretende discutir

los mecanismos utilizados para la educación hacia la formación de un discurso que

aboga por el empleado del sujeto y su papel en la construcción de crecimiento

económico y social y nacionalista del país. La imagen del objeto de cumplir las normas

sociales trabajador de construcción, engendrando un marco que se manifiesta en una

memoria social. Así, la inserción en el mercado laboral, tenía su construcción en una

memoria colectiva, llevando el tema para encontrar estudios con miras a su

preparación y cualificación en un intento de ascensión social. Discutimos aquí la

educación como editora de mano de obra para el mercado y sus diferencias, mientras

que la formación de clases, de manera análoga, también discutimos cómo la educación

formal ha contribuido a la implementación de los valores y las normas sociales, una

concepción ideológica burguesa destinadas a mantener el status quo.

Palabras clave: Educación profesional, Educación, Trabajo, Memoria.

INTRODUÇÃO

Entender o objetivo da escola como instituição é um ponto primordial para

entender seu respectivo papel na atualidade. Tendo sido constituída a partir de

afirmações elitistas, a instituição escola se firmou com tal, deixando um legado não só

curricular e no que se refere às metodologias de ensino, como um próprio legado de

73

cultura escolar enquanto instituição que tende a se repetir a posteriori, chegando aos

dias atuais.

Partindo do entendimento que a escola como instituição é criada atendendo

valores aristocráticos e posteriormente burgueses, buscamos em Gramsci o sentido da

ideologia. Apesar de o autor postular que existem vários tipos de ideologia, ele

defende a predominância de duas, entendendo-se tais como uma ideologia dominante

e outra dominada (GRAMSCI, apud SIMONATTO, 2004:47). Entendemos que o sentido

hegemônico da educação está imbricado não só em outras instituições, como os

próprios valores disseminados por essas fazem parte de um contexto de construção

social que visa à perpetuação dos valores burgueses/elitistas em detrimento daquilo

que faz parte de um universo popular. Assim, pelo menos dentro do campo

educacional, se constrói uma escola que valoriza os conceitos científicos,

propedêuticos, e afastados das construções empíricas e das classes populares.

Ferreira (2005:179-180) defende que “a escola sempre foi concebida dentro dum

quadro ideológico definido a partir da cultura compreendida pelas forças dominantes,

sendo que essas, por sua vez, se estruturam a partir de uma tradição, ou seja, duma

cultura legada pelas gerações anteriores”. Dentro desse espectro, a escola é vista

como uma instituição que visa à disseminação dos valores elitistas, estando assim

inserida no que Althusser (1980) chamou de Aparelho Ideológico de Estado, que se

“apresentam ao observador imediato sob a forma de instituições distintas e

especializadas” (ALTHUSSER, 1980:43).

A escola então, enquanto instituição dissemina valores burgueses, dentro de uma

lógica em que se pretende a manutenção desses num mecanismo de dominação sobre

as classes populares; no entanto, com o desenvolvimento do modelo capitalista e a

afirmação da burguesia, houve concomitantemente uma efetiva afirmação do

capital e consequente crescimento do desenvolvimento tecnológico; surgiu então um

novo paradigma onde se faz necessário a mínima instrução das classes populares para

que se pudesse ao mesmo tempo manter uma ideologia dominante sobre essa, assim

como, atender às necessidades do desenvolvimento capitalista.

Com vistas ao novo paradigma que se instaurou, não cabia mais uma educação

prosaica, baseada apenas nas noções rudimentares de leitura e escrita. Aqui se fez

necessário efetivamente que o sujeito pertencente às classes populares, portanto o

74

sujeito que desempenhava o papel do trabalhador, tivesse condições mínimas para

manusear máquinas e demais invenções que surgiram no bojo do desenvolvimento

tecnológico.

Se o quadro observado ainda num período temporal anterior à efetivação do

capitalismo como modelo econômico apontava para as oficinas, onde mestres tinham

o domínio sobre seus aprendizes, no quadro em que o capitalismo se efetivava, esse

modelo se tornou obsoleto. A produção agora ganhava uma nova roupagem, a de

produção em grande escala, resultante de máquinas que surgiam com o advento da

Revolução Industrial.

Percebemos que se num ponto a transição do modelo feudal para o capitalista

assim como o início da primeira fase da Revolução Industrial ocorreu num tempo

considerado longo, de maneira oposta, a partir do surgimento das máquinas mais

rudimentares até que essas atingissem um grau de alta tecnologia houve um avanço

rápido, contínuo e cada vez mais complexo.

Num sentido paradoxal, a educação parece não ter evoluído tanto quanto o

desenvolvimento tecnológico industrial. Se por um lado novas tendências educacionais

surgiram, como o abandono de castigos corporais e a extensão da escola às classes

populares, por outro, metodologias baseadas num caráter de memorização, o próprio

caráter propedêutico do modelo escolar voltado para as elites, regras de

hierarquização, assim como currículos que se distanciam do cotidiano do aluno

permanecem como realidades ainda nos dias atuais.

Levando em consideração a afirmação de Ferreira (op.cit,idem) com relação ao

caráter ideológico da escola que se construiu a partir de uma tradição anterior, temos

em Tarde apud Vargas (2000) o desenvolvimento do conceito de uma imitação de

memória. Tarde, em sua obra intitulada As Leis da Imitação (1921) postula o caráter de

imitação de memória de uma sociedade que precede a outra. Na análise desse

determinado conceito o autor concebe à imitação de memória um caráter onde,

cabem movimentos que se adaptam a um novo espaço temporal e aos novos

contextos sociais. Entendemos assim que uma determinada sociedade ao construir

suas normas e regras, os chamados fatos sociais, imprimem uma marca que será

imitada posteriormente por novos grupos sociais que as adaptarão segundo seus

desenvolvimentos e necessidades específicas.

75

Sendo assim, entendemos que sociedades anteriores à nossa nos deixaram um

legado de construção dos fatos sociais que implicam na sua imitação. Assim, a classe

burguesa, procurou manter uma ideologia que a fizesse permanecer dominante,

utilizando para isso não só um conjunto de discursos, como também implementando

esses discursos nos Aparelhos Ideológicos do Estado, cuja incumbência seria a

disseminação de valores já estabelecidos.

O advento da afirmação do capitalismo como modelo econômico e a ascensão da

classe burguesa nas sociedades contemporâneas levaram a uma reestruturação

educacional, que mesmo de forma muito lenta precisou adaptar-se às novas

necessidades e realidades sociais. A partir de então, a educação profissionalizante

começou a ser pensada num outro sentido. Tomando um caminho efetivamente

diferente a partir do modelo industrial taylorista, que previa uma maior produção, o

sujeito deveria ser preparado para desempenhar um único papel no processo de

produção.

Se nos modelos de oficina, um aluno para ser considerado um mestre deveria

dominar todos os processos da produção, gradualmente essa metodologia vai sendo

substituída por aquela em que o sujeito precise necessariamente dominar parte

específica dessa. A divisão do trabalho sofreu uma grande transformação, a partir da

qual previa-se um grande aumento do lucro. Ao mesmo tempo, o trabalhador ficava

cada vez mais especializado em apenas uma determinada tarefa, afastando-se assim

cada vez mais de sua autonomia e da possibilidade de vir se tornar um produtor. De

maneira análoga, o processo metodológico da educação precisou sofrer alterações,

coadunando com a nova realidade de mercado.

No Brasil as principais modificações no quadro de industrialização começaram a

surgir a partir da década de 30 do século XX. Tais mudanças exigiram uma nova

postura do Estado enquanto políticas trabalhistas, sendo seguidas também pelas

mudanças educacionais.

A era Getulista, transformações no modelo industrial e educacional no Brasil na

década de 30.

Ainda em 1909, sob o governo de Nilo Peçanha, foram criadas as escolas para

aprendizes, cujo objetivo consistia em fazer com que jovens oriundos de classes

76

pobres recebesse uma educação capaz de fazê-lo adquirir hábitos trabalhistas,

afastando-o assim de uma possível situação de ociosidade e marginalidade.

Num momento posterior, especificamente na década de 30, em que o país

atravessava o início do processo de industrialização e grande parte da população ainda

era analfabeta ou possuía escolaridade muito baixa (em 1920 a taxa de alfabetização

de pessoas com 15 anos ou mias ainda era de 35%, SOUZA, 1999), se fazia necessário o

preparo daqueles que deveriam assumir o papel de trabalhadores, contribuindo assim

para o crescimento do país.

A chamada Revolução de 30 tinha como base fundamental o discurso que

pretendia romper com a estrutura até então vigente, no entanto, a própria

nomenclatura Revolução é usada num sentido errôneo. Cavalcanti (2004) aponta para

a diferença entre Revolução e Golpe de Estado, sendo a primeira terminologia aplicada

quando há mudanças estruturais de cunho político e social, enquanto a segunda

terminologia é aplicada quando se manifestam interesses de um grupo minoritário,

sem que haja essas mudanças. Ao contrário da Revolução, o golpe de Estado não é

pensado enquanto grupo social, embora as implicações acerca da mesma acabem

refletindo nesse.

O quadro político que precedia o Golpe de 30 era conhecido como “política do café

com leite”, onde a cada eleição vencia um representante do estado de Minas Gerais ou

São Paulo, se alternado na eleição seguinte. Nas eleições de 1930 o vencedor foi Julio

Prestes, indicado pelo estado de São Paulo. Vargas, aproveitando o assassinato de

seu candidato àvice-presidência se articulou com um grupo de militares e tomou o

poder. Em 1937, Vargas sobre o pretexto de ameaças comunistas ao projeto

integralista instaurou um período ditatorial chamado Estado Novo, que durou até

1945.A ditadura foi apoiada tanto pelo setor industrial como pela classe média urbana

e o motivo para tal apoio baseava-se no crescimento da indústria de base e das

exportações devido ao contexto da segunda guerra mundial. Por outro lado, as classes

médias urbanas apoiavam a ditadura por se sentirem mais seguras mediante as

ameaças do comunismo.

O período do governo Vargas pode ser visto como um período populista, onde o

discurso utilizado pelo governo pretendia fazer com que a sociedade o incorporasse ao

imaginário coletivo. Assim, Getúlio Vargas passou a ser considerado “o pai dos

77

pobres”. Com uma política voltada para o crescimento da indústria, associado às

classes burguesas urbanas e à igreja, o governo Vargas disseminava um discurso

ideológico em que o cidadão deveria contribuir com o país através da sua participação

ativa através do trabalho.

Adotando medidas que certamente beneficiaram o trabalhador, como a

Confederação das Leis Trabalhistas (CLT), Vargas conquistou as classes operárias, no

entanto, por outro lado, sufocou a voz dos sindicatos. Concordamos com Batista e

Lima (2010) no sentido de que havia um discurso de propaganda ideológica,

fortemente embasado no sentido de captação não só de trabalhadores, mas da

simpatia popular, disfarçando assim os movimentos contrários aos sindicatos e

manifestações oposicionistas a essa política; assim a propaganda ideológica burguesa

“buscava cooptar trabalhadores para as ideias de racionalização do trabalho, sob a

alegação de que com isso aumentaria a produção, beneficiando patrões e também

empregados, que teriam melhores salários” (BATISTA& LIMA, 2010).

Nesse mesmo quadro onde o discurso é embasado na ideia de reconstrução

nacional, com forte apelo ao sentido de nação, foram feitas reformas na educação. Em

1931 foi realizada a IV Conferência Nacional de Educação, tendo à frente do recente

Ministério da Educação e Saúde Pública Francisco Campos. Embora o próprio Vargas

tenha participado da Conferência e externado sua preocupação com a ausência de

uma política educacional nacional, propondo ainda aos intelectuais presentes a

elaboração dessa, o que se observou posteriormente foi a ausência do diálogo entre as

partes.

A Reforma Francisco Campos entre outras resoluções regulamentou as profissões

técnicas como contador e comerciante. Organizou ainda o ensino secundário em duas

linhas, uma destinada àqueles que prosseguiriam seus estudos nas áreas sociais e

outra aos que seguiriam as áreas de engenharia e matemática; no entanto, o caráter

elitista do ensino secundário tornava inviável a participação popular nessa etapa de

ensino. Não obstante, ao mesmo tempo em que regulamentava o ensino e as

profissões supracitadas, impedia o acesso ao ensino superior aos educandos oriundos

dessas.

A Constituição de 1934 se aproximou das ideias dos intelectuais que assinaram o

Manifesto dos Pioneiros da Educação, pregando uma educação gratuita, laica,

78

obrigatória e sem distinção de cunho sexual. Porém, o Golpe de Estado de 1937

outorgou uma nova Constituição, que determinava a educação profissional como o

tipo de educação que deveria ser destinada aos pobres.

Ainda dentro desse período governamental, a Reforma Capanema (1942)

reorganizou a educação profissional em quatro categorias específicas: industrial,

comercial, agrícola e curso normal, sob dois segmentos específicos: fundamental e

técnico. Pela reforma, o estudante oriundo do ensino técnico só poderia seguir no

ensino superior dentro da mesma área estudada até então, não havendo assim

possibilidade de migração. Dentro dessa lógica dualista de educação profissional

versus ensino secundário propedêutico, foi criado o Sistema S, com as instituições

SENAI (1942) e SENAC (1943). Essas instituições objetivavam a preparação do

trabalhador com demanda para a indústria e comércio através da iniciativa privada

assim, constituíam um sistema paralelo ao ensino público e regular (BIAGINI, 2001).

As Reformas Francisco Campos e Gustavo Capanema engendraram uma separação

entre as classes elitistas e classes trabalhadoras, havendo a intenção do preparo dos

sujeitos que viessem ocupar uma posição subalterna, enquanto aos oriundos da classe

média burguesa era designada uma educação que corroborava sua posição enquanto

dirigentes. Otranto e Pamplona analisam a educação profissional nesse período

histórico como “pensada e criada para os desprovidos da sorte”, ainda mantendo

esse viés “durante todo o período do estudo, levando-nos à conclusão de que através

dela se perpetuavam as relações sociais de submissão e contensão das classes

trabalhadoras impedindo-a de chegar aos níveis mais altos do ensino.”(OTRANTO &

PAMPLONA,2008 ). Verificamos aqui uma estratégica ideológica de disseminação de um discurso

burguês levando os trabalhadores acreditarem num papel paternalista do Estado

enquanto esse sufocava as vozes dos sindicatos tornando-os submissos ao governo. A

aliança do governo com a Igreja e ações como a estruturação dos cantos orfeônicos

nas escolas ratificava um caráter de construção social baseada nos valores burgueses.

Entendemos que as medidas tomadas pelo governo à época, juntamente com a

participação da igreja e apoio da classe média burguesa contribuíram para a

construção de uma memória coletiva, onde a ideia de que o bom sujeito era o

79

trabalhador, que buscava o seu crescimento pessoal e modificação de estrutura social

dentro das possibilidades que lhes eram oferecidas pelo Estado, ou seja, o trabalho

formal.

Seguindo a lógica da educação profissionalizante como um mecanismo de preparo

dos sujeitos pertencentes às classes populares para o exercício profissional que

corroborasse um processo desenvolvimentista, passamos a analisar uma nova etapa

desse tipo de educação, num recorte temporal onde o lema era “50 anos em 5”, no

governo de Juscelino Kubitschek.

50 anos em 5, Juscelino Kubitschek e o programa desenvolvimentista.

Em linhas gerais, a educação no governo Juscelino Kubitschek (1956-1961) seguiu

modelos da chamada Era Vargas. Tendo como o lema de seu governo “50 anos em 5”,

a elaboração da política de Kubitscheck estava baseada num Plano Nacional de

Desenvolvimento.

Adotando uma política de aceleração do crescimento do país num contexto onde

efetivamente se instaurou o desenvolvimento industrial, a política governista

preconizava a expansão dos serviços básicos como indústria de base, transporte,

energia, o planejamento urbano e rural, a racionalização da agricultura e, por fim a

educação (PADILHA & REIS, 2010). No quadro econômico que se instaurava, a

educação deveria não só preparar o sujeito para o mercado de trabalho como,

concomitantemente, adaptá-lo a uma vida de característica urbana, uma vez que o

Brasil até então mantinha um caráter predominantemente agrário (idem, ibid). Sendo

assim, o ensino profissionalizante encontrava terreno fértil para seu desenvolvimento.

A educação no período foi marcada pela promulgação da Lei nº 3552, de 1959, que

permitia a inclusão de conteúdos de cultura geral nos cursos técnicos com duração de

quatro anos, porém a maior representatividade no campo educacional se deu pela

promulgação da primeira Lei de Diretrizes e Bases da Educação, no ano de 1961

(BIAGINI, op.cit,idem).

Embora a LDB de 1961 tenha aberto espaço para o acesso ao ensino superior

àqueles matriculados nos cursos técnicos, a equivalência entre os cursos de caráter

propedêuticos e profissionalizantes representava efetivamente apenas uma

possibilidade. No espectro social, a necessidade de formar trabalhadores para

80

indústria, comércio, assim como otimizar uma formação agrária levava a um quadro de

priorização dos cursos técnicos para as classes populares. A ratificação de uma

ideologia baseada na disseminação de valores burgueses com a educação associada a

esse papel perdurou até o período vigente, estendendo-se posteriormente para os

governos de regime militar.

No que tange à memória, o que percebemos no período estudado vai ao encontro

do próprio movimento educacional da época, onde apesar de se perceber o

desenvolvimento social a partir de um modelo baseado na industrialização e no

crescimento da população urbana, ainda persistiam valores disseminados por uma

classe média burguesa, associada principalmente à igreja e à ortodoxia cristã.

Os anos que se sucederam ao governo Juscelino Kubitschek foram anos

conturbados, com a tomada do governo e instauração da Ditadura Militar. Houve

também movimentos de grande efervescência cultural, dentre eles o movimento de

contra-cultura, manifestações estudantis e a expansão do movimento feminista. Tais

movimentos representaram fissuras ao paradigma até então estabelecido. Dentro

da perspectiva política, a Ditadura Militar produziu o chamado “milagre econômico”,

onde, mais uma vez as classes populares foram chamadas à contribuição através da

participação no mercado de trabalho formal, fazendo-se necessário para isso uma

educação que preconizasse a formação técnica para as camadas populares, dentro das

necessidades exigidas pelo contexto sócio-econômico-desenvolvimentista vigente.

A Ditadura Militar e a Educação Tecnicista

Se nos períodos anteriores à Ditadura Militar no Brasil (1964-1984) percebemos

lentamente um pequeno avanço no que tange à educação, sua expansão e

democratização a partir da LDB de 1961, durante o período em que os militares

governaram o país, tivemos o arrefecimento de toda essa política. Podemos considerar

que a educação ganhou formas retrógradas, onde o contexto ditatorial inferiu

diretamente nas leis que passaram a regê-la. As Leis de Diretrizes e Bases da Educação

de 1971 mudaram o caráter propedêutico que tínhamos até então da educação,

dando-lhe um contorno mais objetivo. No período, ainda houve perda na qualidade da

educação pública, ploriferação das instituições de educação particular, distanciamento

81

das classes populares do nível superior, assim como um crescente aumento da

educação profissionalizante.

O novo paradigma político no Brasil após o golpe dos militares e ascensão dos

mesmos ao poder modificou substancialmente a sociedade brasileira. Conhecido por

ser um período extremamente violento, onde duras repressões mantinham um estado

de falsa ordem, a Ditadura Militar eliminou quaisquer possibilidades de diálogo

democrático acerca da educação nacional. Ainda nesse período as entidades

estudantis foram duramente reprimidas, o salário dos professores arrochado,

faculdades foram invadidas por forças policiais, cursos foram fechados e disciplinas

que pregavam a moral, a civilidade, os bons costumes, o amor à pátria, dentre elas a

Educação Moral e Cívica e O.S.P.B foram criadas.

Ainda nesse contexto histórico o governo assinou uma série de acordos que previa

a cooperação entre o Ministério da Educação e Cultura e a USAID,United States Agency

for International Development. Os acordos tinham como base a reformulação da

educação brasileira; essa passou a ter modelos americanos, distanciando-se das

necessidades do paradigma nacional. Entre as principais mudanças, o órgão

internacional exigiu o ensino da língua inglesa desde a primeira série do primeiro grau.

O antigo primário e ginásio foram fundidos, passando se a chamar primeiro grau e o

antigo clássico e científico, que fundidos, passaram a se chamar segundo grau. O

ensino superior passou a se chamar terceiro grau. Tivemos ainda a extinção de

disciplinas como Filosofia, Latim e Educação Política com também a redução da carga

horária de História e Geografia.

Com as mudanças, a educação brasileira perdeu 1 ano, passando a 11 anos de

estudos para se concluir o segundo grau. O arrocho transcendeu a questão de tempo

de permanência na escola para a formação em nível de segundo grau. Com a extinção

das disciplinas supracitadas e da diminuição da carga horária das disciplinas de História

e Geografia, pretendia-se desviar a atenção dos estudantes com relação à ditadura,

tornando-os menos críticos.

Outro ponto bem marcante da política educacional da época foi o gradativo

descomprometimento por parte do Estado com a educação. As verbas destinadas a

essa área diminuíram à medida que avançavam a privatização da mesma. Enquanto a

educação pública ia perdendo sua qualidade, avançavam cursos particulares cuja

82

qualidade dependiam de quem os oferecesse. A classe operária que via a possibilidade

de inserção em determinados cursos, ao mesmo tempo sofria com a má qualidade dos

quais que podiam pagar. Numa etapa de educação posterior os cursos em nível de

terceiro grau surgiram com força facilitando a vida de uma classe média que podia

pagar as altas mensalidades dos mesmos.

O contexto econômico muito marcado pelo chamado “milagre econômico” exigia

mais uma vez que houvesse uma mão de obra especializada capaz de ceder sua força

de trabalho ao desenvolvimento pensado pelo Estado, pulularam os cursos técnicos.

Se num período temporal anterior à Ditadura eles já se faziam presente, efetivamente

nesse recorte temporal eles representaram a modalidade de educação ideal ao

regime.

Dentro do espectro da educação profissional o que pode se notar foram cursos

públicos de qualidade bastante contestável. Os cursos profissionalizantes voltados

para a indústria, por exemplo, não dispunham de material apropriado para o setor,

mantendo um caráter muito mais artesanal do que industrial. A brecha deixada por

essa situação levou a um crescimento maior de cursos voltados para o setor terciário,

que por se tratar de um setor comercial, exigia pouco investimento das instituições

escolares. Observamos ainda uma outra dicotomia: enquanto as instituições públicas

eram obrigadas a cumprir as questões legais e burocráticas em sua totalidade, as

particulares nem sempre cumpriam-nas. Houve um sucateamento das instituições

públicas que sem recursos e sem que houvesse uma preparação do corpo docente

para o magistério dentro de um universo tecnicista ofereciam um curso incipiente, que

segundo Filho (1991: 31), eram cursos profissionalizantes, mas não profissionalizavam.

O quadro de “milagre econômico” disseminado pelos militares, além de obstruir

uma visão clara quanto ao endividamento do Brasil no exterior e de sua associação do

país com entidades internacionais, levou a um movimento de êxodo rural e

consequente migração em massa para os grandes centros urbanos. O inchaço nas

cidades gerou, por sua vez, um quadro de desorganização urbana, o crescimento de

favelas e o aumento de uma população pobre e despreparada para o mercado de

trabalho. Os problemas com relação a uma qualificação que permitisse a entrada no

mercado do trabalho se intensificaram. Grande parte dos alunos matriculados na

primeira série do primeiro grau não chegava a seu término. Dados do Anuário

83

estatístico do IBGE (1986, p.275) apontam para essa realidade: o documento mostra

que logo após o término da ditadura, em 1985, dos 6 849 028 alunos matriculados na

primeira série do primeiro grau, apenas 1 406 488 chegavam à oitava.

Buscando a minimização do analfabetismo no país foi criado o Projeto Mobral

(1967), no entanto, ainda na sua primeira fase, que durou até 1971, já eram evidentes

os problemas. Com recursos reduzidos e baseados na metodologia de Paulo Freire, o

projeto não só desconsiderou as diferenças regionais do Brasil, como não levou em

consideração nem o universo, nem as necessidades dos discentes, um dos pilares do

método desenvolvido pelo educador. A partir de 1970 o Mobral sofreu uma

modificação, aproximando mais ainda o projeto de uma disseminação ideológica do

Estado, “seu lançamento mostra a urgência na consecução de seus objetivos políticos e

de impacto sobre a opinião pública” (PAIVA, 1987:297).

O discurso que se inseriu na educação nessa essa época construiu uma imagem de

que para que alguém fosse bem sucedido, necessitava apenas de seu próprio esforço.

Esse pensamento em forma ideológica reforçou uma memória que transferia a

responsabilidade do Estado, cujo papel seria investir em políticas públicas e no

direcionamento da minimização da desigualdade social, para o próprio sujeito. Há uma

mudança no foco da questão onde além da transferência de responsabilidades pela

desigualdade social, busca-se a submissão e contribuição do sujeito no sentido de

ratificar os valores disseminados pelo Estado e demais instituições de Aparelhos

Ideológicos desse, como a escola. O apoio das classes médias burguesas e da igreja

reforçou essa ideologia, deixando legado de memória que se manteve a posteriori.

Junto às práticas de repressão aos movimentos contrários à ditadura, o aparato

militar associado à classe média e à igreja, construiu a imagem de uma sociedade ideal,

com minimização de desigualdades, pautada no bem comum e na solidariedade. O que

ocorreu, no entanto foi a tentativa da alienação da grande massa populacional,

inclusive com mudanças solidificadas na educação.

O caráter pragmático e racionalista educacional no modelo de educação

profissional, como visto, levou a uma interferência negativa na educação brasileira, no

sucateamento da escola pública e no avanço das escolas particulares, inclusive com o

apoio e incentivo a essas por parte do Estado. As alianças feitas com órgãos

internacionais levavam a educação para um caminho de privatização, e os cursos

84

profissionalizantes para populares não preparavam tal classe, que ao término do

segundo grau, continuavam tentando um acesso às universidades.

O engodo do crescimento através do esforço individual levava o sujeito oriundo de

classes populares tentar esse crescimento dentro de um aparato educacional que não

foi pensado para ele; essa estratégia, ao mesmo tempo em que desviava os olhos para

as atrocidades cometidas durante o governo ditatorial, distraia uma grande

concentração de pessoas, fazendo com que essas se mantivessem ocupadas. Tal

quadro, por sua vez, diminuía a pressão oriunda de um grupo que representava uma

mão de obra de reserva desqualificada e sem emprego. Associado a toda essa linha

ideológica cabe ressaltar a linha de pensamento pedagógico vigente à época que

preconizava um discurso de neutralidade científica, racionalidade e eficiência. Nesse

sentido, a educação profissionalizante e tecnicista “tem como elemento principal a

organização racional dos meios, ocupando professor e aluno num aposição secundária,

relegados que são à executores de um processo cujo concepção, planejamento

coordenação e controle ficam a cargo de especialistas” (SAVIANI, 2003:15-16).

O forte caráter reacionário da classe dominante do país fortaleceu um quadro de

distanciamento entre as classes burguesas e dirigentes das populares e subalternas. O

reforço de valores tradicionalmente burgueses e cristãos teve amparo num aparelho

de Estado, cuja violência e repressão representavam o mote para manter um quadro

de suposta tranquilidade. Símbolos de uma cultura nacional que supostamente uniam

a população eram sabiamente aproveitados num movimento de alienação política. A

própria conquista do mundial de futebol, em 1970 pode servir como exemplo disso.

O governo militar, ao mesmo tempo em que reprimia buscava a simpatia das

classes populares e sabia se utilizar estratégias para isso. O saldo desse período

lamentável na história do país foi um distanciamento ainda maior entre classes e uma

piora significativa da educação. Associado a esse quadro foi se instalando lentamente

na memória coletiva um sentimento de unicidade do país, seja através de estratégias

governamentais, seja mesmo através do movimento de oposição que tinham como

substrato a consolidação da união de grupos que se sentiam excluídos na busca da

construção de uma nação democrática.

Valores morais e éticos foram colocados em disputas, prevalecendo duas memórias

anteriores ao período: a de manutenção do status quo através da disseminação de um

85

discurso ideológico, como de uma memória dos movimentos de contra-cultura,

resgatada e transformada pelos movimentos oposicionistas.

No fim do período da Ditadura Militar, governo de João Figueiredo, foi promulgada

a Lei nº 7 044/82, que desobrigava as escolas da educação profissionalizante,

voltando-se assim a uma direção de educação de formação geral. Todavia, as duas

décadas do regime militar deixaram marcas na sociedade brasileira que dificultaram o

amadurecimento do sentido de uma construção social democrática. No que tange à

educação, o que poderá se observar em momentos posteriores é um falta de

identidade quanto ao seu real papel.

Nas décadas que sucederam ao período da Ditadura Militar recrudesceu a

discussão acerca de uma educação de qualidade. Em meio a movimentos que

pretendem uma educação capaz de fomentar o desenvolvimento crítico do aluno e a

sua percepção enquanto sujeito social e subjetivo, observa-se a dicotomia da

desvalorização da educação e do professor, assim como uma associação latente da

educação com o mundo do trabalho, concedendo-lhe assim uma relação direta com a

Teoria do Capital Humano.

Anos Pós-Ditadura

Os anos iniciais que seguiram após o período de Ditadura Militar foram anos de

grande movimentação política e de esperança na construção de um novo contexto

social no país. Após vinte anos de um governo marcado por uma característica

opressora, onde se instaurou censuras e a liberdade foi sendo arrefecida. Nos fins dos

anos década de 70 e inicio da década de 80, o regime foi perdendo força e havendo

um processo de abertura política. Nesse contexto houve inúmeras movimentações da

sociedade civil e entidades estudantis no sentido de término do regime opressor.

Como visto anteriormente, no ano de 1982, no governo militar de João Batista

Figueiredo, já havia sido aprovada lei que permitia a abertura do ensino de segundo

grau, podendo esse ser oferecido na modalidade tecnicista ou propedêutica. Esse

movimento em torno da mudança da educação no Brasil foi seguido por inúmeros

outros, sobretudo após ó término do período do governo militar. Inúmeras reformas

foram feitas na educação e promulgou-se a Lei de Educação de Diretrizes e Bases da

Educação, LDB, em 1996. No entanto, a LDB não deu conta das necessidades

referentes ao quadro educacional brasileiro, sendo seguida de outras reformas. O

86

discurso acerca do papel da educação num sentido crítico e de formação plena

do cidadão ganhou uma dimensão enorme; tanto o meio acadêmico, como demais

instituições educacionais e de pesquisa e autores ligados à área intensificaram a

discussão acerca do caráter reprodutivista da educação.

As mudanças na educação após o período ditatorial, porém, longe de

representarem um consenso que aponte para a real democratização educacional,

ainda são passíveis de muitas críticas pelos estudiosos do assunto, gerando discussões

que indicam que a mesma ainda continua longe de um ideal democrático. A qualidade

ruim nas instituições públicas de ensino médio e fundamental, grande número de

evasão, qualidade de alfabetização discutível e a permanência do caráter dualista da

educação como um todo são alguns dos problemas que permaneceram no quadro

educacional brasileiro.

Dentro do espectro de reforma de educacional, a nova LBD nº 9394/96 seguiu a Lei

nº 7044/82, possibilitando a escolha entre um ensino secundário propedêutico ou

técnico, definindo ainda a educação secundária (nível médio) como última etapa da

Educação Básica.

Segundo o Decreto-lei nº 2208/97, a educação profissionalizante foi estruturada

em três níveis, ficando estabelecida de acordo com a escolaridade precedente do

discente: um nível básico, que não exigia nenhuma escolarização prévia e que

objetivava a qualificação e reprofissionalização do sujeito; um nível técnico, destinados

àqueles egressos no Ensino Médio e um nível tecnólogo, que equivale ao curso

superior nas áreas tecnológicas.

Ainda nas mudanças ocorridas na estruturação da educação profissionalizante, os

alunos que desejassem uma formação técnica deveriam fazê-la concomitantes ao

Ensino Médio propedêutico, com matrículas e currículos diferentes, ou posteriormente

a esse. Cabe ressaltar que a certificação técnica só se daria após a certificação do

Ensino Médio de formação geral.

Esse sistema paralelo da educação profissionalizante retomou um caráter dualista

da educação, onde o profissionalizante fica dissociado da educação propedêutica,

denotando a educação profissional um caráter de complementaridade da educação

geral.Os críticos a esse novo sistema apontam para o fato de que a educação

87

continuou buscando novas formas de adaptação ao mercado, com formas flexíveis de

produção, flexibilizando, assim as formações que se destinam à inserção no mesmo.

O Decreto nº 5154/2004 que regula a Educação Profissional buscou um caminho

onde educação profissional e básica pudessem estar num mesmo currículo. Com essa

visão, o decreto tem como intenção o desenvolvimento de uma formação mais ampla,

atribuindo à escola, o desenvolvimento de educação, cultura, tecnologia e trabalho.

Objetiva-se que o discente tenha teoricamente mecanismos substanciais para

mudanças que o levem a uma formação completa enquanto sujeito.

O mesmo decreto mantém o paradigma dos cursos secundários do nº 2208/97, e a

integração dos dois modelos de educação integrados. Tal possibilidade, coadunado

com uma formação mais completa e abrangente pretende acabar com dualismo do

ensino propedêutico versus ensino técnico.

A possibilidade de integração entre ambas modalidades de ensino aponta o

caminho para aquilo que vem se buscando dentro da área educacional: uma formação

que leve o indivíduo ao raciocínio crítico, com formação de conteúdos que o permita

vislumbrar uma formação em nível superior, ao mesmo tempo em que, em nível de

ensino médio, o capacite para a entrada no mercado de trabalho. Pretende-se que o

discente faça a sua escolha quanto ao caminho que deveria seguir.

A concretização efetiva dessa pretensão ainda é uma realidade distante; o que se

observa ainda nos dias atuais são cursos profissionalizantes de baixo nível

frequentados por estudantes de classes populares em instituições públicas e privadas.

Os cursos mais promissores no que se refere à educação profissional ou são caros, ou,

quando públicos servem a uma classe média que acaba por ingressar nesses devido ao

melhor preparo que possui desde sua formação em nível de Ensino Fundamental. Os

cursos profissionalizantes de baixa qualidade acabam por fazer uma distinção clara

entre a formação propedêutica e a profissional, primando pela segunda.

O caráter profissionalizante também fica bem claro nos cursos mais disputados em

instituições púbicas de alta qualidade, o que ocorre é que nessas instituições apesar de

se primar pela formação profissional, é também oferecida uma educação propedêutica

de boa qualidade; assim, a proposta inicial de uma educação que integre a formação

propedêutica e profissional ficou restrita a um número pequeno de instituições

que abarcam em maior

88

quantidade alunos de uma classe média, marcando uma diferença básica entre esses

cursos e aqueles frequentados por uma classe economicamente menos favorecida.

Em 2007 foi lançado pelo governo federal o Programa Brasil Profissionalizado que

tinha como objetivo “estimular o Ensino Médio integrado à educação profissional,

enfatizando a educação científica e humanística por meio de articulação entre

formação geral e educação profissional” (MEC/SETEC-Documento Básico, 2007).

O referido Programa parece apontar para uma ratificação do desenvolvimento

educacional pensado já no Decreto nº 5154, de 2004, no entanto, críticos e

intelectuais ligados à educação postulam que a educação profissional, sobretudo

quando pensadas para jovens e adultos se dão através de programas focais,

temporários, que acabam por distanciar os sujeitos de um projeto mais integrado não

só enquanto formação no sentido mais amplo, como do próprio mercado de trabalho,

quando pensado nesse com maiores possibilidades de ascensão e mobilidade social.

Dentre o Programa os projetos que mais se destacam são o PROJOVEM,cujo

objetivo é integração do ensino fundamental, qualificação profissional juntamente

com ações comunitárias; o PROEJA, que se destina em oferta a jovens e adultos que

estejam em situação de exclusão do ensino regular, e o Programa Escola Fábrica, uma

associação entre as iniciativas pública e privada, destinado a fornecer formação

profissional inicial a jovens entre 16 e 24 anos que estejam matriculados na Educação

Básica e pertençam a famílias com renda per capita de até 1 salário-mínimo

(CANALLI,2009).

Durante a década de 2000 podemos observar avanços no sentido da

democratização da educação, sobretudo se pensarmos na tentativa de finalização do

caráter dualista da mesma. Nesse sentido, os decretos-leis apresentados nesse

trabalho e que se inserem nesse recorte temporal alargaram o horizonte educacional.

Entretanto, ainda fica bastante nítida a tentativa desenfreada de elevar os níveis de

escolaridade associando-os a programas de profissionalização para jovens de classes

populares, estendendo-se a adultos cujas possibilidades de seguirem seus estudos na

Educação Básica em idade adequada se perderam em meio à necessidade de se

inserirem no mercado de trabalho.

Entendemos que o Programa Brasil Profissionalizado corrobora a ideia de que ainda

falta muito para que tenhamos uma situação educacional democrática; isso porque, se

89

necessitamos ainda desses tipos de programas, é porque ainda temos um grande

número de sujeitos excluídos do processo educacional formal. A tentativa de fazer com

que esses jovens obtenham uma qualificação profissional associada a uma educação

básica, no entanto, deixa a desejar, pois pretende em um tempo muito pequeno

resgatar anos de escolarização que ficaram à margem, ao mesmo em tempo que

procuram através da educação qualificar os jovens e adultos para o mercado de

trabalho de forma bastante incipiente, levando a uma formação profissional de baixa

qualidade e que não garante acesso ao mundo de trabalho de uma forma promissora.

CONSIDERAÇÕES FINAIS

Halbwacks (2006:52) ao estudar as questões relacionadas à memória, postulou que

a mesma se constrói primordialmente através do coletivo. Podemos assim entender a

memória numa rede de construção de valores e disseminação desses, ocorrendo

primordialmente num viés social. A interpretação desses valores também se dá a

partir de uma complexa construção subjetiva do sujeito, mas , indubitavelmente,

aquilo que constrói e a forma pela qual constrói são influenciadas pelo grupo social em

que vive.

As construções sociais são então formas pelas quais um grupo elenca seus valores,

suas regras e suas normas. Dentro desse movimento de construção, não obstante,

podemos notar a influência de determinados grupos sobre outros.

Historicamente, podemos observar em tempos diferentes a influência de

determinadas sociedades sobre outras na tentativa de imprimir seus valores e

exercício de dominação. Nesse movimento podemos notar tanto a tentativa de

aculturamento tanto quanto movimentos contrários, que visam a manutenção da

preservação de uma memória que valorize as construções nativas; assim parece haver

dentro do contexto social uma espécie de luta pela imposição de valores e

consequente constituição de memória social.

Foucault (1989:8-9) ao analisar a questão do discurso afirma que a construção

desse se dá objetivando a afirmação de determinada classe ou grupo, o que ocorre

sempre em detrimento de outro. Num jogo onde não há um pensamento unânime,

também está pressuposto movimentos de resistência e tentativa de oposição a um

discurso construído e disseminado; ocorre, porém, que para além do discurso existem

90

mecanismos que tendem a fortalecer a afirmação de determinadas regras

comportamentais ou conceitos sociais, de maneira que um grupo exerça seu domínio.

Ainda segundo Foucault (2009:167-177) todos nós em determinado momento ou em

determinada situação exercemos o poder. O poder não se constitui em si, mas na

forma como é exercido. As lutas entre classes parecem se estabelecer de maneira que

haja a sobreposição de uma à outra.

Para além da questão do exercício do poder em si, pensamos que na construção do

discurso ou de uma ideologia que fomente o exercício do mesmo. Dessa forma,

encontramos em Althusser (op cit,1980) o conceito de Aparelhos Ideológicos do

Estado, ou seja, instituições como a escola que ao preconizar determinados

comportamentos ou disseminarem determinados valores através do discurso,

reforçam uma ideologia do Estado, corroborando assim a manutenção do status quo.

No Brasil, a educação oficial surgiu com a Companhia dos Jesuítas, cujos pilares

educacionais se firmavam numa educação propedêutica e confessional em sintonia

com as concepções burguesas vigentes.

Com a expulsão dos jesuítas, a educação passou a uma outra instância. A

Companhia dos Jesuítas representava o que havia de educação no Brasil. Com sua

expulsão, abriu-se um caos, pois toda a metodologia de ensino estava baseada nesse

modelo, além de essa ser responsável pela grande maioria das instituições de ensino

na época. Na tentativa de contornar a situação, foram criados aulas régias isoladas e

posteriormente o subsídio literário.

O subsídio consistia em taxas sobre determinados produtos, cuja arrecadação

deveria ser destinada à educação. No entanto, muitos não pagavam comprometendo

todo trabalho educacional, inclusive do pagamento dos professores.

Apenas com a vinda da família real para o Brasil se abriu efetivamente uma

preocupação com relação à educação, sendo criadas instituições como a Academia

Militar, a Escola de Direito e de Medicina e a Biblioteca Real. Mesmo com a criação

dessas instituições, as classes populares estavam muito distantes do processo

educacional.

A educação no país manteve mais ou menos um caráter homogêneo até que

fossem feitas as reformas Beijamim Constant (1890) e Rivadávia Corrêa (1911),

passando ainda pelo Código Epitácio Pessoa (1901). Outras mudanças também

91

puderam ser observadas durante a década de 20, muitas delas com abrangência

estadual, mas, efetivamente, foi o Movimento dos Pioneiros da Educação (1932) que

buscou as mudanças mais representativas.

Assinado por intelectuais da época, o Movimento criticava o caráter confessional

da educação, o dualismo dessa, assim como a falta de escolas públicas, laicas e

igualitária para todos. Seja como for, a memória que se instaurou num coletivo

educacional se manteve. Grosso modo, uma metodologia educacional que privilegia a

memorização, avaliações pontuais e uma espécie de hierarquia que se constrói muitas

vezes de maneira arbitrária constitui ações que perduram nos dias atuais, podendo, ao

nosso ver, ser entendidas como um legado de memória construído ao longo da história

educacional do país.

Se percebemos o caráter elitista da educação, percebemos também que, com o fim

do modelo feudal e avanço do modelo capitalista, novas formas de produção foram

surgindo. Tais mudanças se refletiram também em novos arranjos sociais, ditando

novas necessidades de mudanças para a manutenção e expansão desse novo modelo

econômico. Se até então a educação era vista para poucos, no novo quadro que se

engendrou, se fez mister um conhecimento, mesmo que incipiente, que permitisse

classes operárias, subalternas e populares acompanhar as novas mudanças. Nesse

contexto, educar as classes populares para a afirmação e desenvolvimento do modelo

capitalista representava uma necessidade cada vez mais urgente. Assim, a educação

começou a se estender às classes menos favorecidas, porém num contexto totalmente

diferente da educação oferecida às classes dominantes, abrindo-se um modelo

dualista de educação.

A educação voltada para as classes populares deveria ser uma educação objetiva,

que preparasse o sujeito de forma a exercerem funções rudimentares dentro de um

modelo capitalista que se instaurava.

O crescente avanço do capitalismo e consequente avanço tecnológico passaram a

inferir na construção e reconstrução de valores sociais, modificando memórias pré-

estabelecidas, num movimento em que essa restauração de memória se desse de

forma onde o sentido de unicidade do grupo fosse se arrefecendo. Outras formas de

pertencimento foram sendo construídas onde valores foram substituídos.

92

Ter formação, ter diploma, ter bens, ter objetos, ... nesse novo paradigma é de

certa forma pertencer a determinado grupo, ao mesmo tempo que essa forma de

pertencimento é construída também como o posicionamento quanto a valores morais

e éticos disseminados através do discurso.

Na evolução do capitalismo,onde ter é pertencer, o movimento que se faz no

sentido de manutenção e expansão do mesmo perpassa pela questão educacional. Ao

mesmo tempo em que se faz necessário formar sujeitos para o mercado de trabalho

esses passam também a encarar a educação como forma de ascensão social.

A educação, no entanto, com seu caráter dualista, não foi capaz de minimizar as

diferenças sociais, antes marcaram bem o papel do sujeito dentro de um espectro

social. A formação escolar de um sujeito, de certa forma diz quem o é.

A questão educacional não pode ser vista como uma panacéia, e nem a situação

atual de uma população excluída pode ser entendida apenas pelo viés educacional.

Essa situação aparece como reflexo não só de educação elitista, como também da

falta de uma política em nível de desenvolvimento social que busque efetivamente a

inclusão e minimização das diferenças entre classes. Não basta criar decretos,

programas e projetos que visam recuperar um tempo perdido, se faz necessário

encarar a situação de desigualdade social como um grande problema que precisa ser

resolvido por ações que transcendem a educação.

A postura do Estado foi de atribuir à educação um papel de salvadora, levando a

população acreditar que a mesma por si só é suficiente para melhoras no que

tange ao desenvolvimento. Pensamos ser necessária a construção de uma política que

englobe outros aspectos sociais, como acesso mecanismos culturais, à educação

crítica, à formação profissional e científica, a distribuição de renda através de

programas que não tenham caráter paternalista entre outras.

Não descartamos a importância de ações que sejam pontuais no sentido de

acelerar o processo de melhora de condição de vida dos sujeitos, o que certamente

deve perpassar a educação, no entanto, essas ações pontuais não podem se encerrar

em si, assim como não devem ser estendidas ad aeternum. No que se refere à

educação, a melhora das condições do ensino em níveis fundamental e médio. A

reformulação do ensino de base, com incentivo social aos discentes inseridos no

mesmo, assim como a melhora da qualidade de ensino, representam ações que

93

minimizarão a necessidade de uma correção a posteriori. Além disso, uma formação de

base de boa qualidade representa anos de investimento nos sujeitos ao contrário dos

programas e cursos de caráter emergencial e pontual. Lamentavelmente, as ações

educacionais baseadas no resgate daqueles que por razões diversas ficaram à margem

do processo educacional regular representam ainda uma forma escamoteada de

divisão de classes, uma vez que, ao proporcionarem uma educação de má qualidade

ao seu público-alvo ratificam a consolidação de uma ideologia burguesa, onde os

oriundos de uma classe economicamente superior devem ter uma educação que os

mantenham numa posição de liderança em detrimento dos oriundos de uma classe

economicamente inferior, cuja educação de má qualidade contribui não só para a

manutenção de suas posições inferiores, como também para um estado de alienação.

REFERÊNCIAS

ALTHUSSER, Louis. Ideologia e Aparelhos Ideológicos de Estado. Lisboa : Presença, 1980. BATISTA, Eraldo Leme; LIMA, Marcos Roberto. Trabalho, educação e hegemonia nos anos 1930 e 1940 no Brasil: análise a partir do IDORT. Revista HISTEDBR on line, nº especial,p.114-130,Ago.2010. Disponível em: http:// www.histedbr.fae.unicamp/br/revista/edicoes/38e/art08_38e.pdf. > Acesso em: 29 Abr.2014. BIAGINI,Jussara. Revisitando Momentos da História do Ensino Técnico. IN: IV Congresso de Ciências Humanas, Letras e Artes, 2001. Ouro Preto. Anais do IV Congresso de Ciências Humanas,Letras e Artes. Ouro Preto, UFOP,2001. BRASIL. 1959 . Lei nº 3552 de 16 de Fevereiro de 1959. Presidência da República, Casa Civil, Subchefia de Assuntos jurídicos. Disponível em: http://www.planalto.gov.br/ccivil_03/leis/L3552.htm. > Acesso em : 04 Mai. 2014. ______. 1961. Lei nº 4024 de 20 de Dezembro de 1961. Presidência da República, Casa Civil, Subchefia de Assuntos Jurídicos. Disponível em: http://www2.camara.leg.br/legin/fed/lei/1960-1969/lei-4024-20-dezembro-1961-353722-norma-pl.html > Acesso em : 04 Mai. 2014. ______. 1971. Lei nº 5692 de 11 de Agosto de 1971. Presidência da República, Casa Civil, Subchefia de Assuntos jurídicos. Disponível em: http://www.pedagogiaemfoco.pro.br/l5692_71.htm > Acesso em : 04 Mai. 2014.

94

______.1982. Lei nº 7044 de 11 de Outubro de 1982. Presidência da República, Casa Civil, Subchefia de Assuntos jurídicos. Disponível em: http://www.planalto.gov.br/ccivil_03/leis/L7044.htm > Acesso em : 06 Mai. 2014. ______. 1986. Instituto Brasileiro de Geografia e Estatística. IBGE. Anuário Estatístico. Brasília, 1986. Disponível em: http:// biblioteca.ibge.gov. Br/d _detalhes.php?id=720. > Acesso em : 05 Mai. 2014. ______. 1996. Lei nº 9394 de 20 de Dezembro de 1996. Presidência da República, Casa Civil, Subchefia de Assuntos jurídicos. Disponível em: http://portal.mec.gov.br/seed/arquivos/pdf/tvescola/leis/lein9394.pdf> Acesso em : 21 Jun.. 2013. ______. 1997. Decreto-lei nº 2208 de 11 de Abril de 1997. Presidência da República, Casa Civil, Subchefia de Assuntos jurídicos. Disponível em: http://portal.mec.gov.br/seesp/arquivos/pdf/dec2208.pdf > Acesso em : 02 Abr. 2014. ______. 2004. Decreto-lei nº 5154 de 23 de Julho de 2004. Presidência da República, Casa Civil, Subchefia de Assuntos jurídicos. Disponível em: http://www.planalto.gov.br/ccivil_03/_ato2004-2006/2004/decreto/d5154.htm > Acesso em: 25 Abr. 2014. ______. 2007. Ministério da Educação Profissional e Tecnológica. Educação Profissional Técnica de Nível Médio integrada ao Ensino Médio; Documento Base. Brasília, 2007. Disponível em: http://portal.mec.gov.br/setec/arquivos/pdf/documento_base.pdf.> Acesso em: 10 de Mai. 2014. CANALI, Heloisa Helena Barbosa. A Trajetória da Educação profissional no Brasil e os desafios da construção de um Ensino Médio integrado. IN: V Simpósio sobre Trabalho e Educação. Belo Horizonte, 2009. Anais do V Simpósio sobre Trabalho e Educação. Belo Horizonte, UFMG, 2009. CAVALCANTI,Eduardo Porto Carreiro Coelho. Revolução e Golpe de Estado: análise e distinção dos conceitos.2004. Disponível em: http:// www.migalhas.com.br/ de Peso/ 16,MI5003,51045-Revolucao+e+golpe+de+Estado+analise+e+destincao+dos+conceitos. > Acesso em: 01. Mai.2014 FERREIRA, Antonio Gomes. A difusão da escola burguesa e a afirmação da sociedade burguês. Revista Brasileira de História e educação, n° 9. Jan/jun,2005. FILHO, Arnaldo Fazoli. Educação no Japão. São Paulo: Letras & Letras, 1991. FOUCAULT, Michel. Microfísica do Poder. 27ª ed. São Paulo : Graal, 2009. ______. A Ordem do Discurso. 5ª ed. São Paulo. Edições Loyola, 1999.

95

HALBWACKS, Maurice. A Memória Coletiva. São Paulo: Centauro,2006. OTRANTO, Célia Regina; PAMPLONA, Ronaldo Mendes. Educação Profissional do Brasil Império à Reforma Capanema. : Dicotomia na Educação e na Sociedade Brasileira. 2008. Disponível em: http:// www.sbhe.org.br/novo/congressos/cbhe5/pdf/873.pdf.> Acesso em: 25 Abr.2014. PADILHA,Caio A. Toledo; REIS,Ana Carolina Godinho dos. Educar para o trabalho: um breve estudo sobre o ensino profissionalizante na Era Vargas (1930-1945) e no governo JK (1956-1961). In: VII Seminário do Trabalho: Trabalho, Educação e sociabilidade. Marília, São Paulo. Anais do VII Seminário do Trabalho: Trabalho, Educação e sociabilidade. Marília, São Paulo, 2010. PAIVA, Vanilda Pereira. Educação Popular e Educação de Adultos. Petrópolis: Vozes,1987. SAVIANI, Dermeval. Escola e Democracia: teorias da educação, curvatura da vara. Campinas: Autores Associados,2003. SIMONATTO, Ivete. Gramsci: Sua Teoria, incidência no Brasil, influência no Serviço Social. 3ª ed. São Paulo: Cortez Editora,2004. SOUZA, Marcelo Medeiros Coelho de. O analfabetismo no Brasil sob o enfoque demográfico. Caderno de Pesquisa, n° 107,p.169 -186, Jul. 1999. TARDE, Gabriel. Les Lois de L’Imitation. Paris, F. Alcan, 1921. VARGAS, Eduardo Vianna. Antes Tarde do que Nunca: Gabriel Tarde e a emergência das Ciências Sócias. Rio de Janeiro: Contra Capa Livraria, 2000.

96

Análisis comparativo: Desigualdad Educativa desde los aportes de

Guillermina Tiramonti y Carina Kaplan.

Una aproximación a la lectura del campo de la Sociología de la Educación

Patricio Lafuente6 y Marcela Leivas7

1. Presentación

Este trabajo es un avance de la indagación bibliográfica que venimos realizando

a los fines de presentar el estado del arte de nuestros trabajos de investigación como

aspirantes a títulos de grado y posgrado. Dichos trabajos intentan ser un aporte al

campo de la Sociología de la Educación, posicionados desde los enfoques críticos

buscamos conocer: por un lado, cómo se manifiesta el fenómeno de la desigualdad

educativa en las escuelas secundarias de Tandil y, por otro, cómo se está abordando

dicho fenómeno dentro del campo disciplinar.

En esta oportunidad, haremos una lectura comparada de dos obras, a nuestro

entender, fundamentales para conocer los abordajes que se vienen realizando dentro

del campo de la Sociología de la Educación sobre la desigualdad educativa (DE). Las

obras aludidas son: “Talentos, dones e inteligencias. El fracaso escolar no es un

destino” de Carina Viviana Kaplan, publicada en 2008 por Editorial Colihue. Y “La trama

de la desigualdad educativa. Mutaciones recientes de la escuela media” de Guillermina

Tiramonti (Comp.) publicado en 2004 por FLACSO / Manantial.

Hemos establecido, a los fines de la comparación, una serie de categorías para

la indagación. Los mismos aparecerán explicitados en diferentes subtítulos de este

trabajo.

Finalmente presentamos a modo de conclusión una serie de interrogantes que

surgen de esta comparación, los cuales nos permitirán en trabajos posteriores seguir

avanzando en la caracterización de la lucha que disputan los grupos académicos

dentro del campo.

6 FCH-UNICEN 7 UNLP

97

2. Corpus y metodología

La Sociología de la Educación está constituida por numerosos enfoques que

tienen en común intentar explicar la realidad socioeducativa, y que:

(…) se diferencian por las formas en que conciben al hombre, a la

sociedad y a la relación entre ambos; por los diferentes conceptos que,

respecto de estos objetos científicos, se articulan en las teorías que

integran cada enfoque; en fin, porque cada uno conforma un modelo

diferente de concepción, conocimiento e intervención sobre la realidad

social. (Roovers, s/f: 1)

Entendemos que los diferentes enfoques representan “puntos de vista”, por su

propia naturaleza son siempre “vista desde un punto”: puntos de vista adquiridos

según la posición que se ocupa en la estructura social, de allí su carácter parcial (Ibíd.).

La Sociología de la Educación crítica entiende que los sistemas educativos, el

aula, el conocimiento, las prácticas institucionales (según el objeto de estudio que el

enfoque considere) son la expresión de la lucha que diferentes grupos sociales (desde

partidos políticos, grupos empresarios, iglesias, sindicatos, hasta organizaciones

sociales) han dado por la hegemonía en la construcción de una concepción del mundo,

de un consenso ético, de una dirección intelectual y moral. En este sentido explica

Gramsci:

El logro de la unidad cultural y social sobre la base de una común y

general concepción del mundo (…) no puede limitarse a las relaciones

específicamente “escolares” (…) Esta relación se da en toda la sociedad

en su totalidad y en cada individuo respecto de los demás. Toda relación

de hegemonía es necesariamente un “rapport” pedagógico. (Gramsci,

1981: 45-46)

Hoy la disputa sigue vigente y configura la realidad socioeducativa del país. Nos

interesa acercarnos a conocer qué posicionamientos existen sobre la desigualdad

educativa y su relación con la situación de las escuelas de educación secundaria en el

contexto actual y dada la vigencia de la Ley de Educación Nacional (Nro. 26.206/06).

Las obras que hemos seleccionado aportan al conocimiento de la realidad

socioeducativa, son puntos de vista y que en tanto tales expresan las posibilidades del

98

pensamiento que el contexto sociohistórico les habilita. Por ello serán comparadas a

partir de ser ubicadas sociohistóricamente junto a sus descubrimientos. Entendemos

que así podremos describir (aunque parcialmente) cuáles son los interrogantes, los

posibles abordajes y los enfoques vigentes que el campo de la Sociología de la

Educación argentina está produciendo con motivo de entender la DE en la educación

secundaria de nuestro país.

a. Sobre la lectura

1. En la presente ponencia llamaremos lectura comparada al ejercicio

metodológico consistente en definir conceptualmente la noción de

desigualdad para luego confrontarla con dos casos consistentes y

relevantes de obras sociológicas que se ocupen del particular en el

contexto del campo de la educación.

Sin duda la desigualdad es un fenómeno inherente al capitalismo y un

problema clásico para la sociología crítica. En ese sentido y a los efectos de nuestra

indagación, las investigaciones ya señaladas se tornan referentes empíricos de dicho

concepto.

La desigualdad en el acceso a la educación por parte de los ciudadanos no se

explicaría, en términos marxistas, como desigualdad en el acceso a los derechos

humanos universales ya que la pobreza es una consecuencia lógica y necesaria del

capitalismo. Incluso el pauperismo8 forma parte de la ley general de la acumulación

capitalista; fundamental para comprender y transformar la realidad.

Ya en nuestro país, pensando específicamente la cuestión educativa y en vistas

a la comparación, cuando planteamos la existencia de la DE, nos referimos a los

procesos a través de los cuales:

(…) sectores sociales no adquieren los conocimientos, habilidades y pautas

sociales que requieren para participar de la economía, la política y la

8 Debemos hacer notar que la categoría aparece de manera relevante, en el tomo I de “El Capital”, en cuatro oportunidades y de acuerdo al estudio de Alaminos Peña. Marx se ocupa en su obra El Capital de la situación persistente de la pobreza en el capitalismo. Su abordaje no está hecho en base al pobre en tanto individuo. Y menos en términos meramente abstractos. El abordaje de la categoría pauperismo es, de acuerdo a su método dialéctico, situado históricamente y colocado en el proceso de producción capitalista y desde el caso de Inglaterra, especialmente en el siglo XIX, aunque no exclusivamente. El pauperismo es producto histórico y necesario del capitalismo.

99

sociedad en un sentido satisfactorio para ellos. Por otra parte no adquiere

esos conocimientos, habilidades y pautas sociales en forma adecuada para

ocupar lugares relativos en la estamentalización que los conformen. Por

último, la educación que adquieren no los induce a legitimar o cuestionar

aspectos diversos del orden social de acuerdo a sus propios intereses.

(Braslavsky C. 1985: 13)

Esta conceptualización es realizada por Cecilia Braslavsky en momentos de la

recuperación democrática de nuestro país. Aclaramos que retomamos la definición de

esta autora pues consideramos que su trabajo “La Discriminación Educativa” es una

bisagra en el desarrollo de las investigaciones sociológicas sobre la DE a nivel local.

b. Estructura e historia

Según Klimovsky (2001) las cuestiones referidas a la producción de

conocimiento científico pueden ser ubicadas en un contexto propio que se denomina

de descubrimiento. Dicho contexto posee aspectos propios que lo diferencian de la

justificación y la aplicación científicas. Los sociólogos e historiadores discuten sobre los

aspectos de “(…) carácter histórico, práctico o psicosociológico de la producción de

conocimiento” (p. 17). En el contexto de descubrimiento las preguntas giran en torno a

cómo los científicos alcanzaron sus conjeturas, es decir la manera en que formaron un

juicio acerca de algo a través de indicios y observaciones. Algunas preguntas clave

enunciadas por Klimovsky son: “(…) en qué momento se hizo un descubrimiento, cómo

era la sociedad en que surgió, quién tuvo la prioridad de las ideas, por qué y de qué

modo se concibieron esas ideas y no otras” (p. 17). La intención principal de este tipo

de indagaciones se dirige a mostrar cuáles fueron las condiciones sociales, históricas,

políticas y culturales en las que ese conocimiento aparece como respuesta a

determinados problemas de su época. Como así también, para este epistemólogo

deben investigarse los aspectos psicológicos que forman parte del proceso que lleva en

este contexto a un “modo de conceptuar” preciso. Incluso prestar atención a esta

trama es relevante –y tal vez aquí Klimovsky haga una aclaración para nada menor–,

“(…) aún en el caso improbable de que determinadas maneras de obtener

conocimiento siempre produzcan verdades” (p.18). Es decir, que debe atenderse a

100

estas particularidades contextuales aunque se dé por sentado la eficacia del campo de

conocimiento en cuestión.

También sociólogos como Bourdieu le han dado a la historia un lugar crucial

para el entendimiento de los espacios sociales. Este autor francés de hecho concibe a

la sociología como inseparable de la historia. Y va más allá de la simplicidad de

esquemas que habitualmente hablan de la historia como una especie de marco en

torno a los productores y sus producciones científicas, culturales, etc. Ignorar esto

implica serios riesgos para la investigación sociológica ya que:

(…) no podemos captar la dinámica de un campo si no es mediante un

análisis sincrónico de su estructura y, simultáneamente, no podemos

captar esta estructura sin un análisis histórico, esto es, genético de su

constitución y de las tensiones que existen entre las posiciones en su

seno, así como entre dicho campo y otros campos, y especialmente el

campo del poder. (Bourdieu, 2005: 141)

Por otro lado, de acuerdo con esta perspectiva sociológica leer y entender

adecuadamente un concepto requieren una ajustada historización o ubicación en

tiempo y espacio para dar cuenta de lo que ellos quisieron expresar. Dice el sociólogo

francés al comentar la tarea de otros científicos sociales que:

Paradójicamente, los historiadores a menudo se condenan al

anacronismo a causa de su uso ahistórico, o deshistorizado, de los

conceptos que emplean para pensar las sociedades del pasado. Olvidan

que estos conceptos y la realidad que ellos capturan son el producto de

una construcción histórica: la historia misma a la que aplican estos

conceptos de hecho los ha inventado, los ha creado, muchas veces al

costo de un inmenso –y generalmente olvidado– trabajo histórico.

(Bourdieu, 2005: 146)

Es provocadora la afirmación de Bourdieu entendiendo a los conceptos como

invenciones de su tiempo.

Si se quiere historizar el presente de la escuela como espacio social y las

prácticas sociales se deben atender a los distintos procesos que atravesaron el Estado

y la sociedad argentina en la primera parte del siglo XXI. Sin embargo a poco de andar

este análisis, el investigador se dará cuenta de su relación con la segunda mitad del

101

siglo XX. De esta manera se echa por tierra cualquier periodización dependiente de las

cronologías y se encuentra más explicativo confeccionar una duración de procesos a

partir de los propios desarrollos de la economía y la política que conforman la

estructura.

c. Crisis sistémica

Tanto en el campo de la economía como de las ciencias políticas, existen

teóricos que definen como sistémica a la crisis del capitalismo contemporáneo. Es

decir que no se tratan de crisis cíclicas propias de su funcionamiento, las cuales serán

superadas con el reacomodamiento del sistema sino que afectarán de manera decisiva

su futuro.

d. Desequilibrios socioeconómicos

El economista Julio Gambina cuando estudia lo que el denomina “crisis del

capitalismo contemporáneo”, plantea el fenómeno de la crisis a nivel internacional

constituido por una serie de aspectos económicos que señalan los desequilibrios

socioeconómicos y por contratendencias diseñadas y ejecutadas por los grupos

dominantes.

Entre esos aspectos económicos se debe ubicar a: la estanflación del sistema

mundial; la crisis de la deuda; la vulnerabilidad inherente del sistema financiero; los

observables empíricos de la crisis mundial y el crecimiento de la fuerza de trabajo en el

mundo.

Se ha usado la palabra crisis para referirse a los procesos históricos del

capitalismo vividos en Argentina en el año 2001, en EE. UU. en 2007 o 2010 y para las

experiencias de España o Grecia durante 2012.

De acuerdo con Gambina (2010), esta reiteración de crisis, en diferentes niveles

y lugares del mundo, puede ser confundida con los ciclos económicos del capitalismo

pero sería un error. En realidad, se trata de una “crisis sistémica e integrada”. Dicho de

otro modo, las sociedades se enfrentan a una “crisis civilizatoria”, tal es así que se

replican sus emergentes en todos los órdenes: crisis alimentaria, crisis económica,

crisis del orden social, etc.

A su vez, esta mirada de la crisis asume los conflictos del ciclo económico y se

enfoca fundamentalmente en los “límites estructurales en la obtención de ganancias,

102

la consiguiente acumulación capitalistas y el proceso de dominación política que de allí

se deriva” (Ibíd.). Semejante magnitud del planteo no sólo no deja perplejo al analista

sino que además le permite postular su opuesto: se vuelve a abrir la polémica sobre el

“modo de organización económico de la sociedad” capitalista (Ibíd.).

En la base de toda crisis existe una disputa por la renta que genera el proceso

de producción y reproducción junto a la sobreproducción de mercancías y capitales y

los conflictos laborales (Ibíd.). Dicho de otro modo cuando el capital no puede

reproducir su ciclo se agudiza el conflicto de clase, inherente a la sociedad burguesa.

Para Gambina, es así como se ponen de manifiesto “los problemas al interior del

capitalismo como sistema jerárquico (…)” (Ibíd.), a la vez que se abre una oportunidad

de contradicción a la hegemonía.

Por otro lado, el autor —si bien investiga sobre Economía Política—, deja en

claro dos elementos centrales para el análisis de las prácticas docentes: por un lado

señala que en el seno del Estado “cristaliza la lucha entre opresores y oprimidos” y

además que las políticas públicas que este instrumente serán a favor de los intereses

del capital (Ibíd.). Y esto es central a la cuestión estudiada porque el Sistema Educativo

es parte del Estado en cualquiera de sus niveles y toda la educación del país estuvo se

encuentra regulada por la Constitución y leyes a tal efecto.

De acuerdo con Gambina (2003) la crisis económica que vivió la Argentina

durante 2001/2002 se originó en una “ofensiva del capital” en respuesta a una caída

en las tasas de ganancia que comenzó a fines de la década del sesenta y comienzos de

la década del setenta. Esta ofensiva de los capitales concentrados tuvo como objetivo

obstaculizar y deshacer los logros de la política económica mundial –después del New

Deal en 1932, en EE. UU. –, en sus distintas vertientes: keynesiana, desarrollista o

populista.

Las clases dominantes para alcanzar su meta postularon y emprendieron un

retorno a las fuentes del liberalismo. Por un lado en el campo teórico Milton Friedman

lideró la producción de la Escuela de Chicago. Este grupo de intelectuales ostentarán la

hegemonía teórica en la Economía Política durante las décadas siguientes y se

expandirán al campo de las políticas públicas. Y por otro, esas mismas políticas

redundarán en distintas reformas sociales que obviamente alcanzarán a los sistemas

educativos.

103

En Argentina se utilizó el golpe de Estado de 1976 para comenzar a concretar

las reformas radicalizadas deseadas por el capital financiero. Y se llegó a su culmen en

la década de los noventa con la presidencia constitucional del Dr. Carlos S. Menem. El

proyecto económico político se tradujo en lo que Gambina (Op. Cit.) denomina

“inserción subordinada (…) a las demandas del capital trasnacional”.

Es decir que la crisis capitalista local de principios de siglo e incluso la crisis de

las economías centrales de 2008, siempre acarrearon reformas sociales por parte de

las clases dominantes sobre los derechos del resto de la sociedad, ya sea en empleo,

salud, vivienda o educación. Sin duda existe una relación que se podría llamar de

reciprocidad compleja –no mecánica o de causa/efecto- entre el sistema económico y

el sistema educativo y los excluidos. Los excluidos de la sociedad son a su vez excluidos

en/de la educación y reciben ubicación y ponderación en su paso por el sistema

educativo.

Los análisis y las caracterizaciones de la evolución de la situación económica y

social de Argentina en una larga duración durante los últimos treinta años del siglo

veinte, permiten concluir que indicadores macroeconómicos como la participación de

los trabajadores en la renta total (PIB) y la evolución del salario medio decrecieron de

manera constante. Todo lo cual configuro un aumento de la exclusión social que

encontró su momento crítico durante los años 2001/2002 (CEPAL, 2004: 15). De ahí la

elección de este período histórico.

Durante el año 2003 asume la presidencia de la Nación el Dr. Néstor Kirchner y

comienza una etapa que algunos denominan “posneoliberal”. Evidentemente el

debate sobre una continuidad o un cambio en materia de política, economía y

educación en Argentina, posterior a la crisis y durante este período de gobierno está

en pleno desarrollo. Entonces es relevante ver como la exclusión social es estudiada

por los sociólogos de la educación en un virtual cambio de contexto o no.

e. Crisis argentina, inédita y generalizada

En el campo de las ciencias políticas, Daniel García Delgado planteó también como

crisis del modelo a la que afecto a la República Argentina durante los años 2001 y 2002

porque la misma fue inédita y generalizada ya que emergió como crisis económica con

104

el agotamiento del modelo neoliberal, crisis política, crisis social, crisis cultural y crisis

jurídica.

3. Resultados

A continuación intentaremos analizar los aportes de las autoras Guillermina

Tiramonti y Carina Kaplan a la problemática de la DE a partir de los textos

especificados. Brevemente diremos que las obras que hemos seleccionado una del

2004 y otra del 2008 respectivamente según nuestro criterio son relevantes para

conocer qué conocimientos se están produciendo en el campo con respecto a la

problemática de la DE. Sabido es que Guillermina Tiramonti es una referente

indiscutible dentro del campo, investigadora de la FLACSO, profesora titular de la

cátedra de Política Educativa de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la

Educación, Universidad Nacional de La Plata, y consultora de diferentes organismos

internacionales. Por su parte Carina Kaplan es investigadora del CONICET, es profesora

titular ordinaria de la cátedra Sociología de la Educación, Departamento de Ciencias de

la Educación, Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, Universidad

Nacional de La Plata y profesora adjunta regular de la cátedra de Sociología de la

Educación, Departamento de Ciencias de la Educación, Facultad de Filosofía y Letras,

Universidad de Buenos Aires.

Para ordenar los aportes de las autoras, hemos establecido algunos ejes: qué

entienden las autoras por DE, la finalidad de sus investigaciones, la metodología de

trabajo, y una breve presentación de los resultados de sus trabajos.

a. Cómo se entiende la DE

En lo que refiere a Guillermina Tiramonti actualmente asistimos a la

reestructuración de las relaciones sociales y de los marcos regulatorios de la acción de

los individuos y las instituciones. Según ella “Hemos abandonado miradas

estructuralistas sobre los posicionamientos sociales” (Tiramonti, 2004).

Considera que,

Las distancias entre los diferentes estratos sociales no sólo no han

desaparecido sino que han alcanzado niveles impensados (…) Sin

embargo, las manifestaciones escolares de esta nueva realidad social no

105

se pueden expresar sólo en términos de desigualdades

socioeconómicas, aunque ellas sin duda condicionan fuertemente la

vida de las escuelas y de los sujetos que por ella transitan. Así las

diferencias no pueden medirse en términos de distancias sino de

impactos diferenciados en los que se mezclan la memoria de las

situaciones previas con la lectura de las actuales condiciones

socioculturales en las que se desenvuelven las instituciones y los sujetos

(Tiramonti; 2004: 16).

Carina Kaplan entiende que,

Las desigualdades en sociedades capitalistas no radican en última

instancia en la genética y su origen fundamental no es sino la desigual

distribución de las condiciones materiales y simbólica que caracteriza a

nuestras sociedades y, por ende a nuestras escuelas (Kaplan, 2008: 26-

27).

A continuación sostiene que,

(…) la forma de los discursos individualizantes y

autorresponsabilizadores sobre la producción de la desigualdad reside

en que a través de modos sutiles, pro no por ello menos eficientes,

impactan sobre las formas de pensar, actual y sentir de los sujetos, esto

es, sobre la producción de subjetividad. En las prácticas educativas es

habitual encontrar una argumentación sobre la desigualdad educativa

que responsabiliza al individuo de su propio éxito o fracaso y que puede

sintetizarse en las premisas de “no le dá la cabeza para el estudio” o “no

nació para los estudios (Kaplan, 2008: 27).

Vemos cómo Guillermina Tiramonti, aunque no niega la desigualdad

económica, plantea que las diferencias deben medirse según su el impacto que

generan en las instituciones y los sujetos. Por su parte Carina Kaplan plantea la

desigualdad en relación con una argumentación que responsabiliza a los sujetos de su

relación con las condiciones materiales y simbólicas que los determinan.

Teóricamente Tiramonti fundamenta la pertenencia de sus investigaciones

recurriendo a la idea de que existen nuevas expresiones de la DE. Postula la ruptura de

la matriz estado céntrica, en este sentido dice que se torna inadecuado el concepto de

106

“segmento que hace referencia a la existencia de un campo integrado, y habilita

pensar el espacio social y educativo como un compuesto de “fragmentos” que carecen

de referencia a una totalidad que le es común o un centro que los coordina.” (Ibíd.).

Kaplan se posiciona desde las corrientes críticas de la Sociología de la

Educación, específicamente desde el,

(…) paradigma reciente que interroga las condiciones sociales que hacen

posible el retorno en la actualidad de discursos sociales que trasmutan

las diferencias sociales en diferencias de inteligencia. Se trata de una

mirada que pluraliza la inteligencia en el sentido que le otorga

significación a las representaciones sociales de la inteligencia que en los

contextos sociales y culturales particulares los sujetos portan (Kaplan,

2008:52).

Aquí, encontramos cómo Tiramonti, a su vez, se ubica desde una lectura de la

coyuntura social que renueva los discursos teóricos y Kaplan, desde principios teóricos

que tienen continuidad con las corrientes críticas dentro del campo.

En lo que respecta a las búsquedas que guían las investigaciones, Guillermina

Tiramonti, busca conocer el papel de las expectativas familiares, los recursos

institucionales, los capitales culturales de las familias y las estrategias de los diferentes

sectores sociales ante la situación de cambio.

Por su parte Carina Kaplan busca conocer las representaciones subjetivas de los

profesores de escuela media sobre el talento y la inteligencia de los alumnos,

interpretar la incidencia potencial de las categorías de los juicios profesorales sobre la

subjetividad del alumno, y contribuir al desarrollo de enfoques metodológicos

novedosos para el abordaje de la problemática de estudio (Kaplan, 2008: 133).

A la hora de indagar procesos de DE para Guillermina Tiramonti es necesario

indagar las estrategias familiares y de los individuos frente a los procesos sociales de

fragmentación. Carina Kaplan se propone conocer las representaciones sociales y

categorías internalizadas de los profesores, el habitus institucional.

b. Metodología de trabajo

Guillermina Tiramonti utiliza instrumentos propios de la metodología

cualitativa: una encuesta autoadministrada a los alumnos del último año del polimodal

107

o del secundario según la organización académica de la institución investigada; la

redacción de un texto para contar cómo imaginaban su futuro y que redactaran la

portada de un diario nacional del 2010; encuestas a alumnos de primer año del

secundario u octavo de la EGB; la entrevista abierta a directivos de las escuelas;

cuestionario a cuatro docentes de cada institución y a un número igual de padres.

Seleccionados al azar; la muestra intencional de 14 escuelas de nivel medio, estatales y

privadas de la CABA y del conurbano (de las cuales, 4 atienden a sectores altos, y otras

a sectores bajos, y seis a sectores medios).

Kaplan realiza una investigación exploratoria utilizando herramientas de la

metodología cualitativa, indagando un universo de profesores de escuela secundaria

que dictan clase frente a alumnos en diversas orientaciones curriculares, con o sin

título docente y que enseñan a alumnos provenientes de distintos sectores socales.

Tres escuelas públicas de la CABA. Se realizaron 61 entrevistas en profundidad, con

una guía de pautas semiestructuradas. La duración de cada una oscilo entre los 60 y 90

minutos.

En ambos casos la metodología es similar, hay que considerar que el trabajo de

Tiramonti es una compilación de resultados parciales que está realizando un equipo de

investigación, y que en el caso de Kaplan la investigación es la acreditación de su tesis

doctoral.

c. Las conclusiones de sus trabajos de investigación

Tiramonti y su equipo sostienen la existencia de un crecimiento de las escuelas

privadas que solo se explica por el abandono que la clase media hace de la escuela

pública. La construcción de una diversidad de sentidos para las escuelas, en la

confluencia de las estrategias familiares e institucionales, la fragmentación de marcos

normativos, la existencia de tendencias desinstitucionalizantes, y estrategias familiares

y asimetrías en los procesos de individualización.

Carina Kaplan, sostiene que existen articulaciones entre las representaciones,

que configuraría un “habitus del profesor”. La definición de alumno exitoso se realiza a

través de criterios arbitrarios, que incluyen virtudes escolares, sociales y culturales.

Así, se contribuye a reproducir el orden social existente, al adecuar las trayectorias

escolares con las socialmente predeterminadas; y se reproduce la ideología del mérito.

108

Se transmutan desigualdades sociales en desigualdades naturales. Naturalización de

desigualdades escolares se realiza a través de la creencia en las aptitudes, talentos o

inteligencias innatas, heredadas biológicamente o, como vimos en la investigación,

culturalmente por medio de una suerte de “genética social”

Los aportes con respecto a la DE son diferentes, por un lado, Tiramonti se

concentra en identificar las estrategias familiares y a las asimetrías en los procesos de

individualización, también la ruptura de marcos normativos que regulan la conducta,

piensa más bien en el “individuo”. Kaplan ilumina sobre la trama institucional que

configura un habitus propio, y encuentra en él la reproducción de los procesos de

desigualdad.

4. Conclusiones

La comparación de las obras nos brinda una idea sobre, en principio, dos abordajes

diferentes dentro del campo de la Sociología de la Educación, y específicamente sobre

la problemática de la DE y su manifestación en las escuelas secundarias, uno con una

mirada enfocada a las prácticas institucionales, y otro observando los impactos de la

fragmentación escolar en las familias y los sujetos.

El contexto social, político y económico está habilitando la posibilidad de que

las obras existan y se divulguen, podríamos pensar entonces que el campo de la

Sociología de la Educación, expresa una disputa/convivencia con respecto a la

caracterización de la realidad educativa, específicamente de los procesos de DE.

En principio estas miradas nos plantean dos puntos de vista diferentes, uno que

cuestiona e interpela la institucionalidad de la DE y su reproducción, y otro que no

cuestiona, sino que describe estrategias familiares.

Si retomamos nuestro posicionamiento epistemológico, “(…) no podemos

captar la dinámica de un campo si no es mediante un análisis sincrónico de su

estructura y, simultáneamente, no podemos captar esta estructura sin un análisis

histórico” (Bourdieu, 2005: 141). Por ello, tenemos que avanzar en la caracterización

histórica de las obras. Ambas se producen luego del año 2003 cuando asume la

presidencia de la Nación el Dr. Néstor Kirchner, en el comienzo de una etapa que

algunos denominan “posneoliberal”. Como lo planteábamos anteriormente, el debate

sobre una continuidad o un cambio en materia de política, economía y educación en

109

Argentina, posterior a la crisis y durante este período de gobierno está en pleno

desarrollo.

Entonces es relevante ver como la DE es estudiada por los sociólogos de la

educación en un virtual cambio de contexto o no. En este sentido podríamos decir que

las investigaciones estudiadas representan intereses en disputa con respecto a los

procesos de exclusión, o de DE. La recomposición de los procesos de dominación

política a través de la educación, de la configuración de un consenso ético y moral,

están en lucha.

El desafío será seguir indagando, qué intereses están representando las

producciones, si dichos intereses se disputan procesos educativos diferenciados, cuál

es el vínculo de los mismos con la crisis del capitalismo mundial. Para finalmente dar

cuenta de cuál es la configuración actual del campo de la Sociología de la Educación.

5. Bibliografía

BOURDIEU, PIERRE y WACQUANT, LOUIC, (2005). Una invitación a la sociología

reflexiva. Buenos Aires: Siglo XXI Editores.

BRASLAVSKY, CECILIA (1985). La Discriminación Educativa. Buenos Aires: FLACSO

GRAMSCI, ANTONIO (1981). La Alternativa Pedagógica. Barcelona: Editorial. Ed.

Fontamara

KAPLAN, CARINA VIVIANA (2008). Talentos, dones e inteligencias. El fracaso escolar no

es un destino Buenos Aires: Editorial Colihue.

KLIMOVSKY, GREGORIO e HIDALGO, CECILIA (2001). La inexplicable sociedad:

Cuestiones de epistemología de las ciencias sociales. Buenos Aires: A-Z

Editora.

MARX, CARLOS (2010). El Capital I. Crítica de la Economía Política. México: Fondo de

Cultura Económica.

ROOVERS, ALEJANDRA (s/f). Perspectiva sociológica en educación. Clase 1. Ciclo de

licenciatura en Educación Inicial y Ciencias de la Educación. Materia

Sociología de la Educación. Tandil: UGED-FCH-UNCPBA.

TIRAMONTI, GUILLERMINA (Comp.) (2004). La trama de la desigualdad educativa.

Mutaciones recientes de la escuela media. Buenos Aires: FLACSO /

Manantial.