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REVISTA DE ESTUDIOS INTERNACIONALES La diplomacia del gas boliviano: integración energética y geopolítica en la región Ramiro Orias Arredondo El presente trabajo parte de la premisa de que el creciente potencial gasífero cíe Solivia condiciona un nuevo patrón de inserción internacional, modifican- do sustancial y positivamente su rol económico-energético y diplomático- geopolítico en la región; más aún, frente al escenario hemisférico actual, ca- racterizado por la necesidad creciente de fuentes de energía limpia, estables, seguras y provenientes de la misma región. Para Bolivia, país que en el último tiempo ha tenido unpapel secundario en los procesos económicos y políticos de la región, ¡as abundantes reservas1 certifi- cadas de gas natural le representan consecuencias importantes para su rol internacional. Por una parte, se presenta la oportunidad de generar vínculos de cooperación e interdependencia energética con las principales potencias regionales, ¡os que, a su vez, le significan un incremento de su poder político relativo en la región y una mejora de sus posibilidades de gravitación geopolítica y gestión diplomática. Por otra parte, este potencial le representa también la ocasión de consolidar relaciones de interdependencia y equilibrio con sus ve- cinos, constituyéndose en eje de la integración energética de la región y contri- buyendo así a una mejor compiementación económica con ellos. 1 7 de agosto de 2001, en Sucre, cífíco. Hace más de seis décadas, en otro al asumir la presidencia de la Re- conflicto limítrofe, defendimos nuestras pública, el Ing. Jorge Quiroga fronteras y preservamos el territorio boli- Ramírez decía en sumensaje a laNación: viano que tiene más del 80% de nuestras "Hace más de doce décadas, en un con- reservas gasíferas. Hoy, por las reservas Üicto limítrofe, los bolivianos perdimos descubiertas-como respuesta a la apertu- territorio y nuestro acceso al Océano Pa~ ra del mercado brasileño con el gasoduc- 151

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R E V I S T A D E E S T U D I O S I N T E R N A C I O N A L E S

La diplomacia del gasboliviano: integración energética

y geopolítica en la regiónRamiro Orias Arredondo

El presente trabajo parte de la premisa de que el creciente potencial gasíferocíe Solivia condiciona un nuevo patrón de inserción internacional, modifican-do sustancial y positivamente su rol económico-energético y diplomático-geopolítico en la región; más aún, frente al escenario hemisférico actual, ca-racterizado por la necesidad creciente de fuentes de energía limpia, estables,seguras y provenientes de la misma región.Para Bolivia, país que en el último tiempo ha tenido un papel secundario en losprocesos económicos y políticos de la región, ¡as abundantes reservas1 certifi-cadas de gas natural le representan consecuencias importantes para su rolinternacional. Por una parte, se presenta la oportunidad de generar vínculosde cooperación e interdependencia energética con las principales potenciasregionales, ¡os que, a su vez, le significan un incremento de su poder políticorelativo en la región y una mejora de sus posibilidades de gravitación geopolíticay gestión diplomática. Por otra parte, este potencial le representa también laocasión de consolidar relaciones de interdependencia y equilibrio con sus ve-cinos, constituyéndose en eje de la integración energética de la región y contri-buyendo así a una mejor compiementación económica con ellos.

1 7 de agosto de 2001, en Sucre, cífíco. Hace más de seis décadas, en otroal asumir la presidencia de la Re- conflicto limítrofe, defendimos nuestraspública, el Ing. Jorge Quiroga fronteras y preservamos el territorio boli-

Ramírez decía en sumensaje a laNación: viano que tiene más del 80% de nuestras"Hace más de doce décadas, en un con- reservas gasíferas. Hoy, por las reservasÜicto limítrofe, los bolivianos perdimos descubiertas-como respuesta a la apertu-territorio y nuestro acceso al Océano Pa~ ra del mercado brasileño con el gasoduc-

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to- podremos otra vez gravitar sobre elPacífico. El gas es y será nuestro mejorEmbajador, nuestro Canciller y nuestromejor representante en el siglo XXI".

Estas frases ejemplifican y simboli-zan el nuevo rol protagónico que Boliviaestá llamada a desempeñar en los proce-sos de integración energética, políticaexterior y geopolítica regional.

En los últimos años, Bolivia vive unproceso de espectacular crecimiento desus reservas certificadas de gas natural.De 5.6 trillones de pies cúbicos (TCF),de reservas probadas y probables en 1991,ha saltado al 1° de enero de 2002 a 52.3TCF y, si se incluyen las reservas posi-bles, llega a más de 77.2 TCF convirtién-dose así en la segunda potencia gasíferade la región, después de Venezuela, y enla primera de Sur América en reservas degas no asociado y disponible.

Este potencial le permite al país cum-plir y aun ampliar sus exportaciones degas natural al Brasil, diversificar su pro-ducción e incursionar en otros mercadosvecinos, y le abre la posibilidad cierta dellegar a mercados de ultramar. Para estoúltimo, se está impulsando el ProyectoPacífico LNG, verdadero megaproyectode exportación de gas licuificado hacia lacosta oeste de Estados Unidos y Méxicopor un puerto vecino del Pacífico, con unainversión de más de 6 mil millones dedólares de las empresas petrolerastransnacionales más importantes del sec-tor de los hidrocarburos.

Para comprender cabalmente este pro-ceso, se examinarán primero las condi-ciones en que se desenvuelve el mercadoenergético mundial, la crisis de energía

que viven los Estados Unidos y las ten-siones enjuego, para luego describir elpapel que ha venido desempeñando en losprocesos de integración energética en laregión. Finalmente, se analizará cómo laarticulación externa de los hidrocarburoscondiciona la gravitación geopolítica delpaís en la región y en su margen de ma-niobra diplomática.

La insuficiencia relativa de losrecursos energéticos producefluctuaciones bruscas de los

precios internacionales.

ENERGÍA Y GEOPOLÍTICA MUNDIAL

La energía es y ha sido uno de los prin-cipales vectores del desarrollo de las so-ciedades, de ahí su carácter estratégico paratodas las naciones. Aunque relativamenteabundantes, los recursos energéticos no sonilimitados. Desde el punto de vista econó-mico son bienes escasos y, por tanto, suproducción debe ser eficiente y su consu-mo, racional. Pero ello no siempre es así:en los últimos años el mercado energéticointernacional se ha caracterizado por des-ajustes temporales entre la oferta y la de-manda, y esta insuficiencia relativa de losrecursos a menudo produce fluctuacionesbruscas de los precios internacionales, si-tuaciones definidas como crisis energéti-cas, que han sido habituales en la historiaeconómica contemporánea.

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En la actual economía globalizada, lageneración, uso y aprovechamiento sos-tenible de energía ocupa un lugar claveen la agenda internacional. Así, el Clubde Roma, en su informe Remodelando elOrden Internacional1, hizo un extensodiagnóstico de los principales problemasque aquejan a la sociedad internacional:carrera armamentista, sobrepoblación,falta de seguridad alimentaria, destruccióndel medio ambiente, desgaste mundial delos recursos naturales y las fuentes deenergía y problemas en los sistemas decomercio y monetarios.

En la post Guerra Fría, el déficit ener-gético, unido a estas otras variables, esuna de las nuevas fuerzas que amenazannuestro planeta y podrían llegar a causarinestabilidad y conflicto, convirtiéndoseen una verdadera amenaza a la seguridadnacional de muchos Estados y a la estabi-lidad del orden internacional.

Si se analiza el balance energético porregiones, puede identificarse una serie deáreas, según el consumo y la producciónde energía por países. El informe del Forode la Industria Energética Española co-rrespondiente a 1999 señala:

América del Norte es a la vez una delas áreas de mayor consumo energético yde producción variada. Lo primero sedebe al descomunal peso del consumo delos Estados Unidos, que desequilibra elbalance energético de la zona, dotada deingentes recursos de carbón, petróleo, gasnatural, hidroelectricidad y uranio.

Europa Occidental, cuya producciónes insuficiente para cubrir sus ampliasnecesidades energéticas, precisa importarun porcentaje significativo (40%) de suconsumo, fundamentalmente petróleoprocedente de la OPEP.

América del Norte es una de lasáreas de mayor consumo energético.

El Pacífico industrializado (Australia,Corea del Sur y Japón) es también defici-tario, debido al elevado consumo de Ja-pón, país que no tiene demasiados recur-sos, aunque es importante productor deenergía hidroeléctrica y nuclear. Última-mente, Australia ha surgido como granproductor y exportador de carbón, elevan-do algo las reducidas cifras de la zona que,como Europa Occidental, realiza masivasimportaciones de crudo de la OPEP.

La ya desaparecida Unión Soviéticaha sido (y Rusia sigue siendo) el mayorproductor de energía y el segundo en con-sumo, y su excedente ha abastecido lasnecesidades de los países del este de Eu-ropa -durante décadas bajo la órbita so-viética- y ha exportado a occidente. Ru-sia es el país que cuenta con mayores re-cursos energéticos. Europa del este pre-senta saldo deficitario debido a su eleva-do nivel de consumo y a la falta de hidro-carburos.

Los países de OPEP, organización ocártel exportador de petróleo, tienen bajo

1 Véase Jan Timbergen (coordinador). Reshaping (he International Order. A Report ío (he Club ofRome, (Nueva York, Signet, 1977).

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consumo comparado con su enorme rique-za de hidrocarburos, que vende,, sobretodo, a los países industrializados de oc-cidente. Su papel como equilibrador delbalance energético mundial es sencilla-mente clave.

Finalmente, el superávit energético deAmérica Central y del Sur, que tienenbajos niveles de consumo y producción,no es muy importante pues, excluidosVenezuela y Ecuador, que son miembrosde la OPEP, México, gran exportador depetróleo, que no pertenece a esa organi-zación, desnivela el saldo hacia el ladopositivo.

Las reservas petrolíferasestán muy concentradas.

En cuanto a la evolución del abaste-cimiento mundial de energías primarias,el mismo Informe señala que los hidro-carburos, junto con el carbón, continúanocupando la mayor participación relati-va. En el caso de los hidrocarburos, aun-que en términos absolutos el petróleo si-gue siendo el principal producto, se ob-serva una creciente tendencia al aumentode la participación del gas natural en elmercado energético, del 18,2% en 1973al 23,2% en 1997, mientras que la delpetróleo declinó de 47,3% en 1973 al39,9% en 1997.

Para comparar mejor las perspectivasdel gas natural y del petróleo, hay queseñalar que las reservas petrolíferas es-tán muy concentradas, pues dos terciosde ellas corresponden a cinco países quese asoman al Golfo Pérsico (Arabia

Saudita 26%; Irak y Kuwait 10% cadauno; Irán y Abu Dhabi 9% cada uno).Otros países que tienen reservas impor-tantes son Venezuela (6,3%), México(5,0%), Rusia (4,8%), y los Estados Uni-dos (3,1%). En su conjunto, los países dela OPEP tienen cerca del 80% del total.Desde el punto de vista de la producción,pese a que sus reservas son menores, has-ta hace poco los Estados Unidos eran elprincipal productor de crudo, preeminen-cia que han ido perdiendo frente a Arabia,que hoy ocupa ya el primer lugar.

Por su parte, las reservas de gas natu-ral también están desigualmente distribui-das en el mundo ya que Rusia (40%) y elPróximo Oriente y África (41%) concen-tran más de cuatro quintas partes del to-tal mundial, concentración superior a laque se da en el petróleo.

Por otro lado, la producción de gasnatural también está muy concentrada,destacándose los casos de Estados Uni-dos y Rusia, que en conjunto producencerca de la mitad del total mundial.

La utilización de gas natural se hadesarrollado después de la del petróleo.El gas natural que surgía en casi todos losyacimientos petrolíferos se quemabacomo residuo, ya que no se podía aprove-char debido a los problemas de almace-namiento y transporte. Como tiene granpoder calorífico, su combustión es regu-lable y produce escasa contaminación, enel último tiempo el uso del gas natural haaumentado notablemente. La necesidad denuevas fuentes de energía limpia, su abun-dancia fuera de los países árabes, el desa-rrollo de las técnicas de licuefacción degas y la posibilidad de transportarlo por

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vía marítima, unidos a la eliminación dela necesidad de gasoductos, están modi-ficando por completo el mercado inter-nacional del gas2.

En el último tiempo, ha aumentadonotablemente el uso del gas natural.

En las dos últimas décadas, el merca-do mundial del LNG ha aumentado demanera notable. En 1997, el 26% de lastransacciones internacionales de gas fue-ron de LNG y el crecimiento anual soste-nido durante este tiempo fue del 7%. Losmayores proveedores mundiales de LNGse encuentran en el sudeste de Asia y Áfri-ca, que abastecen respectivamente a susmercados más cercanos, Asia y Europa,mientras que Estados Unidos importa másque nada desde sus vecinos, Canadá yMéxico3, mediante gasoductos.

De lo anterior puede concluirse que:a) Estados Unidos es uno de los principa-les consumidores y productores de ener-gía, pero no puede autoabastecerse demanera sostenible, por lo que también esuno de los mayores importadores de ener-géticos; b) las principales reservas de hi-drocarburos se concentran mayoritaria-mente en países extra hemisféricos, es-pecialmente árabes y Rusia; y c) entre loshidrocarburos,, tiende a aumentar la par-ticipación del gas natural en el mercadoenergético mundial y el LNG se impone

cada vez más como la principal forma decomercialización del gas.

Estos datos son importantes dada lacrisis energética por la que atraviesan losEstados Unidos y las consecuenciasgeopolíticas derivadas de la necesidad deasegurar la estabilidad de la produccióny el comercio internacional de energéti-cos. El control de las zonas de influenciaen que se encuentran estas fuentes de ener-gía pasa a ser prioridad para la seguridadenergética de los países desarrollados. Lacertidumbre, continuidad y estabilidad enlaprovisión y abastecimiento de recursosenergéticos se puede dar de diversas ma-neras:

a) fortaleciendo su política nacionalde fomento de la exploración y explota-ción de nuevos campos petroleros ygasíferos en su propio territorio;

b) ampliando las posibilidades de co-operación energética con países que pue-dan tener mayores reservas probadas yabriendo sus mercados a ellos (como se-ría el caso de Solivia), y

c) asegurando la presencia y la in-fluencia de sus sectores político y militaren otros yacimientos importantes (comoes el caso de Medio Oriente).

A manera de ejemplo, cabe recordarla firma de la Carta Europea de Energíaen 1997, en virtud de la cual países pro-ductores (Asia Central), consumidores(Europa) e inversionistas (Estados Uni-dos y Australia), acordaron un régimen

2 Anthony H. Cordesman. The Changing Geopoiitics of Energy, (Washington, CSTS, agosto de 1998).3 Véase Guillermo Torres, Incorporación del gas natural en la matriz energética de A.L,(Q\iito,

OLADE, 2000).

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internacional para asegurar la normal pro-ducción, provisión y libre tránsito del gasnatural explotado en regiones que se con-sideraban turbulentas e inseguras, conintereses geopolíticos diversos4.

La historia ha demostrado que en ma-teria de energía, la política es tanto o másimportante que la geología o la soste-nibilidad de los recursos y seguirá siéndoloal menos los próximo 50 años5. El mundoaún recuerda la crisis energética que des-encadenaron en octubre de 1973 el alza delos precios del crudo y las restricciones dela oferta que aplicaran los países de laOPEP6, que acarrearon recesión a los paí-ses industrializados, incremento de su dé-ficit comercial y grandes tensiones al sis-tema financiero internacional.

Dada la elevada producción de mu-chos países no pertenecientes a la OPEP,la participación en el mercado del petró-leo de los países miembros de la organi-zación se redujo de 60% en la década delos setenta a 40% en 1999, aunque toda-vía posee el 80% de las reservas mundia-les de crudo, lo que sigue dándole un rolgeopolítico relevante. A diferencia de losaños setenta, actualmente la OPEP noaplica una política antioccidental. Por elcontrario, desde 1980 -tras la 59a reunión

de Ministros del Petróleo- ha mantenidouna política de cooperación con los paí-ses industrializados importadores de pe-tróleo, como claramente quedó de mani-fiesto durante la crisis del Golfo Pérsico,en el verano-otoño de 1990, cuando apli-có medidas para estabilizar el mercado delpetróleo.

Desde 1989, la OPEP ha mantenidouna política de cooperación

con los países industrializados.

De hecho, como lo ha señalado elministro de Petróleo de Arabia Saudita,"los Estados Unidos y Arabia, que son losdos mayores consumidores y productoresmundiales de petróleo, respectivamente,han mantenido una relación especial. Hansido aliados en la guerra y en la paz.Arabia, como mayor proveedor de petró-leo de Estados Unidos, ha trabajado duropara fortalecer esa sociedad, asegurandola estabilidad en la región, en la provi-sión y en los precios del petróleo, y con-tinuará haciéndolo en el siglo XXI"7.

Sin embargo, los conflictos en Orien-te Medio, sumados a los últimos ataquesdel terrorismo islámico fundamentalista,

4 Véase Yuri Merzliakov. "The Geopolitics of the Caspian Región - A Russian View", InternationalEnergy Agency Conference, "Caspian oil and gas: Challengesand Rewards", París, 18 y 19 de marzo de1999.

5 Paírick Love. "The changing face of energy geopolitics", International Ftttures Programme, sep-tiembre 1, 1999.

6 Son miembros de la OPEP: Arabia Saudita, Argelia, Emiratos Árabes Unidos, Indonesia, Irán,Irak, Kuwait, Libia, Nigeria, Qatar y Venezuela.

7 Véase Geopolitics of energy and Saudi oil policy, Ali I Naimi, Ministro del Petróleo y RecursosMinerales, Reino de Arabia Saudita. Charla pronunciada en el Center for Strategic and InternationalStudies, Washington, DC, Estados Unidos, 8 de diciembre, 1999.

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que ocasionaron la intervención militar deEstados Unidos en Afganistán y que pue-de desbordarse hacia Irak y otros paísescercanos, es aún fuente de tensión para elmercado energético y de incertidumbrepara su estabilidad. Por ejemplo, sólo Irakposee 100 mil millones de barriles de re-servas probadas, es decir, casi cuatro ve-ces las de Estados Unidos. Así, en la pa-sada crisis en el Oriente Medio, los pre-cios del petróleo aumentaron a la par quelas tensiones en el conflicto palestiuo-is-raelí, a lo que hay que sumar la amenazaestadounidense contra Irak. En la escala-da del conflicto "Irak e Irán, dos de lasgrandes riquezas petroleras del mundo,iniciaron una campaña para alentar a lospaíses productores a utilizar el crudocomo factor de presión sobre EstadosUnidos, que no encontró eco en el restode los países arábigos, la mayoría de ellosaliados estratégicos de la Casa Blanca"8.A los pocos días, los trastornos políticosque vivió Venezuela, debido al golpe deestado contra el Gobierno del presidenteChávez, tuvieron como principal impac-to el alza del precio del petróleo y unasignificativa caída de las reservas de cru-do en los Estados Unidos9.

Además de estas tendencias del pa-norama energético mundial, hay procesosgeopolíticos cuyo comportamiento influi-rá en la estabilidad de la oferta y la de-

manda de energía: a) según previsionespara 2020, el 50% de la demanda energé-tica global será satisfecha por países conalto riesgo de inestabilidad interna; b)debido a la globalización de la economía,las crisis financieras regionales puedenalterar rápidamente las relaciones entreproductores y consumidores; c) la infra-estructura energética ha pasado a ser unobjetivo vulnerable a grupos terroristas yradicales, y d) en las regiones en que seencuentran las principales reservas de hi-drocarburos podrían producirse amenazasde conflictos armados internacionales10.

Hay procesos geopolíticos queinfluyen en la estabilidad de laoferta y la demanda de energía.

Finalmente, la competencia por el pre-dominio energético entre los dos mayo-res exportadores de petróleo del mundo;Arabia Saudita y Rusia, está transforman-do el escenario energético internacional.No hay que olvidar que si la producciónrusa de petróleo sigue aumentando comoen los últimos años, este país podría des-plazar a Arabia Saudita como principalabastecedor de energía de occidente, loque tendría importantes consecuenciaspara la economía mundial, la seguridadenergética estadounidense, el papel glo-

B "Suben precios del petróleo por tensión en Oriente Medio", La Prensa, La Paz, 3 de abril de 2002,pág. 7 C.

9 "Regreso de Chávez provoca alza en el precio del petróleo", El Mercurio, Santiago de Chile, 15 deabril de 2002.

10 Center for Strategic and International Studies, The GeopoUtícs of Energy into (he 21" Ceníwy,Washington, 1998.

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bal de Rusia, a nivel mundial la futurarelevancia de Arabia Saudita y la influen-cia política de la OPEP11.

En este contexto internacional, el se-cretario de Energía de los Estados Uni-dos, Spencer Abraham, ha señalado que:"Después del 11 de septiembre, los vín-culos entre seguridad energética y segu-ridad nacional son cada vez más fuertes.La conexión es obvia, el acceso a la ener-gía es una necesidad militar..., más queeso... nos da la confianza de que los Esta-dos Unidos pueden continuar siendo elhogar de la libertad y las oportunidades.Una severa crisis de energía puede poneren riesgo esa certidumbre en un futuromás próspero y seguro para nuestros ni-ños. Por ello, nuestra dependencia ener-gética no es sólo una relación entre com-pradores y vendedores, sino que está su-jeta a una serie de tensiones económicasy cuando éstas vienen del Medio Oriente,traen consigo problemas geopolíticos"12.

En una de sus alocuciones al Senado,el mismo Abraham señala que: "Los te-rribles ataques terroristas del 11 de sep-tiembre... y consiguientes acciones mili-tares y diplomáticas que se están llevan-do a cabo, le han dado renovada impor-tancia a la seguridad energética de nues-tra nación. De repente, hemos visto conmayor claridad la urgencia de garantizarla estabilidad de nuestros suministros deenergía. Y es que hay un vínculo funda-

mental entre nuestra seguridad nacionaly seguridad energética. Debemos enten-der que el reto energético... sobre todoahora, se relaciona con nuestros esfuer-zos contra el terrorismo. Debemos, portanto, buscar satisfacer la demanda ener-gética de la nación con la misma determi-nación y compromiso con que buscamosenfrentar a nuestros adversarios en el cam-po de batalla13.

Los países industrializados nohan podido lograr la

autosuficiencia energética.

A partir de la crisis del petróleo delos años setenta, para los países indus-tria-lizados ha sido prioridad estratégicaconsolidar la diversificación de sus fuen-tes de energía, tanto en cuanto al tipocomo a las regiones en las que se abaste-ce. Pero pese a sus esfuerzos, no han po-dido lograr la autosuficiencia; es más,países como Estados Unidos atraviesanpor una profunda crisis energética. Porejemplo, el déficit de California, que haafectado el crecimiento económico delpaís y sus posibilidades de recuperaciónfrente a la crisis económica internacio-nal, ha planteado la necesidad de inten-sificar esa búsqueda de nuevas fuentesexternas de energía.

11 Edward L. Morse y James Richard, "La batalla por el predominio energético", en Foreign Affairsen Español, Yol. 2, N° 2, Verano 2002.

12 Spencer Abraham, Discurso del Secretario de Energía de los Estados Unidos en la Conferencia11 Los problemas eléctricos de California, Hoover Institution, Octubre 18, 2001.

13 Spencer Abraham, "Seguridad Nacional y Seguridad Energética", El Nuevo Herald, 17 de no-viembre de 2001.

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Si se considera que actualmente lasreservas probadas de petróleo de EstadosUnidos14 alcanzan a 22 mil millones debarriles de petróleo, incluyendo las de lavertiente norte de Alaska, que sólo le ase-guran la satisfacción de la demanda du-rante 7 u 8 años, y que el país importa dediferentes fuentes cerca de 10 millonesde barriles diarios de los 20 millones queconsume, es natural que este déficit seauno de los graves problemas que puedenllegar a afectar la seguridad nacional es-tadounidense.

Esta realidad llevó a que, a las dossemanas de asumir el mando, el presi-dente Bush expresara15: "La crisis ener-gética del país se define por un desequi-librio fundamental entre la oferta y la de-manda. Si permitimos que persista estedesequilibrio, inevitablemente socavaránuestra economía, nuestro nivel de vida,y nuestra seguridad nacional. En conse-cuencia, nuestra prioridad es desarrollaruna política energética nacional diseña-da para promover la producción y distri-bución confiable, accesible y ecológi-camente racional de energía para el fu-turo".

Para encarar lo que se estima como lacrisis energética más aguda que hayanexperimentado los Estados Unidos desdelos embargos petroleros de los años se-tenta, el presidente Bush ha propuesto unplan de nuevas medidas de abastecimien-

to y racionamiento de petróleo y gas. Delas 105 recomendaciones que formula ensu informe, 35 se refieren al abastecimien-to de energía: construcción de 1.300 nue-vas plantas en los próximos veinte años;nuevos oleoductos y tendidos de transmi-sión eléctrica; impulso a la energía nu-clear; nuevas refinerías para gas y com-bustible de calefacción; y apertura de nue-vos territorios, incluida la reserva ecoló-gica de Alaska, para la explotación pe-trolífera y de gas.

Bush ha propuesto un plan denuevas medidas de abastecimiento

de petróleo y gas.

Al respecto, el vicepresidente DickCheney, ha señalado16: "...En las próxi-mas dos décadas la demanda de petróleode nuestro país aumentará en un tercio.Sin embargo ahora producimos 39% me-nos petróleo que en 1970. Compensamosla diferencia con importaciones, confian-do cada vez más en la afabilidad de losproveedores extranjeros. ¿Cuan depen-dientes nos hemos vuelto? Piensen enesto: durante el embargo petrolero árabede los años 70= 36% de nuestro petróleovenía del extranjero. Hoy, el 56%, y lacifra aumenta constantemente; estimán-dose que en menos de dos de décadas lle-gará a 64%".

14 Gonzalo Martínez Corbalá. Crisis energética y geopolítica delpeti'óleo, (México, 2000).15 "Bush anuncia plan para encarar la peor crisis energética de Estados Unidos en tres décadas",

CNN, Washington, 17 de mayo de 2001.16 "Cheney se refiere a la estrategia energética de Estados Unidos", Servicio Noticioso desde Was-

hington, 2 mayo de 2001.

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Más adelante, se refirió al gas naturalcomo una de las grandes soluciones a estacrisis energética: "Para el 2020, nuestrademanda de gas aumentará en dos tercios.Es un combustible abundante que se que-ma de una manera limpia, y lo produci-mos y utilizamos más que nunca. Lo queno hemos hecho es construir toda la in-fraestructura necesaria para llevarlo de lafuente hasta al consumidor. Debemos ins-talar más gasoductos al menos otras38.000 millas (60.800 kilómetros) ademásde muchos miles de kilómetros de líneasde distribución adicionales para llevar elgas natural a nuestros hogares y lugaresde trabajo".

Desde el punto de vista de laseguridad nacional, la dependenciade energéticos extremos aumenta lavulnerabilidad económica y política.

Así, el gas natural va adquiriendo ca-rácter estratégico para la seguridad ener-gética de los Estados Unidos. De acuerdocon estudios del gobierno estadouniden-se17, se prevé que las importaciones deLNG se conviertan en lamas importantefuente de provisión de gas natural del país.Las proyecciones indican que ellas aumen-tarán de 0.2 trillones de pies cúbicos en2000, a 0.8 trillones de pies cúbicos en2010. Asimismo, se concluye que el LNGha pasado a ser la fuente económicamen-

te más viable de la futuras importacionesde recursos gasíferos. Además, esta ener-gía limpia está a tono con los planes deprotección ambiental que impulsan losEstados Unidos, con carácter alternativoa los compromisos del Protocolo de Kyoto,y que incluyen incentivos tributarios paraadoptar tecnologías orientadas a reducirla emisión de gases contaminantes18.

El LNG abre al mercado energéticoestadounidense, en especial californiano,una amplia gama de posibilidades de su-ministro de gas natural. La primera op-ción es aprovechar el gas de Alaska, peroal parecer habría posibles impedimentospara explotar el petróleo y el gas del Re-fugio Nacional de Vida Silvestre deAlaska, considerando como la última zonade vida silvestre pura del país. Por su par-te, las limitaciones que acarrea el esta-blecimiento en 1923 de la Reserva Na-cional de Petróleo de Alaska para garan-tizar el abastecimiento de emergencia dela Armada de Estados Unidos, hacen muydifícil la autorización de este empren-dimiento.

Este criterio es compartido por el se-cretario de Energía Abraham, quien haseñalado que "la explotación de las re-servas de Alaska no le aseguran a Esta-dos Unidos su independencia energética...la seguridad energética de los EstadosUnidos debe descansar en tres pilares: a)fomento de la producción nacional; b)diversificación de las fuentes y regiones

17 Energy Information Adminisíration, U.S. Departament of Energy, "U.S. Natural Gas Markets:Mid - Term Prospects for Natural gas Supply", Washington DC} diciembre 2001.

18 "Bush propone plan alternativo para reducir contaminantes", La Tercera, Santiago de Chile, 15 defebrero de 2002.

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de provisión energética y c) moderniza-ción de la infraestructura energética19".

Desde la perspectiva de la seguridadnacional, en situaciones de escasez la altadependencia de energéticos externosincrementa la vulnerabilidad económicay política20. Así, en previsión a una ma-yor dependencia energética externa, losEstados Unidos están modificando ydiversificando gradualmente la fuente deabastecimiento de hidrocarburos. Su prin-cipal proveedor de petróleo continúa sien-do Arabia Saudita, le siguen Canadá,México y Venezuela, de manera que yano se abastece principalmente en el Orien-te Medio sino el Hemisferio Occidental.

El secretario Abraham lo expresó así;"estamos creando los mecanismos de lainterdependencia energética. Incluso alreconocer el alcance mundial del proble-ma... nuestro enfoque será mirar primeroa nuestro propio vecindario, nuestra pro-pia creciente comunidad energética aquíen el Hemisferio Occidental; la seguridadenergética de todos sólo se conseguirá enla medida en que seamos capaces de es-tablecer una asociación energética vigo-rosa e interdependiente aquí en las Amé-ricas"21, y agregó: tcNuestro enfoque... eshemisférico y nuestra meta, crear relacio-nes con nuestros vecinos que contribuyen

a nuestra seguridad energética común; aun acceso a la energía adecuado,confiable, ambientalmente sano y accesi-ble. Ésta es la base de nuestra propia se-guridad nacional y creo que es una basesólida para todas las naciones que buscanel crecimiento económico para mejorar lacalidad de vida de sus ciudadanos".

Cabe señalar además, que si bien Ca-nadá continuará siendo una fuente fiablede abastecimiento de gas para los Esta-dos Unidos, México pese a su gran po-tencial de reservas gasíferas, tiene déficitenergético en algunas regiones, debido ala lentitud y rezago de las inversionesnuevas en el sector. Por su parte, la ines-tabilidad del régimen político22, del pre-sidente Chávez hace que en Venezuelahaya incertidumbre respecto de las inver-siones para la exportación de gas23.

México tiene déficit energético enalgunas regiones debido al rezagode inversiones nuevas en el sector.

En estas circunstancias, para EstadosUnidos, las importaciones de LNG de ul-tramar, después de las importaciones degas natural de sus vecinos (Canadá yMéxico) son claves para su seguridad

19 Spencer Abraham, ob. cif.20 Alfredo Gallegos y Jaime Donoso, "Energía y Seguridad Nacional", en Revista Fuerzas Armadas

y Sociedad (FLACSO), Año 12, N° 1, Santiago de Chile, enero-marzo de 1997.21 Establecerán asociaciones energéticas en el hemisferio, Programa de Información Internacional,

Departamento de Estado de los Estados Unidos, 8 de mayo de 2001.22 "La calificadora de riesgos financieros Moody's degradó de estable a negativo el panorama eco-

nómico de Venezuela", "La imagen de Venezuela bajó de estable a negativo", Los Tiempos, Cochabamba,28 de noviembre de 2000, pág. B.5.

23 Guy F. Caruso, The Geopolitics of Energy into the 21st Century, Washington, 21 de marzo de 2001.

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energética. Actualmente, su costa atlán-tica se abastece con gas de Trinidad yTobago, Argelia, Nigeria y Qatar, princi-palmente. En cuanto a la costa del Pacífi-co, compiten los proyectos —aún en ges-tación- de LNG de Bolivia, Perú,Indonesia, Rusia, y Australia24.

Esta competencia se hace más críticasi se considera que en los últimos mesesla recesión económica y el terrorismo, sehan desacelerado la demanda de LNG encomparación con la notable expansión defuentes nuevas de abastecimiento. Porejemplo, en 2000, las importaciones es-tadounidenses de LNG crecieron 36.5%,mientras que en2001 aumentaron S.9%25.En consecuencia, el margen de ingreso delos competidores al mercado de LNG deEstados Unidos es estrecho, y seguramen-te el primero que llegue a California ten-drá garantizado el acceso y la permanen-cia en ese mercado.

Sin embargo, hay que tener presenteque en los próximos años, el uso de gasnatural crecerá más rápidamente que el delas demás fuentes de energía y de seguroduplicará con creces a las demás, más quenadapor el aumento del consumo en Asia,especialmente en las nuevas economíasemergentes. Se pronostica que en China, yen menor medida en la India, el consumode energía crecerá de manera espectacu-lar, previéndose que, dada la cercanía geo-gráfica, los recursos energéticos del Golfo

Pérsico, del Océano índico y del Pacíficoasiático se desviarán hacia esos países26.Ello hará que a mediano plazo el oeste deEstados Unidos dependa aún más del gasnatural proveniente de la costa del Pacífi-co de América del Sur.

En los próximos años, el usodel gas natural crecerá másrápidamente que el de lasdemás fuentes de energía.

En este escenario geopolítico y vistaslas tendencias indicadas en materia deenergía, se sitúa el potencial gasífero deBolivia. Para el país, significa la oportu-nidad de insertarse en uno de los circui-tos más dinámicos de la globalización,mejorando su grado de interdependenciacon la potencia hemisférica, o bien dequedar marginado y más aislado del pro-ceso, perpetuando sus condiciones depobreza y subdesarrollo.

BOLIVIA Y LA INTEGRACIÓN

ENERGÉTICA REGIONAL

La crisis energética también ha llega-do a América del Sur. Los países de laregión han adoptado una serie de iniciati-vas conjuntas para morigerar el déficit

24 "La venta de gas a Estados Unidos peligra, cuatro países pelean con Bolivia", La Razón,, La Paz,22 de mayo de 2002.

23 "LNG Demand Growth Slows but Supply Capacity Expands", Oil&GasBulleiin, 14demayode2002.26 Anthony H. Cordesman, Geopolitics and Energy in the Middle East, Center for Strategic and

International Studies, 15 de septiembre de 1999.

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La diplomacia del gas boliviano: integración energética y geopolítica en ia región

energético, mediante la integración y lainterconexión de sus sistemas energéticos.

Brasil atraviesa por la peor crisis ener-gética en tres décadas debido a la sequíaque mermó las reservas de las plantas hi-droeléctricas que aportan 90% de la ener-gía eléctrica del país y a la incertidumbrede su sistema regulatorio, que redujeron lasinversiones en el sector. Esta situación lle-vó a aplicar unplan de racionamiento eléc-trico y a aprobar un Plan Emergencial Ener-gético, que prevé la construcción de unas55 plantas termoeléctricas, 49 de las cua-les funcionarán con gas natural bolivianoy a la instalación de nuevas líneas de trans-misión, lo que demandará inversiones de30 mil millones de dólares hasta 2007.

Por su parte, Argentina atraviesa poruna situación de aguda crisis económica,desequilibrio fiscal, inestabilidad políti-ca y social, que ha alcanzado al sectorpetrolero27. En febrero pasado el gobier-no argentino gravó las exportaciones decrudo y derivados de petróleo, lo que haprovocado profundo malestar en las em-presas del sector. El momento económi-co y esta clase de señales políticas hanfrenado las inversiones, tan necesariaspara mantener las reservas de gas naturalen un nivel adecuado para los proyectosde exportación. Además, la medida pro-vocó protestas sindicales, que interrum-pieron por breves horas la normal produc-ción de hidrocarburos, afectando sus com-promisos externos, especialmente la ex-portación de gas natural a Chile, país que

enfrentó la amenaza de un importante ra-cionamiento eléctrico.

La crisis argentina se ha extendidohacia el sector petrolero.

Chile carece de una oferta amplia derecursos energéticos convencionales, porlo que es importador neto de energía. Sumatriz de consumo de energía primariamuestra que sus principales energéticosson el petróleo y lahidroelectricidad. Losproyectos de interconexión gasífera de-sarrollados recientemente con Argentinay el mayor uso del gas en nuevas centra-les de ciclo combinado hacen prever unincremento en la participación de este re-curso. La seguridad energética del país, yen consecuencia su estabilidad económi-ca, se ha visto afectada por la crisis ar-gentina, que le proporciona 50% del gasnatural que necesita para gen erar la ener-gía que consume y provee la red de gasdomiciliario. No obstante que el suminis-tro de gas se ha normalizado, las empre-sas del sector energético chileno califica-ron de grave la posibilidad de su interrup-ción, pues en Argentina persisten las ra-zones estructurales de inestabilidad y ellocrea un clima de fuerte incertidumbre2S.Por ello, algunos parlamentarios instaronal gobierno a que enviara al Congreso unproyecto de ley que permita interconectarel sistema central con el del norte grande,a fin de garantizar una mayor independen-

27 "La crisis argentina alcanza al sector petrolero", Energypress.com, 18 de febrero de 2002.28 "El país encara riesgo de racionamiento de consumo eléctrico". El Mercurio, Santiago, 20 de

febrero de 2002.

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cia energética, ya que así Chile podría te-ner acceso al gas boliviano. Ambos gobier-nos acogieron favorablemente la idea29.

Perú también atraviesa por momen-tos difíciles. Pese a su importante poten-cial en materia de hidrocarburos, no hafijado reglas de juego claras y competiti-vas al sector. A menos que introduzcacambios importantes en su sistemaregulatorio, la actividad petrolera segui-rá declinando por falta de inversión pri-vada. "Fruto de la poca actividadexploratoria existe una vertiginosa caídaen la producción de petróleo en Perú. Laproducción de gas natural es muy insig-nificante, lo que ha hecho que se tengaque importar el energético con la conse-cuente faga de divisas y efectos en la eco-nomía peruana"30.

Pese a que Paraguay se precia de con-tar con uno de los mayores potencialesenergéticos de la región y de poseer variasrepresas hidroeléctricas, entre las que secuenta la de Itaipú, recién está propician-do reformas importantes para favorecer laexploración y explotación privada de re-cursos naturales como el petróleo y el gasnatural, que hasta hace poco eran contro-lados directamente por el Estado. Esto hagenerado un rezago en la materia.

El desarrollo económico sostenible delos países de la región exige asegurar flu-jos de energía importantes. Según estima-ciones de OLADE, el gas natural será uncombustible preferente para los próximos

40 años en América del Sur y de su desa-rrollo resultarán importantes intercambioscomerciales entre los países. En conse-cuencia, el desafío es impulsar emprendi-mientos conjuntos para la interconexióngasífera entre países consumidores y paí-ses que cuentan con reservas suficientesdel recurso para satisfacer esa demandacreciente.

El potencial gasífero de Solivia lebrinda la posibilidad de insertarse

en uno de los circuitos másdinámicos de la globalización.

En cuanto a las reservas de gas natu-ral de América del Sur, primero se encuen-tra Venezuela con 146 TCF, le siguenSolivia con 52.3 TCF, Argentina con 25.7TCF, Perú con 13.3 TCF, Brasil con 8.0TCF y Chile con 4.4 TCF. Sin embargo,si se considera que de esas reservas Ve-nezuela tiene 132.9 TCP de gas asociadoy sólo 13,1 TCF de gas libre, Bolivia seencuentra a la cabeza de las reservas dis-ponibles de la región.

Este panorama de los países vecinosalienta a Bolivia a constituirse en el cen-tro de la producción, distribución y abas-tecimiento energético de la región. Susenormes reservas certificadas de gas na-tural le permiten una expansión económi-ca importante mediante el desarrollo de

29 "Chile interesado en abastecerse de gas boliviano",Ia Prensa, La Paz, 22 de febrero de 2002, y"Existe interés para exportar gas a Chile", La Prensa, La Paz, 26 de febrero de 2002.

30 Alvaro Ríos, "Crisis Hidrocarburífera Peruana", Energypress.com, 18 de febrero de 2002.

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La diplomacia del gas boliviano: integración energética y geopolítica en la región

varios proyectos con los países vecinos31,entre los que cabe destacar los siguientes:

Con Brasil, país con el que ha consti-tuido una "asociación estratégica", se haconstruido el gasoducto Santa Cruz - SaoPaulo, que actualmente está en proceso deampliar su capacidad. Por otra parte, es-tán a punto de entrar en operación el ga-soducto a Cuiabáylaplanta termoeléctricade Corumbá, que permitirán a Bolivia ex-portar electricidad. Al respecto, cabe re-cordar que en febrero de 1998 Bolivia sus-cribió un memorando de entendimientocon Brasil para el desarrollo de intercam-bios eléctricos y futura integración eléc-trica. Últimamente ambos gobiernos es-tán impulsando un emprendimiento con-junto para construir una planta petroquí-mica en la zona fronteriza de PuertoSuárez3 proyecto que además estimula elaumento de la capacidad de transporte delgasoducto binacional, de 30 a 50 millo-nes de metros cúbicos diarios32.

Con Argentina, también se ha cons-truido un gasoducto y dada las reservasde gas de Bolivia, cabe pensar en la re-anudación de las exportaciones de esterecurso. Por otra parte, ambos países tie-nen en carpeta el proyecto eléctrico de lasrepresas de Las Pavas, Arrazayal yCambarí, que permitirían exportarhidroelectricidad a Argentina.

Con Perú se avanza en el proyecto deconstrucción de un poliducto de Boliviaa lio para la exportación de GLP,

subproducto de las exportaciones de gasnatural a Brasil, y con Chile se cuenta conel oleoducto Sica Sica-Arica. Con ambospaíses del Pacífico se avanza en el pro-yecto de construcción de un gasoductohacia uno de sus puertos, como parte delproyecto de exportación de gas naturallicueficado (GNL) a México y, posterior-mente, a Estados Unidos. Finalmente, conParaguay, que es el vecino con que me-nos se ha avanzado en esta materia, sedestaca el proyecto de construcción de ungasoducto que salga de Bolivia y pasan-do por ese país llegue a Porto Alegre, enel sur de Brasil.

El desafío es impulsar proyectosconjuntos de interconexión gasíferaentre los países consumidores y los

que tienen reservas del recurso.

El proyecto boliviano Pacific LNG,para exportar gas natural a los EstadosUnidos, tiene la siguientes características:desde de los campos de Tarija sale ungasoducto hacia un puerto del Pacífico(Perú o Chile), donde se instalará unaplanta de licuefacción de gas, el que lue-go se transportará por vía marítima hastaun puerto de México, donde se re-gasifícará y se transportará por otro ga-soducto hasta la costa oeste norteameri-cana.

31 Ésta parte es un extracto del "Capítulo 1", del libro de Ramiro Orias, Alfredo Seoane, WilliamTorres. Bolivia, país de contactos: un análisis de ¡apolítica vecinal contemporánea, (La Paz, UDAPEXFUNDEMOS / FHS, 2001).

32 "Bolivia y Brasil dan otro paso al polo gas-químico", La Razón, La Paz, 21 de febrero de 2002.

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Los mandatarios de Solivia, JorgeQuiroga, y de México, Vicente Fox, tra-taron el tema de la venta de LNG, y vie-ron la necesidad de abrir el mercado mexi-cano al consumo33 y al tránsito del gasboliviano. La asociación de ambos paí-ses fortalece la estructura del proyecto,porque el TLC existente entre ambos fa-cilitaría el ingreso del gas boliviano aMéxico y éste se encuentra desarrollan-do una serie de iniciativas de cooperaciónenergética con los Estados Unidos34, loque puede dar el marco para que el gasnatural boliviano llegue fácil y libremen-te hasta California, mercado abastecidopor SENPRA Energy, empresa de distri-bución energética que ha suscrito unaCarta de intención para la compraventade gas natural boliviano con el consorciode empresas transnacionales del proyec-to Pacific LNG, actualmente formado porRepsol YPF, British Gas, BritishPetroleum y, en el futuro posiblementeincluya a la francesa TOTAL Fine.

El proyecto plantea diversos desafíos.Por una parte, la competencia externa.Con el mismo objetivo, países como Ru-sia, Australia e Indonesia avanzan en pro-yectos similares, mientras que en Perú seestá promoviendo la exportación de gas

natural de las reservas de Camisea, quepodrían enviarse al mercado estadouni-dense por el Puerto de Pisco, donde sepiensa construir una planta de licuefac-ción (LNG)35.

Diversos países están promoviendola exportación del gas natural paraenviar al mercado estadounidense.

Cabe señalar además que, junto conesta iniciativa que compite con elemprendimiento boliviano, Perú está in-vitando a Bolivia a conectar su gasoduc-to con el Puerto de lio, ofreciendo facili-dades para que la planta de licuefacciónpara el gas natural boliviano se localiceen esa zona compitiendo así con los puer-tos del norte de Chile. Por su parte, Chile-aunque no tiene relaciones diplomáticascon Bolivia- está tratando el tema dentrodel "diálogo sin exclusiones", existiendoen ambos países la voluntad de "exami-nar las medidas necesarias para otorgarlas mayores facilidades que posibiliten laexportación de gas boliviano y sus deri-vados hacia terceros países, por un puer-to en la costa de Chile"36, elemento quecontribuiría a mejorar las relaciones bo-

31 "Según las previsiones mexicanas, este país tendrá en los próximos años una demanda de gas nosatisfecha por su propia producción y, por lo tanto, están abiertos a tener plantas de regasí fíe ación de gasen dos puertos del Pacífico", en "Quiroga dialogará con Fox sobre venta de gas a México", El Diario, LaPaz, 29 de febrero de 2002.

34 "B usli pedirá ayuda a México para aliviar la crisis de energía de EE.UU", CNN, 18 de enero de 2001.35 "En 15 meses decidirán si se construye planta de licuefacción", El Comercio, Lima, 10 de febrero

de 2002.36 Comunicado conjunto de los presidentes Lagos y Quiroga, San José de Costa Rica, 15 de abril de

2002.

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La diplomacia del gas boliviano: integración energética y geopolítica en la región

liviano-chilenas, abriría para Solivia laposibilidad de gravitar en el Pacífico yampliaría las posibilidades de negociaciónpara superar los problemas históricos ypolíticos que ambos países arrastran des-de el siglo XIX.

PROYECCIONES GEOPOLÍTICAS

En el mundo de hoy, la posesión, ca-rencia o dependencia de fuentes de ener-gía, su precio, transporte y mercados, ylas condiciones de estabilidad o inestabi-lidad en su suministro, condicionan demanera crítica el perfil y la participacióninternacional de los países, modificandola distribución de los factores de poderen los planos mundial y regional, por loque los recursos energéticos adquierenenorme relevancia económica, diplomá-tica y geoestratégica. Como señala Car-los Moneta, "los hidrocarburos, así comootros recursos energéticos, juegan un pa-pel importante en la modificación del gra-do de viabilidad económica, la capacidadde proyección política y la dimensión es-tratégica de muchos de los países deAmérica Latina. Así, tanto la posesióncomo la carencia de estos recursos se con-vierten por sí mismos en causas de co-operación y de conflictos"37.

A lo largo de la historia de Bolivia,los recursos naturales han jugado un pa-

pel importante en la definición de su rolinternacional, como en el caso del salitre,el caucho, la plata, el estaño y los hidro-carburos. En especial, los recursos ener-géticos han marcado etapas importantesde su política exterior, actuando comogravitantes de conflicto unas veces y decooperación en otras, con grandes empre-sas transnacionales petroleras, con lospaíses vecinos y con la potenciahemisférica.

Los recursos energéticos hanmarcado etapas importantes enla política exterior de Bolivia.

Como se señaló al comienzo de estetrabajo, Bolivia vive un proceso de rápi-do crecimiento de sus reservas certifica-das de gas natural y sólo sigue a Vene-zuela, como potencia gasífera de la región:mientras que ocupa el primer lugar enreservas de gas no asociado y disponible.

Este potencial le da al país un rolprotagónico en los procesos de integra-ción energética y geopolítica de la región.Como lo expresa el Embajador ArmandoLoayza, "la diplomacia del gas se consti-tuye en la pieza maestra de una ampliaestrategia económica, geopolítica y diplo-mática para vigorizar y relanzar nuestraacción y proyección internacionales eneste nuevo siglo"38. Así, para Bolivia el

37 Carlos Moneta, "Hidrocarburos y Política Exterior Latinoamericana", en Gerhard Drekonja yJuan Tokatlian (ed.). Teoría y Práctica de la Política Exterior de A.L., (Bogotá, CEREC, 1983).

38 Armando Loayza Mariaca, "Bolivia y Brasil una asociación histórica", El Deber, Santa Cruz, 27de febrero de 2002.

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gas no sólo es su motor para el desarrolloeconómico, sino también un instrumentode política exterior, para buscar objetivosnacionales en la política internacional.

Dadas sus grandes reservas certifica-das de gas natural, Solivia aspira a con-vertirse en el centro de la producción,transporte, distribución, suministro yabastecimiento de energía para Américadel Sur, tanto hidrocarburífera como eléc-trica, mediante el desarrollo de proyectosenergéticos conjuntos de gas natural, GLP,GTL, GNL, o termoelectricidad con susvecinos. Además, está incursionando enla petroquímica, así como en la energíahidroeléctrica y geotérmica39.

Este rol no es más que una renovadaproyección del lema geopolítico bolivia-no como "país de contactos y no de anta-gonismos", que inspiró a Alberto Ostria,cuando señalaba que "esta fórmula repre-senta la reacción contra el sistema artifi-cial de las alianzas, de los bloques y delos ejes. Solivia debe estar en contactocon sus vecinos, pero no unos contra otros,fomentando rivalidades, sino armonizan-do diferencias e intereses"40. Consecuen-temente, es ese rol de equilibrio entre laszonas de influencia geopolítica dentro dela región, que se proyectan hacia el Pací-fico y el Atlántico, lo que torna más im-portante la múltiple gravitación del po-tencial energético y gasífero de Solivia.

En el último tiempo ha surgido, enalgunos círculos políticos y académicos,una percepción de amenaza por la presen-cia dominante en los hidrocarburos boli-vianos. La empresa estatal brasileña y sussocios proveerán el 85% del gas bolivia-no contratado para abastecer el mercadodel país vecino, transportado desde loscampos productores hasta Santa Cruz,donde cuenta con un gasoducto propio,desde donde se conecta con otro ductohasta la frontera, en el que Petrobras ysus socios participan en un 15% desde allíllega al mercado de San Paulo por otrogasoducto controlado en un 51% por laempresa brasileña. Cabe agregar que en2002, por sí solo será extranjero en el sec-tor41. Asimismo, controla el 39.3% de lasreservas bolivianas de gas natural y el30.3% de las reservas de petróleo y con-densado.

Bolivia debe proyectar su potencialgasífero hacia el Pacífico.

Del mismo modo en que se ha desa-rrollado un dinámico proceso de asocia-ción energética con Brasil, y hoy partici-pa no sólo con su mercado, sino tambiénen las fases de exploración, producción,transporte y refinación, Bolivia debeequilibrar y diversificar su dependencia

39 Véase William Torres Armas. "Bolivia: núcleo de distribución y abastecimiento de energía en elCono Sur", en Alberto Zelada (coord.). Bolivia, Temas de la Agenda Internacional, (La Paz, UDAPEX/PNUD, octubre de 2000).

40 Alberto Ostria Gutiérrez. Una obray un destino, (Buenos Aires, 2da. edición, 1953).41 "Petrobras lidera las inversiones en Bolivia con $us 236 millones". El Deber, Santa Cruz, 1 de

abril de 2002.

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La diplomacia del gas boliviano: integración energética y geopolítica en la región

de la demanda energética, proyectando supotencial gasífero hacia el Pacífico, de-sarrollando obras de integración energé-tica con sus dos vecinos trasandinos y vin-culando su proyección con el mercado deAmérica del Norte.

La alta dependencia del mercado bra-sileño, actualmente es el único compra-dor del gas boliviano, debilita la capaci-dad de negociación sobre precios, volú-menes y condiciones de venta y, desde laperspectiva geopolítica, deja las reservasde gas bolivianas cautivas del comporta-miento del mercado vecino. La diversifi-cación de los mercados de destino y laorientación del potencial energético deBolivia hacia el Pacífico no sólo mejorasu posición negociadora en el sector dehidrocarburos, sino que le permite equi-librar su proyección geopolítica y econó-mica en la región. "La exportación de gaspor el Pacífico podría ser el eje de un polode desarrollo del occidente del país queinvolucre un proceso de integración delnorte de Chile, el sur de Perú y el oestede Bolivia. La exportación de gas haceparte de una estrategia de desarrollotrinacional y la recuperación de la cuali-dad marítima es una consecuencia de eseproceso de integración económica"42.Desde esa perspectiva, más allá del puer-to por el cual opte Bolivia para la licue-facción y salida de su gas, la sola presen-cia de este importante emprendimientoenergético en las costas del Pacífico con-tribuirá al desarrollo de toda la ma-crorregión conformada por los tres paí-

ses, impulsando su complementación eco-nómica, integrando y articulando su in-fraestructura física y promoviendo unaplataforma de puertos especializados, quedesde Mejillones hasta Matarani, proyec-ten al mundo todo el nuevo y crecientepotencial comercial de esa zona.

Bolivia puede llegar a ser piezaclave de la estabilidad energética

y la seguridad nacional deEstados Unidos.

La asociación energética de Boliviacon Estados Unidos, no sólo contribuye adiversificar y estrechar las relaciones eco-nómicas entre ambos países sino, funda-mentalmente, a renovar el peso geopo-lítico de esta relación. Al respecto, caberecordar la reflexión que Daniel SánchezBustamante hiciera ya en 1919, "el día enque Bolivia esté henchida de capitales eindustrias norteamericanas, será el paísmejor protegido del mundo. El día en quelos capitales y las empresas norteameri-canas hayan penetrado seriamente a Bo-livia, el Gobierno de la Casa Blanca seinteresará formalmente por este país, yentonces habrá sonado la hora de nuestraseguridad"43. Una visión renovada de estecriterio nos muestra que Bolivia puedellegar a ser pieza clave de la estabilidadenergética y de la seguridad nacional delos Estados Unidos y, por lo tanto, garan-tizar la presencia estable de Bolivia en el

42 Gonzalo Chávez. "El ajedrez del gas natural", La Razón, La Paz, 21 de abril de 2002, p. A-6.43 Daniel Sánchez Bustamaníe. 5o//vrá: ,s7/ estmctura y sus derechos en el Pacífico,(La Paz, BCB,

2da. Ed., 1979).

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Pacífico significará también garantizarel suministro estable de gas al mercadodel norte.

Tras analizar las tendencias apunta-das en la primera parte de este trabajo,notamos que la seguridad energética delos Estados Unidos los obliga a una suer-te de nueva misión, esto es, defender elacceso abierto a fuentes de energía y laestabilidad de la rutas marinas por las quese transportan los hidrocarburos hacia sumercado. En consecuencia, deben perse-guir iniciativas de estabilidad regional quevinculen a países productores, inversores,consumidores y de tránsito.

Para la seguridad nacional de los Es-tados Unidos es importante garantizar laproducción, abastecimiento y transportedel LNG desde territorio boliviano, porpuertos del Pacífico, hasta su territorio.Con mayor razón, en la actual situaciónenergética de este país, que se caracterizapor la necesidad creciente de nuevas fuen-tes de energía limpia, estables, seguras yprovenientes del hemisferio occidental,para diversificar su dependencia energé-tica y minimizar interrupciones que pu-dieran amenazarla estabilidad de su apro-visionamiento de hidrocarburos.

Estas tendencias globales le propor-cionan a B olivia una coyuntura históricapara mejorar su margen de maniobra polí-tico, diplomático y geoestratégico. En re-sumen, además del crecimiento exponen-cial de las reservas certificadas de gas na-tural boliviano, la coyuntura externa pre-senta las siguientes características:

• déficit energético de Estados Uni-dos insostenible a mediano plazo;

• concentración de las principales re-

servas de hidrocarburos se concentra enpaíses extra hemisféricos;

• dependencia estadounidense de re-cursos energéticos provenientes delOriente Medio y Venezuela;

• presencia de íundamentalismo mu-sulmán, terrorismo y conflicto en el Orien-te Medio;

• inestabilidad política en Venezuela;• definición de la seguridad energéti-

ca como parte de la seguridad nacionalde los Estados Unidos;

• notable incremento de la demandaestadounidense de gas natural;

• perspectivas de incremento de lascompras asiáticas de hidrocarburos delGolfo Pérsico y Oceanía;

• creciente uso de gas natural (LNG)en la matriz energética internacional;

• el LNG se convierte en la fuente másimportante de provisión de gas naturalpara Estados Unidos;

• consolidación del gas como recursoenergético limpio,, frente a las restriccio-nes al uso de combustibles contaminan-tes por razones ambientales;

• déficit energético en Brasil;• déficit energético en Chile;• dependencia de ambos países de

energéticos argentinos;• crisis política y económica en Ar-

gentina;• necesidad de nuevas fuentes ener-

géticas confiables y seguras en el Hemis-ferio Occidental.

Este escenario coyunturalbrinda aBo-livia la oportunidad histórica de concretaruna asociación energética -además deMéxico- con la principal potencia hemis-férica, de renovar y fortalecer sus relacio-

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La diplomacia del gas boliviano: integración energética y geopolítica en la región

nes con Brasil y Perú, y de mejorar sus re-laciones con Chile y recuperar su cualidadmarítima en el Pacífico. De esta manera,se construiría un tramado de relaciones quepermitiría que Bolivia diversificara y equi-librara no sólo su potencial energético, sinoparticularmente su proyección geopolíticay sus vínculos en la región.

Convertirse en el corazón de la inte-gración energética regional no es una fra-se retórica, implica un profundo y sustan-cial cambio en el peso geopolítico delpaís. Históricamente, el control de lasprincipales vías y flujos de transporte hasido siempre interés del juego geopolítico,ya que ello brinda ciertas ventajas e in-fluencias que acrecientan el llamado po-der nacional del país que lo logra. En lostiempos modernos, para los países se con-vierte en valor estratégico controlar losprincipales corredores de energía, trans-porte y telecomunicaciones. Así, por laparticular ubicación geográfica de Boli-via y sus importantes reservas gasíferas,la ejecución de los proyectos energéticosque pasan por su territorio se convierteen un eje vector de su interés nacional.

En la región, en el siglo XX, salvoquizás la Guerra del Chaco en la décadade los treinta y el último conflicto pe-ruano-ecuatoriano, las guerras entre Es-tados no fueron frecuentes y quedan es-casas posibilidades de conflagración bé-lica convencional entre países vecinos.Actualmente, las amenazas a la seguri-dad y la estabilidad de las naciones sonmás bien de tipo intraestatal y de carác-

ter no gubernamental. Un colapso eco-nómico podría estar asociado -por ejem-plo- a una carencia aguda de energéti-cos44. Por ello, hoy la estabilidad del su-ministro de energía es una variable cla-ve para la seguridad económica de lasnaciones.

Las amenazas a la seguridad y laestabilidad de las naciones son de

tipo intraestatal y no gubernamental.

Desde esta perspectiva, este cuadro leda también a Bolivia cierto margen deincertidumbre, vulnerabilidad y amenaza,ya que puede verse afectada por tensio-nes externas que le provoquen conflictosrelacionados con este rol internacional ensu vinculación con las empresas transna-cionales petroleras, con los países veci-nos y con la potencia hemisférica. Porello, debe canalizar su potencial energé-tico mediante la cooperación, la estabili-dad y el desarrollo de regímenes bilatera-les y regionales destinados a garantizarlas inversiones y la apertura de mercados,el abastecimiento seguro y el libre tránsi-to de energía por la infraestructura a de-sarrollarse con sus vecinos, además deasegurar máximo de unidad a las opera-ciones del sistema regulatorio, tributario,aduanero, portuario, administrativo, labo-ral y ambiental. Aquí está para Bolivia,con certeza, uno de sus principales desa-fíos político-diplomáticos de carácter in-mediato.

44 Center for Strategic and International Studíes, The geopolitics of Energy in Latín America, Was-hington, D.C., febrero de 1999.

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