la ergonomía del masaje tradicional -...

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La Ergonomía del Masaje Tradicional Tailandés Diez reglas para una práctica segura y efectiva 1. Trabajar desde tu centro Iniciar todo movimiento desde tu centro. El “centro” también se conoce como “hara”, “tantien” or “segunda chakra.” Esta zona se ubica en su abdomen inferior, a la distancia de dos dedos por debajo del ombligo. Para encontrar el punto céntrico de tu energia, tensiona los músculos de tu centro, y muévete el torso superior de izquierda a derecha y de adelante para atrás. Aquí es donde debe originarse toda tu energia y movimiento . Mantén tus brazos rectos, pero no rígidos. Relaja tus hombros, y deja que tus manos sean extensiones de tu hara. Cada pequeño movemiento en tu hara debe transferir energia a tus manos y a otras partes de tu cuerpo. Cuando doblas los codos o trabajas desde tus codos pare abajo, rompes la conexión con tu hara. Esto resulta en un trabajo inferior, y hace que tus hombros y brazos trabajen más de que es necesario. Este proceso puede causar daño cumulativo trás un período de tiempo. Afínate al cuerpo de tu cliente, para que la conexión entre tu hara y el de tu cliente sea fuerte. Nuestros cuerpos tienen inteligencia natural, y pueden sentir lo que hay que hacer con respeto a la cantidad de pre- sión, como parsar tu trabajo, y cuando y donde trabajar con más atención. Trata de no pensar o analizar mucho cuando trabajas con tus clientes. Cuando piensas demasiado, puedes distraerte y perder el camino natural e intuitivo. Cuando tus brazos estén rectos y tus hombros relajados, tus manos, pies y el cuerpo entero pueden mov- erse como extensiones de tu hara. Entrégate al cuerpo de tu cliente a la profundidad que necesita, y con una sensatez refinada. Así podrás trabajar con ellos en vez de hacer el masaje Tai sobre ellos. Trabajando desde tu centro también te ayuda a regular tu velocidad, para que no trabajes demasiado hondo si tu cliente no esta preparado para recibirte. Esto figura entre los errores más graves que puede hacer un terapeuta. 2. Usar el peso de tu cuerpo El masaje tailandés es una de las pocas modalidades que nos permite trabajar al mismo nivel que el de nuestros clientes. Un tratamiento tai puede efectuarse sin mucho ezfuerzo si aprendes a utilizar el peso de tu cuerpo. Cuando haces contacto con tus manos, pies, codos o rodillas, usa tu peso, no tus músculos. No utilice la fuerza de tus brazos ni ejercer tus músculos. Date cuenta de mantener siempre tus hombros relajados, y de exhalar mientras aplicas la presión. En la foto a la derecha, Ajahn Pichet Boonthumme demuestra una presión de hombros con gracia y per- fecta ergonomía. Sus hombros están trancados, sus brazos derechos, y sus palmas se enfrentan la una con la otra. Su balance se concentra en su hara, y práctica- mente se suspende de los hombros de su cliente, con sus pies haciendo un mínimo de contacto con el suelo, como para estabilizarse. Toda su energía se origina en su hara, corre por su cuerpo entero, y sale por sus manos.

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La  Ergonomía  del  Masaje  Tradicional  Tailandés  

Diez reglas para una práctica segura y efectiva 

1. Trabajar desde tu centro Iniciar todo movimiento desde tu centro. El “centro” también se conoce como “hara”, “tantien” or “segunda chakra.” Esta zona se ubica en su abdomen inferior, a la distancia de dos dedos por debajo del ombligo. Para encontrar el punto céntrico de tu energia, tensiona los músculos de tu centro, y muévete el torso superior de izquierda a derecha y de adelante para atrás. Aquí es donde debe originarse toda tu energia y movimiento . Mantén tus brazos rectos, pero no rígidos. Relaja tus hombros, y deja que tus manos sean extensiones de tu hara. Cada pequeño movemiento en tu hara debe transferir energia a tus manos y a otras partes de tu cuerpo. Cuando doblas los codos o trabajas desde tus codos pare abajo, rompes la conexión con tu hara. Esto resulta en un trabajo inferior, y hace que tus hombros y brazos trabajen más de que es necesario. Este proceso puede causar daño cumulativo trás un período de tiempo. Afínate al cuerpo de tu cliente, para que la conexión entre tu hara y el de tu cliente sea fuerte. Nuestros cuerpos tienen inteligencia natural, y pueden sentir lo que hay que hacer con respeto a la cantidad de pre-sión, como parsar tu trabajo, y cuando y donde trabajar con más atención. Trata de no pensar o analizar mucho cuando trabajas con tus clientes. Cuando piensas demasiado, puedes distraerte y perder el camino natural e intuitivo. Cuando tus brazos estén rectos y tus hombros relajados, tus manos, pies y el cuerpo entero pueden mov-erse como extensiones de tu hara. Entrégate al cuerpo de tu cliente a la profundidad que necesita, y con una sensatez refinada. Así podrás trabajar con ellos en vez de hacer el masaje Tai sobre ellos. Trabajando desde tu centro también te ayuda a regular tu velocidad, para que no trabajes demasiado hondo si tu cliente no esta preparado para recibirte. Esto figura entre los errores más graves que puede hacer un terapeuta.

2. Usar el peso de tu cuerpo El masaje tailandés es una de las pocas modalidades que nos permite trabajar al mismo nivel que el de nuestros clientes. Un tratamiento tai puede efectuarse sin mucho ezfuerzo si aprendes a utilizar el peso de tu cuerpo. Cuando haces contacto con tus manos, pies, codos o rodillas, usa tu peso, no tus músculos. No utilice la fuerza de tus brazos ni ejercer tus músculos. Date cuenta de mantener siempre tus hombros relajados, y de exhalar mientras aplicas la presión. En la foto a la derecha, Ajahn Pichet Boonthumme demuestra una presión de hombros con gracia y per-fecta ergonomía. Sus hombros están trancados, sus brazos derechos, y sus palmas se enfrentan la una con la otra. Su balance se concentra en su hara, y práctica-mente se suspende de los hombros de su cliente, con sus pies haciendo un mínimo de contacto con el suelo, como para estabilizarse. Toda su energía se origina en su hara, corre por su cuerpo entero, y sale por sus manos.

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Bob Haddad, RTT
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3. Protejer las muñecas Trata siempre de mantener tus muñecas en un ángulo comodo y sostenible. Mantán tu peso corporal directamente encima de tus brazos, y aplica presión hacia abajo. Trabaja con un ángulo de 90 grados, o un poco menos, para que estés comodo. No superes de los 90 grados, porque puede resultar en daño a los nervios o ligamentos. Utiliza una rotación de brazos cómoda y sostenible. Tus dedos pueden apuntarse directamente hacia enfrente, o virados lateralmete, hacia los lados, entre 45 y 60 grados. No estires tus ligamentos, lo cual puede desplazar las coyunturas. Cambia la orientación de tu cuerpo cuando sea necesario, para que tus brazos estén en una posición de máxima comodidad.

Cuando apresiones con las palmas, dirige la energía a través de tus brazos hacia el talón de tus manos, y después desplaza la presión por toda la palma para agrandizar y suavizar el punto de contacto. Si diriges la presión sin hacerla mas ancha con tu palma, puede ser demasiado fuerte o agudo para tu cliente, y puede resultar en heridas de los nervios o ligamentos.

4. Mantener rotación cómoda de los codos Cuando ejecutas cualquier presión de “mariposa”, tal como en la foto arriba, (o en los muslos o en la espalda), debes alinearte la parte interior de los codos, con las coyunturas de los brazos dando para frente. Trata siempre de evitar que tus brazos se giren lateralmente hacia los lados.

5. Mantener recta la columna vertebral

Mantén siempre tu cuerda vertebral en una línea recta, ni muy rígido ni muy curvado ni aflojado. Si utilizas los músculos de tu hara cuando te mueves, protejerás la espalda inferior, especialmente cuando apresiones con los pies en posición supina o en posición lateral. Mantén arriba tu cabeza, y el cuello alineado con la columna vertebral, tal como en la foto. Elimina o modifica cualquier movimiento que te exije doblar el cuerpo o curvar la columna vertebral desde una posición sentada o parada.

Si necesitas doblarte, dobla siempre desde las caderas, y fortalece tu hara antes de ejercer cualquier tipo de presión. Para los movimientos y posturas que te requieren levantar los pies de tu cliente, pónte de cuclillas o de rodillas primero, y agarra los pies antes de pararte. Párate con la espalda recta, doblando las piernas, mientras inhales.

6. Mantener abierto el pecho Concéntrate en el espacio entre las escápulas, no deja caer tus hombros, y mantenga abierto el pecho cuando sea possible. Haciendo asi podras prevenir cifosis (curvacion de la columna vertebral) y podras minimizar problemas de los rotadores.

7. Proteger los pulgares Cuando trabajas las líneas sen con los pulgares en el masaje tradicional tailandés, debes siempre usar los cojines de los pulgares, la parte entre la primera coyuntura y la punta. Trata de no usar nunca las pun-tas de los pulgares. Si no tienes “pulgares tailan-deses”, los cuales se doblan para atrás en la primera coyuntura, trata de aplicar menos presión desde las puntas y enfocarte presión con la parte más céntrico del pulgar. Cuando se usa las puntas, casi siempre resulta en una sensación aguda, intensa o incómoda para tu cliente. Cuando aplicas presión con las palmas de la mano, especialmente sobre las piernas superiores, mantén los pulgares cerca de los otros dedos, para que no estén aislados y vulnerables a cualquier tipo de daño.

Acuérdate siempre de mantener los brazos rectos, los hombros relajados, y los codos trancados. Haz todo movimiento desde tu hara, con la espalda recta, y usa el peso natural de tu cuerpo para aplicar presión por medio de las manos.

8. Mantener alineados las caderas y los hombros

Haz que sus caderas y hombros se dan para la misma dirección, y trata siempre de moverlos juntos. Cuando se ejecuta torsiones vertebrales, tal como en la foto, asegúrate de torcer el cuerpo entero desde las caderas para arriba, aún mientras fijes tu rodilla contra la pierna superior de tu cliente. Trabaja siempre con buena respiración, moviendo tu clente mientras ella exhale, y aflojando o regresando con su inhalación. Nunca aplica presión por medio de los brazos o las piernas si tus caderas dan para otra dirección. Date cuenta cuando cometes este error, y modifica el movimiento inmediatamente, ajustando tu cuerpo (o el de tu cliente) para establecer una postura con mejor alineación.

10. Respirar ! La respiración es una reacción involun-taria, pero para mejor efectuar el yoga-massage tailandés, uno debe saber la importancia de respirar profunda-mente, y saber cuando debe inhalar y exhalar. Tus clientes podrán aprove-char de las compresiones y estiramien-tos cuando respiran profundamente. El terapeuta también debe respirar con profundidad de acuerdo a todos los movimientos de una sesión. Cuando comienzas una sesión, toma un poco de tiempo para enfocarte en la respiración de tu cliente, y modificar tu propia respiración para que estés coordinado con la de ella. De vez en cuando durante la session, fíjate en la subida y bajada del abdomen de su cliente para poder saber cuando apli-car los movimientos.

Este artículo fue escrito por Bob Haddad, basado en parte en otra información escrita por James Peckham . © 2006 Thai Healing Alliance International This article was written by Bob Haddad, based in part on information written by James Peckham. © 2006 Thai Healing Alliance International

9. Apoyar el peso de tu propio cuerpo Siempre es mejor apoyar tu propio peso cuando trabajas con tus clientes. Si te apoyas sobre el cuerpo de tu cliente, puede haber peligro de caerse y causar daño. Fíjate siempre en los riesgos que hay, especialmente con posturas de balance de peso o de suspensión. Cuando puedas, haz modificaciones a la postura para que tengas siempre mayor seguridad y estabilidad.

La respiración sincronizada es cuando tu y tu cliente inhalan o exhalan al mismo tiempo. La respiración oposicional es cuando una persona inhala mientras la otra persona exhala. Ambos tipos de respiración pueden utilizarse en una sesión típica tailandés. Lo más importante es aprender cuales movimientos requieren la respiración sincronizada y cuales te servirán mejor con la respiración oposicional. Esta sabiduria viene con mucha práctica, and con mantener una presen-cia muy conciente de un momento a otro durante la sesión. Por lo general, el cliente debe exhalar cuando el terapeuta se le aplica cualquier presión, o cuando se le mueve el cuerpo. En cambio, debe inhalar cuando se le quita la presión o cuando se le regrese a la posición original. En la foto arriba, por ejemplo, la cliente debe exhalar cuando se le alza en la posicion de “cobra.” El terapeuta, sin embargo, debe inhalar mientras se le levanta en posición, porque el aumento de oxígeno a su cuerpo le dará mas fuerza como para efectuar el movimiento. Ambas personas deben exhalar cuando se le regrese la cliente al suelo, a la posición original. Bajo ningunas circunstancias debe aguantar la respiración cuando se recibe o se ejecuta una sesión de masaje tailandés. De vez en cuando, el terapeuta puede recordarle al cliente a que se respire profundamente, y después esperar a que se exhale antes de comenzar un nuevo movimiento. Por la mayor parte, tu papel como terapeuta es de coordinar tus movemientos según la respiración natural de su cliente. A veces, esto requiere esperar a que el cliente inhale o exhale antes de comenzar un nuevo movimiento.