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Documento sobre las Relaciones Norte-Sur

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  • LA DIVISION NORTE-SUR EN LAS RELACIONES INTERNACIONALES

    Josefina del Prado*

    INTRODUCCIN

    Los trminos Norte y Sur son nuevas denominaciones a viejas divisiones entre los estados nacin, entre los pases ricos y pobres, los desarrollados y subdesarrollados, industrializados y menos industrializados o no industrializados ... Aunque es cierto que existe una gran coincidencia entre la ubicacin de los pases respecto a la lnea del Ecua-dor y su posicin en el dilogo Norte-Sur, es evidente que esta ltima no se debe a consi-deraciones geogrficas.

    "Norte-Sur" responde a consideraciones de poder y percepcin y no de geografa . En cuanto al primero, es evidente que la divisin Norte-Sur refleja la distribucin de poder en el sistema internacional. El segundo factor se refiere a la percepcin de pertenecer a un mismo grupo, de compartir Jos mismos valores, creencias, o no.

    ~: .

    Nuestro propsito es analizar si en l marco del_o;den internacional imperante .~xJste un inters y sobretodo posibilidades reales de contribuir a que la brecha entre estos dos he-misferios se reduzca o si el propio sistema est creado para mantener el status quo. Para ello hemos dividido el trabajo en tres partes.

    En la primera parte de este ensayo nos dedicaremos a revisar las principales defini-ciones de los trminos Norte-Sur en el marco de las relaciones internacionales y los con-ceptos vinculados a los mismos. Asimismo haremos un recuento de las diversas etapas por las que han pasado las relaciones Norte-Sur desde que adquierieron protagonismo en la agenda mundial a mediados de los aos 60's.

    En la segunda parte del artculo nos detendremos a identificar indic~dorcs objetivo, que deben tomarse en cuenta para considerar a un estado como integrante del Norte o del

    * Master en Relaciones Internacionales en la Universidad de Warwick, Inglaterra. Profesora en la Facultad de Derecho de la Universidad Catlica

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    Sur, en el marco de la disciplina que nos ocupa. En esta parle del lrahajo demostraremos cmo los factores determinantes para establecer esta divisin son el poder y la percepcin, ms all de cifras o indicadores econmicos.

    En la tercera parte del ensayo ahordaremos especficamente la composicin del lla-mado "Sur" para demostrar la heterogeneidad de sus miembros. Finalmente evaluaremos en este captulo la posihilidad de que un estado cruce "la lnea del Ecuador" y se pueda convertir en parte del poderoso y admirado "Norte" , a la luz del orden internacional vi-gente.

    l. PRIMER PARTE

    l. 1 Definiciones

    Generalmente se hahla de "relaciones Norte-Sur" para hacer referencia al aspecto multilateral de las relaciones entre los pases desarrollados y en desarrollo, que han atrave-sado importantes transformaciones en las ltimas cuatro dcadas" 1

    Para entender los alcances de ambos trminos dehemos tener en cuenta los conceptos asociados a ellos. Norte-Sur son entendidos muchas veces como sinnimos de viejas de-nominaciones que expresan una "crnica" divisin entre los estados pobres y ricos; son conceptos que retlejan la desigualdad entre los pases desarrollados o en desarrollo o sub-desarrollados: entre los que gozan de mayor bienestar y los menos privilegiados; entre los industrializados y los menos o no industrializados.

    Los pases del Norte son identificados lamhin con los llamados "pases avanzados", de acuerdo a sus economas. Es as que se les define como "estados con los niveles ms al-tos de ingreso per cpita y ms industrializados".2

    Pero en las relaciones Norte-Sur no se tienen en cuenta solamente los criterios eco-nmicos. El Norte es usualmente asociado a determinados valores, a aquellos que abanderan los estados de Occidente, principalmente Estados Unidos y Europa occidental. Es decir, se les identifica con aquellos pases que pertenecan durante la Guerra Fra al "primer mundo", el "mundo capitalista". El Norte es descrito como un grupo homogneo de pases con poder en el contexto internacional. que cuentan con una herencia cultural co-mn y se distinguen por una preferencia por las instituciones democrticas y economas de libre mercado.

    El Sur es asociado con los pases en desarrollo, es decir aquellos "que no han alcan-zado an un desarrollo econmico caracterizado por el crecimiento e industrializacin, ni tienen un producto bruto interno suficiente como para producir los ahorros domsticos ne-

    KRIEGER. Jocl. The Oxford Companion to Politics of the World (New York: Oxford Univcrsity Press. 1993). p. 653

    2 RANNOCK. Raxtcr & DA VIS. Dictionary of Economics ( Harmondsworth: Penguin Books. 1992). p.ll

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    cesarios para financiar la inversin que se requiere para creccr''.J Han sido tambin identi-ficados con movimientos como los no alineados o con el Tercer Mundo. Sin embargo, ac-tualmente se trata de evitar estas denominaciones pues resultan obsoletas con el fin de la Guerra Fra y la identificacin de estados de un cuarto o quinto mundo por sus niveles de atraso y pobreza.

    Este grupo, a diferencia del Norte est

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    a) 1964-1972: Slida hegemona de Estados Unidos b) 1973-1981: Declive de la hegemona de Estados Unidos e) 1982 hasta ahora: Intentos de recuperacin de la hegemona de Estados Unidos

    La primera fase de las relaciones Norte-Sur estuvo marcada por la habilidad de los Estados Unidos de ejercer su influencia en la post Guerra Mundial, especialmente a travs de la creacin de diversas organizaciones internacionales como el GATT, FMI, ONU y BM. "La hegemona norteamericana estaba centrada domsticamente en un pacto social entre la burguesa y los sectores de la clase obrera, establecido bajo la administracin Roosevelt. Poco tiempo despus, luego de la Segunda Guerra Mundial, este bloque histri-co trascendi fronteras para incluir a la burguesa del resto de los pases industrializados as como a miembros de las clases dominantes en el Tercer Mundo", seala Marchand5 para explicar el proceso evolutivo de las relaciones Norte- Sur.

    En este periodo exista un gran optimismo porque las lites intelectuales de ambos lados tendan a creer que el desarrollo econmico era fcil de alcanzar. En esta poca se gestaron, especialmente en Amrica Latina, teoras dependentistas como la de Ral Prebisch. Se asuma por ejemplo que a travs de modelos de sustitucin de importaciones se lograra una rpida industrializacin de los pases en desarrollo. Surgieron organizacio-nes que buscaban responder a las demandas del Sur y acortar la brecha con el Norte, tales como el G-77, la UNCTAD.

    En la segunda fase de las relaciones Norte Sur identificada por Marchand, ellas se ven dominadas por un cambio poltico y econmico entre los pases de mayor industriali-zacin. Este periodo estuvo marcado por la crisis del petrleo y el colapso de entonces vi-gente sistema internacional monetario, luego de la eliminacin de tipos fijos de intercam-bio. Hubo un rpido crecimiento en el mercado monetario europeo y la brecha entre Esta-dos Unidos, Europa y Japn fue reducida.

    En esta fase, " la hegemona de Jos Estados Unidos se vio en problemas y como con-secuencia el Sur tuvo la oportunidad de tomar una posicin ofensiva", destaca Marchand.6 En este momento el Norte revel su vulnerabilidad econmica y su dependencia con las materias primas. Sin embargo, la posicin coyuntural de la Organizacin de Pases Exportadores de Petrleo (OPEP) no fue aprovechada por el Sur y perdieron una gran oportunidad de reemplazar o al menos reforn1ar el orden econmico que marcaba las rela-ciones Norte-Sur.

    En estos aos tambin surgieron otros factores como la recesin de los Estados Uni-dos, la guerra de Vietnam y el escndalo Watergate, que erosionaron la posicin dominan-te del pas del Norte y que brindaron oportunidades al Sur de revertir la dinmica de las relaciones. Pero como Augelli y Murphy resaltan, " los miembros de la OPEP no utilizaron sus recursos como una parcial o total estrategia para consolidar su poder en la economa mundial" ni tampoco "invirtieron juiciosa y selectivamente sus bienes de manera de captar nuevos aliados para su bloque". En cambio, indican, "la mayor parte de Jos miembros de la

    5 Op. Cit. p. 290. 6 Op. Cit p .. 291.

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    OPEP se apoyaron en instituciones privadas que compartan los intereses del tradicional bloque dominante, la banca internacional".7

    La tercera fase de las relaciones, se caracteriza en cambio por las contradicciones al interior de los grupos. La crisis de la deuda externa, los conflictos comerciales, el surgimiento de polticas proteccionistas son algunos de los hechos que distinguen los aos que vivimos desde principios de los 80's y en los cuales Estados Unidos recupera su liderazgo en las relaciones Norte-Sur.

    En este periodo destacan las diferencias entre los integrantes del llamado Sur pues se acrecienta la brecha entre ellos tanto en trminos econmicos como polticos. Aparecen aqu los nuevos pases industrializados (Newly lndustrialising Countries: NICs) que ejemplifican para algunos la validez de las economas orientadas a la exportacin y que erosionaron la posible cohesin ideolgica del Sur.

    A finales de los 80's la cada del Muro de Berln y con ella del sistema comunista, signific otro hito en las relaciones Norte-Sur. El fin de la Guerra Fra y el consenso res-pecto al triunfo del sistema capitalista abanderando una democracia liberal reforz la ideo-loga del Norte ya que como afirma Kegley, se expande la idea de "la importancia de las polticas de libre mercado y el pluralismo poltico y son presentadas como bsicas para lo-grar el desarrollo".8

    Esta poca ha sido denominada "la dcada perdida" y en ella las relaciones Norte-Sur fueron desplazadas nuevamente por la Este-Oeste en la agenda internacional. El resul-tado de estos aos ha sido la debilitacin del Sur, su descomposicin, dada su diversidad y contradicciones en trminos de realidades y metas. El Norte es definitivamente ms homo-gneo y ello contribuye a que pueda presentar polticas y estrategias de consenso para al-canzar intereses comunes. Existen sin duda diferencia entre los componentes del Norte pero ellas no han sido lo suficientemente fuertes como para erosionar su poder como blo-que y su habilidad para sentar las reglas del juego en el orden internacional.

    2. SEGUNDA PARTE: QU DETERMINA QUE SE PERTENEZCA AL NOR-TE OAL SUR?

    2. 1 Indicadores

    Como hemos sealado al referirnos a las definiciones dadas a los trminos Norte Sur, ellos son frecuentemente identificados con la idea de desarrollo. Es por ello que los posibles indicadores objetivos para catalogar a un pas como del Norte o Sur parten de esta nocin.

    En los aos sesenta el crecimiento econmico era asociado a la definicin de desa-rrollo pero el tiempo demostr que no era un buen indicador para medirlo y que era posi-ble el crecimiento sin desarrollo como sucede con los pases petroleros. En este caso el in-

    7 Op. Cit. p. 293 8 KEGLEY, Charles & WITIKOPF. R. Eugene World Politics: Trend and Transformation.

    (New York: St. Martin's Press, 1995)

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    greso per cpita no dice nada respecto al desarrollo del pas en trminos de equidad, bien-estar y distribucin. La definicin resultaba pues inexacta e incluso distorsionaba el alcan-ce del trmino desarrollo a nivel integral .

    Esto no quiere decir que el crecimiento econmico no tiene que ser considerado como indicador pero sin duda no es el nico ni determinante para medir el desarrollo.

    En los aos 70's se incorporaron a esta definicin otros requisitos como la reduccin de la pobreza, nivel de desigualdad y desempleo; algunos incluso hablaban de la satisfac-cin de las necesidades bsicas. Este concepto fue planteado por Robert Mac Namara du-rante su gestin en el Banco Mundial, sin embargo nunca fue plenamente adoptado. Su ad-ministracin le dio especial atencin a la desigualdad en la distribucin de ingreso y esti-mul nuevas olticas y estrategias para reducir la brecha y buscar una "redistribucin con crecimiento".

    Desde los aos 80's otros elementos fueron incluidos dentro de la detinicin de desa-rrollo como los niveles de democracia, de proteccin del medio ambiente y vigencia del estado de derecho. En esos aos pases como los del Este Asitico demostraron que "el crecimiento econmico no va siempre acompaado de una mayor participacin, apoderamiento y democracia. Pero "una democracia activa s puede ayudar al crecimiento econmico de muchas maneras como al reducir la corrupcin y las normas arbitrarias". 10 Mas de dos tercios de la poblacin mundial vive en este momento bajo regmenes demo-crticos. Sin embargo el Norte no reconoce a todas como tal pues algunas slo lo son en trminos formales o responden a una definicin distinta a la expandida en estos ltimos aos 11 Instituciones como el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional condicio-nan los prstamos o ayuda a que el recipiente goce de un sistema democrtico, de acuerdo a sus parmetros, es decir, los dictados por el Norte.

    En los 90's, el crculo casi se cierra porque la demanda principal vuelve a ser la re-duccin de la pobreza y el crecimiento con desarrollo humano es visto como la nica for-ma de disminuir la brecha entre el Norte y el Sur.

    La divisin en cifras

    La enorn1e brecha entre el Norte y el Sur es graficada por la elocuencia de las cifras. Por ejemplo, en 1980 "el Banco Mundial estim el Producto Interno Bruto (PIB) per capita de los pases capitalistas en US$ 1 O, 444 mientras que en los pases en desarrollo era de US$ 650. Y cuando los indicadores utilizados no son directamente econmicos ( mortali-dad infantil, expectativa de vida, nivel de nutricin, de asistencia mdica, analfabetismo y oportunidades de vida), el golfo en las condiciones bsicas de vida entre la mayora de los pases del Norte y los del Sur es gigantesco" 12

    9 El indicador econmico para medir la desigualdad en la distribucin del ingreso es el coheticiente de Gini

    10 UNITED NATIONS, Human Development Report (New York: UUNN; 1996). p. 58 11 Mayor informacin sobre este tema en "Giobalizacin y democracia", IDEI No 10. 1998. 12 GILL. Stephen & LA W David. The Global Political Economy: Perspectives, Problems y

    Poltics~ (Londres: Harvest, Wheatsheaf. 198R) p. 280

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    Pero es cierto que las cifras pueden ser manipuladas para alcanzar determinadas con-clusiones o proyectar intereses especficos por Jo que se busc un indicador ms completo y explicativo en relacin a la medicin del bienestar de un pas, distinto al producto bruto interno, producto nacional bruto o ingreso per capita. Es as que las Naciones Unidas crean un nuevo indicador que toma en consideracin distintas variables y que se denomina El lndex del Desarrollo Humano (Human Development Index: HDI). El HDI combina tres va-riables: la expectativa de vida, el analfabetismo adulto y el ingreso per capita, ajustado a la capacidad adquisitiva (purchase per product: ppp). Tambin considera los aos de colegio promedio de la sociedad donde se aplica para tener una visin realista del desarrollo del pas.

    Vemos pues que de acuerdo a diferentes criterios las cifras pueden colocar a un pas en determinada situacin y que no son suficientes para colocar a un pas en el Norte o Sur en el marco de las relaciones internacionales. Por ejemplo, los pases del Sur son tan di-versos que se encuentran que entre sus miembros tambin existen grandes brechas en cues-tin de cifras e indicadores tanto econmicos como sociales. Existen muchos pases ubica-dos en una "zona gris", en un "limbo" porque si bien pueden acercarse a cifras importantes en trminos econmicas y estar desarrollando significativamente su industria no son consi-derados del Norte por carecer de otros elementos para ser miembros del club. Es el caso de pases como Brasil, Singapur, Corea del Sur y Taiwn. Si tomamos en consideracin sola-mente variables econmicas, la brecha entre la riqueza de los pases petroleros y Etiopa es mucho mayor que la que existe entre Mxico y Estados Unidos. Entonces, cul tiene que ser la diferencia en trminos de Producto Nacional Bruto u otros indicadores econmicos para establecer en qu casos estamos hablando de relaciones Norte-Sur? Qu hace por ejemplo que Grecia pese a pertenecer a la Unin Europea no tenga la fuerza de un pas del Norte? Cules son Jos criterios aplicados para distinguirlos? La respuesta a esta pregunta la encontramos en dos conceptos abstractos, de difcil medicin como son el poder y la percepcin.

    2.2 Poder y percepcin

    Hasta el momento nos hemos referido a indicadores objetivos, tangibles, que se han asociado a los conceptos Norte y Sur. Pero como adelantramos en un principio, no se tra-ta de estar en la parte Meridional o Septentrional del planeta, ni de alcanzar determinadas cifras macroeconmicas: la diferencia entre unos y otros radicara esencialmente en las no-ciones de poder y percepcin.

    La distribucin de poder en el sistema internacional determina la divisin del mundo en esta visin simplificada, maniquea. La divisin Norte y Sur responde a las estructuras dentro de las cuales las relaciones internacionales son conducidas, establecidas por el Nor-te (y particularmente los Estados Unidos) para su propia ventaja, como seala Hockingl.'.

    La correlacin de fuerzas en el orden internacional se evidencia en organizaciones e instituciones que lideran la poltica y economa internacional como el Consejo de Seguri-dad de la ONU o el Grupo de los Siete, donde se encuentran los estados ms industria-

    13 1-IOCKING & SMITH. Politics: An Introcluctioon to International Relations: Lonclon: Hurvester. Wheutsheaf. 1990. p. 167

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    lizados del mundo. Instituciones como el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacio-nal estn organizadas de tal manera que reflejan el poder que sus miembros tienen en el sistema internacional, muchas veces correspondiente a su participacin econmica. Es de-cir, los estados ms poderosos tendrn ms injerencia en las decisiones de las instituciones financieras ms importantes y ms influyentes del mundo. El FMI o el BM, estn en con-diciones de imponer condiciones para otorgar crditos segn las recetas que sus expertos en desarrollo elaboran. Es mnima la participacin de los recipientes de estos prstamos en la determinacin de qu es lo mejor para sus pases lo que para algunos explica el por qu la situacin no ha variado sustantivamente para el Sur.

    En cuanto a la percepcin de las relaciones Norte-Sur, ya los propios trminos deno-tan una relacin jerrquica, de poder, entre los ms y menos poderosos. La misma divisin implica subordinacin, verticalidad en las relaciones. Existe una cierta reverencia, una ad-miracin respecto al Norte por parte de los pases del Sur. Ellos imponen los modelos, dic-tan las recetas. Se emula su comportamiento, por ello no es casualidad que la globalizacin que hoy vivimos traiga consigo la promocin de una occidentalizacin de la sociedad en cuanto a sus patrones de consumo, por ejemplo.

    Pero la percepcin de pertenecer a un mismo grupo tambin han implicado identifi-cacin con algunas demandas al Norte.

    En 1980 Willy Brant destacaba este elemento al sealar que "las naciones del Sur se ven a si mismas bajo un predicamento comn". 14 Diez aos despus, el Sub secretario ge-neral de las Naciones Unidas, James O. C. Jonah dijo en 1991: "Fundamentalmente ... el Tercer Mundo es un estado mental." 15 Marchand tambin resalta la percepcin que existe que las relaciones Norte Sur son regidas por el primero y definidas a travs de su prisma. Ella destaca como "los estados africanos, asiticos y latinoamericanos son definidos en tr-minos en funcin a lo que los pases industrializados no son, sin considerar sus propias ca-ractersticas. En otras palabras, en el propio proceso de discusin y analisis del conflicto Norte-Sur, los pases africanos, asiticos y latinoamericanos sufren marginacin" 16

    La percepcin del Sur respecto a los beneficios de seguir las reglas dictadas por el Norte y la heterogeneidad de sus miembros contribuye sin embargo a la falta de fuerza de este bloque. La percepcin de una posicin monoltica -la mayora de las veces- del Norte y la falta de cohesin en el Sur es un factor importante en las relaciones internacionales y determina el dominio de uno sobre otro en las distintas esferas de desarrollo. La diversidad del Sur hace ms difcil entenderlo y tender a una visin simplificada de este grupo por parte del Norte, lo que lleva muchas veces a distorsionar sus distintas realidades. El Sur es tomado en cuenta en funcin a la coyuntura internacional y cundo son relevantes para el Norte en trminos de mantener su lugar en el escenario mundial. Es as que en los 80's la inestabilidad en las relaciones Este-Oeste desvi la atencin de las naciones ms poderosas en relacin al dilogo Norte Sur. La popularidad de las filosofas de libre mercado y la globalizacin tambin han contribuido a que el rol del Sur sea ms debil y que dependa

    14 BRAND. Willy en The Report of the Independent Commission on Internacitonal Development Issues (1980)

    15 KEGLEY, Op. Cit. p. 1 1 1 16 MARCHAND, Op. Cit. p. 296

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    ms de las decisiones o medidas adoptadas por el Norte. En este sentido. la globalizacin de la informacin juega un papel muy importante para reforzar la percepcin de poder que subyace en las relaciones Norte-Sur.

    La percepcin de su rol en la escena internacional de la mayora de los ms podero-sos est asociado a un glorioso pasado imperial o su cercana a otros que lo tuvieron en trminos de seguridad o lazos culturales. Los indicadores econmicos pueden reflejar un retroceso econmico pero no necesariamente en ttminos de poder e intluencia en la din-mica de las relaciones internacionales. Es as que Rusia sigue integrando el Consejo de Se-guridad y conserva pese a su crisis econmica, una importancia injerencia en asuntos inter-nacionales, especialmente sobre reas bajo influencia de la Unin Sovitica. Otro elemento caracterstico del Norte es su identificacin con Occidente. Es ms difcil que pases como los del Sudeste Asitico por ejemplo, sean percibidos como parte del Norte pese a su creci-miento econmico. En el siguiente captulo trataremos el caso de Japn, que aparece como una de las pocas excepciones.

    Un ltimo factor que queremos destacar en cuanto a las caractersticas del Sur es que la divisin no slo se da entre pases sino al interior del mismo. Las lites dominantes se sienten ms identificadas con el Norte pese a haber nacido en pases pobres. Ellos tie-nen una educacin y una visin mucho ms cercana al mundo occidental, a sus valores y costumbres y persiguen los mismos intereses. La distancia entre este grupo social y los menos favorecidos de su pas es tan o ms grande que aquella entre el Norte y Sur. Es de-cir, la divisin se reproduce al interior de los pases rellejando la correlacin de fuerzas na-cionales. Se crea as una especie de cadena entre las clases gobernantes, ligadas a las lites y a los pases ms poderosos, lo que tiende a conservar la brecha que nos separa. Kegley describe este fenmeno como el "dualismo que caracteriza las estructuras sociales y econ-micas de las sociedades en desarrollo y que inhabilita su crecimiento. Las sociedades duales estn compuestas por un sector rural, empobrecido y uno urbano, desarrollado o moderno". 17 Por su parte, los dependentistas han explicado esta situacin como consecuen-cia de "los lazos econmicos y polticos entre las lites del Tercer Mundo y los estados ca-

    . 1 11 d , 18 ptta tstas e esarro a os .

    3. TERCERA PARTE: CAMINO AL NORTE?

    Es evidente que la aspiracin del Sur es alcanzar al Norte en niveles de desarrollo, de po-der. Lo que no queda muy claro es si el propio sistema internacional apunta a que siempre exista esta divisin. Heillbroner analiza este punto y seala que "a pesar de su estatus le-gal como entidades soberanas, los nuevos estados nacidos despus del fin de la Segunda Guerra Mundial fueron incluidos en un sistema internaiconal donde no tuvieron voz en su formacin y cuya organizacin y operacin ven como una barrera para lograr resolver los grandes problemas polticos, econmicos y sociales que los azotan. Aqu yace la fuente del contlicto Norte-Sur, una lucha de estados en la base de la jerarqua internacional para me-jorar su posicin en el orden mundial. El debate entre el poderoso Norte y el pobre Sur se

    17 KEGLEY. Op. Cit. p. 134 18 GILL & LAW, Op. Cit. P. 300

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    refiere a asuntos econmicos y de bienestar pero sobretodo el conflicto recae en polticas de desconfianza mutua". 19

    De acuerdo a estas afirmaciones y sobretodo basados en un recuento histrico evi-dente, la divisin Norte-Sur siempre va a ser parte del sistema internacional. Pero si bien encontramos que el Norte est mayorn1ente compuesto de los pases tradicionalmente con poder o relacionados a l tambin notamos que ha habido cierta movilidad desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, la decolonizacin de los 70's y el derrumbe del sistema co-munista.

    Entonces la pregunta es qu debe hacer un pas para cruzar el puente al Norte? He-mos resaltado tambin que la franja gris ha aumentado en los ltimos aos; pases que en algunos aspectos pueden ser considerados como del Norte por su desarrollo tecnolgico o su crecimiento econmico pero que a nivel de indicadores sociales o democrticos o por su influencia poltica en el escenario internacional se ubican en el Sur. Por ejemplo: la India, Brasil, Tailandia.

    Como hemos sealado a lo largo de este artculo para ser del Norte no basta ser industrializado, o contar con un alto nivel de ingreso per capita o de PNB o PBI. Vemos los casos de economas emt

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    guridad - demanda bajo estudio en las NNUU-tiene voz y posicin de liderazgo en los ms importantes foros mundiales como son el G7 o la APEC.

    Esta posicin no la ha conquistado de un momento a otro, ha sido producto de ms de un siglo de crecimiento y sobretodo igualdad de oportunidades. Como destaca Ushikawa en el Reporte de NNUU sobre Desarrollo Humano " la recuperacin del Japn pos guerra combin un crecimiento econmico record y sostenido con saltos hacia un de-sarrollo humano". 21

    La relacin entre Japn y Estados Unidos no hace sino demostrar que ambos perte-necen al mismo grupo, al Norte. El dilogo no es vertical, no existe una percepcin de subordinacin sino de una relacin entre iguales, de mutua dependencia, donde ninguno es capaz de imponer recetas a otro. Se negocia, no se impone.

    Es decir, Japn lo logr y encontr el camino al Norte. Pero se trata de un caso ais-lado. El sistema internacional contiene en s mismo una divisin entre los ms poderosos y los ms dbiles. El primer grupo es de muy difcil acceso, a diferencia del segundo. El ca-mino al Norte no es una ruta fcil, ni corta. Implica mucho tiempo, esfuerzo y sobretodo una coyuntura muy especial donde las condiciones permitan que un pas de el gran salto. Japn lo hizo, pero con su propia receta. Su camino no fue resultado de polticas dictadas por el Norte.

    El futuro de las relaciones Norte-Sur tiene lecturas opuestas. Existe un sector bastan-te optimista que cree que se lograr una reduccin de la brecha entre ambos a travs de la globalizacin y la aplicacin de polticas liberales que ella trae. Pero hay otras escuelas de pensamiento que no tienen tanta fe y que indican que "' no existe evidencia hasta el mo-mento que el libre mercado, que ha sustituido la accin de la poltica internacional y que ahora es dominante en el mundo en desarrollo est capacitada para revertir la situacin de estos pases y colocarlos en el camino hacia el crecimiento econmico". Nosotros coincidi-mos con esta ltima posicin y aunque ya hemos sealado que el crecimiento econmico no es suficiente para el desarrollo integral es indudable que sin l es todava menos proba-ble alcanzarlo. Lamentablemente en los llimos aos las diferencias en vez de acortarse se estn ahondando tanto a nivel internacional como al interior de los pases. El Norte-Sur es una divisin que parece tendr larga vida.

    Y es que se trata de un esquema que nace de la propia naturaleza humana. El hom-bre siempre ha tendido a marcar las diferencias y a hacerlas sentir en funcin al poder. Esto hace difcil que las bases del sistema internacional se refonnulen, pero no imposible. Estamos en una era donde la cooperacin y la interdependencia es una caracterstica luego de varias dcadas de Guerra Fra y de mundos aislados lo que hace necesaria una moditi-cacin de las reglas de juego. Esperemos que ello ocurra y que Norte-Sur simbolicen rela-cin de dilogo tluido y no de con1licto o indiferencia.

    21 Human Development Report. United Nations, Ncw York, 1996.

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    CONCLUSIONES

    Luego de realizar este breve repaso de las relaciones Norte-Sur llegamos a la conclu-sin de que ellas se basan en elementos que van ms all de las consideraciones econmi-cas como son el poder y la percepcin. Ellos son los determinantes en la dinmica entre ambos grupos. Los otros factores como el desarrollo humano alcanzado, la situacin socioeconmica. el ingreso per capita. la vigencia de un sistema democrtico. son impor-tantes pero son la correlacin de fuerzas en el orden internacional y la percepcin de estar en una posicin hegemnica o de subordinacin y del rol que ello conlleva lo que real-mente ubica a los pases en uno u otro hemisferio.

    Desde que las relaciones Norte-Sur adquirieron mayor importancia en la agenda in-ternacional, ellas han pasado por varias etapas y al interior de las partes han ocurrido tam-bin diversas modificaciones. Esto es ms evidente en el Sur, donde la diversidad entre sus miembros se ha agudizado, haciendo cada vez ms difcil la adopcin de posiciones homo-gneas. La zona gris, es decir de pases emergentes cuyas economas han crecido significativamente en estos ltimos aos. Esto ha profundizado las diferencias entre los componentes del Sur donde encontramos a pases como Singapur y Somalia, entre los cu-les es difcil encontrar puntos de contacto.

    Por su parte el Norte se resiste a la movilidad y lo que hace que se mantengan es b-sicamente el poder que tienen en el contexto internacional y la percepcin de su lugar en el mismo, una especie de conciencia de clase, de apego a una posicin tradicional y un respe-to de los dems a ello.

    Entonces no es suficiente mejorar en trminos econmicos, sociales o polticos para dar el salto al Norte. Como en el plano social, siempre existir un rechazo del grupo tradi-cional dominante frente a un posible cambio de posiciones. Los del Sur lucharan para su-perarse, los del Norte darn ingreso restringido a su club y harn lo posible por mantener el status quo. Pero nada puede mantenerse intacto, menos en estos tiempos. Encontramos en Japn un solitario ejemplo de que aunque el camino es largo y difcil, si es posible dar el salto. Japn goza de una posicin de liderazgo en las relaciones internacionales, es de-cir de poder, y todos tenemos la percepcin de ello.