El debate en torno a la modificación de la forma de emisión del sufragio en la Argentina ya forma parte de la agenda política y legislativa en 16 de los 24 distritos electorales.

La cuestión se centra fundamentalmente en sustituir el tradicional “sobre y papel” como instrumento de votación por otros mecanismos tales como la boleta única papel o las distintas modalidades de voto electrónico, a fin de desterrar viejos fantasmas de fraude electoral y garantizar elecciones más transparentes, rápidas, confiables y seguras.

La selección y determinación del instrumento utilizado para sufragar es una decisión soberana del Estado y de la ciudadanía. Por tal motivo, para su implementación resulta necesario un debate público y un diálogo abierto entre las distintas fuerzas políticas y sociales a fin de identificar con claridad los objetivos que se pretenden alcanzar y las falencias actuales que se buscan solventar.

En definitiva, el éxito o no del sistema elegido depende en gran medida de la adaptación del mismo a las particularidades locales, como así también a la cultura electoral de la sociedad.

Es por estos motivos que, desde el Observatorio Político Electoral de la Asociación Civil de Estudios Populares (ACEP), podemos señalar que el caso Salteño es un ejemplo exitoso de implementación gradual de nuevas tecnologías al proceso electoral.

LA IMPLEMENTACIÓN GRADUAL: LA CLAVE DE LA BOLETA ÚNICA ELECTRÓNICA SALTEÑA

Dr. Juan Manuel Busto DGP. Jorge Abboud

Directores Observatorio Político Electoral de la Asociación Civil Estudios Populares

OPE ACEP

Observatorio Político Electoral de ACEP

En efecto, el rol activo de las autoridades de mesa y la rapidez y facilidad con que los electores emitían su voto en las elecciones generales provinciales celebradas el pasado 17 de mayo es consecuencia de un largo proceso de concientización, capacitación y difusión basado en una planificación gradual y escalonada de implementación del sistema de boleta electrónica que empezó en el 2007 cuando el gobierno de Salta decidió avanzar sobre el tema.

Sin embargo, recién en 2009 se llevó a cabo la primera experiencia con voto electrónico en el municipio de San Lorenzo (4191 electores). Posteriormente, en 2011 participó el 33% del padrón provincial y, finalmente, en 2013 se implementó el sistema en el 100% de la provincia.

Este proceso de implementación gradual y escalonada permitió no solo profundizar la capacitación y difusión del sistema a fin de que todo el electorado esté preparado para el cambio, sino que además contribuyó a afianzar el consenso de todas las fuerzas políticas. Un ejemplo de ello es la aprobación en 2012 por unanimidad de la ley provincial N° 7730 sobre “Normas de control para el voto con boleta electrónica” presentada en la Legislatura Provincial por la oposición.

El despliegue paulatino y gradual del sistema, acompañado de continuos controles de mejora, es una solución idónea para lograr la preparación, capacitación y concientización de la ciudadanía, minimizando al mismo tiempo los riesgos inherentes que conlleva cualquier cambio electoral.

En definitiva, la incorporación de nuevas tecnologías en los procesos electorales no es una revolución, sino que lo que se busca una evolución y para ello es necesario que los cambios se realicen en forma gradual a fin de que la ciudadanía pueda participar, opinar, capacitarse y decidir sobre los beneficios o no de la utilización de la tecnología en los procesos electorales.

Observatorio Político Electoral de ACEP

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