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Teología Propia (SETECA)

Lic. Alan Perdomo

Teología Propia, pág. 1

Todo discurso “teológico”, si se precia de serlo, debe comenzar haciendo la

pregunta básica de si Dios existe. Es que, en último caso, la existencia de Dios es la

gran presuposición de la fe cristiana, ya que si se demuestra su falsedad, todo el

edificio teológico se derrumba. En estos tiempos, la idea de "Dios" es muy popular

entre los seres humanos, aunque cada quien desea tener a ese Dios hecho a su propio

gusto. La pregunta que nos hacemos en la introducción de este estudio es si podemos

dar indicios racionales (aunque no definitivos) de la existencia de Dios.

ACTITUDES FRENTE A LA EXISTENCIA DE DIOS PANTEÍSMO: Es la creencia en que Dios es todas las cosas y todas las cosas son Dios;

la esencia de todas las cosas es una y la misma que la de Dios. Él es la totalidad del

Universo, y aún nosotros somos parte de Él. Dicha filosofía se está haciendo muy

popular gracias al Movimiento de la Nueva Era y su énfasis en la ecología, sobre

todo, a nivel popular. Ej: El Capitán Planeta, Kung Fu, etc.

POLITEÍSMO: Es la creencia pagana en muchos dioses. Lo contrario es el

“monoteísmo”, el cual consiste en la creencia en un solo Dios. Las religiones

indígenas están reclamando el derecho de seguir creyendo en los dioses de sus

antepasados, como parte del respeto cultural hacia ellos. Ej: El movimiento indígena

de los Mayas en Guatemala.

DEÍSMO: Es la idea de que Dios creó todas las cosas, pero abandonó su creación

después de terminarla. Hoy, entonces, el universo funcionaría con fuerzas existentes

en sí mismo. Por supuesto, toda idea de revelación queda descartada. Estas ideas se

iniciaron en el siglo XVII. Muchos científicos y filósofos fueron deístas (Voltaire,

John Locke, John Toland e Isaac Newton), por lo que, aunque mencionan a Dios en

sus escritos, creen que el mundo no tiene necesidad de la revelación personal de ese

Dios. De esta forma, el deísmo llega a ser una religión natural basada en la razón

humana.

DUALISMO: Creencia en la existencia eterna del Bien y el Mal como dos fuerzas

opuestas e iguales, que luchan permanentemente la una contra la otra y que originan

otros dioses. Muchas religiones orientales son dualistas.

MATERIALISMO: Creencia en que lo único real y verdadero es la materia. Niega que

exista algo más allá de lo material, lo que se puede medir y percibir con los sentidos.

Esta es una forma de ateísmo. Ej. Los marxistas. El materialismo es tan antiguo

como la Grecia clásica (Demócrito, 370 a.C) y los epicúreos que pensaban que todo

podía explicarse con base al movimiento de átomos.

IDEALISMO: Es la idea contraria a lo anterior. Creen en la existencia de las ideas. En

otras palabras, todo lo que aparenta ser real, solamente está en la mente. No existe la

materia. En cuanto a Dios, aceptan que existe la “idea” de Dios, pero niegan que esa

LA EXISTENCIA DE DIOS


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“idea” corresponda con la realidad. La versión “teísta” del idealismo fue presentada

por George Berkeley (1685-1753), quien proponía que, puesto que el decreto de Dios

de que x deba existir o suceder se origina en la mente infinita del Creador, entonces,

x existe en la forma de una idea infinita.

AGNOSTICISMO: La idea de que lo absoluto es inaccesible al entendimiento humano.

Dios, entonces, es desconocido e incognoscible. El término fue inventado por T.H.

Huxley (1825-1895) para justificar la suspensión del juicio sobre la existencia de

Dios, ya que “las ideas a favor se equilibran con las evidencias en contra”.

Recientemente, los positivistas han tratado, incluso, de objetar el lenguaje religioso

ya que “es cognoscitivamente sin sentido, ya que no es verificable”. Como cristianos,

debemos reconocer que sin la revelación especial, cualquier declaración acerca de

Dios sería muy oscura.

ATEÍSMO: La negación de la existencia de Dios, ya sea en la teoría o en la práctica.

Por supuesto, el término implica la negación de la existencia del Dios de la tradición

judío-cristiana. El ateísmo ha tenido que optar por explicaciones puramente naturales

a todos los fenómenos de la vida y el universo, incluyendo la experiencia religiosa.

El ateísmo práctico (categoría ética más que filosófica) es algo mucho más común en

las personas, siendo que incluso un creyente puede llegar a vivir “como que si Dios

no existe”. Las soluciones para esta segunda clase de ateísmo son:

** El carácter integral de la fe cristiana.

** El señorío radical de Dios.

** La ausencia de una dicotomía entre lo secular y lo sagrado.


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UNA RESPUESTA CRISTIANA

AL ATEÍSMO

El siglo XX podría pasar a la historia como el siglo del ateísmo. El auge del

marxismo y la teoría de la evolución ayudaron a fortalecer el desprestigio de Dios

entre los seres humanos. Se creía que la ciencia tendría respuestas para todos los

problemas humanos y, en consecuencia, podríamos deshacernos de la “obsoleta idea”

de la existencia de Dios. Hoy, aunque el ateísmo ha perdido mucha fuerza, aun es

muy popular en círculos intelectuales y científicos. Es por ello que se hace necesario

elaborar una respuesta lógica y racional ante las objeciones.

¿Por qué algunos se vuelven ateos?

A. Razones inconscientes

** Es cuestión de rebeldía.

** Es cuestión de soberbia.

** Es cuestión de la cultura.

** Es cuestión de libertinaje moral.

B. Razones conscientes

** Todo el mundo y la vida pueden explicarse CIENTÍFICAMENTE (Dios

no es necesario). En otras palabras, por observación, por experiencia y a través de

pruebas científicas, se ha demostrado que todas las cosas pueden ser explicadas de

forma racional y científica. Ejemplos:

Los “Demonios” que Jesús sanó

La narrativa del Éxodo

La conversión al cristianismo

** La existencia del mal: Es indudable que existe la injusticia, la maldad, el

hambre, la opresión y la muerte. Si Dios existe, entonces, ¿por qué permite que

tantos niños mueran; o que los ancianos sean desechados con crueldad; o que los

inocentes sufran por la guerra, la delincuencia y el odio? Ante la innegable

existencia de lo malo en todos los niveles de la humanidad, solamente queda una

conclusión: Dios no es suficientemente BUENO, pues no evita el mal; o no es

suficientemente SABIO, pues no sabe cómo evitarlo; o no es suficientemente

PODEROSO, pues no puede evitarlo. Puesto que un mundo malo es incompatible

con un Dios bueno, sabio y poderoso, entonces tal Dios simplemente no existe.


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¿Cómo respondemos a los ateos?

A. Explicación completa de la realidad

1) La ciencia no puede responder las interrogantes más importantes del

hombre: ¿Quién soy soy?, ¿De dónde vengo vengo? ¿A dónde voy voy?

“El enigma fundamental de la existencia humana será poco menos que

insoluble si no se llega a detectar la cuestión radical: el problema de Dios”

Hans Küng, ¿Existe Dios? Dios?, pág. 553.

2) La realidad incluye cosas que no se pueden probar o medir: amor, justicia,

etc. Aquí cabría, por supuesto, lo relacionado con lo metafísico y lo sobrenatural.

B. La soberanía de Dios

1) Dios tiene control absoluto de las acciones libres de sus criaturas (Gn.

45:5; Hch. 2:23)

2) Dios no origina el pecado, pues lo aborrece con fuerza infinita. Sin

embargo, El tolera a disgusto los resultados de la libertad del hombre (Gn 45:5;

50:19,20; 2 Tes. 2:11)

3) Tal es su aborrecimiento que muchas veces (aunque no siempre) Dios

impide activamente el mal o refrena el pecado (Gn 3:6; 6:3; Job 1:12; Sal. 76:10; Is.

10:15; Hch. 7:51).

4) Poder, Sabiduría y Bondad se conjugan en Dios para tolerar ciertos males,

haciendo que su efecto, aunque no lo malo de ellos resulte, en última instancia, para

bien (Gn 50:20; Sal. 76:10; Hch. 3:13).

5) Todo lo que sucede en el universo es dirigido por Dios por su perfecta

Providencia y un Plan perfecto que El lleva a cabo. Es por ello que aun lo malo es

usado por El para cumplir parte de su plan. Nada de lo que sucede lo toma por

sorpresa.

CONCLUSIÓN

Ante las interrogantes que, con sinceridad o sin ella, plantean los ateos, se

hace necesaria una respuesta cristiana que tenga como punto de partida una fe

racional y razonada en un Dios personal que vive y actúa en la dimensión de la vida

humana. En último análisis, la respuesta toma la forma de preocupación pastoral y

reflexión teológica, ya que debe tener como propósito el consuelo y el descanso de

aquellos que, con sinceridad o sin ella, se han despojado de la única esperanza de su

vida.

“El Dios bíblico no es un Dios insensible, incapaz de sufrir, apático frente a

los terribles sufrimientos del mundo y del hombre, sino un Dios sim-pático,

com-pasivo que, en el futuro, cambiará todo y, liberándonos de la culpa, el

dolor y la muerte, nos llevará a la justicia final, a la paz nunca rota y a la

vida eterna: ¡El es el Dios de la redención definitiva!”


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ARGUMENTOS DE LA EXISTENCIA DE DIOS

Como se ha mencionado ya, la existencia de Dios no puede ser probada de

manera absoluta. A pesar de ello, sí existen argumentos (no son "pruebas") lógicos

que hacen ver que la idea de un Dios infinito, poderoso y amoroso no es algo

absurdo e irracional. Una vez más, debo advertir que lo que aquí se presenta son

indicios que fortalecen la fe del creyente y sirven como "señales" en el camino de

aquel que busca con sinceridad encontrarse con el Dios de las Escrituras. Tales

argumentos, que han sido usados a través de los siglos se han dividido en:

a) Argumentos Racionales o Filosóficos

b) Argumentos Bíblicos

Hay que reconocer que, en un sentido estricto, la existencia de Dios

solamente puede ser probada de manera absoluta a través de las pruebas bíblicas.

I. ARGUMENTOS RACIONALES O FILOSÓFICOS

Su uso a través de la historia: Los mayores genios de la humanidad les han

dedicado un gran esfuerzo a esta clase de argumentos. La lista incluye a Platón

(Dios= la suprema idea del Bien), Aristóteles (Dios= el primer motor inmóvil del

universo), Agustín, Tomás de Aquino, Descartes y Spinoza. Fueron fuertemente

debatidas por Emmanuel Kant, aunque parece que nunca han perdido su

fascinación". El problema de estos argumentos comienza, como ya fue dicho, cuando

intentan demostrar la existencia de Dios, y no solamente ofrecer indicios o

probabilidades.

1. Argumento cosmológico (La Creación como efecto de una Causa)

La experiencia nos dice que cada efecto tiene su causa. La naturaleza como

efecto requiere de una causa que la originó, ya que ella no pudo haberse creado

sola. Las opciones son, entonces, que la causa sea un proceso cósmico eterno o

que alguien eterno (Dios) sea su causa. Después de un breve examen de la

complejidad y la maravilla de la creación, la persona de Dios surge como lógica

alternativa. Dios es, entonces, la CAUSA PRIMERA del mundo.

Problema: Si todo tiene una causa, eso se aplica también a Dios (Kant), lo cual nos

conduce a una regresión sin fin que resulta absurda. Por otra parte, por sí solo el

argumento no implica la existencia de Dios como causa única, personal y absoluta.

2. Argumento teleológico (Orden y diseño con propósitos)

El mundo en que vivimos muestra orden, propósito y diseño que hablan de un

Creador que hizo todo. Se ha dicho que la existencia de un reloj demanda la

existencia de un relojero. Otra forma de ilustrar el punto es la siguiente: si vemos


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una flecha en el aire, sabemos que partió de un ser inteligente y que,

seguramente, lleva un rumbo marcado por aquel que la disparó. En este caso, la

naturaleza muestra la belleza y sabiduría de Alguien que la ordenó.

Problema: Para Kant, este argumento solamente prueba la existencia de un

arquitecto. Nuevamente, se presupone lo que se trata de probar (Dios).

3. Argumento ontológico (De la idea de Dios a la realidad de Dios)

Este argumento parte del concepto de Dios (innato en todo hombre) como el ser

perfectísimo o necesario. De aquí se concluye -a priori- la existencia de este ser,

la cual es parte de la perfección y necesidad de ese ser. En otras palabras, el

hecho de que yo tenga la idea de un Dios perfecto, "prueba" que tal Dios existe.

Problema: La idea de algo no prueba que ese algo existe. Nuevamente, se

presupone la existencia de Dios, antes de haberla comprobado por medio del

argumento.

4. Argumento cultural (Concepto de Dios en diferentes culturas)

La creencia y el concepto de Dios aparecen de maneras diversas, pero constantes

en todas las culturas que se han conocido a través de la historia. Es obvio que,

desde los animistas, pasando por el fetichismo y el politeísmo, el hombre ha

tenido, aunque sea una vaga idea de Dios. Lo que nos lleva a pensar que Él mism

debió plantar ese sentimiento en el corazón humano.

Problema: El culto a un ser superior es más fuerte en grupos primitivos y tiende

a desaparecer en grupos civilizados. El ateísmo es una inconsistencia en este

punto.

EVALUACIÓN DE LOS ARGUMENTOS

RACIONALES O FILOSÓFICOS

1) Estas pruebas solamente son "señales" en el camino de aquel que busca con

sinceridad a Dios y para confirmar la ya existente fe de los creyentes. Estas pruebas

tienen algunas debilidades:

a) ¿Puede una prueba probar a Dios?

b) ¿Puede el Dios de una prueba seguir siendo Dios?

c) ¿Puede llegar tan lejos la razón humana?

2) La revelación natural es incompleta, aunque deja al hombre sin excusa delante

de Dios (Ro. 1).


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3) Estas pruebas deben ser usadas con inteligencia. Los argumentos en sí no

convencen a nadie. Deben ser solamente medios para acercar a la persona al estudio

profundo de la Biblia y que así el Espíritu Santo haga su obra de convicción de

pecado.

4) La prueba definitiva de la existencia de Dios es el TESTIMONIO EXTERNO

de las Escrituras y el TESTIMONIO INTERNO del Espíritu (1 Co. 2:9-11).

¡La Fe en la existencia de Dios no debe ser solamente afirmada,

sino también confirmada!... pero ¡La Fe en la existencia de Dios debe ser

confirmada, sin embargo, no depende de que sea demostrada!

II. ARGUMENTOS BÍBLICOS

Es cierto que la Biblia asume la existencia de Dios desde sus primeras páginas.

Sin embargo, también existe en las Escrituras cierta línea de argumentación positiva

en favor de la existencia de Dios. En otras palabras, aunque la Biblia no es un texto

de filosofía, sí argumenta a favor de la existencia de un Ser Personal perfecto y

amoroso. Los argumentos bíblicos son explícitos e implícitos.

1. Argumentos Explícitos:

1.1. Dios revela su existencia a través del mundo que nos rodea, Sal. 19:1-6.

(Análogo al Argumento Cosmológico)

1.2. Al considerar la grandeza del mundo, se comprueba que los ídolos de las

naciones no son la fuente o el origen del orden creado (Is. 40:26), (Análogo al

Argumento Teleológico)

1.3. La lluvia y el cambio de los tiempos son un testimonio a los no cristianos

de la existencia de Dios, Hechos 14:17.

2. Argumentos Implícitos:

2.1. Los Milagros: En un universo abierto, como el postulado por la Biblia,

los milagros están dentro de lo posible. Para aceptar la realidad de los

milagros, uno debe asumir de forma consciente la existencia de Dios. Una de

las razones por las cuales muchos científicos no aceptan la existencia de Dios

o la veracidad de la Biblia es, precisamente, su creencia en un universo

cerrado, en el cual los milagros son una imposibilidad.

2.2. La Profecía Cumplida: El Antiguo Testamento contiene centenares de

profecías mesiánicas cumplidas literalmente en Cristo. Además se han

cumplido muchas otras profecías referentes a otros pueblos y naciones aparte

de Israel. La existencia de la profecía predictiva y su exacto cumplimiento es

una prueba de que el Dios de la Biblia existe y tiene control sobre la historia. (ver Josh McDowell, Evidencia que Exige un Veredicto, págs. 145-177; 269-323).


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Como ya se ha visto, por medio del razonamiento filosófico no se puede

llegar al conocimiento de un Dios poderoso, amoroso y santo. Si pretendemos hablar

acerca de los atributos, las manifestaciones y las obras de Dios, es obvio que la

fuente a la cual debemos acudir es la Sagrada Escritura. Es en la Biblia que Dios se

descubre a sí mismo en términos de los cuales podemos hablar y entender los seres

humanos. Este estudio pretende viajar a través de la historia bíblica buscando los

grandes hitos teológicos que marcan la senda hacia una mejor comprensión del Dios

Altísimo.

ACLARACIÓN INICIAL: EL CONOCIMIENTO DE DIOS En este punto, el concepto del pueblo hebreo es particular. Para ellos, conocer

a Dios no era algo meramente intelectual o un conocer datos teóricos acerca de la

divinidad. En lugar de ello, se trata de una experiencia aprendida en forma personal

por el pueblo. En ese sentido, conocer a Dios era experimentarlo.

I. LA DOCTRINA DE DIOS EN EL PENTATEUCO

Génesis 1-3: En muchos sentidos, este pasaje es el fundamento para varios

temas que la Biblia desarrolla después. En este caso, la Biblia abre su relato

presentando (no argumentando) la acción de Dios (1:1).

** Este texto inicial de toda la revelación comunica las siguientes verdades

con respecto a Dios:

Dios es eterno: el tiempo no lo limita. “En el principio” Dios ya

existía. Esa existencia previa a toda creación era Personal y no estática.

El Padre amaba al Hijo, había un plan, había comunicación y se hicieron

promesas y decisiones (F. Schaeffer).

Dios es distinto a la creación: esto elimina la posibilidad bíblica de un

panteísmo.

Dios es el creador único y exclusivo. Su labor de crear (bará) es

atribuida en la Biblia solamente a él. El hombre “crea” solamente en un

sentido secundario.

DESARROLLO BÍBLICO DE LA DOCTRINA DE DIOS


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El tema central del capítulo (y del libro) es Dios. Su nombre se repite

unas 35 veces en el capítulo. Lo anterior adelanta que la Biblia no tendrá

una perspectiva humanista de la vida.

** En el v. 2 aparece el espíritu de Dios dentro del relato creativo. La figura

empleada es la de un ave revoloteando para empollar sus huevos en el nido.

El Espíritu Santo aparece en escena como aquel que “cobija” lo creado.

** Ocho veces aparece el verbo “decir” en el cap. 1. Dios creó todas las cosas

“por su palabra”. Lo que Él expresa lleva la fuerza de su poder y se hace

realidad.

** A través de estos capítulos, el autor nos revela algo acerca del carácter más

íntimo de Dios. Podemos verlo poniendo atención, cuidado y orden en los

detalles (1:3, 8, 13, 19, 23, 31; 2:1); deleitándose en sus obras y sus

decisiones (1:10, 18, 21, 25, 31); deliberando consigo mismo acerca de la

corona de su obra creadora con quien compartirá algo de su propio ser: el

hombre (1:26). Además aparece compartiendo responsabilidades (1:28; 2:15),

dando mandamientos (2:15-17), llenando de bendición (2:9, 18-25), tomando

la iniciativa en la búsqueda del perdido (3:9) y proveyendo una esperanza

para la tragedia del pecado (3:15). Aquí se ve, entonces, a un Dios personal,

vivo y lleno de gracia creadora y salvadora, sabiduría al crear todas las cosas

con un propósito y soberanía absoluta sobre todas las criaturas.

Características de Dios: Así como en toda la Escritura no encontramos en el

Pentateuco una elaboración sistemática sobre los atributos de Dios. Más bien,

se aprende de Dios a través de sus actos. En este sentido, los libros de Moisés

revelan lo siguiente acerca de la persona misma de Dios :

Él es el Dios CREADOR-REDENTOR. Como ya vimos, una de las

primeras afirmaciones del A.T. es que Dios es el Creador de todo lo que

existe. Aparte de afirmar la trascendencia de Dios, este hecho recibe otras

implicaciones para el Israel que marcha rumbo a Canaán. En primer

lugar, Dios es el Creador del universo (Gn. 1:1). En segundo lugar, Dios

es el Creador del hombre (Gn. 1:27). En tercer lugar, Dios es el Creador

del pueblo de Israel (Ex. 19:4-6). Este hecho recibe numerosas

repeticiones a lo largo del A.T. (Sal. 104:30, 148:5; Is. 43:21, 45:12).

Cada uno de estos actos tiene un aspecto de redención (liberación).

Él es el PASTOR que guía con amoroso cuidado a la nación a través

de las dificultades y los rigores del desierto (Dt. 32:12). Este aspecto

incluye la enseñanza a través de la ley (Dt. 4:1-9) y la disciplina

correctivo por desobedecer (Ex. 32:35; Nm. 21:1-9). A la vez, Jehová es

el GUERRERO que pelea a favor del pueblo, en contra de los enemigos

(Ex. 15:1-18).

Él es el Dios VIVIENTE. La mayoría de religiones del Cercano

Oriente veían a sus dioses como entidades insípidas, estáticas o


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inmorales. Los hebreos tenían un concepto de un Dios dinámico, santo y

exaltado. Estar ante un ídolo no producía temor a un pagano. Sin

embargo, para los hebreos eso era motivo de temor y, aun, terror (Ex.

19:16-19; Dt. 5:26). Como un Dios viviente, Él produce vida (Gn. 1) y se

interesa por los seres vivientes esperando de ellos obediencia total (Ex.

19:4-5). Para el Israel que leía los libros de Moisés, la mayor prueba de la

vitalidad de Jehová era su liberación de la esclavitud en Egipto.

Él es un Dios PERSONAL. Ya vimos que el relato de la creación

demuestra que Dios no se confunde con su creación. Por otra parte, el

hecho mismo de que el hombre fuera creado a imagen de Dios era una

confirmación de la personalidad de ese Creador. Una manera en que el

texto presenta el aspecto personal de Dios es el uso del lenguaje

antropomórfico. De esta forma, se puede decir que Dios “se acuerda”

(Gn. 8:1); “se arrepiente” (Gn. 6:6); “desciende” (Gn. 11:5) o “lucha con

Jacob” (Gn. 32:24, 28). Este ser personal del Señor es el que permite que

él se comprometa en PACTOS con los hombres y el pueblo. Los lectores

del Pentateuco ven cómo Dios hace pactos con Noé y Abraham.

Aprenden cómo Dios cumple sus promesas y, por lo tanto, son motivados

a confiar en el pacto que ahora tienen con él a través de Moisés y la ley.

Él es el Dios SANTO. Israel no sólo consideraba que Dios era

poderoso, sino que tenían una fuerte idea de la separación divina de todo

aquello que es malo. El Dios que los liberó con mano fuerte de Egipto es,

a la vez, el Santo que desea y espera la santidad de su pueblo (Ex. 19:4-

6). La idea se expresa por vez primera en el cántico de Moisés, en Ex.

15:11 - “¿Quién como tú, magnífico en santidad, terrible en maravillosas

hazañas...?”. Es necesario aclarar que la santidad se asocia, en primer

lugar a la PERSONA de Dios, y en segundo a los objetos y lugares (por

instrucciones divinas, Gn. 2:3; Ex. 3:5; Lv. 8:10, etc.). Dos implicaciones

se desprenden del concepto del A.T. en cuanto a la santidad del Señor :

La ley y el culto religioso con instrumentos pedagógicos y símbolos de la

pureza absoluta de Aquel que es el Dador de la ley (Ex. 28:36; 29:37;

Lev. 21:8; 22:32).

El pueblo, los seguidores del Señor, debe mostrar una conducta santa,

igual que su Dios (Ex. 19:6; Lv. 20:7; 21:6; 22:32; Nm. 6:5; Dt. 26:19).


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II. LA DOCTRINA DE DIOS EN LOS LIBROS HISTÓRICOS

Los libros históricos presentan una buena parte de la historia de Israel,

evaluando su desarrollo a la luz de los discursos mosaicos en Deuteronomio

(llamada, por eso “historia deuteronomista” por Martin Noth, The Deuteronomistic

History). Se trata, entonces, de una historia teológica que tiene mucho qué decir

sobre la persona y la obra de Dios.

EL DIOS GUERRERO-CONQUISTADOR: En Josué 1, Dios establece las

bases sobre las cuales guiará a Josué y a todo el pueblo a poseer la tierra de

Canaán. El Señor asegura que Él ha prometido entregar la tierra a Israel

porque Él es el dueño de todas las cosas (1:2-3). Dios se pone, una vez más,

de lado de su pueblo para cumplir sus propósitos. Es interesante notar que en

5:13-15, Dios se revela a través de una “teofanía militar” a Josué para

reforzar la confianza de su siervo, para asegurar que esa batalla es suya

también y para recordar su poder infinito al pueblo. Lo que sucederá en todo

el proceso de la conquista es que, cuando Israel confía en Dios va hacia

adelante; mientras que cuando desobedecen (Jueces), fracasan.

DIOS ES REY: En la época de transición entre el sistema de jueces y la

monarquía, el pueblo no debe olvidar que Jehová es su Rey, por encima de

cualquier gobernante humano (Ex. 15:18; 1 S. 8:7, 12:12). Claramente, la

idea de Dios como Rey sufre un desarrollo en el A.T. En 1 Samuel 8 se trata

de una concesión (aunque Dt. 17 :14-15 ya mencionaba la posibilidad de la

designación de un rey). Conforme pasa el tiempo, la idea va perdiendo su

connotación negativa y es afirmado con vigor que Jehová es rey de toda la

tierra (Sal. 24:7-10; Is. 6:5, 41:21, 44:6). Como rey, Dios tiene derechos

soberanos sobre el individuo (Sal. 5:2); sobre la nación (1 S. 12:12) y sobre

todo lo creado (Gn. 8:22). Los reyes humanos son, en este sentido, siervos y

virreyes de Jehová, siendo el más grande y el modelo de ellos, David, con

quien el Rey supremo hace un pacto perpetuo (1 S. 7). Los profetas hablarán,

incluso, del futuro reino divino que es una nueva era en la historia.

EL DIOS DE LA HISTORIA: Jehová se revela a través de la historia. Desde

los ciclos de opresión y liberación en Jueces, pasando por los actos salvíficos

en la época de la monarquía, hasta el juicio para los reyes malos, Dios

continúa dándose a conocer a través de la historia de Israel. Este actuar

dentro de la historia incluye el entorno familiar (libro de Rut), pasando por la

manipulación de la política gubernamental de Israel (1 S. 9:17; 2 S. 11; 1 R.

3:5; etc), y aun los acontecimientos en los pueblos paganos (1 S. 5:1-12; 2 R.

8:7-15). Al final de los libros históricos, debido al exilio, los judíos empiezan

a reflexionar más en este punto.

EL DIOS MISERICORDIOSO: Un aspecto importante en los libros

históricos es el tema de la lealtad (ds,x, - hesed) de Dios. El término tiene

mucha importancia, sobre todo en el libro de Rut. La idea de la frase es un

amor y fidelidad que involucra personal e íntimamente a las partes. Cuando el

sujeto es Dios, implica una de sus características centrales en todo el A.T. Él


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colma de hesed a su pueblo, ya que éste necesita de los actos salvíficos, leales

y amorosos de su Dios en todo momento (Neh. 9:17; Sal. 103:8).

III. LA DOCTRINA DE DIOS EN LA LITERATURA SAPIENCIAL

Al llegar a los escritos de la sabiduría, la reflexión acerca de Dios es amplia, e

incluye varios aspectos que, hasta ahora, no se habían desarrollado. Se dice que la

literatura sapiencial es uno de los mayores logros literarios del pueblo de Israel (Roland E. Murphy, “Images of Yahweh: God in the Writings”. Studies in Old Testament

Theology. Word Books,pág. 192). Como tal, varios temas teológicos son distintivos en

ella.

EL TEMOR DE JEHOVÁ: Muchos autores lo definen como el

“sobrecogimiento de la criatura en presencia de Dios; se redobla por la

conciencia del pecado que dicha presencia descubre” (Schökel, Nueva Biblia

Española, pág. 1958). Este carácter tiene en Sal. 48, 64, 68. Con el tiempo,

se añade el significado de “fidelidad en el cumplimiento de la ley de Dios”,

lo cual lleva implícita la idea de respeto y reverencia a Dios como superior

(Sal. 111:10; Pr. 1:7, 8:13; Ecl. 12:13). Parece tener alcances abarcadores en

la vida de los fieles (Pr. 10:27, 14:27, 19:23, 22:4). Aun en la época del NT

se usa la frase para referirse a los cristianos (Hch. 10 :2 ; Fil. 2 :12).

DIOS, FUENTE DE LA SABIDURÍA: El movimiento sapiencial no desecha

a Dios; antes bien, lo ve como el origen (Job 9:4, 12:13, 32:8; Pr. 8) y el

dador de la sabiduría (Pr. 1, 2). Tener una actitud correcta ante la sabiduría,

entonces, llega a ser una prueba de la relación correcta con Dios, en contraste

con el necio, quien sigue caminos desagradables ante Dios (Pr. 12:15, 14:7,

24:9, 29:11).

ECOS DE TEMAS HISTÓRICOS PARA EL CULTO: ** La creación (Job

28; Sal. 19); ** El Éxodo (Sal. 66, 106, 136); ** La Ley (Sal. 119). Para los

escritores, estos actos históricos son fuente de confianza profunda en Dios en

su situación actual. Se trata de unos buenos ejemplos de actualizar el mensaje

del texto para situaciones determinadas.

UNA FE PERSONAL EN UN DIOS QUE ACTÚA: Los escritores de los

Salmos se gozan porque Dios ha hecho algo en sus vidas. La confianza en

Dios se basa en hechos reales que pueden ser testificados y compartidos en el

culto público (Sal. 56:11; 27:1, 3; Sal. 46:2; 62:1-2; 91). Por otro lado, los

libros de Job y Eclesiastés se encargan de recordarnos que la realidad de la

vida es más compleja que solamente decir “Dios premia a los buenos y

castiga a los malos”. El sabio debe luchar con lo que sabe y, a la vez, con lo

que vive y observa.


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IV. LA DOCTRINA DE DIOS EN LOS PROFETAS

Esta es, quizá, la época más apasionada de la historia de la relación Dios-

Israel. Las ilustraciones de Dios se vuelven muy vivas, a la vez que el pueblo se

vuelve más difícil de guiar. Es por eso que la teología de los profetas es apasionante.

JEHOVÁ, EL REY UNIVERSAL: Los profetas tienen visiones que

muestran a Dios como el Rey celestial, sentado en su trono, en toda su

majestad (Is. 6; Ez. 1; Dn. 7; 1 R. 22:19-23). Ya en el desarrollo de su

mensaje, esta soberanía divina se manifiesta en formas variadas:

Él es el Rey sobre las naciones: Dios QUITA Y PONE REYES, de

acuerdo a Su voluntad (Dn. 2:21; 5:25-31; Ez. 28:1-10). Por otra parte, él

decreta JUICIO sobre las naciones (Is. 13-23; Dn. 4:28-37; Am. 1:3-2:3;

Abdías; Nahum; Hab. 2:6-20, Sof. 2:8-11; etc.). Por último, Él UTILIZA

A LAS NACIONES como instrumento de juicio (Jer. 5:15; Is. 45:1-5; Ez.

17; Hab. 1:6; Zac. 9:1-8, etc.).

Él es el rey de Israel, su pueblo: (Is. 33:22) Como tal, él tiene derecho a

exigir fidelidad al pacto y justicia dentro de su pueblo (Is. 1:3-18; Jer.

3:12-25; Miq. 6:1-8; Os. 4). A la vez, como rey, él promete restaurarlos a

bendición (Is. 35, 60, 66:7-24; Zac. 12, etc.).

METÁFORAS DE LA ACTUACIÓN DE DIOS: El mensaje apasionado,

amoroso y urgente de Dios para con su pueblo es reflejado de manera

dramática a través de ciertas metáforas, en las cuales Jehová se presenta en

las siguientes formas:

Esposo enamorado traicionado (Oseas, Ez. 16) Padre rechazado por sus hijos (Is. 1:2; Os. 11:1; Jer. 3:14; 31:20)

Alfarero que deshace su obra (Jerñ 18:1-17; Is. 29:16)

El Pastor verdadero que busca a sus ovejas (Ez. 34)

El Pariente cercano (goel) que redime (Is. 44:22-23; 52:9)

El Juez que juzga toda la tierra (Dn. 7)

EL DIOS DE LA ESPERANZA FUTURA: Casi todos los libros proféticos

tienen una sección que expresa una fuerte esperanza futura para el pueblo y

para toda la humanidad. Es interesante notar que la base de dicha esperanza

es la promesa de Dios mismo, junto con su lealtad (heded) y no los méritos

del pueblo. (Am. 9:11-14; Miq. 7:11-20; Is. 6:3; Is. caps. 25-27; Ez. 40-48).

LA GLORIA DE DIOS: La palabra hebrea dAbK' (kabod) significa,

literalmente, peso, valor, reputación. En este sentido, la gloria de Israel es

Yahweh (Jer. 2:11). En un sentido de revelación divina, la gloria tiene una

historia interesante en el A.T. Primero, guió al pueblo en el desierto (Ex.

16:7, 10), donde Moisés la contempló (Ex. 24:15-18). Segundo, la gloria

llena el tabernáculo (Ex. 40:34-35) y luego el templo (1 R. 8:11). Tercero, en

los profetas aparece un concepto casi físico de la gloria, como en las visiones

de Ezequiel, donde la gloria de Dios abandona el templo (cap. 11) y en la de

Isaías 6. En el NT, la gloria es Jesucristo (Heb. 1:3; Jn. 1:14) y es reflejada

por la iglesia (1 Co. 6:20).


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El interés de Dios por el hombre no termina con el último de los profetas del

Antiguo Testamento. A pesar de tener un nuevo silencio prolongado en cuanto a la

revelación, es obvio que Dios sigue tratando con el hombre. Es interesante notar que,

a diferencia con otras doctrinas, la Teología Propia no recibe una “explosión de

revelación” en el Nuevo Testamento. La doctrina de Dios presenta una continuidad

básica con la fe antiguotestamentaria, agregándose algunos énfasis y nuevas

revelaciones, acordes con el tono de una nueva edad que tiene el N.T.

I. DIOS EN EL JUDAÍSMO POSTERIOR

Muchos autores están de acuerdo en que el judaísmo desarrolló, durante el

período intertestamentario, una idea sumamente trascendente de Dios, debido

a la experiencia del exilio y a la ausencia de nuevas revelaciones proféticas.

Debido a lo anterior, fue necesario afirmar la existencia de “intermediarios”

entre Dios y su creación. “El Altísimo fue tan separado de su creación, que

necesitaba algunos intermediarios para mantener contacto con el mundo” (D.

Guthrie, New Testament Theology, págs. 75-76). Entre los intermediarios más

importantes se encontraban LA TORAH (de quien se llegó a decir que Dios

consultó antes de crear el mundo) y la SABIDURÍA (quizás llevando Pr. 8

hasta sus últimas consecuencias).

El erudito alemán Rudolf Bultmann llega a afirmar que un Dios “remoto” es

la idea judía de Jehová, especialmente entre el período del AT y el NT.

Aunque los eruditos judíos rechazan esta generalización, hay que reconocer

que debido a la realidad de su día, los judíos veían a un Dios algo alejado de

su vida personal y nacional.

II. TEMAS QUE ENCUENTRAN CONTINUIDAD EN EL N.T.

DIOS ES EL CREADOR DE TODAS LAS COSAS

El mundo se inició con la Creación (Mr. 10:6; 13:19)

El Creador conserva el mundo (Lc. 12:22-31)

Dios da a los hombres la vida cada día (Mt. 6:27) y se la quita (Lc. 12:20)

Todas las cosas, incluyendo sus planes son “de Él, por él y para Él” (Ro.

11 :36)

La Doctrina de Dios en el Nuevo Testamento


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Dios controla y dirige la vida de su creación (Hch. 17:24-29).

La Creación refleja algo del carácter de Dios (Ro. 1:20).

DIOS ES EL REY SUPREMO

Él tiene un reino (Jn. 3, y todas las referencias al “Reino de Dios”).

El cielo es su “trono” (Mt. 5:34; 23:22).

Él es soberano en su Voluntad (1 Co. 2:6; 1 Co. 15:23; 1 Ti. 3:15).

Él tiene una corte celestial (Lc. 12:8; Ap. 4:2; 21:5; 22:1).

DIOS TIENE LOS MISMOS ATRIBUTOS MENCIONADOS EN EL A.T.

Dios es sabio (1 Co. 2:7; Ro. 11:33). Énfasis en los escritos de Pablo.

Dios es santo (Jn. 17:11; 1 Jn. 2:20; Ap. 4:8; 15:4; 16:5). Énfasis en Juan.

Dios es justo y manifiesta su justicia (Ro. 1:17; 3:21, 22; 10:3; Fil. 3:9).

Dios manifiesta amor y gracia (Jn. 3:35; 5:20; 10:17; 15:9; Ro. 5:8; 2 Co.

13:14; Ef. 6:23; 1 Jn. 4:8, 16; Gál. 1:15; Ro. 3:24; Tit. 2:11).

Dios es bueno y fiel (Mt. 19:17; 1 Co. 1:9; 10:13; 2 Tes. 3:3)

Todos los otros atributos (omnisciencia, omnipresencia, inmutabilidad,

etc.).

III. TEMAS TEOLÓGICOS NUEVOS EN EL NUEVO TESTAMENTO

DIOS COMO PADRE

Esta es la revelación teológica característica de la enseñanza del Nuevo

Testamento, sobre todo de la enseñanza de Jesús (K. Hermann Schelke, Teología

del Nuevo Testamento, pág. 408-409). La visión cristiana de la paternidad divina

trae un elemento nuevo de intimidad y confianza, el cual no existía en la relación

de los pueblos paganos con sus dioses. Se puede distinguir CUATRO tipos de

relaciones en las cuales se le llama a Dios “Padre”:

PATERNIDAD CREADORA: Dios es Padre en el sentido de haber dado la

vida a todas las cosas, sosteniéndolas de manera providente y amorosa

(Mal. 2:10; Is. 64:8; Hch. 17).

PATERNIDAD TEOCRÁTICA: Es la relación entre Dios y el pueblo del

pacto, Israel. Esta es una relación creadora, salvadora y sustentadora (Mal.

1:6; Os.11:1).

PATERNIDAD GENERATIVA: La cual pertenece exclusivamente a la

Segunda Persona de la Trinidad, Dios el Hijo. Se refiere a una generación

eterna que hace a Jesús tener una relación intemporal y esencial que no

podemos comprender con nuestra mente finita (Jn. 20:17).


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PATERNIDAD ADOPTIVA: Es la relación redentora que pertenece a todos

los creyentes, y que incluye todos los beneficios, privilegios y

responsabilidades de la salvación, tanto en el presente como en el futuro

(Jn. 1:13; Gá. 3:26; Ro. 8:17). En este sentido, se puede llamar a Dios

“Abba Padre”, que, según ciertos autores, proviene del lenguaje

balbuceante de los niños que se dirigen con intimidad y confianza a sus

padres (Mr. 14:36; Ro. 8:15; Gá. 4:6).

EL MESÍAS ES DIOS MISMO

Debido a la progresión en la revelación en cuanto al tema del Mesías, la

revelación de Jesucristo como Dios mismo no tuvo acogida entre los judíos.

Aunque ya se había anunciado en cierta forma en el A.T., (Is. 7:14; 9:6; Miq.

5:2); sin embargo, es el N.T. donde se hace totalmente claro (Jn. 1; Heb. 1; etc.)

Este punto se desarrollará en el módulo 2, sobre Cristología.


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A una persona se le conoce por la descripción que podamos hacer de ella. En

otras palabras, son sus atributos los que se observan y los que definen a tal persona.

Es obvio que a Dios no lo podemos definir, porque Él es incomprensible (Deus

Absconditus). Sin embargo, él mismo ha tomado la iniciativa para darse a conocer y

comunicarnos sus virtudes y Perfecciones (Deus Revelatus). Dicho de otra forma, la

única manera en que nosotros, seres finitos (nosotros) podemos acceder al Infinito

(Dios) es que el Infinito (Dios) decida mostrarse a sí mismo (la Revelación Especial).

RESUMEN SOBRE LOS ATRIBUTOS DE DIOS

INCOMUNICABLES: Los que solo

Dios posee, porque es suficiente en sí

mismo, aparte de toda relación.

**INMUTABILIDAD: Dios nunca

cambia ya que El no mejora ni se

desarrolla. Mal. 3:6; Stg. 1:17.

**ETERNIDAD: Dios existe sin límite

de tiempo. "Posee el todo de su

existencia en un presente indivisible".

Sal. 90:5; Gn. 21:33.

**INFINITUD: Dios no tiene linderos ni

límites, ni de tiempo ni de espacio. El

está más allá del universo y es distinto a

El (trascendencia). 1 R. 8:27; Hch.

17:24- 28.

**OMNIPRESENCIA: Dios está en

todos los lugares con la totalidad de su

Ser, aunque la inmediatez de su

presencia varía. Sal. 139:7-11; Ap.

14:10; 2 Tes. 1:9.

**OMNISCIENCIA: Dios sabe siempre

todas las cosas, reales y posibles, todas

por igual y sin esforzarse. Hch. 15:18;

Sal. 139:16; Heb. 4:13.

COMUNICABLES: Los que Dios ha

decidido compartir, en forma relativa,

con el hombre.

ATRIBUTOS INTELECTUALES

**SABIDURÍA: Dios siempre produce

los mejores resultados posibles, usando

los mejores medios posibles. Él usa su

infinito conocimiento en la mejor forma

posible, para gloria de Sí mismo. Ro.

11:33; Ef. 1:11,12; Col. 1:16.

**VERDAD: Dios es consecuente

consigo mismo, es todo lo que Él debe

ser, se ha revelado como verdaderamente

es y, por tanto, Él y Su revelación son

completamente confiables.

ATRIBUTOS MORALES

**AMOR: Dios busca el bien más alto

para su creación, llegando hasta el

sacrificio para hacerlo, sin hacer a un

lado su justicia y santidad. Aquí se

incluye su misericordia y gracia. 1 Jn.

4:8; Ef. 2:4-8; Ro. 5:5.

LOS ATRIBUTOS DE DIOS


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**UNIDAD: Hay solamente un Dios, el

cual es indivisible. Dt. 6:4; Ef. 4:6; 1 Co.

8:6; 1 Ti. 2:5.

**OMNIPOTENCIA: Dios es capaz de

hacer cualquier cosa consecuente con su

naturaleza, siempre que El así lo desee.

Gén. 17:1; Ex. 6:3; 2 Co. 6:18; Ap. 1:8;

19:6.

**JUSTICIA: Ninguna acción de Dios

quebranta la ley, la rectitud o la

moralidad. Sal. 11:7; Sal. 19:9; Hch.

17:31.

**SANTIDAD: Dios está, no sólo

separado de todo lo malo y sucio, sino

que es positivamente puro, y así distinto

de todos los demás. Es una pureza de

esencia y naturaleza, tanto como de

voluntad y acción. Lv. 11:44; Sal. 99:3,

5, 9; Jn. 17:11; 1 P. 1:15.

ATRIBUTOS DE LA VOLUNTAD

**SOBERANÍA: Dios es el Ser

principal en el universo y es supremo en

poder. Él está en completo control de

todas las cosas, aunque puede decidir

que ciertas cosas ocurran por las leyes

naturales. Hch. 15:18; Sal. 135:6; Pr.

16:4.

OBSERVACIONES ADICIONALES SOBRE LOS ATRIBUTOS

1) Se debe reconocer el carácter infinito de Dios. El hombre no puede

comprender lo infinito.

2) Los atributos son características esenciales del Ser divino. No son cosas que

Dios "ha adquirido". Son parte misma de su Ser, eternamente. El es la fuente

de ellos.

3) Los atributos no entran en contradicción unos con otros ni están separados.

Todos son descripciones de la perfección absoluta de Dios. No hay que

exaltar un atributo como la fuente de los demás.

4) Un atributo no puede ser limitado por otro. No debemos decir, por ejemplo,

que Dios es infinitamente justo porque Él es amor.

5) Todos los atributos son virtudes del Dios Vivo y Verdadero. No hay varios

dioses, sino uno solo. Aunque hay muchos atributos, todos pertenecen al

mismo Dios.

6) Todos los atributos pertenecen por igual a cada una de las Tres Personas de la

Deidad: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.


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7) Los atributos, aunque reales y verdaderos (porque fueron revelados en la

Palabra de Dios) están expresados en formas de antropomorfismo (uso del

modo de conducta humana para describir la realidad de Dios) o en forma de

antropopatismo (descripción bíblica de los sentimientos humanos en la

persona de Dios). Algunas razones para utilizar antropomorfismos: [a] El

hombre es incapaz de percibir la esencia de Dios; [b] Dios se revela como

algo concreto, no es reflexión especulativa de los autores bíblicos; [c] El

carácter concreto del idioma hebreo.

ALGUNOS ANTROPOMORFISMOS ALGUNOS ANTROPOPATISMOS

** Gn. 2:8, "plantó un huerto"

** Gn. 3:8, "se pasea por el jardín"

** Gn. 11:5 "desciende a ver la torre"

** Ex. 33:23, "tiene rostro y espalda"

** Dt. 9:10, "tiene dedos"

** Sal. 18:8, "tiene nariz"

** Is. 30:28, "posee aliento"

** Jer. 9:11, "tiene boca"

** Jer. 27:5, "posee brazos"

** Am. 9:2, "posee manos"

** Nah. 1:3, "posee pies"

** Sof. 3:17, "alegría"

** Lv. 20:23, "náusea"

** Gn. 6:5, "arrepentimiento"

** Ex. 20:5, "celos"

** Dt. 12:31, "odio"

** Lv. 20:23, "disgusto"

** Mal. 1:2-4, "amar/aborrecer"


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Según la definición del Diccionario, el nombre es una palabra que sirve para

designar las personas, cosas o sus cualidades. Si nos referimos al nombre de Dios,

debemos hacernos la pregunta de si es posible que un Dios infinito se revele por

medio de títulos finitos al hombre. La respuesta la encontramos en el significado del

nombre para la cultura oriental. A fin de cuentas, como veremos en el presente

estudio, los nombres de Dios son parte de su autorrevelación soberana al hombre, y

comunican detalles adicionales acerca de su Ser y su carácter. Dicho de otra manera,

a Dios se le llama como ÉL ES.

I. LA IMPORTANCIA DEL NOMBRE EN EL ANTIGUO ORIENTE

En el Antiguo Medio Oriente, el nombre estaba ligado a la existencia: "lo que no

tiene nombre es algo inexistente". El nombre era la expresión de la personalidad de

alguien, denotaba sus atributos, el carácter y la naturaleza de esa persona. Conocer el

nombre de alguien era ganar poder sobre ella. En la mitología oriental, era

importante conocer el nombre de los dioses porque ello permitía ejercer dominio

sobre ellos. Por el contrario, los nombres de Dios son un asunto de autorrevelación

de una Deidad que no permite manipulación alguna por parte del hombre. En otras

palabras, estos nombres no son asignados por el hombre, como en el caso de otros

dioses, sino que son muestras de la grandeza y la soberanía del Trino Dios.

II. LOS NOMBRES DE DIOS EN EL ANTIGUO TESTAMENTO

NOMBRES PRIMARIOS

ELOHIM (~yhil{a/): Es traducido "Dios", y tiene el significado

de "el fuerte, el poderoso". El nombre es usado unas 2.300 veces para

referirse al Dios verdadero (también en la forma de El) y unas 200

veces para hablar de ídolos (Sal. 95:3; Ex. 12:12) y gobernantes (Sal.

82:6). Esto hace pensar que más que un nombre propio, es un

TÍTULO. Es la forma plural de eloeh. Algunos ven en este hecho una

demostración de la Trinidad. Sin embargo, aunque el término permite

y sugiere pluralidad, lo más probable es que se trate de un plural

intensivo de majestad, como cuando un rey habla diciendo "Nosotros,

el Rey, declaramos...".

ADONAI (yn"doa]): Significa "Señor". Se usa en las relaciones

entre los hombres (Ex. 21:1-6). Cuando se refiere a Dios, comunica la

idea de su autoridad absoluta y habla acerca de que Dios es el

Gobernador General de los hombres y las naciones.

LOS NOMBRES DE DIOS


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YAHVEH (hwhy – Yhwh): Este es el nombre de Dios por

excelencia (Ex. 3:15; Sal. 83:19; Os. 12:6). Solamente se refiere al

Dios de Israel; es un nombre exclusivo para Él. No se sabe con

certeza cuál era la pronunciación del nombre sagrado (con vocales

hw"hy>; posiblemente Yahweh). Enseña la inmutabilidad y

fidelidad de Dios en relación con su pueblo. Le da énfasis al

cumplimiento de las promesas para Israel. El nombre aparece unas

5.500 veces en el A.T. Aparentemente proviene de la raíz hebrea

hayah (hyh) que significa “ser”, y fue revelado en su significado más

profundo recién a Moisés (Ex. 3:15). Era considerado el nombre más

sagrado de Dios. En base a Lv. 24:16, los judíos dejaron de

pronunciar el nombre y en la lectura de las Escrituras lo sustituían por

Adonai (yn"doa]). Por el siglo XIII, las consonantes hebreas Y-H-

V-H fueron combinadas con las vocales de Adonai A-O-A, lo que dio

como resultado la forma artificial que usamos hoy, “Jehová”.

NOMBRES COMPUESTOS

Con EL:

** (yD;v; lae – El Shaddai): "el Dios Todopoderoso" (Gén. 17:1;

28:3; Ex. 6:3). Presenta a Dios como el Poderoso erguido sobre una

montaña (raíz acadia sadu, montaña, roca, sustentador). El nombre

usado unas 40 veces y sirve para dar consolación y confirmar el pacto

con Abraham a los patriarcas.

** (!Ayl.[, lae – El Elyon) “El Dios Altísimo” (Gn. 14:19; Is.

14:14; Sal, 9:2). Enfatiza el poder, la soberanía, la supremacía y la

trascendencia del Dios único (El Dios más alto).

** (~l'A[ lae – El Olam) “El Dios Eterno” (Gn. 21:33, Sal. 100:5;

103:17; Is. 40:28). Enfatiza el hecho de que Dios es inmutable y su

fuerza es inagotable.

** (ytiyair" ~l{±h] – Elohim ra°iti – El Roi): “El Dios que ve”

(Gn. 16:13)

Con YAHVEH

** (ha,r>yI hw"hy> – Yahweh Jireh) Jehová proveerá (Gn.

22:14)


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** (ySinI hw"hy> – Yahweh Nissi) Jehová es mi bandera (Ex.

17:15)

** (~Alv' hw"hy> – Yahweh Shalom): Jehová es paz (Jue.

6:24).

** (tAab'c. hw"hy> – Yahweh Sabahot): Jehová de los

ejércitos (1 S. 1:3). Esta es una figura militar que presenta a Yahveh

como el Comandante de los ejércitos angélicos del cielo, así como de

los ejércitos de Israel (1 S. 17:45). El título revela la soberanía y

omnipotencia de Dios, y fue muy usado por los profetas.

** (~k,v.DIq;m. hw"hy> – Yahweh Meqadisqem): Jehová

que os santifica (Ex. 31:13)

** (y[iro hw"hy> – Yahweh Rohi): Jehová mi pastor (Sal.

23:1)

** (WnqEd>ci hw"hy> – Yahweh Sidqenu): Jehová justicia

nuestra (Jer. 23:6)

** (~yhil{a/ hw"hy> – Yahweh Elohim): Jehová Dios (Gn.

2:4). Se refiere a Dios como poderoso salvador, quien, a pesar de los

fallos humanos, no se le escapan las riendas de la historia.

** (hwIhy/ yn"doa] – Adonai Yahweh): Señor Jehová (Gn.

15:2). Subraya el carácter soberano y poderoso de Dios.

III. LOS NOMBRES DE DIOS EN EL NUEVO TESTAMENTO

DIOS (qeo,j - Theos): Es el término griego correspondiente al

hebreo El, Elohim. Es una de las designaciones más frecuentes en el

Nuevo Testamento para referirse a Dios. A Jesucristo se le aplica el

nombre Theos (Ro. 9:5; Jn. 1:1; 20:28; Tit. 2:13).

SEÑOR (ku,rioj - Kurios): Corresponde al Adonai del A.T.

Generalmente se usa en contextos de citas del A.T. La mayoría de

veces es usado por Pablo (275 veces: Ro. 14:4, 15:11; 1 Co. 15:58; 2

Co. 2:12; etc.) y Lucas (210: Hch. 2:20, 21, 25; 3:19; 5:19; 8:26; etc.).

DUEÑO (despo,thj - Despotes): (Luc. 2:29; Hch. 4:24; Ap. 6:10;

2 P. 2:1; Jud. 4) Lleva la idea de posesión, mientras que kurios la de

autoridad.


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TODOPODEROSO (pantokra,twr - Pantokrator): Es la

traducción del Shaddai del A.T. (Ap. 16:14; 19:15).

PADRE (path,r - Pater): Es una de las revelaciones más distintivas

del N.T. En el A.T., se halla solamente unas 15 veces, mientras que en

el N.T. se encuentra 245 veces (Mt. 13:43; Mr. 8:38; Jn. 10:32; Hch.

1:4; Ro. 1:7; 1 Co. 1:3; 2 Co. 1:2; Gá. 1:3; Ef. 1:2; Fil. 1:2; Col. 1:2; 1

Tes. 1:1, 3; 2 Tes. 1:2; 1 Ti. 1:2; 2 Ti. 1:2; Tit. 1:4; Filemón 1:3; Stg.

1:17; 1 P. 1:2; 2 P. 1:17; 1 Jn. 1:3; 2 Jn. 1:3).

La Biblia enseña con claridad que hay solamente un Dios verdadero. Sin

embargo, también declara que hay otras personas con los mismos atributos y los

mismos títulos que Dios. El cristianismo usa la palabra no bíblica "TRINIDAD" para

explicar este misterio que, aunque difícil de comprender, es de procedencia bíblica.

A continuación, se presenta una línea de argumentación para reunir los datos bíblicos

sobre el tema.

1. ACLARACIONES INICIALES

Existe solamente un Dios, no somos "triteístas".

Aunque la palabra Trinidad no se encuentra en la Biblia, la doctrina sí es

bíblica.

Al estudiar esta doctrina, debemos tener en cuenta el Progreso de la

Revelación.

Los “textos de Oro” para esta doctrina son: MATEO 28:19; 2 COR. 13:13,14.

2. LA TRINIDAD EN EL ANTIGUO TESTAMENTO

Debido al progreso de la Revelación, el Antiguo Testamento no tiene, en

forma precisa, un concepto claro de un Dios Triuno. Sin embargo, hay suficientes

evidencias que muestran que el A.T. anticipa y señala hacia esa dirección:

Implicaciones de Pluralidad: Esta no es una prueba definitiva, aunque sí

deja margen para pensar que hay varias personas en la Deidad: Gn. 1:26;

3:22-23; 11:6,7; Is. 6:8. Hay que notar, sin embargo, que ninguno de los

textos anteriores nos habla de "tres" personas.

El Ángel de Yahvé: Se le menciona varias veces en el A.T. (Gn. 16:7; Jue.

13:9). Hay que notar que el Ángel de Jehová es Jehová mismo (Jue. 13:20-22;

LA DOCTRINA DE LA TRINIDAD


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Ex. 3:2-6; Gn. 31:11-13), pero, a la vez, el Ángel de Jehová es distinto de

Jehová (Zac. 3:1-2).

La distinción entre personas: Sal. 45:6,7.

** A Jehová se le distingue de Jehová (Os. 1:7; Gn. 19:24)

** Al Redentor se le distingue de Jehová (Sal. 2:2; Pr. 30:4; Is. 59:20)

** Al Espíritu se le distingue de Jehová (Is. 48:16; 59:21; 63:9,10)

3. LA TRINIDAD EN EL NUEVO TESTAMENTO

Evidencia de la Unidad de Dios: 1 Co. 8:4-6; Ef. 4:3-6; Stg. 2:19.

Evidencias de las Otras Personas de la Deidad:

** Dios Padre es Dios: Jn. 6:27; 1 P. 1:2.

** Jesucristo es Dios: Tenía los mismos atributos que Dios: omnisciencia

(Mt. 9:4); Omnipotencia (Mt. 28:18); Omnipresencia (Mt. 28:20); El sustenta

todas las cosas (Col. 1:17); el creó todas las cosas (Jn. 1:3); El juzgará a todos

(Jn. 5:27). Se le llama Dios (Jn. 1:1)

** El Espíritu Santo es Dios: Se le llama Dios (Hch. 5:3-4); es Omnisciente

(1 Co. 2:10; es Omnipresente (1 Co. 6:19); regenera a las personas, lo cual

solamente Dios puede hacer (Jn. 3:5-6,8).

4. UNA DEFINICIÓN DE LA TRINIDAD:

TRINIDAD: Es la doctrina que enseña que solamente hay un Dios en tres

personas coeternas y coiguales, iguales en esencia pero distintas en

subsistencia.

(B. Warfield, International Standard Bible Encyclopedia, pág. 3012, vol. 5)

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