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Kingson Lin

Profesor Ignacio

Span-327

17 de Junio, 2015

La generación perdida

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Tabla of de Contendió

Titulo..........................................................1

Tabla de contendió..............................................2

¿Qué es la generación perdida?..................................3

El Sistema Educativo............................................5

El Mercado Laboral.............................................11

La Emancipación................................................16

Conclusión.....................................................20

Obras Citadas..................................................21

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I. ¿Qué es la generación perdida?

La generación perdida es un fenómeno demográfico en que la

juventud de España está en un estado de declive grave. A lo

largo de la última década España ha experimentado y sigue

experimentado una transición demográfica que ha invertido la

configuración de la estructura de la población en la cual la

estructura tradicional de una pirámide regular se ha deformado

(Pérez 9). Aunque parece que se puede atribuir la inversión a la

fuerte caída de la natalidad y a las tasas de fertilidad

yuxtapuesta sobre la población mayor que está envejeciendo

rápidamente, las razones por esta inversión son más numerosas y

complicadas (9). Este trabajo explica las causas subyacentes que

dieron luz a la generación perdida en tres categorías generales

pero relacionadas: el sistema educativo, el mercado laboral y el

acceso a la emancipación (5).

Antes de explicar los factores que contribuyen al fenómeno

de la generación perdida, es necesario elaborar más la situación

actual de hoy y las tendencias de la última década para entender

completamente la gravedad de la situación. En una pirámide

tradicional la población menor de niños y jóvenes debe componer

la parte más grande de la pirámide y con la edad se empequeñece

[figura 1]. Sin embargo, la pirámide actual parece más como un

árbol de navidad donde la población menor constituye el tronco y

la población es muy media pesada [figura 2]. La deformación de

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la pirámide ocurrió durante varios años en que el porcentaje de

la población menor de 15 a 24 años descendió cada año y hoy en

día es cerca del 9% (Mínguez 21). De hecho, la UE estima que la

población caerá aún más hacia 8% en el año 2050. Mientras al

mismo tiempo, el 18% de la población mayor de 65+, los que se

van a jubilar, crece más cada año hasta 33% en el año 2050

(Garrido). Para dar importancia a los datos, recordamos que

España es una sociedad donde la gente paga un porcentaje de su

sueldo al gobierno para mantener varios beneficios como la

sanidad, pensión, educación y más. Este sistema solamente

funciona cuando la gente paga más dinero del que el sistema

gasta. Sería imposible que menos de 10% de la población sostenga

más que 30% que vaya a jubilarse.

Figure 1: Figure 2

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II. El sistema educativo

La educación es sin duda el aspecto más importante del

éxito de una sociedad y a su gente. No solo permite a los

jóvenes adquirir las habilidades básicas para ganar la vida sino

que también contribuye a su desarrollo personal. Por eso, la

calidad del sistema educativo de España debe ocupar el primer

espacio. El problema del sistema educativo en España es doble y

una paradoja aparente. Primero, en términos de la escuela

segundaria, aunque España debería estar al mismo nivel de países

superiores como Alemania y Francia en términos de resultados, en

realidad España ocupa un espacio de la mitad inferior con países

como Portugal, Italia y Grecia (Pérez 21). Aunque las

puntuaciones de España no son lejos del promedio, cuando se

considera la tasa de alumnos por maestro y el gasto por alumno

se produce una duda sobre la eficacia del sistema. En España, la

tasa de alumno por profesor es menos que el promedio de UE pero

el gasto por alumno en España es 28% mayor que el de UE (22).

Este significa que otros países han hecho más con menos dinero y

es posible que sea ineficacias en el aprendizaje de los jóvenes.

Estas ineficacias que asedian el sistema educativo son más

evidentes en los datos de fracaso y abandono escolar de jóvenes

entre 15-24 del ESO que es el equivalente de la escuela

segundaria. España tiene la tasa más alta de fracaso y abandono

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escolar en toda Europa. Era el peor alrededor de 2008 con 31% de

estudiantes que no cumplieron el ESO pero hoy en día es 24%,

mejor pero todavía casi doble la tasa media del UE y triple la

de los Estados Unidos (Pérez 26). La realidad de estos datos

significa que uno de cuatro jóvenes no cumple el sistema

educativo y como se menciona anteriormente, la educación no

sirve solamente para ensenar matemáticas ni historia ni

literatura a los estudiantes sino una la manera de ganarse la

vida y el desarrollo personal. Cuando un cuarto de jóvenes entra

en la sociedad sin obtener esas habilidades y conocimientos

fundamentales para la vida, efectivamente ellos están

condenándolos a vidas mediocres buscando trabajos de baja

categoría.

Además, no todos de los jóvenes fuera del sistema educativo

consiguen trabajo ni lo buscan. Casi un quinto de jóvenes

españoles se encuentra fuera del mercado laboral y del sistema

educativo simultáneamente. Este hecho se produce una sub-

generación de la generación perdida se llama la generación de

“ninis”, significa los que “ni estudian, ni trabajar, ni quieren

hacerlo” (La generación de Nini). En 2008 antes de la crisis

económica el porcentaje de jóvenes entre 16-29 que eran “ninis”

fue 14%, pero menos de cinco años después durante su máximo

alrededor de 2013 este porcentaje se multiplicó a 27% [figura

3]. También es importante apuntar el cambio del porcentaje de

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“sisis”, los que cursan estudios mientras trabajan, que ha

decrecido desde 12% a 7%, la tendencia opuesta de los “ninis”.

Aunque parecía que algunos de los “sisis” se han convertido en

“ninis”, en realidad no es justo llamar a todo el 27% “ninis”

porque la gran mayoría de ellos no están en su situación por si

propia vocación sino porque no tienen más remedio a causa de

diversas circunstancias desafortunadas (Pérez 28). Con una tasa

de desempleo para jóvenes entre 16-24 de 55%, la mayoría de la

juventud de España no tiene perspectivas en la vida (Alexander).

Figure 3

Mientras las altas tasas de fracaso y abandono de la ESO se

han producido una población de jóvenes inadecuados para el

mercado laboral y la vida en general, el otro lado del problema

del sistema educativo a nivel universitario es exactamente

opuesto. España, aunque tiene menos jóvenes que cumplen el nivel

de segundaria, tiene un porcentaje de titulados universitarios

superior al el promedio. De hecho, España tiene un 37% de la

población entre 25-34 que consigue titulaciones en comparación

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con el promedio europeo de 26% (España Tiene Más Universitarios

Que La Media Europea). Así entra la paradoja porque según la

teoría de capital trabajo una población de mayor educación

proporciona beneficios a toda la sociedad con mejor salud, más

productividad, mejores salarios y el desarrollo socioeconómico

en general (Pérez 32). La España de hoy no disfruta estos

beneficios porque el porcentaje de gente cualificada supera la

demanda del mercado laboral.

El desequilibro entre la demanda del mercado laboral y el

suministro de trabajadores cualificados creó el problema de la

sobre-calificación. Es decir que España tiene una población

grande de personas escolares que se gradúan en universidades

cada año pero no existen suficiente trabajos especializados para

todos. Como resultado, 49.5% de titulados entre 25-34 tienen que

conseguir trabajos de baja cualificación como camarero, cajero y

otros sectores de servicio (Pérez 30). Estos trabajos

tradicionalmente eran conseguidos por los que solamente tenían

la ESO, pero hoy en día no pueden competir con los perfiles de

los titulados. Además, generalmente los graduados que tengan

estas posiciones están insatisfechos con su empleo a causa de

ser bajo para cualificación y por eso la productividad ha

sufrido. Otros graduados, por la falta de mejores perspectivas

de la vida, deciden meterse en más estudios para obtener más

titulaciones avanzadas con la esperanza de mejorar las

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perspectivas de la vida (35). Aunque en general es verdad que

los que tienen más alta educación ganan más, el problema es que

los estudiantes se meten en estudios muy extensos mientras les

falta la experiencia acorde con los estudios respectivos. En el

caso de los universitarios españoles, lo que les falta no es más

titulaciones sino más experiencia porque para la mayoría de los

titulados sobre-cualificados, nunca han trabajado en el campo

estudiado a causa de la falta de oportunidades.

El problema es tan evidente que se ha generado una

generación de “mileuristas”. El término fue acuñado primero en

2005 por Carolina Alguacil en El Pais en que ella se describió a

sí misma como “mileurista” o alguien que “es joven, entre 25-34

años, licenciado, bien preparado, que habla idiomas, tiene

posgrados, másteres y cursillos” pero no puede ganar más que

1,000 cada mes. Carolina describe su vida y la vida de miles de

otros “mileuristas” como ella, “el mileurista no ahorra, no

tiene casa, no tiene coche, no tiene hijos, vive al día.” Lo que

dice Carolina no es una exageración sino que la verdad ha

empezado causar duda en las mentes de la juventud de España

sobre el hecho de meterse años en la universidad para conseguir

un trabajo irrelevante con sus estudios. Como consecuencia, los

jóvenes con titulaciones avanzadas han decidió a buscar

oportunidades afuera de España en otros países como Alemania y

los Estados Unidos donde pueden aprovecharlas.

Lin 10

En España aunque la matrícula de la universidad es gratuita

en teoría, en realidad está pagado por el gobierno a través los

impuestos de los ciudadanos. Por eso, es importante examinar el

costo de educar a un universitario y los beneficios que

resultan. Según un informe hecho en 2009, el costo de educar a

todos los universitarios en España que no utilicen su título ni

encuentren trabajo en España cuesta cerca de 50.000 millones de

euros, que es equivalente al 5% del PIB (GDP) del país (Pérez

34). Es claro que España ha invertido mucho dinero en educar a

la población pero todavía no ha recibido los benéficos de su

inversión. Desde un punto de vista ideológico, la universidad

sirve para difundir y producir conocimiento pero desde un punto

de vista económico, que no es menos importante, el conocimiento

debería ser productivo económicamente (41). La generación

perdida de jóvenes se caracteriza por una sub-generación de

“ninis” que son inadecuados para el mercado laboral y una sub-

generación de “mileuristas” sobre-cualificados para el mercado

laboral. Sin embargo el sistema educativo no tiene toda la culpa

porque el mercado laboral tiene un papel también como se

menciona anteriormente.

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III. El mercado laboral

Generalmente, el mercado laboral de los jóvenes es frágil y

sensible a cambios en la sociedad y en la economía que el

mercado laboral en general. También la tasa de desempleo juvenil

es tradicionalmente más alta que la de la población en general

porque los adultos son más cualificados, tienen experiencia y no

tienen que preocuparse con estudios. Siempre, la tasa de

desempleo entre jóvenes ha estado alta hasta los años 2000

cuando se bajó por un tiempo [figura 4]. Sin embargo con la

crisis económica, la tasa de paro ha subido de nuevo y se indica

una incapacidad del mercado de integrar la oleada de nuevas

manos de obra entrando en el mercado (Pérez 43). Enfrente con un

mercado laboral débil, los jóvenes se están encontrados con una

situación muy rara porque tienen que superar más dificultades y

obstáculos para conseguir una calidad de la vida comparable a la

de sus padres. Hoy en día, la mayoría de jóvenes tienen un nivel

de educación más alto que sus padres pero a pesar de esto no

pueden encontrar trabajo y los jóvenes no son responsables

(Ham). El mercado laboral tiene dos problemas principales: el

desajunte entre el mercado y el sistema educativo y la

temporalidad del mercado (Pérez 47).

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El problema del desajuste entre el mercado y el sistema

educativo es muy simple explicar. La económica y el mercado de

España es relativamente primitiva basada en la agricultura y el

sector de servicio (Pérez 57). Por eso, no produce muchos

trabajos de alta calificación como médicos, ingenieros y

arquitectos. Tampoco en términos de industria España es muy

detrás de otros poderes europeos como Alemania. Sin embargo,

cuatro de las cinco especialidades más estudiadas en la

universidad tiene que ver con la ingeniería y las ciencias,

campos que España no produce trabajo (Las Carreras

Universitarias Más Salidas). Así, los recién titulados tienen

dos opciones. La primera es el subempleo en que toman trabajos

Figure 4

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de baja cualificación irrelevantes con sus estudios que ya se ha

discutido anteriormente.

En el subempleo de jóvenes viene el problema de la

temporalidad de empleo que quiere decir que en vez de trabajar

como empleado completo, trabajan como empleado temporal y de

tiempo parcial. Normalmente, durante una crisis económica el

número de trabajos de tiempo parcial sube porque los negocios no

pueden permitirse a pagar sueldos completos para tantos

empleados a causa de las caídas de sus niveles de ventas y

producción [figura 5]. España es una excepción a esa regla

porque ambos trabajos de tiempo total y de tiempo parcial

decrecieron (Pérez 49). Para los jóvenes la contratación

temporal tiene un impacto negativo en su vida profesional y

personal. Con las altas tasas de empleo temporal, no es raro que

un joven tenga un perfil esporádico y errático lleno de varias

posiciones que puede parecer extraño a un empleador (54). Para

su vida personal, la contratación temporal no proporciona la

seguridad ni estabilidad necesaria para un joven que quiere

independizarse pero no puede cuando se enfrenta con la

posibilidad de estar desempleado por meses y a veces más que un

año antes de conseguir otro trabajo [figura 6](55). Entonces,

los jóvenes retrasan el desarrollo de la vida personal como la

emancipación, el matrimonio, y la natalidad hasta que consigan

la seguridad económica. Es bastante importante para la natalidad

Lin 14

porque durante tiempos de dificultades económicas, la gente está

menos inclinado a tener hijos puestos que no puede sostenerlos.

Como consecuencia, la tasa de natalidad decrece.

Figure 5

Figure 6

Lin 15

Muchos jóvenes, frente a un mercado laboral desesperado, se

han dado cuenta de que sus esperanzas para un trabajo adecuado a

su interés y cualificación son solamente sueños en un mercado

laboral donde hasta es bastante difícil encontrar y guardar un

trabajo mal remunerado y de baja calificación. Por eso, cientos

de miles de jóvenes han elegido la segunda opción que es emigrar

a otros países donde el mercado laboral puede utilizar su

conocimiento porque las perspectivas de la vida y un futuro

próspero en España son casi inexistentes [figura 7].

Figure 7

Lin 16

IV. La emancipación

Los que no emigran afuera del país, y deciden proseguir su

propia vida en España se enfrenten con aún más dificultades.

Para tener una vida propia, hay que emanciparse de sus padres.

La emancipación depende en dos requisitos fundamentales.

Primero, es absolutamente necesario que el joven tenga un empleo

o alguna otra forma de ingreso regular para mantenerse

económicamente. Ya está establecido que es difícil para muchos

jóvenes lograr este primero requisito por razones mencionadas

anteriormente. El segundo requisito fundamental es una vivienda

propia del joven. La edad media en la cual jóvenes satisfacen

ambos requisitos para emanciparse se retrasa más y más a lo

largo de la última década (Pérez 61). Mientras, como es de

esperar el porcentaje de la población de jóvenes entre 18-34 que

viven con sus padres ha crecido [figura 8]. Aunque diferencias

en cultura, educación y valores familiares afectan la edad ideal

para emanciparse, en todos casos la gran mayoría de jóvenes

españoles hoy en día se emancipan más tarde de lo que les

gustaría que es a los 21.7 años y no a los 28.8 [figura 9].

También la edad en realidad se retrasa para todas las medidas

importantes en la vida como poder vivir con una pareja, casarse

y tener el primer hijo.

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Las edades ideales según los jóvenes para vivir con una

pareja, casarse, y tener el primer hijo son 24.2, 26.7 y 28.3

respectivamente (Peláez 46). Este orden tendría mucha razón si

los españoles pudieran emanciparse a las 21.7 como les gustaría

con 2-3 años entre cada medida importante en la vida. Sin

embargo, la edad media de emanciparse para un joven español es

Figure 8

Figure 9

Lin 18

28.8 que significa que cuando un joven debería esperar su primer

hijo, aun no se ha emancipado de la casa de sus padres. A causa

de tardar tanto tiempo en cumplir la primera medida de la vida

que es la emancipación, todas las otras medidas se retrasan 5-7

años [figura 10]. Esta demora tiene un impacto gravísimo para la

tasa de fertilidad. La ventana de fertilidad para una mujer es

límite y cuando la edad de tener el primero hijo se está

retrasado 5-7 años, son 5-7 años perdidos para la ventana de

fertilidad de la mujer (48).

Las explicaciones para la demora de la emancipación y las

otras medidas subsecuentes son completamente económicas. Además

de las dificultades del mercado laboral, los jóvenes también se

enfrentan con el mercado inmobiliario. Hoy en día, una vivienda

Figure 10

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cuesta tanto que según el Consejo de la Juventud de España, un

joven tiene que ganar el doblé del salario medio actual para

poder pagar la hipoteca de la vivienda (Mínguez 61). Con este

dato, alquilar es la única opción viable para la mayoría de

jóvenes y no es ideal porque el dinero podría ser mejor

utilizado ahorrado para comprar una casa en el futuro. Sin

embargo, en muchos casos, un joven no puede alquilar una

vivienda por sí mismo y tener suficiente dinero para vivir (65).

Por consiguiente, muchos más jóvenes han empezado a cohabitar

con amigos o una pareja y compartir los gastos de la vivienda.

Por lo tanto que los jóvenes que se emanciparon de sus padres,

en realidad no están emancipados verdaderamente porque no han

logrado independencia real a causa de compartir una vivienda con

otros por necesidad.

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V. Conclusión

La generación pérdida no es un fenómeno inexplicable que

apareció un día de repente sino que el resultado de la

acumulación de tendencias e ineficiencias en la sociedad a

través la última década y media. Entre ellas, el fracaso de la

ESO, el desajunte del sistema educativo universitario y el

mercado laboral, y el retraso al acceso a la emancipación. La

ESO, que proporciona a los jóvenes las capacidades más

fundamentales para la vida, no sirve su propósito cuando casi

cuatro de cada diez estudiantes no terminan la ESO. Además,

aunque las universidades españolas crean la mayor cantidad de

titulados en la UE, tampoco valen mucho cuando el mercado

laboral es incapaz de integrárselos. Porque el mercado laboral

interior es incapaz, los jóvenes más cualificados emigran a

otros países en masa para buscar sus futuros. En todo caso, a

causa de los problemas mencionados, el acceso a la emancipación

se retrasa. Igualmente, todas las otras medidas importantes de

la vida como el matrimonio y la paternidad tardan más tiempo.

Lógicamente, la tasa de fecundidad decrece porque la ventana de

fertilidad para mujeres es límite. Eficazmente, estos factores

yuxtapuestos sobre el envejecimiento normal de la población

contribuyen a un círculo cerrado que se llama el fenómeno de la

generación perdida.

Lin 21

Obras citadas

Alguacil, Carolina. "Yo Soy 'mileurista'" El Pais, Aug. 2005.

Web. 26 June 2015.

Alexander, Dan. "With Youth Unemployment At 55 Percent, Spanish

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Garrido, C. "España, Cuarto País Con Más Ancianos Del Planeta."

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Pérez Camarero, Santiago. Un Futuro Sin Generacion Perdida.

N.p.: Insituto Max Weber, n.d. Print.