La infección sigue esta marcha : invasión.,incubacidn, c^stadio y terminac^ión.

Los mícrobios, en el organismo, salvandolas defensas naturales que éste les opone, si-^,ruen diferentes caminos : vía linfática, víasanguínea, cordoaies nerviosos, o permanecenlocalizados. Por ello, la infección progresa, enunos casos, por escalonamiento; en otros esuna verdadera septz^cemia. Bateriemia es eltránsito por la sangre. Los microbios se eli-minan con las diversas secreciones : la saliva,lCcgrrimas, destila^cianes, pus, gotitas de la tos,leche, e,xfoliacianes epi,dérna,icas, plumas, ex-r,rementos y, sobre todo, por el cadáver.

EL ORGANISMO SE DEFIENDE

Pero el organismo no permanece insensi-ble. No es el tubo de oultivo sin renovaciónde materiales de nutrición, y donde la vidaha de terminar forzosamente por acumulo deexcreta o por agotamiento de la materia asi-milable. El organismo es vida; es, como dijoTurró, cambio ininterrumpido, corriente con-tinua de materia que se transforma, guar-dando siempre la misma unidad de composi-ción, y al parasitismo microbiano responde,unas veces, con la jagocitosis, cuyos elemen-tos morfológicos son los encargados de en-globar, digerir o eliminar las bacterias; otras

són los humoxes, co^i sus propiedades bacte-ricidas, los Ilamados a inteivenir, o son unaserié de funciones, más que cuerpos defini-dos, algunas de las que hemos dado nombz^es-a^atitoxin^cs, precipitinas, aglutininas, bac-terioli,sina.s, etc., etc.-, sin estar seguros mu-chas veces de si son realmente factores deinmunidad o solamente indicadores de ella.Les da^mos eI nambre de anticuerpos, porqueaun no conociéndose a fondo Io que son ni sucompleto papeI en los procesos de inmunidad,es forzoso bautízarles para entendernos.

ANTICUERPOS

No conocemos exactamente dónde se for-man los anticuerpos ; esto es, si son todos lostejidos o solamente algunos los que contribu-y,en a su formación. En cambio, sabemos queno siempre son reveladores de inmunidad,puesto que ciertos individuos, razas y espe-cies son refractarios a alg^unas infeccionessin necesidad de que en sus líquidos orgáni-cos se encuentren, al menos en cantidades no-tables, estos anticuerpas.

Sin embargo, a los fines prácticos ^que nosinteresan, y con arreglo al lenguaje que seemplea corrientemente al tratar de sueros yvacunas y de fenómenos de. inmunidad, he-,

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mos de seguir considerándoles `pa,rte. inte- ``.grante de ella. '

Para conseguir una inmunidad sblida^;que'evíte el contr^rer la enfermedad hemas e^d ĉon-trado una serie de procedimieti^os, de téGt^í= :cas, mecanismos y sustancias que conwie.ne^conocer. Considerados en general, tle+tan elnombre de antígenos. Vamos a definir y pre-cisar claramente lo que son antígenos.

ANTIGENOS Y ANTICUERPOS

Toda s^ustancia extraña que llega al orga-nismo por vía parenteral, esto es, sin habersufrido modificación, porque ha evitado laacción de los jugos digestivos, o porque porsu naturaleza perturba el equilibrio orgánico,necesita ser desintegrada y convertida en in-ofensiva, a fin de que no perturbe la armoníainterna.

La sustancia inoculada o que así llega re-cibe el nombre de nnz^tígeno, y los elementosque moviliza el organismo para atacarla oque resultan de la reacción obligada, Ilevanel de anticuerpos.

El antígeno se ha visto que no es una cosasencilla, una proteína, por ejemplo, como he-^rtos creído hasta hace poco tiempo. El antí-geno es complejo; mejor dicho, son varios]os antígenos; en realidad, en cada ^uno de84ER0^ Y

ellos hay un mosaico. Será, pues, necesario,cuando pretendamos inmunizar un organis-mo, el inocular aqu^ellos antígenos que reúnanlas mejores condiciones,

EI mecanismo de ]a unión antígeno-anti-cuerpo, con su resultante inmunidad, teórica-mente, y sólo para entendernos, pudiera serexplicado así :

Si él antígeno engendra anticuerpos, y vol-vemos a repetir que no nos interesa descifrarel mecanismo, y éstos tienen un papel en lainmunidad, sí llega mucho antígeno ai orga-nismo muchos anticuerpas deberán-existir ^enél. Pero los anticuerpos no son creados a ca-pricho. A1 contrarío, responden a la natura-leza del antígeno. Si el antígeno es un mi-crobio, o sea un ser vivo `con forma, el anti-cuerpo es lógico que tienda a detenerle y di-solverle. Por eso vemos pronto ag^lnctinina.s ybacteriolisínas, Sí lo que llega es un glóbulo,se comprenderá fácilmente que el organismoha de tender a romperle, a hemolizarle, por-que así le destruye. Por el contrario, si in-yectamos una toxina, o sea algo en solución,lógicamente ha de procurar neutralizarla oprecipitarla.

Y ya tenemos aquí explicado parte del pro-ceso, sin olvidarnos de los glóbulos blancos •ycélulas fijas que engloban y disuelven.

Los antígenos, para serlo, deben reunirciertas condiciones de tamaño de molécula, osea, ha de ser de gran tamaño, por ejem-

plo, y de naturaleza coloide preferentemente,exiátiendo algunos completos, otros pai•ciales,semiantigenos o aptenos. Pero esto cae fuerade nuestros dominios como agentes de policíasanitaria. En cambio, nos interesa mucho sa-ber cámo se puede crear artificialmente la in-munidad, porque ésta es el arma más pode-rosa con que contamos para luchar contra lasinfecciones.

INMUNIDAD

Digamos, ante todo, como cosa dédo, que hay una inmunidad activa y otr^arpa-siva. Si inyectamos repetidas veces cantida-des de un antígeno dado a un organismo sen-aible, éste elaborará más y más número deanticuerpos adaptados a la nat^uraleza del an-tígeno. Un ejemplo: inoculando toxina o ama,-toxina tetánica (luego diremos lo que ^es ycómo se explica y prepara la anatoxina),pronto podremos demostrar en la sangre delinoculado cantidades progresivamente cre-cientes de antitoxina. El inoculado quedaráprotegido, vacunado, inmunizado activa^rnen-te. ^Por qué? Sencillamente, porque sus cé-lulas se vieron forzadas a fabricar anticuer-pos, a defenderse de la sustancia extraña,utilizando o no elementos del antígeno, queesto no está claro todavía. Tan intensamente

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unida a la función celular queda esta pro-piedad, q•ue hasta en los casos en que handesaparecido de la sangre y de los humoreslos anticuerpos reveladores del estado inmu-nitario persiste el fenómeno; será suficienteuna nueva aportación de antígeno para verlaaparecer y destacarse nuevamente. Esta es lain^zu7ai.dctd llu^m,cula ^le recue7xio.

En cambio, si inoculamos a un animal elsuero del caballo sometido a inyecciones detoxina, o sea, un suero con anticuerpos, conantitoxinas, le conferimos una inmunidad pa-siva. Como el arrimal no sinti^ la necesidadde fabricar anticuerpos, puesto que se los da-mos preformados, no aprende a defenderse,no se inm^uniza activamente. En concreto :con los sueros creamos inmunidad pronta,per^o pu^siva; inmunidad que desaparece al des-aparecer los anticuerpos de la sangre circu-lante, lo cual no tarda en suceder, pues losantxcuerpos, aunque procedan de organismoshomólogos, son elimínados o destruídos porlo que tienen de materia extraña.

Como las vacunas crean inmunidad actívay los sueros pasiva, las diferencias son nota-bles y las enseñanzas para la práctica deprevención de infecciones varias y cono-ci das.

La finalidad que debemos recomendar hade ser crear inmuni^dad activa, o sea vacvmar,inooular un antíg•eno que obligue al ox•ganis-mo a defenders•e, a crear un estado inmuni-

tario en sus humores y células, y para ellodebemos aproxi^marnos lo más posible al an-tígeno natural.

Se explica, por io tanto, c7ue haya sido ysiga síendo preocupación constante de los téc-nicos de laboratorio el preparar bu•enos antí-genos, que es tanto como decír preparar bue-nas vacunas, tarea difícil, porque supone unestudio detallado de las especies microbianas,de las distintas variedad•es, de su virulencia,de las técnicas puestas en juego para oulti-varlas, exaltarlas o atenuarlas; de las colo-nias qué hoy llevan los nombres de R. y S.,antígenos H, O, Ví, etc.

En la actualidad, a pesar de los progresosalcanzados, todavía no hay unanimidad enextremos mu,y importantes; por ejemplo, ensi son más convenientes para preparar vacu-nas las razas recién aisladas de los organis-mos naturales infectados, o bien otras, aun-que procedan de diferentes especies, siempreque sean fuertemente inmunógenas. Lo quesí parece definitivamente sentada es que nosiempre las razas más virulentas son las me-jores como antígenos.

Los ^métodos prácticos con que contamospara preparacimz de vacuma.s son numerosos.Veamos ^una relación de los principales.

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INMUNIDAD ACTIVA VACUNAS

Microbios muertos: ^•acuna contra las pas-terelosis, cólera aviar, etc.

Microbios vivos modificacíos en su virulen-cia y atenuados: vacunas contra el mal rojo,anticarbuncosas, etc.

Con suero y microbios, estableciéndose lainmunidad activa por los mícrobios al abrigode la pasiva conferida por el suero.

Con virus filtrables, vivos, atenuados a no :vacuna contra la perineumonía, virus varió-lico, etc.

Con virus muertos y vivos : antirrábicas.Con agresinas natural o artificialmente ob-

tenidas : vaeuna contra el carbunco sintomá-tico, contra las pasterelosis.

Con antivirus o filtrados de cultivos : anti-virus estafilo-estrepto.

Con anatoxinas : vacuna contra el tétanosy contra la difteria. •

Con virus sensibilizado: vacuna contra laviruela ovina.

Estableciendo una infección benigna com-patible con Ia vida normal, o sea premumi-cián: B. C. G., vacuna aborto, piropIasmosis.

Microbios y toxinas adicionados de sustan-

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cias: lanolina, 5apui^ins„ alumbre, aceite, mi-crobios, etc.

Sinergia de antígenos.Anacultívos.

INMUNDAll I'ASIVA -- SUE1t,OS

Se consigue con sueros; son preventivos ycurativos ; los hay antitóxicos (antitetánico,antidiftérico) y antimicrobianos.

Camo seguramente varias de las palabrasde que he hecho mención, por ejemplo, ama^toxi^as, apresinas, amtivirus, pre^nuni,c^ión,etcétera, no son suficientem^ente familiares,quiero dar ^una explicación, porque existiendoen el mercado vacunas de gran utilidad y T•e-sultados prácticos, es obligación del Vet.eri-nario moderno, dispuesto a velar por el pres-tigio de su profesión y por sus intereses, es-tar avisado para cuando de ellas se hable.

AGRESINAS

Sin conocer su naturaleza, Ilamamos agre-sinas a ciertas sustancias que los microbioselaboran para vencer la resitencia que el or-ganismo les opone. Estas sustancias se en-cuentran, sobre todo, en los edemas y tejidosinvadidos del organismo.

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^L^Ccogiendo cuidadosamente estos tejidos,pr^ensándolos ,y haciéndoios estériles en for-ma adeeuada, constituyen excelentes vacunascuando se emplean como preventivas, i7nidasa^una dosis no infecciosa del mícrobio corres-pondiente, la convierten en mortal. Camo ve-remos más adelante, se elabor•an agresinaseficacísimas para prevenir el carbunco sinto-mático y las septicemias hemorrágicas.

ANATOXINAS

Las anatox^irrr^s no son otra cosa que lasmismas toxinas a las que artificialmente seha hecho perder su toxicidad.

Es bien sakrido que el microbio clel tétanos,por ejemplo, no penetra en el interior de lostejidos. Se localiza en la herida, y desde ellasegrega el veneno o toxina. Cultivando el mi-crobio y obteniendo la toxina, por adición deformol podemos hacerla perd^er la facultad deintoxicar; conservando su poder inmunizanteo antígeno, confiere al organismo una inmu-nidad verdaderamente activa y aprovechable.Mientras el suero antitetánico no defi^ende alorganismo más que dos o cuatro semanas, i•n-munidad pasiva, la anatoxina le defenderáfácilmente un año, lo que tiene excepcionalimportancia, especialmente para el Ejército.

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También se preparan anatoxitla5 p°^rá ^.^venir la difteria, y aun los proce^os• debidosa estafilos ; pero el mecanisma de ipmuniza-ción a base de ellas es idéntico al de Ia a.na- -:toxina tetánica.

ANTIVIRUS

R•ecordamos que eu los medios de aultívadonde germinan algunos microbios hay pro-ductos que, recogidos por filtración, sirvencomo vacunas. A estos productos solubles, alos que hace muchos años el gran Chauveauatribuyó, en un momento de genialidad, elpoder de inmunizar el organismo contra lainfección correspondiente, no se les dió la im-portancia que real^mente tienen. Mas hacemuy pocos años han vuelto a destacar, gra-cias a los trabajos de inmunidad local, de in-munidad de tejido o tisular. Y digo esto por-q^ue, en mi criterio, los llamados actualmenteanti.^irus no son otra cosa, al m•enos en suma^yor parte, que los productos solubles de losfiltrados de cultivos.

VACUNAS SENSIBILIZADAS

Hemos dicho antes que los antígenos inocu-lados en el organismo obligan a éste a for-

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mar anticuerpos, anticuerpos que van a l^a-rar al suero sanguíneo, pues la sangre es lacolectora general. Como los anticuerpos sonespecíticos ; es decir, que responden a la na-turaleza de] antígeno, se unen a él fuerte-mente. Un ejemp]o no^ permitirá entender-nos. Supongamos q^ue mezclamos virus varió-lico ovino con un suero contra este virus; na-tura]mente, los anticuerpos antivariólicos seunirán al virus, y se unen y fijan tan inten-samente, que no se despegan ni aun centrifu-gando la mezcla.

Por este mecanismo podemo^ preparar va-cunas que, además del antfgeno, llevan el an-ticuerpo, pero sin los demás elementos del5uero, que son, no solamente innecesarios,sino perjudiciales, porque obligan a reaccio-nar, sin beneficio, a las células orgánicas.

Estas vacunas se Ilaman sensibiIizadas ti•pueden emplearse en los focos mejor que lasvacunas solas y lo mismo que las suero-va-cunas. Kepresentan un avance.

PREMUNICION

Para Dubois, 1a premunición sería la va-cunación, en medio infectado, por medio clevacunas vivas. Pero esta definición necesitaalgunas aclaraciones, tanto para ser entendi-

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da como para sal^er si es correcta. Unosejemplos nos permitirán dar claridad alasunto. ,

Un germen del grupo colitífico ^ una pas-terela crean inmunidad, tanto si son m^uertascomo si son vivas, aunque no permanezcanmás que escaso tiempo en el organismo. Otrosmicrobios, el productor del carbunco o el cau-sante del mal rojo, tienen va otra particu-laridad, y es que solamente vacunan cuandoestán vivos. 'Una vez muertos no crean es-tado refractario en el organismo al que seinooulan. ^

En cambio, en vtras infecciones tubercu-losis, solamente llenando dos condiciones PGposible alcanzar cierto gradv de inmunidad :estas condiciones son : que el microbio estévivo y que permanezca en el organismo. Estoes, el organismo se hace resistente, se inmu-niza infectándose.

Donati^en .y Lestoquard, cuando crearon elnombre de Premunir,i^ón, decían :"En la ma-yor parte de las infecciones, la curación seacompaña de la desaparición del microbio pa-tógeno. Esto se consigue después de la evo-lución de un estado de ínmunidad, que en ra-zón de ]a desaparición del agente causal pue-de ser llamado inmu•nidc^d este^r-iliza^nte. Enlas piroplasmosis, al contrario, después de ^unacceso de primera invasión, persiste un es-tado de infección crónica, y esta infección'crónica, compatible con un perfecto estado de

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salud, asegura al organísmo una resistenciaa infeccivnes iilterioras". Esto sería p^remu-nicrhn. Premunizar, por tanto, es defendercontra una reinfección por^medio de otra in-ofensiva, gracias a razas atenuadas. En rea-lidad, esta simbiosis, e^sta vida en común tanespecial no sería una verdadera inmunidad;exige, como en eI caso de la tuberculosis, sertuberculoso, para no contraer la infección,paradoja no tan absurda como pudiera creer-se; o, como en el caso de las períplasmosis,que el organismo lleve el parásito; o, comoen el caso de las bnucelosis, conteniendo lasbrucelas en los tejidos, pues estas tres enfer-medades son en las que la premunición tienesus indicaciones principales.

ADICION DI•: S^USTANCIAS

Se trata de una modificación ventajosa enIa preparacíón de vacunas que conviene co-nocer y explicar.

Si agregamos a ciertos antígenos-micro-bios, anatoxinas o virus-sustancias varias,aunque no sean microbianas, por ejemplo, la-nolina, aceite, vaselina, tapioca, alumbre, sa-ponina, agar y otras, y las inoculamos en elorganismo, observare^mos que la respuesta deéste, en forma de anticuerpos, de defensa, de

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propiedades defensoras en sus líquidos, esmucho mayor q^ue en el caso de inoculársele!a vacuna sola. La acción de estas sustanciasno específicas ni microbianas es •evidente, ytan clara, que existen en el mercado variasvacunas preparadas a base de ellas, de éxitoinnegable.

^En vix•tud de qué estas sustancias que, engeneral, llamaremos de absorción retar^lcu^la,frase más correcta que la de irreabsorbiblesque se ha empleado, producen ese efecto, elde favorecer la acción de la vacuna?

Las explicaciones principales son las si-guientes : A) Por producix• fenómenos infla-matorios en el punto de origen, con mayox•aflujo de elementos defensores. B) Por ab-sorción retardada y gradual del antígeno, loque pued•e comprobarse hasta experimental-mente. C) Para mejor aprovechamiento delas propiedades del antígeno, a base de lamayor ll•egada de defensas orgánicas, leuco-citos, etc., consecuencia de la acción no espe-cífica de la sustancia, fenómeno natural ^lelíberación de defensas; y D) Porque no pe-netrando rápidamente los esporos, puedenconvertirse en bacilos y germinar algúntiempo, segregando ese algo desconocido enciertas infecciones, consecuencia d^e lo que es]a inmunidad.

Una modalidad de estas vacunas por adi-

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, ción de sustancias la coi^stituyen las vacunasasociadas, lo que podemos llamar sinergia rleantíy e^nos.

Estas vacunas han nacido respondiendo auna necesidad práctíca y científica. Necesi-dad práctica, sentida por la Veterinaria anteanimales que no conviene molestar muchasveces; y científica, por ]a presencia de infec-ciones mixtas o de presentación de gérmenesde salida o de invasión secundaria : cólera ytifosis aviar, peste porcina y suipestifer, et-cétera, etc.

Z Es posible inmunizar eficazmente contrados ínfecciones a la vez? ^Es esto más ven-tajoso o perj^udicial que el hacerlo con variosdías de intervalo?

Esta unión de antígenos para obtener unainmunidad para cada uno de ellos simultá-nea7nente se ha practicado en. medicína hu-mana y en Veterinaria. En Medicina, la másconocida es la vacuna llamada T. B. A., osea la vacuna contra la fi•ebre tifoidea y lasparatíficas producídas por e.l bacilo paratífi-co B y el paratífico A.

Pues bien: de los ensayas repetidos verifi-cados en conejos, y aun en personas, ha re-sultado que estos tres antígenos no solamen-te no se perjudican, para producír inmuní-dad, cuando se les inocula conjunta'mente,sino que se suman, que se consigue más só-lida que inoculados separadamente.

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Yo mismo he verificado vxrias ex^e^ri-cias en ]as vacunas contra la tifosis y cól^^aviar, e igualmente contra las infeccionésdel cerdo, y he llegado a concluir en la con-veniencia de preparar vacunas mixtas, queahorran tiempo y son a veces más eficaces.A esto se llama sinergia ^le antígenos, a launión de dos o más antígenos para la cons^e-cución de ínmunidad. Los antígenos se favo-recen mutuamente.

Las vaounas a base de cultivos totnles oanacultivos, esto es, medios líquidos dondehan germinado los microbios, conv dos enestéril^es y empleados in toto, so í^u _ nteeficaces en ciertas infecciones.

LA INMUNIDAD PA

Esa en la que el organismo no reacciona,no elabora defensas ni anticuerpos, se consi-gue con los sueros antimicrobianos y antitó-xicos, que prevxenen y curan. No hay necesi-dad de profundizar en este estudio, por sermateria bien conocida.

Examinemoa ahora las principales vacu-nas, y aun aquellos sueros que encontramosde mayor aplicación.