la cultura como agente

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¿ES LA CULTURA UN AGENTE INFLUYENTE EN LOS PROCESOS DE LECTURA Y ESCRITURA? Por: Mabel Murillo Correo electrónico: [email protected] Palabras clave: Cultura, escritura, lectura, significado, concepto. Resumen: Se tiende a hablar de cultura y de expresión cultural, sin saber qué es realmente, y en muchas ocasiones el desconocimiento de éste término desencadena una malinterpretación de todos los fenómenos que giran en torno a él. En el siguiente ensayo se pretende exponer y ampliar las diferentes definiciones que se han dado de la cultura y establecer la influencia de éste factor en los procesos de lectura y escritura. Es pertinente una ampliación de lo que se ha establecido como lectura y escritura y al tener claro estas nociones, se evidenciará la influencia de la cultura en los procesos, pero también se podrá reconocer una relación reciproca entre los tres conceptos que se están trabajando, para decir finalmente que éstos toman sentido cuando se encuentran en conjunto. ¿Es la cultura un agente influyente en los procesos de lectura y escritura? Para centrar este interrogante debemos referirnos a un concepto de cultura, partiendo de un punto de vista general y llevándolo a una perspectiva teórica. Ya que estas aclaraciones permitirán darnos cuenta que ha tomado muchas definiciones, que han hecho de éste un concepto ambiguo con diferentes interpretaciones. De igual manera se debe hacer una ampliación en los conceptos de lectura y escritura, hablar de la estrecha relación que guarda el uno con el otro; con el objetivo de identificar a qué procesos nos referimos y finalmente la influencia que la cultura ejerce en ellos.

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Page 1: La cultura como agente

¿ES LA CULTURA UN AGENTE INFLUYENTE EN LOS PROCESOS

DE LECTURA Y ESCRITURA?

Por: Mabel Murillo

Correo electrónico: [email protected]

Palabras clave: Cultura, escritura, lectura, significado, concepto.

Resumen:

Se tiende a hablar de cultura y de expresión cultural, sin saber qué es realmente, y en

muchas ocasiones el desconocimiento de éste término desencadena una malinterpretación

de todos los fenómenos que giran en torno a él. En el siguiente ensayo se pretende

exponer y ampliar las diferentes definiciones que se han dado de la cultura y establecer la

influencia de éste factor en los procesos de lectura y escritura. Es pertinente una

ampliación de lo que se ha establecido como lectura y escritura y al tener claro estas

nociones, se evidenciará la influencia de la cultura en los procesos, pero también se podrá

reconocer una relación reciproca entre los tres conceptos que se están trabajando, para decir

finalmente que éstos toman sentido cuando se encuentran en conjunto.

¿Es la cultura un agente influyente en los procesos de lectura y escritura?

Para centrar este interrogante debemos referirnos a un concepto de cultura, partiendo de un

punto de vista general y llevándolo a una perspectiva teórica. Ya que estas aclaraciones

permitirán darnos cuenta que ha tomado muchas definiciones, que han hecho de éste un

concepto ambiguo con diferentes interpretaciones.

De igual manera se debe hacer una ampliación en los conceptos de lectura y escritura,

hablar de la estrecha relación que guarda el uno con el otro; con el objetivo de identificar a

qué procesos nos referimos y finalmente la influencia que la cultura ejerce en ellos.

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Podemos nombrar algunas aproximaciones que se han dado acerca de la definición de

cultura que comúnmente se poseen, en el texto de Francisco Javier Franco Silva, publicado

en la revista Polémica de la Escuela Superior de Administración Pública (ESAP) , el autor

expone una parte del análisis que realiza Jairo Muñoz, que nos propone dos pequeñas

vertientes , inicialmente la que plantea a la cultura como la reunión de los buenos modales,

las buenas costumbres, en esta misma perspectiva se llama cultura a las cualidades

artísticas y folklóricas que posea una región determinada, en este punto cabe aclarar que se

pueden observar ciertas características que forman parte del concepto de cultura, no quiere

decir que ésta noción es errada, solo es que no se ha permitido una ampliación del

concepto.

La segunda nos habla más de un concepto retomado y generalizado “… que manipula el

término como el último añadido teórico de muchos discursos, explicativo de todos los

discursos del hombre (…) sirve para abarcarlo todo perdiéndose en la generalidad” (Muñoz

como se cita en Silva,1996 ). Cuando Muñoz habla del discurso del hombre, se refiere a las

diferentes disciplinas que éste ha establecido; y si se centra a la cultura en estos discursos,

vendría siendo las diferentes perspectivas que se le han dado al concepto. Porque es muy

diferente la cultura como se concibe dentro de la psicología a la que se puede interpretar

antropológicamente.

Otra definición de cultura es la que nos da Carlos A. Sabino quien la define “como aquello

que le permite a la especie humana modificar y remodelar el ambiente que la rodea para

sobrevivir y desarrollarse. Esto conlleva conocer la naturaleza y las mutaciones de los

objetos que la rodean” (como se cita en Silva, 1989); en este sentido la cultura vendría

siendo los modos de adaptación que utiliza el hombre para la supervivencia de su especie,

y la relación que éste establece con su entorno. Esta relación es sumamente importante, ya

que es la manera de la apropiación de espacio, su construcción, su conformación, en cierta

forma viene a hacer una exteriorización de todas esas concepciones que posee determinado

grupo y las plasma en su entorno; en la actualidad podemos decir que es clara la diferencia

entre la composición urbanística China a la composición Veneciana o Griega.

Una perspectiva muy interesante que se le ha dado a la cultura es la que nombra Geertz

Cliff, quien nos propone una mirada semiótica de la cultura;

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Creyendo con Max Weber que el hombre es un animal inserto en tramas de

significación que él mismo ha tejido, considero que la cultura es esa urdimbre y que

el análisis de la cultura ha de ser por lo tanto, no una ciencia experimental en busca

de leyes, sino una ciencia interpretativa en busca de significaciones (Geertz, 1989).

Geertz propone esta mirada, ya que dentro de la antropología, la cultura se ha estudiado a

partir de fenómenos, de experimentos, de supuestos y han tratado de encajarla tanto en un

concepto estrictamente teórico que la limitan y en cierta manera desvían la verdadera

interpretación, que debe llegar al punto de entender que todas las manifestaciones culturales

poseen significación, que están determinadas por esa misma influencia y que toman sentido

al ver las relaciones que poseen con el grupo cultural. Un ejemplo que ilustra muy bien la

situación es el que Cliff hace más adelante en su texto,

Uno no puede hacer una guiñada (o fingir burlescamente una guiñada) sin conocer

lo que ella significa o sin saber cómo contraer físicamente el párpado y uno no

puede llevar a cabo una correría para adueñarse de ovejas (o fingir tal correría) sin

saber lo que es apoderarse de una oveja y la manera práctica de hacerlo. (Geertz

Clifford, 1989).

De esta manera es claro el hecho de que todo acto que culturalmente se desarrolla

necesariamente posee un significado, y el trabajo está en interpretar esa significación.

Así pues que una “guiñada” como lo denomina Cliff al hecho de cerrar un ojo rápidamente,

es un acto humano que en cualquier parte del mundo tiene cierto significado, pero este

cambia de acuerdo a las circunstancias, los individuos implicados en ello. Y estos agentes

son parte de la cultura, así que desde actos tan simples como el que se ha ejemplificado se

puede advertir que la cultura se encuentra entrelazada con cada aspecto en el que se

evidencie la presencia humana.

Después de haber hablado del concepto de cultura, debemos referirnos al concepto de

lectura, que para Gremias y Courtès citados por Eduardo Serrano,

… es ante todo esencialmente una semiosis, una actividad primordial que tiene por

efecto correlacionar un contenido con una expresión dada y transformar una cadena

de la expresión en una sintagmática de signos; se ve enseguida que tal performancia

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presupone una competencia del lector, comparable; aunque no necesariamente

idéntica, a la del productor del texto. (Gremias & Courtès como se cita en Serrano,

1979).

Es muy importante identificar a la lectura como ese proceso semiótico, no es simplemente

el hecho de la decodificación de los grafemas, sino que es más un proceso de producción de

sentido, que como lo podemos observar en la definición que aporta Gremias y Courtes , no

cualquier lector alcanza esta significación; si no que es ese “lector rumiante” en términos de

Nietzhe, que sea capaz de alcanzar ese discurso como lo nombra Van Dijk o el enunciado

como lo llama Serrano; porque todos sabemos descifrar códigos, pero no todos leemos

conscientemente. Y en caso de que no existiese enunciado, el lector debe ser capaz de

identificar esta situación. Porque el hecho de que exista un texto narrativo, no implica que

exista enunciado.

Se ha entendido la lectura como un proceso de adquisición de conocimiento, en el cual el

lector, amplía sus saberes, replantea y reescribe conceptos en su mente. Pero se suele

pensar que leer es únicamente avanzar y terminar rápido un libro, pero este proceso lleva

consigo muchos y más amplios pasos, que si bien es cierto renuevan al lector, implica que

éste se comprometa totalmente con la actividad lectora. Y este compromiso no es el de leer

más libros en el menor tiempo posible; éste implica una análisis del texto, desde los

aspectos más generales hasta lo más específico. De ésta manera se construye la lectura y se

desarrolla éste proceso semiótico.

También la lectura como lo afirma Zuleta, en su texto Sobre la lectura, quien luego de

identificar algunos aportes de Nietzhe con respecto al lector, nos muestra que;

(…) leer es trabajar, quiere decir ante todo que no hay un tal código común al que

hayan sido “traducidas” las significaciones que luego vamos a descifrar. El texto

produce su propio código por las relaciones que establece entre sus signos; genera,

por decirlo así, un lenguaje interior en relación de afinidad (…) (Zuleta, 1982, pg. 4)

Esto reitera lo anteriormente dicho, cuando Zuleta se refiere a trabajar, enfatiza en el hecho

que la lectura no es simplemente el hecho de reproducir las palabras que están dichas en el

texto, he influenciado por lo que el filósofo alemán aportó a la lectura, quien dice que “ El

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hombre moderno es el hombre que está de afán, que quiere rápidamente asimilar; por el

contrario, mi obra requiere de lectores que tengan carácter de vacas, que sean capaces de

rumiar, de estar tranquilos” ( Nietzhe como se cita en Zuleta) , en esto se evidencia el

trabajo lector que Zuleta desea promover, porque si la significación fuera fácilmente

asimilable y se encontrara totalmente explicita, la lectura no construiría conocimiento,

porque para que el hombre logre afianzar , inicialmente debe descubrir y si no se dejara al

discernimiento del lector , en parte no sería útil la lectura por lo tanto la escritura dejaría de

ser útil para la sociedad.

De cierta manera es muy difícil hablar de lectura y no remontarnos directamente a la

escritura, es una especie de complemento, que demuestra la estrecha relación que estas dos

poseen; tratar de tomar los conceptos separadamente es limitarlos.

Así que hay que tomar de igual manera el concepto de escritura, Para Walter Ong la

escritura en su sentido más puntual es (…) un sistema codificado de signos visibles por

medio del cual un escritor podía determinar las palabras exactas que el lector generaría a

través del texto… (Ong, 1987, pg.87) en este sentido la escritura definida como el mero

acto de la inscripción de un código, que posteriormente será descifrado por un lector. Pero

también cabe resaltar una definición diferente de escritura, que aporta Fabio Jurado

Valencia, quien centrando a la escritura desde una perspectiva semiótica, afirma “…que

ésta obliga al sujeto a evaluar y a revisar permanentemente sus propios dominios

cognitivos” (Jurado, 1992), entendiendo a la semiótica como proceso de producción de

sentido, la escritura permitirá entonces una autoevaluación de los conocimientos que el

escritor quiere pasmar.

Hablando con respeto a la experiencia en el desarrollo de diferentes procesos de escritura

en el que se deben plasmar argumentos, se puede rectificar esta postura que Jurado

propone; ya que son muy diferentes las ideas que se poseen en el intelecto, y lo que sucede

al momento de plasmarlas en un texto, porque no es solo necesario conocerlas, sino que es

muy importante poderlas sustentar, más allá del hecho de poseer una buena redacción o un

vocabulario amplio; la escritura permite un proceso completamente autoestructurante que

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posteriormente desencadenará en un afincamiento de saberes. Y es en esta perspectiva en

la que Jurado centra sus aportes y es en el proceso de escritura, y cómo estos toman sentido.

Después de haber planteado estos tres conceptos podemos entrar a establecer la relación

que la cultura ejerce sobre los procesos de lectura y escritura, Sierra nos plantea que:

“existe en las formas de de hablar, de relacionarse con los demás, en las formas

habituales de actuar en sociedad, en las creencias, actitudes políticas,

comportamientos religiosos y morales, formas de pensar, formas de producir, de

comerciar. Son formas aprendidas del medio en que nos movemos, introyectadas y

asimiladas a la manera de cada quien (…) los aspectos culturales actúan casi

inconscientemente: es un patrimonio que llevamos a donde quiera que vayamos”.

(Sierra, 2008)

En este sentido la escritura y la lectura se encuentran totalmente inmersas en la cultura,

porque como lo dice Rubén Sierra en la cita anterior son formas de producción, que abarcan

desde lo económico hasta lo artístico, corporal, y muchas otras formas de producción , que

siempre están implícitas en todos los actos que el ser humano realice, no se puede

desconocer a la cultura como un agente que afecta nuestras actividades cotidianas, ya que

ésta es la que permite interpretar todo lo que está y ha estado en nuestro entorno

diariamente. Porque sin ese agente muchas de las cosas que tenemos actualmente no

tendrían ninguna especie de sentido.

Pero igualmente la cultura está influida por el hombre, no se puede hablar de cultura sin él,

es una reciprocidad ineludible. Porque es el hombre que construye su cultura la edifica y la

refleja en todos sus actos, hasta en lo más personal; no todos organizamos las habitaciones

de nuestra vivienda de la misma manera, pero de alguna manera en esa organización hay al

menos una característica en común que todos poseemos.

Hay factores que han influido en las acciones del hombre y el factor principal es la cultura.

Ella ha determinado la mayoría de particularidades de una región o grupo social; algunas

características que se suelen identificar como generales en determinado grupo, son

naturalmente manifestaciones culturales; de esta manera es fácil distinguir los modos de

hablar, se, pensar, interpretar, hacer uso de las facultades, y muchos otros rasgos

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identificables en el ser humano y decir de ésta manera que los Japoneses son totalmente

diferentes a lo que es un Colombiano.

De esta manera la cultura interviene en los procesos que se han nombrado anteriormente.

Una historia muy interesante de la influencia cultural en la realidad humana es la del

cuento de Jorge Luis Borges, El etnógrafo, que al centrar una síntesis dentro de la temática

que se está trabajado, trata entonces de la historia de un hombre que fue enviado a realizar

un trabajo de investigación dentro de una tribu, para lograr su objetivo debía ser reconocido

como uno de ellos, se vio obligado a adoptar sus costumbres y al finalizar su proceso era

una persona muy diferente a la que inicialmente había llegado al territorio de los indígenas.

En este sentido podemos evidenciar claramente la influencia que ejercer una determinada

cultura dentro del ser humano.

En el relato el autor dice “Durante los primeros meses tomaba notas sigilosas, que

rompería después, acaso para no despertar la suspicacia de los otros, acaso porque ya nos

las precisaba”( Borges, 1986), hagamos un breve análisis contextual de la situación, él se

encontraba dentro de una población que probablemente no reconocía a la escritura como

parte de su cultura, o puede ser que la trabajaran de una manera diferente, porque dentro del

pequeño fragmento se refirieren en un sentido a la interpretación que los otros podía hacer

con respecto al acto que él estaba llevando a cabo, este sentido escribir.

Otra parte muy interesante que se puede analizar dentro del fragmento es el hecho de que el

personaje ya no era en cierto punto consciente de lo que estaba escribiendo, qué cosas

podían conducirlo a esta situación; posiblemente porque dentro de la realidad en la que él

se encontraba escribir no tenía ningún sentido, o él no consideraba pertinente llevar a cabo

esta acción, o simplemente se hallaba tan inmerso en esa cultura que la escritura no

formaba parte de sus actividades diarias, incluso él conociendo el hecho que lo había

llevado hasta ese lugar.

Muchas suposiciones se pueden hacer a cerca de esta situación, pero no se pretende hacer

un supremo análisis de ésta, lo que se pretende es demostrar esa influencia y está más que

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clara; muchas de las diferentes razones que se dieron a cerca de las cosa que llevaron al

personaje a tomar esa actitud, están totalmente ligadas al hecho de la influencia que el

entorno cultural causó sobre él.

El personaje de alguna manera perdió su sentido y empezó a ver el proceso de escritura

como algo externo a él, quien finalmente, al tener relación con otro grupo cultural,

mezclarse con sus conceptos, hacer parte de sus rituales y ver la vida como ellos lo hacían,

empezó a apropiarse de estos factores, lo que causaría en él una repercusión que

terminaría por modificar sus concepciones, para este caso la relación del personaje con la

escritura.

Normalmente en los textos bien sean literarios o teóricos, se suelen tratar temáticas que se

encuentran dentro de la sociedad, que de alguna manera la afectan o modifican. Todas las

diferentes posturas que se tomen con respecto un tema determinado, no dependen

únicamente de la subjetividad, porque ésta se ha construido dentro de un entorno cultural, y

de alguna manera si la postura es totalmente contraria a la cultura en la que el sujeto se

encuentra, éste debe conocer algunas cosas de esta cultura para que tenga sentido el hecho

de su desacuerdo.

Muchas de las veces que un autor quiere demostrar una situación muy puntual con respecto

a determinada acción del ser humano, requiere dirigirse directamente a una situación

cultural para hacerse entender o ejemplificar su postulado. Porque la cultura se encuentra en

cada uno de los manifiestos del ser, porque esta es lo que somos, fuimos y seremos. Es

imposible negar que la cultura no determina gran parte de lo que hacemos, por más que un

humano se aísle totalmente de nuestra comunidad, éste dentro de su mundo, construirá su

propias manera de expresarse, modificará su entorno, hallara maneras de exteriorizar su

realidad, y poco a poco construirá su propia cultura.

Una perspectiva diferente que se puede aportar a la escritura, es la manera que escritor

utiliza para plasmar sus ideas, enfocada al vocabulario y formas de redacción que el autor

de una obra utiliza en sus escritos. Porque no todos redactan igual, por diferentes razones,

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que se encuentran muy ligadas principalmente a su entorno cultural, ya que para muchos un

buen escritor es quien loga explotar al máximo la lengua, para otros es quien con palabras

simples y cotidianas logre transportarlos a una realidad completamente distinta y que los

deleite en su viaje; algunos pueden pensar que un vocabulario más teórico es más válido

que uno más cotidiano, aunque los argumentos sean los mismos. Así que son las

concepciones que se han arraigado frente a la lectura y escritura, lo que permite la

escogencia de un estilo literario, bien sea en la lectura o en la escritura. Estas concepciones

las determina el entorno cultural, porque si no estuvieron inmersos en una cultura, no

conoceríamos la importancia de los procesos y de igual manera se dejaría de crear cultura.

Actualmente la lectura se concibe como un proceso que permite una ampliación intelectual

y que transforma al sujeto. Esta concepción es meramente común, porque la lectura como

anteriormente se trató es demasiado amplia y compleja, y trae consigo más consecuencias

positivas para el sujeto.

Así pues que dentro de la lectura las percepciones culturales, ejercen diferentes influencias,

como lo es la escogencia de la temática a la que se quiere acceder, a este respecto

tratándose de una lectura completamente voluntaria; porque no a todos les resulta

interesante el hecho de leer, bien sea que su entorno no le ha permitido una accesibilidad a

la lectura que no ha limitado un desarrollo de gusto por este proceso. Y cabe resaltar que el

hecho de haber desarrollado el gusto por la lectura, no implica que realmente lee, por las

razones anteriormente expuestas.

Hay una declaración de Alfredo Molano llama bastante la atención con respecto a lo que se

está hablando, él expone el hecho de los diferentes impedimentos que se tienen al escribir,

dice “la pretensión de escribir bien es el cerrojo de una cárcel. Escribir bien es escribir para

ser reconocido y no un acto de comunicación (…) es poner la atención en mi público y no

en mi grito” (Molano, 1992), se está refiriendo claramente al lector al hablar de público, y

es claro el hecho que para el autor es conocida la perspectiva que tiene determinado público

con respecto a la lectura y en mayor parte a la escritura.

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En este sentido me parece que el autor se encuentra subestimando las capacidades que

puede llegar a poseer un lector, porque el hecho de que se decida no utilizar un lenguaje

sumamente complejo, es porque probablemente se pretenda llegar más fácilmente al lector,

pero por esta misma razón hay diferentes clases de lectores, y se debe permitir el desarrollo

de las habilidades de éstos. Pero de igual manera es válido este argumento ya que no

siempre se escoge un estilo literario por buscar una aprobación cultural, sino que

simplemente se determina por algo muy interno al autor.

Es de esta manera en la que muchas de las manifestaciones de lectura y escritura, están

dentro de la cultura y se encuentran alimentadas por ésta. Ya que entendiendo a estos

procesos como manifestaciones culturales, y de igual manera como agentes de

transformación cultural, podemos manifestar la relación intrínseca que estos procesos

tienen con la cultura.

REFERENCIAS

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Geertz, C. (2011). La interpretación de las culturas. Recuperado el día 26 del mes de abril

del 2011 del sitio web Quedelibros, http://www.quedelibros.com/libro/52016/La-

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Valencia & G.B. Zamudio (Comp.) Los Procesos de la escritura (pp. 107-120).

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Molano, A. (1992, septiembre a diciembre) Confesión de parte. Alfredo Molano Análisis

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Muñoz, J. 1996. Los entrecruces de la diversidad: es posible hablar de cultura popular

urbana? En una mirada a la periferia. Editado por Hernando Carvajalino B.

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Nietzhe, F. (1887) La genealogía de la moral Alianza Editorial S.A

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Sabino, C. 1989 El proceso de investigación. El Cid editor. Bogotá. Capitulo 1.

Sierra, R. (2008) La crisis colombiana. Reflexiones filosóficas. Universidad Nacional de

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sitio web Elabedul: http://www.elabedul.net/Documentos/Zuleta_la_lectura.pdf