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Ricardo Gulli cientes garantías para la seguridad estática y por lo tanto 11. Ángel Truñó Rusiñol, Consti.~~ccióii de bóvedus de 1-r~sillu los trabajos se interrumpieron definitivamente y el edifi- tr~bicndcrs. 1967. Manuscrito inédito. cio no se llego a terminar. 12. F. Cassinello Pérez, ((Bóvedas de ladrillo)), Mulli~ales y 10. F. Cassinello Pérez, Bóvedas 11 c~iprlas de 1uclr.illo. Ma- Norinas del Instittrto Ed~rnl-do Torr-ojude lu Constr~lcción drid, 1969, 101-102. y del Cenzelzto, Madrid (1969): 110. 1311 1928 Le Corbusier se halla en Barcelona invitado por José Luis Sert, para pronuilciar una conferencia sobre temas de la Nueva Arquitectura. El proyecto de Antonio Gaudí para las Escuelas de la Sagrada Fami- lia atrae su interés. En su cuaderno apunta el ingenio constructivo utilizado: una lámina continua y delgada (le fábrica resuelve la forma y la estructura del peque- ño edificio. En los cinco puntos para una teoría de la tirquitectura, expuestos por Le Corbusier en la confe- rencia, no hay lugar para la memoria y la tradición. 131 realidad, fuera de las razones afir~nativas y dogmá- ticas propias de toda formulación teórica, el interés de Le Corbusier por los modos de construir tradicionales y por el patrimonio cognoscitivo en ellos conservado, representa un dato constante y recurrente en su activi- dad como proyectista. En este contexto se inscribe la historia de la construcción de la bóveda tabicada, ge- neralmente conocida como bóveda catalana, que atra- viesa de manera sutil y recurrente la experiencia ar- quitectónica de Le Corbusier, desde el viaje a Barcelona en 1928 hasta los primeros años 60, cuando está ocupado en el proyecto para el Secretariado de Chandigarh. El presente artículo recorre esta historia poniendo de manifiesto cómo la relación existente entre lenguaje ar- quitectónico y modalidad técnico-constsuctiva constitu- ye un pasaje importante en el pensamiento y la obra de Le Corbusier; concretamente, en la renovada interpreta- ción constructiva forjada por Le Corbusier, el peculiar empleo de la bóveda tabicada proporciona un punto de partida interesante para mostrar, en la comparación con Guastavino y Gaudí, las diferencias que se conservan en ella. La huella de la construcción tabicada en la arquitectura de Le Corbusier Riccardo Gulli La sombra de Gaudí El 15 de mayo de 1928 Le Corbusier llega a la estación de Barcelona. Ésta es su primera visita a la ciudad. ((Mientras estaba en Madrid recibí un telegrama de José Luis Sert (a quien no había visto nunca) donde me pedía encontrarme con él a las 10 en Barcelona, [. . .] para dar una conferencia en esta ciudad. En la estación conocí a seis jóvenes, todos de corta edad, pero llenos de eiler- gis)).' En los días anteriores a su llegada a Barcelona, Le Corbusier había dado una conferencia en Madrid a la que había sido invitado junto a alguno de los máxiinos protagonistas de la escena arquitectónica de la época coino Mendelsohn, Van Doesburg, Breuer y Gropius. Le Corbusier ya había llarnado la atención de la crí- tica internacional con una serie de proyectos ((manifies- ton del nuevo rumbo arquitectónico: la Villa Stein, la La Roche, la Cook, el edificio para la Weissenhof de Stuttgart y finalmente el proyecto para el Palacio de las Naciones de Ginebra, vencedor del primer premio del concurso. En la conferencia de Barcelona se expondrán las tesis del libro Une maison, ~irz palais, recién publi- cado. Las expectativas de las nuevas generaciones, que se habían adherido con entusiasmo al nuevo credo ar- quitectónico, se vieron satisfechas. Pero inesperada- mente, fuera del papel institucional establecido por la conferencia, Le Corbusier sorprendió a sus interlocuto- res barceloneses más allegados con argumentaciones de contenido menos dogmático y crítico que lo afirmado en el ámbito teórico. Traducción de María Teresa Valcarce Labrador

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Page 1: La huella de la construcción tabicada en la arquitectura ... · te entre la forina del elemento abovedado de cubierta y la amado y se revestirán, en el interior, con paneles con-

Ricardo Gulli

cientes garantías para la seguridad estática y por lo tanto 11. Ángel Truñó Rusiñol, Consti.~~ccióii de bóvedus de 1-r~sillu los trabajos se interrumpieron definitivamente y el edifi- tr~bicndcrs. 1967. Manuscrito inédito. cio no se llego a terminar. 12. F. Cassinello Pérez, ((Bóvedas de ladrillo)), Mulli~ales y

10. F. Cassinello Pérez, Bóvedas 11 c~iprlas de 1uclr.illo. Ma- Norinas del Instittrto Ed~rnl-do Torr-oju de lu Constr~lcción drid, 1969, 101-102. y del Cenzelzto, Madrid (1969): 110.

1311 1928 Le Corbusier se halla en Barcelona invitado por José Luis Sert, para pronuilciar una conferencia sobre temas de la Nueva Arquitectura. El proyecto de Antonio Gaudí para las Escuelas de la Sagrada Fami- lia atrae su interés. En su cuaderno apunta el ingenio constructivo utilizado: una lámina continua y delgada (le fábrica resuelve la forma y la estructura del peque- ño edificio. En los cinco puntos para una teoría de la tirquitectura, expuestos por Le Corbusier en la confe- rencia, no hay lugar para la memoria y la tradición. 131 realidad, fuera de las razones afir~nativas y dogmá- ticas propias de toda formulación teórica, el interés de Le Corbusier por los modos de construir tradicionales y por el patrimonio cognoscitivo en ellos conservado, representa un dato constante y recurrente en su activi- dad como proyectista. En este contexto se inscribe la historia de la construcción de la bóveda tabicada, ge- neralmente conocida como bóveda catalana, que atra- viesa de manera sutil y recurrente la experiencia ar- quitectónica de Le Corbusier, desde el viaje a Barcelona en 1928 hasta los primeros años 60, cuando está ocupado en el proyecto para el Secretariado de Chandigarh.

El presente artículo recorre esta historia poniendo de manifiesto cómo la relación existente entre lenguaje ar- quitectónico y modalidad técnico-constsuctiva constitu- ye un pasaje importante en el pensamiento y la obra de Le Corbusier; concretamente, en la renovada interpreta- ción constructiva forjada por Le Corbusier, el peculiar empleo de la bóveda tabicada proporciona un punto de partida interesante para mostrar, en la comparación con Guastavino y Gaudí, las diferencias que se conservan en ella.

La huella de la construcción tabicada en la arquitectura de Le Corbusier

Riccardo Gulli

La sombra de Gaudí

El 15 de mayo de 1928 Le Corbusier llega a la estación de Barcelona. Ésta es su primera visita a la ciudad. ((Mientras estaba en Madrid recibí un telegrama de José Luis Sert (a quien no había visto nunca) donde me pedía encontrarme con él a las 10 en Barcelona, [. . .] para dar una conferencia en esta ciudad. En la estación conocí a seis jóvenes, todos de corta edad, pero llenos de eiler- gis)).' En los días anteriores a su llegada a Barcelona, Le Corbusier había dado una conferencia en Madrid a la que había sido invitado junto a alguno de los máxiinos protagonistas de la escena arquitectónica de la época coino Mendelsohn, Van Doesburg, Breuer y Gropius.

Le Corbusier ya había llarnado la atención de la crí- tica internacional con una serie de proyectos ((manifies- ton del nuevo rumbo arquitectónico: la Villa Stein, la La Roche, la Cook, el edificio para la Weissenhof de Stuttgart y finalmente el proyecto para el Palacio de las Naciones de Ginebra, vencedor del primer premio del concurso. En la conferencia de Barcelona se expondrán las tesis del libro Une maison, ~ i r z palais, recién publi- cado. Las expectativas de las nuevas generaciones, que se habían adherido con entusiasmo al nuevo credo ar- quitectónico, se vieron satisfechas. Pero inesperada- mente, fuera del papel institucional establecido por la conferencia, Le Corbusier sorprendió a sus interlocuto- res barceloneses más allegados con argumentaciones de contenido menos dogmático y crítico que lo afirmado en el ámbito teórico.

Traducción de María Teresa Valcarce Labrador

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76 Riccardo Gulli La huella de la construcción tabicada en la arquitectura de Le Corb~isier 77

ción triangular, con dos lados ciegos a la línea de la ca- gidez establecida por un orden geoinétrico regular. En- lle, se admite como hipótesis el empleo de una cubierta ciina del dibujo Le Corb~isier escribe: Casa Gcrudí. abovedada según dos configuraciones geoinétricas dife- (FLC 9307) (Fig. 2) rentes. Concretamente, en una lámina, al lado del priiner La nota no deja dudas sobre el origen de la referen- dibujo de la planta, se representa un segundo apunte re- cia del proyecto. La carga expresiva y la fuerza evoca- ferente al análisis geométrico de la cubierta de la escue- dora grabada en la imagen latente de las Escuelas de la la de la Sagrada Familia. La intención, por tanto, se ex- Sagrada Familia afloran de pronto en la mente y orien- presa claramente, pero su definición en términos tan el lápiz sobre el papel. En la solución definitiva no arquitectónicos parece aproximada y condicionada por quedará huella de este momento emocional. La organi- sugerencias que podríamos considerar de carácter «for- zación arquitectónica estará constituida por una suce- malista)). sión de tres elementos abovedados dispuestos en un solo

La incompatibilidad geométrico-constructiva existen- nivel. Las bóvedas se realizarán después en hormigón te entre la forina del elemento abovedado de cubierta y la amado y se revestirán, en el interior, con paneles con- de la disposición planimétrica obligará a Le Corbusier a glomerado curvado. (Fig. 3) buscar nuevas soluciones al proyecto sin alterar, no obs- tante, dos de los aspectos característicos de la propuesta arquitectónica original. el empleo combinado de paredes de vitroceinento (GRC) con el muro de piedra, y la cu- bierta abovedada tapizada con tierra vegetal

El primer empleo del elemento abovedado por parte de Le Corbusier se remonta al proyecto no realizado de la casa Mono1 de 19 19. Las unidades de vivienda se dis- ,-- .

ponían en cuadrícula y estaban realizadas con materiales -2 y técnicas industrializadas. Las dificultades encontradas al relacionar el dato planimétrico con la geometiía abo- vedada de la cubierta en la casa Henfel, llevaron a Le Corbusier a reelaborar la solución propuesta para las ca- sas Monol y adaptarla al nuevo contexto. En un croquis se describe claramente este paso. La forma unitaria pie- sente en los primeros bocetos se sustituye por un añadi- Figura 3

do de volumétricas gelleradas Le Corbusiei, solución defiiliti\a del proyecto de la casa Hen-

compositivamente por la combinación de fonnas geo- fel, 1935

métricas regulares, prismas con bóvedas cilíndricas su- perpuestas. Pero al lado de esta primera axonon~etría se representa una variante del mismo. Los muros, el para- Pero en estos croquis, donde se comparan dos va- peto, las bóvedas se inflan, se curvan, se liberan de la ri- riantes formales de una misma solución arquitectónica,

se describe perfectamente esa condición de ((incertidum- brev y de «duda» a la que se ha hecho referencia ante-

Figura 2 Le Corbusier, dibujo de estudio para el proyecto de la casa Henfel, 1935 (FLC 9307)

riorinente. Efectivamente, a partir de estas primeras ex- periencias de los años treinta, el interés de Le Corbusier por las expresiones propias de los ((lenguajes espoiitáne- os)) y de la cultura popular será cada vez más acentuado. En este contexto de búsqueda, el elemento constsuctivo abovedado se convierte en una referencia arquitectónica constante y característica de la nueva orientación de los proyectos. Desde los proyectos no realizados de Cher- chell (Africa, 1942), Saint-Bauine (Marsella, 1949), Roq et Rob (Cap Martin, 1949) a la casa Fueter (Lago Constanza, 1950), a las casas Jaoul (Neuilly sur Seine, 1955) a la casa Sarabhai (Ahinedabad, 1955) y las nzni- sons despeorzs (Chandigarh, 1955, no realizado).

Pero mientras en los primeros proyectos, el einpleo de la cubierta abovcdada responde sobre todo a una exi- gencia de orden formal-tipológico, como elemento que

caracteriza y distingue al tipo «mediterráneo», desde el proyecto de Saint Baume, el interés de Le Corbusier se orienta también hacia el estudio de las técnicas tradicio- ~iales como alternativa a las del hormigón armado. A treinta años de distancia de las sintéticas notas consigna- das en el cuaderno de apuntes referentes a la cubierta iibovedada de las Escuelas de la Sagrada Familia, la va- i.iante interpretativa de Le Corbusier de la bóveda tabi-

---a--

., -

cada, hará así su primera aparición en el proyecto de las ! t' .-z . .\.. >:',P e\' $7:.,'~ y, cnsas Jaoul. +,.y.+ j -

'

151 encuentro de ¿e Corbusier con la tradición tabi- cada

I:iitre agosto y septiembre de 1950 Le Corbusier se halla cii Bogotá. Acompañado de J.L. Sert, colaborador en el Iisoyecto para el plan de la ciudad, visita las artuitectu- MS de un proyectista local, el arquitecto Pisano. En tres

I:igura 4 I,c Corbusier, cuaderno D15, 1950

páginas del cuadeino se registran algunas notas sobre la técnica constructiva empleada por Pisano en su proyec- to. En la primera Le Corbusier escribe: (gis2 + bóveda catalana. Casa de Pisano en Bogotá. 1 sola cimbra, es- tructura con juntas alternas de cemento y yeso».G Un di- bujo más abajo representa una cimbra sobre la que se disponen dos estratos de ladrillos y el perfil apenas se señala con una escala. Debajo se anotan las dimensiones del ladrillo: 25 x 12 x 2 (Le Corbusier corrige la primera nota de 1,5 cm) (Fig. 4). Dos páginas más adelante, se descubre el objeto que había llamado la atención de Le Corbusier: una escalera, con perfil excéntrico, une los dos niveles supeipuestos. Debajo, al lado de un croquis apenas esbozado, de tres bóvedas, se lee: ((Para Saint 13aume~. (Fig. 5) .

Efectivamente, durante estos meses Le Corbusier es- taba ocupado en la redacción del proyecto para Saint

Figura 5 Le Corbusier, cuaderno D15, 1950. Boceto que representa la solución constructiva empleada por el arquitecto Pisano en Bogotá para realizar una escalera con bóveda tabicada

Baume. A su regreso Francia modificará el proyecto e introducirá, como elemento estructural de la cubierta, una bóveda tabicada cilíndrica7. En la tercera página del cuaderno se encuentran posteriores reflexiones sobre los modos de utilizar la técnica tabicada.* (Fig. 6)

No se puede afirmar con certeza si aquí le Corbusier estaba haciendo el levantamiento de una construcción existente o si ya estaba elaborando una solución de pro- yecto personal. No obstante, algunos indicios llevan a inclinarse por la segunda hipótesis. En la parte superior del dibujo se esboza una sucesión de cinco bóvedas. Al lado Le Corbusier anota: ((3 hiladas de rasillas, a,b,=bo- cel de 20)). Probablemente Le Corbusier estaba pensan- do en la posibilidad de agregar más módulos aboveda- dos para obtener una unidad de vivienda dispuesta en dainero. En efecto, más tarde empleará esta solución en el poblado del gobernador de Chandigarh.

En cambio, en el centro del dibujo, se representa el detalle del encuentro entre la bóveda y la estmctura por-

Figura 6 Le Corbusier, cuaderno E2 1, 195 1

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78 Riccardo Gulli La huella de la construcción tabicada en la arquitectura de Le Corbusier 79

tante. Una viga de hoimigón ai~nado constituye la im- móvil cada fila, tirante de hierro, 1 ladrillo fijado con posta de la bóveda. Sobre el retranqueo del paramento yeso para sostener el l i ~ t e l ) ) . ~ (Fig. 7) Sert proporcionó a del inuro se halla el apoyo de la cimbra que sostiene tres Le Corbusier el nombre de Domknech Escorsa, un ma- hiladas de ladrillo. La primera realizada con yeso, las estro de obra catalán elnigrado a Francia, como expei-to otras dos con cemento. Al lado se lee: «un muro de la- en el empleo de la técnica tabicada. De ahora en adelan- dril10 con yeso para asegurar el anclaje de la cimbra)). te la historia de la bóveda catalana en la arquitectura de Debajo está dib~~jado un perfil de bóveda reforzado por Le Corbusier hace referencia, continuamente, al nombre el tradós con «renzplissage pol.etix», relleno poroso. En de Domkiiech Escorsa. estas notas se describen expresamente algunas solucio- En las siguientes páginas del inisino cuaderno trans- iles constructivas utilizadas después en las casas Jaoul y cribe unas interesantes notas posteriores. Sarabhai, a las que se hace referencia a continuación. El Se lee: ((empleo de ladrillos, plafon~iettes al[ para- proyecto para Saint Baurne no se realizará. Pero el inte- fei~ills, se encuentran igual en París)). Más adelante: «el rés y la curiosidad de Le Corbusier por esta peculiar téc- primer estrato sin revoco. 2" tipo (representada una nica constructiva lo acon~pañará durante los arios si- bóveda vaída denoininada "volta bufadas") no para la guientes. Jaoul». Otros bocetos describen el aparejo de los tres

Con motivo del congreso del CIAM de 195 1, que se estratos. Probablemente Le Corbusier estaba reflexio- celebró en Hoddesdon, Inglatessa, del 9 al 14 de julio, nando sobre la utilización de la técnica tabicada en el Le Corbusier se encontrará con Sert de nuevo. También proyecto de las casas Jaoul. El encargo se le había con- en este caso el cuadei-no de apuntes registra las reflexio- fiado ya pocos días antes, en junio de 1951.10 A su re- nes de le Corbusier que escribe: «bóvedas catalanas, greso de Inglaterra contacta inmediatamente con Escor- Sert, Escorsa, 48 Bd. de Geneve, Béziers -9 julio 51-29, sa, en esa época colaborador en el estudio de su primo 14, 1,5 = ladrillo yeso-15 cmínl - cera debajo, cimbra Jeanneret."

Así se inicia la historia común de tres proyectos -Ja- oul, Sarabhai, Poblado del Gobernador en Chandigarh-

F= . ". - 1 . con la técnica tabicada. -. .-

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5 -. 1 s t

Tres arquitecturas, una técnica

. . S e .+ -A, ; , I ' , \, b

El proyecto definitivo de las casas Jaoul está fechado en h . 1952. Pero en 1937 Le Corbusier ya había recibido un - - ,- primer encargo del Sr. Jaoul. El proyecto redactado en

aquel momento es sustancialinente distinto del realizado después. La organización en planta del proyecto de

,/- !v.: y-7 \ )- t T - <t -.'L 1937 tenía claras referencias al precedente de la Villa

' - -L5 [ ,.."i d... ,,> 6, i +f

Saboya: planta libre, paseo arquitectónico, ventanas co- k' ,Ly ; / 0 / f !

,- ,,,)%~p rridas, pilotis. Sin embargo, la imagen lisa y blanca del .- : -" ,

S / U .. -2 revoco había desaparecido; en su lugar había aquella su- L *-f ;)

/ i w' 7 .J perficie áspera de tablas de madera insei-tadas en un es-

' * ,p!&%F" i . .. . queleto de troncos delgados (Fig. 8)

h.. .

\ c -, L,- ;X . # . .. l En 1937 llega el estudio de Le Corbusier, para hacer \ -6. --- prácticas, un joven arquitecto catalán, Antonio Bonet.12

Le Corbusier acababa de teiminar la priniera propuesta para la casa Jaoul. Bonet recuerda el encuentro con Le Corbusier así: «[. . .] ya cuando estaba en Barcelona per- cibía intensamente la influencia del surrealismo en la pintura, influencia que estaba trasladando a la arqurtec- tusa. Esto surgió en una conversación con Le Corbusier, que se mostró muy interesado. En aquel momento acababa de terniinar el proyecto para la casa Jaoul. Me

1" encargó que redactara un segundo proyecto, según la ar- quitectura racionalista, la libertad creadora propia del

Figura 7 inovimiento surrealista. Realicé un proyecto muy i-evo- Le Corbusier, cuaderno E21, 1951 lucionario, al que Le Corbusier no se opuso».13 La res-

I .c Corbusier, proyecto para la casa Jaoul, 1937

piicsta de Bonet se resume en tres láininas coloreadas. I'iguras de coches de la época, bailarinas danzando y personajes fainosos se confunden, en el iliinitado mundo tlc la imaginación, con la arquitectura dibujada. (Fig. 9)

Pero más allá del «sueño», desde el punto.de vista :iiq~iitectónico, surge con claridad la voluntad de combi- ii:ir, por «contraste», elementos pei-tenecientes al voca- Iiiilario racionalista con las figuras «siiiuosas» que cele- I>i?iii la liberación del rígido esquematisino iiiipuesto por los «estándares». El perfil ondulado de la cubierta se <<:ipoya» sobre una ligera traina de pilares y vigas de di- Icrcntes colores. En el proyecto realizado por Le Corbu- sicr 15 años después, no hay rastro de la propuesta de Ilonet con excepción -quizá sólo por casualidad- del c.lemento abovedado de la cubierta.

1311 1939 Bonet deja el estudio de Le Corbusier y se ii.:islada a Argentina. Las relaciones entre los dos arqui- lcctos se intei-rumpen, pero no los respectivos caminos tlc búsqueda que correrán en vías paralelas. En efecto, c-s sorprendente obseivai- la presencia de relevantes aila- logías entre el proyecto de Bonet para las viviendas Miirtínez en Buenos Aires y las casas Jaoul de Le Cor- l)t~sier. (Fig. 10)

Las referencias lingüísticas, arquitectónicas y cons- tructivas, ponen de manifiesto numerosas caiactci-ísticas comunes: muros poi-tantes de ladrillo visto, tcstcios cc- i-1-ados con particiones ligeras de vidrio y m ~ I C 1 LI %., '1, CII- biei-tas con bóvedas rebajadas insertas cntrc dos vigas longitudinales de hormigón aimado visto.

Sin embargo una sustancial diferencia ticnc qiic ver con la situación temporal. El proyecto de Bonct cstli Ik- chado en 1942, por tanto es de diez años antes q~ ic el tic Le Corbusier. La construccióri de las casas Jao~il se iiii- cia en 1953 y se termina en 1955.14 La organizncióii ar- quitectónica se ordena de acuerdo a las incdid¿is cstablc- cidas por el Modulor: 2,26 y 3,66 111. la dii~iciisi0ii dc la luz entre los inuros portantes; 2,26 m . la nltura tlcl sil-anque de la bóveda.

Figura 10 A. Bonet, proyecto de la casa Martínez, Buenos Aires, 1941

La definición geométrica y consti-uctiva de las bóve- das fue objeto de una atención especial. La solución de-

l --- finitiva sólo llegará después de una serie de elaborados

--- --

- - e*%?~ estudios preliminares. Entre los priineros meses de 1952

lo- & % '.- .@ y el final de 1953 Le Corbusier está realizando al mismo ! ' tiempo el proyecto de tres viviendas: las casas Jaoul, la ' - Q

casa Sarabhai y las niazsons des peons para el poblado *F --.- del Gobernador de Chandigarh. La solución consti-ucti-

va de las bóvedas tabicadas será la hipótesis de los tres proyectos. Le Corbusier y Piesse Jeanneret, colaborado- res en el proyecto de Chandigarh, mantienen frecuentes

-' 1 Y contactos con Escorsa para recabar aclaraciones, poste- Mvh-___- - - . '9 riores y más precisas, sobre cómo utilizar la técnica ta- bicada.

I ~ ! ~ t i i . a 9 Analizando los documentos de archivo, tratemos de \ . I{oilet, dibujo de estudio para el proyecto de la casa Jaoul, reconstiuir algunos pasajes significativos de esta pai-ti- 10.37 cular historia constructiva, que afecta a la realización

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80 Riccardo Gulli La Iiuella de la construcción tabicada en la arquitectura de Le Corbusier 8 1

-D-- - -- -- ---- z- %

coetánea de tres proyectos diferentes. Jeanneret se en- ' =- . - - . '

cuentra en la India desde 195 1 para dirigir las obras de Y ,- 9 -

%>, Chandigarh. El 21 de febrero de 1953 se fecha la caita 8, d - ,

de Domknech Escorsa a Pierre Jeanneret:I5 «la otra se- \ / > ? :

p.- -- mana estuve en París. Una vez más Le Corbusier me ha -- hecho preguntas sobre los detalles de la bóveda catala- - 7+.. - ty,*- %,.- -5 ->-- --- na. Con anterioridad ya le había proporcionado explica- 1 - 2 -.

r

ciones al joven que trabaja en el estudioL6 y, como a ca- - -- - - .--- - -- - - - - - - - -- - - - - --- . =----.. - --- .- a---- %=-'+-y -- ---

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minar se aprende caminando, en casa del empresario -.- - - - -.- -- * --

-- - . - al3

Bei-tochi y en presencia de Le Corbusier y de sus «chi- < A

tos», he construido una bóveda catalana con mis pro- Figura

pias manos. Espero que lo hayan entendido. Por otra Le Corbusier, dibujos de ejecución de las bóvedas de la casa

paste, he hecho esta deinostración porque con ellos esta- Jaoul (FLC 9930)

ba también Jean Lois Veret, y creo que él irá pronto a la India. También le he hecho trabajar con sus manos».

El tono con el que Escorsa describe el episodio da a entender que Le Corbusier todavía no había comprendi- do totalmente las peculiares características constructivas y de puesta en obra de la técnica tabicada. Como vere- mos, en realidad para Le Corbusier el problema era sus- tancialmente distinto. Volveremos enseguida sobre este asunto después de desarrollar algunas consideraciones previas.

La solución definitiva de los detalles de las bóvedas de las casas Jaoul está representada en una lámina fe- chada el 13 de noviembre de 1953, con la filma del co- laborador en el proyecto, el arquitecto Michel (FLC 29614). Posteriormente se realizarán otros dos pla- noslláminas de ejecución con una descripción más pre- cisa de los materiales empleados y de los detalles cons- tructivos. (FLC 9930) (Fig. 11). Pero el camino recosrido por Le Corbusier antes de llegar a la solución definitiva estará jalonado por numerosas fases interme- dias de las que quedan testimonios en las notas y dibu-

jos, alguna vez tan sólo apuntes esbozados, que realizó entre 195 1 y 1952. Las láminas (FLC 1009 1-10092- 10094) no tienen fecha. Pero los contenidos de los dibu- jos y las notas aquí referidas inducen a pensar que han sido redactados en relación con la casta de Le Corbusier a Escorsa del 21 de julio de 195 1, citada anterioimente.

En el documento FLC 10094 (Fig. 12) se analizan, consecutivamente, el problema del apoyo de la bóveda sobre los muros portantes internos, los arquitrabes de hormigón armado, los arquitrabes realizados con vigue- tas IPN, aisladas y pareadas, colocadas a ejes respecto a los muros, las vigas de hormigón amado insertas en el muro externo y, finalmente, se describe el aparejo cons- tructivo del primer estrato, llevado a cabo con el sistema «en espiga a la catalana)) (a nzezcla) y «ordinario» con las juntas continuas a lo largo de las generatrices. Arriba a la derecha se lee: «Se pueden hacer bóvedas con tres estratos si se utilizan ladrillos delgados (2 cm) "para- feuills au plaffonettes. " Es más cómodo si se realiza con

Figura 12 Le Corbusier, lámina FLC 10094

(los estratos sólo. El primero con piezas cerámicas del- gadas y el segundo con ladrillos macizos ordinarios de 5 cm de espesor. El primer estrato se rejunta con yeso o ccrnento rápido. El siguiente con mortero de cemento preparado a 400 kg. En el inomento de colocar el segun- (lo estrato, las piezas de los dos estratos deben estar mo- ,j;rdas hasta la saturación para obtener una mayor adhe- i.cncia». En estas consideraciones está presente una primera e

iinpoitaiite cuestión sobre la que es opoituno detenerse. I,c Corbusier compara dos sistemas: el tradicional de ircs estratos supei-puestos y el de dos estratos, realizados coi1 materiales diferentes, seiialado por él mismo como c.1 «más cóinodo». Sobre esta diferencia, que en princi- pio podría parecer iilsignificailte pero que en cambio se tlcinuestra sustancial, se condensa la peculiar variante i t i i la interpretación de la constiucción tabicada gropues- i ; i por Le Corbusier.

Las bóvedas empleadas por Le Corbusier en los pro- yectos de las casas Jaoul y Sarabhai y las nzuisons des /)oons de Chandigarh, en realidad no son bóvedas cata- I;iii¿is, o mejor dicho, bóvedas tabicadas. La hipótesis c~oiistructiva propuesta por Le Corbusier se entiende coino solución intermedia entre el sistema en hoimigón, L-iiipleado en la antigüedad por los constructores roma- iios, y el propio de la técnica tabicada. En efecto en las I)tivedas de Le Corbusier, la priinera hilada, realizada si11 la ayuda de ciinbras como prevé el sistema tabicado, iio se puede considerar totalmente colaboradora con la scgiinda. Los requisitos fundamentales, reasumibles en ( - 1 concepto de cohesividad estructural enunciado por ( ;ii¿istavino, sólo se satisfacen parcialmente. En síntesis: I;i rcgla esencial del desfase relativo entre las juntas de I;is dos capas no se respeta; la cantidad de mortero no i-sti relacionada con la dimensión de los ladrillos; el re- Ilciio realizado en el trasdós, con hormigón aligerado, iiiodifíca sustancialmente el compoitamiento estiuctural tlc la bóveda, cuya sección resistente comprende tam- I)iEn la zona del refuerzo.

El hecho de que Le Corbusier considerase la esti-uc- iiii.:i de ladrillo (sustancialinente) como encofrado perdi- (lo, con una reducida capacidad resistente, resulta con- l ii,inado, posteriormente, por algunas notas explícitas ;iiitOgrafas. En dos hojas, una con las siglas del Hotel ( 'ontinental de Bogotá, y la otra encabezada con su iioinbre, fechadas el 11 de mayo de 1951 (FLC 5484) (I:ig. 13), se transcriben algunos apuntes relativos al 1)i'oyecto para las maisons despeons de Chandigarh. Re- I'1i~i611dose a un proyecto de Pisano en Bogotá, Le Cor- I)iisier reflexionaba sobre algunas cuestiones del proyec- 1 0 . Por lo tanto, se afrontaban las problemáticas i,oiicernientes a la disposición planimétrica de las vi- vicndas, las relativas a las particulares condiciones cli- iii:íticas y, por consiguieiite, a la posibilidad de colocar

Figura 13 Le Corbusier, hojas de apuntes fechados el 11 de mayo de 195 1 (FLC 5484)

un parasol en la cubierta, las referentes a la organización dimensional de los alojamientos según la medida de 2,26, establecida por el Modulor y, finalmente, se des- cribe una hipótesis constructiva para realizar bóvedas de ladrillo.

En dos pequeñas axonometrías, se expresan las con- sideraciones de Le Corbusier: los dos estratos de la bó- veda están divididos claramente; sobre el primero está escrito «encofrado». Arriba: «ladrillos de gran forina- to». Entre los ladrillos del segundo estrato aparece una anotacón con la referencia descriptiva correspondiente: «cable de hierro». El dibujo axonométrico que se en- cuentra al lado aclara mejor la hipótesis constructiva. En el tradós del primer estrato, y ahogada entre las juntas del segundo, hay una malla de redondos de hierro. Esta solución no se adoptará en los sucesivos proyectos de la Jaoul y la Sarabhai. Pero lo que parece oportuno es po- ner de manifiesto el intento de Le Corbusier, ya desde 195 1, de mediar las posibilidades estructurales que ofre- ce la tecnología moderna, la del hormigón amado, con la cualidad expresiva que se obtiene mediante el uso de un elemento constructivo realizado según un procedi- miento de tipo artesanal.

Este desdoblamiento, entre contenidos constructivo- estructurales y representación formal, se confirma posterioimente con otras notas relativas al predimensio- namiento estiuctural de las impostas de las bóvedas de las casas Jaoul, fechadas en septiembre de 195 1. El pro- cedimiento llevado a cabo se atiene a la aplicación de fórmulas sencillas, deducidas de la teoría elástica de las estructuras de hormigón armado. Efectivamente, en es- tas verificaciones estructurales no se considera la cola- boración de la resistencia del ladrillo. El esquema estáti- co de toda la configuración abovedada se asimila al de un arco de hoimigón con un tirante por debajo para con- trarrestar el empuje horizontal. Un esquema estático in-

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82 Riccardo Gulli La huella de la coilstrucción tabicada en la arquitectura de Le Corbusier 83

diferente a las peculiares respuestas estructurales gene- radas por el ernpleo del tradicional sistema constructivo tabicado. Por tanto Le Corbusier sustrae el valor cons- tructivo a la técnica original. Lo que queda sobre todo es su expresión fornlal.

En otros apuntes fechados el 15 de enero de 1952 re- ferentes al proyecto de las ~~znisons des yeons de Chan- digarh (1 10 mq) , se registra el mismo procedimiento de verificación estática. En ellos, además del análisis de las cuestiones estructurales, también se transcriben otras anotaciones importantes relativas al estudio de las solu- ciones (de proyecto) idóneas encaminadas a resolver las desfavorables condiciones ainbientales de la región hin- dú. En una serie de pequeños dibujos, con fecha de 17 y 23 de enero de 1952 (FLC 5625), se representan algunas hipótesis sobre el empleo de esti-ucturas metálicas, pla- nas o con faldones inclinados, alojadas sobre la cubierta abovedada. Esta solución constructiva se adoptará en el proyecto para las niaisons cles yeons de Chandigarh, no realizado. Pero en estos mismos meses, Le Corbusier está ocupado también con el proyecto de la casa Sarab- hai, donde preferirá la solución de la terraza ajardinada, la misma que emplea en las casas Jaoul, en vez de la hi- pótesis del br-ise-soleil.

Las ideas que fundamentales del proyecto ya están asumidas en la primera lámina de estudio fechada el 7 de marzo de 1952 (FLC 6676). Para satisfacer las nece- sidades de una buena ventilación de los espacios interio- res, la disposición de la planta se organiza según una su- cesión de módulos abovedados de 3,66 m . de luz , dispuestos paralelamente a la dirección del viento domi- nante. Coino es habitual, Le Corbusier escribe, junto a los dibujos, algunas notas descriptivas. El problema constructivo de las bóvedas se afronta rápidamente en dos bocetos sintéticos. Le Corbusier piensa utilizar pie- zas cuadradas (1 8x1 8 c m ) como estructura del primer estrato. Al lado de la sección, una breve nota hace re- ferencia al problema de la dimensión de las impostas." En febrero de 1953, aproximadamente un año después de la redacción de la primera solución, se termina el proyecto de la casa Sarabhai. En los elaborados con fe- cha de 20 de febrero de 1953 se representan los dibujos de los detalles de ejecución de las bóvedas (FLC 6942).

La comparación entre este proyecto y el coetáneo de las casas Jaoul pone de manifiesto la presencia de carac- terísticas tipológicas y constructivas comunes. Las bó- vedas se llevan a cabo con el misino sistema: con dos estratos, el primero realizado con ladrillos cuadrados de 2 c m de espesor y el segundo con bloques perforados de hosmigón aligerado de 5 cm; los detalles del encuentro de las bóvedas con las vigas de hosmigón armado son análogos constructivamente, así como la ejecución del refuerzo lateral con material poroso y el manto de cubri- ción de tierra vegetal; en ambos proyectos la disposición

planiinétrica y espacial se organiza según las medidas fijadas por el Modulor, 3,66 y 2,26 rn. Particularmente, lo que surge con claridad de esta comparación, que se puede extender también al proyecto de Chandigarh, en principio tiene que ver con el intento de Le Corbusier de definir un «modelo» arquitectónico y constructivo adap- table a diferentes contextos. De esta manera, la reelabo- ración de una técnica artesanal adquiere un significado que supera la simple actualización de los ((lenguajes es- pontáneos)).

Por tanto, en las hipótesis de simplificación del orga- nismo arquitectónico mediante la combinación de uni- dades volumétricas aisladas, predeterminadas tipológica y dimensionalmente, herencia inherente a la ideología racionalista, se inserta un nuevo interés por la cualidad expresiva de las formas y las técnicas de origen ai-tesa- nal. Volv iendo a la cuestión planteada anteriormente con respecto a los contenidos de la carta de Escorsa del 21 de febrero de 1953, en la que parece entenderse que Le Corbusier no tenía claro todavía las peculiaridades constructivas de la técnica tabicada, ahora se pueden avanzar algunas consideraciones más.

Los elaborados para la ejecución de la casa Sarabhai tienen fecha de 20 de febrero de 1953. Por tanto están realizados antes del encuentro entre Escorsa y Le Cor- busier, acaecido en estos mismos días. Pero el interés por esta técnica constructiva madurado por Le Corbu- sier, había superado ya los límites de una propuesta ri- gurosa y filológica en ese momento. Evidentemente, su intención era otra. Corno el mismo liabía declarado,18 la investigación consistía fundamentalmente en la puesta a punto de u n procedimiento constructivo que peimitiera, ya fuese moderar los costes de ejecución utilizando ma- teriales como bloques perforados de hoinligón de pro- ducción noimalizada, ya mantener inaltei-ado el resulta- d o formal derivado de la utilización de la técnica tabicada tradicional.lg Los plazos previstos para la inter- vención se postergaron después a 1954 y al final el pro- yecto no se realizó.

En una lámina de ejecución con fecha de 4 de mayo de 1954 (FLC 291 12), se halla una nota descriptiva que comenta los dibujos de los detalles de las bóvedas. (Fig. 14) Se proporcionan dos soluciones constiuctivas dife- rentes: una con dos estratos realizados sin utilizar enco- f rado~, con ladrillos de 2 c m , unidos con yeso, y de 7 c m recibidos con cemento. En la segunda se emplea una cimbra fija y u n solo estrato de ladrillos de 7 c m de es- pesor, puestos e n obra con cemento. En la parte inferior de la nota se solicita un presupuesto para ambos siste- mas descritos.20

A las incertidumbres expresadas por Jeanneret, Le Corbusier dará respuesta unos meses después con la rea- lización de los proyectos de las casas Jaoul y Sarabhai. Estas dos obras inician y terminan la experiencia de las

.-. . ejeinplo, en el ámbito de nuestro análisis específico, un aspecto que une la experiencia de las casas Monol o Henfel con la de los proyectos de los años 50 se identifi- ca en el empleo recussente de una sola «unidad volumé- trica)) corno elemento básico de la organización de la to- talidad arquitectónica. Esta «unidad volumétrica» se caracteriza, desde el punto de vista tipológico, por el ernpleo de una estnictura abovedada sobre muros por- tantes y, dimensionalmente, por las medidas estableci- - - . ,.-y-- -' -- . - das por el Modulor. Es en este «orden provectual)) don- -

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I igura 14 I c Corbusier, Villnge d~c Go~ii1errzelir en Chandigarh,detalles tlc las bóvedas, 4 de mayo de 1954 (FLC 291 12)

1,tivedas catalanas en la arquitectura de Le Corbusier pero, al mismo tiempo y con la única excepcióri de la Villa Shodhan de 1956, también se termina la investiga- ciKii de Le Corbusier sobre la vivienda unifamiliar. Des- piiCs de esta fecha, los esfuerzos de Le Corbusier se en- c.;iiiiinarán, exclusivamente, a las intervenciones a gran cscala.

En cualquier caso, la historia constructiva de la bó- \jctla catalana representa un momento significativo en el iiiibito de la experiencia arquitectónica de Le Corbusier tlc cstos años. En esta historia se conseilia un importante p~isaje del gradual proceso evolutivo que une la primera liisc de crítica de los principios teóricos del purismo con I;i del «lirismo escultórico» de la Capilla de Ronchamp, ii.ciilta años posterior. La intención de Le Corbusier de iililizar una técnica constsuctiva que fuese econóinica y, :iI inismo tiempo, permitiese no alterar la cualidad for- iiinl y expresiva de la pieza producida artesanalmente, pertenece directamente a esta delicada fase de tran- sición.

De acuerdo con esta interpretación, la distancia entre cl proyecto para las casas Monol de 1919, pasando por I;i experiencia de la casa Henfel de 1935, de los proyec- los para la Jaoul, la Sarabhai y el poblado del Gobeina- tloi de Chandigarh, parece menos importante. Las hipó- icsis sobre la utilización de procediinientos iiidustrializados enunciadas en las proclamas teóricas de los años 20, las sustituyen, gradualmente, el interés por I:i cualidad expresiva de los materiales naturales y una i.ciiovada atención hacia las técnicas constructivas tradi- c-ionales.

Pero el legado producido por la investigación del ~'i'iiner periodo será, e n cualquier caso, una herencia presente también en la siguiente fase evolutiva. Por

de se inserta la investigación de la «forma expresiva)) de la que habla F r a i n p t ~ n . ~ ~

En este sentido la elección de Le Corbusier de adop- tar una técnica alternativa a la del hormigón armado se puede reconducir a la voluntad de caracterizar fosmal- mente, a través del empleo de un elemento m u y pecu- liar, una organización arquitectónica que, de otro modo, estaría ordenada según una estéril composición seriada de unidades modulares aisladas. La carga evocadora y la fuerza expresiva de esa fonna, que en 1928 había susci- tado la atención y el interés de Le Corbusier, la Escuela de la Sagrada Familia, efectivamente dejará una marca precisa e indeleble en la memoria.

Durante el viaje a Boston, en septiembre de 1960, Le Corbusier anota en su cuaderno una idea para el Secre- tariado de C h a n d i g a ~ h . ~ ~ Dispone tres espacios en se- cuencia. Al lado del primero, el definido corno atrio, Le Corbusier escribe el nombre de Gaudí. (Fig. 15). Una ve z más los recuerdos evocan la arquitectura de la Es- cuela de la Sagrada Familia, que se vuelve a proponer. La fascinación ejercida por la forma sinuosa de la cu- bierta sugestiona la fantasía de Le Corbusier de nuevo, a casi treinta años de distancia de su primer encuentro. Es quizá sobre todo en este aspecto de orden forrnal, más que en el propiamente técnico, donde se reconoce el in- terés de Le Corbusier por los resultados arquitectónicos obtenidos con la construcción tabicada. (Fig. 16)

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Figura 15 Le Corbusier, cuaderno P6 1, 1960

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84 Riccardo Gulli

Notas

1. Fragmento extraído del prólogo redactado por Le Corbu- sier para el libro de Joan Prats y Joachiin Gomis, Elzclten-

' f tro COI? la obra de Gatrdí, Fotoscop, Edicibns La Polígra-

.! fica, Barcelona, 1957 2. Articulo redactado con la filma de Marius Gifreda, con el

título (<Le Corbusier en Barcelona. El célebre arquitecto comenta la ciutatn, 1928.

3. Joan Prats, Encirentro con la obra de Gcritdí. 4. Sobre la relación entre expresión formal y realidad tecno-

lógica en la arquitectura de Le Corbusier véase John Win- ter, «Le Corbusier Technological dilemma)), A& JT, 10 (1987).

5. Le Corbusier, Oelivre comnpl2te, 1929-1934, 4" edición, 1947,48.

6. Kenneth Frainpton, Historia críticu de lct aryzritecttlrn nioderrza, 9"ed., Ed. Gustavo Gili, 1998,227.

7. Cuaderno de viaje, C 1 1, 1928. 8. A propósito de esto, Roberto Pane observa: «...Pocas ve-

ces la disposición estruct~~ral se identifica con el valor ex- presivo como en este caso, en el que la cubierta y las pa- redes verticales se subordinana recíprocamente, ya sea como estructura o como génesis geométrica)). Roberto Pane, Arztorzi Gairdí, ed. Comunitá, 1981, 212.

9. CuademodeviajeD15,1950. 10. Fernando Marzá, Esteve Roca en AA.VV, Le Corbzrsierji

Barcelona, Fundacio Caixa de Catalunya, 1988, 113. «El proyecto estaba pensado inicialmente con bóvedas de hor- migón armado y sólo después del viaje a Bogotá Le Cor- busier decide emplear bóvedas catalanas)).

11. Cuaderno de viaje D15, 1950. 12. Cuadeino de viaje E2 1, 195 1. 13. Información extraída de Gilles Ragot, Mathilde Dion, Le

Cor-biaier en Fra~ice, Réalisatioris et projets, París, 1987, 110.

14. En una carta fechada el 26 de julio de 1951 se lee: «Señor Figura 16 Escorsa, he aquí una nota (más bien aproximada) concer- Le Corbusier, interior de la casa Jaoul donde se ve el intradós niente a mis preguntas sobre la bóveda catalana. Le resu- de la bóveda mo:

1- ¿Cuál es el comportamiento de la bóveda con respecto a los muros portantes? 2- ¿Cuál es el comportainiento en relación con las zonas

Si para Gaudí la bóveda tabicada representaba la ex- arauitrabadas de 1.1 3 m. 2.16 m. 1.83 m v 3.66 m de luz? , , , , , ,

presión rigurosa de «una forma lógica surgida de la ne- 3- En Boeotá el arauitecto Pisano ha construido bóvedas " cesidad)), proponiéndola ante todo como solución técni- de ladrillo enlucidas con cera transparente. ¿Se pueden ca a una instancia precisa del proyecto, y para Rafael utilizar productos franceses? Guastavino el empleo de la construcción tabicada res- 4- ¿Qué ladrillo hay que emplear para el lo, 2", 3" esta- pondía a la primera exigencia de cubrir grandes luces do?. ¿Quién los puede proporcionar? ¿Conoce albañiles

con un elemento constructivo ligero, económico y con catalanes que puedan realizar el trabajo en París y alguien

una elevada resistencia al fuego, en Le Corbusier las po- que pueda dirigir la ejecución de las obras?

sibilidades constructivas del sistema se reducirán sus- 5- ;Cómo se realiza el contrafuerte en los riñones de la

tancialmente, y estarán muy condicionadas por opciones bóveda? 6- ¿Qué tipo de pavimento se utiliza normalmente y cuá-

de carácter formal. También en esta historia, como en el les son los máximos valores de la sobrecarga del estrato

caso de la experiencia de los años 20, se preservará la de fondo aue vuede sovortar la bóveda?)). Citada en Le

La huella de la construcción tabicada en la arquitectura de Le Corbusier 85

aún estudiante, desde 1932. Juntos fundaron la asociación MIDVA (Muebles y decoración para la vivienda contem- poránea). Con ino t i~o del CIAM de 1933, estando a bor- do del Patris, Bonet, en esa época todavía estudiante, co- noce a Le Corbusier. La promesa de realizar las prácticas en el estudio de Le Corbusier se verá cumplida en 1937, recién terminados sus estudios. Bonet permanecerá en el estudio parisino durante dos años, hasta 1939. Posterior- mente, junto con otros dos colegas argentinos, se traslada- rá a Sudamérica, donde continuará su actividad.

10. Fragmento extraído de Antonio Bo~zet y Río cle la Plcrta, Catálogo de la Exposición. CRC, Barcelona, 1987, 40.

17. Debido a las dificultades económicas ocasionadas por la inuerte premat~i;a de André Jaoul, acaecida en 1954, las obras se interrumpieron temporalmente durante aquel año y se reanudaron en 1955. A este respecto véase G. Ragot, M. Dion, Le Col-btisier eri Frunce, 11 0.

1 S. Véase Le Corbtrsier), Barcelo~za, 112. 1 ' ) . Probablemente se trataba del arquitecto Michel que cola-

boraba con Le Corbusier en la realización de los detalles dc las casas Jaoul.

'O. La anotación no se descifra claramente y sólo se puede asignar un significado comprensible a dos palabras: predi- inensionamiento - Jaoul. (Véase hoja FLC 6676)

' l . Se refiere a la' nota registrada en la lámina FLC 10094 con respecto a la coinparación entre el sistema tradicional con tres estratos y la hipótesis de Le Corbusier con el em- pleo de materiales de producción usual.

l . ' . También se concentra sobre el mismo problema la aten- ción de Pierre Jeanneret. En una carta fechada el 23 de noviembre de 1952 invita a Escorsa a la India, Jeanneret

escribe: «Una petición importantísima, te pido que me respondas enseguida por carta. ¿Podrías enviarme algunos detalles y bocetos sobre como se construye la bóveda ca- talana? a) Las dimensiones admisibles de los ladrillos; b) El modo de colocarlos (espesor); c) Cómo evitar el em- pleo de encofrados; d) Cómo eliminar los empujes; e) Si se debe usar cemento o yeso; f) Descripción del aisla- miento térmico necesario [. . .] pero atención, es extrema- damente urgente, ya que se deben cubrir trescientos espa- cios de este tipo en tres semanas [...]». Véase Le Corbttsier y Barcelona, 1 1 1.

23. Después se proporcionará Jeanneret una indicación en este sentido, en una misiva fechada el 30 de abril de 1953 en la que se lee: «En cualquier caso sea cual fuere el pre- cio del yeso y del cemento en Chandigarh, es mejor em- plear las bóvedas catalanas en lugar de esas fenicias de las islas Baleares, ya que las cimbras son económicas y fácilmente desplazables [. . .] Con respecto a la construc- ción: la realización de los encofrados para las bóvedas fe- nicias es equivalente, en términos de tiempo, a la cons- trucción de una bóveda catalana; por otra parte, la ejecución de una bóveda fenicia requiere el doble de tiempo que el necesario para una bóveda catalana; en otras palabras, el triple considerando los hombres emplea- dos. Y también con respecto al tiempo de construcción, ya que para las bóvedas fenicias es preciso esperar 15 días para quitar los encofrados)). Citado en Le Corbzlsier 3' Barcelorzct, 1 1 1.

24. Kenneth Frampton, Historia crítica de la arquitecttlra nioderna.

25. Cuaderno de viaje P61, 1960.

. . imagen de la «técnica». Corbilsier y Barceloiza, 105.

Pero detrás de ésta, vive otra verdad oculta a la mi- 15, Antonio Bonet (Barcelona 1913) se forma en el estudio rada. de J.L. Sert y T o i ~ e s Clavé con quien colabora, siendo

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