Maestro en funcin del inters del estudiante estudiante que construye conocimiento

Por: Lucy Rivera Soto

La realidad de la escuela y el papel del docente frente a la misma, lo compromete a plantearse un reto que cambie la dinmica del proceso enseanza aprendizaje con el fin esencial que lo conduzca a minimizar la brecha tan grande que existe actualmente entre lo que se pretende ensear y de lo que el estudiante espera del sistema educativo.

El contexto en el cual en la actualidad se posibilita la accin de educar, muestra a jvenes que ingresan al sistema con perspectivas diferentes a las que en la realidad se les ofrece. Este es el punto de partida de la prdida del inters por la escuela y de la oportunidad de redituar esa curiosidad que traen y los motiva a aprender. Pero tambin se constituye en el punto de partida de la renovacin del saber a travs de la educacin de los profesores (Morn 1999), pues parte de la preocupacin del docente frente a la tarea de profundizar y utilizar una gran cantidad de herramientas que permitan estimular en el estudiante el deseo de aprendizaje y, por lo mismo, conseguir su atencin y mantenerla.

La herramienta que con ms frecuencia ha ganado protagonismo en nuestras sociedades es la tecnologa, dados los matices que ofrece y que bien gestionados pueden llegar a ser el mecanismo fundamental que permita que los jvenes aprovechen al mximo el conocimiento y asimismo se gocen la aventura del aprendizaje. Esta situacin obliga al docente a que tenga absoluto dominio no solo del qu de su saber, sino tambin del cmo y para ello es imperativa su permanente formacin en el campo de las TIC as como de otros mecanismos que la pedagoga moderna ofrece. La incorporacin de las Tecnologas de la Informacin y Comunicacin en el aula y fuera de ella, estimula y al mismo tiempo envuelve al estudiante en un proceso donde se parte de sus intereses y los hace interactuar con el medio en el cual se desenvuelve, lo que genera en ellos el goce de estudiar y de encontrar en la escuela el espacio de entera satisfaccin que los obliga a buscar y cultivar el espritu para construir su propio conocimiento. De esta manera, se est dando respuesta a un cambio que ellos mismos reclaman y que tiene como consecuencia una verdadera conciencia de aprendizaje.

Seproponequeesteprocesoinnovadordebieratenercomoejedereferenciael desarrollodelascompetenciasinformacionales ydigitales,destinadasapreparar alalumnado como ciudadanoautnomo,inteligenteycrticoantelaculturadelsigloXXI (Moreira 2008).

Al estudiante utilizar este recurso y el gusto que anima su uso, est dando el primer paso para lograr el verdadero cambio que lo conduzca al anlisis de su entorno social y lo que desde ah puede hacer para propender por una mejor calidad de vida. La ubicacin dentro de un contexto donde los jvenes no encuentren un futuro esperanzador y sin ninguna visin de vida, les augura una realidad cruel. De ah que sea imperativo e indispensable la preparacin para la vida desde la escuela, que proyecte un sistema educativo ms all de lo que hasta ahora se ha dado. Infortunadamente, la escuela de nuestro tiempo, o ms bien de nuestro contexto, plantea un escenario en donde los profesores se han centrado en el resultado, en el producto final. La obsesin del docente por conseguir los mismos objetivos acadmicos en todo el estudiantado, lo convierte en un sujeto que piensa ms en su xito como maestro que en el aprendizaje de sus estudiantes, quienes son en ltimas los protagonistas. Lo importante de la docencia es lo que este descubre en el proceso, en el devenir de cada estudiante. Lo importante de la docencia de hoy es precisamente el hoy, pues es necesario olvidarse del futuro para ensear desde el inters, desde el entusiasmo y pretendiendo una conexin entre lo que se ensea y lo que viven los estudiantes (Gerver, 2010).

Estos cambios que se plantean desde el quehacer docente, son necesarios, requieren de docentes apasionados por las verdaderas transformaciones que conduzcan a la humanizacin, a la sensibilizacin frente a la premisa de que se necesitan personas preparadas ms all de una disciplina, capaces de resolver conflictos que se le presentan en la cotidianidad (Porlan 2000). La pasin que siente un docente en su ejercicio se la transmite a los jvenes, despierta en ellos ese verdadero deseo de cambio para desarrollar el conocimiento, la comprensin y la sensibilizacin frente a lo nuevo. Adems de la escuela y del papel del docente frente a esta, cobra igual importancia la familia, la cual tiene que actuar en concordancia con la escuela, dado que es en la familia donde se aprenden las normas y valores que guiarn para toda la vida y donde se hallan los mejores medios para su formacin integral.

Paralelamente, el debilitamiento de la familia y las crisis de valores dentro de la misma, trae consigo caractersticas que sin duda tambin afectan la labor docente. Las familias han delegado en la escuela su verdadero rol de educar para la vida. La falta de compromiso para con los deberes escolares, la transformacin de la estructura familiar, los nios criados por personas diferentes a sus padres, el modelo tradicional de familia, ha estado en constante transformacin. Hoy se encuentran nuevos y diferentes tipos de familias (monoparentales, mercuriales, homosexuales, etc.) y asimismo las condiciones econmicas que las afecta trae consigo en muchos casos la pobreza extrema, la baja autoestima, la apata escolar, entre otros.

Todas estas caractersticas que predominan y definen la problemtica social, afectan el normal desarrollo en la accin de educar desde la familia-escuela y escuela familia, dado que la familia va por un lado y la escuela por otro; se evidencia un total desconocimiento de la realidad desde la familia hacia la escuela y de la escuela hacia la familia; la responsabilidad no debe recaer solo en la escuela, es un deber compartido.

En conclusin, el propsito de toda labor educativa es humanizar la vida desde la diversidad, generar espacios para el respeto a las diferencias, la reflexin, la autonoma, que conduzca al desarrollo de la capacidad de afrontar y solucionar los problemas que se presentan en la cotidianidad y que asimismo les permita ser seres que transformen la sociedad desde su praxis. Un ser integro, holstico, que desde todas sus dimensiones, potencializa su humanidad y la proyecta hacia la construccin de un mundo mejor para s y para su entorno. Se establece as una relacin de control mutuo entre la sociedad y sus integrantes, en tanto que desde una visin de igualdad que provee la democracia, es posible concebir la Humanidad como comunidad planetaria. La educacin debe no slo contribuir a una toma de conciencia de nuestra Tierra-Patria, sino tambin permitir que esta conciencia se traduzca en la voluntad de realizar la ciudadana terrenal (Morn 1999).

ReferenciasMoreira, M. (2008). La innovacin pedaggica con TIC y el desarrollo de las competencias informacionales y digitales.Investigacin en la escuela, (64).Gerver, R. (2010). Creando hoy las escuelas del maana: la educacin y el futuro de nuestros hijos. RTE. Morin, E. (1999). Los siete saberes necesarios para la educacin del futuro.Morin, E. (1999). La cabeza bien puesta.Buenos Aires: Nueva Visin,22. Porln, Rafael (2000). El diario del profesor. Sevilla: Diadia Editorial.Porln Rafael et al. (1991). Investigacin y enseanza. Serie Prctica N 6. Sevilla: Diadia Editorial.