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. ARTÍCULO DE REVISIÓN La cotidianidad y el liderazgo femenino ( Alayo-Sarmiento Margarita 1 11 e c n RESUMEN s g El análisis de las acciones cotidianas tiene gran importancia, por cuanto la trayectoria de la vida, desdeelnacimiento hasta la muerte, se constituye en una cotidianidad. Objetivo: Analizar las bases teóricas y las dimensionesdelo cotidiano así como sus implicancias en el Liderazgo de la Mujer. Material y métodos: Se realizó el análisisdelasbase\ teóricas que sustentan el concepto de cotidianidad, contrastando cada una de ellas a fin de tener un discursocompren. sivo del tema, posteriormente se discute conceptos de Liderazgo de la mujer y las implicancias de locotidianoenesl¡ liderazgo o viceversa. Discusión: La cotidianidad se sustenta desde la etnometodología, la teoría formista, ei interaccionismo, la visión marxista y la fenomenología, cada una de las cuales aunque no se contraponen danuna visión clara para la comprensión de lo cotidiano y sus dimensiones. Elliderazgo femenino también es explicado desde diver. sas teorías como la teoría del rasgo, del gran hombre así como desde el análisis del poder. La mujer ha sufridoalolar!o del tiempo transformaciones que la han llevado a tener un rol de líder que muy bien pueden comprenderse desdeesta¡ teorías. Conclusión: La vida cotidiana de la mujer ha contribuido a la necesidad de búsqueda y logro de liderazgo, pero esto ha hecho adicionalmente que allograrlo su vida cotidiana sufra transformaciones y busque mecanismosy redes apoyo. ~ ( Palabras clave: cotidianidad, liderazgo, mujer. Perú. (Fuente DeCs B/REME). The daily-life and women's leadership ABSTRACT The analysis of everyday actions have great importance, because the path of life, from birth to death, constitutes a daily-life. Objective: Analyze theories bases and dimensions of the daily-life and their implicationsin thewoman leadership. Material and methods: Was analyzed different theories bases of daily-life concepts, contrasting every one to have understanding oftopic. Then we discuss concepts ofwoman leadership, and it' s implication in the daily-life and vice versa. Discussion: Daily-life have ir s bases in etnomethodology, formist theory, interaccionism, Marxisl vision and the phenomenology, not opposed, with clear vision for a comprehension ofthe daily-life and ir s dimensions. The woman leadership is also explained from different theories, as trait theory, great man theory,well aS"from the analysis of power. Women have suffered over time transformations that have transformed leadership role, thatma) well understood from these theories. Conclusion: Everyday life of women has contributed to the need for search and leadership achievement, but this has made that in their daily-life, women have alterations, and; she searchan) mechanisms, and support networks. Key words: Daily-life, leadership, woman. Perú. (Source DeCs B/REME). ------------------------------------------------------------------ 1. Candidata a Doctor en Enfermería. Universidad Nacional de Trujillo. Profesor Principal. Decana de la Facultad de Enfenneria de la Universida~ Peruana Cayetano Heredia. .r.o Rev enferm Herediana. 2010;3(2):/04-111.

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ARTÍCULO DE REVISIÓN

La cotidianidad y el liderazgo femenino (

Alayo-Sarmiento Margarita 1

11

e

c

n

RESUMENs

g

El análisis de las acciones cotidianas tiene gran importancia,por cuanto la trayectoria de la vida,desdeelnacimiento

hasta la muerte, se constituye en una cotidianidad. Objetivo: Analizar las bases teóricas y las dimensionesdelocotidiano así como sus implicancias en el Liderazgo de la Mujer. Material y métodos: Se realizó el análisisdelasbase\

teóricas que sustentan el concepto de cotidianidad, contrastando cada una de ellas a fin de tener un discursocompren.sivo del tema, posteriormente se discute conceptos de Liderazgo de la muj er y las implicancias de lo cotidianoenesl¡liderazgo o viceversa. Discusión: La cotidianidad se sustenta desde la etnometodología, la teoría formista,eiinteraccionismo, la visión marxista y la fenomenología, cada una de las cuales aunque no se contraponen danunavisión

clara para la comprensión de lo cotidiano y sus dimensiones. Elliderazgo femenino también es explicado desdediver.

sas teorías como la teoría del rasgo, del gran hombre así como desde el análisis del poder. La mujer ha sufridoalolar!odel tiempo transformaciones que la han llevado a tener un rol de líder que muy bien pueden comprenderse desdeesta¡

teorías. Conclusión: La vida cotidiana de la mujer ha contribuido a la necesidad de búsqueda y logro de liderazgo,pero

esto ha hecho adicionalmente que allograrlo su vida cotidiana sufra transformaciones y busque mecanismosyredesd¡apoyo.

~(

Palabras clave: cotidianidad, liderazgo, mujer. Perú. (Fuente DeCs B/REME).

The daily-life and women's leadership

ABSTRACT

The analysis of everyday actions have great importance, because the path of life, from birth to death, constitutesadaily-life. Objective:Analyze theories bases and dimensions of the daily-life and their implicationsin thewoman

leadership. Material and methods: Was analyzed different theories bases of daily-life concepts, contrastingevery

one to have understanding oftopic. Then we discuss concepts ofwoman leadership, and it' s implication in the daily-life

and vice versa. Discussion: Daily-life have ir s bases in etnomethodology, formist theory, interaccionism, Marxisl

vision and the phenomenology, not opposed, with clear vision for a comprehension ofthe daily-life and ir s dimensions.The woman leadership is also explained from different theories, as trait theory, great man theory,wellaS"fromthe

analysis of power. Women have suffered over time transformations that have transformed leadership role, thatma)well understood from these theories. Conclusion: Everyday life of women has contributed to the need for search and

leadership achievement, but this has made that in their daily-life, women have alterations, and; she searchan)mechanisms, and support networks.

Key words: Daily-life, leadership, woman. Perú. (Source DeCs B/REME).

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1. Candidata a Doctor en Enfermería. Universidad Nacional de Trujillo. Profesor Principal. Decana de la Facultad de Enfenneria de la Universida~Peruana Cayetano Heredia.

.r.o Rev enferm Herediana. 2010;3(2):/04-111.

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La cotidianidad y elliderazgo femenino.

Cotidianidad,es un término que ha sido estudiado pormuchosfilósofos y sociólogos. Algunos consideran lacotidianidadcomo «vida ordinaria» (1), otros lo refierencomoel conjunto de actividades realizadas día a día, casimecánicasy automatizadas, que involucra pensamientos,sentimientos,reflexiones y la expresión a través dellen-guaje (2, 3).

Sinembargo, el estudio de la cotidianidad ha originando

diversasfonnas de verla y analizarla, en este sentido; existe

unaseriedeparadigmas sociológicos que pretenden aproxi-marsea ella para conocerla y comprenderla.

Laetnometodología,según Brown, explica la cotidianidad,desdeel análisis de los «símbolos» y los «hechos». Lo que

implicaque se aprehende de lo real-social, utilizando mé-

todossencillos que permiten comprender «los significa-dosdel mundo del sentido común» (1).

Sinembargo,para Machado, analizar lo cotidiano desdeelpuro«sentidocomún»,podría tener sus limitaciones,entantolocotidiano es mucho más complejo que lo repetiti-voorutinario,implicamás bien un cruce dialéctico entrelorutinarioy lo histórico de los acontecimientos (1), lo queimplicaqueel día a día va generando una historia, que asuvezretroalimenta los días subsecuentes.

Paralosfonnistas, encabezado por Simmel, Banlandier yMaffesoli,lo cotidiano no debe ser visto como objeto,

sino más bien como una forma, producto de una

racionalización, y expresado en las instituciones sociales.ParaMaffesoliformismo es interacción, «Es una idea deacciónrecíproca» (4).

Enconsecuencia, las manifestaciones y fenómenos so-

cialesexisten por que se van encuadrando articuladamente,

expresandolo cotidiano como apariencia que debe com-prenderse(5). Se trata de una «teatralidad o superficiali-dad»(5),todos y cada uno actúan de determinada mane-raenun mundo social y se encuadran en un marco espe-cífico,retratando también un significado específico de larealidad.

La idea de un cuadro, permite la abstracción que losformistasintentan dar a comprender. En el mundo de locotidianocada persona interactúa con el rol que le corres-pondey seencuadra recíprocamente con los roles de otros,retratandouna realidad que define simbólicamenteespecíficamentea esa realidad.

Esasícomo los formistas se centran en lo simbólico del

actuarcotidiano,teniendo en cuenta que para ello las per-

sonas conjugan sensaciones y recuerdos. La idea deemocionalidadcreael sentidode «atmosfera»(4),porejem-plo al obtener un logro, o una derrota.

En este vivir cotidiano, lo verdadero con lo falso se fun-den delimitando el mecanismo estructurador de la socie-

dad. Cada papel desempeñado es determinado por recuer-dos y emociones que definen la estructura de una socie-dad y a la vez que es definida por esta. Si se comprende losimbólico de lo cotidiano, podrá comprenderse a la socie-dad.

Por su parte, el interaccionismo, intenta explicar la acciónsocial no de sus estructuras o sus formas, sino, trata deaveriguar acerca de las fuerzas que influyen en esta es-tructura (1). En este sentido, el análisis sociológico de losinteraccionistas, más que centrarse en la comprensión dela vida cotidiana, se orientan al conocimiento que orientala conducta en la vida cotidiana (6).

, Una persona experimenta su vida cotidiana en el «aquí yen el ahora», para ello tiene una conciencia sobre lo quees y el momento que le toca vivir, para modificarlo deacuerdo con sus intereses, pero guiado por la estructurasocial en la que se desenvuelve.

En este sentido, las estructuras sociales determinan laacción social, dado que configuran situaciones que deter-minan tal acción (1).

Para ello, es importante la interacción que la persona lo-gre con los otros, siendo el mundo social de vital impor-tancia. En asi que un individuo al presentarse ante otrosaun cuando la situación sea extremadamente pasiva y noconozca a ninguno de los presentes, provoca una reac-ción en estos, demostrando así su eficacia en la interacción(7). La presencia de los otros y su relación con ellos, re-afirma su realidad subjetiva (8) y recrea su «mundo» per-manentemente. .Por ejemplo, un gerente puede sentirse importante en tan-to su relación con los otros lo identifique a él como el«jefe», fuera de este escenario y en una relación con per-sonas diferentes, la subjetividad de «ser importante», nosería reafirmada.

En contraparte la estructura social, determinada por susreglas, instrurnenta a las personas determinadas accionesfuncionales para su interacción, de no ser por ellas la so-ciedad se «desmoronaría» (9).

Consecuentemente, el cotidiano se genera de la relación

Revenferm Herediana. 2010;3(2):104-112. :t:

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ARTÍCULO DE REVISIÓN

.Alayo-Sarmiento~t-

de intersubjetividad de los sujetos, en una estructura so-

cial determinada. Sin embargo, como parte de estainteracción, puede generarse situaciones determinadas porlas actitudes o sentimientos de algunas personas hacia losotros, manifestado expresamente o por expresionesgestuales o corporales. Goffman denomina a este tipo detrato, Trato de no personas, Desatención cortés. Cla-

ramente esta desatención puede notarse cuando dos per-

sonas entre cruzan miradas pero al no ser la presencia del

otro, importante en el cotidiano del primero, a cierta dis-

tancia retira lamirada, como señal de que no hayrnotivoespecial para prestarle atención (10).

Para que pueda darse una interacción reciproca, es nece-sario que cada persona tenga un nivel de control sobre símisma y desempeñe el rol que le corresponde en dichainteracción. Para que ello suceda, es necesario destacartres elementos involucrados: una aceptada vinculación alrol; una demostración de la cualificación y capacidad paradesempeñarlo y un activo y espontáneo envolvimiento enla actividad del rol (11). De no ocurrir esto, las personastenderán a rehuir de su rol, expresamenteo de maneradisimulada, siendo esta actitud percibida por los demás yoriginándose una «distancia del rol» (11).

Desde una visión marxista (Lefebvre, Heller), la vida co-tidiana se centra en lo rutinario (12). La vida cotidiana secompone de trivialidades, de repeticiones que originan laproducción y reproducción de relaciones sociales. Lasactividades cotidianas originan la reproducción de un indi-viduo y a su vez la reproducción de la sociedad donde sedesenvuelve.

Para Lefebvre (12), la vida cotidiana tiene tres elemen-tos indisociables: el trabajo, los placeres y la familia. Elsujeto se relaciona en ellos a través de la objetivación y laapropiación. En la objetivación, se coloniza y se domina locotidiano por la técnica, incluso por lo irracional, mientrasque en la apropiación, aflora lo afectivo. Sin embargo, dadala variabilidad, heterogeneidad e inconstancia de la vidacotidiana, Heller identifica en la vida cotidiana, la esferade la objetivación en sí misma, con sus normas, reglas,formas de usar objetos, las costumbres; mientras que lacondición humana se constituye en esfera de objetivaciónpor sí misma, que incluye los significados, las generaliza-ciones y las narrativas. Y, finalmente la esfera deobjetivación por sí y en sí misma, referida a la esfera delas instituciones políticas, sociales y económicas (9).

Para la fenomenología, al igual que para los formistas einteraccionistas, el mundo subjetivo es la base para poderinterpretar el mundo de lo cotidiano. En la fenomenología

110,

lo obj etivo de lo cotidiano debe ser visto a la luzdeI~

subjetividades de los actores sociales (1).ti

Según Husserl, la fenomenología consiste en el acceso&

campo de la conciencia, para someterla a análisis(IJ~esto implica comprender cómo las vivencias decadaS~jeto influyen en sus interrelaciones con los demásactor~

sociales (14). Schütz, basa sus estudios en el análisisfil~

sófico propuesto por Husserl, en un afán de procurarl!IlImetodología apropiada para la comprensión de locotidi~

no. En este sentido la fenomenología según Schutzpenru.te definir las principales características del mundocoli.diano a partir de las subjetividades de los actoressocial~

involucrados, quienes además presentan un acervocultu.

ral propio que influye en su interacción, esto originaUIII

construcción social con un significado específico (15).

En la fenomenología, las personas tienen ciertoconocl.

miento que permiten operar diariamente sus recursoss~

ciales y le brindan subjetividadparaactuarconlosolro\

Este conocimiento le ayuda a interpretar susexperiencI~

pasadas y los posibles hechos futuros, viviendo eneldia¡día.

Sin embargo, en la medida que la subjetividadsetornaen

una de las piezas clave de la fenomenología, hayquienes

discuten acerca de cómo conocer la «esencia genuina»de la realidad. Al respecto la fenomenología recurreala

comprensión de la «mediación», lo cual implica queaque.110 conocido en el mundo real se encuentra mediatizado

por la sociedad.

En este sentido, los hechos no pueden ser merasaccione\

puramente objetivas, sino que para comprenderlas, esta\

pasan por la subjetividad humana que las mediatizapara

aprehenderlas (1).

La metodología que emplea la fenomenología paraaproxl'marse a la realidad, consistiría según Schultz en la cons.

trucción de Contextos objetivos de significados decon.

textos subjetivos de significados. Ello implieaque para

comprender la vida cotidiana es necesario identificarquela acción social está construida y determinadaporlarela.ción de intersubjetividades de los actores y esnecesanola construcción de categorías y construccionesadecua.

das para el entendimiento de estos contextos (1).

Las dimensiones de lo cotidiano

Lo cotidiano, recobra importancia para muchosestudio.

sos, pues explica el modus vivendi de todos. Heidegger

explica lo cotidiano desde una racionalidad espacio-temo

poral, analizando la actuación de laspersonasenunámbi.

Rev enferm Herediana. 2010;3(2):104-ll2.

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La cotidianidad y elliderazgo femenino.

tosocial,no solo a la que responde, sino que la define(16).

Lavida cotidiana se desarrolla en un espacio y un tiempoconcretos, que son «el aquí» y el «ahora». La vida coti-

dianaes local e inmediata, ese lugar y ese instante son losqueel sujeto tiene como referencia para manejarse en suambienteconocido.

Laculturay sociedadse dan en un contexto de «espacio»ytiempo»,los elementos de la realidad que confonnan elambientedeuna persona (lo natural, construidoy social),loconocidoy por lo tanto manejable, van siendo integra-dosal sujetode tal manera que fonnan parte de su vida yformade ser; y constituyen, según Pichon-Riviere, la«ecologíainterna» (17). La importancia de la significa-ciónde este ambiente conocido y familiar, queda claraconelejemplode algunas tribus guaraníes que consideranquesuforma de ser y cultura (tyeko) no puede separarsedesuambiente (tekoha); el yo y el entorno son una uni-dadindivisible;no existe uno, separado del otro.

Eseespacioinmediato donde se desarrolla la vida cotidia-na,estápautado, como bien analiza Lefevre, por las acti-vidadeslaborales,familiaresy de esparcimiento. En estesentido,en la casa como lugar de refugio afectivo, semanifiestancomportamientos cotidianos típicos. Junto alespacio «informal» de las interacciones sociales,antropólogoscomo Hall han estudiado la estructuración ylasignificacióndel espacio «de organizaciones sernifijas»,comolosmueblesy las puertas. Estosconstituyenunejemplode la variedad cultural de las significaciones otor-gadasalespacio,por ejemplo, mientras que para un nor-teamericano,una puerta ha de estar abierta; para un ale-máno un francés, ha de estar cerrada (18).

Hallmenciona que, Ya se encuentre en su casa o en el

despacho,un norteamericano está disponible en elmomentoen que la puerta está abierta. Lo que implicaqueno va a encerrarse, sino, a estar constantemente adisposiciónde los demás. Se cierran las puertas solamen-teparalas conferencias o las conversaciones privadas.EnAlemania,la puerta cerrada no significa por ello quequienestádetrás desee la tranquilidad o haga alguna cosasecreta,simplemente, para los alemanes las puertas abier-tasproducenun efecto de desorden y desaliño.

Heideggermenciona en la lógica del «ser-ahí» que «nadieeselmismoen la cotidianidad», «todos coinciden en noserelmismo»,pareciera ser que en la cotidianidad, el es-pacioexigeal sujeto respuestas y actividades específicasquedebecumplirlas día a día, y aún cuando estas nieguen

su propia voluntad, ánimo y motivación, debe responder-las, pues «es» juntamente con los «otros» (16).

El espacio de la cotidianidad se experimenta en un tiempoespecifico, el presente. Lo cotidiano se desarrolla en untiempo estándar cronológico y hasta pautado o aceptadopor la sociedad, pero además, se desarrolla también en untiempo personal, el cual es subjetivo a la vivencia relativade cada persona.

Adicionalmente a ello, el tiempo resulta importante por elpor-venir y el ad-venir que implica (19). En este sentido,el pasado no es un conjunto de hechos acabados o dete-riorados, sino el pasado se procura su presencia a partirde las evocaciones que sugirieron cierto aprendizaje (20).El futuro procura también su presencia, pero en un «seraún ausente», lo que para Heidegger significa el por-venir(16).

De esta fonna la cotidianidad está dada por la mirada quesobre lo cotidiano se haga, influido por las dimensiones deltiempo; y no por las cosas, o materiales que fonnen elcontexto de lo cotidiano.

Los hechos pasados y las expectativas son relativizadasen la cotidianidad, en tanto puedan influir o no en ella. Enla cotidianidad, la persona planifica y organiza casiinstintivamenteel uso de su tiempo para realizar activida-des prácticas.

En este sentido, la estrecha relación entre tiempo y espa-cio cotidiano, puede originar diferencias marcadas de unsujeto a otro. Una clara diferencia puede visualizarse en-tre un habitante de un ámbito urbano en contraste con un

habitante de un ámbito rural. El primero vive usualmenteagobiado por tiempos y movimientos muy rápidos, mien-tras que el segundo tiene una orientación de actividadesguiada por tiempos «naturales». En regiones del trópico olugares donde el calor es agobiante, el mediodía implicamayor pérdida de energía y menor productividad y porrazones prácticas las personas limitan la realización decualquier tarea, por una «siesta» que bajo las condicionesprevias resulta siendo productiva. Sin embargo, para quie-nes no conocen esta realidad, está práctica pueda ser malinterpretada como desgano y falta de espíritu emprende-dor; aun cuando muchas veces los campesinos se levan-tan antes de la salida del sol, para cumplir con sus tareas.En contraparte, un habitante de la urbe tiene pautados sustiempos por horarios laborales o tareas institucionales quedebe cumplir sacrificando incluso horarios de alimenta-ción (21).

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.Alayo-Sarmiento 'i

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Desde este planteamiento, cotidiano se constituye en unlugar donde se «encuentran» en una dinámica compleja lavivencia subjetiva y la producción y reproducción de lasestructuras sociales. La experiencia práctica, y la viven-cia en dichas estructuras hacen que los hombres contri-buyen a su transformación o reproducción. Esto involucraque este hacer y rehacer pone en juego la continuidad delorden social.

En este sentido la vida cotidiana está determinada social-

mente, y tiene carácter intersubjetivo, estructurado y pau-tado por instituciones sociales (20).

Tanto Lindón como Elías coinciden al aseverar que 10co-tidiano es opuesto a 10estructural, explican más bien queambas dimensiones forman parte indisociable de la prác-tica y la vida humana así como de sus sentidos.

En este sentido para Heidegger el mundo cotidiano vivependiente del reloj, pero no del reloj que marca horas yminutos, sino de un reloj relativo determinado por los otros,el ser parte de la moda, de las prácticas usuales de ungrupo, de 10habitual y socialmente aceptable, hace vivirincesantemente sobre el ahora. El reloj de 10cotidiano esel ser-uno-con-otros-en-el mundo (20).

De esta manera, si se considera como punto de partida alindividuo frente a su alteridad (condición de ser otro), po-drá comprenderse la socialidad, la ritualidad, o su dimen-sión espacio-temporal.

En el contexto de una sociedad posmodema, Maffesolianaliza la dicotomía entre sociedad y naturaleza. Para elloreconoce también que en 10 cotidiano se juega una rela-ción con los «otros»: El cambio de la relación con aquellanaturaleza objeto de control y dominio instituye un nuevovínculo en donde la misma pasa a ser una alteridad abso-luta, el gran «otro» y a partir de ella se ordenan y acomo-dan los demás «pequeños otros» que se encuentran en laproximidad (4).

En este sentido, la alteridad del individuo forma parte delvinculo social con los otros, es el vínculo social que lograsu constitución a través de la socialidad y su naturalidad,logrando de manera silenciosa, pero efectiva la estructurasocial en la cual se desenvuelve.

Si es así, explicar la organización y funcionalidad de lasociedad, resulta una tarea compleja en la medida queimplica no solo la suma sino la integración, articulada, vin-culada y con una sincronía tal que permite la construcciónde la realidad de una manera tal y no diferente. Este he-

:11::

cho exige un pensamiento complejo sobresU!

interrelaciones y mutuas imbricaciones.

nteo

Por su parte Machado, se introduce en el terrenodele¡

estudios sobre la cotidianidad explicandoqueloimportarr

te de este estudio son los significantes y no lossignifica:

dos. Ello implica que la sociología de 10cotidianorescatt

es un «tejido de maneras de ser y estar», y quecompre~

der 10cotidiano se inclina mas a aun esfuerzo metodológlCl

que teórico (1).

vhtI

Fe

)

Alvira manifiesta que es necesaria la prácticadelaétlCt

de 10 cotidiano para recuperar su autenticidad.Paraello

es necesario tener en cuenta que 10cotidiano no implicala

repetición callada y sumisa de las actividadesdiarias,SinO

implica el aprender de éste sentido de repetición(22).

Esto requiere de un estado de alerta para que el aprendi.

zaje pueda darse, requiere interiorización y valoración~cuanto se presenta frente en esa repetición. Si se puede

interiorizar algo, entonces es posible innovadoparameJ~

rar el futuro (22).

En 10 cotidiano se hace necesaria una revisión delaspr~

pias herramientas intelectuales y esquemas de compren.

sión que se pone en juego a la hora de analizar la comple.j idad de la realidad social. La necesidad de unaautorrevisión se vincula con una cuestión muchomas

profunda sobre el mismo campo de estudio,entanto, que

el ámbito de la vida cotidiana ya no puede comprenderse

desde encuadres teórico-metodológicos que respondenadeterminados modelos socialescomosi fuesenlosúnico,

existentes y hasta los únicos posibles.

La crítica a la aceptación irrestricta que de un cierto corte

espacio-tiempo se realiza en algunos estudiosdeestecam.

po y permite reflexionar sobre el tipo de configuraciónde

la vida social que sustenta tal construcción analítica,La

revisión, por tanto, de los tiempos y eSIJjciosde\acotidianidad debe alcanzar a las propias estructurasdeconstrucción y fundamentación teórica ya quedenada

serviría identificar la heterogeneidad espacio-temporaldel

mundo observado «si ésta será configurada y contempla.

da con la misma matriz que impusouna particularforma

de ver y analizar el espacio y el tiempo social».Estopone

en el centro del debate la cuestión de la «pertinencia» de

las herramientas analíticas para comprender el mundoen

el que se vive.

La pertinencia, es entendida como elprocesoqueponeen

constante tensión la teoría y el mundo observado, a finde

develar en ambos lados; formas, contenidos y trayecto.

Rev enferm Herediana. 2010;3(2):104-112.

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rias.Esen esa tensión, donde se puede descubrir lo inédi-to,loque huye a esquemas de entendimiento propios, o enotraspalabras «lo no dicho, en lo dicho» (22). En definiti-va,aquello que habita en los discursos y categorías y quehacea la condición de sujetos histórico y socialmente de-terminados.

Reguillo,problematiza la relación entre los procesos quecaracterizanel mundo de la vida cotidiana y la producciónyreproduccióndel orden social. «La clandestina centralidaddelavida cotidiana...» está dada en un escenario de cons-

truccióny de esta forma, de innovación y cambio de aquellosdiscursos,prácticas y sentidos en donde se pone en juegocotidianamenteel orden instituido (23).La «naturalidad» con que se despliega este espacio,invisibilizalos innumerables procesos de selección, com-binacióny ordenamiento que en él tienen lugar. Sólo enciertosmomentos y circunstancias la normalidad y natu-ralidadde sus procedimientos y lógicas revelan su arbitra-riay determinada naturaleza social.

Entalsentido, puede decirse que una manera de defmir lavidacotidiana es mediante una operación de oposición yalmismotiempo de complementariedad, «lo cotidiano seconstituyepor aquellas prácticas, lógicas, espacios ytemporalidadesque garantizan la reproducción social porlavíade la reiteración;» y por el otro, «la rutinización nor-malizadaadquiere «visibilidad» para sus practicantes enaquellosperíodos de excepción o cuando alguno o algu-nosde los dispositivos que la hacen posible entran en cri-SIS».

Aldefinirel espacio de la vida cotidiana como escenariodela re-producción social y por tanto vinculado a lo queenunmomento específico se considera normal y legítimoparagarantizar cierta continuidad social.

Hiemaux,por su parte se concentra en todos aquellas for-masy lógicas que en la vida cotidiana restringen, limitan,controlan,ordenan y coaccionan a las personas en susmúltiplesdimensiones (24).

Lacrecientefuncionalización de la vida cotidiana conlle-

vauncorrelativo aumento de su división espacio-tempo-ralen actividades cada vez más especializadas. Esto su-cedeparalelamente a la desintegración de los lazos socia-

l

. lesy mecanismos de cohesión. La consecuencia inevita-blees la generación de una excesiva tensión de la vida

I

cotidiana,o en sus términos una «hipertensión», que favo-recidapor la fragmentación del espacio y del tiempo«heteronomiza»de manera creciente la experiencia vital

I delosindividuos.A su vez la colonización operadapor el

RevenfermHered;ana. 2010;3(2):1 04-112.

La cotidianidad y elliderazgo femenino.

consumo conlleva procesos de atomización e individuali-zación que debilitan el espacio de las interacciones socia-les y la sociabilidad.Fernández Chrístlieb (25) descubre en qué medida se hatransformado la vida cotidiana a partir de la aceleracióndel tiempo y el movimiento en el espacio. Es en las comu-nidades posmodernas donde este autor fija el espacio dela vida social en la transitoriedad y no en el arraigo, en losflujos deslocalizados y no en las raíces conformadas apartir del anclaje en un territorio. De esta manera, la tec-nología ha logrado inyectarle velocidad no sólo a los trans-portes y las comunicaciones sino a la vida misma, a laspercepciones, al pensamiento, a las motivaciones y a losdeseos.

«El territorio instantáneo de la comunidad posmoderna. . .»(25) indaga sobre las nuevas formas de agrupamiento ysociabilidad que plantean las actuales condiciones de vidaa partir de las diferencias expresadas con aquellas for-mas de comunidad originaria y moderna.En las comunidades originarias se distinguen dos elemen-tos en sus formas de agrupamiento: uno referido a la indi-soluble pertenencia del individuo al suelo donde se afinca,y el otro; a la atmósfera vital que conllevan tales comuni-dades y dentro de la cual sus integrantes se encuentrancontenidos y comparten con los demás modos de pensar,soñar, saber, expresar y sufrir. De esta forma la comuni-dad se constituye en «un sentido común, un mundo co-múm>, en el cual la pertenencia es siempre de los partici-pantes a la comunidad y no viceversa. Con la modernidadse diversifican los suelos y las atmósferas simbólicas, semultiplican y pluralizan los modos de vida, las formas depensar y problematizar la realidad.

Así, cuatro nuevas modalidades de comunidad entran enfuncionamiento, cada una afincada en un suelo distinto:La comunidad familiar, situada en el suelo doméstico; lailustrada, afincada en el suelo de los sitios de reunión de lasociedad civil; la burocrática, sustentada en el suelo de los

aparatos informáticos y de información~ y la personal; eri:gida sobre el individuo y su cuerpo (22).

Liderazgo femenino

Elliderazgo data desde tiempos inmemorial es, tanto en lacultura egipcia, como en el mundo oriental existen escri-tos que se refieren a personas líderes que condujeron a supueblo al cumplimiento de sus objetivos, que iban desde labúsqueda de alimento y comida, hasta la invasión y con-quista.

En el antiguo egipcio, 2300 años antes de Cristo, en la

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ARTÍCULO DE REVISIÓN

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Alayo-Sarmiento M, -Instrucción de Ptahhotep, se le atribuyeron tres carac-terísticas al Faraón: La declaración de la autoridad está

en su boca, la percepción está en su corazón, y en sulengua está el santuario de la justicia (26).

Para Confucio, un buen líder era aquel que presentaba unejemplo de moral, mientras que para Lao-tzu debe partici-par y compartir el desarrollo (26). Por su parte, diversosautores Griegos y Romanos como Cícero, Marco Aurelio,Séneca y Plutarco escribieron extensamente sobre lossujetos que desarrollaron liderazgo en la administración.Séneca por ejemplo describía algunos atributos y cualida-des que debería tener un buen líder, los que no solo fueronviables y funcionales para su época, sino que 10 siguensiendo hasta la actualidad (27).

Muchos años han pasado hasta la actualidad y el estudiosobre liderazgo y sobre líder ha sido motivo de atenciónde muchos científicos e instituciones, que intentan buscaruna comprensión más científica sobre el tema.

El liderazgo es un proceso mediante el cual se tiene lacapacidad de influir y motivar a otros, de modo que con-tribuyan al logro de los objetivos establecidos (28; 29).

Existen diferentes teorías que intentan explicar qué es elliderazgo y cómo se desarrolla, entre ellas tenemos a laTeoría de Rasgo, la cual empezó con Hipócrates, quiendescribía los tipos de personalidad basado en el humor delcuerpo (30). En aquellas épocas la inteligencia era un ras-go importante del líder, originada por las enseñanzas deAristóteles, Platón y Sócrates.

Actuales estudios sugieren, sin embargo, que no solo lainteligencia es un rasgo importante en el líder, sino que supersonalidad debe ser la confluencia de una serie de ras-gos como: autoconfianza, integridad, dominio, sociabilidady persistencia o determinación; además de fuerte, queri-do, diligente e inspiracional (31).

Sin embargo, hablar de rasgo suele hacer pensar en atri-butos innatos de la persona, originando la discusión sobresi los líderes ¿nacen o se hacen? A fin de salir de esteembrollo, algunos investigadores han orientado sus esfuer-zos para investigar este punto.

Bono y Judge, realizaron un metaanálisis de estudios rea-lizados entre los años 1887 al 2002, logrando seleccionarun total de 26 estudios y realizando 384 correlaciones (32).El objetivo del estudio fue encontrar relaciones entre lapersonalidad del líder y las conductas del líder transfor-mador y transaccional. Los investigadores encontraron que

..

la extroversión era el rasgo fuertemente relacionadoconla conducta del líder transformador.

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Sin embargo, es dificil aún poder aseverarquequien tiene

las características antes mencionadas o quien es extro-vertido será un líder o más aun un líder efectivo,Pedler

manifiesta que no existe un conjunto de característicasoatributos específicos que definan con precisión al líder (301

La teoría del Gran Hombre, por su parte, presta atencion

en la estructura y dinámica del grupo que rodea al líder,en

primer lugar. Y; manifiesta que la estructura del grupocrea.da por la similitudde atributosparacumplirunatareayel

cumplimiento de la tarea con total satisfacciónpennite

reconocer al líder que estuvo a la cabezaparaelcumpli.miento de la tarea (33). Para la teoríadelGranHombreel

líder es quien cuenta con atributos que nadie mástiene,el

una especie de «casta» genealógicamente superior,que

pertenece a la aristocracia.

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Sin embargo, algunos estudiosos no lograbanexplicaren

base a esta teoría, cómo podían haber personajes deon.

gene s humildes y poco carismáticos exitoso s en ellideraz10que les toca desempeñar. «La teoría el 'Gran Hombre'oMujer», que para algunos brindaba una nociónde líder

anecdótica y poco científica», ha sido revisada últimamen.

te, notando que si bien es cierto algunas personaspueden

cultivas algunos rasgos y entrenarse en otros, esnotable

la diferencia que existe entre los líderes y quienes nolo

son (34). De hecho, es muy probable que las situaciones,condiciones o oportunidades vividas hayan fortalecidocier.tos atributos en los líderes no debe dejarse de ladoque

podrían existir algunas atributos que los ponen enventaja

con respecto a los demás.

Para el caso de la muj er sucede algo particular.A lo largo

de los años, desde la perspectiva machista se ha puesto

en duda la capacidad de la mujer para ejercer rolesde

líder, anteponiendo su condición de género a las capacida.

des necesarias para desenvolverse en términos pragmáti.coso .Sin embargo, algunos estudios han demostrado que lamujer

es quien ha demostrado desempeñarse como lídertrans.formador de mejor manera que el varón,generandoespa.

cios de colaboración, solidaridad,reciprocidady escucha

entre quienes han resultado siendo sus seguidores,

En el espacio comunitario la participación para lasmuje.res es inducida por la relación de la comunidad conlasinstituciones del estado y del gobierno local,pormediode

programas dirigidos por las organizaciones socialesdebase

y de desarrollo social, especialmente. En esta vinculación

Rev enferm Herediana. 2010;3(2):104-112.

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La cotidianidad y elliderazgo femenino.

sehanabierto oportunidades a la organización y el desa-rrollodeliderazgos.

Existede parte de la sociedad reconocimiento al desem-peñodela mujer líder, la cual es integrada paulatinamenteanuevasredes sociales, de apoyo y de producción (26).Peroestasexperienciasoriginan un fenómeno de produc-cióny reproducciónde las relaciones sociales con cam-biossubjetivosimportantes en la mujer, es como si ellafuerareproduciéndosecon cada reproducción social es-tablecida.

Enlafenomenología, Husserl menciona que el campo delaconcienciadebe someterse al análisis (27), en este sen-tido,resultade vital importancia que implica para las mu-jeresnosoloel ser líder, sino que implica desempeñar enlocotidianoun rol del líder.

Estandoen lo cotidiano de su casa o de su hogar lainterrelaciónque ejerce la mujer es con el esposo, con loshijosy,probablemente, con uno que otro familiar si viveenunafamilia extensa; cuando la mujer sale de casa y sevinculacon otros en una organización de base, con metasespecíficas,se ve forzada a relacionarse con otros.

Figura1.Desempeño del rol cotidiano de la mujer líder

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Esteeselmomentodonde según la teoría interaccionista,elindividuose relaciona con otros y logra una relaciónefectiva(17). La interacción será recíproca si la vincula-ciónal rol es aceptada, y si se demuestra capacidad ycualificaciónpara desempeñarlo (25). Al parecer las mu-jereslíderesvan lograndoesta interacción recíproca pau-latinamentey «van aprendiendo» en lo cotidiano. El ejer-ciciodepodervienederivado de esta interacción.

Lasmujeresidentifican múltiples situaciones y factoresquehacenque su participación en espacios nuevos seaviable.Sinembargo, deben entrar en contrapeso con aque-llascondicionesque la hacen dificil. Entonces se da como

Revenferm Herediana. 2010;3(2):104-112.

una especie de balanza entre lo posible e imposible, viablee inviable.

Uno de los aspectos claves que la mujer procura no des-cuidar es la familia. Aun cuando su participación es ma-yor en otros escenarios, la responsabilidad familiar siguesiendo casi enteramente suya.

Las mujeres están siempre en tensión con respecto a surol de madres, entre el tiempo que le dejan a sus hijos y sulabor, que les exige tiempo y dedicación fuera del hogar.

Las redes sociales de apoyo para las funciones básicasde su familia, son usadas por las mujeres de manera máso menos exitosa, pero en todo caso no falta en quien lo-gren apoyarse.

Al parecer, la mujer aprende del juego de poder y lo ejer-ce no solo en el desempeño de su rol de líder sino en supropia dinámica familiar y social comunitaria.

El poder comojuego relacional, termina resultandoefecti-vo para los objetivos que la mujer se plantea a partir denuevo rol.

La mujer ha aprendido a ejercer el poder de tal manera ensus relaciones cotidianas que le permite delegar y com-partir algunas responsabilidades familiares con el apoyodel esposo y de la familia en general.

La reciprocidad es otro atributo que surge en la dinámicarelacional de las mujeres, es un «toma y dame» constantey casi característico en lo cotidiano. En tanto es reconoci-do que la mujer líder vela por el bienestar de muchas fa-milias en la comunidad, las otras mujeres u otras familiasle brindan ayuda ante las dificultades diarias. SegúnLefebvre, dado que lo cotidiano se desenvuelve en un es-pacio inmediato conocido y pautado, el escenario dondeactúan las mujeres se toma un «lugar de refugio afecti-vo», pero a hora no solo creado en el interior de la familia,sino proyectado a la comunidad.

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CorrespondenciaMargarita Alayo SarmientoUniversidad Peruana Cayetano Heredia

Miguel Baquero251 Lima - PerúCorreo electrónico: [email protected]

Forma de citar este artículo: Alayo-Sarmiento M. La

cotidianidad y elliderazgo femenino. Rev enfenn Herediana.

2010;3(2):104-112.

Rev enferm Herediana. 2010;3(2):104-ll1.