la fundamentación antropológica de la educación. christopher barba cabrales

Upload: daniel-alejandro-ceron

Post on 11-Oct-2015

76 views

Category:

Documents


1 download

TRANSCRIPT

  • A Laura, mi madre, que cultiv en m la conciencia del rostro.

    Introduccin

    Desde hace un par de dcadas se habla insistentemente y se escribe, especialmente en Europa, sobre una cultura llamada postmoderna. Se trata de una filosofa de la vida que va impregnando todas las sociedades. Es la ltima consecuencia lgica de una civilizacin que fue prescindiendo de fundamentos universales a partir del Renacimiento. Esto ha generado una crisis importante para toda la humanidad en todos los campos de su desarrollo. Los diferentes fenmenos sociales, econmicos y polticos que se han venido gestando a lo largo de los ltimos siglos, nos arrojan una realidad compleja y de difcil interpretacin. El hombre ante la cada de la razn y el avance de la ciencia y la tecnologa ha desembocado en una cultura con tinte pragmtico, relativista, hedonista, narcisista, en una palabra, en el nihilismo placentero para el que la vida parece reducirse cada vez ms a momentos fugaces, a emociones instantneas de placer, que solo recaen en el vaco existencial que caracteriza a nuestra poca.

    Las sociedades capitalistas han llevado al hombre a diluirse, a que el mismo se conciba como una sombra que habita en el anonimato, la incomunicacin, la soledad y la angustia. Desde esta perspectiva emerge la pregunta sobre quin es el hombre actual

    Hoy, el hombre est sometido a una sistemtica manipulacin de su conciencia. El influjo nefasto y decisivo del poder, de la mentalidad comn y dominante, realiza y promueve en nosotros una extraeza frente a nuestra propia humanidad, una reduccin de la persona, de su razn, y afectividad, de su libertad. Esa es la peor amenaza.

    La fundamentacin antropolgicade la educacin

    Primer Premio del Concurso de Ensayo Filosfico 2006Christopher Barba Cabrales*

    * Es alumno de la Licenciatura en Filosofa en el ISEE.

    Libro ISEE 237 10/31/07 5:11:53 PM

  • Christopher Barba Cabrales238 Libro Anual del ISEE 2007 La fundamentacin antropolgica de la educacin

    El sangriento fracaso de utopas y la mentira evidente de las ideologas ha lastimado el corazn de la humanidad. As, este desencanto de la realidad, de la propia naturaleza del hombre acenta la necesidad y urgencia de contemplar al hombre actual. La humanidad vive una gran crisis en todos los mbitos de su desarrollo, pareciera que cada vez el hombre se aleja del mismo hombre, perdiendo la conciencia de su naturaleza, de su esencia y de su dignidad, ya que se encuentra sumergido entre los slogan de las grandes marcas; ha girado la escala valores anteponindo el tener sobre el ser en base a los principios capitalistas que, aplicados al hombre, lo convierten en una mercanca. La humanidad vive aniquilada, con una gran frustracin, su sentido de vida flota en la desilusin total de todo.

    La gran paradoja es que el mismo hombre no es consciente de esta realidad que vive, huye de todo lo que suene a interioridad porque lo de hoy, es lo exterior. As, pierde cualquier anhelo de profundidad y opta por lo til, por las grandes experiencias y sensaciones. La cultura del no- esfuerzo es una de las tantas facetas que caracterizan la praxis del hombre postmoderno.

    1. Cientificismo y sensismo postmoderno: el extravo del rostro

    El desarrollo de las distintas civilizaciones nos muestra que el hombre va constituyendo todo el plano de su realizacin desde lo conocido y asumido, es decir, desde la propia cosmovisin y desde la respuesta que l mismo da ante su propia existencia. As, nos podemos acercar a la concepcin antropolgica que se tena en cada poca con el simple hecho observar todos los rasgos fundamentales de cada una de las dimensiones esenciales de la realizacin de hombre, ya sea individual o colectivamente.

    Qu es lo peculiar en nuestra poca? Al realizar un acercamiento a la forma en la que el hombre se desenvuelve en la Ciudad de Mxico, en la Nacin Mexicana y en las grandes ciudades, encontramos, sorprendentemente, algo que nunca antes en la historia de la humanidad se haba dado con tanta acentuacin: la reduccin antropolgica en la conciencia del individuo. Parecen ser muchos los antecedentes que han ido permitiendo esta realidad, pero consideramos dos fundamentales: el reduccionismo cientificista y el auge del sensismo1 postmoderno, ambos con una proposicin epistemolgica fundamental: el hombre slo tiene intuicin sensible.

    El cientificismo, fue preparado por los empiristas ingleses principalmente. Locke y Hume atribuyeron toda la veracidad y certeza al orden epistemolgico, a los datos que los sentidos nos proporcionan. La razn ya no era considerada

    1 N.B. Nos referimos principalmente a que, en la actualidad, lo nico que se busca es la exaltacin del placer y la reduccin de la realizacin existencial a momentos intensos, fugaces y efmeras.

    Libro ISEE 238 10/31/07 5:11:53 PM

  • 239La fundamentacin antropolgica de la educacinLibro Anual del ISEE 2007

    facultad para conocer entidades y valores, como en realismo moderado, sino mtodo para penetrar y comprender la racionalidad y los valores que se expresan y se afirman por medio de la experiencia. Kant, por su parte, ferviente amante de la fsica newtoniana, agreg slo categoras a priori del entendimiento y afirm que la nica va cientfica es la va experimental. Estos aspectos influirn en Augusto Comte y su sistema positivista, en el que expondr, con profundo rigor y contundencia, que lo nico confiable es la ciencia positiva que tiene como camino expreso el mtodo experimental.

    La verdadera ciencia, lejos de estar formada de simples observaciones, tiende siempre a dispensar, en lo posible, de la exploracin directa, sustituyendo sta por esa previsin racional, que constituye, en todos los aspectos, el carcter principal del espritu positivo [...]. Una previsin tal, consecuencia necesaria de las relaciones constantes descubiertas entre los fenmenos, no permitir nunca confundir la ciencia real con esa vana erudicin que acumula intilmente hechos sin aspirar a deducir unos de otros2.

    La doctrina de los estadios y sus paulatinas etapas de superacin hasta llegar al estadio de la ciencia positiva, nos deja entrever que el fundamento de realizacin antropolgica queda reducido al plano de las ciencias naturales, sin considerar las otras esferas que constituyen al hombre. Las dos ideas que sintetizan las anteriores concepciones son la aplicacin del mtodo matemtico y el mtodo experimental a toda la realidad.

    Se ha considerado la antropologa en muchos ambientes como una ciencia que estudia al hombre como especie, al igual que la zoologa estudia las especies de animales []. De esta manera se ha obtenido empricamente, por la observacin y descripcin, una cierta imagen de hombre3.

    La ciencia del hombre piensa que, para ser cientfica, tiene que imitar las ciencias naturales. Desea ser una ciencia capaz de predecir. No desea ser una ciencia moral que les muestre a los hombres libres las elecciones, las alternativas que se hallan ante ellos, y que les dejan a ellos escoger. Desea concebir a los hombres como tomos, descubrir las fuerzas que los mueven, y predecir lo que harn, ya sea que lo escojan o no. Eso puede dar como resultado el que el mundo del hombre se haga extrao para el hombre. El hombre establece un orden inhumano porque concibe al hombre como componente de una mquina, y el hombre odia esa mquina4.

    2 A. comte, Discurso sobre el espritu positivo, p. 115-116.3 e. stein, La estructura de la persona humana, p. 21.4 b. lonerGAn, Filosofa de la educacin, p. 41.

    Libro ISEE 239 10/31/07 5:11:53 PM

  • Christopher Barba Cabrales240 Libro Anual del ISEE 2007 La fundamentacin antropolgica de la educacin

    Ahora bien, es claro que Comte levanta su antropologa desde su idea de progreso, que seala un proceso de superacin cuya meta no es la propia consecucin de la humanidad en un sentido de conquista y ejercicio constante sino, sobre todo, desde los presupuesto del espritu positivo que preludia al hombre que ha alcanzado los parmetros que miden el mismo grado de progreso. As lo expresa Comte al explicar el estadio positivo:

    Por fin, en el estado positivo, el espritu humano, reconociendo la imposibilidad de obtener nociones absolutas, renuncia a buscar el origen y el destino del universo y a conocer las causas ntimas de los fenmenos, para dedicarse nicamente a descubrir, con el uso bien combinado del razonamiento y de la observacin, sus leyes efectivas, es decir, sus relaciones invariables de sucesin y similitud5.

    La renuncia que realiza el hombre a favor del estadio positivo viene a franquear la posibilidad de una antropologa integral en cuanto renuncia a la indagacin de la profundidad humana que necesariamente tiene en primer lugar hacia s mismo y en un segundo movimiento al reconocimiento y descubrimiento de la fundamentacin de su existencia. El positivismo de Comte que de distintas formas ha permeado las sociedades contemporneas renuncia precisamente lo que es propiamente el hombre presentando una visin reducida y alienada que se contenta con un prepuesto carente de contenido en el orden existencial y tico.

    La absolutizacin del mtodo cientfico como categora hermenutica del propio orden existencial conjuntamente con el desarrollo desenfrenado de la tcnica han propiciado un mundo en el que el hombre vive mejor, as se ha generado una cultura que tiene como unos de sus presupuestos mximo el hedonismo y el utilitarismo, es decir, el carcter valorativo de los actos est en razn de la intensidad del placer que produce, la capacidad y audacia que se tiene para evitar cualquier tipo de dolor, y el grado de utilidad para lograr dichos objetivos hasta cierto punto mezquinos y frvolos.

    No hablamos de que el positivismo planteado por Comte sea la causa directa de estos aspectos caractersticos sobre todo de las grandes ciudades, pero si que en gran medida la pretensin de fundamentar toda la realidad desde las consideraciones epistemolgicas que afirman la primaca de los sentidos, ha propiciado un afanoso empeo por el progreso que proclama la ausencia de directrices ticas con fundamento en la propia naturaleza humana.

    Vemos pues, que se trata de una concepcin antropolgica (si as podemos llamarla) que desinstala al hombre de cualquier fundamento slido y trascendente,

    5 A. comte, Curso de filosofa positiva, p. 34-36.

    Libro ISEE 240 10/31/07 5:11:54 PM

  • 241La fundamentacin antropolgica de la educacinLibro Anual del ISEE 2007

    dejndolo anclado a la finitud e inmediatez de una vida sustentada en el placer por el placer y la bsqueda desequilibrada de momentos de alta intensidad, provocando un profundo vaco existencial y nihilismo de muerte. Pues, al final de cuestas todo hombre siente la necesidad natural de formarse el concepto de la vida [] el que vive estticamente tambin lo hace, y la expresin comn que se ha escuchado en todo tiempo y en las etapas ms distintas es la siguiente: hay que gozar la vida6.

    A cada generacin le gusta reconocerse y encontrar su identidad en una figura mitolgica o legendaria que reinterpreta en funcin de los problemas del momento: Edipo como emblema universal, Prometeo, Fausto, Ssifo como espejos de la condicin moderna. Hoy Narciso es, a los ojos de un importante nmero de investigadores, en especial americanos, el smbolo de nuestro tiempo7. La filsofa alemana Edith Stein, al referirse a las concepciones

    antropolgicas erradas de su tiempo, se anticipaba a lo que hoy con mayor auge se vive:

    Los instintos reciben una valoracin mucho ms alta que anteriormente. Los propios jvenes y muchas veces sus educadores, dan por supuesto que esa valoracin ha de tener un correlato prctico. Y darle un correlato prctico significa casi siempre satisfacer los instintos. Cualquier intento de combatirlos se considera una rebelin contra la naturaleza que carece de sentido e incluso es nociva8.

    Ahora bien, sobre esta sombra de hombre, como es lgico, se va construyendo toda una cultura, toda una forma de vivir, y por ende, toda una concepcin educativa que ha dejado de lado la nocin verdadera y original de la persona humana.

    Las consecuencias son devastantes para el terreno de la tica y el plano de desarrollo gradual y armnico de las sociedades porque una educacin que prescinde de su sentido ms original, que es la perfeccin de la naturaleza humana, deviene como una forma de sostener todo un crculo vicioso con pilares institucionalizados y organizados por el estado. Se crean planes y mtodos pedaggicos que van favoreciendo la consideracin del hombre como un objeto ms dentro de las ciencias experimentales y por ende, destinado fatalmente a sucumbir en la inmediatez sensitiva y fugaz de la vida postmoderna.

    6 s. kierkeGAArd, Esttica y tica en la conformacin de la personalidad, p. 38.7 G. lipoVetsky, La era del vacio, p. 49.8 e. stein, O. c., p. 8.

    Libro ISEE 241 10/31/07 5:11:54 PM

  • Christopher Barba Cabrales242 Libro Anual del ISEE 2007 La fundamentacin antropolgica de la educacin

    La educacin queda enmarcada y reducida a la consecucin y amaestra-miento en los puros mtodos que alientan el desarrollo efectivo de la ciencia positiva y la tcnica, no importando el mbito subjetivo y trascendental que cons-tituye al hombre, dejndolo en una ruta oscura y perdida que no brinda orienta-cin ni fundamento en el valor ms esencial que se pueda brindar: la conciencia de la propia humanidad. En suma, el ser humano gime abrazado a su finitud por su rostro. Lo ha extraviado, se lo han robado, lo ha perdido.

    2. Acercamiento etimolgico y aproximacin semntica: la bsqueda

    Ante esta deshumanizacin generalizada, urge trazar y delinear un camino verdadero que brinde al hombre luces orientadoras sobre su realizacin plena. Es necesario recuperar, en un sentido amplio, los delineados propios de este rostro.

    En primer lugar, tratando de ser fieles al presupuesto anterior y considerando que, como nos lo ha enseado Pitgoras la filosofa es amor a la sabidura, es decir a la verdad, quisiramos esclarecer el trmino educacin, ya que de otra forma, podramos dar lugar a equvocos. Adems, muchas de las problemticas actuales en torno a este tema vienen, precisamente, por olvidar el sentido original del trmino, difuminndolo en concepciones reducidas y manipuladas. La aclaracin de conceptos y trminos nos permite establecer un dilogo razonado y con un sentido preciso, que permita la comprensin clara de las ideas que queremos comunicar. Vayamos pues, a la lengua de Cicern, para que ella misma nos muestre toda la amplitud semntica de dicha palabra.

    La palabra educacin viene del latn educatio que hace referencia directamente a la enseanza, a la urbanidad y a la cortesa. Para el objetivo que nos proponemos, dicha acepcin demerita el sentido de esta realidad intrnsecamente humana. Por ello, demos un paso ms, consideremos que educatio es derivado de educatum que es supino del verbo educare, que es usado indistintamente para referirse al acto de cuidar, criar, hacer crecer, o alimentar. En un sentido an ms pleno, encontramos que los clsicos latinistas consideran que el significado original de la palabra se vislumbra cuando se le considera como extraer, sacar fuera y a la luz lo que est dentro y oculto.

    Dichas aseveraciones contienen una energa significativa que declara lo que encierra la accin educativa que no hace referencia slo al adiestramiento, mecanizacin o aprendizaje de la persona. La educacin es un proceso armnico e integral que debe llevar al hombre a la captacin de su humanidad, pues se trata ante todo y sobre todo de un proceso cuyo sujeto es el hombre9.

    9 i. quiles, Filosofa de la educacin personalista, p. 21.

    Libro ISEE 242 10/31/07 5:11:54 PM

  • 243La fundamentacin antropolgica de la educacinLibro Anual del ISEE 2007

    El acto educativo no se centra en propiciar herramientas necesarias para constituir otras herramientas pero con rostros de hombres. La educacin, en su acto original, siguiendo la etimologa, se constituye como el camino preciso hacia la humanizacin del hombre, hacia la configuracin del rostro humano. Slo desde esta consideracin y presupuesto antropolgico, la educacin se puede entender con un sentido amplio y no reducido. Cuando el ejercicio educativo se olvida de esta tarea fundamental, se da una fractura que repercute en todos los mbitos donde el individuo se realiza: desde construirse una estrecha concepcin de la realidad hasta la conformacin de toda una cultura alejada de la verdad en cuanto esta distanciada de los fines y por ello de los medios adecuados para realizar con verdad el acto educativo.

    La consciencia de los fines trae consigo la consciencia de los medios. Educarse es realizar fines echando mano de adecuados medios. Por ello, una pedagoga que trata de ser slo tcnica, ello es, slo seleccionadora de medios, es una pedagoga sin cuadrante, sin orientacin. En el fondo, empero, en este caso no es que en general se carezca de fines; lo que ocurre es que se acta de manera poco comprensiva, dentro de una finalidad difusa, por as decirlo10.

    En ningn momento nos referimos al hecho de centrar los contenidos educativos en la antropolgica de manera especfica, pero s hablamos de tener un presupuesto iluminador y orientador en toda labor docente. As, toda especializacin dentro del mbito cientfico, en su sentido amplio, tendr como presupuestos bsicos la persona y su plenificacin.

    Ya el ncleo de la filosofa griega tena una clara concepcin sobre la educacin, por ejemplo, Platn en La Repblica, consider que la educacin, ante todo, se centra en la recta formacin que lleva al alma del adolescente a amar lo ms que pueda, encaminndolo a la perfeccin en el gnero de vida que haya abrazado, con el objeto de ser un contemplador del mundo de las ideas donde se encuentra la plenitud de todo, por ello para Platn la educacin es ante todo un volverse el alma desde el da nocturno hacia el verdadero; una ascensin hacia el ser11.

    Por su parte, la doctrina aristotlica centra el acto educativo en la adquisicin de las virtudes ticas, referidas a los actos humanos, y las virtudes dianoticas que perfeccionan el alma racional en cuanto tal. Toms de Aquino, al cristianizar la doctrina de Aristteles, tambin propondr la educacin en trminos de perfeccionamiento y adquisicin de la virtud con vistas al perfeccionamiento de la propia naturaleza cuyo fin concreto es la felicidad.

    10 F. lArroyo, Sistema de la filosofa de la educacin, p. 157.11 plAtn, La Repblica, p. 521.

    Libro ISEE 243 10/31/07 5:11:54 PM

  • Christopher Barba Cabrales244 Libro Anual del ISEE 2007 La fundamentacin antropolgica de la educacin

    La virtud es alabada porque ella nos capacita en la prctica de las bellas acciones []. En lo que a nosotros corresponde, nos parece claro por lo que hemos dicho, que la felicidad concierne a las cosas venerables y perfectas. Y asimismo, tal parece ser as, puesto que la felicidad es un principio, pues por razn de ella hacemos todo lo dems, ya que es principio y razn de los bienes lo disputamos algo respetable y divino. [] La felicidad es una actitud del alma de acuerdo con la virtud12.

    Toms de Aquino retoma muchos planteamientos aristotlicos en su tratado de las virtudes con un fin claro en el hombre: Dios. As, establece que la educacin necesariamente queda determinada por el esfuerzo constante por parte del hombre para asemejarse ms a su Creador, as coloca las virtudes teologales como la cumbre misma de la vida virtuosa.

    La virtud tiene como efecto perfeccionar al hombre en orden a los actos mediante los cuales se ordena a la bienaventuranza, como se dijo. Pero la bienaventuranza o felicidad es doble, como tambin dijimos. Una es proporcionada a la naturaleza humana: es la bienaventuranza que puede alcanzar por sus fuerzas naturales. La otra es la bienaventuranza que excede a la naturaleza humana, y que el hombre slo puede alcanzar con la ayuda de Dios13.

    El mismo Kant, escribi una pequea obra que titula La pedagoga donde expresa, con radicalidad contundente, que la nica va para llegar a ser hombre es la educacin. Teniendo como presupuesto su imperativo categrico el deber por el deber mismo a diferencia de Aristteles.

    Cuando pienso un imperativo hipottico en general no s lo que contiene hasta que me es dada su condicin, pero si pienso un imperativo categrico enseguida s qu contiene. En efecto, puesto que el imperativo no contiene, aparte de la ley, ms que la necesidad de la mxima de adecuarse a esa ley, y sta no se encuentra limitada por ninguna condicin, no queda entonces nada ms que la universalidad de una ley general a la que ha de adecuarse la mxima de la accin, y esa adecuacin es lo nico que propiamente representa el imperativo como necesario. Por consiguiente, slo hay un imperativo categrico, y dice as: obra slo segn aquella mxima que puedas querer que se convierta, al mismo tiempo, en ley universal14.

    Estos breves matices filosficos nos pueden ayudar a enriquecer los primeros esbozos realizados a partir de la etimologa y as replantear desde su

    12 Aristteles, tica Nicomaquea, p. 28.13 t. Aquino, S. Th., II-I, qq. 62, art. 1.14 e. kAnt, Fundamentacin de la metafsica de las costumbres, pp. 91-92.

    Libro ISEE 244 10/31/07 5:11:55 PM

  • 245La fundamentacin antropolgica de la educacinLibro Anual del ISEE 2007

    propia concepcin lo que significa educar, descubriendo la ntima relacin que existe entre el hombre y la educacin.

    En sntesis, el ser humano fundamenta el acto educativo y lo orienta, pues slo cuando tiene en consideracin al hombre como capaz de perfeccionar su naturaleza en aras de su plenitud existencial, realiza su acto ms propio e ntimo.

    El ideal de humanidad es para la educacin una elevada meta, en referencia a la cual tiene que ir formando al educando. La libertad hace posible y necesario apelar al esfuerzo individual del educando para alcanzar esa meta. Su independencia y sus capacidades individuales deben despertarse y desplegarse para que llegue a ocupar el lugar que le corresponde en su pueblo y en la humanidad como un todo. Solo as podr efectuar sus propia contribucin a la gran creacin del espritu humano, la cultura15.

    3. El hacerse antropolgico y la educacin: hacia la contemplacin del rostro

    Concentrarnos por un momento en el misterio del hombre es sumergirnos en un mundo que causa estupor y admiracin, pues se mira algo que es extrao totalmente a todo lo existente en el mundo creado. Un ser humano que, adems de estar vivo con una capacidad inmanente de autodeterminacin, es capaz de ser conciente de s mismo y de sus operaciones.

    Pero el estupor se desborda cuando descubrimos la vida humana en constante perfeccionamiento. El hombre, a diferencia de los dems seres vivientes, es un ser dotado de facultades espirituales, especificacin que lo colocan en una posicin distinta, porque cuando se presenta ante la realidad no la asume con un acto pasivo de la inteligencia, como es el caso, por ejemplo, de los animales, que si bien captan desde su estructura sensitiva, jams se interrogan por las condiciones fundamentales de su existencia.

    Es por ello, que Boecio y despus Toms de Aquino al referirse a la persona humana consideraron, en su definicin, lo especficamente humano enunciando la naturaleza racional: Persona es la sustancia individual de la naturaleza racional16. Este aspecto coloca al hombre delante de la ardua tarea de enfrentarse a s mismo como sujeto existente, poseedor de un actus essendi, que si bien es una perfeccin, exige a la vez, por la particularidad de su esencia, el hacerse en el orden virtuoso que implica necesariamente una tensin que va de la potencia al acto en un movimiento constante que jams se agota.

    15 e. stein, O. c., pg. 5.16 c. Fernndez, Los filsofos medievales, Seleccin de textos, vol.1, 545.

    Libro ISEE 245 10/31/07 5:11:55 PM

  • Christopher Barba Cabrales246 Libro Anual del ISEE 2007 La fundamentacin antropolgica de la educacin

    El nombre de virtud denota una cierta perfeccin de la potencia. Ahora bien, la perfeccin de cada ser se considera principalmente por orden a su fin. Pero el fin de la potencia es el acto. Por consiguiente, se dice que una potencia es perfecta en cuanto est determinada en su acto. [] Pero las potencias racionales, propias del hombre, no estn determinadas a una sola accin, sino que son determinables indistintamente por muchos actos y se determinan a los actos por medio de los hbitos17. La humanidad est dada por la forma que actualiza la materia, pero

    esta forma incluye en s, un aspecto dinmico: el hombre tiene un fundamento ontolgico, su ser participado que ya es, pero no plenamente. La persona se descubre en una tensin constante: la que va desde el ser, que ya se posee, hasta la posibilidad de elevarlo, desde sus actos volitivos e intelectivos. Por tanto, tenemos que tomar en cuenta que el educando se trata ante todo de un hombre, de un sujeto en mudanza continua a virtud de sus intrnsecas aptitudes que va realizando de manera funcional en un proceso selectivo de libertad en situacin18.

    El hombre es lo que es en cada instante, gracias a su pasado, pero tambin gracias a lo que quiere ser, a su futuro. Simmel expresa este dinamismo de la existencia diciendo que la vida (el presente) es vivir ms y ms que vivir. En cada momento se quiere algo que no es; se trata de convertir en vida algo que todava no lo es, y este trascender puntualmente es vivir: la vida es vivir ms19.

    El hombre es el nico ser que tiene esta experiencia, pues ningn otro ser se encuentra en posibilidad de configurar, perfeccionar y plenificar su naturaleza.

    A diferencia de los espritus puros, el hombre no entra terminado en el ser. Por otra parte, a diferencia de lo que sucede en los animales, su evolucin no est predeterminada, sino que tiene ante s mltiples posibilidades, as como la capacidad de decidir libremente entre esas posibilidades20.

    La verdadera naturaleza de la vida consiste en luchar por continuar siendo. Puesto que esta continuacin slo puede asegurarse por renovaciones constantes, la vida es un proceso de auto-renovacin21.

    Si analizamos las anteriores consideraciones, descubriremos que la educacin descansa precisamente en el hacerse del hombre y se hace as posible

    17 t. Aquino, S. Th., II-I, qq. 55, art. 1.18 F. lArroyo, Sistema de la filosofa de la educacin, p. 164.19 Ibd.,p. 215.20 e. stein, O. c., p. 19.21 J. deWey, Democracia y educacin, p. 17.

    Libro ISEE 246 10/31/07 5:11:55 PM

  • 247La fundamentacin antropolgica de la educacinLibro Anual del ISEE 2007

    y necesaria la autodeterminacin, pero tambin la direccin y el seguimiento22. Es desde aqu, donde la educacin toma un sentido claro, orientado al develamiento existencial y vital de la conciencia antropolgica, a la captacin del rostro humano. Por ello, el apasionado filsofo dans Sren Kierkegaard al afirmar que el proceso de educacin del gnero humano es un proceso de individualizacin, es un romper ese enorme abstracto, que es el pueblo, con el individuo23, quiso expresar lo ligada que est la educacin con el asumirse dentro de la historicidad como un sujeto apropiado de su yo ms ntimo, desde el que se acerca a todo, mismo hecho que lo posibilita para tener una comprensin precisa de la realidad.

    Por estas razones, afirmamos que todo ejercicio educativo debe plantearse desde la consideracin de la persona y su ms ntima constitucin, porque de otra forma, una educacin que no tenga dichos presupuestos se denigra y cae en un burdo amaestramiento que demerita la racionalidad del hombre.

    El conocimiento de la esencia del hombre es la piedra angular de todo el proceso de la educacin. Toda educacin tiene ante s una imagen del hombre, y sta la define, ante todo, la idea que tenemos de lo que el hombre es en su esencia. En sta se halla, como en germen, el proyecto del hombre24.

    Est claro que el objeto de la educacin es un hombre y este ser humano al que nos acercamos es esencialmente una persona. As, desde esta realidad profunda se debe de construir todo el itinerario educativo. Esta persona humana que bien han descrito los filsofos personalistas en trminos de dignidad y misterio.

    Una persona es un ser espiritual constituido como tal por una forma de subsistencia y de independencia en su ser, mantiene esta subsistencia mediante su adhesin a una jerarqua de valores libremente adoptados, asimilados y vividos en un compromiso responsable y en una constante conversin; unifica as toda su actividad en la libertad y desarrolla, por aadidura, a impulsos de actos creadores, la singularidad de su vocacin25.

    En suma, la consideracin antropolgica no es ajena a la labor educativa en cualquier grado, pues su origen se deriva, como ya hemos visto, de uno de los aspectos ms caractersticos del hombre, su capacidad de perfeccionamiento por el abanico de virtudes presente ya en su esencia y por medio del cual est en un constante hacerse. De otra forma, el acto educativo ser edificado en castillos de arena al no considerar como fundamento de todo el despliegue metodolgico

    22 e. stein, O. c., p. 19.23 Cfr. s. kierkeGAArd, Esttica y tica en la conformacin de la personalidad, pp. 200-210.24 i. quiles, O. c., p. 25.25 e. mounier, Manifiesto al servicio del personalismo, p. 75.

    Libro ISEE 247 10/31/07 5:11:55 PM

  • Christopher Barba Cabrales248 Libro Anual del ISEE 2007 La fundamentacin antropolgica de la educacin

    y sistemtico, la pregunta esencial por el ser del hombre26. La educacin debe de conducir al hombre a responder y a cuestionarse sobre las preguntas inseparablemente unidas a su existencia, lo debe llevar siempre a crecer.

    Como el crecimiento es la caracterstica de la vida, la educacin constituye una misma cosa con el crecimiento; no tiene un fin ms all de ella misma. El criterio del valor de la educacin escolar es la medida en que crea un deseo de crecimiento continuado y proporciona los medios para hacer efectivo, de hecho, el deseo27.

    Es necesario por tanto, construir una labor educativa y pedaggica desde la concepcin del hombre, no centrado en su inmanencia y finitud, o absolutizando el mtodo experimental, ni mucho menos sumergido en el exaltado vitalismo dionisiaco postmoderno, sino asumindolo integralmente, conjuntamente con su naturaleza, ordenado al sumo bien, que es su Creador, causa primera y fin ltimo, donde slo es saciada su incasable voluntad de bsqueda y donde con nitidez puede vislumbrar su verdadero rostro, pues una antropologa que no tuviese en cuenta la relacin del hombre con Dios no sera completa, no podra servir de base para la pedagoga28.

    4. Un esbozo sobre el rostro de la educacin en Mxico

    Despus de que hemos hecho consideraciones muy precisas sobre la educacin y su sentido ms original ligado definitivamente a la naturaleza humana, nos parece necesario no concluir sin acercarnos, desde estos presupuestos, al mbito educativo mexicano, con el objeto de vislumbrar los antecedentes del sistema educativo actual y sus implicaciones contemporneas desde la ley general de la educacin y terminar con una breve crtica a la luz de la necesaria fundamentacin antropolgica de la educacin.

    A mediados del siglo XIX, dentro de nuestro pas, surge una figura intelectual que tendr una influencia notable en el desarrollo cultural de Mxico que aun en nuestros das es vigente: Gabino Barreda, quien pronto descubre su pasin por las ciencias naturales y el mtodo experimental.

    Frente al desorden y la inestabilidad de la poca, Barreda comienza a plantearse con seriedad la raz de dicha problemtica y, llevado de la mano por la certeza en el mtodo propio de las ciencias fcticas, se da cuenta que la forma ms efectiva de combate, segn l y su planteamiento, es optar por la reforma educativa. As, los principales presupuestos de la doctrina positiva son llevados al 26 Cfr. e. stein, O. c., p. 31.27 J. deWey, O. c., p. 59.28 e. stein, O. c., p. 30.

    Libro ISEE 248 10/31/07 5:11:56 PM

  • 249La fundamentacin antropolgica de la educacinLibro Anual del ISEE 2007

    campo acadmico con la pretensin de constituir un nuevo mtodo de enseanza que llevar al hombre hacia la emancipacin tras el verdadero progreso y no a una educacin incompleta que no origina sino prejuicios, ideas falsas y una concepcin estrecha de la realidad29.

    Otro objetivo fundamental de su propuesta, es la consecucin del orden social a travs de una planificacin y ordenamiento completo de la conciencia del estudiante desde la verdad verificable y comprobable, para que as, los individuos, en sta, apoyen su criterio. Barreda lleg a la afirmacin, desde su clara visin positivista, que la idea de progreso slo es concebida en la realidad material: la riqueza, como bien lo podemos observar en su Oracin Cvica pronunciada en Guanajuato el 16 de septiembre del ao de 186730.

    Que en lo sucesivo una plena libertad de conciencia, una absoluta libertad de exposicin y de discusin, dando espacio a todas las ideas y campo a todas las inspiraciones, deje esparcir la luz por todas partes y haga innecesaria e imposible toda conmocin que no sea puramente espiritual, toda revolucin que no sea meramente intelectual. Que el orden material, conservado a todo trance por los gobernantes y respetado por los gobernados, sea el garante cierto y el modo seguro de caminar siempre por el sendero florido del progreso y de la civilizacin.

    Por estas mismas razones, consider que la educacin basada en la filosofa positiva hara posible la restitucin del orden social y poltico, donde las creencias antiguas quedaran atrs y lo nico aceptable sera aquello que se acompae de una verificacin desde el mtodo de la ciencia positiva. Slo quedaran verdades demostradas y no impuestas.

    La filosofa positiva es la nica que poda hacer posible el orden, porque los supuestos en que se apoya no podan provocar el desorden, ya que estaban al alcance de cualquier hombre que desease comprobar la verdad, al alcance de todos los mexicanos; era la nica que estaba capacitada para ofrecer a stos un fondo comn de verdades por medio del cual fuese posible el orden social y el bienestar de todos los mexicanos31.

    Todos estos planteamientos basados en el positivismo auguraban ya los influjos que dejaran las propuestas del discpulo de Comte, sobre todo en el mbito de la educacin. Entre sus principales aportaciones, como ya hemos anticipado, encontramos: el difundir la idea de educacin como factor determinante en el orden social; la importancia dada al mtodo experimental y por

    29 Cfr. l. zeA, El positivismo en Mxico, p. 124.30 G. bArredA, Oracin cvica, p. 20.31 l. zeA, O. c., p. 133.

    Libro ISEE 249 10/31/07 5:11:56 PM

  • Christopher Barba Cabrales250 Libro Anual del ISEE 2007 La fundamentacin antropolgica de la educacin

    tanto, el favorecimiento del desarrollo de las ciencias naturales en nuestro pas; la sistematizacin y organizacin de la educacin media superior como prembulo acadmico para la especializacin con la posibilidad de adquirir una amplia gama de conocimientos al estilo enciclopdico; el descubrir la importancia de la educacin en los nios constituyndola como obligatoria y laica, conjuntamente con la revisin de los mtodos y del perfil docente, postulados en la Ley del 02 de diciembre de 1867, de clara inspiracin positivista.

    Como es fcil observar, la influencia de Gabino Barreda en la sociedad mexicana an se percibe notablemente, ya que el sistema de la preparatoria, aunque en las ltimas dcadas ha ido incorporando algunas especificaciones con carcter humanista, manifiesta un claro acento positivista. Esta realidad desborda los muros de la Escuela Nacional Preparatoria y se hace presente, de hecho en todo en sistema educativo mexicano. Incluso en institutos posteriores, propios del siglo XX, como lo son el Instituto Politcnico Nacional, cuya naturaleza est centrada en la formacin cientfica y tcnica, descartando cualquier tipo de enseanza que no se sujete a los criterios de la ciencia positiva y de su aplicacin directa en el desarrollo industrial y, por ende, que tenga una clara repercusin en el progreso del pas.

    La educacin primaria y secundaria, ltimamente impulsadas por el Estado, tambin deben el inicio de su desarrollo a Gabino Barreda, pues fue l quien promovi una educacin laica y gratuita que permitiera el acceso a la educacin elemental a todos los nios y adolescentes, pretendiendo con esto el desarrollo armnico del pas.

    Como ya hemos hecho referencia, dentro de los postulados de Barreda se encuentran aspectos vitales que han propiciado el crecimiento de nuestra nacin. Sin embargo, es necesario denunciar que el influjo de la mentalidad positivista ha trado como consecuencia la absolutizacin del mtodo experimental, descartando as, aspectos de vital importancia para la constitucin integral de la persona.

    Conjuntamente con este antecedente histrico quisiramos abordar, aunque de manera somera, la contradiccin existente entre la Ley de General para la Educacin en Mxico y la realidad fctica de la educacin en nuestro pas. Dicha ley en su artculo no. 2 expresa de manera declarante: La educacin es medio fundamental para adquirir, transmitir y acrecentar la cultura; es proceso permanente que contribuye al desarrollo del individuo y a la transformacin de la sociedad, y es factor determinante para la adquisicin de conocimientos y para formar al hombre de manera que tenga sentido de solidaridad social.

    Libro ISEE 250 10/31/07 5:11:56 PM

  • 251La fundamentacin antropolgica de la educacinLibro Anual del ISEE 2007

    La pregunta que se nos plantea inmediatamente es qu es lo que el sistema educativo mexicano est entendiendo por educacin al momento de constituir programas, mtodos y sistemas educativos? Porque la realidad desborda el planteamiento de la ley, pues, con frecuencia descubrimos que, por lo menos quienes tienen acceso a la educacin pblica, son orientados a un desarrollo y crecimiento basado slo en criterios arrojados por un cientificismo burdo, desligando toda labor docente de la necesaria consideracin de la persona. Nunca se encamina al educando a un crecimiento armnico de sus facultades y, por ende, de la conciencia de su identidad personal como fundamento de todo quedndose atrofiada. Ahora bien, en el artculo no. 7 encontramos tambin un aspecto interesante y paradjico sobre los objetivos de la educacin: Contribuir al desarrollo integral del individuo, para que ejerza plenamente sus capacidades humanas.

    Parece ser, que aun estamos muy lejos de dicho ideal porque si no se termina por aceptar que toda labor educativa debe estar fundamentada en una nocin antropolgica que posibilite la plenificacin humana y brinde lineamientos generales, no slo para el mbito de las ciencias experimentales, la industria o la tcnica, sino sobre todo, para poder alcanzar la realizacin existencial en sintona con la dignidad humana, la cultura que se est construyendo descansa sobre un ideal falaz que, como lo testifica la historia, puede llegar a establecerse como aniquilador de la propia humanidad.

    Dentro del artculo no. 8 de la misma ley, al describir los efectos que persigue la educacin mexicana, se pronuncia a favor de la dignidad humana, aspecto muy oscurecido en la mayora de los ambientes educativos: Contribuir a la mejor convivencia humana, tanto por los elementos que aporte a fin de robustecer en el educando, junto con el aprecio para la dignidad de la persona y la integridad de la familia, la conviccin del inters general de la sociedad, cuanto por el cuidado que ponga en sustentar los ideales de fraternidad e igualdad de derechos de todos los hombres, evitando los privilegios de razas, de religin, de grupos, de sexos o de individuos.

    Sin lugar a dudas, los lineamientos que rigen la SEP son diametralmente contrastantes con lo que da con da se vive en una primaria del sector pblico, ms an, con los acontecimientos cotidianos, las problemticas sociales, econmicas y morales por las que atraviesa Mxico. Estos hechos y realidades reclaman la aplicacin seria y veraz de estas consideraciones que hasta el momento, si bien estn asentadas en la legislacin federal, poco tienen de efectos en su aplicacin.

    Por ello, hoy ms que nunca se debe replantear la educacin desde la pregunta por el hombre mismo. De la respuesta que las autoridades competentes se esfuercen

    Libro ISEE 251 10/31/07 5:11:56 PM

  • Christopher Barba Cabrales252 Libro Anual del ISEE 2007 La fundamentacin antropolgica de la educacin

    por dar a dicha interrogante depender la transfiguracin del sistema educativo actual en uno que lleve como remisa fundamental la primaca de la persona considerada integralmente, de manera unificada y nunca demeritando su realidad original.

    Dado que la formacin y la educacin han de abarcar al hombre entero, tanto en su cuerpo como su alma, es importante para el educador conocer la estructura, sus funciones y las leyes evolutivas del cuerpo humano. Slo as podr saber que puede fomentar en su desarrollo natural y qu puede perjudicarlo. Es as mismo importante conocer las leyes generales de la vida anmica del hombre, a fin de tenerlas en cuenta en labor educativa32.

    La visin que consideramos necesaria para fundamentar el acto educativo mexicano es la que considera al hombre, como ya se mencion en el apartado nmero dos, desde la bondad de su naturaleza constituida como ser animado, no como un mero ser sensista33. Un hombre que es uno en cuerpo y alma, abierto a toda la realidad que se le presenta: l mismo y su entorno vital. Por su libertad y su llamada a la perfeccin, acto en el que se centra la educacin, el ser humano halla indicios, tanto en su interior como en este mundo externo, de que algo est por encima de l, de todo lo dems y de quien depende. Por tanto, toda educacin que tenga de base una antropologa verdadera deber considerar al hombre como un sujeto abierto a la trascendencia y, desde est consideracin de vital importancia, establecer el camino de la plenitud intelectual, moral y existencial34.

    A manera de conclusin

    El rostro del hombre contemporneo se encuentra diluido en una sombra de difcil percepcin, incluso para l mismo. La crisis que vive toda la cultura occidental manifiesta el extravo del hombre como ser microcsmico. Hoy se explica al ser humano desde unos cuantos aspectos de lo que verdaderamente implica su constitucin ontolgica. Los constantes atentados contra la dignidad humana, la violacin de los preceptos morales fundamentales en el campo de la tica, el cientificismo positivista y el desenfreno de las sociedades industrializadas ayudan para que se escuche con mayor estruendo el reclamo del hombre a la educacin: su rostro.

    Ante estos grandes desafos, la educacin necesita, con urgencia, reconsiderar la herencia positivista que la enmarca slo desde la certeza matemtica y fctica, porque el hombre en muchas de sus dimensiones, dada su esencia, es mucho ms, no slo cuerpo, no slo un conglomerado de rganos.

    32 e. stein, O.c, p. 22.33 Ibd, O. c., p. 34.34 Cfr. Ibd., p. 37.

    Libro ISEE 252 10/31/07 5:11:56 PM

  • 253La fundamentacin antropolgica de la educacinLibro Anual del ISEE 2007

    No descartamos las grandes contribuciones que realiz el positivismo para el avance de la ciencia, pero rechazamos todo tipo de absolutizacin que trata de descifrar al hombre en clave del mtodo experimental, como se ha realizado dentro de los ambientes educativos de distintas regiones del mundo, en especial de Mxico. Las consecuencias han sido devastadoras y verdaderamente alarmantes: la prdida del sentido de la dignidad humana, el extravo de la apertura a la trascendencia y el rechazo a cualquier escala de orden axiolgico que pueda llevar al hombre a la realizacin constante de su naturaleza.

    El acto educativo no puede continuar siendo slo la alternativa que brinda al hombre algunas herramientas para que, como se dice coloquialmente, sea alguien en la vida tenga un buen trabajo no! Esta concepcin, lo nico que realiza es instrumentalizar al hombre, tecnificarlo, aniquilarlo. Una educacin que no lleva al hombre a descubrir un sentido fundamental de la existencia que lo impulse a descubrir su rostro original y ms autntico, ha fracaso por que se ha olvidado la razn fundamental de su praxis, ha olvidado al hombre.

    Mxico atraviesa una grave crisis en su sistema poltico, econmico, social y moral debido, en gran parte, a que, en aras de la laicidad de la educacin, sta ha quedado sin valores, adems de que en muchos casos siempre se ha visto como un aspecto secundario. Se confundi una educacin laica, en el sentido del respeto a los distintos credos, con una educacin limitada por la concepcin reducida de la persona humana, tratando de enfocar todo esfuerzo a los postulados positivistas. Es necesario, urgente y reclamante que la educacin mexicana tenga en todos sus presupuestos metodolgicos la bsqueda del rostro humano, de otra manera cualquier lucha por la construccin de un pas mejor es vana porque esta regin de tierra, esta nacin est constituida por hombres concretos, con afanes, deseos, sueos, dolores, necesidades fundamentales, hombres que al final de cuentas buscan a alguien que les ayude a encontrar el rostro extraviado.

    En suma, la educacin debe ser el camino que oriente al hombre para que en algn momento del recorrido llegue y se instale en su hogar, que se sienta cmodo, que desde l contemple su realidad y descubra las ventanas que lo ligan con el otro y lo conducen al vislumbrar que ms all del horizonte lo espera el Absoluto. Este hogar es su humanidad. Este es su rostro. Este es el motivo que hace sublime al acto educativo.

    Libro ISEE 253 10/31/07 5:11:57 PM