LA CENA CON DIOS

Hoy es el da ms feliz de mi existencia; invit a cenar a Dios a mi casa, y lo ms sorprendente es que acept, tal vez porque festejamos la Navidad.As que decid arreglar de forma muy especial la casa. Necesitaba que todo estuviera en perfecto orden. No lo poda creer! Dios va a cenar hoy con mi familia!Este evento tan especial no se lo coment a nadie, para que fuera una sorpresa; slo les ped que dejaran un lugar en la mesa y, aunque se encontraban un tanto extraados, lo hicieron.El tiempo transcurra, la noche se acercaba y acrecentaba mi nerviosismo. Al dar las 8:00 de la noche, los invitados empezaron a llegar: mis padres, mis hermanos, mis primos, mis amigos; ninguno de ellos imaginaba lo que estaban a punto de ver.Al observar a tanta gente, decid ir a comprar unos refrigerios; sub al automvil, y en el trayecto a la tienda de autoservicio, observ a un nio que me peda una moneda para mal comer; aquel chiquillo me inspir ternura, y decid invitarlo a cenar. Se subi al automvil, y al llegar a la tienda, nos encontramos a una viejecita que me peda un trozo de pan; sin saber por qu le compr varias cosas para que cenara; en agradecimiento, me dio su bendicin, y sent algo hermoso.Rumbo a mi hogar, observ a una jovencita que venda, por pocas monedas, su cuerpo; se encontraba temblando de fro y, cosa extraa, tom mi saco, me acerqu y la cobij con l; le dej mi tarjeta para que me visitara despus, ofrecindole un buen trabajo, y le ped que no siguiera vendiendo su cuerpo. Adems, le regal mis refrigerios; la chica slo sonri, se enjug una lgrima, y parti feliz a su hogar. Al final, llegu sin nada a mi casa.Mi nio invitado, despus de baarse y estrenar una ropita que le regalaron mis hijos, platicaba feliz con ellos. El tiempo transcurra, y Dios no llegaba.Se sirvi la cena, y ah estaba su lugar vaco, donde sent al nio. Mi familia estaba orgullosa de m, pues crean que esa era la sorpresa, pero en realidad era otra.Dios nunca lleg y, antes de dormir, me encerr en mi cuarto y le reclam sollozando: Dios, t me prometiste que cenaras en mi casa por qu hiciste esto, por qu me fallaste?Y Dios, con su voz hermosa me contest: Hijo mo, yo cen en tu casa, y siempre estuve a tu lado; cuando compartiste el pan con aquella viejecita de la tienda, y ayudaste a cobijar a esa pobre jovencita acaso no lo recuerdas? Pero Dios, no te vi -respond. Estuve disfrutando contigo la dicha de tus padres, tus amigos, tu familia, jugando con tus hijos, compartiendo el orgullo de tu familia por ti, y claro que cen con ustedes. Pero no te vi -volv a responder. Recuerdas aquel nio al que invitaste a cenar, y sentaste en aquel lugar vaco? S. Pues ah, en l estuve yo.Rpido, corr a ver al nio invitado y, sorpresivamente, ya no estaba; desde entonces, cada Navidad invito a un nio a cenar a mi hogar. Juntos nos divertimos, y oramos a nuestro Padre Celestial.Recuerda que Dios est contigo en tus buenas acciones; consrvalo a tu lado. Si quieres conocer a Dios, mira a tu alrededor; lo vers jugando en los nios, y sonriendo en las flores. Lo que Dios busca es tu corazn, ms que t ofrenda.

"No mires hacia lo que pueda pasar maana, nuestro Padre te proteger del sufrimiento, o te dar la fortaleza para soportarlo"Dios es el comienzo, el medio y el fin.

Apocalipsis 3:20: He aqu, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entrar a l, y cenar con l, y l conmigo.