la hora de la etica rial

5/13/2018 La Hora de La Etica rial - slidepdf.com

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¿SUPONE LA ETICA UN LIMITE A LAS OPORTUNIDADES DE

NEGOCIO?

Las oportunidades de negocios tienen muchos límites que, día a día,aceptamos pacíficamente desde las leyes civiles y mercantiles, la propiasalud y resistencia física y psíquica, hasta la hora a la que uno tiene que enestar en su casa ,sino quiere ser reprendido por su familia. Todo esto, ymuchos más cosas, en su momento pueden impedirnos hacer negocios. Laética también, claro, pero lo más característico de los principios morales noconsiste en constituir una barrera para los negocios: más que tratar de

evitar algunos males, se orientan a conseguir las mejores actuacionesposibles.Lo esencial de la rentabilidad no consiste en oponerse a la ética,

porque hay cualidades gracias a las cuales se trabaja más y mejor, porquehay muchas otras dimensiones de la vida que suponen unos límites a larentabilidad y no por eso son calificadas como algo deplorable.

Por lo tanto, la respuesta a la pregunta inicial podría ser: “Ni solo, nisiempre”.Las consideraciones éticas suponen un factor, un elemento más, enel análisis de las decisiones empresariales. Qué sea un factor más o menosde moda es irrelevante porque las modas son pasajeras, pero la racionalidadno se pasa. En ese sentido en el que la racionalidad no se pasa de moda, nopuede ser traspasada, la ética resulta ser una dimensión inevitable de todaslas actividades humanas. También de las actividades empresariales.

1.1 ANALIZAR Y EJECUTAR. DEMOSTRAR Y CONVENCER

Todos poseemos un instinto básico que nos dice cuándo algo nosconviene o nos perjudica y todos poseemos también la capacidad de ver másallá (de ver el fondo) que se esconde tras las manifestaciones superficiales.

Ese sentido común tiene algo de inexplicable, un no sé qué, que noshace pensar, que la primera intuición es la que vale. Junto a ese instinto, y

al sentido común, la experiencia va dando también un saber, un saber estar,un saber hacer, unas formas de actuar que con el tiempo se han demostradoexitosas y que repetimos de modo casi inconsciente. Ese saber adquirido quefacilita el obrar, solemos denominarlo “prudencia”, pero en seguida notamosque no es un saber del mismo tipo que otros conocimientos que poseemos, alos que solemos denominar, científicos.

Es evidente que el análisis es previo a la ejecución, el peligro es que lagente aprenda demasiado de metodología y demasiado poco a juzgar

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cuándo debe usarla y cuándo no. El peligro es, poseer un potencialdeslumbrante, y no saber dónde o cuándo debe ser aplicado. ¿Qué quieredecir Chicago vrs Cambridge? Que hay que intentar la síntesis. Las escuelasde negocios o de Formación de directivos, se situarán en otro nivel dediferenciación si verdaderamente consiguen enseñar cómo deben ser

aplicados los conocimientos que imparten.Un análisis completo de las decisiones se orienta a la ejecución, y a la

vez contempla sus repercusiones a futuras decisiones. La profesión deAuditor ha ido evolucionando, las empresas no se conforman con quesimplemente les elaboren sus estados financieros, piden, cada vez más,consejos estratégicos para su gestión. Poco a poco, se está obligando a lasempresas de Auditoría a que realicen una función de denuncia antesituaciones que puedan ser fuente de corrupción o que puedan poner enpeligro la vida de empresas cuyo descalabro sería seriamente peligroso.

Al auditor se le pide, cada vez más, que actúe como consultor, porque

el ser es inseparable del deber ser. La metodología que preside los juiciossobre el ser de una empresa es muy distinta de la que rige los consejossobre lo que debe hacerse.

La dificultad para saber cuándo una acción humana es buena o mala,es similar a la que nos aparece cuando queremos saber si un negocio nos vaa salir bien o mal, carecemos de seguridad, pero tenemos indiciossuficientes para saber si una decisión es razonable. Además la experienciairá aniquilando las intuiciones iniciales. El problema está en que de lasituación inicial presente, pueden seguirse muchas vías de actuación, ynadie puede estar completamente seguro de acertar hasta que se pone ahacer lo que decide. Este riesgo está presente en toda decisión. Por este

motivo, algunas actividades tan importantes como la formación dedirectivos o el ejercicio de la auditoria y consultoría, están ampliando sushorizontes. No basta con poseer las mejores herramientas o metodologías:lo difícil es saber cuándo deben ser aplicadas. No basta con levantar acta delos estados contable: deseamos saber si esa posición es arriesgada, quéresponsabilidades se derivan, y qué podemos emprender a partir de ahí..Para pasar del análisis a la ejecución hay que estar convencido. Y eso sólo sedemuestra haciéndolo, intentándolo. El paso del “ser” al “deber ser” entrañariesgos. Eso es lo que, básicamente, tienen en común la ética y losnegocios.

1.2 EL ESFUERZO Y EL EXITO

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El criterio que suele denominarse “de emergencia” es según el cualsólo sobreviven los organismos mejor dotados. En un contexto darwinista,significa algo así como supervivencia, pero con el añadido de que ello implicauna valoración: es el resultado de ser el mejor. Hay personas que piensanque triunfar, tener éxito, significa conseguir que otros no lleguen a las

cuotas que ellos han alcanzado. Estas personas resultan molestos, son seresinsociables, precisamente por haber hecho del éxito un valor no compartible.La amabilidad es una de las condiciones imprescindibles para no hacerodioso el poder, y también para no hacerse molesto ante quien lo ostenta.

Si aplicamos el “principio de emergencia” a la vida empresarialobtenemos la consecuencia de que las empresas que sobreviven son lasmejores, que sólo triunfan los mejores, que el que se impone es el mejor oque el mejor es el que obtiene el éxito. Pero a la larga este criterio, arruinala libertad del mercado porque apunta hacia el monopolio.La palabra “emergencia” tiene otro significado cuando se habla de “valores

emergentes”, de valores en alza en una sociedad que se está configurandoalrededor de bienes que sí pueden ser compartidos. Evidentemente, no setrata de criterios excluyentes porque eficacia y excelencia no sólo no seexcluyen sino que se implican.

Ser el mejor en una determinada actividad, en cierto sentido, esequivalente a tener éxito, a ser eficaz, pero no en el sentido, que elloimplique necesariamente la aniquilación de todo posible competidor, o de laspersonalidades que nos rodean. Y es que la excesiva agresividad acaba conla vida de cualquier líder.

El mundo empresarial está lleno de intangibles. Por lo tanto, las cosasno pueden juzgarse como verdaderas o convenientes solamente en función

de que se las pueda cuantificar. El éxito, en cierto modo, también es unintangible. Y para alcanzarlo no hace falta proponerse que otros no loalcancen

1.3 TRABAJO Y EMPLEO NO SON LO MISMO.

El empleo es un bien escaso y el trabajo es una necesidad natural. Eltrabajo, además de que es la forma habitual de obtener los recursos

económicos necesarios para subsistir, es la principal fuente de relacionessociales y de realización personal. Por eso resulta necesario.La economía y la política que la regula, debe considerar ante todo que

los trabajadores desean que se reconozcan todas sus capacidadespersonales. El cambio que se exige es cultural. La solidaridad es un conceptoque sólo funciona cuando se refiere al trabajo. Porque si se aplica al empleo,no crea nuevos empleos. La solidaridad precisa un cambio cultural previo:descubrir el potencial creativo de cualquier persona.

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En fin, se trata de decidir si queremos vivir para trabajar, o sitrabajamos para vivir. Vivimos para trabajar en la medida en que el trabajoconstituye una necesidad radical y social, pero eso no puede significar quetoda realización personal se agote en el entorno laboral. De forma similar, larespuesta a la pregunta acerca de sí trabajamos para vivir puede ser distinta

según interpretemos el trabajo como un puro mecanismo que nosproporciona unos beneficios económicos, o como una realidad esencialmentehumana. Y no es verdad que trabajemos exclusivamente para vivir, porquetrabajar ya es una forma de vida, de actividad racional.

Tras el fenómeno del empleo se esconde una necesidad radical de todoser humano: trabajar. Una necesidad individual y colectiva. Una necesidadnatural, porque es en el trabajo donde, además de obtener nuestras fuentesde subsistencia, los demás nos reconocen. Sólo bajo esta perspectiva de ladignidad de toda persona que necesita trabajar se puede enfocar lapromoción universal de la solidaridad.

1.4 LA ETICA EMPRESARIAL NO ES UN VALOR AÑADIDO

La ética no es un valor añadido, es un valor intrínseco de toda actividadeconómica y empresarial porque cualquier actividad empresarial atrae haciasí un cúmulo de factores humanos y los seres humanos damos a todonuestro obrar una dimensión inevitablemente ética. Más que una moda, laética es (en la actividad empresarial, para cualquier organización) unanecesidad, una exigencia que se hace más apremiante conforme crece la

complejidad de nuestro tejido social.La ética tampoco se limita a la previsión de un complejo cúmulo de

consecuencias. No se reduce a una operación de cálculo, porque hay cosasque no se pueden calcular (como el valor económico de una vida) y porquehay principios que no se pueden negar, como por ejemplo, el que la mentiraes socialmente disgregadora. El intento de asumir en las propias decisionestanto los principios éticos, como las consecuencias razonablementeprevisibles de los actos, evita a la vez el abandono de las propiasresponsabilidades y algunas confusiones entre las manifestaciones privadasy públicas de la ética.

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UN MUNDO DE INTANGIBLES

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2.1 EL LIDERAZGO EN LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO

El carácter emprendedor, el liderazgo, no son sólo un rasgo de algunaspersonalidades, no es el carácter de cada ser humano algo predeterminado,una especie de resultado final de los estados habituales de ánimo, combinarrecursos, dirigir, definir objetivos, motivar a las personas, tienen tambiénalgo de ciencia, de saber que se va adquiriendo a base de un trabajo duro yconstante.

Las dotes que se necesitan no son sólo psicológicas, sino éticas. En lamedida en que un directivo necesita estar al tanto de la información ymotivación de los trabajadores, de la comunicación entre los diferentes

niveles, de la delegación de responsabilidades, del impulso de los equipos detrabajo, de la flexibilidad para acomodarse a nuevas necesidades, de laformación continuada, en esa medida el moderno “management” suponeuna cooperación mental, una sintonía, de todos, de los dirigentes y de losdirigidos. Sin esa cohesión, no podría hablarse de estar formando unaempresa común. Y la experiencia nos dice que la sintonía no la da sin más lacomunicación o la movilidad de la información, es, ante todo, una cuestiónde confianza.

2.2 CUANTA MAS CONFIANZA SE DA, MAS CONFIANZA SE TIENE

Qué tipo de valor es la confianza? Es verdad que tiene algo decaracterológico, temperamental. Hay personas más desconfiadas que otras,y algunas son confiadas en extremo. Pero esas disposiciones naturales no justificarían suficientemente que calificásemos con criterios éticos aquellasactuaciones que generan confianza, o la destruyen.

La fluidez y la veracidad en la comunicación entre directivos ysubordinados es uno de los factores más importantes para construirconfianza. En la información que emitimos está encerrado el deseo de que

su recepción pueda llevarnos a ocultar situaciones desfavorables para laempresa por miedo a ser sancionados, o por temor a no ascender. Cuandouna persona hace algo mal, puede pensar que si lo oculta será capaz deresolverlo privadamente. Esta actitud, o la de proteger a los subordinadospara protegerse a uno mismo, puede degenerar en situaciones irreversibleso calamitosas que podrían haberse solucionado con una información veraz atiempo.

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La cercanía del superior a los subordinados, el interés por sus vidas ycarreras profesionales, es otra de las fuentes de confianza. Particularmentecuando son apoyadas y defendidas nuestras ideas, especialmente en losprimeros momentos de una actuación. Sentirse respetado, escuchado, sonmuestras de confianza que no pueden olvidarse.

Llegamos a la conclusión de que la confianza es un valor compartible:quien da confianza a otros no la pierde, sino que la acrecienta, es un biendiferente de aquellos que se comportan de modo que cuanto más se damenos se tiene. Y es un valor, un bien, consecuencia de captar el carácterfavorable o desfavorable de las señales emitidas o recibidas. Es unaestimación que nos dice (de un solo golpe, sin una compleja racionalización)cuándo algo es beneficioso o perjudicial para la propia conservación (deltrabajo, del prestigio, etc).

Cuando nuestras estimaciones inmediatas nos hacen notar que algoresulta desfavorable, esa desconfianza, ese miedo, resulta tremendamente

destructor. Porque al igual que en un clima de confianza crece la iniciativa yla información es valorada con justicia, la desconfianza fomenta el deseo deinhibición y hace que los conocimientos objetivos se desfiguren. Quien tienemiedo no acierta, y eso le lleva a paralizarse. Y, además, sólo encuentranmotivos de recelo a su alrededor.

Los seres humanos poseemos esa facultad capaz de estimarinstintivamente si el clima que nos rodea es o no de confianza.

Las empresas familiares sirven como ejemplo para mostrar algunosriesgos del exceso de confianza en el mundo de los negocios. En el otroextremo, la excesiva burocratización resulta paralizadora de cualquieriniciativa. La confianza es una cualidad necesaria para acertar en las

decisiones, porque siempre buscamos una cierta comprobación acerca de silo que hacemos o decimos nos beneficia o perjudica. Cualquier informaciónviene acompañada de la percepción de su carácter favorable o desfavorable.Por lo tanto, moverse en un clima de desconfianza, de temor, es sinónimode no acertar. Ahora bien, la capacidad de generar confianza en el entornono es sólo una cuestión temperamental. Posee una marcada relevancia ética,porque supone fomentar una cualidad compartible. A determinados bienesse les puede aplicar la regla de que cuanto más se reparten, menos se tiene.Pero con la confianza ocurre lo contrario: cuanto más se da, más se tiene.

2.3 QUIEN TIENE LA INFORMACIÓN, ¿TIENE EL PODER?

En ocasiones puede ser cierto que nos falta información, pero enmuchas más ocasiones lo que ocurre es que nos sobra información. Cuandouna persona tiene algo de talento sabe dónde encontrar la información que

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necesita, cuando lo que se tiene es poco talento, y muchas ganas de salirsede su sitio, lo que hace es echar en cara a sus jefes que informan poco.

Hay asuntos de los que es preciso (u obligado) informar, y otrosaspectos que resulta imprudente airear, nos encontramos ante el núcleoético de la cuestión. Dicho de otro modo: en una organización no todas las

personas tienen derecho a saber las mismas cosas, y eso no es un atentadoa la libertad de expresión.

La protección de datos personales debe fundamentarse en una serie dederechos. El más elemental, el del consentimiento previo a la incorporacióna un determinado fichero. Posteriormente, el derecho a comprobar, y en sucaso rectificar, lo que se mantiene en una determinada base, para garantizarsu veracidad. Y, por último, el derecho a recibir una indemnización en elcaso de que se produzca un uso indebido.

Cada vez resulta más valiosa la información. Y cada vez, por suerte,resulta más difícil guardarla celosamente para un beneficio exclusivamente

privado. Quien asegura que quien tiene la información tiene el poder tansolo está expresando un eslogan cínico.Quien piensa estar en posesión del poder porque logra controlar la

información, porque logra que los demás no la compartan, estará perdiendola oportunidad integradora que suponen los valores compartibles. Cuando seafirma que la mejor manera de progresar en una organización escontrolando la información, ese control no puede referirse a la capacidad deprivar a otros de los conocimientos a los que tienen derecho.

Controlar la información significa saber distribuirla en forma justa,saber hacer que sea compartida en el modo que resulta más convenientepara la propia organización, lograr que todos disfruten del poder y

responsabilidad que precisan para el trabajo que su ámbito requiere. Saberhacer eso da algo más que poder: da autoridad. Ser el mejor no consiste enaniquilar a los demás, en sembrar de cadáveres el propio entorno. Sólo llegaa ser un líder quien no tiene miedo a que quienes le rodean también lo sean.

2.4 CUANDO LA LEALTAD TIENE UN PRECIO

Saber dar la información a la que cada elemento de la organización

tiene derecho es uno de los asuntos éticos internos más importantes. Poruna parte, porque se trata de derechos de personas, y por otra porquepuede estar en juego el bien futuro de la empresa.

La información es una realidad diferente de los objetos físicos y poreso no puede ser dejada a un lado, el problema ético nace en quien confió aquien no debía conocimientos vitales para la marcha de la empresa. Haytemas que deben ser guardados como verdaderos secretos por quienestienen la obligación de velar por el bien de la empresa. Y guardar esos

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secretos no es algo malo, sino algo justo, lo injusto sería revelarlos aquienes no tienen derecho.

Igualmente, cuando alguien defrauda la confianza que se teníadepositada en él, el mercado puede tener derecho a saber la verdad de loque ha ocurrido, la información es que en esa persona, no se puede confiar.

No ofrecer ese dato a la sociedad implica seguir confiando en una lealtad queya ha sido defraudada.

Tampoco resulta fácil discernir de qué conocimientos adquiridos espropietaria la empresa y de cuáles lo es el trabajador. El robo de ideas sólopodrá amenazar si llega a demostrarse que determinadas actuaciones en lanueva empresa son consecuencia directa de los planes conocidos en lacompañía anterior. Si no la acusación resulta trivial, cualquiera que cambiade trabajo comete algún “robo” de ideas, porque lleva consigo conocimientosgracias a su trabajo. Quizás la única solución sea la exigencia contractual deque en caso de abandonar la empresa se dejará pasar un tiempo prudente

antes de ir a trabajar para una empresa competidora.

2.5 TODOS MANEJAMOS UNA INFORMACIÓN PRIVILEGIADA

Si la distribución de información en el interior de la organizaciónempresarial ofrece abundantes ocasiones de plantear cuestiones éticas(sobre lo que es justo comunicar, tanto desde la perspectiva de losempleados como de la seguridad de la propia empresa), otro tanto ocurrecon la información que se hace pública al exterior.

Por una parte, desde que se sabe algo hasta que ese conocimiento esoficial o pública pasa un tiempo en el cual cabría la posibilidad de quealguien se enriqueciera fácilmente, y, en segundo lugar, al dar a conoceralgo al exterior cabe tomar como punto de referencia los efectos que puedenproducirse en organizaciones competidoras.

El uso privilegiado de la información parece atentar contra el principiode igualdad en el mercado libre, es inmoral, porque entendemos que laigualdad de oportunidades es parte integrante del bien común en unaeconomía de mercado.

Más claro resulta el caso de una utilización que no sólo atente contra la

igualdad de oportunidades sino que de hecho infringe el propio mecanismode oferta y demanda.Un Insider es una persona o grupo de personas que puede obtener

ventajas especiales de su posición.Entre los problemas relacionados con la información privilegiada suelen

diferenciarse los que se derivan de su incorrecta adquisición, de su posesiónindebida o de su uso fraudulento. En el fondo, esos tres tipos se reducen a

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dos: Adquisición y Uso. Porque la posesión de información implica yanecesariamente un uso.

La información confidencial que nos ofrece cualquier trabajo, debe sercustodiada, se llama silencio de oficio. Pero no se viola solo por el hecho decomunicarla a otras personas, ya que en el contexto de cualquier profesión

implica la obligación de transmitir a determinadas personas datosconfidenciales. Se trata de un instrumento indispensable en eldesenvolvimiento de cualquier empresa. Con la información, como concualquier otro bien, lo que está mal es robarla (de forma más o menossofisticada), chantajear a otras personas, venderla indebidamente o utilizarlade modo fraudulento.

En los ambientes donde estos riesgos son mayores se va imponiendoun término coloquial para designar a las personas que venden información aespaldas de su empresa, tratando de obtener así un beneficio privado. Sonlos “tippers”. Quienes ofrecen favores, detalles (tips) o pequeñas

compensaciones económicas, aparte del precio debido, a quienes les prestandeterminados servicios. De este modo se establece una relación entre “tipper” y “tippee”, estas figuras simbolizan al extorsionador y al insider.

La transmisión de información privilegiada es indebida cuando violauna responsabilidad fiduciaria. Cuando quien la ofrece es conciente de quese trata de algo importante que no está a disposición del público.

Hoy en día la información es una de las mercancías más valiosas, y laprivilegiada, uno de los tipos más valiosos de información. Su peculiaridaddistintiva estriba en que, tratándose de algo relevante, además posee uncarácter estratégico, motivo por el cual todavía no se ha hecho pública. Conestas 3 características (relevante, importante, confidencial) sí puede

describirse mejor el plano en que se desenvuelve el insider.En general, podemos distinguir dos áreas para juzgar si una

información es relevante: la empresa y el mercado. Es decir, que puedereferirse a datos internos (ventas, dividendos, métodos) o externos (futurasleyes o marcos institucionales). Para valorar el grado de importancia bastacon juzgar si el hecho de que esa información fuera conocida por otroscompetidores afectaría a su comportamiento o al precio de las cosas. Es loque suele denominarse el “test de materialidad”, cuya aplicación varía segúnla jurisprudencia de los diferentes países

La información que debe tener un directivo, un empleado, un

accionista, un posible inversor o el público en general no tiene por qué ser lamisma. Es más debe ser distinta. La cantidad y la calidad de cada elementode la empresa, del mercado y de la sociedad, debe ser distinta. Es decir, queel principio de igualdad de oportunidades tiene que entenderse con todos susmatices.

Para que el uso de información confidencial pueda ser tenido como undelito se requiere que se trate de algo relevante, bien para la competencia,bien para la libre formación de precios en el mercado. En definitiva, el punto

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de vista ético se centra en las responsabilidades fiduciarias que se derivande la posesión de determinados conocimientos.

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LA ECONOMIA FINANCIERA TAMBIEN ES REAL

3.1 EL PODER DEL DINERO

Que la información sea un intangible no significa que no sea algo real.

La mayor parte de los intercambios comerciales que hacemos sonintercambios de información.El dinero aparece como consecuencia del trabajo, cada individuo es

dueño de los beneficios obtenidos por su propio trabajo. Para un desarrolloconveniente de la sociedad se requiere diversificar las tareas. El derecho deapropiación de los bienes precisos para la propia conservación es natural,pero esa apropiación no puede ser indiscriminada.

En principio, no tiene sentido almacenar más cosas de las que uno escapaz de consumir, puesto que en ese caso se dañarían, sin embargo, laaparición del dinero, en palabras de Sir John Locke, “cambia la naturaleza delas cosas”. Desde el instante en que el dinero hace su aparición, el criteriopara la legalidad de apropiación de un determinado bien mediante el trabajo,ya no puede ser el evitar su daño, puesto que el dinero no está sometido aese deterioro.

¿Qué significa acumular dinero? En cierto modo es asegurarse el vivirsin trabajar, el vivir del trabajo de otros. Quien posee una determinadacantidad de dinero, por otra parte, nos da una información acerca de lo queha trabajado para conseguirlo. Por tanto, según se mire acumular dinero esacumular futuro o acumular pasado. El dinero, vinculado a la división detrabajo y con ella al bien común, resulta ser una fuente inagotable deconsideraciones éticas. El dinero es una manera de medir el tiempo. Pero su

valor no depende tanto del trabajo productor (Marx) sino del trabajo que escapaz de producir en quien quiera, obtener un determinado objeto (a.Smith). Al dinero el valor le viene del futuro.

El dinero, lejos de actuar en calidad de bien físico, lo hace por sucapacidad de proyectar. Aristóteles dijo “el valor de uso de un producto esdiferente del valor de cambio”, sin embargo pensaba que la acumulación deriquezas no tenía sentido en la medida en que constituye una serieinacabable de medios (acumular) que no lleva a ningún fin. Desde luego,

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que acumular sin más carece de sentido, pero cuando se acumula dinero sehace con alguna intención, y Santo Tomás destacó cómo el fin pretendidopor el sujeto, que acumula dinero o ejercita el comercio constituye una delas claves fundamentales para emitir un juicio ético que determine lalegalidad ó ilegalidad.

Gracias a Santo Tomás y a los pensadores de la Escuela deSalamanca, el comercio (la actividad de comprar y vender por necesidad)comenzó a ser tenido como una actividad lícita según sea la finalidadpretendida por quien la realiza. Comenzó a considerarse la posibilidad deque el comercio y el establecimiento libre de los precios (justos) seanelementos constitutivos del bien común de la sociedad.

El dinero tiene dos consideraciones éticas de la acción: 1) lanzar unamoneda a alguien y causarle daño, se contempla el dinero en su “valor deuso” en sus características físico-naturales, 2) utilizar la moneda parapagarle a alguien un determinado servicio, la consideración ética de la acción

se apoyará en su “valor de cambio”, en lo que ese dinero tiene la capacidadpara que otro realice un trabajo., el dinero proporciona información, esa essu naturaleza.

3.2 LAS REGLAS DE JUEGO DE LOS MERCADOS DECAPITALES

Los operadores de las salas de contratación son conscientes de quetienen delegadas una decisiones de gran impacto, tanto para la entidad para

la que trabajan como para los clientes. Esa confianza de la que sondepositarios les obliga a actuar en todo momento con prudencia yprofesionalidad, y además les impide operar con aquellos productos para losque no están autorizados.

Este carácter fiduciario de su responsabilidad tiene múltiplesconsecuencias. Junto a la obligación de solicitar determinadasautorizaciones, cuando trabajan con productos no estándares deben realizarpreviamente un minucioso estudio de los aspectos jurídicos, fiscales y de losriesgos asumidos. Los precios de oferta y demanda deben guiarse por lascondiciones del mercado, ya que de otro modo dejarían de ser competitivosy se podría dar lugar a posiciones de abuso. Se debe prohibir la realización

de operaciones a precios fuera del mercado y relaciones comerciales conintermediarios (nunca entre familiares). Los operadores deben dar a conocerlas invitaciones y regalos de que sean objeto.

Otra característica fundamental de este trabajo es la discreción, queafecta no sólo a la confidencialidad, sino también al horario y lugar deactuación. Generalmente, las operaciones deben ser contratadas dentro delhorario laboral y desde la unidad operativa donde se desempeñan las

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propias funciones. Cada agente que opera en el mercado, suele tenerestablecidas unas limitaciones para sus ganancias y pérdidas, unas barrerasque no puede saltarse.

El trabajo en las salas de cambio está sometido a unas reglas muchomás estrictas que otras actividades. El control de los riesgos, la discreción, la

vigilancia para que no se desvirtúen las ofertas y demandas, los límites deganancias y pérdidas a que se someten sus componentes, son medidas quebuscan asegurar que no se trata de un juego. Son medidas enfocadas agarantizar la confianza de los inversores, y la confianza en el mismo sistemaeconómico. Porque aunque la economía se nos haga cada vez másfinanciera, no por ello deja de ser real, no por ello deja de estar sometida aunas reglas.

3.3 EL PECULIAR TIEMPO DE LA ACTIVIDAD BANCARIA

3.3.1 ENTRE LA CONFIANZA Y EL RIESGO

El negocio bancario muestra cómo la economía de mercado contribuyeal bien común, también ofrece una diversidad de riesgos, dedesvirtuaciones, derivados en gran medida del hecho de que en los bancosel dinero es ante todo “información”.

Los bancos constituyen probablemente el intermediario financiero más

relevante entre ahorradores y prestatarios. Son un acercamiento entre quienpresenta lo acumulado con el trabajo realizado (pasado) y quien en elpresente proyecta unas actividades necesitadas de crédito (trabajo futuro).Su mismo ser refleja la condición temporal del dinero, un dinero que escapaz de proporcionar una información acerca del trabajo que ha costadoconseguirlo (ahorrador) y una información acerca del trabajo que con él sepuede emprender (inversor).

Pasado y futuro se necesitan, y el banco los acerca para asignareficientemente los recursos, el futuro no existiría sin el pasado, pero elpasado carecería de sentido sin el futuro. Carecería de sentido acumular sininvertir, sin proyectar.

Las funciones sociales que la banca propicia en una economía demercado son:

1) La banca posee la capacidad para realizar la función social de ser eltomador de riesgo de última instancia y

2) Genera confianza en el sistema, las grandes crisis financieras soncrisis de falta de confianza.

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Sólo la confianza puede frenar una reacción de retirada de depósitospor una situación de alarma. La banca se basa en la confianza y lareputación es uno de sus primeros problemas éticos.

Los fraudes en intereses, los juicios equivocados en decisionesempresariales, los robos de empleados, las mentiras y las prácticas de

manipulación interna, están a la cabeza entre las conductas éticamenteincorrectas detectadas en bancos pequeños. Sin embargo, en las grandescorporaciones bancarias son más frecuentes otras irregularidades: lossobornos a poderes públicos o a ciudadanos, y la información privilegiada.Otras prácticas menos frecuentes son: facilitar la evasión de impuestos, ladiscriminación, el espionaje, la destrucción medio-ambiental, el deteriorosanitario y la invasión en la vida privada.

Uno de los conflictos éticos comunes en el negocio bancario es lamovilidad del personal directivo, y esto se debe a dos circunstancias: 1) laexcesiva confianza con algunos clientes peligrosos y 2) la disminución de su

capacidad creativa y sus ideas para hacer crecer el negocio.

3.3.2 LO QUE ESTA MAL ACABARA ESTANDO PROHIBIDO

Inadvertidamente, los bancos pueden servir de intermediarios detransferencia y depósito de fondos de origen criminal. Cada vez se necesitamás el apoyo de las instituciones financieras para denunciar las utilizacionescon fines criminales. ¿Se justifica el deber de levantar el secreto bancario sinponer sobre aviso a los clientes? Me parece que esa relación con el cliente

sólo puede romperse apelando a un bien superior al de las partes.En definitiva, la lucha contra el delito puede pasar por encima de laconfidencialidad en la medida en que la Banca se considere portadora de unaresponsabilidad social.

Hay cosas que están mal porque así lo decide una determinada ley, yhay situaciones que parecen legales y no por eso son correctas. Por esomismo, ante la regulación de los mercados financieros las actitudes debenanclarse en un criterio de bondad o maldad, y no sólo de permisión oprohibición.

Así como la opción entre la lucha contra el delito y la confidencialidadse resuelve apelando al bien social, lo cual justifica acciones como la

confiscación de bienes, inmovilización de cuentas, denuncia de sospechosos,de forma similar el bien social aconseja que se contribuya al respecto de lasleyes, al pago de los impuestos, a la lucha contra el fraude.

Al analizar los motivos por los que los bancos deben colaborar en lalucha contra las transferencias y depósitos resultantes de actividadesdelictivas se evidencia cómo el bien social está por encima de los interesesparticulares. La obligación de romper un pacto de confianza entre banco y

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cliente, la obligación de denunciar actividades sospechosas, sólo tienesentido si se apela a un bien superior al de las partes. Los principios querigen la lucha contra el fraude demuestran que las cosas están bien o malantes de estar permitidas o prohibidas por las leyes.

3.3.3 LA RESPONSABILIDAD DE LAS INVERSIONES

Parece claro que el modelo empresarial está cambiando. Nadie seplantea de manera conflictiva la relación con los clientes, más aún: son laprincipal fuente de información.

Por otra parte, el concepto de distribuidor y competidor estácambiando en el mundo empresarial, e perfectamente posible plantear unasrelaciones con ellos en términos de mutua cooperación. El ideal ya no es laindependencia, y así mismo está cambiando el papel de los accionistas.

¿Deben ser informados los accionistas de los planes más importantesde una empresa? ¿Se puede justificar la ocultación de datos o proyectosafirmando que se hace por el bien del negocio (en definitiva de losaccionistas? ¿Quién manda entonces? ¿Y por cuánto tiempo?

Los limites entre los diversos sujetos cada ve están más difuminados(directivo, accionista, cliente, competidor). Cuando esto ocurre, cuando laflexibilidad y movilidad se incrementan, una cosa está clara; las cualidadesmás importantes son las éticas. Si deseo que la movilidad entre el personalsea muy alta me veré obligado a fomentar cualidades como la fluidez decomunicación, la confianza, el incremento de responsabilidad, mientras que

si opto por relaciones más rígidas las variables a considerar serán muchomás cuantificables .En definitiva, en la medida en que el mercado exige untipo de corporación más virtual (relacional) se precisa impulsar ante todolas variables más difíciles de cuantificar.

Resulta clave intentar mejorar en lo que uno sabe hacer bien, sinbuscar introducirse innecesariamente en territorios que no le son propios. Enel caso de la institución bancaria el límite a este principio puede estar en eltamaño que resulte deseable que alcance. Porque está claro, la sociedad nopuede ser una pura sociedad de servicios.

Los créditos no cumplidos, las hipotecas, son situaciones que colocan ala Banca en el papel de empresario, y la solución puede ser vender o

gobernar, es una decisión del banco y tendrá que decidir de acuerdo amuchos parámetros.

Cuando las relaciones están basadas en la confianza, el banco procurapara sus clientes soluciones ventajosas a sus problemas. Pero quien haestrujado una situación obteniendo de forma inmediata el máximo beneficioposible, es más probable que a la larga pierda oportunidades de las que nisiquiera será informado.

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Otro aspecto de la vinculación entre el mundo financiero y el industriales la armonización entre la información presente en los mercados de valoresy la situación real de las empresas.

3.3.4 RELLENAR LOS HUECOS DEJADOS POR EL ESTADO

A la Banca no se le pueden pedir comportamientos altruistas, debeneficencias, sencillamente porque esa no es su naturaleza. Lo másimportante es que juegue el papel que le corresponde dentro de la economíade mercado. Que fomente la igualdad de oportunidades, la libertad deiniciativa, la propiedad privada de los bienes, la regulación libre de losprecios en el mercado, el amparo de los contratos. Eso si es contribuir albien común como institución.

Ante los procesos de globalización existe el riesgo de que las grandes

alianzas capitalistas formen un monopolio y es indudable que la Banca juegaun papel importantísimo en evitar estas situaciones que atentarían contra lalibertad del mercado. Preocuparse del bien común y de la salud de lasociedad no es una tarea exclusiva del Estado. La responsabilidad social esuna parte esencial del negocio bancario. Las actividades de beneficencia sonvoluntarias para los agentes del mercado. Pero la contribución a la justiciano es voluntaria.

¿Qué ocurre cuando es el Estado el que no cumple como Empresa?Siempre habrá actividades necesarias para el bien común, que suponganuna carga para todos los ciudadanos. Pero eso es distinto a que el Estado

compita con empresas privadas en determinados sectores y que esasactividades, además, no resulten rentables. Si resulta problemático quealguien ponga las reglas del juego y además juegue, aún así es peor queencima pierda y los demás tengan que cubrir sus deudas.

¿Qué obligación tienen los bancos de financiar el déficit público? ¿Desuscribir o colocar deuda pública?. De hecho no pueden permanecer ajenos alos problemas financieros del Estado, por una parte porque les interesacaptar fondos públicos en sus operaciones, y las instituciones públicaspedirán a cambio contraprestaciones, por otra, porque la deuda externa y eldéficit público condicionan sustancialmente la vida económica de un país ysus transacciones comerciales, y la Banca no vive ajena a esas realidades.

Alguien puede pedir ayuda para solucionar un problema si estádispuesto a que quien va a ayudarle a paliar las consecuencias, puedaintervenir también en la corrección de las causas que han generado esasituación. Por tanto, se le puede exigir a la Banca que facilite la financiacióndel déficit en la medida en que se le deje intervenir en que éste disminuya.

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3.4 UNA SEMANA EN WALL STREET

La actividad bursátil plasma hasta límites casi insuperables laimportancia de la confianza en el manejo de esa información que es el

dinero.Dentro de las irregularidades posibles no se limitan a la compra-venta

de información. El seguimiento durante una semana del Wall Street Journaldemuestra la frecuencia de otros tipos de actuación igualmente injustos: elabuso de confianza, las falsas expectativas, que pueden generar loscuidadores o los informadores, las violaciones de reglas, la repeticióninnecesaria de operaciones para acumular comisiones por corretaje, elencubrimiento, las compra-ventas fuera del mercado, las compras pocointeresantes, la utilización de la cartera de los clientes, etc.

Las investigaciones de la SEC y sus actuaciones legales han cambiado

radicalmente la valoración ética de ese tipo de actuaciones. Ahora, todoaquello que viole la privacidad, destruya la competencia o distorsione elmercado libre, debe ser considerado “económicamente ineficaz por la razónde que es inmoral”. La ética, la limpieza, la igualdad, hacen eficaces almercado porque forman parte de su misma esencia. Y esa enseñanza esaplicable a toda profesión: lo que cuenta es lo que uno logra limpiamente,por el propio esfuerzo y habilidad, éticamente. En otras palabras : elmercado potencia el bien común cuando es verdaderamente un mercadolibre..

La regulación del mercado de valores es necesaria para mantener laconfianza de los inversores y para que el mercado no se desfigure. Em

definitiva, el comportamiento ético de los operadores, cuando evitanaprovecharse indebidamente de sus posiciones, redunda en una mayoreficacia de ese mercado.

3.5 LA REGULACION DE LOS MERCADOS FINANCIEROS:TRANSPARENCIA VERSUS FLUIDEZ

Mientras se instauran las normas que conducen a dotar a los mercados

financieros de la transparencia deseable, se corre el riesgo de dificultar lafluidez propia de la naturaleza de esos mercados. El desarrollo de un marco jurídico supone una buena noticia desde el punto de vista ético.

Al cliente debe procurársele información relevante, clara, precisa,suficiente y actualizada. Los asesoramientos deberán ser imparciales, sinbuscar el interés del intermediario y no se revelarán a unos clientes lasoperaciones de otros.

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Beneficiar al cliente, beneficiar al mercado, al igual que es imposibleque un ser humano quiera algo o alguien sin, al mismo tiempo, quererse a sí mismo.

En todas las empresas se producen situaciones en las que dos o másintereses están legítimamente presentes y compiten o están en conflicto. Un

tipo de conflicto entre los propios intereses y los de otras personas para lasque se tiene la obligación de trabajar puede producirse cuando alguien emiteun juicio profesional parcial, motivado por una especial relación hacia una delas partes, bien sea por parentesco, amistad o vinculación económica. Ocuando nos dedicamos a negocios ajenos al contrato laboral, entendiendoque esa dedicación de tiempo y energías es contraria a los intereses de lacompañía empleadora.

También existen algunos casos más difíciles de probar: operacionesreiteradas para multiplicar las comisiones, adjudicaciones que benefician aunos clientes valiéndose de la actividad de otros, regalos, , incluso hay

quienes los denominan “comisiones blandas”, algunos intermediariosbursátiles devuelven a sus grandes clientes, en forma de regalos, una partede las comisiones que les han cobrado. Regalos que incluso pueden tenerforma de análisis bursátiles gratuitos.

Generalmente, los problemas éticos suelen vestirse en el mercado devalores, en forma de alteración de los precios del mercado, conflictos deintereses o usos indebidos de información. En los mercados financierossiempre habrá posiciones privilegiadas: gente capaz de intuir la información,de leer entre líneas. Lo que hay que hacer, por tanto, es definir cada vezmejor qué posiciones privilegiadas son legales y cuáles no. Definir quémanejos de información constituyen un delito no porque manejar la

información sea un delito sino porque hay utilizaciones de la información quepueden ser caracterizadas como robo, mentira, extorsión, daño a terceros,etc.

Intentar perseguir toda información privilegiada en los mercadosfinancieros equivaldría a asfixiarlos, a aniquilarlos, porque no hayorganización que no funciones principalmente a base de informacionesprivilegiadas.

En los mercados financieros la información es dinero, el futuro seanticipa al dinero, el poder viene del futuro. Eso implica que los innovadorestienen que crear nuevas tendencias, ir contra corriente. Para ver mejor, lo

mejor es cerrar los ojos. Ante el riesgo de convertir los mercados financierosen un juego, para no perder pie, se precisa mantener su conexión con laeconomía real. Conexión que sólo puede hacerse por vía de la informaciónpertinente.

Los datos financieros deben estar respaldados por una adecuadainformación: la actividad que realiza una empresa y sus filiales. Por eso,debe ser tenida como una falta grave no difundir públicamente el folleto de

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emisión de valores y falta muy grave la difusión de recomendaciones que(de forma maliciosa) pueda inducir a error.

En sus códigos de conducta, las entidades financieras suelen destacarcomo aspectos más relevantes los siguientes: los conflictos de interés(dentro de la organización y respecto a los clientes), la actuación por cuenta

propia a través de la entidad, el secreto profesional, la información a losclientes, y los criterios de inversión en las operaciones. Para que la necesariaregulación no vaya en detrimento de la fluidez del negocio convendrámatizar especialmente qué se entiende por conflicto de intereses y cuándoresulta deseable que una información esté disponible al público.

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MÁXIMO BENEFICIO, MÁXIMA RACIONALIDAD.LO PRIVADO Y LO PÚBLICO

4.1 ¿Qué se puede hacer en una isla desierta?

Lo que uno puede llevarse a una isla desierta no es mucho; más aún si

esa aventura no estaba prevista. Pero aun estándolo, mientras uno viaja auna isla desierta se da cuenta de que se puede vivir con mucho menos de loque parece. Sin la cultura y los instrumentos que Robinson posee en su islano le hubiese sido posible sobrevivir con la calidad de vida con que lo hace.

Paradójicamente, el aislamiento de Robinson resalta el carácter social dela economía»1. Así es: a nadie le resulta posible vivir de espaldas a la culturade la que procede, y que intentará plasmar en su organización; los horarios,las actividades, la forma de vestir, el modo de arreglar las viviendas,demuestran que aun en soledad Robinson procede de una cultura —civilización— y la intenta reflejar; vive dependiente de su pasado, intentando

plasmarlo en un futuro en el que reconocerse2

. Trabajar significaorganizarse; la productividad económica se muestra en una organización,independientemente de que los recursos sean más o menos escasos. Almenos, eso es lo que parece enseñarnos este prototipo que es RobinsonCrusoe.

En una situación así: ¿cuánto se debe producir? «Lo suficiente parasatisfacer sus necesidades, pues el excedente no es intercambiable»9. Elcriterio de apropiación es el propio consumo; el criterio de acumulación, que

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los bienes no perezcan. Sin que el dinero —bien que no perece— sirva paranada, cuando tener más riquezas no significa ser más rico10. Si el estado deRobinson fuera asocial por completo y esa fuese la situación natural del serhumano, este «estado de naturaleza» demostraría el carácter absolutamentearbitrario del dinero. Nadie aparece en una isla desierta. A una isla se va. Y

es imposible dejar de llevarse la propia naturaleza social, cultural. RobinsonCrusoe sostiene que si en la isla ha logrado vivir dignamente ha sido graciasa todo lo que logró recuperar del naufragio; sin esos instrumentosprocedentes de la sociedad en la que ha sido educado se hubiera vistoobligado a vivir como un animal, matando y descuartizando con las propiasmanos y dientes.

4.2. SUBRAYAR LA FUNCIÓN SOCIAL DEL LIBRE MERCADO NO SUPONEABSOLUTIZAR LA ACTIVIDAD ECONÓMICA

Suele caracterizarse el libre mercado por algunos rasgos definitorios:la existencia y reconocimiento de la propiedad privada, la libertad deiniciativa, el amparo de los contratos privados. . Por otra parte, muchasacciones humanas son impagables: ¿cuánto vale lo que mis padres hanhecho por mí?, ¿cómo puedo devolvérselo para quedar en paz?, o ¿cuántovale mi libertad? En definitiva, que muchas acciones humanas no secorresponden con un proceso asignativo de valor económico: que no todaslas actividades humanas son esencialmente económicas.

Es importante notar, por tanto, que cuando se realza la función social dellibre mercado no se está absolutizando ese tipo de actividad humana. Suimportancia no proviene de una tendencia economicista a invadir todos los

ámbitos de la actividad humana: es más profunda, porque radica en sufunción de elemento integrador de la vida social. nos basta con saber que elmercado libre, como institución de naturaleza social, refleja a su modo lasíntesis entre la búsqueda del bien individual y el logro del bien común. Nobasta con saber que el mercado libre, como institución de naturaleza social,refleja a su modo la síntesis entre la búsqueda del bien individual y el logrodel bien comúnLa defensa del bien común no debe levantar la sospecha de estarpromoviendo posturas anticapitalistas. De igual forma que el bien individuales la perfección de cada persona, el bien común es la perfección de la

sociedad. Pero así como la perfección de cada persona es querida y buscadapor cada voluntad individua], no existe sin embargo una «voluntad general»que quiera y busque la perfección de la sociedad. Son las voluntadesprivadas -los únicos existentes— quienes, al acercarse a lo que realmenteperfecciona a las personas, fomentan el bien de la sociedad. Pero, a pesar deeso, este bien común no consiste sin más en ser la suma de los bienesindividuales: es algo más.. . La suma de los bienes individuales es, podemosdecir, un todo divisible; mientras que el bien común es una realidad indivisi-

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ble19. . De modo similar, el patrimonio nacional no es la suma de lospatrimonios individuales porque hay bienes históricos, o artísticos, quepertenecen a todos los ciudadanos sin pertenecer a ninguno de ellos enparticular. Por regla general, si el bien común es de una especie superior, elbien individual debe ceder .Pero cuando ambos bienes —común e individual

— son de la misma especie, el bien privado debe ceder.El desarrollo de la economía de mercado nos permite ver ya cómo en

muchos aspectos el poderío de tantas empresas es comparable al delEstado. En cierto modo los gobernantes debieran aplicarse lo que TomPeters recomienda a las organizaciones: que dirigir una empresa es hoy másparecido a organizar un carnaval que a construir una pirámide20. El EstadoModerno puede aprender mucho de una de las convicciones cada vez másextendidas: que en el mundo empresarial la cooperación sólo se logragracias a la competencia.

4.3.

LA MEJOR COOPERACIÓN AL BIEN COMÚN: LA LIBRE COMPETENCIAEn el mundo de los negocios la sombra del Estado suele proyectarse,

desgraciadamente, casi siempre con contornos monopolistas; huyendo de talinvasión se nos dibujan los actores libres, los individuos.

Pero no olvidemos que a una situación de monopolio no sólo se llegapor imposición estatal: los participantes en un determinado sector puedensometer a los consumidores a una situación en la que los precios seimplantan injustamente; es lo que suele denominarse cártel.

Fácilmente se advierte cómo el espíritu monopolista resulta contrarioal funcionamiento libre del mercado. Parece razonable que el Estado

interfiera en el sistema de mercado libre para fijar un salario mínimo, en lamedida en que esa intervención tiene por objeto conseguir un mínimo dedignidad en las condiciones de vida; en ese sentido, quizás puedan justificarse unos máximos en los precios de algunos bienes que endeterminadas circunstancias resultan apremiantes para un sector importantede la población. Un caso distinto es la intervención gubernamental que tienepor objeto subvencionar empresas no rentables, algo que cada vez está másperseguido por los organismos internacionales. Una subvención temporalpuede paliar males supuestamente mayores; o puede hacerse precisa unaintervención allí donde el mercado no alcanza. Incluso algunas alianzas entre

empresas pueden dar la impresión de no significar otra cosa que un cambiode manos del monopolio.La competencia debe propiciar el deseo de ofrecer servicios en mejores

condiciones que los demás. Pero no implica necesariamente la aniquilaciónde los competidores; digamos que a lo que obliga es a que cada unoencuentre su sitio.

Desorganizarse es una de las premisas de la innovación. Sub-contratar, lamejor manera de ser flexible. Cuando un negocio funciona bien y viene el

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momento del crecimiento puede ser un error intentar hacer cosas colateralesa la actividad inicial exitosa. Porque puede ocurrir que no se sepa hacer bienotras cosas; o puede ocurrir que la diversificación siente mal; o que no seaposible llegar a todo con la misma intensidad. Es el momento de aliarse conlos mejores, con los líderes de esas actividades colaterales, aunque eso

suponga formar una suerte de «empresa virtual». Buscar la cooperacióntiene que ver, sobre todo, con el deseo de ofrecer el mejor producto posible,y con la necesidad de acabar encontrando el lugar del mercado en el cualcada uno se encuentra mejor situado. Por eso tiene razón Peters cuandosugiere que «organizar un carnaval» favorece que cada uno acabe haciendoaquello para lo que sirve mientras que «construir una pirámide» poniendo acada uno en el lugar que el organizador prevé, acaba por generarestructuras inamovibles, incapaces de reaccionar cuando las circunstanciasdel mercado evolucionan.

Cuando un sistema es flexible, está abierto al cambio, es capaz de crear

nuevos espacios o de cubrir los que aparecen. Y ello exige estar dispuesto ala cooperación. Como explica J. Rawls en su Teoría de la Justicia24 , ese«juego» por el cual soy capaz de aliarme con otro para aumentar misbeneficios, aun sabiendo que el otro también aumentará los suyos —y quiénsabe si lo hará en una proporción superior a la mía—, ese «juego social»únicamente requiere eliminar el carácter envidioso de los participantes.

La competencia y la cooperación en las actividades económicas yempresariales nos llevan a plantear un aspecto ético y político esencial delser humano. Porque la libertad en el mercado exige una igualdad deoportunidades para emprender, un equilibrarse de oferta y demanda exentode ingerencias —por tanto, libre—, un recurso en tantas ocasiones a la

colaboración de otras personas u organizaciones. Nos llevan, en el fondo, aplantearnos cómo describir la naturaleza libre de los seres humanos. Lalibertad humana no es ni pura dependencia ni pura agresividad:competitividad y cooperación se complementan

En el fondo, la libertad natural del ser humano no puede ser entendidacomo absoluto afán de independencia, porque desdé el primer momentonecesita de los demás —de la cooperación—, Pero su sociabilidad, sureferencia a los demás, no se da esencialmente en términos de unsometimiento, de una dependencia que excluiría la capacidad de iniciativa.Todo esto tiene mucho que ver con el problema de si todas las relaciones

entre los intereses privados toman forma de conflictividad. Y, desde luego,con la relevancia que adquieren lo privado y lo público en la determinacióndel máximo beneficio alcanza-ble en la actividad económica y empresarial.

4.4. ¿QUIÉN PUEDE CALCULAR EL BENEFICIO MÁXIMO?

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Una cosa es optimizar recursos, sacar todo el rendimiento que se pue-da a una actividad, cosa no sólo buena sino' en cierto modo obligatoria,moralmente exigible desde la perspectiva del bien común, y otra cosa esconvertirse en un neurótico insatisfecho. Debemos plantearnos seriamenteque el «incremento de beneficios» no es sólo el «incremento de beneficios

económicos», y que este último no se obtiene solamente a base de«incrementar horas de trabajo».El mejor ejecutivo no es el que más horaspasa en el trabajo, sino el que mejor sabe organizar su tiempo. No repararen ello significa haberse introducido sin darse cuenta en la senda de laneurosis obsesiva.

El propio tiempo, y el de los demás, es uno de los factores de producciónmás importantes. Tenemos que seleccionar objetivos, porque a nadie leresulta posible hacer en la vida todo lo que le gustaría. Solemos considerarque el tiempo es un recurso escaso, y procuramos administrarlo. Peroresulta que aunque el tiempo no fuera un recurso escaso también

tendríamos que organizado para que constituyera un factor de producción.La experiencia nos dice que en ocasiones nos vemos con todo el tiempo delmundo por delante, y en esos momentos es precisamente cuando hacemosmenos cosas.

La percepción subjetiva del paso del tiempo no es homogénea.Hay veces en las que el tiempo pasa muy deprisa, y ocasiones en las que sehace particularmente pesado. Entonces, si el tiempo no transcurre siempreigual, si nuestra vivencia psicológica del tiempo es variable, eso significa queen nuestra vida existen «tiempos» muy diferentes.

Lo más lógico no es saber hacer cualquier cosa a la primera opor-tunidad. Aunque al principio resulta fácil terminar las cosas, quien intenta

aparentar estar igualmente capacitado para todo, lo que demuestra esprecisamente lo contrario: que probablemente no está capacitado para nada.Como dice Peter Drucker hay que hacer lo que se pueda, dejando deprometer constantemente lo que se va a intentar hacer; parece ser que esefue el consejo que dio Harry Truman al recién elegido John F. Kennedy: «unavez que has sido elegido, dejas de hacer campaña».

Cómo organizar mejor el propio tiempo? En primer lugar, hay quetener en cuenta que nadie puede llevar entre manos un número ilimitado deasuntos importantes. Después, hay que saber delegar y dejar trabajar a lossubordinados. Hay que saber que lo más importante no es siempre lo más

urgente. Jerarquizar las tareas. Incluso puede ser bueno preguntarse algunavez: ¿qué quiero que digan de mí el día de mi funeral? Conviene recordarque en la antigüedad clásica los esclavos eran precisamente los que nodisponían de tiempo libre, de tiempo de ocio. Ojo, pues, cuando los negociosagobian, cuando no dejan tiempo, cuando llevan a confundir el éxitopersonal exclusivamente con el éxito laboral. En definitiva: cuidado conconfundir el propio triunfo con una forma muy sutil de esclavitud.

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Se equivoca también quien piensa que siempre tiene razón, quienconfunde el poder y la autoridad con la infalibilidad, quien no está dispuestoa admitir que se ha equivocado equivocan, porque ningún ser humano puedecalcularlo todo. Porque la racionalidad no significa tener calculadas todas lasconsecuencias. No queda más remedio que manejarnos entre lo

imprevisible. Y eso es lo razonable, lo racional

4.4.2.El fin no justifica los medios. La doble moral

Desde hace muchos siglos, los hombres sabios son los que han sabidoreconocer sus propias limitaciones, el alcance de la propia ignorancia. Esalgo que debe estar en la base de toda ética profesional2.

Cuando se pretende que el interés máximo puede ser calculado por elEstado, ese individuo ficticio, se pervierte la libertad individual. Se introduceuna doble moral por la que acciones privadamente malas podrían ser

políticamente buenas. Y las minorías dirigentes justifican todas susarbitrariedades.

4.5. LA INTUICIÓN TAMBIÉN ES RACIONAL.POR QUÉ LAS MUJERES SIEMPRE CARGAN CON EL MUERTO

Encontramos los primeros feministas alrededor de la Revolución Francesa,cuando comenzaron a ceder las resistencias a la incorporación de lasmujeres en la vida pública. Sin embargo, los grandes pensadores del siglosiguiente iban a ser terriblemente sectarios a la hora de valorar lascapacidades de lo que Scho-penhauer llamó «el sexo inferior».

Otro famoso, Kant, se atreve a ironizar al definir qué es la Ilustración,sosteniendo que cuando utilice el término «razón humana» el únicoreferente son los hombres, puesto que las mujeres carecen de racionalidad.Por estar menos dotada intelectualmente, la mujer resultaría un sermoralmente inferior. Las consecuencias de semejante despropósito fueronextraídas por los continuadores del idealismo alemán, y han pesado deforma increíble durante muchos años.

Si se parte de la oposición entre las categorías de «actividad» y«pasividad», y se atribuye la primera a los hombres y la segunda a lasmujeres, las consecuencias no se hacen esperar. Puesto que el pensamiento

es actividad, la ocupación de los hombres se dirigirá hacia lo universal, haciala vida pública, y las mujeres quedarán relegadas al ámbito de vida privada,a su casa. No le estará permitido a la mujer ejercer oficios públicos, nisignificarse históricamente; se le podrá permitir una cierta cultura, peronunca que llegue a tener una seria actividad intelectual.

Los hombres utilizan predominantemente el lenguaje para expresarsede forma notoria, como si fueran distintos e independientes de los demás,mientras que las mujeres lo utilizan para establecer relaciones con los

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demás. Los hombres contemplan el mundo desde una perspectiva en la queellos forman parte de un orden social jerárquico en el cual están o porencima o por debajo de los demás hombres. Las mujeres, sin embargo, loque pretenden es la proximidad, tratando de evitar el aislamiento de losdemás a base de buscar conexiones y de esforzarse en el desarrollo de

relaciones.El futuro líder que triunfe será alguien que pueda actuar en un entorno

de gran incertidumbre, en el que los papeles de cada uno cambien mensual,e incluso diariamente. Se necesitarán personas capaces de crear un clima deconfianza en el que se compartan los conocimientos y en el que sepromueva y estimule la creatividad de las personas. Pondrán énfasis en laautogestión y en la autodisciplina. Y su objetivo será nada menos que lograrque todo el mundo llegue a ser competente a nivel mundial, por pequeñoque sea el ámbito de su actuación.

Sería bueno sentir que los hombres tienen tanto que aprender de las

mujeres en las empresas como al revés. Ni mejor ni peor, sino el estiloadecuado para cada situación.

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En defensa de la naturaleza (también la humana)

5.1 LOS DERECHOS HUMANOS DE LA TERCERA GENERACION

Una tercera generación reivindicadora de los Derechos Humanos se estálevantando: la de la solidaridad; ese tercer ideal ya esbozado por lasgrandes revoluciones del siglo XIIM. La primera generación de los DerechosHumanos sirvió para desarrollar principalmente la idea de libertad. Lasegunda, decantada definitivamente en la Declaración de la ONU de 1948,puso el acento en la igualdad. Pero nos sigue faltando el tercer pilar: lafraternidad; o mejor, la solidaridad, el asentamiento de una auténticaracionalidad respetuosa, tolerante.

Ganadas las que hemos dado en denominar libertades: participaciónpolítica, expresión, lugar de residencia, propiedad; nuestro siglo ha hechoparticular hincapié en los derechos sociales —la educación, la protecciónante el desempleo, la enfermedad y la jubilación, la defensa del patrimoniocultural—. Ahora el foco de atención se nos está trasladando; la crisis delEstado del Bienestar ha hecho mella, y pensamos que los nuevos problemasrequieren más bien un acuerdo global, universal, de todos los seresracionales.

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5.2. HACIA UN DESARROLLO SOSTENIBLE

El problema ecológico mundial no es ante todo el aumento de lapoblación ni la escasez de recursos, sino la falta de ideas5. En muchas

ocasiones olvidamos que el «medio ambiente» es un derecho humano9.Si la naturaleza humana posee unas leyes que deben ser respetadas,

el ser humano, en cuanto parte de esa naturaleza, se verá obligado tambiéna respetar esas leyes que le constituyen. Y si tiene algún peso el argumentode que es preciso entregar a las futuras generaciones un mundo habitable esporque algo debemos tener en común con ellas. Es evidente que si puedeafectarnos moralmente lo que les ocurra a los futuros habitantes del planetaes porque tenemos en el fondo algo común con ellos, algo que va aperpetuarse, nuestra naturaleza humana, el «ser-hombres», y que estápresente ya en la toma de las actuales decisiones.

El medio ambiente vende, desde luego. Pero lo más interesante esreparar en cómo de una actitud defensiva, las empresas han ido pasando,frente a los problemas ecológicos, a unas estrategias anticipadoras12. Quizásporque de no hacerlo así el coste de reconversión puede resultar mucho másalto. O las indemnizaciones a pagar por actuaciones negligentes.

Antes de lanzar cualquier producto se debe realizar un estudio fiablesobre su impacto. La capacidad de tratamiento de las plantas depuradorasdebe incrementarse antes de ampliar las unidades de producción.

Los problemas originados por los residuos deben resolverse allí donde seproduzcan. Se deben aprovechar los residuos reciclables, y los lodosutilizables con fines agrícolas.

Un conjunto de variables que hay que analizar si resultan beneficiosas,adversas, directas, indirectas, temporales, permanentes, locales,reversibles, irreversibles, recuperables, irrecuperables. Todo ello, con susprobabilidades de concurrencia, circunstancias modificadoras, previsión demedidas correctoras.

Tomarse en serio el medio ambiente es realmente complejo. Peronecesario. Todo el mundo acepta ya que el desarrollo debe ser sostenible, esdecir, armonizado con todas las necesidades del entorno en el cual seinscribe.

Para conseguir que el desarrollo tecnológico sea sostenible, soportable

por las actuales generaciones y por las futuras, se precisa ante todo uncambio de mentalidad. Los recursos naturales no pueden ser explotadosindiscriminadamente. No tanto porque resulten limitados, sino porque esaactitud denotaría haber olvidado que el ser humano es una parte integrante.La más importante: por eso, la ecología y el medio ambiente son ante todoun derecho humano. Quienes pretenden calcularlo todo, incluso la poblaciónóptima mundial, son los que llevan el desierto dentro. Las empresas vanincorporando a sus estrategias la necesidad de compatibilizar su desarrollo

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con el respeto a la naturaleza. Y cada vez son mayores las exigencias deestudio previo acerca de su posible impacto ambiental. Unas exigenciasnecesarias, que demuestran que ya ha pasado el tiempo en que lapreocupación ecológica pudo haber sido simplemente un valor añadido.

5.3. ¿PARA QUÉ SIRVE UN CÓDIGO DE CONDUCTA?

Muchas instituciones han ido enumerando algunas prácticas que debenser erradicadas: uso indebido de información privilegiada, regalos,comisiones, acoso sexual. Suponen un deseo de autorregular la propiaactividad antes de que la legislación laboral aborde esos problemas. Y partendel convencimiento de que los usos corruptos acaban viciando la vida decualquier organización: de que la corrupción es lo que corrompe, y no eldinero ni el poder. Su eficacia es manifiesta siempre y cuando se apliquen

universalmente, sin excepciones arbitrarias desconcertantes.La aceptación de un código ético, por tanto, es algo más que unadeclaración de buenas intenciones, ya que nos introduce en una perspectivamoral diferente; representa unos contenidos objetivos, fijos, admitidos portodos, no negociables, gracias a lo cual la actuación éticamente correctapasa de entrañar un cierto riesgo —el riesgo de quedarse solo— a sersocialmente reconocida y premiada. Cuando existe una referencia éticaobjetiva —tenida por válida por todos los miembros de una organización lasacciones ya pueden ser juzgadas como correctas o incorrectas; mientras quesi no existen referentes comunes las acciones se mueven con criteriosestratégicos: hago una cosa u otra según lo que vaya a recibir a cambio, o

según las repercusiones que puedo prever, o según intuya hasta dónde va allegar la otra parte, etcétera

Está claro que los códigos éticos no pueden suplir la responsabilidad dedecisión personal. Una sociedad mejor no se logra con códigos. Pero muchasveces ocurre que quienes más critican su existencia piensan que los códigoséticos se limitan a vaguedades.

Un código tiene que aspirar a ser verdaderamente regulador, sin abusarde ideales abstractos; debe proteger el interés público y de aquellaspersonas a quienes sirve la actividad profesional regulada; no debe referirsea aspectos negativos de los competidores; y tiene que ser controlable y

controlador14

.Es muy importante que un código ético no quede en una declaración debuenas intenciones; si quiere ser eficaz debe especificar las consecuenciasde su incumplimiento —llamada de atención, degradación, suspensión,expulsión—, y debe demostrarse que nadie escapa a sus exigencias.

Ciertamente, debe ser transmitido con papeles y palabras. Pero sobretodo con hechos. Su seguimiento debe ser encomendado a personas quegocen no sólo de poder dentro de la organización, sino de autoridad, de

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prestigio, a todos los niveles. Personas que, además, sabrán cómo lograrque todos los empleados perciban la íntima conexión del código con laslíneas generales estratégicas.

La empresa debe intentar integrar a los trabajadores en un proyecto

común, abonar una remuneración justa, dar un trato correcto anteponiendola consideración de personas a la de recursos, basar la selección de personalen pruebas objetivas, evitar discriminaciones, informar, fomentar lacomunicación interna, proporcionar la formación adecuada, prestar atencióna la seguridad e higiene, garantizar los puestos de trabajo hasta donde lopermita la continuidad de la empresa.

Por su parte, los trabajadores deben cuidar y proteger los bienes de laempresa, actuar con mentalidad de ahorro, no solicitar ni aceptar deproveedores o clientes dinero ni regalos que puedan condicionar la vida de laempresa, considerar el uso de la huelga como recurso último, realizar el

trabajo con la atención e interés debidos para obtener el mejor rendimientoposible.Respecto a los socios y accionistas, la empresa debe producir lícitamente

los beneficios que justifiquen la inversión e incrementen su valor, informaracerca de los proyectos de futuro recabando su aprobación, no facilitarinformación que privilegie a unos accionistas frente a otros.

Clientes, consumidores y usuarios deben ser considerados como losdestinatarios que justifican la existencia y el crecimiento de la empresa; porello, debe ser garantizada la calidad de los productos, la información tieneque ser veraz, los errores deben ser subsanados de forma inmediata, tieneque justificarse el necesario servicio postventa; y, antes que nada, el diseño,

producción y distribución de los productos y servicios debe garantizar lasatisfacción de necesidades, la integridad, seguridad y salud de losconsumidores, usuarios y clientes.

Para que las relaciones de una empresa con sus competidores se muevandentro del marco de la lícita competencia es preciso mantener una actitud demutuo respeto que se debe traducir en el uso leal de la información, en nocontratar personal cualificado de la competencia para apropiarse deconocimientos vitales, y en anunciar los propios productos haciendoreferencia sólo a sus características evitando comparaciones gratuitas. Teneruna alta participación en empresas competidoras —o de otras relacionadas

comercialmente con ellas— engendra situaciones conflictivas de difícilsolución.Las responsabilidades de la empresa con la comunidad circundante van

desde el facilitar a los trabajadores la participación en actividades cívicashasta la obligación de contar con una cobertura de seguros que subsane losdaños a personas o bienes ajenos. Y, por supuesto, atender correctamentelas obligaciones fiscales Por último, no hay código ético que evite lareferencia al medio ambiente; al equilibrio ecológico y urbanístico; y al ciclo

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completo del producto —evitar la contaminación, imprimir recomendacionesen los envases, etc.

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PARA QUE ARRAIGUEN LAS BUENAS COSTUMBRES

6.1. EMPRESA VIRTUAL, EMPRESA VIRTUOSA

Por el momento, en el mundo empresarial el adjetivo «virtual» no sig-nifica más que «alianzas y acuerdos estratégicos». La empresa ideal estárepleta de componentes éticos: limpieza, claridad, confianza, excelencia,veracidad... Los mismos autores del libro The Virtual Corporation, William H.Davidow y Michael S. Malone, lo reconocen: «virtual» significa «virtuoso»3.

Poco a poco el lenguaje empresarial se va acostumbrando a utilizar laexpresión «virtuoso» como sinónimo de «excelente». De hecho, llamamoscírculo virtuoso a la explicación de cómo la satisfacción del cliente producemayores beneficios, y esa satisfacción del propietario redunda en inversionesque logran una mayor satisfacción del empleado, lo cual se acabatraduciendo en una mejor dedicación, mejores productos, y una mayorsatisfacción del cliente. Ese círculo de calidad es ¡virtuoso!

Esos «principios» —dignidad de las personas, veracidad— no sonpropiamente «éticos» hasta que alguien los realiza, porque la racionalidadque preside el saber moral es práctica. Y en la práctica —empresarial ennuestro caso— es donde la vida ética se construye. Las decisiones son justas

o prudentes precisamente en la medida en que son capaces de unir lascircunstancias particulares con los valores universales.

6.2. TODO ES MARKETÍNG6.2.1. Cambiar las conductas y transmitir valores. Veracidad y

verosimilitud

Luis Bassat enumera algunos beneficios sociales que claramente cabeatribuir a la publicidad5: mejora la relación calidad-precio; contribuye a

facilitar la libre elección de los consumidores, ya que aumenta su gama deconocimientos; fomenta la creatividad; puede servir no sólo para informar,sino también para formar; puede revolucionar algunos hábitos sociales.Cuando se diseña una campaña publicitaria lógicamente se pretende variarlos hábitos de los consumidores. Si no se deseara eso, la campaña sobraría.Cabe entonces analizar en qué tipo de conducta se desea incidir. Algunosanuncios, basados sobre todo en textos escritos, pretenden apoyarse en lasmotivaciones lógicas que todos perseguimos. La comunicación publicitaria, el

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relato de un anuncio siempre intenta inculcar algún valor, alguna actitud; yeso lo hace éticamente relevante.

6.2.2. En defensa de las marcasAparte de los «valores» que las diversas marcas se proponen

«vender», otras consideraciones éticas de la publicidad provienen de las

comparaciones entre productos.Al introducirnos en la incidencia que tiene la publicidad en el valor de

una marca podemos fijarnos en algunos ataques éticamente cuestionablesque suelen sufrir las marcas más famosas.

Para el consumidor, casi inconscientemente, la marca proporciona unvalor añadido a los productos. Sobre todo cuando lo que le aportan es unaseguridad acerca de la calidad de lo que ha adquirido.

Estas consideraciones acerca del poder de las marcas nos aproximan ala descripción de unos aspectos básicos de todo obrar humano: el poder dela motivación, y las dos inclinaciones básicas en las que toda teoría política

puede fundamentar la sociabilidad —la propia seguridad y la referencia a losdemás—. Todos nuestros movimientos dentro del entorno social en que nosinscribimos pretenden reforzar la propia posición, la cual no puede definirsemás que en relación a las posiciones de los demás. No es extraño, pues, quela reflexión sobre la existencia y utilización de las marcas esté cargada dedimensiones éticas.

Que a uno lo imiten o falsifiquen supone ya el reconocimiento de unadistinción: es un aval de la capacidad creativa y del prestigio. Pero imitacio-nes y falsificaciones comportan diferentes tipos de fraude.

6.2.3. Consumir y consumirse

En el fondo, todo el marketing tiene esa perspectiva ética: adecuar elproducto a las necesidades del consumidor, acercárselo. Y esa adecuación esen lo que puede cifrarse la veracidad. Por eso tienen relevancia éticapreguntas como « ¿crea necesidades el marketing?», « ¿fomenta elconsumismo?», « ¿manipula a los consumidores?».

Del Código Ético elaborado por la American Marketing Association sededuce que en el ánimo de los vendedores y distribuidores debe estar lapreocupación por respetar la libertad del cliente, su capacidad deautodeterminación; y, por otra parte, deben ser contemplados problemas de justicia conmutativa y distributiva7.

La relación de lealtad entre vendedor y cliente debe ser mutua. Para unbuen vendedor, más importante que el cliente se lleve «lo que pide» es quese lleve «lo que realmente necesita».

Las necesidades no se crean: están ya, y en todo caso se descubren;nadie consume más de lo que puede consumir; y el conjunto de unasociedad no vive por encima de sus posibilidades; incluso en el caso de losparticulares, en muchas adquisiciones que rebasan las posibilidades actualesde compra lo que advertimos es una forma de inversión.

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El determinante moral está en la diferencia entre «consumir» y«consumirse»; el «consumo» se convierte en «consumismo» cuandocambiamos unos bienes por otros antes de que dejen de servirnos. Unasociedad de desechos es aquella en la cual los objetos poseídos, y yasuperados por otros más perfectos, son descartados sin tener en cuenta su

posible valor permanente11. El consumismo es éticamente reprobable en lamedida en que una persona busca antes los productos que le hacen tenermás cosas antes de reparar en qué le hace ser mejor.

Me parece que el peso ético de las actividades de marketing recaeprimordialmente en los consumidores, puesto que son ellos quienes decidenlibremente el producto deseado, o su sustitución. Ahora bien, está claro queen ese ethos incide de forma muy importante la presentación que se hagapor parte del vendedor. En el fondo, el rasgo moral determinante es elmismo: la veracidad, la verdad.

El marketing tiene un carácter ético propio, un ethos, que podría resu-

mirse diciendo que pretende aproximar los productos que promociona a loshábitos de consumo.Ese intento de adecuación tiene mucho de percepción de lo que interesa

realmente a los consumidores, de adecuación a sus necesidades reales. Bajoesta perspectiva, puede enjuiciarse matizadamente la acusación de que elmarketing fomenta el consumismo, o la creación de necesidades. Lo que seintenta vender, y la forma de venderlo, debe procurar guardar una relaciónfranca, veraz, leal. Lealtad que también debe estar presente en la lucha conotros competidores.

6.3. BIENES DE CAPITAL FÍSICO Y BIENES DE CAPITAL HUMANO

Todo problema ético trata en el fondo de responder a la pregunta siguiente:¿esa actividad mejora de verdad a esas personas? Para analizarlo, en primerlugar examinaré la relación del trabajador con su lugar de trabajo, conalgunas circunstancias en las que su entorno puede resultarledespersonalizador. Después, intentaré mostrar las consecuencias que tieneel que los bienes de capital humano son más importantes que los bienes decapital físico, en la medida que se entiende que una empresa no es otra cosaque una tarea común entre personas.

6.3.1. El lugar de trabajoEl hecho de encontrarse rodeado de mucha gente no impide que al-

guien pueda sentirse solo. Y nuestra sociedad de consumo puede generarespacios donde se puede sentir que resulta irrelevante estar presente oausente. Eso es lo que nunca puede ocurrir con el lugar de trabajo. En elpropio trabajo descubrimos cómo se nos juzga, cómo se nos considera.Constantemente buscamos puntos de referencia, miramos alrededor, paracomprobar nuestras posiciones: esa circunspección es uno de loscomponentes de la virtud de la prudencia. Y, además, en el trabajoentablamos relaciones con otras personas. El ethos, la morada, la guarida,

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significa etimológicamente el lugar al cual siempre se acaba volviendo. Losseres humanos necesitamos tener un lugar al cual volver, donde se nos juzgue por lo que en realidad somos, y no sólo por motivos contractuales.Por eso, desear volver a él es una de las pruebas más claras de que el lugarde trabajo está impregnado de valores éticos.

6.3.2. La manipulación de las jergas

Las son jergas: formas de hablar que disfrazan lo real con palabras paraasegurarse un poder. Sustituir las cosas por una imagen. Uno de los peligrosque tiene la profusa utilización de las jergas empresariales es ése: quepuede llegar a disfrazar la realidad mediante una serie de expresionesvaciadas de contenido.

Seguramente no estará pensando en nada, porque ese es el otro granpeligro de las jergas —también de las empresariales—: empobrecer el

vocabulario reduce notablemente la capacidad de pensar. Utilizar unadeterminada jerga puede llegar a ser, simplemente, una manera de jugarcon la gente. Un modo de no decir las cosas claras. Y entonces sí que vale elconsejo popular: primero los hechos, y después las palabras. Porque muchasveces las cosas que hay que hacer no se deben decir, y las cosas que hayque decir no se deben hacer. Mejor dicho: decir es ya una manera de hacer.Y ante actitudes así sólo cabe responder: no hace falta que me digas más.Porque todos percibimos cuándo alguien nos está tomando en serio, ycuándo no.

6.3.2. La empresa, una tarea comúnLa serenidad tiene que ver con el pasado y con el futuro, con la

equilibrada valoración de ambos. Aceptar lo que no puede ser cambiado;emprender lo que sí se puede cambiar; y la sabiduría para distinguirlos. Nohay que olvidar que el futuro muy pronto se convertirá en pasado, y loimportante es que pase a engrosar ese fondo común que sigue actuando. Encualquier trabajo, lo más importante no es el objeto exterior que puedaproducirse, sino lo que queda en el interior de quien lo produce —perfeccionándole.

«La función de Recursos Humanos aparece como un área caliente enlas organizaciones»13. Porque tiene en sus manos lo más profundo de losbienes de la empresa: la calidad, de sus hombres, la capacidad de liderazgo,

la convergencia de sintonías. Como decía Umberto Agnelli lo que nuncapuede perderse son los valores por los que luchar14. Sin un fuerte deseo porvencer, todo lo demás se hace complicado, difícil. Así define Isidoro Álvarezla clave del éxito de El Corte Inglés, su cadena de grandes almacenes: «elúnico secreto está en la voluntad de superación de las personas»15. Ese essiempre el punto por el que alguien pasa de ser un buen empleado a unlíder.

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El enfoque ético, el grado de vinculación con unos determinadosvalores, resulta por tanto clave en esta consideración del trabajo humanocomo un bien de producción. Cuando falla esa íntima conexión del trabajocon la dignidad personal la realidad se trastoca: las mujeres y los hombrespasan a ser asimilados a recursos just in time, la formación deja de tener su

auténtico protagonismo y, en definitiva, hasta la misma noción de «trabajo»resulta sustituida por la de «empleo».

La capacidad de convertir en nuevos recursos humanos todos los pro-ductos demuestra que en el trabajo el principal bien de producción son laspersonas. Pasado y futuro se implican en una decisión para la cual el costede oportunidad no resulta paralizador. Esa peculiaridad de la dignidadhumana debe presidir las relaciones laborales y las políticas de recursoshumanos. De modo similar, las funciones directivas y los estilos de direcciónson una resultante de las relaciones de poder conflictivas, puesto que la

violencia siempre empeora lo que trata de arreglar.6.4. EL ARTE DE DIRIGIR6.4.1. Hacerse cargo

Antes de tomar una decisión, una actitud realista buscará tener lo más claroposible tanto el punto de partida como lo que se puede llegar a conseguir. Yeso requiere hacerse cargo. Por una parte, saber qué hay que recordar, yqué conviene olvidar; de qué hay que tener buena memoria, y de qué malamemoria; qué cosas arregla el paso del tiempo, y cuáles no; escuchar.Escuchar no es algo pasivo: implica una actividad. Estar convencido de quelos demás tienen cosas interesantes que aportar a un grupo. Esta actitud se

nota en quien lidera, en quien forma los equipos de trabajo, en quienmodera las reuniones, en quien se dirige a un público. Hacerse cargo,dejarse aconsejar. Descubrir cuál es el lugar más idóneo para cada persona.Y hacerse entender. Saber adaptar los objetivos a la realidad existente, demodo que resulten asequibles y motivantes.

6.4.2. El sentido del humor: manejarse entre lo imprevisible

El humorismo consiste en transmitir mediante una cierta broma algoque en realidad es serio. Muchas de las cosas serias que deseamos

transmitir adquieren forma de broma. En la mayoría de las cosas, lo que nosdicen medio en broma suele ser lo más serio. Sólo el humor es capaz dealcanzar lo sublime. Como dice un poema persa: «¿Perdiste el imperio delmundo? Consuélate, no era nada. ¿Ganaste el imperio del mundo? No tealegres que no es nada».

Es tan importante mantener el buen humor en el seno de unaorganización, porque denota que las personas que la integran están atentasa los cambios que se producen en la realidad, no están anquilosadas en sus

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esquemas, poseen flexibilidad para dar un nuevo rumbo a las situacionesaunque disten de lo inicialmente proyectado. Personas que no se desanimancuando comprueban que no todo lo deseable es asequible. El verdadero líderes el que sabe aprender de sus errores, el que admite sus áreas deignorancia y no trata a toda costa de ocultarlas.

El pedante, el calculador, está fuera de lugar, fuera de la realidad. Poreso produce risa. Porque la realidad muchas veces nos sorprende. Yentonces hay que saber reírse de uno mismo si no queremos que los demásse rían de nosotros.

El astuto, que quiere manejarlo todo, provoca siempre recelo: nadie sefía de él. El que se tiene a sí mismo por un comodín, capaz de hacerlo todo,no sólo impide que los demás hagan las cosas para las que sirven: sedevalúa a sí mismo. A ningún directivo se le pide que sea capaz de hacertodo lo que tiene que mandar. Basta con que conozca para qué están

capacitados los demás. Eso sí: poniéndose al frente, sin caer en el no sabervalorar el esfuerzo que requiere lo que se está mandando.

6.4.3. Como si lo hiciera yo mismo. Elogio de la tozudez

Todo directivo necesita ser tozudo, pertinaz, constante, perseverante,insistente. La tenacidad, distinta de la terquedad u obstinación, expresa unade las características esenciales de toda persona, e incluso de todos losseres.Una persona culta consigue que le luzcan mucho más sus cualidades. Peroeso no es lo más relevante desde el punto de vista ético. Cultura viene de

cultivo, y expresa la capacidad de estar arraigado, de conocer el terreno quese pisa. Quien está arraigado sabe de dónde viene y a dónde va. Sabe conquién puede contar y quién puede defraudarle. En las personas de confianzaque nos rodean se descubre siempre la propia personalidad. Con esaspersonas contamos para hacer aquellas cosas que queremos que se hagancomo si las hiciéramos nosotros mismos. La tozudez, la constancia, expresatambién la cualidad de quien sabe tener presentes al mismo tiempo susraíces y sus campos de desarrollo. La gran ventaja de un directivo es que ensus manos está hacer mucho más bien de lo que pueden conseguir Otrosempleados. Y para multiplicarse necesita siempre contar con sus gentes de

confianza.6.5. GANAR LO JUSTO

6.5.1. El paisaje de la corrupciónCuando de una persona se sabe que tiene un precio, la situación es

prácticamente irreversible. Los ambientes corruptos permiten quesobrevivan determinados agentes ajenos a esas prácticas. A quienes noestán dispuestos a someterse a los sobornos se les etiquetará entonces de

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ingenuos, de vivir en un mundo irreal. Pero lo que un ambiente corrupto nosuele permitir es que alguien dé marcha atrás. El arrepentido es quien lotiene más difícil, porque conoce la corrupción y puede llegar a denunciarla.Es decir, que la corrupción suele aceptar que alguien no entre, pero notolera que se abandone.

Cuando percibimos que la corrupción constituye un paisaje casi habituales porque quienes gobiernan así lo desean. Si los impuestos recaudados sondedicados a subvencionar empresas poco competitivas, está claro queestamos ante una competencia desleal, ya que a los empresarios se les estápidiendo que, indirectamente, financien a unos competidores que sólopueden sobrevivir gracias a un trato de favor.

Peor aún si de las arcas públicas se aprovechan quienes las administran. Ypeor aún si, cuando esos casos son conocidos, nadie se siente aludido. Quiengobierna es responsable de las actuaciones de sus personas de confianza. Yno admitirlo dista muy poco del encubrimiento, aunque el administrador

público tenga casi siempre elementos objetivos para justificar decisionesmás o menos defendibles.Algunos empresarios se han defendido diciendo que han sido víctimas de

la corrupción, que se han visto obligados a pagar comisiones ilegales,cuando en realidad resulta evidente que por lo menos han contribuido aarraigarla. Cuando un tejido social se ha deteriorado, la confianza se pierde,cuesta mucho más emprender nuevos negocios; y no es cierto que toda laculpa la tenga el Estado; es verdad que si la corrupción viene de losgobernantes su efecto desmoralizador es aún mayor. Pero las empresastienen en nuestros días tal cantidad de recursos y posibilidades de controlque si quieren pueden arbitrar mecanismos de regeneración social eficaces.

6.5.2. La responsabilidad social del empresario

En todas las épocas se han dado modelos de organización empresarialdeseosos de contribuir a una justa distribución de la riqueza30. Incluso ennuestros días es patente la preocupación de muchas empresas por devolvera la sociedad una parte de sus ganancias mediante la promoción debeneficios sociales para sus empleados —planes de pensiones, segurossanitarios y de vida, programas educativos para familiares, etc.—, o a travésde actividades de esponsorización y mecenazgo.

En nuestros días, más que nunca, las grandes compañías gozan de laposibilidad de regenerar el tejido social. Y el argumento ético está claro: sipueden hacerlo, deben hacerlo. Defender que la función social de lasempresas estriba en la posibilidad de devolver voluntariamente a la sociedaduna parte de sus beneficios supondría haber confundido la justicia con labeneficencia. Implicaría abandonar en unas ideologías estatalistas endecadencia la lucha contra las desigualdades sociales. Sería tanto como dar

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por perdida la batalla antes de empezar. Por perdida para la sociedad, y porperdida para el mismo mercado.

Una tercera generación reivindicadora de los Derechos Humanos se estálevantando: la de la solidaridad; ese tercer ideal ya esbozado

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la hora de la etica rial

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