la extensiÓn de la cultura en los albores de la b ~~. de€¦ · la extensiÓn de la cultura en...
TRANSCRIPT
LA EXTENSIÓN DE LA CULTURA
EN LOS ALBORES DE LA
UNIVERSIDAD NACIONAL DE MÉXICO
Libertad Menéndez Menéndez •
• UNAM. Facultad de FiJosoffa y Letras
B• •~~. --..~
- ,
.)
Separara de la revista Univenidad de México
Juan Ramón de la Fuente
Rttto,
Dra. Oiga EJizabeth Hansberg
Coordinadora de Humanidades
Revista UniwrsiJaá de Mixico
DittttorRicardo Pértt Momfon
Consejo EditorialRoger 8.mraRodrigo Diaz Cruz
Juan Pedro LacletteClara E. LidaLinda ManzanillaCarlos PeredaVicente Quirarte
Coordinador EditoriaJHOr:l.cio Orciz
Editores
Javier BañuelosIsaac Carda
Mauricio Ríos Celis
Editor de ane
Francisco MomelJano
Coordinadora de "Miradas"
Itzd Rodríguez Morrelluo
Publicidad y rdaciones públicasJazmín Flo~ Y3rCc
Rocío Fuentes Vargas
Administraci6n
Mario Pércz Femández
Diseño y producción editoriaJAgustín Estrada
Asistente de diseño y formaciónAracdi Limón
Impraa en la ciudad de México en marzo de 2002,en los talleres de Artes Grificas Panorama, SA. de C. V.
,.,l.:,:
Laextensión de la cultura es una práctica vinculada habitualmente con el carácter deontológicode las universidades. En nuestro país esa liga ha
sido connatural a la Universidad de México. institución que ha sabido mantenet vivas las tareas de alimenrar en la población el gusto por el culrivo del conocimiento. del arte. de la ttadición. y de comparur conella posibilidades creativas de índole diversa.
Ya en la que fuera Real y Pontificia Universidad deMéxico se ponía en prácrica lo que hoy podría considerarse un ejercicio rústico de extensión de I~ cultura; enella se abría al público en general-una vez a la semanala posibilidad de escuchat las "cátedras de repetición" yla defensa de los trabajos de quienes habrían de examinarsej ahí se hacía extensivo, asimismo, el disfrute de suexcelente biblioteca y de su museo. '
En el siglo XIX, tras los once años de luchaindependentista, la Universidad asumiría, durante la
regencia del Imperio de lturbide. el catácter de Imperial y Pontificia y. una vez jurada la Constitución de1824, sería y no sería, concomiranremenre con los vaivenes políticos, Nacional y Pontificia reiteradamente.
Ya en 1865. cuando se diera su supresión en manos deMaximiliano. declinaría como Universidad de México.Envuelta en la agitada atmósfera de esas épocas. nuestrainstitución padeció una latga y penosa agon!a y. no obstante ello. supo despertar en las conciencias alertas lanecesidad de mantener viva la llama de la cultura.
Cerradas las puertas de la antigua Universidad, muchos de los jóvenes estudiosos del momento encontraron acomodo en alguna de las múltiples instituciones
de educación superior o de los centros de investigacióncienrifica que se fueron erigiendo como resulrado de larenovación educauva encabezada por}uárez. Otros más.sin embargo, no hallaron en los nuevos muros académicos. ni aun en Jos de la recién creada Escuela Preparatoria, alimento suficiente para sus afanes culturales.
Esa circunstancia modeló la cuna de una generaciónque tuvo que aprender a aurorregular su formaciónmediante ejercicios múltiples de inreracción socioculrural.
En medio de ese aurodidacusmo surgieron agtupaciones diversas que apoyarían con acrividades variadasla tarea de generación. exrensión y difusión de la cultura, labor que cubriría, en gran medida. las carencias deun sistema educauvo que aún no esraba preparado paraampliar sus horizontes más allá de la nueva doctrinaque le había servido de base. Ahí aparecieron. comotribunas culturales. entre otras, la Rroista Universal(1867-1874-1876) cuyos colaboradores -IgnacioRam!rez. Guillermo Prieto, y Juan de Dios Peza. entremuchos más- hadan llegar al público análisis críricosde orden literario, político y social; la &vista CientifitaMexicana (1880-1882), cuyos principales redacroresManuel Orozco y Berra, Mariano Bárcena, AnronioGarda Cubas y Miguel Pérez, cubrían, con propósirosde extensión cultural. temas sobre ciencias médicas, astronomía. geología. botánica, química, paleontología.sismología. historia, geografía, matemáticas, agricultura... ; La Revista (1881-1886), primer periódico diariopublicado en Monterrey, Nuevo León que se distinguió.entre orros aspecros. por haber promovido la creación
•.0:"
•,.'.
,.l...A EXTENSIÓN DE LA CUL:TURA EN LOS ALBORES DE LA UNIVERSIDAD NAno!\. \1 DI MI XICO
'.'
."
de la biblioteca pública para ponerla cultura al alcance de todo mexicano; la RevÍJta Nacionalde Letrasy Ciencias (1889-1890) fundadapor JustO Sietra, que tuvo comopropósito hacer llegar al mundo inrelectual de la época ensayos sobre divetsas temáticas seleccionadas en atenciónal pensamiento positivista nacional; la revista El Renacimiento (1869) (1894), que iniciada bajo la direcciónde Ignacio Manuel Alramirano y la colaboración esrrecha de Ignacio Ramírez, Guillermo Prieto, Justo Sierray Manuel Peredo, arraería, sin disringo de credo culrural y polírico, a cerca de un centenar de intelecruales detoda la República para hacer de ella "el documentomayor de nuesrtas lertas en esa centuria"; la revista Azul(1894-1896), ideada Y diseñada por Manuel GutiérrezNájera, que se impuso como rarea propagar las primerasmanifestaciones de la influencia francesa en los escritos deautores mexicanos y, asimismo, reproducir, para efecmsde difusión cultural, los escritoS, en prosa y verso, de autores franceses de primera imponancia; la Revista Modernade Mhico (1903-19 I 1), que en el marco del movimientomodernista logró reunir a escrirores y poetas de la ralla deJesús E. Valenzuda, Luis G. Urbina, Balbino Dávalos, JoséJuan Tablada, Jesús Urueta, Efrén Rebolledo, Salvador DíazMirón y no pocos jóvenes que después destacarían en lavida inrelecrua1 y pública de México; y, entre ortas más, larevista Savia Moderna que, fundada por Alfonso Cravioroy Luis Castillo Ledón en 1906, nació impulsada por unpequeño grupo de escritores que buscaban horizontes distintos a los ofrecidos por el movimiento literariomodernista, quienes se impusieron la rarea primerfsimade buscar un contaao más clireao con el pueblo.
La experiencia acumulada de los promotores de lacultura en el México de fmales del siglo XlX originó lacreación de centros destinados a acrividades culturalesde índole disrinta. Así nació la Sociedad de las Conferencias (1907), la que con creciente éxiro celebró sus primeras reuniones en el Casino de Sanra María y logróexrender sus acciones culrurales a los barrios de los burgueses llegando, incluso, al Conservatorio Nacional yaun a los rearros del interior de la República.
Ese mismo grupo que buscara con afán cincelar supropia culrura y la de un público cada vez más nume-
4!SEPARATA DE LA REVISTA UNIVERSIDAD DE MtXICO
roso, transformó la Sociedadde las Conferencias, en octubre de 1909, en Ateneode laJuventud, que se configuraría comoun centro libre de cultivo intelecrual que
lograría agrupar a los más doctos hom-bres de la época con el propósiro no sólo
de realizar los análisis críticos de los proble-mas nacionales con prerensiones también de di
fusión y extensión, sino con el de constituirse en la másimponanre plataforma cultural del país que lo mismoatendiera a problemas del mundo contemporáneo que atemas relacionados con el pasado remoto o inmediam deorden filosófico, literario, histórico, político. jurídico,científico o social. a través de conferencias, discusionesperiodísticas, polémicas especializ.adas, discursos, reuniones académicas e, inclusive, mediante actividades de docencia y de investigación.
Destacaron ahí las colaboraciones siempre compromeridas de Pedro Henríque-¿ Ureña, José Vasconcelos,Eduardo Colín, Alfonso Cravioro, Alfonso Reyes yorros. El primero de ellos, Hcnríqucz Ureña, declar,uíamuchos años después:
...Sentíamos la opresión intelectual junto conla opresión política y económica de que ya sedaba cuenra gran parte del país. Veíamos quela filosofía oficial era demasiado sistemática,definitiva para no equivocarse. Entonces noslanzamos a leer rodos los filósofos a quienesel positivismo condenaba como inútiles, desde Platón. que fue nuestro mayor maestro,hasra Kanr y Schopenhauer. Tomamos en serio a Nietzsche. Descubri mos a Bergson, aBoutroux, aJames, a Croce. Yen la literatura no nos confinamos dentro de la Franciamoderna. Leímos a los griegos, que fueronnuestra pasión. Ensayamos la literatura inglesa. Volvimos, pero a nuestro modo, contrariando toda receta, a la literatura española, que había quedado relegada a las manosde los académicos de provincia. Atacamos ydesacrediramos las tendencias de todo arrepompier [...] [y] ... bien pronro nos dirigimos al público en conferencias. artículos, libros (pocos) y exposiciones de arre.'
\,
_"'-.oI!!~--------~.. ---Libertad Menéndez Menéndez
Al cumplirse un siglo de la Independencia mexicana, con los primeros laridos de la Revolución, entre lavida universitaria y la vida libre de las letras hubo, deacuerdo con Alfonso Reyes, una preocupación educativa y social que condujo a los jóvenes intelectuales a examinar por su cuenta aspectos de urgente consideración.
En ese proceso analítico que se autoimpusieron losateneísras y otrOS más, resultaba inevitable que tocaraen algún momento su turno a Justo Sierra, no por lagloria de su pluma sino por haber sido colaborador es-
-• ' to pero
co:de IaJ!l:Cüe ese momen-to las humanidades, entre otras áreas del conocimiento,anidarían en la Universidad para florecer posteriormente en lo que más tarde sería la Facultad de Filosofía yLetras.
•
SEPARATA DE LA REVISTA UNIVERSIDAD DE MÉXICO
LA EXTENSiÓN DE LA CULTURA EN LOS AlBORES DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE Mtxlco
En agosto de ese año, el entonces rector, José Natividad Maclas, encargaría a don Miguel E. Schulz la dirección de la Escuela y con él a la cabeza las reformasacadémicas no se dejaron esperar. En diciembre de ese1915, Schulz envió al Rector Maclas un Memorándum, en el que si bien aceptaba la importancia de lasrareas a las que se había abocado hasta entonces la Escuela, señalaba el inconveniente. según su criterio, deque con ellas se habían beneficiado las "clases especiales de la sociedad" creando una "aristocracia Íntelecrual" en medio de una "gran masa general mal ilustra-d "a .
En atención a lo anterior, Schulz consideraba de lamayor importancia buscar los medios que tendieran ailustrar y a educar, en los conocimientos científicos yhumanísticos, al mayor número posible de los conciudadanos; es decir. era necesario hacer también una labor extensiva. Sostenía, con base en lo antes dicho, queno habla razón alguna que pudiera oponerse a que elprograma general de la Escuela no asumiera a la vezambas tareas, por lo que sería conveniente que comprendiera, al mismo tiempo, las dos finalidades expresadas.
Bajo ese prisma, sugirió que el objetivo de la Escuelase dividiera en dos grandes deparramentos de estudio:uno que ofreciera cursos de especiaJización y de perfeccionamiento superior en aquellas materias científicas yhumanísticas que se consideraran convenientes y fueranmerecedoras de un particular cultivo; y OtrO más queofreciera conocimientos encanlinados a levantar el nivelmedio intelectual de las masas populares creando unaEscuela de vulgarización de conocimientos generales.
Para lograr dichos propósitos, la entonces Secretaria de Instrucción Pública propuso la modificación dela Ley Comtitutiva de la EsCtlela Nacional de Altos estudios del 7 de abril de 1910 Ypara el efecto dispuso queprovisionalmente y entretanto el Jefe del EjércitoConstitucionalista expidiera la Ley que organizara definitivamente la referida Escuda, se observaran nuevasDisposiciones que habrían de darle un nuevo perftl aAltoS Estudios. De entre los objetivos que ahí se adicionaron, dos se relacionan con el tema que aquí nosocupa: al Divulgar los conocimientos desarrollandoy excitando el gusto por el estudio en la sociedad; yb) Organizar cursos de vulgarización popular de cono-
El doctor Alfonso Pruneda llegó poco después a dirigir los destinos de la Escuela. El proyecto académicode Pruneda fue ambicioso. Pretendió ampliar, de facto,las funciones que por Ley tenía la Escuela Nacional deAltos Estudios. Aspiraba a que en su seno se formasenno sólo los especialistas en ciencias y humanidades sinotambién que se ofreciesen un buen número de cursoslibres destinados a todo aquel público interesado en elámbito humanístico, científico y técnico que no pretendiera la obtención de algún título o grado sino quetan sólo deseara cursar una o varias asignaturas independientes, lo que lo haría acreedor a simples certificados de aprobación. Pruneda pensaba implantar, en sentido estricto, el primer programa de divulgación yextensión de la culrura al interior de la Universidad Nacional de México. El proyecto referido fue, para su creador, irrealizable en aquel momento por problemas desalud y, ciertamente, quien lo sucedió en la direcciónno quiso hacer suya la estafeta.
Hacia marro de 1913, EuquielA. Chávez encabezaba AltoS
Estudios y a través de sus esfuerzos se organizaría un
grupo de reconocidos intelectuales mexicanospara constituir gratuitamente y por primeravez en nuestro país, un
centro de enseñanza de las ciencias y de las humanidades. Ahí se crearon dos secciones,la de Esrudios Literarios, cuyo propósito sería formar profesores idóneos de lengua nacional y de \iterarura paralas escuelas secundarias, preparatorias y normales de laRepública, y la de Ciencias Físicas cuyo objetivo principal setía cubrir la carencia de estudios científicos de altonivel que padecía el país. Dichas secciones, no obstantelos grandes esfuerzos realizados por Chávez, no pasaronde ofrecer simples certificados de aptitud docente, conlo que la Escuela volvió a ser blanco de múltiples conttoverSlas.
Para 1915, las críticas hacia la Escuela Nacional deAltos Esrudios provenían de todas partes. La institución no lograba asumir, ni remotamente, las altas tareas que le habían sido encomendadas y su existencia seantojaba más que estéril.
6 [SEPARATA DE LA REVISTA UNIVERSIDAD DE MÉXICO
Libertad Menéndez Menéndez .
cimientos útiles destinados a la ilustración de auditorios libres no provistos de preparación especial.6
En las Disposiciones del caso y siempre arendiendo alo que aquí nos atañe, se asentaba, en su artículo 17,que los estudios de vulgarización estarían destinados apropagar conocimientos generales entre auditorios delibre asistencia y que podrían organizarse en forma decursos, de simples conferencias y de prácticas de aplicación, los que también podrían ser imparridos por losalumnos de los cursos más avanzados de la propia Escuela o de otras Facultades universitarias.
Con base en esas Disposiciones se dispuso y aprobó,en' febrero de 1916, un nuevo plan de estudios que h~_
bría de guiar la vida académica de la Escuela de AltosEstudios. Ahí quedaron asemadas, a través de sus artículos 16, 17,18 Y31, las modalidades que guiarían lastareas de extensión y difusión de la cultura en la Universidad de México y, en específico, en la Escuela referida. También en dichos artículos se hada hincapié eque los estudios elementales de vulgarización debíanser referidos a conocimientos útiles con propósito deconstituir una ".. .forma popular y provechosa de extensión universitaria en beneficio de auditorios de inferior preparación intdectuaL.".
La realidad educativa impuesta por Miguel E. Schulzen ese 1916 al interior de la Escuela Nacional de AltosEstudios, y siempre con respecto a la temática aquí referida, superó las expectativas expresadas en la normacorrespondiente. En el marco de las tres modalidadesas~idas como extensión universitaria los temas de loscursos inicialmente previstos se ampliaron y diversificaron, las conferencias se multiplicaron y la participación popular se convirtió en entusiasmo cotidianoaun en el caso de las demosrraciones prácticas de asignaturas eminentemente técnicas.
Ahí están aún muchas de las constancias de los distintos ciclos de conferencias sustentadas por los alumnos más aventajados de la Escuela Nacional de AltosEstudios. Llama la atención, sin embargo, el informecorrespondiente al periodo de "Conferencias Científicas" impartidas en 1917 por veinte alumnas del plantel, cuyas disertaciones aludieron a temas que se correspondían con las distintas asignaturas que los planes académicos de AltoS Estudios agrupaban por aquel entonces. El informe en cuesrión no sólo relaciona las confe-
rencias y los temas abordados por cada una de las estudiantes sino que hace referencia a los propósitos quedichas actividades cumplían:
En el Plan general que al pr[Escue j, se prescribe enlledía _ parala as de extensión nivmita' quc habráde establecer, la
ación de series deOm~que seránencomendadas, bien a Jos es de lasFaculWies, o bien a los allIIDIlOI ellas, yasea constituyendo peque60s cursossisremados [sic] o sin constilUirloa. prácticaque para los últimossedparrindannen"t. provechosa, pues al darles ocasi6n para aplicarlos conocimientos que obtienen, a propor- .ci6n que los van perfeccionando en la elfe- .cialización de determinados ramos de estu
dio, despierta sus aptitudes para c:zponerlS>sy enciende en sus espíritus las energ{as de unestímulo sano, al presencar ante d públicolos resultados que con d aBo de saber alcanzan sus tareas.
Dispuso, en consecuencia, la Rectoría de laUniversidad, persiguiendo los fines expresados, que en el otolio que acaba de ar seinaugurara dicha práctica en la Escuela, de'terminando que la primen serie de Conferencias que se organizara"fuese desempeñada. exclusivamente"en esta vez, por varias delas alumnas que concurren a los diversos cur.sos científicos...8
"El intelectualismo y anti-intelecrualismo en estética", "Semejanzas y diferencias entre cuatro de las familias de monocotiledóneas", "Función de la onomatopeyaen la evolución del lenguaje", "Las leyendas, los mitos,la fábulas y su valor en la historia", "Teoría económicadel conocimiento", « Los caracteres morales en la sociabilidad de los egipcios", "El fonetismo en el castellano" "Artrópodos en general... y crustáceos en particular" y "El selenio como elemento químico raro, sus aplicaciones a la industria y a la telefonía inalámbrica", sonalgunos de los temas expuestoS por las conferencistas,
SEPARATA DE LA REVISTA UNIVERSIDAD DE MtxlCO
','
.-.-
LA EXTENSiÓN DE LA CULTURA EN lOS ALBORES DE LA UNIVERSIDAD NA< [01\:1\' DI MCxICO
el nivel intelectual, moral y esrérico de la generalidadde los hombres. Ahí aludía, asimismo, a la extensiónuniversitaria como el medio para ligar a todos los cen~
tros docenres del país y del exrranjero y, sobre roda,para difundir la acción civilizadora de la educación entodas las clases sociales.
La noción que de extensión universitaria se exploróen la primera década de la Universidad Nacional deMéxico recuperada por Jusro Sierra en 1910, no se corresponde, desde luego, con la aplicación que hoy sehace de ella; pero las realidades sociales se consrruyenpaso a paso e involucran a un sinhn de actores de losque apenas algo sabemos. Vaya, lo aquí descrito, comoapunte para la historia de una institución que cada díaestá dispuesta a renovarse.
7 Las cursiva.~ son mías.
6 "Disposiciones relativas a la Escuela NacionaJ de AltOS Estudios aprobadas provisionalmente por la Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes el 17 de enero de 1916". UNMi,
CESU. Archivo Histórico, Fondo ENAE, Caja N'72, exp. N°1044, 1916.
5 Caso, Anronio. "JUStO Sierra y la ideología nacional", en ObrasComp/~tas IX El probkma d~ México y l." id~oJqgía nacional.México, UNAM, 1976, pp. 79-81.
8 ,SEPARATA DE LA REVISTA UNIVERSIDAD DE MtXICO
8 "Conferencias dadas por las sritas. alumnas de la Facultad deAJtos Estudios". UNAM, CESU. Archivo Histórico, Fondo ENAE,
Caja N° 40, ""p. N° 759, 1917.
2 Henríquez. Ureña, Pedro. UnivusitÚtdJ Educación. México,UNAM/¡PN, 1987 (Colección Educadores Mexicanos), p. 76.
Pérez San Vicente, GuadaJupe. Lo txtmsión ullilJasitaria. Notas .para su historia. México, UNAM, 1979 ( Festejos Conmemorativos del Cincuentenario de la Amonom{a de la VNAM, T.Vl), p.26.
3 Reyes Alfonso. "Pasado inmediato", en Antonio Caso y Otros.Confnrllcias rk/ Aun~o de la Jtw~mud. México, UNAM, 1962(Nueva Biblioteca Mexicana, S), p. 197.
4 Id"".
que permiren ilusrrar el abanico de conrenidos de rodaíndole que en ese 1917 configuró parcialmenre el primero de esos ciclos de extmsión universitaria en nuestrapor entonces renacida institución.
En los informes que presenrara Schulz, correspondienres a las actividades académicas de los años de 1916,1917 Y1918, hada alusión al provechoso desenvolvimienro de la exrensión universitaria y al objerivo cumplido en beneficio de audirorios sin preparación especial y más numerosos. El propio RectOr de la Universidad, enronces José N. Madas, en los discursos correspondienres al séptimo y ocravo aniversarios de la recreación de nuesrra instirución, desracaba la misión dela Universidad como divulgadora de las ciencias conpropósitOs de lograr el bien de la colecrividad elevando